Sunteți pe pagina 1din 49

DESARROLLO

SOSTENIBLE, LA AGENDA
21, LA CARTA DE LA
TIERRA y EL PRINCIPIO DE
PRECAUCIÓN
CÁTEDRA:
Legislación Forestal y Ambiental
CATEDRÁTICO:
Ing. Jesús A. Hurtado Rivera
INTEGRANTES:
Boza Lara Rocío del Pilar
Falconi Romero Saddams
Grabiel Marin Katy
Salvador Matos Crisela
Hurtado Leon Cristian
SEMESTRE:
VI
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

I. INTRODUCCION
A lo largo de la historia, el Medio Ambiente ha constituido y sigue constituyendo la
fuente derecursos naturales más importante para el ser humano, obteniendo de
éste las materias primas y la energía necesaria para el desarrollo de las
actividades antrópicas.
Dado que sólo una parte de los recursos naturales es renovable, se requiere un
tratamientocuidadoso para evitar que el uso anárquico de estos nos conduzca a
una situación irreversible.Estos recursos deben utilizarse por debajo de su tasa de
renovación o con un ritmo deconsumo asimilable por el Medio Ambiente.
Las crisis energéticas, la degradación del medio urbano, el alarmante aumento de
ladesertización, el calentamiento global del planeta y la cada vez más limitada
existencia dematerias primas, hacen pensar que la idea de un planeta como
fuente ilimitada de recursos noes correcta, como tampoco lo es el pensar que la
naturaleza está al servicio del hombre.
Nuestra sociedad, consciente de la problemática medioambiental que nos rodea,
en el transcurso de las últimas décadas del siglo XX, ha iniciado programas para
la salvaguarda de nuestro entorno y con el propósito de que las generaciones
futuras puedan utilizar y disfrutar de un Medio Ambiente digno y saludable.
El presente trabajo tiene como objetivo:

Conocer a gran escala todo sobre los principios del desarrollo sostenible, incluidos
en la Agenda 21, así como también conocer los principios de La Carta de la Tierra
y el Principio de Precaución; para poder aplicar en la legislación forestal y
ambiental.

Página 1
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

II. MARCO CONCEPTUAL


1. EL DESARROLLO SOSTENIBLE

Se llama desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las


necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras
generaciones. Intuitivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede
mantener. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es
una actividad sostenible. Por contra, consumir petróleo no es sostenible con los
conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a
partir de la biomasa. Hoy sabemos que una buena parte de las actividades
humanas no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy están
planteadas.

Esta definición es la del informe de la Comisión Brundlandt. La


señora Brundlandt es la primera ministra de Noruega y el año 1990 recibió el
encargo de la ONU de redactar un primer informe para preparar la Cumbre de la
Tierra de Río de Janeiro dos años más tarde.

Hay que tener en cuenta que se trata de una definición estratégica de carácter
conceptual y globalizadora, y se produce una notable dificultad al traducirla al día
a día. Sin embargo, hay que hacer un esfuerzo para superar las dificultades de
orden práctico que supone el principio ecologista delpensar globalmente y actuar
localmente.

Principales retos que plantea el desarrollo sostenible

La incapacidad de la especie humana para vivir en armonía con el planeta, la gran


interacción entre el hombre y el sistema natural, son los grandes problemas
medioambientales de hoy. Hasta nuestros días, ninguna especie, excepto el
hombre, ha conseguido modificar tan substancialmente, en tan poco tiempo, las
características propias del planeta.

Página 2
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

Así, se plantean los grandes problemas planetarios siguientes:

 Superpoblación y desigualdades
 El incremento del efecto invernadero
 Destrucción de la capa de ozono
 Humanización del paisaje
 Preservación de la biodiversidad
 La erosión, la desertización y la destrucción de la selva

Y a escala local:

 El sistema productivo
 El agua
 Los residuos domésticos
 Suministro energético
 El sistema de transporte

LA AGENDA 21

El concepto de Programa 21 se gestó en la Conferencia Mundial sobre el Medio


Ambiente y Desarrollo Sostenible organizada por Naciones Unidas en Río de
Janeiro (Brasil) el año 1992, también conocida como Cumbre de la Tierra. Se
trataba de apoyar iniciativas que construyeran un modelo de desarrollo sostenible
para el siglo XXI, de ahí su nombre.

La Agenda 21 fue suscrita por 172 países miembro de Naciones Unidas. Estos
países se comprometen a aplicar políticas ambientales, económicas y sociales en
el ámbito local encaminadas a lograr un desarrollo sostenible. Cada región o cada
localidad, por su parte, desarrolla su propia Agenda Local 21, en la que deberían
participar tanto ciudadanos, como empresas y organizaciones sociales, con el
objetivo de generar y consensuar un programa de políticas sostenibles.

Página 3
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

Se podría definir la Agenda 21 como una estrategia global que se lleva a la


práctica de manera local y que implica a todos los sectores de una comunidad:
sociales, culturales, económicos y ambientales. Es, en definitiva, un compromiso
hacia la mejora del medio ambiente y, por ende, de la calidad de vida de los
habitantes de una comunidad, municipio o región.

En principio, la Agenda 21 debe contemplar tres aspectos: la sostenibilidad


medioambiental, la justicia social y el equilibrio económico. Todas ellas dependen
de la participación ciudadana. No es posible la Agenda 21 sin la participación de la
ciudadanía, aunque alentada de manera efectiva por los poderes públicos y las
diferentes asociaciones públicas o privadas.

Son muchos los temas que trata la Agenda 21. En cuanto a los temas más
estrictamente medioambientales son, entre otros, la protección de la atmósfera, la
planificación y la ordenación de los recursos de tierras, la lucha contra la
deforestación, contra la desertificación y la sequía, el desarrollo sostenible de las
zonas de montaña, el fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenible, la
conservación de la diversidad biológica, la protección de los océanos y de los
mares, así como de las zonas costeras, la calidad y el suministro de los recursos
de agua dulce, la gestión racional de los productos químicos tóxicos, de los
desechos peligrosos, sean o no radioactivos, y de los desechos sólidos.

Como vemos, cualquier comunidad puede poner en marcha su propia Agenda 21


Local siempre que se logre la participación de las fuerzas sociales que la
componen.

Relación de la agenda 21 y el desarrollo sostenible en el Perú

El Perú no ha desarrollado durante los años 90 un proceso de planificación


nacional del desarrollo sostenible. La concepción de desarrollo gubernamental
privilegió el crecimiento económico, en un marco político favorable a la
desregulación estatal; en la dimensión de las políticas sociales, se concentraron
los esfuerzos en la lucha contra la pobreza. En ambos planos, los resultados no
Página 4
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

han sido significativos ni sostenibles. Sin embargo el Gobierno instalado en julio


del 2001, ha iniciado un proceso de retorno a la Planificación como instrumento de
Desarrollo.

El marco antes señalado estuvo orientado a la reducción de la participación del


Estado respecto al mercado en medio de un proceso que tendió progresivamente
al mayor centralismo de poder y recursos en el gobierno central, eliminándose el
sistema de planificación existente y el proceso de implementación de los
gobiernos regionales, sustituyéndolos en 1988 por Consejos Transitorios de
Administración Regional (CTAR), cuyos miembros son designados por el Poder
Ejecutivo y centralizan las decisiones de inversión de los sectores ministeriales
hasta el 2001. Sin embargo debe señalarse la formulación en los ministerios de su
respectivo planeamiento y programación.

Principales avances en la planificación del desarrollo sostenible:

A pesar de este contexto de mayor centralismo y a la ausencia de un plan nacional


de desarrollo sostenible, el Consejo Nacional del Ambiente CONAM creado en
1994, presentó al país 3 Agendas Nacionales Ambientales, 96-97 en el Ecodialogo
de Ica, 98-2000 en el Ecodialogo de Arequipa y 2000-2002 Ecodialogo realizado
en Lima, comprometiéndose en la Agenda Nacional del 98, iniciar un proceso de
descentralización de la gestión ambiental.

Durante los años 90 se han emprendido procesos de planificación a nivel de


regiones y gobiernos locales, básicamente mediante proyectos ejecutados con
aporte de la cooperación internacional. La mayoría de estas experiencias se
iniciaron a partir de la segunda mitad de los años 90, teniendo como antecedentes
los éxitos de esfuerzos de planificación local concertada impulsados por algunas
municipalidades con anterioridad. El propósito común de estas iniciativas ha sido
sentar las bases para un desarrollo sostenible partiendo de dos ejes principales: el
establecimiento de alianzas estratégicas en los niveles locales y el impulso a la
participación ciudadana.

Página 5
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

El fin último de las mismas es la descentralización de recursos y competencias,


como principio y también como lineamiento de los organismos multilaterales y
entidades de cooperación orientado a garantizar la adecuada focalización de las
inversiones y facilitar la fiscalización de la inversión pública por parte de la
sociedad. Informe del Perú para el Proceso Preparatorio de la Cumbre de
Johanesburgo 2002.

2. LA AGENDA 21

El concepto de Programa 21 se gestó en la Conferencia Mundial sobre el


Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible organizada por Naciones Unidas en
Río de Janeiro (Brasil) el año 1992, también conocida como Cumbre de la
Tierra. Se trataba de apoyar iniciativas que construyeran un modelo de
desarrollo sostenible para el siglo XXI, de ahí su nombre.

La Agenda 21 fue suscrita por 172 países miembro de Naciones Unidas. Estos
países se comprometen a aplicar políticas ambientales, económicas y sociales
en el ámbito local encaminadas a lograr un desarrollo sostenible. Cada región

Página 6
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

o cada localidad, por su parte, desarrolla su propia Agenda Local 21, en la que
deberían participar tanto ciudadanos, como empresas y organizaciones
sociales, con el objetivo de generar y consensuar un programa de políticas
sostenibles.

Se podría definir la Agenda 21 como una estrategia global que se lleva a la


práctica de manera local y que implica a todos los sectores de una comunidad:
sociales, culturales, económicos y ambientales. Es, en definitiva, un
compromiso hacia la mejora del medio ambiente y, por ende, de la calidad de
vida de los habitantes de una comunidad, municipio o región.

En principio, la Agenda 21 debe contemplar tres aspectos: la sostenibilidad


medioambiental, la justicia social y el equilibrio económico. Todas ellas
dependen de la participación ciudadana. No es posible la Agenda 21 sin la
participación de la ciudadanía, aunque alentada de manera efectiva por los
poderes públicos y las diferentes asociaciones públicas o privadas.

Son muchos los temas que trata la Agenda 21. En cuanto a los temas más
estrictamente medioambientales son, entre otros, la protección de la atmósfera,
la planificación y la ordenación de los recursos de tierras, la lucha contra la
deforestación, contra la desertificación y la sequía, el desarrollo sostenible de
las zonas de montaña, el fomento de la agricultura y del desarrollo rural
sostenible, la conservación de la diversidad biológica, la protección de los
océanos y de los mares, así como de las zonas costeras, la calidad y el
suministro de los recursos de agua dulce, la gestión racional de los productos
químicos tóxicos, de los desechos peligrosos, sean o no radioactivos, y de los
desechos sólidos.

Como vemos, cualquier comunidad puede poner en marcha su propia Agenda


21 Local siempre que se logre la participación de las fuerzas sociales que la
componen.

Página 7
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

E V O LU C I Ó N DEL P R O GR AM A 21

La adopción informal por parte de las Naciones Unidas del concepto de desarrollo
sostenible parte de la creación en 1983 de la Comisión mundial sobre ambiente y
desarrollo (WCED) que en 1987 publicó su informe titulado Nuestro futuro común,
también conocido como el Informe Brundtland; este informe subrayó a la pobreza
de los países del sur y al consumismo extremo de los países del norte como las
causas fundamentales de la insostenibilidad del desarrollo y la crisis ambiental. La
comisión recomendó la convocatoria de una conferencia sobre estos temas.

El desarrollo delprograma 21 se inició el 22 de diciembre de 1989 con la


aprobación en la asamblea extraordinaria de las Naciones Unidas en Nueva York
de una conferencia sobre el medio ambiente y el desarrollo como fuera
recomendada por el informe Brundtland y con la elaboración de borradores del
programa -que como todos los acordados por los estados miembros de la ONU-
sufrieron un complejo proceso de revisión, consulta y negociación que culminó con
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo mejor
conocida como Cumbre de Río o Cumbre de la Tierra, llevada a cabo del 3 al 14
de junio de 1992 en Río de Janeiro, en donde representantes de 179 gobiernos
acordaron adoptar el programa.

Hoy en día muchos de los miembros signatarios del programa 21 han ratificado los
acuerdos y organizado sus propios programas a nivel nacional y local, siguiendo
las guías que para tal fin han desarrollado diversas entidades asociadas a las
Naciones Unidas. Un ausente notable es Estados Unidos, país que asistió a la
Cumbre de Río pero que se abstuvo de firmar la declaración y el programa.

El programa 21 ha tenido un estrecho seguimiento a partir del cual se han


desarrollado ajustes y revisiones. Primero, con la conferencia denominada Río+5,
se llevó a cabo del 23 al 27 de junio de 1997 en la sede de la ONU en Nueva York;
posteriormente con la adopción de una agenda complementaria denominada
Objetivos de desarrollo del milenio (Millennium DevelopmentGoals), con énfasis

Página 8
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

particular en las políticas de globalización y en la erradicación de la pobreza y el


hambre, adoptadas por 199 países en la 55ª Asamblea de la ONU, celebrada en
Nueva York del 6 al 8 de septiembre del 2000; y la más reciente, la Cumbre de la
Tierra de Johannesburgo, reunida en esta ciudad de Sudáfrica del 26 de agosto al
4 de septiembre de 2002.

E S T RUC T U R A Y C ON T E N I D O

Los temas fundamentales de la agenda 21 están tratados en 40 capítulos


organizados en un preámbulo y cuatro secciones así:

 Sección I. Dimensiones sociales y económicas


 1. Preámbulo

2. Cooperación internacional para acelerar el desarrollo sostenible de los


países en desarrollo y políticas internas conexas
3. Lucha contra la pobreza

4. Evolución de las modalidades de consumo

5. Dinámica demográfica y sostenibilidad

6. Protección y fomento de la salud humana

7. Fomento del desarrollo sostenible de los recursos humanos

8. Integración del medio ambiente y el desarrollo en la adopción de


decisiones

 Sección II. Conservación y gestión de los recursos para el desarrollo

9. Protección de la atmósfera
10. Enfoque integrado de la planificación y la ordenación de los recursos de
tierras

11. Lucha contra la deforestación

Página 9
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

12. Ordenación de los ecosistemas frágiles: lucha contra la desertificación y


la sequía

13. Ordenación de los ecosistemas frágiles: desarrollo sostenible de las


zonas de montaña

14. Fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenible

15. Conservación de la diversidad biológica

16. Gestión ecológicamente racional de la biotecnología

17. Protección de los océanos y de los mares de todo tipo, incluidos los
mares cerrados y semicerrados y de las zonas costeras y protección,
utilización racional y desarrollo de sus recursos vivos

18 Protección de la calidad y el suministro de los recursos de agua dulce:


aplicación de criterios integrados para el aprovechamiento, ordenación y
uso de los recursos de agua dulce

19. Gestión ecológicamente racional de los productos químicos tóxicos,


incluida la prevención del tráfico internacional ilícito de productos tóxicos y
peligrosos

20. Gestión ecológicamente racional de los desechos peligrosos, incluida la


prevención del tráfico internacional ilícito de desechos peligrosos

21. Gestión ecológicamente racional de los desechos sólidos y cuestiones


relacionadas con las aguas cloacales

22. Gestión inocua y ecológicamente racional de los desechos radiactivos

 Sección III. Fortalecimiento del papel de los grupos principales

23. Preámbulo
24. Medidas mundiales en favor de la mujer para lograr un desarrollo
sostenible y equitativo

Página 10
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

25. La infancia y la juventud en el desarrollo sostenible

26. Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones


indígenas y sus comunidades

27. Fortalecimiento del papel de las organizaciones no gubernamentales


asociadas en la búsqueda de un desarrollo sostenible

28. Iniciativas de las autoridades locales en apoyo del Programa 21

29. Fortalecimiento del papel de los trabajadores y sus sindicatos

30. Fortalecimiento del papel del comercio y la industria

31. La comunidad científica y tecnológica

32. Fortalecimiento del papel de los agricultores

 Sección IV. Medios de ejecución

33. Recursos y mecanismos de financiación


34. Transferencia de tecnología ecológicamente racional, cooperación y
aumento de la capacidad

35. La ciencia para el desarrollo sostenible

36. Fomento de la educación, la capacitación y la toma de conciencia

37. Mecanismos nacionales y cooperación internacional para aumentar la


capacidad nacional en los países en desarrollo

38. Arreglos institucionales internacionales

39. Instrumentos y mecanismos jurídicos internacionales

40. Información para la adopción de decisiones.

Página 11
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

AGENDA 21 COMO INSTRUMENTO

La Agenda Local 21 se convertiría en el instrumento que permitiría la evolución


del municipio hacia un equilibrio que debe ser en cada momento el óptimo, por
lo que no se busca un equilibrio estático sino dinámico que permita y persiga la
mejora continua de la calidad de vida, que los propios ciudadanos quiera, en
cada momento; por lo tanto como instrumento, debe ser versátil, para poder
afrontar los retos que se produzcan en cada momento.
La Agenda Local 21 es la herramienta o instrumento más ampliamente
difundido y aceptado por parte de las autoridades locales para abordar los
graves problemas ambientales desde el enfoque de “pensar globalmente y
actuar localmente", dado que, sin perder de vista el objetivo global de la
protección del medio, es a nivel local donde se pueden tomar decisiones más
prácticas y, además, más participativas. La Agenda Local 21 pretende poner
en marcha un Plan de Acción para conseguir aplicar el desarrollo sostenible a
su entorno humano, ya que las ciudades constituyen uno de los mayores focos
de insostenibilidad del planeta y la actuación en ellas es un tema prioritario,
considerando que los actores pertinentes para la actuación en la ciudad son las
autoridades locales y los ciudadanos.
El aumento de conocimientos y experiencias en la aparición de Agendas Local
21 deja ver las dificultades y ventajas del proceso de elaboración y de su
desarrollo y utilización como instrumentos de participación en la mejora de la
gestión ambiental de las Administraciones Locales.

EVOLUCIÓN DE LOS TRATADOS

A partir de la Conferencia de Estocolmo, celebrada en 1972, y de la Cumbre de


Río de 1992, se han establecido, sobre todo en el ámbito europeo, una serie
de tratados, que afectan y desarrollan las políticas de las Agendas Locales 21.

P RO G R AM A 21 Y D E S AR R O L L O S OS T E N I B L E

Página 12
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

Agenda es una lista detallada de asuntos que requieren atención, organizada


cronológicamente, 21 hace referencia al siglo XXI. La palabra agenda, aunque de
origen latino (plural de agendum) es un anglicismo en castellano; el término oficial
adoptado por la ONU es Programa 21, aunque poco se usa a nivel mundial.

La agenda 21 en su Capítulo 28 dice textualmente al respecto y como


objetivos, después de justificar la importancia de las autoridades locales en
esta materia del Desarrollo Sostenible o sustentable, en las Bases para la
acción:

 28.2).
o a) “Para 1996, la mayoría de las autoridades locales de cada país
deberían haber llevado a cabo un proceso de consultas con sus
respectivas poblaciones y haber logrado un CONSENSO sobre un
Programa 21 Local para la conmunidad“.

Hay que recordar, aquí además, que en su Capítulo 25 ha dicho


remarcadamente:

 25.12). Los niños no sólo heredarán la responsabilidad de cuidar la Tierra,


sino que, en muchos países en desarrollo, constituyen casi la mitad de la
población. Además, los niños de los países en desarrollo y de los países
industrializados son igualmente vulnerables en grado sumo a los efectos de
la degradación del medio ambiente. También son partidarios muy
conscientes de la idea de cuidar el medio ambiente. Es menester que se
tengan plenamente en cuenta los intereses concretos de la infancia en el
proceso de participación relacionado con el medio ambiente y el desarrollo,
a fin de salvaguardar la continuidad en el futuro de cualesquiera medidas
que se tomen para mejorar el medio ambiente.

Otra cosa para recordar es Esta participación la prescribe en los Capítulos:

Página 13
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

 27). Fortalecimiento del papel de las organizaciones no gubernamentales:


asociadas en la búsqueda de un desarrollo sostenible.
 26). Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones
indígenas y sus comunidades.
 24). Medidas mundiales en favor de la mujer para lograr un desarrollo
sostenible y equitativo.
 25). La infancia y la juventud en el desarrollo sostenible.

3. LA CARTA DE LA TIERRA,UN CÓDIGO ÉTICO PARA LA


SOSTENIBILIDAD
a. Qué es la Carta de la Tierra

Consiste en una declaración de principios éticos fundamentales para


construir otrasociedad basada en la justicia, la sostenibilidad y la paz, en
un momento especialmente críticopara la supervivencia, de grandes
peligros y grandes posibilidades. Trata de promover unnuevo sentimiento
de interdependencia global y responsabilidad compartida en todos los
sereshumanos, desde la convicción de que no somos dueños del Planeta
sino que formamos partede él.

El documento consta de un preámbulo y 61 principios estructurados en


16 bloques ycuatro grandes apartados, cuyos títulos son los siguientes:

 RESPETO Y CUIDADO DE LA COMUNIDAD DE VIDA

 INTEGRIDAD ECOLÓGICA

 JUSTICIA SOCIAL Y ECONÓMICA

 DEMOCRACIA, NO VIOLENCIA Y PAZ

Así pues, además del medio ambiente, también son contempladas las
demás vertientes dela paz entendida en un sentido positivo y amplio.

Página 14
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

b. Fuentes de la Carta de la Tierra

La Carta de la Tierra se inspira en la aportación de la ciencia


contemporánea, el derecho internacional, las grandes tradiciones
filosóficas y religiosas del mundo, las declaraciones de las Naciones
Unidas, declaraciones y tratados gubernamentales de los últimos treinta
años y los mejores ejemplos prácticos de comunidades sostenibles.

c. Proceso de elaboración de la Carta de la Tierra

En 1987, la Comisión Mundial para el Ambiente y Desarrollo de Naciones


Unidas hizo un llamamiento a la elaboración de una carta que recogiera
los principios fundamentales para el desarrollo sostenible.

La Carta de la Tierra surgió a partir de de la Cumbre de Río en 1992,


impulsada por Maurice Strong, Secretario General de la Cumbre de la
Tierra y Presidente del Consejo de la Tierra, y por Mikhail Gorbachev,
Presidente de Cruz Verde Internacional.

A comienzos de 1997 la Comisión de la Carta de la Tierra formó un


comité internacional de redacción, que se encargó de gestionar un
proceso de consulta mundial sobre un borrador de referencia editado a
partir de la Cumbre de Río. La versión final se presentó oficialmente el 29
de junio del año 2000 en el Palacio de la Paz en La Haya. Fue asumida
porlas Naciones Unidas.

Una vez presentada, se trata de difundirla y utilizarla como base ética


para crear unmundo basado en el respeto a la naturaleza, los derechos
humanos, la justicia y la cultura de paz. A ello se dedica la Iniciativa de la
Carta de la Tierra.

d. Difusión

Existe una Secretaría Internacional de la Carta de la Tierra ubicada en el


campus de la Universidad para la Paz en San José, Costa Rica, que
coordina programas y tareas a nivel mundial y trabaja con una red global

Página 15
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

de 53 Comités Nacionales de la Carta de la Tierra. Y otras


organizaciones, entre las que se encuentran Consejos Nacionales de
Desarrollo Sostenible.

La educación, tanto formal como no formal, es un factor importante para


la difusión y aplicación de la Carta de la Tierra. Por eso, en diciembre
2002, la Asamblea General de lasNaciones Unidas adoptó la resolución
57 / 254, en la que se declara el Decenio de lasNaciones Unidas para la
Educación con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014) y designó ala
UNESCO como órgano responsable de la promoción del Decenio.

e. Un evento reciente sobre la Carta de la Tierra

Los días 22 y 23 de abril de 2006 se ha celebrado en Madrid, en el


Palacio de Congresos Municipal Campo de las Naciones, el II Congreso
Extraordinario de Proyectos y Utopías para un Mundo Mejor, organizado
por la Fundación Valores.

Durante un día y medio se sucedieron las conferencias y presentaciones


deexperiencias inspiradas en los principios de la Carta de la Tierra. Entre
estas últimas destacan el proyecto de la Facultad de Educación de la
Universidad de Granada “Educamos Juntos” y elde la Universidad de
Alicante “Arte y Educación Sostenible”. Paralelamente funcionaron dos
mesas de trabajo, sobre Sostenibilidad y Educación respectivamente,
cuyas conclusiones sepresentaron al final del congreso.

Entre los ponentes se encontraban el teólogo de la Liberación Leonardo


Boff, comisionado de la Iniciativa de la Carta de la Tierra en Brasil;
Federico Mayor Zaragoza, exdirector de la UNESCO y copresidente del
Grupo de Alto Nivel que pondrá en marcha laAlianza de Civilizaciones y
Miriam Vilela, directora ejecutiva de la Secretaría de la Carta de laTierra
en San José (Costa Rica).

Página 16
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

La Tierra, nuestro hogar

La humanidad es parte de un vasto universo evolutivo. La Tierra, nuestro


hogar, está viva con una comunidad singular de vida. Las fuerzas de la
naturaleza promueven a que la existencia sea una aventura exigente e
incierta, pero la Tierra ha brindado las condiciones esenciales para la
evolución de la vida. La capacidad de recuperación de la comunidad de
vida y el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de una
biosfera saludable, con todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad
de plantas y animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio. El medio
ambiente global, con sus recursos finitos, es una preocupación común
para todos los pueblos. La protección de la vitalidad, la diversidad y la
belleza de la Tierra es un deber sagrado.

La situación global

Los patrones dominantes de producción y consumo están causando


devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva
de especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios
del desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y
pobres se está ensanchando. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los
conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes
sufrimientos. Un aumento sin precedentes de la población humana ha
sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales. Los fundamentos de la
seguridad global están siendo amenazados. Estas tendencias son
peligrosas, pero no inevitables.

Los retos venideros

La elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y


cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros
mismos y de la diversidad de la vida. Se necesitan cambios
fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida.
Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades

Página 17
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a


tener más. Poseemos el conocimiento y la tecnología necesarios para
proveer a todos y para reducir nuestros impactos sobre el medio
ambiente. El surgimento de una sociedad civil global, está creando
nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y
humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales
yespirituales, están interrelacionados y juntos podemos proponer y
concretar soluciones comprensivas.

Necesitamos urgentemente una visión compartida sobre los valores básicos que
brinden un fundamento ético para la comunidad mundial emergente. Por lo tanto,
juntos y con una gran esperanza, afirmamos los siguientes principios
interdependientes, para una forma de vida sostenible, como un fundamento común
mediante el cual se deberá guiar y valorar la conducta de las personas,
organizaciones, empresas, gobiernos e instituciones transnacionales.

f. Principios
I. RESPETO Y CUIDADO DE LA COMUNIDAD DE LA VIDA
1. Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad
a. Reconocer que todos los seres son interdependientes y que toda forma de
vida independientemente de su utilidad, tiene valor para los seres humanos.
b. Afirmar la fe en la dignidad inherente a todos los seres humanos y en el
potencial intelectual, artístico, ético y espiritual de la humanidad.

2. Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor.


a. Aceptar que el derecho a poseer, administrar y utilizar los recursos
naturales conduce hacia el deber de prevenir daños ambientales y proteger
los derechos de las personas.
b. Afirmar, que a mayor libertad, conocimiento y poder, se presenta una
correspondiente responsabilidad por promover el bien común.

Página 18
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

3. Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas,


sostenibles y pacíficas
a. Asegurar que las comunidades, a todo nivel, garanticen los derechos
humanos y las libertades fundamentales y brinden a todos la oportunidad de
desarrollar su pleno potencial.
b. Promover la justicia social y económica, posibilitando que todos alcancen
un modo de vida seguro y digno, pero ecológicamente responsable.

4. Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las


generaciones presentes y futuras.
a. Reconocer que la libertad de acción de cada generación se encuentra
condicionada por las necesidades de las generaciones futuras.
b. Transmitir a las futuras generaciones valores, tradiciones e instituciones,
que apoyen la prosperidad a largo plazo, de las comunidades humanas y
ecológicas de la Tierra.

II. INTEGRIDAD ECOLÓGICA


5. Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra,
con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos
naturales que sustentan la vida.
a. Adoptar, a todo nivel, planes de desarrollo sostenible y regulaciones que
permitan incluir la conservación y la rehabilitación ambientales, como parte
integral de todas las iniciativas de desarrollo.
b. Establecer y salvaguardar reservas viables para la naturaleza y la biosfera,
incluyendo tierras silvestres y áreas marinas, de modo que tiendan a
proteger los sistemas de soporte a la vida de la Tierra, para mantener la
biodiversidad y preservar nuestra herencia natural.
c. Promover la recuperación de especies y ecosistemas en peligro.
d. Controlar y erradicar los organismos exógenos o genéticamente
modificados, que sean dañinos para las especies autóctonas y el medio
ambiente; y además, prevenir la introducción de tales organismos dañinos.

Página 19
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

e. Manejar el uso de recursos renovables como el agua, la tierra, los


productos forestales y la vida marina, de manera que no se excedan las
posibilidades de regeneración y se proteja la salud de los ecosistemas.
f. Manejar la extracción y el uso de los recursos no renovables, tales como
minerales y combustibles fósiles, de forma que se minimice su agotamiento
y no se causen serios daños ambientales.

6. Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental y cuando el


conocimiento sea limitado, proceder con precaución.
a. Tomar medidas para evitar la posibilidad de daños ambientales graves o
irreversibles, aun cuando el conocimiento científico sea incompleto o
inconcluso.
b. Imponer las pruebas respectivas y hacer que las partes responsables
asuman las consecuencias de reparar el daño ambiental, principalmente
para quienes argumenten que una actividad propuesta no causará ningún
daño significativo.
c. Asegurar que la toma de decisiones contemple las consecuencias
acumulativas, a largo término, indirectas, de larga distancia y globales de
las actividades humanas.
d. Prevenir la contaminación de cualquier parte del medio ambiente y no
permitir la acumulación de sustancias radioactivas, tóxicas u otras
sustancias peligrosas.
e. Evitar actividades militares que dañen el medio ambiente.

7. Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden


las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el
bienestar comunitario.
a. Reducir, reutilizar y reciclar los materiales usados en los sistemas de
producción y consumo y asegurar que los desechos residuales puedan ser
asimilados por los sistemas ecológicos.

Página 20
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

b. Actuar con moderación y eficiencia al utilizar energía y tratar de depender


cada vez más de los recursos de energía renovables, tales como la solar y
eólica.
c. Promover el desarrollo, la adopción y la transferencia equitativa de
tecnologías ambientalmente sanas.
d. Internalizar los costos ambientales y sociales totales de bienes y servicios
en su precio de venta y posibilitar que los consumidores puedan identificar
productos que cumplan con las más altas normas sociales y ambientales.
e. Asegurar el acceso universal al cuidado de la salud que fomente la salud
reproductiva y la reproducción responsable.
f. Adoptar formas de vida que pongan énfasis en la calidad de vida y en la
suficiencia material en un mundo finito.

8. Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y promover el intercambio


abierto y la extensa aplicación del conocimiento adquirido
a. Apoyar la cooperación internacional científica y técnica sobre sostenibilidad,
con especial atención a las necesidades de las naciones en desarrollo.
b. Reconocer y preservar el conocimiento tradicional y la sabiduría espiritual
en todas las culturas que contribuyen a la protección ambiental y al
bienestar humano.
c. Asegurar que la información de vital importancia para la salud humana y la
protección ambiental, incluyendo la información genética, esté disponible en
el dominio público.

III. JUSTICIA SOCIAL Y ECONÓMICA


9. Erradicar la pobreza como un imperativo ético, social y ambiental
a. Garantizar el derecho al agua potable, al aire limpio, a la seguridad
alimenticia, a la tierra no contaminada, a una vivienda y a un saneamiento
seguro, asignando los recursos nacionales e internacionales requeridos.
b. Habilitar a todos los seres humanos con la educación y con los recursos
requeridos para que alcancen un modo de vida sostenible y proveer la

Página 21
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

seguridad social y las redes de apoyo requeridos para quienes no puedan


mantenerse por sí mismos.
c. Reconocer a los ignorados, proteger a los vulnerables, servir a aquellos que
sufren y posibilitar el desarrollo de sus capacidades y perseguir sus
aspiraciones.

10. Asegurar que las actividades e instituciones económicas, a todo nivel,


promuevan el desarrollo humano de forma equitativa y sostenible.
a. Promover la distribución equitativa de la riqueza dentro de las naciones y
entre ellas.
b. Intensificar los recursos intelectuales, financieros, técnicos y sociales de las
naciones en desarrollo y liberarlas de onerosas deudas internacionales.
c. Asegurar que todo comercio apoye el uso sostenible de los recursos, la
protección ambiental y las normas laborales progresivas.
d. Involucrar e informar a las corporaciones multinacionales y a los
organismos financieros internacionales para que actúen transparentemente
por el bien público y exigirles responsabilidad por las consecuencias de sus
actividades.

11. Afirmar la igualdad y equidad de género como prerrequisitos para el


desarrollo sostenible y asegurar el acceso universal a la educación, el
cuidado de la salud y la oportunidad económica.
a. Asegurar los derechos humanos de las mujeres y las niñas y terminar con
toda la violencia contra ellas.
b. Promover la participación activa de las mujeres en todos los aspectos de la
vida económica, política, cívica, social y cultural, como socias plenas e
iguales en la toma de decisiones, como líderes y como beneficiarias.
c. Fortalecer las familias y garantizar la seguridad y la crianza amorosa de
todos sus miembros.

Página 22
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

12. Defender el derecho de todos, sin discriminación, a un entorno natural y


social que apoye la dignidad humana, la salud física y el bienestar espiritual,
con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas y las
minorías.
a. Eliminar la discriminación en todas sus formas, tales como aquellas
basadas en la raza, el color, el género, la orientación sexual, la religión, el
idioma y el origen nacional, étnico o social.
b. Afirmar el derecho de los pueblos indígenas a su espiritualidad,
conocimientos, tierras y recursos y a sus prácticas vinculadas a un modo de
vida sostenible.
c. Honrar y apoyar a los jóvenes de nuestras comunidades, habilitándolos
para que ejerzan su papel esencial en la creación de sociedades
sostenibles.
d. Proteger y restaurar lugares de importancia que tengan un significado
cultural y espiritual.

IV. DEMOCRACIA, NO VIOLENCIA Y PAZ


13. Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar
transparencia y rendimiento de cuentas en la gobernabilidad, participación
inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia
a. Sostener el derecho de todos a recibir información clara y oportuna sobre
asuntos ambientales, al igual que sobre todos los planes y actividades de
desarrollo que los pueda afectar o en los que tengan interés.
b. Apoyar la sociedad civil local, regional y global y promover la participación
significativa de todos los individuos y organizaciones interesados en la toma
de decisiones.
c. Proteger los derechos a la libertad de opinión, expresión, reunión pacífica,
asociación y disensión.

Página 23
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

d. Instituir el acceso efectivo y eficiente de procedimientos administrativos y


judiciales independientes, incluyendo las soluciones y compensaciones por
daños ambientales y por la amenaza de tales daños.
e. Eliminar la corrupción en todas las instituciones públicas y privadas.
f. Fortalecer las comunidades locales, habilitándolas para que puedan cuidar
sus propios ambientes y asignar la responsabilidad ambiental en aquellos
niveles de gobierno en donde puedan llevarse a cabo de manera más
efectiva.

14. Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las


habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida
sostenible.
a. Brindar a todos, especialmente a los niños y los jóvenes, oportunidades
educativas que les capaciten para contribuir activamente al desarrollo
sostenible.
b. Promover la contribución de las artes y de las humanidades, al igual que de
las ciencias, para la educación sobre la sostenibilidad.
c. Intensificar el papel de los medios masivos de comunicación en la toma de
conciencia sobre los retos ecológicos y sociales.
d. Reconocer la importancia de la educación moral y espiritual para una vida
sostenible.

15. Tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración


a. Prevenir la crueldad contra los animales que se mantengan en las
sociedades humanas y protegerlos del sufrimiento.
b. Proteger a los animales salvajes de métodos de caza, trampa y pesca, que
les causen un sufrimiento extremo, prolongado o evitable.
c. Evitar o eliminar, hasta donde sea posible, la toma o destrucción de
especies por simple diversión, negligencia o desconocimiento.

Página 24
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

16. Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.


a. Alentar y apoyar la comprensión mutua, la solidaridad y la cooperación
entre todos los pueblos tanto dentro como entre las naciones.
b. Implementar estrategias amplias y comprensivas para prevenir los conflictos
violentos y utilizar la colaboración en la resolución de problemas para
gestionar y resolver conflictos ambientales y otras disputas.
c. Desmilitarizar los sistemas nacionales de seguridad al nivel de una postura
de defensa no provocativa y emplear los recursos militares para fines
pacíficos, incluyendo la restauración ecológica.
d. Eliminar las armas nucleares, biológicas y tóxicas y otras armas de
destrucción masiva.
e. Asegurar que el uso del espacio orbital y exterior apoye y se comprometa
con la protección ambiental y la paz.
f. Reconocer que la paz es la integridad creada por relaciones correctas con
uno mismo, otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y
con el todo más grande, del cual somos parte.

EL CAMINO HACIA ADELANTE


Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar
un nuevo comienzo. Tal renovación es la promesa de estos principios de la Carta
de la Tierra. Para cumplir esta promesa, debemos comprometernos a adoptar y
promover los valores y objetivos en ella expuestos.
El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón; requiere también de
un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal.
Debemos desarrollar y aplicar imaginativamente la visión de un modo de vida
sostenible a nivel local, nacional, regional y global. Nuestra diversidad cultural es
una herencia preciosa y las diferentes culturas encontrarán sus propias formas
para concretar lo establecido. Debemos profundizar y ampliar el diálogo global que
generó la Carta de la Tierra, puesto que tenemos mucho que aprender en la
búsqueda colaboradora de la verdad y la sabiduría.

Página 25
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

La vida a menudo conduce a tensiones entre valores importantes. Ello puede


implicar decisiones difíciles; sin embargo, se debe buscar la manera de armonizar
la diversidad con la unidad; el ejercicio de la libertad con el bien común; los
objetivos de corto plazo con las metas a largo plazo. Todo individuo, familia,
organización y comunidad, tiene un papel vital que cumplir. Las artes, las ciencias,
las religiones, las instituciones educativas, los medios de comunicación, las
empresas, las organizaciones no gubernamentales y los gobiernos, están
llamados a ofrecer un liderazgo creativo. La alianza entre gobiernos, sociedad civil
y empresas, es esencial para la gobernabilidad efectiva.
Con el objeto de construir una comunidad global sostenible, las naciones del
mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, cumplir con sus
obligaciones bajo los acuerdos internacionales existentes y apoyar la
implementación de los principios de la Carta de la Tierra, por medio de un
instrumento internacional legalmente vinculante sobre medio ambiente y
desarrollo.
Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva
reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el
aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la
vida.

4. EL PRINCIPIO DE PRECAUCION

El principio de precaución se encuentra consagrado en el derecho interno e


internacional como un principio rector y proteccionista del medio ambiente, que
tiene por fin orientar la conducta de todo agente a prevenir o evitar daños, graves
e irreversibles, al medio ambiente, aun cuando dichos daños no se encuentren en
etapa de consumación o amenaza sino en una etapa, si se quiere, previa a esta
última y distinta considerada como de riesgo o peligro de daño, y no exista certeza
científica absoluta sobre su ocurrencia.

Página 26
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

1. El concepto básico de la precaución


Comprender el significado del principio de precaución requiere comprender
el contexto y los razonamientos que lo han originado. En muchas
sociedades,jurisdicciones y contextos hace mucho tiempo que existe una
presunción general a favor deldesarrollo. El término «desarrollo» en la frase
anterior está utilizado con un sentido amplio,haciendo referencia a todas las
actividades económicas del ser humano que modifican el medioambiente,
más que en el sentido más concreto de mejora del nivel de vida en países
en desarrollo.
Según esta presunción, cuando no se sepa o no se tenga la certeza de que
una actividad, como la descarga de contaminantes, la pesca, la
construcción o la minería, tiene impactos negativos, la conclusión por
defecto es que la actividad puede ir adelante. La falta de certeza con
respecto al impacto medioambiental se utiliza como razonamiento para no
prohibir las sustancias químicas tóxicas, para no reducir los volúmenes de
las capturas en pesquerías o para no denegar solicitudes de apertura de
minas. Las objeciones medioambientales contra esas actividades requieren
pruebas científicas claras de que efectivamente son perjudiciales para el
medio ambiente.
No obstante, en los últimos años, ante la creciente escala de cambios e
impactos sufridos por el entorno humano, y ante la creciente concienciación
de su complejidad, es cada vez más obvio que la ciencia, y el conocimiento
humano en general, no pueden proporcionar con antelación pruebas
definitivas de todos los tipos de daño. Esas pruebas pueden ser
intrínsecamente imposibles de obtener, o que cuando se obtengan sea
demasiado tarde para prevenir daños medioambientales graves e
irreversibles. Entonces, ¿cómo deberían actuar los responsables de tomar
las decisiones cuando se enfrenten a una falta de certeza y busquen un
equilibrio entre fines y objetivos divergentes? La precaución ha surgido
como un principio amplio a favor de la protección del medio ambiente
cuando no hay certeza. El concepto básico del principio se puede entender

Página 27
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

como oposición a la presunción a favor del desarrollo. Cuando no se sepan


con certeza los impactos de una actividad, en lugar de suponer que las
actividades económicas humanas continuarán hasta, y a no ser que, haya
pruebas claras de que están causando daños, el principio de precaución
defiende la intervención para prever y evitar daños medioambientales antes
de que se obtengan pruebas claras de que dicha intervención es necesaria,
o sin que se obtengan. La precaución desvía el equilibrio en la toma de
decisiones hacia la «previsión prudente», a favor de la supervisión, la
prevención o la mitigación de amenazas inciertas. Es un concepto amplio
susceptible de apoyar una gama muy amplia de intervenciones operativas
y, como veremos más adelante, la mayoría de los enunciados contienen
textos que especifican o limitan más sus consecuencias.

2. El contenido del principio de precaución


Es importante reconocer desde un primer momento el carácter de un
principio. El concepto tradicional de un principio legal es que proporciona un
razonamiento para seguir una determinadadirección, pero no determina un
resultado concreto (a diferencia de una «regla», ver Dworkin, 1976). Los
principios proporcionan una guía flexible que depende del contexto: su
importanciapuede variar en función del contexto, pueden contradecirse
unos a otros y pueden permitir que losresponsables de tomar las decisiones
los equilibren a su entera discreción y se guíen por los queconsideren más
importantes. Por lo tanto, a no ser que un enunciado concreto lo requiera,
elprincipio de precaución no determinará un resultado o una decisión
concretos, ni necesitará una determinada decisión que garantice una
protección total (Nollkaemper, 1996, págs. 80-81).
Teniendo en cuenta estas explicaciones, los términos «principio de
precaución» y «enfoque de precaución» se utilizan indistintamente en este
estudio (ver el recuadro 1: ¿Principio de precaución o enfoque de
precaución?).

Página 28
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

 ¿Principio de precaución o enfoque de precaución?: Se ha


debatido mucho sobre cuál de estos dos términos debería adoptarse.
Hay dos debates relacionados pero bien diferenciados. Uno es sobre
el contenido de la orientación legal, y el otro es sobre el estatus legal
de la orientación. En primer lugar, se considera que «enfoque de
precaución» es el término preferible porque parece que «principio de
precaución» impone la obligación de evitar o minimizar los riesgos, y
por lo tanto otorga automáticamente al medio ambiente el beneficio
de la duda, mientras que «enfoque de precaución» implica que se
permiten intervenciones operativas flexibles en función del contexto,
y se equilibran varios objetivos, incluidos los económicos. Por
ejemplo, en el caso de las pesquerías, el término «principio de
precaución» suele verse como un enfoque de línea dura que
requiere prohibiciones totales. Por eso se ha favorecido el término
«enfoque de precaución» (Mace and Gabriel, 1999). De lo que no
cabe duda en este debate es de la aceptación del concepto como
orientación aplicable (en determinados contextos). No obstante,
según lo que se entiende tradicionalmente por principio desde el
punto de vista legal (ver explicación fuera del cuadro), no parece que
esta distinción sea útil. En segundo lugar, hay quien se ha opuesto al
reconocimiento de la precaución como «principio» del derecho
ambiental, lo que implicaría una obligación general de aplicar la
precaución a la hora de tomar decisiones, y han defendido que la
precaución debería entenderse simplemente como un «enfoque»
más de la política y la gestión con el que hacer frente a riesgos
inciertos, y que podría ser preferible a otros enfoques según las
circunstancias. Aunque es indiscutible que en determinados
contextos existen requisitos legales claros o una orientación legal
evidente a favor de la precaución, este debate está relacionado con
una cuestión muy amplia (y sin resolver) sobre si la precaución ha
pasado a formar parte del derecho consuetudinario internacional (p.

Página 29
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

ej. Cameron and Abouchar, 1996). La polémica también puede surgir


a raíz de la dificultad de algunos sistemas normativos, como los de
EE. UU., para acomodar principios amplios de aplicación
generalizada que permitan un amplio margen de discreción a la hora
de tomar decisiones (von Moltke, com. pers.).

¿Cuál es el contenido general del principio de precaución?: El concepto


central ha quedado expresado en muchos enunciados del principio de precaución
incluidos en instrumentos y documentos políticos, legales, analíticos y de apoyo y
defensa. Unas son más «fuertes» que otras, algunas exigen o exhortan a actuar,
mientras que otras permiten o autorizan, algunas implican un ámbito muy amplio
de aplicación de la precaución, mientras que otras lo limitan a condiciones
concretas. Como mínimo, el principio de precaución requerirá que no haga falta
demostrar científicamente la certeza del daño medioambiental como condición
previa para tomar medidas con las que evitarlo. Pero cuando el principio tenga su
máximo efecto, podrá conducir a la prohibición de actividades que planteen
cualquier posible amenaza para el medio ambiente, y requerir que quienes
propongan esas actividades demuestren que son seguras. En el debate sobre el
principio de precaución existe una gran confusión debida al hecho de que los
antagonistas tienen en mente concepciones muy diferentes del principio, situadas
en uno de estos extremos o en cualquier punto entre ambos. Los enunciados
generales del principio proporcionan más orientación e ilustran estas variaciones.
Probablemente la versión más citada de una aplicación general del principio de
precaución en el contexto del medio ambiente sea el principio 15 de la Declaración
de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1002). Dicho principio estipula:
«Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar el criterio
de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o
irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón
para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para
impedir la degradación del medio ambiente».

Página 30
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

 Puntos a tener en cuenta:


 Amenazas: la precaución pasa a ser relevante cuando existe peligro
de que el medio ambiente (o la salud del ser humano) se vea
perjudicado. Este enunciado apenas ofrece orientación conrespecto
al nivel de pruebas o indicios de peligro que debe exigirse. Algunos
enunciados sonmás orientativos, por ejemplo incluyen criterios como
«dentro de lo razonable» o «motivosjustificados de preocupación».
Hay ocasiones en que se considera que una evaluación científica de
los riesgos es un primer paso imprescindible para aplicar la
precaución (ver, p. ej. ComisiónEuropea 2000).

 Daño grave o irreversible: la amenaza de daños debe ser «grave o


irreversible» (en esta versión silas amenazas son de daños leves o
de poca importancia, la precaución no sería relevante). la falta de
certeza científica absoluta no debería utilizarse como razón para
postergar…: aunque lafalta de certeza científica no debería utilizarse
como razonamiento para retrasar las acciones protectoras, según
este enunciado es importante observar que las medidas protectoras
podrían posponerse por otras razones, por ejemplo por dar prioridad
a los costes económicos o a lareducción de la pobreza.

 medidas eficaces:las medidas aplicadas deben ser rentables. Eso


implica evaluar los costes y los beneficios de las medidas
propuestas, y que exista cierta proporcionalidad entre los costes de
las medidas adoptadas y los beneficios que se obtendrán.

 aplicar el criterio de precaución conforme a sus capacidades: en


este enunciado (suave) del derecho internacional, las capacidades
de los Estados, que supuestamente consisten en su capacidad
económica, política y técnica, moderan el requisito de aplicación del
enfoque de precaución. Esta versión del principio de precaución es

Página 31
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

relativamente «débil»: está limitada a daños graves o irreversibles,


no exige medidas protectoras, sólo requiere que la falta de certeza
científica no sea utilizada como justificación para retrasarlas, y las
obligaciones son moderadas por la rentabilidad de las medidas y las
distintas capacidades de los Estados. Esta versión podría
contrastarse con otra relativamente «fuerte», quizá más típica de la
forma en que el principio de precaución se utiliza en apoyo y defensa
del medio ambiente. La Declaración Wingspread sobre el principio de
precaución fue formulada a finales de la década de los 90 en una
reunión de científicos, representantes del Gobierno, abogados,
activistas sindicales y activistas medioambientales celebrada en EE.
UU. Aunque no es el resultado de un debate o negociación públicos
o multilaterales, ha influido en el debate más general sobre la
precaución, y aporta un contrapunto bastante útil. Incluye la siguiente
definición: «Cuando una actividad suponga una amenaza para la
salud humana o el medio ambiente, deben tomarse medidas
cautelares incluso si no se han probado científicamente ciertas
relaciones de causa y efecto. En este contexto, quien propone una
actividad, y no el público, es quien tiene la responsabilidad de
demostrar que es segura» (Raffensperger and Tickner, 1999).
En esta versión, la precaución es relevante tanto si los daños son
«graves e irreversibles» como si no, y recoge el deber de tomar
medidas de precaución.

 Se distingue por el:


 Traslado de la responsabilidad de presentar pruebas:ésta es una de
las formas más importantes de aplicación del principio de precaución.
Quienes proponen actividades que podrían resultar perjudiciales para el
medio ambiente tienen la obligación de demostrar que son seguras o
aceptables, en lugar de ser quienes se oponen a dichas actividades los
que estén obligados a demostrar que efectivamente son dañinas.

Página 32
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

Un efecto de la incorporación de la precaución en la toma de decisiones


ambientales y en la gestión ambiental es que obliga a prestar atención a
las incertidumbres científicas. De eso se deduce que en estas
circunstancias, la toma de decisiones puede tener en cuenta
información científica, pero no puede basarse únicamente en ella. Las
decisiones deberán basarse en opiniones influidas por valores y
percepciones sobre los riesgos y costes aceptables y sobre los
beneficios. Como consecuencia suele establecerse una relación entre la
precaución y un desplazamiento hacia formas más inclusivas,
participativas y democráticas de la gobernanza ambiental (ver por
ejemplo O’Riordan, Cameron and Jordan, 2001; Tickner, 2003b). La
precaución puede servir para sacar las decisiones sobre riesgos
medioambientales del terreno puramente técnico y abrir paso a la
participación de todas las partes interesadas en el proceso de
deliberación y de toma de decisiones con respecto a cuestiones como
la identificación y evaluación de riesgos, la evaluación de líneas
alternativas de actuación, y la elección de una estrategia de gestión de
riesgos. En este sentido, la Declaración Wingspread estipula que «el
proceso de aplicación del principio de precaución debe ser abierto,
informado y democrático, y debe incluir a todas las partes que podrían
verse afectadas. También debe incluir un examen de todas las
alternativas posibles, incluida la posibilidad de no actuar».

3. Precaución, prevención y quien contamina paga:


Hay que distinguir entre el principio de precaución y otro principio bastante
extendido del derecho ambiental: el principio de acción preventiva (ver, p.
ej. De Sadeleer, 2003). El riesgo implica resultados negativos que pueden
producirse o no. A veces, normalmente teniendo en cuenta una evaluación
cuantitativa de casos anteriores, es posible identificar de forma fiable los
resultadosposibles y asignar a cada uno una probabilidad de producirse. Se
trata de riesgos «clásicos»: elsistema, los resultados posibles y su

Página 33
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

probabilidad son perfectamente conocidos, y el principiorelevante es el de


prevención en lugar del de precaución. Esta situación puede compararse
con otraen la que no se conozcan con certeza los resultados posibles ni la
probabilidad de que se produzcan. No existen razonamientos claros para
asignar probabilidades a los resultados identificados. En este caso, el
principio relevante es el de la precaución. Por lo tanto, la prevención tiene
como finalidad impedir riesgos conocidos, mientras que la finalidad de la
precaución es prevenir riesgos desconocidos.
Podríamos considerar que el principio de precaución está relacionado con,
o deriva de, el principio de prevención y de un tercer principio, también
bastante extendido: el principio de que quien contamina paga (ver De
Sadeleer, 2003; Dzidzornu, 1998). La finalidad de todos estos principios es
proteger el medio ambiente, y pueden entenderse como un reflejo del
proceso que sigue el derecho a la hora de hacer frente a las amenazas de
daños medioambientales: desde un derecho reactivo, que hace frente a los
daños que ya se han producido (quien contamina paga), pasando por un
derecho que hace frente a riesgos conocidos antes de que se produzcan
(prevención), hasta un derecho que prevé y evita amenazas de daños
desconocidos o inciertos (precaución).

4. Precaución y ciencia
Aunque la precaución es un planteamiento frente a la falta de certeza
científica, a menudo la ciencia juega un papel muy importante. Muchas
versiones o debates sobre la implementación del principiode precaución
hacen hincapié en la importancia de las evaluaciones científicas iniciales de
losriesgos como base sobre la que luego tomar las decisiones (ver, p. ej.
Boisson de Chazournes, 2002;ComisiónEuropea, 2000; Gehring and
Segger, 2002; Scottish Natural Heritage, 2001). Muchosenunciados de la
precaución o de la orientación para esta implementación incluyen un
lenguaje quedescribe qué nivel de indicación de amenaza es necesario

Página 34
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

para que la precaución esté justificada, nivel que suele depender de


evaluaciones científicas.
Sin embargo el principio de precaución a menudo se contradice con un
enfoque de la ordenación delos riesgos «con una base científica sólida».
Quienes proponen esta línea de pensamientoargumentan que sólo
deberían tomarse medidas de protección del medio ambiente cuando haya
pruebas científicas claras del riesgo, en lugar de estar basadas en la
precaución ante la posibilidad de que exista ese riesgo. Hay quien defiende
que sin pruebas científicas claras del riesgo, el ordenamiento podría reflejar
temores arbitrarios o infundados, ideas falsas o motivaciones ilegítimas
como el proteccionismo comercial. Por otro lado, hay quien defiende que el
ordenamiento basado en la precaución es totalmente coherente con el
respeto por la ciencia. Este grupo hace hincapié en que el conocimiento
científico de los riesgos de muchas tecnologías o intervenciones
ambientales nuevas es incompleto, que el poder estadístico de los
experimentos para determinar impactos negativos debe tenerse en cuenta
cuando se presenten pruebas de que una tecnología o una intervención son
inocuas (la falta de pruebas no demuestra la falta de riesgos), y en que la
cultura de la investigación científica puede exagerar los factores
cuantificables de riesgo y subestimar la falta de certeza y de conocimientos.
Retórica aparte, el principio de precaución en sí mismo, a diferencia de su
aplicación en cualquier situación concreta, probablemente debería
entenderse como neutral con respecto al rigor científico. Por ejemplo, un
régimen cautelar podría exigir pruebas científicas rigurosas de que el riesgo
es bajo antes de permitir que la actividad proceda, y un régimen que no sea
cautelar podría exigir pruebas científicas rigurosas de que existe un riesgo
antes de prohibir que la actividad proceda. Se elija el régimen que se elija
no implica valoraciones distintas de la ciencia, sino opiniones distintas
sobre qué objetivos deberían tener prioridad cuando la ciencia no ofrece
certeza.

Página 35
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

EL DERECHO AL DESARROLLO SOSTENIBLE

Las expresiones desarrollo sostenible,1 desarrollo perdurable,2 y desarrollo


sustentable3 se aplican al desarrollo socioeconómico, y su definición se formalizó
por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland de 1987
(denominado así por la política noruega Gro Harlem Brundtland) fruto de la
Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en
Asamblea de las Naciones Unidas en 1983. Dicha definición se asumió en el
Principio 3º de la Declaración de Río (1992). Es a partir de este informe cuando se
acotó el término inglés sustainable development, y de ahí mismo nació la
confusión entre si existe o no diferencia alguna entre los términos desarrollo
sostenible y desarrollo sustentable. A partir de la década de 1970, los científicos
empezaron a darse cuenta de que muchas de sus acciones producían un gran
impacto sobre la naturaleza, por lo que algunos especialistas señalaron la
evidente pérdida de la biodiversidad y elaboraron teorías para explicar la
vulnerabilidad de los sistemas naturales (Boullón, 2006:20).

El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres partes:


ecológico, económico, y social. Se considera el aspecto social por la relación entre
el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. El triple
resultado es un conjunto de indicadores de desempeño de una organización en las
tres áreas, pero que tiene cuatro dimensiones básicas:

• Conservación.

• Desarrollo (apropiado) que no afecte sustantivamente los ecosistemas.

• Paz, igualdad, y respeto hacia los derechos humanos.

• Democracia.

Se deben satisfacer las necesidades sociales y de la población, en lo que


concierne a alimentación, vestimenta, vivienda, y trabajo, pues si la pobreza es
habitual, el mundo estará encaminado a catástrofes de varias clases, incluidas las
ecológicas y las humanitarias. Asimismo, el desarrollo y el bienestar social están

Página 36
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

limitados por el nivel tecnológico, los recursos del medio ambiente, y la capacidad
del medio ambiente para absorber los efectos de la actividad humana.

Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la


organización social, de forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo
ritmo que es afectado por la actividad humana, para de tal forma evitar un déficit
de recursos.

En resumen, el desarrollo sostenible o sustentable es un concepto desarrollado


hacia el fin del siglo XX. Es una alternativa de reestructuración del concepto de
desarrollo y procura la reconciliación entre el crecimiento económico, los recursos
naturales y la sociedad. Es relativo al interés público en que se permite el
crecimiento económico y el uso de los recursos naturales a nivel mundial, pero
teniendo muy en cuenta los aspectos medioambientales y sociales globales, para
que en el largo plazo no se comprometa ni se degrade sustantivamente ni la vida
en el planeta, ni la calidad de vida de la especie humana.

5. DERECHO Y DESARROLLO SOSTENIBLE

En el presente ensayo argumentaremos que el Derecho tiene varios papeles en el


proceso de construcción del desarrollo sostenible. Puede por un lado contribuir a
generar el marco dentro del cual construir el contenido de lo que es el propio
desarrollo sostenible. De otro lado puede establecer los mandatos y obligaciones
que tanto privados como el Estado deben cumplir para avanzar hacia la
sostenibilidad del desarrollo. Finalmente, el Derecho establece un conjunto de
herramientas destinadas a asegurar el cumplimiento de los mandatos
mencionados. Iniciaremos analizando el concepto de desarrollo sostenible, y sus
limitaciones, para luego presentar los distintos retos que debe emprender el
Derecho para aportar a su concreción fáctica.

Página 37
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

¿Qué es el desarrollo sostenible?

El concepto de desarrollo sostenible ha alcanzado en poco tiempo gran difusión y


creciente presencia en los el discurso público de países, empresas, organismos
internacionales y políticos, entre otros. Aunque existen algunos antecedentes del
concepto de inicios de los años ochenta, su primera formulación proviene del
Informe “Nuestro Futuro Común” o Informe Brundtland, elaborado en 1987 por la
Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, por encargo de las
Naciones Unidas. Ahí se señalaba que “… el desarrollo duradero es el desarrollo
que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
La AGENDA 21, instrumento programático aprobado en la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, 1992),
aboga por integrar las preocupaciones relativas al ambiente y al desarrollo de tal
manera que se satisfagan las necesidades básicas, se eleve el nivel de vida de
todos, y se consiga al mismo tiempo una mejor protección y gestión de los
ecosistemas, logrando un futuro más seguro y próspero, todo esto sobre la base
de una asociación mundial para un desarrollo sostenible.

Dos ideas centrales pueden ser identificadas. La primera es la integración de lo


ambiental al concepto de desarrollo, postulándose un balance con lo económico y
social, lo cual debería permitir la satisfacción de las necesidades de las personas
que conforman actualmente la sociedad sin deteriorar las condiciones
ambientales. La segunda idea, que denominaremos preocupación
transgeneracional, consiste en sostener que la satisfacción de las necesidades de
los que viven hoy no puede atentar contra la capacidad de las personas que aún
no nacen de satisfacer las propias, de lo cual depende no sólo la supervivencia de
nuestra sociedad, sino de la especie humana en su conjunto. No obstante, a partir
de estos dos aspectos es posible justificar un conjunto amplísimo de medidas,
algunas de las cuales pueden contribuir en la práctica al deterioro ambiental, lo
cual va en contra de la preocupación principal de quienes agregaron a la idea de

Página 38
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

desarrollo el adjetivo sostenible. Veamos a continuación las razones de estas


dificultades.

Primero el desarrollo. Pero, ¿qué desarrollo?

A pesar de ser una idea de desarrollo relativamente reciente , ha experimentado


profundos cambios, que se han reflejado en distintas respuestas a las preguntas
¿qué es el desarrollo?, y ¿cómo alcanzarlo? Ellas han definido distintas visiones
sobre el tema, que lógicamente afectan la concepción de la relación entre
ambiente y desarrollo.

IGUIÑIZ ha resumido las distintas perspectivas en cuatro visiones: El desarrollo


como aumento de productividad, el desarrollo como productividad con equidad, el
desarrollo como acceso a todos los bienes necesarios, y el desarrollo como
expansión de capacidades.

El desarrollo como productividad, “...que registra el aumento en la productividad de


la actividad humana con sus medios de trabajo y las energías que se presta o que
desencadena en la naturaleza como el indicador fundamental” (IGUIÑIZ: 9), es la
visión más estrecha y limitada, siendo al mismo tiempo la dominante, y no sin
razón, pues como ha señalado Paul KRUGMAN la elevación de la productividad
es la variable económica más estrechamente relacionada con el mejoramiento de
las condiciones de vida (IGUIÑIZ: 9). Esta visión está vinculada a la medición del
desarrollo como un aumento sostenido del Producto Bruto Interno (PBI) de un
país, a un ritmo mayor que el crecimiento poblacional.

Página 39
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

En esta perspectiva lo ambiental tiene una importancia secundaria por dos


motivos. En primer lugar, porque las distintas metodologías no consideran el valor
de los bienes y servicios ambientales en el cálculo del PBI. En segundo lugar,
porque aún si las cuentas nacionales incluyeran los costos ambientales esta
perspectiva no dice nada sobre los problemas de equidad ni sobre la calidad de
vida real de las personas. Así, podrían existir poblaciones sujetas a gravísimos
problemas de contaminación y enfermas por dicha razón, pero cuya situación no
tendría porque afectar el crecimiento del PBI. Esto último es un argumento de
peso para no quedarnos sólo con la productividad, pues su progreso “... está
trayendo consigo un conjunto de preocupaciones harto primitivas: inseguridad vital
cotidiana; instrumentalización y sacrificio de personas para asegurar el progreso y
la competitividad, ésta no guerrera sino económica...” (IGUIÑIZ: 17). Aun más, un
modelo pensado sólo desde la productividad podría encontrar un límite en la
capacidad de los ecosistemas de la tierra para sostenerlo, poniendo en peligro la
supervivencia de las futuras generaciones humanas (IGUIÑIZ: 18).

La segunda perspectiva concibe el desarrollo como productividad con equidad. Se


constató que el aumento de la productividad no implicaba un aumento homogéneo
de los ingresos de los distintos sectores sociales, por lo que se consideró
importante incluir la equidad como agregado a la productividad. Esta visión desde
luego incorporó un elemento de gran importancia para la concepción del desarrollo
(de hecho es un tema central en países como el Perú), pero mantiene la
perspectiva anterior en lo que respecta a considerar la producción de bienes el
centro de las preocupaciones. Por lo tanto, la equidad se mide mediante
coeficientes que expresan diferencias en el ingreso per cápita de los distintos
grupos que conforman las sociedades. No obstante, como ya hemos visto, los
ingresos pueden resultar engañosos, y tienen muchas limitaciones en su papel de
indicadores del desarrollo. De hecho, poblaciones con niveles de ingreso
homogéneo pueden presentar disparidades que no se muestran en el PBI per
cápita, como la esperanza de vida, factor que podría ser afectado, entre otras

Página 40
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

variables, por las condiciones ambientales. Podría entonces mejorarse el ingreso


de muchas poblaciones, y reducirse la inequidad en la distribución del mismo, pero
con problemas de contaminación ambiental creciente y afectando de manera
precisamente desigual a distintos sectores de la población.

La tercera perspectiva la denomina IGUIÑIZ el desarrollo como acceso de todos a


los bienes necesarios (IGUIÑIZ: 21), o de las necesidades básicas, que partía de
“... la constatación de carencias graves o necesidades básicas insatisfechas de
ciertas personas. La pobreza absoluta adquiere en este enfoque una gran
importancia” (IGUIÑIZ: 21). Aunque no se trata propiamente de una estrategia
general de desarrollo si es un llamado de atención sobre la importancia del ser
humano como fin valioso en sí mismo, y no sólo como instrumento para mejorar la
producción. Desde luego, gozar de un ambiente saludable donde vivir debería
considerarse un bien básico, debiendo por lo tanto entenderse que las personas
que no gozan de dicho bien, se encuentran en una situación de carencia que debe
ser resuelta.

Finalmente, IGUIÑIZ presenta la perspectiva del desarrollo como expansión de


capacidades. Aquí el asunto es preguntarse por lo que las cosas (los bienes)
hacen por la vida de las personas, y no por las cosas que las personas pueden
producir durante sus vidas. Este es un enfoque que, a pesar de su aparente
simplicidad, representa un giro radical en la manera de comprender el desarrollo.

La visión del desarrollo como expansión de las capacidades proviene de Amartya


SEN: “el desarrollo puede concebirse... como un proceso de expansión de las
libertades reales de que disfrutan los individuos” (SEN 2001: 19). Esto es lo que se
denomina la visión del desarrollo como libertad, la cual cambia la perspectiva
todavía dominante en el tema, centrando la atención en los fines antes que en los
medios, por lo cual esta visión “... exige la eliminación de las principales fuentes de

Página 41
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

privación de libertad”, lo que incluye la pobreza y la tiranía, la escasez de


oportunidades económicas, las privaciones sociales sistemáticas, así como la
intolerancia o el exceso de intervención de los Estados represivos” (SEN 2001: 19-
20).

El proceso de desarrollo requiere de la libertad, según SEN, por dos razones. En


primer lugar por lo que denomina la razón de la evaluación, es decir, habrá más
desarrollo si hay más libertades para los individuos. En segundo lugar por lo que
llama la razón de la eficacia, lo que significa que el desarrollo depende totalmente
de la libre agencia (agency) de los individuos (2001: 20). El concepto de libre
agencia requiere de una explicación. Considerar a una persona en términos de
agencia implica reconocer y respetar su capacidad para establecer objetivos,
compromisos, y valores (SEN 1999: 58). La agencia (agency) debe distinguirse del
bienestar de las personas. Una persona puede recibir ayuda y mejorar su
bienestar, pero sin tener la capacidad de definir sus propios objetivos y metas al
respecto (SEN 2001: 233), es decir ser sólo paciente del bienestar y no agente del
mismo. La libre agencia tiene aquí un valor intrínseco vital para el desarrollo pues
“... mejora la capacidad de los individuos para ayudarse a sí mismos, así como
para influir en el mundo...” (SEN 2001: 35).

Cuando se tiene el enfoque amplio de “... concebir el desarrollo como un proceso


integrado de expansión de libertades fundamentales relacionadas entre sí”, es
posible “... apreciar simultáneamente el vital papel que desempeñan en el proceso
muchas y diferentes instituciones...” (SEN 2001: 25). Entre éstas últimas podemos
encontrar tanto a los mercados, como a los gobiernos (en todos sus niveles), los
partidos políticos y otras instituciones ciudadanas, los sistemas educativos “... y
las oportunidades de diálogo y debate públicos...” (SEN 2001: 25-26). Pero
además, este “... enfoque nos permite reconocer el papel de los valores sociales y
de las costumbres vigentes, que pueden influir en las libertades de que disfrutan

Página 42
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

los individuos y que tienen razones para valorar.” (SEN 2001: 25) Estas normas
compartidas pueden influir, entre otras cosas, en el tratamiento del ambiente (SEN
2001: 25).

Un aspecto interesante del análisis de Amartya SEN es el énfasis en las


interrelaciones existentes entre las distintas libertades. En tal sentido, las
libertades políticas, no sólo tienen un valor en sí mismas, sino que contribuyen a
asegurar el ejercicio pleno de otras libertades, como los servicios económicos, las
oportunidades sociales, las garantías de transparencia o la seguridad protectora
(2001: 27).

Las políticas ambientales, en esta perspectiva, en tanto contribuyen a reducir las


amenazas sobre las personas (sobre su salud, y su bienestar en general),
contribuyen al proceso de expansión de libertades y están plenamente integradas
a otras políticas.

En la Cumbre de Río (1992) se sostuvo que no puede haber desarrollo sin


condiciones ambientales adecuadas, consagrándose el derecho humano a una
vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza. Los seres humanos
constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo
sostenible (Declaración de Río, Principio 1). En consecuencia, privar a una
persona de un ambiente saludable es un ataque contra su dignidad. Para SEN la
mortalidad prematura de pobres y de mujeres constituye el principal fracaso en la
lucha por la libertad (IGUIÑIZ 2000: 22). Múltiples estudios demuestran que la
contaminación ambiental es la causa de innumerables enfermedades, que afectan
directamente la calidad de vida de la gente. Entre ellos, los pobres constituyen el
grupo más vulnerable. Sin una nutrición adecuada, carentes de vivienda

Página 43
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

adecuada, se encuentran además privados de la capacidad de hacer escuchar su


voz en la comunidad política.

En consecuencia, al realizar estudios que demuestran la presencia de niveles


intolerables de plomo en la sangre de niños que habitan distintas ciudades del
país estamos, en la perspectiva de SEN, constatando una agresión contra su
libertad, que consiste en la reducción de su capacidad para disponer de varios
vectores de realización y de la posibilidad de gozar de las correspondientes
consecuencias del bienestar (IGUIÑIZ 2000: 23). Esto debería estar presente en
cada decisión que se tome en la búsqueda del desarrollo. Lo que interesa es
garantizar que cada vez existan menos personas privadas de su libertad.

Los gobiernos de los países en desarrollo han aplicado políticas destinadas a


mejorar los ingresos económicos de sus habitantes, ampliando la cobertura de
servicios y el acceso a bienes básicos. No obstante, y he aquí el elemento más
polémico, en ocasiones en el intento por asegurar el goce de ciertas libertades
ponemos en riesgo otras. ¿Qué hacer frente a ello? ¿Cómo garantizar el acceso a
la salud, a la educación, a un trabajo digno, sin poner en riesgo el derecho a un
ambiente saludable? Nos embarcamos en proyectos productivos con el propósito
de satisfacer el primer grupo de derechos, pero ponemos en riesgo el último.

Habría que empezar por reconocer que por lo menos en el corto plazo es muy
difícil conciliar todos estos objetivos. Sin embargo, en buena parte de los casos es
muy claro que los beneficios económicos de ciertos proyectos o actividades
humanas son de lejos mucho menos importantes que los costos que originarían.
Pero existen muchos casos en donde esto es muy difícil o casi imposible de
determinar. En 1972 Alvin WEINBERG acuñó el término transcientífico para
designar un tipo de problemas que de hecho pueden enunciarse en el lenguaje de
la ciencia pero que, en principio o en la práctica, es imposible que ésta los

Página 44
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

resuelva (MAJONE: 37). Esto es así tanto para problemas vinculados con
proyectos empresariales, como para las propias políticas públicas y las decisiones
que toman los gobiernos. MAJONE sostiene que “... cuando las controversias no
pueden resolverse mediante el conocimiento científico ni con una investigación
que pueda realizarse con rapidez y costo razonables, las respuestas no podrán
dejar de ser transcientíficas, en cuyo caso la mejor alternativa parece ser un
procedimiento litigioso que incluya expertos y generalistas” (39). Habría que incluir
además a la sociedad civil. En una situación en la cual los recursos son escasos y
las opciones críticas, la discusión pública parece ser la única vía razonable.

La pregunta que sigue es ¿cuáles son los límites de la discusión pública?, y


además ¿cualquier resultado es aceptable? Creemos que no. Para entender este
punto deberíamos diferenciar entre la discusión sobre los valores fundamentales
de la sociedad, y la discusión sobre los mejores medios para alcanzarlos. Para
que la discusión sobre la conveniencia de un proyecto concreto tenga sentido,
debe haberse realizado previamente una discusión sobre los valores y bienes que
una sociedad considera preferentes, una discusión sobre el bien común que
ordene la discusión sobre los medios. SEN añadiría que precisamente este es “...
uno de los argumentos más convincentes a favor de la libertad política...”: los
ciudadanos tienen la oportunidad de discutir, debatir y participar en la selección de
los valores utilizados para elegir las prioridades (SEN 2001: 49).

Desarrollo y ambiente. ¿Siempre compatibles?

El otro aspecto que debe considerarse es la tensión entre la idea desarrollo y el


adjetivo sostenible. En este sentido, el concepto de desarrollo sostenible deriva de
un intento por conciliar el anhelo por conseguir mejoras en el campo económico y
social, con la preocupación por la calidad del ambiente, conciliación no siempre
posible y que presenta límites frente a los cuales no es factible encontrar

Página 45
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

respuestas únicas. Definir este límite entre el anhelo de alcanzar ciertas


condiciones de vida consideradas a su vez positivas o convenientes, y la
conservación del ambiente o los recursos naturales representa un problema de
enormes implicancias éticas y políticas, lo cual significa para el sistema jurídico
retos enormes, dada la necesidad de canalizar apropiadamente este debate y los
conflictos que de ellos se suscitarían.

Página 46
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

III. CONCLUCIONES
El desarrollo sostenible es aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las
necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras
generaciones.

Agenda 21 es una estrategia global que se lleva a la práctica de manera local y


que implica a todos los sectores de una comunidad: sociales, culturales,
económicos y ambientales. Es, un compromiso hacia la mejora del medio
ambiente y, por ende, de la calidad de vida de los habitantes de una comunidad,
municipio o región.

La carta de la tierra es una declaración de principios éticos fundamentales para


construir otrasociedad basada en la justicia, la sostenibilidad y la paz. Trata de
promover unnuevo sentimiento y responsabilidad compartida en todos los
sereshumanos, desde la convicción de que no somos dueños del Planeta sino que
formamos partede él.

El principio de precaución está relacionado con, el principio de prevención y de un


tercer principio, también bastante extendido: el principio de que quien contamina
paga. La finalidad de todos estos principios es proteger el medio ambiente, y
pueden entenderse como un reflejo del proceso que sigue el derecho a la hora de
hacer frente a las amenazas de daños medioambientales.

Página 47
Desarrollo sostenible, Agenda 21, La Carta de la Tierra y el Principio
de Precaución

IV. BIBLIOGRAFIA
 Ecologia verde, desarrollo sostenible para un mundo mejor.
 Jefatura de gabinete de ministros y desarrollo sustentable- conferencia
de naciones unidas sobre el medio ambiente y agenda 21.
 Bilbad- agenda 21. Actuando para la mejora ambiental
 Slidershare. Net- desarrollo sostenible.
 Agenda 21 / Programa 21 en español en la web de la ONU.
 Síntesis comentada de las secciones I a III de la Agenda 21.
 www.ecouncil.ac.cr/template/endorse/
 http://www.cartadelatierra.org/files/resources/CASTELLÀ%20infants%20
CT.doc

Página 48

S-ar putea să vă placă și