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El decaimiento físico, el proceso biológico de deterioro organísmico, está acoplado con el

incremento de riesgo de padecer ciertas enfermedades. Con un estimado del triple incremento en
el número de personas sobre los 80 años de edad en los próximos cincuenta años, las
enfermedades relacionadas con la edad representan un reto para la salud pública global. El
conocimiento de las causas evolutivas del decaimiento físico podrían contribuir nuevas estrategias
para el manejo de las enfermedades relacionadas con la edad. Mientras muchas hipótesis
evolutivas sobre el decaimiento físico han sido propuestas, las más estables son la teoría de
acumulación de mutaciones (MA), la teoría de pleitropía antagónica d el decaimiento físico (AP) y
la teoría del disposable soma (DS).

Las dos primeras hipótesis dependen de la eficiencia reducida de la selección natural con el
incremento de la edad. La teoría MA propone que mutaciones deletéreas con efectos expresados
tarde en la vida pueden ser más difícil de ser eliminados por la selección natural. La teoría AP
añade un aspecto adaptativo: mutaciones que son perjudiciales para el organismo más tarde en la
vida (y por lo tanto contribuyen con el decaimiento físico) podrían actualmente ser favorecidas por
la selección natural si son ventajosas en la vida temprana, resultado en un mayor éxito
reproductivo de sus portadores.

Finalmente la teoría DS sugiere que los organismos enfrentan un intercambio entre dedicar
energía a la reproducción o invertirla en el mantenimiento y crecimiento de sus somas. Las teorías
AP y DS son teorías que sugieren que el decaimiento físico es simplemente un subproducto de una
inversión en la vida temprana y, en efecto, muchos autores coinciden en que DS es un ejemplo
particular de AP9,10. Mientras que AP especifica que las variantes genéticas favorecidas en las
etapas fértiles pueden causar envejecimiento o deterioro psicológico más tarde en la vida, DS
especifica que el decaimiento físico ocurre debido a variantes genéticas favorecidas cuando se
fomenta la reproducción a costa de perjudicar el crecimiento y mantenimiento de las partes
somaticas del organismo, el cual eventualmente tenderá a la acumulación de daño molecular y
celular.

Ademas de estas tres, otras teorías evolutivas también han sido propuestas. Como el decaimiento
físico es un fenómeno altamente complejo, las ideas acerca de esto son mejor comprendidas
complementandolas que excluyéndolas unas a otras. Aún, cada teoría hace predicciones que
sugieren formas de probarlas. Por ejemplo, las hipótesis MA y AP, ambas predicen que mutaciones
específicas en genes particulares son las que causarán decaimiento físico, mientras que la teoría
DS está basada en el fallo general de los mecanismos de reparación, el cual provocará una
acumulación estocástica de daño molecular y celular.

Los esfuerzos llevados a cabo en la actualidad para evaluar las tres hipótesis más importantes se
han enfocado en organismos no humanos (particularmente involucrando Drosophila) y han
obtenido una variedad de resultados a veces contradictorios. Aunque limitado, el trabajo en
enfermedades humana ha proporcionado unos cuantos ejemplos de genes o enfermedades que, a
simple vista, parecen consistentes con la accions de MA o AP; estos incluyen genes como
mammalian target de rapamycin (mTOR) o condiciones específicas como la enfermedad de
Huntington o haemocromatosis.

Sin embargo, ninguna de las teorías ha sido formalmente probada en nuestra especie. Aquí,
usando studios de asociación en todo el genoma humano

However, neither theory has been formally

tested in our species. Here, using human genome-wide associa-

tion studies (GWAS) and senescence data, we test for evidence that

supports the MA and the AP theories.

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