EL ECOGUERRERO

Corría el año 2100, en una reserva ecológica en medio de la gran

metrópoli, en una estrecha faja de terreno se encontraba un viejo roble rodeado
de unas cuantas plantas artificiales, con hojas verde fosforescente que
recuerdan los antiguos ficus del siglo XX exterminados por los hombres al tratar
de erradicar las plagas de insectos que atacaban a las ciudades, producto de la
polución. Aquellas plantas le preguntaban al gran roble como era esa reserva
antes de que el hombre la destruyera. El gran roble solo se estremecía por
acción del viento malagüero que trae la lluvia ácida, y con sus ramas resecas
rodeadas por una corteza dura con marcadas cicatrices, respondió entre
sollozos: " Este lugar no era el terreno yermo y desértico en que vivimos ahora,
sino era un inmenso bosque en donde vivían muchos de nuestros hermanos
árboles, donde las aves construían sus nidos en nuestras ramas llenas de hojas
y flores; los animales como monos, ardillas y roedores buscaban refugio y
alimento en el bosque y se protegían bajo las ramas de las fuertes lluvias; había
un mundo de insectos: escarabajos, mariposas, arañas, hormigas y abejas
alimentándose y polinizando nuestras flores… no como los bichos que hay
ahora, esos que destruyen nuestras hojas y hacen infértil el suelo; el viento
fresco jugueteaba con nuestras hojas caídas en otoño, las cuales al
descomponerse por acción de los hongos se transformaban en abono natural
para el suelo, y con ayuda de los miles de insectos y aves las semillas se
esparcían para fecundar nuevas tierras...".

--- ¿Y qué pasó con el bosque?---pregunto una bioplanta de la reserva. El gran

roble de pronto tomo fuerza y menciono la frase: “los humanos destruyeron el
bosque, sobreexplotando los recursos naturales”. ¡¡¡Todo esto fue culpa del
hombre!!!

---En ese instante todas las demás plantas artificiales se quedaron asombradas.
Y una de ellas dijo: Creo que ahora el hombre esta tratando de salvar a los
árboles, por eso nos crearon a nosotras aplicando sus conocimientos de
genética molecular.

Y el gran roble, volvió a estremecerse hasta la más profunda de sus raíces

haciendo crujir su pesado tronco. Entonces continuó diciendo: "Eso es lo que
están haciendo ahora. Pero, antes los hombres sólo buscaban su propio
bienestar, ciegos de poder, sin respetar el medio ambiente y el ecosistema
donde habitábamos los demás seres vivos como las plantas y los animales. Sin
pensar que todos los seres vivos interactúan y son necesarios para continuar la
vida en el planeta. Ellos dependen de nosotros para purificar el aire y generar
oxigeno, además de mantener la cadena alimenticia de los seres vivos y el ciclo
de agua... En esa época hubo algunos humanos que si tomaran conciencia, pero
fueron pocos...intentaron proteger el medio ambiente, pero fue demasiado
tarde". ---Y el árbol se puso a llorar, como en su niñez cuando fue atacado por
insectos xilófagos.

---Las bioplantas preguntaron en coro: ¿qué te pasa amigo roble, por qué lloras?

Pero los recuerdos tristes del desastre, en aquel día aciago volvieron a la mente
del roble y dijo: “Fue un 14 de diciembre del 2010, en que unos hombres
malvados se pusieron a taladrar a mis hermanos, no pude hacer nada, al ver
como mis hermanos caían por acción de las motosierras y al compas de la
marcha estrepitosa de tractores forestales que arrasaban con todo árbol
maderable, todos yacían con los troncos partidos sobre la madre tierra….”--- Una
de las bioplantas más pequeñas preguntó con su voz inocente: ¿y por qué, sólo
tú quedaste vivo en el bosque?

---Y el gran roble, apunto con una de sus ramas a un humano barbicano y
longevo, que estaba escuchando todo detrás de una roca ---Las plantas
voltearon la vista para verlo. ---Era el guardián de la reserva. Entonces el roble,
dijo: “Fue gracias a un solo hombre, un ecoguerrero que se aferró a mi tronco en
un abrazo inmortal, pidiendo a gritos que no acaben con el bosque, luego se
unieron otros hombres, mujeres y niños y con su grito de protesta lograron que el
gobierno suspendiera la concesión… ”. Entonces, fue gracias al viejo humano
que sobreviviste. ----Y todas las plantas quedaron asombradas.

Hubo un largo silencio… Y el humano barbicano y longevo, se acercó

pausadamente, las plantas abrieron espacio para que pasara junto al gran roble
que extendió sus ramas para abrazarlo, y el viejo le dijo: “Querido amigo, te pido
perdón en nombre de todos los hombres por el daño causado al bosque, pero el
daño más grande fue para los propios humanos y demás seres vivos del planeta,
porque alteramos el medio ambiente y pusimos en riesgo nuestra propia
existencia….Pero gracias a que sobreviste, tu material genético ha servido para
repoblar otras partes de La Tierra, y además con aplicaciones de la ciencia han
permitido crear las bioplantas que nos ayudan a mitigar la contaminación en
pequeña escala… pero es un avance para la supervivencia del planeta…
Bueno amigos, esto me pone muy triste, y felizmente ahora el hombre ha tomado
conciencia, y esta haciendo las cosas correctamente respetando el medio
ambiente, por lo que hay que celebrar…”. Las bioplantas se dieron cuenta que
aquel viejo era el artífice que les había creado, y no supieron que decir, y al fin
lograron comprender porque aquellas dos criaturas que también vivían en el
bosque: el gran roble y el viejo guardián, pertenecían a un mundo anterior y eran
los sobrevivientes de la catástrofe ecológica y eran los portadores de la semilla
de vida para repoblar el planeta.