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Consideraciones sobre producción,

manejo y poscosecha de flores de corte


con énfasis en rosa y clavel
Consideraciones sobre producción,
manejo y poscosecha de flores de corte
con énfasis en rosa y clavel

Víctor J. Flórez R.
Editor
Catalogación en la publicación Universidad Nacional de Colombia ∙ Tabla de contenido ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel / Víctor J.
Flórez R., editor. -- Primera edición. --
Bogotá : Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Agrarias, 2017.
212 páginas : ilustraciones (principalmente a color), diagramas, fotografías
9 Introducción
Incluye referencias bibliográficas
ISBN 978-958-783-185-6 (rústica)

1. Cultivo sin tierra 2. Cultivos de invernadero 3. Cultivo hidropónico 4. Floricultura 5. Nutrición de plantas
13 1. Consideraciones sobre los cultivos sin suelo de clavel
6. Nutrientes minerales 7. Horticultura 8. Lisímetros 9. Floricultura 10. Tecnología poscosecha 11. Sabana de María F. Quintero C., Miguel Guzmán P., Carlos A. González M.,
Bogotá (Cundinamarca) (Colombia) I. Flórez Roncancio, Víctor Julio 1961-, editor II. Juan Luis Valenzuela, José Marín Sánchez y Pablo Delgado Sánchez
Título
35 2. Aplicaciones de nutrición vegetal en cultivos de flor de corte
CDD-23 631.583 / 2017 Raúl I. Cabrera, Alma R. Solís-Pérez, Carlos A. Gómez G.

Consideraciones sobre producción, 51 3. Química de la solución del suelo


manejo y poscosecha de flores Martha C. Henao T.
de corte con énfasis en rosa y clavel
65 4. Tolerancia y manejo de salinidad, pH y alcalinidad en cultivos de flores
Raúl I. Cabrera y Alma R. Solís-Pérez y William J. Cuervo-Bejarano

© Universidad Nacional de Colombia


Sede Bogotá - Facultad de Ciencias Agrarias 77 5. Manejo de la nutrición nitrogenada en cultivos de flores
© Víctor J. Flórez R. - Editor
Raúl I. Cabrera

© Autores varios
89 6. Fertilización foliar complementaria para cultivos de flores de alto rendimiento
ISBN (papel): 978-958-783-185-6
Manuel I. Gómez S.

ISBN (digital): 978-958-783-xxx-x


Primera edición impresa, noviembre de 2017 99 7. Aspectos relacionados con la calidad de los análisis de suelo y de tejido vegetal,
y su uso en las recomendaciones de manejo de la fertilización de cultivos
Martha C. Henao T.
Preparación editorial
Facultad de Ciencias Agrarias
ceditor_fagbog@unal.edu.co 117 8. Interpretación de análisis de suelos y sustratos
www.cienciasagrarias.bogota.unal.edu.co
Jaime Torres B.

Corrección de estilo: Deixa Moreno Castro 135 9. Lisímetros volumétricos


Diseño y diagramación: Laura Londoño M.
Carlos A. González M., Quelbis R. Quintero B., Víctor J. Flórez R. y María F. Quintero C.

Gráfica de la portada: Información registrada por un lisímetro de pesada


en campo - Leonardo Sandoval, Víctor Flórez y Carlos González
167 10. Lisímetros de pesada
Carlos A. González M., Quelbis R. Quintero B., Víctor J. Flórez R. y Harold Tafur H.

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio


sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales
191 11. Consideraciones sobre factores que influyen en la
longevidad poscosecha de flores de corte
Carlos A. Gómez G., Aníbal O. Herrera A. y Víctor J. Flórez R.
Todos los derechos reservados
Bogotá, D. C., Colombia

∙7∙
Introducción

El editor, a través de los autores del presente documento, intenta abordar aspectos de
manejo con la más amplia óptica del desarrollo del cultivo; es decir, desde características
del sustrato hasta consideraciones en poscosecha que afectan la longevidad de los tallos
florales. Esto, con la finalidad de aportar a los interesados en el sector floricultor colombia-
no insumos que pudieran influir en la optimización de los manejos de los cultivos de flor de
corte en la horticultura intensiva que se desarrolla en las zonas productoras del país.

Por eso, se hacen contribuciones sobre la cascarilla de arroz como sustrato, sin duda
el ingrediente más ampliamente utilizado en los sustratos que se han usado en los culti-
vos sin suelo en la floricultura colombiana; luego se abordan aplicaciones de nutrición, la
química de la solución del suelo, la tolerancia y el manejo de parámetros de la solución
salina fertilizante y completa con consideraciones sobre fertilización foliar complementaria.
Posteriormente, se incursiona en la calidad de los análisis de suelo y de tejido vegetal, así
como su uso en las recomendaciones de manejo y en la interpretación de análisis de suelos
y sustratos; son capítulos de relevancia para los técnicos y estudiosos y se espera que sean
una herramienta útil en el adecuado manejo de los análisis que tanto se emplean pero se
interpretan y utilizan generalmente de manera pobre o inadecuada. La parte de nutrición se
profundiza con el manejo de la nutrición nitrogenada, esencial en las fórmulas de fertirriego
en la horticultura intensiva y tal vez el ingrediente más polémico y de más cuidado para un
agroecosistema como el de la Sabana de Bogotá. Recuerden que el movimiento del nitrato
en el perfil del suelo básicamente acompaña al del agua y, en ese sentido, hay una gran
responsabilidad en la contaminación de aguas superficiales y profundas si no se toman las
medidas correctivas oportunamente.

El capítulo Consideraciones sobre los cultivos sin suelo de clavel, de autoría de Quin-
tero et al., se reformuló con base en la publicación Quintero et al. (2013): ‘Utilización de la

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Introducción

cascarilla de arroz en sistema de cultivos sin suelos: una revisión’ en la Revista Flor y Cultura tada aplicación de la tecnología de fertirriego necesariamente contribuye a generar mayor
Colombiana, edición No. 2:39-44. De manera similar, el capítulo Manejo de la nutrición ni- competitividad de la producción de flores de corte. Dicha aplicación de la tecnología debe
trogenada en cultivos de flores, de autoría de Cabrera, se reformuló con base en la publica- resolver, entre otras, preguntas básicas como: i) ¿cuánta agua consume el cultivo durante
ción Cabrera (2005): ‘El nitrógeno afecta la productividad y calidad en rosas de invernadero su ciclo de producción y por estadios fenológicos?; ii) ¿qué porcentaje de drenaje sería el
así como el medio ambiente’ de la Revista Asocolflores, volumen 66:34-4. más conveniente para mantener unos rangos de salinidad en el sustrato apropiados para el
cultivo?, y iii) ¿cuántos pulsos de riego y que volumen debería ser aplicado al cultivo?
En el capítulo Aplicaciones de nutrición vegetal en cultivos de flor de corte, de autoría
de Cabrera et al., los autores se propusieron actualizar la información publicada en 2011, Para resolver estas preguntas, la Dirección de Investigación de la Universidad Nacional
con el título ‘Particularidades de fisiología vegetal y nutrición mineral, con énfasis en estre- de Colombia - Sede Bogotá, financió el proyecto Lisímetro de pesada en campo, como he-
ses, en rosas de invernadero’, de autoría de Cabrera y Solís (páginas 91 a 105). Asimismo, rramienta de ayuda en la toma de decisiones para aplicación de fertirriego en el cultivo de
para fortalecer el conocimiento previo, en el capítulo Tolerancia y manejo de salinidad, pH clavel. En este proyecto se evaluó el uso de un lisímetro de pesada desarrollado durante el
y alcalinidad en cultivos de flores, Cabrera et al. se propusieron a actualizar la información último lustro por el equipo del proyecto, el cual combina un sistema mecánico que permite
publicada en 2011, por Cabrera, con el título ‘Importancia de la calidad química del agua su instalación en campo y monitorear en forma continua el peso de las plantas. El sistema
en el fertirriego en cultivos ornamentales’ (páginas 17 a 26). Ambos capítulos fueron pu- mecánico está integrado a un proceso electrónico de adquisición, manipulación y visua-
blicados en el libro Avances sobre fisiología de la producción de flores de corte en Colombia, de la lización de la información generada por el lisímetro. Este proceso como un todo permite
Editorial de la Universidad Nacional de Colombia. determinar en forma horaria el consumo de agua por las plantas y finalmente establecer los
requerimientos de fertirriego del cultivo. En forma general y con especial énfasis en los lisí-
No obstante lo anterior, el libro profundiza en lisímetros como herramienta en la optimi- metros volumétricos y de pesada, construidos y desarrollados por el equipo del proyecto, se
zación del manejo del riego. Hay una gran diferencia entre el manejo del riego tradicional, presentan las ventajas, desventajas, tipos de usos y potencialidad en la investigación de las
que se aplica a los cultivos expuestos directamente a las condiciones ambientales locales, diferentes clases de lisímetros, los cuales son tratados en los capítulos 9 y 10 de este libro.
y los que se siembran en invernaderos, como las flores de corte cultivadas en la Sabana de
Bogotá, con fines de exportación. Los primeros se siembran en el suelo, donde se aprovecha En el trabajo de maestría ‘Medición y modelamiento de la evapotranspiración real del
la precipitación que cae y la aplicación de riego se convierte en una actividad complemen- cultivo de clavel en invernadero en la Sabana de Bogotá’, financiado por el proyecto en men-
taria a este suministro de agua por lluvia, con el fin de satisfacer las necesidades hídricas ción, se usaron lisímetros de pesada y se empezó a recolectar la información producida por
de los cultivos. En la horticultura intensiva bajo cubierta, en invernadero, no se considera este instrumento para determinar un coeficiente de cultivo cercano a las condiciones de la
la precipitación local como componente directo en el balance hídrico del cultivo. Para el Sabana de Bogotá que coadyuve al propósito de estimar el consumo de fertirriego, así como
caso especial del cultivo de clavel, inicialmente por razones fitosanitarias, este se ha venido a disminuir costos de este rubro. Trabajos relacionados con la evaluación de fórmulas de
sembrado en sustrato, cuyas características físicas permiten gran permeabilidad. De manera fertirriego aplicadas, la optimización de los porcentajes de drenaje en las camas de cultivo,
similar, en el cultivo de rosa también se ha adoptado la dinámica de su siembra en sustrato, así como la medición del contenido de humedad (en qué sitios y a qué profundidad en las
cuyas características físicas condicionan un régimen de riego completamente diferente al camas con sustrato) son preguntas que con un adecuado proceso de investigación y con el
que se realiza en cultivos sembrados en el suelo en campo abierto. En los cultivos intensi- apoyo del equipo lisímetro de pesada (en proceso de mejora continua) pueden empezar a
vos, a través del sistema de riego por goteo, se irriga entre tres y cinco veces en el día, en ser respondidas.
eventos denominados comúnmente pulsos de riego, según las condiciones climáticas de la
zona que se regará, a diferencia de lo que se realiza en el sistema tradicional de riego por Como era de esperar, al final de libro se ubica el capítulo sobre poscosecha, que aborda
goteo, con frecuencias de riego que pueden ser de uno, dos y hasta tres días. la compleja bioquímica característica en el manejo de un producto vegetal altamente pe-
recedero, sin dejar de plantear estrategias que en el futuro podrían implementarse para el
En el sistema de riego por goteo usado en la floricultura colombiana se aprovecha para control de la fitohormona naturalmente asociada con la senescencia, el etileno.
aplicar solución fertilizante, práctica denominada fertirriego, la cual presupone que los
aportes de nutrientes esenciales que provienen del sustrato son mínimos a diferencia de El editor y los autores esperan que sus contribuciones sirvan como insumos que incidan
los aportes del suelo, que se evidencian mediante el análisis químico del mismo. La acer- de manera significativa en mejorar el manejo de los cultivos, la productividad y la calidad

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel

de flores de corte, teniendo en cuenta que esta horticultura, a pesar de ser intensiva, debe ∙ Capítulo 1 ∙
propender por el uso eficiente del agua y de los nutrientes, enfocándose en mitigar impac-
tos ambientales de tal forma que la actividad continúe siendo social, económica y ambien-
talmente sostenible.
Consideraciones sobre los cultivos sin suelo de clavel*

María F. Quintero C.1, Miguel Guzmán P.2, Carlos A. González M.3, Juan Luis
Valenzuela4, José Marín Sánchez5 y Pablo Delgado Sánchez6

Resumen
El cultivo sin suelo es una técnica muy utilizada en la Sabana de Bogotá para cultivar flo-
res de corte. Un alto porcentaje de los cultivos de clavel y miniclavel se llevan a cabo sobre
un sustrato diferente al suelo natural. Fusarium oxysporum f. sp. dianthi es el patógeno de
suelo más limitante para estos cultivos y los sistemas de cultivo sin suelo pueden contribuir
a mitigar la problemática de la marchitez vascular, enfermedad causada por el hongo en
mención. El sustrato más utilizado en los cultivos de clavel y miniclavel es la cascarilla de

* Para citar este capítulo: Quintero C., M.F., M. Guzmán P., C.A. González M., J.L. Valenzuela, J.M. Sánchez y P.D.
Sánchez. 2017. Consideraciones sobre los cultivos sin suelo de clavel. En: Flórez R., V.J. (Ed.). Consideraciones
sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel. Bogotá: Editorial Universidad
Nacional de Colombia. pp. 11-32.
Este capítulo de libro se reformuló con base en la publicación Quintero C., M.F., M. Guzmán P., C.A. González M.
y J.L. Valenzuela. Utilización de la cascarilla de arroz en sistema de cultivos sin suelos: una revisión. Revista
Flor y Cultura Colombiana, edición No. 2:39-44, abril – junio de 2013. Con autorización de la revista de la
Asociación Colombiana de Exportadores de Flores – Asocolflores.
1  Profesora tiempo completo, Facultad de Agronomía y Veterinaria, Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
San Luis de Potosí, México. maria.quintero@uaslp.mx.
2  Profesor titular, Departamento de Agronomía. CeiA3, Universidad de Almería. Almería, España.
mguzman@ual.es.
3  Profesor asociado, Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional
de Colombia - Sede Bogotá. cagonzalezmu@unal.edu.co.
4  Profesor titular, Departamento de Biología y Geología. CeiA3, Universidad de Almería. Almería, España.
jvalenzu@ual.es.
5  Profesor tiempo completo, Facultad de Agronomía y Veterinaria, Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
San Luis de Potosí, México. jose.marin@uaslp.mx.
6  Profesor tiempo completo, Facultad de Agronomía y Veterinaria, Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
San Luis de Potosí, México. pablo.delgado@uaslp.mx.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 1

arroz, ya sea cruda o tostada, sola o en mezcla con otro medio de cultivo. En este capítulo al., 2015), o para la fabricación de filtros de carbón activado (Valverde et al., 2007). Su uso
se aborda el estudio de las principales propiedades químicas de la cascarilla de arroz, con alimenticio en harinas para animales es muy limitado por el alto contenido de sílice.
un especial énfasis en el estudio de su capacidad de intercambio catiónico, su porcentaje
de saturación en bases (K+, Ca2+, Mg2+ y Na+) y el riesgo de salinización que se presenta con Las propiedades físicas y químicas de la cascarilla de arroz pueden variar según su pro-
su uso, ofreciendo recomendaciones para el manejo de las soluciones de fertirrigación. Del cedencia (Valverde et al., 2007), la variedad de arroz, el tipo de suelo, las condiciones cli-
mismo modo, se estudian sus principales características físicas, profundizando en la reten- máticas y la fertilización aplicada al cultivo (Papafotiou et al., 2001; Kang et al. 2004; Dede
ción de humedad y se propone un modelo útil para calcular la cantidad y la frecuencia de et al., 2012).
agua a aplicar en función del volumen de sustrato, la edad y los requerimientos del cultivo.
Finalmente se hacen observaciones sobre la problemática económica y ambiental asociada En general, los compuestos orgánicos más importantes de la cascarilla de arroz son ce-
a la utilización de este sustrato y se propone la búsqueda de sustratos complementarios y lulosa (39 %), hemicelulosa (20 %) y lignina (22 %), que es más del 75 % de su masa seca; el
alternativos a la cascarilla de arroz. resto lo constituyen grasas y proteínas (3,6 %), entre otros (De Souza et al., 2002; Chaud-
hary y Jollands, 2004; Valverde et al., 2007). Dicho tejido vegetal presenta un contenido
Palabras clave: flores de corte, sustratos, cascarilla de arroz, retención de humedad, fertirriego. relativamente alto en compuestos inorgánicos de aproximadamente el 20% de su masa
seca. De estos, el silicio representa el 94 %, y el 6 % restante está compuesto de K2O, CaO,
MgO, Al2O3 y P2O5 en cantidades decrecientes (Gallo et al., 1974). Es un material rico en
Introducción potasio (3000 a 3.500 mg L-1) y fósforo (80 a 120 mg L-1), y pobre en nitrógeno (menos de
100 mg L-1). Las cenizas de la cascarilla de arroz contienen un 1,55 % de K; 0,23 % de Ca y
Los cultivos sin suelo o cultivos hidropónicos se han implementado a nivel mundial desde 0,24 % de Mg, que pueden ser utilizados por el cultivo donde se utilice como sustrato. El
la década de los 70. Una cantidad importante de materiales se ha ensayado como medio de proceso de quemado libera Cu (0,23 %), Zn (0,46 %) y Mn (0,17 %), que quedan disponibles
cultivo para sustituir aquellos considerados como recursos no renovables, que inicialmente para el cultivo de clavel (Calderón, 2001; Valverde et al., 2007; Quintero et al., 2011b; Car-
se utilizaron, como el caso de la turba, o con elevados costos de obtención, como es el caso mona et al., 2013).
de la vermiculita. Estos ensayos van desde subproductos del mesocarpio del coco –fibras y
polvos de coco– (Abad et al., 2005; Barreto et al., 2012; Arancon et al., 2014), hasta el ba- Este material como sustrato de cultivo es considerado orgánico de baja tasa de descom-
gazo del agave tequilero (Rodríguez-Macías et al., 2010), pasando por cáscara de almendra, posición dado su alto contenido de sílice; es liviano puesto que su densidad aparente varía
residuos de la obtención de aceite de oliva (Altieri et al., 2010), vermicompost (compost entre 0,090 y 0,30 g de masa seca por cm3 (Quintero et al., 2006a). Tiene porosidad elevada
derivado del proceso de la lombricultura) (Lazcano et al. 2010; Ameri et al., 2012), ligno- y capacidad de retención de humedad baja (Quintero et al., 2013a), su conductividad hi-
celulosa (Fornes et al., 2010) y agregados sintéticos (Jayasinghe et al., 2010). Entre ellos dráulica es elevada y su pH es neutro, mientras que su conductividad eléctrica y su capaci-
se encuentra un subproducto que ha venido posicionándose en las últimas dos décadas dad de intercambio catiónico son bajas (Quintero et al., 2011a).
en Colombia y en otros países: la cascarilla de arroz, ya sea cruda, quemada, carbonizada,
compostada o en mezcla con diversos sustratos comerciales para mejorar sus propiedades Mientras en Europa y Norteamérica los sustratos más utilizados son la turba, la lana de
y su precio. En Colombia este material es comúnmente usado como sustrato en los cultivos roca, la fibra de coco, la perlita, la vermiculita y otros derivados de arcillas expandidas, en
de flores en la Sabana de Bogotá desde la década de los 90. los sistemas de cultivo sin suelo en Colombia, el sustrato por excelencia es la cascarilla de
arroz parcialmente quemada o tostada (anexo 1).

La cascarilla de arroz como sustrato En Colombia, el quemado o tostado de la cascarilla puede realizarse directamente en las
zonas productoras de arroz o en las fincas de flores donde se va a utilizar. Tradicionalmente,
La cascarilla de arroz es un tejido vegetal constituido principalmente por celulosa y sí- la cascarilla de arroz se acumulaba en pilas y se encendía por un costado mientras se revol-
lice, el cual se puede usar como combustible por su alto poder calorífico de entre 13,20 a vía con cascarilla cruda hasta obtener el grado de quemado deseado, entre 60 y 100 %. De-
14,20 MJ kg. Su ceniza, el residuo de la quema de la cascarilla, se puede utilizar como aditi- bido al impacto ambiental del quemado de la cascarilla se decidió cambiar este proceso por
vo en la mezcla de concreto para la obtención de ladrillos, entre otros productos (Mattey et uno de tostado más controlado, que minimiza las emisiones y que genera un producto más

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 1

homogéneo. Por estos motivos, desde 2005 se está utilizando, especialmente en las fincas Así mismo, Colombia se ubica en el puesto 25 de la producción mundial de arroz, con
productoras de clavel, la cascarilla tostada en calderas a temperaturas entre 60 y 80 ºC 2.434.853 t en 2013 (Finagro, 2015). Por esto y por la cercanía relativa a la zona producto-
(Patiño, 2000; Quintero et al., 2006 b) (anexo 1). Ello seguramente incide en una estanda- ra, este residuo-sustrato resulta de bajo costo (comparado con turba, lana de roca o perlita)
rización del tostado, el cual está directamente relacionado con la retención de humedad y y de fácil adquisición por ser un subproducto de esta importante industria arrocera. El costo
por ende con el manejo del fertirriego. más significativo lo constituye el transporte a la zona de producción de clavel.

Desde la década de 1970, Colombia (1.300 ha) y, actualmente, Kenia son los mayores Estas dos circunstancias, la disponibilidad de cascarilla de arroz y la incidencia de fusa-
productores de claveles; otros países productores son Turquía (515 ha), México (420 ha), rium han sido determinantes para convertirla en el sustrato más utilizado en los cultivos
Ecuador (150 ha), y Costa Rica y Zimbawe (100 ha). La ubicación ecuatorial de Colombia, sin suelo en la floricultura Colombiana y ha conducido a que más del 90 % de la producción
que implica ausencia de estaciones climáticas marcadas, posibilita la producción de flores colombiana de clavel y miniclavel se obtenga actualmente sobre cascarilla de arroz parcial-
de corte al mismo costo en cualquier época del año, sin necesidad de enfriar o calentar las mente quemada o tostada, o alguna mezcla de estas (anexo 1).
estructuras de protección. Además, esta ubicación permite que los rayos del sol lleguen
perpendiculares, lo que se traduce en una intensidad lumínica muy alta, bajo la cual se Brasil, Malasia, Italia, Estados Unidos, Japón, Grecia, España, Turquía, China y otros paí-
producen flores grandes y de colores intensos. Las temperaturas imperantes para el cultivo ses utilizan ampliamente la cascarilla de arroz como sustrato de cultivo, precisamente debi-
dependen de la altura y justamente alrededor de Bogotá se ubica la Sabana, enorme ex- do a que son países productores de arroz y este subproducto está disponible. Se utiliza solo
tensión plana con altura aproximada de 2.600 msnm, un clima ideal para la producción de o mezclado con fibra de coco, perlita, compost u otro tipo de residuos industriales (Iranzo
claveles, con una temperatura media diurna de 18 a 20 ºC y nocturna de 6 a 8 ºC, lo cual la et al., 2004; Suzuki et al., 2007; Yahya et al., 2009; Evans et al., 2011; Zanin et al., 2011;
hace geográficamente una ubicación ideal. Como colofón, Bogotá se encuentra a tres horas Dede et al., 2012). Por su parte, Burés (1997) señala que en Japón la cascarilla de arroz es
y media, por avión, de la ciudad de Miami, EE. UU., primer mercado para las flores colom- bastante utilizada. Al material empleado se le denomina kuntan, el cual consiste en casca-
bianas (Pizano de Marques, 2001; Asocolflores, 2011). rilla de arroz tostada en un horno entre 300 y 600 ºC. En la tabla 1 se hace referencia de la
utilización de este sustrato en diferentes partes del mundo.
Pero por otra parte, el hongo Fusarium oxysporum f. sp. dianthi es, posiblemente, el pa-
tógeno más limitante para el cultivo de clavel. Su presencia en los suelos de la Sabana de El aporte de cascarilla en los sustratos busca mejorar las propiedades de los mismos,
Bogotá ha obligado a que más del 70 % de la producción de clavel tenga que ser obtenida así la adición de cáscara de arroz a la turba disminuye su porosidad y la cantidad de agua
mediante cultivo sin suelo (anexo 1), pues otra alternativa, como la desinfección de suelos fácilmente disponible. En cambio, en Brasil se mezcla con polvo de coco o residuos sólidos
con fumigantes o con vapor, práctica común en la década de los 80, es hoy en día inviable urbanos (RSU), para agregar materiales gruesos y por tanto aportar porosidad al medio de
desde el punto de vista económico, medioambiental y social, pero también desde el punto cultivo (Guerrini y Trigueiro, 2004; Peil et al., 2012).
de vista legal, por la prohibición del uso de bromuro de metilo, consignado en el Protocolo
de Montreal en 1987, donde se acuerda acabar totalmente con el uso de esta sustancia en
la agricultura mundial para el año 2015. Propiedades físico-químicas de la cascarilla de arroz
En Colombia, esta prohibición se reglamenta mediante la Resolución 00138 de 1996 del Entre las propiedades físicas, químicas y bioquímicas que describen la dinámica de la
Ministerio de Salud, donde se prohíbe la importación, fabricación, comercialización y uso transferencia de materia entre el sustrato y la solución del mismo, se encuentran principal-
de los plaguicidas y desinfectantes con base de bromuro de metilo, solo o en combinación. mente: la disolución e hidrólisis de los constituyentes minerales, el intercambio de iones y
Esta resolución fue modificada por el Acuerdo 000643 del 12 de marzo de 2004 del Mi- la biodegradación de la materia orgánica (Terés, 2001; Higashikawa et al., 2010; Dumroese
nisterio de Protección Social, donde se autoriza la importación, comercialización y uso del et al., 2011).
bromuro de metilo únicamente en tratamiento cuarentenario para el control de plagas en
tejidos vegetales frescos y embalajes de madera a nivel de puertos y pasos fronterizos, pero
no para la desinfección de suelos agrícolas.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 1

Tabla 1. Referencias de la utilización de la cascarilla de arroz como medio de cultivo en algunos ti-simétricos (Carmona et al., 2013). Tras el quemado parcial o tostado de la materia orgánica
países. de la cascarilla, las láminas y las zonas interlaminares de este esqueleto silíceo (tetraedros de
sílice enlazados de forma similar a los minerales secundarios de los suelos) también presen-
País Cultivo o etapa de cultivo Fuente
tan zonas de ruptura con cargas negativas, capaces de intercambiar cationes con la solución
Argentina Plántulas Valenzuela et al. (2008) del medio (Guzmán, 2007; Quintero et al., 2011a; Vélez et al., 2014a). Las partículas de sílice
Calabacín, cattleya intermedia, presentes en las cenizas muestran una distribución bimodal, se crean nanopartículas descu-
alfalfa, portainjertos de cítricos, Vasconcelos et al. (2012), Peil et al. (2012), biertas que pueden transformarse en micropartículas por agregación; en medios ácidos estas
Brasil
plántulas de café, esquejes de Guerrini y Triguero (2004) tienen la facultad de generar geles amorfos de Si (Carmona et al., 2013).
pino, crisantemo, lirio
González-Murrillo et al. (2006), Quintero et al.
En la tabla 2 se presenta el promedio y la desviación estándar de la capacidad de inter-
(2006a; 2006b), Quintero et al. (2009), Quintero
Colombia Rosa, clavel cambio catiónico (CIC), la capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICE), contenidos y
et al. (2012), Rodríguez y Flórez (2012), Vélez et al.
(2014a; 2014b) saturación de bases, así como el pH, la conductividad eléctrica (CE), el porcentaje de mate-
Costa Rica Almácigos de hortalizas Quesada y Méndez (2005) ria orgánica y la concentración de microelementos en el complejo de cambio de cascarilla de
China Ao et al. (2008) arroz tostada antes de usar, obtenida de diferentes orígenes en Colombia.
Geranio, tomate, vinca, Evans et al. (2011), Evans y Gachukia (2008),
EE. UU. Tabla 2. Propiedades físico-químicas de cascarilla de arroz tostada, utilizada en cultivos de clavel en
impatiens, gerbera Kamenidou et al. (2010)
Colombia.
España Gerbera, pimiento morrón Caballero et al. (2009), Iranzo et al. (2004)
Plántulas de pino, Propiedad Unidad Promedio Desviación estándar
Grecia Tsakaldimi (2006), Papafotiou et al. (2001)
ornamentales pH 5,99 0,3
Japón Tomate Inden y Torres (2004), Islam et al. (2002) CE 1,2 0,21
(mS cm-1)
Italia Pimiento, tomate, achicoria Zanin et al. (2011), Sambo et al. (2008) Materia orgánica (%) 36,8 8,00
Irán Fresa, aglaonema Ameri et al. (2012) CIC 19,5 5,7
cmol (+) kg-1
Malasia Celosía Yahya et al. (2009) CICE 7,7 1,7
Pakistán Rosa, clavel Ahmad et al. (2012) Carga variable 11,8 5,3
Uruguay Hortalizas Barbazán et al. (2011) cmol (+) kg-1 3,6 0,8
K
Turquía Pino Aklibasinda et al. (2011) % 48,7 9,3
cmol (+) kg -1 2,7 0,9
Ca
% 34,7 7,7
Capacidad de intercambio catiónico (CIC)
cmol (+) kg-1 1,3 0,5
Mg
% 16,1 5,2
La capacidad de intercambio catiónico (CIC) es una medida de la aptitud de un sustrato
para contener los nutrientes que se encuentran en él (Abad et al., 2002; Benito et al., 2006). cmol (+) kg-1 0,1 0,03
Na
En los sustratos orgánicos, la CIC procede de las superficies y las zonas de ruptura de las % 1,3 0,5
moléculas de celulosa, hemicelulosa y lignina, que forman las paredes celulares de las célu- Fe 13,1 21,3
las vegetales (Prasad y O’Shea, 1998; Gogo y Pearce, 2009). Mn 62,9 20,1
Cu mg L -1
0,4 0,4
La cascarilla de arroz se caracteriza por presentar un esqueleto silíceo, el cual constituye Zn 3,9 1,1
un componente adicional para justificar esta capacidad de cambio. El 98 % de las cenizas de la
B 18,8 5,9
cascarilla de arroz son óxidos (Si-O) e hidróxidos (Si-OH) de silicio con enlaces simétricos y an-

∙ 18 ∙ ∙ 19 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 1

Se observa que esta cascarilla tiene una capacidad de intercambio catiónico de alrededor • Aporte excesivo de sales con el agua de riego o con la solución nutritiva, por la utili-
de 20 cmol (+) kg-1, lo que se corrobora con lo obtenido por Vélez et al. (2014a). Dicha CIC zación de aguas de mala calidad o por la reutilización de los drenajes, como lo hacen
debe tenerse en cuenta a la hora de planear la fertilización en este tipo de sistemas. algunas fincas de flores en la Sabana de Bogotá.

Con respecto a la saturación de K+, Ca2+, Mg2+ y Na+ se ha observado un elevado conteni- • Presencia en el sustrato de una alta CIC junto con una rápida descomposición del sus-
do de K, respecto de Ca y Mg, en los materiales originales. Este desequilibrio debe ser corre- trato, lo que libera cantidades excesivas de nutrientes al medio de cultivo, como sería
gido antes del comienzo del cultivo mediante la aplicación de enmiendas calizas con CaCO3, el caso de la cascarilla de arroz y sustratos a base de cascarilla reutilizada o reciclada, o
CaSO4 y MgO, para disminuir los elevados niveles de K (y Na) y aumentar la disponibilidad mezclas con fibra de coco (Vélez et al., 2014a).
el Ca y Mg en el complejo de cambio, así como corregir el pH (Quintero et al., 2011a).
• Muchas de las propiedades químicas del sustrato y de su solución se modifican en la
Vale la pena resaltar la gran variabilidad (desviación estándar) de algunos parámetros medida que avanza el tiempo de uso con el cultivo de clavel, entre ellas la CIC, lo que
químicos, sobre todo de Fe y Mn, entre los microelementos, que corrobora la variación de- modificaría su pH e incrementaría su concentración o almacenamiento de sales (Quin-
bida al origen de la cascarilla y posiblemente al método y tiempo de tostado. La información tero et al., 2011a).
que se presenta en la tabla 2 proviene de una serie de análisis de sustratos realizados en el
lapso de cuatro años para cascarilla de arroz tostada obtenida de diferentes zonas arroceras Esta salinidad puede provocar toxicidades específicas de determinados iones (magnesio,
de Colombia. sodio y boro, entre otros). Los efectos de la salinidad se deben generalmente a un aporte
excesivo de nutrientes minerales con el fertirriego, con respecto a las cantidades absorbidas
por las plantas y pérdidas por lixiviación (principalmente nitrógeno y potasio) y a la acumu-
Salinización del sustrato a base de cascarilla de arroz lación de otros iones (como sodio y cloro) (Ansorena, 1994; Guzmán. 2007). El incremento
en la salinidad en un sustrato puede corregirse o prevenirse mediante el control en los lixi-
En la solución del sustrato se encuentran sales minerales disueltas como una solución viados (Terés, 2001; Evans et al., 2011).
acuosa de diversa composición y concentración no homogéneas, que conforman la fase lí-
quida del sistema. Esta composición depende del material del que está formado el sustrato, Por otro lado, es necesario ajustar las cantidades de fertilizantes requeridas por el cultivo
mientras que su concentración depende del contenido de humedad y del espacio poroso, y evitar las aplicaciones excesivas de los mismos. En la práctica del riego en el cultivo en
de manera que aquella aumenta a medida que disminuye el contenido de humedad (Burés, sustrato se aplica agua excedentaria, generando elevadas fracciones de lavado para evitar
1997). Esta concentración en la solución acuosa suele ser superior a la habitual en cultivos la acumulación de sales. Este exceso de agua aportada debería variar en función de la época
en suelo, lo que aumenta el riesgo de acumulación de sales disueltas y provoca lo que se del año, el estado de desarrollo de la planta y la calidad del agua de riego de la finca. Todas
conoce como salinidad. Por esta razón, muchos autores han resaltado la importancia de estas situaciones pueden ser prevenidas, en gran parte, si se conocen las propiedades físicas
mantener una elevada fracción de lavado en los sistemas de cultivo sin suelo (Ansorena, y químicas y las variaciones que sufre la cascarilla a lo largo de su ciclo de utilización. El
1994; Guzmán, 2007; Jones et al., 2012; Peil et al., 2012). conocimiento de estos factores integrados seguramente redundará en una mayor eficiencia
del fertirriego.
Según diferentes autores (Terés, 2001; Lozano y Guzmán 2007; Evans et al., 2011), las
causas que pueden originar un incremento en la salinidad del sustrato, una vez introducido
en el contenedor, son: Propiedades físicas e hidráulicas de la cascarilla de arroz
• Presencia de concentraciones elevadas de sales procedentes de algunos de los compo- Con la caracterización física e hidráulica de los sustratos se pretende estudiar una serie
nentes del sustrato. En el caso de la cascarilla de arroz tostada o mezclas con esta, se de propiedades tales como: densidad real, densidad aparente, distribución de tamaño de
presentan elevadas concentraciones de K y Mn. partículas, porosidad o retención de humedad. También se busca poder estimar las curvas
de retención de humedad y de conductividad hidráulica, para estudiar la dinámica del agua
en el sustrato.

∙ 20 ∙ ∙ 21 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 1

El estudio de las propiedades físicas debería ser el primer paso para luego diseñar un Se ha establecido que la conductividad hidráulica en saturación para la cascarilla de arroz
contenedor apropiado, teniendo en cuenta la disposición y tamaño de las raíces, la reten- tostada es de entre 30 y 32 m día-1 (Quintero et al., 2006a). Otros parámetros hídricos im-
ción de humedad y el espacio poroso de dicho material (Sambo et al., 2008; Quintero et al., portantes son las formas en las que el agua se encuentra en el sustrato (agua disponible y
2013a). En la tabla 3 se presentan las propiedades físicas de densidad aparente, densidad agua de reserva). En la tabla 4 se presentan parámetros hidráulicos para cascarilla de arroz
real y porosidad total, para cascarilla de arroz sometida a procesos de carbonización, que- quemada, tostada, nueva y algunas mezclas comúnmente utilizadas en Colombia.
mado o tostado.

Tabla 3. Propiedades físicas de la cascarilla de arroz sometida a diferentes procesos. Manejo del riego y la nutrición en
Densidad Densidad Porosidad sistemas con cascarilla de arroz
Cascarilla de arroz y sus aparente real total Fuente
mezclas
(kg L ) -1
(%)
Los cultivos de clavel en la Sabana de Bogotá presentan una tecnología de fertirriego que
Cascarilla de arroz
0,10 71,0 podría considerarse de las más modernas en la producción agrícola nacional. Los nutrientes
carbonizada (nueva)
Islam et al. (2002) son aportados en forma de fertilizantes de alta solubilidad inyectados dentro del sistema de
Cascarilla de arroz
0,14 76,8 irrigación que transporta los nutrientes a las plantas disueltos en el agua de riego (Ortega,
carbonizada (usada)
Cascarilla de arroz 1997; Rodríguez y Flórez, 2012).
0,29 1,00 79,2 Quintero et al. (2006a)
quemada
0,14 1,69 92,0 Ríos (2008) Desde el punto de vista agronómico, el fertirriego permite suministrar a las plantas los
0,13 0,78 82,4 Quintero et al. (2009)
nutrientes en cantidades apropiadas y mejor equilibradas, en los momentos en que estas
Cascarilla de arroz tostada los demandan durante las diferentes etapas de su ciclo fenológico: desarrollo vegetativo,
0,12 1,68 92,2 Quintero et al. (2013a) floración y producción (Ortega, 1997).

La utilización de sistemas que separen el cultivo físicamente del suelo (cultivos sin suelo)
Tabla 4. Agua fácilmente disponible y agua de reserva para cascarilla de arroz utilizada en Colombia. en la producción de clavel en la Sabana de Bogotá se ha debido principalmente a la proble-
Sustrato Calderón Meneses Quintero et Bohórquez Quintero et
mática fitosanitaria. La alternativa más satisfactoria es la de cultivar las plantas aisladas
(2001) (2004) al. (2006b) (2008) al. (2013a) del suelo mediante el uso de láminas de polietileno, cemento u otro tipo de malla aislante.
Agua fácilmente disponible (% vol.) También cuando se usa suelo en dichas camas, este es enmendado con turba, arena o gra-
villa para mejorar la aireación y la retención de agua (Kazaz et al., 2010). En otros casos, el
Cascarilla de arroz quemada 10 - 20 2,76 17,4 9,57 -
suelo se reemplaza por materiales como perlita, fibra de coco, turba, lana de roca o mezclas
Cascarilla de arroz tostada - - - - 4,6
de turba y arena (Winsor y Adams 1987; Huett, 1994; Borrero et al., 2009). En Colombia
35CAQ - - 10,8 7,72 -
este cultivo se realiza mayoritariamente utilizando cascarilla de arroz pura o en mezclas
65CAQ - - 11,4 5,18 - (González-Murillo et al., 2006; Quintero et al., 2006b; Vélez et al., 2014a y 2014b). La poca
Agua de reserva (% vol.) profundidad de estas camas o contenedores, usualmente entre 13 y 20 cm, suponen un
Cascarilla de arroz quemada 5 - 10 2,52 5 - 11 0,59 - confinamiento restringido de la zona radical. Este hecho requiere de los productores una
Cascarilla de arroz tostada - - - - 1,2 atención especial para mantener niveles deseables de humedad y nutrientes en forma per-
35CAQ - - 5,2 2,11 - manente, por lo que son imprescindibles sistemas de riego por goteo o de baja descarga que
65CAQ - - 4,9 1,87 -
permitan este control.

35CAQ = Mezcla 65% fibra de coco más 35% cascarilla de arroz quemada. En los cultivares de clavel, la naturaleza de su follaje es tal que las clorosis o las variacio-
65CAQ = Mezcla 35% fibra de coco más 65% cascarilla de arroz quemada.
nes de color debido a deficiencias o excesos de elementos nutritivos son menos obvias que

∙ 22 ∙ ∙ 23 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 1

en otros cultivos de ornamentales de invernadero (Nelson y Boodley, 1966). Por otro lado, su potencial genético, es necesario que todos los elementos estén presentes en los tejidos
el amplio periodo de cultivo, su crecimiento lento y el hecho de ser propagado vegetativa- no solamente en concentraciones determinadas, sino también que, entre uno y otro ele-
mente han sido factores que limitan el número de estudios nutricionales ya que ha sido un mento, existan relaciones adecuadas. Dichas relaciones no son obras al azar, pues reflejan
cultivo poco atractivo para realizar este tipo de ensayos por los investigadores (Nelson y funciones que los elementos ejercen en el metabolismo de la planta (Ortega, 1997).
Boodley, 1966; Winsor y Adams, 1987). Sin embargo, se han establecido algunos aspectos
de la nutrición de cultivos comerciales de clavel que requieren atención especial. Asimismo, son numerosos los estudios e investigaciones que muestran la existencia de
una problemática en materia de cálculo de consumo y aplicación de agua, así como de ope-
Los síntomas de deficiencia de N son descritos por Winsor y Adams (1987) como dismi- ración de los sistemas de riego que se emplean en las empresas de flores (González-Murillo
nución en el crecimiento de la planta y producción de pocos tallos axilares, los entrenudos et al., 2006; Esmeral et al., 2011; Rodríguez y Flórez, 2012). La necesidad de racionalizar
con alargamiento anormal y las hojas viejas se vuelven amarillas. Del mismo modo se en- y optimizar el uso del agua y de fertilizantes de manera que la producción de flores sea
contró que en las hojas inferiores comenzó una necrosis en su punta, que progresó hasta sustentable ambiental y económicamente es una necesidad cada vez más sentida. Este con-
extenderse por toda la lámina hacia la base de la hoja. Las plantas que soportan suministro cepto aparece consignado en el código de conducta en cuya elaboración participó la Asocia-
inadecuado de N, en diferentes etapas de desarrollo, sufren de ‘punta doblada’ en varias ción Colombiana de Exportadores de Flores, Asocolflores, a través del programa Florverde
épocas del año, pero el problema se hace más frecuente en condiciones de baja luminosidad. (Ortega, 1997; Asocolflores, 2007; Parrado, 2011).

Por otra parte, los síntomas de deficiencia de potasio se describen por el desarrollo de Sin embargo, al definir las dotaciones de riego y fertilizantes no se contemplan las condi-
manchas amarillas (finalmente necróticas) en las hojas superiores, medias y bajas, espe- ciones climáticas ni las propiedades físico-químicas de los materiales de cultivo utilizados.
cialmente en la punta y a lo largo de los márgenes superiores. La región afectada se vuelve Habitualmente la planificación del fertirriego responde más a un manejo empírico o me-
seca y marchita. Las plantas desarrollan tallos delgados y cortos, hojas angostas y flores diante un modelo de programación que surge de trasladar el manejo aplicado en suelo a un
pequeñas (Winsor y Adams, 1987). cultivo sin suelo. Es evidente que un modelo que nace así no es el más adecuado y por lo
tanto debe generarse conocimiento que permita su optimización. En los cultivos de clavel
Según Holley y Baker (1991) el clavel tiene la capacidad de absorber calcio tan fácilmen- en la Sabana de Bogotá se ha encontrado que la cascarilla de arroz tostada presenta una
te como potasio, en este sentido es diferente a otras muchas plantas reportadas en la litera- variación con el tiempo de utilización que debe tenerse en cuenta a la hora de gestionar el
tura. El sodio y el potasio son competitivos, independientemente de otros iones presentes riego (Quintero et al., 2011b; 2013a). En este sentido, Quintero et al. (2013a) han propues-
y es probable que haya un cierto nivel de sodio en el cual se mejora considerablemente la to un modelo para calcular la dotación y la frecuencia de agua que se deba aplicar en los
absorción de otros cationes; sin embargo, el sodio puede ser un problema cuando el potasio diferentes estadios del cultivo de clavel (semanas de cultivo), dependiendo de la variación
en la solución nutritiva es extremadamente bajo, como podría ser el caso en algunas fincas temporal en la retención de humedad por el sustrato, de las condiciones climáticas y de la
productoras de claveles en la Sabana de Bogotá. fracción de lavado a aplicar:

Los autores citados también sugieren que hay tres sistemas que operan en la absorción
de cationes en la planta de clavel: a) cuando hay un buen suministro de potasio, su presencia
suprime la absorción de sodio; b) cuando hay un suministro deficiente de potasio, los cuatro
iones K+, Na+, Ca2+ y Mg2+ compiten por ser absorbidos; c) Ca2+ y Mg2+ pueden ser absorbidos
por sistemas separados, compitiendo por igual (Holley y Barker, 1991; Navarro et al., 2012; donde,
Somasekhara y Manasa, 2012; Vélez et al., 2014b). Como se ha mencionado anteriormente,
la cascarilla de arroz tostada nueva presenta un desbalance en estos cationes que debe que
ser corregido en los sistemas de producción de clavel que utilizan dicho sustrato. Ff = Frecuencia de fertilización ETc = Evapotranspiración del cultivo
Ig = Necesidad de riego Dr = Fracción de drenaje
Estos son apenas algunos aspectos descritos como deficiencia de elementos en clavel. Vs = Volumen de sustrato AD = Agua disponible
Para que la planta tenga una nutrición adecuada y balanceada y pueda expresar plenamente ADw = Agua disponible ADi = Agua disponible inicial

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 1

Problemática en relación con el uso de la Adicionalmente en Colombia hay una gran cantidad de materiales de residuo o subpro-
cascarilla de arroz en los cultivos de clavel ductos de diferentes actividades agroindustriales, como fibra de coco de origen local, aserri-
nes y virutas de madera, desechos del cultivo de champiñón, escoria de carbón, entre otros.
Estos residuos podrían utilizarse, con los tratamientos adecuados, como materia prima para
La utilización de cascarilla de arroz tostada como sustrato para el cultivo de clavel en generar un medio de cultivo para flor de corte, específicamente para la producción de clavel.
Colombia se ve amenazada debido a tres factores fundamentales:
En este escenario debe buscarse un sustrato que reúna todas las características físicas,
a. Los requerimientos ambientales y sociales exigidos por los estándares de certifica- químicas, biológicas y económicas para que sea una alternativa de cultivo a las aproximada-
ción (Florverde) para la exportación de flores que permita obtener una adecuada mente 1.000 hectáreas de clavel sembradas en la Sabana de Bogotá y que sirva de partida
trazabilidad de este material (Asocolflores, 2007). Por otro lado, el proceso de que- para el desarrollo de sustratos para cultivos sin suelo con una tecnología local que sea
mado de la cascarilla es muy cuestionado debido a la contaminación ambiental que económico, estandarizado y ambientalmente amigable. En esta búsqueda se propone la me-
genera. Hoy en día se está requiriendo a las empresas dedicadas a tostar cascarilla todología sintetizada en el Diagrama 1, la cual constituye una adecuación de lo propuesto
una certificación en determinados estándares ambientales, cuyo incumplimiento por Faus (2010) y modificado por Quintero et al. (2012).
obliga al cierre de algunas de estas plantas.

b. Eventos fortuitos como copiosas lluvias, que provocaron problemas de comunica-


ción entre la zona productora de arroz, zona del Tolima y del Meta y la Sabana de
Bogotá, y dificultades durante el tostado de la cascarilla demasiado húmeda, se pue-
den traducir en disminución de la oferta de cascarilla de arroz, que pone en riesgo la
producción de clavel.

c. Por último, la producción de arroz puede verse amenazada en Colombia por la baja
competitividad de este cereal, debido a la entrada en vigencia de tratados de libre
comercio, como por ejemplo con los EE. UU.

Ante este panorama, los productores de clavel están siempre en la búsqueda de sustra-
tos alternativos sustitutivos de la cascarilla de arroz tostada que sean económicos, am-
pliamente disponibles y ambientalmente respetuosos, que permitan la automatización del
fertirriego y que presenten una baja incidencia de plagas y enfermedades, básicamente por
la severidad de fusarium.
Diagrama 1. Metodología general para la evaluación de residuos o subproductos de materiales
Tras su utilización como sustrato para el cultivo del clavel, la cascarilla puede suponer alternativos o mezclados con cascarilla de arroz.
un problema adicional ya que se pueden generar 68 t ha-1 año-1 de residuos. Si se tienen
en cuenta los residuos de este tipo generados por otros cultivos que se transforman pro- Un aspecto al que poco se le ha dado su importancia es la falta de estandarización para
gresivamente a cultivos sin suelo (rosa, gerbera, estatice), la cifra de residuos de sustratos la caracterización de estos materiales. Localmente tampoco se ha investigado sobre la vida
generados en la Sabana de Bogotá podría estar cerca de las 100.000 t año-1. Por otra parte, microbiana en dichos sustratos ni en la posible incidencia de estos microrganismos sobre
estos cultivos generan unas 1.700 t de residuos vegetales, que manejados apropiadamente el control de plagas y enfermedades, su papel en la nutrición de las plantas y finalmente su
pueden producir un compost de buena calidad (Quintero, 2013b). influencia sobre la calidad y productividad de las plantas. A futuro y con el objetivo de mejo-
rar intensivamente la producción de sustratos, se recomienda que se produzca un sustrato
cuyas características físicas, químicas y microbiológicas sean explícitamente cuantificadas

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 1

y conocidas por los agricultores, de tal manera que ello incida directamente en el manejo Bohórquez, N.E. 2008. Normalización para determinar las características hidrofísicas de sustratos usados
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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 1

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∙ 32 ∙ ∙ 33 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel

a b ∙ Capítulo 2 ∙

Aplicaciones de nutrición vegetal


en cultivos de flor de corte*

Raúl I. Cabrera1, Alma R. Solís-Pérez2, Carlos A. Gómez G.3

c d

Resumen
La demanda de agua y fertilizantes para el cultivo de flores de corte es alta así como
intensiva, comparada con otros cultivos de interés agrícola. Por ejemplo, la producción de
rosa de corte en invernadero está asociada con usos de agua evapotranspirada y nitrógeno
(N) de 2.200 mm año-1 y 1.900 kg ha-1 año-1, respectivamente. Considerando que la efi-
ciencia en el uso de agua y sales fertilizantes es baja para la mayoría de cultivos de flor de
corte, el minimizar la pérdida del recurso hídrico y de nutrientes es uno de los retos de la
e f floricultura moderna. La evaluación de los patrones de absorción de agua y nutrientes en
estos cultivos a lo largo de un día, un flujo de floración o una temporada de crecimiento (un
año) ilustran una aplicación práctica de la fisiología y nutrición vegetal, que ofrecen la posi-
bilidad de incrementar la eficiencia del uso de agua y fertilizante en estos cultivos, al mismo
tiempo que se pretende mantener la productividad y la calidad de los mismos, exigencias
propias del mercado.

Palabras clave: absorción de iones, estrés, fisiología vegetal, relaciones hídricas, salinidad.

v
* Para citar este capítulo: Cabrera, R.I., A.R. Solís-Pérez y C.A. Gómez G. 2017. Aplicaciones de nutrición
vegetal en cultivos de flor de corte. En: Flórez R., V.J. (Ed.). Consideraciones sobre producción, manejo y
Anexo 1. Características generales del sistema de cultivo en sustrato en clavel implementado en poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel. Bogotá: Editorial Universidad Nacional de Colombia.
la Sabana de Bogotá. a y b: apariencia de la cascarilla de arroz cruda y tostada, respectivamente; pp. 33-47.
c: acondicionamiento del sustrato (cascarilla de arroz tostada – CAT) en contenedores plásticos o 1  Department of Plant Biology, Rutgers University Agricultural Research and Extension Center, 121 Northville
camas de cultivo para la posterior siembra de los esquejes de clavel; d: aplicación de enmiendas Road, Bridgeton, New Jersey 08302 (USA). cabrera@aesop.rutgers.edu.
cálcicas en las camas con CAT como sustrato para la siembra de clavel; e y f: camas sembradas con 2  Colegio de Postgraduados, Km. 348 Carretera Federal Córdoba-Veracruz, Amatlán de los Reyes, Veracruz,
esquejes de clavel utilizando sustrato a base de CAT. Al comparar las dos fotografías se aprecia la México 94946.
variación en el nivel de tostado de la cascarilla utilizada.
3  Químico, magíster en Ciencias Agrarias. Estudiante de doctorado en Ciencias Agrarias, Facultad de Ciencias
Fotografías: María F. Quintero C. Agrarias, Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá. cagomezg@unal.edu.co.

∙ 34 ∙ ∙ 35 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 2

Introducción Agua: disponibilidad, requisitos y eficiencia de uso


La alta productividad de los cultivos de flor de corte en invernadero está asociada con Las limitaciones de agua para riego, evaluadas desde el punto de vista de proyecciones de
altas demandas y manejo intensivo en cuanto al uso del agua, fertilizantes, agroquímicos oferta y demanda, en donde se incluye el impacto de condiciones ambientales en su dispo-
y mano de obra. Específicamente, Colombia es el segundo exportador de flores de corte nibilidad, podrían requerir la reversión de 20 a 60 millones de hectáreas en el uso de tierras
en el mundo y Estados Unidos (USA), al que exporta entre 70 % y 80 % de la producción, aptas para la agricultura, de acuerdo con proyecciones para finales de siglo y la disminución
su principal mercado. En Colombia se cultivan alrededor de 50 especies, entre ellas: rosa, en la producción de alimentos en regiones como Estados Unidos, partes de América del Sur,
clavel, alstroemeria, pompón, lirios y gerberas, y también se cultivan especies que sirven gran parte de Europa y el sudeste asiático (Elliott et al., 2014). El agua de riego de buena
de follajes como eucalipto, viburnum, leucadendron, entre otras. La mayor área sembrada calidad cada día es más escasa en el planeta; por lo tanto, las prioridades de uso y distri-
corresponde al cultivo de rosa, que representa el 29,7 % del total del área dedicada a la bución afectarán a cultivos de ornamentales en favor de la producción de alimentos. En
floricultura; además, 1.300 colombianos dependen de forma directa de dicha actividad y este escenario se hace necesario el uso eficiente del agua y la implementación de algunos
alrededor del 65 % son mujeres cabeza de hogar. Los departamentos líderes del sector son sistemas productivos bajo cubierta, como también la inversión en infraestructura de riego,
Cundinamarca y Antioquia (Asocolflores, 2015). entre otros aspectos. La eficiencia en el uso del agua (EUA) comúnmente se define como la
proporción de biomasa aérea del cultivo en relación con la evapotranspiración (ET, en kg)
En el caso de la rosa, se estima que su productividad neta en invernadero, en promedio, acumulada usada para producir esta biomasa (EUAET) (Stanhill, 1986; Kirkham, 2005). La
es de hasta 45.000 kg ha-1 año-1 de biomasa seca (Cabrera et al., 1993; Cabrera et al., 1995; EUA efectiva (EUAAA) es la biomasa producida por unidad de agua total aplicada, riego más
Cabrera, 2000; Arévalo et al., 2013). Esta productividad a su vez está asociada con usos de precipitación, expresados en kg (Raviv y Blom, 2001; Cabrera y Solís, 2013).
nitrógeno (N) de 1.900 kg ha-1 año-1 y de agua evapotranspirada de 2.200 mm año-1, lo cual
es indicador de la alta productividad que presenta este cultivo (Cabrera et al., 1993; Cabrera Es conveniente tener en cuenta que, entre los posibles estreses a los cuales la planta pueda
et al., 1995; Cabrera, 1997a; Cabrera y Solís, 2013). Dichos datos distinguen a este cultivo estar sometida, al igual que la ocurrencia simultánea de estreses de tipo abiótico, han contri-
entre los sistemas agrícolas más productivos, que gracias a su funcionamiento fisiológico buido a cambios en la modalidad del sistema de producción para mitigar condiciones adver-
permite programación de acuerdo con la demanda del mercado y también responde a modi- sas (Mittler, 2006). Actualmente, la concurrencia de diferentes estreses es abordada desde el
ficaciones en su nutrición, lo que conlleva a respuestas en productividad y calidad (Sharma punto de vista molecular, con el fin de explicar la aclimatación y tolerancia de las plantas; las
et al., 2012; Bohórquez et al., 2013). Al mismo tiempo, considerando sus requerimientos y condiciones de estrés por sequía, salinidad, calor, frío y luz han sido objeto de intensa inves-
aplicaciones de agua y nutrientes así como sus bajas eficiencias de uso, es un sistema pro- tigación (Ahuja et al., 2010). En condiciones cambiantes de clima se buscan materiales con
ductivo potencialmente contaminante del ecosistema; principalmente el nitrógeno causa resistencia a diferentes estreses bióticos y abióticos, para lo cual se tienen en cuenta aspectos
un impacto ambiental importante. La generación de lixiviados aporta N y P, entre otras moleculares y metabólicos en respuesta a una condición o la combinación de estreses.
sales, que se pueden incorporar a aguas superficiales y subterráneas (Cabrera et al., 1993).
En Colombia, durante los últimos años, por razones sanitarias en clavel y por conveniencia Katsoulas et al. (2006), al estudiar los efectos combinados de sequía y salinidad sobre
de mercado en el caso de rosa, la modalidad de cultivo sin suelo ha tomado importancia y, la fotosíntesis en varios cultivos, destacan que, en rosas, estos estudios han sido limitados;
en consecuencia, el área de siembra en sustratos se ha incrementado. Esta alternativa de para este cultivo, la frecuencia de riego afecta la productividad y calidad. En este sentido,
cultivo, entre otros factores, permite controlar y optimizar el uso del agua y fertilizantes en la mayoría de los cultivos de invernadero existe una estrecha relación entre el potencial
reutilizando la solución de drenaje (Cuervo et al., 2011). total de agua en la zona radical (ΨTsuelo) y en el tallo (ΨTtallo), lo que permite a la planta
realizar ajustes osmóticos con el fin de disminuir ΨTtallo y evitar pérdidas excesivas de
Para profundizar sobre esta temática, los autores se propusieron actualizar la información agua, manteniendo un contenido de agua óptimo. Raviv y Blom (2001) destacaban que es-
publicada en 2011, con el título ‘Particularidades de fisiología vegetal y nutrición mineral, tudios en rosa podrían proporcionar una mejor comprensión de los procesos de adaptación
con énfasis en estreses, en rosas de invernadero’, en el libro Avances sobre fisiología en de la pro- de la planta cuando es expuesta a condición de salinidad y déficit hídrico.
ducción de flores de corte en Colombia, de la editorial de la Universidad Nacional de Colombia.
Una mejor comprensión de los efectos de la frecuencia de riego en la producción y calidad
de los tallos florales de rosa puede contribuir a optimizar la programación del riego. En estu-

∙ 36 ∙ ∙ 37 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 2

dios de frecuencia de riego sobre la masa fresca y seca, número de flores y longitud del tallo Nutrientes: absorción de iones y optimización de fertirriego
floral de rosa (Rosa x hybrida ‘First Red’) cultivada en un sistema de cultivo sin suelo a base
de lana de roca, con programación de riego de acuerdo con la evapotranspiración del cultivo, Además de los factores fundamentales en la planta, como edad, concentración interna
se encontró que la frecuencia del riego (0,2 mm) tiene efecto de 33 % más en masa fresca y de nutrientes y las diferentes fases de desarrollo del cultivo, deben considerarse aspectos
seca, en comparación con el control (0,4 mm). Al parecer, la alta frecuencia de riego mejora fisiológicos de relevancia en el entendimiento del metabolismo, respuesta a estreses y la
la producción de biomasa sin afectar la calidad de los tallos florales (Katsoulas et al., 2006). dinámica de la fertilización. Dentro de estos aspectos, los mecanismos de entrada de iones
minerales y la respuesta de la planta son útiles para establecer diagnósticos y recomenda-
Cabrera y Solís (2013) enfatizan que los datos de EUA en cultivos de flores de corte son ciones de nutrición edáfica y foliar. De acuerdo con Cabrera (2000 y 2006) y Tamimi et al.
muy escasos. Algunos indicadores para la EUAET son de 3,1 g kg-1 en rosa ‘Royalty’ cultivada (1999), una manera para estimar requerimientos nutricionales es tener en cuenta la pro-
en sustrato a base de turba y arena, y de 2,3 g kg-1 para la cultivada en solución hidropónica ductividad, en términos de masa seca, y el contenido de iones minerales.
recirculante (Cabrera, 1997a; Cabrera, 1997b). La disminución en la EUAET, como consecuen-
cia de una conductividad hidráulica baja –factor limitante de la velocidad de absorción de agua Los nutrientes esenciales para las plantas entre otras funciones regulan el metabolismo,
por las raíces– reduce el potencial hídrico de la hoja. A su vez, esto provoca disminución en el incluso en condiciones de estrés, actuando como cofactores enzimáticos. Por ejemplo, el
área foliar y fomenta su engrosamiento, con reducción en tasas de asimilación y transpiración, Mg, componente de la clorofila; el Fe, componente de la ferredoxina y citocromos; el Zn,
lo cual conduce a una menor productividad, en razón a que el contenido de agua en la planta en la deshidrogenasa láctica y la anhidrasa carbónica; el Cu, en la citocromo oxidasa, as-
juega un papel importante en la asimilación de CO2 (Raviv y Wallach, 2007). corbato oxidasa y polifenol oxidasa; el Mn, componente de la fosfotransferasa; y el Mo,
en la nitrogenasa, nitrato reductasa y aldehído oxidasa (Loneragan, 1975). Es importante
Cabrera y Solís (2013) indican que la EUAAA es una medida más relevante, debido a que mencionar que la movilización y la utilización de ciertos elementos minerales dependen de
el agua lixiviada en sistemas de producción abiertos (sin recirculación de drenajes) es sig- las condiciones de cultivo y ambientales, como por ejemplo, el empleo de silicio (Si) para
nificativa. El uso de una fracción drenada o lixiviada con el fin de reducir la acumulación de casos de intoxicación con Na (Alam, 1999; Savvas y Ntatsi, 2015). Con el fin de establecer
sales solubles en la rizósfera es una práctica común en algunas zonas productoras de flores los requerimientos nutricionales se debe tener en cuenta el entorno de la planta que afecta
de corte. Por ejemplo, Canadá e Israel, utilizando recirculación de drenajes y lixiviados en la dinámica de absorción de nutrientes. Entre los factores ambientales involucrados en la
el cultivo de rosa, reportan EUAAA entre 1,7 y 2,8 g kg-1 (Raviv y Blom, 2001). En contraste, absorción y utilización de nutrientes en favor de la productividad y la calidad, se incluyen:
zonas productoras de rosas del mar mediterráneo, en donde la fracción de los lixiviados no temperatura, luz, humedad relativa, contenido de agua en el suelo, disponibilidad y oferta
recirculados es del orden de 40-50 %, logran EUAAA alrededor de 0,7 g kg-1 (Raviv y Blom, de nutrientes (Cabrera y Solís, 2013; Marschner, 1995).
2001). En Holanda también se tienen reportes de EUAAA similares, a pesar de tener mejor
calidad en el agua de riego. El silicio es un nutriente que recientemente ha tenido interés en la agricultura. Actúa
cuando se presenta daño oxidativo, en relaciones hídricas, fotosíntesis, absorción de iones,
A pesar de las pérdidas de agua por transpiración, este es un proceso indispensable en la biosíntesis de hormonas y también en los tejidos que proporcionan resistencia mecánica a la
producción de biomasa. Así, una alta productividad de tallos florales requiere contenidos de planta. Mejora la respuesta durante el desarrollo de cultivos hortícolas expuestos a estrés
agua en el suelo cercanos a capacidad de campo o capacidad de contenedor para aquellos abiótico y su aplicación puede ser vía foliar y edáfica (Savvas y Ntatsi, 2015).
producidos en sustratos con porosidad de aire entre 10 y 30 % en volumen (Fonteno, 1996;
Hanan, 1998; Wallach, 2008; Cabrera y Solís, 2013). Al mantener el porcentaje de humedad Mattson y Leatherwood (2010) aplicaron silicio a través de drench a 21 especies de plan-
cercano a capacidad de contenedor, con este rango de porosidad, las raíces no experimentan tas ornamentales anuales en dosis de 100 mg L-1. Aunque las concentraciones foliares de
estrés por falta de oxígeno. Finalmente, las propiedades físicas y químicas en un sustrato, Si se mantuvieron entre 13 y 145 % más en comparación con el tratamiento control, se
el agua de riego y el fertirriego tienen un efecto en el potencial hídrico del sustrato, la registró aumento en altura, diámetro, masa fresca, masa seca, diámetro de la flor y espesor
disponibilidad de agua y de nutrientes que afectan directamente el proceso fotosintético, de la hoja. Sin embargo, concentraciones excesivamente altas de Si son responsables de la
la absorción y transporte de iones y la regulación de la temperatura de la planta (Fonteno, disminución en el rendimiento y en otros rasgos morfológicos que se registraron en algunas
1996; Hanan, 1998; Wallach, 2008). especies. De hecho, de acuerdo con Kamenidou et al. (2008), se observaron anomalías en
el crecimiento de girasol cultivado en sustrato, cuando se suministraron concentraciones

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 2

de 100 y 200 mg L-1 KSiO3. En general, la fuente y la concentración de Si tiene impacto brotes florales comienzan su elongación. La distribución de carbohidratos se direcciona hacia
significativo en ornamentales. En estacas de rosa, la adición de Si al sustrato, entre 50 y la raíz cuando la tasa de elongación comienza a disminuir, momento a partir del cual se visua-
100 mg L-1, aumenta el porcentaje de enraizamiento y fomenta el desarrollo foliar (Gillman liza un aumento significativo en las tasas de absorción de nutrientes (Cabrera et al., 1995). Las
y Zlesak, 2000). Según Savvas et al. (2007), el suministro de Si a través de la solución nutri- mayores tasas de absorción de iones se observan próximas al punto de cosecha de los tallos
tiva (2 mM y 0,3 mM) en rosas cultivadas en hidroponía y sometidas a condiciones de estrés florales (figura 1a y 1d), coincidiendo con una distribución proporcionalmente más alta de
salino (NaCl 0,8 mM y 40 mM) mejora significativamente el crecimiento vegetativo, dismi- fotoasimilados hacia la raíz durante ese ciclo de floración (Halevy, 1996). Cuando la tasa de
nuye los síntomas del estrés por salinidad y también se aumenta la productividad (número absorción de iones es baja, estos se acumulan en la solución, lo que incide en el aumento de
de tallos florales por planta), comparado con el control (NaCl, sin silicio). De igual manera la CE (figura 1c y 1d). Estas dinámicas de elongación, transpiración, absorción de iones y CE
que se reporta en literatura, el aumento de la concentración de Si en el entorno de las raíces en la solución hidropónica se repiten en ciclos de floración sucesivos (Cabrera et al., 1995).
limita la translocación de Na y Cl a las hojas jóvenes de rosas.
a

Tasa de elongación
Longitud de tallo
Tasa de elongación
En general el sistema de cultivo, donde puede presentarse modificación en variables fisi-

(cm/día)
coquímicas como la Capacidad de Intercambio Catiónio (CIC), Conductividad Eléctrica (CE)

(cm)
y pH, entre otras, y el sistema de riego son factores que se deben tener en cuenta para la
absorción de nutrientes. Cabrera et al. (1995), al igual que Cabrera y Solís-Pérez (2009),
mencionan que con el empleo de fertirriego e hidroponía en rosa la oferta nutricional es
óptima y las plantas pueden mantener control y regulación en la absorción de nutrientes. b

Transpiración
De acuerdo con la demanda de la planta, la absorción no necesariamente es proporcional a

(mL/planta)
la concentración suministrada al sustrato o a la solución externa, salvo algunas excepciones
(Cabrera y Solís, 2013). La regulación en la absorción de iones y agua ha sido estudiada en
rosa a lo largo de ciclos de crecimiento y floración (figura 1). En estos estudios, se cultiva-
ron plantas de rosa en hidroponía con recirculación y con las raíces expuestas a la solución
nutritiva (Cabrera y Solís-Pérez, 2009; Solís-Pérez y Cabrera, 2012). c

CE de la solución
(dS/m)
El patrón de absorción y demanda de nutrientes está directamente relacionado con el de-
sarrollo de la planta y la dinámica de distribución de asimilados. La absorción de nutrientes
es un proceso fisiológico con requerimiento de energía (Marschner, 1995), la cual proviene de
fotoasimilados sintetizados por la planta que se distribuirán a los diferentes órganos en fun-
ción de su desarrollo. Para describir la absorción de nutrientes en rosa y su relación con otros d

Absorción de iones
parámetros fisiológicos, de acuerdo con la figura 1, en el día cero se representa el momento de

(mg/planta)
cosecha del ciclo anterior. Como es esperado, la dinámica de transpiración acompaña la curva

totales
de crecimiento de los nuevos tallos florales, que está en función del aumento del área foliar
(figura 1b). La remoción de esta biomasa por cosecha de los tallos florales conlleva a la reduc-
ción en la tasa de absorción de nutrientes (figura 1d), porque los nuevos fotoasimilados van a
ser direccionados al crecimiento de los nuevos brotes. Durante períodos de rápida elongación
de los brotes florales, los nuevos tallos y hojas se convierten en los mayores importadores de Tiempo (días)
fotoasimilados (Halevy, 1996). De acuerdo con Cabrera et al. (1995), después de la cosecha, Figura 1. Elongación en tallos florales (a); transpiración (b); CE de la solución nutritiva (c) y absorción
la tasa de asimilación de iones (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio) permanece alta, total de iones (d) sobre un ciclo de crecimiento y floración en rosas ‘Erin’ (sobre ‘Manetti’) cultivadas
en hidroponía. Datos recopilados por Cabrera y Solís-Pérez (2009) y publicado en Cabrera y Solís-
aunque en descenso, a pesar de aún no ser evidente el crecimiento de los nuevos brotes. Sin
Pérez (2013).
embargo, la absorción de iones continúa disminuyendo hasta el estadio en donde los nuevos

∙ 40 ∙ ∙ 41 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 2

Por otro lado, además de la dinámica de transpiración y absorción iónica sobre ciclos de Ciclo de floración Ciclo de floración
floración, existen también dinámicas a lo largo de cada día. Solís-Pérez y Cabrera (2012) 10 enero a 2 marzo 3 marzo a 18 abril
han monitoreado la absorción neta y relativa de agua (figura 2a, 2b) y de iones (figura 2c,
2d) en rosas cultivadas en hidroponía a lo largo de ciclos de 24 h, dentro de varios ciclos de

Absorción relativa de agua


Absorción relativa de agua

(% del total para el día)


(% del total para el día)
crecimiento y floración. Con respecto a la absorción de agua, de acuerdo con la expectativa
previa, se observó que la mayor parte del volumen transpirado, ~ 80%, ocurre durante las
horas luz del día (figura 2a y 2b) y solo ≤20% fue absorbido durante el periodo nocturno
(8 pm a 8 am). Fisiológicamente esto se explica por la operación de los estomas sólo duran-
te el periodo luminoso y su cese en horas de la noche (Hannan, 1998; Raviv y Blom, 2001).
Es interesante anotar que el consumo nocturno de agua fue relativamente más bajo duran-
te los días más cercanos a la cosecha de los tallos florales (días 44 y 46) que durante los
períodos de rápida elongación y desarrollo de los mismos (días 24 y 28). Syvertsen (1982)
menciona que la conductancia estomática (y transpiración) en plantas leñosas es más alta Intervalo en el día Intervalo en el día
en hojas jóvenes, comparada con hojas viejas, sin importar la hora del día.
Ciclo de floración Ciclo de floración
La absorción de iones es más alta en las horas de la tarde (entre 2 pm y 8 pm), sin im- 10 enero a 2 marzo 3 marzo a 18 abril
portar el estadio fenológico del cultivo (figuras 2c y 2d), que en promedio está entre 35 %
y 40 % del total diario. En un estudio anterior en rosa ‘Royalty’ (sobre ‘Manetti’) Cabrera et

Absorción relativa de iones


Absorción relativa de iones

(% del total para el día)


(% del total para el día)
al. (1996) mostraron un patrón diurno similar en la absorción de NO3-N en plantas control
y deficientes en N, donde se encuentran tasas máximas de absorción horas después del
pico de transpiración. Sin embargo, se encuentran pocos reportes sobre la fisiología que
explique este fenómeno. Cabrera et al. (1996) proponen que las fluctuaciones en la tasa de
suministro de fotoasimilados de las hojas a las raíces podrían explicar estos patrones diarios
de absorción iónica.

En su conjunto, estas observaciones confirman que los procesos de absorción de agua


y nutrientes, aunque ligados intrínsecamente, son regulados de manera diferencial por las Intervalo en el día Intervalo en el día
plantas de rosa (Cabrera et al., 1993, 1995). En la práctica, estas observaciones podrían
ayudar a optimizar la eficiencia de uso de agua y elementos fertilizantes, y también contri- Figura 2. Absorción relativa de agua (a, b) y de iones (c, d) en rosas ‘Erin’ (sobre ‘Manetti’) cultivadas
buir a mejorar la tasa de elongación de los brotes florales. Las tasas máximas de elongación en hidroponía a lo largo de ciclos de 24 h. La absorción de agua e iones se caracterizó para períodos
de 24 h dentro de dos ciclos de crecimiento y floración (períodos de 24 h dentro de cada ciclo). Datos
diurna en rosas son observadas entre las 6 pm y 10 pm (Oki y Lieth, 2004), y pequeños cam-
obtenidos por Solís-Pérez y Cabrera (2012) y publicado en Cabrera y Solís (2013).
bios en la CE o salinidad de la solución nutritiva en la zona radical durante estos períodos
las afectan significativamente. Así, la manutención de concentraciones de nutrientes más
bajas, reduciendo el efecto osmótico (indeseable) durante los períodos de máxima elonga-
ción, sería una buena práctica para considerar en los cultivos hidropónicos o con fertirriego Manejo de salinidad en fertirriego
intensivo (múltiples pulsos por día).
Una de las razones por las cuales en flores de corte se puede presentar salinidad es la
absorción selectiva de nutrientes y agua por las raíces, lo cual tiende a contribuir a la con-
centración de sales solubles en la zona radical (Cabrera et al., 1993; Marschner, 1995). En-
tendiendo que la CE o la salinidad del agua de riego está constituida principalmente por los

∙ 42 ∙ ∙ 43 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 2

cationes calcio, magnesio, potasio y sodio, y por los aniones sulfato, bicarbonato y cloruro, rosas cultivadas en sistemas hidropónicos a base de lana de roca, donde se emplearon CE
se puede hacer un manejo en la programación e intensidad de las láminas de riego y recircu- similares (De Kreij y van der Berg, 1990; Baas y Van der Berg, 1999).
lación de drenajes o lixiviados.
Las rosas con portainjerto ‘Manetti’ tienden a acumular niveles relativamente bajos de
De acuerdo con Martínez et al. (2011), los cultivos sin suelo (CSS) pueden clasificarse Na (Cabrera y Perdomo, 2003; Cabrera y Solís-Pérez, 2007; Cabrera et al., 2009). A dife-
+

en cultivos hidropónicos (cultivos en agua más nutrientes o sobre materiales inertes) y cul- rencia de Na+, la acumulación de Clˉ en las hojas es directamente proporcional a su dispo-
tivos en sustrato. En general, los cultivos de flores están clasificados como sensibles a la nibilidad en la solución del suelo. También se debe tener en cuenta que la tolerancia del
salinidad, en la medida que puede presentarse reducciones en su productividad y calidad a portainjerto a la salinidad puede modular la acumulación relativa de iones que contribuyen
CE bajas. Niveles de CE en el rango de 2 a 3 dS m-1 (Hanan, 1998), que pueden conducir a a un estrés por sal (Cabrera et al., 2009). Cabrera y Perdomo (2003) determinaron, en rosa,
problemas de salinidad incipiente en flores de corte, son fácilmente alcanzados al aplicar el Clˉ foliar y el rendimiento relativo de biomasa seca en donde se encuentran relaciones
soluciones nutritivas con CE de hasta 2 dS m-1 (Cabrera, 2006; Cabrera y Solís-Pérez, 2007; cuadráticas, con aumento aparente de biomasa, e incrementos de Clˉ foliar hasta 0,4 a 0,5 %
White, 1987). El uso de aguas de mala calidad, prácticas de lixiviado mínimas o recircula- (4.000 a 5.000 mg kg-1).
ción de soluciones drenadas (Raviv et al., 1998) pueden afectar aún más a la acumulación
de sales en la rizósfera. Aunque el portainjerto en rosa afecta la absorción y el transporte de iones Na+ y Clˉ, al-
gunos estudios también señalan la capacidad osmorreguladora de algunos cultivares. Rosa
Al investigar la respuesta de lisianthus, una especie moderadamente tolerante a la sal, al ‘Sonia’ expuesta a CE de hasta 3,8 dS m-1 presentó osmorregulación sin afectar las rela-
riego con agua en condición salina (CE entre 2 y 12 dS m-1), Valdez-Aguilar et al. (2014) afir- ciones hídricas de su follaje (Urban et al., 1994). En rosa ‘Mercedes’, cultivada en sustrato
man que el aumento de la CE del agua de riego causó en las plantas disminución significati- y con recirculación de lixiviados hasta lograr CE de 7 dS m-1 (Raviv y Blom, 2001), no se
va del crecimiento en los brotes y hojas, pero no tuvo ningún efecto sobre el contenido de evidenciaron efectos negativos en su tasa fotosintética, pero, eventualmente, su área foliar
Ca2+ y Mg2+ en brotes y hojas. La concentración de K en las hojas jóvenes y maduras aumentó se vio afectada negativamente.
a medida que la CE aumentó de 2 a 8 dS m-1; posteriormente disminuyó significativamente
una vez se superó una conductividad de 8 dS m-1. Los aumentos de CE causaron un aumento Además del efecto osmótico de la CE total de la solución nutritiva, el tipo y la concentra-
significativo de sodio (Na+) en hojas y estas plantas mostraron el mayor crecimiento, incluso ción relativa de los iones salinizantes tienen influencia marcada en el nivel de tolerancia a la
cuando los niveles de sodio eran lo suficientemente altos como para ser considerados per- salinidad. Solís-Pérez y Cabrera (2007), en rosa ‘Bull’s Eye’ cultivada en sustrato e injertada
judiciales para el crecimiento. Vélez et al. (2014) analizaron el comportamiento de variables en ‘Manetti’ y en ‘Natal Briar’, fertirrigaron con soluciones de CE total de 2,7 dS m-1, cons-
químicas en algunos sustratos, entre ellos cascarilla de arroz quemada y fibra de coco. En- tituidas por concentraciones de 12 mM de Na, aplicado en diversas proporciones de NaCl,
contraron que la CE en el lixiviado es influenciada por la recirculación y por los sustratos, Na2SO4 y NaNO3. Resultados acumulativos de este estudio, después de cuatro ciclos de
y es significativamente mayor cuando se recircula el 100 % de los lixiviados. Sin embargo, floración (~7 meses), muestran que la composición de las mezclas de sales afectó en forma
un factor limitante para la recirculación fue el aumento de la concentración de Na+ en los significativa la biomasa seca en plantas injertadas en ‘Natal Briar’, con los valores más altos
depósitos de agua. en las plantas fertirrigadas 100 % con Na2SO4 y los más bajos en las que recibieron 100 %
de NaNO3. El tratamiento NaNO3 comparado con NaCl mostró un mayor efecto salinizante
Un ejemplo de tolerancia a salinidad en donde se exceden de forma significativa los lími- y de desbalance nutricional, acorde con un reporte previo de fertilización excesiva con ni-
tes máximos históricamente recomendados en rosa son los reportes de Cabrera et al. (2003, trógeno (Cabrera, 2000; Cabrera 2006; Cabrera y Solís-Pérez, 2007). Las observaciones de
2007 y 2009). Para rosa, la tolerancia a salinidad en sustrato podría ser mayor en compara- este estudio sugieren que rosas injertadas sobre ‘Natal Briar’ pueden expresar una sinergia
ción con la producción en suelo. La rosa ‘Bridal Pink’ (sobre ‘Manetti’) en sustrato a base de potencialmente negativa en rendimientos y calidad de flores cuando se mantengan altas
turba toleró concentraciones de NaCl de hasta 30 mM (690 mg L-1 de Na+ y 1065 mg L-1 de concentraciones de Na+ en niveles altos de NO3-N, los cuales tienden a ser intrínsecamente
Clˉ) (Cabrera y Perdomo, 2003). A pesar de valores en lixiviados con CE de hasta 7 dS m-1 y altos en el cultivo de rosa en invernadero (Cabrera, 2000; Cabrera 2006).
Cl de hasta 70 mM (2.485 mg L-1), en este tratamiento no se ven afectados el rendimiento ni
la biomasa seca durante dos periodos experimentales de seis meses cada uno. En contraste, El silicio (Si) se ha reconocido como un potencial mitigante del estrés salino (Savvas y
se presentan reducciones en rendimiento de 2 a 7 % por unidad de CE (en lixiviados) en Ntatsi, 2015). Por ejemplo, Soundararajan et al. (2015) observaron un crecimiento mayor

∙ 44 ∙ ∙ 45 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 2

en plantas de clavel expuestas a salinidad cuando se realizan tratamientos de recuperación Bibliografía


con Si en comparación con el control. Una mayor vida en florero se ha reportado en plantas
de gerbera a las cuales se les suministró Si (Savvas y Ntatsi, 2015); sin embargo, los meca- Ahuja, I., de Vos, R.C., Bones, A.M. y R.D Hall. 2010. Plant molecular stress responses face climate
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mencionado los siguientes: (i) cambios anatómicos en tejidos de la planta que proporcionan Alam, S.M. 1999. Nutrient uptake by plants under stress conditions. Handbook of Plant and Crop
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inmovilización de metales tóxicos a través de complejación o coprecipitación con Si en los Arévalo, J.J., J.E. Vélez y J.H. Camacho-Tamayo. 2013. Efficient use of water for rose crop cv.
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producto de un efecto alterno de dilución-concentración. Esto ha sido el resultado de pro- Cabrera, R.I., R.Y. Evans y J.L. Paul. 1993. Leaching losses of N from container-grown roses. Scientia
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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 2

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∙ 48 ∙ ∙ 49 ∙
∙ Capítulo 3 ∙

Química de la solución del suelo*

Martha C. Henao T.1

Resumen
La caracterización química de la solución del suelo es importante ya que tiene la ventaja
de proporcionar información simultáneamente sobre la disponibilidad de nutrientes y los
riesgos de contaminación causados por procesos de lixiviación. El monitoreo de la solución
del suelo en cultivos que reciben fertilización continua ayuda a identificar los efectos adver-
sos del manejo en la composición química de esa fase del suelo, como las altas concentra-
ciones de nitrógeno o de sales. La correcta caracterización de la solución del suelo implica
la medida de pH, conductividad eléctrica y concentración total de todos los cationes y anio-
nes mayores; estos son respectivamente los metales (Al3+, Ca2+, Mg2+, K+ y Na+) y ligandos
(HCO3-, Cl-, NO3- y SO42-). En suelos con pH mayor de 5,5 no hay Al3+ en la solución del suelo,
sino formas hidrolizadas. Para suelos fuertemente alcalinos, con pH por encima de 8,5,
predominan el CO32- y el Na+. Además de estos parámetros, se debe estimar la fuerza iónica
y expresar la concentración iónica en términos de actividad iónica, con el fin de efectuar la es-
peciación y así comprender mejor la dinámica química de la solución del suelo. La concentra-
ción de iones en la solución del suelo es un indicador importante de las limitaciones que se
pueden presentar para la nutrición de un cultivo; sin embargo, se requiere más investigación
para lograr incorporar esta herramienta en la formulación de las estrategias de fertilización.

Palabras clave: cationes, aniones, balance de cargas, lisímetros.

* Para citar este capítulo: Henao T., M.C. 2017. Química de la solución del suelo. En: Flórez R., V.J. (Ed.).
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel. Bogotá:
Editorial Universidad Nacional de Colombia. pp. 49-62.
1  Profesora asociada, Departamento de Agronomía, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de
Colombia - Sede Bogotá. mchenaoto@unal.edu.co.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 3

Introducción cópicas uniformes (temperatura y composición) y puede ser aislada del suelo y analizada en
el laboratorio (Sposito, 2008).
Las plantas toman los nutrientes directamente de la solución del suelo. Esta es un cons-
tituyente del suelo muy importante porque en la interfase entre la solución del suelo y la La composición de la solución del suelo presenta una alta variabilidad espacial y tempo-
superficie de los coloides ocurren las reacciones de intercambio catiónico; además, la so- ral, a pequeña y gran escala, que hace parte de la naturaleza del suelo. Los ocho elementos
lución del suelo impone estrés osmótico a las plantas y microorganismos en función de la químicos típicamente más abundantes que forman iones con concentraciones importantes
concentración de sales y posibilita el transporte de iones y sólidos en suspensión a través en soluciones del suelo no contaminadas son carbono, nitrógeno, azufre, cloro, sodio, mag-
del suelo. La fase líquida o solución del suelo ocupa entre una y dos terceras partes del vo- nesio, potasio y calcio; sus formas iónicas comunes respectivamente son HCO3-, NO3-, SO42-,
lumen del suelo. Esta constituye el depósito de los productos de disolución de los sólidos Cl-, Na+, Mg2+, K+ y Ca2+. La mayoría son macroelementos, aunque el silicio también está
del suelo, principalmente aquellos que se disocian en iones (electrolitos) (Sposito, 2008). presente como ácido silícico (H4SiO40), que es una especie neutra.
A pesar de que ocupa el espacio poroso del suelo, la solución del suelo se comporta como
cualquier otra fase acuosa y su comportamiento químico es gobernado por las reglas de la En la tabla 1 se presentan ejemplos de la composición de diferentes soluciones acuosas,
química del agua, excepto por la presencia de la fase sólida, que impone reacciones de ad- de las que la más concentrada es el agua de mar. En el caso de la solución del suelo, se ilus-
sorción, intercambio iónico, disolución y precipitación (Lewis, 2009). tra con dos suelos contrastantes por clima y material parental, como factores importantes
de formación: un vertisol de la Costa Atlántica colombiana, en bosque seco tropical, y un
Según Smethurst (2000), a pesar de la reconocida importancia de la solución del suelo, andisol de Chinchiná, en la zona cafetera central. La solución de suelo más concentrada se
esta no es usada más frecuentemente como una herramienta para el diagnóstico y manejo halla en clima seco, pues la evaporación excede la precipitación y hay tendencia a que se
de la fertilidad del suelo, debido a la dificultad para ser extraída y analizada. Además, está acumulen sales. El otro suelo es derivado de cenizas volcánicas, de baja fertilidad natural,
claro que la concentración de iones en la solución del suelo se modifica con los cambios en caracterizado por una pobre saturación de bases intercambiables, lo cual se refleja en la
el contenido de agua del suelo (Wolt, 1994) y, siendo este un sistema abierto, está sujeto poca cantidad de iones en solución. El efecto de la adición continua de sales fertilizantes
a esas variaciones permanentemente. Por eso, la percepción de alta variabilidad espacial y se ve claramente reflejado en la solución del suelo del andisol, con un notable aumento en
temporal dificulta la interpretación de los niveles de iones en solución. la conductividad eléctrica (CE) y disminución del pH por el uso de fertilizantes de reacción
ácida como son la urea y los fosfatos (Henao, 2002). La solución del suelo con pH menor
Algunos autores sostienen que la composición de la solución del suelo en la rizósfera de 5 presenta un contenido importante de aluminio, catión típico en suelos fuertemente
difiere a la del suelo global, debido al efecto en la toma de nutrientes por las raíces. Las ácidos. El aluminio es un elemento abundante en la fase sólida del suelo y los minerales que
diferencias dependen del tipo de planta y de los minerales del suelo; particularmente es el lo contienen lo liberan por meteorización a la solución del suelo, lo que produce una hidró-
pH el parámetro más sensible de presentar cambios (Jaillard et al., 2003). lisis ácida del elemento que aumenta la actividad de protones y disminuye el pH. Además
la actividad del Al3+ en solución puede llegar a ser fitotóxica, al inhibir el crecimiento de las
El objetivo del presente documento es presentar una revisión de los aspectos más rele- raíces de las plantas (Schulze et al., 2005).
vantes relacionados con la química de la solución del suelo, extracción y caracterización,
para ampliar al lector su visión general sobre la importancia de esta fase del suelo en la Aunque los autores no reportan el valor de la CE del agua de mar para ese caso en parti-
productividad de las plantas. cular, esta se puede estimar aproximadamente en 50 dS m-1 con base en las concentraciones
de aniones y cationes. Gros et al. (2008) reportan un valor de 47,7 dS m-1 para el agua de
mar estándar, que concuerda bien con la estimación propuesta. Lo anterior indica que la CE
Caracterización química de la solución del suelo del agua de mar puede ser entre 100 y 500 veces más alta que la de la solución del suelo.

La composición de la solución del suelo está afectada por los intercambios de materia y La CE es una medida de la capacidad de una solución para conducir la corriente eléctrica
energía con el aire, sólidos y biota del suelo, y por el campo gravitacional terrestre, lo que lo en función de la presencia de iones en solución o electrolitos. Para determinar la CE, se su-
constituye un sistema abierto. Se denomina ‘fase’ debido a que tiene propiedades macros- mergen dentro de la solución del suelo dos electrodos de área estándar (usualmente 1 cm2)
con distancia de separación constante y se aplica un voltaje de corriente alterna, con el fin

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de imponer un potencial eléctrico entre los dos electrodos. A un potencial constante, la co- nes) se ilustra en la figura 1, con los datos obtenidos por Escobar (2013), para la solución
rriente es directamente proporcional a la conductancia de la solución, cuya unidad estándar del suelo extraída de 180 muestras de suelo bajo cobertura forestal, de zona cálida y seca
de medida es el Siemens (S). Además de la concentración de sales, la conductancia medida en Zambrano (Bolívar). Estas gráficas muestran bien que la CE aumenta a medida que se
es el resultado de la geometría del electrodo, la cual se considera a través de la constante incrementa la concentración de iones, ya que, como indican Snoeyink y Jenkins (1980), la
de la celda. Dicha constante es el cociente entre la distancia entre los electrodos y su área corriente eléctrica se transporta por el movimiento de los iones. En este caso particular, el
transversal efectiva. La CE de la solución del suelo es expresada en unidades de conductan- factor a emplear es de 15, según las ecuaciones de regresión lineal obtenidas.
cia por unidad de distancia, y por conveniencia se usa dS m-1 (Abrol et al., 1988).
y= 0,065x
R2=0,97
Tabla 1. Composición de soluciones acuosas de diferentes ambientes.

Solución Solución del suelo en


Agua de Agua de Agua Agua del andisol6
Parámetro

CE (dS m-1)
mar 1
lluvia superficial subterránea suelo en Suelo sin
2 3 4
Suelo
vertisol5 fertilizar fertilizado
pH 5,5 5,64 5,30 4,39
CE (dS m-1) 1,00 0,03 0,27
Normalidad 0,6 0,001 0,0004 0,008 0,015 0,0002 0,002
Ca2+ 19,96 0,04 0,20 4,59 1,87 0,09 0,25
Mg 2+
111,04 0,10 0,09 2,80 1,29 0,01 0,77
Na+ 456,52 0,41 0,11 0,36 11,83 0,12 0,12
mmolc L-1 Suma de cationes (mmolc L-1)
K +
9,74 0,00 0,02 0,04 0,13 0,01 0,51
NH4+ 0,00 0,01
Al3+ 0,00 0,59 y= 0,068x
Suma de cationes 597,27 0,55 0,42 7,78 15,12 0,23 2,25 R2=0,98

HCO3- 2,33 0,07 0,30 5,56 0,19 0,09 0,00


SO42- 56,25 0,16 0,03 1,75 5,62 0,05 0,05

CE (dS m-1)
Cl- mmolc L-1
535,97 0,48 0,06 0,27 7,92 0,01 0,87
NO3- 0,00 0,00 0,01 0,21 1,49 0,07 1,33
Br- 0,81
Suma de aniones 595,36 0,70 0,40 7,79 15,22 0,22 2,25

3
Agua superficial (de represa), en cuencas sobre rocas graníticas.
4
Agua de pozo, captada entre 10 y 20 m de profundidad.
5
Solución del suelo extraída con microlisímetros de succión, en suelos de clima tropical seco.
6
Agua de percolación del suelo extraída con lisímetros de succión 0 a 30 cm de profundidad, en suelos de clima
tropical húmedo. Suma de aniones (mmolc L-1)
1, 2, 3, 4
Snoeyink y Jenkins (1980); 5Escobar (2013); 6Henao (2002).

Figura 1. Relación entre la conductividad eléctrica en la solución del suelo y la suma de cationes y de
La concentración de cationes o aniones totales en la solución del suelo en términos de aniones en 180 muestras provenientes de suelos esmectíticos de Zambrano (Bolívar).
mmolc L-1 puede ser estimada multiplicando la CE (dS m-1) por un factor que varía entre 12
y 15. La estrecha relación entre la CE y la concentración de electrolitos (cationes y anio-

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La concentración de sólidos disueltos totales (mg L-1), una medida de la presencia de Balance de carga
sales en el suelo, puede igualmente ser estimada con la CE, en dS cm-1, multiplicándola por
un factor de 640 (Rhoades, 1996). Todas las soluciones en la naturaleza son eléctricamente neutras. Para satisfacer la ley
de electroneutralidad, el número total de moles de carga por litro de los iones de carga po-
La CE de la solución del suelo para la mayoría de los suelos es inferior a 0,5 dS m-1 princi- sitiva (cantidad total de carga positiva aportada por los cationes presentes) debe ser igual
palmente en el caso de suelos ácidos. Valores por encima de 2 dS m-1 indican una condición al número total de moles de carga por litro de los iones de carga negativa (cantidad total de
de alerta por salinidad. carga negativa aportada por los aniones presentes) (Snoeyink y Jenkins, 1980).

Otro parámetro importante es el pH de la solución del suelo, ya que determina la pre- El balance de cargas se ilustra en la figura 2, nuevamente con los análisis de la solución
sencia y movilidad de iones y puede variar ente 4 y 9 en la mayoría de los suelos. El pH está de suelo efectuados por Escobar (2013). La relación entre la suma de cationes y de aniones
relacionado con la alcalinidad, que es una medida de la capacidad del agua para neutralizar muestra alta dependencia, representada por una ecuación lineal con pendiente cercana a 1,
un ácido fuerte; en la solución del suelo, esta se debe a la presencia de iones como bicar- que evidencia la correspondencia de valores y por consiguiente el balance de cargas. Esto
bonato, carbonato e hidroxilo. Los carbonatos presentes en las soluciones acuosas tienen refleja la exactitud del análisis efectuado, debido a que se valoraron todos los iones presen-
una fuerte influencia en el pH del suelo y son predominantes a valores por encima de 8,4. tes en cantidades importantes, por lo que se halló la condición de neutralidad de cargas en
la solución.

Expresión de concentraciones en la solución del suelo En la tabla 1 mostrada anteriormente, también se puede observar que todas las solucio-
nes cumplen con el balance de cargas, pues se constata que la suma de cationes es igual a
Entre los aniones y cationes de las soluciones acuosas se presentan reacciones químicas la suma de aniones.
que se rigen por la termodinámica y que se caracterizan por constantes de equilibrio basa-
das en la ley de acción de masas, en donde la cantidad de especies reactantes se expresan
en términos de moles.
y= 0,96x

Suma de aniones (mmolc L-1)


R2=0,99
Por eso, aunque es común expresar la concentración de las especies disueltas en tér-
minos de unidades de masa de soluto en un volumen unitario de solución (mg L-1), en la
química del agua es más común emplear las moles o los equivalentes de soluto por volumen
de solución en litros (mol L-1 o eq L-1) y, debido al rango de valores hallados habitualmente
en la solución del suelo, es aún más frecuente emplear mmol L-1 o meq L-1. La expresión de
las concentraciones de solutos en términos de equivalentes por litro representa la concen-
tración normal o normalidad, donde una solución 0,5 normal es aquella que contiene medio
peso equivalente de solutos por litro de solución. En la química del agua, el peso equivalen-
te se define en tres sentidos: i) la carga de un ion, ii) el número de protones o hidroxilos
transferidos en una reacción ácido-base y iii) el número de electrones transferidos en una
reacción de óxido-reducción. Los equivalentes/litro de las unidades de carga, que son deno- Suma de cationes (mmolc L-1)
minadas también ‘moles de carga/litro’, son útiles para verificar la exactitud de los análisis
de las soluciones acuosas.
Figura 2. Relación entre la suma de cationes y de aniones totales en la solución del suelo de 180
muestras provenientes de suelos arcillosos de Zambrano (Bolívar).

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Actividades iónicas donde:

Según Snoeyink y Jenkins (1980), en los sistemas acuosos un ion tiene una concentración γi: Coeficiente de actividad del ion i
analítica o real, que equivale a la concentración total, y una concentración aparente o activa, A, B: Constantes dependientes de la temperatura (a 25ºC, A = 0,509 y B = 0,328x10-8)
inferior a la real, que es la que efectivamente interviene en las reacciones químicas que ocu- Zi: Carga del ion i
rren en la solución. Esa concentración activa se conoce como la actividad iónica y la relación a: Radio hidratado de cada ion (en Å)
entre la actividad y la concentración analítica se conoce como coeficiente de actividad (γ). µ: Fuerza iónica de la solución

En soluciones acuosas muy diluidas, como la solución del suelo de suelos ácidos (ejem- y= 0,384x
R2=0,97
plo, andisol de la tabla 1), los iones se comportan en forma independiente uno del otro y
los coeficientes de actividad pueden ser cercanos a 1. En soluciones acuosas concentradas,
como ocurre en suelos salinos o de regiones secas con alta tasas de evaporación (ejemplo,
vertisol de la tabla 1), las interacciones electrostáticas entre los iones son altas y los coe-

µ (M)
ficientes de actividad disminuyen, lo que se refleja en que la actividad de los iones se hace
menor a su concentración analítica.

Para calcular los coeficientes de actividad de los iones en la solución acuosa debe utili-
zarse la fuerza iónica (μ), que describe la intensidad del campo eléctrico en la solución del
suelo:

CE (dS m-1)

Figura 3. Variación de la fuerza iónica (µ) en función de la CE en la solución del suelo de 180
muestras provenientes de suelos arcillosos de Zambrano (Bolívar).
donde ci es la concentración de la especie iónica i (mol L-1) y zi es la carga de la especie i.

La fuerza iónica presenta una relación directa con la CE. Esta relación también es mos- Especiación
trada con los datos de Escobar (2013) en la figura 3. A partir de ellos se deriva que para la
solución del suelo, la fuerza iónica se puede estimar con los valores de CE expresados en La mayoría de solutos en la solución del suelo son iones que ocurren como iones hidrata-
dS m-1, multiplicando por 0,0384. dos libres. Sin embargo, los iones metálicos (cationes) y los ligandos (aniones) interactúan
directamente en solución para formar especies iónicas, cuya determinación se denomina
La ecuación para calcular los coeficientes de actividad en las soluciones acuosas fue pro- ‘especiación’ (Sparks, 2003).
puesta por Debye-Hückel para soluciones con fuerza iónica menores de 5x10-3 M (Sparks,
2003), considerando las interacciones electrostáticas entre iones así como el movimiento La formación de especies afecta la solubilidad y la movilidad de los átomos, iones o mo-
térmico de estos: léculas. Algunas especies representan formas disponibles para las plantas, o se encuentran
concentraciones tóxicas, o son biológicamente disponibles, o se pueden acumular en tejidos
biológicos, mientras que otras no. Por eso es importante establecer las especies presentes
en el suelo al considerar la disponibilidad de nutrientes para las plantas y la contaminación
ambiental por cationes metálicos, entre otros (Conklin, 2005).

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Las formas de un elemento o molécula presentes bajo ciertas condiciones ambientales en donde los paréntesis denotan las actividades iónicas en mol L-1.
la solución del suelo dependen de los diferentes estados de oxidación de los cationes metá-
licos y oxianiones, de la asociación entre cationes y aniones, de los estados de ionización de Conociendo la constante de equilibrio y las actividades iónicas, se puede obtener la con-
compuestos orgánicos y de la asociación entre moléculas orgánicas e inorgánicas (Conklin, centración de los iones libres a través de un cálculo iterativo, y estimar la concentración de
2005). Las diferentes especies se forman por reacciones ácido-base, hidrólisis, precipita- los complejos metal-ligando. Existen softwares que emplean bases de datos con las cons-
ción, disolución, oxido-reducción y formación de complejos. tantes de equilibrio y otros parámetros de equilibrio termodinámico, tales como el GEO-
CHEM o el MINTEQ, ampliamente utilizados para efectuar la especiación de la solución del
Algunas especies en la solución del suelo se presentan en forma simple, con un solo esta- suelo.
do de oxidación e hidratadas, mientras que otras son más complejas ya que presentan varios
estados de oxidación y pueden tener oxígenos o grupos hidroxilos asociados (tabla 2). Tabla 2. Formas iónicas comunes en la solución del suelo.

Elemento/compuesto Catión Anión


Para efectuar la especiación de la solución del suelo se usan modelos que emplean los
Fósforo - H2PO4-, HPO42-, PO43-
datos de la concentración total de cada metal y ligando presente en la solución. Se deben
Azufre - S2-, SO42-
incluir todos los componentes catiónicos y aniónicos mayores ya que estos contribuyen de
manera significativa con la fuerza iónica y la especiación. Para estimar la concentración de Cloro - Cl-
las especies iónicas libres y las asociadas con los otros iones presentes formando complejos Carbono - HCO3-, CO32-
metal-ligando, se considera la ecuación del balance de masas de todas las reacciones que Boro - H2BO3-, H3BO3
potencialmente pueden ocurrir con sus constantes de equilibrio (Sparks, 2003). Molibdeno - MoO42-, HMO4-
Nitrógeno NH4+ NO3-, NO2-
Potasio K +
-
Equilibrio químico Sodio Na +
-
Calcio Ca 2+
-
Los iones presentes en las soluciones acuosas se combinan para formar pares y especies
iónicas, mediante reacciones reversibles regidas por las leyes del equilibrio químico. Sparks Magnesio Mg2+ -
(2003) lo ilustra con la especiación del calcio de un suelo alcalino de pH 7,9 y concentración Hierro Fe , Fe(OH)2 , Fe(OH) , Fe
2+ + 2+ 3+
-
total de Ca2+ de 3,7 mmol L-1. El Ca se puede acomplejar con los ligandos inorgánicos CO32-, Manganeso Mn , Mn , Mn
2+ 3+ 4+
-
SO42- y Cl- presentes en la solución del suelo, de tal modo que: Cobre Cu2+, Cu(OH)+ -
Zinc Zn , Zn(OH)
2+ +
-
Catotal = Ca2+libre + CaCO3 + CaHCO3+ + CaSO4 + CaCl+ Níquel Ni , Ni 2+ 3+
-
Cobalto Co2+ -
En el caso de la formación del par iónico CaSO4, los reactantes Ca2+ y SO42- se combinan
para formar el producto CaSO4. Durante la reacción, las concentraciones de Ca2+ y SO42- dis-
minuyen, mientras que las de CaSO4 aumentan hasta alcanzar valores constantes después La tabla 3 muestra la especiación de una solución del suelo de pH 7,85 y CE 0,39 dS m-1,
de cierto tiempo, llamados concentraciones de equilibrio. La relación de las concentracio- extraída de un Vertisol con microlisímetros de copa porosa, efectuada por Escobar (2013).
nes de equilibrio de productos a reactantes se denomina constante de equilibrio (Keq): Los resultados muestran que casi todo el sodio, potasio, cloruro, nitrato y nitrito se encuen-
tran en forma libre, mientras que el calcio, magnesio, sulfato, fosfato y bicarbonato tienen
una mayor tendencia a formar especies iónicas, siendo los sulfatos y fosfatos de calcio y
de magnesio las especies iónicas que más se forman en este caso en particular. Esto indica
que no todo el calcio, magnesio, azufre y fosforo presentes en la solución del suelo estarían
disponibles para la toma por la planta.

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Tabla 3. Distribución de especies iónicas (porcentaje entre paréntesis) de una solución de un suelo Las muestras de suelo también pueden ser llevadas al laboratorio para efectuar extrac-
Vertisol del departamento de Bolívar en condiciones de clima seco (Escobar, 2013). ciones por métodos destructivos sobre muestras disturbadas, con la limitación de que se
Constituyente CT Porcentaje de especies presentes1 obtienen volúmenes muy pequeños, generalmente menores de 10 mL por cada 250 g de
mmolc L-1 muestra (Smethurst, 2000). Uno de los métodos más comunes para lograr un acercamien-
to a la solución del suelo es el del extracto de la pasta saturada, en el cual se aplica agua
Na 3,01 Na+ (99,19), NaSO4- (0,58), NaHPO4- (0,07), NaH2PO4 (0,02),
NaCl (0,12), NaNO3 (0,03) al suelo en contenidos mayores a los que se encuentran normalmente en campo y se deja
K 0,10 K+ (99,0), KSO4- (0,74), KHPO4- (0,04), KH2PO4 (0,02), KCl
equilibrar por algún tiempo. La cantidad de agua requerida para obtener la pasta saturada
(0,12), KNO3 (0,08) depende de la textura del suelo. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la concentración
Ca 0,86 Ca2+ (84,43), CaSO4 (13,3), CaHPO4 (1,41), CaH2PO4+ (0,13), de solutos se afecta por la relación suelo:agua, y al adicionar agua para facilitar la extracción
CaCl+ (0,42), CaNO3+ (0,26) se produce la dilución de iones.
Mg 0,72 Mg2+ (86,49), MgSO4 (10,82), MgHPO4 (2,0), MgCl+ (0,68)
SO4 1,10 SO4-2 (89,67), NaSO4- (1,57), KSO4- (0,05), CaSO4 (5,12), MgSO4
(3,58) Conclusiones
PO4 0,19 HPO4-2 (39,79), H2PO4- (47,72), NaHPO4- (1,49), KHPO4- (0,03),
CaHPO4 (4,53), MgHPO40 (5,51), NaH2PO40 (0,37), KH2PO40 La solución del suelo se comporta como cualquier solución acuosa y su correcta caracte-
(0,01), CaH2PO4+ (4,53), MgH2PO4+ (5,51) rización química debe cumplir con el balance de cargas, y la CE y la suma de cationes o de
HCO3 1,38 HCO3- (81,8), NaHCO30 (0,16), CaHCO3+ (0,4), MgHCO3+ (0,28) aniones deben estar relacionadas por un factor cercano a 15. Esto también aplica para las
Cl 1,33 Cl- (99,57), NaCl0 (0,2), CaCl+ (0,1), MgCl+ (0,13) aguas de riego, las soluciones de fertirriego y los lixiviados obtenidos de la producción de
NO3 0,26 NO3- (99,76), NaNO30 (0,11), CaNO3+ (0,12) flores de corte cultivadas sobre sustratos.
NO2 0,29 NO2- (99,99)
El uso de la solución del suelo como herramienta de diagnóstico de disponibilidad de
1
Especiación efectuada con el programa Visual MINTEQ (Gustafsson, 2016). nutrientes o de limitaciones por desbalance entre iones o especies iónicas en solución re-
sulta promisorio, aunque su aplicación no se ha extendido debido a la dificultad de extraer
y analizar este constituyente del suelo. Sin embargo, la aparición de nuevas tecnologías
Técnicas de extracción de la solución del suelo para el análisis de microvolúmenes de agua facilitará hacer más investigación que permita
relacionar la composición y dinámica de la solución del suelo con la nutrición vegetal.
La solución del suelo es difícil de muestrear debido a que está retenida en el suelo a altas
tensiones, usualmente mayores de 0,08 MPa, por lo que se deben usar fuerzas de succión
para extraerla (Smethurst, 2000). Un método apropiado no debe cambiar la composición de Bibliografía
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702p. exitosa de flores de corte, los parámetros de salinidad, pH y alcalinidad ocupan un papel
Smethurst, P.J. 2000. Soil solution and other soil analyses as indicators of nutrient supply: a review. preponderante. En conjunto determinan qué cultivos se pueden producir, prácticas de
Forest Ecology and Management, 138:397-411. manejo, riego y fertilización que deba utilizarse. Un análisis y evaluación completa del
Snoeyink, V.L. y D. Jenkins. 1980. Water Chemistry. New York: John Wiley & Sons. 463p. suelo/sustrato y del agua de riego debe preceder cualquier decisión de producción y
Soon, Y.K. y C.J. Warren. 1993. Soil solution. En: Carter, M.R. (Ed.). Soil Sampling and Methods of manejo de estos cultivos. En términos generales, los límites máximos de salinidad, ex-
Analysis. Canadian Society of Soil Science. Boca Raton: Lewis Publishers. pp. 147-160. presada en conductividad eléctrica, y alcalinidad en el agua de riego no debieran exceder
Sparks, D. 2003. Environmental Soil Chemistry. 2.a Ed. San Diego: Academic Press. 352p. 1 dS m-1 (o 3 dS m-1 en extracto de suelo) y 3 meq L-1, respectivamente. Otros paráme-
Sposito, G. 2008. The Chemistry of Soils. 2.a Ed. New York: Oxford University Press. 329p. tros químicos que considerar son los niveles de sodio y cloruro en el agua, los cuales
Wolt, J.D. 1994. Soil Solution Chemistry: Applications to Environmental Science and Agriculture. 1.a se recomienda no excedan 3 meq L-1, adicional al boro, elemento que se recomienda no
Ed. New York: John Wiley & Sons. 345p. encontrar por encima de 1 mg L-1, para evitar problemas de toxicidad específica. El uso
de cultivares y portainjertos (en el caso de rosas) tolerantes a condiciones adversas de
salinidad, alcalinidad o acidez, así como mezclas de aguas de riego de mala calidad con

* Para citar este capítulo: Cabrera, R.I., A.R. Solís-Pérez y W.J. Cuervo-Bejarano. 2017. Tolerancia y manejo de
salinidad, pH y alcalinidad en el cultivo de flores. En: Flórez R., V.J. (Ed.). Consideraciones sobre producción,
manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel. Bogotá: Editorial Universidad Nacional de
Colombia. pp. 63-73.
1  Department of Plant Biology, Rutgers University Agricultural Research and Extension Center, 121 Northville
Road, Bridgeton, New Jersey 08302 (USA). cabrera@aesop.rutgers.edu.
2  Colegio de Postgraduados, km 348 Carretera Federal Córdoba - Veracruz, Amatlán de los Reyes, Veracruz,
México 94946.
3  Programa de Ingeniería Agroecológica, Corporación Universitaria Minuto de Dios, Centro Regional
Zipaquirá, Zipaquirá, Colombia. Estudiante de doctorado en Ciencias Agrarias, Facultad de Ciencias Agrarias,
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. wjcuervob@unal.edu.co.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 4

otras de buena calidad son algunas de las opciones para un manejo adecuado de estas la manera más práctica de medir la salinidad del agua es indirectamente, a través de deter-
condiciones. minaciones de CE; asimismo, la CE es utilizada como índice de riesgo por salinidad (Tan,
2011). La habilidad del agua para conducir una corriente eléctrica está directamente rela-
Palabras clave: calidad de agua, desórdenes nutricionales, fertirriego, invernaderos, toxicidades.  cionada con la concentración de sales presentes en solución (Farnham et al., 1985; Peter-
sen, 1996; Kirkham, 2005). La salinidad afecta directamente el crecimiento y la calidad de
las plantas debido a efectos osmóticos (reduciendo la capacidad de la planta para absorber
Introducción agua), por toxicidad específica y desbalance iónico, en particular, en los cloroplastos de las
hojas, con la consecuente disminución de la fotosíntesis (Cabrera 2011; Küçükahmetler,
Dentro de las actividades agrícolas, la producción de flores de corte en invernaderos es uno 2002, Duncan et al., 2009; Farnham et al., 1985; Marschner, 1995). Es de resaltar que en
de los sistemas de producción más intensivos que se conocen, con demandas y aportes de gran- sistemas de cultivo en invernadero la concentración de sales en la solución del ambiente
des cantidades de agua y fertilizantes (Cabrera, 2003). Para fortalecer el conocimiento previo radicular es mayor que la de sistemas a campo abierto (Sonneveld y Voogt, 2009). Estos
de esta actividad, los autores se propusieron a actualizar la información publicada en 2011, con efectos osmóticos están en función de la concentración y el tipo de sales, así como de la
el título ‘Importancia de la calidad química del agua en el fertirriego en cultivos ornamentales’, sensibilidad de las plantas (tabla 1). En particular, las plantas ornamentales leñosas tienden
en el libro Avances sobre fisiología en la producción de flores de corte en Colombia, de la editorial de la a ser más afectadas por la salinidad, incluso a niveles considerados bajos o moderados para
Universidad Nacional de Colombia. La literatura relacionada ha clasificado a varias plantas orna- otras plantas y cultivos agrícolas (Bass et al., 1995; Niu y Cabrera, 2010; Cabrera, 2011;
mentales como especies sensibles a la salinidad, que presentan reducciones en su rendimiento y Farnham et al., 1985; Maas, 1990). Los efectos negativos de la salinidad muchas veces están
calidad a niveles de conductividad eléctrica (CE) relativamente bajos, normalmente en el rango relacionados con la apariencia visual y estética, rasgos definitivos en el valor comercial de
de 2 - 3 dS m-1 (Bernstein et al., 1972; Hughes y Hanan, 1978; Maas, 1990; Sonneveld, 2000). especies ornamentales (Cassaniti et al., 2012).
Dichos niveles de CE se alcanzan fácilmente en estos cultivos si se considera que las soluciones
nutritivas usadas en fertirriego generalmente están cerca de 2 dS m-1 (Cabrera, 2003; Nelson, La CE o salinidad de aguas subterráneas y superficiales para riego está definida prin-
1991; White, 1987) y el proceso de absorción selectiva de nutrientes por la raíz contribuirá a cipalmente por los cationes calcio, magnesio, potasio y sodio, y por los aniones sulfato,
concentrar sales solubles en la zona radicular (Cabrera et al., 1993; Hanan, 1998; Marschner, bicarbonato y cloruro. De acuerdo con el United States Salinity Laboratory (1954), la CE
1995). Esta condición se empeora cuando se usan aguas de mala calidad, con prácticas de lixi- del agua, en dS m-1, es aproximadamente igual a la suma de la concentración de cationes
viaciones mínimas o cuando se recirculan soluciones drenadas (Bass et al., 1995; Baas y van den o aniones (en meq L-1) dividida entre 10. En la práctica, esta relación empírica se utiliza
Berg, 1999; Bernstein et al., 2006; Raviv et al., 1998). Con respecto a efectos de iones específi- para comprobar que el laboratorio realizó un análisis completo y preciso de los cationes
cos, se ha reportado que concentraciones relativamente bajas de sodio (Na+) y de cloruro (Clˉ) y aniones principales en el agua, cuando este valor calculado se aproxima en un 5 a 10 %
en el agua de riego, que oscilen entre 2 y 4 mM, ocasionan problemas de toxicidad (Farnham et del valor de CE medido (con un conductímetro) directamente en la muestra de agua ana-
al., 1985; Hanan, 1998; Hughes y Hanan, 1978), lo que condujo a recomendar que estos ele- lizada. Como recomendación general se sugiere que la CE del agua para riego sea menor
mentos sean evitados en la producción de rosa de invernadero (White, 1987) y de otros cultivos que 1,0 dS m−1, aunque en regiones áridas y semiáridas son comunes valores más elevados
florícolas (Farnham et al., 1985; Petersen, 1996). Con respecto al pH del agua y del suelo, los (Schröder y Lieth, 2002).
rangos sugeridos para el cultivo de flores y otras especies ornamentales oscilan justo por debajo
de la neutralidad, entre 5,5 y 7,0, pero a menudo se olvida contemplar su intrínseca relación con En análisis de aguas para uso hortícola, otros constituyentes químicos de interés reporta-
la alcalinidad, la cual realmente es el parámetro químico que se debe monitorear y ajustar para dos comúnmente son fosfato, amonio, nitrato, boro, hierro, manganeso y flúor. Entre estos,
la manutención del pH deseado en la zona radical de los cultivos (Bailey, 1996; Cabrera, 2011). el nitrato (NO3ˉ) podría constituirse en el anión dominante en un agua de riego, sobre todo
cuando se reutilizan o reciclan los drenajes. Es interesante puntualizar que, en estas instan-
cias, muy a menudo se ignora el efecto salinizante de dicho anión (Cabrera, 2003; Cabrera
Salinidad et al., 1993), al considerarse únicamente su efecto benéfico como fuente de nitrógeno y no
ser un agente causal de toxicidades específicas como el Na+ y el Clˉ. Muestreos de suelos en
La salinidad se refiere a la concentración de sales totales disueltas en el agua, en la so- cultivos comerciales de rosas en California revelaron concentraciones de hasta 700 mg L-1
lución del suelo o en extractos de pastas de suelo o sustratos saturados. En la actualidad, de NO3-N (Cabrera y Evans, 2001), las cuales por sí solas representarían una CE de aproxi-

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madamente 5 dS m-1 de acuerdo con la relación mencionada y desarrollada por el US Salini- marginales, necrosis y abscisión. Las especies leñosas, tanto ornamentales como frutales, son
ty Laboratory (1954). De manera similar, en drenajes de cultivos de rosa en la Sabana de Bo- particularmente sensibles a toxicidades por cloruro (Cabrera et al., 2009; Maas, 1986; Farn-
gotá establecidos en sustratos orgánicos se reportaron hasta aproximadamente 500 mg L-1 ham et al., 1985). Las respuestas de las plantas a concentraciones tóxicas de Cl- varían entre
de NO3-N (Rodríguez y Flórez, 2012). Este nivel de estrés osmótico por NO3-N, aunado a la géneros, especies y cultivares. La toxicidad ocurre a concentraciones, con base en masa seca,
contribución osmótica del resto de los iones en solución, sería mayor que el doble de la CE entre 4 y 7 mg g-1 y entre 15 y 50 mg g-1, en especies sensibles y tolerantes, respectivamente
máxima recomendada en extractos de pasta saturada para el cultivo de la rosa (Bernstein et (White y Broadley, 2001). En rosas cv. ‘Bridal Pink’ concentraciones foliares de Cl- mayores
al., 1972; Hughes y Hanan, 1978; Maas, 1990). que 4 mg g-1 fueron asociadas con reducciones significativas de biomasa (Cabrera y Perdomo,
2003), lo que confirma su clasificación como especie y como cultivar sensible a toxicidad por
Tabla 1. Tolerancia de cultivos de flor a la salinidad, expresada como conductividad eléctrica (dS m-1) Cl-. Los síntomas se observan primero en el follaje más viejo. Por lo general, aguas de riego con
en extractos de pasta saturada en suelo o sustrato (CEe), o en el agua de riego (CEw). Basado en concentraciones de Clˉ mayores que 100 mg L-1 deben considerarse cuidadosamente, ya que
información de Bunt (1988), Cabrera et al. (2009), Costello et al. (2003), Farnham et al. (1985), Grieve
el crecimiento y la calidad de los cultivos ornamentales se verán afectados negativamente. Por
et al. (2005), Maas (1990), Nelson (1991) y Valdez-Aguilar et al. (2009).
ejemplo, en un estudio realizado en seis cultivos de flores de corte, Sonneveld et al. (1999)
Baja Mediana Alta hallaron que plantas de bouvardia y aster eran específicamente sensibles al cloruro de sodio.
(CEe < 1,5; CEw < 0,7) (CEe 1,5 - 3,0; CEw 0,7 - 3,0) (CEe > 3,0; CEw > 3,0)
Camellia japonica Agapanthus spp. Bougainvillea spectabilis La casi imperceptible entrada de sodio a través del plasmalema celular se debe a la simi-
Canna (híbridos) Coreopsis grandiflora Gazania spp. litud entre el radio iónico hidratado de sodio y de potasio, que hace difícil la discriminación
Delphinium spp. Gerbera jamesonii Hemerocallis spp. entre estos dos iones por parte de las proteínas transportadoras. La entrada del sodio a la
célula vegetal es un proceso pasivo y, en contraste, la extrusión y compartimentación en la
Gardenia spp. Hibiscus rosa-sinensis Petunia hybrida
vacuola son procesos activos indirectos. Mientras que las plantas sensibles a la salinidad de-
Gladiolus spp. Rosa spp. (para jardinería)
penden principalmente de la exclusión de Na+ en la plasma membrana, las especies tolerantes
Lilium (híbridos) Limonium sinuatum
acumulan grandes cantidades de Na+ en las vacuolas (Blumwald et al., 2000). Al igual que para
Pelargonium x hortorum Tagetes patula, T. erecta el Clˉ, las raíces de las plantas pueden absorber sodio y transportarlo hacia las hojas, las cuales
Rhododendron spp. Chrysanthemum morifolium también pueden absorberlo y acumularlo directamente (Marschner, 1995).
Rosa spp. (híbridos de té) Dianthus caryophyllus
Saintpaulia ionatha Los síntomas de toxicidad por Na+ son similares en apariencia a los de Clˉ, comenzando
Strelitzia reginae por las quemaduras en los bordes de las hojas más viejas. El uso de aguas con niveles de Na+
Viola tricolor (pansy)
mayores que 70 mg L-1 puede empezar a afectar el crecimiento y la calidad de muchos cultivos
de plantas ornamentales (Farnham et al., 1985). Algunos estudios sugieren el uso de aguas
Euphorbia pulcherrima
de riego con concentraciones menores que 0,05 mmol L-1 (1,15 mg L-1) (Sonneveld, 2000). A
diferencia de la dinámica de acumulación acropétala de cloro en las plantas, varios cultivos,
En sistemas de cultivo de hortalizas en invernadero, las cantidades de Cl- son mayores que como la rosa (Cabrera, 2002; Cabrera et al., 2009) tienen la capacidad de compartimentar o
las requeridas; esto obedece a la interacción de Cl- con la absorción de Ca2+ (Sonneveld y Voogt, acumular Na+ en células de la raíz (Marschner, 1995), minimizando su transporte al follaje y a
2009). Entre las toxicidades específicas asociadas con salinidad, las más sobresalientes son los brotes. Sin embargo, cultivos de ornamentales expuestos de manera prolongada o conti-
aquellas causadas por sodio, cloruro y boro (Farnham et al., 1985). Aunque el Cl- es considera- nua a altas concentraciones de sodio pueden perder esta capacidad, lo cual afecta la producti-
do un elemento esencial a causa de su papel en la osmorregulación, puede ser tóxico (Flowers, vidad y la calidad si no se realizan prácticas de manejo dirigidas a minimizar la concentración
1988). Los tejidos vegetales generalmente contienen cantidades de Cl- en el rango de 2 a 20 del Na+ en la solución del suelo (Cabrera et al., 2009; Cabrera y Perdomo, 2003; Farnham et
mg g-1 de masa seca (Mengel y Kirkby, 2001). Al ser absorbido pasivamente con el agua por al., 1985).
las raíces de las plantas, el Clˉ es comúnmente transportado a las hojas, donde se acumula
(Marschner, 1995). Esta acumulación eventualmente produce efectos negativos en la produc- En estudios recientes se ha observado que la presencia de altas concentraciones de Na+
tividad de las plantas y síntomas estéticamente indeseables en las hojas, como quemaduras (12 mM o 276 mg L-1) sumadas a concentraciones igualmente altas de NO3- causan reduc-

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ciones más severas en productividad y calidad de tallos florales en rosa cv. Bulls Eye (sobre su pH (Bailey, 1996; Bunt, 1988). Entre mayor sea la alcalinidad del agua, más estable será
R. x ‘Natal Briar’) que cuando estos niveles de Na+ eran acompañados por los aniones Clˉ su pH, y se requerirán mayores aplicaciones de ácido para causar reducciones en el mismo.
o SO42- (Solís-Pérez y Cabrera, 2007). Por el momento, se considera como hipótesis que el Si no se utiliza ácido para neutralizar un agua con alcalinidad alta, se elevará significativa-
suministro de concentraciones altas de N-NO3-, al provocar una mayor absorción del anión mente el pH del sustrato o suelo a través del tiempo, hasta alcanzar niveles indeseables que
NO3-, también incrementa la absorción y acumulación del catión Na+, cuando se presenta reducirán el crecimiento o calidad de las plantas (Bailey, 1996; Farnham et al., 1985; Hanan,
en concentraciones altas; este eventualmente es el agente causal de las reducciones signi- 1998; Nelson, 1991). La alcalinidad se suele expresar en unidades de concentración de
ficativas en el rendimiento, en comparación con las plantas expuestas al tradicional agente equivalentes de CaCO3 (mg L-1 o meq L-1). Algunos laboratorios reportan indirectamente la
salinizante NaCl. En el caso específico de rosas, los resultados de investigaciones indican alcalinidad como la concentración de HCO3ˉ, lo cual es aceptable para aguas con pH menor
que este cultivo puede tolerar concentraciones de NaCl entre 15 y 30 mM, con un manejo que 8,5 y se requiere la adición del anión CO32- a valores de pH superiores. Estos aniones al-
adecuado del riego y la fertilización, dependiendo del cultivar y portainjerto usados (Cabre- calinizantes por sí solos no causan toxicidades específicas; sin embargo, al combinarse con
ra, 2002; Cabrera y Perdomo, 2003; Cabrera et al., 2009). concentraciones igualmente elevadas de Ca2+ y Mg2+ forman complejos de cal y dolomita,
que contribuyen a la paulatina alcalinización de suelos y sustratos, además de depositar
En el caso del boro, aún en su condición de nutriente mineral esencial para las plantas precipitados y residuos indeseables en el follaje de plantas y cultivos asperjados con esta
(Marschner, 1995), su presencia en concentraciones relativamente bajas en el agua es alta- agua de riego o soluciones de fertirriego (Cabrera, 2011; Farnham et al., 1985).
mente tóxica para muchas especies ornamentales (Farnham et al., 1985). Concentraciones
tan bajas como 0,7 mg L-1 pueden causar necrosis en el margen de las hojas. La acumulación En cuanto a la sodicidad en aguas, esta se relaciona con un desbalance entre carbonato y
de boro en las hojas es causada principalmente por absorción radicular, ya que, a diferencia bicarbonato y los cationes divalentes, principalmente Ca2+ y Mg2+ (Bernstein, 1975). Cuan-
de cloro y sodio, el boro no es fácilmente absorbido por las hojas cuando se aplica a través do para el riego se utiliza agua con problemas de sodicidad, el carbonato o el bicarbonato
de sistemas de riego por aspersión. se precipitan con los cationes divalentes presentes en el suelo o sustrato. Los cationes mo-
novalentes restantes en el agua de riego, en su mayoría Na+, sobreviven en la solución del
suelo o del sustrato, y en el complejo de adsorción. Los suelos y sustratos afectados por
Alcalinidad y pH este fenómeno se caracterizan por altas concentraciones de Na+ y bajas concentraciones de
Ca2+ y Mg2+ (Sonneveld y Voogt, 2009).
El pH es una propiedad química importante, relacionada con el crecimiento y la calidad
de las plantas que crecen en suelos, sustratos y soluciones hidropónicas, en particular por Los niveles de alcalinidad considerados apropiados para cultivos de flor de corte oscilan
su efecto sobre la disponibilidad de los nutrientes minerales (Cabrera, 2011; Farnham et al., entre 1 y 2,5 meq L-1 (Bailey, 1996; Nelson, 1991). Para aguas con valores de alcalinidad
1985; Hanan, 1998; Marschner, 1995). Es por esto que su monitoreo y control son impres- mayores que 5 meq L-1 es casi inevitable la inyección de ácidos minerales para ajustar y man-
cindibles en el manejo de cultivos, y mucho más crítico en aquellos producidos en sustratos tener un pH deseable y estable durante el ciclo de producción del cultivo. Esta práctica re-
e hidroponía (Bailey, 1996; Bunt, 1988; Jones, 1997). Contrario a la importancia que se le quiere del asesoramiento especializado para la instalación de equipos de riego y sistemas de
adjudica, de por sí, solamente el pH del agua es un parámetro que regularmente no tiene inyección de ácido. En el caso de aguas de riego con alcalinidad intermedia (3 a 4 meq L-1),
un efecto importante durante la producción de flores. El rango normal de pH para la ma- su ajuste se podría manejar satisfactoriamente con la selección de los componentes del sus-
yoría de las aguas de riego está entre 5 y 8, y los valores mayores que 7 son considerados trato y los fertilizantes que se emplearán, con preferencia a aquellos con reacción alcalina
generalmente como indeseables para cultivos de ornamentales (Bunt, 1988; Farnham et al., (Bailey, 1996; Bunt, 1988; Farnham et al., 1985; Nelson, 1991).
1985). Sin embargo, la relación entre el pH y el nivel de alcalinidad del agua es la que efec-
tivamente tiene un efecto más significativo sobre el control del pH en la solución del suelo,
del sustrato o en hidroponía; para estos dos últimos sistemas se recomiendan valores de pH Conclusiones y aplicaciones prácticas
en la rizósfera entre 5 y 6 (Adams, 2002; Sonneveld, 2002).
Se ha argumentado que aguas de riego con concentraciones moderadamente altas de
Por definición, la alcalinidad es la medición de la capacidad de un agua para neutralizar Na+ y Clˉ limitan su uso potencial en sistemas de riego por aspersión. Sin embargo, esto no
ácidos, que establece la capacidad tampón de esa agua, es decir, la resistencia a cambios en necesariamente impide su uso con sistemas de riego superficiales, como por ejemplo por

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 4

goteo o con microaspersión, donde las propiedades físico-químicas del suelo o del sustrato, Agradecimientos
y el proceso selectivo de absorción, exclusión o compartimentación de iones en las raíces
puede limitar su translocación y acumulación indeseable en las hojas (Cabrera et al., 1993, Parte de la información presentada en este capítulo fue generada en proyectos de in-
Hanan, 1998; Marschner, 1995). Estas aguas de riego podrían también ser aplicadas por vestigación financiados conjuntamente por Joseph H. Hill Foundation, International Cut
aspersión nocturna, cuando las temperaturas son bajas y los estomas en las hojas están Flower Growers Association, Asocolflores, Texas A&M AgriLife Research y Rio Grande Basin
cerrados (Burkhardt et al., 1999), con lo que se minimiza su absorción foliar directa. Estas Initiative patrocinada por USDA-CSREES-NIFA (2001-2011).
prácticas de manejo de riego para dichas aguas requerirán conocer los límites de tolerancia
o susceptibilidad de los cultivos a problemas de toxicidad específica por estos iones. En el
caso de sistemas de riego por goteo o microaspersión, donde los emisores son de diámetro Bibliografía
reducido, debe considerarse especialmente el pH, la alcalinidad y las concentraciones de bi-
carbonatos, carbonatos, calcio y magnesio, pues el balance o equilibrio entre estos pueden Adams, P. 2002. Nutritional control in hydroponics. En: Savvas D. y H. Passam (Eds). Hydroponic
causar la acumulación de depósitos insolubles que obturen los emisores de riego (Cabrera, production of vegetables and ornamentals. Athens: Embryo Publications, pp. 211–262.
2011; Farnham et al., 1985). En estos casos, la reducción de alcalinidad (bicarbonatos y Bass, R., H.M.C. Nijssen, T.J.M. van den Berg y M.G. Warmenhoven. 1995. Yield and quality of
carbonatos) con inyección de ácido puede permitir exitosamente el uso de estas aguas en carnation (Dianthus caryophyllus L.) and gerbera (Gerbera jamesonii L.) in a closed nutrient
sistemas de riego por goteo o microaspersión (Bailey, 1996). system as affected by sodium chloride. Scientia Horticulturae, 61:273-284.
Baas, R. y D. van den Berg. 1999. Sodium accumulation and nutrient discharge in recirculation
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ción (granular, liberación lenta y fertirriego), las deficiencias son más fáciles de controlar que Bailey, D.A. 1996. Alkalinity, pH and acidification. En: Reed, D.W. (Ed.). Water, media and nutrition for
los excesos. Por ejemplo, las deficiencias de elementos más frecuentes como las de azufre y greenhouse crops. Batavia: Ball Publishing. pp. 69-91.
micronutrientes pueden suplementarse y manejarse relativamente fácil. El azufre a menudo Bernstein, L., L.E. Francois y R.A. Clark. 1972. Salt tolerance of ornamental shrubs and ground
puede ser deficiente en aguas y suelos y, por lo general, la forma más común de suplementar covers. Journal of the American Society for Horticultural Science, 97:550-556.
este elemento esencial es con fertilizantes a base de sales de azufre (Bunt, 1988). En cuanto a Bernstein, L. 1975. Effects of salinity and sodicity on plant growth. Annual Review of Phytopathology,
los micronutrientes, por lo general la corrección del pH y la alcalinidad del suelo o sustrato, y 13:295-312.
la utilización de fuentes quelatadas de los mismos puede efectivamente sobreponer potencia- Bernstein, N., B.T. Asher, F. Haya, S. Pini, R. Ilona, C. Amram e I. Marina. 2006. Application of treated
les deficiencias (Bunt, 1988; Hanan, 1998; Nelson, 1991; Reed, 1996). wastewater for cultivation of roses (Rosa hybrida) in soilless culture. Scientia Horticulturae,
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Por otro lado, con la excepción del bicarbonato (alcalinidad), excesos de sales totales o Blumwald, E., G.S. Aharon, y M.P. Apse. 2000. Sodium transport in plant cells. Biochemica et
concentraciones elevadas de iones, como cloruro, sodio y boro, podrían ser difíciles de ma- Biophysica Acta, 1465:140-151.
nejar con prácticas de fertilización. No existen materiales químicos que puedan “neutralizar” Bunt, A.C. 1988. Media and mixes for container-grown plants. London: Unwin Hyman Ltd. 309p.
excesos de sales (Cabrera, 2011). Por lo general, la solución más práctica y económica es diluir Burkhardt J., S. Dreitz, H.E. Goldbach y T. Eichert. 1999. Stomatal uptake as an important factor for
la concentración de sales totales o iones específicos, mezclando el agua problema con agua foliar fertilization. En: Soil and fertilizer society of Thailand (Eds). Technology and Application
de buena calidad, como por ejemplo agua de lluvia adecuadamente colectada (Reed, 1996; of Foliar Fertilizers: Proceedings of the 2nd International Workshop in Foliar Fertilization. Bangkok.
Hanan, 1998). En ocasiones, la inversión en sistemas de purificación de agua, como ósmosis pp. 63-72.
inversa, puede ser económicamente justificable para producir un volumen suficiente de agua Cabrera, R.I. 2002. Rose yield, dry matter partitioning and nutrient status responses to rootstock
de buena calidad que permita diluir el agua de mala calidad y generar la calidad química mí- selection. Scientia Horticulturae, 95:75-83.
nima de agua que requiere la producción exitosa del cultivo de interés (Reed, 1996). Estas Cabrera, R.I. 2003. Mineral Nutrition. En: Roberts, A., S. Gudin y T. Debener (Eds.). Encyclopedia of
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∙ 74 ∙ ∙ 75 ∙
∙ Capítulo 5 ∙

Manejo de la nutrición nitrogenada


en cultivos de flores*

Raúl I. Cabrera1

Resumen
La producción de flores de corte en invernadero es uno de los sistemas de producción agrí-
cola más intensivos. La fertilización con nitrógeno (N) de estos cultivos alcanza aplicaciones
mayores a 5.000 kg ha-1 año. Dichas aplicaciones excesivas se han asociado con pérdidas de
N por lixiviación y acumulación en los horizontes superiores del suelo de hasta 3.000 kg ha-1
año, además del indeseable efecto ambiental, y generan salinidad y desbalance nutricional
en los cultivos, lo cual reduce la productividad y la calidad de la flor cortada. Resultados de
investigación sugieren que el fertirriego con 100 a 150 mg L-1 de N es adecuado para mante-
ner productividad y calidad en cultivos como rosas, además de incrementar la eficiencia de
uso de este fertilizante y minimizar pérdidas por lixiviación. Estos estudios también indican
que concentraciones de N foliar mayores a 3 % en rosas no resultan en mayor productividad
y calidad de las flores de corte, y concentraciones ligeramente menores tampoco causan
reducciones significativas en estos parámetros. La aplicación práctica de estos resultados
en fertirriego podría resultar en mayores rendimientos de flores, ahorros significativos de
fertilizante y reducciones en el potencial impacto ambiental por fertilizantes.

Palabras clave: contaminación, fertilizantes, fertirriego, invernaderos, nitrógeno.

* Para citar este capítulo: Cabrera, R.I. 2017. Manejo de la nutrición nitrogenada en cultivos de flores. En: Flórez
R., V.J. (Ed.). Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel.
Bogotá: Editorial Universidad Nacional de Colombia. pp. 75-85.
Este capítulo de libro se reformuló con base en la publicación. Cabrera, R.I. El nitrógeno afecta la productividad
y calidad en rosas de invernadero así como el medio ambiente. Revista Asocolflores, volumen 66:34-41,
enero – junio de 2005. Con autorización de la Revista de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores
– Asocolflores
1  Department of Plant Biology, Rutgers University Agricultural Research and Extension Center, 121 Northville
Road, Bridgeton, New Jersey 08302 (USA). cabrera@aesop.rutgers.edu.

∙ 77 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 5

Introducción sot, 1978). Valores promedio de NO3-N de 70 mg kg-1 de suelo observado en la zona radical
son considerados adecuados (25 a 130 mg kg-1) por laboratorios de suelo universitarios y
La productividad (masa seca y número de tallos florales por planta o m2) y calidad de comerciales (White, 1987). Usando estas mismas normas de interpretación, el valor medio
las flores cortadas son factores de primordial importancia para los productores de flores de NO3-N de 14 mg/kg-1 encontrado en la zona radical de suelos arenosos se consideraría
de corte en invernadero. Por lo general, los productores recurren a prácticas de manejo y deficiente. Sin embargo, es interesante notar que cultivadores de flores en estos suelos
producción que promueven y maximizan un crecimiento vigoroso y acelerado del cultivo, arenosos no informaron de rendimientos bajos o indeseables en estas condiciones de ferti-
incluyendo el suplemento continuo y elevado de fertilizantes, en particular nitrógeno (N). lidad. De hecho, antiguos trabajos de investigación sobre la fertilización en rosas de inver-
Esto se debe a que el N es el nutriente mineral que mayor efecto tiene sobre el crecimiento nadero citan rendimientos óptimos de flores con niveles de NO3-N entre 25 y 100 mg kg-1,
y la productividad en la mayoría de las plantas cultivadas (Marschner, 1995). De aquí surge con suficiencia entre 25 y 50 mg kg-1, y que niveles por encima de 100 mg kg-1 causaban
la percepción de que aplicaciones altas y frecuentes de N reducirán las posibilidades de caer reducciones en el rendimiento y la calidad de las flores (Seeley, 1943; Seeley y Post, 1948).
en rangos de deficiencia y ayudarán a mantener tasas máximas de crecimiento en los cul-
tivos. Esta percepción errónea, aunada al hecho que los fertilizantes constituyen un costo Tabla 1. Fertilización nitrogenada en cultivos hortícolas ornamentales.
relativamente mínimo en la producción de cultivos florícolas, ha resultado en las tasas más Aplicación de N
altas de fertilización nitrogenada, comparadas con cualquier otro cultivo agrícola (Cabrera, Cultivos Referencias
(kg ha-1 año-1)
2000). En promedio, la fertilización nitrogenada en un cultivo de flores en invernadero fluc- Rosas (flor de corte) 5.000 - 9.000 Cabrera et al. (1993, 1995a); White (1987)
túa entre 4.000 y 7.000 kg ha-1 de N por año, comparado con 100 a 200 kg ha-1 aplicados
Planta de flor en maceta
a otros cultivos. A continuación se presenta un análisis sobre los requerimientos y sobre la Hasta 4.500 Nelson (1991); Reed (1996)
(nochebuena, crisantemo)
eficiencia de uso del nitrógeno en un cultivo de flor de corte, usando datos de investigación Plantas de follaje 1.300 - 2.800 Joiner et al. (1981); Reed (1996)
generados en estudios con rosas de invernadero.
Viveros – Macetas 1.500 - 4.000 Cabrera (cifras estimadas); Morey (1987)
Viveros – Campo 50 - 170 Fay y Good (1995); Davidson et al. (1994)

Fertilización con N y su acumulación en el suelo


La observación más alarmante de este estudio fueron las altas concentraciones de NO3-N
El uso extensivo e intenso de fertilizantes nitrogenados en actividades agrícolas es fuen- por debajo de la zona radical, particularmente en suelos arcillosos y franco-arcillosos. De
te potencial de contaminación para aguas superficiales y subterráneas. Cultivos agronómi- hecho fue común observar que los niveles de NO3-N en la solución de suelo en zona radi-
cos como maíz y trigo, que reciben típicamente aplicaciones anuales de 100 a 200 kg ha-1 cular excedieron los usados en las soluciones de fertirriego (200 mg L-1), observación que
de N pueden contribuir a la acumulación de niveles de hasta 350 kg ha-1 de N debajo de la evidencia aplicaciones de N en exceso de la capacidad de absorción del cultivo. Además de
zona radicular. En contraste, la descarga y acumulación de fertilizante nitrogenado en sue- una indeseable liberación de N al medio ambiente, estas altas concentraciones de N en la
los de invernaderos florícolas es de una magnitud mayor. Varios autores estadounidenses solución del suelo podrían contribuir significativamente a altos niveles de salinidad en la
(Dreesen y Walker, 1990; McAvoy et al., 1992) han reportado acumulaciones máximas de zona radicular. Usando la relación empírica desarrollada por el United States Salinity Labo-
NO3-N que exceden los 2.000 kg ha-1 en suelos de invernaderos comerciales y de investiga- ratory (1954), donde la conductividad eléctrica (CE, en dS m-1) es aproximadamente igual a
ción (tabla 1). Muestreos de suelos en invernaderos comerciales de rosa y clavel en la parte la suma de la concentración de cationes (meq L-1) dividida entre 10, se estimó que una solu-
centro-sur de Francia también revelaron resultados similares (Morisot, 1978). ción de suelo con 700 mg L-1 de NO3-N (máxima observada en suelos arcillosos) resulta en
una CE de aproximadamente 5 dS m-1. Esta salinidad sobrepasa significativamente el límite
En la década de 1990 se hizo un muestreo de suelos en invernaderos de rosa en Califor- máximo de 3 dS m-1 establecido para la rosa (Bernstein, 1964; Cabrera y Perdomo, 2003).
nia (USA) para caracterizar la acumulación y distribución de N a distintas profundidades
(Cabrera y Evans, 2001). Se tomaron muestras de camas en producción cada 15 cm hasta El potencial impacto ambiental de NO3-N en la contaminación de aguas superficiales y
una profundidad máxima de 2 m. Las concentraciones promedio de N encontradas en inver- subterráneas se aprecia en las estimaciones de N total expresados en kg ha-1 (tabla 2). Este
naderos con suelos arcillosos y franco-arcillosos (tabla 2) fueron equivalentes o más altas muestreo reveló que el 60 % de los invernaderos inspeccionados tenían niveles de N mayo-
que valores anteriormente reportados (Dreesen y Walker, 1990; McAvoy et al., 1992; Mori- res a 500 kg ha-1 en zona radicular, con un máximo de 1.736 kg ha-1 a lo largo de un perfil

∙ 78 ∙ ∙ 79 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 5

de 180 cm de profundidad. Estos resultados corroboran los resultados de Morisot (1978), proporción (%) del volumen de riego aplicado que se pierde de la maceta por concepto de
quien inspeccionó 32 invernaderos de clavel y rosa en Francia, y encontró que una tercera drenaje. Los tratamientos de 77, 154 y 231 mg L-1 de N no tuvieron efectos significativos
parte de ellos retenían de 500 a 2.700 kg ha-1 de NO3-N en los primeros 50 cm de suelo. sobre la biomasa seca y el número de flores cosechadas por planta, conque se promedió
325 g/año y 42 flores/año, respectivamente (tabla 3). Por otra parte, en las plantas someti-
Tabla 2. Concentraciones y acumulaciones de nitrógeno inorgánico encontradas en suelos bajo das a diferentes FL se obtuvieron diferencias significativas entre tratamientos, con conteni-
invernaderos comerciales de rosas en California (Cabrera y Evans, 2001). dos de N más altos en plantas del tratamiento FL50. Esta respuesta está relacionada con los
Concentración de N en suelo NO3-N en la altos volúmenes de solución aplicados, los cuales mantuvieron la CE, o salinidad, más bajas
Acumulación
Textura Profundidad seco (mg kg-1) solución del registradas entre todos los tratamientos. Considerando la aparente sensibilidad de la rosa
total de N
del suelo (cm) suelo a condiciones de salinidad (Bernstein, 1964; Cabrera y Perdomo, 2003), se concluye que el
NO3-N NH4-N (kg ha-1)
(mg L-1)
mantenimiento de una baja CE en las rosas tratadas con FL50 favoreció sus rendimientos.
Camas de suelo profundas
0 - 30 15 - 29 0,7 - 5,9 102 - 210 108 - 123 Tabla 3. Rendimientos de biomasa seca y flores, y balance de N en rosas ‘Royalty’ crecidas bajo tres
Arenoso
30 - 60 15 - 17 0,9 - 1,0 112 - 114 87 - 92 niveles de N y tres láminas de riego durante un año (Cabrera et al., 1993).
y franco-
60 - 120 15 - 37 1,3 - 1,9 108 - 333 194 - 208
arenoso Biomasa seca N (g/planta)
120 -180 11 - 16 0,8 - 1,9 105 - 160 139 - 152 No. Flores
Tratamiento
0 - 30 43 - 182 0,7 - 6,7 152 - 670 190 - 460 por planta (g/planta) (g/tallo) Aplicado Lixiviado Cosechado
Arcilloso
30 -60 15 - 72 0,8 - 2,8 45 - 262 55 - 269 77 40,6 334 8,2 17,1 3,7 8,3
y franco-
60 - 120 25 - 106 0,9 - 5,2 85 - 283 245 - 525 Concentración
arcilloso 154 40,8 318 7,9 26,7 10,6 9,0
120 - 180 8 - 64 0,6 - 14,1 7 - 255 248 - 481 de N
Camas con sistemas de recolección de drenaje 231 45,1 324 7,2 41,0 20,3 8,5
0 - 30 9 - 17 1,0 - 8,6 117 - 224 84 - 109 Fracción 10 34,4 245 7,2 19,2 4,2 6,6
Arenoso 30 - 60 6 - 22 1,2 - 2,1 74 - 163 57 - 87 lixiviable de la 25 39,5 286 7,3 25,9 9,8 7,9
60 - 90 20 - 27 5,0 - 7,7 175 - 208 30 - 119 lámina de riego
(%) 50 49,4 418 8,5 50,3 28,2 11,1
Arcilloso 0 - 30 17 - 343 1,1 - 6,5 59 - 731 147 - 740
y franco- 30 - 60 7 - 109 0,5 - 4,7 25 - 508 30 - 565
arcilloso 60 - 90 2 - 36 1,8 - 29,0 8 - 216 129 - 165
La concentración de N en las hojas fue similar para todos los tratamientos, con promedio
de 3 a 3,2 % en base a peso seco. Esto se tradujo en que la cantidad anual promedio de N
cosechado en las flores fue similar en todos los tratamientos, excepto el FL50 (tabla 3).
Balance de nitrógeno y pérdidas por lixiviación Este valor no representa la cantidad total de N requerido o usado por las plantas dado que
no toma en cuenta el N en el follaje viejo perdido (caído) a lo largo del año, ni tampoco el N
Los resultados del muestreo de suelos fueron reconfirmados en un estudio en invernade- presente en la porción sin cosecharse de la planta. Sin embargo, y basándose en la cantidad
ro diseñado para cuantificar las pérdidas de N por lixiviación en un cultivo de rosa (Cabrera, de N intercambiable que se midió en el sustrato al final del experimento, así como haciendo
1997; Cabrera et al., 1993). Rosas ‘Royalty’ injertadas en ‘Manetti’ fueron sembradas en uso de las cantidades totales de N aplicado y lixiviado, se calculó que el N total usado por
micro-lisímetros (materas plásticas de 20 L) modificados con un sistema de drenaje que planta fue en promedio 14 g por año. Asumiendo una densidad de siembra de 11 plantas
permitió imitar las características hidráulicas de un suelo mineral. Esto permitió además la por m2 de suelo, esto se traduce en una demanda real de N por el cultivo de aproximada-
recolección de los drenajes, que técnicamente constituyen la solución lixiviada por debajo mente 1.540 kg ha-1 de N por año, valor corroborado después en un estudio hidropóni-
de la zona radical en un cultivo establecido en un suelo mineral. Las plantas crecieron por co (Cabrera et al., 1995a). Usando esta misma densidad de plantación (11 plantas/m2), se
un año (12 meses) sujetas a dos estudios: uno de fertirrigación, con soluciones nutritivas puede también apreciar la magnitud de los niveles de N aplicado y lixiviado expresados en
completas con tres concentraciones de N: 77, 154 y 231 mg L-1, y el otro estudio con una kg ha-1 (tabla 3). Por ejemplo, las aplicaciones promedio de N en los tratamientos de 231 mg
sola solución nutritiva completa con 154 mg L-1 de N pero usando tres láminas de riego que L-1 de N y el FL50 se extrapolan a 4.510 y 5.533 kg ha-1 de N, respectivamente. Asimismo,
produjeran fracciones lixiviables (FL) de 10, 25 y 50 % (tabla 3). La FL se define como la las pérdidas de N por lixiviación para estos mismos tratamientos serían 2.233 y 3.102 kg

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 5

ha-1 de N, respectivamente. Los resultados de dicho estudio nos llevaron a concluir que los N, para después nivelarse entre 90 y 150 mg L-1, y finalmente decaer con fertilizaciones de
niveles de N encontrados en suelos bajo invernaderos de rosas en Francia (Morisot, 1978) 220 mg L-1.
y en California (Cabrera y Evans, 2000) son reales e infortunadamente realzan el indeseable
impacto ambiental que podrían tener las prácticas de fertilización excesiva de N en rosas y Tabla 4. Productividad y calidad en rosas ‘Royalty’ fertirrigadas con soluciones nutritivas completas
otros cultivos similares de flor cortada. con diferentes concentraciones de N. La respuesta estadística está abreviada: ns = no significativa;
L = linear; C = cuadrática. Datos de Cabrera (2000).

Rendimiento Rendimiento
Largo Largo
Optimizando los niveles de nitrógeno en fertirriego por planta
de
Concentración por planta
de
Concentración
Tratamiento de N foliar de N foliar
Masa tallo Masa tallo
N aplicado) N.o de (%) N.o de (%)
El uso excesivo de N en cultivos de flores y otros ha tenido probablemente su origen seca (cm) seca (cm)
(mg L )
-1
flores flores
(g) (g)
en la percepción de que si N es el nutriente que más afecta la productividad de un cultivo
(Marschner, 1995), entonces este debe aplicarse liberalmente para evitar caer en situacio- Cosecha 1 (agosto 1) Cosecha 2 (septiembre 7)
nes de deficiencia, y así ayudar a mantener altos rendimientos (Cabrera, 2000). Uno de los 30 9,1 46,3 46 2,54 8,3 48,4 54 2,43
60 9,0 44,6 44 2,77 9,4 51,6 50 2,87
parámetros que históricamente se ha utilizado para determinar la suficiencia de N y otros
90 8,8 52,3 50 2,81 9,9 59,1 53 3,19
elementos en cultivos de invernadero, ayudando a modular las aplicaciones de fertilizante, 120 7,9 44,6 48 2,71 10,0 55,7 51 3,19
es el análisis foliar. Infortunadamente, una revisión de la literatura hortícola revela que el 150 8,5 40,3 44 2,80 10,5 51,9 48 3,18
establecimiento de criterios de diagnóstico de deficiencia de N en rosas y otros cultivos se 220 7,4 38,6 45 2,58 8,0 44,0 51 3,23
ha hecho empíricamente, basándose principalmente en sintomatología visual de deficiencia Respuesta ns L* ns Ns C*** C** ns C***
y casi sin consideración a parámetros de rendimiento (producción) y calidad de las flores. Cosecha 3 (octubre 23) Cosecha 4 (diciembre 29)
Con fundamento principalmente en observaciones y estudios de sintomatología de defi- 30 6,5 44,2 66 2,38 4,5 20,6 51 2,74
ciencia de N durante la década de 1960 (Carlson y Bergman, 1966), un contenido de N foliar 60 7,5 55,6 59 3,05 5,9 24,0 45 3,33
90 8,6 56,2 59 3,64 5,8 22,8 46 3,54
mayor o igual a 3 % (en base a peso seco) se estableció como el parámetro estándar para
120 9,0 62,3 60 3,59 6,0 22,1 43 3,78
seguir por la industria de la rosa (White, 1987). Datos obtenidos en algunos de nuestros 150 9,0 53,0 58 3,28 6,4 22,3 41 3,88
trabajos de investigación (Cabrera et al., 1993, 1995) sugirieron, sin embargo, que los ren- 220 8,5 53,6 59 3,59 6,3 22,7 41 3,82
dimientos y calidad de las flores podrían mantenerse aun con concentraciones de N foliar Respuesta C** C** C** C*** ns ns C* C***
menores a 3 %. De ser así, esto significaría que se podrían reducir las aplicaciones de fer- Cosecha 5 (febrero 15) Cosecha 6 (abril 13)
tilizante nitrogenado sin temor a caer en los supuestos rangos de deficiencia establecidos 30 3,1 20,8 60 2,37 2,8 29,2 68 1,91
anteriormente. Este razonamiento se validó en un experimento en plantas de rosa ‘Royalty’, 60 5,5 34,9 57 3,16 7,1 62,6 63 2,56
injertadas en ‘Manetti’ (Cabrera, 2000). Estas plantas crecieron en los microlisímetros de 90 7,0 40,9 57 3,68 7,9 --- 63 ---
120 5,6 35,5 58 3,75 8,4 65,9 59 3,22
20 L mencionados anteriormente, y fertirrigados por 13 meses (390 días) con soluciones
150 6,6 39,0 53 3,77 8,5 70,5 60 3,15
nutritivas completas, con seis niveles de N: 30, 60, 90, 120, 150 y 220 mg L-1. Ocho ciclos 220 4,4 30,1 57 3,70 8,1 --- 61 ---
de crecimiento y floración ocurrieron durante este periodo experimental y solamente du- Respuesta C*** C** ns C*** C** C* L** C***
rante los últimos tres se pudo observar síntomas visuales de una aparente deficiencia de N Cosecha 7 (junio 7) Cosecha 8 (julio 15)
en plantas fertilizadas con las soluciones de 30 y 60 mg L-1 de N. 30 6,1 34,3 48 1,91 3,9 29,0 62 1,79
60 8,6 41,2 44 2,65 9,0 62,9 55 2,46
Los componentes de rendimiento comenzaron a mostrar respuestas diferenciales des- 90 8,3 43,8 46 3,20 11,3 59,7 49 2,99
pués de la segunda cosecha y respondieron en general en una forma asintótica (cuadrática) 120 7,4 37,4 44 3,27 10,5 52,6 47 3,11
150 8,1 49,7 48 3,20 12,1 63,9 48 2,99
con incrementos en la concentración de N (tabla 4). Para la mayoría de las cosechas los 220 6,5 35,4 47 3,17 11,0 59,4 48 2,94
rendimientos de biomasa seca y flores por planta se incrementaron de 30 a 60 mg L-1 de Respuesta C* C* ns C*** C*** C** C*** C***

∙ 82 ∙ ∙ 83 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 5

La observación de rendimientos óptimos (máximos) a concentraciones de 90 mg L-1 de Las relaciones cuadráticas entre rendimientos de masa seca y N foliar observadas des-
N corroboró resultados previos (Cabrera et al., 1993), y ponen en disputa el uso de concen- pués de la quinta cosecha se sostuvieron solo hasta ciertas concentraciones fijas de N en
traciones de N más elevadas, como el rango de 150 - 250 mg L-1 recomendado por White las hojas (figura 1), después de las cuales los rendimientos se dispersaron ampliamente.
(1987). De hecho, las reducciones de rendimiento observadas en plantas que recibieron Este comportamiento revela dos puntos: primero, se demuestra un aparente y remarcable
220 mg L-1 de N son atribuidas a un incremento indeseable en la CE (salinidad) en el sustrato control de la planta de rosa sobre los niveles máximos de N foliar, tal vez a través de un
(es decir, solución del suelo). control o modulación tanto de absorción como de metabolismo de N (Cabrera et al., 1995a,
1995b); segundo, la dispersión de los rendimientos de masa seca en el rango más alto de
Como era de esperarse para las condiciones climáticas del hemisferio norte (California, concentraciones de N foliar sugiere una participación o interacción con otro(s) factor(es).
Estados Unidos), y sin importar el nivel de N usado, nótese también que los rendimientos de Es posible que altos niveles de N aplicado puedan causar cambios o desordenes en otros
flor en el invierno (menor intensidad solar y temperaturas promedio relativamente bajas) nutrientes, complicando así la determinación de qué factores específicamente contribuyen
fueron menores que a finales de la primavera y principios del verano (mayor intensidad a altos o bajos rendimientos.
solar y temperaturas promedio más óptimas). Este efecto de las fluctuaciones diarias y es-
tacionales (invierno, primavera, etc.) de radiación solar en la producción y productividad
de rosas en tales latitudes fue demostrado experimentalmente décadas atrás (Post, 1946). 100
C1, Ago 1 C2, Sep 7 C3, Oct 23 C4, Oct 29
100

80 80
Las concentraciones de N total en el tejido foliar mostraron también un comportamiento

Rendimiento relativo de masa seca

Rendimiento relativo de masa seca


60 60
asintótico (cuadrático) con respecto a las aplicaciones de N (tabla 4) y se estabilizó para las
soluciones de fertirriego mayores o iguales a 90 mg L-1 de N. Sin embargo, fue muy intere- 40 40
sante notar que los valores promedio de N en las hojas fueron afectados significativamente 20 20
por la estación del año, más altos en el invierno y más bajos en el verano. Por ejemplo, la
0 0
concentración de N foliar promedio para plantas fertilizadas con 150 mg L-1 de N se redu- R2=0,30 (todos) R2=0,69 (todos) R2=0,23 para R2=0,54 (todos)
100 R2=0,77 para R2=0,70 para NF<2,9 % R2=0,85 para 100
jeron en casi 1 % (en base a peso seco) del invierno al verano; compárese el 3,88 % de la NF<3,4 % NF<3,1 % NF<2,9 %
cosecha 4 contra el 2,99 % de la cosecha 8. Estos resultados son consistentes con trabajos 80 80
previos (Carlson y Bergman, 1966; Johansson, 1978), y cuestionan la validez de usar un 60 60
criterio de diagnóstico fijo para cualquier época del año, como el de 3 %, que se emplea
40 40
habitualmente.
20 20
C5, Feb 15 C6, Abr 13 C7, Jun 7 C8, Jul 15
Síntomas visuales de una aparente deficiencia de N fueron visibles en los tratamientos 0 0
de 30 y 60 mg L-1 de N después de la cosecha 5, los cuales fueron corroborados con medi- 12 34 12 34 12 34 12 34

ciones de clorofila y color (datos no mostrados). Sin embargo, estos parámetros no proveen Concentración de N foliar (%)
información acerca de la productividad actual de las plantas aparentemente deficientes en
N (cloróticas). Análisis de regresión de N foliar contra rendimientos de masa seca sí reve- Figura 1. Rendimientos relativos de biomasa (masa) seca producida por rosas ‘Royalty’ en función de
laron que existen relaciones significativas, pero solo para la segunda mitad del período ex- N foliar (NF). Coeficientes de correlación (R2) significativos son presentados para todos los datos y el
rango que produjo la correlación más alta (Cabrera, 2000).
perimental (cosechas 5 a 8; figura 1). Esta observación es muy reveladora, particularmente
cuando se consideran los efectos diferenciales que el nivel de N en la solución de fertirriego
tuvo sobre el nivel de N foliar y rendimiento de las plantas (tabla 4). La falta de correlación Por último, la observación más relevante de este estudio fue que rendimientos óptimos
entre N foliar y rendimiento de las primeras cuatro cosechas sugiere que una dinámica de de flores y masa seca cosechada por planta fueron posibles, durante primavera y verano,
utilización y movilización de las reservas de N en la planta de rosal (Cabrera et al., 1995b, en concentraciones de N foliar menores al nivel crítico recomendado de 3 %. Obsérvese por
1996) puede amortiguar significativamente, y por largos períodos, suministros bajos o de- ejemplo (figura 1) que mientras rendimientos máximos en el invierno (cosechas 4 y 5) se ob-
ficientes de N a la solución del suelo. tuvieron con concentraciones de N foliar de aproximadamente 3,5 %, los rendimientos más

∙ 84 ∙ ∙ 85 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 5

altos en el verano (cosecha 8) se lograron a concentraciones de tan solo 2,4 - 2,5 %. Estos Cabrera, R.I., R.Y. Evans y J.L. Paul. 1995b. Nitrogen partitioning in rose plants over a flowering
resultados confirman previas observaciones preliminares (Cabrera et al., 1993, 1995a) y cycle. Scientia Horticulturae, 63:67-76.
señalan además la necesidad de definir niveles críticos de N foliar ajustados para cada época Cabrera, R.I. y P. Perdomo. 2003. Reassessing the salinity tolerance of greenhouse roses under
del año, así como para cada región (y tipo de clima). soilless production conditions. HortScience, 38:533-536.
Carlson, W.H. y E.L. Bergman. 1966. Tissue analyses of greenhouse roses (Rosa hybrida) and
correlation with flower yield. Proceedings of the American Society for Horticultural Science,
Conclusiones y aplicaciones prácticas 88:671-677.
Davidson, H., C. Peterson y R. Mecklenburg. 1994. Nursery Management: Administration and Culture. 2.a
Los resultados y observaciones presentados aquí sugieren que el uso de concentraciones Ed. Englewood Cliff: Prentice Hall. 486p.
de N cercanas a 100 mg L-1, pero menores a 150 mg L-1, en sistemas de fertirriego es sufi- Dreesen, D. y M. Walker. 1990. Investigation of Environmental Effects of Pesticides and Fertilizers used
ciente para mantener una buena productividad y calidad en rosas. Estos niveles de fertiliza- at Cornell University Greenhouse Facilities. New York State Water Resources Institute. Cornell
ción resultan además en incrementos significativos en la eficiencia de uso de N, reduciendo University. 35p.
pérdidas por lixiviación, y por lo tanto una disminución de su potencial impacto ambiental. Fay, A.M. y G.L. Good. 1995. Nutrient Management Guidelines for Field-grown Nursery Crops.
Se recomienda también precaución en el uso de análisis foliares para dictar ajustes en la fer- Ithaca: Cornell Cooperative Extension. 40p.
tilización de N en el cultivo, ya que no se encontraron correlaciones directas o lineales entre Johansson, J. 1978. Effects of nutrient levels on growth, flowering and leaf nutrient content of
el nivel de N en las hojas y la productividad y calidad de flores. Los resultados sugieren que greenhouse roses. Acta Agriculturae Scandinavica, 28:363-386.
valores foliares de N menores a 3 % no necesariamente resultan en reducciones inmediatas Joiner, J.N. (Ed). 1981. Foliage Plant Production. Englewood Cliffs: Prentice-Hall. 614p.
o significativas de productividad y calidad de la flor de corte. Marschner, H. 1995. Mineral Nutrition of Higher Plants. 2.a Ed. San Diego: Academic Press. 889p.
McAvoy, R.J., M.H. Brand, E.G. Corbett, J.W. Bartok y A. Botacchi. 1992. Effect of leachate fraction
Cabe señalar que la información compartida en este reporte se basa en investigaciones on nitrate loading to the soil profile underlying a greenhouse crop. Journal of Environmental
realizadas en Estados Unidos, lo que significa condiciones climático-geográficas muy dife- Horticulture, 10(3):167-171.
rentes a las que se observan en latitudes cercanas al ecuador, como Colombia y Ecuador. La Morey, D. 1987. Issue of the eighties? Could fertilizer pollution of groundwater be the coming big
observación provoca y justifica la realización de trabajos relevantes de investigación que issue for nursery growers? Nursery Business-Grower Edition 32(2):44-45.
avalen estos resultados y recomendaciones para las condiciones de esta región Sudameri- Morisot, A. 1978. Répartition des éléments fertilisants dans les sols de serres florales du midi de la
cana. France (œillets et rosiers). Annales Agronomiques, 29:177-192.
Nelson, P.V. 1991. Greenhouse Operation and Management. 4.a Ed. Prentice Hall, Englewood Cliffs,
NJ, USA. 612p.
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Bernstein, L. 1964. Salinity and roses. American Rose Annual, 49:120-124. Reed, D.W. (Ed). 1996. A Grower’s Guide to Water, Media and Nutrition for Greenhouse Crops. Batavia:
Cabrera, R.I. 1997. Eficiencia en el uso del agua en rosas desarrolladas bajo distintos regímenes de Ball Publishing. 314p.
fertilización nitrogenada y riego. Revista Chapingo - Serie Horticultura, 3(1):5-12. Seeley, J.G. 1943. The effect of various nitrate levels on the growth and production of greenhouse
Cabrera, R.I. 2000. Evaluating yield and quality of roses with respect to nitrogen fertilization and roses. Proceedings of the American Society for Horticultural Science, 42:629-634.
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Horticulturae, 63:57-66.

∙ 86 ∙ ∙ 87 ∙
∙ Capítulo 6 ∙

Fertilización foliar complementaria para


cultivos de flores de alto rendimiento*

Manuel I. Gómez S.1

Resumen
El objetivo de la técnica de fertilización foliar es generar velocidad en absorción, trans-
porte y asimilación de los nutrientes aplicados. Los factores que determinan la eficiencia de
la fertilización foliar están relacionados con la planta (genética), el suelo, el ambiente y la
aplicación de la solución nutritiva o formulación foliar. Esta técnica es realizada con el fin
de lograr un manejo nutricional integral en el cultivo de flores, en el que las estrategias de
fertilización foliar complementan el manejo nutricional edáfico y ayudan a superar desequi-
librios de tipo fisiológico debidos principalmente a desbalances nutricionales. Todo esto se
enfoca en contrarrestar limitantes bióticos y abióticos para optimizar los altos rendimien-
tos y disminuir el porcentaje de tallos improductivos (ciegos), tallos cortos, flor pequeña
y altos porcentajes de tallos florales en grados de calidad inferior en poscosecha. En el
manejo de la fertilización foliar debe considerarse la interacción de los factores planta-am-
biente-formulación, para lograr promover de manera natural la asimilación y metabolismo
de los nutrientes, de tal manera que el manejo específico de cada uno, según estadio feno-
lógico y requerimiento, induzca favorablemente los procesos de desarrollo, producción y
calidad en ornamentales de alto rendimiento.

Palabras clave: nutrientes, nutrición foliar, fertilizantes foliares, bioestimulantes.

* Para citar este capítulo: Gómez S., M.I. 2017. Fertilización foliar complementaria para cultivos de flores de alto
rendimiento. En: Flórez R., V.J. (Ed.). Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con
énfasis en rosa y clavel. Bogotá: Editorial Universidad Nacional de Colombia. pp. 87-96.
1  I.A. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja. Magíster en Suelos y Aguas, Universidad
Nacional de Colombia y magíster en Nutrición Mineral, Universidad Politécnica de Cartagena, España.
Profesor Asociado, Departamento de Agronomía, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de
Colombia, sede Bogotá. igomezm@unal.edu.co.

∙ 89 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 6

Introducción para disminuir el efecto de imprecisiones en el manejo nutricional o en prácticas agronó-


micas (Gómez y Castro, 2008).
La fertilización foliar complementaria en el manejo de cultivos de alto rendimiento debe
contrarrestar los factores limitantes relacionados con absorción, transporte y asimilación La aplicación foliar de nutrimentos también presenta ciertas limitaciones como el riesgo
de los nutrientes, de forma que se logren optimizar la productividad y la calidad en los cul- de fitotoxicidad, situación que se presenta cuando las dosis del componente que se debe
tivos. Esta técnica debe desarrollarse dentro de un manejo integrado de fertilización edáfica trabajar excede valores máximos establecidos. De igual manera, la efectividad de la fertili-
y manejo de enmiendas, y su uso depende del conocimiento del estado nutricional del culti- zación foliar se puede ver limitada debido a una deficiente área foliar, lo que indica que en
vo, logrado a través del manejo de herramientas de diagnóstico que caractericen la relación estadios iniciales de desarrollo del cultivo, la eficiencia de la fertilización foliar es muy re-
suelo-planta-ambiente-formulación (figura 1). ducida; se ha estimado que, en aplicaciones durante el comienzo del desarrollo del cultivo,
solo de 10 al 30 % de la solución aplicada queda en el follaje y el resto cae al suelo.
Pérdida del potencial
Fertilización complementaria
productivo Las pérdidas por lavado de nutrimentos en el follaje, generadas por la acción del riego,
Exigencia nutricional en épocas la lluvia y la gravedad, es otro factor que debe considerarse, pues afectan la eficiencia de
criticas.
Metas de rendimiento (pérdida de la aplicación. A partir de esto, es muy importante el uso de aditivos o surfactantes (Salas,
calidad y cantidad en estructuras
Mejora asimilación nutricional y 2002; Gómez y Castro, 2008; Fernández et al., 2013).
reproductivas).
transformación (bloqueos, salinidad,
biología, etc.).
Tallos cortos, deformaciones. La eficiencia agronómica de la fertilización foliar en ornamentales depende de varios fac-
Antecedentes y pronóstico de
Favorece parámetros de calidad.
recuperación (estrés, potencial).
tores, entre los que se destacan:
Contrarresta limitantes bióticas y
abióticas.
1. Tipo de planta: grosor y permeabilidad de la cutícula, el número de estomas,
vellosidad o pubescencia de la superficie, ángulo de inserción de las hojas,
Diagnóstico y recomendación integral. Análisis de factores
contenido de nutrimentos (antagonismos y sinergismos) y la función del
limitantes suelo-planta ambiente-formulación
Complementar, en cantidad y calidad, nutrientes o sustancias que contrarrestan estrés nutrimento que se aplica de acuerdo con el estadio fenológico de la planta.
en la planta con los que se promueve alcanzar potencial productivo.
2. Factores ambientales, entre otros: temperatura, luminosidad,
Figura 1. Componentes para el manejo de la fertilización complementaria en cultivos de alto fotoperiodo, humedad relativa, hora del día y humedad del suelo.
rendimiento.
3. Sistema de aplicación: concentración y tipo de solución, dosis de aplicación, pH
El manejo de la fertilización foliar complementaria incluye el uso de bioestimulantes de la solución, polaridad e higroscopicidad de los productos que se van a utilizar.
en la agricultura, tecnologías que cada vez son más frecuentes en los cultivos de alto
rendimiento. En estos, los objetivos generalmente son suplir los requerimientos nutri- Los aditivos o coadyuvantes aseguran una mejor cobertura y distribución de la solución
cionales en épocas críticas (micronutrientes esenciales), retardar procesos específicos en sobre el follaje e incrementan la penetración de los nutrimentos, lo cual disminuye las pér-
la planta o inducir etapas fenológicas (reguladores de crecimiento vegetal), contrarrestar didas. Por esta razón su uso incrementa la eficiencia de la fertilización.
condiciones de estrés en la planta o incentivar la absorción de agua y nutrientes (ami-
noácidos), aportar energía en etapas productivas (ácidos carboxílicos de cadena corta o La combinación más apropiada de los factores se obtendrá a través de la experiencia y
larga) o fortalecer los tejidos y estimular procesos de defensa natural con fines sanitarios el entendimiento de las condiciones del medio. A continuación se tratan estudios de caso
(fosfonatos, ácido salicílico, ácido monosilícico, complejos de calcio o boratos). En mu- relacionados con las respuestas en crecimiento y calidad ante el manejo de la nutrición fo-
chos casos la aplicación de estas estrategias de manejo es fundamentada con argumentos liar, los cuales muestran la importancia de esta práctica en programas de manejo integral de
técnicos para buscar el máximo potencial de producción y, en otros casos, es realizada nutrición en cultivos de flores.

∙ 90 ∙ ∙ 91 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 6

Fertilización foliar complementaria: Además, la absorción de B y Zn disponible para la planta se ve limitada en suelos con alta
respuestas en crecimiento y calidad saturación de calcio en presencia de bicarbonatos (Maurya y Ashok, 2014), condición que
incrementa la respuesta del aporte foliar de estos elementos.

En la actualidad, al igual que en las técnicas de nutrición y fertilización edáfica o ferti- Por otro lado, al establecer el plan de nutrición foliar se debe tener en cuenta el tipo de
rriego, la nutrición foliar tiende a ser específica. La fertilización foliar específica debe com- nutriente o componente que se aportará y su relación fisiológica con la respuesta esperada;
plementar el manejo edáfico y promover un adecuado desarrollo de las estructuras de la para este caso, obtención de tallos largos, como se observa en la figura 2. Por esta razón, se
planta, como herramienta que promueva la optimización de la producción y calidad en cul- contemplaron los nutrientes B y Zn, los cuales tienen una relación directa con el metabo-
tivos; de lo contrario, se convertiría en una técnica inocua que incrementaría los costos de lismo de auxinas, hormonas relacionadas con el crecimiento y el grosor del tallo (Maurya y
los sistemas de producción agrícola. Ashok, 2014). De manera análoga, la investigación reportada por Gómez et al. (2007) con-
templó la aplicación de aminoácidos de manera foliar; ya que estos promueven la formación
En la tabla 1 se muestran los tratamientos aplicados en una investigación realizada por de proteínas y mejoran el proceso fotosintético, de acuerdo con investigaciones y reportes
Gómez et al. (2007) en Andic eutrudepts de la Sabana de Bogotá. El manejo de sustancias hechos en diversos cultivos por El-Abagy et al. (2014).
como aminoácidos y micronutrientes (B y Zn) en el cultivo de rosa genera un incremento en
la longitud de tallo (figura 2) y en el tamaño de flor. Estas respuestas dependen de un plan 100

de recomendación que tiene en cuenta el requerimiento nutricional y el complemento con 90

sustancias bioestimulantes, como aminoácidos, donde se definen las dosis y la frecuencia 80

Longitud del tallo (cm)


70
de aplicación, de tal manera que la concentración no llegue a ser tóxica y sea posible inte-
60
grarla en el manejo total de nutrición vegetal para el cultivo.
50

40
Tabla 1. Aportes nutricionales foliares y comparación con extracción nutricional en Rosa sp. variedad 30
‘Latin Lady’ en respuesta al manejo con micronutrientes y aminoácidos (Gómez et al., 2007).
20

Dosis Aporte Nutricional (g ha-1) 10


Tratamiento Aplicaciones
(mL L-1) MgO S Fe Mn Zn B Cu Mo Co AA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Sin aplicación
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Semana
foliar
Fuente Complejo de Micronutrientes foliar (B, Zn) (1)
compleja de 1+2
1 12 360 540 60 60 960 600 36 24 0 0 Complejo de aminoácidos (2)
micronutrientes
B-Zn (1) Control

Fertilizante Figura 2. Curvas de crecimiento como respuesta a la fertilización foliar complementaria con
complejo con 1 12 840 60 0 0 120 36 0 0 0 1080 aminoácidos y micronutrientes B y Zn en Rosa sp. variedad Latin Lady (Gómez et al., 2007).
aminoácidos (2)
1+2 0,5+0,5 6+6 600 300 30 30 540 318 18 12 0 540 Adicional a los efectos mencionados, el tratamiento que contempla el manejo de ambos
Extracción aportes, micronutrientes y aminoácidos foliares para el cv. Latin Lady, puede contrarrestar
nutricional en 35000 - 600 400 180 200 30 40 0 -
el estrés oxidativo, el cual favorece la productividad por los efectos de ciertos aminoácidos
rosas (g ha-1)
como antioxidantes no enzimáticos y del Zn por ser componente de la enzima SOD (Maurya
y Ashok, 2014). Dicha respuesta se suma a los parámetros de desarrollo y productividad
evaluados (longitud de tallo y longitud de cabeza), comparados con el control, como se
evidencia en las curvas de crecimiento, donde, después de la tercera semana, se expresa una

∙ 92 ∙ ∙ 93 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 6

diferencia en longitud de tallo en los tratamientos foliares evaluados (figura 2). Similares Tabla 2. Contenido de clorofila y variables de calidad poscosecha en respuestas a la aplicación foliar
resultados en altura y diámetro de flor fueron evaluados por Younis et al. (2013), principal- de macro y micronutrientes en Rosa hybrida variedades Cardinal y Whisky Mac.
mente para el cv. Cardinal. Contenido de clorofila total
Calidad de flor** Vida en florero (días)
Tratamiento* en hoja (mg g-1)
Las curvas de absorción de nutrimentos demuestran que, dependiendo de la especie de Cardinal Whisky Mac Cardinal Whisky Mac Cardinal Whisky Mac
planta, se requiere en mayor proporción cierto nutriente, según el estadio fenológico. Por T0 55,56 ± 2,89 d 54,4 ± 3,46 c 3,76 ± 0,06 e 5,03 ± 0,58 c 4,92 ± 0,03 e 5,06 ± 0,06 e
ejemplo, se incrementa la demanda de nitrógeno durante los periodos de crecimiento ace- T1 59,48 ± 2,89 c 59,6 ± 3,46 bc 4,70 ± 0,12 d 5,43 ± 0,09 c 5,39 ± 0,06 d 5,40 ± 0,06 c
lerado, como floración y fructificación; o de fósforo, cuya absorción se incrementa durante T2 61,27 ± 2,89 b 74,6 ± 3,46 a 6,70 ± 0,17 b 6,86 ± 0,08 ab 7,18 ± 0,05 a 6,80 ± 0,06 c
el desarrollo del sistema radicular; o de potasio, cuyo requerimiento es mayor durante el T3 62,9 ± 2,89 a 65,5 ± 2,83 b 7,21 ± 0,17 a 7,11 ± 0,06 a 7,1 ± 0,06 b 7,10 ± 0,06 a
proceso de crecimiento de órganos cosechables (Salas, 2002). T4 62,53 ± 3,48 a 61,56 ± 0,93 bc 6,20 ± 0,06 c 6,20 ± 0,06 b 6,27 ± 0,06 c 6,27 ± 0,06 c

La fertilización foliar complementaria también busca mejorar la calidad de la cosecha. * T0, control; T1, NPK (17:17:17); T2, NPK (15:32:7) + micro power; T3, NPK (15:32:7)
+ mezcla de micronutrientes quelatados; y T4, NPK (15:20:15) + mezcla de micronutrientes quelatados +
Esta técnica es muy importante para suplir nutrimentos en los momentos de mayor deman- VC-10. Micro power contiene N, 1 %; K2O, 1 %; Zn, 2,5 %; B, 1 %; Fe, 1 %; Mn, 1 % y Cu, 2 %; la mezcla de
da de nutrientes, que por variadas condiciones el suelo no está en capacidad de suministrar micronutrientes quelatados (CMM) contiene Zn, 1,5 %; B, 2 %; Fe, 2 %; Mn, 2 % y Cu, 1 %, y VC-10 es un
producto comercial acidificante.
adecuadamente y cuyo suministro está directamente relacionado con los parámetros de
** Para esta variable se tuvieron en cuenta el crecimiento del botón, la forma, el tamaño, el diámetro y el color de
calidad, según el tipo de flor. la flor, según metodología citada por la fuente bibliográfica.
Fuente: Younis et al. (2013)
Las diferentes respuestas en calidad ante la aplicación de fertilización foliar dependen
del equilibrio nutricional aportado. En una investigación realizada por Younis et al. (2013)
en rosa variedades Cardinal y Whisky Mac se demuestra que la calidad y el rendimiento Manejo de las formulaciones para optimizar
dependen directamente del manejo de macro y micronutrientes aplicados foliarmente. Los la fertilización foliar complementaria
tratamientos que se muestran en la tabla 2 contemplaron el tratamiento 0, control; el tra-
tamiento 1, aporte de elementos mayores, y los tratamientos 2, 3 y 4, un balance entre
macro y micro nutrientes. Los resultados evidenciaron incrementos en variables de creci- El conocimiento de la tecnología de aplicación se relaciona con todas las prácticas ne-
miento como altura de planta, número de flores por planta, diámetro de la flor, diámetro cesarias para contrarrestar, de alguna forma, limitantes de absorción foliar generadas por
de tallo y masa seca de la flor, además de incrementos en parámetros de calidad de la flor la planta, el ambiente o la técnica de aspersión, cuando se lleva una solución nutritiva o
como verdor de la hoja y vida de florero; fueron superiores los tratamientos que aportaron de bioestimulantes a la hoja o a los órganos cosechables para su posterior asimilación. A
el balance de macro y micronutrientes. Adicionalmente, el estudio demostró un incremento continuación se relacionan algunos criterios en el manejo de soluciones, formulaciones o
en los niveles de nutrientes en los tejidos, donde el K aumenta sus niveles de 0,8 a 1,2%, aditivos, tomados de Salas, 2002; Gómez y Castro (2008) y Fernández et al. (2013), que
principalmente para la variedad Cardinal con el manejo de micronutrientes foliares, lo cual pueden generan eficiencia en el proceso de la fertilización foliar:
demuestra la sinergia y la eficacia de la nutrición balanceada foliar como lo comprueba tra-
bajos posteriores realizados (Younis et al., 2014). • Manejar una solución foliar de aspersión ácida para aniones o ligeramente ácida para
cationes, debido a que la condición química del apoplasto es definitiva para su absor-
ción (pH 5 - 5,5). Esto se consigue con el manejo de citratos, ascorbatos o gluconatos.

• No utilizar ácidos fuertes, como ácido fosfórico o ácido nítrico, que disminuyan el pH
de la solución final a valores menores a 4, porque pueden generar quemazón foliar por
solubilidad de elementos tóxicos e hidrólisis ácida de los componentes de la mezcla.

∙ 94 ∙ ∙ 95 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 6

• El uso de aditivos en la mezcla de aspersión que rompan la tensión superficial por deba- • Aunque se ha comprobado que las sales simples tienen la ventaja de ser absorbidas más
jo a 35 dinas cm-1 favorece la dispersión de la gota y asegura contacto entre la lámina de rápidamente y son más económicas que los quelatos o complejos orgánicos, también
solución nutritiva y la superficie de la hoja, lo cual promueve hidratación de la cutícula presentan algunas desventajas como inmovilización de los cationes divalentes por las
y mejor absorción y distribución de los nutrientes o sustancias activadoras. Con esto se cargas negativas del apoplasto, quemaduras de hoja por residuos, baja estabilidad en la
evita la concentración de la solución en puntos aislados, que puede causar quemazón mezcla de tanque y una menor habilidad de ser transportados por el vehículo hacia la
cuando se evapora la fase acuosa de la solución foliar. planta. En este sentido, al seleccionar una fuente debe existir equilibrio entre estabili-
dad de la mezcla, transporte y absorción.
• El uso de aguas duras y básicas en aspersiones foliares (pH > 8) ocasiona precipitación
de las fuentes de microelementos y baja disponibilidad de K y B, por antagonismos con • La aplicación de ácido bórico es más eficiente que la de tetraboratos y octaboratos
Ca, Mg y bicarbonatos. Por ello, es aconsejable el uso de correctores de pH y dureza o de reacción básica. Estos últimos mejoran su eficiencia si en la solución final el pH es
agentes secuestrantes. menor a 5,5; por otro lado, la aspersión de las fuentes de B en general debe ir dirigida
a las estructuras reproductivas o de crecimiento. Además presentan menores efectos
• Con el uso de correctores de pH y dureza se puede inducir a una mejor asimilación de Ca tóxicos en los cultivos.
y Mg como cationes dominantes en aguas duras. En estas condiciones, en el cultivo de
tomate en invernadero se ha promovido la prevención y corrección de necrosis apical y • Es importante tener en cuenta que algunos cultivos (flores, banano, cítricos, aguacate,
clorosis magnésica por la formación de complejos orgánicos más asimilables. lechuga, entre otros) son sensibles a fuentes foliares a base de cloruros. Las dosis altas
o soluciones distribuidas desuniformemente podrían causar manchas necróticas en
• En la preparación de la solución final se debe propender por mantener un balance ió- hojas, flores y frutos. Generalmente formulaciones con alta concentración (> 300 g L-1)
nico entre cationes y aniones en la solución a asperjar; por esta razón, se debe tener en de micronutrientes (Zn, Ca, Mn) son a base de cloruros.
cuenta la dureza y posible influencia o antagonismos que ejerzan Ca, Mg o Fe sobre las
formulaciones nutricionales que se apliquen. • Es deseable tener la información del pH en solución al 10% en agua de los fertilizantes
foliares, las constantes de producto de solubilidad y del efecto del ion acompañante
• La urea foliar promueve la apertura de estomas de las hojas porque presenta un efecto para evitar la formación de precipitados, principalmente con las fuentes de Ca, Mg, S, P
hidratante sobre la cutícula, la cual puede emplearse acompañada de otros productos y fuentes de reacción básica como hidróxidos de potasio, fosfatos de potasio y octobo-
o micronutrientes para facilitar su penetración en los tejidos. ratos o boratos de sodio o potasio con microelementos metálicos.

• Uso de iones acompañantes N - Zn. La combinación de nitrógeno con zinc fomenta • A mayor higroscopicidad de la sal mayor absorción de los iones que contiene (Ca, Mg,
la elongación de tallos y hojas, y su mezcla con giberelinas promueve el crecimiento Zn, Fe). Esto es importante para sales de mayor grado de hidratación y sigue la siguien-
vegetativo. te secuencia: cloruros > nitratos > sulfatos. En el caso del magnesio, la solubilidad y
condición higroscópica sigue la secuencia MgCl2 >> Mg (NO3)2 > MgSO4 (Allen, 1969).
• El manejo de agentes complejantes o quelantes aplicados foliarmente mejoran la inter- En el cultivo de cítricos, la asimilación y transporte de Zn fue más favorable en las
ferencia causada por la calidad de agua, por retención iónica foliar, principalmente de forma de ZnCl2 > ZnSO4 > EDTA-Zn (Boareto, 2007).
los micronutrientes Z, Mn y Cu, o por antagonismos con otros elementos. Sin embargo,
la absorción de quelatos en el follaje se ve limitada por el radio iónico del complejo, • Finalmente, el tipo de equipo, descarga de agua y técnica de aplicación son fundamen-
por lo que se recomienda el uso de agentes de menor peso molecular. También se debe tales para lograr optimizar las aplicaciones.
tener en cuenta que los quelatos sintéticos son fotodegradables, razón por la cual no es
conveniente aplicarlos en épocas de alta temperatura y luminosidad.

• La siguiente es la secuencia de absorción y asimilación foliar de complejos: aminoácidos


>> citratos >> gluconatos > edetatos > ácidos fúlvicos > ácidos húmicos.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel

Bibliografía ∙ Capítulo 7 ∙

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Maurya, R. y K. Ashok. 2014. Effect of micronutrients on growth and corm yield of gladiolus. Plant debe tener en cuenta que las propiedades del suelo son operacionales, lo que quiere decir
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Younis, A., A. Riaz, M. Sajid, N. Mushtaq, A. Muhammad, M. Hameed, U. Tariq y M. Nadeem. 2013. de los laboratorios de suelos y la calidad del dato analítico son aspectos que afectan la
Foliar application of macro- and micronutrients on the yield and quality of Rosa hybrida cvs. efectividad del uso del análisis de suelos en búsqueda de altos rendimientos en los cultivos.
Cardinal and Whisky Mac. African Journal of Biotechnology, 12(7):702-708. Igualmente son fundamentales la verificación de la relación entre el método analítico y la
Younis, A., S. Anjum, A. Riaz, M. Hameed, U. Tariq y M. Ahsan. 2014. Production of quality dahlia respuesta de la planta en las condiciones de suelo, clima y cultivo particulares (correlación),
(Dahlia variabilis cv. Redskin) flowers by efficient nutrients management. Running Title: Plant y posteriormente si esta relación se presenta, la obtención de niveles críticos y de respuesta
Nutrition Impacts on Dahlia Quality. American-Eurasian Journal Agriculture & Environment Science, para ese método en particular (calibración). En Colombia es frecuente el uso de métodos
14 (2):137-142. que no correlacionan con el rendimiento de la planta y de niveles críticos o de referencia
generados para las condiciones de otros países, principalmente de clima templado.

Palabras clave: correlación, calibración, nivel crítico.

* Para citar este capítulo: Henao T., M.C. 2017. Aspectos relacionados con la calidad de los análisis de suelo y de
tejido vegetal, y su uso en las recomendaciones de manejo de la fertilización de cultivos. En: Flórez R., V.J.
(Ed.). Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel. Bogotá:
Editorial Universidad Nacional de Colombia. pp. 97-112.
1  Profesora asociada, Departamento de Agronomía, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de
Colombia - Sede Bogotá. mchenaoto@unal.edu.co.

∙ 98 ∙ ∙ 99 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 7

Introducción es, entonces, esencial para obtener un análisis de laboratorio útil, sobre el cual se puede
efectuar una adecuada interpretación de la fertilidad de un lote agrícola y la consecuente
La investigación en nutrición vegetal y fertilidad del suelo ha involucrado el desarrollo recomendación del manejo de nutrientes.
de técnicas para evaluar la disponibilidad potencial de nutrientes en el suelo. Los análisis
de suelos corresponden a métodos que utilizan soluciones químicas para extraer las formas El propósito de cualquier análisis de una muestra es obtener un valor preciso, confiable y
más solubles y, por tanto, disponibles para las plantas. Existen varios métodos de extrac- representativo de una característica del suelo o del tejido vegetal para una población de in-
ción para cada nutriente y el valor interpretado como nivel adecuado de disponibilidad es terés. Si la población es relativamente homogénea, una muestra pequeña es suficiente para
diferente para cada método. lograr el objetivo; sin embargo, el suelo es de naturaleza variable y heterogénea, debido al
efecto diferencial de los factores de formación (geología y geomorfología, clima, vegetación
Las mediciones de buena calidad de una característica de cualquier objeto de estudio y tiempo) y de las actividades antrópicas (Petersen y Calvin, 1996). Por ejemplo, suelos
son fundamentales para generar conocimientos sólidos dentro de una ciencia o disciplina, formados de diferente material parental difieren entre sí y suelos formados de un mismo
y se logran mediante el uso riguroso de métodos analíticos. Los laboratorios de suelos son material parental presentan diferencias debido a variaciones climáticas, topográficas o de
laboratorios de ensayos químicos que se deben regir por la norma ISO-17025, en la cual se vegetación. Las propiedades del suelo varían no solamente de un sitio a otro, sino también
relacionan los requisitos para implementar un sistema de gestión de calidad que garantice con la profundidad en el perfil. Estas variaciones deben ser tenidas en cuenta para planificar
que el laboratorio tiene la competencia técnica y por lo tanto es capaz de generar resultados el muestreo, según el objetivo planteado. En este sentido, cuando se toma una muestra de
válidos. Vale la pena considerar que la acreditación de los laboratorios de suelos bajo dicha suelo se deben tomar decisiones sobre los puntos de muestreo que deben ser incluidos o
norma es un proceso voluntario en Colombia. excluidos de la muestra, con el fin de obtener una muestra representativa.

Para cada método normalizado que se emplea se debe tener establecida la incertidumbre
de la medición. A esa incertidumbre del análisis en el laboratorio debe agregarse la incerti- Calidad de los análisis de suelo
dumbre propia del muestreo.
Es bien sabido que en la planta una parte importante de la demanda de nutrientes es
La efectividad del diagnóstico hecho a partir del análisis de suelo no depende solamente suministrada por el suelo y que el análisis de este recurso es una herramienta importante
de la calidad del muestreo y del análisis de laboratorio, ya que la respuesta a la fertilización para evaluar la capacidad del mismo de suministrar nutrientes a aquella. Sin embargo, se
también se relaciona con la fuente fertilizante, o con la probabilidad de lavado de nutrientes debe tener claro que la cuantificación de todas las propiedades químicas del suelo depende
más allá de la zona de raíces (Rayment, 2005). Además, la biodisponibilidad de nutrientes del método empleado para caracterizarlas, lo cual significa que esta es operacional, de tal
es espacial y temporalmente dinámica, y está afectada por eventos climáticos a veces im- manera que dos métodos diferentes producen resultados dispares para un mismo nutriente
predecibles (Hedley, 2008). Por lo anterior, el análisis de suelo no es más que una de las o propiedad.
herramientas que ha de considerarse para desarrollar el plan de manejo de la fertilización.
Los métodos de análisis de suelos difieren según el tipo y la concentración de la solución
El objetivo de la presente revisión es presentar los aspectos más destacados relaciona- extractora, el tiempo de extracción, la relación peso a volumen entre el suelo y la solución
dos con el uso de los análisis de suelos y del tejido vegetal en el diagnóstico de la fertilidad extractora, entre otros. Cualquier modificación de alguno de estos aspectos arroja resulta-
del suelo, que pueden conducir o no a un manejo exitoso de la nutrición del cultivo, con el dos diferentes para una misma muestra de suelo.
fin de generar conciencia en los agricultores sobre sus ventajas y limitaciones.
Los laboratorios tienen la responsabilidad de emplear métodos normalizados y hacer
un aseguramiento de la calidad, que implica efectuar un control de calidad que garantice
Calidad del muestreo la generación de datos analíticos reproducibles y confiables. Los métodos de análisis de
suelos deben estar documentados a través de Procedimientos Operativos Estándar (POES),
La calidad del análisis de una muestra depende, además del manejo de la muestra y del resultantes de procesos rigurosos de revisión y validación (Klesta y Bartz, 1996). Para lo-
empleo correcto de métodos analíticos validados, de la calidad del muestreo. El muestreo grarlo se toman medidas como emplear materiales de referencia certificados, analizar per-

∙ 100 ∙ ∙ 101 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 7

Tabla 1. Métodos de rutina comúnmente empleados en los laboratorios colombianos para determinar propiedades del suelo con fines de diagnóstico de

K: 0,26 - 0,64
manentemente patrones internos de control o participar en programas de comparación de

NO3: 18 - 23

>10 mg kg-1
pH en agua

1,25 - 2,50

0,8 mg kg-1
En función

cmolc kg-1
adecuado

del clima
5,5 a 6,5

Mg: 1,5
mg kg-1
Nivel

(1:1)

Fe: 5
Zn:
resultados entre laboratorios. Estos programas funcionan a escala nacional e internacional

Ca:

S:
y muestran siempre alguna divergencia entre los resultados reportados por la red de labo-
ratorios participantes, aunque se usen los mismos métodos. Para la interpretación siempre

Para NO3 requiere muestreos profundos (a más de 60 cm) para lograr un mejor diagnóstico
No cuantifica las tasas de transformación de N orgánico a formas inorgánicas disponibles
Mide la acidez activa. Afectado por el efecto de dilución. A mayor dilución, el pH medido
se considera el valor de consenso y cada laboratorio evalúa qué tan lejos está su resultado

modifica el pH de este durante la extracción. Inapropiado para determinar CIC de suelos


en KCl resulta más bajo que el de CaCl2 y su determinación permite establecer la acidez
Dan valores entre 0,5 y 1,5 unidades más bajos que los medidos en agua. El pH medido

Si el pH del suelo es menor en más de 1 unidad al pH de la solución extractora (pH 7),


Estimación indirecta a partir de la determinación del porcentaje de materia orgánica,
de ese valor.

Utiliza ácido dietilen-diamino-penta acético (DTPA) como agente quelante.


Existe una amplia variedad de métodos empíricos de análisis de suelo para determinar
formas disponibles de nutrientes para la planta. En la tabla 1 se listan los métodos más

fuertemente ácidos o con niveles medios a altos de materia orgánica.


Inapropiado para determinar Ca intercambiable de suelos calcáreos.
empleados para valorar algunas de las propiedades que corresponden a índices de fertilidad
del suelo o formas de los elementos en el suelo que son considerados índices de disponibi-
lidad, además de algunos niveles considerados adecuados en la literatura (Prasad y Power,

Observaciones
1997; Barker y Bryson, 2007).

asumiendo que esta tiene 58% de C y 4 - 5% de N.

Apto para suelos neutros, calcáreos y alcalinos.


potencial de suelos que requieren encalado.
resulta más alto que el pH real del suelo.
A manera de referencia, la tabla 2 muestra la estadística descriptiva de algunas propie-
dades químicas del suelo relacionadas con la fertilidad, para una población representativa
de muestras analizadas en el Laboratorio de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Univer-
sidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, originarias de todos los departamentos del país,

Aptos para suelos ácidos.

Aptos para suelos ácidos.


(Barker y Bryson, 2006).
aunque predominan las de Cundinamarca, Boyacá y Santander. Como complemento a esta
información, la figura 1 muestra la distribución de frecuencia de algunas de estas propie-

para las plantas.


dades. Las barras oscuras indican el rango que se ha interpretado como adecuado para el
crecimiento y desarrollo de las plantas, según los datos propuestos por el ICA (1992). Los
histogramas muestran los principales rangos de variación del pH, contenido de carbono or-
gánico, cationes intercambiables y fósforo disponible, información de referencia que resulta

o de disponibilidad
Índice de fertilidad

P, K, Ca, Mg, Cu, Fe,


CIC, Ca, Mg, K y Na

P, K, Ca, Mg, Na, B,

Mn, Zn, NH4, NO3,


la fertilidad y recomendaciones de manejo de la fertilización.

P, K, Ca, Mg, Na,


útil para evaluar datos inconsistentes en reportes de laboratorio. Valores reportados por

intercambiables

Fe, Mn, Cu, Zn


Cu Fe, Mn, Zn
fuera de estos rangos generan incertidumbre, ya que pueden indicar errores en los resulta-

N orgánico

NH4, NO3

Mn, Zn
N total

SO4, Al
dos. Con excepción del pH, la dispersión de valores de cada una de las propiedades es muy

S, B
P, S
pH
alta, generalmente mayor al 100 %, condición inherente a la naturaleza del suelo.

B
P
P

DTPA-Trietanolamina (DTPA 0,005M + CaCl2 0,01M +


Menlich 3 (NH4NO3 0,25M + CH3COOH 0,2M + NH4F
Walkley y Black (oxidación del carbono orgánico con
Suspensión suelo: agua destilada relación 1:1, 1:5 u

Morgan (CH3COONa 0,72M + CH3COOH 0,52M pH


En la figura 1 se observa que el 88 % de las muestras corresponden a suelos entre ex-

Menlich 1 (HCl 0,05M + H2SO4 0,0125M, pH 1)


tremada a moderadamente ácidos (pH entre 3 y 6,5) y solamente el 12 % corresponde a

Bray - I (NH4F 0,03M + HCl 0,025M, pH 3)

0,015M + HNO3 0,013M + EDTA 0,001M)


suelos ligeramente ácidos, neutros y alcalinos (pH > 6,5); esto es acorde con la condición

Acetato de amonio (NH4OAc) 1M pH 7


de clima tropical en la cual se forman, caracterizado por una alta precipitación y tempera-

Bray - II (NH4F 0,03M + HCl 0,1M)


K2Cr2O7 en presencia de H2SO4)
tura. Suelos con pH de 7,6 a 8,3 generalmente indican la presencia de materiales calcáreos

Olsen (NaHCO3 0,5M, pH 8,5)


(CaCO3), mientras que aquellos que presentan pH mayor de 8,3 indican la presencia de

CaCl2 0,01M o KCl 1M

Agua caliente (100ºC)


Ca(H2PO4)2.H2O pH 4
sodio (Na2CO3) (Thomas, 1996).

TEA 0,1M, pH 7,3)


Método

Kjeldalh

KCl 2M
otras

4,8)
∙ 102 ∙ ∙ 103 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 7

Tabla 2. Estadística descriptiva de las variables del suelo relacionadas con la fertilidad, para una Los niveles de carbono orgánico son muy variables, ya que la población incluye suelos or-
población de 6.500 muestras provenientes de varias regiones del país. gánicos y minerales que han sufrido manejos muy diversos. Los suelos orgánicos incluidos,
CO2 Ca3 K3 Mg3 Na3 AI4 CIC3 P5 S6 Cu7 Fe7 Mn7 Zn7 B6 que frecuentemente poseen valores de carbono orgánico mayores del 20 %, representan
Parámetro pH1 menos del 2 % de las muestras analizadas.
(%) cmolc kg-1 mg kg-1
Mínimo 3,06 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,00 0,49 0,42 0,40 0,01 0,8 0,01 0,02 0,10
Los histogramas reflejan el comportamiento típico de las bases intercambiables, cuyos
Máximo 9,2 42,0 63,4 14,1 20,6 16,6 22,5 120 745 417 69,8 1429 498 342 8,93
rangos de variación del calcio son mayores que los de magnesio, seguidos por el potasio y
Media 5,41 4,00 7,61 0,57 1,74 0,28 1,78 23,5 44,9 47,4 1,80 154 12,9 5,70 0,44
finalmente por el sodio. El calcio y el magnesio son predominantes en el complejo de cam-
Mediana 5,23 2,53 4,64 0,31 0,99 0,11 0,75 19,5 17,1 18,7 0,90 115 4,62 1,74 0,32
bio, excepto en suelos extremadamente ácidos, donde prevalece el aluminio. La disponibi-
DS 0,96 3,58 8,30 0,91 2,13 0,82 2,42 14,5 71,3 65,7 3,16 123 26,1 14,9 0,43 lidad de las bases de cambio Ca, Mg y K depende no solamente de la cantidad extraída con
CV (%) 18 90 109 158 123 294 136 62 159 139 175 80 201 262 97 acetato de amonio, sino también del tipo de arcillas y de las relaciones catiónicas (Prasad y
1
Suspensión suelo: agua 1:1; 2Carbono orgánico oxidable por Walkley y Black; 3Extracción con acetato de NH4 Powers, 1997).
1M pH 7; 4Acidez intercambiable por extracción con KCl 1M; 5Bray II; 6Extracción con fosfato monocálcico;
7
Extracción con DTPA-ETA.
La extracción del P por el método de Bray II resulta apropiada para suelos ácidos y se
basa en la solubilización de los fosfatos en presencia de F- como agente acomplejante del
Al. Este método no es satisfactorio para suelos calcáreos, debido a la neutralización del
ácido por carbonato de calcio y la formación de CaF2, que reacciona con el P disuelto para
formar precipitados secundarios (Kuo, 1996). La figura 1 muestra que aproximadamente el
60 % de las muestras tienen niveles de fósforo por debajo de 25 mg kg-1, que corresponden
a suelos considerados de baja disponibilidad.

Con respecto a la determinación del azufre disponible, los métodos generalmente mues-
tran baja o ninguna correlación con el rendimiento del cultivo, por lo que se han evaluado
un gran número de soluciones extractoras en búsqueda de un método apropiado (Hane-
klaus et al., 2007). Las soluciones de fosfato monocálcico son comúnmente empleadas para
extraer el sulfato disponible en el suelo. La tabla 2 muestra un alto coeficiente de variación
para el azufre medido por este método.

El método del DTPA-TEA se implementó para extraer los microelementos que se pre-
sentan en forma catiónica simultáneamente (Fe, Mn, Cu y Zn), aunque es difícil encontrar
niveles de referencia para este y otros métodos reportados en la literatura (Fageria et al.,
2002). La tabla 2 muestra una mayor dispersión de datos para Mn y Zn, con coeficientes de
variación por encima de 200 %. En la figura 1 no se indica la barra con los rangos adecuados
de Fe y Mn, por la dificultad de encontrar información en las condiciones de Colombia para
el método del DTPA. El 80 % de los suelos analizados presentan niveles relativamente altos
de Fe (> 50 mg kg-1), lo cual corresponde al predominio de suelos ácidos.

Figura 1. Distribución de la frecuencia de valores para algunas variables químicas indicadoras de


fertilidad del suelo, a partir de muestras provenientes de varias regiones del país (n = 6.500).

∙ 104 ∙ ∙ 105 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 7

Correlación y calibración de análisis de suelo y tejido vegetal Algunas limitaciones en el uso de los análisis de suelos
El uso de un método de análisis de suelo para el diagnóstico de la disponibilidad de un Para ilustrar una de las limitantes en la interpretación de los análisis de suelos por las
determinado elemento se basa en la relación directa hallada entre este y el rendimiento de metodologías tradicionalmente empleadas, se debe considerar la capacidad de intercambio
una especie, observada a través de un experimento. La correlación significativa permite asu- catiónico (CIC). La CIC es una de las propiedades más importantes relacionadas con la ferti-
mir que la planta puede extraer las mismas cantidades de un elemento que son removidas lidad del suelo, que afecta la disponibilidad de elementos nutritivos como K, Ca y Mg, o de
por un extractante químico; por lo tanto, la correlación del análisis de suelo es el proceso de elementos que resultan problemáticos en ciertos niveles como Al y Na.
determinar la relación entre la respuesta de la planta (en rendimiento, o por la cantidad de
nutriente absorbido) y la cantidad de nutriente extraído del suelo por un método analítico Los sitios de intercambio catiónico corresponden a cargas negativas en la superficie de
en particular (Glossary of Soil Science Terms, 2008). las partículas coloidales del suelo, que pueden ser de tipo permanente o variable, depen-
diendo de si las características químicas de la solución del suelo (pH o presencia de sales)
Sin embargo, el éxito del uso de los análisis de suelos depende de una previa calibración afectan o no su magnitud (Sumner y Miller, 1996). Todos los suelos contienen cationes en
de estos con la respuesta de la planta, para cada condición propia de suelo y cultivo. La la solución del suelo, que son atraídos por cargas negativas superficiales para su neutrali-
Sociedad Americana de la Ciencia del Suelo define la calibración del análisis de suelo como zación, con lo cual pasan de formas solubles a formas intercambiables. Los cationes en la
el proceso que consiste en determinar los requerimientos nutricionales de cada cultivo para solución del suelo están en equilibrio con los cationes intercambiables y durante la deter-
diferentes valores del análisis de suelo (Glossary of Soil Science Terms, 2008). Infortuna- minación de la CIC ambos son extraídos.
damente, las calibraciones se han extendido a otras zonas, sin tener en cuenta que sean
dependientes del tipo del suelo, por lo que en muchos casos el uso de dichos análisis no La determinación cuantitativa de la CIC en laboratorio consiste en desplazar los cationes
permite lograr los rendimientos esperados. En Colombia, la interpretación de los análisis de intercambiables con un catión indicador puesto en contacto con el suelo a través de una
suelos para formular un plan de fertilización se basa principalmente en resultados de co- solución de equilibrio; posteriormente se desplaza ese catión indicador por otro catión di-
rrelación y calibración publicados en otros países. Se debe tener presente que la calibración ferente y se valora con una técnica volumétrica o espectrométrica, como una medida de la
de los análisis de suelos debe hacerse a través de experimentación local o, en su defecto, CIC. Usualmente se emplea NH4+ en una solución de acetato de amonio 1M como catión in-
regional. dicador y Na+ en una solución de cloruro de sodio para desplazar el amonio intercambiado.

La interpretación del análisis de suelos es el proceso mediante el cual se desarrolla una El método del acetato de amonio 1M es ampliamente utilizado en Colombia para de-
recomendación de aplicación de nutrientes (un plan de fertilización), a partir de las con- terminar la CIC y su uso a nivel mundial es aún generalizado ya que representa un método
centraciones del análisis, considerando otra información adicional del suelo, cultivo, clima, estándar para la clasificación de suelos. Este método fue ajustado con suelos neutros a
ambiente y aspectos económicos (Glossary of Soil Science Terms, 2008). alcalinos de zona templada, pero su uso en las condiciones tropicales, específicamente en
suelos ácidos altamente meteorizados, resulta inapropiado, ya que la solución extractora,
Hedley (2008) menciona tres pasos en la calibración de los valores de los análisis de por tratarse de una solución búfer a pH 7, eleva el pH y, con este, la CIC que realmente exis-
suelos con la respuesta de la planta en experimentos con un nutriente como único fac- te en el suelo al pH en las condiciones iniciales de campo (Sumner y Miller, 1996).
tor. Para calibrar un método de análisis de suelo, dichos experimentos se deben replicar
en diferentes tipos de suelo y bajo diferentes condiciones de clima. Primero, se evalúa la Una parte importante de los suelos colombianos son de carga variable, ya que presentan
respuesta en rendimiento de la planta a dosis crecientes de fertilizante (paso A); luego, se coloides de carga variable en su fracción fina, como las alófanas o los óxidos e hidróxidos
determinan los niveles del nutriente en el suelo que proporcionan un óptimo rendimiento de hierro y aluminio, o coloides orgánicos. Por eso, en estos suelos en particular, su CIC es
(paso B), y, finalmente, se establece qué cantidad de fertilizante se requiere aplicar al suelo alterada por el pH y la concentración y valencia de los iones presentes en la solución de
para aumentar por encima de esos niveles de óptimo rendimiento los niveles extraídos del equilibrio empleada para la determinación. Tal como indican Sumner y Miller (1996), la
nutriente (paso C). En el paso B, el óptimo rendimiento determina el nivel crítico, valor con medida de la CIC de estos suelos depende críticamente de la manera y las condiciones en las
el que el cultivo alcanza más del 90 % del máximo rendimiento y por encima del cual ya no cuales es determinada y, en consecuencia, va a ser operacionalmente definida en términos
hay respuesta significativa a la adición de fertilizante. de las características de la solución extractora empleada en el laboratorio. Estos autores

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 7

resaltan además que la selección de un método para cuantificar la CIC debe fundamentarse trietanolamina, en la cual el CaCO3 es prácticamente insoluble, aunque, como la cantidad
en el propósito para el cual se busca conocer esta propiedad del suelo; por ejemplo, en el de Ba2+ intercambiado en el suelo es una medida de la CIC, la presencia de sulfatos puede
caso de un suelo ácido, si se requiere conocer su valor al pH actual del suelo o el valor que producir una sobreestimación de esta.
tendría después de ser encalado para subir el pH a 7.
El cálculo del porcentaje de saturación de bases ([bases intercambiables/CIC] x 100)
La CIC determinada por el método del acetato de amonio a pH 7 en suelos ácidos pre- resulta irrealmente bajo cuando se calcula con la CIC obtenida por el método del acetato de
senta una relación significativa y directa con el contenido de materia orgánica del suelo, el amonio 1M a pH 7, aplicado en suelos ácidos de carga variable.
cual es un constituyente del suelo típicamente de carga variable. Para verificar lo anterior,
se tomaron 8.500 datos de análisis de suelos de muestras procesadas en el Laboratorio de En suelos que no corresponden a una condición de salinos, calcáreos o magnésicos, la
Aguas y Suelos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia, suma de cationes intercambiables da una mejor medida de la CIC, conocida como capacidad
sede Bogotá, durante un período determinado de tiempo (figura 3). La relación del conteni- de intercambio catiónico efectiva o CICE. En el caso de suelos ácidos con pH menor de 5,5,
do de materia orgánica, expresado como porcentaje de carbono orgánico, con la CIC medida este valor debe incluir el Al3+ determinado por extracción con una solución salina neutra.
por el método del acetato de amonio es estrecha (r = 0,89) (figura 3a). Sin embargo, en los
suelos con niveles altos de materia orgánica, la CIC no es tan alta al pH real del suelo en a b c
90 90 90
campo, lo cual se evidencia a través de la estimación de la CIC por suma de cationes (CICE
75 75 75
o capacidad de intercambio catiónica efectiva). Por ejemplo, un suelo de uso agrícola pro-

CICV (cmolc/kg)
CICE (cmolc/kg)
CIC (cmolc/kg)
60 60 60
veniente de Umbita (Boyacá), con un contenido de carbono orgánico de 6,16 % y un pH de
45 45 45
4,67, tiene una CIC por el método del acetato de amonio 1M pH 7 de 32,6 cmolc kg-1, la cual
30 30 30
es relativamente alta; pero, cuando se suman todos los cationes intercambiables mayores,
15 R = 0,79
2 15 15 R2= 0,77
incluyendo Al, la CIC estimada es de 12,1 cmolc kg-1, valor que estima la CIC real al pH del
0 0 0
suelo. Esa diferencia entre ambos valores de CIC, es decir, entre la CICNH4OAc y la CICE, de 0 10 20 30 0 10 20 30 0 10 20 30
20,5 cmolc kg-1, puede ser considerada la carga variable generada al subir el pH del suelo Carbono orgánico (%) Carbono orgánico (%) Carbono orgánico (%)

desde 4,67 y el pH de la suspensión al momento de hacer la extracción con el acetato de Figura 3. Variación de la CIC determinada por (a) el método del acetato de amonio 1M pH 7, (b)
amonio, el cual debió ser superior a 6. En conclusión, la CICNH4OAC resulta sobreestimada por suma de cationes intercambiables, y (c) por diferencia entre las dos anteriores (CIC variable), en
función del carbono orgánico del suelo (N = 8.500).
para el pH del suelo.

La CIC estimada por suma de cationes intercambiables no muestra ninguna correlación


con el contenido de materia orgánica del suelo estimada a través del carbono orgánico Análisis de tejido vegetal
(r = 0,03) (figura 3b), lo cual indica que esta última no es una buena indicadora de la capaci-
dad real del suelo para retener cationes al pH de este. No obstante, cuando se considera la Los análisis de tejido vegetal se efectúan asumiendo que la cantidad de un determinado
diferencia entre la CICNH4OAc y la CICE, denominada aquí CICV (CIC variable) y su variación en nutriente presente en la planta está relacionada con la cantidad de este en el suelo, por lo
función del contenido de carbono orgánico (figura 3c), el coeficiente de correlación aumen- que se emplea como una herramienta para determinar la capacidad de suministro de nu-
ta (r = 0,89), indicando que a mayor contenido de materia orgánica en el suelo, es mayor la trientes por el suelo (Havlin et al., 1999). Si bien el análisis de suelo indica la cantidad de
sobreestimación de la CIC del suelo. nutrientes potencialmente disponibles para la planta, el análisis de tejido vegetal indica el
efecto de esa disponibilidad y de la efectividad de la fertilización realizada. Por eso, los aná-
En suelos alcalinos, con presencia de CaCO3, el método del acetato de amonio ofrece lisis de tejido vegetal se complementan con los análisis de suelos y el historial de manejo
otra dificultad particular, ya que una parte del material calcáreo se puede solubilizar en la del cultivo para establecer planes de fertilización.
solución extractora, lo que produce una sobreestimación del calcio intercambiable. En este
caso, ni el calcio intercambiable ni la CICE ofrecen valores confiables. Para este tipo de sue- El diagnóstico de deficiencia, suficiencia o exceso de nutrientes en la planta se hace a
los, Mehlich (1942) propuso emplear una solución de BaCl2 0,1M tamponada a pH 8,2 con través de los análisis de tejido vegetal. Sin embargo, la concentración de elementos en las

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 7

hojas, a menudo, no se correlaciona con el rendimiento de la planta, por lo que no siempre En la tabla 3 se presentan niveles promedio de elementos foliares determinados den-
es fácil hacer un diagnóstico a partir del análisis de tejido vegetal. De acuerdo a Cadahía et tro del servicio de análisis prestado a agricultores en el Laboratorio de Aguas y Suelos de
al. (2008), las limitaciones en el uso del análisis foliar están asociadas a la respuesta lenta la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, de
de la hoja a cambios en los contenidos de nutrientes en el suelo, que no permite realizar un cultivos provenientes de varias regiones del país. Con los datos presentados se ilustran las
diagnóstico temprano. Además el análisis foliar da un valor promedio en el momento de la diferencias en los contenidos promedio de nutrientes, entre algunas especies de interés de
toma de la muestra, por lo cual se sobreponen varios efectos a lo largo del ciclo del cultivo plantas cultivadas en condiciones colombianas.
y, con ello, se enmascara la relación causa/efecto en ese momento.
Los datos de la tabla 3 no se pueden considerar niveles adecuados, ya que no se tiene
Una de las dificultades en el uso de los resultados de los análisis de tejido vegetal con información que los relacione con los rendimientos del cultivo. Para una correcta interpre-
fines de diagnóstico radica en que los niveles de elementos en el tejido vegetal pueden fluc- tación y recomendación basada en los resultados de análisis foliar debe generarse informa-
tuar en periodos cortos, ya que se ven afectados por la concentración o la dilución, cuando ción a través de experimentos hechos localmente. Aunque en la mayoría de especies la con-
las plantas presentan respectivamente factores limitantes o favorables para su desarrollo centración foliar de N y K predomina sobre los demás elementos, algunas pueden absorber
(Cadahía et al., 2008). Se puede presentar concentración, por ejemplo, cuando las plantas y traslocar más Ca que K, como es el caso del aguacate y el mango, datos que muestran el
sufren efectos transitorios de sequía, o dilución cuando hay un crecimiento rápido de la mismo comportamiento que los reportados por Reuter y Robinson (1986), al estar incluidos
planta (Marschner, 2012). En otras palabras, estos niveles pueden variar no solamente por dentro de los rangos de concentración adecuados publicados por estos autores.
la disponibilidad de nutrientes en el suelo, sino también por factores ambientales.

Barker y Bryson (2007) indican que la concentración de nitrógeno varía según la especie Otras alternativas de diagnóstico nutricional
sea perenne o anual, con la edad y con la fase de desarrollo fenológico de la planta, entre
variedades de una misma especie, o incluso con la fuente fertilizante aplicada, lo cual afecta Una herramienta de diagnóstico nutricional alternativa a los análisis de suelo y foliar
las relaciones entre el rendimiento y el estado de acumulación de nutrientes en los órganos tradicionales es el análisis de savia, el cual, según Hochmuth et al. (2004), parece resultar
de la planta durante el ciclo del cultivo. útil para evaluar nutrientes móviles como N y K.

Para el análisis de tejido vegetal generalmente se usan las hojas, más concretamente la La savia analizada representa el líquido extraído de tejidos conductores tanto del xilema
lámina foliar, como el órgano más adecuado para efectuar un diagnóstico, por corresponder como del floema (Cadahía et al., 2008). Cabe recordar que el xilema es el tejido que trans-
a órganos de asimilación activa, aunque para algunos cultivos se recomienda el peciolo. porta agua y minerales del sistema radical a los órganos aéreos de la planta y el floema,
Usualmente se cuantifica el contenido total de nutrientes, luego de calcinar la muestra a el tejido que trasloca los productos de fotosíntesis desde las hojas maduras a las áreas de
temperaturas entre 450 y 600 ºC empleando una mufla, o de disolverla en uno o más ácidos crecimiento y almacenamiento, incluyendo las raíces (Taiz y Zeiger, 2006). Generalmente,
concentrados por medio de digestión en hornos microondas especiales. La cuantificación de la savia es extraída luego de triturar o moler los tejidos, y filtrar el fluido para efectuar los
los elementos se hace generalmente por métodos colorimétricos y espectrométricos. análisis, que corresponden más a los nutrientes minerales que a los compuestos orgánicos.

La metodología de muestreo de tejidos vegetales con respecto al tipo de muestra (hoja Cadahía et al. (2008) reconocen como ventajas del análisis de savia: proporcionar un
entera, peciolo, lámina foliar), estadio fenológico del cultivo (floración, llenado de fruto), diagnóstico rápido para corregir problemas durante el mismo ciclo del cultivo en que se
tipo de hoja a seleccionar (hojas jóvenes o maduras), cantidad de tejido por hectárea, entre hace el muestreo; permitir fraccionar los nutrientes como el N en nitratos, amonio o ami-
otros, depende de la especie. Generalmente, se recomienda tomar muestras de hojas re- noácidos, y ser menos afectado por fenómenos de concentración o dilución, entre otros
cientemente maduras, que han alcanzado su tamaño final y que se han tornado de un color aspectos. El nitrato es la forma más medida, ya que representa una forma no asimilada
verde más oscuro, aunque en el caso de elementos poco móviles se deben considerar hojas que está en tránsito hacia las hojas y muestra una mejor respuesta a la relación con otros
más jóvenes (Hochmuth et al., 2004). nutrientes que la determinación del nitrógeno total en las hojas (Barker y Pilbeam, 2007).

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 7

Tabla 3. Nivel promedio de nutrientes en muestras foliares de diferentes especies cultivadas en Esta técnica se puede emplear directamente en el campo, de manera semicuantitativa,
Colombia, según datos de análisis efectuados en el Laboratorio de Aguas y Suelos, Facultad de con el uso de kits de análisis.
Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.

N P K Ca Mg Cu Fe Mn Zn B
Especie
% mg kg -1 Conclusiones
Aguacate 2,28 0,15 0,80 1,50 0,31 61,7 77 192 63 52
Albahaca 3,45 0,43 4,53 2,09 0,57 14,2 160 66 123 59
Los análisis de suelos no son medidas exactas de la cantidad de un nutriente disponible
para la planta, sino que proporcionan un índice de disponibilidad cuya validez depende de
Apio 2,78 0,55 4,26 1,41 0,30 6,7 210 75 102 31
la correlación con la respuesta de la planta y posterior calibración en bajo o deficiente, ade-
Arroz 4,39 0,17 2,44 0,37 0,12 3,4 84 181 25 19
cuado o suficiente y alto o tóxico.
Café 2,70 0,21 1,44 1,11 0,34 11,7 115 237 46 93
Caña La investigación se ha enfocado en desarrollar métodos de análisis de suelos que permi-
1,68 0,18 1,12 0,28 0,09 5,4 70 25 92 62
panelera
tan extraer del suelo las cantidades de nutrientes que correlacionen con la respuesta del
Cebollín 4,44 0,48 3,69 1,51 0,32 12,3 435 38 89 78 cultivo en rendimiento y que, por lo tanto, reflejen las cantidades crecientes de nutrientes
Clavel 3,54 0,42 3,95 1,29 0,37 10,0 103 134 55 65 aplicados a través de ensayos de campo. Se han efectuado calibraciones buscando la fun-
Espinaca 5,75 0,50 4,97 1,39 1,00 15,2 309 53 135 77 ción de respuesta del rendimiento relativo a la cantidad de nutriente aplicado al suelo y el
Feijoa 1,69 0,08 0,95 1,21 0,16 2,9 63 80 93 67 cambio en los valores obtenidos a través del método evaluado. Esta información ha sido
Fresa 2,06 0,22 0,82 1,21 0,40 3,1 73 25 40 34 usada para calcular las tasas de fertilización dentro de una agricultura sostenible y rentable.
Gulupa 2,95 0,17 2,36 1,81 0,21 24,3 110 54 75 123
Los análisis de suelos también deben soportar la toma de medidas conducentes a mejorar el
uso de fertilizantes para proteger la calidad del agua y del suelo.
Habichuela 4,63 0,49 3,22 3,40 0,58 12,8 325 36 134 80
Maíz 2,73 0,32 2,24 0,50 0,16 6,1 150 82 69 29
Hay métodos que resultan inapropiados para un determinado tipo de suelo. Es el caso de
Mango 1,16 0,09 0,41 2,97 0,18 6,2 50 502 62 59 la capacidad de intercambio catiónico del suelo, que está operacionalmente definida, por lo
Manzana 2,19 0,18 1,29 1,17 0,23 7,0 177 98 67 28 que se debe tener en cuenta el propósito con el cual se analiza y las características particula-
Menta 3,88 0,45 4,18 1,07 0,34 41,6 195 136 86 56 res de los suelos que se piensan analizar. Se debe tener especial cuidado cuando se analizan
Mora 2,30 0,17 1,23 0,86 0,27 9,8 98 362 94 63 suelos salinos y calcáreos, ya que puede haber una sobreestimación del Ca disponible.
Palma de
2,31 0,15 0,94 0,67 0,32 6,9 88 217 54 50
aceite
Papa
4,31 0,29 5,41 1,14 0,42 7,6 221 313 120 78
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∙ 114 ∙
∙ Capítulo 8 ∙

Interpretación de análisis de suelos y sustratos*

Jaime Torres Bazurto1

Resumen
El presente documento muestra los criterios técnicos que deben ser tenidos en cuenta
para la interpretación de análisis de suelos y para la selección del sustrato más apropiado en
cultivos que los requieren en alguna o todas las etapas de su desarrollo. Por ello, se recuer-
dan conceptos como ‘disponibilidad’, ‘contenido’, ‘solubilidad’, ‘movilidad’ y su estrecha
relación con la dinámica nutricional en el suelo; se mencionan las metodologías analíticas
empleadas en nuestro país y las principales herramientas de interpretación de análisis de
suelos. Bajo este contexto, el criterio de fertilidad cobra relevancia en razón de que es el que
se manejará a partir de las características del suelo o sustrato, de la planta y su interacción
con las condiciones medioambientales. El profesional de campo debe estar en capacidad de
integrar todos los elementos descritos para diseñar un programa de manejo de la fertilidad
del suelo que haga de la fertilización una herramienta eficiente y de bajo impacto negativo
para el medio ambiente. Por ello, los procedimientos y valores mostrados en el presente
documento son puntos de referencia que deben enriquecer la construcción de esos mode-
los de manejo, que en principio deben ser de aplicación y carácter particular, y que pueden
variar en el tiempo con base en los cambios que se den en los diferentes elementos contem-
plados, según sean las condiciones.

Palabras clave: comportamiento, criterios, nutriente, procedimientos, valores.

* Para citar este capítulo: Torres B., J. 2017. Interpretación de análisis de suelos y sustratos. En: Flórez R., V.J.
(Ed.). Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel. Bogotá:
Editorial Universidad Nacional de Colombia. pp. 115-130.
1  Profesor asociado, Departamento de Agronomía, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de
Colombia - Sede Bogotá. jtorresb@unal.edu.co.

∙ 117 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 8

Introducción y necesaria para poder interpretarla, no es totalmente clara desde la práctica, por causa de
los diversos factores que influyen sobre ella y especialmente las condiciones de manejo
La interpretación de los análisis de suelos está ligada a procedimientos de campo y de del suelo. Por ello, es importante identificar, para cada condición, cuál o cuáles son esos
laboratorio, los cuales determinan su confiabilidad y validez; además, depende necesaria- factores edáficos, climáticos, o de manejo que mayor influencia tienen sobre la disponibi-
mente de la fertilidad actual y potencial del suelo. Esto es a su vez resultado de los procesos lidad de nutrientes y la fertilidad del suelo. Castro y Gómez (2010) ratifican este concepto
pedogenéticos que no solo definen esta característica sino todas aquellas químicas, físicas cuando indican que la disponibilidad de los nutrientes hacia la planta son el resultado de
y biológicas inherentes a él, y que hoy ayudan a definir los criterios de calidad del suelo, un gran número de variables que se pueden dividir en tres grandes grupos: en primer lugar
donde las condiciones medioambientales juegan un papel importante. están las ambientales, donde la temperatura, la precipitación y la altitud y latitud juegan un
papel importante, incluidos los eventos por cambio climático que han afectado de manera
Por su parte, la fertilización como práctica derivada de la interpretación del análisis de drástica el comportamiento de los suelos y, por ende, de los cultivos; el segundo grupo es el
suelos debe aportar al suelo los nutrientes necesarios para equilibrar la fertilidad y garan- suelo mismo, donde los factores y procesos de formación más el manejo agronómico afec-
tizar un aporte continuo y apropiado a la planta, lo que lo constituye en un factor decisivo tan la fertilidad y disponibilidad de nutrientes, y el tercer grupo lo constituyen los factores
para la producción de los cultivos. Sin embargo, dada la complejidad del suelo, tanto la del cultivo, entre los que se pueden mencionar la variedad o híbrido, densidad de siembra y
fertilidad como la fertilización requieren cada vez más un mayor y mejor conocimiento de la requerimientos nutricionales, entre otros. La disponibilidad se divide en tres grupos, a saber
planta que se cultivará y de su comportamiento en las condiciones específicas donde se le (Plaster, 2009):
siembre, además de las características de las fuentes fertilizantes que se pueden emplear,
con el objeto de ajustar los criterios de manejo que permitan maximizar el potencial pro- • Factor restitución (fase sólida): de disponibilidad a largo plazo, está determinada por
ductivo de la especie seleccionada. Por tanto, es prioritario que los criterios que se utilicen los nutrientes que se encuentran asociados a la fracción mineral del suelo, la cual hace
para la interpretación de los análisis de suelos y la posterior toma de decisiones tengan el parte del material parental y cuyo proceso de liberación es lento. Esto permite referirse
suficiente soporte técnico y claridad necesarias para determinar el manejo nutricional más a aquella fracción como la reserva nutricional del suelo que determina su fertilidad
adecuado de un cultivo y el suelo donde este se establece. potencial. Dependiendo de la riqueza nutricional del material parental y del nivel de
evolución del suelo, la proporción de este factor o fase varía en el tiempo.
Si bien es cierto que el proceso de interpretación, en principio, se basa en la valoración
química de una muestra de suelo, es necesario entender que es un proceso integral donde • Factor capacidad (fase cambiable): disponibilidad a mediano plazo; algunos autores
el profesional de campo, con su conocimiento del suelo, del cultivo y su manejo, juega se refieren a ella como la disponibilidad de nutrientes para el ciclo de cultivo. Está aso-
un rol muy importante en la definición de los criterios de manejo nutricional. Por ello, la ciada a la fase coloidal del suelo donde los nutrientes son almacenados en sus formas
utilización que él haga de las guías de interpretación de análisis de suelos es crucial en la iónicas sobre las superficies de las micelas del suelo y pueden pasar por intercambio
expresión productiva del cultivo, en el comportamiento del suelo y en su efecto sobre el iónico al siguiente factor. En la medida que cede iones, este factor los recibe del de res-
medio ambiente. De esta manera, el principal objetivo del presente documento es generar titución para reponerlos. Desde el punto de vista agronómico, es la disponibilidad más
conciencia sobre la necesidad de construir modelos o fórmulas que satisfagan las necesida- importante porque es la que normalmente se determina en laboratorio y sobre la cual
des nutricionales del cultivo a partir de principios técnicos. se hace el análisis e interpretación del nivel nutricional.

• Factor intensidad (fase solución): lo ocupa la disponibilidad a corto plazo o inmediata,


Conceptos básicos que está determinada por la solución del suelo, donde los iones son absorbidos por la
planta, y se puede lixiviar, fijar o inmovilizar y en algunos casos volatilizarse (caso del
Dinámica de los nutrientes en el suelo N); esta es la zona de mayor actividad iónica.

Es de resaltar que la dinámica de los nutrientes en el suelo define las ganancias y las pér- Normalmente se asume que en los reportes dados por el laboratorio se incluyen los dos
didas, pero principalmente la disponibilidad nutricional, y aunque el concepto de disponibi- últimos factores, debido a que la proporción de los nutrientes solubles es muy pequeña con
lidad es claro teóricamente y los análisis químicos de suelo aportan información importante respecto a lo almacenado en el factor cambiable, aunque en los últimos años se ha hecho

∙ 118 ∙ ∙ 119 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 8

más frecuente que profesionales y productores soliciten la valoración independiente de los Tabla 1. Métodos utilizados en laboratorio para el análisis de muestras de suelo (IGAC, 2006).
dos factores para poder establecer la disponibilidad real del cultivo. El único inconvenien- Variable medida Método de análisis utilizados Valoración
te de la determinación de la fase soluble es que los resultados dan un comportamiento
pH Relación suelo-agua (p/v) Potenciométrica
puntual, asociado con el momento de toma de la muestra. Para que estas determinaciones
CO (Carbono Orgánico) Método de Walkley - Black Volumétrica
puedan ser utilizadas dentro de un proceso de interpretación de análisis de suelos, reque-
rirían ser tomadas de manera periódica y durante varios ciclos de cultivo, de manera que se Ca, K, Mg, Na intercambiables Extracción con acetato de amonio 1N pH 7 Absorción atómica
definan rangos de concentración nutricional en el suelo asociables con los requerimientos Acidez de cambio (Al) Extracción con KCl 1M Volumétrica
nutricionales de la planta. CIC Desplazamiento del NH4 intercambiado con Volumétrica
NaCl 1M
Fertilidad del suelo P aprovechable Método de Bray II Colorimétrica
Cu, Fe, Mn, Zn Extracción con DTPA Absorción atómica
La evaluación de fertilidad se basa en el análisis químico del suelo y en las técnicas que B Extracción con fosfato monobásico Colorimétrica
se utilizan en este para valorar los contenidos de los diferentes elementos nutrientes. Es un (Azometina-H)
aspecto de gran importancia, pero puede ser insuficiente si no se toman en cuenta paráme- Textura Bouyoucos
tros como la física y la biología del suelo, que hoy en día están tomando relevancia y hacen
parte de las interacciones que se pueden dar entre los grandes grupos mencionados en el Es importante aclarar que existen otras metodologías analíticas que son igualmente con-
acápite anterior. fiables a las mencionadas en la tabla 1 y cuya aplicación depende de las características
del suelo y de la normatividad existente en cada país. Una vez escogidas las metodologías
En la tabla 1 se presentan las diferentes metodologías analíticas que se emplean en Co- que se emplearán y comprobada su confiabilidad y representatividad, desde la perspecti-
lombia para los análisis de suelos. Los resultados son representativos de las muestras que va analítica y del muestreo para la determinación de los diferentes nutrientes presentes
el laboratorio recibe, esto significa que la confiabilidad en la posterior recomendación de en el suelo, se debe contar con herramientas mínimas y lineamientos técnicos que den al
fertilización está supeditada a la representatividad que posea la muestra del suelo, que profesional de campo los elementos necesarios para la toma de decisiones, realizando las
depende de lo riguroso que se haya sido en el muestreo. Este aspecto tan sencillo pero de interacciones pertinentes con las condiciones ambientales y las características del material
gran relevancia puede marcar la diferencia en recomendaciones de manejo nutricional y vegetal utilizado. Por ello, a continuación se hará una breve exposición de algunas de las
por ende en producción, siempre y cuando este análisis tome en cuenta todos los aspectos herramientas que se emplean para la interpretación del análisis del suelo.
medioambientales de suelos y de planta.

Como se observa en la tabla 1, no aparece la determinación de N. La razón es que en el Criterios de interpretación


análisis convencional, que es el que realizan la mayoría de los laboratorios de suelos del
país, el N se expresa como parte del carbono orgánico o de la materia orgánica, lo que hace Valores de referencia sin cultivo
un poco más complejo el manejo de este elemento. Sería ideal que se pudiera determinar in-
dependientemente y como parte de ese análisis convencional; la determinación del N total Se podría considerar la base de los criterios, porque compara los resultados del análisis
por el método de Kjeldahl o por tecnologías más recientes como el del analizador elemental de suelos con valores de referencia. Esta herramienta fue propuesta por el ICA (1992), y
NC o NCS son alternativas viables. De igual forma, otro elemento importante que no hace aunque no tiene versiones recientes, se sigue trabajando como insumo de propuestas que
parte de este tipo de análisis es el S. han elaborado algunas casas comerciales de fertilizantes; no involucra el cultivo y sola-
mente establece los niveles de referencia de los diferentes parámetros químicos del suelo,
permitiendo inferir si este es fértil o no. Uno de los primeros parámetros planteados en este
documento es el pH, cuyos valores y clasificación se presentan en la tabla 2.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 8

Tabla 2. El pH y su clasificación (ICA, 1992). puede contar la planta a corto y mediano plazo, en la medida que hacen parte de las fases
Valor de pH Clasificación
cambiable y soluble. Para estar seguros de este criterio se debe conocer la mineralogía de la
fase cambiable y parámetros físicos como la densidad, la estructura y la porosidad (Castro y
< 5,5 Fuerte a extremadamente ácido
Gómez, 2010; Havlin et al., 2005), además de su comportamiento en el tiempo, porque al-
5,5 - 5,9 Moderadamente ácido
gunos pueden cambiar de época seca a época lluviosa, lo que afecta el desarrollo del cultivo.
6,0 - 6,5 Ligeramente ácido
6,6 - 7,3 Casi neutro a neutro Tabla 4. Niveles de referencia para Ca, Mg, K, Na, Al y P.
7,4 - 8,0 Alcalino
Contenido
> 8,0 Muy alcalino Elemento
Alto Medio Bajo
meq 100 g-1 >6 3-6 <3
En la tabla 3 se muestran los niveles de materia orgánica, información que se comple- Ca
menta con su transformación a carbono orgánico (CO) y a N. Se aprecia que estos conteni- Saturación (%) > 50 30 - 50 < 30
dos están establecidos para los diferentes pisos térmicos y, además, se añaden los niveles meq 100 g -1
> 2,5 1,5 - 2,5 < 1,5
Mg
de la capacidad de intercambio catiónico (CIC) y la forma de hallar la CIC efectiva (CICE). Saturación (%) > 25 25 - 15 < 15
meq 100 g -1
> 0,40 0,40 - 0,20 < 0,20
K
Tabla 3. Niveles de referencia para carbono orgánico (CO), materia orgánica (MO), nitrógeno (N), Saturación (%) >3 2-3 <2
capacidad de intercambio catiónico (CIC) y capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICE).
meq 100 g-1 Su contenido debe ser < 1
Contenido Na
Parámetro Clima Saturación (%) Debe ser < de 15
Alto Medio Bajo meq 100 g -1
> 3,0 1,5 - 3,0 < 1,5
> 5,8 < 2,9 Al
Frío 2,9 - 5,8 Saturación (%) Debe ser > de 15
CO (%) Medio > 2,9 1,7 - 2,9 < 1,7 P mg L-1 > 40 20 - 40 < 20
Cálido > 1,7 1,16 - 1,7 < 1,16
Frío > 10 5 -10 <5 Fuente: ICA (1992)
MO (%) Medio >5 3-5 <3
Cálido >3 2-3 <2 Tabla 5. Niveles de referencia para microelementos.
Frío > 0,50 0,25 - 0,50 < 0,25 Contenido (mg L-1)
N (%) Medio > 0,25 0,15 - 0,25 < 0,15 Elemento
Alto Medio Bajo
Cálido > 0,15 0,10 - 0,15 < 0,10 B > 0,40 0,40 - 0,20 < 0,20
CIC (cmol kg-1) > 20 10 - 20 < 20 Cu > 3,0 1,0 - 3,0 < 1,0
CICE (cmol kg-1) Sumatoria de las bases y el aluminio Mn > 10,0 5,0 - 10,0 < 5,0

Fuente: adaptado de ICA (1992) Fe > 50 25 - 50 < 25


Zn > 3,0 1,5 - 30 < 1,5
En las tablas 4 y 5 se muestran los niveles de referencia para las bases, el Al, el P y los Mo - - 0,1
microelementos. Como se puede observar en la tabla 4, se incluyen las saturaciones, criterio S Dependiente del suelo y el cultivo se considera bajo < 15
que determina la proporción nutricional de las bases y el aluminio con relación a la capa-
cidad de almacenamiento de cationes por parte del suelo, representada por la CIC. A juicio Fuente: ICA (1992)
de muchos profesionales de campo, este parámetro puede ser más importante que los mis-
mos contenidos de los elementos, porque definen la proporción de nutrientes con los que

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 8

En lo que respecta a los elementos menores, su interpretación, aunque aparentemente Tabla 7. Niveles para algunos parámetros de suelos en invernadero.
sencilla, es más complicada porque por sus bajos niveles en el suelo pueden pasar rápida- Parámetro Nivel bajo Nivel óptimo Nivel alto
mente de la suficiencia a la deficiencia o, incluso, acumularse hasta llegar a ser tóxicos para
pH < 6,0 6,0 - 6,5 > 6,5
la planta (Plaster, 2009).
CE (dS m-1) < 1,5 1,5 - 2,4 > 2,4

Otros parámetros que se incluyen en esta herramienta son las relaciones catiónicas CIC (cmol kg )-1
- - -
(tabla 6), que establecen la proporción matemática entre las principales bases del suelo y N mineral (mg kg ) -1
< 80 80 - 100 > 140
permiten determinar cuál o cuáles están en desequilibrio con relación a las demás, indican- P (mg kg-1) < 410 410 - 690 > 690
do al profesional de campo las que requerirían de una eventual corrección con aplicación de Saturación en el complejo de cambio (%)
enmiendas o fertilizantes. Se aclara que no son las únicas relaciones entre elementos, pero Saturación de K <4 4-6 >6
son las más utilizadas. Existen otras relaciones que muestran antagonismo o sinergismo Saturación de Ca < 40 40 - 60 > 60
entre elementos, por ejemplo, la relación K/Ca es antagónica, pues indica que excesos de
Saturación de Mg < 12 12 - 20 > 20
Ca dificultan la absorción de K, o viceversa; por su parte, la relación P/S es sinérgica, en la
Saturación de Na - <2 >2
medida que el aumento de la concentración de uno de los dos favorece la toma del otro
(Castro y Gómez, 2010).
Tabla 8. Niveles de interpretación de análisis químico de suelos en floricultura, adaptado de
Tabla 6. Relaciones catiónicas básicas. Microfertisa (2006).

Relación catiónica Valor normal Inicio de deficiencias CIC (cmol kg-1) 15 - 20 20 - 25 25 - 30 35 - 40


< 2 de Ca > 4 de Mg Parámetro mg kg-1
Ca/Mg 2-4
Mg/K 3 < 3 de Mg > 3 de K NH4 10 - 27 12 - 34 15 - 40 20 - 54
Ca/K 6 < 6 de Ca > 6 de K NO3 50 - 120 70 - 140 70 - 160 90 - 200
Ca + Mg/K 10 < 10 de Ca y Mg > 10 de K P 60 - 100 60 - 100 60 - 100 60 - 100
K 156 - 312 196 - 391 235 - 469 312 -625
Fuente: Salamanca (1990) Ca 1200 - 2400 1800 - 3000 2400 - 3000 3600 - 4800
Mg 240 - 280 300 - 600 360 - 720 480 - 960
Para el caso de suelos en invernadero, en la tabla 7 se presentan algunos valores de re- B 0,4 - 0,8 0,4 - 1 0,6 - 1,2 0,6 - 1,6
ferencia (Datos del Laboratorio de Fertilidad de Suelos del CIAA (2004-2005)), reportados Cu 1,5 - 2,5 2-3 2 - 3,5 2 - 4,5
por Medina (2006). Fe 60 - 140 80 - 160 100 - 180 140 - 220
Mn 10 - 18 15 - 21 15 - 24 15 - 30
Valores de referencia con recomendaciones de fertilización para el cultivo
Zn 2,5 - 6 3-7 4-8 6 - 10

Este tipo de comparación es más frecuente para cultivos sembrados a libre exposición
que en invernadero, donde se ha venido incrementando el área sembrada de cultivos en sus- Lo mostrado en la tabla 8 indica que si los niveles en el suelo con base en la CIC no se
trato. La aplicación de fertilizantes en estos cultivos en invernadero se realiza por el sistema encuentran en esos rangos ideales, la diferencia se debe aplicar a la solución del suelo en
de fertirriego y los diagnósticos de las dosis que se aplicarán se basan en los análisis foliares, el fertirriego.
para lo cual existen algunas referencias de niveles nutricionales en suelos para cultivos de
flores que establecen valores ideales con base en la CIC. En la tabla 8 se muestran algunos
de esos valores (Ortega, 1997, referenciado por Microfertisa, 2006).

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 8

Fertilización del cultivo a partir de lo extraído CO o MO (kg ha-1) = contendido de CO o MO (kg) x P ha (kg ha-1)
para una producción potencial 100 kg

Otra herramienta que se emplea para poder determinar las cantidades de nutrientes con Para la segunda expresión es necesario transformar el CO o la MO a N total (Nt), como
que se debe fertilizar un cultivo es aquella que establece la diferencia entre los contenidos sigue: Nt = CO x 0,086 o Nt = MO x 0,05 o MO/20 (Castro y Gómez, 2010). En algunos
de nutrientes en el suelo, en kg ha-1, para una profundidad dada y los extraídos por la planta casos este valor lo reporta el análisis de suelo.
para una producción específica, también expresados en kg ha-1 (Garces, 1998).
Nt (kg ha-1) = contenido Nt (kg) x contenido de CO o MO (kg ha-1)
Para poder encontrar los contenidos de nutrientes en el suelo se parte de la información 100 kg
que suministra el análisis de la profundidad a la que, se estima, se encuentra la mayor
proporción de raíces que toman nutrientes; esta normalmente corresponde a la profun- Por el comportamiento de este elemento en el suelo y los factores que lo afectan, es
didad en la que se tomó la muestra de suelos. También se parte de la densidad aparente, difícil calcular cuánto del Nt queda disponible en el suelo para la planta. Castro y Gómez
único parámetro que no reporta un análisis convencional de suelos, pero cuya valoración (2010) proponen emplear una constante de mineralización que calculan en 2% (0,02) para
se puede realizar de manera sencilla con el método del cilindro (IGAC, 2006). A continua- suelos templados y entre 2,7 y 3,2 % (0,027 a 0,032) para suelos cálidos. Esa constante la
ción, se presentan las expresiones matemáticas requeridas para calcular los contenidos de aplican al valor del Nt antes de transformarlo en kg ha-1.
nutrientes.
Nd (%) = Nt (%) x constante de mineralización
Peso de la hectárea (P ha) Luego, al aplicar este valor a los contenidos de CO o MO en kg ha-1, se tendrá:

Para efectos de facilitar los procedimientos matemáticos de los parámetros, se sugiere Nt (kg ha) = contenido Nt (kg) x contenido de CO o MO (kg ha-1)
trabajar el volumen en m3, lo cual implica que al transformar la densidad aparente a kg m-3 100 kg
se debe multiplicar por 1.000.
P y microelementos
Densidad = masa/volumen
Masa = densidad x volumen Estos nutrientes se trabajan juntos debido a que la unidad en que se expresan es la
Volumen = hectárea en m2 x profundidad en m misma: ppm o mg kg-1 de suelo. En este procedimiento de puede incluir al S cuando sea soli-
P ha = densidad (kg m-3) x 1.000 x volumen (m3) citada su determinación, en razón a que su contenido en el suelo se expresa en las unidades
mencionadas. Dado que se trata de unidades equivalentes, se pueden trasformar en uni-
Nitrógeno dades que permitan su fácil procesamiento y expresión. Por ello ppm o mg kg-1 se pueden
expresar como kg del elemento en un millón de kg de suelo o, si se desea, g del elemento
Normalmente este se expresa a partir de los contenidos de MO o de los de CO, por tanto por millón de gramos de suelo. Para efectos prácticos, en la siguiente fórmula se emplean
las expresiones matemáticas que determinan su contenido total en el suelo son como si- kg del elemento por millón de kg de suelo.
guen.
Elemento (kg ha-1) = P ha (kg ha-1) x contenido del elemento en el análisis (kg)
En primer lugar se debe hallar el contenido de CO o MO en el peso de la hectárea, con 106 (kg)
la siguiente expresión. Como los valores de MO y CO están en porcentaje, es decir son
adimensionales, se les puede asignar cualquier unidad; razón por la cual, para este caso, se La disponibilidad de P al igual que la de N es difícil de calcular y, casi siempre, se supedita
expresan en kg por 100 kg de suelo. a las necesidades del cultivo, aunque Havlin et al. (2005) al analizar el comportamiento de
este elemento en el suelo con relación a la planta, manifiestan que su contenido es extre-
madamente bajo para suplir las necesidades del cultivo, pero que cuando se fertiliza se

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 8

pueden alcanzar valores de utilización hasta del 20 %, lo que implica que la disponibilidad invernadero, y específicamente para las flores de corte, la comparación se realizaría entre la
es menor a ese valor. cantidad presente en el suelo y la requerida para producir el número de flores deseado por
área de cultivo, según la especie.
En lo que respecta a los microelementos, la disponibilidad no ha sido propuesta por las
cantidades tan pequeñas que se manejan en los suelos, además de las bajas cantidades que Aunque matemáticamente los resultados son exactos en esta herramienta, no necesaria-
requieren las plantas. mente el valor obtenido en uno o varios elementos es lo que se tiene que aplicar, porque se
requiere conocer la valoración de otros parámetros ya expuestos para ajustar esos valores.
Ca, Mg y K Por ejemplo, es necesario conocer los datos de saturación de bases y sus relaciones catió-
nicas, para ver si están en las proporciones y niveles adecuados; de no estarlo es necesario
Las expresiones matemáticas que se emplean para calcular la disponibilidad (kg ha-1) de calcular a partir de los niveles de referencia cuánto más se tendría que aplicar. En este punto
estos elementos son las siguientes: un criterio que pesa bastante es el económico porque técnicamente la justificación no ten-
dría discusión.
Para la transformación de meq 100 g-1 de suelo a kg 100 kg-1, se establece la equivalencia
por elemento como sigue:
Sustratos
1 meq de Ca = 0,02 g
1 meq de Mg = 0,012 g Dada la diversidad de este tipo de materiales en el mercado, es necesario realizar una
1 meq de K = 0,039 g selección a partir de lo que se requiere. Por esto, se deben tener en cuenta los siguientes
aspectos (Martínez y Roca, 2011):
Por tanto,
Clasificación
• contenido del elemento en g = valor meq (0,02; 0,012; 0,039 g, según el elemento) por
contenido en el análisis. Según sus propiedades. Químicamente inertes: grava, arena silícea, lana de roca y perlita
son algunos de los que se pueden emplear. Químicamente activos: se pueden emplear ver-
• g del elemento por 100 g de suelo es equivalente a kg del elemento por 100 kg de suelo. miculita, turbas, residuos de madera, entre otros.

Luego, la expresión final queda: Según su origen. Orgánicos, que pueden ser naturales como las turbas, o sintéticos como
el poliuretano. Minerales, naturales como la grava y la arena o tratados como la perlita y la
Elemento (kg ha-1) = P ha (kg) x contenido del elemento (kg) vermiculita.
100 kg
Propiedades de los sustratos
Para la disponibilidad de estos elementos, Castro y Gómez (2010) recomiendan manejar
rangos mínimos de saturación más que un valor puntual, proponiendo como alternativa Mecánicas. Que no sufra deterioro en el tiempo para mantener sus propiedades físicas.
50 % para Ca, 15 % para Mg y 2 % para K.
Propiedades físicas. Ellas definen las características del espacio poroso donde se aloja-
Conocidos los contenidos nutricionales en el suelo de cada elemento (kg ha-1), se pueden rán las raíces, el aire y la solución nutritiva. Entre ellas se destacan: granulometría, densidad
comparar con lo extraído para un nivel específico de producción, con el fin de establecer real y aparente, porosidad total, agua disponible, agua de reserva, capacidad de contenedor
las diferencias positivas o negativas; las primeras indican que los contenidos en suelo po- (cantidad de agua que queda en el sustrato después de saturarlo y dejarlo drenar) y capa-
drían suplir las necesidades del cultivo y las segundas, que es necesario suplementar ese cidad de aire.
elemento para aportar lo que el cultivo requiere. En el caso particular de los cultivos en

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 8

Propiedades químicas. Hace referencia a la capacidad que tienen los sustratos de ge- Tabla 9. Parámetros y valores para la clasificación de aguas.
nerar intercambio iónico (químicamente activos) o no (materiales inertes). Cuando se da Problema potencial Unidades Grado de restricción en el uso
el primer caso se genera CIC, lo que permite definir un nivel de recepción de cargas del
Salinidad Ninguno Moderado Severo
material; en el segundo caso, como no existe carga, se garantiza que la solución nutriente
CEa (dS m-1) < 0,7 0,7 - 3,0 > 3,0
mantenga su concentración nutricional. En el caso de los materiales activos, estos se ven
expuestos a generar salinidad, por ello, el manejo de la fertirrigación con relación a la CIC Toxicidad de iones específicos
es importante y, aunque en los inertes la carga es muy baja o nula, este inconveniente se Sodio
puede corregir con un simple lavado. Otra característica importante es la relación C:N, que Riego superficial RAS < 3,0 3,0 - 9,0 > 9,0
se da fundamentalmente en los sustratos orgánicos, porque ayuda a determinar el nivel de Riego por aspersión meq L -1
< 3,0 > 3,0
deterioro del sustrato y qué tanto se afecta la dinámica de estos dos elementos. Cloruros
Riego superficial meq L -1
< 4,0 4,0 - 10,0 > 10,0
Riego por aspersión < 3,0 > 3,0
Salinidad
Boro

Es un fenómeno de contaminación que se origina fundamentalmente por problemas de mal Elementos traza meq L -1
< 0,7 0,75 - 3,0 > 3,0
drenaje o por el empleo de riego o fertirriego en cultivos en invernadero, lo que causa poco Nitratos < 5,0 5,0 - 30,0 > 30,0
movimiento de la humedad en profundidad. Esto genera un desequilibrio químico donde pre- Bicarbonatos < 1,5 1,5 - 8,5 > 8,5
dominan cationes, como Na y Mg sobre Ca y K, y aniones, como los nitratos, los sulfuros, los pH rango normal: 6,5 - 8,4
cloruros, los carbonatos y bicarbonatos. Para detectar este problema se emplean parámetros
relacionados con el agua, como se muestra en la tabla 9 (Ayers y Wescot, 1987). En los casos en que se emplean los sustratos en mezcla con el suelo o solos, es necesario
caracterizarlos, si no poseen ficha técnica, y estar pendientes de su comportamiento físi-
Dentro de las consecuencias de la salinidad se tiene incremento del potencial osmótico co-químico porque de él depende una adecuada respuesta a la fertilización o al fertirriego.
del suelo, que genera dificultades en la disponibilidad de nutrientes hacia la planta y afecta
su desarrollo y producción. Asimismo, las características físicas del suelo o del sustrato se Se ha insistido en el empleo de herramientas para facilitar el proceso de interpretación
pueden ver afectadas, disminuyendo el espacio poroso a causa de la desagregación de los de los análisis de suelos y así poder establecer planes de fertilización, pero estos últimos
peds del suelo o de los gránulos del sustrato. están relacionados directamente con la planta de cultivo. Por ello, el conocer las etapas
fenológicas, los niveles de absorción, acumulación y distribución de nutrientes en la planta
cada día cobra mayor importancia, para hacer más eficiente la fertilización y maximizar la
Consideraciones finales respuesta de la planta.

En razón a la complejidad del suelo y su variabilidad en el tiempo, por efectos del manejo
agronómico, influencia de las condiciones climáticas y uso de aguas de riego de baja calidad, Bibliografía
se requiere por parte de los profesionales de campo una mayor atención a todos aquellos
elementos que puedan intervenir de manera directa o indirecta en el comportamiento del Ayers, R.S. y D.W. Wescot. 1987. Water Quality for Agriculture. FAO Irrigation and drainage paper
suelo y por ende de la planta cultivada en este. Un elemento crucial para disminuir los ries- 29(1). Roma: FAO. 174p.
gos de contaminación y deterioro del suelo es la adecuada interpretación de los análisis de Castro, F.H.E. y M.I. Gómez. 2010. Fertilidad de suelos y fertilizantes. En: Burbano H. y F. Silva
suelos, para lo cual es pertinente emplear más de una herramienta, con el objeto de definir (Eds.). Ciencia del Suelo Principios Básicos. Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo. 1.a Ed.
los criterios que ayudarán al establecimiento del plan de fertilización. La respuesta a un Bogotá: Editorial Guadalupe. pp. 248-264.
plan de fertilización no solo está supeditada a lo mencionado, también lo está a aquellas Garces, T.G. 1998. Interpretación de Análisis de Suelos con Fines de Fertilización. Fundamentos Básicos.
prácticas de aplicación y a la clase y calidad de los productos seleccionados. Coljap. Seminario - taller. Capitanejo, octubre 29 y 30.

∙ 130 ∙ ∙ 131 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel

Havlin, J.L., J.D. Beaton, S.L. Tisdale y W.L. Nelson. 2005. Soil Fertility and Fertilizers an Introduction to
Nutrient Management. 7.a Ed. New Jersey: Pearson Prentice Hall. 515p.
ICA. 1992. Fertilización en Diversos Cultivos. Quinta aproximación. Manual de Asistencia Técnica
No. 25. Bogotá. 64p.
IGAC. 2006. Manual de Métodos Analíticos de Laboratorio de Suelos. 6.a Ed. Bogotá: Imprenta Nacional.
pp. 149-228.
Martínez, P.F. y D. Roca. 2011. Sustratos para el cultivo sin suelo. Materiales propiedades y manejo.
En: Flórez R., V.J. (Ed.). Sustratos, Manejo del Clima, Automatización y Control en Sistemas de
Cultivo sin Suelo. Bogotá: Editorial Universidad Nacional de Colombia. pp. 37-78.
Medina T., A. 2006. Métodos de diagnóstico nutricional para fertirriego utilizados en Colombia.
Experiencias y perspectivas. En: Flórez R., V.J., A. de la C. Fernández, D. Miranda L., B.
Chaves C. y J.M. Guzmán P. (Eds). Avances sobre Fertirriego en la Floricultura Colombiana. Bogotá:
Unibiblos. pp. 191-216.
Microfertisa. 2006. Manual Técnico de Fertilización de Cultivos. 1.a Ed. Bogotá: Produmedios.
Plaster, E.J. 2009. Soil Science and Management. 5.a Ed. New York: Delmar Cengage Learning. 495p.
Salamanca, S.R. 1990. Suelos y Fertilizantes. Bogotá: Universidad Santo Tomas. 354p.

∙ 132 ∙
∙ Capítulo 9 ∙

Lisímetros volumétricos*

Carlos A. González Murillo1, Quelbis R. Quintero Bertel2, Víctor J. Flórez R.3 y María F. Quintero C.4

Resumen
Ante la creciente necesidad de manejar cada día con mayor eficiencia el agua, el uso de
los lisímetros volumétricos permite desarrollar estrategias para cuantificar en forma muy
aproximada los requerimientos de agua de los cultivos, igualmente útil en el desarrollo del
monitoreo a través del perfil del suelo de los químicos solubles y no solubles del agua del
suelo. En este documento se presenta la definición del lisímetro, la determinación del ba-
lance hídrico y se hace una revisión del fin con que es usado en muchos países así como los
elementos que deben tenerse en cuenta en la instalación. Finalmente se presenta el proceso
de diseño y construcción de una batería de lisímetros multipropósito instalada en el Centro
Agropecuario Marengo de la Universidad Nacional, que tiene diferentes potencialidades de
uso. El lisímetro está equipado con medidores de humedad capacitivos en el centro de los
mismos, tensiómetros construidos para este propósito, un tubo de drenaje para controlar
el nivel freático y un protector de lluvia automatizado mediante un sensor de presencia
de la misma, para que los niveles de humedad aplicados no se vean afectados por la pre-

* Para citar este capítulo: González M., C.A., Q.R. Quintero B., V.J. Flórez R. y M.F. Quintero C. 2017. Lisímetros
volumétricos. En: Flórez R., V.J. (Ed.).Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con
énfasis en rosa y clavel. Bogotá: Editorial Universidad Nacional de Colombia. pp. 133-164.
1  Profesor asociado, Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional
de Colombia. Grupo de Investigación Geotecnologías. cagonzalezmu@unal.edu.co.
2  Profesor programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad Autónoma de Colombia. Director Grupo de
Investigación Bioindustrias. quelbis.quintero@fuac.edu.co.
3  Profesor asociado, Departamento de Agronomía, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de
Colombia - Sede Bogotá. Grupo de Investigación Horticultura. vjflorezr@unal.edu.co.
4  Profesora Tiempo Completo, Facultad de Agronomía y Veterinaria, Universidad Autónoma de San Luis Potosí,
México. maria.quintero@uaslp.mx.

∙ 135 ∙
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

cipitación. El diseño estructural se realizó usando el método de resistencia última y el del Los lisímetros de pesaje son más precisos. Howell et al. (1991) señalan que las precisio-
protector de lluvia, el método de esfuerzo admisible. nes pueden ser menores a 0,05 mm y algunos tienen precisiones de menos de 0,02 mm,
aunque su construcción se torna más onerosa. Mientras los lisímetros volumétricos pueden
Palabras clave: eficiencia de riego, coeficiente de cultivo, uso ser menos costosos y la exactitud en las mediciones por sus características constructivas,
consuntivo, balance hídrico, batería de lisímetros. depende de una medición precisa de cada una de las variables introducidas para realizar el
balance hídrico así como del control de las limitaciones experimentales.

Introducción Los lisímetros para la mayoría de ingenieros, por su perfil de formación, fueron concebi-
dos para estimar la ET; sin embargo otras mediciones (experimentales) pueden ser realiza-
Entre los principales retos para el uso sostenible del recurso hídrico en la agricultura está das, entre las que podrían señalarse: determinar funciones de producción y productividad
la cuantificación de la cantidad de agua disponible en el medio, en función de las diferen- de los cultivos, estimar los efectos de la altura del nivel freático sobre el rendimiento de los
tes necesidades provenientes de los sectores industrial y de consumo humano. El manejo cultivos, modelar y verificar los procesos de transporte de solutos miscibles y no miscibles,
eficiente está priorizado por la magnitud del consumo de agua en el sector agrícola, el cual estimar los procesos de salinidad en el suelo, entre otros.
corresponde a un 69 % (FAO, 2002).
El objetivo de este trabajo es compartir la experiencia en la etapa de diseño y construc-
Los estudios buscan encontrar respuestas para satisfacer las aspiraciones sociales, eco- ción de una batería de lisímetros volumétricos multipropósito, en la cual se puede estimar
nómicas y ambientales sobre el uso sostenible del recurso, asegurando una producción la evapotranspiración real y potencial de los cultivos potencialmente exportables y de alto
competitiva y rentable. Mortsch (2006) señala de particular interés una provisión suficien- valor comercial en la Sabana de Bogotá. Además, se busca calcular la huella hídrica y la
te y con un suministro seguro, en cantidad y calidad, teniendo en cuenta las vicisitudes función de producción, así como modelar el transporte de los solutos durante el ciclo pro-
presentadas por el cambio climático; para adaptarse a este fenómeno, uno de los aspectos ductivo de los cultivos de interés.
recomendados es el reforzamiento de las prácticas de conservación del agua, referido a la
búsqueda permanente del aumento de la eficiencia de riego.
Definición
Para cuantificar el consumo de agua de los cultivos existen diferentes aproximaciones
que buscan estimar, de la forma más precisa, la evapotranspiración (ET) de los cultivos. En La palabra ‘lisímetro’ es derivada de la palabra griega lysis, que significa ‘disolución’ o
la estimación de la ET se pueden tener modelos que usan métodos aerodinámicos (Thorn- ‘movimiento’ y metron, que significa ‘medida’ (Aboukhaled et al., 1982). Podría ser interpre-
thwaite y Holzman, 1942), de balance de energía (Bowen, 1926), combinados (Penman, tada, entonces, como la medida del agua infiltrada en el suelo (Howell et al., 1991).
1948; Monteith, 1965) y empíricos, los cuales tratan de relacionar las variables climáticas
con la ET del cultivo (Blaney-Criddle, 1950; FAO, 1977). El lisímetro consiste en un recipiente impermeable que contiene un volumen de suelo y
que, mediante el monitoreo de algunos parámetros del suelo que puedan ser usados en el
Los lisímetros se han constituido en un método estándar para medir la ET (Payero e balance hídrico del volumen de control, permite estimar las variables de interés. Inicialmen-
Irmak, 2008) e investigar en la calidad del agua (Howell et al., 1991), usándose para medir te los lisímetros fueron concebidos para estudiar el drenaje profundo y la concentración de
la ET real del cultivo y la ET del cultivo de referencia. La construcción del tipo de lisímetro, nutrientes extraídos del suelo. La evapotranspiración era determinada como subproducto
de pesada o volumétrico, depende de la disponibilidad de recursos, pero los más usados (Pereira et al., 1997), pero Howell et al. (1991) y Goss y Ehlers (2009) evidencian la impor-
con esos propósitos son los lisímetros de pesada. Sin embargo, un monitoreo apropiado tancia que han tomado los lisímetros en la estimación de esta. Por su parte, Lopez (1970)
de las variables climáticas y del suelo, así como un adecuado control de las limitaciones afirma que los lisímetros permiten un mejor conocimiento de los factores que influyen en el
experimentales que puedan presentarse en un lisímetro gravimétrico o volumétrico, puede proceso de evapotranspiración y comparar el grado de exactitud de los métodos indirectos
suministrar muy buena información mediante el balance de masas para estimar con mayor que son utilizados para estimarla, así como en su utilidad para el entendimiento del proceso
exactitud el consumo de agua de los cultivos. de infiltración del agua en el suelo y la manera como las plantas utilizan esa agua. Allen et
al. (2011) refuerzan el concepto sobre su utilidad, observada desde sus inicios, señalando

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

que los lisímetros han sido usados intensivamente para proveer información útil en el desa- Aporte por capilaridad Ac (mm) y el cambio del contenido de humedad del suelo ∆θ. La ET
rrollo, calibración y validación de los métodos de estimación de ET. como una variable de salida del sistema es evaluada a partir del balance hídrico o de masas
que se realice, así:
Según el manejo de la humedad del suelo y del tipo de cultivo se puede medir la evapo-
transpiración real o del cultivo (ETc) o la evapotranspiración potencial (ETo), cuyo término [P+R+Ei+Ac] [Pp+Es]
ET (mm)= - ∓[∆θ*Pr] 2
ha evolucionado para ser conocida como evapotranspiración del cultivo de referencia5,6,7,8. Suma de las entradas Suma de las salidas

Berrada et al. (2008) consideran que las mediciones directas de la ET son más precisas
cuando se usan lisímetros de pesada, dado que aquellos que no son de pesada o volumétri- El cambio del contenido de humedad del suelo puede ser positivo o negativo en función
cos, aunque más comunes, no son considerados los más indicados para medir ET del culti- de si el suelo está perdiendo o ganando humedad. Pr es la profundidad del suelo analizado
vo de referencia o coeficiente de cultivo Kc. Para determinar la ETc, deben mantenerse las con el objeto de conservar la misma dimensión de longitud (mm), que tienen las otras va-
condiciones naturales de humedad del suelo y, para la ETo, se debe aplicar riego al cultivo riables del balance hídrico; midiendo o eliminando algunas de estas, las restantes pueden
sembrado en el lisímetro manteniendo la humedad del suelo a capacidad de campo. Las determinarse por diferencia entre los componentes del balance (Grillo, 1983). Por ejemplo,
mediciones de humedad obtenidas pueden ser volumétricas o de masa, dependiendo del en función del lisímetro montado se puede considerar que tanto la escorrentía de entrada
tipo de medidor instalado (Tuccy y Beltran, 1993). como de salida pueden ser despreciadas, este es el caso correspondiente a la batería de
lisímetros instalada en el Centro Agropecuario Marengo (CAM), campo experimental de la
La ecuación general de balance hídrico puede ser expresada como: Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Igualmente, si la salida es tipo lisímetro y
no existe nivel freático se puede despreciar el Ac, de manera que el balance de masas quede
Entradas - Salidas = Cambio en el contenido de humedad del suelo (∆θ) 1 más fácil de evaluar dependiendo de las mediciones del riego, la precipitación, del conteni-
do de humedad a través del perfil de suelo y del drenaje interno o percolación profunda que
De la cuantificación de cada una de las variables que pueden ser medidas se puede obte- puede fácilmente monitorearse.
ner la ETo o ETc en función del tipo de experimento que se esté llevando a cabo.
En este contexto, el objetivo de la instalación de la batería de lisímetros en el CAM es la
Las entradas que pueden ser medidas o contabilizadas son Precipitación P (mm), Riego determinación del consumo de agua de diferentes cultivos comúnmente sembrados en la
R (mm), Escorrentía de entrada Ei (mm) y de salida Es (mm), Percolación profunda Pp (mm), Sabana de Bogotá, así como la determinación de procesos de movimiento de agroquímicos
usualmente aplicados a estos cultivos, con el fin de realizar una gestión más eficiente del
5  La ET del cultivo de referencia aparece en el documento FAO 24 (1977) como la velocidad de agua para riego.
evapotranspiración de una superficie verde de gramíneas que ofrezca cobertura total, en crecimiento activo,
entre 8 y 15 cm de altura uniforme y sin déficit de humedad.
6  Evoluciona un poco con la especificación del método de estimación de Penman-Monteith por un grupo de
expertos de la FAO en 1990 y fue acogida en FAO 56 (2006). Fue definida como la evapotranspiración de un Importancia de los lisímetros
cultivo hipotético con una altura asumida de 0,12 m, una resistencia de la superficie de 70 s m-1 y un albedo
de 0,23 m, lo que asemeja a la evaporación que ocurre en una superficie extensa de pasto verde de altura
uniforme, creciendo activamente y bien regada. Los lisímetros son dispositivos que permiten estimar de manera directa el balance de
7 Berrada et al. (2008) reseñan que la ecuación de Penman-Monteith calcula la evapotranspiración (ET) de masas del agua del suelo y de los solutos solubles y no solubles que son aplicados al suelo.
un cultivo de referencia, que en este caso es alfalfa, usando datos meteorológicos tales como temperatura Se puede considerar como un instrumento muy adecuado dado que permite realizar medicio-
máxima y mínima, radiación solar y velocidad del viento. La definen como la evapotranspiración de un cultivo
de alfalfa (50 cm de altura) que no sufre estrés de humedad y que ofrece cobertura total. A diferencia del
nes de volúmenes y flujos de agua, y solutos en el suelo. Sin embargo, podrían resultar cos-
estado de Colorado, otros estados de EE. UU. usan como cultivo de referencia gramíneas de 12 cm de alto. tosos porque además exigen personal de investigación entrenado aunque la precisión de la
8 Wright et al. (2000) señalan que el comité técnico de evapotranspiración en riego e hidrología de la Sociedad información obtenida facilitaría los diferentes procesos de investigación que se lleven a cabo.
Americana de Ingenieros Civiles (ASCE) ha recomendado la adopción de dos modelos estandarizados de
estimar ETo: ETn para ser determinada en cultivos de porte alto (por ejemplo alfalfa) y ETos para determinar
ETo en cultivos de porte bajo (pastos; gramíneas). Esta última ecuación es equivalente a la FAO 56 (2006) Los trabajos realizados, entre otros, por Vanclooster et al. (1994), Vink et al. (1997),
que se recomienda para determinaciones diarias. Schoen et al. (1999), Vanderborght et al. (1997), De Rooij y Stagnitti (2002), Karapana-

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

gioti et al. (2004), Pallavi et al. (2009), Creutzfeldt et al. (2010), Meissner et al. (2010), punto de rocío del aire para estimar ETo y evaporación desde lagos. En zonas con elevada
Piwowarczyk et al. (2010), y Schrader et al. (2013) muestran múltiples aplicaciones de los humedad el método propuesto por Linacre (1977), que es una modificación de Penman,
lisímetros volumétricos o gravimétricos. Reportan investigaciones de la dinámica de pestici- puede utilizarse para estimar la evapotranspiración de referencia con buena aproximación
das, herbicidas y solutos en el suelo, su movimiento, la validación de modelos de transporte en períodos menores a un mes. Cuando no se tienen datos meteorológicos para estimar la
de solutos, y la variabilidad espacial y temporal en estado estable o no estable. evapotranspiración de referencia, el método de Budyko (Castro Neto y Soares, 1989) puede
arrojar datos aproximados, aunque este método es muy simplificado, pues considera que
De acuerdo con Goss y Ehlers (2009), los lisímetros, además de coadyuvar en la com- la ETo media por día equivale a 1/5 de la temperatura media del aire (Schäfer, 2009). Estos
prensión de la fisiología de los cultivos, facilitan conocer la dinámica del cultivo en campo y elementos son presentados para mostrar como los métodos empíricos y analíticos podrían
su relación con la hidrología regional. ser aplicados para cualquier región, siempre y cuando se consideren con suficiente ponde-
ración las limitaciones que cada modelo presente así como la viabilidad de ser aplicado para
Uno de los campos en que los lisímetros son más usados es en la estimación de evapo- una región o para un desarrollo particular.
transpiración para calibrar y validar los parámetros de diferentes modelos de evapotranspi-
ración. Esto constituye una herramienta eficaz para planificar el riego, hacer gestión integral Lanthaler (2004), en un reconocimiento e investigación sobre el uso de los lisímetros
de los recursos hídricos y, en general, estudios medioambientales (Gavilán y Berengena, en Europa, reporta la existencia de 2.440 lisímetros, de los cuales el 84,2 % (2.304) son
2004; Jia et al., 2006). No es un proceso simple, debido a la interacción suelo-planta-am- volumétricos o gravimétricos. Esto evidencia un bajo porcentaje de lisímetros de pesaje,
biente y para determinarla experimentalmente se requiere hacer mediciones apropiadas de posiblemente por ser de difícil construcción y por su costo elevado. En el estudio describen
varios parámetros físicos con equipos de precisión (Tuccy y Beltran, 1993). cómo los lisímetros son utilizados con diferentes propósitos y por la cantidad de lisímetros
instalados y por la variedad de sus aplicaciones se puede inferir la importancia de su uso.
Se han reportado una gran cantidad de modelos analíticos y empíricos para estimar la
evapotranspiración potencial o del cultivo de referencia (ETo). Si se observa la evolución
en la terminología y definición empleada sobre la ETo, se puede encontrar desde la descrita Uso de los lisímetros en diferentes campos de la investigación
por Thornwaite (1948) hasta la definición ampliamente aceptada hoy en día sobre la eva-
potranspiración del cultivo de referencia, que puede ser atribuida a la FAO 56 (2006). Yin En la tabla 1 se presentan diferentes usos de los lisímetros, con base en encuesta a los
et al. (2008) recomiendan calibrar regionalmente la radiación neta del modelo combinado centros de investigación europeos realizada por Lanthaler (2004); también, complemen-
de Penman-Monteith, expresado en FAO 56 (2006), porque podría producir sobreestima- tariamente se presentan algunas investigaciones en los tópicos señalados y se resalta la
ciones hasta del 27 %; no obstante, es el modelo que más razonablemente puede aplicarse importancia del uso de los lisímetros por su gran variedad de aplicaciones. Se puede obser-
para regiones áridas o húmedas. var la diversidad de estudios que pueden realizarse con lisímetros, que aportan de manera
significativa para el desarrollo sostenible de áreas y actividades de la producción agrícola,
El modelo de estimación Thornwaite (1948) tiene como principal ventaja el uso solamen- minera, forestal e industrial.
te de la temperatura del aire, que todavía en algunas regiones y aplicaciones sigue siendo de
gran utilidad, especialmente en zonas donde existe un monitoreo escaso y pueden indicarse Requerimientos para la ubicación de una batería de lisímetros
tendencias en la lluvia, ET, humedad del suelo y escorrentía; adicionalmente, constituye uno
de los métodos de balance hídrico más utilizado, para fines climatológicos, en escala men- Los lisímetros deben reflejar las condiciones in situ del experimento que se realiza; por
sual (Tateishi y Ahn, 1996). Hargreaves y Samani (1985) es un modelo empírico basado en lo tanto, el lugar donde se instale el lisímetro debe corresponder a las mismas condiciones
la radiación y en la temperatura del aire, y usado en donde los datos climáticos son limita- climáticas, de suelo y de vegetación, así como la misma distancia a las aguas subterráneas
dos (Djaman et al., 2015). El método es aplicable en climas áridos y semiáridos9, con limita- como a toda la zona de ensayo. Los aspectos que se deben tener en cuenta sobre la selec-
ción en condiciones de clima húmedo porque puede presentar valores mayores a los reales. ción del emplazamiento de los lisímetros son mostrados en la figura 1. Se muestra que es
Linacre (1977) presenta unos modelos que requieren solo las temperaturas promedio y de prioritario analizar tres elementos: a) las características edafo-climáticas del entorno; b) la
determinación de parámetros de clima y del suelo, y c) los aspectos administrativos relati-
9  Se caracterizan por tener una relación de precipitación media anual y ETo inferior a 0,65 (Fernández, 2003). vos al manejo y toma de información.

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Tabla 1. Uso de los lisímetros para diferentes campos de investigación.

Campo de investigación Propósito de investigación


• Balance hídrico en el suelo (Creutzfeldt et al., 2010). Determinación de la evapotranspiración. Infiltración y recarga de las aguas subterráneas en
diferentes áreas y uso del suelo para diferentes condiciones climáticas y topográficas. (Tyagi et al., 2000; Tuñón, 2000).
• Contenido de agua en el suelo, temperatura del suelo, potencial matricial del suelo, movimiento del agua en el suelo, velocidad de infiltración en la
zona no saturada (Sackschewsky et al., 1995).
Hidrología, Física de
• Suministro de agua: calidad del agua subterránea y del agua potable.
suelos, Edafología,
• Monitoreo de las aguas de infiltración (calidad y cantidad) y la fluctuación del nivel freático (Meissner et al., 2010).
Hidrogeología,
• Calibración de los modelos de transporte de agua y solutos en el suelo en la zona no saturada (Vanderborght et al., 1997; Smith et al., 1995).
Economía del agua
• Experimentos de trazadores (Schoen et al., 1999).
• Obtención de muestras de agua del suelo para las investigaciones de procesos químicos del agua.
• Comparación de los resultados de diferentes tipos de lisímetros.
• Mediciones de infiltración y la interacción con las aguas subterráneas.
Campo de investigación Propósito de investigación
• Entrada de sustancia antropogénica en los agroecosistemas: movimiento de nutrientes, sales, acumulación de nutrientes y pesticidas, lixiviación de
agroquímicos (Vanclooster et al., 1994).
• Investigaciones sobre el catabolismo y el destino de los productos fitosanitarios en diferentes cultivos y suelos a diferentes niveles freáticos
(Karapanagioti et al., 2004).
Agronomía, Economía • Demanda de agua de las zonas agrícolas.
agrícola, Economía • Balances hídricos y de nutrientes para las zonas agrícolas.
forestal • Comparación de los diferentes sistemas de cultivo / pastizales / agro-forestal y su influencia en la cantidad de agua de infiltración y la calidad (Green
et al., 1995).
• Calibración los modelos de transporte de nutrientes (Jabro et al., 1997).
• Evaluación del riesgo de contaminación de las aguas subterráneas por algunos herbicidas y pesticidas (Schoen et al., 1999; Vink et al., 1997).
• Precisión en la planificación del riego.
• Predicción de filtración de agua de sitios contaminados.
• Obtención de indicadores de calidad de agua de filtración, para utilizarlos como valores de referencia para la validación de la predicción de las aguas
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel

de drenaje de otras áreas contaminadas.


Ecología y Protección • Efecto de la precipitación en la lixiviación de contaminantes (Stark et al., 1995).
del Ambiente • Investigación de la eficacia de los sistemas de sellado de superficie para pozos de áreas que fueron de explotación minera.
• Examinar los revestimientos de lodos de aguas residuales.
• Estudios sobre la calidad y cantidad de agua lixiviada, incluyendo la variación del nivel freático en zonas que han sido de explotación minera.
• Determinación de contaminantes liberados de materiales contaminados y modelación del transporte de lixiviado.

Fuente: adaptado de Lanthaler (2004)


del entorno
Características
edafoclimáticas

Adaptado de OECD (2000).

construcción de lisímetros:
trategias para su minimización.
Limitaciones de los lisímetros
in situ
Localización
de lisímetros

Determinación de
parámetros edafoclimáticos

Clíma local
• Fácil acceso
• Mantenimiento
Aspectos

radiación solar, nubosidad, etc.)


• Evaluación de datos
administrativos

(Precipitación, temperatura, dirección


• Protección perimetral
• Capacitación operario

y velocidad del viento, humedad relativa

Figura 1. Elementos que tener en cuenta para determinar la localización de una batería de lisímetros.

• Efecto oasis: los valores obtenidos son para la posición del lisímetro, lo que implica
alteran induciendo a errores en las mediciones obtenidas, por lo que deben plantearse es-
Cuando se instala un lisímetro, las condiciones hidráulicas e hidrofísicas naturales se

eliminar el aumento de disipación del vapor por calor latente, debido a la presencia
Lanthaler (2004) se mencionan los siguientes errores y sugerencias para evitarlos en la

de aire más caliente y más seco en el lisímetro. Ello implica que se requiere extender
En los trabajo de Lopez (1970), Tzenova (1978), Grillo (1983), Howell et al. (1991) y

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Capítulo 9
Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

significativamente la superficie contigua al lisímetro con el mismo cultivo que se va Tabla 2. Influencia lateral según la forma de lisímetro.
a usar para el experimento, en el caso que se esté investigando sobre uno. Se deben Rectangular Cuadrada Circular
evitar igualmente construcciones y árboles en las zonas aledañas, con el objeto de que
Influencia Influencia Influencia
sea representativo de las condiciones climáticas e hidrológicas de la zona, con el fin de Dimensiones Dimensiones Dimensiones
lateral lateral lateral
poder realizar escalamiento de los resultados y minimizar errores. (m) (m) (m)
(m m-2) (m m-2) (m m-2)
- 1,000/1,000 4,00 1,128 3,54
• Efecto pared: se presenta por la imposibilidad de flujo lateral entre el lisímetro y las 2/1 3,00 1,414/1,414 2,83 1,596 2,51
zonas aledañas, con lo cual se presenta advección en pequeña escala desde las paredes
3/1 2,67 1,732/1,732 2,31 1,954 2,05
del lisímetro hacia el cultivo debido a calor latente. Este efecto se puede minimizar
4/1 2,50 2,000/2,000 2,00 2,258 1,77
reduciendo la relación de superficie de pared a superficie evapotranspirante bajo me-
dición, construyendo lisímetros de pared muy delgada y máxima área posible. Otro 5/1 2,40 2,236/2,236 1,79 2,524 1,59
aspecto que debe ser minimizado es el flujo preferencial que se puede dar a lo largo de
las paredes. • Equilibrio de humedad y drenaje. En la parte inferior de lisímetro se produce un cambio
brusco entre el suelo y material más permeable generalmente (gravas, arenas) debido a
• Área y profundidad: un área de paredes mayor que la superficie experimental y la forma la interrupción del perfil natural de los suelos; esto genera irregularidades en la presión
de los lisímetros produce una limitante en la veracidad de los resultados obtenidos, lla- y los flujos de agua. Se genera un almacenamiento al final del lisímetro cuyo resultado es
mado efecto lateral. Una manera de reducir el efecto de la relación entre la superficie de que el flujo de agua ocurre cuando la presión hidráulica supera la presión de aire (atmos-
paredes y superficie experimental es construir lisímetros con una superficie experimental férica), los poros se saturan y el agua de drenaje queda acumulada (en contraste con las
mayor, que incide en los costos de construcción, funcionamiento hidráulico y, para el caso condiciones naturales del suelo). Es por ello que un buen sistema de drenaje en el fondo
de lisímetros de pesada, la medición del peso. En la tabla 2 se encuentra la influencia del lisímetro garantiza que no haya acumulación de humedad en esta parte del mismo.
lateral de acuerdo con la forma de los lisímetros. Se puede observar que la forma circular
es la de menor influencia lateral, muy similar a esta la forma cuadrada. También a mayor • Un manejo inadecuado de los controles que permiten un flujo apropiado de agua puede
superficie experimental la influencia lateral disminuye. afectar la evapotranspiración con errores significativos en los resultados obtenidos.

• Alteración del suelo. Al colocar el suelo en los lisímetros se modifican la retención de • Una vez se presente ingreso de agua al lisímetro por precipitación, se genera modificación
humedad, difusividad del calor, densidad y arreglo de los horizontes, por lo que es im- del flujo de agua en el suelo y de drenaje en el perfil del suelo y en el fondo del mismo,
portante colocar las capas de suelo en el orden original, tratando de mantener igual la lo cual afecta directamente el consumo de agua del cultivo. En este sentido, es impor-
densidad, debido a su relación directa con la compactación y a su vez con el desarrollo tante que los lisímetros dispongan de mecanismos para controlar la cantidad de agua de
de las raíces. ingreso, usando alguna de las dos alternativas: a) emplazar un mecanismo para evitar la
caída del agua directamente al lisímetro utilizando un protector móvil de lluvia, cuando
• Flujo de calor. El almacenamiento y flujo de calor en las paredes del lisímetro no deben la precipitación afecta una variable de investigación, como por ejemplo el estudio sobre
ser diferentes a las del suelo adyacente. La diferencia de conductividad térmica entre el el efecto de los niveles de humedad en la producción (figura 2); b) en el caso de lisímetros
material de las paredes de los lisímetros y el suelo produce alteración en el balance de descubiertos, es necesario implementar equipos de medición cercanos a la estación de
energía. Se tiene que garantizar el equilibrio de calor entre el suelo en el lisímetro y el lisímetros (pluviográfos) para cuantificar de manera precisa la precipitación caída, con
suelo circundante no alterado. Para minimizar este error se debe realizar una selección el fin de establecer un apropiado balance hídrico. Algunas veces, podría ser diferente la
adecuada del material así como de la disposición de los lisímetros. Si se tienen lisíme- precipitación medida a la que reciben los lisímetros. Este aspecto es fácilmente corregible
tros de pesaje circulares, independientes y metálicos conviene sellarlos bien en la parte con la medición en tiempo real de las variables involucradas en el balance hídrico.
superior con un material aislante y flexible con el fin de evitar intercambio de aire con
diferentes temperaturas, entre el exterior y las cámaras entre los recipientes. • Cultivo. Entre los factores para considerar con respecto al cultivo que se sembrará, se
pueden mencionar la profundidad de las raíces, cobertura vegetal y corte de materia

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

verde. Con el fin de minimizar errores en las mediciones es necesario diseñar lisímetros • Sensibilidad de las mediciones. Debido a que los cambios de humedad son pequeños,
de acuerdo con el cultivo objeto de estudio, para definir la profundidad en función se requieren instrumentos con muy buena precisión. Es igual de importante garantizar
de la profundidad efectiva. También es necesario diferenciar si el experimento busca una relación favorable entre la superficie con el volumen, por lo que se recomienda
obtener la ETo o la ETc, dados los requerimientos de cobertura para el primer caso. Es reducir la profundidad del tanque, teniendo en cuenta no limitar el desarrollo radicular.
importante especificar el tipo de cultivo que se planea sembrar para determinar la ETo;
es decir si es gramíneas o alfalfa. Cuando se realiza el experimento para determinar ETc
es necesario definir la densidad de siembra, de otra manera no podrían generalizarse los Tipos de lisímetros
resultados obtenidos. En cuanto al corte de materia verde (aplicable a cultivo estándar,
generalmente pasto o alfalfa), este debe ser frecuente para evitar remoción de materia Los lisímetros difieren en sus características, desde unos muy sencillos hasta otros de
vegetativa en activo estado fisiológico, que afecta el consumo potencial. gran precisión. Según Lanthaler (2004), los lisímetros se clasifican según el tamaño, así: pe-
queño, si la superficie experimental es < 0,5 m²; estándar, cuando la superficie oscila entre
a b 0,5 y 1 m², y grande, si la superficie es > 1 m².

Según la forma de medición de la evapotranspiración existen dos tipos básicos de lisíme-


tro: de pesaje, utilizados para fines agrícolas, y de no pesaje (gravimétricos o volumétricos),
utilizados para el análisis químico de las aguas de drenaje (Parisi et al., 2009). Sin embar-
go, en los últimos, midiendo los cambios de humedad del suelo con sonda de neutrones o
transductor de presiones, puede estimarse la evapotranspiración del cultivo realizando el
balance de agua en el suelo (Poss et al., 2004).

Lisímetros gravimétricos o volumétricos

El principio básico consiste en un recipiente con una tubería de drenaje, donde se des-
c d carga el agua de exceso (figura 3). En el fondo es conveniente colocar una capa de gravilla,
separado del suelo por un geotextil u otro tipo de material que regule la velocidad con que
el agua del perfil se distribuye en el filtro, para evitar su colmatación y posibles errores en
las mediciones por redistribución interna del agua y la percolación profunda.

El suelo debe ser dispuesto dentro del lisímetro en el mismo orden de los horizontes con
sus respectivos espesores y las propiedades aproximadamente iguales a las condiciones
naturales (densidad aparente, porosidad, conductividad hidráulica, etc.).

Este tipo de lisímetro mide la evapotranspiración de manera indirecta, resolviendo la


ecuación de balance hídrico en el suelo (Tuñón, 2000). Con el control de la precipitación y
Figura 2. Lisímetros con protección de lluvia ubicados en el Centro Internacional de Agricultura su consecuente escorrentía, la ecuación de balance hídrico queda reducida, como se mues-
Tropical CIAT (Palmira – Colombia). a) Vista frontal, b) y c) Vista lateral y d) Cultivo de frijol en tra, a las ecuaciones 1 y 2.
lisímetros en etapa de investigación.
Fotos: Carlos A. González M.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

La humedad del suelo puede ser determinada a través de métodos gravimétricos, resis-
tencia eléctrica, tensiómetros, reflectometría en el dominio del tiempo (TDR), reflectome-
tría en el dominio de la frecuencia (FDR) o dispersión de neutrones. Por esto se requiere la
dotación de equipos según el método adoptado para la medición del cambio de humedad
en el suelo, así como su correspondiente curva de calibración.

Lisímetro volumétrico multipropósito construido en el Centro


Agropecuario Marengo, de la Universidad Nacional de Colombia

El lisímetro está construido en el lote 5 del Centro Agropecuario Marengo (CAM), de la


Universidad Nacional de Colombia, en el municipio de Mosquera – Cundinamarca (figura 4).
La temperatura promedio mensual del área de influencia es de 13 oC, con fluctuaciones
diurnas y nocturnas, conque presentan valores menores a 0 oC en las madrugadas y mayores
a 20 oC hacia el mediodía en las épocas secas del verano (Arévalo y Morales, 2002). La preci-
pitación promedio anual entre los años 1981 y 2001 fue de 666,95 mm, aunque en los años
2013 y 2014 la estación registró valores de 997,2 y 926,5 mm, respectivamente. El pro-
medio mensual de la humedad relativa es de 82,6 %, con brillo solar de 1.662,6 horas/año,
evaporación de 1.114,0 mm/año y velocidad del viento predominante de 3,0 m s-1 en la
dirección sur (Arévalo y Morales, 2002).

Figura 3. Esquema típico de un lisímetro gravimétrico o volumétrico y lisímetro de la estación


meteorológica Tibaitatá – Mosquera. a) Disposición general en el campo del lisímetro, b) estructura
del contenedor de los recipientes de medida, c) suelo debidamente aislado del medio, d) recipiente de
almacenamiento o provisión de agua, e) recipiente de distribución de agua y f) recipiente de drenaje.
Fotos: Carlos A. González M.

De la medición diaria de los volúmenes de agua aportados por los diferentes compo-
nentes del balance hídrico y los recogidos en el drenaje, se obtiene el volumen de agua
evapotranspirada, que al ser dividida por la superficie del lisímetro, proporciona la evapo-
transpiración en lámina por unidad de tiempo.

Con mediciones periódicas de humedad del suelo en un determinado espacio de tiempo, se


puede obtener el otro componente del balance hídrico que lo constituye el almacenamiento
ganado o perdido debido al riego, lluvia o evapotranspiración (Tuccy y Beltran, 1993). Figura 4. Ubicación del Centro Agropecuario Marengo de la Universidad Nacional de Colombia.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

En la figura 5 se muestra la calicata M4 del estudio detallado de suelos realizado por el racterísticas indican que estos suelos son apropiados para el buen desarrollo de especies
IGAC (2014), así como las otras realizadas por el proyecto. La calicata M4 fue llevada a cabo cultivadas con buena profundidad radicular. Por su parte, los resultados del análisis químico
en las coordenadas geográficas: 4o40’51,276” N - 74o12’48,330” W y altitud de 2.541,2 m. indican que estos suelos presentan reacción fuertemente ácida, capacidad de intercambio
catiónica alta, bases totales altas en el primer horizonte y medias en profundidad, satura-
a b ción de bases altas en la capa arable y medias en los horizontes inferiores; relación iónica
entre Ca/Mg ideal en todos los horizontes, al igual que Mg/K, Ca/K y (Ca+Mg)/K, fósforo
muy alto en los primeras capas y de nivel medio en los demás horizontes. Además se pre-
sentan niveles bajos de elementos menores como zinc, cobre y boro.

Diseño conceptual del lisímetro multipropósito

Se denomina lisímetro multipropósito porque tiene la ventaja de ser utilizado para desa-
rrollar investigación que permita analizar diferentes factores edafo-climáticos y ambienta-
les del suelo, la planta y la interacción suelo - planta - atmósfera.

Por su diseño y construcción puede ser utilizado, en principio, para determinar:

1. E vapotranspiración del cultivo de referencia.


2. Evapotranspiración del cultivo y determinación de coeficientes de cultivos para
aquellos que pueden ser sembrados en la región y en los lisímetros construidos.
3. Evaluación de los niveles de humedad más apropiados
c d para potenciar la productividad de los cultivos.
4. Evaluación del movimiento de solutos solubles en el suelo.
5. Evaluación del movimiento de agua en el suelo no saturado.
6. Respuesta de los cultivos a la posición del nivel freático.

Según Lopez (1970), las limitantes que pueden tener los lisímetros son: el efecto oasis,
el efecto de pared, la alteración del suelo, el flujo de calor, el equilibrio de humedad y dre-
naje, la precipitación, el cultivo y la sensibilidad a las mediciones. Por otro lado, Tzenova
(1978) considera como limitante la relación entre el área y la profundidad de los lisímetros,
que la denomina ‘efecto lateral’. Para cada limitación, es necesario considerar estrategias
de diseño y procedimentales con el fin de minimizar errores en los datos obtenidos, como
Figura 5. a) Perfil de la calicata M4 descrita en IGAC (2014), b) perfil en el sector sur del lote, c) perfil se muestra en la tabla 3.
observado en la excavación y d) perfil de la excavación con nivel freático alto.

La interpretación del perfil señala que estos suelos se han originado de sedimentos alu-
viales medianamente finos y medios; presentan moderada evolución edafogenética; tienen
epipedón úmbrico, endopedón cámbico y baja saturación de bases; son moderadamente
profundos, moderadamente bien drenados y de texturas medianamente finas; dichas ca-

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

Tabla 3. Estrategias de diseño consideradas para minimizar limitantes. a b


Tipo de efecto Estrategia

Oasis Fue reservada un área experimental de 2.400 m2, 50 veces mayor al área de la
batería de lisímetros (45 m2), ubicada en un lugar alejado de la entrada de los
vientos predominantes, en medio de cultivos de frutales, espárragos, alstroemerias
e invernaderos para investigación. (figura 6).

Pared Por requerimientos estructurales es difícil eliminar el efecto de pared, por lo que se
seleccionó la construcción en bloque de espesor 0,20 m, el menor para contrarrestar
los esfuerzos del suelo. Igualmente, las paredes fueron construidas de forma rugosa,
de tal manera que el flujo preferencial se disminuyera ostensiblemente.

Lateral Fue disminuido con las dimensiones del lisímetro de 1,20 x 1,20 m y una
profundidad de 1,0 m en la parte menos profunda y de 1,2 m en la parte profunda, Figura 6. Área experimental reservada para los diferentes trabajos de investigación que se realizarán.
con un ángulo de 9o, como se muestra en la figura 7b. a) Vista general del lisímetro y del lote y b) ubicación con el lote experimental y los lotes vecinos.

Alteración del Los perfiles del suelo se colocaron teniendo en cuenta el estudio de suelos del IGAC
suelo (2014); se pusieron capas pequeñas de 10 cm de espesor y estas se humedecieron a
para tratar de obtener la densidad aparente del suelo circundante. Pese a esto, es Protector de lluvia
menester resaltar que la evapotranspiración es sobre cultivos mecanizados, por lo o ‘rain shelter’
que el perfil del suelo será disturbado a una profundidad de 0,5 m (figura 5).

Equilibrio de Se instaló una tubería de PVC de 4 pulgadas, perforada, recubierta con un geotextil Salidas de drenaje que
humedad y y conectada al drenaje externo, lo cual garantiza una salida rápida de los excesos de permiten controlar el nivel
drenaje humedad (figura 8). Este sistema adicionalmente sirve para simular la presencia del freático en los lisímetros
nivel freático en cada unidad experimental.

Precipitación Se proyectó un protector de lluvias equipado con sensor de lluvia que cubra el área
de los lisímetros cuando esté lloviendo y la descubra, para exponer las plantas a 12 unidades de lisímetros
las condiciones ambientales naturales cuando cese la lluvia (figuras 7a y 9). De
esta manera se garantiza que la precipitación no altere las condiciones de humedad
(niveles de humedad investigados) en cada unidad experimental. b
0.2 m 1.2 m
Cultivo La profundidad de los lisímetros es superior a la profundidad efectiva del grupo de
cultivos a ensayar, por lo que se espera que esta limitación no afecte las mediciones
1m
realizadas en los lisímetros. 1.2 m 1.2 m

Sensibilidad de Es abordada con la instalación de diferentes instrumentos: 1) tensiómetros 9º


las mediciones construidos para tomar medidas de tensión de humedad del suelo con un 0.8 m
transductor de presión; 2) Medidor capacitivo de humedad; y 3) Medidor TDR de
humedad (figuras 11 y 12).
0.8 m
1.2 m
Columneta en concreto reforzado
con acero de diámetro de 3/8”

Figura 7. Aspectos generales y detalles del plano del lisímetro. a) Esquema general y componentes, b)
dimensiones de los lisímetros que confinan el suelo para la siembra del cultivo.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

Diseño y construcción del lisímetro multipropósito a b

Teniendo en cuenta los criterios establecidos en el diseño conceptual de acuerdo con


la tabla 3, se dispusieron 12 lisímetros, seis lisímetros por lado, con un área superficial de
1,44 m2, 1,2 m de profundidad en la parte más profunda y 1,0 m en la parte más superficial
(figura 7b). Se construyó un pasillo central que permite movilizarse para realizar las corres-
pondientes mediciones de las variables de interés y de acuerdo con los instrumentos usados
(figuras 7 y 9).
c d
La cimentación fue construida en concreto reforzado y la paredes en mampostería es-
tructural confinada, atendiendo la solicitación de cargas y cálculo de los esfuerzos, según lo c d
establecido por la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (2010). La figura 10 mues-
tra el proceso constructivo de la placa de cimentación y la mampostería estructural corres-
pondiente a los lisímetros.

a b
Drenaje del lisímetro. Conexión del drenaje interno
a la tubería externa, para e f
controlar el nivel freático.

e f

g h
c d

g h

Figura 9. Protector de lluvia. a) Dimensiones horizontales y verticales, b) apariencia final después


Figura 8. Aspectos constructivso del lisímetro. a) Lisímetro donde se observa el drenaje interno con su de plastificado, c) posición de la cercha, d) cercha y estructura para ubicar el motor de movimiento,
envoltura de geotextil, b) conexión del drenaje y tubo para controlar el nivel freático, c) preparación de e) rodamiento inferior de la cercha, f) detalle del rodamiento, g) motor de rodamiento mediante
la tubería de drenaje y frontal, y d) capa de grava encima de los drenajes recubiertos con geotextil. cadena realizado en al parte superior de la estructura y h) detalle de ubicación del motor.

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a b c das en mampostería estructural con bloque en concreto 0,20, confinada con columnetas
cada 1,2 m y una viga de amarre perimetral en la superficie exterior (figura 7b). Todos los
muros fueron cubiertos con pañete e impermeabilizados con el fin de evitar infiltraciones
y la consecuente pérdida de agua (figuras 10e y 10f), lo que ocasionaría distorsiones en las
mediciones de los cambios de humedad en el suelo contenido en los lisímetros.

Tabla 4. Variables de diseño estructura de concreto.

Parámetros Valor Unidad


Ángulo de fricción del suelo (θ) 10 (o)
Coeficiente activo de presión de tierra (Ka) 0,70 (-)
d e f Coeficiente pasivo de presión de tierra (Kp) 1,42 (-)
Peso específico del suelo (ϒS) 2,08 (g m-3)
Peso específico del concreto (ϒconcreto) 24000 (N m-3)
Resistencia a la compresión del concreto (f’c) 28,1 (Mpa)
Esfuerzo de fluencia del acero (fy) 420 (Mpa)

El protector de lluvia tuvo dos etapas relacionados con el diseño: a) diseño eléctrico, que
consistió en la selección del motor y la elaboración de la tarjeta de control para asegurar el
movimiento con el sensor de presencia de lluvia acoplados a los interruptores de final de ca-
rrera; esta parte fue realizada con base en el trabajo de Mora (2006); b) el diseño estructural
Figura 10. Proceso constructivo de la mampostería contenedora de suelo. a) Excavación, b) loza de de la cercha metálica, construida en tubería de 1” de diámetro y 5/16” de espesor.
concreto de pisos, c) ladrillos utilizados, d) mampostería estructural, e) mampostería cubierta con
pañete (cemento más arena), y f) cultivo de remolacha sembrada en los lisímetros.
Equipos del sistema de monitoreo y control para el protector de lluvias

El dimensionamiento de los elementos horizontales en concreto, cuyo diseño se reali- Para el diseño eléctrico, Mora (2006) concibió un sistema de control que permite a un
zó como una losa en dos direcciones soportada en los extremos, con identificación de las usuario presente en el cultivo manipular el movimiento del protector de lluvia (rain shelter)
cargas actuantes y la interacción entre ellas, se realizó en SAP2000, con los parámetros a distancia. Además, en ausencia del personal del cultivo, el control debe ser capaz de cerrar
mostrados en la tabla 4. Los elementos verticales fueron diseñados en mampostería estruc- el invernadero ante la presencia de lluvia y abrirlo en estado de clima seco. Es un requisito
tural. Tanto estos como los horizontales atienden la solicitación de cargas y cálculo de los indispensable que el control manual de cierre y el sistema de monitoreo y control automáti-
esfuerzos, según lo establecido por la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (2010), co puedan funcionar en paralelo, es decir, que no sea necesario tener funcionando el control
tomando como la situación más crítica la producida por el suelo cuando los lisímetros se automático para operar el control manual y viceversa. Por otro lado, funcionar en paralelo
encuentran vacíos. significa que las decisiones tomadas por el usuario y el control automático son igualmente
prioritarias en el manejo del protector. El cierre del rain shelter debe hacerse en un tiempo
Una vez realizado el análisis de los resultados arrojados por SAP2000, se configuraron prudente para evitar errores en las medidas, y se prevé para ello un tiempo no mayor a 30 s.
los elementos con dimensiones y refuerzos del concreto, según las especificaciones descri-
tas a continuación. La cimentación del pasillo está construida en concreto reforzado con un Este sistema en conjunto cuenta con dispositivos de protección por sobrecarga y corto
espesor de 0,25 m, doblemente reforzado con acero de diámetro 3/8” separados a 0,25 m. circuito. Con el fin de transmitir el movimiento, el sistema está equipado con rodamientos
La cimentación de los lisímetros está construida en concreto con un espesor de 0,20 m de desplazamientos impulsados por un motor reductor de 0,5 HP con alimentación trifásica
reforzado con acero de diámetro de 3/8” separado a 0,20 m. Las paredes están construi-

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

y velocidad igual a 1.800 rpm con reducción 1:40. El montaje está en una torre para aislar Tabla 5. Parámetros de diseño considerados en el diseño de la estructura metálica.
el sistema del cultivo. Descripción Ecuación Observaciones
1,4D D = Carga muerta (183,90 N m-2)
El sistema de monitoreo consta de un microcontrolador con seis entradas lógicas prove- Combinaciones de
1,2D + 1,6L L = Carga viva (5 KN m-2)
carga
nientes del sistema de control manual y de un sensor de lluvia. Cuenta con una salida a una 0,9D + 1,6W W = Carga de viento (0,4 KN m-2)
pantalla de cristal líquido donde se muestran los seis posibles estados del cobertor de lluvia
y los dos posibles estados del clima (seco o lloviendo).

El sistema de control automático fue implementado sobre el mismo microcontrolador


utilizado para el sistema de monitoreo, que a su vez recibe la señal del sensor de presencia
V es la velocidad básica del viento en el lugar (22
de lluvia. A partir del estado del rain shelter y del estado del clima se toman decisiones en m s-1).
el controlador y se dispone de tres salidas optoacopladas que están conectadas en paralelo Kd = 0,85, definido en la tabla B.6.5-4; I = 1,0,
con las salidas de la estación de mandos del control manual del sistema. El control manual definido en la tabla B.6.5-1 de acuerdo con la
sección A.2.5, en la cual se toma el grupo 1. Kzt =
tiene la misma posibilidad de ejercer el control sobre aquel aunque el control automático 1,0, definido en la sección B.6.5.7.2. Kz = 0,697.
Carga en área de
solo operará una vez inicie la lluvia. En esta etapa se seleccionaron el motor y los elementos inclinación
Z es tomado hasta la altura media de la cubierta.
Según la tabla B.6.5-2 se tomará el valor de
necesarios para llevar a cabo el buen funcionamiento del mismo. Zmin = 9,0 m. El valor de C = 0,3 es obtenido de
la misma tabla. Se obtiene que Iz = 0,305; Lz
La metodología para el diseño estructural del protector de lluvia corresponde a los es- = 94,13 m; Q = 0,929. G = 0,883; CNbarlovento =
1,3; CNsotavento = -0,9; Pbarlovento = 201,77 Kg m-2;
tados límites, contemplados por la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (2010) en Psotavento =-139,69 Kg m-2.
el reglamento Colombiano NSR-10, utilizando los factores de resistencia y combinaciones
sugeridas en el título F.2.2.3; los parámetros de diseño para el dimensionamiento de los
elementos de la cercha se presentan en la tabla 5. La disposición de la estructura metálica y
el sistema de rodamiento del cobertor de lluvias se muestra en la figura 9.

Una vez realizado el cálculo de los esfuerzos de cada elemento, se aprecia que los ele- Cf = 1,65 de acuerdo con la sección B.6.5.14,
mentos en mayor carga axial se encuentran en la parte superior del área inclinada de la cargas de viento de diseño en muros libres y
Carga vertical
vallas macizas, se requiere el valor de Cf el cual
cercha, sin presentarse mayor nivel de carga en los tendones, con los siguientes valores: es obtenido de la figura B.6.5-17
ɸ = 3/4”
Perfil Circular
Desplazamiento máximo en los nodos de X = 2 mm, Y = 13 mm, Z = 3 mm e = 1/8”
Fuerza axial máxima a tensión = 1832,2 kg Se seleccionó unión soldada para
Fuerza axial máxima a compresión = 2180,87 kg los elementos de la estructura.
Dado que la mayor fuerza axial es de 1832,2 kg,
Se aplica un factor de seguridad
Fuera cortante máxima = ± 270,72 kg Uniones de 1,5 (factor de mayoración de
se requerirá un cordón no menor de 3 mm en
todo el perímetro de la unión, con un electrodo
carga), con el fin de satisfacer los
E700xx.
requerimientos del reglamento
Los desplazamientos en los nodos están por debajo del máximo permisible para este tipo NRS-10 Titulo F
de estructura, según la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (2010).
Fuente: Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (2010)

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

Equipos de medición de tensión de humedad y a


de contenido de humedad del suelo

Para la medición de la tensión de humedad del suelo, en cada lisímetro se instalaron seis
tensiómetros (72 tensiómetros en total) construidos en los laboratorios de Ingeniería Agrí-
cola de la Universidad Nacional de Colombia y Diseño Industrial de la Universidad Autóno-
ma de Colombia, y cuya medición se realizó utilizando un transductor de presión (figura 11). 

Para la medición de humedad del suelo se utilizan dos instrumentos, el sensor Profile
Probe 2 PR2 (hasta 1 m de profundidad) conectado al transductor y data logger HH2 de
DELTA-T devices®, y el Minitrase de Soil Moisture®. La diferencia en la medición de hume-
dad radica en el principio físico que utilizan para medirla: mientras el PR2 es un medidor
capacitivo, el Minitrase es un TDR (figura 12).

Con las mediciones sucesivas de los cambios de humedad en los lisímetros y la apropia- b c d
da utilización del balance de humedad se estima el agua evapotranspirada por el cultivo a
través del tiempo en el período del cultivo.

Conclusión
A diferencia de Europa, en donde una prospección llevada a cabo por Lanthaler (2004)
mostró el número de lisímetros que se encuentran así como su gran espectro de aplicabi-
lidad, en nuestro medio este instrumento es poco usado con propósitos de investigación.
Los lisímetros volumétricos presentan ventajas para llevar a cabo el desarrollo de tareas de d e f
investigación básicas, tales como la determinación del coeficiente de cultivo a lo largo de
los diferentes estadios fenológicos de las plantas cultivadas en el país, así como la deter-
minación de los niveles de humedad más apropiados para obtener la mayor rentabilidad de
los cultivos. Es menester informar que algunos estudios se están realizando en la actualidad
sobre la huella hídrica de diferentes cultivos; sin embargo se parte de la estimación de la
evapotranspiración potencial y con base en coeficientes de cultivos obtenidos en otras lati-
tudes, lo que indudablemente llevaría a sobreestimar o subestimar este componente. Igual-
mente es prioritario tener herramientas que permitan determinar los diferentes procesos de
evolución de químicos solubles y no solubles en el suelo; esto permitiría complementar las
diferentes tareas de manejo y conservación de los suelos que se tienen en el futuro cercano.
Figura 11. Proceso constructivo de tensiómetros para los lisímetros. a) Esquema general de un
tensiómetro, cuya medición se realiza con un transductor digital de presión, b) cápsula porosa
importada, c) tubo de acrílico transparente, d) tapón maquinado para ser inyectado con la aguja del
transductor, e) maquinado de las llaves de cada tensiómetro y f) set de tensiómetros construidos e
instalados.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 9

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para conectar el TDR, la cápsula negra es el conector entre las sondas y el equipo medidor; c) data FAO. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. 2002. Agua y
logger y transductor del sensor PR2, denominado HH2; d) sensor del medidor PR2, previamente se debe
Cultivos: Logrando el Uso Óptimo del Agua en la Agricultura. Roma: FAO. 22p.
instalar una cápsula en donde se embebe el medidor para registrar el contenido de humedad; e) cápsula
vacía para introducir el PR2, y f) la cápsula se instaló una vez se empezaron a llenar los lisímetros. FAO. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. 1977. Crop Water
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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel

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Domain Reflectometry in Environmental, Infrastructure and Mining Applications, 215-26. Evanston. mación almacenada y transmitida, como pueden desplegarse en una página web, la forma
Department of Interior - Bureau of Mines. de operación en campo y el diagrama de bloques de la manera como están entrelazados los
Vanderborght, J., M. Vanclooster, D. Mallants, J. Feyen y C. Gonzalez. 1997. Effects of soil type diferentes componentes de su sistema electrónico. El capítulo empieza por señalar algunos
and water flux on solute transport. Soil Science Society of America Journal, 61(2):372-389. aspectos generales sobre la evolución de la definición de la evapotranspiración potencial o
doi:10.2136/sssaj1997.03615995006100020004x. del cultivo de referencia, su importancia y uso en la determinación de la huella hídrica de los
Vink, J.P.M., B. Gottesbüren, B. Diekkrüger y S.E.A.T.M. van der Zee. 1997. Simulation and model cultivos, pasando a mostrar consideraciones generales relacionados con el balance de masa
comparison of unsaturated movement of pesticides from a large clay lysimeter. Ecological en un lisímetro, así como los diferentes tipos de lisímetros de pesada que se pueden encon-
Modelling, 105:113-127. Doi: 10.1016/S0304-3800(97)00147-6. trar. Se concluye que el instrumento puede ser de gran utilidad para el manejo del riego en
Wright, J.L., R.G. Allen y T.A. Howell. 2000. Conversion between evapotranspiration references and clavel y en hortalizas sembradas en sustrato en función de su contenido de humedad así
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* Para citar este capítulo: González M., C.A., Q.R. Quintero B., V.J. Flórez R. y H. Tafur H. 2017. Lisímetros de
pesada. En: Flórez R., V.J. (Ed.). Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis
en rosa y clavel. Bogotá: Editorial Universidad Nacional de Colombia. pp. 165-186.
1  Profesor asociado, Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional
de Colombia. Grupo de Investigación Geotecnologías. cagonzalezmu@unal.edu.co.
2  Profesor programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad Autónoma de Colombia. Director Grupo de
Investigación Bioindustrias. quelbis.quintero@fuac.edu.co.
3  Profesor asociado, Departamento de Agronomía, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de
Colombia - Sede Bogotá. Grupo de Investigación Horticultura. vjflorezr@unal.edu.co.
4  Profesor asociado, Departamento de Ingeniería, Facultad de Ingeniería y Administración, Universidad
Nacional de Colombia - Sede Palmira. htafurh@unal.edu.co.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

Introducción evapotranspiración del cultivo (ETc). En este contexto, una adecuada estimación de la ET se
torna indispensable en la determinación de la huella hídrica.
Estimar la evapotranspiración (ET) es importante para el desarrollo y manejo de los re-
cursos de agua y suelo así como para evaluar y cuantificar la producción de alimentos fibras Cuando se va a aplicar el concepto a un determinado cultivo, sus resultados dependen
y biocombustibles (González et al., 2017, Allen et al., 2011). Schultz y Wrachien (2002) se- en gran medida de la cuantificación de la ET localmente. Es importante resaltar la forma
ñalan que para aprovechar al máximo las inversiones en la agricultura se requiere un mayor genérica que se ha utilizado para la obtención de la huella hídrica: a) se hace énfasis en la es-
esfuerzo para modernizar los sistemas de riego y drenaje, así como desarrollar apropiadas timación de la ETo obtenida del modelo de Penman-Monteith; b) se estima la ETc en función
estrategias de manejo, compatibles con las tendencias socioeconómicas, financieras y am- de los Kc tabulados en FAO 56; c) la huella hídrica se calcula en m3 t, obtenido de la relación
bientales. Para ello, se debería buscar una aproximación holística al monitoreo y manejo volumen de agua consumida por año por el área sembrada total, y d) se determina cada uno
del riego y el drenaje con el objeto de incrementar la producción de alimentos, conservar el de sus componentes; la huella hídrica verde, que corresponde al agua evapotranspirada
agua, evitar procesos de salinización y proteger el ambiente. Para afrontar estos retos, los y suministrada por la lluvia en la producción del cultivo; la huella hídrica azul registrada
mismos autores sugieren enfocarse en una serie de aspectos entre los cuales explicitan los como aquella porción de agua evapotranspirada y suministrada por riego artificial desde la
métodos de cálculo para estimar la ET y los requerimientos hídricos de los cultivos. superficie o de aguas subterráneas, y la huella hídrica gris correspondiente con aquella por-
ción de agua limpia contaminada en el proceso de producción. De acuerdo con Chapagain y
La apropiada determinación de la ET del cultivo coadyuva a manejar el recurso hídrico Hoekstra (2011), la mayoría de estudios en el cálculo de la huella hídrica ha hecho énfasis
más eficientemente (Tyagi et al., 2000; Benli et al., 2006). Con el uso de la huella hídrica en los dos componentes relacionados con la ETc.
como un indicador del agua limpia utilizada por los diferentes consumidores de uso directo
e indirecto, y concebida como el volumen de agua empleado para producir un bien parti- Este método o modelo Penman-Monteith se refiere a la ecuación que se usa para deter-
cular, medida en el punto de la producción (Chapagain y Hoekstra, 2011), algunos investi- minar evaporación de superficies con vegetación. El modelo fue desarrollado por Monteith
gadores han desarrollado estrategias para su determinación en la producción de cultivos a (1965), a partir del trabajo de Penman (1948), quien derivó el método analítico combinado
nivel local, como el realizado por Chouchane et al. (2015) en Túnez, o para su determinación (aerodinámico y balance de energía) para estimar la ETo. Monteith (1965) demostró su base
en el proceso de producción de vino en Italia (Lamastra et al., 2014), hasta aproximaciones termodinámica y posteriormente esta ecuación fue recomendada por el grupo de expertos
realizadas a nivel global, como la llevada a cabo por Chapagain y Hoekstra (2011) para el de la Comisión Internacional de Riego y Drenaje (ICID) y la FAO (Allen et al., 1994a), la cual
arroz y los resultados sobre la huella hídrica verde, azul y gris, presentados por Mekonnen y se vio posteriormente reflejada en la publicación FAO 56 (Allen et al., 2006).
Hoekstra (2011). Podría señalarse que la estimación de la huella hídrica se está comenzan-
do a utilizar a nivel mundial como un indicador de la eficiencia de producción aplicado a casi
todos los sectores de la economía. En el sector agrícola se plantea como una herramienta Consideraciones sobre la evapotranspiración (et) de los cultivos
que coadyuva en la identificación de la eficiencia de un proceso de producción.
La ET es el producto combinado de la evaporación del suelo y transpiración de la planta;
Los resultados de huella hídrica presentados para los diferentes cultivos muestran que se constituye en el mismo proceso de evaporación del agua, desde dos superficies diferen-
están directamente relacionados con el consumo de agua por ET. Una deficiente estimación tes: planta y suelo. Sin embargo, para identificación, manejo y acorde con la nomenclatu-
de esta, generada por la falta de estimación de parámetros locales como Kc, afecta los re- ra usada universalmente, a su combinación se le denomina evapotranspiración (ET). Para
sultados obtenidos de huella hídrica. el proceso de ET, tres requerimientos físicos básicos son necesarios (Feddes y Lenselink,
1994): i) un suministro continuo de agua; ii) energía disponible para pasar de agua líquida
Es indudable que la huella hídrica puede ser utilizada como un instrumento de política a vapor; y iii) un gradiente de vapor de agua para mantener el flujo desde la superficie eva-
que permita crear conciencia colectiva sobre el uso del agua en la rutina diaria de la pobla- porante a la atmósfera.
ción; sin embargo, es pertinente refinar su estimación apropiadamente para ser adecuada a
las condiciones locales donde los diferentes cultivos se han establecido, con mayor justifi- Similarmente ha existido una evolución en el concepto de evapotranspiración poten-
cación para la región Andina. Allí las condiciones topográficas inciden directamente en los cial (ETo). La FAO 24 (Doorenbos y Pruitt, 1977) introduce el concepto que revalida lo
microclimas y, por ende, en la estimación de la evapotranspiración potencial (ETo) y de la que se manejaba como ETo y acuña como nuevo término Evapotranspiración del Cultivo

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

de Referencia (ETo)5, el cual se maneja actualmente. Se define como la velocidad de eva- Los coeficientes de cultivo (Kc) para determinar la evapotranspiración del cultivo (ETc),
potranspiración de una superficie extensa de pasto verde de altura uniforme entre 8 y 15 cm en muchos casos, se extraen de la compilación realizada por la FAO 56 (Allen et al., 2006).
de alto, creciendo activamente y ofreciendo cobertura total y que no tiene déficit de humedad. La ET del cultivo (ETc) está directamente relacionada con la ET del cultivo de referencia, a
En este trabajo se busca estandarizar el procedimiento mediante la determinación de la través de la relación:
ETo, con base en información climática y de lisímetros, representando diferentes condicio-
nes ambientales para ser aplicadas, tal como se señala en el apéndice II del texto FAO 24. {Evapotranspiración del cultivo (ETc)}
1
Fueron usados cuatro modelos para determinar ETo: Blaney–Criddle, Radiación, Penman y = {Evapotranspiración del cultivo de referencia (ETo)} x {Coeficiente de cultivo (Kc)}
Tanque de Evaporación. Las ecuaciones originales de estimación fueron llevadas a un mismo
concepto de ETo, mediante la aplicación de coeficientes que dependían de las condiciones González et al. (2017) señalan que la definición de ETo es la que ha evolucionado desde
locales. Una vez se obtiene la ETo, se determina la evapotranspiración del cultivo (ETc) me- una noción muy ambigua como la expresada por Thornthwaite (1948), como la máxima
diante la multiplicación de la ETo por un coeficiente de cultivo, que es aplicable a cualquiera evapotranspiración que se alcanza por un cultivo cuando no hay déficit de humedad del
de las estimaciones de ETo obtenidas por alguno de los cuatro modelos citados. Cuando la suelo, hasta la aceptada hoy en día (FAO 56). Grassi (1988) expresa que la tendencia fue
estimación del modelo se realiza por la estrategia planteada por FAO 24, muchos autores ubicar el proceso evapotranspiratorio en una situación análoga a la evaporación de una
llaman las ecuaciones o modelos como FAO Blaney-Criddle, FAO Penman, FAO Radiación o superficie de agua libre, en cuyo caso son los factores climáticos los determinantes de la
FAO Tanque de Evaporación (Smith et al., 1996). velocidad de evapotranspiración. Este sentido lo tienen los trabajos de Penman (1948) y
Thornthwaite (1948).
En 1990, a un panel de expertos e investigadores les fue encomendada la revisión de las
metodologías que aparecen en el documento FAO 24. Este requerimiento fue realizado por
la FAO, la Comisión Internacional de Riego y Drenaje (ICID) y la Organización Meteorológica Sobre los lisímetros
Mundial (OMM). El reporte de los consultores recomendó adoptar el modelo Penman-Mon-
teith. Estos autores revisaron la definición de la ETo así como los procedimientos de cálculo González et al. (2017) presentan diferentes funcionalidades de los lisímetros desde el
para determinar la evapotranspiración del cultivo de referencia (Allen et al., 1994a; Allen monitoreo al crecimiento y estimación del consumo de agua de los cultivos hasta la ve-
et al., 1994b). rificación de modelos de movimiento de agua y solutos a través del perfil de suelo, entre
otros. La ecuación general de balance hídrico presentada por los autores se constituye en la
De acuerdo con Allen et al. (1994a), la evapotranspiración de referencia ETo se refiere a herramienta que coadyuva a integrar las diferentes variables monitoreadas para determinar
una superficie vegetal sobre la cual las medidas del clima son realizadas y provee una serie el consumo de agua por los cultivos y se expresa como:
consistente de estimaciones que puede ser usada para estimar la ETc de otros cultivos. Rela-
cionar ETo a un cultivo específico tiene la ventaja de proveer una imagen mental del proceso [P+R+Ei+Ac] [Pp+Es]
ET (mm)= - ∓[∆θ*Pr] 2
de ET así como representar el proceso biológico y físico involucrado en el balance de energía Suma de las entradas Suma de las salidas
de una superficie cultivada. FAO 56 (Allen et al., 2006) señala que el concepto se introdujo
para estudiar la demanda de evapotranspiración de la atmósfera, de forma independiente donde P, R, Ei y Ac son las entradas al sistema (mm) de precipitación, riego, escorrentía
del tipo y desarrollo del cultivo y de las prácticas de manejo. El documento FAO 56 define superficial de entrada y aporte por ascenso capilar, respectivamente; Pp y Es son las salidas
la ETo como la producida en un cultivo hipotético de pasto (gramíneas), con una altura asumida del sistema (mm) por percolación profunda y escorrentía superficial de salida. El término
de 0,12 m, con una resistencia superficial fija de 70 s m-1 y un albedo de 0,23. La superficie de que puede ser negativo o positivo es el cambio del contenido de humedad con base en volu-
referencia es muy similar a una superficie extensa de pasto verde, bien regada, de altura men (∆θ), adimensional; el balance hídrico se debe expresar en términos de lámina de agua
uniforme, con crecimiento activo y dando sombra totalmente al suelo. (mm), que se obtiene de multiplicarlo por la profundidad del perfil de suelo (Pr) estudiado.
El signo positivo o negativo indica que es necesario reconocer si el suelo se está secando
(perdiendo humedad) o humedeciendo (ganando humedad) a fin de realizar apropiadamen-
5  ETo. Obsérvese que se mantiene igual la nomenclatura para especificar evapotranspiración potencial y
evapotranspiración del cultivo de referencia porque en este reporte se considera que lo que se ha logrado es te el balance hídrico.
una evolución del concepto mismo, el cual se popularizó con el segundo término.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

Las determinaciones lisimétricas están orientadas a la obtención de datos experimenta- ción usada, y no es aplicable para todo tipo de cultivo. Sin embargo, en la fase inicial de
les que permitan tener un mejor conocimiento de los factores que influyen en el proceso cultivos de palma africana, antes de establecerse y para las etapas fenológicas iniciales,
evapotranspiratorio y medir el grado de exactitud de procedimientos indirectos que se uti- podría dar resultados que mejorarían el manejo del agua en los viveros y primeros esta-
lizan para estimarlo. Tuñón (2000) y Allen et al. (2006) concuerdan con que los lisímetros dios de la palma. Así como este ejemplo se pueden usar otros cultivos que aparentemente
son difíciles de manejar, caros de construir y que su operación y mantenimiento requieren son muy grandes.
especial cuidado. Wright (1991) señala que los lisímetros de pesada son instrumentos de
gran utilidad para determinar la ET del cultivo y de referencia y, por ende, el coeficiente de Estos lisímetros se podrían catalogar como móviles. Una ligera variación de este tipo
cultivo. de lisímetro fue el trabajo realizado por Esmeral et al. (2011), en la estimación de ET en
rosa cultivada en materas como contenedores. Usaron esta facilidad de aislamiento de las
Los lisímetros pueden ser clasificados como volumétricos o gravimétricos, donde la materas para pesar diariamente en una balanza de precisión el volumen de agua drenada,
ecuación 2 es fácilmente aplicable para determinar el balance hídrico del suelo y obtener así como el volumen de agua regado, y lograron obtener valores de consumo diario de agua
indirectamente la ETo o la ETc del cultivo. Los lisímetros de pesada generalmente tienen un para este cultivo. En la figura 1 se muestra la producción de un cultivo semicomercial, el
sistema hidráulico o una celda de carga conectada a un sistema electrónico que permiten diseño experimental y la disposición de las plantas de rosa en materas. En la Sabana de
desplegar la pérdida de peso del contenedor, midiendo directamente la ETc o ETo. Bogotá, la rosa de exportación se cultivaba solo en suelo, sin embargo su área sembrada en
contenedores ha venido incrementándose.
El objetivo de este trabajo es compartir la experiencia en la etapa de diseño y construc-
ción de un lisímetro de pesada, en el cual se puede monitorear en forma continua la evapo- Los lisímetros estacionarios son aquellos cuyo dispositivo sensor permite transferir los
transpiración real y potencial de los cultivos sembrados en sustratos. cambios de peso en forma instantánea al sistema de registro. El registro de información
puede ser realizado en forma continua o discreta. Los sensores pueden ser por medio de
Tipos de lisímetros de pesada balanzas, constituidas por celdas de carga o de funcionamiento hidráulico, donde el cambio
de peso dentro del lisímetro se transfiere a cambio de presión del fluido que lo está sopor-
En los lisímetros de pesada se utiliza la característica intrínseca del agua, cuya densidad tando.
es conocida 1 t m-3 a 20 oC, lo que facilita medir la evapotranspiración gravimétricamente
en lugar de disturbar el suelo para obtener un contenido de humedad con base en peso, o Los lisímetros de funcionamiento hidráulico, o flotantes, depositan el contenedor con suelo
medir el contenido de humedad con base en volumen con alguno de los métodos conoci- flotando directamente en un soporte o membrana, puede ser un neumático de los que se
dos de medición de humedad. A continuación se presentan algunos tipos de esta clase de usaban en el interior de las llantas de los carros lleno de agua u otro fluido. Una vez el peso
lisímetros. del contenedor con suelo se deposita en el mismo, este se transfiere en forma de presión,
monitoreada continuamente. La aplicación de agua, como riego o precipitación, se verá re-
Contenedores comerciales: consisten en emplear recipientes comunes en donde el mate- flejada en un cambio de peso del contenedor con suelo, que se traduce en cambio de pre-
rial vegetal (cultivo) sembrado pueda desarrollarse apropiadamente y donde el contenedor sión del fluido que se monitorea. Para que este proceso no genere errores de medición, el
le permita desarrollar las capacidades productivas similares a las que se desarrollarían si el contenedor debe estar aislado de las paredes laterales del suelo, de tal forma que se pueda
cultivo estuviese sembrado en el suelo. Estos contenedores llenos con el mismo material mover libremente sin rozamiento, y la parte superior, impermeabilizada para evitar caída de
de suelo circundante se pesan frecuentemente, por lo general diariamente, y la pérdida de suelo o agua entre la pared del contenedor y el suelo adyacente. Por ello, generalmente se
peso entre dos mediciones corresponderá al agua perdida durante el periodo, la cual puede tiene una pared externa que produce una separación total del suelo, lo cual permite el libre
ser expresada en términos de lámina de agua al dividir por el área del recipiente. La unidad movimiento del contenedor.
que se utiliza generalmente es mm día-1.

Como estos evapotranspirómetros son livianos, no se necesita ubicarlos sobre báscu-


las, sino en el suelo, y se sacan de allí para pesarlos. Evidentemente estos instrumentos
son de uso muy limitado, la precisión depende del diseño experimental y la instrumenta-

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

a b Una aplicación de este sistema fue realizada por Khan et al. (1998), cuyo principio se ob-
serva en la figura 2. Consiste en una porción de suelo compuesto por la matriz del suelo y un
estrato de grava que facilite el drenaje dentro de un contenedor, el cual puede ser de concreto,
fibra de vidrio o tuberías de drenaje de gran diámetro. Todo el cilindro, rectángulo o cuadrado
descansa sobre una estructura que permita sensar el peso mediante los cambios de presión
realizados en toda la estructura soportada. Este sistema de medición puede tener un moni-
toreo continuo si se le adiciona un sistema electrónico que tenga un transductor de presión
conectado a un sistema de almacenamiento de información que en algunas localidades se le
denomina por su mismo nombre en inglés, data logger, y permite transferir al computador, en
tiempo real, las variaciones de presión o de pérdida o ganancia de peso en razón al balance hí-
c d drico del suelo que se está monitoreando. El estudio de Khan et al. (1998) realizó una calibra-
ción de la medición, midiendo apropiadamente el agua aplicada al contenedor y detectando
los cambios de presión obtenidos; arrojó como resultado de la medición de ETo que el equipo,
además de ser fácil de construir y económico, es muy estable y de gran confiabilidad.

100 cm

e
ESCALA

100 cm
SUELO
Altura de agua (mm/día)

140 cm
SISTEMA DE MEDICIÓN
DE PRESIÓN
(PIEZÓMETRO O
MANÓMETRO
GRAVA
VÁLVULA
DE DRENAJE
SISTEMA TABLONES
HIDRÁULICO AGUA, AIRE O ACEITE DE MADERA

Estadio fenológico

100CAQ = 100 % cascarilla de arroz quemada; 65CAQ = 65 % cascarilla de arroz quemada más 35 % de fibra de
coco; 35CAQ = 35 % cascarilla de arroz quemada más 65 % de fibra de coco. Figura 2. Lisímetro de pesada. Adaptado de Khan et al. (1998).

Figura 1. Estimación de ET en diferentes estadios de desarollo en rosa cultivada en materas, utilizando Otra clase de lisímetro tiene como principio físico poner a flotar un cilindro interno lleno
mezclas de cascarilla de arroz con fibra de coco como sustrato. (a) Camas que hicieron parte del con el suelo dentro de otro que contiene agua u otro líquido. La pérdida o ganancia de peso
experimento; (b) disposición de elementos constitutivos de la cama experimental; (c) toma de datos
producida por el agua del suelo en el cilindro interno se refleja en un cambio de nivel del
diarios de riego aplicado; (d) toma de diaria de drenaje; (e) riego y drenaje aplicado diariamente.
fluido en el cilindro externo. El cambio de nivel de agua puede ser calculado con base en el
Fuente: Esmeral (2010) principio de Arquímedes y es descrito por Chang et al. (1997).

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

Los lisímetros de pesada están compuestos por una estructura similar a la anterior: un del contenedor, construido en lámina de hierro galvanizado calibre 18, con este y las plantas
contenedor de suelo encerrado por otro contenedor de mayor dimensión, cuya estructura colgadas. Como el procedimiento requería que el sistema estuviera colgado y dada la forma
interna se mueve libremente descansando en una disposición de celdas de carga, que son como crece el cultivo y el tutorado que se le realiza al mismo, hubo dificultades de orden
usadas para obtener la capacidad de medición del peso del suelo6, el cual puede ser cilín- práctico que exigieron desarrollar otra estrategia de medición. ii) se probó otro esquema;
drico como el descrito por Lanthaler (2004) (diámetro 1,13 m x 2,0 m de profundidad), en la figura 3 se muestra como el lisímetro es instalado en el terreno y en la figura 4 los
cuadrado o rectangular como el diseñado y construido por Berrada et al. (2008) (3 m x 3 m componentes del lisímetro de pesada construido.
x 2,4 m de profundidad), o triangular como el diseñado y construido por Ruiz et al. (2013)
para evaluar consumo de agua de plantas de uva en crecimiento. a b

Como estos lisímetros son normalmente de grandes dimensiones y soportan pesos ma-
yores a una tonelada, puesto que en la mayoría de los casos su volumen es mayor a 0,8 m3 ,
la estrategia que se siguió en el emplazamiento descrito por Lanthaler (2004) fue instalar
en una base de concreto tres celdas de carga equidistantemente separadas, conectadas a
un sistema que permita el ajuste de las celdas de carga. Obsérvese que es requisito para las
celdas permitir la medición del peso de suelo depositado, pero al mismo tiempo tener una
sensibilidad grande para lograr detectar decimas de milímetros de lámina de agua aplicada
o pérdida por el suelo; en este sentido, se requiere una selección apropiada de las celdas de
carga. Esta estrategia es desarrollada en el diseño del lisímetro para materas ubicando una
celda de carga en cada vértice de la estructura triangular, diseñada por Ruiz et al. (2013).
c
Para utilizar solo una celda de carga, los lisímetros empleados por Wright (1991), Marek et
al. (1988) y Berrada et al. (2008) presentan la misma estrategia. Consiste en un sistema com-
binado, mecánico – electrónico, donde el monolito de suelo descansa sobre una balanza de
escala mecánica, generalmente construida con este propósito, y está equipada con un contra-
peso que se ajusta de tal manera que solo el 10 % del peso total del monolito sea transferido
a la celda electrónica de carga a tensión y que permita reflejar una buena sensibilidad de hasta
centésimas de mm. La celda de carga de capacidad entre 22 y 25 kg permite registrar cambios
de hasta 800 kg de peso. Posteriormente, se calibran las celdas de carga así como aquellos
equipos de medición de humedad y de presión que se instalen en el contenedor con suelo. El
procedimiento para la calibración de las celdas de carga es descrito por Howell et al. (1995).

El UNLisitrón es un tipo de lisímetro de pesada que se desarrolló en la Universidad Na-


cional de Colombia, para estimar el consumo de agua de plantas sembradas en contenedor.
Aprovecha las condiciones en que se siembra el clavel en la Sabana de Bogotá (figura 3),
en camas conformadas por dos hileras de contenedores. Esta configuración permitió pro- Figura 3. Disposición de las camas de cultivo para la siembra de clavel en la Sabana de Bogotá. a)
bar diferentes esquemas: i) se intentó desarrollar un sistema que sensara el peso en forma Disposición de las camas, contenedores plásticos con sustrato; b) camas sembradas en clavel con
su correspondiente sistema de tutorado; c) instalación del lisímetro de pesada en los contenedores
continua usando celdas de carga que trabajaran a tensión, manteniendo una porción de la
utilizados para la siembra de clavel.
cama colgada; para ello se diseñó un sistema electrónico que medía en tiempo real el peso

6  La densidad real de los suelos minerales es una primera aproximación al peso del suelo sensado 2,65 t m-3.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

a Los contenedores son emplazados sobre balanzas que funcionan mediante sensores.
Para su funcionamiento se emplea celdas de carga que generan una salida eléctrica co-
rrespondientemente, calibrada con la masa del objeto que se está pesando. Una celda de
carga consiste en un puente resistivo wheatstone, que es un arreglo de cuatro resistencias
eléctricas del mismo valor, excitadas por un voltaje externo en estado de equilibrio; es
decir, que su salida en mV varía en función de la variación del peso. Al variar la masa o el
esfuerzo aplicado a la celda de carga, la resistencia asociada a la carga cambia su valor, lo
que produce un desequilibrio en el puente que genera una salida de voltaje. Esta salida es
proporcional al voltaje de excitación y a la masa aplicada. El estándar para las celdas de
carga es una salida de 2 mV/V. Esto significa que si se excita la celda de carga con 10 V y se
aplica una masa de 2 kg, se tendrá una salida de 20 mV y, si se aplicara 5 kg, se tiene una
salida de 50 mV. Un circuito electrónico programable se debe ajustar para una correspon-
dencia inicial entre el valor de voltaje medido y la masa aplicada (calibración). El sistema
debe calibrarse con masas de pesos conocidos y patronados, dadas las imprecisiones que
b pueda tener las resistencias del puente de wheatstone, la celda de carga o el circuito de
instrumentación electrónica.

Para la calibración se toman diferentes pesos y, a partir de una relación entre estos y los
valores de salida de voltaje que se presenten, se obtiene la curva de calibración de la celda
de carga. La exactitud y repetibilidad del componente depende de la implementación del
circuito de medición.

Sistema de toma de datos. Un equipo del sistema consiste en la medición de los dos con-
tenedores: a) el contenedor que contiene el sustrato y las plantas, usando una celda de
carga a compresión de 50 kg y b) una celda de carga de 9 kg para obtener las variaciones de
masa del contenedor de drenaje. El sistema es alimentado con Energía AC 110 V y tiene una
UPS de 1000 W de soporte. Por su parte, los sensores de las celdas de carga marca Zemic
tienen una resolución de 2[mv/V] [kg] y la señal obtenida de ellos es procesada en la tarjeta
de manejo de señales para enviar la información a través del sistema de radio transmisión
Xbee S2 de 2,4 GHz, como el que se observa en la figura 5a.

Un Xbee es un dispositivo electrónico diseñado y fabricado por Digi International, que


tiene integrado un módulo microcontrolador y un radio de comunicación implementado
bajo el protocolo de comunicación inalámbrica Zigbee IEEE 802.15.4-2003. Se eligió este
protocolo de comunicación inalámbrica porque es uno de los más robustos, permite la crea-
ción de mallas de varios Xbees y su configuración es rápida y sencilla, gracias al software
Figura 4. Componentes del UNLisitrón. Incluye los contenedores, registros de salida de las celdas X-CTU que suministra DIGI. La ventana de configuración se observa en la figura 5b.
de carga y la transmisión de información al almacenamiento y procesamiento en el computador
embebido. a) Descripción gráfica; b) diagrama de bloques del funcionamiento.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

a b cómputo, entonces se le programó un servidor de correo SMTP automático que envía el


archivo de datos cada vez que el sistema es reiniciado junto con su dirección IP pública
del embebido. El sistema accede a internet a través de una conexión LAN, hecha a través
de un router conectado a un módem de internet 3G.

La razón para usar este sistema de cómputo embebido es su bajo consumo de energía,
entre 5 y 10 W, a diferencia del consumo de un computador portátil que puede ser de 100
W, su facilidad para programar y sus puertos de comunicación serial, que permiten una
comunicación directa con el radio receptor.

a b

Módulo receptor

Figura 5. Componentes de la tarjeta de manejo de señales: a) radio transmisor y receptor XBee® con ADC
10 Bits Digitales I/O 2,4 GHz, alcance 50 m, y b) ventana de configuración del software X-CT del Xbee.

Se configuraron unos Xbees® como puntos finales de medición y uno como receptor,
para enviar la señal medida por comunicación serial UART al concentrador de datos. Este
sistema envía los datos a un concentrador, como el que se observa en el esquema de la
figura 6. Consiste en un equipo embebido de cómputo Beaglebone White, que tiene una
memoria FLASH de 16 GB, un procesador ARM® 1 GHz de velocidad y una memoria RAM Figura 6. a) Sistema de cómputo embebido Beaglebone White; y b) Esquema de recepción y envío de
de 512 MB, conexión LAN, USB HOST y puertos digitales I/O. Este sistema fue progra- información a través de internet desde el Beaglebone.
mado en Linux (software libre): Angstrom (versión 2012 para ARM®) y fue parcialmente
programado en lenguaje Python 2,7 para recibir la información desde el Xbee®. Permite El proyecto ‘Lisímetro de pesada en campo como herramienta de ayuda en la toma de
almacenar la información en la memoria interna del equipo embebido e igualmente se le decisiones para la aplicación del fertirriego en el cultivo de clavel’, financiado por Col-
programó un Servidor Web: Lighttpd, el cual está diseñado para ser rápido, seguro, flexi- ciencias y la Universidad Nacional de Colombia, consistió en unir tres lisímetros de pesada,
ble, y que cumpla con los estándares de programación WEB. Este servidor es de software que envían la información sensada de los diferentes contenedores al computador embebido
libre y está optimizado para entornos donde la velocidad es muy importante, por lo que Beaglebone. En la figura 7 se muestra el esquema y en la figura 8 se presenta la información
consume menos CPU y memoria RAM que otros servidores (Taborda, 2012). El servidor obtenida de la página web desarrollada por el equipo técnico para mostrar la información
permite acceder a través de una conexión a internet remota a los datos que el equipo en tiempo real.
está almacenando, para ser descargados y analizados con otras herramientas de software.
Dentro del servidor se implementó una página web Amcharts desarrollada en Javascript,
para la visualización y comparación de los datos en tiempo real. Para acceder a esta pá-
gina web se requiere conocer la dirección IP pública a la que está conectado el equipo de

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

Los números en círculo son anotaciones sobre lo que permite la página web desplegar, así: SISTEMA LISÍMETRO

1. Selección de sensor de masa. Al seleccionar aparece un desplegable que


permite elegir el contenedor o recipiente de lixiviado que se quiere graficar.

2. Selección de comparación de gráficas. Se puede comparar la gráfica


seleccionada contra unos de estos contenedores o recipientes de lixiviado.
La comparación se hará en porcentajes para efectos de análisis.

3. Visualización de fecha que se está graficando. Solo se puede


graficar un día por la cantidad de información almacenada.

4. Selección de periodo de tiempo que se quiere visualizar.


Se puede elegir uno de estos botones para hacer un zoom
en tiempo de un periodo que se quiera visualizar.

5. Se puede poner el cursor sobre una hora para visualizar el


valor promedio que tuvo la gráfica durante ese momento. En
este espacio aparece el valor, para este caso 0,71.
Sistema receptor
6. Barra que indica un promedio de masa para ese tiempo.

7. Herramienta de la selección del tiempo o momento


que se desea visualizar en el monitoreo.

El monitoreo continuo de las diferentes variaciones de peso del contenedor con sustrato
y el contenedor con drenaje permite construir en forma inmediata gráficas como la que se
presenta en la figura 9. En ella se pueden observar los aumentos de peso debidos al riego
así como las disminuciones rápidas que se presentan después de un riego, debido a la gran
velocidad de percolación que presenta el sustrato y las disminuciones lentas generadas por
el consumo de agua del cultivo. Un aspecto que fue relevante en este trabajo es el registro
que se realizó del aumento de peso atribuido al aporte por rocío.

Figura 7. Sistema Lisímetro completo para la toma de datos en el Centro Agropecuario Marengo, de la
Universidad Nacional de Colombia, constituido por tres lisímetros.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

Peso (kg)
Hora de medición
b E = Evapotranspiración R = Riego

Figura 9. Magnitudes de pesos registrados por el sistema lisímetro, en kilogramos, a lo largo del día,
para clavel estándar cultivado en condiciones de invernadero en el Centro Agropecuario Marengo de
la Universidad Nacional de Colombia, Mosquera, Cundinamarca.

Conclusiones
El desarrollo UNLisitrón, tanto del hardware como del software para entregar en tiempo
real la información de peso del contenedor y del lixiviado, mostró una gran robustez para
ser aplicado en los estudios de consumo de agua del cultivo de clavel en particular y su uso
puede ser ampliado a otros cultivos hortícolas sembrados en sustrato, ajustando el tipo de
contenedor y sistema de pesaje del mismo.

Mediante el UNLisitrón no solo es posible identificar los niveles de humedad para riego
Figura 8. Despliegue en el computador de la información solicitada, número de lisímetro y tipo y los que finalmente quedan al aplicarse, sino también garantizar un apropiado y previa-
de contenedor a través de la dirección IP. a) Información del 26/11/2013; y b) información del mente seleccionado nivel de lixiviado, por cuanto la estrategia generalizada de aplicación
16/12/2013.
de fertirriego en el clavel depende específicamente de un valor establecido de porcentaje
de lixiviado. Es decir, el riego se puede realizar con base en los contenidos de humedad del
contenedor de sustrato, lo que implicaría una sustancial diferencia con lo que actualmente
se lleva a cabo: pulsos de riego aplicados en intervalos de tiempo fijos. Esto inexorablemen-
te conduce a desperdicios de agua y fertilizante.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 10

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∙ 188 ∙
∙ Capítulo 11 ∙

Consideraciones sobre factores que influyen en


la longevidad poscosecha de flores de corte*

Carlos A. Gómez G.1, Aníbal O. Herrera A.2 y Víctor J. Flórez R.3

Resumen
La fisiología poscosecha de flores de corte y los factores que influyen en la longevidad
floral son temas en los cuales el sector floricultor colombiano necesita estar actualizado.
Asimismo, se deben conocer aspectos relevantes en la poscosecha y métodos para el con-
trol del etileno con el fin de generar un valor agregado en el producto, a través del aumento
de vida en florero, por medio de alternativas basadas en inhibidores de su biosíntesis y su
acción. Se considera que el uso de la nanotecnología con respecto a los manejos convencio-
nales puede ser una alternativa para el manejo del etileno. Por su parte, las buenas prácticas
agrícolas en pre y poscosecha son factores que inciden en la longevidad floral; entre ellas
se destacan el fertirriego, la recirculación de solución de fertirriego y el uso de sustrato con
características fisicoquímicas relevantes en sistemas de cultivo sin suelo. Sin embargo, no
son los únicos factores determinantes en la longevidad floral, ya que los manejos pre y pos-
cosecha, además de la interacción entre factores genéticos y ambientales, afectan la fisiolo-
gía poscosecha de la flor de corte. El etileno y la temperatura ambiental son los principales
factores que afectan la conservación de las flores de corte. A partir del papel del etileno en
la senescencia floral y de su relación con la vida en florero, es necesario establecer alterna-
tivas para su control a través de posibles tratamientos.

Palabras clave: etileno, longevidad floral, cultivo sin suelo.


* Para citar este artículo: Gómez G., C.A., A.O. Herrera A. y V.J. Flórez R. 2017. Consideraciones sobre factores
que influyen en la longevidad poscosecha de flores de corte. En: Flórez R., V.J. (Ed.). Consideraciones sobre
producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel. Bogotá: Editorial Universidad
Nacional de Colombia. pp. 189-210.
1  Químico, magíster en Ciencias Agrarias. Estudiante de doctorado en Ciencias Agrarias, Facultad de Ciencias
Agrarias, Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá. cagomezg@unal.edu.co.
2, 3 Profesores Asociados, Departamento de Agronomía, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de
Colombia - Sede Bogotá. aoherreraa@unal.edu.co y vjflorezr@unal.edu.co.

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 11

Introducción El proceso de senescencia floral puede entenderse como cambios degenerativos endóge-
namente controlados, que son la causa de eventos genéticamente programados; por ejem-
La búsqueda de alternativas en la poscosecha de flores de corte para mantener los ta- plo, la senescencia de pétalos es parte de un continuo del desarrollo de la flor, que fue
llos florales y buqués dentro de los estándares que el mercado exige ha llevado al sector precedido por diferenciación celular, crecimiento y la establecimiento de pétalos (Eason,
floricultor colombiano a la implementación de tratamientos que otorguen valor agregado 2006). La senescencia de pétalos está acompañada de cambios funcionales a nivel celular,
en longevidad floral, calidad y mantenimiento del color, entre otros atributos. En la senes- en la membrana se destacan cambios en la permeabilidad, en la actividad enzimática y en
cencia de un tallo floral están involucrados diversos factores, que sumados al manejo pre y la capacidad de toma y movilización de solutos y receptores hormonales (Fanourakis et al.,
poscosecha conllevan a la pérdida de valor de ornato. Sin embargo, en poscosecha no hay 2013). De acuerdo con Baker et al. (1982), la senescencia floral se caracteriza por el aumen-
un tratamiento estándar para todas las flores de corte que retrase la senescencia y aumente to de la actividad RNasa y de otras enzimas hidrolíticas, producción de etileno, aumento de
su longevidad floral. Algunos tratamientos específicos contribuyen a mitigar factores como la viscosidad y permeabilidad de membranas con pérdida de iones y estabilidad celular, lo
balance hídrico, contenido de carbohidratos, balance hormonal, manejo precosecha, dete- que conlleva al marchitamiento de pétalos, un indicador de la senescencia en rosa que se
rioro del color, entre otros. determina en términos de longevidad floral (Fanourakis et al., 2013).

Al plantear alternativas para el manejo de la pérdida del valor de ornato, se encuentra Factores que afectan la vida poscosecha
que existe opciones para el control del etileno utilizando compuestos diferentes a 1-metil-
ciclopropeno (1-MCP) que han sido considerados para aumentar la vida poscosecha como Aunque los criterios externos de calidad como la apariencia, el color y la uniformidad
derivados del ciclopropeno, por ejemplo el ácido 3-ciclopropil-1-enil propanoico o su sal son las principales variables que influyen en la decisión del consumidor para su compra,
sódica (Goren et al. 2011), así como otros productos utilizados para inhibir la acción y bio- el factor longevidad floral es fundamental. Mantener una buena calidad en las flores de
síntesis del etileno. Además del control convencional del etileno, se pueden utilizar sen- corte para exportación depende de un buen entendimiento de los factores que conducen
sores basados en compuestos nanometálicos para la detección y eliminación del etileno a su deterioro (Fanourakis et al., 2013). La vida en florero es importante y a menudo no se
durante el almacenamiento, en el empaque y en florero. considera que pueda depender en gran medida de factores precosecha y de las condiciones
ambientales durante el desarrollo de las plantas. Esta dependencia se relaciona principal-
mente con dos aspectos: la capacidad de respuesta de los estomas que regulan la pérdida
Fisiología poscosecha en flores de corte de agua y el nivel de carbohidratos de la flor (Fischer, 1999; Fanourakis et al., 2013). Al
comparar cultivares de rosa, la pérdida de agua después de la cosecha y la vida en florero no
La fisiología de la flor cortada con respecto a su proceso poscosecha está determinada muestran correlación, lo que indica que la resistencia del tejido a la cavitación y a la pérdida
por una serie de factores endógenos y exógenos. Debido a la exigencia durante el transporte de agua desempeña un papel importante en la incidencia de los síntomas del estrés hídrico.
y almacenamiento de la flor de corte, las condiciones precosecha como intensidad lumínica, Así, la vida en florero está determinada por la interacción fenotipo versus condiciones de
temperatura, humedad relativa, nutrición y el suministro de agua son factores importantes poscosecha, mientras que el fenotipo es el resultado de la interacción entre el genotipo y el
para producir flores con alto contenido de carbohidratos y durabilidad en la poscosecha ambiente del desarrollo de las plantas (Fanourakis et al., 2013).
(Smith et al., 2014). En cultivo, los tallos florales se cosechan en diferentes estadios de de-
sarrollo fenológico, ya sea cuando los botones comienzan a abrir (rosa, gladiolo), o cuando Factores ambientales
están completamente abiertas o cerca de estarlo (crisantemo, clavel); por tanto, se debe
tener en cuenta que para el mercado local generalmente se cosechan los tallos florales con Los factores ambientales tales como nutrición, época de desarrollo del cultivo, contami-
flores más abiertas que aquellas destinadas al almacenamiento o transporte a larga distan- nantes en invernadero, susceptibilidad a patógenos e interacciones entre los factores gené-
cia. Por otra parte, debe considerarse que el mercado exige cambios y renovación constante tico y ambiental tienen influencia en la vida en florero y, por tanto, se deben establecer cuá-
de sus productos de acuerdo con buenas prácticas agrícolas (BPA) y manejos poscosecha les condiciones afectan la longevidad floral. Los factores abióticos como la luz (intensidad,
que permitan mayor tiempo de almacenamiento y longevidad floral (Scariot et al., 2014). calidad y periodicidad), aire, suelo, temperatura, dióxido de carbono, humedad relativa del
aire, velocidad del viento, nutrición y sus interacciones son determinantes en el desarrollo
de las plantas y tienen efectos en poscosecha (Fanourakis et al., 2013).

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 11

En los Países Bajos, Marissen y Benninga (2001) encontraron una variación de hasta el capacidad de respuesta de los estomas en rosas cultivadas en humedad relativa alta y con el
70 % cuando, en condiciones idénticas en poscosecha, evaluaron la vida en florero de rosas uso de lámparas de sodio o diodos emisores de luz (roja y azul), con lo cual se encontró que
cv. First Red procedentes de 35 productores. Como en este caso el componente genético y entre 5 y 20 % de luz azul aumentó el desarrollo foliar. La luz azul afecta el comportamiento
las condiciones de poscosecha pueden ser excluidos, la variación en la vida en florero sería de los estomas; sin embargo, la interacción del efecto de la luz azul con humedad relativa
causada por el entorno de desarrollo de las plantas; por ejemplo, cuando se presentan hu- elevada, en la capacidad de cierre de los estomas y sobre la vida en florero, aún no ha sido
medades relativas por encima del 85 %, común en el invernadero especialmente durante el estudiada (Shimazaki et al., 2007; Hogewoning et al., 2010). De acuerdo con Oyaert et al.
invierno debido principalmente a una baja ventilación, se ejerce un efecto menor sobre el (1999) el uso de mallas de colores en crisantemo, como una alternativa de filtro espectral,
crecimiento y la calidad visual en rosas de corte (Torre y Fjeld, 2001), aunque a menudo, proporciona a los agricultores una herramienta para la regulación del crecimiento en orna-
dependiendo del cultivar, se reduce la vida en florero (9 - 80 %) y el diámetro de la flor entre mentales. En el estudio se utilizaron tres mallas de colores de polietileno y se observó un
3 y 27 %. En rosas sensibles a humedad relativa alta la funcionalidad de los estomas es más aumento en la elongación del tallo con el incremento del porcentaje de color azul, en com-
afectada durante el desarrollo de la planta, lo cual está relacionado con baja concentración paración con el control. Aunque se desarrollaron menos hojas, la longitud de los entrenudos
endógena de ácido abscísico en las hojas (Mortensen y Gislerød, 2005; Fanourakis et al., fue significativamente más corta, conque se presentó menor número de brotes axilares,
2012; Arve et al., 2013). área foliar y masa seca.

La alternativa de aumentar la temperatura del aire no tiene acogida entre los producto- Los fotoperiodos cortos y una mayor concentración de CO2 no inducen grandes efectos
res, debido al aumento en los costos por el calentamiento de los invernaderos. Igualmente, en la vida en florero, por tanto, no se puede explicar lo reportado para efectos estacionales;
la ventilación inducida por el aumento en la velocidad del viento también incrementa la tasa sin embargo, con baja intensidad lumínica, la vida en florero decrece significativamente. Las
de transpiración de la planta, que, a su vez, aumenta la conductancia estomática y modifica rosas cultivadas durante el invierno o el verano presentan diferencias en la vida en florero,
la humedad relativa en la capa límite; sin embargo, el efecto de velocidad del viento en la factor que debe considerarse cuando se realizan las investigaciones. Si bien en el territorio
funcionalidad de los estomas en ambientes de humedad relativa alta aún no se ha estudia- colombiano no se observa el efecto estacional de forma marcada, es necesario tener en
do. Una humedad relativa elevada durante la última fase de expansión foliar (95 % HR y más cuenta las épocas de sequía y de lluvia.
de dos días a 19 oC) es el factor más decisivo que determina la capacidad de cierre de los
estomas (Fanourakis et al., 2011). Durante el período de cultivo de rosa, Marois et al. (1988) mencionan que un aumento en
el déficit de presión de vapor, causado por mayor temperatura del aire y menor humedad, se
Se han realizado investigaciones en diferentes cultivares relacionadas con la longevi- correlaciona con menor susceptibilidad a infecciones por Botrytis cinerea. En el mismo estudio,
dad floral en respuesta a humedad relativa elevada y a luz continua (Mortensen y Gislerød, flores cultivadas en condiciones de alta velocidad del viento (0,55 m s-1) fueron significati-
2005; Fanourakis et al., 2012); en contraste, hay pocas investigaciones acerca de los efectos vamente más susceptibles a la infección en comparación con las cultivadas a 0,18 m s-1. Los
de la velocidad del viento (Mortensen y Gislerød, 1997) y temperatura del aire (Marissen y síntomas de infección de la enfermedad son uno de los criterios de descarte en la evaluación
Bennigna, 2001). Se han encontrado cultivares que muestran tolerancia a humedad relativa de la vida en florero (Macnish et al., 2010).
elevada y a luz continua, cuando estos factores se aplicaron por separado; sin embargo,
cuando son aplicados simultáneamente, la vida en florero disminuye en por lo menos 34 % Otra área que no ha recibido suficiente atención es el papel de los contaminantes del
en todos los cultivares examinados, en comparación con rosas cultivadas con humedad re- aire, como dióxido de azufre y compuestos nitrogenados, que podrían estar presentes en
lativa baja (75 %) y fotoperiodo más corto (18 h) (Mortensen y Gislerød, 1999). niveles relativamente elevados en el invernadero, a menudo originados a partir de hornos o
generadores de dióxido de carbono y de fuentes externas. La capacidad de respuesta de los
Prácticas en cultivo para mitigar condiciones ambientales estomas es variada ante la exposición a estos contaminantes (Wilkinson y Davies, 2009). A
pesar de la importancia demostrada de las condiciones ambientales durante el desarrollo
En raras ocasiones se han reportado los factores ambientales o prácticas de cultivo que del cultivo y en la vida en florero, estos factores no han recibido la atención requerida en los
contrarresten el efecto negativo de la humedad relativa alta sobre la vida en florero en estudios de poscosecha.
rosas, sin disminuir el déficit de presión de vapor (DPV), a pesar de que esto sea una limitan-
te significativa de la calidad poscosecha en flores de corte. Terfa et al. (2012) estudiaron la

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 11

Para prolongar la vida en florero de tallos florales, entre otros, los tratamientos poscosecha la vida en florero de rosa por cerca de 1 día, debido a una inadecuada regulación del balance
a base de 1-metilciclopropeno (1-MCP), metil jasmonato (MeJA), tiosulfato de plata (STS), hídrico (Gorbe, 2009).
ácido 3-ciclopropil-1-enil propanoico o su sal sódica (CPAS), auxinas y citoquininas, junto a las
condiciones de almacenamiento, tipos de embalaje y demás medidas adoptadas en la cadena, Khoshgoftarmanesh et al. (2008) evaluaron el efecto de diferentes concentraciones de
facilitarían los procedimientos a optimizar en la comercialización de flores de corte. Fe, Zn, Mn y Cu en la solución nutritiva en tres cultivares de rosa y encontraron que, de-
pendiendo del cultivar y considerando que los otros micronutrientes no tuvieran ningún
Importancia del momento de cosecha efecto, el aumento en la concentración de Zn prolonga la vida en florero en más del 5 %.
En general, aunque la disponibilidad de nutrientes parece tener efectos limitados sobre la
El momento del día de la cosecha generalmente no se indica en los estudios de posco- vida en florero, el potencial de micronutrientes específicos (por ejemplo Zn y Ca) aún debe
secha, excepto para un número limitado, por ejemplo en rosa, realizado por Ahmad et al. ser estudiado, al igual que su sinergismo con algunas proteínas y hormonas, por ejemplo
(2011). Al menos en parte, la variación en el potencial hídrico (Ψ) y conductividad explican auxinas y citoquininas.
la heterogeneidad en la longevidad floral, afectada por el periodo trascurrido desde la cose-
cha. Como el Ψ disminuye en el transcurso del día (Fanourakis et al., 2011), se entiende que
en respuesta al corte ocurra la obstrucción en haces del xilema por acumulación de calosa El etileno en el manejo poscosecha en flores de corte
(van Leperen et al., 2001) o por la formación de vapor de agua a presiones negativas en el
conducto de xilema, en donde la savia es reemplazada instantáneamente por vapor de agua Las características propias de cada producto como el contenido de agua, carbohidratos,
(Doorn y Suiro, 1996). Bajo esta condición de estrés, el xilema experimenta alta tensión la intensidad respiratoria y la sensibilidad al etileno se asocian al grado de perecibilidad.
(presión negativa), promoviendo la entrada de aire al xilema. Además de la fisiología y bioquímica del etileno en flores de corte, donde se sabe que algu-
nos materiales presentan comportamiento climatérico y no climatérico, la sensibilidad al
Debido a estas razones, se considera adecuado planificar la cosecha al comienzo del pe- etileno es uno de los limitantes más importantes para ofertar productos de mejor calidad y
riodo de luz, en un intervalo de tiempo corto. La decisión del momento del corte tomada con una mayor longevidad floral.
con respecto a las condiciones del entorno del cultivo afecta la vida en florero. Las variacio-
nes pueden deberse a cuatro aspectos: i) hora del día para la cosecha, ii) métodos de corte y El etileno ha sido reconocido por controlar procesos fisiológicos, incluyendo la madu-
acondicionamiento, iii) condiciones de la sala de almacenamiento, y iv) pico de producción. ración, abscisión, senescencia y las respuestas a estreses biótico y abiótico (Khan, 2007).
Además, la longevidad floral depende de los criterios para determinar la pérdida de valor de Considerables evidencias fisiológicas, bioquímicas y moleculares indican que la regulación
ornato. Por ejemplo, en clavel la primera señal de marchitamiento, el grado de inclinación del de su acción es mediada por niveles endógenos y exógenos que son determinantes en la
botón floral, y la incidencia de patógenos son considerados para establecer la pérdida de valor biosíntesis de etileno, su percepción por los receptores (ETRs), la transducción de señal y
de ornato. La incidencia de B. cinerea, aunque disminuye la vida en florero, no está directamen- regulación positiva y negativa (CTR, EIN2, EIN3 etc.), al igual que la regulación de la expre-
te vinculada con el estatus hídrico del tallo floral; el tratamiento con 1-MCP puede disminuir sión de genes mediante factores de transcripción como los factores de respuesta a etileno
la incidencia de este patógeno y retrasar la senescencia en clavel (Seglie et al., 2009). (ERFs) que regulan firmeza, sabor, color, aroma, eventos fisiológicos regulados por un con-
junto o factores individuales de transcripción (Bapat et al., 2010). La modificación genética
Influencia de la nutrición en la longevidad floral de plantas puede ser muy eficaz en el control de la síntesis de etileno y su percepción.

En general, el incremento de la conductividad eléctrica (CE) en hasta 5 mS cm-1 con res- Las respuestas generadas por el etileno, ya sea por su producción endógena o por la apli-
pecto a los niveles normales (alrededor de 2 mS cm-1) en la solución de fertirriego, ya sea cación, se pueden clasificar como deseables y no deseables (Scariot et al., 2014; Blankens-
por el aumento de los macronutrientes, ejerce un efecto poco significativo en la longevidad hip y Dole, 2003). El etileno media la senescencia floral prematura de pétalos en flores, por
floral (Gislerød et al., 1993). Sin embargo, un aumento en la concentración de nitrógeno en lo que afecta la vida poscosecha de varias especies utilizadas como flor corte. La exposición
la solución nutritiva disminuye la vida en florero entre 0,3 y 2,5 días (Menard et al., 1996). a etileno exógeno o producido de forma endógena se puede controlar de varias maneras,
De otro lado, la reducción en las concentraciones de nutrientes hasta en un 40 % disminuye que incluyen el uso de inhibidores de la biosíntesis de etileno o inhibidores de su acción
y tecnologías de eliminación (Scariot et al., 2014). Sus aplicaciones sirven para controlar

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 11

los niveles de etileno, manejar la poscosecha en la industria de las flores y mejorar la efi- Estrategias y control de etileno
cacia de inhibidores como el 1-MCP y el ion Ag+1; por ejemplo, en clavel la aplicación del
1-MCP (3,6 μL L-1) disminuye la incidencia de Botrytis cinerea (Seglie et al., 2009). Goren et La biosíntesis de etileno, la percepción y transducción de señal, y su regulación bioquí-
al. (2011) patentaron el producto conocido como ácido 3-ciclopropil-1-enil propanoico o mica y genética están bien documentadas (Wang et al., 2002). Este conocimiento se ha
su sal sódica (CPAS), un nuevo antagonista de etileno que en Colombia aún no ha sido utili- utilizado para desarrollar diferentes estrategias con la finalidad de reducir la producción de
zado. Es soluble en agua, no es tóxico y se puede utilizar a concentraciones del orden de 0,8 etileno o inhibir su acción, ya sea con nuevos cultivares o con tratamientos en la fase posco-
a 1,5 μg mL-1 en flores de corte. secha. La senescencia prematura y la abscisión causada por la exposición a etileno exógeno
o endógeno pueden ser mitigadas de varias maneras, incluyendo estrategias genéticas, am-
El etileno como un regulador endógeno y exógeno bientales y químicas; la modificación genética es una manera eficaz de control de la síntesis
de etileno y su percepción. Los intentos de obtener plantas con biosíntesis reducida de eti-
La vida en florero termina con la abscisión de pétalos que aún están turgentes o por mar- leno endógeno o una sensibilidad menor a etileno han sido revisados por Serek et al. (2006).
chitamiento del pétalo. En muchas especies estos procesos están regulados por cambios en
los niveles endógenos de etileno (van Doorn, 2001; van Doorn y Woltering, 2008), conside- En cuanto a las estrategias genéticas, se han estudiado los cambios en la expresión géni-
rando que los tejidos vegetales sintetizan pequeñas cantidades de etileno (0,1 - 0,2 μL kg-1 h-1 ca durante la senescencia de pétalos a través de la transcriptómica de un número de espe-
Martínez-Romero et al., 2007); sin embargo, los cambios en la producción de etileno durante cies modelo, por ejemplo, petunia, arabidopsis y especies de flores de corte (alstroemeria y
el desarrollo de la planta están relacionados con sus estadios fenológicos (Yang y Hoffman, clavel). En especies en las que la senescencia de pétalos está relacionada con la sensibilidad
1984). Aunque el etileno es biológicamente activo a concentraciones muy bajas (nL-1 L-1), hay a etileno, los grupos de genes pueden ser identificados como etileno-regulados que com-
diferencias significativas en la sensibilidad al etileno entre especies e incluso entre cultivares prenden factores de transcripción, genes que codifican para enzimas en la ruta de biosínte-
de la misma especie (Serek et al., 2006; Scariot et al., 2008). Una clasificación detallada de la sis, receptores y señalización, y genes de respuesta para etileno (Rogers, 2013).
sensibilidad de diferentes especies de plantas al etileno fue reportada por van Doorn (2001).
La biosíntesis de etileno está regulada principalmente por el ácido 1-aminociclopropa-
Susceptibilidad a etileno y efectos no-1-carboxílico (ACC), ACC sintasa y ACC oxidasa. El éxito de la empresa Florigene en re-
trasar la senescencia floral en clavel fue a través de la regulación de ACC oxidasa (Savin et
La sensibilidad al etileno en plantas ornamentales se puede clasificar en tres tipos (Kumar al., 1995); sin embargo, la regulación del gen de la ACC sintasa en clavel reduce la produc-
et al., 2008): en primer lugar, aquellas cuya senescencia está regulada por una mayor canti- ción de etileno y el uso de secuencias antisentido en petunia para ACC oxidasa y ACC sintasa
dad de producción de etileno con el envejecimiento o después de la polinización; por ejem- retrasa la senescencia floral (Huang et al., 2007), por lo que la estrategia en el control del
plo, en clavel y petunia (Serek et al., 1995); en segundo lugar, las que solo se vuelven sensi- etileno puede tener un enfoque más amplio. Estas estrategias no tienen ningún efecto cuan-
bles al etileno y producen mayores cantidades de la hormona cuando son polinizadas, por do las flores están expuestas a etileno exógeno, como puede ocurrir durante el transporte
ejemplo en ciclamen (Halevy et al., 1984), y, en tercer lugar, las flores sensibles al etileno y la comercialización.
después de la apertura floral, pero que no producen cantidades elevadas a medida que en-
vejecen, por ejemplo rosa (Kumar et al., 2008). Por lo anterior, centrarse en la percepción al etileno es un enfoque más eficaz para pro-
teger las flores del etileno exógeno en la cadena de suministro. La percepción de etileno se
Además de acelerar la senescencia de pétalos y el deterioro de la flor, el etileno, endóge- produce a través de una vía de señalización bien conservada y el receptor está codificado
no o exógeno, puede inducir a otros trastornos fisiológicos indeseables durante el almace- por una familia de cinco genes: ETR1, ETR2, EIN4, ERS1 y ERS2 (Yoo et al., 2009). El des-
namiento poscosecha, incluyendo la susceptibilidad a patógenos, por ejemplo a botrytis. La cubrimiento de la expresión de un gen mutado ETR1 de arabidopsis (etr1-1), que altera la
enfermedad causada por este hongo en rosa y clavel se contrarrestaría con aplicaciones de señalización de etileno (Wilkinson et al., 1997), es una herramienta útil que se ha utilizado
1-MCP (Seglie et al., 2012). Sin embargo, dependiendo del tipo de patógeno y del material con éxito para retrasar la senescencia en petunia y clavel (Clevenger et al., 2004; Binder,
vegetal, el papel del etileno puede ser diferente; de hecho, las plantas deficientes en la se- 2008). Otros genes en la vía de señalización de etileno, como EIN2, que es corriente abajo
ñalización de etileno pueden mostrar aumento en susceptibilidad o en resistencia. del receptor, también han sido regulados en ornamentales como petunia, resultando en el
retraso de su senescencia (Shibuya et al., 2004).

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Aunque estos enfoques parecen haber tenido éxito, falta comercialización de líneas El 1-MCP fue el primer inhibidor de la acción del etileno patentado. Las condiciones del
transgénicas de plantas ornamentales. Uno de los obstáculos es que hay cientos de varie- tratamiento y los efectos sobre especies ornamentales han sido revisados por Blankens-
dades de especies ornamentales de flores de corte y solo alrededor de cincuenta especies hip y Dole (2003). Además, su eficacia ha sido documentada y es utilizado con el nombre
ornamentales son transformables (Chandler y Sánchez, 2012). Una barrera adicional se comercial de EthylBloc® y SmartFreshTM (Serek et al., 2006). Sin embargo, las caracterís-
atribuye al costo y la complejidad del proceso de regulación en los diferentes mercados. Por ticas químicas del 1-MCP conllevan a dificultades en su uso debido principalmente a: i) el
otra parte, a pesar de que el mercado europeo es el mayor mercado de plantas ornamenta- material vegetal debe mantenerse en lugar cerrado para evitar pérdida de producto; ii) el
les, es uno de los más estrictos en cuanto a regulación. efecto puede ser transitorio en algunas plantas, dependiendo de la especie, concentración
e iluminación (Blankenship y Dole, 2003), por lo tanto, en ornamentales se requieren apli-
En las flores de corte, concentraciones de 0,015 a 0,100 μL L−1 se han recomendado en caciones adicionales o mayores concentraciones (Serek y Sisler, 2005); iii) su acción parece
las áreas de procesamiento y almacenamiento como un indicador, en donde se empiezan ser reducida por la baja temperatura del tratamiento (0 a 5oC) y en presencia de etileno exó-
a presentar efectos de la percepción al etileno exógeno (Reid y Jiang, 2012). Las opciones geno (Seglie et al., 2011). Además, vehículos convencionales de suministro de 1-MCP, tales
comerciales para el control de etileno en la vida de florero, entre otros, incluyen materiales como ciclopropenos y ciclodextrinas, tienen baja eficacia conservante y, en consecuencia,
como: membranas para filtración, bolsas pequeñas como parte del ramo de flores, pelícu- requieren altas concentraciones de ingrediente activo.
las de polietileno para generar atmósfera modificada, materiales adsorbentes tipo zeolitas
(Limtrakul et al., 2001) y carbón activado (Bailén et al., 2006). La eficiencia del carbón ac- Se ha avanzado en contrarrestar algunas de estas limitaciones mediante el desarrollo
tivado como un adsorbente depende de sus propiedades físicas y químicas, así como de la de compuestos a base de 1-MCP, que puedan ser aplicados en formulaciones no volátiles.
formulación del material de forma granular, en polvo o fibra. Al respecto, Martínez-Romero Compuestos derivados del ciclopropeno, como el ácido 3-ciclopropil-1-enil propanoico o su
et al. (2007) encontraron los mejores resultados, en términos de tasa de adsorción de etile- sal sódica (Goren et al. 2011) y N,N-dipropil (1-ciclopropenilmetilo) amina (DPCA) (Sisler
no, en la presentación de forma granular (80 %) y de fibra (40 %); sin embargo, las técnicas et al., 2009). Los compuestos derivados del ciclopropeno difieren entre sí en su estructura
de adsorción transfieren el etileno a otra fase (la matriz adsorbente sólida), en lugar de química, pero todos tienen un grupo metilo en la posición 1, en la que una amina está sus-
oxidarlo y no garantizan su total eliminación. tituida.

Finalmente, en las estrategias químicas para el control de etileno, el uso de inhibidores Estos compuestos pueden ser utilizados como gas en espacio confinado o como ácido
de la biosíntesis de etileno y su percepción, conduce a una reducción en los niveles de eti- o su sal en espacios abiertos. En este sentido, la compañía Floralife comercializa el 1-MCP
leno endógeno en tallos florales. Estos incluyen, entre otros productos, iones de cobalto en pequeñas bolsas que se asemejan a las de té, las cuales se deben sumergir en agua justo
(Lau y Yang, 1976), ácido aminooxiacético (AOA) (Baker et al., 1982), aminoetoxivinilglicina antes de ser puestas en la caja de embalaje; el agua se difunde a través de la bolsa y el
(AVG) (Baker et al., 1977; Wang et al., 1977) y metoxivinilglicina (MVG) (Reid y Wu, 1992). 1-MCP se libera dentro de la caja. Esta técnica es eficaz y puede aplicarse con el objeto de
prolongar la longevidad floral y disminuir el efecto del deterioro causado por botrytis, de-
El AVG y MVG son difíciles de preparar, por tanto, demasiado costosos para su uso prácti- terminante en la vida en florero (Reid y Celikel, 2008).
co. Los estudios con AOA también indican riesgos toxicológicos. Además, la fitotoxicidad es
a menudo un problema con estos compuestos. Nuevos derivados del AOA se han propuesto
recientemente, incluyendo butanoato de 4-[[2-[[(1-fenilmetilideno) amino] oxi] acetil] oxi] Nanotecnología para el control del etileno
etilo, más eficaz que el AOA (Zeng et al., 2012). Estos productos químicos solo son eficaces
contra la acción del etileno endógeno; en consecuencia, a pesar de que hay reportes de su Además de las alternativas descritas anteriormente, la aplicación de compuestos a es-
eficacia en tallos florales de clavel estándar cv. Nelson (Cubillos et al., 2001), no tienen cala nano puede ser útil para el manejo del etileno en la poscosecha de flores de corte.
efecto cuando las flores están expuestas a etileno exógeno, como puede ocurrir durante La nanotecnología se define como el diseño, caracterización, producción y aplicación de
el transporte y la comercialización. Su uso es valioso para los estudios de la biosíntesis de estructuras, dispositivos y sistemas mediante el control de la forma y tamaño en la escala
etileno, pero poco efectivos en la práctica. nanométrica (Mousavi y Rezaei, 2011). La nanotecnología utiliza las características parti-
culares de las nanopartículas (estructuras de dimensiones 1 a 100 nm); estas y materiales
nanoporosos se pueden utilizar como soporte para inhibidores de la acción del etileno y

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 11

para controlar el crecimiento y el desarrollo de microorganismos. Al introducir estos com- Tabla 1. Nanomateriales reportados en la literatura para la detección, oxidación e inhibición de etileno.
puestos en el material de empaque se puede adsorber y oxidar etileno dentro de los rangos Nanomateriales Referencia bibliográfica
que permita dicho compuesto (Mousavi y Rezaei, 2011; Yadollahi et al., 2010); así, estas es-
Óxido de estaño, SnO2 Ivanov et al. (2005); Agarwal et al. (2012)
trategias ofrecen una alternativa para el manejo del etileno en la etapa de almacenamiento,
Óxido de tungsteno, WO3 Pitcher et al. (2003)
empaque y transporte. En la primera se pueden usar filtros (nanocatálisis/fotocatálisis) y
sensores que detecten concentraciones en el orden de microlitros en dispositivos electró- Paladio, Pd Pietrucha y Lalevic (1988)
nicos. Nanocompuestos con partículas activas en el material de empaque, en contenedores Platino, Pt Winquist y Lundström (1987)
para el trasporte o en la solución de rehidratación en florero pueden ser una opción para el Óxido de titanio, TiO2 Zhang et al. (2002)
control de etileno en flores de corte sensibles a la fitohormona. Óxido de zinc, ZnO Kang et al. (2004)
Óxidos binarios WO3–SnO2 Pimtong-Ngam et al. (2007)
Sensores usados en nanopartículas para la detección del etileno Nano-Au/Co3O4 Li et al. (2008), catalizador Au
Polímero CD con liberación de 1-MCP Patentado por Trotta et al. (2006)
Los sensores de etileno se utilizan para detectar y controlar su concentración alrededor
Ácido 3-ciclopropil-1-enil propanoico o su sal sódica Goren et al. (2011)
de los tallos florales con el objetivo de evitar la exposición del material vegetal a etileno
exógeno que aumentaría la senescencia y marchitamiento de la flor, con la disminución
de su longevidad floral. Los nanomateriales más comunes utilizados para la detección de Entre los primeros sistemas de color se conoce el desarrollado por A.H. Munsell en 1905,
etileno son: dióxido de estaño (óxido de estaño, SnO2), trióxido de tungsteno (WO3), pa- a partir de grupos de tarjetas clasificadas a partir de su tono, luminosidad y saturación, y
ladio, platino, dióxido de titanio y óxido de zinc. La mayoría de estos materiales se utilizan que son la base de sistemas tradicionalmente usados como las cartas de color de la Royal
en los dispositivos basados en resistencias, donde su conductividad aumenta o disminuye Society of Horticulture of England.
en respuesta al etileno. Igualmente, su uso se puede extender a los empaques y materiales
utilizados durante el transporte y distribución de los tallos florales (tabla 1). Posteriormente se desarrollaron otros sistemas, entre los que se destacan a nivel indus-
trial y de investigación el sistema CIELab o CIE 1976, creado por la organización internacio-
nal de luz y color CIE (Commission Internationale de L’Eclairage), que concibe el color como
Color, el valor del ornato un concepto continuo que se puede representar en un espacio esférico definido por las
coordenadas L* (Luminosidad), a* tendencia del color entre rojo (positivo) y verde (negati-
Para los consumidores, el color es un atributo importante al adquirir tallos florales. El vo) y b* tendencia del color entre amarillo (positivo) y azul (negativo). Como se observa, la
color consiste en una sensación visual que se origina por la estimulación que produce la luz combinación de los valores determinados en los ejes a* y b* definen la combinación cromá-
que refleja un objeto sobre la retina del ojo; en el caso de las flores sucede por el estímulo tica de un objeto, a lo cual se le suma el valor de la luminosidad definida en el eje L (Barrett
que se genera cuando interactúa la luz con las betalaínas, los carotenoides y los flavonoides, et al., 2010); los tres puntos definen la ubicación exacta de un color en un espacio esférico y
que son los principales pigmentos presentes en las flores (Tanaka et al., 2009). permiten la comparación entre diferentes objetos. Para medir las coordenadas anteriores se
han desarrollado colorímetros, espectrofotómetros y ecuaciones que permiten determinar
Infortunadamente la percepción del color por parte de las personas tiene un carácter las diferencias de color entre muestras.
subjetivo y no provee la precisión necesaria para describir adecuadamente los cambios de
color y las diferencias de color entre muestras, tal como se requiere en el mercado de las Con este sistema se pudo comprobar el efecto de las temperaturas de almacenamiento
flores. Por lo anterior, se han desarrollado métodos cuantitativos que permitan detectar en el color de heliconias (Costa et al., 2011), el efecto de cubiertas plásticas en el color de
diferencias y establecer parámetros objetivos. flores de áster (Solaiman, 2008) o el efecto estacional sobre el color de gerberas (Tour-
jee, 1993). De la misma manera, se podrían evaluar los cambios de color en programas
de mejoramiento de flores, los cambios generados por prácticas agronómicas, por cambios
climáticos, por tratamientos en poscosecha o para definir estándares de calidad en procesos
comerciales, entre otras aplicaciones.

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Otro aspecto que según Yang et al. (2014) se debe tener en cuenta es la dependencia del pios del sector floricultor. Entre los resultados obtenidos con aplicación en el sector, están
color de la iluminación, puesto que generalmente presenta diferencias cuando se tienen las recomendaciones para el uso sustrato proveniente de la mezcla de cascarilla de arroz
lámparas fluorescentes de 3.500 K, en 500 y 2.000 lx. A 500 lx, los valores del índice de quemada (CAQ) con fibra de coco (FC), donde es importante tener en cuenta recomenda-
color son superiores para flores de color púrpura-azul, donde color púrpura es el más ade- ciones que son dependientes de cada especie. Sin embargo, para las condiciones y reque-
cuado en arreglos florales que se mantendrán a menor iluminación en la etapa de florero. rimientos de cada cultivo es necesario determinar la fracción del drenaje que se utilizará
Por lo tanto, los colores percibidos por el consumidor son un aspecto que los productores y para mantener un nivel aceptable de CE, entre otros parámetros. Es este mismo estudio, la
comercializadores deben tener en cuenta para posicionarse en nuevos mercados. CIC y la relación C:N solo fueron influenciadas por el factor sustrato, y se obtuvieron valo-
res de CIC significativamente mayores a medida que aumentó el porcentaje de FC. En este
Una práctica común en las salas de poscosecha de flores de corte es la adición de saca- estudio, la C:N tendió a valores mayores en el sustrato con mayor contenido de CAQ, que
rosa a la solución de hidratación, lo cual prolonga la vida de la flor, promueve su apertura e principalmente son más ácidos y presentan mayor CIC. Por tanto, en flores de corte, donde
incrementa la expresión del color de la flor en clavel (Zhao y Tao, 2015), rosa y lisianthus, es importante el nivel nutricional adecuado, reserva de carbohidratos, balance hídrico y
cuyos pigmentos son principalmente antocianinas. Los efectos de la adición de azúcar están hormonal a través de los diferentes estadios fenológicos, la CIC, CE, pH, C:N, propiedades
asociados con optimizar la absorción de agua. físicas y químicas, y carga microbiana entre otras, se hacen importantes al momento de se-
leccionar y usar un sustrato que podría tener influencia en la poscosecha de flores de corte,
específicamente en la longevidad floral.
Aspectos relevantes en el cultivo sin suelo
y su influencia en la poscosecha Los requerimientos nutricionales en CSS y los impactos de la relación NO3- /NH4+ en el
agua de riego sobre la rizósfera y pH son factores determinantes en la longevidad floral, por
ejemplo en rosa, caso de estudio de Farahi et al. (2014). En este contexto, con el objeto de
En investigaciones realizadas en cultivos sin suelo (CSS), Abad et al. (2005) y Farahi et determinar el efecto NO3-, NH4+ y proporción de urea en la solución nutritiva sobre la con-
al. (2014) mencionan que los diferentes factores que afectan la nutrición, como la compo- centración de minerales y la vida en florero de rosa, los autores encontraron que la concen-
sición y concentración de nutrientes a nivel de rizósfera, entre otros, son dependientes del tración más baja de Ca se obtuvo en las plantas a las que se les suministró 0 NO3-; 100 NH4+
sustrato empleado y finalmente determinarán la vida en poscosecha del tallo floral. El CSS y 0 Urea. Las relaciones más altas del ion nitrato en la solución de nutrientes aumentaron
puede ser en un sistema abierto a solución perdida (no recirculante), como el que común- la cantidad de N, P, K y Ca. La cantidad de microelementos (Fe, Zn y Cu) mostró un fuerte
mente se usa en la Sabana de Bogotá para el cultivo de clavel, como lo describe Vélez et descenso por el aumento de amonio y urea en la solución nutritiva; sin embargo, con un
al. (2014); o un sistema cerrado, con recirculación de la solución nutritiva (Marfá, 2000). aumento de la concentración de nitrato en la solución, la concentración de microelementos
No obstante, hay riesgos al tener raíces pequeñas, baja capacidad de intercambio y movili- aumentó.
dad de nutrientes, debido a variaciones en la temperatura en la rizósfera (Silber y Bar-Tal,
2008). Así, los problemas nutricionales de plantas cultivadas en sustrato, se centran en los Al usar urea en solución se mejora la nutrición, pero la vida en el florero se reduce. Se
efectos del pH sobre las funciones de la raíz, en variaciones en la capacidad de intercambio presenta la vida en florero más baja, 11,1 días, cuando se utiliza 0 NO3-; 0 NH4+ y 100
catiónico (CIC), conductividad eléctrica (CE), relación C:N, y en la disponibilidad de nutrien- Urea, y 17,6 días en 50 NO3-; 25 NH4+ y 25 Urea. En conclusión, la aplicación de 70:15:15
tes específicos en los diferentes estadios fenológicos (Argo et al., 1997). y 50:25:25 de NO3-, NH4+ y urea, respectivamente, generan mayor longevidad floral, en el
caso de rosa cultivada en CSS.
Un ejemplo de investigaciones realizadas en cultivos de flores de corte en el sistema de
CSS son los reportados de Farahi et al. (2014), Vélez et al. (2014), Martínez et al. (2011), La composición de un sustrato puede afectar directamente el éxito de la propagación,
Barrientos et al. (2011), Cuervo et al. (2011), y Asocolflores en sus investigaciones con el el establecimiento, el desarrollo, la calidad y la vida poscosecha. Por lo tanto, se han for-
apoyo del sector productivo, y publicaciones realizadas por el grupo de Horticultura de la mulado y comercializado sustratos para mejorar el drenaje, la distribución de las raíces y el
Universidad Nacional de Colombia, liderados por investigadores como Víctor Flórez, Carlos desarrollo de las plantas. Igualmente, se debe seguir las recomendaciones para garantizar
González y colaboradores en los últimos años. Dichas investigaciones abarcan temas sobre rendimiento y la duración de la flor teniendo en cuenta que estos factores varían por trata-
del uso de sustratos, recirculación de lixiviados (drenajes), riego y fertirriego, y otros pro- miento y especie estudiada (Smith et al., 2014).

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Consideraciones sobre producción, manejo y poscosecha de flores de corte con énfasis en rosa y clavel Capítulo 11

La FAO (2003) considera una Buena Práctica Agrícola (BPA) la recirculación de nutrien- Barrientos F., J.C., F.A. Alvarado y V.J. Flórez R. 2011. Cálculo de producción de rosas de corte
tes, debido a que la solución de nutrientes es almacenada, tratada y reutilizada, conque se en invernadero en la sabana de Bogotá. En: Flórez R., V.J. (Ed.). Sustratos Manejo del Clima,
reduce la contaminación del suelo y cuerpos de agua. Así, las BPA como la recirculación de Automatización y Control en Sistemas de Cultivo sin Suelo. Bogotá: Universidad Nacional de
la solución drenada, riego y la fertilización (fertirriego), las relaciones de nutrientes y el uso Colombia. pp. 15-36.
del sustrato adecuado con características fisicoquímicas relevantes, además de las prácticas Binder, B.M. 2008. The ethylene receptors: complex perception for a simple gas. Plant Science,
realizadas en pre y poscosecha, pueden afectar la longevidad de tallos florales de plantas 175(1):8-17.
cultivadas en un sistema de CSS. Los tallos florales producidos en la modalidad de CSS pue- Blankenship, S.M. y J.M. Dole. 2003. 1-Methylcyclopropene:a review. Postharvest Biology and
den tener un valor agregado que le permitirá competir bajo referentes de calidad por mayor Technology, 28(1):1-25.
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