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SALA PENAL PERMAMENTE: RECURSO DE NULIDAD 236-2010-LIMA (19-08-2010)

“Séptimo: Que, la conclusión a la que arribó el médico Walter Chevarría Garayar carece de
sustento fáctico, pues al ser interrogado en Juicio Oral no fue firme y coherente en cuanto a su
diagnóstico y por el contrario se mostró oscilante al sostenerlo; que, en consecuencia, no se
advierte en la pericia de parte una concatenación lógica y fuerza convincente de los argumentos
expuestos en ella y tampoco idoneidad del perito que la emitió porque no posee un titulo
legalmente reconocido por algún organismo oficial o profesional en el campo analizado que
acredite entendimiento en la materia; que, no puede ignorarse que el perito o médico también
está sujeto a las mismas pruebas de credibilidad que los testigos, pues el prejuicio es un factor
importante, y en el caso concreto el medico era amigo y vecino del acusado, lo que afecta su
validez o confiabilidad.”

ACUERDO N° 6-2018-SPS-CSJLL (26/01/2018)

ACUERDO DE JUECES TITULARES DE LAS SALAS PENALES SUPERIORES DE LA CORTE SUPERIOR DE


JUSTICIA DE LA LIBERTAD

3. Fundamentación: La R.A. N° 343-2013-CE-PJ de 27/12/2013 expedida por el Consejo Ejecutivo


del Poder Judicial, dispuso el uso obligatorio del Sistema Integrado Judicial (SIJ) por los Jueces de
Paz Letrados, Jueces Especializados, Mixtos y Superiores de la República, que permite la proyección
de las resoluciones judiciales y posterior descargo, con la finalidad de garantizar y asegurar la
transparencia del buen funcionamiento del sistema judicial. La invocación de los antecedentes
judiciales y penales del imputado, generados en el distrito judicial de La Libertad, para contrastar la
información proporcionada por las partes y los testigos en juicio, constituye un hecho
de notoriedad judicial, como una modalidad de hecho notorio, el cual no es objeto de prueba
(artículo 156.2° CPP), además es de recordar que las sentencias penales deben ser leídas en
audiencia pública (artículo 396° CPP). Es importante precisar que, cuando el hecho es conocido por
los titulares del órgano jurisdiccional a causa de su actividad profesional metaprocesal, el hecho
debe reputarse de conocimiento privado del juez y debe ser objeto de prueba. Por el contrario,
cuando el hecho de que se trata es conocido por los titulares del órgano jurisdiccional en virtud de
su propia función, pero no por haber sido testigo de él, sino por pertenecer a la esfera de su propia
cultura como funcionario de la administración de justicia, debe ser reputado como notorio y debe
regir para él la máxima de que los hechos notorios no requieren prueba. Finalmente, el
conocimiento de los antecedentes judiciales y penales sirve para la calificación de la reincidencia
(artículo 46-B CP) o habitualidad (artículo 46-C CP), mientras que la ficha de RENIEC sirve para la
plena identificación del imputado.

Artículo 156 Objeto de prueba.-

“(…) 2. No son objeto de prueba las máximas de la experiencia, las Leyes naturales, la norma
jurídica interna vigente, aquello que es objeto de cosa juzgada, lo imposible y lo notorio.”
∞ Notorios son, además, los llamados hechos notorios judiciales. Se trata de todo aquellos que el
juez llegó a saber de modo confiable, en relación con su actividad oficial. Ante todo son notorios
judicialmente los acontecimientos que han constituido el fundamento de la decisión, de forma
siempre invariable, en un gran número de procedimientos penales. Son suficientes las
constataciones hechas en las sentencias de otros jueces. Se requiere, como se anotó, que lo
notorio sea evidente, pero podría aceptarse la prueba en contrario, presentando circunstancias
nuevas y no conocidas hasta el momento –no basta la sola negación de lo notorio– [ROXIN].

∞ Debe diferenciarse, sin embargo, la notoriedad de la ciencia privada del juez y de las máximas
de experiencia. La ciencia privada del juez hace referencia a hechos conocidos privadamente por el
juez fuera del proceso. El juzgador los conoce de manera particular, por lo que su introducción en
la sentencia, indebida por cierto, hace incurrir en incongruencia y vulnera la garantía de
imparcialidad. Los hechos notorios, empero, son conocidos y tenidos como ciertos por una
colectividad de individuos, dentro y fuera del proceso.

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