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ESCUELA DE DERECHO
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Este primer principio se refiere a la superioridad de la Constitución y de la Ley
en sentido material; lo cual conlleva al absoluto sometimiento de la acción
administrativa al denominado bloque de la legalidad. Existe un aspecto muy
importante que se debe resaltar, y es que el principio bajo análisis no solo
comprende a la Constitución y las leyes formales emanadas del órgano
legislativo, sino también las disposiciones, que dictadas por el propio Poder
Ejecutivo, vinculan a la Administración en su actuación concreta en virtud del
principio de la jerarquía de las normas.
Encuentra el principio de legalidad su fundamento constitucional en el artículo
137 de la Carta Magna venezolana, al cual también se le conoce como principio
de la competencia o bloque de la legalidad, por cuanto las actividades que
realicen los órganos que ejercen el Poder Público deben someterse a la
Constitución y a las leyes.
De manera sucinta puede señalarse entonces respecto del principio de legalidad,
que éste implica el sometimiento pleno de la Administración Pública al
Ordenamiento jurídico, y al control judicial, de manera que no haya exclusión a
ese control.
PRINCIPIO DE LA RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN
Se llama responsabilidad administrativa a aquella responsabilidad que surge de
la comisión de una contravención administrativa propia de quien ejerce cargos
directivos en una organización pública
La base fundamental del principio de la responsabilidad de la administración se
encuentra consagrada en el texto fundamental en el artículo 140, que se refiere
tanto a la responsabilidad contractual como extracontractual, siempre que la
lesión sea imputable al funcionamiento normal o anormal de la actuación de la
Administración Pública.
Esta responsabilidad que consagra la Constitución, es distinta y excluyente de
los requisitos subjetivos de la responsabilidad previstos en el Código Civil. Es
una responsabilidad objetiva, y es aquella responsabilidad que resulta de una
relación de causalidad entre el daño y la actividad de la administración como
autor del daño
Respecto al régimen de la responsabilidad de la Administración la Sala Política
ha dejado asentado en varias decisiones, que de conformidad con la
Constitución de 1.999 (artículos 3, 21,30, 133, 140, 259 y 316) queda establecida
de manera expresa, la responsabilidad patrimonial de la Administración Pública,
por los daños que sufran los particulares como consecuencia de su actividad.
La responsabilidad patrimonial de la Administración Pública establecida en el
artículo 140 de la Constitución de 1999, no deja lugar a dudas, en dicho artículo
se consagra la responsabilidad objetiva, patrimonial e integral de la
Administración Pública cuando por el ejercicio de su actividad ocasione daños a
los particulares, sea por funcionamiento normal o anormal. Siendo este sistema
de responsabilidad patrimonial del Estado, cuyo conocimiento y competencia le
corresponde a la jurisdicción contencioso administrativa, sin que por ello deba
recurrir a las fuentes del derecho civil -referida al hecho ilícito-, para determinar
la responsabilidad.
La Exposición de Motivos de la carta Fundamental señala que expresamente se
establece bajo una perspectiva de derecho público moderna la obligación directa
del Estado de responder patrimonialmente por los daños que sufran los
particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea
imputable al funcionamiento normal o anormal, de los servicios públicos y por
cualesquiera actividades públicas, administrativas, judiciales, legislativas,
ciudadanas o electorales, de los entes públicos o incluso de personas privadas
en ejercicio de tales funciones.
Los artículos constitucionales 25, 29, 30, 46 numeral 4, 49 numeral 8, 115, 139,
140, 141, 199, 216, 222, 232, 244, 255, 259, 281, y 285 configuran el régimen
básico de responsabilidad integral del Estado venezolano, el cual abarca todos
los daños ocasionados por cualquiera sea la actividad derivada del ejercicio del
Poder Público, ya que el constituyente no limitó en su normativa la
responsabilidad del Estado.
Por último, se debe distinguir que existen dos formas de vinculación de la
responsabilidad pública con el Estado de Derecho: a) La Responsabilidad
Extracontractual, que basta con que exista una relación de causa a efecto entre
el daño sufrido y la actividad realizada, aunque ésta haya sido correcta. No existe
relación jurídica contractual entre la Administración y el derecho subjetivo
lesionado; 2) Contractual, los daños se derivan de una actuación positiva (hacer)
o negativa (omisión o no hacer) de la Administración proveniente de una relación
jurídica contractual.
Características del proceso contencioso
Es de rango constitucional
Tal y como ha sido observado, desde su nacimiento la jurisdicción contencioso
administrativa venezolana ha estado consagrada expresamente en la
Constitución (salvo el texto de 1953). Sin embargo, las formulaciones más
acabadas se encuentran en la derogada Constitución de 1961 y en la actual
Constitución de 1999. Explica Brewer-Carías que se siguen tres consecuencias
básicas de la constitucionalizarían de la jurisdicción contencioso administrativa:
(i) la universalidad del control que la Constitución prevé para todos los actos
subordinados a ella que a su vez es otra característica del sistema; de lo cual
“cualquier exclusión del control respecto de actos administrativos específicos,
sería inconstitucional, sea que dicha exclusión se haga por vía de ley o por las
propias decisiones de los Tribunales..." la consagración de un verdadero derecho
fundamental del ciudadano a la tutela judicial efectiva frente a la Administración,
y no un mecanismo de protección de la Administración frente a los particulares .
Y el otorgamiento al juez de amplísimos poderes de tutela; esto es, el juez está
ante un proceso de defensa de intereses subjetivos y no de resguardo de la
legalidad objetiva lesionada por el acto impugnado.
Es público
Respecto al principio de la publicidad, dispone el artículo 3 de la Ley Orgánica
de la Jurisdicción Contencioso Administrativa que los actos del proceso serán
públicos, salvo que la ley disponga lo contrario o el tribunal así lo decida por
razones de seguridad, orden público o protección de la intimidad de las partes.
Realiza una doble función: contralora y justicia
Según pone de manifiesto el maestro Moles Caubet (citado por Araujo Juárez, la
actividad contenciosa administrativa controla el ejercicio del poder por parte de
la Administración, al adecuarla a los parámetros de la legalidad; este carácter
contralor, puede incluso sustentarse en la revisión de la proporcionalidad
ponderada por la Administración en el ejercicio de potestades discrecionales
Esta nota cobra especial matiz en el ámbito de las potestades sancionadoras y
disciplinarias de la Administración, como lo afirmó en su oportunidad la Sala
Político-Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia: “la
administración, en relación a la actividad sancionatoria, tiene como nota
característica la discrecionalidad .Ahora bien, esto no significa que la sanción a
imponer quede al arbitrio de la administración y que en su actividad sancionatoria
el funcionario pueda evadir la legalidad del acto e incurrir en abuso de poder...”
(Caso: Rafael Alcántara Van Nathan, de fecha 4/8/1994).