Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
INNOVACION TECNOLOGICA
Y COMPETITIVIDAD
EMPRESARIAL
UNIVERSIDAD DE ALICANTE
© Hipólito Molina Manchón, Francisco José Conca Flor
Publicaciones de la Universidad de Alicante
I.S.B.N.:84-7908-535-5
Depósito Legal: A-259-2000
Fotocomposición e Impresión: Gráficas Antar, S.L. - Alicante
Diseño gráfico: Alfredo Candela
INDICEFIGURAS 11
ÍNDICE DE TABLAS 13
PRESENTACIÓN 15
CAPITULO I
INNOVACIÓN, ECONOMÍA Y DIRECCIÓN DE EMPRESAS
1. Introducción 17
2. El nuevo escenario: turbulencia, innovación tecnológica y
dirección empresarial 20
2.1. La innovación y la competitividad 23
3. Aproximación al concepto de innovación 24
3.1. Taxonomía de la innovación 25
3.2. La innovación tecnológica: definición e implicaciones 28
4. El origen de la innovación 30
5. El proceso de innovación: descripción y modelos 32
6. La innovación y el tamaño de la empresa 40
CAPITULO II
LA ESTRATEGIA DE INNOVACIÓN
CAPITULO IV
ESTRUCTURAS ORGANIZATIVAS PARALA INNOVACIÓN
1. Introducción 85
2. El modelo burocrático: rasgos y deficiencias 87
3. El modelo orgánico: rasgos y deficiencias 90
4. La adhocracia: una estructura innovadora 93
CAPITULOV
LA TECNOLOGÍA: CONCEPTOS BÁSICOS
CAPITULO VI
IMPLICACIONES ESTRATÉGICAS DEL FACTOR TECNOLOGÍA
CAPITULO VII
LA DIRECCIÓN ESTRATÉGICA DE LA TECNOLOGÍA
BIBLIOGRAFIA 185
This page intentionally left blank
INDICE DE FIGURAS
1. Introducción
lio que no tenga el visto bueno del mercado serán innovaciones potencia-
les, presentes, diferidas o simplemente innovaciones fallidas".
La innovación es un acto eminentemente empresarial, es decir, se tra-
ta de un mecanismo que emplea a la empresa como medio o instrumento
para hacer sentir en la sociedad sus resultados. En consecuencia, podría-
mos afirmar que sin empresas no habría innovación. Coincidimos de esta
manera con BUENO CAMPOS (1990, pág. 331) quien considera a la in-
novación, particularmente a la innovación tecnológica, como "factor ca-
racterístico de la empresa y explicativo de su capacidad para generar renta
o excedente económico"; a la vez que con SÁNCHEZ MUÑOZ (1993,
pág. 28) para quien "es en el seno de las empresas donde se producen las
innovaciones y que, por tanto, ellas son los agentes económicos principa-
les del proceso" de innovación.
Efectivamente, posiblemente muchas personas están capacitadas para
inventar, pero no todas ellas lo están para innovar. Todos podemos tener
brillantes ideas acerca de un nuevo o mejorado producto, mecanismo, dis-
positivo, material, sistema, etcétera, pero no todos estamos en condicio-
nes de introducir con éxito en el mercado esa idea. Para su introducción se
le hace indispensable al inventor recurrir a la ayuda de una empresa, ya
que ésta reúne las condiciones productivas, de conocimiento del mercado,
financieras, etc. necesarias para tales menesteres.
4. El origen de la innovación.
tencia de una necesidad en el mercado, sino otras como los recursos dis-
ponibles, la creatividad, la tolerancia al error, la receptividad para la asun-
ción de ideas procedentes tanto del interior como del exterior, etc. Estas
afirmaciones nos permiten pensar que, además de unas condiciones es-
tructurales y una cultura empresarial orientada hacia la innovación, temas
que serán objeto de estudio, se precisa de un talento particular para captar
una oportunidad de innovación y explotarla
esta forma, para MARTÍNEZ SÁNCHEZ (1985a, pág. 70), su alta com-
plejidad e interdependencia dota a este proceso de una considerable incer-
tidumbre. Sin embargo, resulta útil en el sentido de que facilita el estudio
económico del proceso, ya que cada fase genera consecuencias económi-
cas diferentes. Así, SURIS IJORDÁ (1986, pág. 58) apunta que "la difu-
sión de la innovación tiene un efecto muy directo sobre los incrementos de
productividad. La innovación, en cambio, puede significar ventajas com-
petitivas y constitución de un monopolio temporal. La invención no tiene
directamente efectos económicos, mientras no se convierta en innovación".
Indiquemos a continuación qué podemos entender por invención, in-
novación y difusión. Haciendo uso de los términos empleados por
BÁRCELO, SOLÉ y VALLS (1992, pág. 128), consideraremos que la in-
vención es la idea prototipo, modelo de un nuevo producto o proceso antes
de llegar al mercado. La innovación consiste en aquella invención acepta-
da por el mismo, mientras que la difusión comprende los procesos que
permiten que una determinada innovación sea asimilada por un número
creciente de usuarios efectivos.
Referente a las dos primeras etapas estos mismos autores vienen a
resaltar la compleja relación que existe entre las mismas y la no necesaria
dependencia entre una y otra. Existe, por tanto, una clara distinción entre
invención e innovación. Cabe recordar, en este sentido, las palabras de
ROMAN y PUETT (1983, pág. 250) para quienes la invención es el prelu-
dio de la innovación, centrándose la diferencia en torno a dos verbos: con-
cebir y usar. La invención implica la concepción de una idea, mientras que
la innovación es usar, es decir, a la idea o invención se le da un empleo
determinado que, de alguna manera, supone su traslación al conjunto eco-
nómico.
De igual manera, VECIANA (1975, pág. 10) considera a la invención
como "la capacidad de encontrar y establecer relaciones entre conocimien-
tos y experiencias no relacionadas entre sí anteriormente que conducen a
nuevas concepciones de ideas, productos o soluciones de problemas".
Contrariamente, la innovación empresarial es definida como "la puesta en
práctica de las nuevas ideas (en forma de productos, procedimientos, solu-
ciones de problemas) en la organización". Por ello, CLAVER y GISBERT
(1989, pág. 70) consideran que la invención puede ser fuente de innova-
ción, pero sólo cuajará como tal cuando se lleve a la práctica, es decir,
cuando es incorporada a los productos o procesos utilizados mejorando
así la oferta que la empresa hace al mercado.
En definitiva, la innovación se diferencia de la invención en cuanto
que es un proceso que sigue a la invención y que puede realizarse en un
momento y en un lugar distinto a ésta última. Así, WEISS y BIRNBAUM
34 Hipólito Molina Manchón, Francisco José Conca Flor
C=cadena central de innovación, h=retroalimentación; f=bucle retroalim. relevante; K-R= conex. desde
conocimiento e investigación a la innovación y cursos de retorno (si el problema es resuelto en K, no se
activa el eslabón 3aR, el retorno de la investigación 4 es problemático); D=eslabón directo y problemas
de diseño e invención; T=conex. indirecta entre mercado e investig.; S=conex. directa entr e investig.
Estructura secuencial
10 I+D son las siglas que se suelen utilizar para designar la actividad de Investigación
y Desarrollo, siendo también empleadas en la lengua inglesa R&D (Research and
Development).
42 Hipólito Molina Manchón, Francisco José Conca Flor
En esta misma línea que pretende resaltar las virtudes de las grandes
empresas de cara a la innovación, PARKER (1978, págs. 67 y 68) consi-
dera que las grandes empresas presentan una importante ventaja en lo re-
ferente a la financiación necesaria para la innovación. Piensa que las com-
pañías con alto volumen de negocio pueden soportar mejor los costes fijos
derivados de la I+D y reducir éstos a un relativamente pequeño porcentaje
sobre el total de recursos. Presentan, además, el poder de mercado para
llevar nuevos descubrimientos a los mercados con absoluta rapidez. Ese
mismo poder podría permitirles asegurar un elevado retorno de las inno-
vaciones y recuperar los gastos con rapidez. Incluso la ventaja innovadora
no sería erosionada demasiado rápido por la intrusión de los competido-
res11.
De igual manera que se indican en la literatura económica factores
que favorecen, en el aspecto innovador, a las empresas de mayores dimen-
siones, se señala en la misma un conjunto de factores que colocan a las de
menor tamaño en una ventajosa posición frente a las primeras para em-
prender actividades de innovación. Estos factores generalmente emanan
de las diferentes estructuras organizativas. Por ejemplo, SCHERER (1980)
argumenta que la organización burocrática de las grandes empresas no
resultan conveniente para la adopción de riesgos de I+D. Sin embargo, en
las pequeñas empresas la decisión de innovar es adoptada relativamente
por pocas personas. De igual manera se afirma que la actividad de innova-
ción puede florecer en mayor medida en entornos libres de restricciones
burocráticas. Así, un número de pequeñas empresas arriesgadas se benefi-
cian del éxodo de investigadores que se sienten frustrados por los impedi-
mentos administrativos que suelen abundar en las grandes empresas.
Siguiendo esta misma orientación ROTHWELL y ZEGVEL (1982,
págs. 44 a 54) y VIVES (1988, pág. 28) enfatizan como ventaja de las
empresas de reducidas dimensiones el hecho de estar dotadas de una ma-
yor capacidad de reacción ante cambios en las exigencias del mercado, en
definitiva, una mayor flexibilidad, menores restricciones de carácter buro-
crático en su funcionamiento que posibilitan una reacción más dinámica
por parte de los directivos, a lo que se le añade la existencia de sistemas de
carácter informal pero eficientes para la detección de problemas y para la
reorganización frente a cambios externos. Carecen, en consecuencia, con
11 De acuerdo con LAFUENTE, SALAS y YAGÜE (1985, pág. 107), se puede indi-
car que la gran empresa puede "explotar de forma más conveniente los resultados del
proceso innovador en cuanto, de un lado, tiene recursos para penetrar con facilidad en
nuevos mercados y, de otro, puede multiplicar sus oportunidades para diversificar los pro-
yectos de I+D, rentabilizando así los recursos empleados."
Innovación tecnológica y competitividad empresarial 43
pequeña firma que en una grande, ya que, en este último caso, pue-
de ser frustrada o engullida por las decisiones corporativas.
A pesar de todas las ventajas que en un principio parecen tener las
grandes empresas, ROTHWELL y ZEGVELD (1982, págs. 197 y 198)
vienen a afirmar que las innovaciones más radicales necesitan formas
organizativas novedosas como divisiones autónomas dentro de la empresa
o compañías subsidiarias dedicadas exclusivamente a la innovación.
PAVITT, ROBSON y TOWNSEND (1987, pág. 313) exponen que, imi-
tando el comportamiento de las pequeñas empresas, las grandes se decan-
tan cada vez más por confinar sus actividades de innovación en unidades
de dimensiones más reducidas que quedan bajo su control, formas
organizativas que permiten combinar las ventajas de las PYMES con el
apoyo de la gran empresa.
Con el fin de determinar la importancia relativa de una u otra empresa
en el campo de la innovación, ACS y AUDRETSCH (1990) llevaron a
cabo una investigación acerca de la importancia de las pequeñas empresas
en la generación de innovaciones tecnológicas y su contribución al creci-
miento económico de los EE.UU. De su estudio extrajeron la idea de que
esa importancia relativa va a depender fundamentalmente del tipo de sec-
tor de que se trate. En su estudio determinaron que las diferencias entre los
ratios de innovación12 de pequeñas y grandes empresas, particularmente
en industrias altamente innovadoras, puede ser generalmente explicado
por: 1) el grado de intensidad de capital, 2) el nivel de concentración de
una industria y el grado de concentración de pequeñas empresas que pre-
senta, y, por último, 3) la intensidad innovadora total de una industria. En
particular, la ventaja relativa innovadora de las grandes empresas tiende a
ser suscitada en industrias que son intensivas en capital, publicidad, con-
centradas y altamente sindicadas. En contraste, en industrias que son alta-
mente innovadoras y compuestas predominantemente por grandes empre-
sas, la ventaja innovadora relativa está aferrada a las pequeñas empresas,
se trata de industrias donde el uso de habilidades o know-how es relativa-
mente importante y donde las grandes empresas comprenden una impor-
tante cuota del mercado.
Este planteamiento viene a ser prácticamente coincidente con el ofre-
cido por ROTHWELL (1986, pág. 115) de acuerdo con el cual la relativa
importancia de las empresas de diferentes tamaños en la innovación, en
Comunicación externa (Carecen del tiempo o de los recur- Habilidad para conectarse a fuen-
sos para identificar y usar impor- tes externas de competencia cien-
tantes fuentes externas de compe- tífica y tecnológica. Pueden
tencia científica y tecnológica). subcontratar I+D en centros espe-
cializados. Pueden comprar infor-
mación técnica y tecnología
crucial.
Economías de escala y (En algunas áreas las economías de Capacidad para conseguir econo-
el enfoque de sistemas escala constituyen sustanciales ba- mías de escala en I+D, producción
rreras de entrada. Incapacidad para y marketing. Habilidad para ofre-
ofrecer líneas o sistemas de produc- cer una línea complementaria de
tos integrados) productos. Capacidad para ofertar
un gran conjunto de proyectos.
Regulaciones (No pueden hacer frente a comple- Capacidad para establecer servi-
gubernamentales jas regulaciones). cios legales y hacer frente a los
requerimientos de las complejas
regulaciones. Pueden difundir los
costes de la regulación.
las dos dimensiones y, por otro lado, las ventajas de las grandes empresas
están vinculadas a la disponibilidad de recursosfinancierosy técnicos, mien-
tras que las ventajas de las pequeñas empresas se centran en laflexibilidady
la adaptabilidad ante los cambios. Así pues, y en palabras de ROTHWELL
(1986, pág. 118), las ventajas de las grandes empresas son principalmente
materiales, mientras que las de las pequeñas radican en su conducta.
En relación a la cuestión tratada en el párrafo anterior, resulta intere-
sante tener presente el enfoque de FREEMAN (1975, pág. 210) quien
menciona que "existen significativas diferencias entre industrias en cuan-
to a las realizaciones relativas de empresas grandes y pequeñas. En la in-
dustria química, donde tanto la investigación como el desarrollo son casi
siempre costosos, las grandes firmas predominan en la invención y en la
innovación. En la industria mecánica, el ingenio barato puede jugar un
gran papel y las empresas pequeñas o los inventores hacen importantes
innovaciones". Consecuentemente, podemos concluir con el anterior au-
tor que la importancia del tamaño en la innovación depende del sector
donde se ubiquen las empresas. Como señala el trabajo de ACS y
AUDRESTSCH (1988), la estructura de algunos sectores apoya a las gran-
des empresas mientras que en otros favorece a las de menor tamaño, no
obstante conviene tener en cuenta que, según MARTÍNEZ SÁNCHEZ
(1994a, pág. 44) "esta situación de diferencia interindustrial no es estática
sino dinámica, en el sentido de que durante un período largo de tiempo las
condiciones de la industria pueden cambiar favoreciendo así a un grupo o
a otro de empresas".
En resumidas cuentas, podemos indicar que, de acuerdo con lo ex-
puesto, las grandes empresas presentan serios inconvenientes derivados
del uso de estructuras de corte burocrático y una cierta incapacidad para
motivar al personal técnico. Esto último en la medida en que se ha com-
probado que las personas son más creativas en situaciones de alta tensión
e incertidumbre, circunstancia habitual en las PYMES, con respecto a su
permanencia en la empresa o en referencia a la supervivencia de esta últi-
ma. No obstante, presentan ventajas cuando la gestión de la innovación
exige una importante infraestructura para la I+D (laboratorios, diseño, etc.)
períodos largos y costosos de desarrollo y recursos suficientes para difun-
dir la innovación en el mercado.
Por otra parte, las pequeñas empresas compensan sus carencias de
medios con una gran flexibilidad interna derivada de una fluida comuni-
cación y un mayor compromiso con la empresa. Pueden efectuar aporta-
ciones significactivas mediante mejoras graduales que les permiten con-
trolar segmentos de demanda ignorados o desconocidos por los líderes
(FERNÁNDEZ y BELLO, 1987, págs. 161 y 162).
This page intentionally left blank
CAPITULO II
LA ESTRATEGIA DE INNOVACIÓN
De todas formas estamos de acuerdo con este autor, tal y como hemos
resaltado con anterioridad, ya que considera que "una estrategia tecnoló-
gica tiene que partir del conocimiento de si lo que desea la empresa es una
tecnología para diversificar sus productos o para reducir costes de produc-
ción (fabricación, comercialización, etc.). Esto tiene que quedar determi-
nado por la estrategia de empresa y más específicamente por la estrategia
de innovación" (MARTÍNEZ SÁNCHEZ, 1989b, pág. 58).
En linea con lo anterior, AMBROSIO ORIOZOLA (1991, pág. 90)
considera que el diseño de una estrategia innovadora exigirá una necesaria
intregración de la Planificación de la Tecnología en el Plan Estratégico
Permanente de la Empresa.
No obstante, pueden darse situaciones extremas, unas donde la estra-
tegia de innovación seguida, caso de estrategia "tradicional", no precise
de una estrategia tecnológica dada la carencia de incentivos para innovar;
y otras donde es la estrategia tecnológica la que domina a la estrategia de
innovación en la medida en que es la tecnología la que empuja a la apari-
ción de innovaciones.
Entre una situación y otra existen múltiples combinaciones, en cuan-
to a relevancia de una u otra estrategia, en función de la etapa en la que se
encuentra el ciclo de vida de la tecnología o del ciclo de vida del producto
(véase la Figura 2.4).
14 En relación a esta cuestión CRAWFORD (1989, pág. 28) manifiesta que "la
creación...consiste en volcar la mente hacia afuera. Pocos de nosotros hemos aprendido
alguna vez el arte de pensar hacia adelante porque la educación y la experiencia siempre
nos han recalcado que hay que pensar hacia atrás. Es extraño decirlo, en la mayoría de
nuestros procesos educacionales nos ocupamos con demasiada frecuencia del pasado pero
sin comprender demasiado claramente cómo adecuarlo al futuro".
Innovación tecnológica y competitividad empresarial 63
15 Para una revisión de los distintos métodos ideados para facilitar la creatividad pue-
den cosultarse los trabajos de RAUDESEPP (1989), MARÍN y DE LA TORRRE (1991),
MUÑOZ ADÁNEZ (1994) y MAJARO (1992).
Innovación tecnológica y competitividad empresarial 65
6. Controlando el carácter.
7. Tratando a cada empleado como a un individuo.
Finalmente, está demostrado que para conseguir resultados positivos
de la creatividad es imprescindible mantener una cierta presión sobre el
personal creativo. Esto se alcanza imponiendo objetivos específicos y pla-
zos bien delimitados para lograrlos. Se trataría de la presión suficiente
como para lograr adelantos rápidos, pero no tan alta que sofoque la elabo-
ración y el intercambio de ideas en la fase de solución de problemas.
Por su parte, HUMPRHEY (1989, págs. 148 y 149) expone que, para
que los directivos puedan contribuir a la creatividad general de la empre-
sa, se deben identificar los inhibidores que la misma organización estable-
ce y eliminarlos. Como tales inhibidores se encuentran: un control rígido
y estrecho, una estricta focalización en los proyectos de línea principal,
unas medidas de productividad y controles de negocio rigurosos, la falta
de medios de todo tipo y de lugares de trabajo contiguos entre los equipos
por su efecto negativo sobre la comunicación entre ellos, y la dedicación
exclusiva del profesional creativo a un trabajo específico.
Propone, para establecer y mantener un ambiente innovador adecua-
do, las siguientes medidas:
1. Establecer un programa de recursos técnicos y preocuparse por
identificar y ayudar a desarrollarse a las personas más prometedo-
ras.
2. Apoyar a las personas más creativas, proporcionándoles tiempo y
recursos para dedicarse a sus intereses personales.
3. Reconocer el papel de patrocinador, seleccionando y apoyando a
los inventores y defensores más prometedores.
4. Mantener un nivel de cambio razonable, de tal forma que los gru-
pos ni se estanquen ni se resistan a las nuevas ideas.
5. Prestar una gran atención a las publicaciones técnicas, seminarios,
patentes y educación profesional continuada.
6. Establecer un programa de comunicación de la dirección, inclu-
yendo periódicos, noticias en el tablón de anuncios del día, re-
uniones periódicas de información y otros forum donde los direc-
tores puedan relacionarse informalmente con sus empleados.
7. Proporcionar medios adecuados para permitir que los profesiona-
les trabajen en lugares contiguos y facilitar el apoyo de un
equipamiento moderno.
8. Establecer un programa formal para reconocer y premiar los tra-
bajos sobresalientes.
No obstante a lo indicado en párrafos posteriores, presentamos el plan-
teamiento de MCMURRY y HAMBLEN (1989, pág. 155), de acuerdo
66 Hipólito Molina Manchón, Francisco José Conca Flor
16 Al respecto, DEAL y KENNEDY (1985, pág. 168) ponen de manifiesto que "el
cambio siempre amenaza a una cultura. Las personas se apegan fuertemente a los héroes,
las leyendas y los rituales de la vida diaria, a la alharaca de los espectáculos extravagantes
y a las ceremonias: a todos los símbolos y decoraciones escénicas de su lugar de trabajo. El
cambio desmantela estas relaciones y deja a los empleados confundidos, inseguros y fre-
cuentemente enojados".
17 En relación a esta cuestión véase el trabajo de BANCROFT (1992, págs. 4 a 13),
donde son enumerados cinco tipos de cambio: aislado, reactivo técnicamente conducido,
reactivo organizacionalmente conducido, enlazado, e integrado.
Innovación tecnológica y competitividad empresarial 67
presenta, no es por gusto, ni por afán estético o por seguir la moda, sino
porque de él depende la supervivencia de la empresa". Como manifiesta
WILSON (1994, pág. 39) en este sentido, "la causa más comúnmente ex-
presada de cambio tiene algo que ver con los acontecimientos del exterior
de la organización".
Finalmente, con referencia a la búsqueda de un mejor equilibrio, si
bien existe una tendencia innata a la actualización en la persona humana,
es decir, a tratar de convertirnos en aquello que podemos llegar a ser, po-
dríamos aplicar un planteamiento similar en relación con los sistemas
organizacionales. Dadas ciertas condiciones, podemos pensar que un sis-
tema organizacional se verá motivado a cambiar sobre la base de una bús-
queda de un mejor equilibrio.
La etapa siguiente, llamada movimiento, implica la adquisición de
nuevas conductas y actitudes en base a la observancia de los elementos del
entorno que brindan soluciones o alternativas a la situación actual del sis-
tema, una vez iniciado el proceso de descristalización, como forma de
completar y asegurar el cambio, cuya necesidad ha sido reconocida y sen-
tida. SCHEIN (1982, págs. 225 y 226) establece que esta fase también
puede deberse a que el sujeto se identifica con un rol modelo desempeña-
do por otra persona y aprende a ver las cosas desde el punto de vista de
esta última.
Durante la fase de recristalización se produce la integración del nue-
vo comportamiento en el interior del sistema, en su práctica diaria. A esta
etapa se llega si se ofrece al individuo un modelo de comportamiento que
resulte funcional e inteligible, lo cual contribuye a sustituir los patrones
conductuales anteriores (ALBANESE, 1980, pág. 496).
Resumiendo, de acuerdo con CLAVER, GASCÓ y LLOPIS (1995,
pág. 415), lo primero que sucede es la supresión de las actuales conductas,
ideas y prácticas (descristalización), facilitándose así el aprendizaje de las
nuevas, ya que, si se resquebrajan, luego será más fácil inculcar otras más
acordes con las pretensiones organizacionales. Seguidamente, vendría la
transformación propiamente dicha (movimiento) en la que la implanta-
ción de toda una nueva forma de actuar deberá ser asimilada; se aprenden
nuevas ideas y prácticas para que el empleado pueda pensar y desempeñar
de acuerdo con los nuevos conceptos. El proceso no acaba aquí, sino que
habrá que ir cuidando esta reciente personalidad común, a fin de que per-
dure y se transmita a los colaboradores que vayan ingresando en la empre-
sa (recristalización), de esta manera se produce la integración de lo apren-
dido en la conducta habitual.
El proceso de cambio descrito en párrafos anteriores, esto es, la ma-
nera en la que la organización vive un cambio, es provocado habitualmen-
70 Hipólito Molina Manchón, Francisco José Conca Flor
19 Tanto para este punto como para el anterior, lograr el reconocimiento efectivo de la
necesidad de cambio exige la presencia en la empresa de cuatro condiciones necesarias
(PLANT, 1991, págs. 61 a 63):
1. Habilidad para captar las señales y apuntes, especialmente los débiles. En muchas
ocasiones ello supone acudir a empleados ubicados en puestos claves no directi-
vos, a través de las líneas de comunicación informal.
2. Aceptación selectiva de las señales, incluyendo aquellas que suponen mensajes
poco complacientes o dañinos.
3. Buena voluntad de escuchar activamente los mensajes recibidos. Implica no sólo
escuchar los mensajes, sino trabajar duro para clasificarlos y darles sentido, en
cuanto a sus incidencias sobre la organización.
4. Una cultura en la organización que aliente un flujo de señales e información a
través del sistema.
Innovation tecnologica y competitividad empresarial 714
22 Este mismo autor nos ofrece, citando el trabajo de ADAMS, HAYES y HOPSON
(1976), la description de un proceso en cinco fases que recoge el comportamiento de los
sujetos ante la implantacion del cambio: rechazo, defensa, descarte, adaptation e
internalizacion.
Innovation tecnologica y competitividad empresarial 75
- Los habitos
- El miedo a lo desconocido
LAS RESISTENCIAS - El principio de primacia
LIGADAS A LA - La preferencia por la estabilidad
PERSONALIDAD - La perception selectiva
- La satisfaction de las necesidades
- La identification de la situation actual
ZANDER (1980, pags. 478 a 480), por su parte, seiiala las siguientes
circunstancias que provocan situaciones de resistencia:
1. La naturaleza del cambio no es evidente para la gente sobre la cual
va a influir.
2. Personas distintas daran diferente significado al cambio propuesto.
3. Las personas influidas se ven aprisionadas en un conflicto entre
fuerzas que las impulsan a realizar el cambio y otras que lo impi-
den.
4. Las personas influidas por el cambio se ven presionadas para rea-
lizarlo, sin que exista participation en la naturaleza o en la direc-
tion del cambio.
5. Se realiza la modification por razones personales y no por exigen-
cias organizacionales.
6. Se pasan por alto instituciones del grupo ya establecidas (costum-
bres y relaciones entre empleados).
Una vez analizada brevemente la naturaleza de la resistencia al cam-
bio estamos en condiciones de plantear como veneer esa resistencia, sa-
biendo que la respuesta a esa pregunta nos proporciona un conjunto de
medidas que ayudan a una implantation del cambio con exito. Son innu-
merables las propuestas que al respecto se han efectuado, por ello tratare-
mos de ofrecer una vision resumida de algunas de ellas.
CARNALL (1991, pags. 40 y 41) propone las siguientes guias:
1) Mantener a todos informados, explicando los planes relativos al
cambio claramente. Para autores como BARTLETT y KAYSER
(1980, pag. 447), "la gente -sola o en grupo- no se resiste al cam-
bio en si, sino a la incertidumbre que crea". Es esta incertidumbre,
referente a nuevos patrones, situaciones o problemas que podran
surgir, la que conduce a que los individuos intenten conservar lo
establecido.
2) Explicar el cambio en terminos que los empleados lo vean como
relevante y aceptable; mostrar como el cambio se ajusta a las ne-
cesidades y planes del negocio; gastar tiempo y esfuerzo en pre-
sentaciones.
3) Preparlo cuidadosamente mediante un completo diagnosis
organizacional; dedicar tiempo a los sujetos y a los grupos, cons-
truyendo confianza, comprension y apoyo.
4) Involucrar a las personas mediante un feedback de propuestas.
McMURRY (1980, pag. 455) tambien sugiere que se les podria
permitir participar en discusiones y en la planificacion de los cam-
bios antes de su implantacion y en decidir donde y cuando serian
llevados a cabo.
Innovation tecnologica y competitividad empresarial 77
gen con los cambios. Es decir, vienen a ser el resultado de una predisposi-
tion a aceptar el reto planteado por cualquier tipo de oportunidad, de tal
manera que ese caracter casual y voluble queda, en la mayoria de los ca-
sos, en una mera apariencia.
Podemos afirmar que las firmas innovadoras son plenamente cons-
cientes de la dinamica de la innovation y no creen que esta venga determi-
nada, pero tampoco consideran que la information que pueda conducir a
esa innovation es erratica y que nadie es capaz de predecirla (DRUCKER,
1981, pag. 268).
De esta manera las empresas de exito presentan unos "directivos que
han asumido que el futuro puede ser sustancialmente distinto del presente.
Han comprendido que si el cambio se produce, sera rapido. Creen que
existen ciertos esquemas de cambio que son previsibles y susceptibles de
ser analizados... Creen que la innovation es inevitable y administrable...
Suponen que los innovadores, los atacantes, lograran, en ultima instancia,
ventaja, e intentan estar entre ellos, sin por ello renunciar a los beneficios
actuales... Dan por supuesto que innovar es arriesgado, pero no hacerlo
aun lo es mas" (FOSTER, 1987, pag. 34). Se trataria de unos directivos
que han sabido trasladar este amplio abanico de ideas a todos los integran-
tes del conjunto organizativo, convenciendoles de su idoneidad y oportu-
nidad dadas las condiciones ambientales.
La conclusion que se deriva de las anteriores posturas es que la em-
presa debe considerar a la innovation como un proceso nada exceptional
ni extraordinario sino frecuente y comun, caracterizado por su habitualidad.
Estas exigencias formuladas a la empresa en cuanto a "imagination" o
"creatividad", y en cuanto a la aceptacion del cambio como algo inherente a
la propia organization, requiere de la empresa una "cultura" un tanto espe-
cial, es decir, una cultura que considere al cambio como un elemento coti-
diano, algo que forma parte del dia a dia, y que en ningiin caso ponga trabas
a cualquier modification que implique una alteration de las normas estable-
cidas. Al contrario, se necesita una cultura que estimule el proceso de gene-
ration de nuevas ideas y su aplicacion interna o en el mercado, con el fin
ultimo de alterar los mercados, acondicionar a la empresa a las discontinui-
dades de los mismos y obtener, de esta manera, ventajas competitivas.
En definitiva, lo que venimos a propugnar con todas estas palabras es
la necesidad de que las empresas que desean ser innovadoras eviten barre-
ras culturales al cambio que les hagan perder su ventaja competitiva
(BRANEN, 1991, pag. 59) y que, por contra, lleguen a desarrollar una
verdadera cultura orientada a la innovation, la cual contribuya a la dispo-
sition de la empresa a aceptar los cambios dentro de un marco establecido
por una reflexion estrategica.
80 Hipolito Molina Manchon, Francisco Jose Conca Flor
I. Introduction
Los modelos estructurales que nos preocuparon durante los dos ante-
riores subapartados nos han proporcionado las bases para considerar como
formas estructurales que contribuyen a la innovation, siguiendo la tipologia
de MINTZBERG (1991), la estructura simple y la adhocracia, formas en
las que se concreta el modelo organico.
A continuation nos ocuparemos brevemente de la primera estructura,
para tratar con mayor profundidad la segunda. En ambos casos analizare-
mos sus elementos caracteristicos, asi como sus posibilidades en el campo
de la innovation.
La estructura simple presenta como mecanismo basico de coordina-
tion la supervision directa, resaltandose el papel del pionero o fundador.
El pionero, haciendo uso de una centralization estructural tanto horizon-
tal como vertical, actua como la fuerza conductora que guia a la organiza-
tion en la direction de crear un producto y un mercado. En este tipo de
estructura, el pionero mantiene el poder de toma de decisiones y la autori-
dad en sus propias manos. El negocio crece a su alrededor en una estructu-
ra con forma de margarita, puesto que controla personalmente la produc-
tion, las ventas, las finanzas, el personal, la investigation y desarrollo, etc.
Es el quien actua como elemento coordinador, siendo el criterio de agru-
pacion en unidades un criterio de caracter funcional pero de modo muy
poco estricto.
El principal problema al que el fundador y su organization se enfrentan
es la supervivencia, de ahf la centralization de todas las facetas de la organiza-
94 Hipolito Molina Manchon, Francisco Jose Conca Flor
24 Con referenda a esta forma estructural, MINTZBERG (1991, pags. 484 a 488)
distingue dos tipos: la operativa y la administrativa. La primera lleva a cabo proyectos
innovadores por cuenta de sus clientes. En ella, el trabajo de operaciones y el administra-
tivo se combinan en una labor unica. En esta forma estan ejemplificadas organizaciones
tales como agendas de publicidad creativa, laboratories de investigacion en la frontera de
la ciencia o empresas de consultores; organizaciones que, por lo general, son jovenes. Por
su parte, la adhocracia administrativa emprende proyectos por cuenta propia. Aqui si en-
contramos una separacion tajante entre el trabajo administrativo y de operaciones. El com-
ponente ejecutivo permanece aislado del resto de la organizacion subcontratandose, auto-
matizandose o imponiendoles estructuras independientes de tipo burocratico. De esta for-
ma, se consigue que el componente administrativo lleve a cabo el trabajo de diseno innova-
dor sin verse perturbado por las exigencias de normalizacion del niicleo de operaciones.
Como ejemplo tipico de este tipo de configuracion se suele mencionar las agencias espa-
ciales.
Innovation tecnologica y competitividad empresarial 97
28 No obstante, como sefiala GALBRAITH (1977, pag. 167), "no hay evidencia que
indique que la autoridad multiple y el conflicto de papeles conduzca a la inefectividad"
organizacional.
Innovation tecnologica y competitividad empresarial 101
2. El concepto de tecnologia
ritmo de mejora mas lento. Se produce una notable disminucion del ratio
de avance tecnico y comercial, incrementandose la vulnerabilidad de la
tecnologia utilizada ante presiones de sustitucion planteadas por parte de
tecnologfas competidoras en etapas tempranas de desarrollo.
De acuerdo con el modelo expuesto, la tecnologia presenta un limite
que se puede deflnir por la relation resultados/inversion. En efecto, las me-
joras que se pueden alcanzar con inversiones continuadas en I+D para una
determinada tecnologia vienen determinadas por la diferencia entre el esta-
do actual de la cuestion y el limite de esa tecnologia. Cuando el estado de la
cuestion esta proximo al limite, cada incremento del esfuerzo investigador,
afirma FOSTER (1986b, pag. 36), produce mejoras menos relevantes en
vista de que las ideas mas efectivas, presumiblemente, han sido ya usadas.
De tal forma que, cuando se esta cerca de ese limite, el coste de seguir
progresando se incrementa enormemente: la tecnologia ha llegado a su fase
de madurez (FERNANDEZ y FERNANDEZ, 1988, pag. 110).
No obstante a lo indicado en parrafos anteriores, el hecho de que se
hay a alcanzado el limite de una tecnologia no supone que deje de existir
otra que permita satisfacer de mejor manera al cliente en su necesidad. Se
produce, debido a los limites existentes y al surgimiento de tecnologfas
con mayor rendimiento (LARUE DE TOURNEMINE, 1991, pag. 123), la
discontinuidad tecnologica o, lo que es lo mismo, la sustitucion de una
vieja tecnologia por otra nueva (vease la Figura 5. 7). Por ello, las curvas
en S casi siempre se presentan por parejas. El salto entre las curvas S
representa una discontinuidad: "el punto en el que una tecnologia reem-
plaza a otra" (FOSTER, 1987, pags. 105 y 106).
33 Conviene tener presente, segiin senate CORRALES PEREZ (1991, pag. 96), que
. los avances tecnologicos de los sectores punta son de alcanze horizontal, es decir, que
acaban aplicandose en areas muy distintas para las que han sido desarrollados.
118 Hipolito Molina Manchon, Francisco Jose Conca Flor
dades tanto del cliente intemo como del cliente extemo; por tanto, supo-
nen un mejor servicio al cliente, un ahorro de materiales, una mejora del
diseno y la calidad y la oportunidad de introducir frecuentemente mas
productos.
Todos estos aspectos deben ser tenidos en cuenta por parte de la di-
rection de la empresa ya que, como pone de manifiesto PORTER (1987,
pags. 181 y sgtes. ), al incorporarla a su planteamiento de cadena de valor,
la tecnologia esta presente en cualquier actividad de valor desarrollada
por la empresa. Cualquier actividad de valor utiliza alguna tecnologia para
combinar materiales y maquinaria con recursos humanos y fabricar algun
producto. Este autor concibe a la empresa como una coleccion de activi-
dades y, por lo tanto, como un conjunto de tecnologias que hay que saber
aprovechar o explotar dada su significativa incidencia en las ventajas com-
petitivas que esta presenta o sobre la estructura del sector industrial donde
actua (vease la Figura 5. 8).
Marca Insignia
Unidades
Productos
esenciales
(plataformas)
Competencias
esenciales
41 A diferencia de lo que ocurre con cualquier otro tipo de activo empresarial, resulta
conveniente indicar que no es frecuente el que las empresas se preocupen por conocer con
precisión la extensión e importada de sus competencias tecnológicas. Tal circunstancia se
debe a la facilidad que existe para inventariar activos tangibles, frente a la dificultad de
especificar activos intangibles como, por ejemplo, los conocimientos o el know-how.
Innovación tecnológica y competitividad empresarial 155
44 Referente a este tema, VAN DER EERDEN y SAELENS (1991) nos ofrecen una
interesante aproximación al uso de los indicadores científicos y técnicos en la planifica-
ción estratégica.
Innovación tecnológica y competitividad empresarial 161
OBSERVACIONES DE CAMPO
* exámenes o pruebas a sistemas tecnológicos de primera mano (ingeniería inversa)
* instalaciones
* evaluaciones personales en el lugar a corto plazo, visitas o viajes
INDIVIDUOS EXPERTOS
* relaciones profesionales con individuos lo que permite tener un contacto inmediato
con la tecnología
- entrevistas a corto plazo
- colaboraciones a largo plazo
* reuniones personales informales con asociados técnicos
* empleo de consultores
* contratar con personal clave
LITERATURA TÉCNICA Y DE NEGOCIOS
* publicaciones (domésticas y extranjeras)
- suscripción a periódicos técnicos
- intercambio de publicaciones/noticias
- diarios
- traducciones y resúmenes
- patentes o aplicaciones de patentes
- publicaciones internas o de la compañía
- actas de conferencias o simposios
- revistas técnicas
- informes de asociaciones industriales o comerciales
- informes o noticias gubernamentales
- abstracts o documentos resúmenes
* documentos no publicados
- informes de viajes a lugares o reuniones tecnológicas
- correspondencia
- bases de datos computerizadas
- materiales para sesión de información
- notas de reuniones
CONTACTOS ORGANIZACIONALES
* conferencias, reuniones o presentaciones de profesionales técnicos
* contactos profesionales generales a través de acuerdos organizacionales tales como
joint ventures, fusiones/adquisiciones, acuerdos de licencia, delegaciones, representan-
tes de ventas, mailings o distribución
* miembros de organizaciones internacionales o asociaciones industriales
técnico puede ser estimado a partir del tiempo exigido para introducir una
tecnología determinada en el mercado, así como, de la probabilidad de fra-
caso tecnológico durante su desarrollo. El riesgo comercial puede ser calcu-
lado en función de los costes previstos para la inversión y del potencial de
beneficios. La comparación de ambos factores nos proporciona una matriz
de riesgo tecnológico, en la que serán situadas las tecnologías que preocu-
pan a la firma. Con la incorporación de cada tecnología en la matriz, repre-
sentada mediante un círculo con un diámetro proporcional al volumen de
inversión que la misma exige, conseguiremos una visión global de la forma
en que se distribuye el riesgo de las inversiones en tecnología.
49 En clara referencia a esta problemática, SIDRO CAZADOR (1988, pág. 30), seña-
la que en cualquier proceso de transferencia de tecnología se dan dos objetivos. Un objeti-
vo inmediato, como es aplicar adecuadamente la tecnología adquirida según las necesida-
des de la empresa, y un objetivo no tan inmediato como es procurar maximizar la asimila-
ción de los conocimientos transferidos de manera que puedan convertirse en activos tecno-
lógicos de la empresa. En definitiva, se pretende:
- transformar un alquiler en un activo propio,
- pasar de un cierto nivel de dominio a otro superior,
- hacer la empresa más permeable a otros conocimientos,
- innovar de forma rápida y segura, aunque se incurra, a veces, en costes comple-
mentarios para desarrollos propios.
De todo lo dicho se desprende la preocupación que deben sentir los directivos de la
empresa por no sólo adquirir la tecnología que necesita, sino también en la formación de
sus empleados en el aspecto tecnológico.
176 Hipólito Molina Manchón, Francisco José Conca Flor
Es quizá este último aspecto, esto es, se trata de una estrategia alta-
mente arriesgada, su principal característica, puesto que, como ya hemos
reseñado con anterioridad, exige un alto compromiso con todos los pro-
yectos de carácter innovador. No obstante, como compensación, se espera
la recepción de importantes beneficios, a la vez que la creación de barreras
competitivas frente a los competidores.
Al inconveniente antes señalado podríamos añadir otros relacionados
con los costes de la innovación y con los riesgo de cambio. De esta manera
tenemos la obtención de autorizaciones para poder implantar la innova-
ción, la educación de los clientes, el desarrollo de una infraestructura ade-
cuada (servicio postventa y formación del personal), el diseño y desarro-
llo de los elementos del sistema de producción, la inversión para puesta a
punto de los productos complementarios y el coste de compra de materia-
les especiales.
Una firma que ambiciona ser el líder tecnológico de su industria bus-
cará proteger su posición patentando las invenciones de sus ingenieros.
Este procedimiento es ocasionalmente efectivo, proporcionando muchos
años de explotación beneficiosa, pero esto es la excepción. Las razones
son dobles. Cuando la tecnología se mueve con rapidez, el producto se
vuelve obsoleto en un plazo de tiempo reducido, de esta manera incluso
sin una patente, podría ser difícil para cualquiera copiarlo en un plazo de
tiempo que permitiese hacerse con gran parte del mercado. Cuando la tec-
nología se mueve lentamente, las auténticas rupturas son raras y muchos
de los nuevos productos son también similares a sus predecesores lo que
dificulta la obtención de una protección significativa mediante patentes
(MCLEOD, 1988, pág. 50).
2.- Estrategia de seguidor tecnológico.
Implica, evidentemente, una importante posición competitiva conse-
guida en base al marketing y al servicio técnico a los clientes, así como
una considerable inversión en tecnologías avanzadas, de una manera nor-
malmente reactiva, si se quiere seguir al líder, manteniendo un nivel técni-
co adecuado en todas las tecnologías requeridas en el sector correspon-
diente. De esta manera se elude el riesgo de ser el primero o el coste de la
investigación básica. Su desarrollo recomienda encarecidamente una alta
capacidad en ingeniería de desarrollo, personal altamente cualificado y
una estructura organizativa muy flexible, capaz de adaptarse con rapidez
ante cualquier cambio tecnológico. Es, en consecuencia, una estrategia
menos ambiciosa que la de liderazgo tecnológico pero perfectamente ra-
zonable.
182 Hipólito Molina Manchón, Francisco José Conca Flor
LEWIN, K. (1968): Resolving social conflicts. Harper & Row. Nueva York.
LIPPIT, G.L.; LANGSETH, P. y MOSSOP, J. (1989): El cambio en las
organizaciones empresariales. Desclée de Brouwer, Bilbao.
LLOPIS TAVERNER, J. (1992): La Cultura de Empresa. Análisis y enfo-
que cualitativo para la toma de decisiones. Universidad de Alicante y
Caja de Ahorros del Mediterráneo, Alicante.
MAGEE, J.P. (1983): "Managing technology in an strategic context".
IXeme. Congress International de Planification d'Enterprise, París.
MAHONEY, J. y PANDIAN, J.R. (1992): "The resource-based view within
the conversation of strategic management". Strategic Management
Journal, Vol. 13, págs. 363 a 380.
MAIDIQUE, M.A. y FREVOLA, A.L. (1988): "Technological strategy",
en BURGELMAN, R.A. y MAIDIQUE, M.A. (ed.): Strategic
management of technology and innovation. Richard D. Irwing,
Homewood, Illinois, págs. 233 a 235.
MAIDIQUE, M.A. y PATCH, P. (1988): "Corporate strategy and
technological policy", en TUSHMAN, M.L. y MOORE, W.L. (ed.):
Readings in the management of innovation. Ballinger, Cambridge,
págs. 236 a 248.
MAIDIQUE, M.A. y HAYES, R.H. (1990): "El arte de gestionar la alta
tecnología", en ESCORSA, P. (ed.): La gestión de la empresa de alta
tecnología. Ariel, Barcelona, págs. 87 a 104.
MAJARO, S. (1992): Cómo generar ideas para generar beneficios. La
brecha creativa. GRANICA, Barcelona.
MARCHESNAY, M. (1994): "La competitividad de las empresas: ideas
nuevas sobre un antiguo problema". Comunicación presentada al IV
Congreso Nacional de ACEDE, Septiembre, Barcelona.
MARGULIES, N. y WALLACE, J. (1985): El cambio organizacional.
Técnicas y aplicaciones. Trillas, México.
MARÍN, R. y DE LA TORRE, S. (1991): Manual de creatividad. Aplica-
ciones educativas. Vicens Vives, Barcelona.
MARQUIS, D.G. (1969): "The anatomy of sucessful innovation".
Innovation, Vol. 1, N° 7, Noviembre. Reimpreso en TUSHMAN, M.L.
y MOORE, W.L. (eds.): Readings in the management of innovation.
Ballinger Publishing Company, Cambridge, Massachusetts, págs. 79
a 87.
MARTÍNEZ SÁNCHEZ, A. (1985a): "La importancia de la alta dirección
en la gestión de la innovación". Alta Dirección, N° 123, Septiembre-
Octubre, págs. 67 a 71.
MARTÍNEZ SÁNCHEZ, A. (1985b): "Una política tecnológica en la
PYME". Dirección y Progreso, N°82, págs. 27 a 30.
198 Hipólito Molina Manchón, Francisco José Conca Flor