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PROGRAMA DE ENSEÑANZA DE INICIACIÓN

AL DEPORTE EDUCATIVO DEL FUTBOL


CICLO 0: PREESCOLAR

PRESENTACIÓN GENERAL DE LAS UNIDADES DIDÁCTICAS


Una de las conductas más complejas en el ser humano es sin duda alguna el juego, pode-
mos decir que este acompaña al niño desde su nacimiento. Nadie enseña al ser humano a jugar,
lo hacemos por necesidad de desarrollo, se dice que es parte de la cultura y es el reflejo de lo
que pensamos y de cómo actuamos.

El juego surge como necesidad biológica. Hasta el momento nadie ha dado una conceptua-
lización universal; lo que sabemos es que el término se aplica a diversas actividades del ser
humano en sus diferentes etapas de vida.
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En su faceta pedagógica, al deporte se le reconoce una amplia gama de elementos que per-
miten educar integralmente, en el más estricto sentido, al ser humano, potencializando apren-
dizajes que van más allá de lo significativo, es decir la sustentabilidad de los mismos.

Este tipo de aprendizajes poseen una estructura de enseñanza-aprendizaje práctica y res-


ponsablemente compartida, con rasgos perdurables y con cierta orientación a futuro, caracte-
rizada por adaptar la movilización de saberes hacia situaciones concretas, únicas e irrepetibles;
también presenta un alto sentido de transferencia y trascendencia de lo adquirido, logrando
emprender nuevas formas de resolver problemas y desempeñarse satisfactoriamente en cada
contexto vital particular.
Los procesos de adquisición de las habilidades motrices, sociales, afectivas y cognitivas cum-
plen una función común entre los niños de edades tempranas; por esto, las unidades didácti-
cas aquí presentadas, deben aplicarse a todos los alumnos, ya que sus características de des-
arrollo y sus posibilidades de aprendizaje motor son modificables en estas edades, lo que hará
la diferencia serán las condiciones de ejecución y el grado de complejidad e incertidumbre de
cada actividad y ejercicio sugerido.

Desde luego, esta propuesta es susceptible de modificarse o adecuarse a las necesidades de


movimiento, descubrimiento y seguridad que presenta cada alumno; es por ello que las activi-
dades específicas se describen en lo general.

Los sistemas fisiológicos de los niños no están, aparentemente también desarrollados


como para satisfacer las demandas que impone un ejercicio extenuante. Ese desarrollo se
alcanza en la pubertad. Los niños menores de 12 años poseen un sistema nervioso simpá-
tico muy activo, que los predispone a un volumen minuto alto y al fácil agotamiento de
su capacidad de resistencia en actividades que la requieran, como la carrera.

Carecen de capacidad para emplear el oxigeno en la forma en que lo hacen los jóvenes de
más edad, a causa de su volumen asistólico relativamente menor capacidad para incre-
mentar la circulación sanguínea a través de los pulmones. Los niños más pequeños pose-
en, asimismo, menor provisión de hidratos de carbono como combustible (Meinel, 1987)

Por lo antes mencionado será necesario partir, no del rendimiento físico de los alumnos, sino
de sus conductas motrices, mismas que nos permitirán establecer criterios pedagógicos para su
enseñanza. Esto quiere decir que, en las primeras edades, no enseñaremos la técnica correcta
de ejecución de cada fundamento en lo particular, sino un repertorio de actividades encami-
nadas a la consolidación de su esquema corporal y de su base motriz.

Desde el momento del nacimiento el desarrollo motor sigue una secuencia determinada,
los movimientos son desencadenados por el medio y la actuación refleja e involuntaria
consolida su esquema corporal. A medida que progresa el desarrollo y madura el sistema
nervioso el niño consigue el control voluntario de su musculatura. Los primeros intentos
de movimientos voluntarios son lentos, imprecisos y groseros; con el tiempo este reperto-
rio se expande y da lugar a las habilidades motrices básicas, pasando por la enseñanza y
dominio de los patrones básicos de movimiento. Para lograr lo anterior la base lúdica debe
iniciar su enseñanza en las primeras edades del sujeto.( D. Blázquez, 2000)

El referente anterior nos lleva a entender que las sesiones de inicio con este tipo de niños
serán de mucho reconocimiento de su cuerpo y su entorno; a medida que pasen al siguiente
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programa, incorporaremos nuevos esquemas motores para su enseñanza y control.

Bajo esta visión surge la metodología CFITD la cual orienta su intervención pedagógica
hacia un proceso de iniciación al deporte educativo del futbol, dirigido a niños de 5 años de
edad, proponiendo los siguientes propósitos para este nivel y grado educativo, así como una
descripción detallada de cada una de las cuatro competencias que se favorecen con esta forma
de trabajo en la acción educativa.
DESCRIPCIÓN DE PROPÓSITOS PARA EL PROGRAMA DE PREESCOLAR
El propósito central de este programa será que el alumno:
- Identifique a la motricidad bajo una concepción placentera y con una estructura útil en la
práctica cotidiana involucrando la convivencia con sus compañeros, educadoras, maestros y
padres de familia, con una tónica educativa en el fomento de valores personales y una edu-
cación para la paz orientada hacia la felicidad como forma de vida.

La intervención pedagógica deberá orientarse al reconocimiento del


esquema e imagen corporales, así como al desarrollo de patrones
básicos de movimiento, mediante actividades de cooperación y
trabajo en equipo. También será necesario considerar el per-
mitirle a los alumnos experimentar, verbalizar, dialogar,
opinar, descubrir y diseñar formas propias de reflexión-
acción.

Desde el punto de vista de los valores y su edu-


cación, se busca que el alumno los reconozca
como proyectos globales de existencia (individual
y social) que se instrumentalizan en el comporta-
miento individual a través de la vivencia de las
actividades y del cumplimiento consciente y asu-
mido de unas normas.

Los valores son ideales abstractos que repre-


sentan las creencias de una persona sobre los
modelos e ideales de conducta y sobre los fines últi-
mos. Son creencias duraderas en las que un tipo
específico de conducta o estado final de existencia es
personal o socialmente preferible a otro opuesto. Un
sistema de valores es una organización de creencias.
(Soler Prat). Por ello, debemos ordenar su enseñanza a lo
largo de toda la niñez y adolescencia, mostrando una conti-
nuidad con los que se trabaje en el nivel de preescolar.

Amistad: Es el afecto personal, puro y desinteresado, compartido


con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Genera experiencias emocionales posi-
tivas, fuentes de motivación y básicas en el dominio del placer, en el logro de la competencia 5
y en el establecimiento de vínculos sociales.

Felicidad: Es el estado de un ser racional en el mundo, al cual, en el conjunto de su exis-


tencia, le va todo según su deseo (Kant).

Kant consideró que, cuando el fundamento de determinación de la voluntad (el motivo de


la acción) es la felicidad, la conducta no es absolutamente moral (podrá ser conforme al deber
pero no por deber). Sin embargo, no pudo olvidar el extraordinario valor que la felicidad pare-
ce tener en la esfera humana, valor que el propio Kant acaba reconociendo en su concepción
del Sumo Bien como síntesis de virtud y felicidad.
Voluntad: entendida como la capacidad de los seres humanos que nos mueve a hacer cosas
de manera intencionada, por encima de las dificultades, los contratiempos y el estado de
ánimo. Todo nuestro actuar se orienta por todo aquello que aparece bueno ante nosotros,
desde las actividades recreativas hasta el empeño por mejorar en nuestro trabajo, sacar ade-
lante a la familia y ser cada vez más productivos y eficientes.

Libertad: Es el estado de la persona que no es esclava y por tanto tiene la facultad de rea-
lizar algo por sí misma, por iniciativa propia. La libertad está en relación con la autodetermi-
nación, teniendo limitaciones de carácter ético. La libertad es una condición existencial y, en el
proceso de socialización, cada persona desarrolla su propia individualidad y libertad.

COMPETENCIAS QUE SE FAVORECEN CON


EL PROGRAMA DE CFITD
La metodología del programa permite incidir en el desarrollo de diversas competencias, las
cuales se describen a continuación:

Competencias de acción motriz


• Compone movimientos corporales en forma creativa y con mayor calidad motora al realizar
una tarea imprevista, incorporando nuevos movimientos que llevan a perfeccionar las posi-
bilidades motrices.
• Controla los movimientos del cuerpo en situaciones variadas.
• Adapta movimientos necesarios antes situaciones imprevistas que generen una nueva ubi-
cación (direcciones, áreas, alturas).
• Realiza movimientos a diferentes velocidades, manteniendo el ritmo corporal ante diferen-
tes estímulos.
• Controla el ritmo corporal en forma creativa, manifestando los acentos, las pausas y las
cadencias.
• Ejecuta desplazamientos con rapidez y ejecución de cambios de dirección, aumentando pro-
gresivamente su resistencia.
• Elabora diferentes tipos de saltos con seguridad y control del cuerpo.
• Experimenta el equilibrio corporal durante la realización de diversas actividades físicas con
y sin implementos.
• Maneja una postura correcta durante la realización de diferentes actividades físicas.

Competencias orientadas a la preservación de la salud


• Comprende la importancia del descanso y la recuperación física durante la práctica de la
6 actividad física.
• Distingue los principales síntomas y causas más comunes de las enfermedades frecuentes en
su grupo de edad y contexto circundante.
• Analiza y aplica medidas necesarias para evitar enfermedades.
• Identifica y evita situaciones de riesgo para su persona y la de los demás.
• Toma conciencia sobre los efectos nocivos que los malos hábitos alimenticios producen en
su organismo (anorexia, bulimia, comer en exceso, escasa actividad física).
• Se habitúa a comer alimentos nutritivos en su dieta diaria para mantener un estado de salud
óptimo.
• Es consciente de sus necesidades nutrimentales, de acuerdo a su edad y actividad realizada.
• Comprende los efectos negativos que surgen al consumir “productos chatarra” y su impli-
cación en aspectos de salud (obesidad, desnutrición, caries dental, mala digestión, etc.).

Competencias de comunicación
• Escucha con atención, respeta puntos de vista diferentes y argumenta los propios, al parti-
cipar en conversaciones donde expresa claramente sus opiniones.
• Obedece indicaciones y consignas.
• Aprovecha el enriquecimiento que permite el diálogo.
• Actúa conforme a los acuerdos.
• Se adapta a la heterogeneidad de su ámbito escolar y social.
• Permite a los demás exponer sus puntos de vista.
• Practica la tolerancia cuando se encuentra en grupo.
• Coopera a favor de fines comunes.
• Comprende puntualmente instrucciones orales, escritas y gestuales.
• Argumenta su punto de vista sobre el tema, comparándolo con el de otros y se expresa en
qué está o no de acuerdo.

Competencias de valores para la convivencia y el bien común


• Juzga su imagen personal de manera positiva.
• Valora sus cualidades y potencialidades, lo cual le permite desempeñarse con seguridad en
diferentes situaciones.
• Participa en actividades donde niñas y niños son tratados con equidad.
• Permite que sus emociones espontáneas se expresen libre y respetuosamente hacia los
demás.
• Renuncia a actitudes y comportamientos negativos para sí mismo y para sus compañeros.
• Adquiere el hábito de la empatía y se interesa por las necesidades de los demás.
• Participa en la solución de conflictos con respeto en beneficio de un fin común.
• Practica ética y responsablemente las normas dentro de los juegos.
• Elabora y expresa, de manera respetuosa, inconformidades ante situaciones que considera
injustas.
• Coopera con sus compañeros, comprendiendo que dicha acción enriquece al grupo.
• Participa en forma propositiva y orientando sus acciones al bien común.
• Toma parte de las discusiones en su grupo de manera respetuosa.

ORIENTACIONES METODOLÓGICAS PARA


LA INICIACIÓN AL DEPORTE EDUCATIVO DEL FUTBOL
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Una vez mencionada la visión, el enfoque, los propósitos generales y las competencias que
se favorecen con la metodología CFITD, es necesario proponer un modelo de aprendizaje
motor que oriente el trabajo docente y comprenda la forma en que los alumnos adquieren y
edifican su competencia motriz; así mismo, resulta imperante describir cada una de las seis eta-
pas que la metodología CFITD propone para la enseñanza de la iniciación deportiva a lo largo
del proceso educativo de la Educación Básica.

A continuación se detalla cada una de ellas:


Modelo de aprendizaje motor CFITD
para el desarrollo de la competencia motriz

Este modelo se compone de tres procesos:

1. Proceso mental y actitudinal sobre la explicación


verbal de las acciones a realizar.
El docente proporciona indicaciones verbales (no ejemplifica con movimiento estandariza-
do) sobre las tareas a realizar, así como las consignas que condicionan las formas de intervenir
en las acciones de juego.

El alumno interioriza esa información y, mediante un proceso mental —que incluye el aspec-
to actitudinal—, proyecta una idea de cómo y de cuántas formas posibles se pueden solucio-
nar y realizar las acciones motrices propuestas.

2. Proceso práctico y puesta en marcha del proceso mental


y actitudinal de las acciones a realizar.
Por principio, el docente propone la libre experimentación de las acciones prácticas. Ello no
quiere significa que se hará lo que se desee. Por el contrario, con base en la lógica establecida
en el acto verbal, el alumno busca, indaga, explora y descubre sus propias formas en que puede
realizar las tareas.

A partir de ello, se genera una base motriz personalizada en donde el alumno cuestiona el
porqué y el para qué de las acciones realizadas.

La tarea del docente consiste en proporcionar la idea básica reflexiva, que permita al alum-
no referenciar los conocimientos, habilidades, actitudes y valores que se implican en las tareas
desarrolladas, con aquellas situaciones que dentro de su actuar cotidiano, pudieran manifes-
tarse.

3. Proceso consciente de las acciones prácticas realizadas


referentes al saber, al saber hacer, al saber ser y al saber emprender.
Este es el momento cumbre del aprendizaje. Es donde se acuña un nuevo concepto, “el
emprendizaje”1.

En él sucede la forma consciente sobre las competencias que el alumno reconoce que posee
y puede movilizar; a partir de ello es capaz de generar nuevas formas de actuación motriz, acti-
tudinal, afectiva y cognitiva dentro de las tareas motrices o situaciones que reconoce poder
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realizar en su vida cotidiana.

1
Frase de AlvinToffler: Los ignorantes del siglo XXI no son aquellos que no pueden escribir ni leer, son aquellos
que no pueden aprender y desaprender y volver a aprender. El “emprendizaje” refiere a un concepto que inte-
gra el aprender a aprender, aprender a desaprender y aprender a reaprender. Es un concepto acuñado última-
mente para significar que, en este mundo global y de cambios vertiginosos, el sujeto debe ser capaz de empren-
der nuevos aprendizajes para saber dar respuestas con creatividad y rigor metodológico. Significa que no puede
conformarse con dar respuestas estereotipadas. Ver en: Cambio y aprendizaje
http://www.rmm.cl/index_sub.php?id_contenido=14753&id_seccion=3780&id_portal=569 revisado el 15 de agos-
to del 2011
Esto requiere que el docente, de forma permanente, permita a los alumnos probar, investi-
gar, proponer, crear y diseñar otras nuevas e incontables formas de realizar cualquier gesto
motor.

Etapas en la enseñanza de la Iniciación Deportiva en la Educación Básica

Es necesario puntualizar que estas etapas, dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje en


la iniciación deportiva, se presentan de manera paulatina y progresiva, pero de forma flexible.
Esto significa que no existen tiempos establecidos, únicas formas de trabajo o situaciones por
las cuales hacer rígido el acto educativo bajo un “A, B, C”.

La propuesta que a continuación se presenta, surge de la necesidad de guiar y orientar el


trabajo docente; así mismo, valorar el nivel inicial de los alumnos de acuerdo al desempeño
que presentan en los momentos que juegan el deporte educativo dentro de las sesiones, el cual
—sin llegar a confundirse con los aprendizajes esperados en cada unidad didáctica, a lo largo
de todos los ciclos educativos— bien puede servir para ofrecer un parámetro de avance perso-
nal y situar su competencia motriz en cualquiera de las etapas y, a partir de ello, comenzar la
intervención docente dentro de la iniciación deportiva bajo la metodología CFITD.

1ª etapa: Presentación del esquema general de la estructura y lógica deportivas.

En este momento de forma verbal (únicamente), se les presentan a los alumnos aquellos
aspectos generales que estructuran la lógica de juego orientado al deporte educativo del futbol:
• Reglas básicas.
• Objetivo general de determinado deporte educativo.
• Desempeños motrices necesarios a desarrollar para la práctica del deporte educativo (habi-
lidades motrices básicas, simples y complejas).
• Los espacios de juego y los tiempos en que este sucede.
• Las actitudes presentes en cada momento de juego (valores implícitos en las acciones).
• Los distintos roles que se desempañan en cada espacio de juego, así como la función de cada
uno de ellos.
• El cómo se llevan a cabo los sistemas de puntuación.

2ª etapa: Experimentación de acciones motrices


encaminadas a sentar una base motriz.

En esta etapa se instrumentaliza la función mental de las acciones a realizar; es decir, el 9


alumno, de manera básica y consiente, pone en práctica sus conocimientos conceptuales y los
experimenta y descubre en el campo de lo procedimental y actitudinal.
• Informar y practicar acerca del objetivo motor del juego (radica en lograr meter el móvil en
la portería contraria y evitar que los contrarios metan gol en la propia).
• Practicar sobre las formas elementales de jugar y conforme a las reglas más simples. Es decir,
desarrollar patrones básicos de movimiento, habilidades y destrezas motrices básicas indis-
pensables para participar en la lógica inicial y formativa del deporte educativo y escolar,
reconociendo los espacios, tiempos y las actitudes positivas del juego y del deportivismo.
• Que los alumnos reconozcan los principios elementales de organización del desarrollo del
juego.
En el deporte educativo y escolar bajo la Metodología CFITD se practica entre equipos de
un determinado número de jugadores, dependiendo del nivel y ciclo en cuestión (adecuacio-
nes CFITD: ver anexo 1). Roles básicos del juego y el valor de los sistemas de puntuación.

Para este tipo de situaciones es necesario simplificar las tareas a realizar utilizando diversas
estrategias didácticas, de enseñanza, tacto pedagógico y dando variabilidad a las acciones de
juego; con ello se busca el éxito general de todos los participantes.

3ª etapa: Construcción y desarrollo de la conducta motriz individual


(paso de la actividad holocinética, a la ideocinética, concluyendo
en la morfocinética)2.

Una vez que el alumno se ha familiarizado, experimentando y practicado diversas situacio-


nes básicas simplificadas del futbol, se favorece el desarrollo de la competencia motriz de los
alumnos, referente al comportamiento motor y la conducta motriz de tipo personal:

• Control y manejo del móvil a nivel personal, mediante la estimulación de habilidades motri-
ces básicas simples (uno o dos patrones básicos de movimiento; ejemplo: conducir, driblar,
autopase, cabeceo, recepción) y complejas (agrupación de más de dos o tres patrones bási-
cos de movimiento para una misma acción; ejemplo: correr, saltar y cabecear) necesarias
para desempeñarse estratégicamente en una función específica dentro del deporte educa-
tivo y escolar.

Para este tipo de situaciones se recomiendan la combinación de formas jugadas con juegos
de persecución.

• Posiciones y desplazamientos tácticos básicos de defensa y ataque. Enseñar el rol de cada


una de las posiciones enfatizando el conocimiento, las habilidades y las actitudes necesarias
para ser competente en dicha función.

Para este tipo de situaciones se recomienda juegos modificados en sus distintas clasificacio-
nes, juegos paradójicos y cooperativos en donde se establezcan pautas que reconozcan los
principios estratégicos de la defensa y el ataque individual.

4ª etapa: Construcción y desarrollo de la conducta motriz


de relación (paso de la actividad ideocinética a la morfocinética).
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Partir del reconocimiento de una base motriz individual, al desarrollo de un comporta-
miento motor y conducta motriz de tipo agonísta y cooperativo, son las características de
esta etapa, en donde se trabaja, el:

2
Parafraseando a Martha Castañer, 2001. Se menciona que la actividad holocinética refiere a toda actividad físi-
ca realizada sin un esquema de actuación determinado, ni una estrategia preconcebida. Mientras que la ideoci-
nética hace alusión a aquellas actividades físicas que implican un conjunto de acciones motrices basadas en una
programación mental previa, en donde se establecen los principios de actuación inteligente, táctica y estratégi-
ca. En las actividades físicas con carácter morfocinético se estipulan un conjunto de acciones motrices cargadas
de significado y objetividad de acuerdo a las características y motivaciones intrínsecas del jugador protagónico
de las acciones de juego. Es decir surge una motricidad creativa con rasgos propios y auténticos.
• Control y manejo del móvil en colaboración y confrontación, mediante la estimulación de
habilidades motrices básicas simples (uno o dos patrones básicos de movimiento; ejemplo:
pase, bloqueo) y complejas (agrupación de más de dos o tres patrones básicos de movi-
miento para una misma acción; ejemplo: acompañar, correr, pasar y centrar) necesarias para
desempeñarse en una función específica dentro del deporte educativo y escolar.

Para este tipo de situaciones se recomiendan los juegos modificados, reglas, recreativos,
cooperativos y la combinación de formas jugadas con juegos de persecución, así como el
deporte educativo dentro de las sesiones.

• Situarse táctica y estratégicamente en relación a los compañeros y adversarios, conforme a


los sistemas elementales del juego; ejemplo: acompañar, interceptar, marcar, desmar-
carse para recibir, pasar y bloquear; reconocer cualidades físicas y actitudes de los com-
pañeros y adversarios y, con base en ello, anticiparse a las situaciones de juego reco-
nociendo el ritmo del juego. Para ello es necesario permitirl a los alumnos expresar sus
ideas respecto a la elaboración de un plan de actuación inteligente con lo cual obtie-
nen un desempeño adecuado en las acciones de juego, en el deporte educativo, dentro de
las sesiones de educación física.

Para este tipo de situaciones se recomiendan juegos modificados en sus distintas clasificaciones,
formas jugadas combinadas con juegos de persecución y cooperativos en donde se establezcan
pautas que reconozcan los principios estratégicos de la defensa y el ataque cooperativo.

5ª etapa: Adaptación y desarrollo de la conducta meta-motriz individual


y colectiva en los sistemas de juego (actividades meta-morfocinéticas).

Esta etapa constituye el paso previo al juego deportivo dentro del deporte escolar.

Una vez que los alumnos han edificado un alto sentimiento de competencia motriz ?la cual
ya ha sido puesta al servicio de sistemas de juego colectivo en el deporte educativo dentro de
las sesiones de educación física?, es necesario emprender las siguientes cuestiones en el proce-
so de enseñanza-aprendizaje:

• Perfeccionar la base motriz de los alumnos (principalmente en edades superiores), logran-


do con ello, ampliar las distintas opciones motrices de los alumnos para adaptar su desem-
peño ante las situaciones cambiantes y exigentes del propio juego en el deporte educativo
con miras al escolar. Esto quiere decir que, sin llegar a estereotipar movimientos técnicos, se
debe incentivar a los alumnos a descubrir nuevos gestos motores que les permitan sobresa-
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lir exitosos ante la incertidumbre del juego.

• Diseñar, “leer”, adaptar, combinar y cambiar los sistemas de juego conforme a la dinámica
del juego del propio equipo y de los adversarios.

Es aquí donde los alumnos, en conjunto con el docente, participan argumentando ideas y
su puesta en práctica para establecer un mejor sistema de juego y así obtener mejores resul-
tados para el equipo (adecuación estratégica de roles, posiciones defensivas y ofensivas).
6ª etapa: Juego real (puesta en juego de la competencia
motriz de los alumnos en el deporte escolar).

Es aquí donde se evidencia todo el proceso educativo dentro de la participación colectiva y


organizada en competencias del deporte escolar.

• Acompañar este último período es trascendental y sirve para retroalimentar nuevamente el


proceso educativo al permitir evidenciar el desempeño competente de cada alumno. Con ello,
se obtiene un referente claro y puntual sobre las futuras intervenciones con las cuales retomar
la acción educativa desde un nuevo punto de partida.

ORIENTACIONES METODOLÓGICAS GENERALES A


CONSIDERARSE EN EL TRABAJO CON ALUMNOS DEL CICLO CERO3
Los niños de esta edad poseen una imaginación muy activa que debe aprovecharse.

Comúnmente, presentan un comportamiento egocéntrico; utilizan frases como “mi balón”,


“no es tuya”, “mía”, “yo, yo, yo”. Esta es su perspectiva del entorno a esta edad. Todo se define
por el “aquí y ahora”: el momento en que están viviendo; el pasado y el futuro no importan.
Debe procurarse un ambiente en el que todos tengan muchas oportunidades de tocar la
pelota y moverla por todo el campo. Esto les permite aprender por ensayo y error. El jugar con
pocos jugadores por equipo, o contar con un número mayor de móviles, permitirá a cada juga-
dor tocar la bola más veces y propicia un mejor entendimiento de las situaciones de juego.

Los niños de esta edad están en constante movimiento, pueden perseguir algo hasta caer
rendidos. Se cansan rápidamente y, de igual forma, se recuperan.

Sus sistemas de calentamiento y enfriamiento son menos eficientes que el de los adultos,
por lo que deben hacerse pausas cada 8 o 10 minutos para que descansen, tomen agua y se
rehidraten.

Disfrutan el participar en el juego, no en observarlo. Tienen períodos de atención muy cor-


tos: en promedio, 15 segundos para escuchar y de 10 a 15 minutos cuando están involucrados
en una tarea.

Los niños pueden llevar a cabo tareas una por una, siempre y cuando las instrucciones sean
12 sencillas y breves; les es complicado relacionar varios ejercicios a la vez.

Para ellos el esfuerzo es sinónimo de rendimiento, si hicieron un buen esfuerzo piensan que
lo hicieron muy bien y hay que evitar destruir ese entusiasmo.

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Los siguientes argumentos se presentan con la finalidad de orientar el trabajo docente, sin embargo, es necesa-
rio puntualizar que no se pretende generalizar en cuanto a las características de desarrollo físico, cognitivo, afec-
tivo y social, así como de las posibilidades de ejecución motriz en esta edad.
Pueden entender o no, o simplemente no recordar lo que significan las líneas en el campo,
en qué equipo están o a qué portería deben disparar. Para ellos el marcador es irrelevante, sin
embargo les entusiasma grandemente el gol, especialmente si ellos lo anotaron.

La táctica en esta edad es muy limitada. Su mayor preocupación durante el juego es deter-
minar en qué dirección ir cuando tienen el balón. Los límites del campo son secundarios o
inexistentes para la mayoría de estos niños. Es muy común ver que siguen el balón aun cuan-
do ya salió del terreno de juego.

Su principal motivador es la diversión; frecuentemente se dejan caer simplemente porque


es divertido.

Es muy fácil lastimarlos psicológicamente, por ello es vital evitar burlas y presiones. Hay que
disfrutar y reírse con ellos en sus equivocaciones, aconsejarlos y animarlos constantemente. No
hay que dar valor a ganar o perder, ni a trofeos o medallas.

No importa cuánto insistamos: no son capaces ni tienen intención de pasar el balón; todos
se mantendrán siempre cerca del balón todo el tiempo, excepto el portero, cuando lo hay.
Habrá quien toque el balón con la mano o que incluso lo levante.

Estar conscientes de estas situaciones ayudará a manejarlas mejor y a disfrutar la naturale-


za impredecible de estos jóvenes jugadores.

Hay que enfatizar los movimientos básicos como: correr, brincar y esquivar. Si se logra hacer-
lo con la pelota será mucho mejor.

A esta edad, los niños necesitan de múltiples descansos durante las sesiones y juegos para
permitir su recuperación, ya que les es difícil mantener una alta intensidad de juego por lar-
gos períodos.

Un elemento a tener en cuenta en este ciclo es el manejo de los padres de familia. Hay que
tratar de evitar que intervengan en los juegos. Solo el docente debe dirigirlos. Los padres
deben mantenerse como observadores, fuera del área.

ORIENTACIONES METODOLÓGICAS PARA LA PRÁCTICA


DE LA INICIACIÓN DEL DEPORTE EDUCATIVO DEL FÚTBOL
EN EL CICLO CERO DEPREESCOLAR 13

Se recomienda terminar cada unidad didáctica con la puesta en juego de un torneo recrea-
tivo o competitivo orientado al deporte educativo dentro de espacios como pueden ser, el
recreo activo o dentro de la misma sesión.

Durante las sesiones en el deporte educativo, se sugiere trabajar con grupos de 3 contra 3,
y 4 contra 4 como cantidad máxima.
Esto tiene como propósito promover una participación activa y con mayores expectativas de
logro para iniciar al menor en el juego de iniciación deportiva hacia el reconocimiento de sus
posibilidades e ir descubriendo el gusto por el fútbol.

Desde el punto de vista técnico se les puede empezar a enseñar a familiarizarse con el
espacio y el móvil mediante el juego, ya sea con las manos o los pies, a conducir la pelota, a
regatear o driblar, y a golpearlo.

Desde el punto de vista psicológico se les puede empezar a enseñar a compartir, a jugar
limpio y a manejar sus emociones. Debe promoverse la motivación, la recreación y la integra-
ción al equipo mediante el juego.

Hay que buscar el desarrollo de su creatividad, pidiéndoles que realicen ciertas tareas sin
decirles cómo hacerlo.

Desde el punto de vista táctico se les puede empezar a enseñar cómo es el campo, hacia
qué portería deben atacar y cuál deben defender. Hay que empezar a introducirlos al juego
colectivo, sin posiciones específicas, y promover el gusto por la pelota y por el fútbol.

Adecuaciones CFITD para la práctica del deporte educativo y escolar

Adecuaciones metodológicas CFITD para la práctica del deporte educativo y escolar

CICLO CERO
- El campo de juego debe ser rectangular. La medida recomendada es de 15 x 30 m.
- El Balón se usa del No. 3
- El número máximo de jugadores será de 4. Se jugará sin portero.
- El número máximo de jugadores registrados en un equipo será de 10-12.
- El equipo de los jugadores: Usarán zapatos para fútbol, espinilleras que se cubren con calcetas depor-
tivas, playera, short y balón de fútbol.
- El juego se dividirá en cuatro tiempos iguales de 5 minutos. Habrá un descanso de 3 a 4 minutos entre
los periodos.
- Tiros de penalti: No aplican en esta categoría
- Saque de banda: No se utiliza. Se puede hacer mediante un tiro indirecto.
- Saque de meta: Se hace mediante un tiro desde cualquier parte del área de gol.
- Tiro de esquina: No se utiliza. Se harán tiros indirectos para saque de esquina.

En el Anexo 1 del programa rector se incluyen las dimensiones de los campos y los regla-
14 mentos para cada ciclo de preescolar, primaria y secundaria.

ORIENTACIONES METODOLÓGICAS QUE PERMITEN


DAR VARIABILIDAD A LA PRÁCTICA EN LA INICIACIÓN
DEPORTIVA ORIENTADA AL DEPORTE EDUCATIVO DEL FUTBOL
La variabilidad de la práctica constituye una herramienta de intervención que le permite al
docente manejar variabilidad en las variantes de cada uno de los once elementos estructura-
les que le otorgan la lógica al juego motor y con ello ofrecer un sin número de posibilidades
de práctica a sus alumnos incrementando las posibilidades de construir y edificar su compe-
tencia motriz.

Muchas veces son los mismos alumnos lo que pueden y deben ofrecer estas variantes apli-
cadas al juego.

A continuación se enuncian los elementos que le servirán al docente para darle variabilidad
a la práctica de las actividades:

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ORIENTACIONES METODOLÓGICAS
PARA EL PROCESO DE EVALUACIÓN
Reconocer a este momento del proceso educativo como algo que forzosamente tiene que
facilitarse, es una labor que CFITD ha tomado en cuenta para poder emprender nuevas formas
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de llevarlo a cabo con la característica de agilizar su aplicación y obtención de datos que pue-
dan retroalimentar a la intervención docente y los aprendizajes adquiridos por los alumnos.

Para ello se presenta el Sistema Automatizado de Gestión (SAG), el cual se materializa en


una herramienta tecnológica llamada “Tablet”. El SAG presenta una evaluación ágil de cada
uno de los dos aprendizajes esperados considerados en cada unidad didáctica como los princi-
pales referentes a valorarse a través de dos momentos.

El primero momento corresponde a una evaluación diagnóstica que se identifica dentro de


la primera sesión a través de una de las actividades que integran la lógica de la unidad a abordar.
El segundo momento hace referencia a la valoración de los aprendizajes adquiridos por
los alumnos a lo largo de las diez sesiones con la metodología CFITD; este se presenta al fina-
lizar la última sesión (sesión 10), constatando los avances que cada uno de los alumnos logra-
ron con referencia a su propio nivel inicial.

Esta información se almacena en la memoria de la Tablet y sirve para contar con un refe-
rente que facilite la visión de los avances de los alumnos y con base a ello determinar una cali-
ficación.

Una vez que se asigna la calificación a cada alumno, esta se puede imprimir por bimestre o
incluso por ciclo escolar. Así como también se podrá acceder al historial de cada alumno por el
paso de su educación básica.

A continuación se describen cada una de las unidades didácticas diseñadas para preescolar.

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ANEXO 1
JUEGOS PARA DESARROLLAR FUERZA

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ANEXO 2
JUEGOS PARA DESARROLLAR FLEXIBILIDAD

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