DICTAMEN

Socio Gerente de “Automotores Gómez y Pereyra S.R.L.”

Sr. Felipe Gómez
S/D

Tengo el agrado de dirigirme a Ud., en virtud de la consulta realizada acerca de

las facultades del del Estado para la creación y exigencia de pago.
De manera que, pasaré a detallar los cuestionamientos planteados con el propósito
de despejar toda duda sobre la materia.

En primer lugar, debo aclarar que el Estado posee la facultad para crear tributos y
exigir su pago, conforme lo establece la Constitución Nacional en cuanto distribuye
el poder tributario sobre dos ejes fundamentales.
El primero, por un lado, determinará qué departamento del Estado es el que posee
determinadas competencias en relación a los ingresos tributarios. El Poder
Legislativo tendrá -de manera general- competencia en materia de potestad
tributaria -capacidad para establecer, modificar y dejar sin efecto los tributos-.
Por otro lado y en proporción notablemente menor, se le atribuye también tal
potestad a los poderes Ejecutivo (recaudar los tributos, reglamentarlos) y Judicial
(reglamentar y determinar ciertos tributos, juzgar sobre la constitucionalidad de
ellos).

Un segundo eje, de carácter territorial, se ocupará de ver a qué tipo de entes con
sustento territorial corresponde ese poder tributario, y en su caso, en qué medida.
La potestad o poder tributario no es absoluta y total, sino que tiene “limitaciones
de orden política y constitucional” que derivan de la forma de organización
política propia de cada estado y del encuadramiento dentro de los lineamientos
fijados por la Constitución Nacional.
Sin embargo, hay principios inherentes a los impuestos que son establecidos por la
Constitución y siendo ésta la máxima responsable de toda la normativa a nivel
nacional, es necesario entender que los principios de legalidad, igualdad,
confiscatoriedad, proporcionalidad y equidad se ven amenazados por esta ley.
Lo dicho anteriormente se sustenta en que la consignación y la locación no poseen
reconocimiento o inscripción del Estado, lo cual hace inaplicable la norma para
dichos casos. Asimismo, respecto a la retroactividad, la misma representa una
amenaza a la propiedad privada por el hecho de que al momento de concretarse el
negocio en su totalidad, los impuestos ya se han saldado oportunamente respecto a
las leyes vigentes en ese entonces. Por lo tanto, teniendo en cuenta a lo que en la
misma doctrina se ha derivado, la ley debe ser preexistente a los hechos a los
cuales se va a aplicar.

Conclusión:
Ley N° 66.345 estaría violando el principio de igualdad pues no todos los negocios
jurídicos similares se encuentran sometidos a la norma, ello a causa de la
limitación territorial.
De otro costado, surge también que los tributos no podrán absorber una parte
sustancial de la propiedad privada o de su renta, y en este caso supera con creces
el porcentaje previsto en la norma.
Teniendo en cuenta lo expuesto, se deberá solicitar la impugnación de la presente
ley, y solicitar se declare inconstitucional.
Sin otro particular, saludo muy atentamente,

Maximiliano Fernández Ruiz