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MICHAEL TAUSSIG
Orden y desorden en ritos curativos neocoloniales: Brecht,
Benjamín, y el desorden mismo ....................................................... 5
FRANCISCO QUETXALOS
Lengua blanca, lingüística india ......................................................... 21
PETER WADE
Raza y clase: los negros de América Latina .......................................... 33
ENRIQUE MENDOZA
El papel campesino entre romanos y aztecas: dos casos de
estudio............................................................................................................ 51
JOSEPH de BRETTES
Donde los indígenas del norte de Colombia ......................................... 91
WILHEM SIEVERS
Los viajes del conde Josef de Brettes en el norte de
Colombia ................................................................................ ..................... 121
Reseñas bibliográficas
ELIZABETH REICHEL
Vegetalismo: Shamanism Among the Mestizo Population of the
Peruvian Amazon, de Luis E. Luna ................................................... 165
N o t i c i a s ...................................................................................................... 167
2
ORDEN Y DESORDEN EN RITOS CURATIVOS
NEOCOLONIALES: BRECHT, BENJAMÍN Y EL
DESORDEN MISMO 1 y 2
Michael Taussig
Universidad de Michigan. Ann Arbor
Traducción de:
Carlos Alberto Uribe
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de los guerrilleros", me explicó. El suplicaba que lo mataran ya, en el acto,
para que cesara de una vez la humillación, Pero cada día ellos avanzaban
más y más en lo profundo de la selva, una columna de cerca de cincuenta
soldados llevándole empujado al frente. Después de diez y ocho días
desataron sus manos, que ya estaban tan hinchadas como globos, y lo
dejaron libre, aparentemente convencidos de que la verdad nada sabía de
importancia.
Poco había que hacer, excepto vivir en otra parte, por lo menos por
un tiempo, aunque Ángel fanfarreaba: ¡A mí no me humillan de esa manera!
¡Voy a quedarme en mi casa! ¡No he hecho nada malo!" Como tanta
gente, había sido atrapado, y de qué forma, en esta lucha en la cual los
caprichos del chisme, la envidia y la sospecha crean realidades que por
ser confusas no eran menos crueles y mortales. Esta era la forma como
esta gente del campo entendía su situación. Por envidia, alguien iba donde
el ejército o a donde los guerrilleros a decir que tal y tal estaba ayudando al
enemigo. Nada que fuera tan distinto al circuito social de la hechicería.
Hacia apenas dos semanas que Ángel había sido liberado y con
gusto se unió a nuestra despedida a los tres hombres de Boyacá. Estos
salían de madrugada y esta era la noche de su curación.
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Santiago vertía el yagé y luego lo limpiaba con su abanico de
curación, pero no cantaba. Todos bebimos y caímos después en un sopor
contemplativo. Cerca de tres cuartos de hora más tarde comenzó un
imperceptible canturreo, que poco a poco se hizo más ruidoso para
contraponerse al ruido del viento en el bosque y al tropel del río. Como
perdida y ensimismada en sí misma, la canción siguió por un largo tiempo.
El cantor está viejo y cansado. Su voz es áspera y baja. Parece que está
perdido dentro de sí, cantando por el hecho de cantar, por el mero rito del
canto, totalmente ignorante de nuestra presencia y de nuestros juicios. La
habitación está en calma. Las personas parecen dormidas. Alguien sale
dando tumbos y entonces oímos sus nauseas que parece le retorcieran el
corazón, y esos ruidos de vómito que parece se ensortijaran en el propio
estómago cual esas culebras de las que la gente habla cuando vomita, que
no saben si entran o salen, todo al mismo tiempo — una empatia colectiva
de la nausea que ahora se colecta como una tormenta. Parece como si
hormigas picaran en la propia carne viva y adentro de la misma cabeza que
ahora gira como al vaivén de temblorosas olas, una tras la otra
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entonces que corte una bolsa plástica en la cual coloca las raices y el anillo
y luego le dice a Rafael que se acerque y les sople. En la confusión de
eventos y de objetos la canción serpentea en su trayectoria irregular.
Rafael está ahora sentado en un banco bajito justo enfrente de Santiago. El
abanico para curar se agita muy rápido, cual pulso que corre al galope
golpeando el tímpano del mundo, y que parece que se volviese
consciente de su propia vida y corazón. Santiago le canta a la bolsa que
mantiene no más allá de una cuarta de distancia de su boca. Esa es la
bolsa que contiene las pequeñas y ennudadas raíces mágicas de chondur,
que saben como a yerbabuena, y el anillo. Ahora barre por encima de la
cabeza de Rafael, cantando más y más rápido, y el ritmo parece que nos
levantara a todos y nos absorbiera en la bolsa para que nuestra presencia
colectiva impregne las raíces y el anillo. De repente Santiago se detiene de
manera abrupta y sopla "fuaaa...hhh, fuaaa...hhh", la bolsa, que entrega
después a Rafael para que la lleve como talismán en su largo viaje de
mañana a través de la República.
Luego llama a Eliseo, el líder de los tres que vienen de Boyacá, para
que le lleve también su anillo. Toda esta noche, al menos eso parece, se
dedicará a generar poder mágico para estos tres hombres blancos antes
de que partan mañana. ¿Cuántos extraños ansiosos por poseer tal magia
piden así esta merced a los chamanes indios, quienes devuelven ese
poder que esos mismos extraños les han dado en las formas tangibles de
anillos y talismanes?
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forma el amuleto que está siendo curado, todo el canto concentrándose en
ese punto de poder y de reposo. Afuera cae una llovizna menuda y la
lámpara de gasolina colocada encima de la baranda, arroja un círculo de luz
en la niebla que ha bajado de las montañas. El canto también lo cubre todo
suavemente. Mis propios pensamientos saltan como saltando
obstáculos, de una asociación a otra. Veo flores, un papel dibujado en un
kimono rosado, un aguacero que cae sobre una brillante hoja de yerba
que se dobla por el peso de una gota, otra gota en un trémulo borde, sólo
este pequeño fragmento, cuando de repente, "otra pinta" como dicen los
indios, y ya tengo otra curiosa imagen en la memoria, otra pequeñísima
esquina, de nuevo un fragmento, del mercado de un pueblo donde viví
por algunos pocos meses en Australia. Esto es lo que yo llamaría una
"imagen de la experiencia" que de forma concentrada transmite a puntos
de ruptura, de autodestrucción, todos mis sentimientos sobre todo ese
gran y vasto mercado, y después todavía más allá hasta alcanzar mi amor
y las discusiones en las que estaba involucrado en ese punto de mi vida con
la mujer que me acompañaba en el mercado, todo en esa minúscula y
pequeña esquina -ese fragmento de todo lo que es la vida. Entonces "otra
pinta", y ya estoy de regreso a las gotas de lluvia colocadas
incómodamente en el vibrante borde de la hoja de yerba mientras que la
canción nos congrega a todos, a la gente que está aquí, a la gente que se
asoma desde el pasado problemático, la hoja de la yerba que se dobla
por la lluvia y entonces... la canción frena de un golpe produciendo el
mismo ruido que haría una rama seca cuando se quiebra en pedazos.
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El viento aumenta en intensidad. Santiago interrumpe su canción para
preguntar quién está sufriendo así y luego ríe suavemente para que todos
lo imitemos.
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percepciones se construyen, antes que ser otorgadas, gracias a la
habilidad del montaje para provocar repentinas e infinitas conecciones entre
diferencias, en un proceso sin fin, o casi sin fin, de realizar esas
conecciones y de luego romperlas.
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"En el flujo y en communitas lo que se
busca es la unidad, no la unidad que
representa la suma de fracciones y que
es susceptible de división y de
sustracción, sino una unidad indivisible,
'blanca', 'pura', 'primaria', 'sin costura'.
Esta unidad se expresa en símbolos
tales como los fluidos generativos
básicos y nutritivos del semen y la leche;
y como agua que corre, amanecer, luz y
blancura. Se busca la homogeneidad en
vez de la heterogeneidad (y los
participantes) son fertilizados, por así
decirlo, con la unidad, y purificados de la
división y de la pluralidad. Lo impuro y
pecaminoso es lo separado. Lo dividido.
Lo puro es lo entero, lo indivisible"
(Turner y Turner 1978: 254-255).
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"lado estructural" de algo tan portentoso como el "proceso cultural /histórico"
(Moore and Meyerhoff, Eds 1977:3-24). De todos modos la antropología ha
ligado de patas y manos el concepto de ritual a la imaginería del orden, hasta
tal punto que el orden es identificado con lo sagrado mismo, con lo cual se
arroja el desorden al pozo de lo maligno -como tan paternamente surgen estos
supuestos en la cita de Paul Ricoeur conn la cual Bruce Kapferer emblasona
el primer capítulo de su libro sobre el exsorcismo de demonios en Sri Lanka.
"Si el mal es coextensivo con el origen de las cosas, como caos primitivo
y contienda teogónica, entonces la eliminación de la maldad y de lo perverso
debe pertenecer al acto creativo como tal" (Kapferer 1983:1).
Las noches del yagé desafían este ritual de la explicación del ritual.
Ellas hacen que nos maravillemos de los inexpresados ritos de elaboración
académcia de textos, de las formas mediante las cuales se eren significados
inscritas por ello a través de convenciones de "ordenamiento" del caos de lo
que tiene que ser explicado. "Creo que el intento de dar una explicación está
equivocado", escribió Wittgenstein:
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violentas puede activamente incorporar tanto una presentación como una
contra-presentación del tiempo histórico por medio del cual la conquista y
el colonialismo unen los signos con sus significados.
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Con todo, aún el desorden implica la presencia del orden y a juzgar
por las apariencias, las noches de yagé tienen rasgos que crean continuidad
y en este sentido, también orden. Los principales rasgos de estos serían la
canción y el chamán.
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Además, el carácter descentrado del chamán como una zona
estratégica de vacuidad crea estragos en la noción del héroe y de lo
heróico, tan cruciales para la forma trágica del drama. Las figuras
centrales de Brecht se vuelven, anota Benjamín, como un escenario
vacío en el cual las contradicciones de las sociedad se actúan. El
hombre sabio es el escenario perfectamente vacío.
En la búsqueda de antecedentes
provechosos, miró más allá del barroco
alemán hasta esas formas de drama donde
el montaje hizo su primera aparición. Lo
encuentra dondequiera que una inteligencia
crítica intervenga paracomentar sobre la
representación, en otraspalabras, donde la
representación en sí misma nunca está
completa, pero si en cambio es continua y
abiertamente comparada con la vida que se
representa: donde los actores pueden en
cualquier momento colocarse fuera de ellos
mismos y demostrarse que son actores.
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La técnica de crítica y de descubrimiento que aquí se imputa no
está ceñida a una imagen de Verdad como algo profundo y generalmente
encubierto por capas de particulares superficiales y quizás ilusorias. Más
bien, lo que aquí está en juego es una imagen de verdad como
experimento, cargada con particularidad, ahora en esta forma, luego en
otra, acechando el escenario cuya umbrosa iluminación conjura solamente
para desexorcisar. Es esta imagen de verdad que fluctúa a lo largo de las
noches de yagé sobre las que escribo, donde es patente el caso de que, en
palabras de S. Mitchell, "la representación en sí misma nunca está
completa, pero sí en cambio es continua y abiertamente comparada con
la vida que se representa donde los actores pueden en cualquier momento
colocarse fuera de ellos mismos y demostrarse que son actores". La reunión
de una larga noche de yagé exhibe esto a la perfección, tanto en su
escenario externo, como en lo que podríamos llamar el escenario interno,
aquel que establece la imaginación. Con referencia a estas noches que he
descrito, pienso también en José García cuando relata una de sus visiones
de yagé en el cuento que trata de la historia de la vida de hechicería en su
casa, "un caso de fortunas y desgracias", en donde ve su finca y su familia
afectadas por la hechicería. En esa visión resulta claro que la
representación de él mismo en lucha con el hechicero es una representación
que nunca está terminada, pero que es comparada continua y abiertamente
con la vida que se representa -- de tal forma que gracias a esta comparación
constante, tanto la vida como la representación no sólo se sensibilizan
entre sí, sino que también se cambian mutuamente.
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ellos. Tampoco le ha dado el indio magia -magia en el sentido de
conseguir magia de dinero, de ganar la magia de la lotería, de lograr algo
de algo que no es mágico, de encontrar la magia del oro. Y hay una
lección en no dar eso, en cuanto que en esa dirección yace el dominio
de la magia, de la magia profundamente transformada en mercancía que
danza con lo mágico del dinero. Es es para lo que son buenos los
charlatanes que vagan desde el valle de Sibundoy. ¡Pregúnteles a ellos!
¡No! Lo que Eliseo ha conseguido (y por lo cual pagó), dice el
médico indígena quien toda la noche ha curado tan laboriosamente su
inmenso cuerpo adiposo y su bolsa plástica llena de anillos, es la curación
de su ganado y sus gallinas para que no penetre la envidia de sus vecinos.
Ahora Eliseo puede ir a casa y trabajar fuerte como médico y como
finquero y soportar la envidia que su éxito inevitablemente creará ~ tal
y como José García lo hizo años atrás.
17
Artaud, Antonin
1959 The Theater and its Double. Nueva York. Grave Press
Benjamín, Walter
1980 Comentario sobre Brecht., en Benjamín on Breent. Traducido
al inglés por Ann Bostock. Introducción de Stanley Mitchell. New
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Brecht, Bertolt
1964 Brecht on Theatre. Editado y traducido al inglés por John Willett.
Nueva York: Hill and Wang.
Kapferer, Bruce
1983 A Celebration of Demons. Exorcism and the Aesthetics of
Healing in Sri_Lanka. Bloomington: Indiana University Press. "
18
LENGUA BLANCA, LINGÜISTICA INDIA
Francisco Queixalos
Centre National de la Recherche Scientifique. París
y
Universidad de los Andes
19
trabajo he considerado el concepto de identidad/diferencia (entre
especies biológicas, entre sociedades, entre seres
humanos/sobrenaturales, entre grupos soci ales, entre individuos) como
catalizador de la reflexión sobre el lenguaje (Queixalos, por publicar). Allí
se hizo énfasis en que no existe uniformidad alguna en el modo de
concebir el lenguaje por parte de los diferentes grupos aborígenes del
continente. No alcanzaremos mayor convergencia aquí -- excepto a cierto
nivel de práctica ~ donde pretendo entrar, con la misma finalidad de puesta
en evidencia del pensamiento lingüístico y sin salir del tema de la identidad,
en el tópico de las actitudes ante la relación entre lengua vernácula y lengua
dominante.
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la capacidad de aprender lenguas se atribuye ideológicamente al blanco,
cuando los hechos dicen exactamente lo contrario: la proporción de
blancos que hablan sikuani frente a los sikuani que hablan español es
plausiblemente inferior a uno por mil.
21
Los galabi, Guayana Francesa, intercalan en los textos
tradicionales expresiones del criollo local (Renault-Lescure 1986),
lengua de las poblaciones negras que se sitúan sociológicamente, por
debajo de los europeos pero por encima de los Amerindios — o sea LD.
Los nativos de Guayana ofenden a los espíritus del agua si profieren
ciertos vocablos, en su mayoría de origen europeo. En el caso de los
Arawak, se considera tabú la palabra arcabuza, "escopeta", la cual se debe
sustituir por Kataroro, "pie"; y se proscribe perro, "perro, en beneficio de
Kariro, "el dentudo". No se trata de purismo, sino ciertamente de tabú:
varias palabras genuinas arawak — con referentes claramente autóctonos
-- son tratadas por igual. Al lagarto, por ejemplo, se le evoca por medio de
la perífrasis "el de cola larga" (Roth 1915, citado por Lévi -Strauss 1966:
390) En cuanto que, en interpretación de Mary Douglas (1966), el tabú
es un gesto de protección frente a elementos vistos como contrarios al
sistema de clasificación, podemos pensar que la escopeta, el perro, el
lagarto son parte de una clase de esos elementos incompatibles con el
sistema. Es factible también que la LD, que suministra la mayoría de los
tabúes lingüísticos, esté marcada por la misma incompatibilidad.
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privilegios en la caza y la pesca, derechos sobre el suelo y regalías, etc.).
Quienes están al tanto de esas prerrogativas — y deben afirmar su
condición de nativos para gozar de ellas — son precisamente los que
sostienen un contacto relativamente continuo con la sociedad dominante.
23
El hablante tzeltal, México, se desprestigia si deja que los
vocablos castellanos se introduzcan en su discurso tzeltal (Stross 1974).
24
He tenido oportunidad de hacer una observación análoga entre los
sikuani: un grupo de hombres ebrios, en la celebración de una fiesta,
escasamente permanece más de unas horas sin que brote alguna
rencilla que muy fácilmente puede transformarse en reyerta violenta ~ efecto
de válvula — y no es infrecuente que en las primeras fases del altercado los
participantes — sobre todo hombres jóvenes — se expresen en español
—efecto de autopotenciación. Así mismo señala Uribe (1987) el cambio al
español durante las borracheras entre los kogi, Colombia.
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identidad? Sencillamente denigrando la asimilación al poner en ridículo
no tanto la LD directamente, como 1) el uso de la LD por un hablante nativo
de la LV; 2) la adulteración de la LV por influencia de la LD.
26
- la identidad se define por la lengua (mayo); identidad y lengua son
nociones desligadas (shoshoni);
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1974 The Winnebago Syllabary and the Generative Model
29
RAZA Y CLASE: LOS NEGROS DE AMERICA LATINA.
PeterWade
Queen's College
Universidad de Cambridge. Inglaterra
Son las palabras de Juan Zapata Olivella, quien fuera en 1978 el primer
candidato negro para la Presidencia de Colombia, país en el cual el mito de
la "democracia racial" es fuerte y apoyado aun por varios representantes de
los mismos negros, a pesar de que Zapata agrega: "Pero lo cierto es que el
gobierno ha olvidado a los negros. No sé yo si ha sido en forma deliberada
o por situaciones circuntanciales" (El Tiempo, noviembre 16,1975; pp.6A).
La ambigüedad es característica de las relaciones entre negros y no negros
en América Latina y estriba en varios factores. Entre éstos se destaca la
debilidad de una conciencia negra políticamente orientada que esté
dispuesta a desenmascarar el mito de la democracia racial y sacar a la luz
la discriminación racial que existe. Esta debilidad se debe: 1) al sistema de
clasificación racial, que reconoce una multitud de tipos raciales, de manera
que los mulatos pueden disociarse de los negros y ser vistos como distintos
socialmente, con la posiblidad de formar uniones y matrimonios con
personas de color más claro; y, 2) a la ausencia de la discriminación racial
pública y agresiva, como en los Estados Unidos y respaldada por la ley, que
oprimía a un grupo claramente definido de gente negra, creando así las
condiciones sociales para una reacción política por parte de aquel grupo.
Sin embargo, la ambigüedad también se debe en parte a los estudios
sociológicos de las relaciones raciales entre los negros y no negros de
América Latina. Aun cuando se admite que existe
discriminación racial 1, también es común admitir la idea de que la clase es
uno de los factores más importantes y sobresalientes para el análisis de la
situación de la población negra en América Latina. Así, la "verdadera" zona
para el estudio de la discriminación racial está en los Estados Unidos, África
del Sur, Inglaterra, etc. Los fundamentos de
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este argumento consisten en que, para los negros latinos, la pobreza que
generalmente los caracteriza es el factor vital para el análisis, y no su color;
la discriminación que sufren es dirigida contra ellos por el hecho de ser
pobres, más que por el hecho de ser negros. En cambio, los negros
norteamericanos sufren de discriminación de raza más que de clase, y es
así que se elabora una dicotomía que opone a la América del Norte y
América Latina, en términos de la predominancia de factores de clase en
ésta y los de raza en aquélla.
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ideológico, elaborado con base en un nivel biológico que, en
determinadas circunstancias históricas, viene a crear ideologías
específicas y estructuras sociales objetivas que juntas forman lo que se
entiende y se percibe como "los negros", "los blancos", "los mestizos",
etc., en una determinada sociedad y época histórica (Gilroy 1982: 281). La
elaboración de estas categorías tiene lugar dentro de una formación de
clase, y no pueden separarse de ella solamente para investigarse como
grupos sociales o étnicos, que se definen para los fines de la interacción
social, la amistad, el matrimonio, etc. Estas categorías se sitúan en una
relación jerárquica de relaciones de poder y están implicadas en el
funcionamiento y la perpetuación de ella. Los conceptos y las realidades
de lo que se entiende por "los negros", y "los blancos", son diferentes en
los Estados Unidos y América Latina, pero sería un error hacer la
comparación a nivel de la interacción social y no considerar el papel que
juega la raza en las jerarquías sociales latinoamericanas.
32
y raza no están al mismo nivel analítico. Ambos tienen dimensiones
subjetivas y objetivas, pero la clase es claramente el principio por el cual la
sociedad está estratificada en cuanto al acceso al poder y a recursos
sociales, mientras que la raza es un modo de identificar grupos o
individuos que tienen un lugar específico en la estratificación social. En la
práctica, por supuesto, raras veces se separan la conciencia de raza de
la de clase, ya que las personas las viven simultáneamente. Pero a nivel
conceptual, la clase tiene que ser dominante como principio de
estratificación social, sea en los Estados Unidos o en América Latina. El
error de las perspectivas que ven raza y clase como dos criterios
sociológicos equivalentes, consiste en sugerir que lo contrario es posible.
Para obtener una perspectiva clara sobre las relaciones entre raza
y clase, es preciso extender el análisis más allá de la composición y
definición de grupos sociales (sin, por supuesto, descuidar este aspecto).
Es preciso tomar en cuenta la manera en que la presencia de factores
raciales hace más inflexible las barreras sociales, más fijos los estereotipos,
más difícil la movilidad social, y más poderosas las racionalizaciones
ideológicas. La explotación, la dominación, las racionalizaciones, los
estereotipos y el impedimento de la movilidad social existen en cualquier
sociedad estratificada, donde el acceso al poder y a la riqueza no está
repartido equitativamente. Cuando estos procesos se dirigen contra gente
identificada como "negra", son más
33
tenaces y más difíciles de evitar por dos razones: Primero, los
individuos clasificados como negros no pueden evitar esta
clasificación. La raza es un criterio de identificación que no puede
manipularse a voluntad, pues su particularidad es que estriba en el nivel
biológico de la apariencia física heredable, la cual marca al individuo en
forma indeleble y pública. Es bien sabido que en América Latina la
manipulación de identidad racial es posible, pero esto afecta sobre todo a los
que ya tienen una identidad racial ambigua, es decir, a la gente mezclada.
Para muchos negros, así también como para muchos blancos, su
identidad racial es fi ja. Segundo, las características sociales de los
clasificados como negros, se basan en una concepción falsa de la
naturaleza. Aun cuando no existe vinculación científica entre lo social y lo
genético, las características fenotípicas son socialmente sobresalientes
y forman símbolos poderosos para las supuestas características
sociales que se les atribuyen a los negros. En efecto, hay un proceso de
"naturalización" por el cual la identidad racial — en realidad una elaboración
social— está transformada, por un proceso ideológico, en características
biológicas ficticias, que se basan en verdaderas diferencias de
apariencia física (Lawrence 1982:50). Aun cuando no se asume que las
diferencias sociales son verdaderamente biológicas, la simple
existencia de diferencias físicas fomenta la suposición de diferencias
profundamente arraigadas, debido al hecho de que las ideologías
raciales, como las de género, "descubren los que otras ideologías tienen
que inventar", es decir, una diferencia física (Gilroy 1982).
34
los antioqueños en el Chocó o en Medellín), y que las personas
clasificadas como tales sienten y sufren la discriminación racial, que su
posición social es generalamente subordinada y que su mobilidad social
está restringida (Whitten 1974: 192, 198; Fernández 1969: 293-352).
2. El Caso de Unguía.
35
Mi trabajo de campo se llevó a cabo en un pueblo llamado
Unguía, localizado en una de estas áreas fértiles en el norte del
departamento del Chocó, cerca del golfo de Urabá, junto a la costa
Atlántica. Desde 1900, esta zona ha sido poblada simultáneamente, al este,
por costeños de la costa Atlántica, y por chocoanos del alto Chocó.
Desde aproximadamente 1960, los antioqueños empezaron a ser los
principales pobladores de la región. En el contexto específico de Urabá,
estos inmigrantes forman lo que se puede identificar como tres grupos
étnicos, aunque a veces las divisiones que separan al uno del otro no están
muy claramente delimitadas. Los chocoanos son casi todos negros y ocupan
un amplio rango de posiciones en la economía local (agricultores, mineros,
jornaleros, profesores, enfermeras y otros puestos de empleo público); sin
embargo, han sido expulsados en gran medida de la tenencia de las tierras y
del comercio. Los costeños son principalmente mestizos y mulatos, con una
minoría de negros y de blancos y son casi en su totalidad pequeños o
medianos agricultores; algunos de ellos son ganaderos. Finalmente, los
antioqueños son blancos y mestizos que ocupan una posición dominante en
la economía del pueblo por el control de la ganadería y del comercio. Es de
notar que, aun cuando monopolizan la riqueza de la región, hay entre ellos
más agricultores o pequeños tenderos que comerciantes o terratenientes ricos.
36
Los chocoanos son un grupo básicamente racial. A pesar de varias
ambigüedades en la clasificación y la identidad racial para individuos
específicos, la gran mayoría de los chocoanos son negros con una
pequeña proporción de mulatos y esta homogeneidad racial es fundamental
para su definición como grupo. Por otro lado, los antioqueños en
Unguía oponen su identidad racial a la de los chocoanos, pues aunque
muchos de ellos son mestizos, un número insignificante son negros o
mulatos. En la práctica, es fácil observar las actitudes racistas de muchos
antioqueños y el resentimiento que esto causa para muchos chocoanos.
Los costeños, de identidad racial más variada, forman un grupo intermedio,
vinculándose bastante con los chocoanos, pero también a veces
buscando aliarse con los antioqueños y considerándose superior a los
chocoanos.
37
muchas culturas, sobre todo en aquellas de origen europeo, la familia y el
hogar son vistos como el foco de la cultura. La familia chocoana es vista
como desordenada e inpropia, debido en parte a la presencia de hogares
poligámicos y a la alta frecuencia de uniones libres en vez de matrimonios.
En vez de ver estas formas como modalidades alternativas de
organización familiar, los antioqueños (respaldados por la opinión nacional y
aún internacional) tienden a clasificar al hombre chocoano de irresponsable
y mujeriego, a la mujer chocoana de "puta", y a la familia en general de
culturalmente inadecuada. Caracterizan las actitudes de los chocoanos
hacia el trabajo como típicamente desordenadas, siendo la imagen
principal la del "negro perezoso"; piensan que la vida moral de los
chocoanos es desordenada y que no conforme a patrones normales,
manifestándose esto en imágenes del negro como indigno de
confianza, sexualmente desencadenado, obsesionado por el baile, etc.
Lo importante de destacar aquí es que la identidad social es, en este caso,
una identidad que se representa en términos raciales. La mera presencia de
criterios raciales los destaca como el modo más inmediato de clasificar a
una persona y al mismo tiempo fija la identidad que se le atribuye. Por
ejemplo, aunque el modo más preciso de identificar a alquien en Unguía
es por su origen étnico (es decir, regional), se asume siempre que un negro
es un chocoano y que un blanco es del interior a menos que se sepa de algo
diferente. Es así que en estos casos el tipo racial es el punto de referencia
primordial: para la gente de orígenes mezclados cuya identidad es más
ambigua, esta clase de identificación racial no es tan fácil.
2
"Paisa" es un sinónimo común de antioqueño; "apaisado" significa
"antioqueño-izado".
38
la implicación era que un chocoano de éxito no podría ser un verdadero
chocoano. En los casos donde en realidad no había evidencia de
influencia antioqueña y pese a todo un chocoano fue clasificado como
"apaisado", la supuesta transformación asumía un carácter casi mágico.
1
Véase: Hemton (1970); Bastide (1961); Wallace (1979)
39
En segundo lugar, la institución de blanqueamiento señala la
importancia del aspecto hereditario. El blanqueamiento ha sido visto como
un mecanismo de integración y asimilación (por Solaún y Kronus 19773)
y, mientras se reconoce que esto capta una parte de la verdad, hay que
notar que en este caso factores raciales agregan otra barrera al ascenso
social, pues la movilidad requiere que se intenta borrar el fenotipo negro. En
una sociedad no racialmente estratificada, no existe esta clase de presión
sobre los que están socialmente móviles. Un resultado importante del
blanqueamiento a largo plazo es la poca representación de los negros en la
clase media. A medida que van entrando en los estratos intermedios de la
sociedad, van perdiendo el fenotipo típico del negro de manera que se
refuerza la vinculación general entre negro y pobre y se mantiene la idea de
que el éxito social y un color más claro están inevitablemente ligados.
40
atrapados entre un buen concepto de su cultura y de sí mismos, que es un
derecho de todo ser humano y además una de las pocas armas de
defensa que tienen, y la realidad histórica y actual que ha sido un continuo
ataque contra aquel concepto.
41
basadas en la confianza comercial, que forman los antioqueños entre
sí.
Es necesario tomar en cuenta que el exclusivismo de los
antioqueños no es resultado simplemente de la oposición racial entre
ellos y los chocoanos. También es el resultado de su calidad de
inmigrantes emprendedores que se unen entre sí y se ayudan en terreno
extranjero. Sin embargo, existe entre los antioqueños una ideología fuerte
de la "raza antioqueña", lo que llama James Persons una "herejía etnológica"
(1968: 3) y que, en las palabras de Ann Twinam, en su estudios sobre los
antioqueños, "combina en forma ecléctica la historia regional, la literaura,
la geografía, la antropología, leyendas folklóricas, la sociología, la
economía y la psicología para sostener que los antioqueños forman una raza
específica, una cultura distinta y una gente probablemente superior en
Colombia" (1982:8). Por lo tanto, el espíritu de grupo inmigrante no puede
ser distinguido de una identidad radicada en el mito de "la raza antioqueña"
y, en efecto, la migración lleva "la raza" a nuevos horizontes.
42
costeños. Esto se debe a que varios antioqueños han logrado un
notable éxito económico, y en el último análisis, la diferenciación
económica del pueblo estaba determinada por una gran gama de
factores socio-económicos que caracterizan la historia y el estado actual de
desarrollo de cada región. Sin embargo, el racismo abierto de los
antioqueños es una de las causas de la exclusión de los chocoanos y esto
significa que el perjuicio de color existe en sí. Al mismo tiempo, para los
antioqueños el recismo desempeña un papel de justificación en su
explotación de la región. A su modo de ver, si los chocoanos se resisten
al progreso o si no son capaces de progresar, les corresponde a ellos
hacer lo que puedan en nombre del desarrollo. Esta actitud se difunde
hasta niveles gubernamentales donde la planificación del desarrollo del
departamento del Chocó se concibe más bien en términos de la
construcción de carreteras y dar facilidades para aumentar la inmigración
desde afuera, que la creación de una base para el desarrollo autóctono.
43
ser una región dependiente económica y políticamente, donde los
negros no han podido tener acceso ni a los recursos, ni a la experiencia y
tampoco a la educación que les permitirían competir con sus vecinos
andinos. Pero esto abarcaría el tema de otro artículo (véase Wade
1983, 1984).
44
negra, la presencia de una marca racial indeleble es un recuerdo fuerte de
sus orígenes y sus supuestas lealtades e impide un proceso de
asimilación: les es difícil hacerse " invisible" en su nuevo ambiente social.
BIBLIOGRAFÍA
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45
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47
EL PAPEL CAMPESINO ENTRE ROMANOS Y AZTECAS: DOS
1 2
CASOS DE ESTUDIO y
Enrique Mendoza
Departamentos de Antropología y de Historia
Universidad de Los Andes
48
I. El campesinado romano
Diferenciaciones tempranas.
49
comunidades campesinas y las dominaron tanto política como
económicamente. Esto fue, para Gras, el origen de la dualidad entre
plebeyos y patricios. (1968:52).
50
campesinos independientes ampliaron sus territorios. Durante estas
primeras centurias la "agricultura fue considerada ... como la
ocupación por excelencia - si no la única ocupación -- al lado de la
guerra, para los ciudadanos libres." (Louis 1965:50). Basados en la
distribución y propiedad sobre la tierra, se puede afirmar que la
característica principal de aquellos años fue que Roma era "una
comunidad de pequeños agricultores quienes eran libres y poseían sus
tierras (Mosse 1969:49). Estos hechos llevaron hacia una
estratificación social fundamentada en el c ontrol sobre la tierra:
aquellos quienes poseían tierras fueron considerados ciudadanos
romanos, y aquellos quienes trabajaban por un salario, proletarii.
(proletarios). El tercer sector de la población estaba conformado por los
esclavos, quienes eran prisioneros de guerra y cuyo origen no era latino.
51
3
completamente destrozados y arruinados . Dadas estas condiciones, fue
posible para algunos sectores sociales comprar tierras y ampliar sus
territorios, a la vez que comenzaron a utilizar la fuerza de trabajo esclava.
3
Ninguna de las fuentes consultadas hace mención del papel económico
cumplido por la mujer al interior de la familia campesina.
4
Paul Louis menciona que "en los años 501 y 499 y 498 fueron
descubiertos algunos levantamientos, o se sucedieron algunas
revueltas, pero fue en el 419 cuando la situación se tornó realmente
grave cuando, en medio de una guerra en contra de la gente de Lacio,
Roma se enteró que bandas de esclavos estaban marchando hacia la
ciudad y planeaban incendiarla" (1965:46)
52
principales puertos en el área. Fué esta dinámica la que propició el origen
de las guerras púnicas.
53
Algunos de los hacendados romanos llegaron a convertirse en los
nuevos nobles romanos, a la vez que algunos Senadores pasaron a ser
propietarios de extensos predios agrarios (Louis 1965). Estos nobles se
dedicaron a comercializar las cosechas de sus plantaciones. En diversas
oportunidades tuvieron problemas o conflictos tanto con la gente que
dependía de su producción agraria, como también con algunos
integrantes de los sectores dirigentes, los Senadores. Entre otros, uno de
los problemas que ellos tuvieron con los Senadores fue un conflicto de
intereses: Después de la segunda guerra púnica, Roma se constituyó en la
potencia más importante en el Mediterráneo, tanto económica como
militarmente. Algunos de los ricos propietarios de bienes rústicos
deseaban destruir a Cartago, o al menos pretendían limitar su influencia
comercial: "Estos hombres deseaban restringir la producción de maíz en
África, sobre la cual existía una demanda creciente en Italia. Fue esta
clase de ricos terratenientes la que dirigió la política de Roma."(Rostovtzeff
1946:81). Estos hechos explican el por qué Roma declaró la guerra a
Cartago por tercera vez (149-146AC.) y la destruyó.
55
los prestamistas en la ciudades. La importancia de estos sectores
económicos condujo a cierto tipo de corrupción política: "La existencia de tal
poder llevó inevitablemente a una creciente desmoralización de los sectores
dirigentes: aceptar sobornos y la compra de votos en elecciones se
convirtió en algo de poca monta." (Rostovtzeff 1945:105). Hubo diveras
formas de solución ante estos problemas; cada una de ellas respaldada
por un partido político diferente. Pero todos las partidos políticos estuvieron
de acuerdo en un punto: "El mal mayor era el crecimiento rampante de las
grandes propiedades y la simultánea disminución numérica de aquellos
quienes poseían pequeñas y medianas propiedades. El resultado fue el
crecimiento en el volumen de población esclava en Italia, quienes
trabajaban en las grandes plantaciones de los nobles." (Rostovtzeff
1945:105).
56
nueva nobleza no pagaba impuestos al Estado, aunque los plebeyos si
continuaban haciéndolo (Gras 1968). Esta situación creó un medio de
hostilidad entre los diferentes sectores sociales. Los ciudadanos libres
"denunciaron los grandes impuestos, la coersión laboral y las
contribuciones de todo tipo a las cuales estaban sometidos y destacaron que
a medida que pasaba el tiempo estas cargas se estaban convirtiendo
cada vez más pesadas , antes que más livianas."(Louis 1965:109).
5
Es necesario aclarar que no todas las grandes plantaciones ~ latifundia -
tuvieron el mismo proceso. Algunas de ellas permanecieron por muchos
años, e inclusive siglos, tal como lo sugiere Eric Hobsbawm, cuando escribió
sobre algunas zonas de España y de Italia: "En sentido amplio, estas fueron
áreas de vastas propiedades de nobles. No es improbable que tanto en
Sicilia como en Andalucía algunas de estas propiedades fueran
descendientes directos de los latifundios romanos, cuyos esclavos y colonos
se habían convertido en típicos trabajadores sin tierras en estas regiones"
(1962:31)
57
sociedad: sus generales "representaban el poderío militar del Estado a la
vez que [ellos] llegaron a ser sus líderes políticos."(Rostovtzeff 1971:25),
para finalmente constituirse en la clase dirigente, tales como Mario, Pompeyo
y César.
58
Estas condiciones generales explican el por qué Columella y Plinio
escribieron sus manuales agrarios, en los cuales el primero de los
mencionados afirmaba que "En propiedades que estén distantes ..., las
cuales no puedan ser visitadas con facilidad por su propietario, no importa
la calidad del suelo, es más conveniente que estas estén bajo la explotación
de cultivadores libres antes que bajo supervisores de esclavos,...una
propiedad de esta índole debe ser dada en arriendo si, como lo afirmé
previamente, esta no puede contar con la presencia del propietario."
(Columella 1948: Vot.l, libro 1:83). Columella aquí, considerando las
plantaciones, habla de los esclavos como fuerza de trabajo; pero al mismo
tiempo, el ser propietario de un esclavo era algo bastante costoso, dado
que ellos eran traídos desde lugares distantes, con lo cual su precio se
aumentaba. Sin embargo, es probable que Columella esté haciendo
mención tanto a las grandes propiedades como también a los propietarios
ricos.
59
de tierras."(Rostovtzeff 1971:63). Pero más serví (esclavos) también se
convirtieron en arrendatarios (Bloch 1980).
Este último grupo fue más explotado por sus amos, quienes al
mismo tiempo eran los dueños de los predios, que aquellos coloni y
gnasi-coloni. Esto se afirma con base en los siguientes hechos: de una
parte, el esclavo-arrendatario tenía que satisfacer él mismo sus propias
necesidades (alimentación, vestido, vivienda); de otra parte, además de
pagar alquiler al dueño del predio y pagar impuestos al Imperio, el
estaba todavía atado a su amo. Por tanto, es posible afirmar que este
esclavo-arrendatario tenía que trabajar para los otros, sin tener la
posibilidad de escapar a su condición de esclavo.
60
presentaba un efecto doble: Para el arrendatario esto representaba la ruina
total, mientras que para el dueño del predio y los colectores de impuestos
posibilitaba una mayor acumulación de riqueza (propiedades urbanas o
rurales y dinero en efectivo). Algunos de los prestamistas forzaron a sus
acreedores al establecimiento de nuevas relaciones sociales de
producción, a través de las cuales los arrendatarios se convirtieron en
siervos - el colonato --, atados a las tierras que ellos cultivaban. (Frank
1959b y Gras 1968). Lo mismo ocurrió con algunos medianos y
pequeños propietarios. Entre los primeros, algunos de aquellos quienes
poseían esclavos, se vieron forzados a venderlos. Más aún, en ciertas
oportunidades, con el propósito de pagar sus deudas, estos vendieron
parte de sus tierras. Algunos de estos pasaron a engrosar el grupo de
los pequeños propietarios; mientras que otros tuvieron que vender la
totalidad de sus predios y se convitieron en arrendatarios o en trabajadores
a sueldo (Jones 1964). Algunos otros perdieron completamente sus
riquezas y se vieron forzados a pasar a la condición de esclavos. En
cuanto hace a los pequeños propietarios, aquellos quienes no tuvieron
éxito con sus cultivos, también pasaron a engrosar las filas de esclavos.
61
condujo, durante los siglos III y IV, a una confrontación entre el
Emperador (el Estado) por una parte, y los terratenientes, por otra.
Ambos ejércitos enrolaron en sus filas a aquellos 'campesinos de
obligación': obligación hacia el Estado, o bien obligación hacia el
terrateniente. El Emperador, quien al mismo tiempo constituía la
suprema autoridad tanto civil como religiosa, hizo algunos
ofrecimientos de adjudicación de tierras a sus soldados, en caso tal
que estos salieran victoriosos ante sus enemigos. Pero el resultado
final no fue el esperado y fueron derrotados por los terratenientes,
gracias a lo cual estos últimos lograron anexar más tierras a sus ya
vastas propiedades. E.V. Staerman(1980) afirma que la causa para tal
derrota fue lógica consecuencia de la conformación del ejército
imperial: colonos y campesinos en un comienzo, y posteriormente
extranjeros, y no habitantes urbanos, ya que aquellos, si bien durante
el siglo III eran premiados con adjudicaciones de tierras,durante el
siglo IV las condiciones de vida de los campesinos y colonos son
malas y despreciadas, por tanto "su combatividad disminuye y el
ejército romano se convierte en un ejército de mercenarios
extranjeros". (Staerman 1980:75).
El control ejercido por los grandes propietarios , tanto sobre la tierra
como sobre los campesinos, logró tales niveles que quizas esta fue
una de las razones de por qué, durante el siglo IV, tantos esclavos
como colonos romanos ayudaron cuanto pudieron para que los
pueblos 'bárbaros' entrasen al territorio romano, pasando este hecho a
convertirse en uno de los elementos principales que llevaron hacia la
caída del Imperio Romano.
El medio social del siglo IIIAD. estuvo marcado tanto por estas guerras
civiles, como también por la hostilidad entre 'campesinos de obligación' y
dueños de tierras; habitantes urbanos en contra del campesinado;
asalariados urbanos en contra de aquellos quienes controlaban los medios
de producción; campesinos en contra de los colectores de impuestos y de
empleados oficiales. A lo anterior se s uman: crisis agrícola, inseguridad
social, declinar del comercio debido a los problemas en el agro y las urbes,
y la lenta expansión del Cristianismo como religión y los antagonismos
que este hecho produjo.
62
Conclusiones.
65
Los mexicas llegan al poder.
66
La política adoptada por la Triple Alianza no fue la de deponer a los
sectores dirigentes de las ciudades recién conquistadas. Por el contrario,
ellos trataron de ganarse su amistad "haciéndolos partícipes de los tributos y
premiándolos con participación en los bienes que obtuviesen en las
conquistas futuras." (Calnek 1982:57). Otra manera adoptada para
mantener su lealtad fue mediante matrimonios interdinásticos. Estos
hechos llevaron a que la nobleza, pipiltin. estuviese muy pronto ligada con
lazos de parentesco.
67
Tlatelolco, Texcoco y Tlacopan; cada una de las cuales conservaba una
relativa autonomía. Había una descentralización política, la cual, al mismo
tiempo, significaba tanto una transferencia de autoridad como el derecho para
colectar tributos. Pero estas ciudades -estado estaban entrelazadas por
nexos de parentesco entre los sectores dirigentes. Esta condición particular
lleva a Carrasco (1976) a postular que con el propósito de definir una clase
dominante, y en casos como el presente, la esfera política podría ser más
relevante que la esfera económica.
68
(2) El teuctli (las formas plurales para Carrasco -1981- son teteuctin o
tetecuhtin, mientras que para Berdan -1982- es tetecutin) aparentemente
controlaba áreas más restringidas que el tlatoani. Esto quiere decir que
aquellos eran los teccalli, 'casa principal', a la cual "estaban vinculados
menos nobles (pipiltin) y comuneros."(Berdan 1982:52). En algunos
casos el teccalli coincidía con el calpulli. La gente del común asignada a un
teccalli era conocida como teccalleque. quienes pagaban tributos y servicios
al teuctli. en lugar de pagarlos al tlatoani (Carrasco 1981). Todos los
tlatoanime eran también teteuctin. Este rango era adquirido por
nacimiento; sin embargo, en algunos casos el tlatoani podía declarar un
nuevo teuctli. En otros casos, cuando una ciudad era conquistada o
absorbida por la 'Alianza', los antiguos dirigentes de esa ciudad llegaban
a ser teuctli (Soustelle 1962).
(3). Pipiltin es la forma plural de pilli. Esta categoría quería decir 'hijos de
nobles" o hijos de jefes y gobernantes. Esta era una categoría muy amplia
dado que estos hijos podían heredar su rango ya fuese por linea paterna
como por linea materna, y considerando la práctica común de la poliginia
que existía entre los nobles, los pipiltin podían ser "decenas de miles para
inicios del siglo XVI." (Calnek, citado por Berdan 1982:40). Aquellos pipiltin
que no tuviesen acceso a los rangos más altos, tlatoani y teuctli.
ocupaban puestos oficiales en la milicia, eran colectores de tributos, o
sacerdotes.
69
Las actividades religiosas constituyen una de las vías
mediante las cuales es posible explicar la mobilidad social
azteca: Aquellos pipiltin que entrasen al calmecac (escuela para
el sacerdocio) tenían la oportunidad de ascender dentro de la
jerarquía religiosa y de adquirir prestigio social. De la misma
manera, aquellos macehualtin que compartiesen estas mismas
actividades, tenían también las mismas oportunidades.
En este último caso, sinembargo, "no es claro si los
comuneros podían ascender todas las escalas de la jerarquía
sacerdotal; pero ciertamente ellos, como miembros de la
comunidad sacerdotal, podían adquirir los honores militares."
(Berdan 1982:64).
70
los sectores altos. Ellos estaban organizados por unidades territoriales,
raipultin, los cuales deberían estar dedicados en particular a ciertas
actividades (por ejemplo: agricultura, pesca, artesanías, etc.). La
organización por calpulli facilitaba la colección de tributos y servicios. Si el
macehualli era un campesino, el pagaba sus tributos en trabajo o de acuerdo
con el tamaño del predio que usufructuara; pero si era un pochteca o un
amanteca, pagaba en bienes. En ocasiones, aquellos tributos en bienes,
representaban un alto porcentaje de la producción.(Carrasco 1981).
71
prestigio, o pertenecían a mejores o peores calpultin. lo cual les
facilitaba o no la mobilidad social, t al como en el caso de los
sacerdotes, comerciantes y artesanos.
La producción agraria.
73
Berdan (1982) afirman que algunas fuentes mencionan ciertas
transacciones de tierras, aunque estas estaban sujetas a la aprobación
por parte de las autoridades. El mismo Carrasco (1981) menciona el hecho
que en algunos casos era común que una princesa tuviese tierras como
parte de su dote, a través de las cuales se ratificaban las alianzas
políticas y económicas entre dos familias nobles. Estos dos últimos
elementos (transacciones de tierras y dote) permiten pensar en torno a
la real existencia de una ' libre disposición de tierras', lo cual quiere decir
propiedad privada, al menos dentro del sector social de los nobles. Esta
afirmación parece ser cierta dado que otra forma empleada para transferir la
tierras de una familia noble a otra familia noble era a través de las apuestas,
las cuales estaban restringidas únicamente a la nobleza y a los
comerciantes (Carrasco 1978).
75
"Tiene esta ciudad muchas plazas, donde
hay continuo mercado y trato de comprar y
vender. Tiene otra plaza tan grande como
dos veces la ciudad de Salamanca, toda
cercada de portales alrededor, donde hay
cotidianamente arriba de sesenta mil
ánimas comprando y vendiendo, donde
hay todos los géneros de mercadurías que
en todas las tierras se hallan, así de
mantenimiento como de vituallas...Hay
hombres como los que llaman en
Castilla ganapanes, para traer
cargas...Cada género de mercaduría se
vende en su calle, sin que entremetan
otra mercaduría ninguna, y en esto tienen
mucha orden. Todo se vende por cuenta y
medida, excepto que hasta ahora no se
ha visto vender cosa alguna por peso...
Hay en e s t a g r a n p l a z a u n a g r a n
casa como de audiencia, donde están
siempre sentadas diez o doce personas,
que son jueces y libran todos los casos y
cosas que en dicho mercado acaecen, y
mandan castigar los delincuentes. Hay en
la dicha plaza otras personas que andan
continuo entre la gente, mirando lo que
se vende y las medidas con que miden lo
que venden, y se ha visto quebrar alguna
que estaba falsa" (1963:51-52).
Conclusiones
Hay algunos hechos que llevan a pensar que los nobles eran propietarios'
de tierras. En efecto, Pedro Carrasco menciona que mediante apuestas la
tierra era transferida de un noble a otro (1978), y añade que era frecuente el
que una princesa tuviese tierra como parte de su dote (1981), y finalmente
que, aun cuando sujetas a la aprobación por parte de las autoridades, hubo
algunas transacciones de tierras (Carrasco 1978 y Berdan 1982). Por
consiguiente, basados en las evidencias y planteamientos anteriores, se
puede afirmar que en la formación económica y social mexica si hubo
propiedad privada sobre la tierra, y que esta, a su vez, marcaba la diferencia
78
fundamental entre las dos clases opuestas, la nobleza y los comuneros.
III El paralelo.
79
dueño de la tierra y al Estado ya fuese en bienes y/o en denarii. Esta última
era símbolo de riqueza y podía ser almacenada. De allí que es posible pensar
que la gente fue conciente de la importancia de la fuerza de trabajo, como
una de las vías para obtener más ganancias. Por tanto, quizás esta es la
causa que llevó tanto al Estado como a los propietarios de tierras a
pretender ejercer control estricto sobre la fuerza de trabajo; a la vez que
puede explicar el por qué los esclavos tenían valor como mercancía, y no se
le sacrificaba, como si lo hicieron los aztecas. Estos hechos también
permiten dar cuenta del por qué dentro de los romanos la condición de
esclavos se transmitía de padres a hijos.
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83
DONDE LOS INDÍGENAS DEL NORTE DE COLOMBIA
(Seis años de exploraciones) 1
Traducción de:
Sonia Göggel
Departamento de Antropología, Universidad de los Andes
84
altura. Simons, empero, se detuvo a ciento cincuenta metros de la última
cumbre.
85
humano, una indígena que llevaba el rostro embadurnado de rojo e iba
montada sobre un asno.
86
las siete y cuarenta y cinco de la mañana del 29 de Mayo dejamos ese
refugio y nos encaminamos por entre enormes bloques de granito. A las
nueve de la mañana llegamos a la cima del cerro Mokon que es
dominado por un pagamento de piedra, monumento de la región
indígena.
87
cinco grados. A las seis y quince nos pusim os de nuevo en camino.
Rodeamos la cresta rocosa y llegamos al pie de la última pendiente a las
seis y cincuenta y siete. A 4800 metros llegamos al límite de las nieves
perpetuas en la vertiente sur de la Sierra. A las once y cuarenta y cinco la
fatiga nos obligó a reposar nuevamente. Me acosté un instante sobre la
nieve. A las doce y cuarenta y tres proseguí la marcha, pero era un calvario.
Mis compañeros me abandonaron: solamente el indígena Norberto
consistió en seguirme. Coraje! Alcanzaríamos la cima que ningún hombre
antes de nosotros había pisado. Otro esfuerzo más! De nuevo mis fuerzas
me traicionaron y permanecí sin conocimiento durante casi una hora. A mis
pulmones les faltaba el aire. Solamente me quedaban por subir unos cuarenta
metros casi verticalmente. Me mantuve firme y a las dos y veinticinco, alcanzé
la cima de la sierra ¡5887 metros sobre el nivel del mar!
91
Nada es más interesante que comparar al indígena arhuaco con su
vecino del Magdalena, el guajiro. Este último, con sus mujeres cubiertas
ligeramente con mantas de color tejidas, adorna su cabeza y su pecho con
las plumas más brillantes y con collares de dientes de caimán. Vive en la
llanura, en medio de sus rebaños y sus esclavos.
92
entierros.
Las casas comunes nunca tienen más de una pieza, cuando la casa
es cuadrada dos agujeros hechos en los lados del techo dan paso al humo.
Cuando la casa es redonda el humo simplemente se filtra a través de la
paja del techo, cuya altura es siempre de siete a ocho metros. Encienden
un fuego sobre el suelo, en cualquier sitio de la casa.
La palma que sirve para fabricar las esteras no pasa de cinco mts. de
altura. El trabajador comienza por cortar la envoltura del tronco que ha dejado
crecer solamente ese mismo año, elimina cuidadosamente las pequeñas
espinas que erizan las hojas e igualmente desprende las fibras de la
envoltura y las reduce a tiras que pone a secar al sol. Las tiras pierden
entonces su color verde y se vuelven blancas. Para teñirlas de negro
basta dejarlas dos o tres días en el lodo de la región, lavarlas y ponerlas a
hervir en una olla con hojas de bija. Si se utiliza únicamente la bija como
tintura se obtiene un color rosado. El azul se consigue con la fruta verde de la
jagua triturada. Para el amarillo oro se ponen a hervir las fibras con racimos
triturados de la batatilla. Los sombreros de palmita se fabrican con la
envoltura del junco caña brava: al partir este junco su parte interior presenta
una especie de paja que se trenza y se blanquea al sol. Los sombreros de
jipijapa son los más finos. Para producirlos se quita la parte verde de la
envoltura de la iraca (tipo de palma que no pasa de dos metros de altura),
se escoge la parte blanca que se cocina en agua y jugo de limón.
96
La continuación de mi viaje debía conducirme a Aguachica. El
camino era terrible, desafiante de cualquier descripción. En algún
momento, inclusive las marcas sobre los árboles de la selva inundada
dejaron de aparecer y, sin nuestra brújula, hubiéramos estado
perdidos. No obstante, terminamos llegando a un claro donde vivía toda
una familia como en una islita.
99
días atravesé la base de la península guajira la cual había de ser cruzada
por mí en todos los sentidos en mis itinerarios ulteriores. Pero antes de
describir las costumbres de sus habitantes debía concluir de buena
manera mi misión presente. La última part e de mi viaje no era la más
peligrosa pero la más penosa, tal vez a causa de la humedad persistente
en la selva y de la neblina helada de las montañas, y consistió en ir de
Riohacha hasta Palomino bordeando el mar y después a Río Frío
atravesando la linea de los picos de la sierra Nevada de Santa Marta.
La Sierra Nevada que se eleva, como ya lo dijimos, desde la playa del
Mar Caribe hasta una altura de 5887 metros y que ocupa un millón de
hectáreas, es habitada por los arhuacos. No es aquí el momento de
describir las cuatro tribus de las cuales está compuesta esta gente y que
hablan, cada una, una lengua distinta. Sólo teníamos en consideración al
viaje mismo.
101
peón negro en compañía de dos arhuacos. El monteador hubiera debido
cantar más pronto. Uno de los arhuacos, Pinto, tenía ojos grandes
bastante rasgados y elevados hacia las sienes , cabello largo y era
lampiño. Era notable por la finura de sus pies y manos. El otro, Zudengana,
tenía apariencia de muchacha, con la frente alta, la nariz aguileña y el
cabello muy largo. Perecía más inteligente que su acompañante. Ambos
vestían un pantalón corto y muy ancho, fácil de arremangar al pasar un río, y
una especie de dalmática cuyas mangas, muy amplias, llegaban por encima
del codo. Dos mochilas y un fusil de culata viejo completaban su atuendo.
Nos trajeron víveres, sobre todo, pollos y bananos y un triguillo que habían
matado en la selva.
102
Teniendo que salir a recibir a un civilizado quiso ponerse él mismo su traje
de civilizado, pero con ello solamente consiguió verse grotesco. Mientras
tanto avanzó majestuosamente, fijándose en el efecto que debías
producir su atuendo. Súbitamente gritó en francés: -Buenos días, señor!
Yo respondí con cortesía. Los indígenas que formaban calle no podían
creer lo que escuchaban: Noivita no solamente estaba instruido en la
lengua española, también podía conversar con un francés. Noivita era un
sabio universal! De todos lados señas de admiración acogieron las dos
palabras pronunciadas por el jefe. El jefe, un indígena con el óido
ejercitado, se dio cuenta del efecto producido y, para aumentar aún más la
sorpresa de sus subditos repitió sin cesar: - ¡Bonjour. monsieur!
¡Bonjour. monsieur! Sus conocimientos de francés se limitaban a esa
expresión. El señor Celedón, hoy en día obispo de Santa Marta, y a
quien se deben gramáticas de varios idiomas nativos del norte de
Colombia,cuando era apenas cura había estado encargado de la
educación de los jóvenes indígenas escogidos por el gobierno y les había
enseñado algunas palabras en inglés y en francés. Como Noivita hablaba
muy rápido sus compatriotas creyeron que me estaba haciendo un gran
discurso. En 50 años se hablaría todavía de su genialidad.
105
Lemako no parecía ni feliz ni desdichado al volver a ver a su mujer. Le habló
como se habla entre los desconocidos. Era, de la parte de mi compañero,
simplemente una costumbre de raza. Lemako tenía muy buen corazón y,
personalmente, yo le debía la vida. Un día escalando una peña escarpada
que dominaba un río evitó que me cayera en este último. En Evieklak el hijo
de Daza, uno de los Mamas más poderosos de la Sierra nos recibió. El
brujo local consideró necesario acompañarlo. Estas gentes valientes
nos dieron la Bienvenida ofreciéndonos gallinas, huevos, maíz y bananos.
La tarde nos pareció exquisita en una gran casa de palma alegrada por un
fogón enorme alrededor del cuál se habían guindado hamacas. Los poporos
se movían ágilmente, como de costumbre y las lenguas también: las
peripecias de nuestro viaje eran el centro de la conversación.
Interrumpida por esta exhibición la comadrería de los indígenas siguió y se
prolongó de tal manera que fue preciso enfadarse para imponerles el silencio:
uno de ellos, llamado Labata deseaba ser nombrado jefe de su pueblo y
pronunciaba un discurso electoral. Váyanse pués al otro lado del mundo en
búsqueda de lo inédito!
Desde siempre no tienen horas fijas para sus comidas: como todos
los indígenas de Suramérica, comen cuando tienen provisiones y entonces se
atestan. Pero esto solamente ocurre en forma de revancha, después de
pasar varias horas sin nutrición. Su habilidad en la búsqueda de pistas
107
es realmente sorprendente, y todo lo que los novelistas se han imaginado
al respecto queda fuera de competencia. A un hombre, llamado Pentico,
que conocí en los alrededores de Riohacha, en un lugar llamado
Macurutú, le pidieron que buscara una mula que un ladrón había robado
algunos días antes. Como sufría de una herida en el pie mandó traer un
asno y recorrió las calles arenosas de Riohacha en todos los sentidos.
Después de un largo ir y venir pasó frente a una puerta. Bajo su orden se
abrió la puerta: la mula se encontraba en el patio.
Las mujeres tienen un gusto muy agudo por las joyas. Antes
poseían objetos de oro, y aún se encuentran entre ellas recuerdos
anteriores a la conquista. Pero hace ya mucho tiempo que no se sabe
trabajar metal en la región y, a través del intercambio con los
civilizados, se procuran aretes y collares de bellos corales. El lujo
supremo consiste en poseer un collar de cuarcitas rojas, talladas en
forma de oliva, que se encuentran en las antiguas sepulturas. Una de esas
tumbas, gruesa como la falange extrema del dedo meñique tiene, a veces, el
mismo valor de una mula.
109
la naturaleza humana: en las clases bajas los padres venden fácilmente a
sus hijos por dos o tres cabras o por un bulto de maíz. Comprenden tan
poco el sentimiento de la condolencia que, entre ellos, en los entierros de las
gentes adineradas se les paga a los que asisten, según su rango por la
cantidad de llanto que derramaron.
110
LOS VIAJES DEL CONDE JOSEF DE BRETTES EN EL NORTE
DECOLOMBIA 1
Wilhem Sievers
Traducción de:
Sonia Göggel
Departamento de Antropología. Universidad de Los Andes
111
Brettes da la impresión como si las trochas indígenas
hubieran sido trazadas con regla.
Desafortunadamente de Brettes no tiene testigos
de sus múltiples aventuras".
Tuve que pensar en este juicio tan severo al leer el informe del conde
1
Joseph de Brettes sobre el norte de Colombia . Que en este caso se trata del
mismo autor, aunque el visconde se haya transformado en Conde, se
2
deduce de la referencia que de Brettes hace a sus viajes en el Paraguay ,
además de que todo el procedimiento es parecido. En Colombia, de
Brettes se relaciona con el gobierno y ifnalmente viaja por encargo del
3
Estado Colombiano , donde también se realizan caminatas que, según
mis concepciones, no pudieron ocurrir de la manera descrita, pues se
escalan alturas inalcanzables, se manifiestan datos climáticos que no dudo
en declarar como inventados, y se relatan aventuras que en parte podrían ser
medio verdaderas pero exageradas, o provienen del mero invento.
Finalmente, sobre la presentación de todo el trabajo, se extiende un
hálito de inverosimilitud en que inclusive llama la atención a quienes no
conocen el país en cuestión. El hecho de que el conde de Brettes se haga
certificar el 26 de septiembre de 1892 por el gobernador del Departamento
del Magdalena; la ejecución de 82 orientaciones astronómicas y croquis
trigonométricos; su travesía de la Nevada de Santa Marta en 5210 metros (!)
de altura y, con esto, el descubrimiento de 5 lagos, 37 quebradas y 8
poblaciones indígenas (!), no es, para mí, razón válida para creer en la
existencia de todas estas bellas cosas; al contrario: precisamente una
certificación por parte del gobierno despertaría sospechas en viajeros serios.
1
Chez les Indiens du Nord de la Colombie; six ans d'exploraüons par le comte
Joseph de Brettes, in Le Tour du Monde, Tome IV, Nouvelle Serie pp.61-96,1898.
2
ibid.p.61.
3
ibid.p.80. (parte inferior)
112
colombianas (pag. 67); Ocaña (pag.73); Arhuacos (pag.75); Cumbre de la
Sierra Nevada de Santa Marta(pag.79); Calle en Salazar (pag.83); Niño
guajiro a caballo (pag.87); Costa de la Guajira (pag.88); Piragua (pag.96).
Los viajes del conde se pueden separar en dos partes: por un lado,
el viaje por la Sierra Nevada de Santa Marta en mayo y junio de 1891, y en
agosto de 1892 y, por otro lado, la estancia en las partes bajas del
Departamento de Magdalena y el circuito Rio Hacha -Tamalameque-
Ocaña-Cúcuta-Maracaibo.
1
Ibid.p.61. primera nota y comienzo del texto.
2
Ibid.p.64.
3
ibid.p.70.
4
ibid.p.64.
5
Simons, en: Proceedings of the Royal Geographical Society, III, 1861, S.690.
Sievers, en: Zeitschríften der Gesichte fiir Erdkunde, Berlin, 1888, S.157 und
Reise in die Sierra Nevada de Santa Marta, Leipzig, 1887, S.222 ff.
113
con botes, los indígenas, sin embargo, siguen cruzando el río por el vado,
a la altura de su desembocadura, y entretanto tienen piraguas.
1
p.71, parte inferior.
2
ibid.p.70, parte superior.
114
los indigenas. Sus instrumentos musicales son la maraca — un sonajero
fabricado con base en una calabaza hueca — la flauta, y un tambor hecho
de un tronco hueco con una piel de cabra tensionada por encima. El talento
artístico se manifiesta en muchos rasgos particulares, en cuanto que los
guajiros buscan adornar aún sus objetos de uso más corriente. En sus
dibujos se repiten ciertas formas con regularidad: líneas rectas, líneas
en forma de espiral y filas serpenteadas de puntos que se han querido
interpretar como recuerdo de migraciones antiguas. De Brettes los
interpreta como insignias de familia y apoya su opinión en el hecho que
cada familia identifica su ganado con una marca especial que, según él,
reaparece en la pintura del cuerpo humano. La valentía de los guajiros es
muy elogiada por de Brettes. Su manera más común de suicidio es
ahorcarse y se usa siempre que el guajiro no puede vengar una ofensa
que se le causó, quedando la venganza en manos de su familia,
procedimiento similar al Harakiri japonés. Espíritu humanitario, compasión e
indulgencia les son extraños; venden sus hijos los por dos o tres cabras o
por un saco de maíz. La mujer es respetada en familias acaudaladas,
pero en familias pobres no es así. De joven, la muchacha se preocupa por
el ganado, permanece la mayor parte del tiempo en el terruño y sólo
cabalga para acompañar a su familia. Al llegar a la edad matrimonio se le
encierra durante dos a cinco lunas en una pequeña choza, cuya puerta es
tapiada. Tan sólo tiene contacto con una anciana a través de una ventana y
al finalizarse la duración de la clausura (coima) se llega a un acuerdo acerca
del precio de compra para el novio.
1
ibid.p.70, parte superior.
115
el lago de Maracaibo por una parte, y por otra con el
RíoMagdalena. El día que el ferrocarril atraviese esta
tierra fértil se beneficiará, no sólo esta parte del
Magdalena, sino toda la República de Colombia".
1
ibid.p.83.
2
Sievers, Viaje a la Sierra Nevada,p.l85.
116
Tanto más satisfactorio es que de Brettes haya sido capaz de
conseguir un retrato de una joven indígena motilona prisionera en Becerril.
Según de Brettes los motilones no muestran ninguna clase de parecido con
los guajiros, tienen el color de hojas secas, pelo corto, una barbita escasa y
acostumbran pintarse el rostro con color rojo.
1
de Brettes,p.82.
2
(?)
3
Carludovica sp. (Ernest, Exposición Nacional, Caracas 1883,p.276)
4
p.86.
117
1
pero que le robaron en Kasuto . el primer asentamiento guajiro desde
Paraguaipoa. Posiblemente hasta este punto se puede seguir a de
Brette; pero difícilmente más allá: que haya rescatado su caballo con la ayuda
de un médico brujo indígena ya es inverosímil — y aún asi se puede
aceptar. Pero que entonces haya sido atacado por los Apchanas a causa
de sus relaciones con los Ulianas, y que le fue posible mantener la
multitud ocupada esparciendo dinero para mientras tanto poder ensillar su
caballo y escapar, y acto seguido una pelea a golpes entre los mismos
2
indígenas que acabó dejando 6 muertos (!) en la plaza pertenece a
aquellas cosas que reducen la credibilidad íntegra de de Brettes
drásticamente, y que Wichmann califica de aventuras. A esta categoría
3
pertenece el hecho de que fue mordido dos (!) veces por culebras , una vez
4 5
por una mapaná y la segunda vez por una serpiente coral . Esto no le suele
ocurrir a mortales comunes, y si ocurre a menudo, toma un final
desgraciado. De Brettes en su informe no especifica la fecha de su regreso
a Río Hacha.
1
Simons no conoce este sitio. Véase el mapa en Proceedings London
Geographical Society, 1885.
2
p.86. Ni Simons (ibid.p.796), ni Celedón (Gramática de la lengua guajira.
París 1878,p.23/24) conocen a los apchanas.
3
p.69.
4
¿Habrá sido la Mapanare? Lachesis mutus.
5
Eryrhrolampus venustissimus (Ernest, Exposición Nacional,p.353).
Ernest nombra además la Manare de Bolívar, pero no la puede clasificar.
6
Zeitschr.Ges.f.Erdke., Berlin, 1886, S.387.
118
contarse los sucesos del día y, en contraste con el silencio que guardan
frente a extraños, son muy locuaces entre sí. De Brettes tuvo la
1
oportunidad de presenciar un entierro en San Sebastian .
Este tipo de enterramiento difiere mucho del que es usual según mis
investigaciones: a menudo el cadáver es enterrado en cuclillas.
1
p.77/78.
119
piedras, la respuesta es afirmativa o negativa. El Mama, sin embargo, no
sólo sabe curar, sino también es capaz de enviarles enfermedades a sus
enemigos: puede, o al menos se vanagloria de poder, meterles en el
cuerpo sapos, ranas, lagartijas y arañas mediante brujerías. Esto inclusive
a los guajiros les infunde temor frente a sus débiles vecinos. Como
sacerdote el Mama bautiza a los niños mediante ceremonias bastante
anticuadas. Además este acto es de larga duración, ya que el sacerdote
comienza con un ayuno,después lleva al niño a la orilla del río y le coloca
sobre la lengua pedacitos de aquellas comidas que más tarde va a poder
comer, y finalmente este procedimiento se repite después de 5 a 6 días.
1
Lo anterior, en la página 79/80.
2
ibid.p.75.
3
Sievers: Viaje a la Siena Nevada de Santa Marta., 100ff, y mapa en
Zeitschr.d.Ges.f.Erdke., Berlin, 1888.
120
de la nieve, no puede quedar a 3208 metros de altura. Además tampoco
Simons reconoce chozas al pie de la cadena nevada, sino sólo una en el
1
cauce del río Cataca . El punto donde de Brettes coloca a Uraka en el
pequeño mapa no puede tener una altura de 3208 metros , además el mapa
que de Brettes usa es una reproducción exacta del mapa de la Nevada de
Santa Marta usado por mí, y que data del año 1888, de la Revista de la
Sociedad Geográfica de Berlín. Desgraciadamente tengo que considerar
tanto la altura que de Brettes indica para Uraka como en general el
"refugio d'Ouraka" como invento. El 30 de mayo de Brettes dice haber
salido de Uraka (3208 metros de altura) y haber subido hasta un
campamento que curiosamente se encuentra exactamente 1000 metros
2
arriba de Uraka a 4208 metros de altura . No me es claro cómo fue posible
esto, ya que de Brettes localizó a Uraka en mi propio mapa de la Nevada a
4700 mts. de altura en un punto al noreste de las lagunas del afluente
occidental del río cataca, de donde el ascenso es s ólo posible
bordeando la cadena nevada y, más precisamente, caminando sobre la nieve
misma. Además, es poco probable que su barómetro aneroide (?) lo haya
engañado por 1500 metros (!), ya que más tarde fue capaz de medir una
altura exacta de 5887 metros para la cima de la Nevada. El 30 de mayo de
Brettes sufrió de soroche a una altura de 4200 metros, que más tarde
también atacó a su compañero. Ni en la Nevada de Santa Marta ni en la de
Mérida, ni en éstas alturas ni en" alturas más elevadas, nos sucedió algo
parecido a mi acompañante y a mí, ni tampoco he escuchado que alguien
hubiera sufrido de aquello. Es curioso, además, que el campamento por él
alcanzado el 30 de mayo sea descrito 3
como mi propio campamento
retratado en mi libro sobre la Nevada . El 31 de mayo, un domingo, la
o
temperatura en la noche bajó a -6 y hasta el amanecer subió otra vez 5 °,
o
es decir, a -I Empero, se sabe que las temperaturas más bajas siempre se
registran al amanecer; por lo tanto este ascenso de la temperatura es
misterioso; además en alturas de 4200 metros en la Nevada no suelen
o
presentarse temperaturas de -6 . El 19 de febrero a una altura de 4170
metros en la nevada, es decir, muy cerca al supuesto campamento de de
Brettes a 4208 mts., medí una temperatura de sólo + 0,5° a las 6 de la
mañana y considerando el clima tan uniforme del trópico es imposible medir
o
una temperatura de -6 en la misma altura. Con todo, es posible que el
o
termómetro haya registrado una temperatura de -1 al amanecer. En 8
horas -- de las 6:15 a las 2:15 — de Brettes escaló la cima de la Nevada y
midió su altura, obteniendo 5887 metros, pero no dice cómo lo hizo, ya que
en ningún momento suministra información sobre la manera en que
1
El mapa de Simons (loc.cit).
2
ibid.p.74.
3
Sievers: Viaje a la Sierra Nevada, p.105.
121
obtuvo las mediciones. El 19 de febrero sólo me fue posible recorrer
en 4 horas una diferencia de altura de 530 metros, mientras que al señor
de Brettes le fue posible recorrer en 8 horas 1679 metros. Curiosamente
parece haber bajado otra vez los 1679 metros, ya que no indica haber pasado
la noche en otro sitio que el campamento usado del del 30 al 31 de mayo. La
cumbre fue llamada pico Colón por el gobierno colombiano en 1893, y de
Brettes la describe así:
Eso es todo lo que de Brettes dice sobre la naturaleza del pico más alto de la
Nevada, pero ni una palabra sobre la consistencia de la nieve, sobre la
formación de hielo, y nada sobre la forma del pico más alto. Además, su
descripción es casi incomprensible, "partida por once valles profundos",
uno no sabe con exactitud qué imaginarse al leer esto. No dudo en declarar
también esta medición de 5887 metros y, en general, toda la escalada
como un invento hasta que no se me demuestre lo contrario. También
aquí vale lo dicho por Wichmann: El señor de Brettes no tiene testigos de
sus aventuras.
1
El cuál, además, no conoce de Brettes.
2
p.92.
122
Casi peor que los informes sobre la supuesta escalada de la
Nevada y del cruce, es el informe sobre el segundo cruce que parte de la
vertiente norte, en la región del río Palomino, en dirección al río Frío,
donde termina la línea del ferrocarril de Santa Marta. Después de una
buena descripción de la costa cerca a Dibulla (pag.66) comienza el relato
inverosímil a partir de la página 87. El 15 de agosto de 1891, de Brettes
dice haber salido de Río Hacha y haber llegado a la región de Palomino
en los siguientes días. Apenas el 23 le fue posible llegar a Taminakka,
un asentamiento sobre el Río Palomino, a causa de una herida que lo
detuvo. El 20 hizo amistad con un pájaro que cantaba la Marsellesa (!)
pero dice que solamente la cantaba cuando se acercaban caminantes, lo
que, empero, el 21, cuando volvió a cantarla, no fue confirmado. Tanto
más rápido siguió el viaje a partir de Taminakka con 6 hombres y 4
viudas. Entró a la "zona helada" el 26 de agosto, el 28 de agosto perdió 2
viudas y un joven por debilidad en Ulueji; sobre un camino viejo y
empredado escaló la montaña Ulueiigheka cerca de Uluejissak, pasó la
noche al pie de la cascada de Los Pinzones y ya el 29 se encontraba a
4676 metros de altura. Ahora los excesos comienzan a
acumularse. El mismo día de Brettes cruzó la montaña Chekassankala
en 5210 metros de altura y, después la línea divisoria de las aguas.
Fuentes dejaban correr agua negra: el nacimiento del río Uluejí. llamado
Don diego por los españoles.
p.92.
123
aqui hasta 4700 metros, de altura. Después se encontró con un pueblo,
llamado Nunkualaklak y después un bosque. Parece que de Brettes pasó
la noche en este bosque, ya que lo único que escribe sobre el 31, es que
Q
bajaron a un pueblo llamado Evi eklak a una altura de 2150 metros. El 1
de septiembre, a las 11, bajó a 1840 metros de altura y justo después de
las 4 de la tarde llegó a Río Frío donde la ya nombrada certificación le
fue dada por el gobernador. Las autoridades contaban con la llegada de de
1
Brettes el 1 de septiembre y, cómo podría ser de otra manera, de Brettes
llegó precisamente ese día !
124
subiendo por la vertiente sur. De mi, parece no tener conocimiento en ese
respecto, y sin embargo, imprime gratuitamente una reproducción de mi
propio mapa en su texto sin nisiquiera mencionarme! Sobre la Nevada no
sabe mucho, ya que no conoce la literatura disponible sobre ese tema. Según
su parecer, la "formación geológica" de la Nevada es mucho más antigua que
la de los Andes, se compone principalmente en su interior de granito y cuarzo
(!) y, además, su base esta rodeada de bosques. En resumidas cuentas,
un señor de tan dudosa credibilidad debería sobretodo cuidarse de atacar
viajeros tan beneméritos como Simons. Además una revista tan importante
como la Tour du Monde debería actuar con más precaución en la admisión
de tales artículos compuestos de una mezcla de realidad y ficción, y aún
más todavía debería cuidarse la Asociación Geográfica Parisiense, la cual
también imprimió los informes de de Brettes; me refiero a todo esto
porque tiene la gran desventaja de que sus cifras inventadas van a aparecer
en reconocidos atlas, como sería el Debesschen Handatlas, y todo esto,
pese a que revistas tan serias como Petermanns Geographische
Mitteilungen y el Geographische Jahrbuch ya hace años con mucha razón
previnieron contra este hombre, que "no tiene testigos para sus aventuras".
1
ibid.p.87, parte inferior.
2
ibid.p.61.
3
ibid.p.75.
125
Casi peor que los informes sobre la supuesta escalada de
la Nevada y del cruce, es el informe sobre el segundo cruce que
parte de la vertiente norte, en la región del río Palomino, en
dirección al río Frío, donde termina la línea del ferrocarril de Santa
Marta. Después de una buena descripción de la costa cerca a Dibulla
(pag.66) comienza el relato inverosímil a partir de la página 87. El 15
de agosto de 1891, de Brettes dice haber salido de Río Hacha y
haber llegado a la región de Palomino en los siguientes días.
Apenas el 23 le fué posible llegar a Taminakka, un asentamiento
s obre el Río Palomino, a causa de una herida que lo detuvo. El 20
hizo amistad con un pájaro que cantaba la Marsellesa (!) pero dice
que solamente la cantaba cuando se acercaban caminantes, lo que,
empero, el 21, cuando volvió a cantarla, no fué confirmado. Tanto
más rápido siguió el viaje a partir de Taminakka con 6 hombres y 4
viudas. Entró a la "zona helada" el 26 de agosto, el
28 de agosto perdió 2 viudas y un joven por debilidad en Ulueji; sobre
un camino viejo y empredado escaló la montaña Uluejigheka cerca a
Ulueiissak . pasó la noche al pie de la cascada de Los Pinzones y ya el
29 s e e n c o n t r a b a a 4 6 7 6 m e t r o s d e a l t u r a . A h o r a l o s e x c e s o s
comienzan a acumularse. El mismo día de Brettes cruzó la montaña
Chekassankala en 5210 metros de altura y, después la línea divisoria
de las aguas. Fuéntes dejaban correr agua negra: el nacimiento del río
Ulueji, llamado Don diego por los españoles.
p.92.
126
aqui hasta 4700 metros, de altura. Después se encontró con un pueblo,
llamado Nunkualaklak y después un bosque. Parece que de Brettes pasó
la noche en este bosque, ya que lo único que escribe sobre el 31, es que
Q
bajaron a un pueblo llamado Evieklak a una altura de 2150 metros. El 1
de septiembre, a las 11, bajó a 1840 metros de altura y justo después de
las 4 de la tarde llegó a Río Frío donde la ya nombrada certificación le
fue dada por el gobernador. Las autoridades contaban con la llegada de
1
de Brettes el 1 de sept iembre y, cómo podría ser de otra manera, de
Brettes llegó precisamente ese día !
1
ibid.p.87, parte inferior.
2
ibid.p.61.
3
ibid.p.75.
127
subiendo por la vertiente sur. De mi, parece no tener conocimiento en ese
respecto, y sin embargo, imprime gratuitamente una reproducción de mi
propio mapa en su texto sin nisiquiera mencionarme! Sobre la Nevada no
sabe mucho, ya que no conoce la literatura disponible sobre ese tema. Según
su parecer, la "formación geológica" de la Nevada es mucho más antigua
que la de los Andes, se compone principalmente en su interior de granito y
cuarzo (!) y, además, su base esta rodeada de bosques. En resumidas
cuentas, un señor de tan dudosa credibilidad debería sobretodo cuidarse
de atacar viajeros tan beneméritos como Simons. Además una revista tan
importante como la Tour du Monde debería actuar con más precaución en
la admisión de tales artículos compuestos de una mezcla de realidad y
ficción, y aún más todavía debería cuidarse la Asociación Geográfica
Parisiense al cual también imprimió los informes de de Brettes; me refiero a
todo esto porque tiene la gran desventaja de que sus cifras inventadas van
a aparecer en reconocidos atlas, como sería el Debesschen Handatlas, y
todo esto, pese a que revistas tan serias como Petermanns
Geographische Mitteilungen y el Geographische Jahrbuch ya hace años con
mucha razón previnieron contra este hombre, que "no tiene testigos para
sus aventuras".
128
Reseñas de Libros
El libro se abre con una pregunta: "¿por qué los pueblos prehistóricos de
Colombia no lograron un desarrollo similar al de sus vecinos de México y
Perú?" Como la pregunta es engañosa, podríamos voltearla y
preguntarnos: ¿Qué necesidad tenían los pueblos prehistóricos de
Colombia de alcanzar un desarrollo similar al de los pueblos de México y
Perú?
129
El autor afirma que las culturas prehistóricas de Colombia dejaron de
tomar parte en la dinámica de los principales centros de desarrollo de
América nuclear y se rezagaron en su avance después de haber sido un
gran foco cultural temprano que irradiaba a otras áreas y que luego se
estancó. Esta visión del proceso colombiano como algo que tuvo luz propia
hasta determinado momento y después la perdió, simplemente porque las
sociedades aborígenes no alcanzaron un desarrollo estatal, es cuestionable.
¿Qué decir del debilitamiento interno en el proceso de desarrollo, del
estancamiento que tan acertadamente señala el autor, a partir de la etapa
Formativa? Habría que tomar en cuenta, entre otras cosas, el carácter
redistributivo de las sociedades aborígenes, que revierten
constantemente lo que logran acumular. Quizá allí esté la explicación de la
aparente inmovilidad que las caracteriza y que no les permite avanzar a
formas más evolucionadas.
130
Shamanism, Colonialism and The Wild Man: A Study in Terror and
1
Healing
El problema de partida
1 Algunas de las citas que se transcriben, se tomaron de la traducción hecha por Carlos
Alberto Uribe del capítulo XXVII del libro reseñado, y que se publica en este mismo volumen.
Las citas con asterisco* fueron traducidas por Jorge Cárdenas Nannetti.
131
indígenas witotos y otras etnias fueron sistemáticamente aniquilados, mediante
torturas, castigos o persecución, por parte de los caucheros de la empresa
peruana Casa Arana..
El autor se interroga: ¿cuáles son las condiciones que explican que el terror
— concebido inicialmente como un medio para incorporar compulsivamente a
los indígenas al trabajo del caucho y elevar su producción — se transforme en
un fin en sí mismo, hasta el punto de provocar la desaparición física de los
mismos trabajadores?
El enfoque
Conceptos Fundamentales
El espacio de la muerte es
preeminentemente un espacio de
transformaciones: a través de la
experiencia de la muerte, la vida; a
través del miedo, la pérdida de sí, la
conformidad con una nueva realidad; o
por el mal, el bien.
133
El espacio de la muerte es uno de los
espacios cruciales en donde indígenas,
africanos y blancos dieron nacimiento
al nuevo mundo" (Taussig 1986:16).
134
El fermento del miedo era aún más dramático si se tiene en cuenta que
los caucheros en muchos casos desconocían las lenguas nativas, y
dependían en gran parte de los muchachos — un cuerpo nativo
entrenado por los caucheros — para sus operaciones de control sobre los
otros nativos. Estos propalaban rumores del "otro mundo" que los blancos
eran incapaces de controlar.
Ritos Curativos
Con base en historias de vida, Taussig describe con rico detalle el contexto
de la toma de yagé en el Putumayo, y algunas de las visiones que tanto
colonos como nativos tienen durante la misma. Generalmente, los
tomadores de yagé penetran, durante su experiencia, en un espacio de
muerte o de horror, que presupone su salvación, o curación. En las tomas,
tanto los indígenas como los colonos encuentran Vírgenes y otros temas
135
católicos, en una "dialéctica de la "imagen" que se proyecta hasta hoy en
díaHistoriografía de la virgen
137
El curandero debe prevenir la envidia o neutralizarla, como
también otras enfermedades tales com o "el espanto, provocado por
magia", causada por vecinos, por rivales, o aún por los propios
trabajadores.
Montaje
1
Este tema ha sido tratado por Taussig en detalle en su libro The
Devil and Commodity Fetishism in South America., University of North
Carolina Press, 1980.
138
Bajo el título de Montaje (c apítulo 27) el autor recoge el hilo de
algunas de sus tesis más fundamentales. Según Taussig, la actividad del
curandero o del ritual de curación trabaja como un montaje: su praxis
está conformada substancialmente por discontinuidades, terceduras,
rupturas profundas y buscadas, que pueden ser asimiladas a algunos
aspectos del teatro épico:
139
exhorcista del caos o de la diferencia- debe ser sustituida por otra
imagen que comprenda a este como un espacio privilegiado donde
predomina la mano izquierda, la anarquía,
Al final del libro Taussig nos cuenta la historia de Marlen, una joven mujer
de Puerto Tejada incrustada en una tradición familiar de curanderismo
popular y atrapada por la magia y por las presiones de su ardoroso amante.
Ella era hija de don Chu chu, el hombre que había indicado a Taussig el
camino del Putumayo, y no deja de ser trágico que precisamente la hija de
este hombre haya sido asesinada por su amante como si el destino de la
magia le hubiera deparado esta suerte. Con esta narración es como si el
autor hubiera hecho un alto en el camino y empezara a preguntarse
nuevamente por el sentido de su libro. Ciertamente, uno siente la tentación
de volver a empezar con esta clave de lectura que se nos ofrece al final, como
si el mal estuviese a la base del poder curativo.
141
153
medida, por su propósito de hacer no solamente un análisis de la cultura,
sino una crítica de la cultura, y en ese sentido en transformarse él mismo en
un creador de la cultura.
Postmodernismo
Consideraciones finales
El texto de Taussig está, sin duda, inmerso en un movimiento de
replanteamiento que se ha acentuado en los últimos años del oficio del
historiador y del antropólogo, y de sus respectivos productos. Desde el
trabajo seminal de Barth, Le Degre'Zero de L'Escriture, diversos
investigadores se percataron de la historicidad de sus formas de escritura, y
de las implementaciones que los estilos de presentación contenían para la
representación y análisis de los mismos "hechos". En historia, por ejemplo,
los trabajos de Hayden han mostrado la
Quizás su deuda con Walter Benjamín sea más fuerte de lo que las
citas — de por sí abundantes de ese autor — dejan entrever. De hecho,
existe un paralelismo personal entre ambos personajes que explican parte
de su sensibilidad común frente al holocausto y el terror.
Esto no objeta, sin embargo, para que el libro que nos ofrece
Taussig sea una especie de revelación; pone de manifiesto, además, los
mecanismos por los cuales la antropología colombiana se ha orientado, sobre
todo por los indígenas, o por los cuales la historiografía, en virtud del
mismo principio, ha tenido un propósito — generalmente no confesado ~ de
silenciar al indio o la selva en sus versiones de nuestra realidad nacional.
La estética marxista ha sostenido que forma y contenido están
inextricablemente unidos. La forma es parte del contenido, de manera tal
que — como lo planteaba Benjamín — una escritura crítica no puede
contentarse con enunciar simplemente nuevos problemas o soluciones bajo
los mismos moldes. El libro de Taussig ha partido de estas convicciones, y
aceptado este reto. Creo que ha tenido éxito, ya que ha contribuido a
problematizar un campo que veíamos sin mayor trascendencia, o
meramente asunto de los indios salvajes o de los colonos del Putumayo, o
de los antropólogos. No. En este sentido se ha formado la historia colonial y
contemporánea de Colombia, y probablemente su futuro:
Referencias bibliográficas
Benjamín, Walter.
1973 El Narrador., Revista de Occidente No.129. Madrid.
145
1980 Poesía y capitalismo., Iluminaciones 2. Madrid, Ed.Taurus.
Clifford, James.
1986 Writing Culture. The Poetics and Politícs of Etnography.
University of California Press.
Colmenares, Germán.
1987 Sobre fuentes, temporalidad y escritura de la historia.,
Boletín
Cultural y Bibliográfico, Vol XXIV, No. 10. Biblioteca Luis
Ángel Arango, Banco de La República, Bogotá.
Foucault, Michael.
1985 Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones.
Madrid.
Alianza Editorial.
Hayden, White.
1980-1 The Value of Narrativity in the Representation of
Reality., en Mitchel, JJ. Ed: On Narrative., University of
Chicago Press, Chicago.
Lunn, Eugene.
1986 Marxismo y modernismo: Un estudio histórico de Lucaks,
Benjamín y Adorno. México., FCE.
Taussig, Michael.
1986 Cultura del Terror. Espacio de la muerte. El informe
Casement sobre el Putumayo y la explicación de la tortura.
Revista Falsas Riendas, Año 1 No.l, octubre-noviembre.
Bogotá.
1
Oberg, Kalervo: Types of Social Structure Among the Lowland Tribes of South
and Central America., American Anthropologist, 1955 (57):472-487.
2
Service, Elman: Primitive Social Organization. Random House, N.Y., 1962.
147
Los casos tratados abarcan a la América del Norte, Central y del
Sur, y los enfoques para demostrar que en todos se trataba de
sociedades jerarquizadas van desde la utilización de los más
sofisticados métodos de antropología física, para determinar
diferencias en la dieta y presiones ambientales pre y post-natales (Hatch),
pasando por la aplicación de la estadística para tratar de demostrar la
relación que existe entre el aumento de la densidad demográfica y la
complejización de la organización social (Drennan), hasta la primordial
importancia que se le atribuye a los datos etnohistóricos, principalmente
en la arqueología Suramericana (Lleras y Langebaek. Rappaport, Hidalgo).
1
Rethinking the Chiefdom.. pp.369-389.
2
En muchas ocasiones los cronistas confunden caciques, caciques principales, caciques
menores, hechiceros, "sacerdotes" (error este último que ha llevado a muchos a pensar que los
cacicazgos eran teocráticos, cuando la evidencia apunta a lo contrario), y jefes guerreros.
3
Mortuary Indicators of Organizational Variability Among Late Prehistoric Chiefdoms in
the Southeastern U.S. Interior., pp.9-20.
4
Moundville from 1000 to 1500 AD as Seen from 1840 to 1985 AD.
148
ambientales sino también las políticas en el proceso de estructuración de
los cacicazgos lo cual no es, en realidad, una propuesta nueva para la
arqueología Suramericana.
1 2
Los trabajos de Lleras y Langebaek , Rappaport , Sanoja y
3 4
Vargas , e Hidalgo , se ocupan de este punto, principalmente haciendo
inferencias a partir de los datos etnohistóricos. Lleras y Langebaek se
preocupan por mostrar la gran variabilidad de recursos que explotaban los
grupos cordilleranos orientales de Colombia y la Serranía de Mérida,
además de presentar datos que demuestran lo complejo de sus redes
comerciales; pero más important e aún es el planteamiento que, desde el
punto de vista arqueológico, la ausencia de una cultura material compleja no
implica necesariamente un nivel de organización socio-política inferior o
menos complejo. Para el caso de Tierradentro, Rappaport hace una
observación muy interesante y, retomando a Clastres, explica que el
carácter de la autoridad política no debe entenderse como el control del
cacique sobre la gente, sino viceversa: el control de la gente sobre el
cacique; esto es, que la autoridad cacical como centro del poder económico
y político es poco claro y que dependía, ante todo, del apoyo que le
ofreciera la población.
1
Producción Agrícola y Desarrollo Sociopolítico entre los Chibchas de la Cordillera Oriental
y Serranía de Mérida.. pp.251-269.
2
Los Cacicazgos de la Sierra Colombiana: El Caso Paez.. 271-287.
3
La Sociedad Cacical en el Valle de Ouíbor (Estado de Lara. Venezuela).. pp201-211
4
Cacicazgos del Sur Occidental Andino: Origen y Evolución Colonial., pp.289-296
149
los cacicazgos; antes por el contrario, la cuestión parece enredarse más. Si se
habla de modo de producción tropical habría que hablar de modo de producción
de páramo, modo de costa, y de infinidad de modos de producción
ecológicos, según sea el caso, y esto, obviamente, carece de cualquier
sentido económico analítico. Sin embargo, queda patente de los datos que
suministran los autores, la diferenciación jerárquica entre los grupos aborígenes
tratados.
1
Helms , quien enfatiza que los cacicazgos se caracterizan
principalmente por sus lazos de parentesco, emplea los términos "sociedad
de rangos" y "cacicazgos" indistintamente.
1
Art Styles and Interaction Spheres in Central America and the Caribbean:
Polished Black Wood in the Greater Anlilles.. pp.67-83.
2
La Vivienda v el Enterramiento como Unidades de Interpretación: Anatomía de
dos Casos de Transición del Modelo de Cacicazgo., pp.231-248.
3 Implicaciones de las Secuencias Locales y Regionales en los Aspectos Culturales de
los Tairona.. pp.213-228.
150
1
Upham , soluciona el problema de la variabilidad? Sin duda, se corre el
peligro de caer en un círculo vicioso y, aun cuando ciertamente "cacicazgo"
adolece de los elementos delimitantes específicos que nos permitan decir
dónde termina el cacicazgo y dónde empieza el Estado; donde termina la
tribu y dónde comienza la jerarquización administrativa; y cómo
separamos un cacicazgo con un "principal" y dos "menores" de un
cacicazgo con un "principal" pero solo en tiempo de guerra, es todavía el
único término que, al menos conceptualmente, nos permite manejar la
variabilidad sin encasillarla.
1
A Theoretical Consideration of Middle Range Societies.. pp.345-367.
151
Vegetalismo: Shamanism Among the Mestizo Population of the
Peruvian Amazon
153
NOTICIAS
;.Qué se logró?
154
6. Los indígenas, por su parte, solicitaron al gobierno nacional una
mayor participación en la toma de decisiones. Además, pidieron que se
sanearan los resguardos (esto es, que se compren las tierras de colonos y
se entreguen a los indios); y, finalmente, que se les ayude a buscar una
salida al mar, para aprovechar los recursos naturales de este sistema y el
acceso a sitios ceremoniales, como lo es la desembocadura del río Don
Diego.
155
arqueológicas que forman parte de la colección permanente del ICAN. Los
directores de estas instituciones, Ana María Groot (ICAN) y Juan Manuel
Sarmiento (CNR) han dado todo su apoyo para la realización de estos
trabajos.
156
La excavación de rescate realizada por el arqueólogo Alvaro Botiva
(ICAN) logró preservar más de 120 individuos en Soacha. Las excavaciones
fueron patrocinadas por el Instituto Colombiano de Antropología y la
Corporación de Ahorro y Vivienda, Colmena, y con la colaboración de
estudiantes. Se recolectó una buena muestra cerámica que, una vez
analizada, debe constituir un buen aporte al conocimiento de las tipologías
muiscas. Los estudios óseos los realiza José Vicente Rodríguez
(Antropólogo, Universidad Nacional) quien ya ha entregado dos informes
sobre el cuantioso material.
157