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Dentro de dos años celebraremos los 200 años de la proclamación de San Martin

en la plaza Mayor de Lima proclamando que el Perú sería un país libre e


independiente, entre guerras y luchas por nuestra libertad que lograron héroes
siendo hombres y mujeres, defendiendo una igualdad para todos los peruanos; nos
queda un tiempo muy corto para celebrar nuestra historia y cultura. Una
celebración que sea legado para todos los peruanos consolidando nuestra
identidad y proyecto como país. Actualmente no vivimos en un país donde surja la
igualdad a mas modernidad menos progreso para el Perú, somos un país donde
viva la violencia, donde la corrupción carcoma la economía del país, donde los
pobres no tienen una ayuda para una buena calidad de vida, donde los niños no
vayan a escuelas bien implementadas y sean cuidados para que no padezcan de
enfermedades llegando a que la tasa de mortalidad se eleve hasta las nubes; todo
esto afecta al desarrollo del país como a nosotros como peruanos. Desde mi punto
de vista el bicentenario es una oportunidad para revertir todas estas malas
situaciones, es momento de corregir los errores que hay en el país, para que
podamos vivir en comunidad y plena democracia.
El gobierno y nosotros debemos construir un país con igualdad de oportunidades
para todos, libre de cualquier discriminación e intolerancia. Asimismo, la
discriminación afecta al desarrollo de las personas, pone barreras injustas para su
realización laboral y social. No hay lógica si pensamos que por ser tener rasgos
negros, tiene menos educación, menos dinero. Lo que debemos de buscar en cómo
integrarnos entre culturas, raza, clases sociales e identidad de género entre otros.
Del mismo modo debemos eliminar la violencia contra la mujer ya que, son más
casos de victimas en el Perú, para que vivamos en un país donde halla igualdad de
género tanto para hombres como para mujeres. También en el Perú la pobreza
sigue en aumento, no porque quieran ser pobres, sino porque la mayoría no
cuentan con estudios, ni trabajo que los ayuden a salir adelante. Dado esto, los
habitantes que tienen menor calidad de vida son las poblaciones alejadas del país,
no cuentan con una educación ni implementación de centros educativos
adecuados básicos. De igual manera, la infraestructura de servicios como el agua,
luz, salud no llega a las zonas más remotas del país. No cuentan ni con un centro de
salud con una implementación adecuada para ayudar a su población.
La oportunidad de este bicentenario es de impulsar el sector político y económica
sea justo para todos sin vulnerar a las personas que viven en nuestro país. En
principio, la lucha contra la corrupción debe ser el primer objetivo para erradicarlo.
No se llegara a eliminar completamente, pero ayudara a mejorar el desarrollo de
nuestro Perú. Es más, para que no vulnere y afecte la calidad de vida de los
peruanos se debe erradicar de raíz, para que no sintamos vergüenza del país que
somos. Del mismo modo, se debe fortalecer las instituciones democráticas, tanto
las leyes, como las personas que laboran ahí, siendo justas e igualitarias para todas
las personas; no por ser más rico o más pobre deben recibir el mismo castigo, si
cometieran actos de corrupción u otros delitos. Por otro lado, el desarrollo
económico necesita un avance propio, tener un crecimiento alto y sostenido para
mejorar la competitividad. Proyectos como la exportación de minerales, petróleo
hasta alimentos genera una productividad alta ya que, el Perú cuenta una variedad
de riquezas, pero donde vemos ese progreso, solo unos llenan sus bolsillos
mientras otros se perjudican. Se vulneran los lugares de extracción, viendo el caso
de la minería en nuestro país, donde extraen hasta no saciarse, causando daño no
solo al poblador, sino también a la naturaleza, dejándolo en sequía.
En conclusión, debemos buscar una igualdad para todos desde el más pequeño
hasta el más grande; una integración sin discriminación donde no haya una
exclusión de personas ya sea por su raza, color, idioma. Impulsar un planeamiento
para que el estado gestiona de una mejor manera el sector político y economía sin
perjudicar a pueblos que tienen riquezas que puedan ayudar al desarrollo del país.
Como peruanos debemos ver al bicentenario del Peru no como una celebración
con festejos a lo grande, sino como una oportunidad para mejorar y construir un
pais que necesitamos y queremos tener, ayudándonos unos a otros, pensando en
el prójimo no solo en nosotros mismo.

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