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JURISDICCIÓN, ACCIÓN Y COMPETENCIA EN MATERIA CIVIL

I. JURISDICCIÓN:

1.1. Noción:

Proviene de la voz latina “Jus” “decire”; o “Juris” “dictio” que significa declarar el
derecho o decir el derecho.

Una acepción bastante conocida, suele referirse a la jurisdicción como el poder


específico que algunos órganos estatales (El Poder Judicial en especial) tienen para
resolver los conflictos de intereses o eliminar las incertidumbres jurídicas que le
someten a su decisión.

Visto en sentido estricto, es el Poder que tiene el Estado, mediante el Poder Judicial,
para administrar justicia.

No obstante en sentido amplio, la capacidad de resolver conflictos, no sólo es del Poder


Judicial, sino también de los órganos administrativos (SUNAT, Tribunal Fiscal, Ejecutorías
Coactivas, Tribunal Administrativo Civil, etc.).

Por eso, afinando este concepto y sin renunciar a la idea de que jurisdicción tiene que
ver con la capacidad para administrar justicia; Juan Monroy sostiene que la jurisdicción
es el Poder – Deber del Estado, previsto para solucionar conflictos de intereses
intersubjetivos, controlar conducta antisociales (faltas o delitos) y también la
constitucionalidad normativa, en forma exclusiva y definitiva, a través de órganos
especializados que aplican el derecho que corresponde al caso concreto, utilizando su
imperio para que sus decisiones se cumplan de manera ineludible, y promoviendo a
través de ellas una sociedad con paz social en justicia.

Dice el precitado autor que la jurisdicción es un poder porque es exclusiva. No hay otro
órgano estatal, ni mucho menos particular encargado de tal tarea; y porque además es
una manifestación de superioridad de quien la ejerce.

Afirma también que es un deber porque el otorgamiento de la función jurisdiccional


(función de administrar justicia) casi siempre tiene origen en el pedido del interesado.
Por eso se dice que el órgano jurisdiccional, actúa en cumplimiento de un deber que le
es impuesta por el ordenamiento jurídico (la Constitución del Estado).
1.2. Titular de la Jurisdicción:

En nuestro país de acuerdo al Art. 1 C.P.C. la potestad jurisdiccional del Estado en


materia civil (esto es, la administración de justicia civil) la ejerce el Poder Judicial con
exclusividad.

En similares términos también se pronuncia el Artículo 1° del TUO de la Ley Orgánica del
Poder Judicial (D.S. N° 017-93-JUS).

1.3. Órganos Jurisdiccionales – Justicia Civil:

Siguiendo los lineamientos trazados por el Art. 26 del TUO de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, diremos que son órganos jurisdiccionales de la justicia civil:

a. Las Salas Civiles de la Corte Suprema de Justicia de la República (cuya regulación


se encuentra en los artículos 30° al 33° del precitado texto normativo) .

b. Las Salas Superiores de las Cortes Superiores de Justicia, en los respectivos


Distritos Judiciales (normado en los artículos 37° al 39° del precitado texto
normativo).

c. Los Juzgados Especializados civiles o Mixtos, en las Provincias respectivas (Véase


artículos 46° al 49° del TUO al que se ha hecho referencia).

d. Los Juzgados de Paz Letrados, en la ciudad o población de su sede (Véase Art. 54°
y 55° de la Ley); y,

e. Los Juzgados de Paz (Art. 61° al 65° del TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial).

1.4. Elementos de la Jurisdicción: Se mencionan los siguientes:

a. Notio: Esta referido a la facultad que se otorga al Estado para conocer el conflicto
de intereses propuesto para su solución. Este elemento es el que otorga el
derecho a conocer determinado asunto. En este elemento se encuentra la
facultad del Juez de determinar si el conflicto de intereses o la incertidumbre
propuesta, tienen o no relevancia jurídica.

b. Vocatio: Este elemento es del que se vale el Juez para compeler (obligar) a las
partes en conflicto a comparecer al proceso, estableciéndose así las cargas
procesales (rebeldía y abandono). Capacidad para obligar a las partes a
comparecer.
c. Coertio: Esta cifrada por la autoridad que le otorga la Jurisdicción al Juez hacer
aplicar medios compulsorios. Es decir, con este elemento el Juez pude hacer uso
de la fuerza para hacer cumplir sus resoluciones.

d. Judicium: Es el elemento que le otorga al Juez capacidad para decidir el conflicto


de intereses con calidad de cosa JUZGADA.

e. Executio: Con este elemento, se le da poder al Juez para ejecutar sus propias
decisiones, aunque para ello sea necesario recurrir al auxilio de otro poder
(coertio) para compeler a los justiciables a dar cumplimiento a la decisión
adoptada.

II. EL DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA.- SUS MANIFESTACIONES PROCESALES:

2.1. Noción de derecho a la tutela jurisdiccional efectiva:

Como se expresó anteriormente, la jurisdicción es un poder (para administrar justicia),


pero también es un deber (porque el Estado no puede sustraerse a su cumplimiento).
Ello es así, porque basta que un sujeto de derecho lo solicite o exija, para que el Estado
se encuentre obligado a otorgarle tutela jurídica.

Por eso, se afirma con certeza que la jurisdicción tiene como contrapartida el derecho a
la tutela jurisdiccional. Se considera que éste es el derecho que tiene todo sujeto de
derecho – sólo por el hecho de serlo – y que lo titula o habilita para exigir al Estado haga
efectiva su función jurisdiccional (potestad de administrar justicia). Así lo regula el
Artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil.

El derecho a la tutela jurisdiccional en tanto un derecho público (pues se ejercita frente


al Estado) y subjetivo (pues se le reconoce al sujeto por el solo hecho de serlo) tiene dos
planos de existencia:

a. Antes del proceso: Consiste en el Derecho que tiene toda persona – en tanto
sujeto de derechos – de exigir al Estado provea a la sociedad de los requisitos o
presupuestos materiales y jurídicos indispensables para solventar un proceso
judicial en condiciones satisfactorias. En este caso, resulta irrelevante si esa
estructura material y jurídica que debe sostener el Estado va a ser usada o no. Lo
trascendente es, única y exclusivamente, que ese andamiaje destinado a
solucionar conflictos aplicando el derecho que corresponda al caso concreto debe
estar siempre en aptitud de conceder a los ciudadanos la posibilidad de un
tratamiento certero, eficaz y homogéneo a su exigencia de justicia.
En términos sencillos, es el Derecho de todo ciudadano a exigir al Estado que
institucionalice un Poder Judicial independiente, imparcial, capaz de administrar
justicia de la manera más efectiva, con la mayor celeridad y transparencia posible.

b. Durante el proceso: Consiste en el haz de derechos esenciales que el estado debe


proveer a todo justiciable que participe en un proceso judicial. Teniendo en
cuenta su contenido y momento de su exigibilidad, comprende el derecho al
proceso (derecho a que nadie puede ser condenado –a pagar una obligación por
ejemplo – sin previo juicio que le permita ser oído) y derecho en el proceso
(supone el deber que tiene el Estado de asegurarle al justiciable que interviene en
el proceso que al interior del proceso va a poder ejercer todos y cada uno de los
derechos que se le reconocen: a defenderse, a probar, a gozar de un plazo para
preparar su defensa, a un juez imparcial, etc.).

2.2. Derecho a un debido proceso:

Para la profesora Ana María Arrarte, es una manifestación procesal, que pertenece a
todo sujeto de derecho y le permite estar en aptitud de exigir que sus conflictos de
intereses o incertidumbres sean resueltos respetando garantías mínimas, a través de
una decisión objetivamente justa y eficaz; aún cuando no necesariamente favorable a
sus intereses.

Visto desde esta perspectiva, el derecho al debido proceso, es un derecho fundamental,


natural o humano que tiene toda persona que le faculta a exigir al Estado un
juzgamiento imparcial y justo, ante un juez responsable, competente e independiente,
pues el Estado no sólo está obligado a proveer la prestación jurisdiccional, sino a
proveerlas bajo determinadas garantías mínimas, que le aseguren un Juzgamiento
imparcial y justo.

III. DERECHO DE ACCIÓN:

3.1. Concepto:

Importa la afirmación de una o más pretensiones procesales e implica el requerimiento


de tutela que se formula al Estado, titular exclusivo de la función jurisdiccional.

Juan Monroy, sostiene que el derecho de acción, es un derecho público, subjetivo,


abstracto y autónomo que faculta a todo sujeto a exigir al Estado tutela jurisdiccional
para un caso concreto o la eliminación de una incertidumbre jurídica.
Se afirma que es público, en razón de que el sujeto pasivo del derecho de acción es el
Estado. Es al Estado a quien corresponde satisfacerlo.

Es subjetivo, porque se encuentra permanentemente presente en todo sujeto de


derechos por la sola razón de serlo, con absoluta irrelevancia de si está en condiciones
de hacerlo efectivo.

Es abstracto, porque no requiere de un derecho sustancial o material que lo sustente o


impulse. Se realiza como petición de justicia. Ejemplo: Una demanda de desalojo que
luego de ser admitida y tramitada, termina siendo declarada infundada por el Juez. En
este caso con la interposición de la demanda, se ejercitó el derecho de acción, a pesar
de que quien lo hizo no tenía el derecho sustancial que reclamaba (derecho a que se le
restituya el bien).

Es autónomo porque tiene sus propios requisitos, presupuestos, teorías explicativas de


su naturaleza jurídica, etc.

3.2. Demanda:

El derecho de acción – es como se ha advertido – un derecho abstracto. Sin embargo,


debido a esta cualidad, necesita de una expresión concreta, de allí que se instrumente a
través de un acto jurídico procesal llamado demanda.

Por lo tanto, la demanda es el instrumento a través del cual se ejercita el derecho de


acción. Y, por lo tanto, es el medio a través del cual se inicia el proceso, es decir, da
comienzo a esa compleja trama de relaciones jurídicas, destinadas a obtener la solución
del conflicto de intereses.

La demanda contiene una declaración de voluntad a través de la cual un pretensor


(demandante) expresa su pedido de tutela jurídica al Estado y, a su vez, manifiesta su
exigencia al pretendido (demandado) respecto de un interés sustentado en un derecho
que afirma, le es reconocido por la norma jurídica.

3.3. Pretensión:

Pretensión deriva del verbo pretender.

En sentido general significa realizar una exigencia, pedido, solicitud, para obtener o
conseguir algo de otro sujeto de derecho, lo cual consideramos nos corresponde.

Según Couture – es la autoatribución de un derecho por parte de un sujeto que


invocándolo, pide concretamente que se haga efectiva a su respecto la tutela jurídica. Se
trata de un derecho concreto, individualizado y amparado en el derecho objetivo
(norma jurídica).

3.3.1. Clases de pretensión: En materia de pretensión se distingue:

a. Pretensión Material: Consiste en el acto de exigir algo – que debe tener por
cierto la calidad de caso justiciable, es decir, de relevancia jurídica, a otro,
antes del inicio del proceso. Ejemplo: Si concluido un contrato de
arrendamiento, el titular del bien, cursa una carta solicitando la devolución
del inmueble al arrendatario, pedido que es atendido por éste; entonces se
puede afirmar que se ha satisfecho la pretensión material y por tanto nunca
habrá pretensión procesal.

b. Pretensión Procesal: Si en el ejemplo anterior la pretensión no fuere


satisfecha y el titular de ésta carece de alternativas extrajudiciales para
exigir o lograr que tal hecho ocurra, entonces sólo le queda el camino de la
jurisdicción. Esto significa que el titular de la pretensión material, utilizando
su derecho de acción, puede convertirla, sin necesidad de hacerla
desaparecer – en pretensión procesal - que no es otra cosa que la
manifestación de voluntad por la que un sujeto de derechos exige algo a
otro a través del proceso. Por eso se dice que la pretensión procesal se hace
valer al interior del proceso.

3.3.2. Elementos de la pretensión: En la pretensión se distinguen los siguientes


elementos:

a. Elementos subjetivos: Esta referido a las personas que intervienen: Sujeto


activo (que es el pretensor o actor, quien formula la pretensión) Sujeto
pasivo (es el sujeto pretendido o demandado, a quien se dirige la
pretensión).

b. Elementos objetivos: Dentro de estos tenemos al Petitum o Petitio


(petitorio) y la causa petendi (causa de pedir).

El petitium es el objeto de la pretensión. Es el pedido expreso y concreto de


lo que realmente se busca y exige.

La causa petendi es la razón por la cual se llegó al extremo de recurrir al


Estado para pedir tutela. Esta referido al conjunto de hechos que sustentan
el petitio o petitum .
c. La fundamentación jurídica: Los hechos descritos en la causa petendi,
deben adecuarse a la norma jurídica. Precisamente la fundamentación
jurídica consiste en la explicación concisa que hace el pretensor,
subsumiendo los hechos expuestos en la norma.

IV. DERECHO DE CONTRADICCIÓN:

En un proceso el demandado también tiene derecho a pretender, y el Estado mediante el


Poder Judicial a concederle prestación jurisdiccional. Es una modalidad del derecho de acción y
se le otorga al demandado para que mediante el proceso y por una sentencia se le decida su
pretensión postulada frente a la acción del demandante. “Frente a la posición del demandante
existe al oposición del demandado”.

Como se podrá advertir, el ejercicio del derecho de acción por parte del actor
automáticamente genera el surgimiento del derecho del demandado, al cual llamamos
derecho de contradicción, teniendo éste último una relación de dependencia con el primero,
pues el derecho de contradicción no se puede ejercer de manera autónoma, sino que depende
del primero. En cambio el derecho de acción no tiene dependencia respecto de otro derecho,
se ejerce libremente.

La expresión material de este derecho son: la Contestación de demanda, la Reconvención, las


excepciones, las defensas previas, las cuestiones probatorias (tachas, oposiciones), pedidos de
nulidad e incluso, el allanamiento y el reconocimiento, etc.

V. PROCESO:

5.1. Noción:

“Procesus”, “Procedere” que significa progresar, avanzar hacia adelante, avanzar hacia
un fin.

Viene a ser el instrumento del que se vale el Juez para la resolución del conflicto.

Conjunto de actos relacionados entre sí y de índole teleológico, que permiten


desarrollar la actividad jurisdiccional; y encaminarla hacía un fin último: La cosa Juzgada.

A decir de Juan Monroy, es el conjunto dialéctico de actos, ejecutados con sujeción a


determinada reglas más o menos rígidas, realizados durante el ejercicio de la función
jurisdiccional del Estado, por distintos sujetos que se relacionan entre sí, con intereses
idénticos, diferentes o contradictorios, pero vinculados intrínsecamente por fines
privados y públicos.
5.2. Etapas del proceso:

Tradicionalmente se ha entendido que el proceso transita por cinco etapas o fases que
son las siguientes:

a. Etapa postulatoria: Que es la fase en la cual demandante y demandado,


presentan ante el Juez su versión de los hechos que son objeto de la controversia
(postulan los hechos). Es importante, en tanto le permite delimitar al Juez cuáles
son los puntos coincidentes y divergentes que tienen las partes en conflicto.

b. Etapa probatoria: Es la fase en la cual, se realiza actividad de prueba al interior


del proceso, determinándose cuáles son los medios probatorios relevantes para
decidir la litis actuándolos con inmediación de las partes.

c. Etapa decisoria: Oportunidad en la cual, corresponde al Juez decidir la


controversia, dictando la decisión final que resuelve el conflicto.

d. Etapa impugnatoria: Fase en la cual, se concede a las partes el derecho de


solicitar el reexamen de la decisión que resuelve la controversia, a fin de que sea
el superior en grado al Juez que dicto el fallo, quien reexamine el veredicto,
pudiendo éste revocarlo o confirmarlo.

e. Etapa Ejecutoria: Fase procesal en la cual el Juez hace cumplir lo decidido con
calidad de cosa juzgada.

VI. COMPETENCIA:

6.1. Noción:

La idea de competencia implica la distribución de trabajo entre los jueces, recurriendo a


una serie de criterios.

La jurisdicción es la facultad de administrar justicia, en tanto que la competencia es la


capacidad o aptitud de ejercer esa función jurisdiccional en determinados conflictos y
según criterios enumerados en la Ley.

La competencia no es sino la distribución de la jurisdicción entre los jueces. Es decir la


forma predeterminada por la ley que tienen los jueces de ejercer jurisdicción en
determinados conflictos. Es una natural consecuencia de la jurisdicción, pues el juez
teniendo jurisdicción posee competencia, sin embargo, no se puede tener competencia
si no se ejerce función jurisdiccional.

6.2. Criterios para delimitar la competencia: Son los siguientes:


a. Materia: En este caso la competencia está centrada en la naturaleza misma de la
pretensión (civil, laboral, contencioso administrativo, comercial, penal, etc.)
basada fundamentalmente en su complejidad o cualquier otro elemento que la
haga singular. Esta competencia es absoluta. (Art. 9 del CPC).

b. Cuantía: en este caso el Quantum de la pretensión es el que determina quién será


el Juez competente para conocer el proceso, siempre que la pretensión sea
posible de cuantificar. Esta competencia es absoluta. (Art. 10 del CPC).

c. Territorio: En este caso la competencia se determina en función al espacio


geográfico. Asigna competencia a los jueces, para que resuelvan conflictos que se
producen en determinado territorio. Actualmente en el país existen 28 distritos
judiciales. Esta competencia es prorrogable. (Art. 25° y 26° del CPC).

d. Por función o grado: En este caso, la norma lo que hace es definir el órgano
jurisdiccional que conocerá en primer grado, determinados procesos. Esta
competencia es improrrogable. (Art. 28° CPC). Ejemplo: el Artículo 511°
actualmente asigna competencia para conocer los procesos por responsabilidad
civil de los jueces, en primera instancia, a los jueces Civiles o el Juez Mixto. Antes
de la dación de este proceso, conocían en primera instancia, los magistrados de la
Sala Civil del distrito judicial al que pertenecía el magistrado demandado.

e. Competencia por turno: (art. 35).

Se distribuye la competencia entre dos más órganos jurisdiccionales en razón de


un periodo de tiempo (día, semana, mes) dentro del cual sólo uno de ellos tendrá
competencia para conocer las demandas que se presenten. Esta competencia es
absoluta.

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