Desarrollo del Pensamiento Analítico y Creativo

Juliana Montaña Amado

Cód. 20191265004

Los Colores de la Montaña, Crónica

La pradera es el municipio que habitaba Manuel, en una casa humilde junto a sus padres
rodeados por gallinas, vacas, caballos, y grandes pastizales.
El niño, equipado con la vestimenta necesaria para andar entre el monte, tomó su viejo
balón desgastado en brazos y emprendió la caminata hasta la casa de su amigo Julián, dado
que las grandes distancias entre casas son comunes en las zonas rurales. Una vez allí,
preguntó con su acento caucense por su amigo Julián, quien despreocupado por sus
deberes, salió para jugar con él y sus demás amigos en la única cancha cercana, la cual,
hecha de palos, reflejaba la creatividad de los pequeños, estimulada por la necesidad de un
sitio para jugar.
Durante el partido en la improvisada cancha, Manuel aprovechó su agilidad y reflejos
para posicionarse como el arquero del equipo. Dentro del grupo de niños morenos cubiertos
de barro, con camisetas deportivas de equipos extranjeros y botas campaneras, útiles para
moverse en el lodoso terreno, destacaba el físico de “Poca luz” apodado así por su círculo
social debido a su blanca piel y cabello claro. Poca luz no destacaba por sus habilidades
deportivas, mientras tomaba un descanso, integrantes del equipo rival aprovecharon para
descargar en él, hirientes comentarios, dejando así al descubierto su carencia de respeto por
los demás. Disgustados, Julián y Samuel consolaron a su pequeño amigo, para evitar que
siguiera llorando.
Horas más tarde, en el pueblo, llegó una mujer en un Jeep rojo, puesto que este es el
transporte más común de estas zonas, además del burro o del caballo. La mujer, que llevaba
una gran maleta, descendió del vehículo para seguir su trayecto a pie. Manuel la siguió
sigilosamente por la empinada colina hasta que ambos llegaron a la escuela, donde
descubrió que era la nueva profesora. Allí, otra mujer con delantal barría las baldosas de la
pequeña escuela echa de ladrillo, pintada de color azul y rosado, aunque era notorio los
colores habían perdido su tonalidad mucho tiempo atrás, en las paredes se podían leer los
mensajes de apoyo a la revolución.
Una vez en casa, mientras ordeñaban una vaca, Manuel le contó a su papá, Ernesto sobre
la llegada de la nueva profesora, éste no se mostró tan contento ante la idea de perder ayuda
en las labores del hogar. Para algunos campesinos, la idea de estudiar no es más importante
que aprender los oficios del agro para sobrevivir, puesto que su profesión no requiere de
tales enseñanzas, para ellos es suficiente con aprender a leer, escribir y contar, para otros, el
estudio representa la única manera de salir adelante, es una oportunidad de progreso,
lastimosamente, a pesar de ser un derecho, la educación es de difícil acceso para ellos. Al
lugar llegaron unos hombres que buscaban a Ernesto, él señor reconoció que aquellos con
poncho y sombrero pertenecían al movimiento revolucionario, ante esta situación, decidió
esconderse junto con Manuel tras la verja, su papá sabía que si llegaba a reunirse con ellos
iba a ser enlistado en la guerrilla.
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Al día siguiente, comenzaron las clases, la profesora se presentó ante sus alumnos con el
nombre de Carmen. Los niños, emocionados tras la larga espera de un maestro, estaban
organizados por filas, cada una de aproximadamente seis pequeños conformaban un nivel
educativo. Desde primero hasta quinto, los niños fueron entrando en el aula. A pesar de que
lo normal serían trece alumnos por profesor, con el propósito de mejorar la calidad
educativa, para aquellos niños era suficiente con volver a estudiar, en una escuela de este
tipo no aplican los estándares de las demás, donde la mayoría cuenta con los recursos
necesarios o son amparados por el gobierno.
Después de llamar a lista, Manuel le pidió a Julián un color amarillo, como no tenía,
una gentil niña del puesto contiguo se lo ofreció. La profesora entonces vio que Manuel
estaba haciendo el trabajo de artes en lugar de los ejercicios matemáticos que había puesto,
por lo que le llamó la atención. Manuel se no se sintió cómoda, pues tenía más afinidad con
el dibujo que con la matemática, pero como se enseña desde casa, los mayores se respetan y
obedecen, por lo que obedeció las órdenes de la profesora. Cuando finalizan las clases, los
niños emprenden el largo viaje hasta su lugar de entretenimiento, al llegar se toparon con
algunos integrantes de la guerrilla, nada anormal para ellos, teniendo en cuenta que las
bases guerrilleras se ubican en las áreas montañosas y cerca de los pueblos, por una parte
con el fin de camuflarse y por otro para aprovechar los recursos de los habitantes.
El día del cumpleaños de Manuel fue con su padre al pueblo, después como buenos
feligreses entraron a la iglesia. Las iglesias católicas se encuentran en cualquier pueblo de
Colombia, dan cuenta de los valores religiosos del país desde que estos dogmas fueron
impuestos por los españoles siglos atrás. Durante la misa, entró en el lugar un integrante de
la guerrilla, Ernesto se exaltó ante la presencia de este señor y salió del recinto junto a su
hijo. En la noche, sus padres sorprenden a Manuel con un pastel de cumpleaños, unos
guantes y un balón de futbol nuevos. Este tipo de ritos familiares, fortalecen los lazos
afectivos entre la familia, los obsequios incentivan al niño, el hecho de que su familia lo
apoye le da esperanzas, por una etapa de su vida piensa en ser un gran profesional, por
tanto se esfuerza en logarlo.
A pesar de que sus padres han tratado de ocultar el hecho de que la guerrilla es un
peligro la integridad de su familia, Samuel y sus amigos saben más acerca de esto de lo que
aparentan. Su curiosidad y experiencia con estos grupos armados, condujo a algunos crear
un sentimiento de temor, mientras que otros desarrollaron una admiración. Sus
deliberaciones se vieron afectadas por su entorno y la manera de procesar la información
que los rodeaba.
Los daños colaterales del conflicto armado comienzan a ser cada vez más evidentes, las
personas del municipio comenzaron a abandonar sus casas para buscar refugio de la
violencia en otros lugares. El asesinato de los tres hermanos Gonzales fue uno de los
factores detonantes. Dentro de los afectados estuvo Cecilia Zapata, compañera de Manuel,
su familia se vio obligada a dejar el pueblo, así que no puedo continuar en la escuela.
También las minas antipersonas comenzaron a cobrar vidas, el cerdo de un campesino
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escapó y descendió por la colina donde estaba ubicada la cancha. No corrió más e tres
metros cuando se escuchó el fuerte estruendo de la mina y el grito del animal que fue
despedazado. El equipo de futbol siguió con su partida hasta que el nuevo balón de Manuel
descendió por el mismo lugar del difunto animal. Por fortuna, la traumática experiencia con
el cerdo permitió identificar el campo minado, de lo contario, los principales afectados
habrían sido los curiosos estudiantes. Dada la situación, el lugar de entretenimiento quedó
clausurado para evitar otro accidente.
La mamá de Manuel, en un intento por escapar de lugar, empacó lo necesario, sacó a sus
dos hijos de la casa y se dispuso a tomar el colectivo. Al darse cuenta, Manuel obedeciendo
a sus impulsos, escapó a la casa de Julián, él no quería dejar de un momento otro a sus
amigos, su hogar o la escuela, es decir, su estabilidad. Cuando llegó a la casa de su amigo,
éste estaba siendo reprendido por su padre alcoholizado, las palizas eran parte de la realidad
de Julián. Los niños fueron juntos al rio, allí Julián le contó a Manuel que al igual que su
hermano, quisiera formar parte de la guerrilla. También le enseñó las balas de distintas
armas que su hermano le había enviado, Julián demostró su amplio conocimiento acerca de
estas, sabía el daño que cada una provocaba.
Cómo el balón de Manuel aún no había sido rescatado del campo de minas, utilizaron un
palo de gran longitud para recuperarlo, de camino al lugar donde estaba el balón se
encontraron con Poca luz. Samuel y Julián se aprovecharon de su ingenuidad para hacerlo
sacar el balón, apelaron al chantaje para convencerlo. Fallaron en su peligrosa misión
pasados unos minutos.
Después de pasar todo el día fuera, Manuel volvió a su casa, al llegar, encontró que su
papá estaba más enfadado con su mamá que con él, puesto que el intento de fuga no había
sido consentido por Ernesto. El problema de Ernesto era la negación ante la idea de dejar
atrás l que había construido durante tanto tiempo, pero permanecer allí era una idea egoísta,
ya que ponía a su familia en peligro. Esta familia era arraigada al machismo, típico del
campo, donde el orden natural de las cosas es que el hombre sea el jefe de la familia, un
jefe al cual se le ha otorgado el poder de reprender a sus hijos e incluso a su mujer.
El conflicto volvió a perturbar la comunidad, esta vez perjudicó las clases, las cuales
fueron suspendidas por tres días. De igual forma alcanzó a Ernesto, que se vio obligado a
asistir a las reuniones realizadas por la guerrilla. En vista de que no había clase, el grupo de
amigos retomó su plan, esta vez desarrollaron una estrategia distinta, pues su sentido
común les condujo a ello. Samuel y Julián colocaron una cuerda en la rama de un árbol, de
la esta colgaron a Poca luz, al momento del descenso Poca luz perdió sus lentes. De modo
que su plan de rescate fracasó de nuevo.
Cuando Carmen regresa a las escuela después de su fallido intento por conseguir apoyo
económico de la alcaldía para mejorar las condiciones de las cuelas. En este punto, no solo
la violencia provoca el analfabetismo, el desinterés del estado tampoco contribuye en la
mejora de la educación. Carmen trajo consigo unos colores para Manuel. Estos gestos de
los maestros son un claro reflejo de su interés por el bienestar de sus estudiantes, aquellos
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maestros que están motivados por enseñar, sin importar bajo qué condiciones, asimismo
promueven el deseo de aprender. Manuel tomó sus colores con gran entusiasmo, después se
puso en la tarea de dibujar el paisaje que estaba ante él, dejando fluir su lado artístico.
Durante la noche, los helicópteros del ejército azotaron con gran fuerza el cielo sobre la
cabeza de Manuel y su familia. El ruido era ten estrepitoso que el cuerpo de Manuel se
estremeció, el miedo le hizo orinar su pantalón.
La mañana siguiente, la profesora reunió el grupo para cubrir los mensajes de violencia
escritos en los muros de la escuela a pesar de que se estaba exponiendo a un gran peligro,
los pinceles y la pintura envuelven superficialmente las marcas del terrorismo. Una vez
terminado el proyecto, volvieron a la clase habitual, la cual se vio interrumpida por el papá
de Julián, quien intentaba escapar antes de ser capturado por el ejército, pero no lo
consiguió.
La guerra estaba cada vez peor, los civiles se encontraban en medio del conflicto y no
había nadie que los socorriera. El número de alumnos tachados con esfero rojo en la lista
iba en aumento. Desafortunadamente algunos no corrieron con tanta suerte como los que
lograron escapar y murieron en el intento. La situación llegó a tal punto que ni siquiera la
maestra con la mayor vocación y empeño por su profesión pudo mantener su firmeza,
Carmen se vio obligada a dejar el pueblo. Al igual que ella, lo hicieron Poca luz y su
familia.
Ernesto es capturado posteriormente fusilado. Manuel a pesar de desconocer el paradero
de su padre, muestra resentimiento, cuando va a recoger la leche de la vaca refleja su enojo,
un enojo que le fue transmitido por su entorno, puesto que las personas se educan a través
de lo que los rodea.
Al final, Manuel, su madre y su hermano no tuvieron más opción que dejar atrás su vida,
de no ser así, habrían muerto o estarían vinculados en las filas de la guerrilla. Es imposible
llevar acabo un desarrollo humano integro bajo la influencia de la guerra y consigo la
violencia, es aún peor no recibir apoyo por parte del órgano del país destinado a la
protección de todos los civiles. Un niño bajo estas condiciones no crece como debería, el
miedo, el rencor y el enojo limitan su desarrollo, por lo tanto, sus capacidades nunca llegan
a desenvolverse como deberían.

Bibliografía
Carlos César Arbeláez. (director). (2010). Los Colores de La montaña [Cinta
cinematográfica]. COL.
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