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Las Señales de los Tiempos **************************************

UN HOGAR FELIZ

PRECIO: 30 céntimos
Si Jesús volviera a este mundo citasen porque él n o está realmente presente. ¡^
f o r t u n i o — o m á s exactamente, el nuestro ¿
E n relación con la fiesta de N a v i d a d , el perió-
guna vez más completo? jeS
dico La Tribune de Genéoe del 2 7 de diciembre
Y , sin embargo, a orgullosos o hurnildes, gr^^^ ^¡
de 1 9 3 4 publicó el siguiente comentario:
o pequeños, ;cómo sigue h a b l a n d o deliciosameu^^^j
" N o h a y nadie, si es sincero, que n o piense que,
corazón esta elocuencia divina t a n sencilla de a^^^^^
si Jesús volviera a predicar entre nosotros la divina
al menos algunos ecos inmortales h a n llegado
palabra, n o tardaría en sufrir u n a suerte comparable
nosotros! ¡ C ó m o conmueve, cómo penetra s
a la que p u s o fin a su misión terrestre hace diecinue-
mente en nosotros cuando a b r i m o s de ^¿¡^
ve siglos. Seria u n a obstinación el sostener que la
de los Evangelios! Son instantes fugaces, dc^^5¡Ca-
h u m a n i d a d de h o y n o vale más, desde el p u n t o de
damente, pero de u n goce incomparable que o
vista social, que aquella que n o quiso escuchar su
mos al volver, asidos p o r este siglo, al más at> k
v o z . Es el h o m b r e m i s m o quien ha cambiado p o c o ;
materialismo... ., j
las colectividades h a n reconocido deberes colectivos
¡ N a v i d a d ! L a gran fiesta de u n a h u m a n i d a ^ ^ J
que n o conocía la antigüedad, y los cumplen menos
la cual el h o m b r e se acerca u n m o m e n t o a ida
p o r impulsos del corazón que p o r u n concepto
que le bastaría escuchar h a b i t u a l m e n t e para qn^
egoísta de su interés, desde luego, ya que el resulta-
la felicidad posible a la criatura, cuya P'^^^f^'^\oS'
d o parece ser el m i s m o . P e r o lo esencial en el cris-
este m u n d o es t a n pasajera, descendiera a todos
t i a n i s m o se ignora y escarnece t a n t o en nuestros
otros...
días como lo fué objeto de burla y de desprecio
Según estas declaraciones, parece seguro ^s-
c u a n d o el H i j o trajo a los h o m b r e s la única verdad
t o n o tendría ahora mejor acogida que cuan ^¡
q u e da salvación. P o r t a n t o , si la experiencia d i -
t u v o en Palestina hace diecinueve siglos. '^^^^^iflO
vina de aquel entonces se renovara en nuestros días,
evangelista dice que entonces Cristo "a lo suY ^^g,
n o tendría más éxito y llevaría de n u e v o a su in-
y los suyos n o le recibieron". ( J u a n , 1:1 D ^j.,jcií''
térprete a ser t r a t a d o como u n m a l h e c h o r público.
sición se h i z o finalmente t a n violenta que ^
Es u n tema que h a sido t a n a m e n u d o el objeto
carón al Mesías. 'llofl^'
de la fantasía de los satíricos y el lirismo de los poe-
A h o r a h a y en el m u n d o centenares de jjdef
tas, que me parecería superfluo mencionarlo de nuevo
de personas, que se llaman cristianas, que P^^^^^jcir
si n o se notara h o y algo más, y que es singularmente
ser el p u e b l o de D i o s , así c o m o los judíos se p^fo
e x t r a ñ o , en la persecución que tendría que padecer
b a n el pueblo de D i o s al nacer Jesús en Belei^-^j.^^'
de n u e v o A q u e l que n o desató a n t a ñ o más que la
la realidad actual es t a n trágica como lo era ^^QUiJ
ira de los privilegiados de este m u n d o . Su desgracia
ees. L a m a y o r í a de los "cristianos" lo son d^^^jjijS
sería doble en la h o r a actual, ya que es o d i a d o p o r
bre solamente, y si Cristo viniera ahora en ^^¡jle'
los revolucionarios y traicionado p o r las personas h u m a n a a predicar su evangelio, correría í^^^^íd'''
de orden. E l m a r x i s m o , el c o m u n i s m o — s i n o en la mente la misma suerte que en su primera ^ ^ j.^-
doctrina, al menos en la aplicación que se hace de P o r q u e los h o m b r e s son esencia Imente egoístas >;
ella—le execran, le a b o m i n a n , le denuncian como chazan t o d o c u a n t o exija de ellos abnegación
p o r t a d o r de u n a palabra que n o enseña más que u n a crificio. Jo
cobarde resignación a las desigualdades, las injusti-
Existe u n l i b r i t o de F . P i y Arsuaga titn'^^j^ \o
cias y las iniquidades sociales.
Proceso de Jesús, en el cual señala precisam^ ^0
D e m o d o que, p o r u n a parte, está la sociedad
que pasaría con Jesús si viniera h o y a P^^ • tct"
que gobierna y que se ocupa de él solamente p o r u n
doctrina en M a d r i d . Este proceso i m a g i n a ^ y,
fariseísmo interesado, y que, en t o d o caso, parece
mina también con la condena de Jesús a ^'^^gU"'
invocar su n o m b r e solamente para librarse de obe-
finalmente, su ejecución. Seguramente que no ^^¡.jiiJ
decer a los imperativos espirituales que él p r o c l a m ó ; exageración el pensar que se obraría de esta ,^ je-
p o r otra parte, están los desgraciados de u n estado en E s p a ñ a con el C r i s t o auténtico, el humi .jo
social m u y insuficientemente m e j o r a d o , y que le nie- sus de N a z a r e t , p o r q u e a u n en nuestros días ha
gan el haber s i d o su amigo, p r o c l a m á n d o l e abierta- perseguidos cruelmente sus más fieles discipu'^jj^jes^
mente el adormecedor criminal del débil y del o p r i - ¡Qué lástima que se trate así al A u t o r ".^ ¿ó^;
m i d o . L a palabra evangélica según la cual él n o t u v o tros días, al m a n a n t i a l de nuestra dicha y s a l ijV
d ó n d e reclinar su cabeza, n o es del t o d o exacta; él P o r q u e es cierta la conclusión del periodista^ ^^jS.
conoció u n a p o p u l a r i d a d sin igual, y si t u v o pocos nebra: Si recibiéramos a Cristo y sus ^ns^^ ^ qii^
amigos entre los ricos, innumerables fueron en el re- t e n d r í a m o s la p l e n i t u d de la p a z y la felicida
b a ñ o de los miserables que t a n t o amaba. E n el siglo t a n t o aspiramos. ^^c'^^'
en que vivimos n o tendría m á s que elegir entre Scila
T o d a v í a es tiempo de rectificar nuestra ^ad"
y Caribdis si empezara de nuevo a enseñar. E l co-
Si hasta ahora hemos menospreciado y mal ^^^gi
m u n i s m o practicado p o r los primeros apóstoles le
a Jesús p o r nuestro egoísmo, materialismo Y ^^ta^
rechaza e injuria; el m a r x i s m o , que en lo que tiene
pecados, p o d e m o s a ú n ahora acudir a él y i/anf
de j u s t o se inspira en sus preceptos, quiere ignorar-
de su misericordia y p e r d ó n . Aceptemos su f. ^^a'
lo, y los que, al o t r o lado de la barricada, se aferran lio y sus preceptos. " ¡ O j a l á miraras tú a m',* y tj'
o b s t i n a d a m e n t e a f ó r m u l a s políticas y a conceptos d a m i e n t o s ! , fuera entonces tu p a z como u n ^ j , ! jS''
económicos pasados de m o d a p o r q u e n o quieren a b - justicia como las ondas de la m a r . " (Isaías,
dicar nada de su situación privilegiada, mientras se
escudan tras él, o b r a n exactamente como si se feli- 6.

PÁGINA DOS
2 5 ivi/v-L^

B *'<J«ctor:
PRECIOS
^- GERBER
LAS SEÑALEN! Pu».
l i m u i H i . . 1.31
SKripcMi m i l n
'eléfono 34155 D E íos TIEMPOS bpdi 3,51
REVISTA MENSUAL El il utiiujín . . 4 m

M A D R I D NÚM. 2

C A S A DOS... P E R O FELICES
Algunos consejos prácticos acerca de cómo conservar la felicidad en el kogar

P o r M . N . C a m p b e l l , e s p o s o y padre

^^Sante^^ " o s parezca este título demasiado extra- jóvenes cultivaran una larga amistad y apenas u n
^fiííioj,- ^^''^ artículo sobre la vida de los ma- corto noviazgo, quizá se llegarían a comprender
^'dej-j ya que la mayoría de los jóvenes con- mejor y lucharían de c o m ú n acuerdo p o r alcanzar
^Ocadg^ íiasamiento como la realización de sus más la felicidad anhelada.
\ Húoi ties. Desgraciadamente, en estos días E l aumento de los divorcios en numerosos paí-
deb''° matrimonios felices es m u y reducido. ses es una de las más desconsoladoras señales de
% el ^^^^ ocurrir esto, pues el Creador dispuso los tiempos. Muchísimos mozos alocados contraen
%\ "matrimonio fuera m o t i v o de una felicidad matrimonio, con la intención de que si n o resulta
f''^a contrayentes. N o h a y ninguna razón a la medida de sus deseos, se limitarán simplemen-
."<:idad|a cual perdamos nuestro derecho a esta te a pedir el divorcio. E n ciertas naciones, el n ú -
h'^Ja w ' procuramos poner en la fórmula u n a mero de divorcios casi alcanza al de casamientos.
"«gla ^ ^i^ntido común y una gran porción de la E n los Estados U n i d o s , u n a ciudad explota la in-
í que ^ I ° ' se aplica a u n a aquellos casos dustria del divorcio. E n ella se mantiene u n prome-
^'do ceremonia m a t r i m o n i a l n o le h a prece- dio de u n divorcio cada diez minutos. E n realidad,
noviazgo idílico. los jueces se fijan u n límite de diez m i n u t o s para
Paisp.
''^^s tiemoos a n t i g u o s — y hasta en ciertos
tiempos escuchar los alegatos d e los cónyuges y resolver el
íeT^^Jodernos^
los padres escogían las esposas caso. Esta costumbre n o prevalece t a n t o en las co-
V Q I , : ^ ' J ° S . E S extraordinario el número de ma- lonias inglesas. Bajo el pabellón británico, el h o m -
^ f e l i ^ . i / ^ ° n t r a í d o s en esta forma, que gozaron bre que se decide p o r la vida matrimonial, casi siem-
l%sa. •'^^aac n o participó en la elección de su pre está dispuesto a permanecer casado.
h' Pero ^^^am envió a su m a y o r d o m o a escoger- Los siguientes consejos para formar u n h o g a r
V * est ^^^^^ invocó la bendición y guía divinas feliz representan el fruto de largos años de obser-
N sijj^ Sfave asunto. Si oráramos h o y con ma- vación y experiencia.
' S i H i j ^ ^ ^ f i d a d , invocando la dirección del cielo, 1." E n t r e los cristianos debe obedecerse la re-
/les t;^^^^^ los fracasos matrimoniales. Los jó- gla bíblica de "sólo en el Señor". L o s casamien-
tie A iracasos matrimoniales, juos j o -
«üs tiden a rebelarse ante las recomendaciones tos entre personas de diferentes religiones casi siem-
J'^sidera^^'^^^ referentes a sus sentimientos, pues pre resultan fracasos lamentables. E n u n tema t a n
(^••a " que se hallan ampliamente capacitados importante como la religión, es preciso meditar
'icij iP.^^t- sabiamente la compañera de su exis- cuidadosamente sobre las diferencias de doctrina.
Se Je ^ " " o s escritores lamentan que a los jóve- L o s jóvenes buscarán consolóte entre personas de
de ^ °^bgtie a escoger esposa cuando a ú n care- idénticas opiniones religiosas, a menos que se deci-
^^'•go, juicio verdaderamente m a d u r o . Sin em- dan a vivir continuamente entre las sombras de los
S' *^Pe padres, ministros y amigos íntiinos disgustos familiares. E l sentimiento de ambos cón-
ti' est^'^'^*^'^ 'J"^ pueden darles sanos consejos. yuges debe ser: " T u pueblo será mi p u e b l o , y t u
ate^ Srave problema los jóvenes prestan opor- Dios, m i D i o s . "
i'^te '^"^jón a las sugestiones de sus mayores, n o 2." A m b o s esposos albergarán el firme p r o p ó -
'^«r vin^°" P^^o para que les sea imposible sito de conservar su primer amor, sin olvidar n u n -
¡I í-os ^ selección ideal de esposa. ca las expresiones amables y las muestras de cari-
^•^35 ^Matrimonios precipitados y turbulentos m u y ño. U n beso al salir y o t r o al regresar será la re-
^•^es terminan bien. Si fuera posible que los gla de toda su vida. E n el E s t a d o de O k l a h o m a , E s -

PÁGINA TRES
tados U n i d o s , se h a o r g a n i z a d o u n a "Sociedad P o r t a n t o , esforzaos p o r que la joven P^f^-'g^jfla
de Esposos A g r a d e c i d o s " . L o s miemhros se h a n blezca su h o g a r p o r separado, y se vea b b ^ ^^^^
adherido al siguiente p a c t o : intervención de los parientes políticos tan o ^^^^^
" M e c o m p r o m e t o solemnemente a a h r a z a r a m i sea posible, al menos el tiempo necesario P.^f -.¿os^
esposa todos los días, a besarla y expresarle m i t i t u i r sólidamente su vida familiar, ^^abih^^,^^^ ^
a m o r . P r o m e t o felicitarla p o r lo menos u n a vez al para resistir la influencia corrosiva de las '-'"^^^^^^.s
día sobre cualquier detalle especial de la comida los consejos relativos a la solución de los pro
que h a y a p r e p a r a d o . P r o m e t o realizar todos los días conyugales. ,jjgus-
alguna acción cariñosa e inesperada, para alegrarla." 6." U n a de las principales causas de los ^^^^ y
C i e r t o periódico comenta editorialmente estas re- tos matrimoniales es la falta de u n acueru- ; ^j,
soluciones: " N i n g u n a m u j e r — u hombre—^sería ca- definido sobre el p r o b l e m a económico. C o n ^^p^f-
p a z de leer este pacto sin a d m i r a r los amorosos m a - t u d i a r l o detenidamente antes de las bodas. Se ^^^g,
ridos de O k l a h o m a o envidiar sus gentiles esposas. tira a p r o p i a d a m e n t e el presupuesto. Quizas la
N o h a y d u d a s de que las señoras deben ser merece- sa asuma la responsabilidad de pagar las_ cuen
d o r a s de t a n encantadora promesa. Estos caballe- tendero, el alquiler y o t r o s gastos famibares.^^^
rosos R o m e o s n o f o r m u l a n exigencias de n i n g u n a poso entregará a su compañera otra parte .j^preS'
n a t u r a l e z a a sus Julietas. N o estipulan que la co- gresos para que sufrague varios otros gastos i ^j,
m i d a debe ser digna del elogio diario, ni que las cindihles. Si la esposa desea conservar algo
señoras inspiren esa demostración extraordinaria de lo hará sin rendirle cuentas detalladas. Qu^ ^ica
a m a b i l i d a d , ni que luzcan especialmente sus mejo- rido obligue a su señora a acudir ante él co
res galas para el a b r a z o diario, el beso y la reafir- pordiosera cada vez que desea u n centavo,
mación de a m o r . " ofensa a su dignidad femenina. N i n g ú n b o ^ ^^o'
3.° N a t u r a l m e n t e , a m b o s jóvenes inician su vi- piense t r a t a r a su mujer en esta forma debí^^^^
da de casados con los m á s altos sentimientos de traer m a t r i m o n i o . Q u i z á s arguya que la esp y
consideración y con la seguridad plena de que h a n pone erróneamente del dinero, gastándolo a ^^^o
e n c o n t r a d o su ideal. Generalmente, con el paso de a locas. L o cierto es que h a y t a n t o s hombres^^
los d í a s se convencen de que su c o m p a ñ e r o se halla mujeres víctimas de este defecto, y es imposi, ^^^^j
de u n o a cien p u n t o s menos de la n o r m a ideali- a p r e n d a n a gastar juiciosamente el dinero, si^ ^^¿os
z a d a . U n sentimiento de amarga desilusión y de se les b r i n d a la o p o r t u n i d a d de emplearlo. L'^^^^^Jo
h o n d o desengaño reemplaza a la adoración de la m o d o s , conviene ponerse
l u n a de miel. E l m o d o de remediar este desengaño definitivamente de a
consiste en adaptarse a las cualidades reales del cón- sobre este i m p o r t a n t e tema, si los jóvenes _des^^^ jiis
yuge, sin establecer comparaciones enojosas. Quizás felices. M u c h o s esposos experimentados divi ^^g,
esa persona mejore g r a d u a l m e n t e , ascendiendo m á s ingresos exactamente p o r la m i t a d . Si P°^^^gji ui''
y m á s hasta el t i p o s o ñ a d o . E n esta situación m u - piedades, adquieren títulos comunes. Mantien
chas esposas fracasan miserablemente. C o n v o z re- sola cuenta en el Banco. -^nt^
bosante de a m a r g u r a critican al m a r i d o . A v i v a n 7.» L o s esposos t o m a r á n u n a decisión *'? gafa"
así el a n t a g o n i s m o latente en su naturaleza. E n lu- sobre cualquier proyecto p o r ejecutar. Se arn^ ^^¡to.
gar de la crítica m o r d a z y el despecho, procurará juntos en cualquier empresa. Si les sonríe e
m o s t r a r tacto, gentileza, sugiriendo dulcemente las la alegría será c o m ú n . Si sufren u n fracaso-
cualidades ausentes. Despertará así el deseo de me- p a r t i r á n la responsabilidad. ^{sí^°
j o r a r y t r i u n f a r , c u l t i v a n d o las virtudes necesarias S.o P r o c u r a d n o enojaros ambos a jjda'^'
para la a r m o n í a del hogar. tiempo. C u l t i v a d la paciencia y la genef^^^^jef
4 . " L o s jóvenes c u l t i v a r á n las s i m p a t í a s co- C u a n d o u n cónyuge se llene de ira, el otro
m u n e s y se interesarán p o r los p r o b l e m a s de sus vara la serenidad. Pasada la t o r m e n t a , harán ^ ^^QS'
compañeros. E s t o contribuirá n o t a b l e m e n t e a u n i - ees y la vida volverá a su cauce n o r m a l . N o ° ^¡j¿}i
ficar las vidas del m a r i d o y la mujer. téis nunca con la ira en el corazón. Zanja
5." L o s nuevos esposos f o r m a r á n casa aparte. las 9Evitad
diferencias antes de entregaros
l o s " ' a"mi'go¡ intimaosal" .suefio-^
Mucho^^*j^^iii-
^
L a s Sagradas Escrituras dicen: "Dejará el h o m b r e bres tienen la costumbre de celebrar una ^"^^itUf
a su padre y a su madre, y allegarse b a a su mujer." ^ _
despedida de su vida de solteros. E n ella el ^^ey '
Este t e x t o contiene u n a sabiduría e x t r a o r d i n a r i a , esposo se separa de sus amigos y compaíj^f^^'^^1^^
a u n q u e poco apreciada. C o m e t e n u n error trágico desde ese m o m e n t o sólo abrirá su pecho a jjjj*
los recién casados que permanecen en el h o g a r de d a " . L o s secretos de familia se g u a r d a r á n
cualquiera de los padres. Pertenecen a u n a genera- absoluta reserva. N i n g u n a tercera persona '•^ ^j^af 1
ción distinta y se inclinarán a decidir sus asuntos ceso a ellos. ¡ C u á n t o s esposos h a n hecho z o z ^ 3^1'
con u n sistema diferente al a d o p t a d o p o r sus pa- nave de la felicidad conyugal p o r confiar a ^ .^¿if^
dres. Sin e m b a r g o , éstos t a r d a r á n en c o m p r e n d e r la gos los secretos familiares, que debieran g - ^ , , j j ;
sabiduría de sus actos, y p r o c u r a r á n c o n s t a n t e m e n - celosamente en el c o r a z ó n del m a r i d o y ^ o^í!^
te mezclarse en los p r o b l e m a s de las nuevas pare- 10. N o gastéis b r o m a s pesadas a vuest^^^
jas> b r i n d a n d o consejos y sugiriendo medidas que n i p a ñ e r o . U n a distinguida escritora sobre teni
se piden n i se agradecen. T o d o esto llevará inevita- giosos n o s aconseja d e esta m a n e r a : . ^jyg f"
blemente a la i n c o m p r e n s i ó n y la falta de felicidad. "Se me h a m o s t r a d o que toda famiha

PÁGINA CUATRO
Intacto KT-^" circulo sagrado que debe permanecer parece u n hermoso estanque si vamos en compañía
círculo' pí^"^^"^ extraño debe tener entrada a ese de la persona amada. Conservad la costumbre de los
attipijj "parido y la mujer se tendrán confianza paseos saludables y felices. Es u n a gran ayuda para
para "recíproca. L a esposa n o guardará secretos mantener la alegría antigua y el aprecio recíproco.
^^^"do, ni éste ocultará nada a su mujer, 15. Se afirma que el estómago es el camino más
corazón *?^^^2^ divulgará los secretos familiares. E l recto al corazón del hombre. Renunciad a la abun-
'"^'^otesri esposa será como u n a t u m b a para los dancia de alimentos en conserva y los dulces. A p r e n -
Un sepyj^ marido. El corazón del esposo será como ded a preparar comidas sanas y sabrosas. Alimentad
"J\jj ero para las equivocaciones de su mujer." bien a vuestro esposo y os querrá bien.
8ún ^ mujer ni el marido se permitirán en nin- 16. Actuad de común acuerdo sobre la disci-
púb]^^^'-° bromas de mal gusto. N o se quejarán plina de los niños. He aquí u n motivo frecuente de
su c o j j , e u s o n de b r o m a , de las costumbres de desavenencias domésticas. Si surge alguna diferen-
h frívo?"^'^°' •^^''ecuentemente la afición a los chis- cia de opinión a este respecto, n o la dirimáis en pre-
M hábit °^ ^ apariencia inocentes se convierte en sencia de vuestros hijos. Estos comprenderán inme-
Íaniiento°" ^ ^^^^^ hastz producir el hastío y el ale- diatamente cuál de vosotros le favorece y explotará
11 ^ c esa simpatía. Este es u n asunto de vital importancia.
e ei ^ ^ d o p t a r á u n a actitud discreta y sana so- 17. A y u d a o s gentilmente a corregir los defec-
obras P^^Wema de la sexualidad. Se h a n escrito tos, pero sin regaños ni frases mordaces. Podemos
drán a n . "^^^ P " a guía de los jóvenes. Se obten- aplicar muchos correctivos sencillos y amables sin
^l^mir enlace y se leerán con atención. R e - herir susceptibilidades.
M espo ^ ^^^^ p u n t o sugiriendo que la conducta 18. Sufriréis dificultades, desengaños, preocu-
"l^Sücon^^ ^ea tal que merezca siempre la estimación paciones y' fracasos. Poquísimos matrimonios se ven
12 sorte como h o m b r e pulcro, h o n r a d o y noble. libres de ellos. Hacedles frente con valor y alentaos
^'aZgQ '-onservad las apariencias. D u r a n t e el n o - mutuamente en el camino de la vida. Conservaréis
Y ' ^ esa ^"^^^s jóvenes se h a n esforzado p o r vestir así vuestras energías. A l cultivar la paciencia, apren-
'etnii^™ y h a n manifestado ser personas pulcras. deréis a soportar estoicamente los dolores y amar-
^ ^escu'H ^^^^ '^^ " ° t a cierta tendencia guras.
Ujla "lelar esta costumbre. E l recién casado sufre 19. N o penséis únicamente en obtener riquezas.
'fajessn^^^ decepción al ver a s u esposa vestida con " T e n i e n d o sustento y con qué cubrirnos, seamos
lo despeinadas las trenzas, sin preocuparse contentos con esto." El ansia del dinero acalla todo
^^^euiriaJ^ m í n i m o porque sus horquillas reposan impulso noble y generoso. A u n q u e procuraremos au-
Joven j - ^"^ente sobre los cuellos y corbatas. U n a mentar nuestras propiedades y comodidades, l o h a -
l'cojj^^^ereta n o olvidará mantener las apariencias remos sin que constituya el ideal supremo de la vida.
^facias r^"^ pulcritud a través de los años. Esas P o r escasos que sean nuestros ingresos, ahorraremos
'fibüij.^ ^ cautivaron en el primer m o m e n t o y con- un poco para los días de necesidades, para las enfer-
^lientes^P retenerle a su lado en los años subsi- medades, para la educación de los hijos, para la ve-
''loaig • ^ t e consejo se aplica t a n t o al marido co- jez. Estimulad la virtud del agradecimiento. U n co-
l'^spUgj "^f^jer. Cierto anuncio p o p u l a r reza así: " L a razón agradecido es fuente de felicidad.
fe barh j oración de una soltera no es u n h o m -
"'^laffl • ^ desmelenado." T a n t o el h o m b r e co- 20. Evitad las deudas. H a n sido la causa del
"a y 5 ^ Jer procurarán conservar aseados su perso- fracaso de miles de matrimonios, que habrían podi-
<)iie2g^ ^ vestidos. El a m o r es u n a encantadora ri-
do ser felices. Esforzaos p o r vivir dentro del límite
fe Pierd^^"^^" " ^ " ^ difícil recobrarlo u n a vez que de vuestros ingresos. N o incurráis en deudas p o r el
%Tz-^' -l-^efendedlo con todas vuestras energías, deseo ridículo de "estar a la altura de los vecinos".
'^ata Q^^^ constantemente para ser dignos de él y Es preferible empezar con muebles de h u m i l d e fa-
. l3 muera. bricación antes que vernos sumidos en deudas sin
fin, p o r "mantener las apariencias".
^ftoj ayudará considerablemente el goce de
cosa^"'^'^° humorístico y la costumbre de mirar Si se edifica el h o g a r sobre estos principios senci-
Stisa 1^^° mejor. U n a risa franca y u n a llos, los jóvenes novios pueden entrar en la vida
^I'^^dable evitarán muchas catástrofes. matrimonial con la convicción sincera de q u e con-
^ien¿pg ^f^gad j u n t o s , leed j u n t o s , pasead juntos, quistarán la felicidad y la alegría, y que éstas au-
estamos enamorados, cualquier charco nos mentarán más y más con el transcurso de los años.

PÁGINA CINCO
S í M o i s é s volviera lioy
con el D e c á l o é o , los Kom-
bres le harían u n a fuerte
oposición. M u c h o s des-
precian l a Biblia y la di-
secan.

DISECANDO
LA BIBLIA

Por E. A . RowelL

ente
¿Cuál es el origen del liberalismo religioso? ¿De bre los pies, hubiera invertido repentinafli ^p,
dónde proceden las conclusiones sorprendentes de los posición, parándose de cabeza. Naturalnae" yo
liberales? He a q u í u n a historia fascinante de la per- c o n t r a b a n t o d o s los datos invertidos. Se rec° jjvJ'
versidad y estupidez h u m a n a s . Estudiémosla some- la historia de acuerdo con esta nueva P^^I^G¡Z\C°'
ramente. Así fué c o m o se eliminó t o d o el período ^.j^gj-aje*
Se n o t ó que en los p r i m e r o s libros de la Biblia Siglos enteros q u e d a r o n s u p r i m i d o s . Los jjís-
— h a s t a É x o d o 6—se emplea " E l o h i m " ( D i o s ) , y acusaron a los j u d í o s de haber inventado ^^^¡jl 1
en t o d o s los demás libros, " J e h o v á " ( S e ñ o r ) . Las toria. D i s e ñ a r o n así u n a nueva econoinia ^^jeptU'
secciones en que aparece " E l o h i m " se designaron co- religiosa. Este p r o d u c t o de su imaginación fe'
m o d o c u m e n t o s " E l o h í s t i c o s " , l l a m a d o s en gracia rienta se presentó al m u n d o cristiano '^°J^Y^^",
de la brevedad con una sencilla E. L a s secciones s u l t a d o g a r a n t i z a d o de la neoñlosofía bíb\i ^ ^^^^
que contenían " J e h o v á " se t i t u l a r o n " J e h o v í s t i c a s " , De esta manera las leyes mosaicas, los ^^J-¿ÍIL<^°'
y se conocieron con u n a simple J . L o s críticos n o damientos, el tabernáculo, el sacerdocio ^ g s^^
se l i m i t a r o n a declarar que Moisés no escribió n u n - los levitas, las leyes pascuales, etc., P^^^'^^j^ás
ca u n a sola línea, sino que afirmaron que lo más productos de la fantasía. T o d o esto n o .^^(¡o '
p r o b a b l e era que nunca hubiera existido. Estas dos ' u n a invención del sacerdocio del postcatt.
secciones se deben a diferentes autores de n o m b r e s según la frase del obispo Colenso. , -sca^"']
desconocidos, y de allí las designaciones E y J . C o n centenares de nuevos filósofos, entí^= f,-
El D e u t e r o n o m i o era o t r o d o c u m e n t o más, salido ahora en la labor de destrozar la Biblia, <^°j^5 S^'^
de la p l u m a de o t r o escritor. Se le designó D . Según riosos cachorros, el análisis modernista de r^^jof^"
los liberales, D fué en realidad compuesto apenas gradas Escrituras se h i z o p o p u l a r . Los P''jj¿fgi-f
u n o s pocos meses antes de su " d e s c u b r i m i e n t o " en teológicos de diversas naciones luchaban 2 ^
el t e m p l o , d u r a n t e el reinado de Josías. M á s tarde mente p o r determinar quién podía recha
nos referiremos a esto. datos bíblicos y sugerir teorías más absurda •

DIFUSIÓN D E LA CRÍTICA DISECANDO LAS ESCRITURAS ^^^^


Sin e m b a r g o , la crítica estaba aún en su infan-
cia. De s ú b i t o e m p r e n d i ó u n a carrera desenfrenada L o s c u a t r o d o c u m e n t o s mencionados se ^'^^
p o r u n camino lleno de obstáculos. M u y p r o n t o se r o n fantásticamente. L a J original se con , j^js^
le agregó una P al mejunje alfabético, c o m o desig- J l , J - , J ^ C o n E ocurrió lo m i s m o . P HeSj^s
nación de las o b r a s de u n supuesto presbítero. T o d o P*. P a r a a r m o n i z a r estas partes desacordes, p
m a r c h a b a a satisfacción. H a s t a la ú l t i m a letra de ticos ingeniosos, los doctores en divinida ^
los libros de Moisés quedó convenientemente fecha- diferentes colegios teológicos, i n v e n t a r o n n^ ¡yíD^
da y catalogada. Surgió entonces u n n u e v o ejér- literario, a quien l l a m a r o n el Redactor o
cito de críticos que revolucionaron toda la clasifi- p r o n t o q u e d ó t r a n s f o r m a d o en R^, R^, ^ '¿NO^^'de'

cación. A n a l i z a r o n a u d a z m e n t e t o d o el código le- Este m o v i m i e n t o crítico alcanzó tal P'^^sící^jj


vítico, desde el principio hasta el fin de la historia rancia, que se p u b l i c ó u n a Biblia con la ^^^P i',,
de Israel. El d o c u m e n t o E, que había tenido el de todas sus teorías. C a d a sección aparecí^
h o n o r de figurar c o m o el más a n t i g u o del cuarteto, color diferente. Se le l l a m ó la "Biblia -jta'
p a s ó i n m e d i a t a m e n t e a ser el m á s j o v e n . o "Biblia A r c o - I r i s " , c o m o dijo cierto hunaot» j^^jt
O c u r r i ó lo m i s m o que si u n h o m b r e , p a r a d o so- u n solo versículo había varios colores, a ve

PÁGINA SEIS
Santas Escrituras se yerguen en su esplendor cris-
tores ^^^^ indicar que otros tantos diversos escri-
t i n o . " {Origen y valor permanente del Antiguo Tes-
büíj^^" Un período de varios siglos, h a b í a n contri-
tamento, pág. 16.)
Sin ^ '^^^^^^'^ar ese versículo,
C o m o feroces perros de presa en forma h u m a n a ,
initjj J"mbargo, este absurdo rebasó los mismos lí-
los liberales modernos sienten u n placer perverso
mecjj absurdo, cuando se descubrió que las p r i -
en olfatear, exagerar y revelar sin misericordia al-
de esc eran obra de "escuelas" completas
guna los supuestos errores de la Biblia. La caza
do ciej^''^"^?^' C ó m o es posible que un h o m b r e cuer-
de contradicciones es el deporte predilecto de los
existe^'^^mi'^^ y separe las diversas escuelas (de cuya
liberales. E n cierto manicomio había una mujer de-
atribu '^^'-O'^dad, n o existe la más leve p r u e b a ) ,
mente. N o calmaba sus furias a menos que pose-
de I Q J ^ ^ ^ ' ^ O ' ^ S características variadas en el empleo
yera algo que destrozar. L o s médicos o p t a r o n p o r
% o s '^^"m^r^s divinos y h u m a n o s , en el curso de
entregarle pedazos de seda vieja. Se pasaba las h o -
Silla sin que se produjera confusión al-
ras largas haciéndolos trizas, satisfaciendo así su
tarde ^" estrechos límites de la Judea y más m o n o m a n í a de destrucción. L o mismo ocurre con
estas 1'^" destierro, n o se explica. E l a u t o r de muchos liberales. Sólo se sienten felices cuando ex-
qué ' " ^ a s tampoco se detiene a investigar el p o r - ponen algún fantástico error de la Biblia.
Quizás el lector crea que en este caso debe ser
tes^j^^^^s de dividir estos libros entre las diferen-
cierto el refrán: cuando el río suena, piedras trae;
conjQ*^"^ias de autores, y considerar cada división
que estas contradicciones y errores, expuestos con
sí, j j , ^ " ^ entidad aparte, se las ha comparado entre tanta seguridad por los liberales, son susceptibles
co^t ^ ^ a n d o las diferencias como prueba de las de comprobación. De o t r o m o d o , ¿cómo pueden
gant ^"^*^iones en la Biblia. Entonces h a b l a n arro- los críticos afirmar tales cosas, sin exponerse a un
^ancio"^^'^!;^ de las "discrepancias". T a l es el jac- ridículo bien merecido?
y° "espíritu científico", aplicado a la Biblia, Los errores y contradicciones de la Biblia son
cuajn ^^^s califican despectivamente de absurda obra de los mismos liberales. L o s crean así: Acep-
tan a posición opuesta a su doctrina. Están tan la evolución. La evolución hace que la creación,
den L^y^'acidos de sus afirmaciones, que n o conce- conforme el relato del Génesis, sea u n absurdo. P o r
rioj >^''gerancia a los argumentos de sus contra- lo t a n t o , el relato de la creación es u n m i t o , una
PUgj " realidad, albergan la seguridad de que no fábula, una falsedad o u n absurdo, según la palabra
^°Por argumentos contrarios. Poseen el m o - favorita del crítico. Así disecan toda la Biblia, in-
apar '^^ ' a ciencia. La sabiduría h u m a n a des- ventando las mismas dificultades que ellos afirman
^•^^rá con ellos. haber descubierto y revelado.
O t r o ejemplo: Estos críticos alegan que el D e u -
teronomio no fué compuesto por Moisés, primero
FANTASÍA LIBERAL
porque Moisés n o existió, y segundo porque fué es-
crito en tiempos de Josías p o r varios sacerdotes far-
coi"? paradoja sorprendente de la situación actual santes, escondidos en el templo, y "descubierto" lue-
siste en que estos teólogos—directores de las es- go p o r ellos mismos, con objeto de introducir im-
itos
tro ''alicas que preparan a los futuros minis- portantes reformas y lograr así u n poder adicional.
deigi^.^i descreimiento—nos declaran con el acento Cualquier declaración de la Biblia que contradiga es-
^''ado ^i'^nie convicción que cuando h a y a n demos- ta teoría la presentan al m u n d o como muestra de la
tuay m u n d o que la Biblia se compone en su abundancia de errores de las Sagradas Escrituras.
tepf ^ parte de fantasías, de hechos increíbles, de Así crean las contradicciones y luego publican esas
líOn/^"faciones de D i o s que le degradan y des- mismas contradicciones como razones sólidas para
«Us que es u n rimero de contradicciones; que rechazar la autoridad del L i b r o de Dios.
yes 1 ° , morales s o n u n a copia b u r d a de las le- H a llegado el día del ajuste de cuentas. Las a b -
''?ioso ^S'P^ias y persas; que su culto re- surdas pretensiones liberales h a n quedado expuestas
^isto • apenas un paganismo degenerado; que su p o r ellos mismos en sus debates y recriminaciones
dote^"^'^ ^s una exageración absurda, obra de sacer- recíprocas y gracias a los recientes hallazgos arqueo-
trufj audaces, ávidos de poder; cuando hayan des- lógicos.
insnj° "-^da confianza en la Biblia como u n libro
br3jj''^do o, p o r lo' menos, digno de crédito, ha-
^'eio "multiplicado su valor, prestando un noble ser-
le^cje ^} ^^üof- ¡Esto es exactamente lo que pre-
Él '
de . P r o f e s o r Kent describe hábilmente la posición
UCJQ ^ iiberales, con las siguientes palabras, reve-
lo de una gran ingenuidad: "Ni un solo gra-
'^''^ído .verdad contenida en la Biblia ha sido des-
el j. ' ni siquiera oscurecido permanentemente. P o r
tiifg^ trario, se ha purificado a las Sagradas Escri-
^^n/ m o n t ó n inútil de tradiciones y dogmas
agrados p o r el tiempo. A l fin, las verdaderas
PÁGINA SIETE
<Q_ué s u c e d e r á e n l935?
Por A L O N S O L. BAKER

Si h u b i é r a m o s vivido en los dias de J u l i o César


y n o h u b i é r a m o s tenido mucha tendencia a d o r m i r
siempre toda la noche, pudiéramos haber contem-
p l a d o la siguiente extraña y pavorosa escena:
A media noche', estando el cielo despejado y el
tiempo sin viento, h u b i é r a m o s visto u n agorero
a c o m p a ñ a d o p o r u n m a g i s t r a d o detenerse en u n a de
las colinas que rodean a R o m a . Después de haber
orado y ofrecido u n sacrificio, señalaría u n espacio
consagrado en el suelo y el f i r m a m e n t o . D e n t r o de
dicho espacio levantaría u n a tienda de campaña, se
sentaría, cubriría la cabeza y pediría u n a señal a los
dioses. Estaba tal vez encargado de descubrir si la
campaña militar que el ejército de César se p r o p o n í a
emprender tendría buena o mala suerte, o si u n de-
creto imperial debía darse ahora o n o , etc.
Si se veía u n relámpago en el lejano h o r i z o n t e ,
constituía u n a señal favorable si iba de la izquierda P . E . Flandio, e l actual presidente del Consejo de M»"'*"
a la derecha; desfavorable, si iba de la derecha a de Francia. (Foto T / a z Cas«
la izquierda, según lo veía el agorero m i r a n d o hacia un
el Sur. L a s estrellas fugaces tenían también su sig- El día de m a ñ a n a está oculto a la h u m a n i d a d V°
nificado para el agorero; el chillido de u n r a t ó n , el velo impenetrable. ¿o'
g r a z n i d o de una lechuza y casi cualquier espectácu- "Entonces, os oigo exclamar, si nadie p " ^ -^¡Í
lo o s o n i d o n o c t u r n o se interpretaban fevorable o nocer el f u t u r o , ¿cómo tenéis el descaro de e
desfavorablemente. en c u a n t o a lo que sucederá en 1 9 3 5 ? "
A d e m á s del colegio de los agoreros, la R o m a i m -
perial tenía u n colegio de sesenta arúspices etruscos. LA SEGURIDAD D E LAS ESCRITURAS
Predecían el f u t u r o , p o n i e n d o su vistobueno o su
veto a algún proyecto, p o r el examen de las entra- L o hacemos solamente p o r q u e las secciones P
ñas de u n animal o ave que se acababa de matar. El féticas de la palabra de D i o s señalan la diree^i^^
emperador, el Senado y el pueblo de R o m a d a b a n las cosas h u m a n a s hasta el m o m e n t o actual
m u c h a i m p o r t a n c i a a estos agoreros y arúspices, y n o historia del m u n d o , y cualquiera que estudie ^^^jj
e m p r e n d í a n nada antes de consultarles. los profetas de la Biblia h a n presentado con
N o s puede causar risa esta credulidad de los r o - evidencia, conoce las líneas generales del desa ¡
m a n o s , y p o d e m o s h u r l a r n o s de estos observadores de la historia. Así, n o h a b l a m o s de lo que ^°^^¡iíí
de entrañas, pero t o d o s los días y en todas las ge- mismos sabemos ni t a m p o c o en v i r t u d de n_^^^j.,
neraciones, los h o m b r e s h a n p r o c u r a d o conocer el p r o p i a sabiduría, sino en c o n f o r m i d a d con la i,,,^^,
f u t u r o . Q u i z á aquellos antiguos m é t o d o s fueron tan pretación profética. El apóstol P e d r o escribió:
buenos como los nuestros, p o r q u e , después de t o d o , nemos también la p a l a b r a profética más perm
debemos recordar que nuestros adivinos comerciales te, a la cual hacéis bien de estar atentos c o ^ ° - y e el
y nuestros astrólogos de W a l l Street nos afirmaron antorcha que a l u m b r a en lugar oscuro
solemnemente en el verano de 1 9 2 9 que " t o d o está hasta
bien; c o m p r a d ahora, p o r q u e las acciones y los b o - día esclarezca y el lucero de la m a ñ a n a sais
nos c o n t i n u a r á n s u b i e n d o ; t o d o anda a las mil ma- vuestros corazones." (2 P e d r o 1:19.) j^j^t?
ravillas en el m u n d o de las finanzas y de la indus- P o d e m o s , pues, dar gracias a D i o s p o r la ^ue'
t r i a ; n o h a y que vender a América a corto p l a z o ; profética tan p e r m a n e n t e que nos h a d a d o ,
h e m o s resuelto el enigma financiero, y desde ahora de n o ser así, nos h a l l a r í a m o s en las tiniebla •
h a b r á solamente prosperidad creciente y seguridad vueltos en angustiosas d u d a s en c u a n t o al fu*^" ^ . ^ 5
financiera para t o d o s " . nuestro m u n d o . P o r la profecía, sabemos qu^
Seguramente que los intestinos de u n gallo h u b i e - tiene u n p r o g r a m a concreto para este m u n d o , ' ^fá
ran p r o n o s t i c a d o las cosas tan exactamente como lo en el t i e m p o señalado p o r él, y a su manera,
hicieron estos señores. el orden del caos.
L o s h o m b r e s , c u a n d o están a b a n d o n a d o s a sus Pero, ahora, ¿qué será de este año 1 9 3 5 ?
p r o p i o s medios, son t a n impotentes en el siglo X X ¿ H A B R Á GUERRA E N 1935?
c o m o en el p r i m e r siglo en lo que se refiere al c o n o -
cimiento de lo que traerá el día de m a ñ a n a . N o está F r a n k S i m o n d s y o t r o s observadores de ^°^^^¿í
en, el h o m b r e el poder p o r sí solo conocer el f u t u r o . blemas mundiales nos dicen que la situación ag

PÁGINA OCHO
to de confronta h o y es tan deHcada desde el p u n - frontaba entonces la amenaza de u n levantamiento'
aqujji '^'^ internacional como cualquiera otra desde social.
lidad, i ^^^Idicos días del verano de 1 9 1 4 . E n rea- " S i n embargo, h o y , el peligro r o j o — s i n estar
tes y' 1 9 3 4 ha estado sobrecargado de r u m o - inspirado p o r Moscú ni recibiendo ayuda financiera
autoti^r^Pffativcs de guerra, y varias personas de de los Soviets, sino surgiendo espontáneamente dc
Ptin^' . dicen que el año 1 9 3 5 puede presenciar el las circunstancias i n t e r n a s — n o puede ignorarse.
la fjo^'° de hostilidades en E u r o p a o a lo largo de "Si Alemania o Italia quedaran derrotadas en
y el ^^.^ de Siberia y el M a n c h u k u o entre Rusia una nueva guerra, o expuestas a u n a tensión de lar-
ga duración, las consecuencias serían imprevisibles.
Parauíj^^l^^'^go- otros dicen que a u n q u e se esté pre- " T a m p o c o es menos indudable que, a n o ser que
Potci." una guerra m u n d i a l de grandes p r o - haya u n mejoramiento económico considerable, a u n -
'flos ^ ° empezará hasta d e n t r o de dos o tres que la guerra n o surja d u r a n t e el año 1 9 3 5 , E u r o p a
í'cnipo ^^^^ t a n t o H i t l e r c o m o Rusia necesitan más marchará, sin embargo, ineludiblemente, hacia u n
'^'^Onaf'"^^ perfeccionar sus pertrechos de guerra futuro en que la guerra y la revolución serán in-
"lisniQ^lí^ente
'isiijQ ícente nos atenemos agesta a esta o p i n i ó n , pero aal evitables.
l^Ne p '^"^Pp queremos s u b r a y a r el hecho de que " P o r q u e en toda la E u r o p a Central, las condicio-
de5g^^°.^eirse en cualquier m o m e n t o u n inciden- nes materiales de las masas empeoran, así como las
y p/*^'^*^" capaz de precipitar los acontecimien- ^ relaciones entre las naciones se hacen cada vez más
'1confj.^°'^°ear una explosión inmediata. C u a n d o os tirantes.
^'Usato ^ encima de u n volcán en actividad, es in- " B a j o el peso de la gran depresión, t o d o el me-
'•'^IcretQ^ P'^esuntuoso t r a t a r de predecir u n tiempo canismo postbélico para impedir la guerra se ha de-
A o ü j P^ra la erupción. Puede tener lugar antes r r u m b a d o y descartado, y en t o d o el m u n d o u n a
fosa seg^ '•ermine la frase, o puede t a r d a r . L a única carrera a r m a m e n t i s t a — n a v a l , militar y aérea—está
así, zo^^-^ es que se producirá tarde o t e m p r a n o y, en plena marcha, así c o m o la práctica de u n nacio-
Esj. 'e^e estar listo para toda eventualidad. nalismo económico que a u m e n t a la miseria material
^fibjA en lo cierto F r a n k S i m o n d s en lo que se mantiene en todas partes sin i n t e r r u p c i ó n . "
N i a !f C/3ronicíe, de San Francisco de Ca- C o n propósito deliberado h e m o s citado extensa-
ja ; del 9 de diciembre de 1 9 3 4 : " E u r o p a mar- mente lo escrito p o r S i m o n d s para m o s t r a r a nues-
'^dablemente hacia u n conflicto eventual. tros lectores que n o solamente estudiantes de la p r o -
J^fsta ^ dación está m o m e n t á n e a m e n t e lista o dis- fecía entre los Adventistas del Séptimo D í a prevén y
• eq ^"•^ "-^l conflicto, p e r o todas están empeña- predicen guerras y revoluciones. E n estos días, to-
*'05as yl^'^'^P^radvos y todas están igualmente ner- dos los observadores de los acontecimientos dicen,
%t ^ ^P^ensivas. Los que se acuerdan de los años más o menos, lo m i s m o .
"'as sj-^j^dir y Sarajevo, descubrirán h o y las mis- S i m o n d s n o se ocupó del p r o b l e m a rusojaponés.
a^'^'ían^K ^^^^estras de agitación f u n d a m e n t a l que Es u n o de los más graves y delicados que nos con-
Utén^f
'tétit; hace dos décadas décadas y que fueron presagios f r o n t a n h o y . El J a p ó n parece decidido a d o m i n a r el
"A¿''\de u n conflicto, Noroeste de Asia, tal vez hasta el lago Baikal, como
^^^'ón existe h o y u n nuevo factor, o sea la su frontera occidental. P a r a p o d e r t o m a r y guardar
Sre^j^ ^eonómica. L a revolución rusa y la gran aquella vasta adición de territorio, debe d o m i n a r m i -
"'a SQ^. ^ h a n creado en m u c h o s países u n proble- litarmente. Y así rehusó discutir la continuación de
"É1 f S'^e n o existía antes de la guerra, la proporción 5 - 5 - 3 en relación con Inglaterra y
'ffsiójj^^eismo y el nacionalsocialismo son la ex- Norteamérica en c u a n t o a los grandes barcos de gue-
'alia y Á 1^ resolución de las clases capitalistas de rra. Declara que debe tener p a r i d a d naval, o sea
l\J "Alemania de i m p e d i r el progreso del c o m u - igualdad con las mayores potencias.
d p L ^ * ^ ^ ^ <^osta de la destrucción de las liberta- C o n el fin de lograrlo y a u m e n t a r sus fuerzas m i -
••li'^'Jiocráticas. litares y aéreas, la nación entera anda a marcha for-
cap^j° mientras M u s s o l i n i e Hitler, como agentes zada con los conductores militares en el puente, que
V f j ! ^lismo, t o m a r o n el p o d e r y abolieron la de- exigen cada vez m a y o r velocidad. L a ú l t i m a semana
^fiof, ^' nc3 h a n logrado crear la prosperidad in- de noviembre, el Ministerio v o t ó u n presupuesto de
'"Ifr.'v ^^'^uación económica del Reich, en p a r t i - gastos de u n o s 6 4 1 millones de dólares, de los cua-
(|."s'i g'^'^e a ser cada día más desesperada. les el 46 por 100 se destina a fines militares. En
% esta situación económica de Alemania se agu- cuatro años consecutivos el J a p ó n n o ha equilibrado
¡petse^^^^l^do, el peligro del c o m u n i s m o puede su presupuesto; sin embargo, los gastos para su me-
Ja fijj'^eal. Y en tal caso, la industria pesada y la canismo militar a u m e n t a n cada m.es.
\ gu^^^^ ^e verán forzadas a a p o y a r a Hitler en El J a p ó n se está p r e p a r a n d o para el m o m e n t o
la rey^"","^^ exterior, como único medio para evitar más i m p o r t a n t e de su historia: u n a lucha a muerte
t¡ "1^0° el interior... con Rusia para la d o m i n a c i ó n del Asia O r i e n t a l .
1^ jiUe^ el viejo m u n d o confronta el doble peligro C u a n d o estalle el conflicto, ya sea en 1 9 3 5 o d e n t r o
l^'^^^n^ conflictos internacionales y nuevas revo- de algunos años, es posible que n o pase m u c h o tiem-
j . ^ j J mternas. Y la existencia de este ú l t i m o pe- p o sin que otras naciones, c o m o la G r a n Bretaña y
'fUa^.¡. "^^ya i n d u d a b l e m e n t e el p r i m e r o . N o existía los Estados U n i d o s , se vean arrastradas a la guerra
^ tal en 1 9 1 4 . N i n g u n a gran potencia con- con el fin de proteger sus intereses comerciales y te-

PÁGINA NUEVE j
rritoriales en el Oriente. Asia h a de ser algún dia el religión p o p u l a r , n o es m u y halagüeño. El
centro del m a y o r conflicto de la historia que, antes m o d e r n o se apartará cada vez más de ell3' ^^5.
de concluirse, envolverá a la mayoría de las naciones v a n d o la forma de la religión sólo cofflo ^
de la tierra. El a ñ o 1 9 3 5 , si n o presencia el p r i n - t u m b r e y u n privilegio social. •'nev^'''
cipio de tal guerra, dará u n gran paso hacia ella... P o r otra parte, en el año 1 9 3 5 , la religioj'^^jjoo.
gélica y f u n d a m e n t a l debería ganar nuevo ^ ^ ^ j .
P R O B L E M A S RELIGIOSOS La religión, que se basa en las Escrituras Y ^ ¡oS
lación, influye poderosamente en el áninto jj^j
¿Qué pasará en c u a n t o a la moral, la religión y
h o m b r e s en estos t u r b a d o s días, y cuando se V
la vida del alma en este año?
debidamente, convierte a muchas personas. ^G-
Se p r o f e t i z ó en los primeros días de la depresión
¿La m o r a l i d a d ? ¿Sabemos todavía Que^^^^j^si-
que los reveses y las vicisitudes de estos tiempos
ralidad en la vida tan amoral e inmoral de ^^^^¿0
h a r í a n volver a D i o s m u l t i t u d e s que le h a h í a n des-
glo X X ? La moralidad desaparece siempf^ ¡^e.
cuidado u olvidado d u r a n t e los días de prosperidad.
E s t a esperanza n o se h a c u m p l i d o m u y ampliamen- se hace b u r l a de sus f u n d a m e n t o s , y se les s ^.
te. M i e n t r a s es verdad que algunos,, a semejanza del L a ley y la v o l u n t a d de Dios, tal cofflO e ^,5.
hijo p r ó d i g o , h a n vuelto al Padre c u a n d o el h a m b r e veladas en la Biblia, son el único per^u'^^.jo jr
y la penuria los abatían, p o r otra parte, enormes digo de m o r a l i d a d que el m u n d o haya ten
m u l t i t u d e s n o h a n e x p e r i m e n t a d o el despertamiento más. La religión y filosofía m o d e r n a ¿ED^I^^ jr
de su fe. la Biblia n o es más que u n resto arcaico °^^J^¿IÓ^
¿ P o r qué? yendas hebreas; p o r t a n t o , la nueva jj 0i' ,
tiene p o c o o n a d a de t i e m p o para dedicar a^^j ¿T
Principalmente, p o r q u e en recientes años y dé-
blia como lo único que contiene la voiu ^^(,te
cadas se ha extraído el corazón de la religión, que
D i o s para los h o m b r e s . D o m i n a n d o en ^'^j.^lidJ''
se ha ofrecido en sacrificio sobre los altares del m o -
dernismo. P a r a quienes h a n sido liberales en lo re- este p u n t o de vista, n o hacen caso de If ^ 1^'
ligioso, n o h a y religión que valga la pena a la cual que presenta la Biblia. El derrumbamíen'^° ]ji 1''
ellos p u e d a n volver. Los anaqueles del m o d e r n i s m o n o r m a s de la decencia, el alud de divorcios-^jj je
están completamente desprovistos de alimento p a r a cencía de las películas de cine, la podredi^ ^fi
los necesitados. Es cierto que tienen hermosos sen- u n a g r a n parte de lo que se publica acl^^^^p,
timientos en cuanto a la religión, y p r o c l a m a n un. en libros y revistas, el p r e d o m i n i o del '-''^(.^oj*
resonante código de m o r a l y de ética, pero n o m a n - marea del alcohol que sumerge al rnundo. . j ¿T
tienen el alma cerca de D i o s en días de lucha y tor- prueba de que hemos sido arrastrados
menta. C u a n d o se hace de D i o s solamente u n a cosa - nuestro puesto de a m a r r e : la Biblia. _^ j.>_ pf*'
lejana, sin realidad e impersonal, como la fuerza de " ¿ C u á l es el remedio para tal situación-
la gravedad, la " m a n o de D i o s " viene a ser dema- guntais.
siado atenuada para ser asida por el b o m b r e nece- U n reavivamiento de la religión en el_^ j93
sitado. del i n d i v i d u o . ¡Cuan diferente sería el
de lo que va a ser si cada u n o de nosotros^^^^ttO
E n recientes años, la religión se ha a p a r t a d o con-
siderablemente del evangelio de salvación y consuelo se a la religión sencilla y de corazón de ^^¡íii°._
tangihle, poderoso y lleno de calor que antes se pre- padres; si sacáramos la Biblia de familia ^ ^ 3 * ' ^ '
dicaba. Se ha sacado la religión del corazón del nada desde t a n t o tiempo, leyendo en ella ^^^¡¿(1^
h o m b r e para encerrarla en su cerebro. A l l í se la ha dez en busca del c a m i n o de la vida, desc
reducido a sutiles hipótesis y teorías vaporosas, que en ella el Salvador de los h o m b r e s ! gscf
solamente u n o s pocos individuos pueden c o m p r e n - La religión evangélica y conforme a las^^ pjfJ
der. El m o d e r n i s m o ha q u i t a d o al p u e b l o la reli- turas es la única esperanza que tenga el ¡-¡^ t^'',
gión, que era algo vivo, u n a levadura que hacía restablecerse m o r a l y espiritualmente. ^ n ^^zí^^
h o m b r e s buenos de los malos y t r a n s f o r m a b a el te- dremos u n m u n d o b u e n o mientras no sean ^^¿e^
m o r en esperanza y confianza en u n ser d i v i n o que los corazones de los h o m b r e s , y el J^*"
t a n t o a m ó al m u n d o y dio su H i j o u n i g é n i t o para que puede hacerlos buenos es el evangebo
m o r i r p o r él. cristo. jjjo *
C o m o consecuencia de t o d o ello, nuestros enérgi- H a y pocas posibilidades de que el ni jij
cos esfuerzos para lograr el restablecimiento m o r a l y convierta de c o r a z ó n a Jesucristo durante ^^jiid
religioso n o s o n m á s que echar p o l v o al viento. 1 9 3 5 . P o r t a n t o , la esperanza de que ^^0^^
Queremos invitar a l o s . b o m b r e s a que vuelvan a la entero sea p r o n t o cristianizado es verdade
religión en este t i e m p o crítico, pero n o tenemos más una esperanza vana. Cf'',
que la cascara de la religión para ofrecerles si vuel- P e r o los individuos pueden encontrar ^ FI
ven; así la m a y o r í a de ellos no hacen m á s que enco- a u n q u e las m u l t i t u d e s n o lo h a g a n . T ú Y | j Jj^J^
gerse de h o m b r o s ante la vehemente súplica de los demos hallar el camino de regreso a él, J 3"
clérigos, y dicen: " ¿ P a r a qué sirve?" que nuestras vidas sean hermosas a pesar de ^^^^^^^
versos tiempos en que vivimos. P o d e m o
EL FUTURO DE LA MORALIDAD rodeados p o r el caos, pero él guardará eti V FY
paz a aquel c u y o á n i m o se apoya en ^ '
P o r t a n t o , el f u t u r o de la religión, o sea de la Isaías 2 6 : 3 , V . M . )

PAGINA DIEZ
lugar determinado. Su compasión n o conocía lími-
tes. E n tan grande escala realizaba su obra de cura-
ción y de enseñanza, que n o había en Palestina edi-
ficio bastante grande para d a r cabida a las muche-
dumbres que a él acudían. Asentaba su hospital en
los verdes collados dc Galilea, en los caminos reales,
j u n t o a la ribera del lago, en las sinagogas y doquie-
ra p o d í a n llevarle enfermos. E n toda ciudad, villa
y aldea p o r d o n d e pasaba, p o n í a las m a n o s sobre los
pacientes y los sanaba. Doquiera hubiese corazones
dispuestos a recibir su mensaje, los consolaba con la
seguridad de que les amaba su Padre celestial. D e -
dicaba el día a los que acudían a él, y al anochecer
dedicaba su atención a los que h a b í a n tenido que
trabajar penosamente t o d o el día para ganar el es-
caso sustento de sus familias.
Jesús cargaba con el tremendo peso de la respon-
sabilidad de la salvación de los hombres. Bien sabía
que sin u n cambio decisivo en los principios y p r o -
pósitos de la raza h u m a n a , t o d o se perdería. Esto
era la pesadumbre de su alma, y nadie podía darse
cuenta del peso que le a b r u m a b a . E n su niñez, j u -
v e n t u d y edad viril a n d u v o solo. Y , n o obstante,
estar con él era estar en el m i s m o cielo. D í a tras día
sufría pruebas y tentaciones; día tras día estuvo en
contacto con el mal y n o t a b a el poder que el mal
ejercía en aquellos a quienes procuraba bendecir y
salvar. Pero, con t o d o , n o flaqueó ni se desalentó.
A su misión sujetaba todos sus deseos. Glorificaba
su vida al s u b o r d i n a r l a en t o d o a la v o l u n t a d de
su Padre. C u a n d o , siendo joven, su madre, al en-
contrarlo en la escuela de los rabíes, le d i j o : " H i j o ,
¿por qué nos has hecho a s í ? " , respondió, d a n d o la
nota fundamental de la obra de su v i d a : " ¿ P o r qué
me buscabais? ¿ N o sabíais que en los negocios de
mi Padre me conviene estar?" (Lucas 2 : 4 8 , 4 9 . )
Era su vida u n a c o n t i n u a abnegación. N o tenía
CRISTO NUESTRO h o g a r en este m u n d o , a n o ser cuando la b o n d a d de
algún amigo proveía a sus necesidades de sencillo
E J E M P L O caminante. P o r consideración hacia nosotros llevó
vida misérrima y a n d u v o y trabajó entre los necesi-
Porcia Sra. E . G. D E WHITE tados y do.Iientes. Anduvo, entre las gentes p o r quie-
nes t a n t o se desvelara, sin que reconocieran su mé-
"Yo soy entre vosotros rito ni le h o n r a r a n debidamente.
como el que sirve." Siempre se le veía pacífico y alegre, y los afli-
(Lucas, 2 2 : 2 7 . ) gidos le aclamaban como mensajero de vida y p a z .
Veía las necesidades de h o m b r e s y mujeres, de n i ñ o s
y jóvenes, y a t o d o s invitaba diciéndoles: " V e n i d
lílo^.^^^'''-'-* Señor Jesucristo vino a este m u n d o co-
a m í . " (Mateo 1 1 : 2 8 . )
"^1 'ervo infatigable de la necesidad del h o m b r e ,
lüesj^'^mo t o m ó nuestras enfermedades y llevó E n el curso de su ministerio dedicaba Jesús más
'oda''^^ dolencias" (Mateo 8 : 1 7 ) para atender a tiempo a la curación de los enfermos que a la pre-
la gj^^^ecesidad h u m a n a . V i n o para quitar el peso de dicación. Sus milagros d a b a n testimonio de que n o
'^Otisiot-^^^'^^d, de la miseria y del pecado. Su misión había venido a destruir, sino a salvar. D o q u i e r a iba,
"^ió^. en traer a los h o m b r e s completa restaura- las nuevas de su misericordia llegaban antes que él.
''ácte'f ^ darles salud, p a z y perfección de ca- P o r d o n d e pasaba se alegraban en plena salud los
que h a b í a n sido objeto de su compasión y usaban
'os Q^"^'^das eran las circunstancias y necesidades de sus recuperadas facultades. L a gente se a p i ñ a b a al-
a ¿j^ e suplicaban su a y u d a , y n i n g u n o de los que rededor de él para oír de sus labios las o b r a s que
cau^^eudían quedaba sin socorro. De él fluía u n había hecho el Señor. Su v o z era para m u c h o s el
Pírij de p o d e r curativo que sanaba de cuerpo, es- p r i m e r s o n i d o que o y e r a n ; su n o m b r e , la primera
^ y alma a los h o m b r e s . palabra que j a m á s p r o n u n c i a r a n ; su semblante, el
• v-s^ obra del Salvador n o se limitaba a tiempo ni primero que jamás c o n t e m p l a r a n . ¿ C ó m o no a m a r

PÁGINA ONCE
a Jesús y darle gloria ? C u a n d o pasaba p o r pueblos El, el príncipe de los maestros, procuraba ^^.^^
y ciudades, era c o m o corriente vital que derramaba hasta el p u e b l o p o r la senda de sus "lás ^a^j que
vida y g o z o p o r todas partes. asociaciones. Presentaba la verdad de m o d o
El Salvador aprovechaba cada curación q u e hacía siempre la h e r m a n a b a con los m á s santos re ^^^j^e.
para sentar principios divinos en la mente y en el y simpatías de sus oyentes. Enseñaba de ta^
alma. T a l era el o b j e t o d e su obra. P r o d i g a b a ben- que los identificaba completamente con sus m ^ j ^ ,
diciones terrenales para inclinar los corazones de los y felicidad. T a n directa era su enseñanza,
h o m b r e s a recibir el evangelio de su gracia. cuadas sus ilustraciones, t a n simpáticas y a'^^ p
Cristo hubiera p o d i d o ocupar el m á s alto puesto palabras, que sus oyentes quedaban einbelesa
entre los maestros de la nación judaica, pero prefi- sencillez y la seriedad con que se dirigía a
rió llevar el evangelio a los pobres. I b a de lugar en cesitados santificaba sus palabras. ge
lugar, para que los q u e se encontraran en los cami- ¡Qué vida t a n atareada la s u y a ! D í a tras
nos reales, t a n t o c o m o los que se hallaran en los
le hubiera visto entrar en las humildes ^i'^'^^^j Je'
atajos, oyeran las palabras de verdad. A orillas del
los necesitados y afligidos, d a n d o esperanza
mar, en las laderas de los montes, en las calles de
la ciudad, en la sinagoga, se oía su v o z explicando caído y p a z al angustiado. Misericordioso, ^jjjjdí'
las -Sagradas Escrituras. M u c h a s veces enseñaba en ternura, compasivo, a n d u v o l e v a n t a n d o al ago
los atrios del t e m p l o , para que los gentiles oyeran
sus palabras. la bendición.
T a n t o discrepaban las explicaciones que de las M i e n t r a s atendía al pobre, Jesús buscaba e ¿
Escrituras d a b a n los escribas y fariseos, de las de de interesar también al rico. Buscaba el ^^^^°^\zti'
Cristo, que llamaba esto la atención del pueblo. L o s acaudalado y culto fariseo, con el j u d í o de jj,-
rabíes hacían hincapié en la tradición y en teorías y tirpe y con el d o m i n a d o r r o m a n o . Aceptaba ^^^^¡^
especulaciones h u m a n a s . M u c h a s veces, en lugar de vitaciones de u n o s y otros, asistía a sus ^ a ^ ^ ^^fj
las verdaderas Escrituras, d a b a n a las gentes lo que se familiarizaba con sus intereses y ocupacioP^^^^ 1^5
los h o m b r e s h a h í a n añadido o c o m e n t a d o . E l ar- abrirse camino a sus corazones y darles a coH
g u m e n t o de la doctrina de Cristo era la palabra de imperecederas riquezas. ^ ^^0-
D i o s . A los que le p r e g u n t a b a n , les respondía con
u n sencillo: "Escrito está", " ¿ Q u é dice la Escritu- Cristo v i n o al m u n d o para enseñar que si ^jjj
r a ? " , " ¿ C ó m o lees?". A cada o p o r t u n i d a d en q u e bre recibe poder de lo alto, puede llevar ^^^^jj^pá'
u n a m i g o o enemigo de Cristo m o s t r a b a interés, pre- intachable. C o n incansable paciencia y con ^ ^ ^ j ,
sentaba la P a l a b r a . P r o c l a m a b a el mensaje del evan- tica p r o n t i t u d para ayudar, hacía frente a la
gelio con claridad y potencia. Sus palabras derra- sidades de los h o m b r e s . Mediante el suave '^^^^jd^s-
m a b a n raudales de l u z sobre las enseñanzas de p a - su gracia desterraba de las almas las luchas y , ]í(la<í
triarcas y profetas, y las Sagradas Escrituras llega- c a m b i a n d o la enemistad en a m o r y la incre
ban así a los h o m b r e s como u n a nueva revelación. en confianza. ¡3
N u n c a hasta entonces h a b í a n echado de ver sus o y e n - Decía a quien q u e r í a : " S i g ú e m e " , y el 1^*^ -dab'
tes t a n t a p r o f u n d i d a d de pensamiento en la palabra invitación se levantaba y le seguía. R o t o 1
de D i o s . el hechizo del m u n d o . A su v o z el espíritu o^^^f^s
J a m á s h u b o evangelista como Cristo. E l era la ricia y de ambición huía del corazón, y ^°^J^Zi^á°^'
Majestad del cielo; pero, n o obstante, se h u m i l l ó se levantaban, libertados, para seguir al Sa
hasta t o m a r nuestra naturaleza para ponerse al nivel
de los h o m b r e s . A ricos y pobres, libres y esclavos,
a t o d o s . Cristo, el Mensajero del pacto, les traía las
nuevas de la salvación. Su fama de médico i n c o m -
parable c u n d í a p o r toda Palestina. L o s enfermos
acudían a los sitios p o r d o n d e iba a pasar para pe-
dirle auxilio. M u c h o s tamhién acudían para o í r sus
palabras y sentir el toque de su m a n o . A s í iba de
ciudad en ciudad, de p u e b l o en pueblo, predicando
el evangelio y s a n a n d o a los enfermos el R e y de glo-
ria, en el h u m i l d e vestido de la h u m a n i d a d .
Asistía a las grandes fiestas de la nación, y a las
gentes absortas e n la contemplación de l o s ritos les
h a b l a b a de las cosas del cielo y p o n í a la eternidad a
su alcance. A t o d o s les traía tesoros sacados del de-
pósito de la sabiduría. Les hablaba en lenguaje t a n
sencillo, que n o p o d í a n dejar de entenderlo. V a -
liéndose de m é t o d o s peculiares, lograba aliviar a los
tristes y afligidos. C o n tierna y amena gracia cuida-
ha las almas enfermas del pecado y les traía salud y Los Adventistas del Séptimo D í a tratan de seguir el ejei"P '
fuerza.
Cristo en s u s operaciones misioneras.

PÁGINA DOCE
-as Localmente, cualquier condición que favorezca
^^cías (Jue s a n a r a n y su pelíáro una inflamación o estado desfavorable de las encías
lo QUE
^^^Z HACERSE P A R A D E T E N E R LA PIORREA puede ser el principio de la piorrea. Puede tratarse,
p o r ejemplo, de la retención de sarro en los dientes,
P o r el D r . D . A . R . A U F R A N C dientes demasiado apretados e irregulares, y falta
general de limpieza. La irritación causada p o r la pre-
Pálido ^v'^!^^ normales sanas son de u n color rosado sencia del sarro o t á r t a r o hace retroceder las encías,
pierden consistencia firme. C u a n d o enferman, dejando las raíces de los dientes expuestas, y p r o n t o
^ Hienos^^ color sano y su firmeza. Se vuelven más éstos se aflojan y caen.
Star (. ^ purpúreas y esponjosas, y tienden a san- Los resultados de la piorrea superan a los de cual-
ia k cepillan o se comprimen, quier afección dental, o lo que pueda imaginarse p o r
'a idea j'^^^'-^gia de las encías nos sugiere p o r ello la aparentemente sencilla naturaleza de la enferme-
f^ausa a ^ piorrea, pero n o siempre se debe a esta dad. El peligro principal estriba en el hecho de que
Puede o • " " ^ simple inflamación transitoria el pus segregado en las encías es absorbido p o r el or-
sarr '^'P'^^fl^- Otia causa c o m ú n es la presencia ganismo, y se produce así u n a condición de a u t o -
y • Ü X I Í Q ^ debajo de su borde. Si ésta es la verdadera intoxicación.
'ado i5a '^^•^^^ de la sangría, el t r a s t o r n o quedará cu- Este proceso de envenenamiento p r o p i o es gene-
La ^í^^^"dose limpiar los dientes p o r u n dentista, ralmente tan insidioso, que el paciente n o reconoce
"iiin y es, en verdad, la enfermedad más co- la relación que tiene la condición en que se encuen-
^a, P,eligrosa que deba tratar el cirujano dentis- tra su boca con la afección que le aqueja en otras
".^libre "piorrea" significa supuración. El partes del cuerpo. P o r la misma r a z ó n , es excesiva-
•^'ón ^jg. eonipleto es "piorrea alveolaris", o s u p u r a - mente difícil convencerle de la grave naturaleza de
A f^ "^^i^gen alveolar del m a x i l a r , o encías, la enfermedad y obtener su consentimiento para tra-
'lad, ej"^ °e obtener u n a clara idea de esta enferme- tarla antes que sea demasiado tarde. U n factor m u y
anat ^^^^^^^^1° hacer referencia a algunos p u n t o s i m p o r t a n t e que debe tenerse en cuenta es que c u a n d o
'ido Q u ° ^ ' ^ dental. N o es m u y generalmente cono- estas enfermedades secundarias se h a n establecido, la
'^cto^ ^ 1^ raíz de u n diente n o está en contacto di- supresión de los dientes n o traerá c o m o . r e s u l t a d o
flelgaj^" el hueso maxilar. E n t r e los dos h a y u n a necesariamente la curación; de manera que es m u y
tat'y'J?. membrana, cuya función consiste en sopor- peligroso postergar el t r a t a m i e n t o .
'lio..."J^^ el diente y actuar c o m o absorbente de los Se cree generalmente que los dientes que n o cau-
'tea, j ^' C u a n d o u n diente queda afectado de pio- san dolor n o son perjudiciales, pero esto es u n grave
^HaL°^ microbios atacan la m e m b r a n a dental, y error. Son los dientes muertos, y, p o r t a n t o , in-
POfcio^'^'^e la destruyen, j u n t a m e n t e con pequeñas capaces de dolor, nuestros peores enemigos.
V, fij, 'i'^^ del hueso adyacente, aflojando el diente Las enfermedades que se derivan con frecuencia
La ^ ^ " ^ e , haciéndolo caer. de la piorrea son las siguientes; la indigestión cró-
.Oca l^'^'^'^ea puede atacar cualquier diente de la nica, las erupciones de la piel, el r e u m a t i s m o cró-
'IcisíyP^'^P con más frecuencia se manifiesta en los nico, el l u m b a g o , la neuritis, la enfermedad de los
^^kn^^ inferiores. Puede limitarse a u n diente, o riñones, el malestar general y las afecciones de los
'HOC^'^^ ^^^'•^ ''"^ afecte a t o d a huesos y senos de los huesos. L a posibilidad de que
^^tía ^' duración y gravedad de la enfermedad se p r o d u z c a n estas y otras enfermedades parecidas
"'Ca, ^'^^'^demente. Es siempre de naturaleza cró- p o r infección de los dientes, n o debe nunca ser p a -
Wp^^'^^ en algunos casos los dientes caen en u n . sada p o r alto.
enf° '^^1^'^ivamente corto, mientras que en o t r o s í Las primeras manifestaciones de la piorrea n o son
^ ermejjg^ dura m u c h o s años. notadas con facilidad p o r el paciente. E l s í n t o m a
^jj^P^^^rea es u n a enfermedad de la edad m a d u r a , más i m p o r t a n t e es u n a recesión gradual de las en-
'^Uatg "^ás^ c o m ú n entre los treinta y cinco y los cías. Q u e d a indicada p r i m e r a m e n t e p o r la desapari-
^lla ^ ^ 2 ñ o s de edad. U n o queda predispuesto a ción de las pequeñas papilas de las encías que se en-
Ptij^^g*^"^ las condiciones generales y locales. E n las cuentran n o r m a l m e n t e entre los dientes. M á s ade-
ItitriJ^^ se cuenta la gota, ciertas fiebres y la des- lante las encías se congestionan, duelen y se irritan.
'tea p?m que con frecuencia v a n asociadas a la pio- La recesión de las encías a u m e n t a , ocasionando el
^0 ¿ hecho de que esta ú l t i m a se esté difundien- aflojamiento de los dientes, que finalmente caen. L a
^Va^^ la raza negra del m u n d o , a medida que separación del diente de la encía trae c o m o resultado
''os civilización, y que los animales m a n t e n i - la formación de u n a bolsa, y allí se a c u m u l a n el
'^ce eautiverio la adquieran con frecuencia, pa- pus y los desechos. E n t o d o s los casos a v a n z a d o s
Piorrg^^^^"-^^'^ que h a y u n a í n t i m a relación entre la el aliento es fétido, y el paciente se queja de m a l
"^ablg ^ y el régimen alimenticio. Parece m u y p r o - gusto en la boca p o r la m a ñ a n a .
yj/l'^e demasiados alimentos b l a n d o s y la falta Casi huelga decir que t o d o s los casos de piorrea
'elagj-^"^mas son los factores más i m p o r t a n t e s en necesitan el cuidado vigilante de u n h á b i l cirujano
eon ella. U n régimen alimenticio que con- dentista. E n primer lugar, deben sacarse todos los
\d\x buena provisión de frutas, ensaladas y dientes flojos. E n los casos a v a n z a d o s puede ser ne-
'dea] y m í n i m o de proteína y azúcar, es el cesario sacar todos los dientes. T o d o s los dientes que
Para tener encías y dientes sanos. se decida salvar deben ser con frecuencia limpiados

PÁGINA TRECE!
cabalmente p o r el dentista, a fin de sacar t o d o el también u n papel i m p o r t a n t e para prevenir y
sarro. A d e m á s , b a y varias otras cosas que el pa- el mal estado de la boca y de las encías. ^^^[,
ciente debe hacer él m i s m o en casa, y que son m u y P a r a a y u d a r al t r a t a m i e n t o ya indicado-^ _ ^.^^
i m p o r t a n e s para ohtener éxito. quiera de las medidas siguientes será muy u j.^j.^^,
E n primer lugar, debe m a n t e n e r la boca y los tar las encías con t i n t u r a de y o d o , primero ^ ^^j^.,
dientes escrupulosamente limpios. N o es suficiente mente y luego de vez en c u a n d o ; aplicar un
limpiar simplemente los dientes de u n a manera me- ción saturada de ácido tánico a las envías po ¡jo
cánica y a medias, sino que toda la boca debe recibir che y p o r la m a ñ a n a ; el uso frecuente de un ^ .j^,
cuidadosa atención. D e b e n cepillarse los dientes y antiséptico y astringente para hacer buches. _ ^.^j.,
las encías regularmente tres veces p o r día, emplean- tánico es especialmente útil si las encías ^^^.^^j^idní-
d o u n a buena pasta dentífrica. U n mondadientes y das y sangran con facilidad. El peróxido de^^_^
u n h i l o de seda serán necesarios para sacar los resi- geno forma t a m b i é n u n excelente líquido P ^^^^ g
duos de las grietas inaccesibles. ches, pero debe ser d i l u i d o generalmente en
Si la piorrea ha e m p e z a d o ya, es necesario dedi- cuatro veces su v o l u m e n de agua. j^ecb"
car atención especial a las encías. Cada diente alre- U n a vez más queremos p o n e r de relieve
dedor del cual se j u n t e pus, debe ser o p r i m i d o entre de que todos estos métodos de tratamiento q ^^^^^
el índice y el p u l g a r para expulsarlo cuidadosamente. m o s considerado, son tan sólo auxiliares de j , ^ ,
E s t o se hace colocando el p u l g a r detrás del diente m i e n t o de parte del dentista, puesto que sin
y el índice delante y a p r e t a n d o la encía con firme pieza y la extracción de los dientes m u y P^'-J
presión contra el diente, a saber: hacia arriba en la dos, serían inútiles. ^ gsUl'
m a n d í b u l a inferior, y hacia abajo en la superior. A
U n a vez que se ha establecido la pio"^^l,.tniefl'^^'
continuación de este t r a t a m i e n t o debe darse u n m a - t o m u y d u d o s o que se pueda curar comi^*-- npletame
^¿n-
saje cabal a las encías con la p u n t a de los dedos, pero en m u c h o s casos puede detenerse por go, «5
u s a n d o u n p o c o de pasta dentífrica. d u r a n t e u n tiempo. La prevención, sin em^^ ^^^¿e
E l régimen alimenticio desempeña u n papel m u y m u c h o mejor que la curación, y la P'^°^!^íg de
i m p o r t a n t e en la salud de las encías y de los dientes. ser evitada en gran parte mediante el cuida ^[j,
L o s alimentos preparados artificialmente dehen ser boca y la higiene general, comiendo solai^^gjtica^
evitados t o d o l o posible, y deben elegirse alimentos m e n t o s buenos y n u t r i t i v o s que r^q^^^''^'^ JQS ^^''Í
que requieran masticación cuidadosa. Las frutas y ción y visitando al dentista p o r lo menos j
las verduras crudas, ricas en vitaminas, desempeñan al año.

R o m a : Conferencia del Presidente del C o n s e j o de M i n i s t r o s de H u n g r í a con el Sr. M u s s o l i n i , celebrada Lace poco en el P ' ^ ' " ' '
Venecia. La grave situación internacional preocupa a l o s á o b e m a n t e s . [(Fot. Vidal.)

PÁGINA CATORCE
muchos años, y que, con vuestro permiso, quiero leer.
^ Sendas extraviadas Presenta toda la proposición más claramente de lo que
podrían hacerlo palabras mías. Dice así:
Por C A R L O S L. T A Y L O R "Las revoluciones de la tierra misma, según se las
CAPITULO IX. •LA LÍNEA DIVISORIA.
mide en localidades fijas, son lo que mide y numera los
días, y no las revoluciones que pudiera indicar el diario
•Este
"^ndo el tiempo pertenece al E>r. Spaulding—empezó di- de un viajero. Una persona que viaja con rumbo al
j | * '—. pero, con su permiso, consiento en oeste o al este se pone mal en cuanto al orden numérico
^'a. En"^^ observaciones acerca de la línea divisoria de las revoluciones de la tierra, según se las computa en
"^de'^^"^ <^°nstituye uno de los problemas más senci- cierto punto determinado; y esa discrepancia tiene que
^«ces IQ y^^'^^' y en realidad es tan sencillo, que muchas
corregirse; ésta es toda la cuestión que entraña el guardar
^! ser Un ^ explicado sin dificultad a los niños. En vez un día definido e idéntico en una tierra redonda. Ate-
Sputo confunde la mente y hace perder el niéndose a este punto, uno no necesita perder nunca el
día definido.
'"ipide toH^ la semana, es precisamente lo que
gj. y cualesquiera molestias en nuestro cálculo. "Para ilustrar: Supongamos que un hombre parta de
*'3jar poj'^ ^ maravilloso regulador del mundo, sea al algún punto que llamarnos A, y viaja hacia el este. Su-
''í'ias sea al viajar por tierra, que conserva para pongamos que puede dar la vuelta al mundo y volver a
íias, "aciones de la tierra la identidad de nuestros su punto de partida en diez días. Cada día, naturalmen-
te, es llevado en él una vuelta de la tierra, por la revolu-
"'"SUna'w^r ^'^^^ decir, señor capitán, que no ocasiona ción de ésta. Pero, por viajar con la tierra, como está
globo? ^"'^'^'^ el que nuestro mundo tenga la forma haciendo, al ir desde el oeste hacia el este gana sobre la
preguntó cierta señora misionera del estado revolución una décima parte de su circunferencia; y en
diez días ganaría diez décimas, o sea una circunferencia
^'^taniente, señora. No importa que uno esté en entera. Así que cuando él llega a A, halla que los que han
' Po]
permanecido allí han notado diez revoluciones de la tie-
ni ^ ° ^'^ el ecuador, ni que viaje por tierra o por
rra y han tenido diez días de tiempo. Pero la tierra le
c^'''íente- ^ ^.^^^ rumbo hacia el oriente o hacia el ha llevado a él en su giro tantas veces como a ellos; y
"Ja, ELD la es una cantidad de tiempo absolutamente
en adición a aquéllo, él ha dado una vuelta de por sí, lo
'"''Par't^^^ '^c>nocerse científica y exactamente en cual- cual para él es como otra revolución y le da la suma de
L ^Büe ^ '^^ superficie de la tierra. once, y, por consiguiente, su calendario, a medida que
V e "°'.he oído decir una y otra VEZ'—declaró un lo llevaba día tras día, registra once días en vez de diez.
'"tado ^"*^dlo, pero de buenas intenciones, que estaba ¿Qué debe hacer con aquel día extra? Sustraerlo de su
í'ado ^^^"^^ del capitán-—que el tiempo es realmente cómputo. ¿Por qué? Porque él sabe que la tierra no ha
j'^^de, jjj. perdido; que SI SE va en una dirección SE dado más de diez revoluciones, según se ha registrado
los n ! " ' " ^ l u e si SE va en otra se gana. ¿Cómo pue- en A; y son las revoluciones de la tierra estrictamente
^pQj^'^^dicadores decirlo, si no es así? consideradas, no las veces que él dé la vuelta al mundo,
DE pof'^'^'"''? n ° puedo contestar su pregunta acer- lo que señala los días, y él debe hacer que su cómputo
"ce? üste^j '^"^ predicadores le han enseñado lo que corresponda al de la tierra, doquiera esté.
'"FIA. p 1"e le han declarado respecto a la línea divi-
j, , permítame decir a usted y a todos que "Si la persona da la vuelta a la tierra, yendo hacia
I Ho ^"JA DP
55 ."^e j .
eso de ganar o-
perder ^tiempo.
- T - „ , „ -
La expre- el oeste, sucede justamente lo contrario. Si viaja con la
s '^éjes "^'entífica e índica algo sólo aparente y no real. misma velocidad, su viaje anula, o le hace perder, en cuan-
\ de ilustrar el hecho: Dos hombres, gemelos, to concierne a su cómputo, la décima parte de una revolu-
"ttnrf- .'''ueva York para hacer el viaje alrededor del ción de la tierra. En diez días habrá de perder una re-
¡ V va hacia el este y, el otro hacia el occi- volución entera, y hallará, cuando llegue al punto A,
' s p ü é s - ^ "^ente, vuelven a encontrarse en Nueva York que su calendario arroja sólo nueve días en vez de diez.
^'^e han transcurrido varios meses; pero el que ¿Qué debe hacer? Añadir a su cuenta ese día perdido.
•'NA^Q^'^'^ el oriente tiene exactamente la edad de su ¿Por qué? Porque sabe que la tierra ha dado diez revo-
I ' y'd*^"^ ^'^ dirección opuesta. Comparan sus luciones. Aunque él mismo ba dado una vez la vuelta a
hoj-^^^''^^'-^^ que requirieron el mismo número de la tierra, ha sido en tal dirección, que aparentemente anu-
'adió ^j'^^ X ™'uutos para hacer el viaje, aunque el uno i la una de sus revoluciones, y ¡saca del cómputo en vez
dj Ahoj'^j^^^' y el otro sustrajo uno. de añadirle, como en el otro caso; y ahora tiene que. aña-
y el ^' ^1 es realmente cierto que el uno ganó un ; dirlo, para estar en armonía con la verdadera condición
Y"' DIFEJ^''^° perdió uno, al fin del viaje tiene que haber |
de cosas.
LL ^' tepp'^'^ de dos días en su edad respectiva. (Risas.) i "Una ilustración común, que puede observarse casi
/^^fía ú'^^"'^ el viaje un número suficiente de veces, ' cualquier día, servirá para hacerlo más claro para al-
'a SE,. ^ tiempo en que el uno sería bastante viejo gunos. Supongamos que estamos viendo un tren de carga
d "^sto ¿ ^^""e del otro. (Risas prolongadas.) de cuatrocientos metros de largo. Sale, y lentamente re-
Js*^ SE LE demuestra cuan ridículo parece el asunto cuan- j corre una distancia igual a su longitud, o sean cuatro-
N o ^^''aliza algo. En verdad, toda la cuestión no es j cientos metros, de tal manera que cuando se detenga deje
k '^'evo ^^^^^ ° perder tiempo, sino de cómputo. ; el último vagón en el mismo lugar que ocupara la loco-
artij^jj *^°umigo—dijo el capitán—el extracto de cier- : motora cuando salió. Supongamos ahora que un guarda-
° sobre la línea divisoria del día, que leí hace freno salió dc una parte trasera del tren cuando el tren

PÁGINA QUINCE
arrancó, y caminó por el techo de los vagones hacia la viajando hacia el este o hacia el oeste se puede v ^^j^j
locomotora, yendo con la misma velocidad que el tren. duración de nuestro día; pero en la línea diviso
Cuando el tren se detiene, ha llegado a la locomotora, de estas variaciones se rectifican, y al circunnavegar
tal modo que aunque el tren le ha llevado tan sólo cuatro- uno descubre que lo ha hecho sin desordenar
cientos metros, él ha andado otros cuatrocientos, y se darío.' de
halla a una distancia de ochocientos metros de donde em- —Dígame, señor capitán, ¿quién ordenó este^^ ^
pezara a andar. Pero supongamos que otro guardafteno, la línea divisoria? Y, dígame, ¿se convinieron ^^^^
cuando el tren empieza a moverse de la parte del extremo cíñcamente? — preguntó un hombre tan J °
delantero del tren, y camina hacia la parte de atrás, con
rudo. sam''"'"'
la misma velocidad. Cuando el tren se detiene, ha lle-
—Nuestro amigo ha sugerido un buen ^.^ je \i
gado al último vagón. Pero, por ser su movimiento
señor capitán; así que cuéntenos algo de la bis
opuesto al del tren, ha equilibrado o anulado para él el
línea divisoria en cuestión—dijo el Sr. Severan -^^^^^jj
movimiento del tren; así que se halla, en cuanto al es-
— L a línea divisoria del día es un _ resultado ^,1
pacio, o en comparación con los objetos que le rodean,
del orden en que se fué poblando la tierra. Si
justamente en el lugar donde estaba cuando el tren em-
Sagrada Escritura, hallo que la cuna de la f^ gj.
pezó a moverse. De este modo, el guardafreno núme-
mana después del diluvio se hallaba en el "^^1'^^^^^ los
ro 1 anda cuatrocientos metros, duplica el movimiento
frates, en el hemisferio oriental. De aquel ^ ^^^^ 1^'
del tren y se halla al fin de ochocientos metros de donde
hombres se dispersaron hacia el este y el .gj
partió, mientras que el guardafreno número 2 también
partes más lejanas de Europa y África, Y ^'^^-idefl''''
anda cuatrocientos metros, pero su movimiento anula al
tarde, hasta más al oeste, por el hemisferio °^gyftateí
del tren y al fin se halla justamente donde estaba al prin-
El día originalmente conocido en el valle ^^^o'^^'
cipio. En el mismo principio se basa el hecho de que al
fué llevado, sin cambiar, tanto hacia el oriente ^^¿¡ds
dar una vuelta al mundo yendo hacia el este, añade un
cia el occidente, siendo la única diferencia que. ^^aW
día a su cómputo, mientras que otro, al ir hacia el
que los hombres iban hacia el oriente, lo j^aci'
oeste, pierde un día del suyo."
más temprano, mientras que a medida qu^ '
El Sr. Severance, el negociante, pidió entonces el el oeste, lo empezaban más tarde. ^j. ^1 Ij^'
privilegio de suplementar el extracto del capitán Mann "Que esto es cierto puede verse
por uno que él había conservado y que decía como sigue: fácilmente V° p^kí"'
"La razón de esto [el añadir o sustraer un día en la cho de que uno puede principar un viaje Q^i \,^io,
línea divisoria del día] será aparente después de un poco en la China, y viajar hacia el oeste hasta San ^^ci<-'^.
de reflexión cuidadosa; porque siempre es puesta del sol y por todo el camino hallará que su cómput° ^ joü»^
en alguna parte de la tierra, y siempre es hora de su sa- perfectamente con el tiempo de los lugares P ^^^^ jiJ'
lida, o mediodía o medianoche, en otros puntos al mis- pasa. En otras palabras, está siguiendo el ^er^" ^^j^bi"' j
mo tiempo. Imaginemos que pudiésemos viajar alrededor Sin embargo,
tural del día, ysi dedesde
este Pekín se va
modo no el
hacia ^a*^^"^
necesita lijs''
de la tierra tan rápidamente como la tierra gira sobre su San Francisco, cruza por el punto de pa'^'-"'j^l,e.3J'
eje, y saliéramos de Londres o de cualquier otro punto que es igualmente el punto terminal del día, Y
a la salida del sol, el martes, y viajáramos hacia el oeste. tarse a lo que él halla. ,g¡jj,o> ^
Sería la misma hora con nosotros durante todo el tiem- "Para mí, como se acaba de leer, el . jj^ialfl'fju
po. Sin embargo, cuando llegáramos al punto de partida, dirigía la población de la tierra, arregló providc" ^¡0^".
tendríamos que llamarlo el día siguiente; porque los que que el principio y el ñn de los días, el P"'^''° juet^'
habrían quedado allí habrían tenido mediodía, puesta del en el cual los hombres habrían de señalar Y ^^ „
sol, medianoche y tendrían su segunda mañana, que sería revoluciones de la tierra, estuviese en el Pacífi';°'^„ s^''''.
miércoles. Por lo tanto, cambiaríamos nuestro cómputo — ¿ N o le molesta nada en guardar el do'"'"^^^!!! id"
de tal manera que en cualquier parte al este de Londres capitán?—le preguntó el amigo que estaba
la llamaríamos martes por la mañana, mientras que en su lado. üí^'^^'^o
cualquier punto que estuviese al oeste de esa línea sería — N i en lo más mínimo, señor—fué la "-^^^jj c<"*^.
miércoles. Aquél sería el lugar donde el día cambiaría. Me ayuda para guardar el domingo, justain o"
Pero por conveniencia, los hombres han escogido una ayuda a todo aquel que trata concienzudamefl
línea que pasa por ningún país habitable, y han fijado decer los mandamientos de Dios.
ese punto como lugar en que el día ha de cambiar. Po- En ese momento, como alguien preguntara ^
demos creer, también, que esa es la línea en lo cual de- si él creía que el domingo era el día que se debí» de ^^^^¿i
signó el Creador que principiara el nuevo día. Ahora var, y él replicara que a los pastores les tocaba
bien, no importa a qué hora crucemos esa línea en cual- el asunto, el Sr. Severance se levantó y dijo: ^^^^ jH el
quier dirección que vayamos; debemos reconocer que hay
—Señoras y caballeros: tenemos con ^o5°^'-sab'^
un día a un lado de ella, y al otro lado es otro día. La
vapor un caballero cristiano, un hombre de ^""^.^aí'",,,
línea escogida es el meridiano 180 de longitud de Green-
y gran propiedad y, a mi parecer, autoridad en ^
wich.
esta cuestión del sábado. Le he oído V^^^^''^'''' J^^^á^
"Mediante este arreglo, se mide cada día por una tanto, me siento competente para juzgar de sU j^ii
revolución de la tierra; y cuando está terminado, sale del Creo que no podemos hacer mejor que invita"^ ^^^.jj, e^
calendario, y uno nuevo le reemplaza en este punto. De Anderson para que nos dé el ptivilegio de ^^''^^^¿o^
aquí que dondequiera que estemos en la tierra, el día respuesta a la pregunta que acabamos de oír.
nos llega con su medida completa de veinticuatro horas, que estén a favor, tengan a bien levantar la i)
y luego le sucede otro de igual duración. Es cierto que

PÁGINA DIECISÉIS
_ ^ ¡ ¡ í í ^
Unión Poligráfica, S. A.—S«n Hermtmefüdo, 3»-

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