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y , / v'" if
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A#w4< Y
,
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TEz-A-T-A-IDO
ü
1 t LES NOTABMi.
p. GO^ES TElXElRñ
PBOPESOR EN LA ACADEMIA POLITÉCNICA DE OPORTO,
ANTIGUO PROFESOR
EN LA UNIVERSIDAD DE COIMBRA, ETC.
MADRID
IMPRENTA DE LA "GACETA DE MADRID,,
Calle de Pontejos , núm. 8.
1905.
Obra publicada en el tomo XXII de las Memorias de la Real Aca-
demia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid.
MATH. BKPV.
228882
INTRODUCCIÓN
en el XIII.
Debemos advertir que algunas veces nos alejamos del punto de vis-
ni las parábolas cúbicas han sido colocadas junto á las otras cúbi-
cas ,
por no ser conveniente separar el estudio de estas curvas del
sible, se citan, al menos, los trabajos más antiguos sobre las mis-
Por esta razón hemos empleado siempre los métodos más generales
y conocidos.
Añadiremos también ,
por creerlo un deber, la expresión de nues-
ocasiones por modo elocuente, diciendo á sus amigos que «no que-
(1) La enfermedad del Sr. Merino fué la causa de que la impresión de esta
Memoria, que comenzó en el año 1900 y marchó con regularidad durante los
dos primeros años se demorase después y aun se suspendiera en varias oca-
,
,
siones.
CAPITULO PRIMERO
CÚBICAS NOTABLES
LA CISOIDE •
T'
O X
2a —x
por los geómetras de la antigua Grecia para resolver este problema, existe
d p d.OM d. ON
d 8 dd d 9
Ví = y -f——(2a — a>)',
dx
eos 6
y = 3ffltang9: x
GK = a tang 6.
y% = a tang 8.
!h = 2 a tang 0.
de Grenoble, 1885.)
R ==
asen0(l
—+ 3cos — =
i
2 f>) - X a
.„
cot l
a
H
3 eos ''6 24 a 2
dx
'-Jf-Vii
-..[- -f- 3 ,a) \ x (2a — ¡
otra:
2A = 3a 2 -.
Luego el valor del área limitada por la cisoide y por su asíntota es igual
Fermat: l. c).
resulta que
2 \'3 a senil
2
ds dH;
2.8
v<
y, por consiguiente,
Vi + 3 eos 2 6
t V + 3 cos1 2
°o
eos 8n
- V3 log
2 9
-\- eos
^+Vl (
representando por í)
y por B
1
los valores de 8 en las extremidades del arco
que se quiere rectificar.
V=2n*a s
\
igual al volumen del toro, engendrado por el círculo en que se basa la cons-
veamos cómo, por medio de esta curva, resolvían los antiguos el problema
de la duplicación del cubo: esto es, el problema que tiene por objeto, dado
un segmento a de una recta, determinar otro segmento a, enlazado con el
a3 = 2a 3
.
correspondiente (fig. 1); trácese después una recta AP que corte la para-
FK = 2a +p y KE=2a — p;
y, por lo tanto,
OK KK = FK.KE=ia
.
2 —P 2
.
PK.DC. O A
OP.DK.AC
6 ,
por ser AO = 4 a, DC= a, y, por definición de la curva, PK — KN,
2a KN ~
(OK— KN){$ — a)
O, más sencillamente:
OK.KN=4 a ¡
2 — [i
2
y OK 2 = í-a + 2
¡3
2
,
, :
P
E
:4fí 3
soide recta.
OM = eos a
OA = 2a
_ ,
2 a
2 a eos
eos (9 — a)
2
sen 9
—8—
O, en coordenadas cartesianas, tomando por eje de las abscisas la recta O A,
y de las ordenadas la perpendicular á esta recta, levantada por el punto O:
(x 2 -\-
y
2
)
(xcos a.
-f- y sena) = 2ay 2
.
ta, conviene adoptar como nuevo eje de las abscisas la recta OX, que for-
ma con OA un ángulo igual á a. Y así tendremos:
y, en consecuencia,
A" (A' 2 -f Y 2
) = 2«, (A sen a + Feos y.)
2
;
ordenadas y una paralela á este eje, tirada por el punto (2«,,0). Las rectas,
paralelas al eje de las ordenadas, que pasan por los puntos del eje de las
abscisas, comprendidos entre el origen de las coordenadas y este punto
a cosa eos 2a
lí¡ ti = .
La curva toca á la recta DC\, que limita la zona en que está compren-
dida, en el punto C,, cuya ordenada es igual á 2a cot a.
X,
X— 2a eos 2
a
y que tiene la misma asíntota que la curva considerada, corta por mitad á
_ íl — d - 0M — d - 0N
'
"
¿6 M dd '
2at
é y=- 2
(sena 2 (sen¿ ¿cosa)(l '
-\- t cosa) (1 -j- t )
-)- -(- t )
u x, -f- v y = 1
— 10 —
corta á la curva en tres puntos, en los cuales t adquiere los valores deter-
minados por la ecuación
(A) t
3 eos a -j- t 2 sen a — (2au — eos a) t -j- sen a — 2av = 0:
valores, t
í
,t 2 y t
3 , relacionados por esta condición
(2) íj + + = - tang
t
a í
3
a.
(3) t\ + t'.
¿ + t'
a + t\ = - 2 tang a.
Las relaciones (2) y (3) fueron halladas por Balitrand (Nouvelles An-
uales des Mathématiques , 1S93, p. 448), quien dedujo de ellas algunas
t
= tang a.
9a , 27a
é y
cosa (9 -)- tang 2 a) sena (9 -4- tang 2 a)
t = tang a.
í
— 11
8« . 16a
e y
cosa (4 -f- tang 2 a) sena 2
(4 -)- tang a)
2 ¿i + = — tanga,¿3
3 f2 + t\ = — 2 tang a,
conocido.
2t 3 y 1 eos a -\-
(y 1 sena — 3x ±
eos a) t
2
La condición para que estos tres puntos de contacto estén sobre una
misma recta exige que esta ecuación coincida con la (A), ó que
— = 2x. sen a
— — sen a 4-
ii t x. eos a — 2a
2y z=y 1 cota.
'
3 .Tj 1 x =
{
2au — cosa 2av — sena
ó que y l
=—3x i
cot a.
Luego los puntos po?' los cuales se pueden tirar tangentes á la cisoide,
o eos - a — sen -
°L \ _l 4 r i cosct
-
+ a y= 1 •
6 a eos a Qax í
cot a
y, según esto, corta al eje de las abscisas en un punto que no varía con
(Xj, y A. (Balitrand: l. c.)
.« =n '¿a
'„, eos -a é ¿/
= a eos a eos 2
.
sen a
—
y=—
x(x a) 2
•
Ax 2 + Bxy-\- Cy 2 + Dx + Ey = 0, y úxA-vy = \
[A eos - 9
+ i? sen eos 9 -f Csen 2
9) p, + D eos 9 4> Esen = 0,
(u eos 9 -j- v sen 9) p 2 = 1.
y
— 13 —
Y si de estas ecuaciones, combinadas con la expresión fundamental,
p = — p2 p 1>
eliminamos ahora los valores p t y p2 , obtendremos la ecuación
en coordenadas cartesianas:
que, en los dos primeros casos, las tangentes á la cisoide en el origen pasan
por las intersecciones de la recta con la curva.
Las cisoides son , en todos casos cúbicas unicur sales. Y, por referencia
,
á ellas, demostró Zakradnik que es condición suficiente, para que una cú-
bica unicursal sea una cisoide, que posea tres asíntotas reales distintas, ó
sólo una asíntota real á distancia finita. (Archiv der Mathematik und Phy-
sik, t. lvi, p. 8.)
II
LA CONCOIDE DE SLUSE
a (p eos G — a) = k 2
eos 2
9,
y en coordenadas cartesianas
Sluse obtuvo del modo siguiente la curva de que tratamos, cuyo nombre
procede de xdvXq, en latín y castellano concha.
Sea O un punto dado, y AB una recta dada también. Por el punto O tra-
cemos la recta variable OC ,
que corte á la AB en el punto G; y sobre
esta recta, prolongada, tomemos, íí partir de C, un segmento CD tal que sea
coide considerada.
OB
CD=OD-OC=OD—
eos COB
I, k 2 eos COB
y CD=
OC OB
Ó, suponiendo que OB = a, y
tomando el punto O como polo
y la recta Ox ,
perpendicular á
2
/i' cos8
CD= ? y CD=
eos')
x =a+— é y = at-\-
a (1 + P) a (1 + P)
Los valores de t, correspondientes á los puntos de inflexión, resultan
pues, determinados por la ecuación siguiente:
dx d 2 y dy d 2 x _ 2/c 2 k 2 ~\-a 2 — 3a 2
P
—
dt dP dt dP ~ a2 (1 + Pf '
p^ W + a* .
Ba 2 '
x = éa(a* + k*)— é
.
y =± , é(a 2 + k —=r 2
)
2
+
'
4a3 7c
2
i{a 2 + W)\/3
Sluse atribuye á Hüygens la primera determinación de estos puntos
(Oeuvres de Huygens, t. iv, 1891, p. 292).
a (x — a) (x 2 -\-y 2 ) =— Te
2
x2 .
— 16 —
De las fórmulas obtenidas anteriormente para la concoide primeramente
considerada, dedúcense las aplicables á la segunda, mudando Je
2
en — 7c
2
.
Siendo además cosa sencilla averiguar que la forma de esta nueva curva
es la indicada en la (fig.
a
4. ), cuando a 2 > k2 ; y en la (fig. 5.
a
), cuando
a2 < le
2
. En ambos casos OB = a; debiendo advertirse que en el se-
soide.
III
LA ESTROFOIDE
Tracemos después la recta de posición variable OD, que pasa por el pun-
oblicua, si a 90°.
<
* De uTpoxiov ó strophium: corona ó g-uirnalda de flores ; ó a-po'iU : espira ó
revuelta.
— 17
OD = 2a eos 9, y Oi? =
sen (a — 0)
l
- 18 —
De las cuales se desprenden los valores de sen 6 y eos G, que, sustituí-
dos en la ecuación polar de la estrofoide, producen la siguiente ecuación
cartesiana de la misma curva:
(1) (x 2 -A- y
2
) x =a [(x 2 —y 2
) sen a -f- 2 xy cosa].
en los cuales se trata de ella, son las Lectiones geometricce de Barrow (1669,
p. 69;, según recientemente advirtió Aubry, y dos memorias de CasaliJ
cada en Gand por los años 1819, en la cual atribuyó á la curva el nombre
de focal con nodo: por cuyo motivo todavía suele designarse con el de
2
x2 (a — x)
x -\- a
simétricamente dispues-
tos con respecto al eje
mencionado; y la recta
polares,
eos 20
cosb
B=
«(1 + seu 2 T 2
6)
Y por medio de esta fórmula vese que la curva no tiene puntos de infle-
y = — (x — a) tang w.
Y, eliminando la y entre ambas ecuaciones, resulta la siguiente:
x =±—. a tang w
= ± a sen w.
,
yl -f- tang 2 w
sas equidistan de O, y, por lo tanto, que los puntos M y N, en que las se-
FO = atangu y FM = atangeu,
resulta probado que FO= FM=FN; ó que el punto F, no solamente
equidista de los M y N, sino asimismo del O. De manera que
CM = CF— MF = —COS ü)
a tang
a w y
J
CMxCN=a\
.Por lo tanto, el producto de las distancias del punto C á dos puntos
de la curva, colocados sobre una recta que pase por C, es constante, cual-
27. El área limitada por la estrofoide, por el eje de las abscisas y por
una paralela al eje de las ordenadas, tirada por el punto (x, y), tiene por
expresión
tftf a -\- x
Poniendo x
|arctangA
= a,
¡1 — x
y multiplicando por
(2a — x)\a-
2a s
A, =2 a 2
a2 .
A^2á*\ — a\
dedúcese que
ds =\/r° +
m 2
,/<j,
ds = ^
COS 2 9
— Vi -j- sen 2 2e ¿Q = .
^V+ -} 1
1
eos 29
cos 2 29
d9:
ó, si 29 = w,
2
_V'-|— VH sen ¿ w
dto
(1 -\- senw
V^
Poniendo ahora sentó == t, é integrando, resulta esta otra ecuación:
a\¡2 r
f r tdt _ r
C dt _ r
C dt
2 U k/fJT)
\¡F(t) J \/f¥)
\¡F(t) J (t-\-l)\¡F(t)
en la cual
F(t)=(l-t2).(l-—t*
— 23 —
Pero empleando una fórmula ya demostrada en ,
la teoría de las integra-
simple diferenciación:
n
2\¡F(t) jL=j Cc dt
df
_Cc dt i
|
C
r t2dt
f
+ 1
l J (t + D^FÜT J
J\/F(t)
\J F(t)
l)\/F(t)' '
J \¡F{t)
r tdt V2 r dz
J \J¥¡t)
2 J V(l-*)(2-*)
p tdt r dt
J }/~F\Í) J (t + l)V^F(í
hallaremos que
5= — log(2sen w— + 2
3 2 \/2 coswAto)
a\2
+ y 2 coswAü)
senw
Aü>
-j-
psentada)
í*
¡
— 24 —
Y, con auxilio de la conocida fórmula
Aw U Acó j |
s = — log (2 sen — 3 + 2 y 2 2 co
coswAcol
f -cho C
aV
y 2 eos
—A i/~ f
.
co co \
H a \2( Acotfcu ,
senco -f- 1 \t / Acó J I
a a
dependiente de integrales de la 1. y 2. especie de Legendre.
vamente i y; lo que da
y=- axcosa ± x Va
2 —x ¿
x -\- asena
rh acosa
y
± 1 -f- sena
sena
— tang — a. o
1
é y
"'i
,
sena
= cot —o 1
a.
'
x -j- a sena
y que posee la misma asíntota que la curva considerada y pasa por los pun-
MCO y CED son iguales, por ser CD = CO, OM=ED, y EDC = COM.
Luego
Y, por lo tanto,
(x
2
+ y'2 ) \x eos ±- + y sen -^ = 2axy.
(f^lMcos— + ¿sen —
L 2 2 |
2at*
y ~ V
(t
2 -\-
1) eos
a.
1- ¿sen —a 1
ux -\- vy = 1,
.
— 27 —
corta á la curva en tres puntos, que corresponden á los tres valores de t,
^ +K Híí+H - -
Hí+ ^o.
Luego, representando por t v t.
2 y t
3
estos tres valores de t, resulta que
t.
1
te,
J _B U== — cot —ag
* 1 * 2 *3 * i
== C0 *'"J •
fórmulas (2) y (3) del número 14. Como, por ejemplo: que la estrofoide tie-
cas. Casali primero, y más tarde Qüktelet, dieron con aquella curva al
trico que todos estos focos determinan constituye una nueva curva, focal
de Qüetelet, cuya ecuación y forma consiguiente se trata ahora de en-
contrar.
Recuérdese para ello que, representando por <s el ángulo ASK, y por d
la distancia AS, la curva resultante de la intersección, con la superficie
cónica, del plano secante que pasa por Ay, tiene por ecuación
?y
2 cos 2 <7 = £csencp[dsen2<r — ¿csen(tf -f- 2o-)]*;
PR = * Sen ? + g")
RQ = (AC-x) "Mftcosa ?
AC=. sen(tf
d n
:
cosa
; ; y
'
+*l2a) ,
— 29 —
de cualquiera de los focos al centro de la misma, se hallan expresadas por
estas fórmulas:
rfsenSo- 4-
y c ==
c? seno- eos (<í>
——
2 sen (<p +2 c) sen (if-f 2u)
tema de coordenadas polares, que tiene por origen el punto A, por eje fijo
la recta AS, y-por ángulo variable el <e, la ecuación de la focal será ésta:
molesto; pero, en cambio, á esta conclusión puede llegarse con suma sen-
AO ~ seuAEO
~~
sen(-p + 2a) AO ~ seuAEO ~ sen(<s + 2cr)
r = AE+EO.
Propiedad como característica de la estrofoide (Núm. os 25 y 31),
de la cual inmediatamente se deduce que la focal es una curva de aquel
nombre, con un nudo en O; tangente en A á la generatriz del cono SA;
secante á esta misma generatriz en S; y que tiene por asíntota la /?£?.•
- 30
de los puntos N' y N", M' y M", L' y L" , etc., con sólo advertir que
Designando por 2 a la
sen(c-f 2<r)
Y cuando o = 0, ó cuan-
do el cono se transforma
en cilindro, la ecuación an-
terior se convierte en esta
otra, correspondiente á la
(1 qi cosa).
IV
LA TRISECTRIZ DE MACLAURIN
ción polar es
a i n
cosí
y la cartesiana
x (x 2 -(- í/"2
)
= a {y — 2
3a; 2 )
así llamada por ser una de las curvas que pueden emplearse para resolver
el famoso problema de la trisección del ángulo, y por haber sido conside-
rada por primera vez por Maclaurin en su Treatise of Flnxions (p. 198
p. 102.
+x
:Vt
vese fácilmente que la curva á que se refiere tiene la forma indicada en la
figura 10: simétrica relativamente al eje de las abscisas; con una asíntota,
dp dOM^ d0Mo
~dJ
— 33 -
De manera que la subnormal de la curva en el punto M {0K 2 ),
es igual
tratar de la cisoide.
JL
a(l + 8cos 2
9)
2
24 eos 4 9
ds = —^— Vi + 8 eos 2 9
¿9
eos -9
adü Sad<i
3
2
9Vl + 8cos 2 9 Vl + 8cos 29
fórmula
-f
'Jo A
J^— ^f _„ ó Jo
. /
-}-- 8
— — se
V 1
V'
La primera de estas integrales representa la longitud de un arco de hi-
pecie,
d\
p> dM
p
Jo C os 2 9 Vi— /c
2
sen 2 9 Jo Vi _ ¿a
Vi —
_i- f ^T^^dt + *ü^ tang9 ¿ 2 sen 2 9
l-¿ 2 Jo 1 A2
— 34 —
¿
y poniendo por h' su valor numérico —g , hallaremos que
. = s«r r **
r aA---^
L^o y I 1 "
Jo V 9
\ / 1 sen-e
V 9
«2
A— [tangí», -f 4 sen 2 8, — tang8 — 4 sen28 ].
En la cual fácil es ver que cada uno de los términos del segundo miembro
representa el área de un cierto triángulo rectángulo.
nos resultará
2a sen (w — a)
p
= a I
f-
A
4a cosa.
:
— 35 —
Y, eliminando p entre las dos últimas ecuaciones, resulta la igualdad
= 4 sen 3 a — 3 sena
— 4 eos 'a = tang 3 a
,
tang w .
3 cosa
la cual prueba que el ángulo FOV es igual á la tercera parte del án-
gulo FOV.
V
LAS CÚBICAS CIRCULARES
a + 2 62. »
— 36 —
la ecuación general de las cúbicas circulares podrá representarse como
sigue
(3) (x 2 +y 2
) x = Ax + A' + 2 Cx + 2 C'y +
2 2
in-
ecuación de que nos serviremos para estudiar las curvas á que se refiere.
43. Comencemos por demostrar que las cúbicas circulares son envol-
ventes de círculos, cuyos centros se hallan situados, según los casos, sobre
distintas parábolas.
ecuación (3).
Para resolver este problema adviértase, en primer lugar, que los puntos
de intersección con el círculo de la curva, en particular ahora considera-
da, son los mismos, también de intersección, del círculo con la cónica, á
Mas, para que el círculo resulte bitangente á la cúbica (3), deben reunir-
(
2 (as + $y + y) x — (Ax + A' + 2 Cx + 2 C'y + F) 2 2
(A) [
\
— h(x + y — 2 o.x — 2py — 2y) = 0,
2 2
que representa todas las cónicas que pasan por los puntos de intersección
del círculo (4) con la cónica (5).
: :
— 37 —
Pues para que las dos curvas, (4) y (5), sean bitangentes, necesítase y
basta que la ecuación (A) represente dos rectas en coincidencia una con
( KL = $; KM = y + ha—C; y LM=h$ — C.
eliminación de las mismas cantidades, valiéndose ahora para ello de las ci-
siguientes
í p2 _ _ 2 — A — (A' +
(
7. A) A),
f pW-C')=-(A' + h)(v-C+h*),
1 32
(7). a =--(.4 + A).
2 2W + h)
2A L A' +h J
C" 2 F h
2h{A' + h)2h 2
— 38 -
equivalente á esta otra:
su vez, sucesivamente sustituidos en las (7) y (8), determinarán los que de-
ben poseer las constantes a y y, que figuran en la ecuación del círculo (4),
culo (4), la ecuación (7) nos enseña también que los centros de los círculos
estos resultados:
el primero de los cuales expresa que, en este caso, los círculos bitangentes
de la serie tienen sus centros sobre el eje de las abscisas, reduciéndose la
círculos.
: :
— 39 —
44. Sustituyendo en la ecuación (4) la y por su valor, tomado de la
F
Py -—^7-- — +
2C"P C' a
+y — 2a* — 22py
.
( x2 2
11)
(11) A' h h + h{A'+h)
( — h [2a — (A +*)]= 0:
cida de la (4),
a;
2 _|_ yi —2 (otas + ¡ty + y),
y de la condicional, pág. 38, ¡3C" = 4' — C), por
(y eliminación de la y,
será ésta
(12) £c
2
+ í/
2 — 2aa>— 2(^=2(7 + 0-^-.
J.
|
x* +
T r2 A' + h ^—
+ _£üjl_ + 2hx +
h
(13) <
2
O'
h (A + h) = 0,
siempre que no sea nulo el radio de este último círculo: cosa de sencilla
'
— 40 —
comprobación, formando las derivadas y' é Y', de y é Y, sustituyéndolas
en la expresión condicional y' Y'-f- 1 = 0, y contando con las ecuacio-
Luego todos los círculos bitangentes á la cúbica circular (3), que tienen
culo fijo.
Koc + Ly + M=0
K, L y M por sus valores, dados por las ecuaciones segunda, cuarta y
$x - (A' + h) y + h$ — C = 0,
que representa la recta, definida por los dos puntos de contacto del círculo
bitangente con la cúbica, y correspondiente á valores determinados de
—h y — C
se cortan en un punto fijo, que tiene por coordenadas .
A'-\-h
47. Trasladando el origen de las coordenadas al centro del círculo (13),
Cr
x = x' — 2h é y = y' 2
,
A' +h
— 41 —
la ecuación (11) se transforma en la que sigue:
_ 4/^' _ 2ax' - — ™ -
+r^ U
'2 y'
y 7r 2£ty'
A' fe h
-i
fe
—
(.4',+ fe)
\-%a Jr fl (A + h) = 0.
ky i
x > - kx i
, y'= ,
rf + ij
t
2 x? + Vi 2
.
k =-—4 h ha + A (4 + h),
fe h U' + h)
infiérese que
4
— oh ^
y
2 _ 4/^ _ 2a £c
<?'
í/í 2Py t
1
A' + fe «
-4 ^ 1- ha + fe (i4 + = 0:fe)
hiA'-\-h)
misma conclusión.
ca, cuando ésta se transforma por radios recíprocos, tomando por centros
recíprocos.
48. Con el nombre de focos de una curva designó Plücker los pun-
tos por los cuales se pueden trazar dos tangentes á ella, cuyos coeficientes
tercero.
Para demostrar del modo menos complicado posible esta tan interesante
a
proposición, recordemos i Salmón, Higker Curves planes , ed. 3. , núme-
ro 67) que, en términos generales, la clase n, de una curva plana alge-
n = m un — — — 1) 2o 3v.
i
».) y=— y '=—,
(P)
T-
ax
= ^-V^ aíCj
:
— 43 —
según la cual —— tendrá tantos valores en el punto (x 1 , y¡) como ten-
dx j
tira la ^.
dx t
De análogo modo: si en la ecuación de las rectas
Y=iX+ A,
ponemos
ción Yl
= i -j- AX l , y que pasan por el punto (0, i). Y como, teniendo
en cuenta las relaciones (a), (¡3)_y (y), la ecuación de la tangente á la cur-
Y—
v y = —dy— (X — x),
dx
se transforma en la
Y -!/
1 í
= ^(X -x 1 1) >
dx x
de la tangente á la C en el (sc^
í/J, resulta, en conclusión, que las tan-
do coincide con un punto doble, etc., etc.; según también al final de este
libro nos reservamos demostrar. Luego el número de tangentes á C, de
coeficiente angular i, será también igual á n en el primer caso ; á n — 1 en
el segundo; á n — 2 en el tercero, etc.
— 44 —
Aplicando tras de esto la transformación (a) á la ecuación de las cúbicas
n — 2.
á 6, 4 6 3.
De los focos á que nos referimos serán reales los que resultan de la in-
tersección de cada tangente del primer grupo con su conjugada del segun-
y = ±i[x-j(A-A')],
y — ÍJ 1 =Í(X — X 1)
é y — y = — i(x — Xj
1
{X— X±f-\-(y — í/ 1 )
2 = 0,
que comprende á las dos, debe ser bitangente á la misma curva, y hallar-
por la ecuación (11), cuando cero no sea raíz de (10), ó por las (11) y (12),
cuando lo sea.
gundo), de la identidad
J y
A' +A h
x1 =« é yí = $;
y también
*i
2
+ 2/i
2
+ ,h +2hx 1
-\ h {A + h) = 0.
Comparando esta ecuación con la (13), concluyese que los focos están
tima ecuación. Luego los puntos de intersección de cada una de las pará-
bolas representadas por la (7), con el círculo correspondiente por la (13),
y 271).
— 46 —
50. Anteriormente vimos que, cuando h = — A' es raíz de ílO), una
de las parábolas (7) se reduce á dos rectas, ambas coincidentes con el eje
de las abscisas, sobre el cual pueden, en tal caso, existir focos que pasa-
mos á determinar.
y =± i (x —x x)
cuencia, en dos puntos coincidentes. Y como los valores de .<• en los puntos
ecuación
2x x
— A + A') — (X* + 2 A' x + C) x -f A' x* — F=
ce
2
t 0,
+ C 2JriF(A' — A) = 0.
La cual sirve para determinar el valor de sc-j y muestra que sobre el eje
de las abscisas existen en este caso, por regla general, cuatro focos.
(16) x (íc
2
+ f) = P 2
ce
2
-f Q2 xy -f R 2 y*.
nese la siguiente:
— 47 —
h'> +h 3
(P, + A.) + A 2
(P2 P2 — — Q2 2
)
4
De donde se infiere que, en este caso, dos, por lo menos, de las series
coinciden.
Adviértase además que los círculos que pasan por el punto doble de la
puntos comunes con la cúbica, reunidos en dos; y por eso el análisis del
los que, siendo no más que tangentes, pasan por el punto doble. Luego la
por la expresión
y o
— -Q a ±V<?a »-4Pa fl 2
2R 2
Luego las dos tangentes á la curva en este punto coincidirán una con otra,
Qi = 4P2 R2 .
En cuyo caso la ecuación que determina los valores de h tendrá tres raí-
focos propiamente dichos, sino también los puntos por los cuales se puede
,
— 48 —
trazar á la curva una tangente, cuyo coeficiente sea igual á -\- i ó — i, y
otra recta además que pase por él punto doble, y cuyo coeficiente angular
tan las coordenadas del punto doble, el punto (x lf yj, hallado por el mé-
todo referido, no será foco cuando, siendo diferente del (x, y'), resulte
que pasan por el 'punto doble, y tienen por coeficientes angulares -f- i
Y como por el punto doble no pueden trazarse rectas que sean tangen -
tes á la curva en un punto diferente de éste, porque tales rectas tendrían
más de tres puntos comunes con la curva, concluyese también que aquel
punto solamente merecerá el nombre de foco cuando las tangentes en este
punto tengan por coeficientes -\- i y — i.
{x 2 -f- 1/
2
) ¿c = a (x — y 2 2
),
A = a, A' =— a, C=0, C /
= y F=0.
h = 0, h =a y h =— a.
a= —a
2
-+- - —
2a
x
— 49 —
y los círculos, dados por las fórmulas (12) y (14),
(aJ-.a)'»+(y.^-P)!=a»+.p«, y X* + Y 2 = 0.
círculo X 2
-f- Y2 = 0, porque este círculo equivale á las dos rectas
y los círculos
»3 + — 2a£c —
2/
2
. 2¡3?/ + 2ao( = y A' 2 + T2 — 2«A' = 0.
xf -f- ia t
3 — 4a 2
o;,
2 = 0.
foide son
[-2«(l+,\/F),0].
(¿c
2 -\-
y
2
) x = 2ay 2
.
áa
y los círculos
O — a) 2
U/ y X +Y* = 0:
2
tan ahora focos, porque el círculo equivale á las dos rectas Y= ± iX,
que pasan por el origen.
xf — 8a£c = 0: 1
3
x* + y» + (-R
2
- -P 2)
x - Q y = 0;
2
— 51 —
y sean, además, KL una recta fija, definida por la ecuación x =—R %,
y OD otra recta, móvil, que pase por el punto O, origen de las coordena-
Y, eliminando pt y p2
entre estas ecuaciones, y contando con que te = p eos 9
dp _ dOD dOE
F(t) = P + Qj-\-B
2 2
t
2
.
ds*
= dx 2 + dy* = [F(t)]* - 2tF(t) F' (t) + + (1 ¿2) r jv
(¿)]2
<//- dt 2 (t
2
+ l)
2
caso de la cisoide.
EL FOLIUM DE DESCARTES
(1) x3 — 3axy + y = 3 0.
Curva de que, antes que ningún otro geómetra, habló Descartes al Padre
Mersenne, en sus cartas del 18 de Enero y 23 de Agosto de 1638 (Oen-
vres, ed. V. Gousin, 1824, t. vil, p. 11), en la primera de las cuales desa-
X Y
y 2 V2 y2 V2
que transforman la primitiva ecuación de la curva en esta otra:
Y*.
X 2 (3a — VÍ~X)
3 (a+ ^ 2 X)
De cuya consideración fácilmente se desprende que la curva tiene la for-
X=OD-
yr
como asíntota; y el vérti-
ce A, situado á la distan-
cia del origen O, igual á
Figura 12.
w
3a
Poniendo Y' = en la
ecuación
de la misma curva, y coinciden, por lo tanto, con los ejes de las coorde-
con antelación á los demás geómetras, por Juan Bernoulli (l. c), quien
_ 3a (2 eos 2 9 — 1)
V2 (3 cos9 — 2 eos 3
9)
t
,26cos9
cost'
26cos9
eos 9
3a
donde b =
Vi"
Tracemos, en efecto, una circunferencia de centro C (fig. 12) y radio
En consecuencia:
Luego
OS.OU
OS + US
de y3 á 1. (Maclaurin, c.) l.
«1 —X
ponemos
vr
se deduce esta otra:
X 2 — y¡2X)
r=
(3a
a + V2 X
Y, comparando esta ecuación con la del folium , renglones antes conside-
-11= i-,
2
ó y = Í3Y.
V 3
:
— 57 —
El folium y la trisectriz que acabamos de considerar poseen la misma
asíntota y el mismo eje, siendo además la subnormal de la segunda triple
de la subnormal de la primera.
3at , 3at 2
y
l+¿ 3
l+¿ 3
Y por medio de estas fórmulas vese, como en el número 32, que los
ux + vy = 1,
rificará que t
l
= = t
2 t
3 ; y, en consecuencia, í 3 '-)-
x
1 == 0. Ecuación de que
se desprenden tres distintos valores para t
1 ,
á los cuales corresponden tres
62. Para hallar el área limitada por un arco del folium, por el eje de
la curva, y por las paralelas al eje de las ordenadas que pasan por los
puntos cuyas abscisas son X y X 1}
emplearemos la expresión
'-j&Ví
X,
vA /3a-y/2X
+ ^2X
^
de la cual, poniendo
a-\-\¡2 X
é integrando, resulta que
4 a2
yPL(i + % 2 2 ) (i+V) 2
'
son X y Xv
Si X = y A' ( = —— , y, por tanto, x =y3 y í-
x
= 0, multipli-
cando el resultado obtenido por 2, se hallará el valor del área Av limitada
3 a'2
1_ ~2~"
Y poniendo X ()
= y X= 1
— , lo cual exige que sean x =y3
y % — od , con sólo doblar el resultado se verá que el valor del área com-
área B, limitada por un arco del folium; por una de las tangentes á la
x3 -f- u6 = 3 au k
; y 2 u h du -f a?
2
dx = iau 3 du
Con lo cual .
'
^— dx= — 2u = 2ati =
y
2
i >/dx= I \ (Aatidu 3 du) u'í
j .
«* j 2
2
ax? 1 x'k 1 1 ¿c
B = — (*i ví — ®o yj + T a (
~ ~ ~\
Resultado obtenido por Juan Bernoulli (l. c.) y el Marqués de I/Hópi-
tal (l. c).
— 59
II
LA ANGUINEA DE NEWTON
por ecuación
x2 y -\- aby —a x= 2 :
curva que constituye una de las setenta y dos especies de cúbicas que el
ab
a 2 (ab —
y 2 -)-
(íc ab) 2
sin dificultad se concluye que la curva (fig. 13) pasa por el origen de las
puntos A y B, correspondientes á
las abscisas x= ty
ab y x= — \ab;
tota suya.
La igualdad
2a 2 (x 2 — 3ab) x
.'/
(x 2 + ab) 3
- 60 —
y — y Sab. En el primero de los cuales i/' = , y la tangente á la cur-
8b
va es paralela á la hipotenusa del triángulo rectángulo que tiene por vér-
tices el origen de las coordenadas y los puntos (0, a) y (8b, 0). .
a 2 (ab —x 2
) „
2
(íc--f a o)
da, poniendo X = 0,
2
2 í/ £C
rí
N s
a'* x2
2 (ce
2 — 3ab)if
representando por N la longitud de la normal á la curva en el punto (x,y).
67. El área A, limitada por curva, por de las abscisas
la el eje
y por
una recta paralela al eje de las ordenadas, tiene por expresión
= — log
2
A- ab
A = I i/d.r
, .r
.
Jo 2 ab
abscisas, y por una paralela al de las ordenadas, trazada por el punto don-
a2
A = ^ log 2:
así como el área, limitada por la curva, por el eje de las abscisas y por la
recta paralela al eje de las ordenadas, que pasa por el punto de inflexión,
A 2 = a2 log 2.
—
61
y en de x — — y — ab á x =
el y positiva en oo ,
los otros intervalos,
X + 2
Y 2
0, ó
x _tY 4- T
2 = f$2
y
x2 + a?
En la cual se transforma asimismo la del círculo , si por X é Y se ponen en
ella las siguientes expresiones:
xy
(1) X Y-
otro punto (x, y) de la anguinea, ligado con el primero por medio de las
— 62
Además: representando por KL (fig. 15) una recta, dada por la ecua-
ción y = OL = a; por M un punto cualquiera de la circunferencia consi-
ne por expresión
X 1
-X = ^-(Y
dy
-y), 1
6
dX A, —X
Y,~y
y á la anguinea, en el m, esta otra:
dx dx Aj
X — x = —-(Y — y), 6
1i
dy
í
dv r i
—y
xy
Y como de la relación A se deduce parecidamente que
dX dx
dy
x + y- dy
dy
y -—
dx
dy
entre estas varias ecuaciones, se desprende, finalmente, la que sigue:
xy y
— 63 —
á la cual deben satisfacer las coordenadas X ±
é T t
del punto de intersec-
III
EL TRIDENTE DE NEWTON
x 3 + Bx 2 + Cx + D
y
siempre situado en la rama izquierda del tridente, y los otros dos, simul-
°
2x*-\-Bx* —D 6 2x* + Bx — D = 2
0.
mx 2
La cual, por ser positivo el producto de sus tres raíces, y nula la suma de
los productos de las mismas, tomadas de dos en dos, ó tiene dos raíces
imaginarias y una positiva, ó dos negativas y positiva la restante. Luego
uno de aquellos puntos pertenece siempre á la rama colocada á la derecha
del eje de las ordenadas; y los otros, cuando existen, pertenecen ambos á
la rama situada á la izquierda del eje.
Por ser
— 2 Qr3 + D)
!J
mx 1
6 >
vese que la curva tiene un punto de inflexión real, cuyas coordenadas son
/— 3
: =_ \Jü é y = C-B\/D
ejes coordenados.
y-
C x3 + Bx"- + D
x3 + Bx + D 2
X 2 = m Y;
n
a =—B b =
En efecto: representando por x' é y' las coordenadas del punto C, y por
tX' Oü j
UC ' my é y —d y (x — a)
— 66 —
De donde, por eliminación de x' é y', se desprende la ecuación del tridente
x? — ax 2 -\-
abm x3 -j~ Bx- A- D
y
IV
LA CONCOIDE PARABÓLICA DE DESCARTES
mueva sobre una recta fija ' el mismo eje de la parábola), que tomaremos
por eje de las abscisas; un punto fijo D, situado en el eje de las ordena-
OA = b, AE=h, y OD = — c;
y sean además
-.a(x-b) é Y= X—c
b +h
b +h
— 67 —
y la ecuación de la curva considerada se obtendrá por eliminación del pa-
rámetro variable, b, entre esta ecuación y la de la parábola. Operación que
x _^ (y + c) (y'
2
— ah ) .
ay
(0, — c), (O, \¡ ah ) y (0, — y oh ); tiene por asíntota el eje de las absci-
tes, que pasen por el foco de una parábola cualquiera, y señalando sobre
2(1— cosí))
+ k,
y la cartesiana
4 (ce
2
+ y + kx) = (a + 2k + 2x)'
2 2 2
{x 2 +y 2
),
V
LA CUBICA DE AGNESI
75. Tracemos una recta fija OA (fig. 20); una circunferencia de radio
-,ó
Vx — {a
a? (a — se).
y de su derivada
= o2 +y 2
a3
y
\xy 2x* y
— 69
fácil es ver que la curva tiene la forma indicada en la figura 21, línea
A A A v En
1
efecto, el eje de las ordenadas es asíntota de la curva, y el
tes, - a.
3
Sn =y y'
2¿c 2
en el punto M es
d Vi
T-Vi (X-x);
dx
x-a Y+ JL = 1>
xij
do se consideran X é Y como variables, una recta que pasa por los pun-
A =a 3
I —— =a 2
are tang — are tang-1-^- .
Jy y
2
+a 2
l a a \
A 1
= na 2
:
TÍO»
V = ir I
f»»x- dy =
J— <*> 2
xy2 =a 2
(2 a — x),
(2x — a) (x 2 A- y 2 ) = ax 2
,
y representada en la fig.
a
21 por la línea A 2 A A2 , lo fué por Peano, que
la denominó visiera, en sus Applicazioni del Calcólo Infiñitesimale (To-
Gino Loria, que llamó la atención de los geómetras sobre las relacio-
había sido mencionada por Leibnitz en sus cartas á Huygens, año 1673,
conforme, muy poco há, anunció Aübry (Journal de Mathématiques
Spéciales, 1896, p. 180); y que la visiera de Peano es, simplemente, una
concoide de Sluse (Núm.° 18), que tiene un punto aislado en el origen de
las coordenadas, y por asíntota la recta que pasa por el centro C del cír-
ordenadas.
cisoide de Diocles.
P L
Sean, en efecto (fig. 22), m un pun- Figura 22.
to de la pseudoversiera; KL una recta
fija, cuya distancia al origen de las coordenadas y al punto fijo O supondre-
mos igual á a; MC una recta variable que gira alrededor de C ; y mM y
— 72 —
mB dos rectas paralelas á los ejes. Y con esto tendremos, suponiendo que
mP=y, MP = Y, OP=x,
r2 =
(2a — *) 3
Y*:
X 3
2a —X
el folium de Descartes.
1
x a
y
;\¡3
2x -al / 2a —x
\\¡3
A \ ¡ 3a — 2X _ _X_\ I 3b—y¡2X
~
\¡3 V 2X + a "~y-^ V b+ ^/ 2X '
donde b == .
2 a3
y esta otra,
2j.°-Y
X-
F2 + a ¿
a3
a2 F*
I
— 74 —
Por consiguiente, si KL es la recta [ñg. 15), que corresponde á la
ecuación
T=LA = -^-,
VI
LA CURVA DE ROLLE
85. Dase el nombre de curva de Bolle á la cúbica que tiene por ecua-
ción
(1) xy 2 = a(y + x) 2
, a > 0.
= ax ± x \ ax = a 2
x
y
x—a
(2)
_ _
±x -a 2 2
n
() y= a
,
2—
— {±x
TT" 1
2
2a 2
) ,
y
„ = a 2
(— -l±3a—
i
l
2
x 2
)
'
2{±x —a 2 2
) 4 (±íc 2 —a 2
)
3
rior de la expresión de y.
Como en este caso es y negativa, cualquiera que sea x, esta rama se
a,
2
cuando x = a, vese que corta á la asíntota en el punto cuyas coordenadas
cuando x tiende hacia -|- oo, concluyese que aquella rama se extiende in-
— 76 —
inferior de la expresión de y no existe punto alguno de inflexión á distan-
cia finita; pero que sí existe uno en la rama E6M, correspondiente al signo
superior de la misma expresión. Las coordenadas de este punto son x = 9a
,
e y
*
= —9 a.
2
86. La ecuación de la tangente á la curva de Rolle es
a2
—/l — —\
l± — x — a 2 2
Y-y = L^ —- )
(X - x).
(± x 2 — ajf
Y la ordenada del punto, en que esta recta corta al eje de las ordenadas,
tiene por expresión
±.x*y _
—— -
~ I
—
y*
±x 2
a 2 2\ax
medio de la fórmula
A = 2 Va f± *• VJ ~ J VJ +
- ° ° '"•- *"> V" ± » (y^ - y^
\Jx + \Ja |
xy 2 .= a (y — m x) 2
,
— 77 -
VII
LA CÚBICA MIXTA
if-x = ax í
-\-by l ,
— 2b —x
Va , \ i a x „ \ / a áb
b' ±(x — bf
Sean, primeramente, a>- 0, y Z>>0. La forma de la curva será en este
caso la indicada en la figura 25, compuesta de dos ramas, simétricamente
abscisas.
y
2
= ax. Tomando sobre la recta OM, á partir del punto M, una longitud
MN igual á OC, N será un punto de la cúbica mixta á que nos referimos.
En efecto: supongamos que COB= 9, y ON= p;
y hallaremos que
a cosO
OC- y OM=
cosO i-0
y, por lo tanto,
a cosí)
+ sen 2 (i
bf 2
y-
a + bf 2
De manera que
ds ywE 2 abt 11
-f a
6
2
t
2
-f- 4
dt;
¿
: : , ^
— 79
poniendo 2 = x,
—
6, t
— 2ab + — +
,1
=
ds
b* z
z z2
dz.
2 ytp-x ».— 2ab&-\-&z-\-'4 a i ¡
4 a2 dz __ d r\¿F(*) _ a^C
"| _
fe _6^ :
dz
z?\/Yw L * J 2 -y ^) 7
2 \/^¡)'
donde
F (z) = W- z? — 2 o6* + o a 2
* +4a 2
.
Luego
62 * — (lab — — )+ U
ds =L I
,J^ 2
--ljfa
rvVwi
Y, poniendo ahora
« = W-|-&, A = —
3 b
udu /4 du
ds =b 1 ,\
\iu s —g u — g 2 1
\33 2 ;
/ y 4w 3 — ^ w —
4— dw ¿>
^ fy 4Z6 3 — m— gr
t
gr
a
~j
2i (w + a) yW— ^m— 02
4 L w+¿ J'
4 a2 / a3 „
yi 2
3 ¿2 \276 3 62
;du A
f* udu f* du
—g u—g2
\Jlu 3 —g u—g2 J yiu —g u—g2
í
3
l
J {u-{-h)\áu3 1
x3 — a (x — y — bxy =
2 2
) 0.
una dirección asintótica única, que coincide con la dirección del eje de las
ordenadas.
b±\/b 2 — Aa{x — a)
y =x
2a
y atendiendo á la igualdad
— 6ax 4a
b2 -(-
2
J '
2a 2a\//J — 4a
2 — (ce a)
tangentes á las dos ramas de la curva que allí se cruzan son perpendicu-
=
/ 2
V i + 4í
y
2a
,
— 81
05 = 0(1 — f )-{-bt, 2
y = a(l—t 2
)t + bt 2
.
dy 3at 2 — 2bt — a
dx 2at-
b ± Sjtf + Za 2
_
3a
t = -
perpendicular
r r EF á DE; y por
' L
el í Figura 29,
se trata de construir.
82
0D = ; DB = DA — iL4 = atangG — b, y
eos 8
p
= OM= OD — MD
resulta la ecuación de la curva, referida á coordenadas polares:
a a tangí —b tang 0.
}8
. IX
LAS PARÁBOLAS DIVERGENTES
(1) y
2
= a + bx ' l/]
2 -\-
ex + d:
las cuales, según el mismo gran geómetra nos enseñó, desempeñan impor-
tante papel en la teoría general de las cúbicas: como que la misma ecua-
ción (1) puede representar la perspectiva de todas las curvas de este últi-
mo nombre.
Por qué camino logró Newton descubrir tan interesante propiedad,
nadie lo sabe, ni es fácil adivinarlo. En la obra citada encuéntrase, sí,
i, = 3m (m — — 6S — 8v, 2)
las coordenadas trüineales del punto (X, Y), por referencia al triángulo
xi =a X+ 1
bí T-{-c 1 ; y l
= a X + 7+
2
6.
2
c2 ; x1 = a X+b 3 5
YA- c3:
así deducida debe, por lo mismo, ser de forma tal que de ella se despren-
xt = 0: de la siguiente, en suma:
ax* = % x
(Ax* + Ex, x + Cx*) + y, + Dx, + FxJ.
t
t, (y,
x1 y (2y 1 + Dx + Fz =1 l
) 0.
3) x -_=
Xl
= al A'+&i Y + Cl
é y
— Vi _ a X+ b
2 2 Y + C2
7+ Z + ¿ T+ c
( '
>
%x a3 X+ k, r3 *, a3 3 3
— 85 —
con sólo poner en ella xx t por x ,éyx por y1 í l
: encontrándose entonces
precisamente la de partida (1).
hallándose ligadas las coordenadas de ambas curvas por las relaciones (3),
sición que al final de este libro demostraremos, para completar así, con lo
forma
(4) y
2 = ax 3
~f- ex + d,
\ 3a /
Para ver cuál es la forma de las curvas contenidas en esta ecuación, ha-
ax 3 -f- ex -\- d =
sean reales y desiguales, y que a >- |3 > y.
= 3ax 2 -\- c
(5) y
2.y
3ax'2 -\- c = 0,
máximo.
Advirtamos aun, antes de abandonar este asunto, que, escribiendo la
^2 =a _a
(a¡ ) (x — pi (ce —y),
— a [3cc 2 — 2 (a + p + Y>fls-+
~
«P + «y + PyI .
y '
3íC 2 _ 2 + § + y) + ap + ay + Py =
(« as 0.
p 0r
— (¡3 _|_ y), hállanse resultados de signos contrarios: lo que prueba
— 87 —
que los puntos L y ilf se proyectan sobre el eje de las abscisas, entre el
medio, U, de AB y el vértice C.
Caso 2° — Si es a = [3, ó
. y* = a(x — &.)
2
(as — y),
— '
Caso 3.°— Si ¡3 == y, 6
if = a{x — o) [x — |3)
2
,
(fig. 32).
hallaremos que
f = a [{x —pf + g 2
]
(as — y);
y
J
la curva poseerá
r solamente una rama infini-
Fignra 32.
y —a 2
(x — a) :
*
11
'
= —3 aT-(x — ¿
Y como la ecuación (5) muestra también que será y' = oo, cuando sea ésta
dos. Pero más sencillo todavía, y preferible á esto, nos parece deducir la
Cualquier recta que pase por dos puntos de inflexión de una cúbica,
cortará á esta curva en un tercer punto del mismo nombre.
Para ello, comencemos por escribir la ecuación (6) de este modo:
(7) ^ + 2-^
a
+ 4-^
a
— ó a? = 0; ^
y designemos por c/^, a.-,, a 3 y u i sus raíces.
y = Ax + B
pase por los puntos de la cúbica, cuyas abscisas son a , «3 y a , es me-
2 4
.„.
(8) x3
A 2
x-
,
-|
C — 2AB x ,
-j
d — B* = 0;
y, por lo tanto, que los primeros miembros de las ecuaciones (7) y (8) sa-
xl + 2 —a x + 4 —a x 2
7T-K-
3a ¿
=.
(x — a.) x3
A*
x a¿ A,
c-2AB xH
,
d — B* \
:
a a a I
deduzcan.
Pues bien: si de la primera ecuación se toma el valor de A, y el de B
de la cuarta, y ambos se sustituyen en la segunda, hállase este resultado:
de las ordenadas. Pero basta advertir que cualquiera de estas rectas, sobre
bién, en virtud del teorema anterior. Luego todos los puntos de inflexión
cursal.
y = y 3a£C 2 + = 0,c
puntos de inflexión, sino también las de los puntos del primer nombre.
Pero, aun entonces, es, sin embargo, fácil obtener una ecuación, apropia-
da solamente á la resolución exclusiva del problema de que ahora se trata,
Por ser
„ /-
= AV« 3 ac — 4y + a.
y —ir- >
4(íc — y)
2
x = — (4v — a) é ti
2 = a (v — a) 3 :
3 27 '
las cuales, como a > y, muestran que la curva posee dos puntos de infle-
X = — (4a ^ p) é XI
2,
= ala
3 '
27
— 92 —
de las cuales se deduce que la curva tiene dos pantos de inflexión reales,
=- 3 yja
— r
y -
(ce a) 2
iguales á
A= —o
15
(a-y)2.
5
ó, poniendo
A
C A
d
.
— 93
Pero
Ti/7
-!
\4x 3 — g x — g dx= — r—
12 ——^
3g.x — Sg _, 1 -»
3
"2 ,
dx;
U yk — g x — g
-
1 2
J 3
x 2
6, poniendo también
áx 3 — g x — g = F(x),
1 2
(V?Ñ dx = 1 f^W-gg^-3^ da
_2_ r xdx _ í* dx
3 *J \/f~^) J \/f~(x)'
Luego
forma
y
2 = -.(4:x — g x — g 3
1 2) ¡
4
— 94 —
x é y podrán también representarse por funciones elípticas; y, empleando
la función p (u) de Weierstrass, se hallará que
x =p (w) 6 y = — ya :
p' (u).
X
LAS CÚBICAS DE CHASLES
poniendo en ella
yx a2 Z+ b 2 7+ c2
yx a 2 X-j-'b 2 7+ c2
'
— 95 —
con lo cual se obtiene esta otra, que es la buscada:
(1) y — ax + 3
boa 2 y -f- cxy 2 + dy 3.
otros valores
(2) as=*ÍL é y = —;
ción (1) se refiera. A lo cual podemos además agregar que los puntos de
dx „ ~„ dX t
1 1
~dy~' ~dY¡'
tado
d*x _ d2 X í
dy 2
dY 2 t
96 —
Vese, pues, que los puntos de inflexión de la curva (1), se deducirán
de los de la (3), poniendo en las ecuaciones (2) los valores encontrados
de X i
é T± : de donde se desprenden los de x é y.
at 3 + bt + ct + d=0,
2
de Chasles, conside-
rando los mismos casos
que en el estudio análo-
laS abscisas.
Figura 34.
Caso 1.°— Si las raí-
x — = a¿/ 0, x — $y = 0, x — yy=0,
:
- 9? -
serán asíntotas de la curva. La rama AOB tendrá tres puntos de infle-
xión, en A, y B, situados en línea recta. Pero las otras dos ramas care-
reales, dos de las cuales serán una á otra paralelas, y estarán determinadas
las tres por estas ecuaciones
= yy y ^ = a-y ±\/—
V a(a-
—
r)
Caso 3.°— Si a = ¡3
y
a <; y, la curva tiene una
diente tendría dos asíntotas de este nombre, y una real además, determi-
nada por la ecuación x = yy; y constaría de una sola rama, sin puntos
dobles, y con tres de inflexión en línea recta, como la AOB de la fig. 34.
7
— 98 —
A las cinco formas de las cúbicas de Chasles, que acabamos de consi-
derar, yá las otras cinco de las parábolas divergentes, poco antes también
XI
CONCLUSIÓN. -SUCINTA NOTICIA BIBLIOGRÁFICA
SOBRE LAS CÚBICAS EN GENERAL
parte de este libro, referente al estudio de las curvas de tercer orden, indi-
grupos.
encuentran consignadas las diversas formas que pueden presentar las cúbi-
cas. Libro, poco después, continuado y completado por Stieling con otro
— 99 —
que tituló Linece tertii ordinis newtoniance, 1717; por Maclaurin, en su
Geometría orgánica, etc., 1720; por Nicole, en su Traite des Ligues du
troisieme degré, 1729 y 1731; por Euler, en su Introductio in analysin
curvas en que por primera vez, según testimonio de Proclo, en cuyos Co-
mentarios se mencionan (ed. Taylor, p. 139 y p. 146), fijó la atención
Perseo, geómetra que se supone haber vivido cerca de 130 años antes
conceptos geométricos á que corresponden son uno de otro muy distintos, por
más que, confundiendo las especies, no ban faltado autores, según Chasles
y Montucla, que atribuyeran sin fundamento á Perseo la invención de las
espirales.
** Del griego Topo;, en latín torus, que, entre otras muchas y muy varia-
das acepciones, tiene las de cnerda delgada ó cordón, y de moldura, relevada
en redondo, en las basas de las columnas : bocel.
101
gira y da una vuelta completa alrededor de una línea recta (eje del toro),
+ * =^-
2
(¿±V^ 2 2
) y*
siempre, por definición, la misma forma, cualquiera que sea la posición del
plano, mientras su distancia al eje permanezca constante.
Suponiendo, pues, el plano secante paralelo al de las xy, ó x==e, para
ecuación de la sección, referida á un sistema de coordenadas, trazadas en
aquel plano, paralelamente á los ejes de las x y de las y, y cuyo origen sea
(1) [l± +
Víc 2 = í? — y c2 )
2
2 2
: 6
(2) O +y2 2
+ + c — i? = 4/
l
2 2 2 2
)
2
(a;
2
+c 2
).
Las espíneos de Perseo son, pues, curvas de cuarto orden, cuya forma
es fácil determinar.
Y las ecuaciones
(f + x — + c — R )x = 0,
2
l
2 2 2
(y
2
+x + + —R
2
l
2
c2 2
) y = 0,
obtenidas por derivación de la ecuación anterior, relativamente á x y á y,
do se verifica la condición
(3) l ± c = ± R,
y que este caso es el único en que las espíricas admiten puntos de aquel
(as
2
-f- y
2 2
)
=a 2
y2 -f" b2 x2 ,
en la cual
(x 2 +y =b 2 2
)
2
x2 —a 2
y2 ,
donde
(x 2
+y + + —R
2
l
2
c 2 2
) ydy + (x + if — + c — R
2
l
2 2 2
) xdx =
muestra que el valor de y será máximo ó mínimo cuando sea x = 0, y tam-
bién cuando x 2 -\-
y
2 — l
2 -\- 2
c —R = 2
0. O, en otros términos, cuando
se verifique alguna de las igualdades
x = ó x = ± y/l — 2
c2 ,
y- ±yJR —{l±c) 2 2
é y = ±B,
* De )o)¡j.ví(n;oc, ó lemniscus: faja ó banda; ó cinta estrecha, anudada en
figura de ocho; etc.
— 103 —
excluyendo los de y = ±\R' — 4/ 2 2
,
que no satisfacen á la ecuación í/'=0.
binada con la (1), produce para x valores imaginarios. Luego las espíricas
rentes distancias del plano secante al eje del toro: los tres primeros en el
[x = 0, y = ±y/R — — 2
(l c)
2
];
y de aquellos en que las abscisas son máximas ó mínimas, estos otros por
junto:
2 V^ — — cf
2
(/ y
2\/(R+l) — 2
c
2
— 104 —
[sc = 0, y = ±\ R* — —
,
(l c)*\, [x =±V — 'l
2
c
2
,
y=±Íl\.
{x = ±\J{R+l) 2
-c2 , y=0¡.
FB = 2 V(A + lf — 2
c' ,
HD = 2 }/r — — 2
(1 c)
2
,
PQ = 2\/r2 — c 2 , y AC=2R
[x = ±S/l — 2
c
2
, !, = ±R];
= ±\/(±R — lf — =
k—te— <>—¡w ——— ¡i
W [x e 2, y o\.
además:
[x = 0, y = ±\fR 2
-(l + 2
c) ],
[x = ±\/(R + l)
2 — c2 , y = o],
cuando sea c >R— l; y máxima y mínima también en estos mismos pun-
tos, y en los siguientes además,
[x = ±\f(R-l) -c 2 2
,
y==0 ],
2 \¡R2 — — (l c)
2
y 2 \/{R + If — c 2
;
y, en el segundo, de dos óvalos, uno dentro de otro, cuyos ejes son respec-
tivamente iguales á
2 \JR? — — cf,
(I 2 \/(R + If — 2
e ; y
2 \Jr 2 — + (Z c)
2
, 2 \/(R — — l)
2
c2 .
Caso 5.° — Si son l <iRy R — l < c <; Z, las ordenadas serán máxi-
mas ó mínimas en los puntos
[x = ±y/l — 2
c
2
, y = ±R], [x = 0, y~ = ±^R — — cf\; 2
{l
[x = ± V^C-B + l)
2
— c
2
, y = o].
— 10G —
La curva tendrá, pues, una forma parecida á la que tenía en el segundo
caso.
[x = 0, y = ±\fR* — (l±c) 2
], [x = ± \/z — 2
c2 , y = ±á\;
y la abscisa, x, máxima ó mínima también en los puntos
[x=±\/(±R — l) 2 — c2 , ,¡/
= o].
ecuaciones
y = ¿33 zt il é y = — ix ± il.
Las cuales enseñan que ¡as espíricas poseen dos puntos dobles en lo infinito.
y = ix -f- k,
que debe tener con la curva definida por la (2) dos puntos de intersección,
cuyas abscisas se desprenden de esta otra:
4 (/o
2
+ Z
2
) íc— áki [& 4- + — Rt) x
2
Z
2
c2
+ 4Z 2
c 2 — + + — = (k 2
Z
2
c 2
7¿ 2 ) 2 0.
Para que la recta en cuestión sea tangente á la curva, los puntos de inter-
sección de ambas líneas deben coincidir uno con otro, ó ser iguales, en
carse que
W (k2 + Z
2
+ —R + c2
2 2
) (/¿
2
+ Z
2
)
[4Z 2 c 2 — + + —R = (/o
2
Z
2
e2 2 2
) ] 0,
(k
2
+ Z
2 2
)
-2 (k
2
+ Z
2
)
(c
2
+ fí 2 ) + (c
2 —R = 2 2
)
:
fe
2
= ± Rf- — (c Z
2
.
y- + ix ± V(c rfc R) 2 — Z
2
.
y = — ix ± V(C ± i?) 2 — Z
2¡
determinan diez y seis puntos, que son precisamente los focos ordinarios
de la espírica considerada.
l 1 1
— 108 —
De estos diex y seis focos habrá reales cuatro, correspondientes á las
los dos grupos de rectas serán reales, y los cuatro focos de este nombre
tendrán por coordenadas
[a;=0, y = ±y/(c±Rf — 2
\.
2.° Si l
2
> (R -\- c) 2 , los mencionados radicales serán imaginarios; y,
g = i[x±y/l -(c±R) 2 2
], é
y = — [x ± }/ — ± Rf\ i
2
(c ,
[x = ± y — ± Rf, 2
(c y = o].
3.° Y si (i? — c)
2
«< Z
2
< (R -f- c)
2
, de análogo modo se concluye que
á la curva en dos puntos coincidentes uno con otro, y que tienen por coefi-
= ix, y = ix ± 2 \ Re; 6
y
y = — ix, y = — ix ± 2 \ Re.
— 109 —
De las cuales las y = ix é y = — ix pasan por el punto doble , donde
tienen dos puntos comunes con la curva, sin ser á ésta tangentes, por lo
cual no determinan ningún foco. Mientras que las otras rectas se cortan
[^=0, y = ±2y¡Rc\
Y del propio modo se concluirá que, cuando sea l =R -f- c, la curva po-
see también cuatro focos, y entre ellos dos reales, cuyas coordenadas tie-
[x = ± V'Re,
2 y = o].
111. Las espíricas de Perseo son caso particular de muy extensa cla-
secciones planas del toro: curvas estudiadas por Pagani en una Memoria
premiada en 1824 por la Academia de Bruselas, y después por Darbofx
(Nouvelles Aúnales, 1864,^?. 156); por La Gournerie (Journal de Liou-
ville, 1869, p. 9); etc. Siendo de advertir que las espíricas, en general, se
II
LAS CASSÍNICAS
nas, engendradas por un punto móvil, de tal modo que el producto de sus
— 110 —
Sean 21 la distancia de los puntos fijos considerados, F y F' (fig. 39),
MF x MF' == m.
Y tomando la recta F F' para eje de las abscisas, y su punto medio como
origen de las coordenadas,
6 .
(x 2 +y + 2
Z
2 2
)
= m + 4Z 2 2
¿o
2
:
ó, poniendo ni2 =i 2
c 2,
(¿e
2
+y + 2
l
2 2
)
=U 2
(x 2 +c 2
).
113. Comparando esta ecuación con la (2) del Nóm. 105, vese que
las cassínicas coinciden con las espíricas resultantes de cortar el toro por
un plano paralelo al eje, y cuya distancia á este eje sea igual al radio del
formas diferentes.
Caso 1.° — Si l^> 2e (caso 3.° de las espíricas), la curva se compondrá
forma de una elipse. Tanto, que algunos autores aplican entonces á la cur-
ne por ecuación
(a;
2
+ 2 2
¿/ )
= 8c 2
(a;
2 —y 2
).
,
— 111 —
114. La ecuación de las cassínicas, en coordenadas polares, es
p
4 _ 2/2 p
2 cos2 e -f l* = 4Z 2
c
2
.
jr
senK = p
d®
, cosK=
jt —d — ?
ds ds
(A) p
2
cosF = Z
2
cos(29 — V).
Y, eliminando p entre esta ecuación y la de la curva, se hallará la si-
guiente :
- 112 -
Y, en consecuencia, recordando la igualdad conocida —— = — , en la
ds R
cual R representa el radio de curvatura,
¿8
= 1 l
cos26.
ds R ep
l
2
(eos 2 9 eos Y + sen 2 6 sen V)
r2 cos26 + 2cZsenF.
cosF
resultados
eos 2 tí = - + 21*
Z4_ 4
p4
!
¿2 c2
y senF=-
p4_ Z 4 + 4 ¿2 c2 !
.
f Ad ? 2
Luego, finalmente:
—R =.senF = —3p—+ — 4Z c2
4 4 2
1 . I
o0 Z
1 eos 2 c .
p
cp 4cZp 3
lares reales, definidos por las coordenadas (dr l, 0). Y cuatro más ordina-
rios , reales también, cuyas coordenadas son
cuando £>• 2 c; y
cuando l <2 c.
— 113 —
De donde se concluye que los puntos F y F' (figura 39), que tienen
por coordenadas x =± l é y = 0, pueden considerarse á la vez como
-'- Vi
siempre que se verifique la condición de ser l < 2c, y que al mismo tiem-
po corte la circunferencia á la curva de que se trata. Condición esta última
sideradas (Núms. 112 y 1 16), y expresando luego que el valor de x'¿ , que
— +P> 2lc,
v :
-(4Z2 c2 l") 6
(l — 2c) (i — e)<0,
ó, simultáneamente, Z < 2ey Z>c. -
como en el caso segundo de los con-
siderados en el Núni. 113, y también en el de la lemniscata.
— 114 —
comprendidos dos arcos del óvalo considerado, cuyas longitudes, s y sv
vamos á determinar.
p
2 = p [ os29 ± \/cos
C
2 20 — eos 2 2a ].
dp p sen 2
M \J eos- 2 9
— eos 2 2a
2 ^¿_ 9
1— eos 2 2a ^ 4c2 p
2
— eos
!
~~
— eos
'
? f 2 2
¿92 eos 2 9 2 2a ¿ (eos 2 2 9 2
2 a)
= 2 (cos29±cos2a),
se desprenden, por de pronto, estos resultados:
C*
+ =2
1
./ <Z9
s Sl C V2 y
Jq
,
ycos29 — cos2a
•
— = 2cV 2
s1
/
j \—j
dM
primero sen 9 = sena sen -i, y en el segundo sen 9 = cosa sen A, y repre-
sentando por tp
y cpj,
y por ^ y ^ los valores de o y de A, cuando sean
Q = 9 y9 = 9
t
:
YO
V/i-
,
— 116 —
en la primera de estas integrales, y
S + -y 2c
S] z r -j=i
— **-
J<p„
iy
y —
VI 1 sen- a sen" o
.-,,-v5rr * .
t/<p
/
y 1 — eos a sen 2 2
<J/
A=—\ 1 í'®> l
2
p2d8=— (sen29.— sen26 )±— Z
2 /^ 8 i*
| A / ——
/4r- 2
sen 2 26 d8.
no -)-. Pero cuando Z > 2c (fig. 38), adviértase que entre las rectas que
2c
= —j=^=r l
2
-U*
f oft
tangz 1
) secco, y
2
=k,
y¿2_4 c 2 Z
2e 2 /í2 2 °2 c d <?
¡i r sen2 ?<*?
- r
2
Z
J n— ¿ 2
sen 2
/2
LJ \/l -**«"»"?
? ]^
'
[1
y- n
[1 — kF sen2 2 col
(f ]
2 J
Luego
fy/4*.
J V ¡"
.....v-- wf
J ¡
2
v/i-j?s
ir
—1 AVI—
/i 71
~i
sen oI í:
2 a<p
i
H
A a2 sen®
&
.
sen<c cosco
III
LAS LEMNISCATAS
(a;
2
-f- y
2 2
)
=a 2
y2 -4- l2 x2 ,
(ce
2 -4-
y
2 2
)
— b'
¿
x2 —a 2
y
2
.
R= + c, l=-\/b 2 - a2 y c =—
l
2
,
U
se determinan el toro y la posición del plano paralelo á su eje, que produ-
e ,
— 119 —
ce, por su intersección con aquel sólido, una lemniscata elíptica dada. Y,
por medio de estas otras,
B=l — c. l = — \/a + b 2 2
, y c=—
se resuelve la misma cuestión, cuando se trata de la lemniscata hiperbólica.
(1) p
2
p1
2 = e
4 ±/' 2 r2 :
en la cual p, 4
p y r representan las distancias de cualquiera de sus puntos
á otros tres puntos fijos, F, F' y O, colocados en la misma recta, á igual
p
2 =y 2 -\-
(x — é)
2
, pj
2
=y 2 -j-
(se -f- e)
2
y r2 =x 2 -\-
y
2
,
(ce
2
+ y = (f* + 2
2 2
)
2
) x2 + (Z^
2 — 2e 2
) ?/
2
.
a2 = f — 2e 2 2
y b2 =f 2
-\-2e 2 ,
cuando f 2 > 2e 2 ; y, si f
2
<2e2 , una lemniscata hiperbólica, con estos
otros parámetros:
b2 = f2Jr 2e 2
y a2 =2e 2 — f2 .
en los puntos (± b, 0), y al de las ordenadas en los puntos (0, ±: a); que
el origen es un punto aislado de la misma curva; que no posee ésta ramas
infinitas reales; y que cualquier recta, trazada por el origen de las coorde-
La ecuación
\b 2 — 2 (x -f y x
2 2
)]
x2 -j- y- = 1
Luego no existen más puntos en que la tangente sea paralela al eje de las
La circunferencia x2 -\-
y
2 =—b 2 corta á la curva en cuatro puntos,
•) 2
(b 2 — 2a 2
)
é 2 = ¥
4 (¿2 _ fl 2)
y
4(6 2
Por ser x = y x = ± V b — 2a 2 2
cuando es y — a, vese que las pa-
— 121 —
ralelas al eje de las abscisas, trazadas por los puntos C y D , cortan á la
125. En los núms. 106 y 108 quedó advertido que la curva de que
ya2 t
2
-f- b2 = at + %>,
2 a 2 x (z 2 -\-b 2 )
— a (%
2
_± b 2 ) (b 2 —z 2
)
é y
* 4
+ 2(2a — b )z + W
2 2 2 * 4
+ 2(2a — 2 b2 )z 2
+ W>
para determinar los valores de x é y en función racional de z.
p = zb y a 2
sen 2 9 -j- b 2 eos 2 8.
R-
[(a
2
+b —a b 2
) ?
2 2 2
]
2
[2(a 2
+ 6 )p — 3a
2 2 2
Z>
2
]p
V 2 (a 2
3a2 b2
+b 2
)
— 122 —
Buscando los valores de 6, correspondientes á éste de p, obtiénese la
igualdad
sen 2 9 =
2 (b l — o*)
supuesto, la curva tendrá, sí, los cuatro puntos de inflexión reales que
mediatamente por las fórmulas del Núm. 110, sustituyendo en ellas Ryc
por sus valores
b2 a2
R= ~ / = y c = . /
—a
~,
V¿2 _a
2
2 2 \jb2 2
R=zl4-c, 1 =—Vo — a 2 1
y c — .
2
,
U
De donde se concluye que la curva posee cuatro focos ordinarios, deter-
± \Jb
2 —a 2
(7+ iX) + ab = 0, y
ab
x=0n é
a
y = ,
\J-b
2 —a 2
Y, además, otros dos focos singulares reales, cuyas coordenadas son (Nú-
mero 109)
— 123 —
x = ± i \/b — a 2 2
é w = 0,
2
a2 x2 -f- b2 y2 =a 2
b2 ,
b2 yY-\-a2 xX = a2 L 2 y a2 xY=b 2
yX;
b X 2
, a2 Y
y
x +Y
2 2
x +r
2 2
lemniscata hasta ahora considerada, primera del núm. 121 , sin más dife-
a2 y 2 -f- b2 x2 =a 2
b2 ,
abX abY
e
.
y = -
X +Y
2 2 "
X +Y
2 2
— 124 —
130. A lo expuesto sobre las lemniscatas elípticas, consideramos pro-
cedente agregar en este libro la deducción, en coordenadas tangenciales,
de la ecuación de estas curvas.
Para ello advirtamos ante todo que, por ser
, _ [b
2 — 2 (x + y 2 2
)] x
V ~ [2(x* + y*)-a*]¡,'
la ecuación de la tangente á la lemniscata en el punto (x,y),
Y=y'X-\-y — y'á>,
y_
[¿a _2 (a¡a
+ ^ xX + (a;8 + y8)a
[2{oP + y*)-a*]y
6
uY+vX+l = 0:
en la cual
_ a ._r*(t»
— &) e
»_r
— 2
{b 2 -r 2
)
b 2 —a 2
¿/
b 2 —a 2
Luego
•/.« r-r^
<2r 2
-1
—a —r — 2 2
)
(b 2
^
2
)
V
.
**2
= — — 2r
(6 —a—
2 2 2
)
(r 2
-
2
)
—a r —a r
•2/
2 2 6
(b 2 2 6
ib ) )
y, por lo tanto,
(a2 v 2 + ¿>
2
m2 + 4) r* = 4 (a + ¿ 2 2
) r2 — 3a 2 62
, y
( tt
9 _|_ «B)
rS = (a
2 _|. ¿2) r2 _a 2
6 a.
— 125 —
Y, eliminando r entre estas ecuaciones, se hallará, para ecuación en coor-
a 2 b 2 (a 2 v 2 + b u + 4)3 — (a + (a v + b u + 4)
2 2 2 ¿>
2 2
)
2 2 2 2 2
— 18 o2 b 2 iu 2 + tg) (a v + w + 4) + 16 (a + b (u +
2 2 ¿>
2 2 2 2
)
2 í;
2
)
+ 27a & (w + ^ = 4 4 2 2 2
) 0.
uY + vX + l =
— a )w + 4 = y
(b
2 2 2
0,
a2 b2 (4 —a u + u — + =
2 2 b2 2
) (a
2 ¿ 2) 2 0.
2Y±i{2X± \Jb — a 2 2
) = 0,
que coinciden con las asíntotas de la curva, y determinan por sus intersec-
± \/b — a 2 2
{7± iX) + ab = 0,
d6 2 a sen 2
2 f
J -j- b 2 eob 2 Q
ó, poniendo 9 = w,
rfs
2 a 4 eos 2 (o -|- ¿ 4 sen 2 u>
¿7 cu
2
a2 eos 2 w -)- ¿>
2
sen 2 o)
tangw = — tangX,
2
i &4 di
dt
b2 os
4
sen 2 X -f- b'
1
eos 2 X
nos resultará
d —— — —^"^ dl
"l—
¿>
4
ae:
«]V
V J 62
de la fórmula
A= — 1 C* 1 *
{a 2 sen 2 6 +b 2
eos 2 flj ¿9 = ^
a 2 A- b 2
-
2 Jo 2
Área, como se ve, igual á la mitad de la suma de las áreas de los círcu-
(x 2 -\-
y
2 2
)
= b2 x2 —a 2
y2 .
.
— 127 —
Y comparando esta ecuación con la de la lemniscata elíptica, inmediata-
mente se concluye que las fórmulas referentes á esta curva serán aplica-
bles á la segunda, ó lemniscata hiperbólica, con sólo poner en ellas —a 2
en vez de -f- a2 .
[b 2 — 2 + y )]x (ce
2 2
(x + y + a y
2 2 2
[2 ) }
vese que las tangentes á la curva son paralelas al eje de las ordenadas en
^_b 2 (b 2
+ 2a 2
) 6*_
4 (b 2 +a 2
¿ f 4 (b
2
+a 2
) )
[(b
2 —a 2
) p
2
+a b 2 2
]
2
~ \2(b 2 —a 2 2
+ 3a 6 2 2
'
) p ] p
— 128 —
prende que las lemniscatas hiperbólicas no poseen puntos de inflexión rea-
les, fuera de los dos que están reunidos en el origen de las coordenadas.
Pero, además del punto doble en el mismo origen, las lemniscatas hiper-
bólicas tienen otros dos puntos dobles en lo infinito, y son, por lo tanto,
2ba2 z{l +z 2
)
(a
2
+b 2
) z !í
+2 (a 2 — b 2
) x2 +a +b 2 2 '
2b 2 ax{l —x 2
~
~ {a
2
+ b 2 ) ** + 2 (a 2 —b 2
) x2
)
+ a + 6* 2
'
o =b 2
eos 2 —a 2
sen 2 9:
aW b 2 eos 2 9 —a 2
sen 2 9
n b'1 sen 2 o)
sen- 9
a2 2 _j_ i
sen 2 w _|_ a í cos 2 w
— 129
y, después,
63
,
as = ,
•
a \a2 -\- b2 b2
[
^]V ]
a2 +b 2
A=-
1 fu.
—a = h2
—
a2 ^
a 2 A- h 2
V+
(b
2
eos 2 2
sen 2 0) d9 ° sen29 i:
6,
2J_e. 2.. 4=
O, en otra forma:
^4 = ¿2_ a2
are tañer
6,1, ao.
2 a 2
b'
2
y2 —a 2
x2 =—a 2 b2 :
138. Cambiando a 2 en —a 2
, en las ecuaciones de los Núms. 127 y 130,
obtiénese la ecuación tangencial de la lemniscata hiperbólica y cuanto al
x = ~n — . é y = 0.
\a 2 + b2
— 130 —
Y que las coordenadas de los focos singulares reales,
x = ± — \fa + b 2 2 é y = 0,
IV
LA LEMNISCATA DE BERNOULLI
tica, t.n,p. 317), por métodos geométricos; y en seguida por Eüler, que
expuso su teoría analítica. (Mem. Acad. Petrop., t. V, p. 351.)
das cartesianas, es
2 -j-
(a? y
2 2
)
=a 2
(as
2 —y 2
).
p
.= a2 eos 2 9.
2
cata de Bernoülli.
ra b = a.
se que p p x =—a 2
. Luego, la lem-
singulares, son , y o.
Vi
Los puntos O, H, I, K, donde la ordenada y es máxima (en valor ab-
V2
centro en el punto O: luego los puntos de ordenada máxima y los focos
a\¡Q a\¡\
del ángulo V, que la tangente á la misma curva forma con el radio vector
tangF= — cot20:
¿p
— 132 —
de la cual se infiere la siguiente
expresión
3P
2
Y como senT= cos2'J = -V,
a-
P
resulta que
p = 3R senF.
Luego la proyección del radio de curvatura sobre la dirección del radio
y1 — = + t
2
(1 t)x, hállase, por de pronto, que
z3 -4- %
é
,
y = a- x — x 3
*4 + 1 s4 + 1
Y-y = y'(X-x),
hállase, en función de x, el siguiente resultado:
(** — 4* +8
1) (z* + 1) Uz?
Y — (V» _|_ ix2 -j_ 1) (1 '#) + (1 — X?) (** + ÍZ? + 1) '
:
— 133 —
Luego, si por un punto (a, ¡3) trazamos tangentes á la lemniscata consi-
derada, los valores de » en los puntos de contacto deben satisfacer á la
ecuación
y las seis raíces de esta ecuación, ó los seis valores de z, prueban que,
por el punto dado, pueden trazarse seis tangentes á la curva, reales 6 ima-
ginarias.
Esto sabido, busquemos ahora la condición para que cuatro de los pun-
tos de contacto se encuentren en línea recta.
ux -f- vy -\- 1 =
corta á la curva en cuatro puntos, á los cuales corresponden los valores
l
— ahí A- v) — 3 ahí — —a v) 3
(u — v) 3 \& 3
+ 1 cs
2
(ií
2 — v 2 — 4 U2 +
) a(u — v)—3— ahí -\-v) —a 3
(u— vf(u-\-v) \z
Luego, para que las raíces de la ecuación (2) lo sean también de la (1),
{ii v) 2
(u v) 3 0;
P +a P +a
a2 (u2 —v —4= 2
) 0;
—
(u — —3 v)
6 a
(u + —a v)
2
(w — u)
2
(«í + = v) ; y
p +a
4 P
~a 4- a 2 (« — fl)
2 = 0:
P +«
<5, eliminando de la primera y de la tercera (u — z>)
2 por medio de la última,
P+a p+«
u — v+ ^~ g (M + = t>) 0; y 4
P~ a 2
-f a (M — t')
2
= 0.
P + <*
P +a
De la primera y la tercera se deduce que
2(S+ a) 2(p — a)
P* + a
2 2
-f a
' |32
(P* +a =a 2 2
)
"-
(a* —p 2
).
ta considerada.
Luego los pimíos por los cuales se pueden trazar cuatro tangentes á la
a 2 (u 2 —v =4 2
)
ux -f- vy -j- 1 = 0,
llevando en cuenta la condicional anterior. Y con esto, eliminando v, uy
du
entre ambas ecuaciones y las
'
dv
x -f- y
dv
=0A y u —v = ,
du du
x2 — *y = — a
2 2 .
144. Las condiciones para que los puntos de contacto de las tangen-
que los valores de %, en los puntos en que esta cónica corta á la lemnis-
cata, deben asimismo satisfacer á esta otra ecuación:
D = 2(a 2
u — cfiv-\-l); y E = a (« + v w). -f-
Las condiciones, pues, para que los puntos de contacto de las tangentes
C + AK=0; y + (B — 3K) K= 0: 1
- 4a
K= P a
T
+a ¡3
+
Eliminando C de la primera ecuación por medio de la quinta, y B — BK
de la tercera, por medio de la última, obtiénese el mismo resultado: luego
de Bernoulli:
27a 4 (u 2 4- v 2 ) 2 = +a [4
2
(u ¿ —v 2
))
3
.
146. La longitud de los arcos de esta curva hállase también sin difi-
sen 2 = — sen 2
<p.
T
2
x2 —y —a 2 2
!
x = a2 X , w = a2 Y
,
X. 2 4- Y 2
X. 2 4- Y2
— 138 —
que se desprenden de las encontradas en el núm. 128, cambiando para
ello a 2 en —a 2
, y poniendo después b = a. Y de las cuales se deduce la
ecuación
(1) O +y
2 2
) (X 2 + Y = a\ 2
)
p = aycos2tl, y p1
= '
Veos 2 9
(2) ??i
=a 2
.
Pl
2 =X + Y a 2
.
de la lemniscata están sobre dos rectas simétricas con respecto al eje real
de la hipérbola.
— 139 —
comprendidos entre su vértice y aquellos puntos de la misma curva, donde
la amplitud <p tiene por valores ? v r
<p 2 y (3, se verificará que
s3 = st dr
cuando sea
partes iguales. Suponiendo para ello que (3 =— , la amplitud del arco pe-
dedúcese que
9 b
sen-* bj =— - V2 j=—
!
y eos' bj
OC
1
= — 2 + V2 '
2 (l + V2 )
'
2 (l + \/2 )
y, por lo tanto:
Pi
a =a 2
C0S29J = a2
——
(l + V2 )
,
— 140 —
De donde, representando por x x la abscisa del punto buscado, inmediata-
mente se infiere que
üj = Pl
cos^ = a V — — Vs 1
detallada exposición sería casi interminable, entre las cuales nos limitare-
ella trazadas desde el mismo punto formen un ángulo recto; tirando des-
luego sobre esta secante, de cada lado del O, un segmento OM= OM'
igual á la cuerda QP de la circunferencia, que la misma secante determi-
na, obtiénense dos puntos, equidistantes del O, que pertenecen á la lem-
p2 =a 2 c08 29,
ra 43), y como eje de las abscisas la recta OX que pasa por el centro Cde
la circunferencia. Designando por a el diámetro de ésta, será OC = — '
r=r,
V2
y la ecuación cartesiana de
la misma
ttí +^=t
6, en coordenadas polares,
la siguiente: JÍ'
p1
2
-«V2p cosQ+— =0.
1
Cuya diferencia, OP—OQ = QP, es, por definición, igual á OM= OM'=:p:
representando p el radio vector del punto M, 6 del M', correspondiente
á la curva buscada, y ángulo 9.
p = «Vcos29", 6 p
2
=a 2
cos29 (Núm. 140).
EL CARACOL DE PASCAL
ra 44): si por este punto trazamos la recta OM, y á partir del punto M
tomamos dos segmentos, MA y MB,
iguales á h, el lugar geométrico des- \
año 1644, en sus lecciones orales de Geometría, apuntadas por uno de sus
discípulos, y que dieron origen á la memoria mencionada: con la particu-
<^ <—
K
(1) p == a cos9 + h; á condición de ser . Tt
(íc
2 -(-
y
2 — ax) = h 2 2
(a;
2 -j-
y
2
).
tos casos, comenzando por observar que en los tres la curva es simétrica
con respecto al eje de las abscisas.
De la expresión
p = a cos9 -4- h
p = a cos9 — h,
dedúcese que, cuando 9 varía desde hasta arceos — , p decrece desde
— 144 —
0B = a — h hasta O, y el punto generador de la curva describe el arco
Siendo
dy _ acos26dz ¿cosG
dx asen26dr # send
4a 4
a sen29 ± h senO = 0,
prendidos entre yy —2
, hallaremos
2.
sen9 = y cos9 =
2a
.
— 145 —
de manera que en los puntos A }
B, P, Q, cuyas coordenadas son
tes en este punto con el eje de las abscisas son iguales á ± are eos —
a
Caso 2° — Supongamos ahora h^> a.
eos tí = —— y
4a
luto.
h_
P
2a 2
1
y p
= a:
6
Figura 47
En este caso especial, la curva recibe el
nombre de cardioide *.
2a2 + h* 2 (a 2 — fe
2
)
7 ?'
3ah Sh
+ A — 3ah
2 a2 2
h)
M>) 10,
se ve que sólo existen puntos de inflexión reales cuando h > a, y h < 2a;
y que el número de estos puntos será igual á dos, separados uno de otro,
tenemos —— = dOM
<¿p
.
T
Luego
<¿9 d§
la subnormal polar del caracol, correspondiente á los puntos A y B, es
igual á la subnormal polar de la circunferencia, correspondiente al pun-
to M. Para construir las normales al caracol en los puntos A y B, basta,
pues, trazar la recta OD, perpendicular á OM, y la recta MC, que corta
á la anterior en el punto D. El punto D pertenece á las normales pedidas.
Pues si por origen de las coordenadas se toma este mismo punto, y por
eje de las abscisas la recta que le una al centro, la circunferencia tendrá
por ecuación
yt y -\- (x t — a) x = y^ -f- xt 2 — ax = ax i t
-\- h2 —a 2
;
(x í — a)y — y x = 1
0.
sario para esto se desprende con facilidad que, en su límite, u admite dos
valores iguales á -f- i, y otros dos á — i.
(±2i\ímv — a) 2 =0.
De donde se deducen para \ímv dos valores iguales á — ai, y otros dos
2
1
¿
a ai.
2
Luego la curva posee dos asíntotas, que coinciden con la recta repre-
por la y =— i j
x a I. Y, en atención á que cada una de estas rectas
157. Por tener tres puntos duplos, el caracol de Pascal es curva uni-
hasta — ,
puede sustituirse por esta otra:
p = acos9 + h,
en la cual h posee un solo signo, admitiendo que pueda variar desde
hasta 2 ir.
2< 1 — ¿
2
1 + í
2 . 1 + t
2
(1 + +
2 2 2 2
¿ ) (1 ¿
)
;
- 149 —
Las últimas fórmulas sirvieron de punto de partida á G. Pittarelli
para el estudio, bastante minucioso, que hizo del caracol, en su memoria
sobre Li lumacke di Pascal, publicada en el Giornale di Matematiche
(Napoli, t. xxi, 1883,2?. 145 y p. 173). Pero aquí nos limitaremos á ob-
tener, por medio de las mismas, la ecuación tangencial de la curva.
Partiendo de la expresión
[A + o — 6aí — — a) X + 2 + 2a +
2
(fe ¡í
4
] [fe (fe — 2a) t
2
] t Y
= + a + — a)¿ [fe (fe
2 2
]
.
uX + vY+l = 0,
resulta
fe + a — 6a¿ — — a) 2
(fe t
!l
_ fe + 2a -f — 2o) (fe ¿
2
+ a + — a)¿
(fe (fe
2 2
)
(fe + a + — a) (fe í )
2 2
(Oí _ ¿2)3 M2
(
_|_ ^2)2 _|_ £"
(
M2 _|_ ^2) _j_ L=O
+8 (fe— a — 36 A
2 2 2
)
2 (fe — a -f 27 y
2 2
) fe
4
,
L = (au + [a 2)
3
(fe
2 — a u — 2a 2
)
2
].
— 150 —
Mediante esta ecuación pueden hallarse los focos del caracol de Pascal
por el método general conocido, ya empleado anteriormente para determi-
nar los focos de las lemniscatas. Pero, en el caso de que ahora tratamos,
preferible es valerse de otro más elemental y sencillo, que pasamos á ex-
poner.
Consideremos la recta
y = ix + k,
y busquemos los valores que debe tener k para que la recta sea tangente
al caracol, ó para que corte á la curva en dos puntos, coincidentes uno
con otro.
(2ki — a)
2
x2 + 2 [(2ki — a) k2 —h 2
ik] x +k —h l 2
k2 = 0,
[(2ki — a) k2 —h 2
ikf — (2ki— —h a) 2 (k'>
2 k 2 )'= , ó
k 2
(a 2 — h — 2aki) =
2
0.
De donde se deduce:
= h —a
2 2
k = 0, y k -
.
2a
.T h2 —a 2 1
T + -27-}
.
2/=
Del mismo modo se vería que existe otra tangente á la curva con el
— 151 —
coeficiente angular igual á — i, cuya ecuación sólo difiere de la anterior
por el signo de i.
x==
a2 -h 2
,
e =n
,
y 0.
2a
a> = — a, ó w=0.
*
2
158. Entre las distancias r y r' de los puntos del caracol al origen de
2hr + 2ar' = h — a 2 2
,
tivos
r=^x + y 2 2
y r= X ~^L — )+^ 2
'
\\ ~2a'
y advirtiendo que con esto resulta una ecuación que coincide con la carte-
siana de la curva.
x2 -\-
y
2 — ax = hr,
desprendida de la ecuación cartesiana de la curva, infiérese también sin
dificultad que las distancias r y r' del origen y del foco ordinario á los
estos puntos.
— 152 —
Si el punto generador de la curva es exterior á la circunferencia móvil,
ciarse.
O, poniendo — =9 cp,
s =2 (a 4- h) I \/ 1 sen 2 cp . d<».
áha
*»=» ,
" é Vi -A sen
ftyr-* 2 2
«pd f = E(k, ? ),
(a -4- h) ¿ Jo
/c
tí
sen8
V 2) yi_ F S en
2 cp
-
A/l— & 2 sen 2
- 153 —
En la fig.
a
46 señalemos dos puntos del caracol, m y m', cuyas amplitu-
des satisfagan á la igualdad anterior, y tendremos
aco :
Ám=2(a-\-h)E{le,Í); are =2 + E
Am' {a h) (le, t¿) ; y
are AB = 2 {a + E\k, —
h) j.
Por otra parte, representando por V el ángulo que forma el radio vector
tang V = p
o*9
íZp
= acos9
asentí
-f"
—h
y, por lo tanto,
asentí
eos V=
(a + A)A/l — /fc
2
sen 2 — 9
O, finalmente:
are Am -{- are .4to' — are .ái? = are -4ra — are Brrí
= — —a ——eos V = 4ftcos „
2 2
ti (a -j- fe)
T, . ,
i i
K.
A = — (h? + ~ a?\ + — a 9
2 sen2tí -f ah sen9.
2 V 2 / 8
— 154 —
II
LA CARDIOIDE
misma curva.
cc = 2a (1
^
— í
2
)
é
.
w= 4aí
:
(1 + t
2
f (1 + ¡í
2 2
)
(1 — 3t X + 2
) t (3— t
2
) T= 2a
Como se deduce, para ecuación tangencial de la curva, esta otra:
27 a k (u ¿ + v — 2a 2
)
2
(au + 2)
3 = 0.
ux -j- vy -f- 1
=
con la cardioide, se determinan por medio de la ecuación
í
4
+2 (1 —au) t 2 + éavt -j- 2au + = 0, 1
: 8
- 155 —
resultante de sustituir, en la ecuación de la recta, x é y por sus valores
expresados en función de t.
Por otra parte, los valores de t en los tres puntos de contacto de las
(1) ¿3
+ 4^2_ 3 + ^L^ = ¿ ,
Y dividiendo uno por otro los polinomios que forman los primeros miem-
Q =t -3j, y
R = (ó — 2au + 9 — \t + (iav — 8 — — — 2
1
1
+ 2aw+l + 3-
:
P P
Las condiciones para que los tres puntos de contacto con la curva de
las tangentes que pasan por el punto (a, (i), correspondan á la recta consi-
+9—
2
5— 2aw
a
= 0: 2
iav — a 2a
= 0; y
P P P
2« W + l+^.-^=H=0.
P P
siguiente
¡3
a
-f a
2
+ aa. == 0,
que, consideradas tx
y ¡3 como variables, representa una circunferencia,
. 1
- 156 —
que tiene por centro el punto j a,
J,
y cuyo radio es igual á — a. De
cunferencia, de centro
j
a, ) y radio igual á — a, tocan á la curva
Por ser t = tang — 0, la condición para que las bisectrices de los án-
gulos formados con el eje polar por los vectores de los puntos de contac-
_2o--a *±L.
3
p
l / 1 + I 2
2
p
Luego los puntos del plano de la cardioide, tales que dos de las tangen-
tes á la curva, trazadas por cada uno de ellos, la toquen en otros puntos,
—1
2
ay , y de radio igual á —3
¿
a.
— 157 —
166. Para rectificar la cardioide no es menester, como tratándose de
los demás caracoles, emplear las integrales elípticas. Así resulta de la ex-
— = éa sen —
^rV 1
2
d<é
2
6.
III
fijos, O y O', llamados focos (fig. 48); y, representando por h y k dos can-
tidades constantes, supongamos que
(1)
•
± hr' = ± k.
ta 00' para eje de las abscisas; y designando por a la distancia 00', ha-
llaremos que
r = V x + y- 2
y r' = \¡ y
2
+ (x — af.
Ecuaciones de las cuales se deduce que
(2) (1 —h 2
) r2 + 2k 2
ax +k —a 2 2
h2 = ±2 Icr.
(3) [(1 —h 2
)
{x2 + y + 2ah x + k — a
2
)
2 2 2
fi
2 2
]
= ik 2
(x 2 +y 2
).
_ a2 h2 —k 2
±2kr — {l—h2 ) r2 _ a 2 h2 +r 2
h2 — +
(r k)
2
2h 2 a 2h2 a
Y, según que el valor absoluto del segundo miembro sea mayor, igual ó
valor, r x , puede suceder que alguno de los dos valores de x así obtenidos
coincida con alguno de los que antes se obtuvieron: como sucede cuando
se verifica que
r2 h2 — — kf = r
(r 2
h2 — (r
± + k) 2 .
En cuyo caso, por el punto cuya abscisa es x pasará una recta, paralela
al eje de las ordenadas y secante á los óvalos en cuatro distintos puntos:
número máximo de intersecciones de una recta con una curva de cuarto
grado. Siendo menester, para esto, que
2k
1
l—h 2
De manera que los radios de las dos circunferencias que producen cuatro
puntos de la curva, situados en la misma recta, paralela al eje de las or-
— 160 —
suponiendo para ello que \ =— y k± =— , fácilmente se ve que aque-
h h
lia ecuación (1) representará un caracol cuando sea k x 2 =a 2 h^, 6 k= a.
te otro foco, O", colocado, como los O y O', sobre el eje de las abscisas.
(i — V) + 2 «i h >•-
i
2
x +V—a i
hi 2 = ± 2k i
r
ah2 a^ 2 k2 — 2
h2 _ k 2
—a 2
h 2
_
k
= \
1-h 2 1— V 1-h 2 1-h 2
1 —h 2
1 —h 2
fc
a h¿ — (a
2
+ 2
Te ) h2 h 2
+a 2
A4 = :
ah
Z.
h, = ±h, _4_ 1.
y
J.
h 1
= ±—-._l_
y ¿v
(1 — h )a 2
k(l —h 2
)
;,,.
r± . ah
r
,,
= , k2 —a 2
h2
(1)
k (1 —h 2
) k
— 161 —
y por focos el origen de las coordenadas, O, y el O", separados uno de
otro por la distancia
00" k2 —a 2
h2 '
a (1 — 7i
2
)
de r, resulta una nueva relación lineal entré r' y r" Y, por . lo tanto, cual-
quier óvalo de Descartes puede ser definido de tres modos distintos, corno
lugar geométrico de los puntos cuyas distancias á otros dos fijos están
de las abscisas.
(1 —h 2
) x2 + 2ah 2
x + Je
2 —a 2
li
2
= ± 2kx.
De la primera de estas ecuaciones, ó adoptando como signo del segundo
Qc±ah)(lqih) Jc±ah
1 —h 2
l±h
Y de la segunda
_ (Jcz¿ah)(±h — 1) _ _ k qzah
1 —h 2
l±k
'
x = le zb ah
y x
— k ± ah
l±h
h
— 162 —
puntos distintos, bien entendido, excepto en el caso de ser /í
2
=1, ó
2 2 2 ¿
A ==a , 6 k ^=a-li , de las cuales debe ahora prescindirse, porque aque-
lla curva es entonces una cónica, ó un caracol de Pascal, ya estudiado an-
teriormente.
[(
1 — li
2
) + y + 2 a ir x + — a
(as
2 2
)
—h x + a =2h x /c
2 2
h-\ \ (
1
2
)
2
}
2
, y
[(1 — -f +
h-) 2ah- x+ k
(.-•- — a h-\ — y = y.
,/'-') 2 2
(1 ¡i
2
)
27c2
i/ = 0, y ( 1 — Ir) (.,:-
-f y') + 2 ah x + — « 2
A'
2 2
A2 = —
h 2
Para verlo basta investigar sus asíntotas. Si con este objeto supone-
mos primeramente que y = %x, y, á continuación, x = co, hállase que
lim* = rb i. Y si después escribimos y = zh i% -\- u y a; = co, deducire-
mos la ecuación
[± 2 i (1 —A 2
) lim u -f 2 ah 2 f = ,
que determina \imii; y por ser dobles sus raíces infiérese, en conclusión,
que cada una de las ecuaciones
4.° Para hallar los puntos en que y adquiere valores máximos 6 míni-
(2') (1 —h 2
) r2 + 2 ah 2
x -+- k2 —a 2
h2 = 2 Ir, y x2 +y =r 2 2
:
dy dx
dy dr _
dr
dx dx dx
dr dr
dx
r —x = 0;
dr
(1 —h 2 2
)
r3 — 3 (1 —h 2
) Jcr 2
'
— (a
2
h2 + l-
2
W — 3P + a 2
fe
4
) r
— Te Q¿
2 —a 2
h 2
)
= 0. -
La cual será menester que resolvamos para hallar luego, por medio de
ij =o y —= dx
dr
o
0,
y = y fc — — A»)r =
(1 0,
mos de x.
_ a2 -f-
/.-- —a 2
h2
'
2a(l-~^¥)
—
— \Aa
2
2
fc
2 — (a 2 + A-
2 —a 2 2 2
li ) .
2a (1 A-
)
= ± A ± h \ja? + A — h
2 2
a2
(4) y
Ir
[(/*
2 - 1) (x* + y{ - 2ax + k* - a = 4A W (x* + y
2
)
x
2 2
]
2 2
).
— 165 —
Y poniendo en ella x1 = , obtiénense los valores de las ordenadas de
± Jch ± \/a 2
h2 + A-
2 —a 2
Ví
h2 -
perpendiculares al eje de los óvalos, que pasan por los focos Oy O', corta
cada en la fig. 46, poseerá en este caso cuatro puntos: los A y B, en los
V= ( 1 —h 2
)
{x 2 4- y
2
)
4- 2 a h 2 x 4- fc
2 —a 2
k2 , y U= x 2 4- y 2 ,
resulta
V 2 = ik 2 U.
tos círculos, daremos, sin variante, con la (3), correspondiente á los óva-
=—
2 2
x = t.
i
x.
í — é
,
y -
'
t II.
\ ,
x 2
+y 2
x 2
+y 2
[(1 -h 2
) í
t
*+ 2ah2 t 2
x x + (k 2 -a 2 h 2 )
(x, 2 4- y 2 2
)] = ák 2
t¿ (x 2 4- y 2
),
a
k2 —a h 2 2
1 —h 2
— 168 —
con el nombre de analagmáticas ,
las cuales poseen la propiedad de no
alterarse por resultado de la transformación mencionada. Transformación
puede tomarse para origen de las coordenadas cualquiera de los tres focos
infinito, y en otros dos coincidentes uno con otro, cuya abscisa se deduce
de la ecuación
(2ah2 x -f k2 —a 2
h2 )
2 = 0.
das. Y como se pueden tomar los puntos O' y O" para origen de las coor-
denadas sin alterar la forma de la ecuación (3), asimismo resulta que estos
puntos son también focos ordinarios de la curva. De manera que la desig-
nación aplicada á los puntos O, O' y O", en los Núms. 167 y 170, con-
A lo que precede puede agregarse que la curva no posee más que estos
tres focos ordinarios reales.
lares, entre las cuales, como caso particular, se hallan comprendidos los
estos últimos, advertir que las rectas, de coeficiente angular igual á±i,
que pasan por los focos O, O' y O",
son tangentes á la curva por : lo cual los nueve puntos en que las tres pri-
meras cortan á las tres últimas representan precisamente los nueve focos
de la curva, reales tres, los O, O' y O", y los otros seis imaginarios.
ah 2 ,
y = 0.
1— h 2
dos siguientes:
1.° El lugar geométrico de los puntos tales que la razón de sus dis-
(Newton.)
Eepresentando, para demostrarlo, por R y K los radios de aquellas cir-
á los centros de las mismas; y por h una constante, considerando las di-
cese que
r ~R = R^hR'.
± i
=h, ó r^zhr >
:
- 170 —
2.° Consideremos dos circunferencias y un punto fijo, situado en la
recta que pasa por sus centros. Si tiramos por este punto una secante á las
dad siguiente:
CA MA' CK= 1.
AM A C CK
B KC
las distancias de Má C y'C"; y por h la constante
R KC
, se des-
r —hr' = R — hR.
— 171 —
Y del misino modo se encuentra, aplicando el mencionado teorema al
r — hr' = — (R — hK).
A todo lo cual agregó Chasles, como interesante complemento, que la
recta Lili que pasa por el punto de intersección L de las tangentes á las
vertir que
eos AML AM r —R h.
eos A' ML A' M r — R'
De donde, representando por MS una recta, perpendicular á la ML, se
infiere que
sen UMS h.
sen SMA'
gonne, t. xv), encontraron estas mismas curvas como solución del proble-
ma que tiene por objeto determinar las cáusticas secundarias , por refle-
xión y por refracción, del círculo: esto es, las curvas que cortan ortogo-
172
IV
LAS CUÁRTICAS BICIRCULARES
r ± /í,
»•' =± ¿j y r± h 2
r" =± /.-
2
.
Circunstancia que nos impulsa it estudiar las curvas definidas por la ecua-
ción (1), en la cual /, r' y r" representan las distancias de los puntos de
cia a del origen (a, 0); y el tercero allí donde las coordenadas son (a, (3).
Por ser
,- 2 = x* + f, i-'* =x + y - 2ax +
2 * o?, r" 2 = (x - a) 2 + -
(y
2
¡3) ,
[[(1 + h — lñ + y - 2
2 — x+ (•''2
-f h a?
2
) (aJ/ 2 a/c
2
)
2.3A-2 ¡,
2
(2)
+ Wf = ±h> + y [y + + a - 2oas].
(a2 ps>)
(as
2 2
)
2
íc
2 2
Ó
(£c
2
+ '/
t
2
+ p x + 7 + lf = ¿/
-á2 (¿c
2
-f y
2
)
[x 2 + —2ax + a
,i/
2 2
),
suponiendo que
2 (a #» — a/¿
2
)
2¡í/í;
2
í
1 _|_ ¿2 _ ¿2 1 _|_ ¿2 _ /c
í
Z = ¿2 a _ ¿2a _—— 2
(
!
2 _|_ fc2) /.2
:
y A=
1 _(_ ¿2
2/í
_#
1 _L. J2
— 173 —
La ecuación que acabamos de obtener es de cuarto grado, excepto
cuando (1 -|- h2 — k = ih 2 2
)
2
, 6 1 ± h ± = 0: en cuyo caso se reduce
/,;
— K + Pi *i = 4/ x2 +
2 2
+ f + « — 2 M>
)
2
] 'i
2
i f-) («?
2
l
2
—k — ah L^-;
2 2 2
p = 2{y- *i
í
)
= 2 6. k
-± — i
1+h 2_ k
íí :
l+h -k 2 2 2
1 + /^ — V 2
1 + Z^ — k 2 2 '
70 7 KV
(3)
—
— 174 —
representando ahora r" la distancia de los puntos de la curva al nuevo
Descartes, fácilmente se concluye que los puntos fijos (0, 0), (0, a), (d, ¡3)
a
i
—a — a k = — ' y
q-
w * -
ap + 2l =
-, '
r + 3 2-aa +
1 1 1 px 0.
igual á
2
2 L (1 J
denadas de los puntos (0, 0), (a, ¡3) y (0, a), de lo dicho se concluye que
los cuatro focos de la curva corresponden á la misma circunferencia que
se acaba de definir.
[
{x 2jr + 2{mx- r ny)(x + y
y
2 2
)
J 2 2
)
(4)
[ + Á¡ x 2
+ B xy + C if + ~D x .+ E y + F = 0,
1 x x t x
de las cuales, titulada Sur une Classe remar quable de curves et de sur fa-
y = dr ix -\- u y x = oo ,
que
ii
2
-f- (n =p mi) u — — (A — C ±B = 1 1 1
i) 0.
4
y
— 176 —
Si las raíces de esta ecuación son desiguales, la curva tendrá dos pun-
tos en lo infinito y cuatro asíntotas: luego estos puntos serán dobles. Y si
las raíces son iguales, dos de las cuatro asíntotas coincidirán con las otras
[n =p mif +A —C ± B í 1 1
i=0,
6
n2 —m 2 -\-
Al — C 1
= y 2mn = — Bv
teriormente vimos.
cia, comprendidos, como caso particular, en este grupo de curvas los men-
cionados óvalos del mismo nombre.
185. Para continuar el estudio en el párrafo anterior iniciado, vamos
á precisar las condiciones para que el círculo que tiene por ecuación
.^ + *
/
2=2(a*+p. )
/ + T = 2P
)
sea bitangente á las curvas de que tratamos: asunto interesante que se re-
la edición de 1873).
de los ejes, en virtud del cual desaparezca el término que contiene el pro-
(5) (se
2
+ u — 4 (Ax + A' n
2 2
)
2 2
A- 2 Cx + 2 C" y + D) = 0.
que representa todas las cónicas que pasan por la intersección de las (6).
Pues para que estas curvas sean bitangentes, será menester, y basta, que
la última ecuación deducida represente dos rectas coincidentes, ó que fsea.
un cuadrado perfecto.
Para determinar las condiciones en que esto se verifica, puede emplear-
se el siguiente procedimiento.
ces dos valores para y, que solamente serán iguales uno á otro cuando
«7 — $k — p y — v.fix)
2 = — A' — h)
(p
2
X [(a 2 —A— h) x 2
+ 2 (ay + a/í —C)x — D + 2yh A- y 2
],
I (A' + h) o 2
4- (A -\- — A' — = 0;
h) ($
2
A)
[
(<7 _ p* _ py) _ (pí 2 _ A' - h) (f-D + 2jh) = 0.
~.
, C* Cp
A+h A' +h
y de la tercera, eliminando por de pronto y con auxilio de la que acaba
- 178 —
de obtenerse, y después, del resultado así obtenido, a 2 por medio de la
primera, que
C2 C'
\h 2 +D
A+k
(A'. + h — P )-=0: 2
A' +h
6, por ser el segundo de los factores componentes diferente de cero,
h* +D = 0.
A +h A+h
Supongamos, por el contrario, que A -\- h —p 2
sea igual á cero. Re-
a2 S2
(7) = 1,
k +A h +A
,8) T '
--*
A+h
2^
+ +
A' h
» = o,
(9) h2 +D = 0.
A+ h A+h
De la última de estas ecuaciones se desprenden cuatro valores para h;
La ecuación (7) revela además que los centros de los círculos de cada
serie están colocados sobre una cónica , y que las cuatro cónicas así obte-
4 -|- h
;
A' +h
En la cual a designa una función de ¡3, determinada por (7), y ¡3 una can-
tidad arbitraria.
lamente pueden deducirse tres valores de h. Pero, advirtiendo que las ecua-
ciones (A) quedan satisfechas por los valores h =—A y a = , en el
é y = V\
x1
, transfórmase aquella ecuación en otra, que representa una cur-
va de la misma clase que cualquiera de las primeras con dos pimíos dobles
,
— 180 —
resulta que la curva propuesta poseerá n — 2 tangentes de coeficiente an-
Sentado esto, si la cuártíca (5) tiene dos nodos en lo infinito, por la fór-
a
mula de Plücker, consignada en el Núm. 48 , será de 8. clase, y el nú-
Del propio modo, ó por los mismos pasos, se concluirá que el número
miento se refiere.
nito, será de 6.
a
clase, y sus tangentes, de coeficiente angular i ó — i, as-
p. 70.)
Todos estos focos deben estar en las cónicas, representadas por la ecua-
^ y _ 2a£C — 2p Jy — 2 -^
C
x2 . 2 2
P
+ 2h
A+h A'+h
= (x — af -f - bf. [y
Y, por consiguiente,
2Ga 2C 'P
rj. = a; P
p =b 7
y a-2LJ.2
-+- b ¿ = o,
¿h
}
A +h A' +h
.
— 181 —
De donde se infiere esta otra ecuación:
„H 2Ca 2C'b
a,¿ -+-
,
o
,
= 2/i.
A +h A' +h
La cual nos enseña que los focos correspondientes á cada valor de h
rada sea unicursal, ó posea tres puntos dobles. Porque entonces fácil-
mente se concluye que la curva tendrá cuatro focos ordinarios , si posee
tres nodos; un sólo foco ordinario, si posee un nodo y dos puntos de re-
cursales.
188. Las cuárticas bicireulares tienen además dos focos reales singu-
lares en los puntos de intersección de sus asíntotas, las cuales pueden ha-
llarse aplicando las fórmulas del Num. 184 á la ecuación (5). Para ecua-
ciones de estas asíntotas obtiénese entonces:
y = ± ix ± y A — A'
Y, en consecuencia, las coordenadas de estos focos serán
x = é y = ± }/A — A',
si A> A'; é
y = y x = ±\A'—A,
si A' > A.
Luego estos focos coinciden, como ya notó por vez primera Casey, con
los focos de la cónica (7).
— 182 —
189. Trasladando el origen de las coordenadas al centro del círcu-
2(7 '
,
2(7'
h +A h + A'
la ecuación (10) se transforma en la siguiente:
x' 2 + p — ———x'
h + A
— 2.a.x—
h -f A
y' — 2$y
+ 2h H —
4(7 2
T 1
—
4C" a
= 0.
(h + Af (h + A'f
Y aplicando al círculo, representado por esta ecuación, la transforma-
x =
*i
k 2 x,
+
— i
Ji
l
, y
.
=
x\
k 2 y,
——
+ V\
, y
A- = 2h -\ [-
(h + Af (h + ¿') 2
obtiénese la siguiente:
4C "¿
^ 2.+ -^-+
+
+ ¿) (¿
2 (fc + ¿) 2
= 0,
volvente, que, por esta razón, debe mirarse como una analagmática , rela-
ción (11).
— 183 —
de las cuárticas bicirculares, determinando los focos de las cartesianas, y
demostrando que tres de estos focos se hallan en línea recta.
Ecuación de la forma
F 2 = 4 *7:
4¡!
2 — 2Vt+ ü=0,
cuyos centros están sobre la recta definida por la ecuación Cx = Gy: con-
forme puede verse hallando las coordenadas de estos centros, y eliminan-
do luego la t entre las ecuaciones que las determinan.
Poniendo ahora U — 2 Vt + U= B
2 2
[(x — x f + {y — y 2
) ], para
determinar x , yl , B2 y t, dispondremos de estas ecuaciones
B 2 =-2t, C=-B 2
x , C'=-B*y , y
4 (t
2
+ At) + A + D = B 2 2
{x* +y 2
):
8 {P + At + 2 (A + D)t + (C + C" =
2
)
2 2 2
) 0.
y y B2 con auxilio de las tres anteriores. Con lo cual queda probado que
existen tres valores de t que reducen á simples puntos las circunferencias
consideradas, y, por lo tanto, que existen tres focos sobre la recta que
acaba de mencionarse.
Añadiremos, para concluir, que en este caso la ecuación (9) se reduce
á la siguiente:
(h 2 + D) (h -\-A) — C — C' = 2 2
0.
- 181 —
Para los valores de h que satisfacen á esta ecuación, la (7) representa
círculos: luego la curva tiene los seis focos restantes en las intersecciones
LA CONCOIDE DE NICOMEDES
192. Sean O (fig. 51) un punto fijo, y AB una recta dada, perpendi-
cular al eje de las abscisas. Trazando la recta OC, y tornando, á partir
a la distancia OD,
— 186 —
La ecuación que corresponde al signo inferior puede también escribirse
de este modo:
eos (n -\- 9)
Luego la
eos 6
+h
la recta AB, si suponemos que 9 puede variar desde hasta 2 ir. Pero
aquí nos atendremos á la (1).
x1 a — x) (h — a
t=
(h -\- -f- x)
(x — af
193. Para hallar la forma
de la curva, consideraremos
absoluto á h —a : hallándose
tiende hacia lo infinito: luego la recta AB, que tiene por ecuación x == a,
es asíntota de la curva.
— 187 —
Por ser
dy a± h eos 3 9
dx h eos 2 9 sen 9
dy _
y/h2 —a 2
m
dx
misma.
» ,
Así como por ser —dy2- = n U,
dx
cuando eos 9
-Vi-
que la curva posee dos pun-
tos, Py Q, en donde el valor
máximo.
Caso 2.° —Si h = a, la dis-
tancia OD = h — a se reduce
dy _ y/h 2
= 0,
dx í
abscisas.
concluye sin dificultad que la curva posee la forma indicada en la figura 54,
- 188 —
siendo entonces OC=a -\-h y OD = a — h. En los puntos C y D la
tangente resulta perpendicular al eje de las abscisas, y la recta AB, que
tiene por ecuación x = a, será asíntota de la curva. Curva en este caso
origen O.
?
=OM=OC±h,
se deduce que
d?__dOC_
~dT~' ¿o
de la recta AB en el punto C. De
manera que para trazar la normal
v
^ dV \ d8 /
h eos 3 '
9qz2a = 0,
— 189 —
por medio de la cual se determinan los valores de á que corresponden
los puntos mencionados. Mas para la fácil construcción de estos puntos
conviene hallar los de la recta AB (fig. 51), de los cuales se deducen los
de inflexión, mediante la construcción expuesta en el Núm. 192. Y para
esto advirtamos que, representando por
p¿ los radios vectores de los pun-
f
por eliminación de
eos 9
cosfl entre esta ecuación y la anterior se deduce la que sigue:
2p x 3 — 3a 2
px qz a 2 h = 0,
2 ?1 * — 3a 2
?1
—a h= 2
0,
2 Pl 3 — 3a2 — a pi
2
h; 6 Pl 2_3a2 ,- 2a 2 ?1 +a 2
h; y 3 a2 — -h¿,
?
=a — + -f +
p = oo + + + +.
Luego la rama de la curva, situada á la derecha de la recta AB, tiene
dos puntos de inflexión reales.
2p 1 3_3a2 p1 + « = 0,
2
/¿
— 190 —
concluyese por el mismo procedimiento que también existen otros dos pun-
ípj
3 — Sa 2
p1
— « = 0, 3
j^ = -«, y Pl = |(i±V^)-
recta AB: de los cuales se derivan, por la construcción del Núm. 192,
dos puntos de inflexión reales, situados en la rama de la curva colocada á
la derecha de AB.
Por referencia á la otra rama tenemos la ecuación
?! = <*, y Pl = |(-i±V^-
— (x -\-— = (x — h —
h a) a) t
2
, ó
a — h 4- + 2
x=
(a h) t
,
+ l ¿
2
A=~ f o2
'
dd = — \a 2
tang6 4- h 2 9 ± 2ah log tang f — + — )
2 Jo 2 L V 2 4 /
geómetra que floreció entre los 100 y 200 años antes de Cristo (Cantor: .
la trisección del ángulo (1. c, p. 274), que Proclo (Obras , ed. Tatjlor, t. n,
se asimismo la concoide, que tenga ^qt polo el punto B, por base la AC,
ángulo EBC, precisamente igual á la tercera parte del ABC, que se trata
de trisecar.
y
193
MDN y los segmentos NB y MG, que son precisamente los que se bus-
can, x é y.
y, por lo tanto ,
que
'fW2 +M 2
== FC 2 + FH + CMxAM:
2
6
(A) HM ¿
==HC 2 +GMxAM.
NB _ AG
~~
BA GM'
— 194 —
virtud de la semejanza de los triángulos MGH y MCK, se infiere la que
sigue:
NB_ GC HK
BE~ CM~ KM
6 esta otra:
NB + BE _ HK + KM NE = HM
BE KM ' BE KM'
CM _ AM _ BD_
~DC ~ NA~ NB
Luego
_ BD
CM = NB ^ CM_
= NB_ = _b__
DC~ CM~ NB' a CM NB
Ó, si NB = x y CM=y,
JL
a
= £.y — —x
conforme se quería demostrar.
a
— 195 —
II
LA PARÁBOLA VIRTUALIS
(1) (x 2 — by) = a 2 2
(x 2 —y 2
),
fué por primera vez considerada por G. Saint- Vincent, de quien recibió
(2) y
bx2 ± ax \a 2 -j-
~ —x
b2 2
a 2 +b 2
y, por lo tanto,
y'
2bx a (a 2 -\-b 2 — 2x 2
)
« 2
+b 2
{cfi
2
-f b }/a
2
) + b —x 2 2
y ===£
V«2 + b 2
2.
a
En el intervalo de x = á
x = OP= y/ + b 2 2
(fig. 57), á ca-
a abscisa es igual á \a 2
-f- b 2
, y = PC = b, éj/' = oo.
Para determinar los puntos en que las ordenadas pasan por un valor
máximo ó mínimo, basta atender á la igualdad
— 2x 3 -\-
a2 x -\- 2bxy
y
{a 2
+ b )y — bx
2 2
_ b ± ya + b 2 2
V* yj{a 2 + b )±byja +b
2 2 2 .
b
y x",
a2 +b 2
á
cisas.
— 197 —
coordenadas. Por el punto L tírese después la recta LN, paralela al eje
X* + Y2 — aX — bY=Q
OL 2 = X 2 + Y =~ÑW=:x2 2
, é y = Y;
y, por lo tanto, eliminando Xé Y en la ecuación del círculo, por medio de
estas últimas, concluiremos que
(a;
2 — b y) 2 =a 2
(as
2 —y 2
).
2b ax 3(a2 + 6 — 2íc 2
)
2
ft2
+ **
(a 2 +& — 2 2
se )
2
46 a (a 2 + b —x f=a
2 2 2
x2 [3 (a
2
+ b — 2a; 2
)
9
].
= Va + b 2 2
<2 ~ 1
x .
,
, ,
— 198 —
inmediatamente se concluye que
b{t 2 — l) 2 ±2at(t 2 — 1)
y
(t
2
+ 1)2
205. Para hallar el área A, limitada por una de las ramas de la para-
V^+w kW&*
=Jo _bx
I
2 -\-
ax \a 2 -\-b 2 —x 2
i bxr — ax\a 2
-\-b 2 — -clx:
a2 +b 2
Jo o2 +b 2
A = —a\Ja2 +b 2
.
a2 y2 =x 2 {a2 — 2
as )
trucción una recta paralela á la OE, que pase por el centro del círculo, y
cunferencia ABA B V y
1
por el A la tangente AT, sobre la cual se fijará
: : ;
— 199 —
el D, á distancia del eje de las abscisas, inferior al radio. Trácese luego
por D la paralela DN al mis-
mo eje; y por el C, de inter-
sección de esta paralela con
la circunferencia, bájese la or-
En efecto: de la compara-
ción de los triángulos OPM y
OAD inmediatamente resulta
OP = OA . . .
t
Figura 59.
, la siguiente
PM CP
a ¿ jr x2 (a 2 — a? )
2
2
x (3 a 2x°-
y y
«V« 2
a (a2 —x 2
)
'
en los puntos A y A t
; 2.°, que en los
man con el eje de las abscisas ángulos iguales á 45°. La curva tiene ade-
-VI
m
LA CRUCIFORME (KREUZCURVE)
X2 Y2
1
a 2 b2
a2 Y (ij — Y) + b X (x — X) = 2 0.
Tangente que corta á los ejes en dos puntos, definidos por las coorde-
nadas
Trazando por estos puntos dos paralelas á los ejes de la elipse, deter-
__a2
x —x _
>
__j>2_
y— T
-
x2 y2
201 -
a
demia de Amsterdam (2. serie, t. xix, 1883, p. 420), y el segundo en
a
los Archiv der Matkematik und Physik, Leipzig, 2. serie, t. n, p. 113;
t. ni, p. 113; t. IV, p. ,308; y t. vi, p. 113, en los cuales el ilustre geómetra
nados, y desde entonces por este nombre conocida. Antes, sin embargo,
de que las investigaciones de Schoüte diesen importancia á la curva de
que tratamos, ya había sido ésta considerada por Terquem (Nouvelles
Aúnales des Maihématiques , 1847, p. 394), quien la definió como polar
recíproca de la evoluta de la elipse, relativamente al círculo que tiene por
ecuación x 2 -j-
y
2 =a —b
2 2
; y también por J. Booth (A Treatise on
some New Geometrical Methods, London, t. i, 1873, p. 145), que expre-
só su ecuación en coordenadas tangenciales.
bx
y = a2 b
— y
3a 2 bx 3 a2 y
.'/
;
yjx2 — ,
(íc
2 —a 2) '-
>
(se
2 —a 2 2
(x 2 —a 2 2
)
)
tribuidas relativamente á
los ejes coordenados, y que
se extienden indefinidamen-
por ser en este punto y" = 0, la curva posee en él una inflexión imagi-
naria.
x (tfi —b 2
)
a ¿ —x ¿
y que la ordenada, Y, del punto donde la tangente corta al eje de las orde-
x2 —a 2
en el teorema siguiente:
Las tangentes á la elipse en el punto (X, Y), y á la cruciforme en el
b*X f
a2 Y
a y .3
y\ — y = — TT^T ,
(a¡i — aO-
¿
x6
:
— 203 —
Ó, sustituyendo por x é y sus valores, expresados en función de Xé Y,
esta otra:
b2 b'
1
X
V\
.*y» v
1
- x)
a 2 Ytj 1 + b Xx = a b 2
x
2 2
, y
a' 1
Y 3
y + & X x == a
x
4 3
x
4
b\
ak y (b 2 — Y 2 ) y\ + 6 X {a — X 4 2 2
) xx = 0.
,
b2 —Y = ¿
b2 X 2
y cr2 — X„ = 2
¿
a2 Y2
,
2 b2
a
Xy l -\7 Yx i
= 0,
y demuestra que el punto (x 1 , y¡) corresponde á la recta que pasa por el
_3
(&
4
x6 +a 4
y6 ) 2
3 a2 b 2 xb y5
204 —
Ó por esta otra, más compendiosa, llevando en cuenta el valor de la
normal:
3 a2 y8
X — a —Y =
XY-V — 2
0,
x y
Y=b — (x — a 2 2 X-<)-i,
y
x = ^x (xX—a 2
)
2
é Y ==
2b 2 a? x 2 .
(aX
_— „
a 2 N)~ ,3 .
y y
a2 b
Y' = é Y" = 2a 2
bx(x2 — a )—2.
2
s
{x 2 —a 2
)
2
N3
R t
= .
y Y"
3
— -205 —
Pero como
Y"= — y",
2
3
y y" 3
V^-VRÍKHK)-
encuéntranse las relaciones siguientes:
£C=a !
é y-
—
2t t
2 —1
de las cuales vamos á deducir ahora algunas propiedades interesantes de
sus tangentes.
Por ser
dy ébt
y
dx
—r7
=a — -
fi 1
dt (¿
2
— l) a dt 2t 2
2
r=- 8 A. ts
+ V\
x + o«(<a—
a (¿
2 — l)3 l)a
a (p _ b) t* — 3a (P + b) í
4
+ 8iaf + 3a —
» ((3 6) ¿
2 —a + =
((3 6) 0.
Las condiciones á que deben satisfacer a y ¡3 para que más de dos de estos
ux + vy + = 1
— 207 —
Y, eliminando Ky L entre ellas, concluyese que
16o? b 2 AB = {A 2 — B 2 )J;
— +— _
a2
=1
2
p
piedad demostrada.
La ecuación de la recta que satisface á la condición de pasar por los
ux -f- vy -4- 1 = 0:
1
u= —a1 y v = -a,
p
resultantes de las (A).
a2 u2 -4- b2 v 2 = 1
a2 b2
— 208 —
213. Por un método análogo al empleado en el Nuin. 144, se de-
ecuación
i!
8
+ Af + Bt 6
-f Cf> + Bf — At + Et — Ct + = 0:
1 3 2
1
en la cual
bw — k —
C= 2
; D„ = —2¿ —dtu+A&v 4 !
; y
a u a u
va, de las tangentes que pasan por el (a, [3), de esta otra:
donde
8ba
K=l±±
— y L= —
p b a($ b)
serán
K \ K)
Ea 2
u — áb v = 4 — bl),
2
(1
ux -f- vy -f- 1 = 0,
dedúcese que
8¿ 3
y v- — (¡f
2 — 1)3
a (t
2
+ l) 3
b (t
2
+ l) 3
A 2.
(au) 3
+ (bv) = s
l.
relaciones con la elipse, entre las cuales es otra de las más interesantes
— 210 —
centro de curvatura de la hipérbola homofocál que pase por aquel punto,
el lugar geométrico de estos centros será precisamente una cruciforme.
"* y
a
= i y
x2 y
2
=1
a2 b2 ¿2 £2
á condición de ser
¿2 .|_ B2 = a 2 _ ¿2 = C 2.
2
x,—
1
c2 x3 .
e y. = c
—
y3
A* -B 4
ex „ cu
A= y B = -2-,
a b
é V\
c£ y
c4 x x2 c4 y
2
riormente mencionado:
X2 Y2
a2 '
b2
— 211 —
relativamente al círculo que tiene por ecuación
x2 -\- 2
y ==a
2 —b = 2
c
2
.
considerado,
Xx + Yy = x2 + y 2 = c2 .
misma X,
"i.
JL
a 3 y*
1.
(c
2 — Xx) — A-xX i.
¡i
= b !i 3
0; 6
a2 c2 y2
x {a 2 y2 -\- b2 x2 )
x2 y2
2. 2^
nario
íc
2
+r +1= 2
0.
IV
X 2 Y2 =
_
a? b2
Tracemos una tangente á esta curva; y, por los puntos en que esta tangente
corta á cada uno de sus ejes, una paralela al otro eje: el punto de inter-
sección de las rectas así obtenidas describe, cuando la tangente varía, una
_a 2 ___¿ __
2
'
x2 y2
y-
bx
y
,
= a2 b
y
„ 3a2 bx
\a 2 —x 2
(a 2 —x 2
)
2
(a 2 —x 2
)
2
otra curva.
ordenada del punto en que la tangente corta el eje de las ordenadas, y del
x{yiJr-
Y--
x¿ y
yR-
(b^xfi + tfy 6
N 3
¿4 íc*
S.,
3 a2 b2 x5 y5 3a2 ?/
8
recidamente que la hipérbola equilátera, que pasa por el punto (x, y), y
tiene por ecuación
XY+b 2 —y
-
a2 —= 0,
,
— 214 —
es tangente á la puntiforme en aquel punto, y que entre los radios de
H = — Ri
3
representando por R 1
el radio de curvatura de la hipérbola en el punto (x, y).
b\ — 1. Pudiendo con esto dar como ciertos los teoremas siguientes, des-
p£C + ai/ + ap = 0;
?L—£.— i.
das por cualquier otro punto no situado sobre la curva, están sobre una
cónica.
procede existen las mismas relaciones que en los Núms. 215 y 216 se
215
(au) 3 — (bvy = 1.
V
LA CUÁRTICA PIRIFORME
os* — ax + b 3 2
i/=0,
y =± —x \x (a — i
— — 4o3
3aa5 2 2
y
2b(a — íc)
2
tes á la abscisa x =— 3
a, en los cuales y pasa por un valor máximo en
4
absoluto; otro, A lt que satisface á la condición y' = co, cuyas coordena-
das son (a, 0), en que la tangente á la curva es paralela al eje de las orde-
a (3 — VD = ±^y/^-y.
é y
p. 131).
dándose para ello en una propiedad de las mismas tangentes, que pasamos
á demostrar.
í/j dx x \ dx I
"*
eliminando entre estas cuatro ecuaciones los valores de y x , y -~->
Ü/OC c&cc
obtiénese esta otra:
v
tuyen, en lugar de Xé Y, las coordenadas b y —b — , del punto M, y tam-
A=— I x2 (a — x) 2
dx
b Jo
= 1 V —x{a— x) .
-\
a
(a — x) a2 ~\-\í~7
\x (a — x)T
b L 3 4 8 J
as /u
+ ^(Y- arctang \
. Ia
_—^~/-
x \
V
,
— 218
De donde resulta que el valor del área total, limitada por la curva, es
VI
LA CURVA DEL DIABLO
y'
1
— — 96 a
íc
4 2
y* + 100 a 2
x2 = ;
ó, en coordenadas polares,
'. ti
p
2 =96a 2 + 4a 2
eos 2
de 9 = are eos \ / á 9 =— , p
r
varía desde hasta OD=á\¡ 96 y des-
V 49 2
curva, simétricos de los anteriores, por referencia á los ejes de las coorde-
Para determinar los puntos en que las tangentes son paralelas á los ejes
desprende que
=- as
3 — 50 a 2
x
y
48a2 y
Por lo tanto, será y' = cuando sea x = 0: luego en los puntos D y D'
la tangente resulta paralela al eje de las abscisas. Y también será y' =
cuando sea x = ±5ci y 2. Pero, como á estos valores de x no correspon-
eje de tas ordenadas en los puntos A y A' y en los E, E' , F, F' , etc.,
por la fórmula
sos 2
A=— 2
P
2
d9 = 48a 2
(9 1 — + 2a9 )
2
I
eos 2
9^9
«\ *\ 9
= 49 « 2 (9, _ - * log
9
(
S en29 1 -l)(sen29 + l)
)
4 (sen29 1 -fl)(sen29 — 1)
- 220 —
VII
(1) p = a eos 3
9,
(2) (x 2 + y = ax\
2 2
)
y simétrica relativamente al
eje de las abscisas, la cual
mo á y = corresponden tres
valores de x iguales á 0, el
Fignra 64.
punto O es triplo, coincidien-
4íc (x2 +y 2
) (x +y = 3 ax = 3 (x +
y') 3 2
*/
2 2
) : ó
y = —x 3i/ 2
éxy
2
— 221 —
9
luto máximo en los puntos que tienen por abscisa común a, y por
16
ordenadas dz a \ I —
16 V 3
rados por la distancia a. Por el punto O tírese una recta cualquiera, y por
el O' una perpendicular á ella, lo que determina el punto M. Por este
punto trácese una perpendicular á 00', lo que determinará el punto H.
Y por éste otra perpendicular á OM, cuyo punto de intersección designa-
remos por K. Pues el lugar geométrico descrito por K, cuando OM varía
de dirección será , la curva de que ahora se trata.
obtiénese, para valor de la abscisa del punto en que esta recta corta el
x= x ^2 -3y 2
rr_
3(^ + ^) _3 P ^3 0fl
4a? 4íc 4 cosQ 4
2.° De análogo modo se verá que la tangente corta el eje de las orde-
1
Y= P
4 sen&'
1
— 222 —
Y 3.° Por ser
-575-= — 3a eos 2
9 sen9,
a eos 2 9 (9 — 8 eos 2
6)
2
12 — 8 eos 2 9
ds = a eos 2 9
(9 — 8 eos 2
8)
2 rf9:
ó, poniendo 9 = u>,
JL
\ 2
ds = — 3 a sen 2 w
/
1
8
sen 2 101 c¿w.
I 9 /
d ísen2a)Aü>},
6
en donde
8
Aa> = \\/l
I
sen 2 a),
V 9
ds = 1- 7 Awdco + — d {sen2wAw}.
8 L Aw J 2
'
y de segunda especie.
vm
EL FOLIUM DÚPLEX Ó BIFOLIUM
(1) p = cos 2
6 (a cos9 -4- 6sen9),
y en coordenadas cartesianas
(íC
2 _j_ 2)2 _, x 2 ax b y)¡
(2) y ( _J_
cedimiento siguiente.
"vr
OA=a y OB—b;
ra 65), en el cual sean
a = & tangió
° y
eos u
=k, 6 a = k sentó y 5 = ¿cosió,
Supongamos, en efecto, para fijar las ideas, que a y b son números po-
sitivos. Pues de esta ecuación se deduce que, cuando 9 varía desde
dor de la curva describirá el arco ABO (fig. 66); que, cuando 9 varía
valores de 9 no correspon-
a-\-bt
.'/
:
t (a+ bt)
(1 + t*f (1 +ñ 2
36í a -j-4aí — = 6 0.
k2 ~\-
y
2 = — ax-\ by,
— 226 -
según la cual los puntos B, Cy E corresponden á una circunferencia cuyo
á V* 2
+p 2
-
240. El área A, limitada por la curva y por dos rectas que pasan por
el origen de las coordenadas, se encuentra fácilmente como sigue.
Suponiendo, en efecto, que una de las rectas sea la OA, y que la otra
A =— feos* sen 2 (9 + w) dO
2
= A- /
1 eos ¿
„
io
5
eos 2 o)
\
I
fsenGcos9 /
1 eos ' 9
2 \ 8 )l 6 \
5 3.5 1.3.5 n -|
+ -
4
eos-
on
9 +,
2.4/
\
I H
,
9
2.4.6 J
la ecuación
y = \¡ax±\¡2 i
242. Para lo cual, y con objeto de fijar las ideas, supondremos que
las cantidades a, b, p y r, que figuran en la ecuación (1), son positivas, y
p r
que — es fracción menor que la -¡-. De no ser positivas algunas de aque-
llas cantidades, ó de ser todas negativas, fácil sería ver que las curvas
sas; que está por completo comprendida entre el eje de las ordenadas y la
V
paralela al mismo eje, cuya abscisa es igual á — ;
que á cada valor de x,
p
comprendido entre y — , corresponden dos valores positivos y dos ne-
cual tiende —yx , cuando x tiende hacia cero y p 5 r, admite dos valores
llas tangentes con el eje de las ordenadas, y la otra con el de las abscisas,
en el segundo.
P P
entre y — ; la segunda, cuando x¡ < 0, ó x > — i ; y la tercera, cuan-
.
— 229 —
do p = r. En el primer caso, el punto (x 1 , 0) representa un nodo ; y en el
Lv£ — ax
\_\px
2 2 \rx — bx 2
J
tercer grado:
(p — 2 ax) 2
(r — bx) = — (r 2 bx) 2 (p — ax).
Y de la ecuación
2
„
=± i p i p
— ax z
y
(ux
L (px 2
)
2
(rx — 6íc 2 ) 2 J
rp
pb — ar
cónica directriz á un círculo, hállanse las curvas estudiadas por el Sr. Cas-
y por O la posición
das la recta Oy ,
pa-
ralela á la directriz
RR X; y para el de las
abscisas la Ox, pro-
longación de la EA,
la ecuación de la elip-
se podrá escribirse de
este modo:
= 1-
BM LM KP
BD SD SD
, .
— 231 —
ó las siguientes, teniendo en cuenta los signos de x y x í}
m ni 4- x
xí = k — m-\
, . kx
, y
k m-\- x í
es la siguiente:
—
y-
k ra
Y_ _ 2mx + -^-
a-a
ara \y
/— 2
k
a.x
Y— — 2mx+-^-\/.
'
"a;
ara y
x
2 2 -\-2 a.x ,
bola, ésta tendría por ecuación, en las condiciones convenidas del proble-
ma, la siguiente:
í/ t
2 = 2a (x — k -\- ra):
V2a.k x -\
. k — m ./
V — ® — 2mx
r "
y ra ra
,
halle más allá del B, siguiendo la dirección DBF: en cuyo caso también
232
IX
EL FOLIUM TRIPLEX Ó TRIFOLIUM
res p y 9,
Figura 71.
variable.
— 233 —
Tracemos por el punto P la recta móvil PR, y desde R la RS, paralela
á la OL y á la PL X
. Y, á contar de los puntos R y 8, señálense, sobre
la línea que determinen, los M y M' y los m y m' de manera que sean
,
RPL = 2MPL~=2$ — y 1
w)j
PL 1
para eje de las abscisas. Y así se obtiene la siguiente:
(as
2 -j-
y
2 2
)
= 4aa; (a;
2 —y 2
) cosu — 8asc 2
y senw.
ecuación
cos(39 — 2w) = 0,
y 9 = 210° + — w.
3
Los ángulos que forman con PO las rectas tiradas desde el centro de la
pectivamente iguales á
60 n
^3— w,
+ 180°+— üj,
3
300° +•
'
—
3
iü,
.
y 420° -|
3
w;
235
7T tú 7T
gentes á la curva en este punto forman ángulos iguales á , — , y
Las tangentes paralelas al eje de las abscisas tocan á la curva cada una
en dos puntos, Hy B, y Ey L (Núm. 244), hallándose por medio de la
dy _ eos (4 6' -f w)
7rco3 0)5 w
7
7 a>
'
^ ^ *
8 4 '
8 T' 8 4 '
8 4
Tí 10 2tü (i)
Y T y
3
"
T'
dio del trifolium. Para ampliarle, acúdase á los trabajos especiales, ante-
X
BICOR NIO
247. Los ingleses dan el nombre de Cocket Hat á la curva que tiene
por ecuación
x4 + o;
2
y
2 -4-
iax 2 y — 2a 2
x2 -f- 3a2 y 2 — 4a 3
y -|- a1 = O,
237 —
estudiada por Longchamps en el Journal de Mathématiques Spécia-
(1) y =
2aqzVa2
Y, además, cuando x =± a,
resulta que y = 0: luego las dos ramas de la curva cortan al eje de las
— 4=ax± x\a? — ce
2
y 7
^ \2
(2azpV a2 — x2
; '
concluyese que A y A' son puntos de retroceso, donde las tangentes for-
nadas en los puntos (0, a) y JO, — a), y que en estos puntos la tangente
¡ = \a 2 — t
2
, resulta que y =
2amt
a(1
y^¥=z{t + a), ó ¿=
1 -\-
~f
x d
,
2az t o(l— z2 2 )
é «/^
1 +* 2
(1 +* 2
) (1 + 3* 2
)
2az .
é y=-
a (1 —x 2 2
)
1+* 2 - (1 +z 2
) (3 +* a
)
— 239 —
Trácense dos circunferencias, Cy C , del mismo radio, a, y una á otra
tangentes exteriormente, conforme representa la figura 74; y tómense,
3 , C y C, son
X 2 + F2 y Z2 + (r— 2a) 2 :
XXi + Yy^a?;
y las de los puntos K, x é y satisfarán, en consecuencia, á estas otras
relaciones
x =x t y xx 1 -\-
yy t =a 2
; 6 x —x t
é y-
i/i
< +(</i-2a) =a
2 2 2
.
que coincide con la del bicornio, poco más atrás consignada y discutida
XI
LA CURVA K
ordenadas polares,
p =a tangí);
x2 (x 2 -|-
y
2
) =a 2
y
2
.
ejes de las coordenadas; con dos ramas infinitas, AOB y A'OB', tangen-
a ,
— 241 —
tes al eje de las abscisas en el punto O; y dos asíntotas, CD y CD '
, cu-
yas ecuaciones son x =a y x=— a.
representando por 9j y pt
las coordenadas del punto de contacto.
Aplicándola á la curva considerada, resulta
— L_ senCi-Qj).
'
)s0
l.
Co8 (9 8,)
p senOj sen 2 8
1
—=— sent
P
R=
(2 + sen 2
8) eos 4 9
'
A== C*\
V aa —
— = ._I9
£C Va2 -^ + — 2
are sen —a
J ac 2 2
- 242 -
De la cual, cuando sea x — a, resulta:
na 2
~"
4
xn
CONCOIDES FOCALES DE LAS CÓNICAS
255. Dada una elipse, si á partir de uno de sus focos se traza un haz
de rectas divergentes, y sobre todas estas rectas, desde los puntos de sus
P
Pl
1 + ecosB'
se desprende, por definición, que á la concoide corresponde esta otra:
(1)
^ir^ + h:
p
r = —a¿2
y e-
ya _ b ^
2 2
c
Ó, en coordenadas cartesianas,
(2) (a;
2
+ if — hexf = (x + y )(p + h — exf.2 2
lita comenzando por hallar sus pimíos múltiplos, para lo cual basta igua-
h* e* — (p + h)*
de la cual, cuando
*v +W
(P
¿2 e 2 >(p + A) 2 , ó 62 + 2a¿ + /¿
2
<0, ó (¿+a+ c)(h+a— c)^0,
se deduceri'ffos valores reales para ?/', iguales y de signos contrarios, esto
de la curva.
geométrica.
Qi = AK=BH>FA y <FB).
Figura 76.
y UUV que pasan por el foco, y cuyo valor es igual al doble del valor ab-
soluto de h, y los puntos medios M y M± en la misma figura de estas cuer-
Si h = —a
c ó h== — (c -f- a), el punto H coincide con el £ íf y la
246
(fig. 79), coinciden con el eje y de las ordenadas. Y uno con otro los pun-
Figura 79.
(h = AO).
258. Pasemos ahora al estudio de la concoide focal de la hipérbola.
por expresión
x
247 —
P
1 4- ecos 1
}
p-=- V«2 + * 2 c
y e-
„_ P
+ h:
1 -f e eos 9
ó, en coordenadas cartesianas,
5—
— 248 —
el caso de la anterior, concluyese que la curva presentará un nodo en el
b2 + 2ah — h 2
<0, 6 (h —a— c) (h — a + > 0:
c)
h> a + c ó h <Ca — c.
|^
=— — =a}lt y = ±
y
(p^-h){he2 —p — h)
¡li
fi—
— - 249
tocan, si h=
a. Una de estas ramas, MPQ SI, 82 y 83), aseméjase (figs.
ferencia.
que
KM' (a — p)
2 = AK + A Jí 2 2
Y como
JZ 2
= + — 2PCC0S6J
p
2
c2 y AM = a + — 2accos9
2 2
c
2
1 ,
= e
c —a cosSj
P
ccoso, —a
6, poniendo 9
X
= — n,
c-\-a eos 6
p =— c
a -\-c eos 9
— 251 —
Y del mismo modo se concluiría que, cuando sea c > a, ó el punto A
se halle situado fuera de la circunferencia, al mencionado problema satis-
Dewulf, quien por primera vez demostró su conformidad con las dos
el Núm. 74, pág. 67, de este libro, donde vimos, poniendo ahora 2p
por a, y h por k, que su ecuación es como sigue:
(íc
2
+ 2/
2
+ hxf = (p + h + xf (as
2
+F 2
)-
la hipótesis e =— 1 , y se hallará
entre — y — p.
de la figura 83.
— 253 —
dos asíntotas rectilíneas, que coinciden con las de la hipérbola á que se
refieren, mientras que la concoide parabólica carece de asíntotas rectilí-
neas, á distancia finita. Por definición, sin embargo, resulta en cambio que
la concoide del último nombre admite por asíntota curvilínea la misma
parábola de donde procede.
XIII
mero, sus progresos no fueron tan rápidos como los en relativamente breve
tiempo conseguidos en éste; y hoy es el día en que el capítulo de la Geo-
á las que atañen á las segundas; y, aunque ambas clases de curvas posean
l'Analyse des Ligues Courbes (1750, pág. 369), donde se encuentran las
primeras clasificaciones de aquellas curvas, fundadas, como la propuesta
lo infinito.
cado en New- York por R. Gentry, con el título de On the forms of ihe
ticas, han servido de base para muy hermosos y fecundos trabajos, entre
los cuales, por su importancia fundamental en el concepto matemático,
análisis del segundo logró Zeüthen deducir (l. c.J que las curvas de cuar-
to orden, sin puntos duplos, poseen ocho de inflexión reales.
Salmón, Higher plañe Curves, tantas veces por nosotros ya citada, con
cioso capítulo.
CAPITULO SEXTO
SÉXTICAS Y BICUÁRTICAS MAS NOTABLES
LA CURVA DE WATT
do BC de un cuadrilátero arti-
culado, ABCD (fig. 88), cuyo
lado AD permanece fijo, mien-
tras los AB y CD, de igual lon-
gitud, articulados en A y B el
— 257 —
dos geómetras: como Prony, antes que otro alguno, en su Nouvelle Ar-
chitecture Hydraulique (Paris, 1796); Hachette, en su Histoire des
Machines a vapeur, el cual presentó la ecuación de la curva sin descen-
p. 154).
que los triángulos AEO y OFD son iguales, é iguales también, por con-
secuencia, las rectas una á otra paralelas, AE y FD, concluyese de aquí
que AEB y FCD serán iguales asimismo.
los triángulos
De donde resulta que los ángulos AEB y DFG son parecidamente igua-
les; y como, por la disposición de sus lados, además de iguales son suple-
p
2 = b — FD*,
2
DG = a sen 6 , y FG= \J c — a 2 2 eos 2 9.
p
2 = b — \a sen —
2 8 y 2 —a 2
eos 2 9] ,
f=b —
2
[a sen 9 ± \/c 2 —a 2
eos 2 q]*,
(f + x — 2B 2 3
)
2
(x 2 + y + (5* + 4a
2 2
)
2
y
2
) (íc
2
+ tf)
— áa 2 b2
y
2 = 0,
donde
52 = a2 +6 —c 2 2
.
p2 = o — (a — 2
c) 2 ,
por la ecuación
p
2 = a + b — =B
2 2
c2 2
,
Fignra 89.
donde las tangentes forman
con el eje de las abscisas ángulos, w, determinados por la expresión
tango» =± B2
a\c
— 259 —
y los cuales, suponiendo, como en el problema mencionado de Mecánica
se supone, que a > c, son reales, pero aislados; y que no posee ramas in-
finitas. Y, en segundo lugar, que la figura de la curva se asemeja á la de
las lemniscatas, cuando los lados del cuadrilátero pueden tomar la po-
a, b y c puedan formar un
triángulo.
Considerando, con
Watt, solamente este caso,
de inmediata aplicación en
la Teoría de las Máquinas
de Vapor, procuremos ha-
llar, por
" medio de la ecua-
' Figura 90.
ción polar de la curva, los
res, la fórmula
£2
lO':
2ab
gen, con el eje de las abscisas. Pero adviértase bien que á cada valor de 0',
dado por esta ecuación, corresponden, además del valor p = 0, estos otros
a _ 64 — (a — c _ 2 2 2
) (6
2 —a + 2
c2) (*>
2
+ a —c
2 2
) ,
2 bo-
ft
— 260 —
Para hallar el punto L, donde el radio vector forma con O.r nn ángulo
c2 =a 2
eos 2 0:
costt == —
p
2 = 52 _|_ c2 —a 2
#
punto O. Por lo cual desígnanse muchas veces las curvas de esta especie
de aquella ecuación se efectúa del mismo modo, habida cuenta de las si-
tangentes forman con el eje de las abscisas ángulos, cuyos valores, &',
— 261 —
senlA' +
=± B2
:
2ab
contrario.
a
2. Los puntos (± B, 0) son duplos, y las tangentes en ellos á la curva
forman con el eje de las abscisas los ángulos w, que se desprenden de esta
fórmula
tangw =± B2
a ye
Por lo tanto, cada uno de estos puntos representará un nodo real cuando
B2 > y c > «; un nodo imaginario cuando 52 < y c > a; y an
'punto aislado cuando c <^a.
De las cuales se desprende, por conclusión, que la curva tiene dos puntos
triplos imaginarios situados en lo infinito.
II
LA ASTROIDE
que cortan á los lados de un ángulo recto, de tal modo, que la longitud
del segmento ao, limitado por aquellos lados (fig. 91), sea constante.
Para hallar la ecuación de la curva, tomemos como ejes de las coorde-
nadas los lados del ángulo, y advirtamos que la ecuación de la recta mó-
vil, poniendo Oo = $, Oa = a y ao = l, tiene por expresión
- + -^-=1 '
« 3
3
— 262 —
debiendo a y 3 satisfacer á la coadición siguiente:
a2 +3 = 2 Z
2
.
x y
£
2
d&
-=0 -
y a + S —d3- = 0,
. „ .
3 d* do.
ciones dan
'*,
la ecuación — -f-
—= 1 se convierte en esta otra:
Xa2 + >3 2
=1;
y de la ecuación a2 -f-
2 = Z
2 se deduce luego que >. =
En consecuencia:
-i?)
:(Z a aj) 8 y P
-(# = {i 2 y)*;
y, por lo tanto,
1 1
(1)
íc
5.
3_^ y 3 = íS
j
(ce
2
+ y — Pf + 27 P x1 2
y
2 = 0.
ciones
1
JL
—y
<*-w * v=-m 1 / x \ 3 xy
los ejes de las coordenadas; con cuatro retrocesos (fig. 91) en los puntos
flexión.
Y =(l 2
y)
s
; £, = -(2/^)3. ^ = _|iL_j;
con la ecuación
u Y+vX+l = 0,
hállanse las relaciones
_ i l_
u =— {l
2
y)
e
y v =— (l
2
x)~ 3
;
264 —
i
v2
PS = 21lxy,
según la cual, el cubo del radio de curvatura de la astroide en el punto
{x, y) es proporcional al rectángulo de las coordenadas del mismo punto.
272. Para hallar la evoluta de la astroide por muy sencillo procedi-
estas igualdades:
( xi + í/i)
=— l (sen¿ -)- cos¿) 3 = 21 eos 3
It 1.
Ó, suponiendo que t = t
1
-\ ,
— 265 —
x2 =2 l sen 3 t
t
é y2 = 2l eos 3 t
v
cuales la nueva curva es otra astroide con el mismo centro que la primi-
y por los puntos de retroceso forman ángulos de 45° con las rectas análo-
las abscisas,
y por las ordenadas de los puntos cuyas abscisas son y x,
emplearemos la fórmula
A=:j
-xy?
V \l*— x 3
)°dx:
2 2^
de la cual, poniendo a?
3
= l
B
í
2
, se deduce este resultado:
A =3 C l
2
r-il — t^dt
De donde se concluye para expresión del área total, limitada por la as-
—3 v:l72
¿
.
puntos que tienen por abscisas y x, se obtiene por medio de esta otra
fórmula:
rábola, que se desliza entre dos rectas perpendiculares entre sí, defor-
mándose al propio tiempo, de tal modo que el foco describa una circunfe-
3.° Astroide asimismo es el lugar de los puntos que tienen por coor-
cunferencia, que rueda, sin resbalar, sobre otra circunferencia fija, exterior
á ella y de radio cuatro veces mayor que la móvil. Como se verá cuando
tratémosle las curvas que admiten este modo de generación (epicicloides).
— 2G7 —
Apoyándose en este último modo de generación de la curva, la astroide
fué designada por Montucci (Comptes rendus de l'Académie de Paris,
t. LX,p. s 440, 846) con el nombre de cubo -cicloide.
A los procedimientos de generación mencionados, todavía podrían agre-
garse los muy curiosos propuestos por Pigeon (Nouvelles Anuales des
a
Mathématiques , 2. serie, t. ni, p. 60); por Lemoine (l. c, t. xni, p. 334);
III
— 268 —
curvas que representan, dotadas todas, por definición, de ejes de simetría,
en coincidencia con los rectangulares de las coordenadas, y desprovistas
todas de ramas infinitas reales.
dx
3 / sen 2 t eos t — h sen t y —— = — 3 1 eos'2 t sen t + h eos t
dt dt
y esto basta para demostrar que las curvas de que se trata poseen cuatro
puntos de retroceso, correspondientes á los valores de t, determinados por
la ecuación
2h
31 sen ¿ eos ¿ = h, 6 sea2t- '
31
vexa, siempre que sea 4/¿ 2 > 9Z 2 , y de la forma indicada en la figura 92,
MM M M t 2 3 , en los demás casos.
,
— 269 —
278. Para continuar el estudio de las curvas mencionadas, propongá-
monos ahora hallar la longitud del segmento determinado, sobre una tan-
gente cualquiera, por los puntos de intersección de esta tangente con las
Y=Xtang$ é Y = Xtangfi'.
Como la tangente considerada tiene por ecuación
A
(l sen ¿ eos ¿ -(- /?.) sen —
(¡3 (3')
=
cos(f3 — ¿) eos (¡3' — ¿)
das limiten, en todas las tangentes á una cualquiera de las curvas paralelas
acaba de obtenerse:
sen (¡3 — ¡3') {l sen t eos t -(- h) = A [eos (3 eos ¡3' — eos (¡3 ~\- ¡3') sen 2 1
de ¡3'
y A con auxilio de las dos primeras, y así se obtendrá la que sigue:
(4) ¿tang 2 |3
— ítang(3 + = 0, /¿
,
tangp = -
Z±V¿ 2 -4¿ 2
2h
tangP'- '+V- 4 *!
dos rectas que, por sus intersecciones con las tangentes á la curva, deter-
cuando ¿
2
;> -íh 2 ; imaginarias, si Z
2 <<4/¿ 2 ; y coincidentes una con otra,
cuando l
2 = 4/í 2 .
Pues, en efecto, adoptando para eje de las abscisas la recta que pasa
por el punto de intersección de las otras dos rectas mencionadas y forma
un ángulo de 45° con la bisectriz del ángulo 2a de estas mismas rectas, y
designando por [3 y [3' los ángulos que una y otra forman también con el
— 271 —
¡3
_a y £'=+«.
4 4
ecuaciones
A
A
sen 3 i! ó y = eos 3 t;
sen 2 a sen 2 a
eos al eos I —+ a
—U— —-/—
1
4- / 1
A ) - .== Acot2a.
sen 2 a 2
prendidos entre los lados del ángulo, sean de longitud constante, fueron
por vez primera estudiadas, en los tomos i y v de los Nouvelles Anuales
des Mathématiques , por Meelieüx y Joachmisthal.
a
Salmón (Higher plañe Curves, 3. ed., n.° 118), advirtió su relación
ción en sus cuatro puntos de retroceso reales á distancia finita, les dieron
272
2 J \ dt clt J 2\ 8 /
. hl _. 3 hl
-A eos 2 1 sen ' t .
4 64 4
De la cual, para expresión del área total, limitada por la curva, se des-
A = nlh2 — — l
2
ds
=± (3 1 sen t eos t — K).
dt
s = ±\ — l (sen 1
2
— sen t )
x
— h(t —t 2 1)
I
debiendo emplearse para expresión del resultado final el signo que pro-
[3 (x
2
+ y — — U f + [21lxy — 9h
2 2
)
2
(x
2
+ y — 18l h + 8¿ =
2
)
2 2 2
]
0.
sen¿ cosí
i Jí. = 1,
Z sen ¿ eos £ -Jr h l sen Z eos t -\- h
sen¿ cosí
y v
l sen t eos t -\- h l sen ¿ eos t -\- h
¿2 U2 v2 _|_
(
2 /^ _ 1) M2
( _J_ ^+h 2
(
M2 _J_
^2 = Q.
IV
LAS EVOLUTAS DE LA ELIPSE Y DE LA HIPÉRBOLA
<
(f)V(if=i.
j_
(2)
_ fPyV X + b^yh
Y=-(-%M 2
S
a x y J
Í0,b 3
y
s
\ y /a 8 as
B
,oY
— 274
Pues, si por estos puntos se trazan las rectas PM y QM, paralelas á los
x, =a ° x é y l
= b' i
y
3
;
(3) I-
y_i_
¿2
—
varia de situación, el punto M describe una elipse (3), que pasa por los
la curva (1).
siguiente:
Las curvas representadas por la ecuación (1) son las envolventes de las
x2 .y 2 — 1
^2 +|2 L >
— 275 —
cuyos semiejes satisfacen á la condición
T + y= L
En efecto, la ecuación de las elipses consideradas puede escribirse como
sigue:
x2 a2 y2
o2
" + b 2 (a — a) 2
=
la misma a:
x2 a2 y 2
a3 b 2 (a — a) 3
a —a l
«2
&1% y \ 3
ó a
b2 x2
¡ a2 y 2 \
[
1 + (l¿)
el resultado siguiente:
r x2 y 2 ( b 2 x2 \ 3
1 T / a2 y 2 \ 3
12
2 2
la^ ~b^\a y 2 2
) JL \b x ) J
287. El área limitada por la curva (1), por el eje de las abscisas, y
.
276 —
por las ordenadas correspondientes á las abscisas y x, resulta expresada
por la fórmula
r x \ i3
4==—i I \_a — xlY
] dx.
3
A,1 = ^-A.
a
mula
1 1 i
1 + í— ) (-J-)
dx =\\ af"»[¿> 9 a8 + — b )x~í\
(a
3 2
dx.
O, poniendo x = at 3
,
s = 3 C t\ + (a — b 'b 2 2 2
) t
2
dt = — 2 2 {
[b 2 + (a — b 2 2
) t
2
]
2 —b 3
}
) a b
i. —
4S+< " a -
s
=^![ ts
'(7)T-i-
La longitud de un cuadrante de la evoluta de la elipse será, pues, igual
.
a
a3 —b 3
.
a2 — b2
x = a sen 3
1 é y = b eos 3
1,
277
riable t se relaciona
re con otra, %, mediante la ecuación tang — — z, con
t
clúyese que
y=- b(\—z*f
8az3 t
é
(1 +* 2 3
) (1 +s 2 3
)
unicursales.
-I_
_L
+ !£__!
JL JL JL
3 s
¿ 3 y 3 a x
uY+vX=l,
se desprende que
1 1
3 3 3 s
b y a x
a~v 2 b2 u2
ra 94: consta de dos ramas infinitas, MAN y PBQ; y posee dos puntos
l
de las cuales, introduciendo la nueva variable * por e , se desprenden es-
tas otras
292. Para dar por terminado este punto, conviene recordar que entre
ambas evolutas y la cruciforme y la puntiforme existen interesantes re-
laciones, ya advertidas anteriormente (Núms. 215 y 216), al ocuparnos
T
(f) +(f)V.<
— 279 —
es caso particular de otro grupo más amplio ó general, representado tam-
bién por la misma ecuación, mas referida para ello á ejes coordenados, de
de apariencia análoga á la
sante para nuestros lectores es advertir que las tetracúspides de Bella vi-
tis no deben confundirse con las paralelas á la astroide, estudiadas en el
párrafo precedente ,
por cuanto en éstas las tangentes en los puntos de re-
troceso son cuatro rectas distintas (fig. 92), y en las otras se reducen á dos,
AB y BC (fig. 95), tangente cada una á la curva en dos de aquellos puntos.
Algunos autores confunden una con otra las dos clases de curvas: sobre
lo cual ya llamamos la atención en un artículo, publicado en la revista
V
EL ESCARABAJO
— 280
PO = a, y AB = l; y formemos las
punto M.
La recta AB pasa por los puntos A
y B, cuyas coordenadas son
a,
V/V)'
J= — a,
H
\l 2 /
a 2 -(-[3 2 =Z 2 .
— 281 —
de las tres ecuaciones puede escribirse, con auxilio de la segunda, como
sigue:
(1) .
4(a- 2 + 2/
2
+« lí 02(^ + /) = ^(2/ -^) 2 2 -
(2) P
=—a cosí) ± — cos29.
forma de la curva.
ecuación
representemos por 9
t
el menor de los ángulos positivos que satisfacen á la
ecuación
a cosí -I cos28 = 0,
2
2/
inferior á — ,
por ser cosOj positivo.
¿i
282 —
Mientras 9 varíe desde O hasta 6
1 , p será negativo, y variará desde
crecientes de 9, desde «
x hasta 2tt, es simétrica de la
de las abscisas.
pondiente á la ecuación
(4) p
r
= — a eos 9 -j cos29.
2
p = — «cos9' cos29',
2
p = acos8' H cos29',
2
— 283 —
determinados por la ecuación (4), concuerdan con los que de la simple
a cos9 -I cos29 =
'
2
mos por 8 1( — 1 , 9
2,
— 2
: infe-
0, 9 1( — ,
2
,u, el radio p adquie-
.-,0, -, 0, a
AB = a+ — ; BD 2 2
£c=0 é y = 0; y
•284
x = é
2
4a 2 (X 2 + l) = f 2
(X 2 — l)
2
,
posee dos nodos imaginarios en los puntos (0, ±: i). Luego también el es-
Sn = -^ - = a senO qz
?
l sen 2 9.
dd
f^
=— C^ /^ 9
a 2 V2
,4 =— 1
p
2
d9 (l + cos26)d9H (l + cos46)d8
^ Jo ^ Jo *" Jo
e
(cos39 + cos9)<í8:
'Jo
— 285 —
4 = I( as +
4 \
LW —
4/64 s en40 qz
-12
— sen 30
-)
8
a 2 sen2G zp — senO.
VI
LA ATRIFTALOIDE
(1) p
2
(p — +¿
h) 3
sec 2 8 = 0.
ficie de los mares que cubren una esfera atractiva, y cuyas propiedades
geométricas fueron luego estudiadas por R. Townsend en un trabajo titu-
gentes *.
Poniendo, en efecto, ¿c
2 -)-
y
2 = p
2
, resulta x2 {h ± =k p)
s
. Y, por lo
-V-,
resultarán ocho puntos de la curva, correspondientes á cada valor particu-
de simetría.
modo,
(4)
2 = (^2 ~^) 2 _a .2
y >
x'¡
que las rectas paralelas á este eje la cortan en dos puntos, reales ó imagi-
narios; y que la ordenada y solamente es infinita en el punto correspon-
diente á x = 0.
a _
— (hx2 — —x Je
3 3
) (hx2 — le
3
-f x3 )
y : >
asimismo se advierte desde luego que las abscisas de los puntos donde la
curva corta al eje de este nombre son raíces de estas otras ecuaciones:
(5) x3 — hx + k = 2 3
y ce
3
+ hx — = 0,
2 fc
3
:
(a;a _a a) ^a _ ¡32) (a.a _y 2)
=v
Respecto á la índole de las raíces a, y, tres casos pueden presen-
¡3
y
tarse.
Luego la curva posee dos ramas infinitas, que pasan por los puntos A
y A', y que tienen por asíntota común el eje de las ordenadas; y dos ramas
aisladas y cerradas, que pasan por los B y C y los B' y C". En los seis
2° Si es
dos de
viendo
las raíces
la
de cada una de
primera, resulta a = 12
las ecuaciones
h, ¡3 = — h,
(5)
y
son iguales,
y =—
2
h.
y, resol-
Luego los puntos B y C se confunden entonces uno con otro, y los óva-
los se desvanecen; reduciéndose la curva á dos ramas infinitas y á dos
3.° Y si es
4¿ 3 <27A- 3 ,
dos raíces de cada una de las ecuaciones (5), las a y (3, por ejemplo, serán
x2 +y = 2
?
2
y P
= ¿-~: (p>0).
x¿
— 289 —
x + yy =pt-=
dx
da
—
2£3p
xó
1 -;
y, por consiguiente,
(A) yy = f- — x.
d, eliminando la 4
ce ,
2p( P — fe)
2 = F.
De la cual, poniendo p = Pl -f- fe, se concluye finalmente:
(6) Pi
3
+ V-^ = 3 0'
=±
(?)
V- ^' y=±y/?
Del mismo modo, para determinar los máximos y mínimos de las orde-
«2 + = 2/
2
p
2
y p=—
X
— 1
h>
(6') p1
3_ Api2 + _ í;
3 == o, P = Pl -fe ; *=\/-^, y =y ? *-x*
1 2 1 9 / 2.7 k3 \ Z-3
ri
•
2 9 2 4 \ " ÍW } Ji
ter que sea 4A3 >- 27/r 3 ; y entonces los polinomios de que se trata, po-
tes signos:
+
=
Pi
- + + 0_
?1
—
= h - + - +.
Luego entre Pl
= y =—h dosPl
existen valores reales de Pl que
cada medio óvalo BMC debe ser evidentemente impar, solamente los va-
O como las raíces de la ecuación (6') difieren solamente por el signo de las
Pl
=— oo _ _ _|_ 4-
9l
= -h - + - +.
— 291 —
Lo cual prueba que no existen puntos de ordenada máxima ni mínima
en esta rama.
Pero consideremos ahora el caso de no existir los óvalos, ó de ser
4& 3 <27/c3 .
Pl =— °°
— 292 —
305. La determinación de los puntos de inflexión de la atriftaloide
Para demostrarlo advirtamos que las dos ramas de la curva pueden re-
presentarse por las ecuaciones
x2 +y = 2
?
2
y x2 =-— ,
h p
y'ü _|_
y y" _j_ i = 21t? x~ 3 -^ 6pP x~ l = 4F> x~ — 6pF x~ G !í
.
dx
í/
2
= — »-
p"
2 o
y »
-2"
= h~ 7
, 3
P
i
6p
5 — 12ftp + 6 4 Jfi
p
3
+ 1-5&3 — 18M + 4¿ p
2 3
p
2 3
7c =
para determinar los valores de p en los puntos de inflexión; deduciéndose
mencionados.
T= (h — 1) — 2h& +
2
t
3
t
2
S¡8 ^
hállase sin dificultad que
De manera que las cuadraturas de las áreas, limitadas entre dos orde-
nadas y los arcos correspondientes de la atriftaloide, dependen de tres
VII
LA CURVA DE TALBOT
vente de las rectas, trazadas por todos los puntos de una elipse, perpendi-
cularmente á los diámetros que pasan por aquellos puntos. Curva que, por
el motivo apuntado, mereció que fijase también en ella la atención Legen-
dre en su célebre Tratado de las Funciones Elípticas (1825-1832), y cuya
— 294 —
Para lograr esto último, designemos por a y b los semiejes de la elipse
£c = acoso é y — bsenv,
designando por tp un ángulo auxiliar, en función del cual la ecuación del
diámetro de la elipse, que pasa por el punto arbitrario (x,y), tiene por ex-
presión
Y = X — tanges,
(1) X = -52!2. (a + 2
c
2
sen 2 <p ) é Y = -^£- (a2 — 2c 2
+ c2 sen 2 »),
a ¿
en las cuales c 2 = a? — b 2
, adecuadas para la determinación de las coor-
— 295 —
Además: por ser
Í^ =
do
_^ 2_ a
(a 2c2+3cWtf) y Ü= ^
do b
(a 2_ 2c2+ 3 0WT))
a1 — 2c 2 -\-
3c 2 sen 2 o = 0, ó sen 2 <
a2 — 26 2
3 c2
Al eje de las ordenadas córtale la curva en los extremos del eje menor
de la elipse, á la cual es allí tangente, y también en los puntos imagina-
cisas en los extremos del eje mayor, y en los puntos además donde
a2 — 2c 2 -4- 2
c sen 2 o 1
= 0, ó costp
T
=±— c
verifica lo contrario.
~~ (a
2 —2 c 2 -f- 3 c 2 sen 2 <o) (a 2 sen 2 o -\- b 2 eos 2 tp) 2
a2 b 2
ó, en el supuesto de ser
]c
2 = y Acp=\/l — fc
2
sen 2 cp,
a2
Y, como
_
sen 2 o Affirftt
. .
= 1— I'
2
du . 2l- 2 — 1 . ,
A«ati/
1 .. _ .'
« sen ¿o a a> \,
r
1- H
'
'
3h 2 Ao 3A 2 6
¿s = ¿_í d[sen2cj)Acs], ó
Ato 6b
s = ¿>
I
—I sen2tpA<p:
Jo *? 66
resultado el último encontrado por el mismo Talbot (Z. c). Y del cual, si
=b P
2 d«¿
,
s '
Jo A(P
a :
— 297 —
á que nos referimos al empezar el estudio de la curva (Núm. 307), y que,
= —
2
1 t 2t
sen q»
1 + t
2
1 + ¿
2
Y_ + +b +
2t[a 2 c
2 2 2
b2 (a 2 -3c 2 )i 2
t
}
é Y=
a +
(1 i
2 2
)
b (l + t
2
)
valentes á las primeras. Y así lo verificó por primera vez Tortolini (Nou-
velles Annales des Mathématiques 1846, , p. 365), hallando por resultado
la ecuación final siguiente, de sexto grado:
[3 {a
2 x2 +b 2
y2) —4 (o* + b —a l 2
b 2)] 3
— [9 (2 b
2—a a x + 9 2
)
2 2
(2 a2 —b 2
) b2 y2
— 4 (2a" + 2 W — 5 2
6 2 )J 2 = 0.
VIII
LAS TOROIDES
tan las áreas obtenidas por la proyección de un toro sobre un plano obli-
cuo al plano de su ecuador. Como fácilmente puede verse, advirtiendo que
las curvas que limitan la proyección del toro, y envolventes éstas á su vez
de los mismos círculos.
curvas.
tirán cuatro puntos, situados sobre la evoluta, donde será R= 0. Las pa-
ralelas á la elipse serán, pues, de forma ovalado • convexa , ó de la forma
— 299 —
apuntada en la fig. 101: en la cual, según el teorema fundamental de las
evolutas, AM es igual en
en el punto O. Y cuando
la loDgitud del arco A E sea
menor que AO, los arcos
FNH y EM O no tendrán
ningún punto común.
317. La forma de las
cunferencia
^+ü=l
en el supuesto de ser
x — a= y —
(1) a 29 ¿
r,
'
— 300 —
de donde se deducen las ecuaciones
a2 X
x2 h2 2 na ,,2
(2)
1 I-I
ii
= 1 y
fi2 -T-2
I_£ L
¡
V = /-2
(0 + a2 ; 2 (9 + 62)2 "
(O + o8 ) 2 (9 +b 2 2
)
presentado por una ecuación de octavo grado, que en este lugar nos dis-
pensamos de transcribir, á causa de su complicación, y porque el estudio
estos valores:
(3) , = l+^V - ^ 6a 62
6 ,
J = l±Jl\/.^ -^ 2
9 V a¿ -b 2 9 V a2 —b 2
i
una curva algébrica, con dos ramas reales, una de las cuales corresponde
á Ii = p -f~ li
, y la otra áfi = — p Te.
dx _ 93 + g?b 2 k2 dy e3 + ffl
8
ft
a
fc
a
^ tpyja2 — 6 Ve2 _
2
b*jc ¡ ^ Q2ya 2_¿2y a2 7i
.2_(j2
:
dy__ \ j 92 — b2 Jc
2
x (9 +b 2
)
dx ~ V 2
a h 2 — 62 ~ y (6 +a 2)
.
— 301 —
Con auxilio de las cuales puédese determinar la figura de las toroides: de-
1.° Je < a.
Y como, por hipótesis, Ti > a > b, los puntos determinados por las dos
que y' posee dos valores diferentes en cada uno de aquellos puntos, y,
V«2 -¿ 2 V(« -¿ )( « -¿
2 2 4 2 2
a/7^ i , ,
ft )
2
a a y
dos en el eje de las ordenadas, y en cada uno de los cuales y' posee dos
>—
2 2
a
valores reales, cuando le <—
a
, y dos también imaginarios, cuando Je
b b
Por lo tanto, en el primer caso la curva posee dos nodos reales sobre
el eje de las ordenadas (que uno con otro coinciden, si Je = a); y en el se-
— 302 —
y otros dos imaginarios, por las (6). Los dos nodos reales se reducen á
teorema
«Cada una de las curvas algébricas, representadas por las ecuaciones (3),
posee, á distancia finita, cuatro nodos: dos, de los cuatro, siempre imagi-
k <—
a
, los dos nodos reales se convierten en puntos aislados.»
las ecuaciones
düc
= y —dn — == 0, ó á esta otra, en suma:
63 _|_ aa 2 ¿a = o.
a
a2
b
; y, además,
• JL JL A
ai ^+b i a.
2
=k i ¿>
3
a 8
dos: las cuales, por sus intersecciones con la elipse propuesta, determinan
condición de ser k = o?
ó k =— b2
. Supliremos la omisión ahora.
b a
— 303 —
En el primero de estos casos, los puntos de retroceso reales y los nodos,
a2
también reales, existentes sobre el eje de las ordenadas, cuando a <Ck << ,
b>h>—,
a
vierte que, cuando 6 tiende hacia oo, x tiende hacia oo también, é —y hacia i.
Jim I x iy\
J = ± —==• lim ) ibJíllA I
6=o V y« 2 -
^
b ) ¿ a °=° \ V 9
/
/'
+ ...)_^ ¿ 1+
2 6 2 k2 b V '
\ .9 / V 2 a2 Je
2 •)}
= ±i — \/a2 — b2 .
x = — iy± —- Va — 2 b2 , 6 y = «
ix± —\
«
a2 —b 2
,
b b
— 304 —
y otras dos por las que siguen:
y = -ix± — Va — b\ 2
lim(y — i i r) = -+-
1
lim Wl ü)(l— -|-
1
y ix ± i \a2 —b 2
, é y = — ix ± ¿ ya 2 — ¿>
2
-
situado en lo infinito, infiérese que las toroides poseen cuatro nodos ima-
323. Puesto que, según lo acabado de ver, las toroides poseen doce
puntos de retroceso y ocho nodos; 6 dos puntos triplos, seis nodos y ocho
puntos de retroceso, —concluyese que estas curvas son del género uno. En
corroboración de lo cual las ecuaciones (3) enseñan que las coordenadas x
é y de las mismas curvas son funciones reales de y del radical
y _ £2 (62 /c
a)-( 2 ]¿¡
a _ Q2).
toroides.
\lo?k2 — B2
V !^J!ü__Y— i-
e
— 305 —
que, comparada con esta otra,
\/ a 2 £2 _ fj2
— \/^_ b2J 2 c
y v
—
'
(9 + Je
2
) \/a 2 —b 2
( 9 + Je
2
) \Ja? b*
\(a
2 - Je )
2
v2 + (b — 2 Je
2
) u2 — l] 2 =4 A-
2
(« 2 +v 2
).
este libro varias veces aplicado, hallaremos que la toroide de que en par-
ticular se trata posee dos focos en coincidencia con los de la elipse: focos,
coeficientes -j- i y — i.
(x — a sen tp)
2 -j-
(y — b coscp) 2 =k 2
, y
senes coses
primera.
a2
De estas ecuaciones, suponiendo que X 2 = ¿2
, se desprenden las
a2
que siguen:
¿¿sen 9
x — a sen <p
.
-| ?====- ,
é
-
y = ,
b eos <p -j-
,
•
Je eos©
a\/l —l 2 sen 2 © V^ 1 —^ 2
sen 2 es
X Á
— 306 —
que pueden servir para demostrar las varias propiedades de las toroides,
du
— bseny — kb 2
—dx— =acoscp-| kbcoscp
y -f-=
, senfy
do T
A ¡j-, J
dy ±'
a (l— V2 sen 2 ?) 2
a2 (l —X 2 sen 2 <j>)
2
1 rt/ dx dy\.
Pero
J° (l_XW ¥ j*
'
¿2 Uo \/l-XW ? J
:
=— are tang { — coto I .
l-^ S en
2
? b \_2 *\b Vj
Luego, finalmente:
2|_ 2 \b ')
.,„
VI
costeño
— 2 sen 2 *
|
„,,„
Jo
^.y^J 'J
X
— 307 —
Y de esta fórmula se concluye que el área descrita por el radio vector de
A x
=— i abiz -f fc
2 ir
-f iha i *
\/l — /2 sen 2 <p d<f\,
A =8fcaP. \/l—
2
2 sen 2 ?d<p.
Jo
Y como, además,
O T*
= acos<p + kba 2
coscp j
/'
—— ÉtCO \
j y
d<o \ dx í }
d<s '
\ ds x )
infiérese que
W?/ I dv \dsj J
s = + kab s-, ( I
—— :
I dai — ~ kabs< ~j-
l
I
'
— — i are tang —
s1 ( cot'f
J
-\- C.
6
— 308 —
O, tomando por origen de los arcos s y s x los puntos de la elipse y de la
dy
-r- = b
tangs,
ax a
hállase que
s = + h{ y — cA
Sí
a2 /,2 (,2
siguientes resultados:
V fj2 ¿2 ¿2
X, se desprenden los
( 7) x'=±±!L\l *-*»
— é 7= i+ilW^!z
—
¡p y oa a
¥ V a2 .
— 309 —
6 valores de X. é Y, correspondientes á un punto de la podaría, en fun-
Cada podaría, según esto, consta de dos ramas reales distintas, corres-
pondiente una á la rama exterior, y otra á la interior, de la toroide de que
en particular se trata, deduciéndose los puntos reales de la primera rama
por la variación de 9 entre bk y ak, y los de la segunda por la variación
dX~ 2 8
2
+ k>- 8 — b2 1¿¡
y a2 ¿2 _ &2
"
Las dos ramas son simétricas una de otra por referencia á los ejes coor-
292
-f /c
2 9_ a2 /(
.2 = 0)
2&2_|_/C 2Q_¿2/C 2 = )
caso, solamente dos de las tangentes que pasan por el nodo serán distintas,
y-
k2 —¥'
y presentando entonces la rama interior la forma indicada en la fig. 102.
— 310 —
Finalmente, cuando sean h = a 6 k=b, la curva tiene, además, un
nodo cuadruplo en el origen de las coordenadas, y la rama interior se com-
pone de dos óvalos, tangentes
en este punto al eje de las abs-
denadas, si Te = b.
roide.
3,2 92 _ b 2 ¿2
2'
y* a2]c 2_ij
y = ix dr — i \a2 —b 2
é y = — ix ± — ¿ya — b 2 2
,
[(x 2 +y —2 2
) (a 2 x2 +b 2
y
2
) +k 2
(x2 + tf)]
2 =4h 2
{x2 -f y2 )
3.
— 311 —
(Je ± p)
a =a 2 eos 2 9 + ¿2 sen a e.
De donde se infiere que las curvas consideradas tienen por ecuación po-
p = k ± \/a 2 eos 2 9 +6 2
sen 2 9.
(p - kf = á* (l - ülz*! sen 2 6 Y
p sen 9 =A p eos cp
-f- y ,
hállase que
(1+4 2 2 )
ecuación que determina los valores de p, en los puntos donde la recta cor-
ta á la curva de que se trata. Valores, . que deben satisfa-
pt ,
p2 , p3 , . .
p8 ,
cer á esta condición
Pl + + + + + + + =4k
P2 P3 P4 P5 P6 P7 P8 -
La cual, en lenguaje vulgar, vale tanto como decir que la suma de las
distancias del centro á los puntos donde una recta cualquiera corta á la
curva es igual á 4 ¡fe.
— 312 —
Asimismo se deduce de lo expuesto que
bá —a £
n 2
1 +A 2
dades pj, p 2 , . . .
ps , y por K una cantidad independiente de y . Y, en con-
secuencia:
1 -\- A¿
La cual significa que la suma de los cuadrados de las distancias del cen-
tro á los puntos en que una recta cualquiera corta á la curva permanece
constante, cuando la recta se mueve paralelamente á sí misma.
Y, por ser A = tangw, concluyese también que
Pl P 2 • • • P« = y \fj¡TA *f* = V «
{b
'
¿
~ ^ C° S4 "'
PlP 2 P3 ---Ps = A4 («
2
-n ¿
,
curva á los puntos de intersección de esta curva con una recta es constan-
te, por referencia á todas las rectas equidistantes del expresado centro.
p
2 — 2 ap cos9 — 2 ¡3 p senQ +a +p =R 2 2 ¿
,
siendo cosa fácil averiguar que los valores de p en estos puntos satisfacen
dependiente de R •
- 313 —
P'i + P'a + •••'
+ = Kv Y P's
—a
(b
2
+ 2 2 (a 2 2 4
P
,
1
,
P 2 • • •
,
2jj2
ft )
(
ffl
3 _¿9.) '
IX
LA CURVA EQUIPOTENCIAL
, m m' k
r r' a'
— 314 —
sas la recta que relaciona ambos centros; é inmediatamente podremos es-
tablecer las ecuaciones siguientes:
(2) r2 = £C
a
--f-y y r' 2 = (x — a) 2 +y 2
.
De las cuales, por su combinación con la (1), para eliminar las r y r' , se
{
d¿ m 2 [(x — a) y + a 2 -j- 2
]
2
m' 2 (x 2 +y 2
)
- Je
2
(x 2
+y 2
)
[(x — a) 2 + y = 4a m 2
]
2 4 2
m' 2 {x 2 +y 2
) [(x —a) 2 + y2 ].
Con auxilio de esta ecuación, concluyese fácilmente que cada uDa de las
puntos son además focos singulares; y que también son dobles las men-
cionadas asíntotas.
W
a\ = fr
2
\/~ (
r —g i) ( —
r a 2) • • • (
r —a s)
— am)
... .
•' 2
2a(kr
(5) \
I
(r -\- a) (Jcr — am) — am r = 0,
[k
_ (v/« + VQ 2
] [ft
- ( \/m- \Jmf\ > 0;
(6)
dx _ r [(Jcr — am) mm"3
-f- a* 2
]
dr a — a»w)
{Jcr 3 '
(7)
dy _ fc2 F' (r) (Jcr — g W — jJcF ) (r)
dr 2a 2 (Jcr -a>/!)'\/í>)
en las cuales
F (r) = - (r _ ai )
(r -« 2) ( r -a 3)
...(/• - ar
8 ),
(
8) F'(r)(Jcr — am) — 4JcF(r) = 0.
a
— 316 —
Respecto á la cual comenzaremos por advertir que, siendo
+ — — a —
(ra «a)
(r
6)
. . . (?
x)
+ — «8 (»• ) (r —« 7)
. . . (r — at
2 )],
derados poseen un punto á cada lado del eje, donde la tangente es para-
lela á este mismo eje, y el cuarto puede poseer uno ó tres puntos, dota-
dos de igual propiedad.
—
n
(tcr — am) nq
á
-\-
i «
3
mm = 0,
n /o
2 a
o r= am a \mm' 2 .
valos (a
8,a 7 ), (a 6 a 5 ), (o,,
, c¡
3) y (a^oij), é imaginarios en el caso contrario.
2.° Si dos de las raíces a 1; ot
2 , . . . a 8 fuesen imaginarias, veríase de
análogo modo que la curva se compone de tres óvalos, con un eje común,
coincidente con el de las abscisas; y los puntos donde las tangentes á la
curva son paralelas, ó perpendiculares al mismo eje, se determinarán por
medio de las mismas ecuaciones que en el caso anterior.
3.° Y cuando las dos raíces de la segunda de las ecuaciones (5) sean
iguales, los valores de r, que satisfarán á esta ecuación, tendrán por ex-
presión
a Vm , a \m
o r=-
\m -j- \m' \Jm — ym'
Ax + By+C = 0.
Por su combinación con las (3) y (4), ó eliminación entre las tres de las
coordenadas x é y, hállase la siguiente, condicional, á que deben sa-
tisfacer los valores de r, correspondientes á los ocho puntos de inter-
sección:
A [(a 2 ~\-r2 )
{Jcr— amf—a 2 m ,¡¡
r2 ] + BB V^-f 2aC(kr— am) = 0; 2
ó
6, finalmente:
¡fc
4
{A2 +B 2
) rs — áam h? (A + B 2 2
) f>
+ . . . + a4 w 4
[B 2 a 4 + (2aC + ¿a 2 2
) ]
= 0.
— 318 —
sección de la transversal con la curva, al foco adoptado por origen de las
ii i ,
am
'
rj +r +
I '
2
I
... +r =—4
I '
8
A —
mn
expresión la siguiente:
rs = o6 mS f
a
„
+ 4- C(C+Aa)l
+
•
A* B 2
a 8 m! 1
¥*
suponiendo que
C+¿a = 0, ó A {x -r a) + By = 0,
cos, de los puntos donde las transversales que pasan por el otro cortan á
X
NOTA FINAL COMPLEMENTARIA, REFERENTE Á LA HISTORIA
DE LAS CURVAS ALGÉBRICAS
van su nombre, y que ligan los números expresivos del orden y de la clase
de una curva cualquiera, con los que designan cuántos puntos y rectas sin-
gulares la misma curva posee: descubrimientos notables todos, que sirvie-
demostrando que las del género cero son unicursales ; que las coordenadas
correspondientes á las del uno pueden expresarse por funciones racionales
de esta manera las doctrinas más elevadas de la Geometría con las supe-
riores del Análisis; y abriendo con esto amplio camino de inesperadas in-
muy variado de las curvas empléanse con frecuencia los llamados métodos
dose entre las muchas y muy variadas transformaciones que pueden em-
plearse, por su sencillez y fecundidad, las denominadas lineales ú homo-
gráficas, que comprenden la proyectiva, profundamente estudiada por Pon-
puntos duplos con tangentes coincidentes, á otras que posean puntos, sí,
del mismo nombre, pero con tangentes distintas. A todo lo cual hay que
siguió demostrar.
por procedimiento bien definido. Como las evolutas y las evolventes, las
podarías, las recíprocas, las paralelas, las concoides, las polares con rela-
ción á un punto, y otras muchas, cuyo detenido estudio constituye otros
diaron los sistemas lineales de las curvas, y, con especialidad, los haces y
entre ellos, como es natural, los derivados del Algebra, y, muy en parti-
puede cualquiera convencerse con solamente repasar los índices de las re-
Funciones del mismo nombre, así en los tiempos antiguos como en los
modernos, sin olvidar las obras ya mencionadas (págs. 99 y 255), por re-
ferencia á la Historia de las cúbicas y de las cuárticas, el famoso Aperen,
CAPÍTULO SÉPTIMO
CURVAS TRANSCENDENTES NOTABLES
LA LOGARÍTMICA
x
°t/
= aeE.m , ó
"
—
m
y
=log —
a
er=^)"
en la cual las coordenadas x é y se refieren á un punto variable, y las %'
é y', y x" é y" á dos puntos fijos de la curva. Pero el estudio de sus pro-
tis, 1691). Siendo de advertir que los resultados en estos varios conceptos
y aumenta, constante é
indefinidamente, desde
hasta oo. Luego la cur-
mulas
8 t
= m, SH = ^, T=y/yZ + mZ, y N = ±}/ p + m }
*:
cantidad constante.
348. El radio de curvatura tiene por expresión
_ (j/
2
-fm8 )
2 m*W _ N*
™y ~ y ~ 1
sn 2
'
sencillísima:
e
m dx = m(y — y 1 ).
x
-
— 326 —
350. La longitud del arco, comprendido entre los mismos puntos de
la curva, se desprende de la fórmula
= v/V¿/ + 1
sT~¡
2 — 5
?« 2 -f
i
—m log-^4
i Ví/i1
2
+ ot2 — w
^ *
.
V 2/1 2
+ m2 -f- ' re
V.'/o + w 2 — m~\
+—
2
[i/~T~i ''«i
V# 2 + i
»< 2
,
lo s
}P— ™ M
2
V + + »/0
2 2 -"
=r_ (ri-»')'ro + w
+ ^Li
.
t- og
b
2 (r1 .+ i»)(r -f»)
representando por T y T x
las longitudes de las tangentes á la curva en
los puntos (x ,y ) y (.-c,,?/,).
23
U= 2izms,.
— 327 —
352. Con la curva que acabamos de estudiar hállase estrechamente
ligada, analítica y geométricamente, la que tiene por ecuación
bx
—x
q .
-\
a
p
.
— 328 —
O la siguiente, por referencia á las Ox y Oy,
[i = b\ X ~\ a}
\
en la cual a y — (3 representan las coordenadas del punto O, con re-
MR MR OR
6 A —_
JL =
NR KH OH Y
26
alx a) 2\x al
v 2./-L v 2 ;_
— 329 —
si
rea/,
p >• — a,
2
cuando
ó desde
¡c = a, en
— o>
el
hasta — 2-2—a, si p <;
el segundo;
"g
£c=0, ó £c = -
1
a+ííj
/ 1
a
\
e &«,
2 .
V 2 )
II
LA CATENARIA
353. Por los años 1690, Jácobo Bernoulli propuso en las Acta
Eruditorum, p. 219, el problema de hallar la curva formada por un hilo
pesado, flexible, inextensible , y de densidad constante en toda su longitud,
fijo ó suspenso por sus dos extremos. Y en el mismo volumen de las Acta
(p. 360) declaró poco tiempo después Leibnitz que había él resuelto aquel
problema; pero que no publicaba la solución hasta ver si algún otro geó-
metra también Como efectivamente le resolvieron el autor
le resolvía. de
la cuestión, su hermano Juan Bernoulli, y Huygens, en el volumen de
las Acta correspondiente á 1691.
La misma curva fué también encontrada por Juan Bernoulli como
solución del problema que tiene por objeto determinar la figura de una
vela, impelida é hinchada por el viento (Opera omnia, 1. 1, p. 59). Habien-
do sido sus propiedades principalmente estudiadas por aquel tan eminente
geómetra, en varios lugares de sus obras. (Opera omnia, 1. 1, p. 49; t. ni,
p. 495-504, etc.)
fp + e^).
330
354. De la ecuación
Figura 105.
V^_ c2== ±/ c_ e e c\
hállase que
y
, vv y — c
QT=yJy*
V?/ 2 e2
tang QTS = tang QOT=-^l — = y.
fórmula
— 331
R = ~if
llase que
rv 1+ — (e +e c c
—2\djc = — (e —e A c
naria, engendrada por M, es una curva tal que los segmentos de las tan-
gentes, comprendidos entre los puntos de contacto y una recta fija, son
constantes.
tra que
A = — je — c
e
c
\ = cs = c\y
358. La curva plana que pasa por dos puntos dados y engendra una
área mínima, cuando gira en rededor de un eje situado en su mismo plano,
es una catenaria.
Q
— 332 —
Aplicando, en efecto, el método de las variaciones á la integral
2*
r* PyV
Jx
y yi + y'*dx,
JtKn
que representa el valor del área descrita por un arco de curva plana, com-
prendido entre los puntos cuyas abscisas son x y xx , cuando gira en re-
ecuación
y y" — y' 2 — =o i
x ~a = i
y + yy
2
— c8 .
x—a
+1 / o 9
y Vy 2 -
y + yjy 2
-c*
/ x ~a a — v
y = -\e c
c
+e c
j,
coordenadas.
problema á que se refiere, dado que admita solución, solamente puede sa-
tisfacer la catenaria, de ninguna manera prueba que la admita en reali-
359. De todas las curvas planas de igual perímetro, que pasan por
y Vi
'l + y'*dx,
rv
Jx n
i + y' 2 = i,
que expresa la condición de que todas las curvas son de igual perímetro.
nima: como Meusnier demostró por vez primera (Mémoires des Savants
étrangers, t. x, p. 477).
cE = s2 2
-f c ,
— 334 —
comprendida en la siguiente
cli = s
2 -j-
a2 ,
III
LA TRACTRIZ DE LEIBNITZ
y \ l + y' = cy',
2
-f ] ,
le satisface.
,
335
x. = _V 2__ + C !/
2
Eli- ¡I
da;
V¿ y
dy
nidamente a -\- co, y -y—
curva.
a dy
quea;=0,y -^=co:
de manera que la curva
toca al eje de las orde-
+ —y = —y
'
i„„ c ye2 2
é w,
J\
y y
y, por consiguiente,
c ( ül —íl\
yi = Y[ eC +e c
)
Vi
A= r JLdy = - r'y/ts-ytdy.
= ^arcsen^+^V - C
2
2/0
2
-^-arcsen^--^-Vc 2 -¿/ 1
2
.
Tte 2
ejes coordenados es igual á .
— — . —
— 337 -
366. La longitud del arco de la tractriz, comprendido entre los pun-
dy = —
-r.v 1 -\
dy2
c log
yo
triz al girar en derredor del eje de las abscisas, esta otra, no menos nota-
V*/
2
+K xf — 2y (
xo *) cos6 > y> y ^o x:
igual la última á —y .
dy
Y la constancia del perímetro resultará expresada, en consecuencia, por
esta ecuación:
2/
2
(-^-Y+2/ 2 (^f)cos6 + (t/' '2_e2 ) = 0.
— 338 —
De la cual se deduce que ha de ser
:=-l C 0s9± C _1 l
g
9 + "V q
2
—y 2
[y y \
suponiendo que
4e 2
eos 2 G
se
i supone que G =— , hallaremos la correspon
correspondiente, en particular, á la
IV
LA SINTRACTRIZ DE SYLVESTER
eum, pariter).
to, que
Y___
y
~~
c
a'
x — X= Ve V« 2 -
á la tractriz,
.
— 339 —
X + Ve — Y = c log 2 2
F
resultará para ecuación de la sintractriz esta otra:
x + V« — y = c log ^
2 2 v —
dx y
2 — ac d2 x a [(a — 2c)y 2 -\-
a 2 'c]
2
dy y\/a*-y* dy 2 (a 2 - y4
y
abscisas.
fórmula
R=
a 2
[y — 2c) + ac
2 (a 2 2
]
y [(a — 2c)y + a 2 2
c]
de las ordenadas, y por la ordenada del punto (x, y), sin dificultad se en-
cuentra que
= r*J/^¿¿ _I yaa_„a+ iL (
_2e) [are sen ^---1
)
— 340 —
Y, poniendo ?/ = 0, concluyese para expresión del valor del área, com-
prendida entre la curva, la asíntota, y el eje de las ordenadas esta otra:
A,1 = — na (2 c — a).
4
}/(a-2e) y*+a<*
^
f ij\a2 —f
6 de la siguiente, expresable por funciones elementales,
1 r V(a — 2c)¿ + ac 2
TÍ- tY(*—t
gente MN corta al eje de las abscisas. Y del mismo modo puede conside-
rarse el caso de ser c < a.
V
CATENARIA DE IGUAL RESISTENCIA
rrespondiente á la ecuación
- — x — k\
y =— a loar
& eos —xa I
I <— —
a
< I.
\ 2 2
cíones x = a-K
-; y sin nin-
K O
gún punto de inflexión. Figura 108.
tang-,
vese que el ángulo cp, formado por la tangente en el punto (x, y) con el eje
R=—a a
constante.
dx
377. Como ds = , integrando y tomando para origen de los
eos —a
arcos el vértice O de la curva, tendremos que
jj
— 342 —
fórmula adecuada á la determinación de la longitud de los arcos de la ca-
tangí;
+v) = ea ' y ; r=e
B
>
taDg +
íf TJ
dedúcese que
sec-
9 S
(í+i)
tang +
(í í) ""-(^t)
Luego
/ S S N
Y=
fr + *~>
-
— 343
VI
LA CURVA DE LOS SENOS
380. Leibnitz dio el nombre de curva de los senos á la que tiene por
ecuación
°u = a sen —
x
m
con posterioridad denominada sinusoide: curva de que ya, antes de Leib-
nitz, trató Roberval en un trabajo titulado , De trochoide ejusque spatio,
son también las curvas obtenidas proyectando una hélice, trazada en la su-
perficie del mismo cilindro, sobre un plano paralelo á su eje. (Chasles:
Para hallar la forma de la sinusoide, y con objeto de fijar las ideas, su-
— 344 —
los demás valores sucesivos ó anteriores de x corresponden otros arcos,
sas.
x Adviértase que en
el punto A la tangen-
te á la curva es para-
Fi s ura 109 -
cisas; y que los otros puntos O, B, . ., donde la curva corta al mismo eje
- miJ
S _ S -J-S/cP-v*
—y
2
y
B=
(wí 2 +a — 8 2 2
) _ m2 N 3
my .'/'
382. El área de la figura, limitada por la curva, por el eje de las abs-
345 -
de una integral elíptica; pues si, en efecto, se representa por s la longi-
tud del arco comprendido entre el punto O y el punto (x, y), hállase que
= r V/ + Wa -y
ga y 2
¿y;
Jo V a y
6, poniendo y =a t, y k
\a2 -f- to 2
i-fa+^-fyljz^it.
s = \a 2 -\-
m2 I yl — Je
2
sen 2 cp . dy,
s = A.E(k ) <f):
en donde
n 2 sentp cos<p
E(k, ? ) + E(k,ty-E(k*)\ = -tj?: A;
OM=AE(k,^;OM' = AE{k )
i¿); y OA = AEÍk,—\,
- 346 —
al resultado siguiente:
OM-\- OM' — OÁ = OM
„„„,.
— AM' . ,.,
cuando entre c,
y ^ existe la relación
+m —y T '
Luego
OM — AM' =QL,
Igualdad que, abreviadamente, expresa el teorema que, en el caso de la
curva de los senos, corresponde al de Fagnano, relativo á los arcos de la
elipse.
secantes 6 secantoide ,
á las cuales corresponden estas ecuaciones
y = tanga; é y = secx:
compuestas ambas de número infinito de ramas iguales.
— 347 -
La rama de la tangentoide, correspondiente á los valores de x, com"
2 2
este sitio.
(1) |
sen (x -\- iy) \
=c:
|
sena? coñiy -f- seniy cosas |
== c,
en la cual
seniy =— i , y cosiy
e~'J + ey
dica de a;, de periodo igual á te: por lo cual basta considerar, en el estudio
de x é y.
de ser c >> 1.
ordenadas en el punto cuya ordenada es igual á log (c -|- ye2 -\- l). Y tam-
bién, cuando y = 0, que la misma parte á que nos referimos corta al eje
y, en consecuencia,
—— = ± Ve + eos 2 2
x,
2
y = log [± ye 2 -)-
eos 2 ce ± ye — sen2 2
x\.
e
- 349 —
Así, pues: considerando solamente la rama de la función y, que se reduce
á log (c -f- y c
2
+ l) cuando x = 0, hallaremos que
(4) £/ = log [y e2 -\- eos 2 x +y — sene
2 2
a;J:
cual se advierte que, cuando x varía desde hasta are sene, y varía desde
esta otra
sen2as
y
¿sen2¿ y
cos2iy = 2c 2
-f- eos 2a?.
(0, 0), (0, db 7t), (0, ± 2it)..., y cuyos ejes son iguales á 2 are sene y á"
2 log (c + \/c 2
+l).
— 350 —
Segundo caso, ó e > 1.
2 -|-
denada adquiere un valor máximo, igual á log \c -)- y c l), en los pun-
tos donde x posee los valores 0, ± ± tc, 2-n, ...; y un valor mínimo, igual
VII
CUADRATRIZ DE DINÓSTRATO
AP are ab
AO are ac
y =x
— 351 —
hallaremos, eliminando 9 entre estas dos expresiones, la siguiente ecua-
y = x COt .
2a
mera Hippias, que se cree vivió en la segunda mitad del siglo IV, anterior
a
á Jesucristo, como lo testifica Proclo en sus Comentarios (prop. 9. del
libro 3.° y principio del libro 4.°); y el cual la empleaba para resolver el
referente al mismo asunto, una obra titulada Liber in quo mirabiles qua-
draticis facultates varice exponuntur. Y también la estudiaron Roberval
(Mémoires de l'Académie des Sciences. París, t. vi, 1730, p. 57); Fermat
(OEuvres, t. ni, p. 145); Juan Bernoulli (Opera omnia, t. i, p. 447,
guiente:
y =—
2a
352
Figura 111.
XX
= tang ,
TtX
;
2a 2a
y, por tanto, y = 2a
. Luego la cuadratriz de Dinóstkato posee un nu-
OB, del punto en que aquella curva corta al eje de las ordenadas. Solución
mula, en la cual = t,
2a
a
nx 2a 2 (**
dx=2l( \
X íccot-
J
I tcottdt:
que, integrando por partes, y ad virtiendo que t log sení es igual á cero,
A = — 2Í^\ í^logsen^.
Tí 7T TI
Tt
T
= — r logsen2/c£í
i
I
t
log2.
"Jo 4
Mas, poniendo 2t = y,
TT Tt
Tt
=
Í
Jo
log sen ¿d/ log2.
_ 4a 2 log2
vni
CURVA ELÁSTICA, Ó UNTEARIA
por la ecuación
_ rx c
(^
2 -|-
c) dx
y
~ Jo \¡~tf~- (£C
2
+ Cf
(x 2 -\- c) dx
\J a2 - (x 2 + c)
2 '
dy x2 -f- c
dx \/a 2 — (x + 2
c)
2
curva admite ordenadas máximas (en valor absoluto) en los puntos Nj N',
correspondientes á las abscisas y — c y —y— c.
„ , 2aa íc
c e ' ^
— 357 —
Póngase en aquella integral x2 = v~ i
, y resultará que
2 "
O, poniendo además v = t -\
—
3 a2 c2
rx (x 2 + dx c) c _ C"» (ct + a -f 1) dt
Jo \/a 2 — + (íc
2
c)
2 \/a 2 — 2
J< '-(cí + a)V/4<3— ^í — 8
= c r rm dt r™ dt i
Va 2 —c 2
LJ< \J±p—gx t—g^ Jt (ct + a.)\/ifi—g 1
t—g 2 ]
en donde
a= 2 c2
q.= —
4 c2 + 3a 2
y = 8c (9a2 — 2
c )
.
g9
— —c
: :
3 a2 c
2
3 (a2 — 2 2
)
27 (a 2 2 3
)
I
t/
t t
dt
"°
===- =
=w> t=p{u),
K, ¿=íj(m),
.
,
y ;/
di
""
— _ = — du,
f
x
(x2 + c) rfa; c j" p" ¿m I
Jo V^ 2 — (^ + c) 2 \/« 2 — c2 L Jo cp (m) +a I
ó, poniendo —a = — p (v),
rx O +2
c) dx c r ^ p» ¿m i
Jo \/a 2 — (ce
2
+ c)
2
\Ja
2 —c 2
L
c
Jo í> (") — p(»)J
— 358 —
Expresión que, por la igualdad conocida (expuesta en nuestro Curso de
Análisis, t. m, pág. 175)
C (M — «> C (« + «) + 2? (») :
(u)
p'(v)
—p '
p (v)
J
De todo lo cual concluyese, finalmente, que
c 1
adx
-r \/a 2 — (ce
2
+ c) 2
'
x adx _ a ra dt _ t
J^ o \/a 2 — + (cc
2
c)
2
\Ja? — c*Jt \/4P— g t
t -g2 \¡ a?
Ó, finalmente,
\¿a?-
ficie que pasa por la mencionada fibra media ; y, más tarde, Binet (Comptes
rendus de VAcadémie des Sciences de Paris, t. xvm, p. 1115) y Wantzel
(ítem, p. 1197), que estudiaron el caso de actuar la fuerza en una dirección
La curva elástica fué hallada también por Edler como solución de los
1.° Entre las curvas del mismo perímetro, que pasan por dos puntos
fijos, hallar aquella que, girando al rededor de un eje, engendra el sólido
Y 2.° Entre las curvas del mismo perímetro y que limitan la misma
área, hallar aquellas que, girando al rededor de un eje, engendran un sólido
de máximo ó mínimo volumen (l. c, cap. VII, núm. 22).
IX
CURVA ISÓCRONA PARACÉNTRICA
para eje de las ordenadas la vertical que pasa por este punto; si por x é y
ambos puntos debe variar, conforme pide el enunciado del problema, pro-
porcionalmente al tiempo t. Y, por lo tanto,
dMx2 + y 2 _ 1 f^díP- , mm
dy_
dt dt dt J
\X 2 _|_ 2
y \
fe
2
(o;
2 4- y"1
) (dx* 4- dy2 ) = 2g{y + h) {xdx 4- ydy)2 .
— 361 —
— = w~
2
d(x2
...
bien
-\-y
— - —= ) ds
, y, en consecuencia, k
. ,
\2gh: con
. .,
lo cual la
dt dt
ecuación anterior se reducirá á la que sigue
h (x 2 +y 2
) (dx* + dy = (y + h) (xdx + ydy)
2
)
2
:
hy = vz y hx = v\h — z 2 2
,
hdz
v 2 dv =
\/(h 2 —z 2
) z
\fv=--h
2
r 2
dz
— z )z 2
Jo \¡(h
\/v= P'
J—
^
Vcos2oj
.
— 362 —
Vese, pues, que los valores de v y de x é y dependen del valor de la
P VsenO
ó, suponiendo que 6 = w,
V7- 0¡ f"-j^=
ycos2<
J*_
CAPITULO OCTAVO
LAS ESPIRALES
ESPIRAL DE ARQUÍMEDES
tras ésta gira, con movimiento uniforme también, alrededor de otro punto
traciones para Arquímedes: por lo cual fué durante mucho tiempo co-
esta conjetura, habiendo sido sus conclusiones aceptadas como buenas por
los historiadores modernos (P. Tannery, Cantor, G. Loria, etc.)
tor al francés y comentador de las obras del célebre geómetra griego, quien
con razón sostuvo que solamente pueden calificarlas como de difícil ó pe-
para los cuales ninguna seria dificultad presentan. Sea como quiera, aque-
yándose en la simplicí-
va, ó en su definición,
expresada en coordena-
das polares:
p = «0.
De esta ecuación se
coordenadas, tangencial-
mente al ejepolar, y des-
S„ = í/p
= a; S t
-
>9; N= V« + 2
P
2
;
£¿p
expresión
p
2
+ 2a 2
N +a 2 2
o ba
A= „— pi 2 (pi — p
¿a
) y A o =—?oH?i-?
2a
)>
A 1 W P
( Pl
— p )
er
A-A_, +2 _ Po + f (Pl -^
Po Pl
A-A Pl + 2P
° °
Po+{(P,-Po)'
AW == — -3 a2 (3ra2 — 3w + 1),
A-r> = — rfa 2
;
AV> — AM = 8*. 3 az ; AW — A<-n -V ==8(ra — 1) w» a2 ;
tiones de este género, y referente al cual puede consultar el lector con pro-
vecho la excelente obra de Zeuthen, titulada Geschichte der Mathematik
in Altertum und Mittelarter (1896, p. 166-183), donde también encon-
dido entre los puntos (p , 8 ) y (p, ,0^, se halla expresada por la fórmula
+i.d P =i r
p
'Vp
2
+« 2
-d P .
Jp n V dP
s i=—a Jy, I
\a2 +y 2 dy,
— 367 —
se ve que la longitud del arco de la espiral de Arquímedes es igual á la
del arco de la parábola anterior, comprendido entre los puntos cuyas or-
denadas son iguales á los radios vectores de las extremidades del arco de
la espiral.
p. 450).
Para más amplias informaciones, referentes á la historia de la espiral
II
ESPIRAL DE GALILEO
p = a — 66 2.
Figura 115.
410. Representando por V el
tang V =— P
2\b{a — p)
R _
(p2_46p + 4a¿>) 2
p2_6¿p + 8a6
Y como, sustituyendo en el segundo término del denominador de esta
igualdad, p por su valor en función de a, b y 9, se ve que este denomina-
dor no puede ser nulo, concluyese que la curva no posee punto ninguno
de inflexión.
— 369 —
412. Para determinar los puntos duplos, existentes en la rama de
la curva, dependiente de los valores positivos de 9, basta atender á que
estos puntos deben evidentemente corresponder á dos valores de 9, sepa-
rados uno de otro por el arco (2n -J- 1)
t, representando por n un número
entero y positivo, y además á dos valores de p, iguales y de signo contra-
p = a— &9 2
y — = a — 6[9 + (2n +
p l)ir] 3 .
De las cuales ,
por eliminación de p y resolución de la ecuación del segun-
do grado resultante, se deduce que ha de ser
fl q
_ — (2n -f 1) izb ± M lab — & 2
jg (2n -f l)
2
Ecuación ésta que puede dar para 9 valores imaginarios, negativos y po-
y para que sea positivo necesítase además que resulte satisfecha esta otra
condición
yjiab — W> tc
2 (2n + l) 2
>(2n + 1) tth,
2a>iir J
(2rc + l) 2.
2a>b^(2n+lf:
eje Ox, y los colocados sobre este eje, en que las dos ramas de la curva
se cortan.
A =— f 6
p
2
d9 = — L + -b & — — abhA
2 § 2
2 Jo 5^ V3 /
Por de pronto
ds = \b 2 94
+ 2 (26 — ab) + a 2 82 2
. ¿8;
6, poniendo 92 = x,
r/s = 1 b 2 x2 + 2(26 — ab)z + a =• dx.
2 2
.
2 \x{b 2
x -\-2{2b — ab)x + a
2 2 2
]
se hallará que
as
_
—— 1
- •
[F' (x) -j- 2 (2¿ 2
,
— ab) x -f 2a 2
] dx _
6 \/F(x) .
y, por lo tanto,
ds = — r.
\dFB +
1 ,
(z)
. ,
(2b 2 — ab) x + a '
2
.
dx
"1
3L \¡F(x) J
a
— 371 —
Para lograr que en F(%) desaparezca el término del segundo grado, ad-
mitamos que
, , , 2 2b —
6 O
—— b ,i/n
•
,
2(2b — a)vdv
ds
3
2 a? dv
b\¡ 4:V 3 —g t
v
}
en donde
*-i2.»--£ y 9^^-^y
De manera que, en efecto, s depende de dos integrales elípticas, una de
primera y otra de segunda especie, reducidas á la forma normal, adoptada
por Weierstrass.
Y además vese, en conclusión, que una de estas integrales desaparece
cuando b = —2 a.
m
ESPIRAL DE FERMAT
curva da, pues, un número infinito de vueltas alrededor del origen de las
vez más del mencionado origen, donde la curva es tangente al eje polar ó
de las abscisas.
— »
— 372 —
A los valores negativos de p corresponde otra rama OA' B'... de la cur-
cisas. Las dos ramas reunidas forman una curva continua, de la cual O es
las fórmulas
2pr2 «2 3
tang V-
a?
>
o
»»=
"
> y
'
o
01 = —2a— P
2
2p '
gentes á la curva.
R :<t*w
p H
:
— 373 —
418. El área descrita por el radio vector, cuando 9 varía desde 9
hasta 9j, queda determinada por la fórmula
^=-iX'
pa *= í (v.-«
De la cual, poniendo 9 = 0, 2n, 4it,... y 9
1
= + 9 2tc, se deducen
para valores de las áreas A v A 2 A3 , ,..,, correspondientes á una, dos, etc.,
r 92 ¿9 n ¿e
J ^9(4 9^ + 1) 8L J \/9(4 92 + l) J
- 374 —
y, por lo tanto,
Luego
3 L Jo V9(462 + i)J
cuyo valor depende exclusivamente de una integral elíptica de primera es-
pecie.
IV
ESPIRAL PARABÓLICA
(p — = 2paH.
a)*
p = + V 2pa§,
fi¡
punto.
— S75 —
Y la segunda rama, AOEFG..., correspondiente á la ecuación
p = a— y¡2pa^,
parte del mismo punto A y aproxímase cada vez más al O, hasta encon-
Figura 117.
— 2 —a
tangü>=
P (P
ap
«)
, y Sa t
= P (P
ap
)
(2w -\- 1)«, siendo n número entero y positivo, y á los cuales correspon-
verificarse que
P
= a + V2 í m8, y — = a — V 2pa +
p [9 (2 n + 1) n];
P
= a — ^2pab, y — = a — V 2^a + (2n+l)it],
p [8
{ 4 oa — 2 po [2 6 + (2 » + 1) tc] } « = 16 p a
o8 8 [8 + (2 n + 1) *];
y, por lo tanto,
9 _ [2a-y(2rc + l)7t]a
8ap
de la curva.
d2 p .
(d ? V
p
2
(p — a) + 2 p
3 2
a2 (p — +p a) 2 a2 p = 0.
los cuales muestran las mismas ecuaciones que ha de poseer la curva uno
— 377 —
puntos de inflexión reales de la curva se hallan situados en el interior de
la circunferencia, cuyo centro coincide con el origen de las coordenadas,
en el punto O, donde 9 = ,
que el área A r , comprendida entre el arco
2p
OA y su cuerda, tiene por expresión
«3
2áp
= - af +
s
- fV w+ pa
'
"e
ir Vp2 <p
!
p2
* -
V
ESPIRAL HIPERBÓLICA
vese que la curva da un número infinito de vueltas en rededor del orig en, O,
de las coordenadas, al cual indefinidamente se aproxima, y que por tal mo-
tivo constituye un -punto asintótico de la misma curva (fig. 118).
Representando por x é y
las coordenadas cartesianas
de la curva, hállase que
y = p sen
f,
9 =m sen 8
:
Fi"ura 118.
igual á m, es asíntota de la
curva.
S t
= — m; bn ~ -
92 m'
K y !T=V¡2+^2
caso.
E_ p(m2 -fp2 N 3
N 3 N 3
m a
p
2
mSn Sn S t
429. El área descrita por el radio vector, cuando éste se mueve desde
la posición correspondiente al ángulo í)
, hasta la correspondiente al 9 1; se
» =
P yp 2
1^- +1 •
<*p = f''p- 1
(™* + ñ J d?
= VPi + w + -^-log V 2 2 pt
2
-f- w3 —m
V Pi 2 ~\~
m2 +m
L
v
m log v
— r V/ — —+ ™ + — Po
i
2 ¡
%
2 , i
VPo
Po
,u
2
2
+ m2 — m
+w +m 2
—
O
s =T -T°^
+™log iTi- mHT + m) ° :
1
2 (Ti + ^flo-w)
representando por ÍT y 7^ las longitudes de las tangentes á la curva en
los puntos considerados.
mica (Núm. 345), tales que la ordenada cartesiana de éste sea igual al ra-
espiral, es igual á la longitud del arco comprendido entre los puntos co-
rrespondientes de la logarítmica.
VI
L I T U US
de 9 es sucesivamente igual á — —
it
,ic,
3
it, 2 it, — 5
rc, ..., p adquiere estos
u ¿i ¿i
s= m
dp
— 2 2cfi
435. Para determinar los radios de curvatura del lituus sirve esta
otra fórmula:
_3
2a2 (p'
i
— 4: ai )'
l9-a -l = 0:
4
—"382 —
valor imaginario de p, la curva posee un solo punto de inflexión, M2,
defi-
A = — a- log _L
ú 'o
* (1 + 49 2
) d9
«j<2 9 \¡ 9 (1 4- 4 82)
tegrales
r .
* 7 r-
J 9 V9 (1
\/e + 4 92)
(1+4 9
2
) J V 9 (1 +4 9
a)
r = _ 2 V 6(482 + n
'
¿8 6 (4 82 1) 6d6
|
i p_
J 8
V (4 + 1)992 6
J V 8 (4 92 + l/
hállase, en conclusión, que
s= rVuy+i)_^wTT) f'
^ 1
L 9
o 81 J% \/9(462+l)J
— 383 —
VII
ESPIRAL LOGARÍTMICA
en las cuales el gran filósofo habla de la curva, secante á todas las rectas,
biertas por Jacobo Bernoulli, quien las expuso en dos artículos, publi-
p. 491).
mismo punto,
tangF=-£—
ap
constante de V, será
p¿6 _ 1
dp c
p = (Je .
diente á los valores positivos de 9, desde hasta oo, arranca (fig. 120) del
zarle nunca.
R-. i\/l+c2 :
— 385 —
Y así es fácil obtener el valor de las coordenadas 9j y ,o
1
del punto N.
Tenemos, con efecto, por ser ON la subnormal,
-c
Pl = f7ce
c
(9.-f) = Ge c<i,
Y +logc .
Y poniendo ahora
2 c .
resulta finalmente
x loer c
2 c
OS = -P T
V C2 -f 1 .
p' =
Ve2
,— —
+
y 8' = — 6 o.
: p
— 386 —
Ecuaciones que, combinadas con la de la curva, producen para ecua-
C c(6' + a)
\/e 2 +l
de la cual se concluye, procediendo como en el número anterior, que la
^ = -L (P 2 -Po2 1
)-
4e
la fórmula
d<¡2
= Vi + C% — X
rv¡ __4-l.£Í
I 1 1
> ).
i (Pi
dp'¿ c
VIII
IESPIRAL DE POINSOT
la ecuación
2a
e -fe
— 387 -
por haber sido considerada por aquel tan ilustre geómetra en su célebre
memoria titulada Théorie Nouvelle de la Rotation des Corps, presentada
2am
0;i
2a
tang Y -
mp (e
m9 — e-" 9
)
A^= —
a
\/(l -f m2 ) a2 —m .
2
o
2
:
p [( 1
-f- ni2 ) a 2 —m 2
p
2 2
]
a 3
(1 +m 2
)
R= -
m2 -j- 1
A = 2a* ri—**
™0 -mB)2
^-í
2m
1
^^-1.
J le +e + l 2 e 1 J
6 2ad8 .
— —
i 2m9
+ r"" + 2 - m%
¡¡
ü= f ^ \/(l + nfi) (e
2mfl
+ e- 2mí)
) +2 -m (1
2
),
m0„ P
J (e + e- me fl
)
2
hállase que
_ 1 f» rf* A / (1 +m 2
) z2 + 2(l — m )z + l+m 2 2
~ 2mJ + (* l)« V *
1 p [(1 + to 2
) x a -{-2(1 —m 2
) « + w 1 -f- 8
] d»
—m ,
'
* [(1 +m 2
) x2 + 2 —m (1
2
) z + l+m = F{z), 2
]
despréndese la identidad
F{z)
= + w« 2 — 4rf .
* (*.+ I) 2 L * +1 (* + 1)
2
J
d%
U= -K \(l +m C 2
) f_L- -4m f 2
2wi L J \F(z) J (x + l)\F(x)
J (* + l)ayi? (*)J ,
ciación:
r dz
= \F(z)
y¡F(z) r
f dz
|
1+m 2
r(z + l)dz
8m 2
J V^(»)
r '
— 390
lo que sigue:
_
U= 1 V-FO) m 2 +l í*
dz 1 -f m2 í* xdx 1
j
x =v -j- h y h — :
3 1 +m 2
u==
Vi + n¿<
'
5 +m 2
r dv
2 ?w |_3(l+?« 2 J ) y/ iv 3_g^—
g, V
v —q 9
_ C vdv i
V^t' 3 — g v— ± ff 2
l
J Vé 3 —g v— x g.2
2 (v -f l + h) J
rx
ESPIRAL TRACTRIZ
dp
2
+ ó dQ = cfidp
P P'
ffi~' P' Va 2
Va 2 — e
2 -'
9
V«
d% V"2 -|
2
d? p
él nunca.
Á los valores negativos de 9 corresponde otra rama de la curva, igual á
\ fg* - p2
dy _
dx
cos9 -j- senO
Va2 —
P .
— 392 —
vese, en primer lugar, que las dos ramas de la curva son tangentes al eje
y pasa por un valor máximo ó por uno mínimo se hallan definidos por la
expresión
y/a 2 — 8
x^ 4~ y 2
— ax = >
que representa dos círculos iguales, cuyos centros están en el eje Ox, á la
distancia — a del polo O, resulta que los puntos de la curva donde y pasa
x 2 -j- y2 ± ay = 0.
R __ gp V «2 — P 2 .
2 Pa
a
"
fi
Representando por a el ángulo de la normal en un punto cualquiera con
el radio vector del mismo punto, dedúcese que
cota = \/a? -— p
2
ó sena =— P
,
— 393 —
Y, utilizando esta igualdad, podemos dar á la expresión del radio de cur-
vatura la siguiente forma (Rouquel: l. c.)
p cosa
eos 2 a
la curva,
l dp =-^t
V'S-
y, en consecuencia, tomando por origen de los arcos el punto A,
A= p
r y a2 — p
r
2
a 2 are sen — -I a2 n.
4 4 « 8
458. Para dar por terminado este asunto, transcribiremos, sin dete-
bólica que rueda sobre otra igual, coincidentes ambas una con otra al ini-
ciarse el movimiento.
— 394
X
LA COCLEOIDE
senQ
Figura 123.
en O al eje polar. Cuan-
do, á continuación, 6 va-
ría desde n hasta 2tt, el mismo punto describe el arco Od eO, también tan-
nense una serie de arcos cerrados, como el OfgO, tangentes todos al eje
— 395 —
polar en el punto 0, y que no pueden cortarse unos á otros; porque, si se
supuesto.
ra 123 con las mismas letras, diferenciadas con subíndices , que la prime-
ra, salvo en los puntos A y O, comunes á las dos.
46 1 . Por ser
dp
ü
9 eos 9 — sen 9 p (a eos 9 — p)
dx
9cos29 — — sen29
2
de las abscisas.
(ce
y x=a
2
-f-
—y 2
) (ce
2 2
).
— 396 —
Luego todos los puntos en que la tangente es perpendicular al eje de
p = 2a cosí,
vese que todos los puntos donde la tangente es paralela al eje de las abs-
la cocleoide, es
— = — — sen — 26,) (9 1
~\ ~- sen — (9 9.),
*'
p pj
asen9,
representando por 9
X y px
las coordenadas del punto de contacto.
Y poniendo en esta ecuación 8 = 28j, hállase que = p a.
D .
(a 2 + — 2apcos8)2
p
2
28 (a 2 — apcosG)
de la cual, en el caso de ser 9 = 0, se desprende para valor del radio, en
el punto A, R = — a. Y, 3
poniendo p = 0, vese que en el punto O, donde
4
9 = ±7t ±27t, ± 3tc..., se verifica que i? = —«
- ,
.
-
2tu
XI
LA CLOTOIDE
por definición,
(1) ps =a 2
.
= =
— 398 —
Siendo preciso para obtener la ecuación de la curva, referida á coon
nadas cartesianas , recurrir al Cálculo Integral, como sigue.
d2 x 1 dy d2 y _ 1- dx
ds 2 p ds ds 2 p ds
d2 x s dy d2 y s dx
ds 2 ds 2
'
a2 ds "
a2 ds
dt s dz s
ds a" ds a2
Y como la ecuación ds 2 = dx + dy 2 2
equivale á esta otra, t
2 -\-
z2 = 1,
resulta que
1L =
ds
^T~T
a2
2
;
y, de consiguiente,
are sen t = \- c,
1
, o = = sen
t | \- e, |.
2a 2 ds \2a 2 V
De la ecuación t
2 -\-
z2 = 1 se deduce también que
*y.
ds
z = \fri? eos ( — + cX7
\2a2
ds y =-£ eos
(2)
-f Jo
sen
2 a2
é
2 a2
ds.
dy_ 2 a2
= cotg
dx 2 a2
2 a2
2 a2
— 400 —
Poniendo en las ecuaciones (2) = v, y tomando como límite de s
2 a2
el oo, encuéntrase
,.
Iím.x = —a - í"" sen?;
I —-j=-dv y lím?/= ——
a /"""cosí;
I
,
—dr:
s=tn
V 2 Jo V » V 2 Jo Vi»
S=QD 2 S=QO 2
al valor oo.
va posee otra rama igual á la hasta ahora considerada, y dispuesta, por re-
ferencia á los ejes de las coordenadas negativas, como lo está la primera
un punto de inflexión.
470. La evoluta de la clotoide puede hallarse por medio de las ecua-
ciones conocidas
!-— —PlT
dy ,
< y
„
-t = t-aT'
dx
401
x —a= IV
s
eos —o—5-
2^ , y °m
— = — sen —2a-—
r
f5
tí.
s
o
¿
-
ds
Cs sen
I
s
2
ds
J^¡ «o Jo 2o
2
*2
= s1 r
I
s
>
sen
s2
2
a
as —s r I
s
°
sen
s2
2
a
-ds — r I
s
>
s sen a
as
Jo 2« Jo 2« J.'« 2 a2
52 s2
2
= s,
1
r»\
I sen
,
as — sn f*
I sen as
...
+ a„/ eos —
X ¿
I
Sl
i
eos —
J 2a2 °J 2a 2 2a V
2
2 a2
fs s2
J^s, íZs I eos á"s
S„ i, 2a 2
2
s2 2
= sx
f«i
I eos
s
as — f*
I eos
2
ds — a- 7 sen — — 1
Slr
2
Jo 2ft2 Jo 2a \ 2a
Oí -s ) X=s í 04 — s a„ y (s
x
— s ) Y= ^ — sx s f3
.
26
— 402 —
Y como por medio de estas igualdades resulta igual á cero el determi-
nante
X Y 1
Po 1 >
Pi 1 •
s2 í s 2 \
J^s
1
sen
2
ds +a 2
í eos -^-
2a 2
1 | y
2a \ )
s1 Y=s 1
sen—- ds —a 2
sen —L.
Jo 2a ' 2 a2
s x Jl = s1 at —a 2 é Y= ¡3
r
(*i, Vi),
( x -a 1)
2
-\-(y-^Y = ^-,
403
laciones que existen entre los radios de curvatura, la longitud de los ar-
XI
LA PSEUDOCATENARIA
guiente:
R = k2 a— —
a
a) ¿= C
'
Jo
s
—=
R
C #«»"-«* =-Li ads
og
S
i^+i
ka-s'
Jo 2/c
dx
= eos y y = sen»;
ds ds
- 404 —
de las cuales se desprende o los siguientes valores de x é y:
x= n
I eos s
ds j
rfo)
a
é y = n
I sene
ds a
do,
Jo ¿1 Jo d7
la igualdad (1),
U) s = la
""*(e
2tt?
'- — ±}
1)
=ka ,
e*?-
= 4ak — 2 ¡
¡
— 5-, y
la; = 4a/.-
2
j
eos »dco
—^« e
(-B)
sen-des
a
Jo («** + e-^)
474. Fundados en las fórmulas anteriores, podemos determinar fá-
cilmente la forma de la cur/a, en el intervalo des = 0ás = ± ka.
Vese, en primer lugar, por las fórmulas (A) y (B), que, cuando por s
se toma — s, cp se transforma en — cp: con lo cual x se convierte en — x,
- 405 —
tangente con el eje de las abscisas aumenta indefinidamente, mientras en
las mismas circunstancias el radio de curvatura, R, disminuye indefinida-
4/í 2
'°£
<
(e»?+ e
- fc
?)2
Js R 2k L — ka — ka J s s
3,=
Jo
coscp —
d <?
df + íBo é #= I
Jo
seno —
«?
d» +y .
— ka =
° 2h hállase que
Pero, poniendo e ,
sn
s == ka — ;
r
y, por lo tanto,
ds áak 2 —
a
1h>~ (e*T+*— ¿-*T-*)
— 406 —
Luego
x = — iak 2
i — -. —— '
-. ¡-5- + ^o ^
y — éak P'-í
i (^*-r^-V.
sencpdcp
+y °;
t
los puntos asintóticos las ramas AA y AA' con la rama única BOB'.
XII
LA PSEUDOTRACTRIZ
\ = ka\l — e
a
;
la cual desde luego nos enseña que será R= cuando sea s = 0; y, por
ds dx = dy
=
=í R ,
ds
costo, y -Y¿_
ds
sencf:
, Y
— 407 —
representando por o el ángulo de la tangente con el eje de las abscisas,
.=± J- r
ka W
ds
_i±
=+— f Wii e±ads
'
J — a
£a.J¿
a —
\¡ l e \¡ e 1
J f-á£= = . f-T-SEí
J
—
- = , ios + v^±a
(i
V^-i v/í 1
v = ± — \og(e +\e — a a 1
Además
¿03
= cos — log(e + V ea — 1) íl
y
guientes:
y = j
senepds =± j
sen — log (
e
a
-f- y e
a — 1 |
ds t
— 408 —
Integrando por partes, hállase, en efecto, que
x= /"?
I cose
ds ,
aa = senes
ds C
I sens
C12S
,
c/s, A
é
•
Jo *P '
ó? Jo
'
dv 2
/> A> d2
y = I sen»
ds
ds
.
= — í
\ coscp
ds 1?
-f-
,
I cosa
s ,
rf?.
Jo '
de? L d ? Jo Jo
'
df '
1 e*<?+ e-*?
rero, como ea = , y, por lo tanto,
ds (et?_ e -* ?)
s = a log e**_|- e-'<?
:fl fc
— ;
r~— >
>'
dá s 4 a k2
df (e
ftt
P+ e"*?) 2
.£ = r»
./£ sene — a
4a i"
A- f? —
I
sen <pds
*<?+ e-*?)
— 5-
2
, e
J (e
// =—R r>
costp
f + 4a/r
, , ,o f — cos&do
I —— ; L í s-:
2
Jo (e
fc<
f.+ e-^)
,r, =— 'íale-
,o A—
I
¡
senepcico
'•-- ;
— 5- é
Jo (e'^+e-'^f
y = iak . ,
2
í*l
I — COS'idcp
—1—ñ--
;
x
ti/i —
-~4«P i
rtt/L'
f°°
I :
Bep
:
^T ; S- — ™ . é
C
Jo (*''"'
+ *"** f
2\e
-^
í * + e
--JL\
lk
)
= ±éak, .
,.,
2
C™ — COS'irfo
1— —5- = i
y1
Jo (^+<r 2 fc
'f)
>2/c -, 2k
(1) "
y =a - x k
xh ,
igual á —
tn
, algébrica. En este último caso será
(2) am
~n
y
n
= xm .
p. 429, 1730), quienes determinaron también sus áreas, y además los volú-
y Wallis, que determinó asimismo las áreas por los métodos expuestos
en su Arithmetica lnfinitonmi: etc., etc.
y =a y
=_T a é y" =
481 .
La ecuación de las tangentes á las parábolas y —a - y k xh es
F— y = Ji-a
l - k x ~ l (X
lc
— x).
Y= - (1 fc) y,
— 412 —
que proporciona un medio fácil de construir las tangentes á las curvas
consideradas.
h (k — 1) xy
483. El área, A, limitada por un arco de parábola, por el eje de las abs-
cisas, y por una paralela al de las ordenadas, trazada por el punto (x lt ?/
1 ),
= ai-*r Xl
a*dx-.
fc-fl
iguales á xx é yv
484. El volumen del sólido de revolución, engendrado por el área
que acabamos de considerar, cuando gira alrededor del eje de las abscisas,
V=n CX <y2dx=Tz
*
y X '
cular á este eje trazada por el punto (x lt yj, girando alrededor del mismo
eje, por esta otra:
V í
= ii
j
''
x2 dy = ——— x* yv
Jo * + 2
de la integral binomia
+ tf^'-aa^-D.da;:
-JT V
l
— 413 —
que solamente puede expresarse por funciones elementales cuando sea en-
tero uno de los números
1
6
2(k — l) 2(4 — 1)
486. Escribiendo la ecuación de las tangentes á las curvas (2) del si-
guiente modo:
Y= — yx 1
.X H y,
uY+vX — l = 0,
hállase que
é y
[n — m)v (» — m)u
Y, sustituyendo estos valores de x é y en la ecuación cartesiana de la
a m-n y
m _ /_ ]yn _Z^_ ^ _ m^-m un ¡
nn
II
LA PARÁBOLA SEMICÚBICA
ay2 =x 3
,
rectificó.
— 414 —
488. De los resultados obtenidos anteriormente, por referencia á las
mente que
rv 1 4 —
4a
x dx =
27 (
1+
Hf-1
con lo cual queda demostrado que la parábola semicúbica es rectificable
algébricamente.
A tan interesante resultado, como primer caso de rectificación algébrica
de una curva, llegó antes que otro alguno el geómetra inglés Neil, ya
mencionado, por un método que es consecuencia inmediata de las doc-
T^=-^-(X~pf,
21p
t.i,p. 99).
Problema resuelto muy poco tiempo después por el mismo Huygens, y del
cual dio también Leibnitz una solución que publicó en 1689 en las Acta
— 415 —
Eruditorum. Por esta tan curiosa propiedad, la parábola semicúbica fué
calificada de isócrona.
7?Q \2
Max + —— f -f a2
/
a (a — 18.T-) 3 = j )
.
ni
LA PARÁBOLA CÚBICA
a2 y = as
3
,
rv '
i-Q — dx,
2
s== _« r «_
í dt 2
'" 3 p, t dt
6l 2 "x
V'Kir) V'F^)
— 416 —
O, por ser
esta otra:
di
-¿V'(r+*)+¥r^: ¿2+ —
9
IV
DE LAS HIPÉRBOLAS EN GENERAL
x m yn = am+n .
495. Para hallar la forma de estas curvas basta atender á las igual-
dades
m+n m
y
°
== !
n n
— 417 —
Si m es número impar y-n par, la curva tiene la forma indicada en la
figura 129: simétrica relativamente al eje de las abscisas, y con dos ramas
infinitas, desprovistas de puntos de inflexión, y con los ejes coordenados
por asíntotas.
Si m es par y n impar, también
tiene la curva dos ramas de la mis-
T=(l + k)y.
El radio de curvatura de la misma hipérbola por
(x 2 -j- k2 y2 ) 2
R
k (Je -\- 1) xy
l—k
1 — 2/c
F i
= 9
Oí
2
2/i
— a>o
B
yo)-
é (x lt y t ), por la integral
X
s= C Vi + '
Jfi a 2 0- + V x- 2 + *> dx.
<>
-Jx a
(m -[- n)
m+n a m+n u n v m = n mm n
,
LA CICLOIDE: ORDINARIA
Figura 130.
rencia con la recta OB, sea igual á la longitud del arco MQ.
De esta definición inmediatamente se concluye que la cicloide ha de
generadora; que todos ellos poseerán un eje de simetría, como DE, per-
— 421 —
pendicular á la base OB; y que sus extremidades, O y B, corresponderán
á otros tantos puntos de retroceso de la curva.
área limitada por el arco ODB y por la recta OB, que demostró ser igual
23 de Agosto de 1638.
Otros procedimientos para determinar las tangentes y normales á la ci-
cloide fueron ideados más tarde por Fermat (Oeuvres, t. ni, p. 144), y
gravedad de sus arcos, y á los de los sólidos que engendra por su revolu-
ción alrededor de la base ó del eje; á las dimensiones de las superficies de
la recta fija, OB, por eje de las abscisas; y advirtiendo que, por definición,
OQ = are MQ = rt, hallaremos desde luego estas ecuaciones
— 423
#(J-*)+"£W»)-o,
dt dt
donde
(Descartes).
502. La longitud de la normal se deduce de la expresión
R = '
dx d % y _ dy_ d% x
dt dt 2 dt dt 2
hállase que
de la normal (Huygens).
Tomando, pues, sobre la normal MQ la longitud QMlr igual á MQ, M x
fórmula
=
f
C ''y/dx 2 '-{-dy 2 = 2r (Sen -f dt = 44»-/
r eos — I eos —
2 2
De la cual, poniendo t
x
= n, se concluye que la longitud del arco DM re-
sulta dada por la igualdad
s =4?- eos — tn
2
Y, poniendo t = y í
x
= 2it, s = 8r: de manera que la longitud de
un arco completo de la cicloide resulta igual d ocho .veces el radio del cír-
r>2iz
J^2ti?'
fdx = nr 3
¡
(l—cost) 3 dt = 5-^r 3
,
o Jo
V1 = 8Ti 2 r 3 ,
x = — t)r (tz
-f- rsení, y =r (1 -|- cosí).
-4! =—r 2
I
[O — t) -\- seat] sentdt
=r 2
\ (u — t)Uost-\ J
4-sení -| sen2¿ .
eos t A = ,
2
—
— 426 —
y, en consecuencia,
t =— tc é y
a = — r:
6 2
1
8
°-¿ r*y/ffiffl dt
2 3
xí = rt é yx = r(l — cosí);
-
— 427 —
y, en consecuencia,
y1 = r(l ^cos-^-J;
ó, poniendo r —y =y í 2 , y xx = • — íc
2 ,
y„ = sen — £C
2
Dinámica.
a
1. La cicloide es la curva que debe describir la extremidad libre de un
péndulo para que el tiempo de cada una de las oscilaciones de éste sea
U
CICLOIDES CONTRAÍDAS Y DILATADAS
510. Cuando una circunferencia rueda sin resbalar sobre una recta
fija, los puntos del círculo que limita, interiores á ella, engendran curvas
denominadas cicloides contraídas , y los exteriores otras curvas, á las cua-
x = rt — asent é y = r — acost,
si por r se representa el radio del círculo generador; por a la distancia
(< ó > que r) del punto, generador también, de una cualquiera de aque-
llas curvas, en particular, al centro del mismo círculo; y por t el ángulo
de las rectas que unen este centro con el punto de la curva engendrada,
correspondiente á determinada posición del círculo móvil, y al punto en
Figura 132.
¡i-
¡y2 + y'zyt
x y —y x
dedúcese que el radio de curvatura de las cicloides tiene por expresión
(r 2 -j- a2 — 2 ar eos t ) -
a (r eos t — a)
ir + af
Por medio de las fórmulas del Cálculo Diferencial, adecuadas al objeto,
=r/ r — a cosí \
\
sen 4t\ A
e =z
r (r —-a cosí) 2
5
t (
\
t
r eos í —a /
yí
a (r cosí — a)
En el caso de ser a <r, la evoluta del arco AD de la cicloide (fig. 131)
se compone de dos ramas: una, FO, que pasa por el punto F, determina-
do por la igualdad
AF= {r ~ a)
a
\
ds = y as' 2 -f-
y' 2 dt—\r 2 -j- a2 — 2ar cosí dt.
O, poniendo t = te
-f- 28,
r
d* =2 + (r o) \/ 1 -
— 4<ir
sen 2 Q ¿9.
(r + a) 2
Luego Za rectificación de los arcos de la curva de que se trata depende
de la rectificación de otros arcos de una elipse (Pascal); ó, como la pre-
especie.
515. Para encontrar el área limitada por la cicloide y por una paralela al
x = r( K — t)-\-asent
r
é y =a (1 -f- cosí).
Luego
a\
A= 2 ( i
izairA 1.
V 2/
,
433 —
III
EPICICLOIDES E HIPOCtCLOIDES
5 6.
I Desígnase con el nombre de epicicloide la curva engendrada por
común tangente.
sobre las mejores formas de los engranajes de unas ruedas dentadas con
por la igualdad
A
R
(1)
dv
-jL- = (R„ + r) [cosa — eos + (a [3)j,
La cual, sustituyendo en ella x é y por sus valores, dados por las ecua-
ciones de la curva, y por Xé Y los .Reos a y i?sen* de las coordenadas
del punto B, queda satisfecha: luego la normal á la curva en el -punto M
pasa por el B, en donde las dos circunferencias se tocan. Y, en conse-
cuencia, la tangente á la curva en aquel punto será la recta DM, perpen-
dicular á BM (Descartes).
Y si además se pretende hallar la longitud, k, de la recta BM, bien fácil
será conseguirlo, bastando para ello advertir que
a — 0, 2 —R *, 4 —R ir, 6 —R u, ...
Si —
R
es un numero racional, —n , cuando fuere a=2n — K—2mv: t el
R
.
— 436 —
punto generador de la curva vuelve, después de describir n arcos igua-
les, á la posición primitiva, A, de donde partió; y, si continúa girando
la circunferencia móvil sobre la fija, se reproducirá, sin variante, la epici-
m— sen« — cosm — — —m
a. a. a. a a
eos y y lo son igualmente de sen y de eos
m m ,
m ,
m
Pues poniendo, por otra parte, tang — — == t, en las fórmulas que deter-
sen —= a 2t a 1 — ¿
2
•1
+ t
2 >" 1 -f- f<
dy
dx
cosa
sen(a-)-fJ)
— eos (a -j- (5)
— sena
Kf)<
(^y
adquiere, por de pronto, la forma indeterminada — ,
que fácilmente se
— 437 —
punto A, donde i = 0y comienza la generación de la curva, coincidirá
_ Ssena
^Í~=(R +r)\— ena + sen(a
sen (a + p)fl
p) + ^\
d2
^ = (R +
a¡
r) I- cosa + cos(a -f ¡3) /l + -|-Y|,
guiente fórmula
3
dx 2 . dfY AfTii^-^lk
4 (E -j- r) r sen — ¡3
da. 2
Jn,
1
= x da?
la? )
= 2
—
dx d 2 y dy d 2 x R-\-'2r
da. da. 2 da da 2
_
Al—
2k(R + r)
R + 2r
*
Y como el denominador de R t
no puede ser nulo, resulta que la curva
no posee puntos de inflexión.
521. Para hallar las evolutas de las epicicloides, basta advertir que,
[(R -f- r)
cosa -\- r eos (a -f-¡3)] é
R + 2r
iu
J1
= \(R 4- r) sena 4- r sen (a 4-
R+2r
'
— 438 —
Ecuaciones las dos últimas que pueden también escribirse de este otro
modo:
R r -L r
, = -
\ (E + r) cosa 4- r eos — r — a
fí
é
1
R+2r |_ -J
,
1
= ( R + >') sen a + r sen a :
K+ 2r L r
I
ó, poniendo a = a,
1
-I
abscisas otro, que forme con el primitivo un ángulo igual á tc, halla -
R
remos para las nuevas coordenadas, .r
2
é y2 , las expresiones siguientes:
ícq
3
= (ñ + r)cosa. — reos— a, é
R + 2r L
'•
J
2/2
:
R r,»
(R
,
-+- r)
\
sena, — r sen +r r iü -
a,
"1
.
R+
f 2/-L
J
\J
O, poniendo finalmente
Jí — — Xa e Y= w9
R+ + 2r
,
2r 22
estas otras:
_-
= . _ ,
— r sen R -\- r
Y (/í -+- r) senaj tt
v
— 439 —
Ecuaciones ambas que coinciden con las de la curva en primer término
'-. coincidiendo
^ ~^ -y ^
el
pectivamente sus radios iguales á
'
,
y, por lo tanto,
arcoiüi¥= arco R A.
dy__
y
l/
d±_n
~ R + r)(R ±2rL
d£ dp R
— 440 —
el área A, limitada por uno de los arcos de epicicloide y por los radios
A
.
= —1 f2.it/
x
d>i
y —cte\
d, (R + r){R + 2r)r*
I I
J
2 Jo V d[i d 72
otra (Newton):
8r(i?-|-r)
-rVíwHsr-*
525. Consideremos ahora las mismas cireunferencias que en el Nú-
mero 516, y supongamos que la de radio r y la de radio R sean tangen-
tes una á otra interiormente. En este caso las curvas engendradas por un
punto de la circunferencia móvil se denominan hipocicloides.
fácilmente se deduce que las ecuaciones de estas curvas son las siguientes:
£c = 4rcos 3 a é y = ár sen 3 a,
fr)W ér
y = y sc = 2rcosa;
correspondientes á una línea recta (Cardan).
Pero, entre todas las hipocicloides, la de más notables propiedades y más
IV
AA A 21
. De los arcos de la hipo-
nerador de la curva.
y algunos más. Pero quien la estudió con mayor amplitud y más contribuyó
á su celebridad fué Cremona que ,
la consagró una bella é importante me-
moria, publicada en el volumen del Journal de Crelle, correspondiente al
año de 1865 (t. lxiv, p. 101), donde la calificó de maravillosa, por el gran
~
número de interesantes propiedades que posee. .
p. 169) se valió para los mismos fines de las coordenadas cartesianas, con-
forme, substancialmente, por ser lo más elemental y más fácil de compren-
der, haremos á renglón seguido. No sin antes advertir que, además de los
(,oc
2
+ y + 8rx (3y — x + 18r
2 2
)
2 2
)
2
(x 2 + y — 27r = 0;
2
)
4
sena=2sen
.1-1
— — a= acos
2t
; y cosa=cos ¿ — a — sen„1— a= —
.1 2
1 t
2
.
2 2 1 + /2 2 2 l + ¿
2
— 444 —
Con lo cual las ecuaciones (1) de la curva redticense á las siguientes:
— — 6¿ + 3
t
!i 2
t
= 8P
é y
"
•
Y, en consecuencia,
dy dy _
dx
dx dt '
¿t
(2)
9, x = 4r¿2(¿2
i
+ 3)-!
é y =— r
8p
(*
2
+l) 2 (¿2 + IV
Y como la ecuación de las tangentes es
Y - y = t(X—x),
Para trazar, pues, por el punto (a, [i) tangentes á la curva, habrá que
imaginarias asimismo.
Sean
t
1
= tanga, í
2
= tang&, y ¿
3
= tange
— 445 —
estos tres coeficientes, sometidos, según la ecuación anterior
demuestra, á
las condiciones
3 3
1
-
d
4r+a ir-\-a
y, por consiguiente,
.cesos por cualquier punto exterior á ella, forman con una cualquiera de
las tangentes en los puntos de retroceso tres ángulos, cuya suma es múl-
tiple de -k.
ir -4- a
rresponden los puntos por los cuales se pueden trazar tangentes á la hipo-
(« + 3r) 2 + p =r 2 2
,
2S
ár -\- a
t
1 y t
2
serán entonces raíces de la ecuación de segundo grado
¿ ^1-1=0.
ér -)- a
pasamos á determinar.
Sea X el valor de t en el punto de contacto. La ecuación de la tangente
será entonces
Y— IX
)«
^—
ir l 3
+
2
=
l
0;
x_ 4r¿ 2 (¿ + 3)
2
é r_ ;.
8 t\
(t
2
+ l) 2 (t
2
+ 3
l)'
X¿4 _ 2 (X + 2
1) ¿3 4. 1 (fcs _|_ 3) ¿2 _ xa = o,
— 447 -
6
(t — iy 2
0-t 2 — 2t — i) = o.
lt 2 — 2t — 1 = 0,
cuyas raíces, t' y t" satisfacen á esta condición:
,
f t" + = 1 0.
Luego las tangentes á la curva en aquellos puntos son una á otra per-
pendiculares (Ceemona).
Para hallar ahora la distancia á entre estos puntos, advirtamos que, re-
x = —
4f¿' 2 (7 2 4- 3)
^ —- é
t
y
,
= 8rt' 3
(¿'2 + l) 2 (¿'2 + 1)2
±rt" 2 (t" 2 +3) : „ - 8rt" 3
é y
(¿"2 4- 1)2 (¿"2 + 1)2
4W3¿' 2 + 1) = Srt'
e "y
(¿'2 + 1)2 /J">.
(/'2
+ 1)2
se concluye, finalmente, que
A.2 = 16r 2.
p. 193).
Los puntos en que la recta
ux -4- vy -j- w =
corta á la curva se hallan, en efecto, determinados por la ecuación si-
Y para que la recta pase por los puntos de contacto de las tres tangentes,
trazadas por el punto (a, ¡3), es necesario y suficiente que las raíces de la
formar este resto, igualar a" cero los coeficientes de las diversas potencias
)t r+fi4-i = o,
hállase que
u = /
2
+— 1
y v — i
2
+ 1
4r¿ 3 éri 2
érv* —v —u = 2 2 :
«0 fu + "o U + »'o W=
á la ecuación homogénea
f(u, v, w) = irv — v 3 2
iv — ifi w= 0,
encuéntrase la ecuación
2 (1 — 12rt' ) «y y — 2r = — 12r?> .r 1 ,
(« a; — í'o ?/)
2
— 2 (m y + »o x) + 24rM o ro .7 = ~ 12rí
X 'o5
x =x l
eos a — í/j sen y. é y =y l
eos a +x x
sena,
adoptando para eje de las abscisas en el nuevo sistema una recta, paralela
á la recta dada, que forme con el primitivo eje de este nombre el ángulo
tado final,
VS
'*—, x* + 2 —sena
^- y + 24rn# í
y (yt cosa -f- ^ sena) = 1 —Í2rv¿.
sen 2 a
— 450 —
Y cambiando luego el origen de las coordenadas, por medio de las ex-
2h — -
sen 2 a
1- 24r?/ ?' sena = 0,
V°
sen 2 a
h2 + 2 —sena
^- + 24rw l vó {le cosa -f A sena)
=-l-l"2rr ,
_Ü»!_ r -2
,
+ 2 _!^ + 2iru íy v y cosa = 0,
sen J a sena
u = 1
y v = i
,
b -)- ai b -j- ai
hallaremos la ecuación
u b — v a = 6rv y u a -f- v b = 0.
4 rv ñ 3 —v —u = 2 2
0.
u* + - 12ri¿j v + 2 V + 2v =
(1
2 2 0.
rábola.
«o y +v o as + 1==°
4r v 3 —v 2
w — u 2 ív = ,
hállase que
2u u- (12rv - 2v * ) v + » + «o = °J
9 2
a2 + 6 + 6ra=0.
2
7?, = 8r sen — = 3
a 4/i,
2
x l
=3 r (2 eos a — cos2a) é y1 = 3r (2 sena -f- sen2a):
gendrada por una circunferencia de radio 3r: 6 una curva, salva la situa-
538. El valor del área, limitada por uno de los tres arcos componen-
tes de la hipocicloide de tres retrocesos y por los radios de la circunferen-
cia fija que pasan por los extremos del mismo arco, tiene por expresión
2 »
A
3
arcos de la curva, igual á 2kt2 : doble del área del mismo círculo.
5Ü9. Análogamente: la longitud de uno de aquellos tres arcos es igual
'
á — nr,
4= .
arrollada.
denadas el punto C.
La ecuación (3) de las tangentes á la hipocicloide transfórmase en la si-
guiente:
árt
Y=tX ¿2 +1
Y la perpendicular á esta recta, trazada por el punto (a, ¡3), tiene asimis-
mo por ecuación
r-¡3 = -~(jf-«)-
= x — x) (a [(íc — a) 2 + {y — ¡3)
2
]
— ár (a — x) {y — p)
2
.
(A) y (y + P) (ce
2
+ y + (x + a) x
2
)
(a;
2
+ if) - irxif = 0.
hállase que
p =— ?
-
[cos(9 — to) -4- cos39]:
ó, finalmente,
en los puntos C, C t
y C2 , es un trifolium (Longchamps).
— 455 —
por «o el ángulo COM, y las coordenadas de los puntos M y N, respecti-
Con los cuales se deducirá para ecuación de la recta, MN, que pasa por
aquellos puntos, la siguiente:
" "
—w Av eos — = — R, eos —3
1. 1
Fsen -\- to to.
se determinará por
ción á to,
Y eos —
11
medio de esta ecuación, y de su derivada con rela-
2
to — X. sen —2 = 3 R,'2 3
sen — to to,
X=i¿ 1
(cos2w — 2 cosco) é
— 456 —
Trazando, en efecto, por el punto O la recta OL, perpendicular á la
3 3
LO = A', eos LOX= 22] eos — cu, AL == 3 LA' = 3E sen— .
1
a>,
1
y L0C=—iO,
2
se transforman en otras dos, que coinciden con las dos poco antes deduci-
ley bien definida, como por intersecciones sucesivas de una recta, móvil
se estas ecuaciones
curva,
Y^+^X^SR.X- "ií^F Mi +R
^R *)¥2-(X +B )(X
)(^i +SR
h3ií )(X —-R
).(Xi—
"| 1 1 1 1 1T 1
1 1 1
?-- 0:
la fig. 136. Donde se ve que posee tres ejes: aA, a í Á\ y a 2 A 2 que forman
,
y a, a x y a 2 ,
pertenecientes asi-
cloide tricuspidal, AC 2 A X
G..., se manifiesta también muy claramente
en la figura.
— 458 —
IV
EVOLVENTE DEL CÍRCULO
curva engendrada por un punto de una recta móvil, que rueda sin resbalar
sol.-re una circunferencia fija, á la cual se conserva tangente aquella recta
en todas las posiciones que sucesivamente va tomando.
sen —
7?
a y eos —
7?
a por sus desarrollos ea serie, y suponiendo después
dedúcese que la curva resultante de este doble giro constará de dos ramas
— 459 —
distintas, AMM^^... y ANNj^..., con un punto intermedio de retroceso,
en A. Siendo también de advertir que, por definición ó construcción, las
ds 2 = dx* + dtf = R 2
o? do?,
a =m x
O A, tiene por expresión s = — Rfí.
: :
— 460 —
Y, análogamente: representando por A el área recorrida por el vector
dx\
aA = — x —dy
1 /
i ij \ da. = o
,
a- ría.
2 V d-j. dy. )
2J \ do. da. I 6
vente será: R x
2
= 2sR.
Luego, cuando la curva de este nombre ruede sobre la recta O A, inde-
if = 2R{x — R).
(Cesaro, Mathesis, 1884, p. 233.)
459. La podaría de la evolvente del círculo, relativamente alpunto O,
ésta
otra:
— 4G1 —
y de aquí, para ecuación cartesiana de la podaría, la siguiente:
X 2
Y2 =R 2
are 2 tang
X
—
-f-
Ó, en coordenadas polares:
Vx—+—+R — R \ /x —y - R = 7?,D
+
2 2 2 2 2 2
y .
\- y sen \ /—
2
V R2
»?-{•-
V^)-*' 6
-Vt are eos —R
P
p. 498.)
552. Sábese ya que, cuando una circunferencia móvil rueda sin res-
rencia móvil, interiores á ella; y dilatadas las generadas por los exteriores.
primera; y por a el ángulo que forma la recta que une los centros de am-
— 463 —
nal ó irracional : siendo, además, cosa fácil ver que los arcos componentes
de las series, poseen, aisladamente considerados, análoga figura á la de los
diadas en los Nums. 510 é inmediatos siguientes (figs. 107 y 108), ha-
llándosa ahora reemplazada la base OO í
de entonces por un arco del cír-
culo fijo, de longitud igual á la circunferencia móvil, 2w.
554. E igualmente se advierte, procediendo con atención en el estu-
siguiente:
4 (R -j- r) [r2
-f- a? —2 ar eos ¡3]
r -f a 2 (R
3
+ — a (R + 2r) r cosfí
r)
de inflexión, cuando
a <r y R>—r(r — á)
-, 6
,
a >r y
„ r(r — a)
R<-^ -:
igualdad
eos (3 = rs +o 2
(R + r)
ar (R + 2r)
da* = (R + r)
a
fl + ~ — 2 — eos pl da 2
.
— 4G4 —
O, poniendo por ¡3 la expresión iz -\~ 26,
4(7? + r
'frii* (r + af
Luego la rectificación de los arcos de epicicloides, contraídas ó dilata-
del teorema de Pascal, relativo á las cicloides de los mi-mos nombres (Nú-
mero 514), descubierta por Nicolle. (Mémoircs de l'Académie, Pa-
rís, 1708.)
cia de radio R , cuando rueda sobre otra, fija, del mismo radio. Lo cual
puede ahora demostrarse sencillamente.
Suponiendo, en efecto, que R = r, de las ecuaciones obtenidas en el
Núm. 552 se deducen para este caso particular las que siguen:
(íc
2 4- f- + 2aa0 = 47?
2 2
(a:
2
+y 2
).
p = — 2acos9±2i?,
correspondiente al caracol mencionado.
:
— 465 —
558. A propósito de las hipocicloides, baste saber
que sus ecuaciones
son éstas:
VI
RULETA DE DELAUNAY
Por referencia á los ejes coordenados, CX' y CT', móviles con la ge-
x i V i
~aJ ~tf~
y = FP y x = OM—PM.
Determinando ahora, con los recursos propios de la Geometría Analí-
tica, la distancia FP, comprendida entre el foco F, cuyas coordenadas,
467
-Vi -{-ex'
MP = ^FM -yS=W!L 2
b2
OM = arc MA = s'.
cy y
ij=b
é
VI + ex'
_,_ a2 b2 ~y 2
,_ b 2 Váffl2 ,y
a — (b 2
-f y
2 2
)
e b2 +y 2
c (b 2 +y 2
)
b2 {b* +y 2 2
) y¡la*y*-{b2 '+y2f
y, por consiguiente,
das b 2 4- ti
2
dy '\J±a
2
y
2 — {b 2
-\-y 2 ) 2
d2 x _ 4a2 y {y
2 — b2 )
dy2
[4a 2 y 2 — (b 2 +y 2 2 2
) ]
- 469 —
inflexiones en los puntos Ry S, cuyas ordenadas son iguales á b. Y como
á y = b corresponden los valores x' = é y' — b, infiérese que la abs-
presión
^m d2 x
dy 2
dx \
2 "1 2
2ay 2
y% — b2
n^\/i
V .
{
^X=:
dy
2a y-
) y
2
+b 2
el mismo Delaunay:
i + i-i.a
R N
564. Para estudiar la ruleta, engendrada por el foco interior de una
rama de hipérbola, cuando esta rama rueda sobre una recta, basta en las
puntos de inflexión.
565. Delaunay encontró ambas curvas aquí consideradas al propo-
R N a'
dx = const.
f xf-
dx= (f±V)dy .
2 2
y¡4 a y
: —(if±b2 )
2
Delaunay.
567. Antes de dar por ultimado este asunto, es de advertir que, por
procedimiento analítico, análogo al del Núm. 561 ,
puede también demos-
trarse que, cuando una parábola rueda sobre una recta, su foco describe
una catenaria. Por lo cual propuso Lindelóf denominar también las cur-
— 471 —
vas de Delaünay con el nombre de catenarias, elíptica una, é hiperbó-
VII
PSEUDOCICLOIDES
s2 _ ¿2
f = „? y Ifi
p
2 - s2 =a 2
,
(1
ds
• = log +v¿
>
Í-.T V»
:
— 472 -
Y, adoptando para eje de las abscisas la recta A x AX, y para origen de
liaremos que
cc=lC* coso
ds j
do-] i
a a
e y =fI
?
sena
ds A
do.
Ja do '
le
2
+ 1 Ja '
Ca-
lor de s, en función de o
? f
.-±(.> +,-*).
Luego
V
—e U=
~
x=-^¡- i
-kjo
cos ? (e
k
"
)+ K / -\-L
é
J)
"Jo
' sea<í
\
e " e " }> 6
CD CD O íp
T
— coso
1 e~+ e~ T . e * - e
k
] .
- !
h sen o , e
2(A2 + i) L* 2 2 -i
(2)
a T 1
— sen» e
''•
+e k
coso
e
k
—e k ~\
I.
J
2 (A2 + 1) L*. '
2 2 J
2-
T +e-T)+(eX_-V
<P
|-¿.( e
4 (A2 + 1)
) ]
:
— . —
— 473 -
Por medio de esta fórmula y de la (1) vese que cp
y p1
crecen indefinida-
mente, conforme s crece; y que, por lo tanto, cada rama de la curva debe
dar un número infinito de vueltas alrededor del punto O, alejándose cada
vez más de este punto con tendencia á lo infinito.
571. Sea F"el ángulo que el radio vector forma con la tangente en el
—¿ xy' — yx e
k — e
k
Tr
tangF= - —k 7
.
xx' + yij' JL
k -4-
-JL
ft
e e
k2 p 2 — s2 = a2 .
En este caso,
_ rs
— \°g —+—V*
2
cp ds '
s 4" a¿
V*
2
+
de manera que
cp co cp o
2k
ka T
—1 coso
e
k
— e "
,
t- sen
F-4-1 k ' 2
cp . cp Cf.
Cp
-^-cos T -^_+-sen ?
¡FT —^J, ,
a
= a2 k 2 ri/i -|\9 . / * -fyi
Pi
4(P +
.
— 474 —
tomando ahora por origen de las coordenadas el punto O (fig. 141) sobre
en este caso el ángulo V varía desde — it hasta are tangí:, y que las pro-
también iguales á
¿• 2 +l
y
¿2 +l
—
573. Determinando las coordenadas del
s 2 —a 2
, es la pseudocicloide á que corresponde
la ecuación le
2
f
2 = s2 -4- a 2 ; y que, recíproca-
mente, la evoluta de esta segunda pseudocicloi-
de coincide con la primera.
Las curvas, pues, en este lugar consideradas,
de las Nova Acta Petrop. (1783), que tenía por objeto hallar las curvas
iguales á una de sus evolutas sucesivas: por lo cual algunos autores las
denominan curvas de Euler.
574. Las así denominadas pueden también calificarse de epicicloides,
engendradas por circuios imaginarios, conforme enseñó Saussdre en un
artículo, inserto en el tomo xvn, p. 269, del American Journal of Ma-
thematics, donde á las por nosotros aquí consideradas (Núm. 569), apli-
— 475 —
R2 s 2 + (R -f 2rf p 2 = 16 {R -f rf r2 ,
obtenida por eliminación de 3 entre las ecuaciones de los Núms. 520 y 5 ¿4,
4 (R -4- r) r sen — 3
4r
s= (R-4-r)cos — ^3
1
y p
*
= 2
R
,
2 R + 2r
en lugar de Ry r, los valores
Rn — a
y r — —a — (1 ki)
'-,
.
siendo
,
i
. -/
=VV
— 1
1 + /í
2
2 (1 + /c
2
)
. '
k2 p
2 = —a s2 2
;
y, poniendo
r, ai it ^ a (7í -4- ¿)
y r
1+A- 2 2(l+/ 2 )' £
este otro:
k2 p 2 = s 2 -f" a2 .
PERLAS DE SLUSE
575. Pascal y Slüse dieron el nombre de perlas á las curvas repre-
sentadas por la ecuación
y
n
= k — x)(a v x'n
,
de los Sólidos.
El método empleado por Sluse para determinar las tangentes á las per-
mismo Sluse.
( — -
— 477 -
576. La forma de cada perla, depende de los valores de las constan-
tes m , n y p , que figuran en la ecuación general anterior.
Por ser
y =V /c
""
x 1T
n
-1 ,-
(a — x) n \"¿T
-1
r
[am — r
p
\
-f- m)\ x\
-\
— x——{p—— x)m)—x\
y [am
= -^
ii (a
-\-
vese que cualquier perla corta el eje de las abscisas en los puntos donde
x=0 y x = a, siendo la tangente, en el primero de estos puntos, para-
lela al eje de las abscisas cuando tn> n, y al de las ordenadas cuando
contar que la taDgente es además paralela al eje de las abscisas allí donde
la abscisa es igual á
-fi p m
577. Representando por S t
la subtangente, será
„ nx (a — x)
ma — (p -j- m) x
eje de las abscisas, y por las paralelas al eje de las ordenadas, trazadas
por los puntos cuyas abscisas son x y x v tiene, por expresión la fórmula
x) n n
=
y* I \a- x dx:
yJX Q
zona, cuya área acabamos de considerar, alrededor del eje de las abscisas,
corresponde la fórmula
1 í'x 2p 2m
= Tz]c
n I
l
%P 2m
resoluble en funciones elementales cuando alguno de los números ,
,
n n
y O
2(ro + p) , es entero.
n
580. Entre las variedades de 'per-
y
n
= kx n
(a — x),
Figura 142. ¿ ' as cuales Pascal denominó perlas
de orden n-\- 1.
sas negativas.
— 479 —
donde la ordenada es máxima, igual asimismo á . Pero la curva se
n -j- 1
nx (a — x)
que se reduce, cuando X. = 0, á esta otra:
ii (a — x)
Por medio de la cual con gran sencillez se construirá gráficamente la tan-
gente.
A=k"Ua-x
A. (
l
)
"+ 1 r
»
2»
n
—(a-xj
+ 1 ?*
na
+
—I.
1
J
( |_
— — x ^ür
(a
N
)
n
—(a — x .
,
)
—— 1)
na
\\.
[_2?i-\-l n + 1 J)
A
w *"
a a^1
1
(n + l)(2n+-l)
583. Las varias curvas á que en estos últimos párrafos nos hemos
referido, hállanse comprendidas en el grupo representado por la ecuación
y = Tcx* (a — as)
r
,
A= Te í
Jo
V (a — xf dx = ¿a a +P +1
Jo
I t* (1 — if dt
r(a+¡3 + 2) '
a
V=*Jc2 C x2x (a — xf?dx
= ^^ +i H2» + i)r(2Hi)
T[2 (a + P) + 1]
rábola de Wallis.
— 481
n
ROSACEAS DE G. GRANDI
585 Aplícase el nombre de rosáeeas, ó de rodóneas, á laB curvas
.
com-
prendidas en la ecuación general siguiente, referida á coordenadas
polares:
p = a sen?w9.
Curvas por vez primera estudiadas por Gdido-Geandi en un opúsculo
titulado Flores geometrici ex rhodonearum et clceliarum curvarum des-
criptione resultantes,
y publicado en Florencia, aOo de 1728.
586. La figura caracterís-
tica de cada rotácea depende
del valor numérico de m.
Cuando 6 (fig. 144) varía
o,
m '
— 482 —
corresponderá una hoja de la curva; así como á los valore? de f), compo-
nentes de la serie
tc 3tt 5tc 1~
2m 2m 2tn 2m
dos por las potencias de sen — y eos — •, resulta que las cantidades sen*),
cosfl, y sen —6 están ligadas por una relación algébrica, y advertir que de
P
la ecuación de las rosáceas y de las ecuaciones, x — p cosfl é y = p senil,
2m 2m
A, cuando
_ (4a+l)*
& = -^-+2 Sl
2m 2m
por cuanto la dirección del vector, correspondiente á este valor de 9, será
— 483 —
entonces OA; su valor, dado por la ecuación de la curva, p = a; y el nú-
mero de hojas de la curva igual á 2 a.
Y 3.° Si ¡3 es par y a. impar, el mencionado punto generador de la
,_jíí±i)._
2m 2m
.
+2 ^
y el número de ramas de la rosácea será igual también á 2a, como en el
en A y O, y supongamos que
ambas giran alrededor de es-
hallaremos que
u> = a,
i
-\
l
na. y p=a eos —
n
2 2
y, por lo tanto,
tc +2
Cuando JfJL se mueva en sentido contrario de OA, resultará del mismo
modo, representando por AM' la recta que en este caso sustituye á la AM,
p = a eos — n
tt +2
Y poniendo
n-\-2 2 ni
Sn = am eos to8.
vértices todos de estas hojas, <5 ramas, de la curva, donde se verifica que
mH = — ,
..., y, por lo tanto, costo 8 =0, la subnormal es nula: luego
mente, que
1 —m
Luego la normal á una rosácea, en el punto correspondiente á 9 = 9
1(
fórmula
1 sen 2 w9
R = am
sen 2 m9
m2 -f- 1
592. El valor del área, A, de una hoja de las rosáceas, según de-
. na"
4 m
m2
*= A/p 2 + -^J di = amí A/l — 1
í sen 2 mQ.¿8;
a
m2 — 1 o j
=°.¡y 1 sen-tj . (ico
segunda especie.
poniendo w = x, lo que da
m JjH
1 — (1 —m 2
) sen 2 t .dt,
V
módulo real.
— —m <
-trv 1 (1
2
) sen 2 x dx, si ni 1:
- 487 —
594. Por ser las longitudes de los arcos de rosácea iguales á las de
punto A será —
2
sen 2 cp
E{k,i¿)= \
\/l —¿ 2
sen 2 w dt
Pero cuando sea m> 1 (y del mismo modo se trataría el caso de ser
m <1),
OM=aE(h,<?) y OM' = a E {k,\); y
OA = aE(k,\i¡) y fc = ~
2 "* *
.
m 2
Luego
OM + OM'-OA'=W-AM' = -?¡£^^-.
y 1 — 7c
2 sen 2 cp
de manera que
dp eos cp
ds \¡\ — k* sen 2
<p
;
— 488
Y, en consecuencia,
a le 2 sen-í cosco do
= ,
al.
_
senw
Vi —& 2
sen 2 cp
'
ds
concluiremos que
—ak 2
sen-f '
eos» 7
=ak.¿
.
eos
^
V sentp
y 1 — le
2
sen 2 cp
a le 2 sen tp coses
—= aA' ¿
eos V sen
'fi
.
Vi — Te
2 sen 2
OM — AM=a m
—1 2
eos Fsen_l,
cp -,
m 2
m
cuyo segundo miembro muy fácilmente puede asimismo construirse.
III
ESPIGAS
595. Aubry (Journal de Mathématiques spéciales , 1895, p. 201)
designó con el nombre de espigas á las curvas comprendidas en la ecuación
« i* 2n 3tt én
m '
m '
m '
m '
'"
va considerada.
596. Procediendo como en
el caso de las rosáceas, se verá
que las espigas son curvas algé-
Figura 147.
bricas, cuando m sea número ra-
cional, y transcendentes cuando irracional; y que, en el caso de ser m ra-
cional é igual á — , el número de ramas resulta igual á a, si a y |3 son am-
— = sen mQ t
008(9 — 9,) +wcosw9 1
sen (9—9^
P 2
— 490 —
donde la tangente á la curva corta á la recta que pasa por el origen de las
fórmula
2
„ eos 2 >»9 \
a I
1 -j- m ¿
sen 2 w9
(1 —m 2
) sen ra9
ém Am 4/«
R __
a(l +m 2 2
) ^
599. El área descrita por el radio vector de una espiga, cuando 9 va-
a2 r% dh
= a2
cotmOj.
2
sen »i9 2m
Y, si 9
X
= 3tc
, el área se expresará como sigue
a¿
2ra
— 491
Por de pronto,
—— sen
as =
sen 2
a m
mO V \
\/
/ 1
«í 2 1
2
mH dn;
ó, poniendo »í9 = cu y — = Zc
2
,
d [cotw y 1 — le
2 sen 2 wJ y 1 — fc
2 sen 2 i
áu sen 2 o)
2 -l
—
¡fc
2
Vi— Fi
y 1 fc sen 2
ds = — ad (cotw y — 1 fc
2
sen 2 w) —a (fc
2 — 1) —r^==^=r-
y 1 —& 2
sen 2 tú
—a y 1 — Zs
2
sen 2 w da).
ds = y 1 — le
2
sen 2 x ííx y le
2 = —w 1 2 .
w eos 2 T
Y como
^[taogx\/l — fc
2 sen 2 x] _ \/l — ft
2
sen 2 x 1
di eos 2 x sJ j¡z
,
+ \/l— 2 sen 2 x,
— 492 —
hallaremos, en conclusión, que
IV
NUDOS
601. También fué Aübry quien, en el mismo Journal de Mathéma-
tiques spéciales (1895, p. 201), designó con el nombre de nudos á las cur-
p = atangm9,
que, dando á la palabra
— 493 —
dor de la curva describirá una rama infinita OB..., igual á ÓA... y simétri-
ca de ésta relativamente al punto 0, centro de la curva.
602. Sábese además que la ecuación general de las asíntotas de las
curvas planas, en coordenadas polares, tiene por expresión la siguiente:
-?-=/»sen(8-a),
P
—= — m
a
sen (íñ tí
* \I.
P \ 2m)
O, en coordenadas cartesianas, esta otra:
y = x tang
2m m eos
2m
2m 2m' 2m 2m'
etc., etc., corresponden otras ramas de la curva, iguales á la designada
por BOA.
Como en el caso de las rosáceas, infiérese también que, cuando m sea
irracional, el número de ramas de la curva resultará infinito, y la curva
a I
2
>ri -I sen 2 2 mQ 1
B--
(2 íw
2
+ sen 2
?rc 'i) eos 4 m9
seña que las curvas de este Dombre carecen de inflexiones reales , á dis-
A= I '
tang 2 ??¿&í¿9 = — (tang«¿9 — w&).
-
2 Jo 2m
V
CURVAS DE LAME
= 1,
(f+(f
previamente estudiadas por aquel distinguido geómetra en un trabajo titu-
495 —
lado Examen des différentes méthodes employées ponr resondre les pro-
derivadas suyas:
y =—
m
«7 \~V)
En efecto: para fijar las ideas, supongamos que a y b son números po-
sitivos.
general de una elipse, simétrica par referencia á los ejes de las coordena-
das; secante al eje de las abscisas en los dos puntos definidos por la ecua-
ción x = ±a, donde las tangentes trazadas. desde ellos á la curva son
que por ellos pasan son perpendiculares al segundo eje mencionado. Es-
tos cuatro puntos son múltiplos, cuan,
mismo.
26
Segundo
y caso. — Si m = y
2¿ + l
bién relativamente á los ejes dé las coordenadas, con sus semiejes iguales
1, escribiendo la ecuación de
2a+l
la curva bajo la forma
2|3 + :
2JH-1
+1 2a +l
2a+ll
y =b
[~T ]
las ordenadas. La recta COB, paralela á la AB, que tiene por ecuación
?/
J
= a
x ,
'
es asíntota de la curva.
re m = 2P+ 1 < 1,
2a+l
veríase del mismo modo
que la curva es de la
forma representada en
la figura 151: tangente
á los ejes de las coorde-
2a + l
23 + 1
2
P
Sexto caso. — Si m = a
< 1,1a cur-
23
va será de la forma indicada en la figura 153: tangente respectivamente á
los ejes de las abscisas y de las ordenadas en los puntos A y B, 6 (a, 0)
fuera de los A y B.
Séptimo caso. —Cuando m sea
^^^' irracional, la curva se reducirá
—^=——===_ x al arco AB de la figura 150, pa-
ngara 153. Sina 496, m > 1, ó al de la
si
151, si m < 1.
609. La ecuación de las tangentes á las curvas de Lame, en el punto
{x, y), será
^rr-(#(f)> as).
:
— 498 —
De la cual, poniendo en ella X — 0, se desprende el valor de la ordena-
da, Y, del punto en que esta tangente corta el eje de las ordenadas
m
b"'x
v ,
b">
a »>y»—1 y"
X = ^— .
X Y
como sigue:
R= La"" y"
(m — l) a
tm
b
im
xm
~i
y
m ~'-
uY+vX—1,
„m — 1i
y"-
hállase que u =— m
y v
b
m m m m
¿mí-1 (¡m-1 ^. a m — 1 v to-1- = 1.
las abscisas, y por dos paralelas al de las ordenadas, trazadas por los ex-
— 499 —
tremos del arco, depende de una integral, que solamente podrá
expresarse
por funciones elementales cuando sea 2, ó en el caso de m= reducirse la
curva á una elipse.
parábola; si m=— 2
,
la evoluta de la elipse; si m=—
p
y a =b la
3 3
astroide; etc., etc.
X* Y*
_
a2 ¡32 '
aX\ m ~ 1
l
bY\ m ~ 1
— 500 -
615. Relativamente al punto (x x y^), ,
la ecuación de la polar de la
•.(í)r+*(*r-*
1 1
ó, suponiendo que a = Ax x
m~ x
y b = By 1
m ~'í
,
l m—1
= i.
(ir +(i)
Luego las polares sucesivas de las curvas de Lame son otras curvas
del mismo nombre.
016. Las curvas de Lame pueden considerarse como perspectivas de
las representadas por la ecuación , en coordenadas trilineales,
(íí+dHÍH'
á las cuales se aplica el nombre de curvas triangulares simétricas, y que
Lagoubnerie estudió en un trabajo, publicado por los años 1867, con
=1 '
(f)"+(íO"
suponiendo en ella que
m m
Y así: por ser —
-
-f- j—— = 1 la ecuación (JNume-
,
— 501 —
ro 614) de la polar recíproca de la precedente curva de Lame, relativa-
mente á la cónica
hXz + JcY2-j-lZ2 = 0,
es la curva triangular simétrica, representada por esta otra ecuación:
(AhX) m ~
m
i
-\-(Bky) m
m
~í
+ (CIZ) 1 ^=
m
0.
/7\i-i
x /XV
-
1 1
Z\ m ~ í
+ r>(f)
í
=»
h) +*(!)
617. La ecuación tangencial de las curvas triangulares simétricas
obtiénese advirtiendo que la de sus tangentes posee la forma
uX 1
-{- vT x + wZ = 0, 1
en la cual
J£m — 1 Ym ~ Zm ~
u = -.
, v = 1
, y w=
*
Am Bm Cm
6, en consecuencia,
i _i i
X = (A m u) m -
¡f
1
,
Y=(B m v) m - 1
, y Z=(C m w) m - 1
; 6
m m m
(Au) m - 1 -\-(Bv) m - l -\-(Cw) m - 1 =0,
VI
CURVAS DE PERSEGUIMIENTO
p. 1). Curvas de la misma forma general á las descritas por un perro, dis-
parado con velocidad constante, hacia una persona, mientras ésta, con
paso también acompasado, ó igual, recorre una línea recta, de posición
arbitraria en el plano de la curva: por lo cual suelen también designarse
— 503 —
Esto sentado, si por x é y representamos las coordenadas del punto B
la ecuación de esta tangente será
Y-y = f'(x)(X-x);
y, por lo tanto, la ordenada del punto A se hallará expresada por la
fórmula
OA = y — xf (x).
(1)
AA '
arco BB'
O A' = y + h - (x + h) f (x + h),
y, en consecuencia,
AA'
ni = lim xf"(x) _ . xy'
zxcoBB' ds yji _j_ „'2
— 504 —
sencillamente transformable en las que siguen:
r
_ir«i~i +
2 lm + 1
—J—
(m — l)ex m - 1
l+o,
]
cuando sea m^ 1 ,
ó*
si m=1
Con lo cual queda resuelto el problema de que se trata, en términos
curvas, representadas por las ecuaciones á que nos referimos. Por de pron-
sentido de las abscisas positivas, con dos puntos de inflexión reales, co-
b
\ 2a +1
rrespondientes á la abscisa x = I
(
1
2
I , cuando b sea par, y con
\ c /
.
— 505
cuya es igual á c 2a + 1 .
2a
3.° Si es m= > 1, la curva tendrá, además de la rama in-
26 +1
dicada en la figura anterior, otra rama en y
el ángulo opuesto de los ejes coordenados,
dispuesta de tal modo que el origen de las
donde x = m+ 1 2a +l
(1 — m)c 2
26+1
la curva presentará la forma in-
Figura 156.
dicada en la figura 156: con un
punto de retroceso en el origen de las coordenadas, y dos, de mínimos
= BB' AÁ O A'— O A
OA= —
2[»i +l
, etc.,
(m-1))cx™~ 1 }'
Fignra 158.
622. Por algunos geómetras han sido estudiadas otras curvas de per-
— 507 —
puntos A y B, distintas de las simplicísimas, adoptadas para fundamentar
VI
ESPIRALES SINUSOIDES
p
n =a n
sen «9,
lamente los valores positivos de p) una rama cerrada, que pasa por el ori-
gen de las coordenadas y es tangente en este punto á las rectas que for-
man con el eje de las abscisas ángulos iguales á y — : rama, además, si-
2n
— 508 —
Y, continuando por el mismo orden los giros del radio vector, el punto
generador de la curva describirá una serie de ramas, alternadamente reales
de la curva describe, pues, en este caso una rama abierta, que tiene por
asíntotas las rectas que forman con el eje los ángulos y —n : simétrica
Vese también, como en el Núm. 587, que, en todos los casos hasta
curva transcendente.
624. Aplicando á las espirales sinusoides la fórmula conocida
dy __ _o9
-1 sen9 + cos9 p
!_|___
dx
coso — sene
dp
p
— 509 —
hállase la igualdad
||-=tang(n + l)8,
«»(n+ 1) 9.
9 = . si k es entero é impar.
2(» + l)
Y también se ve que, cuando el radio vector gira uniformemente alre-
625. Por ser —j- = p cotn9, el ángulo V, que forma la tangente con
la curva; y que coincide con este radio en los puntos donde w8 = fe7t,
— 510
Luego
S^ P¿f<2=7,_(l + W )(9'_9),y
PMS = + ») (V — (1 6):
rfp
2 \
2
R=
('+£)
d'¿ p d¿
dV dV
y de estas otras dos
d2 wp
-£ = P cotrc9, -Jj-^pcot»»»
.
y
sen 2 n9
R '
(n -j- 1) sen»9
1 '
— 511 —
según la cual las curvas de este nombre carecen de puntos de inflexión,
ta que
p
N--
V"+(3r- senreO
n-\-l
i"
(n + lfp—
La cual nos dice que el radio de curvatura es inversamente proporcional
1 ds _ 1 ds dp
R.
n -j- 1 ¿6 n +1
dE (n — 1) a n —— = p eotre' a
s
"— p"
d? (/* + l)p n
'
V p2(»-l)
(« + l)p-»'
concluyese, eliminando dp, <¿9
y p entre estas ecuaciones, que
^_*» + 'l dR
re—
(n +
a J
»
— 512 —
ó, poniendo [n -f- 1) b en vez de a,
= ra+ 1 di?
ds
n — \
n-1
— 1
(f)
pág. 51).
629. La proyección del radio de curvatura sobre la normal á la cur-
i?senF=
(«+l)p— n +1
entre la proyección del radio de curvatura, sobre el radio vector corres-
dio de la fórmula
s=
f
8 '
V P
a
+ (4fY<#=« r
0,
[
B en»6]»
1
d8=-^- C\mV] n X
dV.
— 513 —
De la cual, poniendo senF= t, se desprende esta otra:
dt.
un número entero.
s= a
r !_
sen" Feos?
^ V
,
-4
1 +!
n
rc
a f
I
JV
F .
sen"
-¿-í 1
™^
VdV.
(n sen
l + 2n
M\
)
n
, la longitud, s«, del arco de esta curva, com-
prendido entre los puntos donde las tangentes forman con los radios vec-
presión
1
n JV,
« = — eos
+— -
V + ——
1 rc
Cuando sean 9 = y 6
X
= , ó cuando el arco que se pretende rec-
2n
tificar sea mitad de la primera rama de la curva, hállase que t o =0 y t
1
=l;
y, por lo tanto,
— 514
designando por B — [
, — ) una integral euleriana, de primera especie.
. i\m .
r
(i)
V-
¿+±\ tf¿ + i
ó, poniendo sen re 9 = t,
A= — fS^(i-¿ f T 2 <//.
.
"
— « r sen n ni
p I tí
^
L n+2 \
;
Luego
2 (re + 2)
632. Para determinar las podarías de las espirales sinusoides por re-
— 515 —
Sean 9
1 y px
las coordenadas polares del punto de la podaría, corres-
Y como también
\ = TOX = — (— — v\ = + nO — — 8
i-t->
p = al sen ( 8. -j- — -
)
» "
P, = a ísen "
bA
8 |
según la cual Zas podarías de las espirales sinusoides son otras espirales
„ tc +1 an+1
2n+l
Pi'
ó, por ser
pt
=a (sen?i 6) " ,
^ _n+J_ fl
9)ir== n +1
r
1
2»+.l 2ra +l
Luego eZ radío de curvatura de la podaría de una espiral sinusoide es
VII
CURVAS DE RIBAUCOUR
tre geómetra que las descubrió, al estudiar las superficies llamadas elasoi-
des, 6 de curvatura media nula, á las que poseen la propiedad de que sus
radios de curvatura son proporcionales á las normales en todos sus pun-
tos (Mémoires couronnés de l'Académie de Belgique, t. xliv, 1880).
— 517 —
La ecuación diferencial de las curvas de Ribaucour será, pues, por
definición,
(1 +y' a a
,
)
a=TO y(l + y'a)T
y
myy" = + 1 y' 2 .
Como, además,
y'
,, d2 y dy dx ' dy'
dx2 dx dy dy
my dy dy
y'*~~y~'
l +
De la cual, mediante dos integraciones sucesivas, se obtienen las ecua-
Ribaucour:
dx
=-l
\{cy) m
\ -l >
y
dy
(1) >-*-£
VM ; -i
ferencia.
c g
— 518 —
2.° Si m=1 ,
ponieado c 2 por c _1 , hállase que
_ Ci= f dy
^. f dy .
V<>v-i J V¡
y, en consecuencia,
x —q= c 2 log
y ~*~ V^
C2
^-I
y + V¿/ — 2
2
2
=c
i
^1 '
ó
y — V¿/ — 2
a
2
__,-^tt-
c2 c2
correspondiente á la catenaria:
(X — Cj X — C| \
C - 1
i
x — c1 =\(cy — l) *dy = — {cy — l) 2
2
,
c (x — Cj)
2 = 2 (cy — 1);
^y —A / 1 — c v .
ix V °y
ecuación diferencial de la cicloide,
{cy)7
ds = Vi + y' 2 dx = dy,
^
\leyW— 1
— 519 —
las longitudes de los arcos de las curvas de Ribaucour podrán represen-
(cy) m dy
Ja
V (cy}™ — 1
expresión
E = my icy) m A = mc m yi+i-m-i-
.
dR = ni í 1 -f — J
(cy) m dy,
infiérese que
dR
ds =
^+ V(-) m+lEmli_i
i
ó, poniendo
c
dR
m kf:
-f-
ir +1
-i
— 520 —
Y si además se admite que = —— , la última ecuación adqui-
4
. m+ 1 ñ 1
rirá la forma
n + 1
f dR
TÍ
y^j-
Ecuación, en coordenadas intrínsecas, de las curvas de Ribaucour, uti-
lizada por Cesáro para el estudio de estas curvas (Nouvelles Annales
a
de Mathématiqnes , 3. serie, t. vn, 1888, p. 179; y Lexioni di Geometría
intrínseca, Napoli, 1896, p. 49).
ESPIRAL DE PAPPO
641. Consideremos una esfera y en ella dos círculos máximos que pa-
sen por los polos Py P'\ uno de ellos, PAP' , fijo (fig. 161), y el otro,
PMC, variable ó móvil al-
pleta, M se encuentre en el
lebre geómetra llamado sobre ella la atención por vez primera en sus fa-
ricas.
coordenadas polares,
se deduce en este caso particular, por ser p cantidad constante, esta otra:
Y como en los límites del área pedida varía desde — hasta -^-,
4
y <¿ des-
2
de hasta 2 iz, aquella área tendrá por expresión
£/ = id?
p
2
j
sen0¿8;
ó, después de integrada,
ü=±f.
entre la curva y el ecuador, por el ecuador y por el cilindro recto que pasa
523 —
por la curva. Pues, en términos generales, el volumen V de un sólido geo-
métrico entre determinados límites tiene por expresión
concluyese que
V= I dy I
yp
2 —r 2
.rdr;
ó, integrando,
r
9
x = p sen — tp
eos cp , ?/ = p
(0
sen -~ senes, y 2 = pcos-j, CD
-t^jTV'-tHí^
ó, poniendo —
2
por -
4
— |- w,
II
CURVA DE VIVIANI
drable.
Problema que muy luego fué resuelto por Leibnitz y Ja.cobo Ber-
noülli en el mismo volumen de las Acta; y después por "Wallis y por el
sura di tutti i cieli, con la structura e quadratura esatta d'nn novo cielo
rum problematum.
La curva de Viviani forma Y
parte de una clase de curvas
paradoxus de Menelao, y de
la cual se encuentra alguna va-
ses de los cilindros y para eje de las y la tangente común á los dos círcu-
x2 -\-
y
2 -\-
x2 =a 2
y x2 -f- y
2
zf. ax = 0,
^f^mm-^m^
Y cambiando de coordenadas con auxilio de las ecuaciones x = o eos f ,
— 526 —
las fórmulas de Cálculo Integral, referentes á la transformación de las
JJ V«2 — 2
p¿ P
f yV r
representa la suma de los elementos de la chipie, contados á lo largo de
la línea OPK, que forma con OZel ángulo o; y la integral
P, f" pdp fT .
5= 4a 2
.
A=2
Jo
fV« — * — y 2 2 2 — dz
d%,
w2 -I a 2 4- z'
2 — az
ds ¿ 4 a¿
—
— 527 —
hállase que
a — =a C
a
—
A=a C l
y]a (a ¿j ,
L¿iz I
\ladz
2 a2
\Ja% — %
2
Jo Jo V*
Resultado éste encontrado por Roberval, quien le dio á conocer en su
x — y (¿c
2
+ f) = a 2 2
(a;
2 — if).
directriz
(í;2 + l)2 = .2_
(A 1) Z 2.
^ + ifT = {z + aT{x*-if),
Esta ecuación y la de la esfera determinan una curva, cuya proyección
sobre el plano zy se obtiene por eliminación entre ambas de la x, y la
cual tiene por ecuación esta otra:
C*« + 2az + a 2
) (*
2
+ y* - a%) = 0,
— 528 —
que se descompone en dos, coincidente la segunda con la de uno de los
plano zy.
Y del mismo modo el cono, cuyo vértice coincide con el punto (0,0, a),
x 2 -f y*- + az = 0.
.í = asen í
), y = a senteos 0, * = acosa> cos6;
y de las ecuaciones
**
+ y*±al =
se desprenderá que cosO=qzcos'.p, y, por lo tanto, 6=í en aquella parte
x2 +y +* =a 2 9 2
, (* — bf + = ¿ 2/
2 2
,
III
movimiento de anomalía de
(Schiapparelli:
los planetas
y
Le sfere omocentriehe di Eu-
dosso, di Callipo e di Aris-
totele. Milano, 1875).
Según el ilustre astrónomo
milanés, las hipopedas son las
curvas de intersección de la
teriormente. Y, en consecuen-
— 530 —
Tomando, como en el caso de la curva de Viviani, por origen de las
y por eje de las *, la recta que pasa por el punto de contacto de la esfera
con el cilindro (fig. 163), las ecuaciones de las hipopedas serán éstas:
a-2 _|_ y
z JrZ 2 =a 2
{ % _ hf _|_
y
2 = _ (ffl h y
nuación se indica.
Planificando el cilindro, vese, en efecto, que esta área puede expresarse
por la fórmula
ds
—w 2 • dz,
J-2b-a dz
Ju-a yj(a-bf — {z — bf
— 531 —
IV
CLELIAS
p = a senO,
y suponiendo que el punto M
describa sobre la esfera una
curva, sujeta á la condición
p == a senraco.
múltiplo de la curva.
fórmula
ds — a Vi +
^ ?w
V
2
\/ 1 eos 2 mv> . d<o:
*'
V
'
1-|- «,9
=a
ds
V-T¿ m
\ / 1
-J-
2
sen2 <[/ . di.
rica, limitada por una media hoja de la clelia, por el meridiano que la re-
pasa de la hoja siguiente y por el ecuador. Como en el Núm. 646, se
hallará que
s =aff
JJ
'*?**
Va 2 — 2
=a r m d,r
Jo Ja sen m <o
~i
Va 2
p
— 533 —
wf cosmydf =
meridiano que pasa por una de sus tangentes, por este meridiano, por el
plano del ecuador y por el cilindro que tiene por base la proyección sobre
el plano del ecuador de la clelia considerada, es dado por la fórmula
r>2m na
V V« , rdr =
Jo J"- se
LOXODROMIA
tangentes á la curva y al
próximo de aquel que pasa por M, y del triángulo esférico formado por
— 534 —
un arco infinitamente pequeño de la curva considerada y por los meridia-
nos que pasan por My por un punto infinitamente próximo, se deduce,
representando por s la longitud de los arcos de la loxodromia, que
ds cosF
. = (/O y ds.senV= — sendí/tp,
scosF= f)j — B .
d& = — tangF .
sen 9
la esfera:
secuencia,
(1) f
= — tangFlogtang — 9.
— 535 —
Y por medio de esta ecuación, ó de la anterior, adviértese que es
ecuador del cono que tiene por vértice el polo P' y por directriz la mis-
ma loxodromia.
CO OP'
MN P'N
ossen9 a-{-acos%
Luego
asen9
= atang—1 = ae 6 tangv.
1 + cos9 2
una nave para que ésta corte todos los meridianos por donde pasa, formando
VI
EPICICLOIDES ESFÉRICAS
un punto de una circunferencia móvil que rueda en contacto con otra fija,
donde demostró que no es exacta en todos los casos la solución del pro-
tuado en la recta OL, que nos servirá de eje de las x; w el ángulo que
uno con otro forman los planos de ambos círculos; Ox' y Oy' dos nuevos
Fignra 166.
— 538 —
Y todo esto sentado, en virtud del modo de generación de la curva, la
longitud del arco MA será igual á la del arco LA, y resultará, por lo
tanto, que
rl = pO.
x == p — r — eos— 1 1 9 I cosw,
r sen
P
— 8 x = >•
( 1 — eos —r 6 ) i
r \ )
este modo:
/ \
x = :> cosO — /• I 1 — eos — p
r
I cosoj cosO 4- r sen —p
r
8 sen 8,
V )
\
y = p sen8 — rl( — eos —
1
p
'i I cosw sen8 — rsen — p
9 cos8 y
= r — eos — I 1 I sen w
£ 2 == £2 + if + £2,
hállase que
£* = + 2r — 2r
p
2 2 9
cos-£- 8 — 2 ? r (l — eos- &] costo
2
-f ¿ +2/¡>ríl — eos 4 G) sentó;
—r
h = - costoP
y, en consecuencia,
ffi 2+ /r°Q6to-ry ;
y sentó /
•s
— 540 —
665. Por ser
=— p sen 1
) 4- r | 1 — eos —r I costo sea9
m V )
dy
= p cos9 — r — eos— 91 costo cos9
(
1
— p
r
sen —
r
9 cosüj sen9 4- r sen —
r
9 sen9 — p
r
eos—
r .
9 cos9,
. .
dz
= psen — p o
9 sentí),
dedúcese que
en donde
A= 2 p
2 -{- r a eos 2 w -)- í" 2 — 4 p r costo,
y
5= — 2p — 2r 2 2
cos 2 to -j- 4pr costo.
eos —
p
r
= 9 /, —r sen —rp 9d9 = — dt,
p
hállase que
=— , r 2 ¿ a sen 2 to — Bt — A ,.
ds
V \/
t¿ —1
dt
í+1
1 .
— 541 —
=—
r 2
\ /
senw \l
t 4- K di,
JJ
ds
p V * +
en donde
K= r 2 sen 2 to —B
r ¿ sen d to
s =—
r 2
sentó
r + K) dt
(/
-—- sentó
r p (2< + g+l)¿* C IK—I)dt "I
2p
— sen io
{ \/ ¿
2
+ (-S: + 1) í + if
F
y, en conclusión,
: = — seno j
V/cos 2 i- 9 + (JT + 1) eos -£ 9 +K
+— (K — 1)^^+1 + 2 cos-£-
senw [coB-Je
eos + l],
VII
ELIPSE ESFÉRICA
D dición
(a) MA + MB = 2c,
representando por c una cons-
tante y por MA y MB dos ar-
cos de círculos máximos dis-
del círculo máximo que pasa por el punto medio de AB; y para el xy
el^jue pasa por el centro de la esfera y es perpendicular á los anteriores;
— 543 —
Del teorema fundamental de la Trigonometría esférica, representando
por d el arco AT), se desprende que
eos —
MB — MA
2
eos
MB+MA !
2
==
2
r „„ eos MA
—1 feos MB + „.- = coso cosd
,
. ,
sen
MB—MA sen MB+MA = — •
1 _
[cosíHd
._— __ .: .
coaMA\= seno sena costp;
,
(1) i= _
|
_
DL = — (AL + BL) = c,
demuestra.
— 544 —
Supongamos, efectivamente, que cp =— , y advirtamos que de aquella
eos 2 b eos 2 d
esta otra:
^.
Lsen J e sen^oj
(3) fí 2 == __ + r
sen 2 b
las proyecciones de la curva sobre los otros planos de las coordenadas han
de representar una hipérbola y otra elipse.
DB' = — d,it
elipse.
Y— — X y Z = — X.
x x
'
*2 +y +* =R% 2 2
—X-—
tang 2
2
c
H
r
f
2
tang 2 ó
—= z\
no cortará al cono considerado según una elipse determinada por las ecua-
ciones
Z=R y ± 1
í =1,
ü 2 tang 2 c R 2 tang 2 b
*£\ d?_
a
+ sen2 Q
+ ¿9¿
-ffV dh 2 ) df
r
A = R* ffeealdUy.
— 54G —
Ó, extendiendo la integral doble á toda el área considerada,
dv sen8d9 = i? 2 (1 — cos8)á>:
«yo Jo
Para lo cual advertiremos que esta ecuación (2) puede escribirse como
sigue:
tang-c „
*
, ,
tan» ° r
cos« = cosc%. /
1
tang-2 h
b
sen-
— z
c
sen 2 ¿
Luego
- I 1 £ C¡-tang**»
tai,
+— 2
\ ^2 l -\
I
^=í? „
2
)
{2tt — 4 cose r V á.
/
tañe 2 * j
dv.
/
[
JÍVt
\1 1J^
>/o —
sen 2 ¿>
tañe
5
2 cu
'
Y poniendo ahora
tangw
&4
.
= tange
tang6
=-r-
,
tana,
T
A = R 2 \2-— 4cosc
tg& C 2 di i
tgc
tg 2 e J V eos 2 6
cosa = cose
eos b
— 547 —
y, por lo tanto,
eos 2 b
tang 2 c — tang 2
b
tañg 2 c
tang b pi
A =R 2 2tt— 4 cose-
dif_
_ y 1 _ sen
}
tang c
tf
J o (1 e
2 sen 2 (
¡, )
2
dsen2^
tercera especie.
Crelle, t. xiv, p. 217; pero la demostración expuesta fué dada por Booth,
hondón, 1877, p. 9.
modo:
;s = 4cosw é y =B senn),
en donde
A = R sene y B = Rsenb;
x = y^ — [A 2 2
eos 2 w +B 2
sen 2 w].
to -f B eos
2 o>) — A 2
R 2 (A2 sen 2 2
B2
R 2 — A2 eos 2 w + B 2 sen 2 w]
[
A 2 (R 2 -B 2 \ 2 )
,
tang w
,
1 H
-j?2 . ^J? 2
(fi -¿
2 2
)
,
1
,
R2 2
-B— tang^ w t
R2 — A 2
H :
6
=
-V—
— —
— \/-^
B V R2
B
2»
2
taDgüJ '
B2 \ R 2 —A 2 db
V R -B
.
OS:
2 2
r ¿jys-i^ 2 ,-|A A1 — ¿ 2 -i? 2
1 sen-4 1/ sen B2 ¿,
L A 2 (R2 —B 2 ) J y ^2
*g 6
7
= ñsen¿>-
D ¿"I
H^HV
i,
as
tgc
C, tg 2 c— tg.
2
6 01 "|AA11 sen 2 e-sen 2 /3 ..
sen^o
tg 2 e — tg 2 ¿ sen 2 e — sen 2 /3
tg 2 c sen 2 ecos 2 b
e
— 549 —
llégase á esta otra conclusión final
ds — R seno
tg c (1 — 2
sen 2 <j/)yl — e
2
cos 2 ¿ . sen 2 <|¿
rica, perece haber sido Fuss, el cual publicó, referente á esta curva, dos
VIII
CÍCLICAS
y 1869).
Si se toma por origen de coordenadas el centro de la esfera y se repre-
sentan por (a, ¡3, y) las del vértice del cono, las ecuaciones de las curvas
(1) {
arbitrarías.
— 551 —
centro de transformación, y traslademos el origen á este punto; las ecua-
(x + x f + {y + y {? + (* + x f = R\
y x
y haciendo
fc
2 A' _ T fc
2
lc
2
Z
~X + Y + Z 2 2 2 '
V ~ X +Y +Z 2 2 2 '
'
~ X +Y +Z
2 2 2
'
[A {x, - a) + B{y - + C - (A + 7 + Z
2
x ¡3)
2
(*, y)
2
]
2 2 2 2
)
+ 2¿ 2
[¿ («j - X + B — fiY-fCfa — Z] (X + Y + Z
a) (y, y)
2 2 2
)
+ (4 A + 5F + CZ == 0,fc
4 2 2 2
)
xi ~\~ 2
Vi ~H % \
~ R?> Y> P or consiguiente, la primera de las ecuaciones
precedentes se reduce á la siguiente:
2(x 1 X + y Y+z 1 1
Z) + k = 0, 2
(X 2 + Y 2 )
2
+ ux (X + Y + u2 = o, 2 2
)
es en este caso una cuártica bicircular. Darboux (l. c.) se fundó en este
— 552 —
teorema para deducir de las propiedades de las cíclicas esféricas las de
las cuárticas bicirculares.
a
3. Si el centro de transformación está sobre la cíclica considerada,
se tiene
*i
2
+ Vi + z? = &,
2 A (as, - a)2 + B {y, - p)« + C («j - y) = 0,
2
(»7(». Sea P el vértice del cono (P), que al cortar á la esfera deter-
fera con el cono circunscripto del mismo vértice. Los planos tangentes al
á la cíclica en cuestión.
Por otra parte, cada circunferencia (C) es tangente á dos círculos má-
ximos de la esfera, cuyos planos pasan por P, estando los puntos de con-
tacto situados sobre la circunferencia (L). Luego las circunferencias (C)
cortan todas ortogonalmente á la circunferencia (L).
El polo de cada una de estas circunferencias (C) debe estar situado so-
de (C) forman una curva que coincide con la que resulta de la intersec-
A ^ B ^ C
Los otros tres conos de segundo orden que pasan por la cíclica originan
677. Llamando, como en las curvas planas, focos de las curvas esfé-
ricas á los centros de círculos de radio nulo bitangentes á la curva, se ve
que los puntos de contacto sobre la esfera de los planos tangentes comu-
nes á ella y al cono (P) son focos de la cíclica considerada. Resulta, por
consiguiente, que los cuatro puntos de interseccidn de la circunferencia
6 coincidentes.
678. Sean p 1; p 2 y p3
las distancias de un punto cualquiera de la cí-
mismo punto á los planos tangentes á la esfera en estos focos, los cuales,
puntos del cono situados respectivamente sobre las tres rectas de coníacto
de esta superficie con los planos tangentes á la esfera, mencionados ante-
riormente, las ecuaciones del cono y de estos planos son, tomando el vér-
tice del cono por origen,
Ax> + Bif-\-Cx = 0, 2
Ax í
X + By Y + Cx Z=0,
x 1
Ax 2 X + By Y+Cx Z=Q,2 2
KD — Ax 1 t
x -\- By t y -\- Cx x x,
KD = Ax 2 2 x + By 2 y -f- Üx2 x,
KD = Ax 3 3
x -f By 3 y -f Cx 3 x,
— 554 —
Eliminando x, y, % entre estas ecuaciones y la del cono, se obtiene una
ecuación homogénea de segundo grado respecto á D lt D2 j Z> 3 ; y por ser
los planos considerados tangentes al cono, debe reducirse á cuadrados
perfectos al ser D x
= 0, D2 = 0, D3 = 0. Tendrá, pues, la forma
(MD1 + ND — LD = iMND^ D
2 3)
2
2,
de donde se deduce
" x
V *- D*— 2R>
2R' 2R'
= (s — ®i? + {y — yi? + (* —
pi
2
«i5"j
P2
2
= (« - * + (^ - y +- («— * 2)
2
a)
2
2)
2
>
etc.,
— 555
esférica.
Hemos visto en el Num. 670 que á la ecuación del cono que determina
esta curva se la puede dar la forma
+ r _.
tang 2 c tang 2 b
sen 2 c I
¿y
'
2
-f- x2 =a 2
eos 2 c,
2
L tang c tang 2 ¿ J
sen 2 c sen 2 b
dos. Estos focos deben coincidir (Num. 677) con los puntos de contacto
narios.
CAPITULO DECIMOTERCERO
CURVAS DE DOBLE CURVATURA (CONTINUACIÓN)
HÉLICE CILINDRICA
680. Consideremos un cilindro recto cuya base sea APB ... (fig. 168)
y supongamos que el punto M se mueva sobre la superficie de este cilin-
constante la razón de la
ordenada MP á la lon-
F (x, y) = 0, z — cs.
Por ser 9 igual al ángulo formado por las tangentes á la curva con el
eje de las *, su coseno tendrá por expresión
dx
cosO: '
— 558 —
Y como
dx2 + dy + dx = ds + dz = ( 1 4- Jj\ dz
2 2 2 2 2
,
cosoa =— ,
e
Vi fe2
cuyas tangentes forman un ángulo constante con una recta dada, son
hélices cilindricas.
Para ello tómese la recta dada por eje de las z, é intégrese luego la
ecuación
Vífcc
3
+ dy + dz 2 2
s la longitud del arco de la curva que limita la base de este cilindro, com-
dr 2 + dy = ds 2 2
,
y, por consiguiente
(1 — c
2
) dz 2 = c
2
ds 2;
y/i +c 2
F(x,y) = y * = —¡J= + s cx ;
yi —c 2
- 559 —
de otra3 tantas hélices como valores particulares se atribuyan á la cons-
tante c v
x' = AP'=s, é
y' = MP' = x.
Y, en consecuencia, hallaremos
y' = cx'
r ígiira lira.
como ecuación de la transforma-
da de la hélice, la cual representa una recta.
basta aplicar al caso particular de que se trata, las fórmulas generales co-
nocidas
R=
(x 2
-f y'
2
+ z'
2 2
)
siguiente resultado:
r
_ c2 ( x'" 2 + y" + 2
) (y' x" — x' y"f m
r= _
(1 +c 2
) (x" 2 -{ y" 2 )
1-c2
R
{•-" 2 + y" 2
)
2
>•
_^ i (<-" 2
+ y" 2
)
2
Y, como la expresión
(x" 2 + y" r 2
y x —x y
X + 2
72 = 1,
—=-
R~ c
— 561 —
ó que en las hélices cilindricas es constante la razón —
r
il
del radio de tor-
dio de curvatura de una curva es constante, la curva será una hélice ci-
lindrica.
dos, cantidades entre las cuales existen nueve relaciones, conocidas por
da b
R
— 562 —
Cambiemos ahora de ejes coordenados; y tomando para nuevo eje de
A = 0, 5=0, C= Vi + m 2
;
y, por tanto,
Vi+™ 2
ángulo constante con el eje de las *; y, por lo tanto, que esta curva es
sexta que = 0, ó c" = constante. Y por ser b"= 0, vese también que
ds x
6 ,
por ser <s'
2 2
(s) -(- A' («) = !>
c :
— 563 —
conforme se deduce también fácilmente por procedimiento puramente geo-
métrico.
Adoptando el eje del cilindro de base circular como eje de las z, y re-
presentando por p el radio de aquella base, las ecuaciones de las hélices
x2 +y = 2
p
2
y * = es,
r>
fí = ,-,
p (1 -j-
,
o,
J
), r— - P (1 + !
e2 )
-.
curva á que una y otra se refieren, esta curva debe ser (Num. 684) una
hélice. Y para ver que esta hélice resulta trazada sobre un cilindro de base
de la curva que limita la base del cilindro. Radio que, por ser constante,
corresponde á una circunferencia de círculo.
II
HÉLICE CÓNICA
gen O de las coordenadas (fig. 170); por eje de figura el OZ de las mis-
mas; por generatriz la rec-
— 565 —
Luego las precedentes podrán también escribirse como sigue:
y eos 9 los cosenos de los ángulos formados por la recta OA con los ejes
de las x, de las y y de las %; é iguales asimismo y por idéntico orden á
,
—— y los cosenos de los ángulos formados por la tangente á la
ds ds ds
curva en el punto M con los mismos ejes; y porque á estas igualdades
— —=
d<s
a tangO (coses — <p sencp)
—=df
a Vtang2 9(l + cf
2
) + l,
= dx á« dx
cosw costp sena
„ ,
-) — sencp sentí ,
-j coso
„
ds ds ds
Vi + 0.2 sen 2 Q
s = i yl -j- <p
2 sen 2 Qíícp
eos 9 J
2 eos 9
fcp (1 -f es
2
sen 2 9)1" -| —
sen 9
log(a> sen9 + Vi + f sen 2
9)1.
:
— 566 -
693. La hélice cónica es una de las curvas de doble curvatura que ya
titulado Dimensión d'un solide formé por le moijen d'une spirale au-
tour d'un cune (Oeuvres, ed. Hachette, 1. 111, p. 448), en el cual determinó
por la superficie del mismo cono y por los planos xx y xy. Problema que
resolvió empleando los procedimientos de la Geometría infinitesimal, sin-
perficie que tiene por ecuación z = f(x, y); por el cilindro cuya base A
se halla referida á las coordenadas p y o; y por el plano xy.
x2 = (as
2 -}-
*/
2
) cot 2 6 y p = a<f tangO,
di I
p
2
cot9í¿p =— a? it
4
tang 2 6.
o Jo ^
III
curva, descrita por el punto variable M, con los mismos ejes, estas otras:
dx dy dz
ds ds ds
La condición, pues, para que M describa una curva que corte las gene-
ratrices del cono, formando con ellas un ángulo constante, será, en con-
secuencia,
dx dy dx
costpsenU-j
n ,
— sencp sena Q .
~\ coso
„
= e.
ds ds ds
= —do*—
2
= cot9dp y
dx, ds2 -)-
p
2
df 2 .
sen2 9
— 5fi8 —
Luego
—— = — ,
senOf/o.
dro cónica sobre el plano de las xy, ó sobre la base del cono, represen-
tada por una espiral logarítmica: lo que constituye una propiedad muy
interesante de la misma hélice.
eos w =— dz
—=— a cot8
— -
\dx2 + d y* + dz2 \a 2 + 1 +a 2
cot 2 9
ponde coincidirá (Núm. 681) con una hélice cilindrica, trazada sobre la
superficie de este nombre, que tenga por base la espiral logarítmica ante-
estos resultados:
_ e"? (a 2 + 1 + a? cot 2
8) _ e«? (o 9 +1 +a 2
cot2 Q)
aCOt9
(a +
2
l) 2
IV
CÍRCULO ALABEADO
— 570 —
la esfera osculatrix del círculo alabeado, resulta que R x
= i?; y, por lo
p; — r
— x = lío dR
Xn c
ds
— y=Rb dR
„,, —r —— ,
yQ c,
as
dR „
xQ — x = Rb
p —r——c ,,¡
,
as
en las cuales o, b' y b" representan los cosenos de los ángulos directores
de la normal principal; c, c y c" los de la binormal, y x , y y x las
vas, vese, poniendo = 0, que las coordenadas del centro del círculo
ds
alabeado puedan expresarse por las ecuaciones
d2x 2
d2 x
XQ =X+R i t*>
2 —--,
¿
y
_, d
=y-\-R2^L, ii
y *Q =*+#
_„ .
as ds* ds ¿
ds¡ 2 dx 2
. dy 2
dx 2
2 2 2 2
ds ds ds ds
_io pa f
dx d 3 x dy d 3 y dx d 3 x~\
L ds ds 3
ds ds 3
ds ds 3 J
m
— 571
Pero de la igualdad
dx d 2 x . dy d 2 y dx d 2 x
2 2
0,7
ds ds ds ds ds ds 2
. dy d 3 y dx d3 z _ Víd 2 x \ 2 / d2 y \2 / d 2x
ds ds 3 ~ds~lhF~ "
\\~ds 2 ) \lw) \ ds 2
~R?
Luego
'
2 2
ds d3 x \ t d3 y \ 2 I d3 x \2
ds 2
=— + 1 72*
/
\ ds 3 3
\ds 3
'
j [ ds ) ) _
±=M*um*um +(mi-±-R
r2 3
l\ ds j
3
\ ds )
2
3
\ ds ) J 72 a ds
i=
r2
72* |7^l\ + (
3
l\ ds )
2
3
\ ds )
2
+ f^-vi
\ ds ) J
-
3
±
72 2
"
Luego
ds 1 72
ds
Mas, por la teoría general de las curvas alabeadas (véase, por ejemplo,
Laüeent: Traite d'Analy se, t. n, p. 380), sábese que
72'
ds 72
.
— 572 —
De donde, por combinación con el resultado anterior, se desprenden las
siguientes relaciones finales, descubiertas por BoüQüet, que determinan los
R ==R f
p^ = r f.
Así como, comparando las ecuaciones que determinan x , y , y x con
aquellas otras que determinan los centros de los círculos osculadores de
las curvas, vese que, en el círculo alabeado, los centros de las esferas os-
ELIPSE LOGARÍTMICA
2kx =x +y 2 2
y ^- + -^-= L
otras : •
los planos coordenados de las xx é yx, siendo evidente que en los puntos
muy distinto del que á renglón seguido pasamos á exponer, por conside-
rarle más sencillo y ventajoso del propuesto por aquel ilustre matemático.
De la ecuación fundamental
ds 2 dx2 dx2
+ lf
.
Jf~~ dy 2
4
igualdad
y de las ecuaciones de la curva obtiénese, por de pronto, la
_ás 2 a2 y2 _^J¿
_ =1
/¿
2
\ b2 )
(
a2 — b^ 2
y
\ _ a2 ~ b2 n,2 l
a2 _ 6 2) „9 _ ¿2 ¿2
~"~
fe* b2
_
/e
2
(í/
2 —6 2
)
De la cual, poniendo
(a2 ~ ¿8)2
if — -
a2 ~ fc2
(Je
2
+a —b 2 2
) y
2 — b2 Te
2
¿4 b2
— 574 —
se deducen, para determinar A, By G, las tres siguientes:
B= _a~ b2
b*_
A + C= jp± aa_ifl AC=—b 2
k2 .
X - 2
(k
2
-f a
2 — b2) X — b2 k°- = 0,
A + B y = {C + 2
!)
2
)f-t\
y hallaremos que
y = —A(t —
r r^ —
2
1)
y
,
dtJ — (C— A)Adt
V c
Con lo cual ds podrá escribirse como sigue:
ds = (C
= — A) 2
A fi'dt
->
—
,
kb\C\A + Bb 2 (1 - kt -
2 2 2 2 2
) V(l t ) (1 i' ¿
)
A . . .,- ¿ <7+£¿/2 ¿ C— (a 2 -i 2
)
C G A-\-Bb 2 C A — {a — b 2 2
)
2
en donde «< ¿ -< 1.
Pero
_ja
= _i r 1 1 I
(1 — \t ~ 2 2
)
l l (1 — >.í
2 2
)
1 — X¿ 2
J"
— 575
Luego
d,= {C-A)*A j_ ^
J^
kC\Jc\¡A + Bb* \
(1 - X¿ 2 2
) \/(1 - P) - (1 ¿
2
ds {C—AfA í <h_
da
(1 — Xsen 2 o) y 1 — i
2
sen 2 o
S=K r \
(,/ (1— Xsen a s) 9 A»
ís /*
,/ (1 - X sen
^ —
2 tp)
_},
A= )
en la cual
—
A7T— (O- 4) 2 ^ .,
.- .
y Aj= VI -*a B en a o.
í? /:
— Xsen^Acp 2 —
J (1 — P)
^ (1
l
-
1) (k
{-'*
\
3¿2 - 2 ^- 2
+ * /(l-Xsen Íl-
XV A» X
2^+ X
y)
J (1— Xsen 2 V *>!
a
¥ )A<p
l,
)
J '
A? \ »3 /</ A? *
2
./
en donde
, sencfcoscpAcp
1 — X sen 2
— 576 —
identidades de las cuales se desprende, la igualdad
/• d? X2
_ )
_
,/ (1 — X sen 2
<¡f A -
f 2 (1 — A) (X — ¿2) j
/AbíZo
+ >.
K
2(1 — X)(X — -j-^nv^? i
VI
HIPÉRBOLA LOGARÍTMICA
relativamente al plano
puntos ay b, correspon-
la hipérbola, teniendo
va considerada.
707. Por procedimiento algún tanto artificioso, Booth consiguió rec-
tificar la hipérbola logarítmica, valiéndose de las integrales elípticas (1. o.);
K — V^-f X/A<pd<p
2 (1 — /) (X — ¿2)
j
en donde
i
— 578 —
B= a2 + b \ A+C=k + a + b 2 2 2
, AC=b 2 h 2,
A .„ A C — Bb 2 A C— (a 2
-f-¿
2
)
C C A — Bb 2 O A — (a2 +'62 )
kCy/cy/A — Bb 2
(a) X — (i 2 2 -j a2 +¿ 2
) A' + i'
2 2
fc = 0, .
ambas positivas.
2
signos contrarios, i será negativa; y, por tanto, i imaginaria. Pero, po-
en donde
,
<!>, = seno
— A cos
—
sen¿ eos A ó
!
-J/^
'I
!
J
-i
i-, AA=vl —
, . •»/., .„
2
cos 2 <b.
0)
1 <j/
Y, como también,
= Vi — Vi —¿ sen
A.L i
2 2 2
']*,
1 — * eos A = — — \ sen
2
(1 l) (1
2
|),
en donde
A(C — a 2 —b 2
)
i
2
-l [a
2
+b 2
) (C — A) ' *
X — l'
i
— 579
K _ )2 _ yji _ ¿ay Ai d¿
2 (L — X) (X — 2
i )
j
(
(1>i ty
i
2 —l p-dif -
l2 — 2
_
p__ d-«b
V
7
1— t?'/ A i^ (l — l)\'i—i J 2 (1 — >j sen a
<p) A^ I'
en donde
A^ = \/l — ^ sen 2^
Siendo cosa fácil ver que y es real, y que también j' 2 < 1.
VII
PARÁBOLA LOGARÍTMICA
— 580 —
recto, que tenga por base una parábola, cuyo foco coincida con un punto
del eje del paraboloide.
2kz =x +y 2 2
é y2 = 4A + íhx. a
mos á exponer.
ds
= \/i i
d V* I
dx * ^ 1
\ / r2h-\-r)\k*+(x ±h)(x+2h)-\
dx V dx 2 dx 2 Je V x +h
+ (x + h)(x + 2hj\
(2h-^x)[Jc*
O -f- 2/0 [x + h) = le
2
tang 2 4,
x = — — h + -\A + 2
4/¿ 2 tang 2 <|;,
2 2
2&2 tangAíH
dx—-
cos 2 |V/i 2 + 4/í2 tang 2 4-
(1) ds==Jc—^-r
díi , ,
-rJc7' — dii
eos 3 A 2
eos 3 <]>
VA 2 2
-f 4 /í tang ^
—
— 581 —
Luego, si fuere h = 2Jc, hallaremos que
dé
J eos 3 A ,J eos 2 i¡-
caso en el cual la curva puede ser rectificada por medio de funciones ele-
mentales.
di> , , /' dé
eos 3 A
,J ,J
cos^tp \ / 1 — — sen^u
V
< Aa —~4* 2
<!•
La primera de las integrales que figura en esta fórmula, puede ser cal-
culada por medio de funciones elementales. Y la segunda representa un
arco de hipérbola, que, como es sabido, puede expresarse por integrales
elípticas de primera y segunda especie.
mula (1)
tangip = tang v;
\' 1 -]
2
tang 2 z>
dé h
ds = k —
, 4/c
7
dv
,
cosH 2 cosv
2
MI cos 2 y
7
dé ,
h 4/c V 4/c 2 /
•
le
!
1 =r- dv.
cos 3 ¿ 2 y itf —h 2
*\A-- 4/c 2
sen-^
582
Luego
dv
J cob 3 <i 8k*J
-V 1
4 fe:
2
sen^ v
4 fe2 — fe
2
dv
8fe 2 . ,7
V 1
4 fe 2
sen J «
4 fe2 _ fea
< <1.
4 fe2
VIII
CURVA DE ARQUITAS
(X
Z
+y l -j. .2)2 =a 2
( ;C
2
+y S) .
x2 _f_ f _ ax = ,
siderado.
Délo, esto es, para construir dos medias proporcionales á dos rectas da-
exponerlo.
OD
OB
== — b
*
,
,i ^ \
(6<o).
curva de Arquitas con el cono de base circular cuyo eje es OX y cuya ge-
neratriz forma con este eje un ángulo 9, dado por la ecuación
coso fl = b
.
Tenemos, en efecto,
OC 2 = a.OD, OB =a.OC; i
OB 1 = a . OC, OÜ 2
= b.OB,
,
— 584 —
6
a _0B _ OC
0B~ 0C~ b
(1) a2 ce
4 = &''
(íc
2
+ i/-)
ó, en coordenadas polares,
¿2
P
= ¿F"
b p, v
px v a'
IX
HORÓPTERA
2r 2rlz
1 +X 2
*2 1+X 2
*2
Eliminando z en las ecuaciones (1), se ve, ante todo, que la curva está
situada en la superficie cilindrica de revolución que tiene por ecuación
y
2 — r (2r — x),
.
— 586 —
que su proyección sobre el plano xz es una cúbica de Agxesi (Núm. 75);
y = lxx,
de cuya circunstancia se deduce otro medio fácil de construirla.
(a>
2
+ ^)(l'+X * )=4*2 2 2
,
tiene la forma que indica la figura 175. Parte del punto A, en que corta
— 587 —
á 2r\, y se extiende indefinidamente en el sentido de las % positivas y ne-
x = 2 r eos- 1, y = r sen 2 1, %
tangí
A-== %' y" — y' %", B = x'z" — z' x'* C=y'x" — x y"
A= — -— — sen3¿, B=
- — eos3í, C= — 8r 2
,
A eos 3 1 Icos 3 1
y también
R _ (1 + 4A 2
r 2 cos 4 ¿)
2
1 +4 "A
2
r 2 eos 6 1
2 2 3 A eos 2 t
4r A eos 3
1 (1 -4- 4X r2 eos 6 t)
2
Estas igualdades manifiestan que en el punto A dichos radios tienen los
valores
l-f4).V 1 + 4a 2
;
2
'
2
4 /-A '
'
3a
y que la curva no tiene puntos reales en los cuales el plano osculador sea
estacionario.
ax + by -\- ex -j- d = 0,
se obtiene una ecuación de tercer grado en x. Por consiguiente, la horóp-
tera pertenece á la clase de curvas algébricas que se conocen con el nom-
bre de cúbicas alabeadas, y que están caracterizadas por la circunstancia
CURVAS DE BERTRAND
tomo xv del Journal de JÁouville, que existe una clase de curvas tales
que á cada una se puede asociar otra que tiene las mismas normales
principales. A estas curvas se las designó con el nombre de curvas de
Bertrand.
Sean (C) y (C) dos de estas curvas; {x, y, x) y (x lt y lt z-¡) las coor-
(?)
Aa + Bb + Cc = 0,
A a + BU -f Ce' = 0,
Aa" + 56" + Ce" = 0,
habiendo hecho
B = \±(l-±)-J-]j^ds-±-d Sv 1
IR\ R) r J d Sl R 2
t
C= — -d— Id
1
ds t
A= Q, 5=0, (7=0.
— 591 —
De la primera y la última se deduce
-iM^ii-''
resultando por integración
l h
(8) IT
R + T^ 1'
trand, l. c).
este resultado, se debe á
El método que hemos empleado para llegar á
J. A. Serret (Journal de Liouville, t. XVI).
ds 2 l
2
+h 2
2
dsf r
l \ ds
COS0)= I 1
K I As x
Y/¿2 _|_ ¿2
721. La ecuación B = X
da, teniendo en cuenta las (8) y (9),
B\ \_R\ R) r2 ]d Si 2 R(h* + P)
Esta fórmula permite determinar la curvatura de (C) cuando se cono-
k l _
R,
POLLODIA Y HERPOLLODIA
sobre el cual rueda. El lugar de los puntos de contacto, sobre aquel pla-
no, es una curva á la cual Poinsot, á quien se debe esta teoría (Ihéorie
—+
a2
-^-
b2
+—
c
=12
(a>b>c)
—
a4
(a 2 - ti») + £-
6*
(b 2 - ??) + -^
c 4
(c
2
- 'I
2
) = 0,
— 594 —
enteramente geométrico. Antes de hallarla, estudiemos algunas propieda-
des de la pollodia.
Notemos, en primer lugar, que las ecuaciones de esta última curva son
las dos que acabamos de escribir; y que, eliminando entre ellas sucesiva-
x2 -)-
y
2
-f- x2 = r2 ,
X2 =P — a (r
2 2
) if- =Q (r
2 — ¡i
2
), x2 =R —y {r
2 2
)
donde es
(a 2 - b2 )
(a
2 — c
2
)
[b°- — c
2
)
(b
2 — a-) (c
2
— 2
)
(c
2 —b 2
)
(A) o2 =b 2
+c 2 -^, ¡f
?=#+#-**, f= a + b -^-.
rf
2 2
if
mas potencias de r.
724. En la cuestión de Mecánica á que anteriormente nos hemos re-
cen á la condición
a2 b 2
e2
-
> .
a 2
+6 2
— 595 —
Tenemos, pues,
a2 b 2
T|
,
2
> a2 +b 2
2
y, en virtud de la tercera de las igualdades (A), y >> 0.
Observemos además que las expresiones de P, Q y R hacen ver que es
P> 0, < 0, i? > 0,y que de las dos primeras igualdades (A) y de la
a2 — =¡3
2 (b 2 —a 2
) íl — -M,
^2 _y = 2
(c
2 _ ¿2) fa _ ¿Y
T
2_ a2=(a2_ c ^_Í!j 2
) )
en las cuales se observa que es > y> ¡3 a cuando t\"> b, y ¡3 >- á >> y
cuando v¡ < 6; de las expresiones de x y 2
,
2 2
y x se deduce también que x,
T= (r 2 —a 2
)
(r
2 — (3
2
)
(r 2 —y 2
)
vi- — = a<=
(Tl
2_¿2)(r¡2_ e 2)
, if —p = 5
fr
2
-cW~a 2
)
r?9 —y = 2 fo
a
-c a
)foa-&«)
,
2
ri
(O) A =± r,3
V(7|»
—a 2
)
(v,
2 — (3
2
)
(v,2 — y )= (^-a 2 2
)(-o
2 -¿2 )
(v,
2
-e2 ),
— 596 —
donde se debe emplear el signo -f- cuando V) -< b, y el signo — cuando
vi > b.
ds 2
l
,-2 _a ^ 2 ,-2 _ fja
^ ,.2 _ ^2 J
ó, eliminando P, QjR por medio de las ecuaciones (B),
¿S2 = _ [,.4
(
a2 + 02 + r 2) ,.2 _(_ Q (£2 _a 2) (£2 _y 2)
r 2 ár2
+ a2 ^ + fi
2
r
2
r 2(
T
2_¿,2) T| 2( g 2_ 6 2)
T2 —i 2 Y!
2 —¿ 2
""
° "
(/,
2
-a 2
)(-o
2
-c 2
) r,3
A
=V JT)
2
r,
¿í
2 T)
3 '
(¿4 _ 2 ¿2 Yj
2
_J_
^2 a 2j (¿4 _2 ¿9 -^2 _j_ ^2
y
2)
'
y después
6 *(y,2_p2)
y, finalmente, <
2 ,t _ Yl
2 (a2
+p + 2
y2) +a 2
y2 _ 2A
.£_
(f
¿2_ r
2
)(fi
2_ a2)
a
— 597 —
Poniendo ahora este valor de Q en la expresión de ds 2 , se llega al resul-
ds 2 = ll^ll. Li _ (
a2 _|_ £2 _|_ y2) r
2 _ r? (
a2 + p-2
+y 2)
_|_ 2V 1 ——+a 2
2
p
2
+a 2 2
y -f [3 y ],
2 2
TI J
del elipsoide sobre este plano. El triángulo rectángulo formado por el ra-
p2 _r 2 7^2 >
ds 2 = df + p
2
df = — + fdf;
-f-
(a 2 ¡3
2
+a f+ 2
¡3
2
y
2
) -t? — (a 2 + ¡3
2
+ f) tj* +2 7)6
— 2A — 2
|3
2
Y
2
l.
*
— 598 —
Pero se tiene que
("
3 - ~r) 2= - 2 A + « -
YG '
2 2
) (
y2
' -P 2
)
('<
2
-r 2
)
Luego
donde
r= (p2 + -
y¡2 *«) (p2 + y2 _ ¡32) (p
2
+ ,? _y 2).
Conviene notar que esta cantidad Tes, como ya hemos visto, negativa.
las funciones elípticas. Por eso su estudio ha sido hecho por algunos geó-
metras por medio de estas funciones, método que no exponemos por no
alargar excesivamente este trabajo (*). El por nosotros empleado para
estudiar la herpollodia está sacado del capítulo VI del tomo VII del Traite
(*) Para el estudio de la rotación de los sólidos por medio de las funciones
elípticas, se pueden consultar las obras siguientes:
Hermite: Sur quelques applications des foactions élüptiques, París, 1885.
C. de Sparre: Sur le mouvement d?un solide autour d'un point fixe (Anuales
de la Sociélé scientifique de Bruxelles, t. IX, 1885, p. 49).
Halphen: Traite des fonctions elliptiques, t. II, p. 43.
— 599
d's
P V— T km
\
La igualdad p 2 =r — 2 v,
2 pone de manifiesto que p y r pasan al mismo
tiempo por sus valores máximos y mínimos; luego- tenemos, atendiendo á
lo que se dijo anteriormente respecto á los límites de r (N(im. 724),
Vp 2
P >V
VT :
,
tf, si vi > t>;
p > V a2 — t?, si o < b.
ó á y a2 — v¡
2
.
II \ \ A.
, „ df '<" +$
do
y, poniendo p y p° — v
= v>
tangF= — co Luego . la cur- Figura 176.
va es tangente al círculo exte-
728. Tomando para eje, á partir del cual se cuentan los ángulos <o, la
recta O A, tenemos
-1P
2
+ (If.
V-
,
— 600 —
En el caso de ser y,< b, la cantidad A es positiva; y, por lo tanto, tam-
2
bién lo es la cantidad 7)p -| . En el caso de ser t¡> b, A es negativa;
3
y,
pero dando á p
2
su valor mínimo y2 — r¡
¿
, vese que la cantidad vip
2 -j
3
y]
'? (y 2 - r,
2 2
) > (v,
2 - o?) (y,
2 - ¡3
2
) (n
2 -y 2
)
da la siguiente:
'? -c < 2 y 2,
La igualdad (1) hace ver que <s crece, cuando ¡o decrece desde y ¡3
2 — yi
2
hasta ya9 — y,
2
ó y y2 —
y¡
2
El arco considerado de la curva (arco
. ABC
de la figura) se aproxima cada vez más á la circunferencia interior á me-
dida que o aumenta.
Los otros arcos de la herpollodia son iguales al anterior, y gozan de la
mos aquí, para el mismo fin, un método más elemental, seguido por Re-
sal (l. c).
df •op
2
+
3
d2 p 2p r,r
da 8
+
(•op
2
+ -»
+ (p
2
_J_
,? _a 2) (p
2
+ _T +
71
2
2) (p
2
_J_
Yj
2 _a 2) ( p
2 _|_ y,2 _ £2)].
fctíff]
m_WitV_o" 2
d<? dtp/
\ \a I
_ L + _M
p
2
?
2
[(p
2
+ y? _ p ?) (p
2 _|_ Tl
2_
T 2) + + (p
2 - 2_ a 2 ) (p
2
+ y? _^
+ (
pa
+ a_ aa)(p8 +
7l
7 l
2_p9)] >
— 602 —
y, ordenando según las potencias de p,
+ {27, I
(7,2 - *) ft«
- 03) + tf - a 2) (r
2 _ ,, 2)
+ (y
2 _ pBj (Yj 3 _ f) J
(6 ^
2 _ „2 __
-P -y„2)}p 2
ft2 2 4
,
j\
T
= [a 9 ¿ 2 (c
2 — y,
2
) +a 2
c
2
( b2 — y,
2
)
—6 2
c
2
y,
2
]
ii
3
y,
— n
(ffl
2
¿2 +a 2
c3 +6 2
t2) p*.
y,
a _ (y 2 — rt 2) (
y8 _ ¿,2) (-,2 _ £ 2) (
fl8 ¿,2 _|_ fl 3 c2 + ¿,2 c2)
y,
2
[a ¿ 2 2
(c
2— r*) +a 2
c 2
(6
2 — — y¡
2
) b* e 2 ti
2
]
(a 2_ Y 2 )(Y 2_^ )
debe ser
(a 2 — y,
2
) (y,
2 —¿ — 2
j (y,
2
c 2 ) (a 2 ¿>
2
+ ¿2 c2 + a2 c2 ) ( ff
3_ T|
a
) (
T a_/ 3
j i
y,
2
[a
2
62 (y, — +«
2
c
2
)
2
c2 (y!
2 — ¿/
2
) + ¿ 2 c2 y 2 J 1
"
^~
lo que da
a2 ¿>
2
c
2
<
a2 +6 2
— 603 —
Luego el elipsoide no coincide con el elipsoide considerado por Poinsot.
-
„ 2a 2 ¿2 ca
a ¿ 2 2
+ a 2 c2 +b 2
c2
(a 2 — v,
2
) Q2 — c2 )
tenemos la desigualdad
(a 2 — y¡
2
) (/,
2 — r|
2
)
(r,
2 —c 2
) +a +
(a b* 2
c2 ¿>
2
c
2
) (a 3 — -r?) {y? — c2 )
r¡
2
[2 a
2
6 2 c2 —^ (a 2
¿2 +a +6 2
c 2 2
c )]
2
íif
a
-f-c
« 2 r?
T|
2
> a2 -j- c
2
que es contrario á la hipótesis. Resal saca esta conclusión por otro pro-
T= p Mp 2 + ^-P = pMp 2
)
2
-Po
2
),
poniendo
Po = V -e / 2
i^
Luego
r^dp
d*--
P Vpo
2
— P
2 '
Integrando, se obtiene
2p„s> i/~t
e —=n-mL-p ;
2
-pQ
t
VPo
2
-P + Po 2
e '¡ =— c
Tenemos también
£_* Vpo
2
-P 2 +
c
p
Luego
Po? PoS>
—cl en -\- ce n = Po
Pofo
<5, poniendo e = e *i ,
2p
Po (f— 9i>) Pn (<P~y n )
— 605 —
Cambiando el eje á partir del cual se cuenta el ángulo <p, podemos aún
escribir
2 Po
6 i j-e n
que pasan por los dos puntos de contacto de los círculos bitangentes á la
cúbica circular, por (C) uno de estos círculos, por A y B sus puntos de
círculo (C), y que su centro coincide con O, se advierte que las tangentes
OA X OB = R 2
.
y= a¡3íc
!
+ Py — C + hB
! 1
— 608 —
ó sustituyendo y por su valor, dado en el referido Núm. 185,
y á que esta recta, por tanto, pasa por el centro del círculo considerado
en el Núm. 186.
IOTA AL HUMERO 48
f(x,y) =
la ecuación de la curva considerada, de grado m.
La ecuación de su primera polar, respecto al punto (x
v y.), es, según
se sabe, la siguiente:
ax dy
f{xí -\-x —x 1 , y1 + y — y = 0, 1)
— 610 —
y desarrollemos su primer miembro según las potencias de x —x x
éy — yv
resultando
—df'— {x — Xj) j_
, df
+ —¡— —v
dy x
{y
'
,
// t ) +
1
2 L dx'2 1
—
~d*f i
(a? — *iY \2
—i- {x — x
dx l
x) + —1— (y — y + t)
-~ (x —xf x
dy L dx x
¿
í
~\
d? f íT2 f
dxx dy x
dy\ J
JL {x _ x) + JL _ = iy yi) o
dxx dy t
curva son tangentes á las k ramas de la polar, cada rama de aquélla tiene
aún otro punto común con la polar. Por consiguiente, el número de inter-
m (m — l) — k (k + 1).
Ahora bien, estos puntos coinciden con los puntos de contacto de las
tan gentes á la curva, trazadas por (x u yj; resulta, por consiguiente, re-
t = m(m — l)—7i¡(Tc-\-l):
(Salmón: Higher plañe Curves).
Si (x x , yx ) es un punto simple, se verifica aun la fórmula anterior, su-
poniendo entonces k = 1.
t = m (m — 1) — 2S — 3v — k + (k 1).
NOTA AL HUMERO 96
^_ aX + bY4-c _a'X+b'Y+c'
X + pY+q X + pY+q
x = P rZcoea
„ — Fsena-I-^ x ,
~|
l X+pY+q ^ o\>
°J
\~
n TXsena 4- Fcosa +k ,
(3) ¡3{qw, + h) = c,
— 614 —
En efecto, las ecuaciones (1) y (2), unidas á las (4) y (5), clan las si-
guientes:
(7) —b=
ap ¡3 (p cosa -j- sena),
z, , , r, , ,
a {
x +
t ¿! f, +c x «i xa -f *, f x -h- «i
a 1
==Xcosa 1 , 6l = ^sena, cí = \e,
y después
X =X 2 1
cosa, -4- F[ sena.j -)- e,
lo que también equivale á un cambio de los ejes á que está referida (C")j
resulta
rx o>
}.X.,
Cambiemos ahora los ejes á que está referida la curva (C), haciendo
x =x , .
-\
cosa,
i
x2 cosc^ —y 2
senaj,
sena,
y == -
x2 sen 04 -j-
y 2 cosa 1(
y resulta
Y,
(9) y2 '
IX, '
IX.,
Estas relaciones entre las coordenadas (x.¡, y.,) y (X2 Y2, ) de las curvas
Sea, en efecto, P (fig. 177) el vértice del cono; PAD una generatriz; A
y B los pantos en que ésta corta al plano x.2 y2 ,
paralelo á Z Y 2 2 , y al
Pero se tiene
_^L_
= _BIL= _CI^ BD _ OD
PO~BO~OD' LO ~ OC '
e X, y,
m
Luego las coordenadas (x 2 , y.,) y (X.,, Y.2 ) de los puntos A y B están
ligadas por las relaciones (9).
LISTA DE US CURVAS ESTUDIADAS EN ESTA OBRA
Alisoides, 334.
Atriftaloide, 285-293.
Besace, 195-200.
Bicornio, 236-240.
Bifolium, 223-231.
Caracol de Pascal, 142-153, 464.
Cardioide, 154-157.
Cartesianas, 176.
Catenaria, 329-334.
Cíclicas, 550-556.
Cicloide, 421-427.
Cisoides, 12-13.
Clélias, 531-533.
— 618 —
Clotoide, 397-403.
Cocleoide, 394-397.
Compañera de la cicloide, 426.
Cruciforme, 200-212.
Cuadratriz de Dinóstrato, 350-354.
Cucumeide, 18.
Escarabajo, 279-285.
Espigas, 488-492.
Es píricas, 109.
Espíricas de Perseo, 100-109.
Estoroides, 494.
Galand, 53.
Hélice cilindrica, 556-564.
Hléice cilindro-cónica, 566-569.
Hélice cónica, 564-566.
Herpollodia de Poinsot, 593-603.
Hipérbolas, 416-419.
Hipérbola logarítmica, 576-579.
Hipercicloides, 474.
Hipocicloides, 438-441.
Lituus, 380-382.
Logarítmica, 325-329.
— 621
Logocíclica, 18.
Loxodromia, 533-536.
Nudos, 492-494.
Ocho, 198.
Óvalos de Cassini, 109-118.
Óvalos de Descartes, 157 171.
Ovoide, 220-223.
Parábolas, 410-413.
Pteroide, 18.
Pollodia, 593-605.
Pseudo-catenaria, 403-406.
Pseudocicloide, 471-475.
Pseudotrocoide, 475.
Pseudoversiera, 71-74.
Puntiforme, 212-215.
Ruleta de Delaunay, 466-471.
Eosáceas , 481-488.
Serpentina, 59.
Sintractriz, 338-340.
Sinusoide, 343-350.
Secantoide, 347.
_ fi22
Tractriz, 334-338.
Tridente, 63-66.
Trifolium, 232-236.
Trocoide, 421.
"Versiera, 68-74.
Visiera, 71
Visoria, 327-329.
LISTA DE LOS AÜTOBES CITADOS
Castizo, pág. 226. 72, 73, 74, 89, 157, 158, 191,
Catalán, pág. 257,300, 394. 383, 410, 421, 422, 423, 428,
Caüchy, pág. 299, 300, 307. 429, 430,435, 463.
Cayley, 97, 99, 255, 549. Desgranges, pág. 266.
Cesáeo, pág 111, 334, 342, 394, Dewülf, pág 251.
Chasles, pág. 67, 85, 94, 95, 96, Dinóstrato, págs. 350, 351, 353
97, 98, 100, 161, 170, 171, 321, Diocles págs. 35, 71.
254, 257, 313, 317, 319, 322. Euler, págs. 99, 130, 254, 319,
Cremosa, págs. 321, 323, 443, 447, 254, 359, 427, 433, 439, 442,
D
Darboux, págs. 109, 118, 175,
H
Hachette, pág. 257.
Halley, pág. 535, Lacolonge, pág. 257.
Halphen, pág. 94, 598. Lacroix, pág. 218.
626 —
La Gournerie, pág. 109, 175, 500. M
Lagrange, pág. 427.
Laguerre, pág. 118, 180, 445, 550, Macladrin, págs. 31, 35, 51, 53,
556. 56,72,73,89,99,254,319,512.
La Hire, págs. 157, 433. Magnos, pág. 549.
La Loubére, pág. 528. Malfatti, pág. 1Í8.
Laquiére, pág. 393, 509. Mannhein, pág. 460.
Lame, 494. Marie (G.), pág. 198.
Laurent, págs. 218, 280, 449, 571. Massan, pág. 6.
Legendre, págs. 24, 33, 34, 293. Maupertuis, pág. 502, 536.
L'Hópital, págs. 53, 58, 524. Menelao, págs. 170, 525.
Loria (Gino), págs. 14, 18, 33,34, Newton, págs. 2, 59, 63, 82, 85,
71, 99, 363, 367,, 549, 584. 95, 97, 98, 99, 169, 191, 253,
Loriga, pág. 337. 254, 319, 433, 440.
Q
Offenburgus, págs, 536, 542. Quetelet, pags. 18, 27, 171.
R
Pagani, pág. 109. Ramsay, pág. 340.
Painvin, págs. 280, 443, 446, 451, Resal, págs. 598, 600, 603.
Pascal (B.), pág. 367, 421, 422, Roberts (S.), págs. 184, 257.
Pascal (E.), págs. 142, 143, 147. Roberval, págs. 18, 53, 142,143,
PROCLO.págs. 2, 100, 191, 351, 181, 255, 271, 323, 415, 588, 611.
La cisoide 1
I
II La concoide de Sluse - 13
III La esti'ofoide 16
IV La trisectriz de Maclauvia 31
I El folium de Descartes 53
II La anguínea de Newton 59
V La cúbica de Agnesi 68
VI La curva de Rolle 74
I El caracol de Pascal I 42
II La cardioide 154
. 319
CAPÍTULO SÉPTIMO.-CWu./.v transcendentes notables 324
I La logarítmica 324
II La catenaria 329
III La tractriz de Leibnitz 334
IV La sintractriz de Sylvester 338
V La catenaria de igual resistencia 340
VI La curva de los senos 343
VII Cuadratriz de Dinóstrato 350
VIII Curva elástica , ó lintearia 354
IX Curva isócrona paracéntrica 360
CAPÍTULO OCTAVO.— Las espirales... 363
I Espiral de Arquímede-i 363
II Espiral de Galileo 367
III Espiral de Fermat 371
IV Espiral parabólica . 374
— 631 —
Páginas
V Espiral hiperbólica
377
VI Lituus
380
VII Espiral logarítmica
333
VIII Espiral de Poinsot
3gg
IX Espiral tractriz 30Q
X La cocleoiJe 304
XI La clotoide -
307
XII La pseudocatenaria
403
XIII La pseudotractriz aqq
CAPÍTULO NO VENO.— Parábolas é hipérbolas 410
I De las parábolas en general 410
IILa parábola semicúbica 443
IIILa parábola cúbica ai k
— 63'J -
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