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cine feminista... En breve van a existir las comidas feministas y los autos feministas, y vamos a
terminar en el lugar del que partimos: la exclusión. Si la diferencia proclama su diferencia y se
reconoce como diferente, se convierte en un nuevo lugar común que precisa de límites, es
decir de una nueva otredad. Si la diferencia tiene límites no puede albergar a todas las
diferencias, se convierte en excluyente y selectiva. Hoy en día, la diferencia tal como la
proclamamos no busca la aceptación, ni la integración; por el contrario, el mal uso de la
diferencia la convierte en mecanismo de rechazo,en el que aquello que no es diferente, varias
es veces es visto como lo erróneo, lo equivocado. De esta manera, los límites se hacen cada
vez más rígidos y la posibilidad de integración desaparece. Sin ir más lejos, puede verse con el
uso que hicieron del concepto de "deconstrucción". Hoy ya no sabemos que es la
deconstrucción, ni entendemos hacia donde se dirige, hoy es un significante vacío que perdió
su potencialidad;. Veo recurrentemente perfiles de algunas personas de Instagram en los que
se definen como "vegano, escorpiano, sujeto en deconstrucción". ¿A dónde fue a parar la
diferencia activa?

Yo no estoy en contra del feminismo (¿cómo alguien podría estarlo?) y personalmente el


pensamiento feminista me influyó muchísimo, más de lo que jamás imaginé que lo haría. Pero
ese efecto que tuvo en mí el feminismo no fue para nada producido por su uso moralizante. A
mí me hizo feminista escuchar las experiencias de mis amigas, revisar mi pasado, y compartir
modos de actuar. Fue a partir de ahí que el feminismo se me impuso como una ética de vida,
como algo sobre lo que no había opción, como un modo de vida que yo, por considerarme una
persona ética, no podía ver como una elección. Yo quería ser una mejor persona y el
pensamiento feminista me permitía serlo. Por el contrario, muchas personas no lograron
entender que el feminismo debería ser una ética de vida. No los culpo. Culpo, por el contrario,
a los que promulgaron el feminismo de la peor manera, a los que hicieron del feminismo un
bien de consumo, una moral y por lo tanto, una opción entre tantas otras: una posibilidad. La
moral supone una distinción binaria entre el bien y el mal, por lo tanto, feminismo aparece
como una postura a elegir, como algo que se puede seguir o no seguir, es así que pierde su
dimensión ética y se presenta no ya como un modo de vida, sino como una posibilidad entre
tantas. Al sujetarlo a la moral, cada cual le atribuye el valor que quiere, para algunos está del
lado del bien y para otros del lado del mal. Hoy el feminismo se prostituyó de la peor manera,
hoy el feminismo es un producto más que elegimos comprar o no comprar, que odiamos o
amamos, hoy el feminismo es una elección y esa, para mí, no es la manera de promover una
ética de vida. Hoy la diferencia se vende, se reconoce como diferente y, si no se conserva un
margen de escepticismo, se convierte en un lugar cerrado, con sus propias reglas y normas. Un
modo de vida no puede venderse. Una ética de vida que promulga el bien para todos no
debería ser una eelección, por lo tanto, yo creo en el diálogo pero no creo en las prácticas que
hacen de lo ético, digno y justo una posibilidad, un objeto destinado a la venta. Yo formo parte
del movimiento feminista, formo parte mediante mis actitudes, pero me rehúso a formar parte
del mercado del feminismo, justamente porque veo que este es un tema de verdadera
relevancia y quiero protegerlo, no quiero venderlo, no quiero convertirlo en una moda. Quiero
protegerlo de los efectos destructivos del mal uso que le dieron. El día que vi que para un
cumpleaños habían hecho una torta con la temática del aborto (sí, una torta abortera)
comprendí que habíamos perdido el camino. Tortas aborteras! como si se tratase de la torta
con el logo de Rosario Central o Newell's. Pero es así, en Argentina nuestro gran problema es
el fanatismo, este es violento y supone el rechazo absoluto del otro, jamás procura la
integración. Por lo tanto, nunca vamos a tener una sociedad feminista, mientras existan los
tatuajes feministas.Un cambio de conciencia en la sociedad nunca puede ser promovido desde
prácticas regidas por el fanatismo, porque el fanatismo desconoce el diálogo, y sólo el diálogo
desde la asertividad puede llegar a conseguir lo que buscamos. La integración sólo es posible
cuando existe un margen de cuestionamiento, cuando se sostiene la duda, cuando las ideas
proliferan y cuando no rige el dogma ni el fanatismo. La integración solamente es posible
cuando la moral de la ética todavía permanece escondida, cuando no es demasiado tarde... El
lenguaje inclusivo lo demuestra. Primero fuero todxs, con el fin de incluir a "todos" y "todas",
pero luego, una vez que esas diferencias fueron integradas, "todxs" se convirtió en un nuevo
lugar común, cerrado y delimitado y, por lo tanto, apareció un afuera, una nueva diferencia
que había sido excluida en ese afán de sustancializar las diferencias. "Todxs" debió ser
reemplazado por "todes", para referirnos a aquellos que no se sentían incluidos en ninguno de
los dos géneros. En dos meses tendremos un término nuevo y así seguiremos, hasta el día en
el que el lenguaje choque contra sí mismo y sólo podamos comunicarnos con metáforas y
símbolos.

Repito, yo soy feminista y estoy a favor de la legalización del aborto, pero yo no apoyo los usos
moralizantes que les han dado, yo no puedo ver como se banalizan temas tan importantes.
Cada vez dudo más de los propósitos de todos los movimientos que conozco, creo que muy
pocos son los que buscan verdaderamente la inclusión. Existe una parte de mí que,
penosamente, cree que al final del día no quieren que sus ideales sean compartidos por todos,
porque el día en que los lugares de "diferencia" sean lugares abiertos, van a sentirse
desprotegidos, van a perder la pertenencia que defendían con tanta euforia y con tan poca
ética. Creo que la diferencia no busca ni integrar, ni integrarse, creo que nos gusta pertenecer
y que precisamos del otro que venga y nos confronte, porque si no, deberíamos cambiar la
descripción de nuestros perfiles de Instagram y donde antes había un "feminazi, abortera,
escorpiana", habría ahora un profundo vacío.

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