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COMPARACIÓN BÍBLICA ENTRE EL PASAJE DE OTONIEL Y CAÍN- ABEL

BRAYAN STEVENS MAYORGA ALMEYDA

TRABAJO ARGUMENTATIVO

JOSÉ JAIRO HOLGUÍN

PRESBÍTERO

SEMINARIO NACIONAL CRISTO SACERDOTE

SECCIÓN DE FILOSOFÍA
PENTATEUCO
2019
PARALELO BÍBLICO

Citas bíblicas por secciones:


Caín
Pecado: Gn 4: 8
Castigo: Gn 4: 22-24
Conversión: Gn 4: 13
Salvación: Gn 4: 15
Otoniel
Pecado: Jue 3:7
Castigo: Jue 3:8
Conversión y salvación: Jue 3: 9
COMPARACIÓN
Pecado:
Los dos pasajes citados anteriormente a mí parecer se refunden dentro de un pecado social de diferente
índole. En primera instancia, en el pasaje de Caín acaece el fratricidio que marcará la historia de la
humanidad, pues es allí donde se sostiene o fundamentan las discusiones familiares y el odio entre
hermanos, es decir, dentro del marco de la pericopa de Caín y Abel hay la infracción de una ley primigenia
de la comunidad, “no violentar la vida del otro”.
Ahora, ya sabemos que en nuestro derecho occidental específicamente en la máxima que proclama el
derecho a la vida se cumple ejercicio correcto del derecho, por tanto, en el trasfondo del primer pasaje
encontramos un pecado que, aunque parece ser de carácter personal se difumina a nivel intersubjetivo; así
la muerte afecta no a uno ni a dos sino a todo el pueblo, muerte será en otras palabras-destrucción.
En segunda estancia, en el pasaje de Otoniel se encuentra explícito el carácter social del pecado en la
práctica semántica, pues el sustantivo que engalana el versículo es, los israelitas, pluralidad que será
entonces sinónimo de comunidad. Continuemos, la razón por la cual el pecado de este fragmento de texto
es de carácter social se denota en la infidelidad a Yahvé, o sea, si todo el pueblo cumple la ley que Él ha
instaurado hay bendición sino hay maldición, en sí, de lo que estamos hablando es de la pauta repetitiva
que baña la teología deuteronomista y se acentúa como pecado social, en otras palabras el error de uno es
infracción para todos, entendiendo también en este marco que el no amar a Dios es la causa de todos los
problemas sociales.

En otro sentido, podríamos argüir que el pecado de estos dos pasajes es también la infracción de los
primeros mandamientos que corresponden al respeto y al buen vivir con el prójimo que a la vez se
encuentran cimentados en el amor a Dios, observemos que en el caso de Caín se nos evidencia de ipso
facto. ya que ofrenda de lo que le sobra y no de lo que nace del corazón, de manera análoga, en el pasaje
del juez Otoniel el pecado de no amar a Dios y la incapacidad de entregarse tendrá como finalidad la
desgracia sobre el pueblo.

Castigo:
Ya hemos visto ciertamente como en la teología deuteronomista toda acción mala lleva un castigo, pero
vemos que la misericordia de Dios en estos casos se refleja pues, aunque en los dos pasajes se han
cometido pecados gravísimos no acecha sobre ellos la mano de Yahvé, de manera que, el castigó está
rodeado, en una palabra, olvido. Muchos dirán, ¿Cómo el señor va ha olvidar al pueblo que él mismo se
ha elegido como fracción?, ojo, olvidar algo no es sinónimo de no importancia sino un distanciamiento
que fortalece las relaciones de unidad y comunitariedad. Así, Caín no es entregado a la muerte, ni paga
con cadena perpetua mucho menos recibe de las mismas acciones con que ha afectado la paz de la
comunidad, Caín entonces es condenado a vivir errante, ya sabemos que el errante no tiene casa, amigos,
fraternidad, comunidad, gozo en una palabra Caín es olvidado y el que ha sido olvidado es entregado vivir
sin amor y sufre pues no tiene con quien compartir el quehacer diario.

Luego, en el segundo pasaje el castigo se enfatiza en la venta de Israel a un pueblo extranjero, de alguna
manera sabemos que en nuestra sociedad lo que se vende es por que ya no tiene un carácter necesario o
de importancia, es decir, el reclamo de fidelidad de Dios es tan insistente que los somete al olvido por
ocho años, parece que se practicará aquí una especie de formula ritual en función y en cumplimiento del
año sabático pues Dios vende a Israel y luego lo recupera entorno a unos años. Aún más, el estar sometidos
a ultrajes y a tantas acciones por parte de los extrajeron hará sentir que Dios les ha olvidado pues
parafraseando al salmo “Dios no habita ya con ellos”

En fin, lo que se insiste aquí es que muchas veces duele menos un castigo con golpes que ser sometidos
al olvido o la indiferencia, es decir es allí donde está la venganza de siete veces por la muerte de Abel
pues la vida sin fraternidad es una vida muerta, la muerte entonces será muy poco para el pecador en estos
casos.

Conversión:
La palabra a resaltar en este momento del paralelo es la súplica. En los dos pasajes la conversión nace de
una petición de gracia. Caín, por su parte responde a Yahvé que la culpa que pesa sobre él es grave del
manera hay un reconocimiento del pecado, por tanto, es en el dolor de pecado donde se encuentra el
arrepentimiento, luego vendrá una súplica y es precisamente: “Por favor señor, no me entregues a la
muerte”, seguidamente en la conversión del texto de los jueces se verá la súplica de auxilio por parte de
los israelitas a Yahvé, es decir, es en el dialogo con Dios después del pecado es donde se encuentra la
conversión que es vida y no muerte.
Aun, si observamos bien en los dos pasajes se ve de manera evidente el temor de morir, Caín dice que él
que lo vea lo matara, los israelitas en Jueces gritaban llorando pues seguramente estaban cansados de una
opresión que los estaba llevando a la muerte, es decir, la conversión nace del fruto de una tensión a querer
vivir en estos dos casos.

Salvación:
Por último, encontramos la salvación, ¿Qué hay que decir aquí?, parece incongruente hablar de conversión
o salvación en Caín pues nuestra mentalidad siempre se inclina a juzgar y condenar, pero Dios no es así
pues él mismo pudiendo matar a David no lo hace, es más, siendo la muerte de su hijo un acto tan atroz
no lo venga. De manera, que Dios salva y la salvación se da a través de los símbolos, los símbolos como
bien sabemos son la agrupación de muchos signos de modo que, a Caín lo salva una marca y al pueblo
israelita una persona concreta, ya vemos de esta manera el ciclo repetitivo y constante en plan de la
salvación de Dios.

Por tanto, la señal o marca será signo de salvación en cuanto preserva la vida y el juez, es decir, Otoniel
cumplirá las funciones de salvador pues no deja que el pueblo muera a manos del pueblo extranjero, vemos
así que ante la falta del pecador Dios no quiere su muerte, sino que se convierta y viva.

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