NOVENA AL ÁNGEL DE LA ABUNDANCIA

“He aquí yo envió a mi Ángel delante de ti, para que te guarde en el camino te
lleve al lugar que yo te he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz, no le
seas rebelde; porque él no perdonara tu rebelión porque mi nombre está en él”.
(Éxodo 23:20-21) Por: María Victoria Góngora.

Al iniciar esta novena lo único que debe tener en cuenta es que la petición que
usted haga, sea de corazón. Recuerde que su fe y el amor a Dios y a los Ángeles
les ayudaran en todos los momentos de su vida.

Una petición se debe hacer con humildad, respeto y fe para que nos de
tranquilidad.

Si la novena se interrumpe por algún motivo, se debe comenzar de nuevo con

mucha entereza.

La oración es la mejor manera para comunicarnos con Dios y sus emisarios, los
ángeles.

ORACION PARA TODOS LOS DIAS

Escucha Dios mis palabras y considera mi dolor. Está atento a la voz de mi

clamor, Dios mío, porque a ti orare de día y de noche, tu oirás mi voz. Me
presentare delante de ti y estaré presto a tu respuesta. Señor, en esta tu oración
te pido: (hacer petición) porque sé que tú me fortalecerás con aliento y me
mostraras el camino a seguir, para que sea dada tu bendición.

Día Primero: Señor, en ti he confiado siempre y es por esto que hoy vengo a
pedirte con humildad sincera que me des la luz que necesito para todo lo que me
acongoja sea eliminado de mi vida. Líbrame de la trampa de los injustos, de la
palabra vil del insensato, de los malos pensamientos de mis agresores. Calma
esta pena que tiene mi alma en condena, mi corazón triste. Deja que tus Ángeles
me ayuden a sobrellevar esta carga que dobla mi espalda y no me deja
descansar. Por tu infinita bondad, mírame una vez más señor, para no tropezar
frente a la maldad. Amen. (Rece tres padrenuestros y tres avemarías).

Día Segundo: El señor ha enviado para mí la señal a través de su Ángel. Día a

día oraré desde mi corazón a ti Señor, para que escuches este dolor que está
acabando con mis días de paz. El Señor ha dicho pide y te daré, y he aquí, yo
estoy en este lugar pidiéndote me sea devuelto lo que se me ha quitado por mis
opresores. Amen. (Rece tres padrenuestros y tres avemarías).

Día Tercero: Mi corazón esta dolorido Señor, sombras de muerte rodean mi alma,
el llanto se apodera de mis ojos. Quiero Señor, que a través de esta novena a tu
Ángel de la abundancia, llenes mis vacíos y con el poder divino de tu justicia y
compasión. Mi alma quiere consuelo y tú Señor, me lo darás y a enviaras a tus
Ángeles a protegerme de todo mal y peligro. Desborda Señor tu piedad sobre mí,
calma mi sed y hambre. Aquí estoy deseando que mis manos sean laboriosas y
mis pies anden por el camino del trabajo puro. Amen. (Rece tres padrenuestros y
tres avemarías).

Día Cuarto: En tu nombre se alegraran todos los que a ti claman, porque eres
piadoso y misericordioso. Bendito Ángel que derrama la abundancia en la tierra y
en el agua depositas los peces. Y multiplicas en la mesa del justo su alimento.
Acuérdate de mí y trae tu cuerno lleno para que también aquí dejes tu bendición y
siga alabando el nombre del Señor. Escúchame Ángel bendito porque mi fe nunca
decaerá y hasta el día que sea llamado estaré orando a mi Señor. Amen. (Rece
tres padrenuestros y tres avemarías).

Día Quinto: Dios me ha premiado conforme a su justicia. Conforme a la limpieza

de mis manos, porque he guardado los caminos de mi Señor. Y ha enviado a su
Ángel para darme las buenas nuevas que acontecerán en mis días. Gracias
Señor, porque has escuchado mi clamor y mi consuelo esta en las bendiciones
recibidas de tus Ángeles. Amen. (Rece tres padrenuestros y tres avemarías).

Día Sexto: Guárdame Señor, porque en ti he confiado, tú eres mi Señor, no hay

nada para mi bien fuera de ti. Para los santos que están en la tierra y para los
íntegros, no es toda mi complacencia. Se multiplicarán los dolores de aquellos
que sirven a otras cosas ajenas a ti Señor, no ofreceré sacrificios de sangre, ni en
mis labios esta pronunciar el nombre de la oscuridad. Dios eres la cantidad exacta
a mis necesidades y sólo tú llenarás mi alma vacía y mi boca sedienta con tu
palabra. Por eso Señor, déjame tu ángel guía para que pueda postrarme ante tus
pies con mi corazón limpio. Amen. (Rece tres padrenuestros y tres avemarías).

Día Séptimo: Señor, oye mi oración, escucha mi ruego. Respóndeme con tu

verdad y justicia. Hoy me arrodillo ante ti, para que sea mi oración escuchada,
que es como el gemir de un animal moribundo que ruega por su descanso, Señor,
eres mi esperanza y mi refugio, líbrame del mal que me aqueja. El tiempo ha
llegado en que me harás ver las maravillas de tu reino. En el camino en el que he
andado, sólo he encontrado tropiezos. Y mis manos han encallecido de tanto
laborar sin fruto alguno. Deja que descansen mis brazos y sana mis laboriosas
manos con tu prosperidad. Amen. (Rece tres padrenuestros y tres avemarías).

Día Octavo: Bienaventurado el que no anda en consejo de malos, ni en camino de

pecadores, ni en la silla de los burlones se ha sentado, sino que en la ley de Dios
ha estado. Y en su ley medita de día y de noche. Será plantado como árbol junto
a corrientes de aguas limpias, que darán fruto en su tiempo. Y sus hijos no caerán,
sino que siempre prosperarán. Más no así los que hacen maldad porque son
como la paja que lleva el viento. Ellos no se levantaran en el juicio, ni los
pecadores en la congregación del justo y su camino terminará. Amen. (Rece tres
padrenuestros y tres avemarías).

Día Noveno: Alaben todos desde el cielo a la tierra el nombre del Señor. Porque
él ha escuchado mi plegaria y en mi camino ha puesto sus ángeles para llenar mi
alacena y mi copa. Señor de bondades que has hecho de mis lágrimas de dolor,
lágrimas de alegría. Gracias por darme esa oportunidad de ver tus maravillas en
mí. Haré cantos de alabanza por la bendición que él ha hecho en mí. Que se
acreciente mi fe en él y sus ángeles celestiales que han intercedido para recibir su
bendición. Amen. (Rece tres padrenuestros y tres avemarías).

Beneficios de la Novena.

Prosperidad y abundancia para quien hace con fervor la novena.

Cuando la oración se realiza con el corazón y en favor de terceros se obtienen

mayores relaciones a nivel personal, económico y espiritual.

Protección y calma permanente para solucionar conflictos.

Para Saber: La novena al ángel de la abundancia le puede ayudar a orientar su

vida, a tener tranquilidad en los momentos críticos, y lo más importante, a ser una
persona prospera y feliz.

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