Sunteți pe pagina 1din 1

Aldair Adrián Gómez Campos LA FORTUNA MORAL Thomas Nagel

La ética Kantiana nos permite únicamente usar la razón pura para obrar
de una manera en la que nos encontremos condicionados, ( yo le llamaría así) ante el saber y
conocimiento de que nuestra máxima va a ser tomada como ley universal, y si hacemos algo malo,
desencadenara una reacción universal en las voluntades de las demás personas, aunque la máxima
no sea la mejor.
Nos deja evaluar juicios morales solo antes de que una acción sea realizada, nos
dice que tenemos que ser auto reflexivos para poder darnos cuenta de lo que realizamos. Pero el
mismo nos dice, y nos hace ver que los humanos, actuamos bajo nuestra propia voluntad y, a veces
sin hacer caso a las leyes, solo actuamos por y para nuestros beneficios, pero no tendríamos que
actuar de esta manera, tendríamos de hecho que dejar a un lado nuestros intereses y fines, y actuar
bajo imperativos, dejando de lado las conclusiones de nuestros actos.

Nagel me parece critica la parte en que Kant deja fuera de nuestra voluntad toda
inclinación y agentes externos, Kant no nos permite actuar bajo estos influjos, de hecho nos dice
que no los pensemos, que no consideremos las consecuencias o los fines, y por este razonamiento,
encontramos dificultades. Nagel afirma que cosas externas a nosotros nos determinan, y podemos
negar eso que esta pasando, pero estamos realizando un hecho, y podemos ser culpables en cierta
medida, pero responsables del suceso.
Se dan situaciones, y Nagel afirma que la mayoría de las acciones que
realizamos actuamos por una serie de aspectos que son ajenos a nuestra voluntad y nuestras
propias decisiones, agentes externos, que son sucesos, e incluso nos llama, a los humanos, las cosas
que actuamos en esos sucesos.
Con este escrito de Nagel me viene una intriga, cómo es qué bajo la ética de
Kant, podríamos valorar las máximas que pasan por su cabeza, y ni si quiera se sí se les puedan
llamar así. Cómo podríamos saber lo que una persona pensó, al momento de un acontecimiento, si
para juzgarlo tendríamos que conocer solo el razonamiento puro que tuvo, pero al momento de
querer saberlo, solo es posible preguntándole, y si este miente, por su misa voluntad, esta actuando
solo para él, no le importara mucho que Kant diga que tenemos que obrar para convertirlas en
máximas universales, si repito, el mismo nos dice que los hombres actuamos, cada quién bajo su
propia voluntad.
Aunque me parece que Nagel abarca mas un contexto jurídico, y Kant pretendía
un cambio de mentalidad, -al menos es mi parecer-. Pero en situaciones nos encontramos
determinados por cosas ajenas a nosotros (tal es el caso de obrar bien por miedo a la cárcel o a un
castigo). Hay veces en donde nos mandan, nos manipulan a costa de nuestros seres queridos, nos
amenazan, y esto se convierte en tu vida ó, la perdida de un ser querido u otra x razón que no
quisiéramos que sucediera, hay ocasiones en que no es nuestra voluntad causar un daño, pero a
nosotros ya nos están haciendo daño, con amenazas, tomando un ejemplo en el que son
secuestrados los integrantes de una familia y al padre le piden realizar ciertos actos, que el no
quiere, no es su voluntad hacerlo, pero si no lo hace sabe que esto traerá consecuencias graves,
porque las consecuencias según Nagel, si nos interesan.

S-ar putea să vă placă și