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LA COCINA MOLECULAR
La ciencia empezó a investigar las características físicas y químicas de los alimentos a mediados
de los ochenta. La cocina molecular se conoce comúnmente como la que introduce elementos
químicos o combina aquellos cuya composición molecular es compatible, además de aprovechar
los cambios naturales de los alimentos conocidos por medio de la tecnología.
La química siempre ha estado presente en la cocina, aunque su uso ha sido efímero. Hoy día los
principales cocineros del mundo emplean métodos químicos para lograr creaciones espectaculares
que muchas veces juegan con la mente del consumidor y buscan más que el simple gusto de
comer. A veces se trata de jugar con los sentidos e incorporarlos en un plato de una manera inusual
para lograr una reacción única de quien lo consume, creando a su vez una sola experiencia en lo
que a la alimentación se refiere.
Aun así no todo en la cocina molecular es pura ciencia ni procedimientos ultramodernos con
maquinaria sofisticada. También se incluyen técnicas ancestrales de diferentes culturas para
obtener resultados comunes con ingredientes distintos.
Esta cocina revolucionaria persigue ser una cocina de autor, ya que incita a jugar con la
creatividad de quien la practica para conseguir platos originales y únicos.
Todo comenzó el 14 de marzo de 1969. El investigador y físico Nicholas Kurti pronunció una
conferencia muy singular bajo el título «El físico en la cocina». La conferencia empezó así:
«Pienso con una profunda tristeza en nuestra civilización: mientras medimos la temperatura en la
atmósfera de Venus, ignoramos la temperatura dentro de nuestros suflés».
La conferencia en si despertó muchas dudas sobre procedimientos básicos que se venían haciendo
de la misma manera desde hace siglos. Una de ellas era el simple hecho que una masa crece en el
calor y como resultado se obtiene un pastel. La mayoría de la gente no sabe por qué sucede esto,
y a muy pocos les interesa el proceso: lo único que les concierne es el resultado final, el pastel.
En 1988, el químico Hervé This se unió a Kurti y se creó la nueva ciencia revolucionaria de la
gastronomía molecular, gracias a la cual se puede entender el porqué de las reacciones químicas
y mejorar las técnicas y tecnologías existentes en la cocina. A raíz de esa comprensión surgen
nuevas herramientas que permiten la creación de nuevas texturas, sabores y olores tratando de
preservar de la mejor manera posible el máximo de los aportes nutricionales de cada alimento.
Los grandes chefs han sabido apreciar y valorar esa información y la han traducido a conceptos
gastronómicos vanguardistas. Algunos grandes cocineros que han aplicado estos conocimientos
son Heston Blumenthal, Homaro Cantu y Ferrán Adrià, entre otros.
Concepto
La gastronomía es un arte sensorial que implica los cinco sentidos, con lo que puede jugar y crear
sensaciones con las que la gente pueda tener nuevas experiencias con la comida.
La ciencia de los alimentos trata la composición y estructura de los alimentos como tales; en
cambio, la gastronomía molecular trata la transformación culinaria y los fenómenos sensoriales
asociados con el comer.
Cocinar es elaborar recetas. Una receta consta de dos partes: la primera es la definición.
Basándonos en el nombre de la receta a veces se puede determinar qué ingredientes contiene. La
segunda son los llamados trucos y proverbios, preguntarse qué sucede cuando se cocinan o se
someten a diversas técnicas los ingredientes de la receta. La ciencia se pregunta básicamente si
es cierto lo que sucede en la elaboración, si es falso y por qué sucede. Así es como se puede definir
la gastronomía molecular: no es simplemente elaborar recetas, sino más bien una disciplina
científica con aplicaciones técnicas o tecnológicas.
La ciencia es el mecanismo, la esencia de todo lo que se obtiene con estas prácticas que lleva a
obtener un producto concreto, pero no tiene sentido sin el ingenio de algún chef o gastrónomo
que la ponga en práctica para crear un plato nuevo. La lógica artística es la característica que
diferencia a un científico de un artista.
Entre la química y la cocina existe una relación muy interesante, pero sumamente complicada, ya
que las sustancias son complejas en sí mismas. La transformación de las sustancias difiere en cada
caso, lo cual es motivo de investigación para los químicos. Este trabajo a su vez acerca la química
a la vida cotidiana.
Cocinar es ante todo la realización de algo basado en las moléculas que la componen. Se basa en
la química orgánica, que es la ciencia que permite explicar los procesos químicos que tienen
lugar en los organismos vivos. Al cocinar se ve de qué manera las moléculas hacen que la comida
entre en reacción dependiendo de las condiciones a las que se les sometan. Sin estas reacciones,
hasta el momento en que el comensal recibe el plato en su mesa no existirían el sabor, olor ni la
forma particular del alimento.
Actualmente, muchos chefs se interesan por la gastronomía molecular, lo que permite innovar en
los menús con frecuencia y ofrecer diferentes platos y experiencias.
Para cocinar algo es necesario pasar por una fase técnica, que consiste en seguir la receta y
realizar los procedimientos necesarios para obtener un resultado, como podría ser un suflé, un
puré o cualquier otra elaboración. Esta fase se complementa con la fase artística, en la que se
eligen sabores y la presentación del plato.
La parte técnica va a generar el mismo resultado se le añada o no el sabor que caracteriza al plato.
Así que quien conoce solo la técnica no innova, pues cocinar es por encima de todo un arte.
La cocina molecular no significa únicamente utilizar elementos químicos para lograr reacciones
en los ingredientes: significa también estudiar los ingredientes naturales y las reacciones químicas
que producen en el alimento. A grandes rasgos, se podría decir que esta disciplina científica
estudia las transformaciones de los alimentos en la cocina.
La ciencia comenzó a investigar a fondo las características físicas y químicas de los alimentos a
mediados de los ochenta. Pero hay rastros de investigaciones mucho más antiguas que
posiblemente en la época en la que surgen no fueran considerados como aportes a un
descubrimiento nuevo y a una tendencia que hoy en día revoluciona la manera de ver, ingerir y
apreciar los alimentos.
Los inicios de este tipo de gastronomía se pueden rastrear desde el siglo XVII, cuando el químico
francés Antoine Baumé elabora una receta para preparar caldos secos para tener durante el tiempo
de guerra o «tabletas de caldo». Para mejorar la extracción de los compuestos orgánicos
recomienda hervir nuevamente la carne, tras la primera extracción proseguir clarificando el caldo
con claras de huevo y dejar que el líquido se evapore por medio de un baño maría hasta que
solamente queden tabletas secas y frágiles.
Este proceso fue de suma importancia en los tiempos en los que no existía el refrigerador ni
métodos adecuados de preservación de los alimentos.
Benjamin Thompson publicó un libro en el que trataba la elaboración de una cocina y sus
utensilios y las observaciones de los procesos en la elaboración de la comida. Este libro es
considerado como uno de las más importantes de la prehistoria de la gastronomía molecular, ya
que habla no solo de la tecnología de los alimentos, sino también de la ciencia en ellos.
Con los años, varias personas, desde farmacéuticos, científicos en diversas áreas, hasta médicos,
realizaron estudios sobre las facultades que implican las transformaciones en las comidas así
como las reacciones de varios elementos. Vale la pena mencionar el estudio de las propiedades
de la harina en la realización del pan, el análisis de las diversas grasas y su descubrimiento
estructural, así como las reacciones del glicerol, azúcares y aminoácidos, que son muy
importantes para determinar el sabor de las carnes a la parrilla, las costras de los panes, el
chocolate y el café tostado, entre muchas otras aportaciones.
Hoy en día la ciencia de cocinar está progresando. Gracias al perfeccionamiento de los métodos
y análisis en las últimas décadas se pueden detectar minúsculos compuestos presentes en
concentraciones que juegan un papel importante en el sabor de la comida.
Actualmente los compuestos químicos y los alimentos han establecido un nuevo vínculo. Desde
la transformación de platos de antaño hasta la elaboración de nuevas creaciones culinarias, la
química juega una parte importante e interesante durante el proceso.
Pasamos a continuación a ver algunos de los productos químicos que más se utilizan en este tipo
de cocina, así como sus funciones y algunas recetas que los aplican.
Alginato
Citrato sódico
Sal de calcio
Gluconolactacto
Goma xantana
La esferificación con alginato: EJEMPLO
Usos de la goma xantana: EJEMPLO
Esferificación directa, cuando el alginato se mezcla con el producto que vamos a ingerir.
Esferificación inversa, cuando el alginato se añade a la solución acuosa en la que se
sumerge el producto que se va a esferificar.
El alginato de sodio debe espolvorearse bien para evitar la formación de grumos. Luego debe
mezclarse con vigor, preferentemente usando una batidora eléctrica de mano (véase receta en
vídeo más adelante en este tema). Una vez añadido al alimento (esferificación directa) o al baño
(esferificación inversa) es importante dejar reposar la mezcla al menos 1 hora en frío antes de
empezar a hacer las esferas. Suele usarse una dosis de unos 4 gramos de alginato por litro. Es
importante tener en cuenta que la esferificación no se produce correctamente en mezclas muy
ácidas, con pH inferiores a 3,8. En esos casos debe subirse el pH usando productos como el citrato
de sodio.
El alginato de sodio también puede usarse como espesante. Es habitual encontrarlo en helados, a
los que mejora la textura y donde actúa como estabilizante.
El alginato se presenta en polvo y se conserva sin problemas durante largos periodos de tiempo.
Su nombre completo es citrato trisódico, E-331. Se utiliza de forma muy habitual en la industria
alimentaria como saborizante. Es ligeramente salado y da un toque ligeramente agrio, pero
agradable. Es también un buen conservante.
Pero la característica más interesante de este aditivo es su capacidad de reducir la acidez de los
alimentos, o sea, elevar su pH sin modificar excesivamente el sabor, lo cual es útil por ejemplo
en las esferificaciones directas, que no gelifican si la solución que lleva el alginato —la que nos
vamos a comer— tiene un pH inferior a 3,8. Si añadimos entre 3 y 5 gramos de citrato por litro
de solución lograremos que el pH pueda alcanzar niveles superiores a 5, perfectos para conseguir
esferas con la textura y resistencia adecuada.
La sal de calcio es un producto de síntesis apto para el consumo humano que sirve para
esferificaciones, elaborar quesos y otros fines alimentarios.
Para las esferificaciones son necesarias dos fases (dos soluciones líquidas), una conteniendo
alginato y otra una sal de calcio apta para el consumo, como por ejemplo el cloruro de calcio.
Una vez mezclamos ambas soluciones, reaccionan y forman una membrana sólida comestible que
configura la parte exterior de la esfera. El grosor de esta capa dependerá del tiempo en el que las
soluciones permanezcan en contacto, aunque hasta un límite. Normalmente el fabricante de
alginato comercializa también la correspondiente sal e incluso es habitual que ambos productos
se vendan juntos como un kit.
Descubierta por científicos americanos en 1950 buscando nuevos usos para el maíz, la goma
xantana es un polisacárido que se obtiene de la fermentación bacteriana de almidones. Su nombre
proviene de la bacteria Xanthomonas campestris, que al fermentar el almidón de maíz da lugar a
este peculiar ingrediente. Se diferencia de la gran mayoría de espesantes en que se puede utilizar
en frío. Su potencia espesante es enorme, por lo que usaremos cantidades pequeñas. Una vez
alcanzado su nivel de espesor, no variará con la temperatura de la salsa. No aporta sabor alguno
y apenas añade calorías a la receta —unas 3 por gramo—, teniendo en cuenta que se usan
cantidades muy pequeñas.
Es también un potente agente que estabiliza espumas, natas montadas y merengues. Es decir, su
presencia hace que se bajen más lentamente. En los helados evita la aparición de cristales de hielo.
Evita también la separación de las fases en una emulsión e incluso en un puré en el que queremos
evitar que se separe el líquido de la pulpa vegetal. Las salsas espesadas con xantana se pueden
congelar sin problemas, dado que no perderán sus cualidades una vez se descongelen.
Como hemos dicho, la xantana se disuelve en frío, pero es necesario batirla para garantizar su
dilución completa. Al verterla sobre el líquido al que la queremos incorporar debemos
espolvorearla para evitar grumos. Luego procederemos a batir a mano o con batidora eléctrica.
También se puede añadir a líquidos calientes. Si van a hervir, la propia acción del calor y el
movimiento del agua ayudará a su disolución, pero en cualquier caso hemos de tener cuidado de
añadirla bien espolvoreada. A continuación podemos ver algunos ejemplos de uso de la goma
santana.
La doble textura se consigue mediante la gelificación, por la unión entre moléculas solubilizadas
de alginato con átomos o iones de calcio. Dependiendo de si los átomos de calcio se suministran
desde fuera hacia el interior o viceversa nos encontraremos con dos tipos:
Esferificación directa o básica
Es la técnica que se lleva a cabo con alimentos ricos en calcio, bien propio,
bien por adición de gluconolactato, alimentos líquidos y alimentos ácidos,
ricos en grasas o con elevada gradación alcohólica. Si se emplean alimentos
con gluconalactacto añadido también hay que agregar goma xantana para
aumentar la viscosidad del alimento a esferificar. Para alimentos ácidos es
necesario añadir citrato sódico hasta equilibrar el rango de pH óptimo para
facilitar la gelificación.
Las esferas que se consiguen en este caso son de mayor tamaño que las
obtenidas por esferificación básica.
En este caso, la mezcla de alimento más calcio o del alimento con calcio se
sumerge directamente en una solución de alginato (5 gr de alginato por litro
de agua). Si partimos de algún alimento lácteo, hay que disolver el calcio
contenido en una sal de calcio antes de aplicar la mezcla al baño o solución
de alginato para evitar la gelificación directa. Es necesario eliminar el
exceso de alginato pasando las esferas por un aclarado con agua para
eliminar la posibilidad de que se siga produciendo la gelificación externa y
que el sabor del alimento esferificado disminuya. Haga clic en la imagen de
la izquierda para ampliarla.
Formas que podemos obtener con la esferificación
Raviolis: sumergimos con la ayuda de una cuchara una cantidad determinada de producto
mezclado con sus pertinentes productos esferificantes.
En el siguiente vídeo puede ver paso a paso cómo elaborar caviar esferificado de mango:
Para usar y manipular los productos que se utilizan en la cocina molecular, tendremos en cuenta
las siguientes pautas:
La esferificación básica consiste en mezclar un producto con un alginato y lograr que al contactar
con una disolución de agua y cloruro de calcio el producto gelifique. En los casos en que el
producto contiene ácido se debe rebajar el pH para que la reacción química de la inmersión en
disolución de agua y cloruro sea efectiva. Dependiendo del grado de acidez del producto se
añadirá más o menos citrato de calcio para nivelar el pH. Las proporciones máximas de citrato de
calcio por litro de producto son de 5 g. Este porcentaje equivale a la lima y va descendiendo
pasando por el pomelo, el limón y la naranja sanguínea. Acaba en ingredientes levemente ácidos,
como el tomate. En saber equilibrar bien el pH reside el éxito de una esferificación de productos
ácidos.
Alginato
Cloruro de calcio
Citrato de calcio (citras)
La cocción en la esferificación es el proceso de sumergir el producto adicionado de alginato o
cloruro de calcio (según su origen) en un medio que contiene el producto necesario para
empezar el proceso de gelificación. Por tanto, cuando hablamos de esferificaciones, las
inmersiones se llaman cocciones.
Cloruro de calcio - Es una sal, como todas las sales, hidrosoluble, que se
presenta de forma natural en el organismo y en algunos derivados lácteos.
Citrato de calcio - También es una sal, por tanto, hidrosoluble. Sirve para
regular la acidez de los productos que intervienen en la mezcla con el
alginato con el fin de que puedan reacinar en el momento del contacto con
la disolución de agua y calcio. Regula el pH de los ingredientes y lo reduce
hasta ser estable y minimizar el poder de los ácidos que desnaturalizan las
sales.
1.3. Gelificantes
Los gelificantes son unas sustancias que tienen la capacidad de crear un gel. Un gel está
compuesto por dos fases, sólida y líquida, que le aportan una densidad similar a los
líquidos. Sin embargo, su estructura se asemeja más a la de un sólido.
Las sustancias gelificantes se usan desde hace mucho tiempo en la cocina y son
principalmente el almidón y sus derivados y la gelatina de origen animal o vegetal.
Gelatinas
Entre las sustancias capaces de formar geles están el almidón y la gelatina, colágeno,
subproductos proteicos de animales. Esta gelatina, obtenida de subproductos animales, solo forma
geles a temperaturas bajas, por lo que cuando se desea que un gel se mantenga a temperatura
ambiente o incluso más elevada debe recurrirse a otras sustancias.
Almidones
El almidón actúa muy bien como espesante en condiciones normales, pero tiende a perder líquido
cuando el alimento se congela y descongela. Por eso no se utiliza como tal gelificante a nivel
industrial.
Algunos derivados del almidón tienen mejores propiedades que este. Son nutricionalmente
semejantes a él y aportan casi las mismas calorías.
Los almidones entrecruzados dan geles mucho más viscosos a alta temperatura que el almidón
normal y se comportan muy bien en medio ácido, resisten el calentamiento y forman geles no
pegajosos, pero no resisten la congelación ni el almacenamiento prolongado (años, por ejemplo,
como puede suceder en el caso de una conserva). Por ello se utilizan también otras sustancias
bastante complejas obtenidas de vegetales o microorganismos indigeribles por el organismo
humano. Al no aportar nutrientes, se utilizan mucho en los alimentos bajos en calorías.
Son exudados de plantas, pero todos se tratan de cadenas muy largas formadas por la unión de
muchas moléculas de azúcares más o menos modificados. Aumentan el volumen del contenido
intestinal y su velocidad de tránsito.
AMILÁCEO
Alginatos
Carragenatos o carragenanos
Gomas vegetales
Celulosa y celulosas modificadas
Alginatos
Los geles que forman los alginatos son de tipo químico y son irreversibles al
calentarlos. Se forman en presencia de calcio para lograr la formación de asociaciones
moleculares ordenadas. Esta propiedad hace a los alginatos únicos entre todos los
agentes gelificantes y muy útiles para la fabricación de piezas preformadas con aspecto
de esferas, trozos de fruta, rodajas de cebollas, etc.
E-406, Agar Agar, se extrae de varios tipos de algas rojas, entre ellas las del género
Gellidium. Su nombre significa «algas secas» en malayo. En España está autorizado su
uso en repostería y en la fabricación de conservas vegetales, en derivados cárnicos, en la
cuajada, helados y para formar la cobertura de conservas y semiconservas de pescado, así
como en sopas, salsas y mazapanes.
Carragenatos o carragenanos
Hay tres tipos importantes de carragenano, designados cada uno mediante una letra
griega: k, kappa; l, lambda y i, iota.
El carragenano k está formado por unidades alternas de galactosa con un grupo sulfato
en el carbono 4 y unidades de anhidrogalactosa sin sulfatar.
El carragenano i está formado por unidades alternas de galactosa con un grupo sulfato
en el carbono 4 y de andhidrohalactosa con un grupo sulfato en el carbono 2.
El carragenano l está formado por unidades alternas de galactosa con un grupo sulfato
en el carbono 2 y de anhidrgalactosa con dos frupos sulfato, uno en el carbono 2 y otro
en el carbono 6.
En España está autorizado su uso en derivados lácteos, conservas vegetales, para dar
cuerpo a sopas y salsas, en la cerveza, como cobertura de derivados cárnicos y de
pescados enlatados. También se usa mezclado con otros gelificantes (algarroba).
Gomas vegetales
En general son indigeribles por el organismo humano, aunque una parte es degradada
por los microorganismos intestinales.
ENDOSPERMO
EMULSIFICANTE
El agar agar es el más caro de todos los gelificantes: unas veinte veces más que el almidón,
que es el más barato.
E 1200 Polidextrosa
E 1404 Almidón oxidado
E 1410 Fosfato de monoalmidón
E 1412 Fosfato de dialmidón
E 1413 Fosfato de dialmidón fosfatado
E 1414 Fosfato de dialmidón acetilado
E 1420 Almidón acetilado
E 1422 Adipato de dialmidón acetilado
E 1440 Hidroxipropil almidon
E 1442 Fosfato de dialmidón hidroxipropilado
E 1450 Octenil succinato sódico de almidón
Alginatos
E-400 Acido algínico
E-401 Alginato sódico
E-402 Alginato potásico
E-403 Alginato amónico
E-404 Alginato cálcico
E-405 Alginato de propilenglicol
E-407 Carragenatos
Pectinas
E-440IPectinas
E-440 II Pectina amidada
La pectina es un polisacárido natural, uno de los constituyentes mayoritarios de las paredes de las
células vegetales, y se obtiene a partir de los restos de la industria de fabricación de zumos de
naranja y limón y de los de la fabricación de la sidra. Es más barato que todos los otros
gelificantes, con la excepción del almidón. Forman geles en medio ácidos en presencia de
cantidades grandes de azúcar, situación que se produce en las mermeladas, una de sus aplicaciones
fundamentales.
GOMAS VEGETALES
E-410 Goma garrofín
Se emplea mezclado con otros polisacáridos para modular sus propiedades gelificantes. En
particular, confiere elasticidad a los geles formados por el agar y por los carragenatos, que si no
serían demasiado quebradizos, en especial los primeros.
No se conoce ningún efecto de la ingestión de esta sustancia que sea perjudicial para la salud.
En un principio, una emulsión es inestable, y con el tiempo las gotitas de la fase dispersa tienden
a reagruparse y separarse de la otra fase. Es lo que sucede por ejemplo cuando se deja en reposo
una mezcla previamente agitada de aceite y agua.
Para que este fenómeno de dispersión no se produzca se utilizan los emulsionantes, que se sitúan
en la capa límite entre las gotitas y la fase homogénea. Entendemos que un emulgente tiene una
parte soluble en agua y otra parte soluble en aceite, en su propia molécula. El uso de emulsionantes
junto con la agitación provoca un fenómeno de aireación o introducción de moléculas de aire en
las emulsiones que ha sido utilizada desde siempre para sus aplicaciones culinarias y pasteleras.
Las salsas, mayonesas, helados, aires, suflés, bizcochos, espumas, pasteles, entre otros, son
alimentos que tradicionalmente han utilizado esta técnica, lo que muestra su importancia a nivel
industrial.
Un helado de pistacho tradicional se hace a partir de una mezcla de yema de huevo + pasta de
pistacho + leche + nata, mientras que un helado moderno utiliza agua + pasta de pistacho +
nuevos emulsionantes. Así se pueden crear novedosos platos, o simplemente los tradicionales,
pero mejorados.
Para elaborar aires con lecitina de soja hemos de tener en cuenta que:
— Tenemos que usar una batidora, que pondremos medio sumergida en el medio para ir atrapando
el aire que incorporamos con el aparato.
— Una vez elaborado lo dejaremos un minuto para que se estabilice y adquiera la textura final.
Cuanta más cantidad de líquido mejor calidad de aire.
Veamos a continuación para qué se usan y cómo se manipulan los emulsionantes más habituales:
Entre sus aplicaciones más importantes están el aumento del volumen de masas de pan y
bizcochos, cremas pasteleras, helados. Además se utiliza en gastronomía molecular en la
elaboración de aires calientes y alcohólicos.
Lecitina de soja
Su principal función es como emulsionante (por ejemplo, la lecitina de la yema de huevo es la
que nos permite obtener mayonesa, que es una emulsión de agua en aceite). Se usa sobre todo en
la industria del chocolate. También puede usarse como aireante y espumante.
En medios grasos se hidrata muy bien; de hecho, sirve para elaborar un aire de aceite si lo
calentamos previamente a unos 60º C.
Debe usarse de forma coherente: si usamos más de la cuenta no obtendremos más aire, pero sí
influirá negativamente sobre el sabor del líquido en el resultado final, además de aportar un color
amarillo y turbio.
Como emulsionante, crea una buena emulsión con la misma cantidad de agua que de aceite,
aunque no aguanta temperaturas.
Emulsionante en pasta
Formado por ácidos grasos, mono y diglicéridos, emulsionantes muy utilizados en la
industria alimentaria.
Se obtiene a partir de aceites de origen animal, tocino, sebo o vegetal, aceite de girasol y
de algodón), a los que se les aplican elevadas temperaturas para la obtención del producto
final.
Permite unir elementos no miscibles entre ellos en una unión perfectamente estable que
solo se desestructura si se le aplican temperaturas elevadas.
Soporta muy bien procesos de congelación y descongelación.
No causa problemas para unir productos ácidos, salados ni azucarados.
Con un poco de gelespesa se pueden obtener mayonesas diversas sin huevo.
1.5. Espesantes
Los espesantes son de los elementos más comunes utilizados desde hace ya gran cantidad de años
en el mundo culinario. Sirven para espesar salsas y preparaciones líquidas. Por excelencia y
tradición siempre se han utilizado preparaciones como el roux, a base de harina, las harinas en sí
y la fécula de maíz. Tienen como inconveniente que muchas veces, debido a la gran cantidad de
producto que hay que emplear para obtener la textura final deseada, alteran el sabor de la
preparación.
Por eso ha surgido un nuevo producto, llamado xantana, que tiene la capacidad de espesar un
preparado sin alterar sus características gustativas.
La xantana se obtiene a partir de la fermentación del almidón de maíz con una bacteria
(Xanthomonas campestris) presente en las coles. El producto resultante es una goma de gran poder
espesante. Destaca también su potencial como suspensor, lo cual significa que es capaz de
mantener elementos en suspensión en un líquido sin que se hundan en él. También es capaz de
retener gas.
Veamos algunas pautas sobre cómo usar y manipular la goma xantana como espesante:
Añadir la goma xantana en frío hasta un máximo de 10 g por litro (con muy poca cantidad
se consigue un efecto espesante muy alto). Se añade poco a poco, en pequeñas cantidades,
hasta conseguir la textura deseada.
Batir con una batidora hasta conseguir que se disuelva completamente en el líquido (en
un primer momento forma grumos).
Las combinaciones de xantana y goma de algarrobo forman geles elásticos (por ejemplo,
para un pudin), mientras que la combinación de xantano con goma guar produce
viscosidades más elevadas de lo esperado sin formar gel.
Unido a emulsionantes como la lecitina de soja ayuda a formar espumas, burbujas y
pompas.
Se usa mucho para hacer esferificaciones. Si el producto que deseamos esferificar es
demasiado líquido las esferas no se forman adecuadamente, por lo que se añade un poco
de xantana para dar la consistencia justa que garantice la formación perfecta de las
esferas.
En espumas y mousses, normalmente combinado con otro emulsionante, como la
gelatina o albúmina, da mayor volumen y hace que se mantenga inalterado más tiempo.
Basta con usar 1 g por litro.
Mejora la untuosidad de los helados reduciendo la cantidad de grasa necesaria para dar
una textura equivalente. También actúa como emulsionante, favoreciendo la formación
de microburbujas de aire, lo que da volumen y ligereza al helado. Evita la aparición de
hielo. Se usan de 1 a 2 g por litro de mezcla.
En coctelería se usa para incrementar la densidad de una bebida, permitiendo que
partículas o frutas permanezcan en suspensión estable.
Al aumentar la untuosidad permite hacer batidos con leche desnatada con textura muy
parecida a la de un helado hecho con leche o incluso con nata. Usar de 2 a 4 g por litro
según espesor deseado.