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Normalmente, el intestino delgado y el colon absorben el 99% del líquido resultante de la ingesta oral y
de las secreciones del tubo digestivo: una carga total de líquidos de alrededor de 9-10 L diarios. Por lo
tanto, aun prequeñas reducciones (es decir, 1%) de la absorción intestinal de agua o aumentos de
secreción pueden incrementar lo suficiente el contenido de agua como para provocar una diarrea.
Hay una serie de causas de diarrea (ver Algunas causas de diarrea*). Varios mecanismos básicos son
responsables de la mayoría de las diarreas clínicamente significativas: aumento de la carga osmótica,
incremento de las secreciones y disminución del tiempo/superficie de contacto. En muchos trastornos,
interviene más de un mecanismo. Por ejemplo, la diarrea de la enfermedad inflamatoria intestinal se
debe a inflamación de la mucosa, exudación hacia la luz, y múltiples secretagogos y toxinas bacterianas
que afectan la función de los enterocitos.
Carga osmótica
Se produce una diarrea cuando solutos hidrosolubles inabsorbibles permanecen en el intestino y
retienen agua. Estos solutos comprenden polietilenglicol, sales de magnesio (hidróxido y sulfato) y
fosfato de sodio, que se usan como laxantes. En caso de intolerancia a azúcares (p. ej., intolerancia a la
lactosa causada por deficiencia de lactasa) se produce una diarrea osmótica. La ingesta de grandes
cantidades de hexitoles (p. ej., sorbitol, manitol, xilitol) o jarabes de maíz ricos en fructosa, que se usan
como sustitutos del azúcar en golosinas, chicles y jugos de fruta, causa diarrea osmótica porque los
hexitoles se absorben poco. La lactulosa, que se utiliza como laxante, causa diarrea por un mecanismo
similar. La ingesta excesiva de ciertos alimentos (ver Algunas causas de diarrea*) puede provocar
diarrea osmótica.
Aumento de secreciones
Se produce una diarrea cuando el intestino secreta más electrolitos y agua de los que absorbe. Las
causas de mayor secreción son infecciones, grasas no absorbidas, ciertos fármacos y diversos
secretagogos intrínsecos y extrínsecos.
Las infecciones (p. ej., gastroenteritis) son las causas más comunes de diarrea secretora. Las
infecciones combinadas con intoxicación alimentaria son las causas más comunes de diarrea aguda (< 4
días de duración). La mayoría de las enterotoxinas bloquean el intercambio de sodio-potasio, que es
una fuerza impulsora importante para la absorción de líquidos en el intestino delgado y el colon.
Las grasas de la dieta y los ácidos biliares no absorbidos (como en los síndromes de malabsorción y
después de resección ileal) pueden estimular la secreción colónica y causar diarrea.
Los fármacos pueden estimular directamente las secreciones intestinales (p. ej., quinidina, quinina,
colquicina, catárquicos antraquinónicos, aceite de ricino, prostaglandinas) o indirectamente por alterar
la absorción de grasas (p. ej., orlistat).
Varios tumores endocrinos producen secretagogos, como vipomas (péptido intestinal vasoactivo),
gastrinomas (gastrina), mastocitosis (histamina), carcinoma medular de tiroides ( calcitonina y
prostaglandinas) y tumores carcinoides (histamina, serotonina y polipéptidos). Algunos de estos
mediadores (p. ej., prostaglandinas, serotonina, compuestos relacionados) también aceleran el tránsito
intestinal o colónico.
La alteración de la absorción de sales biliares, que puede ocurrir con algunos trastornos, puede causar
diarrea por la estimulación de la secreción de agua y electrolitos. Las heces tienen un color verde o
naranja.
La estimulación farmacológica del músculo liso intestinal (p. ej., antiácidos que contienen magnesio,
laxantes, inhibidores de la colinesterasa, ISRS) o agentes humorales (p. ej., prostaglandinas, serotonina)
también puede acelerar el tránsito.
Generalidades
Los trastornos de la motilidad gástrica y del intestino delgado resultan en
evacuación gástrica lenta o tránsito rápido. Algunos de los trastornos de la motilidad
gástrica y del intestino delgado que se describen en este capítulo son
gastroparesia, seudoobstrucción intestinal crónica (CIPO), síndrome de vaciamiento
gástrico rápido y dismotilidad del intestino delgado por tránsito rápido.
Patogenia
El vaciamiento gástrico normal exige esfuerzos coordinados de los músculos que
controlan las cuatro regiones del estómago, los nervios que modulan las acciones
de estos músculos y los mediadores químicos. Los fenómenos importantes que
ocurren durante el llenado y la evacuación gástrica son la relajación del fondo del
estómago (adaptación) en respuesta a la ingestión de alimentos, las contracciones
antrales y de molienda (trituración) de grandes partículas alimenticias y, por último,
la relajación del píloro.
La red neurógena del estómago comprende elementos del sistema nervioso central
(SNC) y del sistema nervioso entérico (SNE). Los elementos del SNC implican tanto
fibras simpáticas como parasimpáticas. Las primeras se originan en los nervios
raquídeos dorsales y se extienden hacia los posganglionares que corren paralelos
al plexo celíaco y los vasos que irrigan el estómago. La inervación simpática
comprende fibras aferentes para el dolor que nacen en el estómago y fibras
motoras que inervan el esfínter pilórico. La inervación parasimpática se deriva de
los troncos vagales derecho e izquierdo, que acaban por dividirse en múltiples
ramas que continúan su trayecto ...