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Principio del palomar, o de Dirichlet

http://culturacientifica.com/2015/02/11/el-principio-del-palomar-una-potente-herramienta-matematica

https://www.youtube.com/watch?v=mqUilerP1Ao

Este es un principio muy sencillo de formular y que no necesita demostrarse de lo obvio que es (y no estoy echando mano aquí de
la prueba por intimidación), de hecho, cuando explicamos esta técnica matemática a las personas ajenas a esta ciencia, suelen
pensar que estamos bromeando, que les estamos tomando el pelo o simplemente es otra excentricidad de estos locos matemáticos.
A pesar de su sencillez, el principio del palomar es al mismo tiempo una herramienta muy potente dentro de la combinatoria, con
aplicaciones en campos tan diversos como la teoría de grafos, la geometría, el análisis matemático, la teoría de números, las
ciencias de la computación o la resolución de problemas, por citar algunos.

El principio del palomar dice lo siguiente: si hay más palomas que palomares, alguno de los palomares deberá contener por lo
menos dos palomas. En general, podemos hablar de objetos y cajas donde guardar estos objetos. La verdad es que es un principio
tan simple que no necesita demostración.

Mostremos algunos ejemplos sencillos de aplicación de este principio a cuestiones más o menos cotidianas.

Ejemplo 1: En cualquier espectáculo del Teatro Campos Elíseos de Bilbao, que esté lleno, existen dos personas del público tales
que su primera y su última letra son iguales (como por ejemplo, Aitor y Amador, o Sorkunde y Salomé).

El aforo del Teatro Campos Elíseos es de 800 personas, que van a ser nuestras palomas, mientras que los pares formados por la
primera y última letra de un nombre (en los ejemplos anteriores (a,r), de Aitor y Amador, y (s,e), de Sorkunde y Salomé), nuestros
palomares. Puesto que hay 27 letras en el alfabeto, entonces hay 27 x 27 = 729 pares de letras posibles, desde la (a,a) hasta la (z,z).
Como hay más palomas (personas) que palomares (pares de letras), entonces al menos dos personas deberán compartir la primera y
la última letra de su nombre.

Ejemplo 2: En cualquier grupo de 2 o más personas hay siempre 2 de ellas que tienen el mismo número de amigos dentro
del grupo.

Supondremos que ninguna persona es amiga de sí misma. Supondremos también que el número de personas de dicho grupo es m ≥
2, es decir, en el grupo hay al menos 2 personas.

Podemos observar:
1. Una persona del grupo puede tener como máximo m−1 amigos dentro del grupo, es decir, puede tener 0,...,m−1
amigos.
2. Si una persona es amigo de todos los demás, entonces no existe ninguna persona en el grupo que no sea amigo de
alguna otra persona, y viceversa, si una persona no tiene amigos en el grupo, entonces no existe ninguna persona que sea
amigo de todos.
Llamaremos X al conjunto de las personas del grupo, e Y al conjunto formado por el número de amigos que puede tener una
persona, luego Y={0,...,m−1} .

Nota: De la observación 2 sabemos que en el conjunto Y no pueden aparecer , al mismo tiempo, los números 0 y m−1, es decir, no
puede haber a la vez en el grupo una persona que sea amiga de todos y otra que no sea amiga de ninguno.

Por tanto tenemos 2 casos:

Caso1: Si no existe ninguna persona que sea amiga de todos. En este caso el conjunto formado por el número de amigos que puede
tener una persona es Y1={0,...,m−2}. El número de elementos en el conjunto Y1 es m−1. A este número se le denomina cardinal
del conjunto Y1.

Caso2: Si no existe ninguna persona que no tenga amigos en el grupo. En este caso el conjunto formado por el número de amigos
que puede tener una persona es Y2={1,...,m−1}. El número de elementos en el conjunto Y2 es también m−1.

Por un lado tenemos que el número de personas que hay en el grupo es m y por otro lado que en cada caso tenemos como
máximo m−1 personas que tienen diferente número de amigos. Luego por el principio del palomar, como m > m−1 entonces
existen, por lo menos, 2 personas que tienen el mismo número de amigos.

Ejemplo 3: Siempre que haya 9 personas en una reunión, de edades comprendidas entre 18 y 58 años, es posible elegir dos grupos
de personas tal que las sumas de las edades de las personas de cada grupo sean iguales.
Principio del palomar, o de Dirichlet

Como estamos buscando grupos de personas dentro del grupo total de 9 personas, es decir, subconjuntos del conjunto de nueve
elementos, es útil recordar que hay un total de 29 subconjuntos del conjunto de 9 elementos (esta es una cuestión que no vamos a
explicar aquí hoy, pero que tiene que ver con los números combinatorios y el binomio de Newton), incluido el vacío, luego 511
subconjuntos no vacíos. Estos van a ser las palomas en esta ocasión.

Ahora, como las edades de las personas de la reunión están comprendidas entre los 18 y los 58 años, las sumas de las edades de
cualquier subconjunto de personas están comprendidas entre 18 = 1 x 18 (una única persona, y que tenga la menor de las edades
posibles) 522 = 9 x 58 (las nueve personas, y que todas tuviesen la mayor edad posible). Por lo tanto, tenemos 504 valores posibles
para las sumas de las edades de las personas de cualquier subconjunto de las personas que están en esta reunión. Estos van a ser los
palomares.

En consecuencia, el principio del palomar nos dice que existen dos subconjuntos distintos, del grupo de 9 personas que hay en la
reunión, con la misma suma de las edades de las personas de cada uno de ellos.

Pero podría ocurrir que en esta conclusión, consecuencia del principio de Dirichlet, hubiese alguna persona que estuviese siendo
considerada a la vez en esos dos subconjuntos que existen. Si esto ocurriese, no tenemos más que eliminar a esa persona de cada
uno de los dos subconjuntos, y los dos nuevos subconjuntos que obtenemos siguen cumpliendo la propiedad de que la suma de las
edades de sus miembros es la misma, ya que al eliminar a la misma persona de ambos, se quita el mismo número a las sumas de las
edades, y se sigue manteniendo la igualdad.

Aunque estamos poniendo ejemplos más bien cotidianos para entender la fuerza del principio, lo interesante es que se puede aplicar
a todo tipo de situaciones, de hecho, como decíamos al principio, es una potente herramienta en matemáticas.

El primer matemático en utilizarlo explícitamente dentro de su investigación fue el matemático prusiano Gustav L.
Dirichlet (1805-1859), para demostrar un resultado de aproximación de números irracionales mediante racionales (recordemos que
los números racionales son aquellos que se pueden expresar como división de dos números enteros, por ejemplo, 5/2, y que si los
expresamos con decimales o tienen un número finito de decimales, o un número finito que se repite periódicamente), por este
motivo se conoce también como el principio de Dirichlet.

En particular, se pueden demostrar muchos resultados de teoría de números haciendo uso del principio del palomar. A
continuación, mostramos algunos sencillos ejemplos.

Ejemplo 4: Consideremos un conjunto arbitrario de 47 números, entonces existen al menos dos cuya diferencia es divisible por 46.

Antes de explicar la aplicación del principio de Dirichlet para probar esta afirmación, aclaremos una vez más, que esos 47 números
son arbitrarios, el resultado va a ser válido cualesquiera que sean los 47 números que se consideren.

¿Cómo utilizar el principio para demostrar este resultado? Cuando dividimos un número cualquiera entre otro, en este caso nos
interesa dividir por 46, entonces obtenemos el divisor y el resto. Así, si dividimos el número 357 entre 46 nos da 7 (el dividendo),
pero nos sobran 35 (que es el resto).Por lo tanto, 357 = 46 x 7 + 35. En matemáticas, se dice que 357 es congruente con 35, módulo
46, y se expresa 357 ≡ 35 ( 46)

Para aplicar el principio del palomar, vamos a distribuir nuestras palomas (que serán los 47 números arbitrarios que se han tomado)
en los siguientes 46 palomares…

P1 = conjunto de números tales que al dividir por 46 queda de resto 0 (es decir, los números congruentes con 0, módulo 46),

P2 = conjunto de números tales que al dividir por 46 queda de resto 1 (es decir, los números congruentes con 1, módulo 46),

P46 = conjunto de números tales que al dividir por 46 queda de resto 45 es decir, los números congruentes con 45, módulo 46).

En consecuencia, habrá por lo menos dos palomas, es decir, dos números del conjunto de 47 que habíamos elegido arbitrariamente,
compartiendo palomar, es decir, que tienen el mismo resto al dividir por 46.

Esos dos números se podrán escribir, como antes hemos hecho con el número 357, de la forma, 357 = 46 x 7 + 35, con distintos
divisores, pero el mismo resto. Al restar ambos números, como los dos tienen el mismo resto, el resultado quedará múltiplo de 46,
y se concluye el resultado.

Ejercicio: Si elegimos 100 números naturales al azar, siempre habrá 2 de ellos cuya diferencia sea múltiplo de 99.
Principio del palomar, o de Dirichlet

Ejemplo 7: Dados 5 puntos cualesquiera dentro de un triángulo equilátero (luego con los tres lados iguales) de lado 2, al menos
dos de ellos están a una distancia, el uno del otro, menor que 1.

Está claro que por estar dentro de un triángulo equilátero de lado 2, cualesquiera dos puntos, de los cinco que hemos elegido, están
a una distancia menor que 2, pero ¿podemos afirmar que siempre habrá dos de ellos que estén a una distancia menor que 1?

Para aplicar el principio de Dirichlet se consideran los puntos medios


de los lados del triángulo y se unen con segmentos, lo cual divide al
triángulo en cuatro triangulitos equiláteros de lado 1. Como son cuatro
triángulos de lado 1 (que serán nuestros palomares) y cinco puntos
(que serán nuestras palomas), entonces habrá dos puntos en el mismo
triángulo equilátero de lado 1, y esos dos están a una distancia menor

que 1.

Para finalizar, existe una versión generalizada del principio del


palomar, que viene a decirnos que si hay muchas más palomas que
palomares, vamos a poder afirmar que algún palomar tiene bastantes
más de dos palomas. En concreto, dice que si hay n palomas y k
palomares (n > k), existe al menos un palomar con al menos (no solo
dos, sino) n/k palomas, es decir, el valor máximo es al menos mayor que el valor medio. Así, en la Behobia-San Sebastián de 2014
había al menos 84 personas que cumplen años el mismo día. Las personas que participaron en la carrera Behobia-San Sebastián de
2014, que son ahora las palomas, eran 30.701 y cada día del año son los palomares, 366. Entonces, como 30.701/366 = 83,88, se
obtiene el resultado.

Enunciado de otra forma: Principio del palomar generalizado

Sean m,n,p números naturales tales que n > m. Si queremos colocar n⋅p+m palomas en n cajas entonces alguna de las cajas
debe contener al menos p+1 palomas.

Este resultado es muy parecido al anterior. Si colocamos p palomas en cada caja, en total hemos colocado n⋅p palomas. Como n⋅p <
n⋅p+1 ≤ n⋅p+m tenemos que todavía nos sobra alguna paloma por colocar. Como cada caja tiene p palomas, la caja en la que
metamos la siguiente paloma ya tiene p+1 palomas, que es lo que dice el enunciado.

Ejemplo 8: si tenemos 7 palomas y tres palomares habrá un palomar con, al menos, tres palomas

Ejemplo 9: En Bilbao hay al menos dos personas con el mismo número de pelos en la cabeza.

Para resolver esta cuestión lo primero que tenemos que conocer es cuántos pelos podemos tener como máximo en nuestras cabezas.
¿Lo sabéis? ¿No? No importa, tampoco es una información vital para nuestra existencia. Sin embargo, vamos a realizar una
estimación por lo alto de dicha cantidad con el objetivo de utilizarla para resolver este problema.

Supongamos que tenemos cabezas completamente redondas que miden 12 cm. de radio, es decir, unos 75 cm. de perímetro, lo que
está al nivel del concurso de cabezones de Kortezubi, en Bizkaia. En tal caso, la superficie de nuestras cabezas, , es de unos
1.800 cm2. Para realizar una estimación por lo alto, supongamos que tenemos pelos por toda nuestra cabeza, por toda la superficie
de esa esfera de 12 cm de radio, y que la densidad del pelo es de 100 pelos por cm2, entonces el número de pelos de la cabeza de
cualquier persona no va a llegar nunca a los 180.000 pelos. Esta es una estimación por lo alto.

Supongamos que no existe nadie que sea completamente calvo, sin un solo pelo, por lo tanto, el número de pelos que puede tener
una persona va entre 1 y 180.000 (estas cantidades van a ser los palomares para aplicar el principio matemático). Las palomas serán
los habitantes de Bilbao, que son unos 350.000. Como hay más bilbaínos que posibles números de pelos, el principio del palomar
nos dice que existen al menos dos bilbaínos con el mismo número de pelos en la cabeza.

Pero si tenemos en cuenta la generalización del principio del palomar, podemos obtener un resultado más impactante aún. Si
tenemos en cuenta que el número de habitantes de la Península Ibérica es de al menos 57 millones de habitantes, entonces
aplicando el principio del palomar generalizado se obtiene lo siguiente.

Ejemplo 9: En la Península Ibérica hay al menos 317 personas con el mismo número de pelos en la cabeza.
Principio del palomar, o de Dirichlet

Ejemplo 10: En una fiesta, 8 de los invitados están sentados en una mesa octogonal, con cada uno de los comensales sentado en
uno de los lados de la mesa. Cada sitio ha sido asignado a un invitado concreto (marcado con su nombre), sin embargo, los
invitados no se han dado cuenta de esta circunstancia y se han sentado al azar. Curiosamente, ninguno de los 8 invitados de esa
mesa se ha sentado en el lugar que le correspondía. Vamos a demostrar que hay una forma de rotar la mesa de forma que haya
dos personas que quedan sentadas en el sitio correcto.

En la siguiente imagen vemos una posible distribución de las ocho personas sentadas en la mesa octagonal, en la que ninguna de
ellos se ha sentado en el sitio que había sido designado para ella.

Para probar la afirmación de que se puede realizar un giro de la mesa en el que al menos dos de los comensales estén sentados en
su sitio, vamos a considerar la distancia (en el sentido de las agujas del reloj) de cada una de las personas al sitio que le había sido
asignado. Como cada persona está sentada en un lugar incorrecto, entonces las posibles distancias de cada persona a su lugar
correcto son {1, 2, 3, 4, 5, 6, 7}.

Pero hay 8 personas que se sientan a la mesa, y 7 posibles distancias de ellas a su sitio correcto
(en el sentido de las agujas del reloj), luego por el principio de los cajones, habrá dos personas
que estén a la misma distancia (en el sentido de las agujas del reloj) del lugar que tiene escrito su
nombre. Por lo tanto, rotando la mesa (en el sentido contrario a las agujas del reloj) tantas
posiciones como la distancia que comparten esas dos personas, situará la mesa de tal forma que
esas dos personas estén colocadas en el lugar correcto.

Ejemplo 11: Cojamos 6 números del 1 al 10. Entre los escogidos, seguro que hay 2 que sumen
11.

En esta ocasión, los números a escoger son las palomas y los palomares son los pares de
números entre 1 y 10 que suman 11, es decir los 5 pares 1-10, 2-9, 3-8, 4-7, 5-6. Como tenemos 5 pares y tenemos que elegir 6
números, seguro que 2 números pertenecen al mismo par y por lo tanto suman 11

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