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La Ciencia de la Voz Cantada.

Johan Sundberg - Capitulo III: Respiración

PARTE 1

CAPITULO III

Respiración

De acuerdo con la experiencia pedagoó gica, la respiracioó n es inmensamente importante para la


funcioó n del oó rgano de la voz. Un problema de fonacioó n normalmente puede ser resuelto
cambiando los haó bitos de la respiracioó n.

Visto acuó sticamente, la importancia de la respiracioó n para la fonacioó n es una especie de


misterio. Lo uó nico que necesitan los pliegues vocales del mecanismo respiratorio es que
provea una sobrepresioó n de aire a los pulmones, que vamos a mencionar de aquíó en maó s como
una presioó n subgloó tica. Tal presioó n puede resultar de la contraccioó n de algunos de varios
grupos musculares, y habitualmente distintas personas pueden utilizar diferentes estrategias
musculares. Para tomar un ejemplo concreto, se puede fonar con la pared abdominal tanto
extendida como contraíóda. No es posible que el grupo muscular responsable de la generacioó n
de presioó n subgloó tica afecte el funcionamiento de los pliegues vocales y, por consiguiente, la
eleccioó n de los muó sculos usados para generar la presioó n no deberíóa afectar la fonacioó n.

En cambio, la forma en la cual vibran los pliegues vocales con una presioó n subgloó tica dada es
enteramente determinada por la musculatura laríóngea. Sin embargo, la presioó n subgloó tica es
significante para la amplitud y tambieó n, hasta cierto punto, para la frecuencia de fonacioó n.
Estos son dos paraó metros sobre los cuales un cantante necesita un excelente control. Es
posible que diferentes meó todos de respiracioó n permitan distintos grados de tal control. Esta
es una manera de explicar la importancia de la estrategia de respiracioó n para la fonacioó n.

Tomando en cuenta la aparentemente suprema importancia praó ctica de la respiracioó n para la


fonacioó n, quizaó s sea maó s ajustada otra explicacioó n: la forma en la cual la presioó n subgloó tica es
controlada por el sistema muscular respiratorio puede generar reflejos que afecten la
actividad en la musculatura laríóngea. Despueó s de todo, la laringe y los pulmones son sistemas
estrechamente interrelacionados; por ejemplo, el primero trabaja como portero del uó ltimo.
Por consiguiente, puede haber varias interrelaciones basadas en reflejos entre los haó bitos de
respiracioó n y fonacioó n.

El hecho de que se preste tanta atencioó n a la respiracioó n en entrenamiento y terapia de voz,


tambieó n puede ser, hasta alguó n punto, el resultado del simple hecho de que el funcionamiento
del sistema respiratorio puede ser observado por el ojo desnudo. Esto es en contraste con la
funcioó n laríóngea, la cual no puede ser vista ni por el que habla, ni por el que escucha; puede
ser observada soó lo indirectamente en teó rminos del rendimiento acuó stico.
En este capíótulo, desafortunadamente, no podremos ofrecer ninguna verificacioó n sobre las
especulaciones hechas arriba; pero se presentaraó n algunos hechos sobre la respiracioó n en el
habla y en el canto, lo que, como se espera, transmitiraó algunas ideas concretas.

¿Queó es Presioó n?

Antes de comenzar a pensar sobre coó mo trabaja el aparato respiratorio, podríóamos ver queó es
la presioó n. Si un gas como el aire, es comprimido en un recinto como un globo de goma, la
presioó n dentro del recinto aumenta. Esta presioó n ejerce una fuerza en la superficie del globo,
de modo que la goma se expande. Esta fuerza puede ser tan fuerte que puede llegar a romper
el contenedor, explotando el globo. Si abrimos la salida del globo, la presioó n conduciraó el aire
hacia afuera, a traveó s de esta abertura. La corriente de aire que se genera a traveó s de este
agujero seraó fuerte mientras la presioó n, dentro del recinto, sea alta.

Lo que estamos considerando acaó es la presioó n alta, lo cual significa que la presioó n es maó s alta
que la presioó n atmosfeó rica. Asíó mismo, la presioó n de aire puede ser maó s baja que la
atmosfeó rica. Si el aire es sustraíódo de un contenedor de paredes ríógidas, como un tanque, la
presioó n dentro del tanque se reduce, y se genera una presioó n baja o negativa. Si la apertura se
abre, el aire fluye hacia el tanque a una velocidad determinada por cuaó n baja es la presioó n.

Los valores de la presioó n de aire son generalmente expresados en centíómetros de agua (cm
H2O), dado que, normalmente, son medidos por medio de un manoó metro, un tubo con forma
de U parcialmente lleno con agua. Uno de sus extremos estaó abierto al aire libre, y la presioó n a
ser medida es aplicada en el otro extremo. La presioó n genera una diferencia de nivel entre las
columnas de agua de los dos tramos . Esta diferencia de nivel se usa como una medida de la
presioó n y es referida en cm H2O. Una presioó n de 1 cm H2O es igual a 100 Pascales, o 1/1000
de la presioó n atmosfeó rica normal.

En respiracioó n tranquila a traveó s de una glotis abierta, la cantidad de aire contenido en los
pulmones estaó determinada por el volumen pulmonar. En ese caso, la presioó n de aire en los
pulmones es casi la misma que en el aire exterior. Cuando exhalamos e inhalamos,
establecemos una presioó n alta subgloó tica y una presioó n baja en los pulmones muy leves,
respectivamente.

Por supuesto que un cierre de la glotis no cambia el volumen de aire en los pulmones, pero se
estableceraó una presioó n alta si el volumen de los pulmones se ve reducido por una activacioó n
de los muó sculos espiradores. En otras palabras, cuando la glotis se cierra, la presioó n alta
subgloó tica queda determinada por las fuerzas ejercidas en las estructuras que rodean el aire
en los pulmones. Si la glotis no se cierra completamente, como durante la fonacioó n, la presioó n
alta subgloó tica tambieó n se ve afectada por la resistencia contra el fluido de aire a traveó s de la
glotis. Durante la fonacioó n normalmente utilizamos una presioó n alta en los pulmones (la
fonacioó n durante la inhalacioó n es posible pero excepcional). Por esta razoó n, en lo sucesivo,
usaremos el teó rmino presioó n subgloó tica como un sinoó nimo de presioó n alta subgloó tica.
El mecanismo
Los pulmones consisten en una estructura esponjosa. Si un pulmoó n es extraíódo del cuerpo y
suspendido en el aire libre, se encoge draó sticamente; asume un volumen que es, en realidad,
casi tan chico como el míónimo volumen que puede asumir dentro de la caja toraó cica. Esto
significa que los pulmones siempre que cuelgan dentro de la caja, estaó n intentando encogerse.
Sin embargo, se les estaó impedido el encogimiento por el hecho de estar colgados en un vacíóo.
En cuanto a esto, se puede decir que los pulmones son similares a los globos de goma. Cuando
se los llena con aire, intentan expulsar este aire con una fuerza que queda determinada por la
cantidad de aire contenido en ellos. Esto significa, que los pulmones ejercen una fuerza
espiratoria completamente pasiva que aumenta con la cantidad de aire inhalado. Despueó s de
una inhalacioó n maó xima, esta presioó n puede llegar hasta alrededor de 20 cm H2O, seguó n
Proctor (1980).

La caja toraó cica es otro sistema elaó stico de relevancia para la presioó n subgloó tica. Dos tipos de
muó sculos, denominados muó sculos intercostales, unen las costillas. Los intercostales
inspiratorios funcionan de manera que una contraccioó n conduzca a un aumento del volumen
de la caja toraó cica. Ellos proveen una fuerza muscular inspiratoria, y son frecuentemente
utilizados en la respiracioó n normal. Cuando se finaliza la actividad de contraccioó n, la caja
toraó cica se esfuerza por volver a su volumen maó s pequenñ o, no expandido. De esta forma, se
genera una fuerza espiratoria pasiva no muscular, tan pronto como los muó sculos intercostales
inspiratorios esteó n relajados despueó s de la contraccioó n; esta presioó n puede llegar a 10 cm
H2O, despueó s de una inspiracioó n muy profunda. El segundo tipo de muó sculos intercostales, los
espiratorios, tiene el efecto opuesto, el de disminuir el volumen de la caja. Si usamos estos
muó sculos para la exhalacioó n, se genera una fuerza inspiratoria pasiva; despueó s de una
exhalacioó n muy profunda, esta fuerza puede producir una baja presioó n de cerca de -20 cm
H2O.

Para sintetizar, tenemos tanto fuerzas elaó sticas inhalatorias como exhalatorias, y su efecto
combinado depende del volumen pulmonar. Como consecuencia de esto, hay un valor
particular de volumen para el mecanismo respiratorio, en el cual las fuerzas inspiratorias y
expiratorias pasivas son iguales. Este valor de volumen pulmonar se llama capacidad residual
funcional (FRC). Tan pronto como los pulmones se expanden o se contraen maó s allaó del FRC,
las fuerzas pasivas tratan de restituir los pulmones a este valor. Concluimos que hay fuerzas
pasivas y activas para la inspiracioó n y espiracioó n.

El acto de respirar es dirigido por dos grupos de muó sculos mayores que, por contraccioó n,
expanden y comprimen los pulmones. Un grupo estaó constituido por los intercostales
inspiratorios y espiratorios, los cuales acabamos de presentar. El segundo grupo estaó
constituido por los muó sculos de la pared abdominal y diafragma. El diafragma es un muó sculo
de respiracioó n importante. Cuando estaó relajado, adopta la forma de algo similar a un bowl de
ensalada invertido. Su borde se inserta dentro del contorno inferior de la caja toraó cica, como
se muestra en la figura 3.1. Cuando el muó sculo del diafragma se contrae, su forma es achatada,
similar a un plato. Consecuentemente, el piso de la caja toraó cica desciende de modo que
aumenta el volumen de la caja y se expande el volumen pulmonar. Esto disminuye la presioó n
subgloó tica, y el aire fluye hacia los pulmones, siempre que las víóas respiratorias esteó n libres.
Como todo esto sucede a raíóz de la contraccioó n del diafragma, eó ste es especíóficamente un
muó sculo para la inhalacioó n.

El volumen del contenido abdominal no puede ser faó cilmente alterado de una forma
apreciable. Por esto, por contraccioó n, el diafragma presiona el contenido abdominal hacia
abajo el que, a su vez, presiona la pared abdominal hacia fuera. En realidad, esto ofrece un
recurso notable para observar la actividad diafragmaó tica de uno: si la pared abdominal se
expande durante la inspiracioó n, la inspiracioó n incluye una activacioó n del muó sculo
diafragmaó tico. Otra senñ al de una inspiracioó n diafragmaó tica, es una expansioó n de la parte
inferior de la caja toraó cica (Strohl y Fouke, 1985).

Con el cuerpo en una posicioó n erguida, el muó sculo diafragmaó tico puede ser restaurado a su
forma abultada hacia arriba solamente por medio de los muó sculos de la pared abdominal. Por
contraccioó n, eó stos muó sculos presionan el contenido abdominal hacia atraó s nuevamente y hacia
arriba, dentro de la caja toraó cica, de modo que el diafragma, el piso de la caja, se mueve hacia
arriba y el volumen de los pulmones decrece. De esto concluimos que los muó sculos
abdominales son muó sculos para la exhalacioó n. La pared abdominal y el diafragma constituyen
un par de fuerzas musculares por medio de las cuales podemos inspirar y exhalar. El otro par
de fuerzas musculares, los intercostales, pueden asistir o reemplazar al diafragma y abdomen
en sus roles de agentes de la respiracioó n; y, a su vez, ellos pueden ser ayudados o
reemplazados por los muó sculos del diafragma y la pared abdominal.

Para resumir: Tenemos un nuó mero de muó sculos respiratorios maó s fuerzas elaó sticas pasivas,
todo lo cual afecta el volumen pulmonar y, asíó tambieó n, la presioó n subgloó tica. ¿Queó determina
entonces la presioó n de aire dentro de los pulmones durante la fonacioó n, cuando la glotis estaó
cerrada?. Como acabamos de ver, deben provenir importantes contribuciones de las
actividades en los muó sculos diafragmaó ticos y abdominales, pero tambieó n son relevantes las
fuerzas pasivas de retroceso en los pulmones y en la caja toraó cica. La magnitud de estas
fuerzas depende de la cantidad de aire contenido en los pulmones, o el volumen pulmonar. El
sistema estaó descripto esquemaó ticamente en la figura 3.2.

La actividad muscular requerida para mantener una presioó n subgloó tica constante es
dependiente del volumen pulmonar porque las fuerzas elaó sticas de los pulmones y de la caja
toraó cica luchan por subir o bajar la presioó n dentro de los pulmones, dependiendo de si el
volumen pulmonar es mayor o menor que la capacidad residual funcional FRC. Cuando los
pulmones se llenan con una gran cantidad de aire, la fuerza pasiva de exhalacioó n es muy
grande, y genera una presioó n alta. Si esta presioó n es demasiado alta para la fonacioó n
pretendida, puede ser reducida por una contraccioó n de los muó sculos de inhalacioó n. Luego, la
necesidad de esta actividad va decreciendo a medida que el volumen pulmonar disminuye, y
alcanza el cero en un volumen por sobre la FRC donde las fuerzas de exhalacioó n pasiva son
insuficientes para generar la presioó n requerida. Maó s allaó de este punto, los muó sculos de
exhalacioó n deben tomar maó s y maó s control, para que uno compense la creciente fuerza de
inhalacioó n de la caja toraó cica cada vez maó s comprimida.

La figura 3.3 ilustra esto. Las curvas muestran, en ese respecto, los cambios en las fuerzas
pasivas expiratorias e inspiratorias debidas a los efectos de retroceso de los pulmones y la caja
toraó cica mientras se consume el volumen de aire en los pulmones. Esta parte de la figura
tambieó n muestra dos valores tíópicos de la presioó n subgloó tica requerida para producir una nota
pianíósimo (pp) y una nota fortíósimo (ff). Es evidente que las demandas de actividad
compensatoria de los muó sculos inspiratorios son bastantes altas cuando una nota ha de ser
cantada pp despueó s de una inhalacioó n maó xima, y a la inversa, que se requerida una buena
cantidad de actividad muscular expiratoria, si una nota debe ser cantada ff con pulmones que
contienen soó lo una pequenñ a proporcioó n de su capacidad total.

Los requerimientos para mantener una presioó n subgloó tica dada dependen de la postura
corporal. Por ejemplo, en una posicioó n erguida el diafragma es empujado hacia abajo por la
gravedad por razones hidraó ulicas: el contenido abdominal puede decirse que cuelga del
diafragma, siempre que la pared abdominal sea pasiva. Por otro lado, en posicioó n supina, la
gravedad trataraó de empujar el contenido abdominal nuevamente dentro de la caja toraó cica; si
uno cuelga boca abajo, este efecto se intensifica.

Una presioó n alta en los pulmones se transmite hacia abajo a traveó s de un diafragma relajado.
Por esto, un incremento de la presioó n subgloó tica producido, por ejemplo, con el fin de cantar
una nota alta o baja, produciraó un incremento en la presioó n de la pared abdominal. Si la pared
abdominal no ha de expandirse mientras la presioó n subgloó tica sea elevada, la contraccioó n
muscular de la pared abdominal debe entonces aumentar en sincroníóa con la presioó n
subgloó tica; un cantante necesitaríóa incrementar la contraccioó n de la pared abdominal
continuamente, con un cambio continuo de la presioó n subgloó tica.

Concluimos de lo anterior, que, en el canto, las demandas sobre el sistema respiratorio deben
ser muy altas. Se originan como consecuencia de, tanto la necesidad de una continua
adaptacioó n de las fuerzas musculares al volumen pulmonar siempre cambiante que
necesariamente acompanñ a la fonacioó n, como la necesidad de producir cambios raó pidos y sin
embargo precisos en la presioó n subgloó tica. ¿Cuaó les son la estrategias respiratorias que
emplean los cantantes para enfrentarse a estas severas demandas?
Una diferencia aparente entre los cantantes en la teó cnica respiratoria se da en la posicioó n de la
pared abdominal. Mientras algunos cantantes cantan con su pared abdominal expandida
("barriga afuera"), otros lo hacen con la pared abdominal contraíóda ("barriga adentro"). Los
argumentos utilizados a favor de estas estrategias a veces son bastantes entretenidos. Por
ejemplo, una voz de docente encontraríóa identificacioó n en el meó todo de la "panza adentro" por
el hecho de que esta estrategia es aparentemente usada por perros guardianes; da para
reflexionar que tales argumentos puedan ser tomados seriamente pese a las fuertes
disimilitudes entre el sonido de la voz de un buen cantante y el sonido de la voz de un perro
ladrando.

Hixon y Hoffman (1978) analizaron las ventajas y desventajas de estas dos estrategias. Ellos
senñ alan que una contraccioó n muscular resulta mejor cuando el muó sculo estaó estirado que
cuando ya estaó contraíódo, y de ahíó concluyen que en el meó todo "panza adentro", el intercostal
expiratorio, al igual que los muó sculos diafragmaó ticos, se encuentran estirados y, sin embargo,
pueden ser eficientemente reclutados para aumentar raó pidamente la presioó n subgloó tica. Al
mismo tiempo, los muó sculos de la pared abdominal estaó n contraidos, una situacioó n que debe
reducir su eficiencia para producir la fuerza expiratoria. El meó todo de "panza afuera" es
generalmente combinado con una posicioó n elevada y saliente de la pared de la caja pulmonar.
Si es asíó, esta estrategia ofrece la misma ventaja que la de "panza adentro", ya que los
muó sculos intercostales se ensanchan como los muó sculos de la pared abdominal. La desventaja
estaó en la condicioó n de contraccioó n del diafragma. Por otro lado, el diafragma seguramente
seraó presionado hacia arriba mientras el volumen pulmonar esteó decreciendo. Volveraó a una
condicioó n maó s tensa con voluó menes pulmonares pequenñ os, cuando pueden requerirse
esfuerzos inspiratorios.

En el habla normal, el trabajo de inspiracioó n compensatoria requerido para balancear las


fuerzas expiratorias pasivas de la caja pulmonar y los pulmones es manejado primariamente
por los muó sculos inspiratorios intercostales; la mayoríóa de los investigadores han descubierto
que, en el habla, el otro muó sculo inspiratorio importante, el diafragma, es pasivo (Draper et
al.,1959).

El rol del muó sculo diafragmaó tico de compensar la considerable fuerza elaó stica expiratoria de
la caja toraó cica y los pulmones ante grandes voluó menes pulmonares, fue detenidamente
examinado en una excelente investigacioó n pionera sobre el canto por Bouhuys et al. (1966).
Ellos compararon la presioó n arriba y abajo del diafragma en cantantes no profesionales. Sus
resultados mostraron que en el canto un tono largo, suave y mantenido a un volumen
pulmonar alto, tres de cinco sujetos usaron el diafragma para reducir las fuerzas expiratorias
de retroceso.
Junto a colaboradores, este autor estudioó aspectos del comportamiento respiratorio en cuatro
cantantes que desarrollaron tareas fonatorias incluyendo, no soó lo una presioó n subgloó tica fija,
sino tambieó n una presioó n subgloó tica raó pidamente cambiante, tal como al cantar intervalos de
octavas (Sundberg et al., 1983). El foco de la investigacioó n fue la actividad en el muó sculo en el
diafragmaó tico. Se encontraron dos estrategias diferentes. En uno de los cantantes, se observoó
una actividad diafragmaó tica constante a lo largo de la frase, durante las vocales largas y
mantenidas. En los tres restantes cantantes, el diafragma permanecioó enteramente flaó cido a lo
largo de la frase y soó lo fue activado durante la inspiracioó n. Sin embargo, estos cantantes recieó n
mencionados reclutaron su diafragma con el propoó sito de reducir raó pidamente la presioó n
subgloó tica ante grandes voluó menes pulmonares, por ejemplo, cuando cambiaron
repentinamente de un tono alto a uno bajo; para ese entonces, el diafragma aparentemente se
contrajo raó pidamente y soó lo por un breve momento. Que el cantante mantuviera una actividad
diafragmaó tica durante la frase aumentoó su actividad cuando estaba cantando a una presioó n
subgloó tica alta. De este modo, su pared abdominal generoó una presioó n excesiva que se redujo
al valor fijado por una activacioó n creciente del diafragma.

La razoó n de esta uó ltima estrategia mencionada puede parecer misteriosa, pero es posible que
haya ciertas ventajas en conexioó n a eó sta. Por ejemplo, es posible que una contraccioó n
concomitante de alto grado de los muó sculos del diafragma y la pared abdominal, juntos
encerrando el contenido abdominal, reduzca el desplazamiento de la víóscera y, en
consecuencia, minimice la influencia de su inercia sobre la presioó n subgloó tica cuando cambia
raó pidamente. Tambieó n, en tareas que requieran movimientos estructurales raó pidos y precisos,
parece haber una estrategia general aplicada para activar tanto los muó sculos de aceleracioó n de
la estructura, como los muó sculos que detendraó n sus movimientos (Rochenberg, 1968).

Para resumir: Parece que el diafragma puede jugar un rol maó s destacado en el canto que lo
que generalmente ha sido asumido, y tambieó n que el rol del diafragma varíóa en los diferentes
cantantes. Maó s tarde retornaremos a estas cuestiones y su relevancia en la fonación.

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