Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
FUNDAMENTOS TEORICOS
Mantenimiento
Tipos de mantenimiento
Patrones de falla
MCC
Metodología de aplicación
Diagramas de decisión
Mitos de aplicación
Conclusión
Recomendaciones
Definicion de términos
Confiabilidad
Sistema
Equipo
Falla
INDICE GENERAL
RESUMEN.
1. INTRODUCCION. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2. EL PROBLEMA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. MARCO TEORICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4. DESARROLLO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
RECOMENDACIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4. 1. INTRODUCCION
Con el paso del tiempo el campo industrial se hizo más competitivo y con esto más
intolerable las paradas de máquina que generaban incontables e imprevisibles pérdidas
de producción. Junto a esto la clara dependencia a la automatización y la mecánica
hicieron obligatorio la aplicación de un plan de mantenimiento dirigido a minimizar las
fallas, esto inicialmente en forma análisis del envejecimiento de los componentes (wear
out model of failure), la sustitución de las piezas bajo la forma de frecuentes overhauls
de la maquinaria o equipo. Su fracaso se debió no tanto al incremento de costo de
mantenimiento implícito en su propia ineficacia, sino en que al ser esencialmente un
método intrusivo, la probabilidad de fallas aumentaba en muchos casos por errores
humanos al intervenir los equipos, casos en los que el remedio pasaba a ser peor que la
enfermedad, aparte de ser extremadamente costoso en sí mismo. No llegaba, overhauls
mediante, a mejorar significativamente la confiabilidad de los equipos, ni a disminuir
la gran cantidad de accidentes que se presentaban las maquinas.
Con base a la idea anterior se puede definir esta filosofía de mantenimiento en las
palabras de John Moubray:
Así entonces esta filosofía trata de centrar el esfuerzo y recursos para reducir costos
de mantenimiento al igual que mejorar la calidad de este prestado a las maquinas,
enfocarse en las funciones más importantes de los sistemas, y evitando o quitando
acciones de mantenimiento que no es estrictamente necesario.
Mediante esta filosofía logra darle “mejor tilde” al mantenimiento preventivo dándole
un campo de operación más específico. Los estudios de los componentes y el contexto
operacional marcaron gran diferencia a la hora de formalizar un plan de mantenimiento
al igual que se rompen las creencias empíricas tales como que la confiabilidad de una
maquina está atada a la edad operacional, inclusive los hallazgos del RCM contradicen
la creencia de que siempre hay una conexión entre la confiabilidad y la edad
operacional. Fue esta creencia la que llevó a la idea de que cuanto más a menudo se
revisaba una pieza, menor era la probabilidad de falla. Hoy en día, esto es raramente
la verdad. A no ser que haya un modo de falla dominante, los límites de edad no hacen
nada o muy poco para mejorar la confiabilidad de un equipo complejo. De hecho las
revisiones programadas pueden aumentar las frecuencias de las fallas en general, por
medio de la introducción del factor humano dentro de la operatividad de los
componentes de la máquina.
2. EL PROBLEMA.
2.3 justificación.
El costo del mantenimiento comenzó también a elevarse mucho en relación con los
otros costos de funcionamiento debido a las revisiones periódicas y la injustificada
cantidad de fallas debido a la innecesaria intervención humana. Ya en la actualidad la
empresa se ve inmergida en gran cantidad de expectativas que justifican la
implementación de un sistema de mantenimiento centrado en la confiabilidad a causa
de los siguientes argumentos:
3.1 Antecedentes.
3.1.1 Antecedente 1.
3.1.2 Antecedente 2.
Equipo/instalación.
El autor, establece que las consecuencias que se originan en los sistemas auxiliares
debido a las fallas son de magnitud significativa debido al costo económico por paradas
forzadas en la producción de energía eléctrica, por lo que se vuelve necesario y
recomendable definir estrategias de mantenimiento que reduzcan el riesgo de la falla
a un nivel muy bajo, donde cabe resaltar que lo dicho anteriormente supone que el costo
de las estrategias a implementar no debe en ningún caso superar el costo económico de
no producir energía eléctrica en el período de tiempo que dure la falla.
3.2.1 Mantenimiento.
Tiene como finalidad la de conservar la planta industrial con los equipos, los
servicios, la estructura y las instalaciones en condiciones de cumplir con la función
para la cual fueron proyectada con la calidad y capacidad específica, pudiendo ser
utilizada en condiciones de seguridad y economía de acuerdo a un nivel de ocupación
y a un programa de usos definidos por los requerimientos de producción [4].
Tipos de Mantenimiento
Mantenimiento Preventivo:
Mantenimiento Correctivo:
Mantenimiento Predictivo:
mantenimiento que detecta las fallas potenciales con el sistema en funcionamiento. Con
los avances tecnológicos se hace más fácil detectar las fallas, ya que se cuenta con
sistemas de vibraciones mecánicas, análisis de aceite, análisis de termografía infrarrojo,
análisis de ultrasonido, monitoreos de condición, entre otras.
Mantenimiento Proactivo:
Tradicionalmente se pensaba que la relación era bien simple: a medida que el equipo
es más viejo, es más probable que falle. Sin embargo, estudios realizados en distintas
industrias muestran que la relación entre la probabilidad de falla y el tiempo u horas de
operación es mucho más compleja. No existen uno o dos patrones de falla, sino que
existen 6 patrones de falla distintos, como se muestra en el informe original de Nowlan
& Heap.
Contexto Operacional
Antes de comenzar a redactar las funciones deseadas para el activo que se está
analizando (primera pregunta del RCM), se debe tener un claro entendimiento del
contexto en el que funciona el equipo. Por ejemplo, dos activos idénticos operando en
distintas plantas, pueden resultar en planes de mantenimiento totalmente distintos si
sus contextos de operación son diferentes. Un caso típico es el de un sistema de reserva,
que suele requerir tareas de mantenimiento muy distintas a las de un sistema principal,
a ´un cuando ambos sistemas sean físicamente idénticos. Entonces, antes de comenzar
el análisis se debe redactar el contexto operacional, breve descripción (2 o 3 carillas)
donde se debe indicar: régimen de operación del equipo, disponibilidad de mano de
obra y repuestos, consecuencias de indisponibilidad del equipo (producción perdida o
reducida, recuperación de producción en horas extra, tercerización), objetivos de
calidad, seguridad y medio ambiente, etc.
Se debe tomar en cuenta los factores que influyen sobre el mantenimiento de ello,
tales como:
Según la norma SAE JA 1011 las 7 preguntas básicas del proceso RCM son:
Funciones
Se define como lo que se desea que realice un activo físico o sistema. Todo activo
todas ellas deben ser identificadas junto con los parámetros de funcionamiento
deseados actuales.
a) Funciones primarias: Son aquellas razones principales por la que el equipo existe,
es lo que se quiere que haga el sistema y de lo que sea capaz, Alguna perdida de la
función principal de un componente afectará el desempeño total de éste en su contexto
operacional. [1]
Para asegurarnos que ninguna de éstas funciones sea pasada por alto, se dividen en siete
categorías de la siguiente manera:
Falla
Se define 'falla" como In incapacidad de cualquier activo de hacer aquello que sus
usuarios quieren que haga.
Falla funcional
Modo de falla
Son las causas de cada falla funcional, en otras palabras, el modo de falla es lo que
provoca la pérdida de función total o parcial de un activo en su contexto operacional
(cada falla funcional puede tener mas de un modo de falla). Debe ser suficientemente
detallada de modo que posibilite la selección de una política de manejo de fallas
adecuada, pero tan detallada que tome demasiado tiempo realizar el proceso de análisis.
Efectos de falla
Es lo que sucede al producirse cada modo de falla, permite definir lo que ocurre al
producirse una falla, con lo cual es posible determinar el nivel de mantenimiento que
se debe aplicar.
El objetivo primordial de este paso, es determinar cómo y cuánto importa cada falla,
para tener un claro consentimiento si una falla requiere o no prevenirse. El MCC
clasifica las consecuencias de las fallas de la siguiente forma:
Tareas Preventivas.
Son aquellas que ayudan a decidir qué hacer para prevenir una consecuencia de falla.
El que una tarea sea técnicamente factible depende de las características de la falla y
de la tarea.
Tareas a condición: consisten en chequear mediante la identificación de fallos
potenciales si los equipos están presentando condiciones de funcionamientos
anormales de manera que se puedan tomar medidas, ya sea para prevenir la falla
funcional o para evitar consecuencias de los mismos. Están basadas en el hecho de que
un gran número de fallas no ocurren instantáneamente, sino que se desarrollan a partir
de un período de tiempo. Los equipos se dejan funcionando a condición de que
continúen satisfaciendo los estándares de funcionamiento deseado [1].
Tareas Correctivas.
Ultimas preguntas que se utilizan para cuando no es posible definir las tareas
preventivas apropiadas, las cuales se dividen en tareas “a falta de”.
Antes de comenzar a redactar las funciones deseadas para el activo que se está
analizando (primera pregunta del RCM), se debe tener un claro entendimiento del
contexto en el que funciona el equipo. Por ejemplo, dos activos idénticos operando en
distintas plantas, pueden resultar en planes de mantenimiento totalmente distintos si
sus contextos de operación son diferentes. Un caso típico es el de un sistema de reserva,
que suele requerir tareas de mantenimiento muy distintas a las de un sistema principal,
aun cuando ambos sistemas sean físicamente idénticos. Entonces, antes de comenzar
el análisis se debe redactar el contexto operacional, breve descripción (2 o 3 carillas)
donde se debe indicar: régimen de operación del equipo, disponibilidad de mano de
obra y repuestos, consecuencias de indisponibilidad del equipo (producción perdida o
reducida, recuperación de producción en horas extra, tercerización), objetivos de
calidad, seguridad y medio ambiente, etc.
Se debe tomar en cuenta los factores que influyen sobre el mantenimiento de ello,
tales como:
Metodología de aplicación.
Por esto el primer paso en el proceso de RCM es definir las funciones de cada activo
en su contexto operacional, junto con los parámetros de funcionamiento deseados.
A medida que logramos entender más profundamente el rol de los activos dentro del
mundo de los negocios, comenzamos a apreciar el significado de que todo activo físico
se pone en servicio porque alguien quiere que haga algo determinado. Con lo que surge
que cuando mantenemos un activo, el estado que queremos preservar debe ser aquel en
el cual continúe haciendo lo que sea que sus usuarios quieran que haga.
Lo que los usuarios esperan que los activos sean capaces de hacer puede ser dividido
en dos categorías:
Los usuarios de los activos generalmente están en la mejor posición por lejos para
saber exactamente que contribuciones físicas y financieras hace el activo para el
bienestar de la organización como un todo por ello es esencial que estén involucrados
en el proceso de RCM desde el comienzo.
Es importante entender que los usuarios no esperan solo que el activo cumpla con
una función. También esperan que lo hago con un nivel de funcionamiento aceptable.
Entonces la definición de una función no está completa a menos que especifique el
nivel de funcionamiento deseado por el usuario, tan precisamente como le sea posible.
Las leyes de la física nos dicen que cualquier sistema organizado que es expuesto al
mundo real se deteriorará.
Entonces si el deterioro es inevitable, debe ser tolerable. Esto significa que cuando
cualquier activo físico es puesto en funcionamiento debe ser capaz de rendir más que
el estándar mínimo de funcionamiento deseado por el usuario. Lo que el activo físico
es capaz de rendir es conocido como capacidad inicial (o confiabilidad inherente).
Para que un activo físico sea mantenible, el funcionamiento deseado debe estar
dentro del margen de su capacidad inicial
Para determinar esto no solo debernos conocer la capacidad inicial del activo
físico, sino también cuál es exactamente el funcionamiento mínimo que el usuario
está dispuesto a aceptar dentro del contexto en que va a ser utilizado.
Una definición funcional escrita adecuadamente define con precisión los objetivos
de desempeño. Esto asegura que todos los involucrados conocen exactamente que se
quiere, lo que a su vez asegura que las actividades de mantenimiento permanezcan
enfocadas hacia las necesidades reales de los usuarios (o clientes).
Si es echo correctamente este paso toma alrededor de un tercio del tiempo que
implica un análisis RCM completo. Además, hace que el grupo que realiza el análisis
logre un aprendizaje considerable (muchas veces una cantidad alarmante) acerca de la
forma en que realmente funciona el equipo.
El único hecho que puede hacer que un activo no pueda desempeñarse conforme a
los parámetros requeridos por sus usuarios es alguna clase de falla. Esto sugiere que el
mantenimiento cumple sus objetivos al adoptar una política apropiada para el manejo
de una falla.
En el mundo del RCM los estados de falla son conocidos como fallas funcionales
porque ocurren cuando el activo no puede cumplir una función de acuerdo al parámetro
de funcionamiento que el usuario considera aceptable.
Debido a que cada activo tiene más de una y por lo general varias funciones
diferentes. Como es posible que fallen todas y cada una de esas funciones, se deduce
que todo activo puede ser afectado por diversos estados de falla diferentes.
El estándar de funcionamiento utilizado para definir una falla funcional (en otras
palabras, el punto en que decimos “hasta aquí y no mas”) define el nivel del
mantenimiento proactivo necesario para evitar esa falla.
Puede ahorrarse mucho tiempo y energía si se definen con claridad los estándares
de funcionamiento antes de que se produzca la falla.
Los estándares de funcionamiento utilizados para definir la falla deben ser
establecidos por el personal de mantenimiento y de operaciones trabajando en
conjunto con cualquier otra persona que tenga algo legítimo que decir acerca del
comportamiento del activo
Una vez que se ha identificado cada falla funcional, el próximo paso es tratar de
identificar todos los hechos que de manera razonablemente posible pueden haber
causado cada estado de falla. Estos hechos se denominan modos de falla. Los modos
de falla “razonablemente posibles” incluyen aquellos que han ocurrido en equipos
iguales o similares operando en el mismo contexto, fallas que actualmente están siendo
prevenidas por regímenes de mantenimiento existentes, así como fallas que aún no han
ocurrido, pero son consideradas altamente posibles en el contexto en cuestión.
Los verbos que se usan para describir los modos de falla deben elegirse
cuidadosamente, ya que tienen una influencia muy fuerte en el proceso posterior de
selección de políticas de manejo de falla. Por ejemplo, deben usarse con moderación
expresiones como “falla” o “mal funcionamiento”, ya que dan muy poca información
sobre cuál podría ser la manera adecuada de manejar esta falla. El uso de verbos más
específicos permite seleccionar la política más adecuada dentro de un rango completo
de posibilidades.
Una maquina puede fallar por diversos motivos. Un grupo de máquinas o un sistema
como una línea de producción puede fallar por cientos de razones. Para una planta
entera, los números ascienden a miles, inclusive hasta decenas de miles.
Aunque esto puede sonar a un gran reto, se suele pasar por alto el hecho de que en
el día a día el mantenimiento es realmente manejado al nivel de modo de falla. Los
modos de falla suelen ser discutidos, registrados, y manejados luego de haber ocurrido.
Los modos de falla pueden ser clasificados en tres grupos de la siguiente manera:
1-Capacidad decreciente:
Deterioro
Fallas de lubricación
Polvo o suciedad
Desarme
Errores humanos que reducen la capacidad
Ocurre debido a cuatro razones, tres de las cuales implican algún tipo de error humano:
El cuarto paso en el proceso de RCM tiene que ver con hacer un listado de los efectos
de falla, que describen lo que ocurre con cada modo de falla. Esta descripción debería
incluir toda la información necesaria para apoyar la evaluación de las consecuencias de
la falla, tal como:
Son estas consecuencias las que más influencian el intento de prevenir cada falla.
En otras palabras, si una falla tiene serias consecuencias, haremos un gran esfuerzo
para intentar evitarla. Por otro lado, si no tiene consecuencias o tiene consecuencias
leves, quizás decidamos no hacer más mantenimiento de rutina que una simple limpieza
y lubricación básica.
Un punto fuerte del RCM es que reconoce que las consecuencias de las fallas son
más importantes que sus características técnicas. De hecho, reconoce que la única razón
para hacer cualquier tipo de mantenimiento proactivo n es evitar las fallas per se sino
evitar o reducir las consecuencias de las fallas. El proceso de RCM clasifica estas
consecuencias en cuatro grupos, de la siguiente manera:
Las siguientes son las funciones de una bomba de agua para alimentación de
caldera que se analizarán para determinar los fallos que pueden ocurrir en el sistema:
Los siguientes son los modos de fallas que pueden presentarse en la operación
de la bomba de agua:
CONCLUSIONES.
Recomendaciones