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Dado que la pérdida de tan sólo un 5-10% del peso ya reduce los factores de riesgo
asociados, es imprescindible establecer un programa de tratamiento de la obesidad
encaminado a conseguir al menos esa reducción ponderal y mantenerla.
La terapia farmacológica estaría indicada en individuos con IMC > 30 kg/m2 o si existe
alguna comorbilidad mayor (DM tipo II, HTA, dislipemia, cardiopatía isquémica [CI],
enfermedad cerebrovascular [ECV], enfermedad respiratoria, cáncer de endometrio, mama,
próstata, colon), se puede utilizar con IMC inferiores, IMC > 25 según la Organización
Mundial de la Salud o > 27 según la American Association of Clinical Endocrinologists. En
todos los casos, la farmacoterapia se debe utilizar como coadyuvante de un buen plan
dietético que incluya la corrección de los malos hábitos alimentarios y la práctica regular de
ejercicio físico. No está indicado su uso para fines estéticos. Su efecto se evaluará a los 3-6
meses, se considerará efectivo si se ha conseguido una pérdida >= 10% del peso inicial y
se valorará la prolongación de su uso hasta un año, teniendo en cuenta los riesgos y
beneficios que pueda suponer. Si la pérdida ponderal es < 5% a los 3-6 meses, se
considerará como fracaso terapéutico y se suspenderá. Una pérdida ponderal entre el 5-
10% es aceptable, se reevaluará a los 3 meses y si no se mantiene o disminuye se
suspenderá. No debe esperarse una pérdida ponderal > 15% del peso inicial.
Para que un fármaco sea considerado de utilidad clínica, tendría que cumplir las siguientes
características:
a) Efectividad demostrada en reducir peso
b) Buena tolerancia y efectos indeseables transitorios
c) Ausencia de capacidad adictiva; d) efectividad a largo plazo
e) Ausencia de efectos secundarios a largo plazo
f) Mecanismo(s) de acción conocido(s)
g) Coste razonable.
En esta revisión nos ocuparemos de los fármacos próxima o actualmente disponibles para
el manejo de la obesidad, de aquéllos en vías de desarrollo o de los recientemente retirados
del mercado. Se ha utilizado como fuente bibliográfica principal la literatura en lengua
inglesa o española citada en MEDLINE desde enero de 1990 hasta abril de 1999. Para
datos específicos de algún fármaco (farma-cocinética, efectos adversos, etc.), se ha
utilizado también la Base de Datos del Medicamento del Consejo General de Colegios de
Farmacéuticos de España.
4. Efecto antihiperuricémico.
Eficacia terapéutica:
a) Pérdida ponderal
Existen varios estudios acerca del efecto del benfluorex (150 mg/8 h) frente a placebo en el
control glucémico en pacientes obesos y no obesos con diabetes mellitus tipo 2 (con o sin
hipertrigliceridemia). Sin embargo, la mayoría han sido realizados con escaso número de
pacientes o con grupos heterogéneos, durante cortos períodos de tiempo (15 días-3
meses). En la mayoría de estos estudios se ha observado una disminución significativa de
las glucemias basales y posprandiales y/o de los valores de hemoglobina. Los efectos
beneficiosos sobre el metabolismo hidrocarbonado parecen independientes de la pérdida de
peso.
c) Perfil lipídico
En cuanto al efecto hipolipemiante, los resultados también son controvertidos. En dos
estudios realizados con pacientes diabéticos con dislipemia leve no se observaron cambios
en los valores de colesterol total, colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (cHDL) y
triglicéridos cuando fueron tratados con el fármaco durante 6 semanas, en comparación con
placebo. En otro estudio, también realizado en pacientes con diabetes tipo 2, se observó
una disminución de los valores de colesterol total y triglicéridos al mes y a los 3 meses de
tratamiento. Sin embargo, Sommariva et al observaron una disminución significativa de los
valores de colesterol total, LDL y HDL, mientras que la disminución de triglicéridos,
lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y HDL no fueron significativas al mes de
tratamiento. En otro estudio en pacientes no diabéticos con hipertrigliceridemia, a los 30-40
días de tratamiento se observó una disminución significativa de los valores de triglicéridos.
En el estudio de DiMartino et al en 50 pacientes obesos con o sin alteraciones metabólicas
(intolerancia a los hidratos de carbono, diabetes tipo 2, dislipemia), se observó una
disminución de los valores de colesterol y triglicéridos y un aumento de las HDL a los 6
meses de tratamiento. Sin embargo, este estudio es cuestionable en cuanto a metodología,
ya que los pacientes no fueron aleatorizados.
En conclusión, faltan estudios con mayor número de pacientes, con poblaciones más
definidas según el grado de intensidad de los trastornos metabólicos, aleatorizados, bien
controlados y a largo plazo para poder justificar la utilización de este fármaco.
FÁRMACOS TERMOGÉNICOS
Orlistat (Xenical®)
a) Pérdida ponderal
Los estudios realizados fueron aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo. Los
más importantes son dos estudios multicéntricos de 2 años de duración realizados uno en
Europa y el otro en EE.UU. En el estudio europeo intervinieron 688 pacientes (IMC, 28-47
kg/m2) procedentes de 15 centros y fueron tratados doble ciego con dieta hipocalórica y
orlistat 360 mg/día o placebo durante el primer año y con dieta isocalórica y la misma dosis
de orlistat o placebo durante el segundo año. Los resultados demostraron que, durante el
primer año, el grupo tratado con el fármaco, perdió más peso que el grupo tratado con
placebo (el 10,2% [10,3 kg] frente al 6,1% [6,1 kg], p < 0,001). Durante el segundo año, los
pacientes que continuaron con orlistat ganaron como mucho la mitad de lo que ganaron los
pacientes cambiados a placebo. Los pacientes que fueron cambiados de placebo a orlistat
perdieron 0,9 kg adicionales, mientras que los que continuaron con placebo ganaron 2,5 kg.
Las concentraciones de colesterol total, LDL, HDL, glucosa e insulina disminuyeron más en
el grupo tratado con orlistat. El estudio americano realizado con 892 pacientes, que fueron
aleatorizados para recibir 360 mg/día de orlistat frente a placebo, obtuvo resultados
parecidos al europeo. Durante el primer año los pacientes tratados con orlistat 360 mg/día
perdieron más peso que los tratados con placebo (8,76 ± 0,037 frente a 5,81 ± 0,67 kg, p <
0,001). En el segundo año, los pacientes tratados con orlistat fueron aleatorizados para
recibir la misma dosis, 180 mg/día o placebo. Los que continuaron con la misma dosis
ganaron menos peso (el 35,2% de ganancia) que los que fueron cambiados a una dosis
inferior (51,3%) o a placebo (63,4%). En este estudio también se observó una disminución
del colesterol de LDL y de los valores de insulina.
Otros estudios de menos duración pusieron en evidencia que la dosis efectiva era la de 360
mg/día. Así, en el estudio de Drent et al realizado en 237 sujetos obesos (IMC, 27,3-35
kg/m2) sólo 135 completaron el seguimiento durante 12 semanas y se observó una pérdida
ponderal significativa adicional a la del placebo de 1,75 ± 0,54 kg (p = 0,001) a dosis de 360
mg/día de orlistat. Los pacientes tratados con dosis inferiores no presentaron pérdida
ponderal adicional a la obtenida con placebo. El porcentaje de pérdida de peso respecto al
inicial fue del 3,5, el 3,9, el 4,1 y el 5%, respectivamente, para placebo, y orlistat 30, 180 y
360 mg/día, siendo las diferencias respecto a placebo sólo significativas para la dosis más
elevada. También se observó una disminución discreta de las cifras de colesterol total y de
LDL con dosis de 180 y 360 mg/día. En otro estudio de 6 meses de duración123 realizado
con 605 pacientes obesos (IMC, 28-43 kg/m2) utilizando placebo y orlistat a diferentes dosis
(30, 60, 120, 240 mg tres veces al día) se observó que la dosis óptima era 120 mg y que la
pérdida ponderal era superior a placebo excepto con 30 mg. Además, el 28-38% de
pacientes perdieron > 10% del peso inicial comparado con el 19% de los que recibieron
placebo.
En un estudio de un año de duración realizado con pacientes obesos diabéticos tipo 2 con
IMC 28-40 kg/m2 tratados con sulfonilureas se observó que orlistat a dosis de 360 mg/día
junto con una dieta hipocalórica era más efectivo que el placebo en reducir el peso inicial
(6,2 ± 0,45 frente a 4,3 ± 0,45%, p < 0,001). Además, se observó una mejoría del control
glucémico (glucemias basales, HbA1c, requerimientos de hipoglucemiantes orales) y del
perfil lipídico (colesterol total, LDL, triglicéridos, apo-B, ratio LDL/HDL).
Otro estudio llevado a cabo con pacientes con hiperlipemia primaria mixta también demostró
que orlistat a dosis de 120 mg tres veces al día era efectivo en reducir los valores de
colesterol total (11%) y de LDL (10%), sin embargo, los valores de HDL también
disminuyeron discretamente. En otro estudio se observó que orlistat también mejoraba el
metabolismo lipídico posprandial.
En ambos estudios multicéntricos ya comentados se observó una mejoría del perfil lipídico
al año y a los 2 años de tratamiento con disminución del colesterol total y LDL, aunque
también de HDL respecto a placebo.
El descenso de la presión arterial tanto sistólica como diastólica también fue más importante
al año de tratamiento con orlistat que en los tratados con placebo en ambos estudios
multicéntricos.
SUSTITUTO DE LA GRASA
Olestra
Olestra es un sustituto de la grasa que fue aprobado por la FDA en 1996, pero no disponible
en nuestro país actualmente. Consiste en una mezcla de hexa, hepta y octaésteres
formados de la reacción de la sacarosa con ácidos grasos de cadena larga127. Ofrece
ventajas sobre los demás sustitutos de la grasa, tales como la termoestabilidad, que permite
fritura y horneado, y el hecho de no ser digerible ni absorbible que lo convierte en no
calórico. Una ración de patatas chips con olestra tiene menos de la mitad de calorías que
una ración de patatas chips fritas.
Posología. 30 g/día acompañados de dieta hipocalórica parecen suficientes para reducir
peso
Eficacia terapéutica. Se ha evaluado el efecto de la utilización de olestra sobre la pérdida
de peso y se ha observado que sólo es efectiva si se utiliza como sustituto de las grasas en
una dieta hipocalórica135,136,138. En algunos estudios se ha observado que la utilización
de olestra aumenta el apetito138,141. A este sustituto también se le han atribuido
propiedades hipocolesterolemiantes, y los probables mecanismos son a través de la propia
sustitución de la grasa, la inhibición de la absorción de la grasa ingerida en la dieta, que
queda solubilizada dentro del compuesto de olestra y a través del aumento de la excreción
de ácidos biliares y esteroles fecales en el tracto gastrointestinal134. Varios estudios han
demostrado una disminución del colesterol total y LDL, con una reducción máxima del
20%134-136,138. Los triglicéridos y el colesterol HDL no se modifican en la mayoría de
esos estudios.
Al quitosano también se le han atribuido otras propiedades como un efecto antiácido en las
úlceras gastroduodenales, un efecto hipouricemiante, así como un potencial efecto
beneficioso en el tratamiento de la enfermedad celíaca142.
Fibra
Se encuentra de forma natural en los alimentos del reino vegetal. Algunos de los
preparados farmacológicos más utilizados son: Fibraguar® (goma guar), Fibra Leo®
(salvado de trigo, pectina) y Metamucil® (Psyllium).
A la fibra soluble (goma guar, pectina, Psyllium) ya sea ingerida de forma natural en los
alimentos que la contienen o en forma de suplementos farmacológicos, se le han atribuido
propiedades potencialmente beneficiosas para la obesidad, como el retraso del vaciamiento
gástrico que contribuye al aumento de saciedad así como la interferencia en la absorción de
glucosa y colesterol a nivel intestinal152. La fibra insoluble (salvado de trigo) aumenta el
bolo fecal y mejora el estreñimiento. Este efecto puede ser de utilidad cuando se consume
una dieta baja en calorías152. Ambos tipos de fibra pueden contribuir a la ingesta de menor
cantidad de calorías ya que se puede considerar un sustituto de otros alimentos que
contienen más calorías por gramo, como por ejemplo las grasas.
Posología. Se recomiendan 25-30 g/día de fibra ya sea de forma natural o como
suplementos.
Fibraguar®: un sobre (4,75 g goma guar) en un vaso de agua con el desayuno y aumentar
en función de los resultados hasta 3 sobres al día con las comidas principales.
Metamucil®: 1-3 sobres (3,4 g Psyllium por sobre) al día en un vaso de agua.
a) La producción de saciedad
Existe controversia. En algunos estudios a corto plazo se observa una disminución de la
sensación de hambre153,154, mientras que en otros no se menciona155,156. Además, en
otro estudio realizado por los mismos autores154, se observó que esta disminución de la
sensación de hambre, y por tanto de la reducción de la ingesta, no se mantenía a largo
plazo (14 meses)157.
b) La reducción ponderal
La balanza de los estudios realizados hasta la actualidad sugiere que la fibra tiene efectos
potencialmente beneficiosos en la reducción de peso, aunque la magnitud de su efecto sea
relativamente pequeño (como mucho una diferencia de 2 kg de peso cuando se compara
con el grupo control)158. No obstante, el mismo estudio comentado anteriormente157
demuestra que la fibra es inefectiva en mantener la reducción ponderal a largo plazo.
c) El control glucémico
d) El perfil lipídico
En resumen, los estudios existentes hasta la actualidad son poco consistentes como para
recomendar la utilización sistemática de fibra como inhibidor del apetito en la obesidad o
como hipolipemiante o antihiperglucemiante. De todas maneras, la fibra tiene indiscutibles
efectos beneficiosos para el estreñimiento y la prevención de algunas enfermedades
intestinales y, por tanto, en los pacientes obesos, igual que en la población general, se
recomienda la ingesta de 25-30 g/día (soluble e insoluble) preferiblemente de forma natural.
MANIPULACIÓN HORMONAL
CONCLUSIONES