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Introducción
Hablar de metodología en educación supone buscar respuestas al cómo enseñar, es decir, a estructurar
las actividades de enseñanza/aprendizaje en las que van a participar los alumnos con el fin de alcanzar
los objetivos propuestos con los contenidos seleccionados, mediante una acción intencional, sistemática
y planificada.
Los métodos y técnicas de la enseñanza, independiente de la teoría que los originen deben sujetarse a
algunos principios comunes, el ejercicio práctico de cada uno de ellos conduce necesariamente a la
formación de un estilo propio de enseñanza para cada docente.
Hasta no hace mucho tiempo, en el currículum escolar se tomaban como básicas dos variables: el
alumno y el profesor. Y se hacía hincapié en la influencia de la relación entre ambos en lo que se refería
a unos contenidos de aprendizaje. El profesor era considerado como la persona encargada de transmitir
el conocimiento y el alumno como un receptor más o menos activo de esa acción transmisora del
profesor. Eso suponía infravalorar las relaciones que se establecen entre los alumnos en el transcurso de
las actividades de aprendizaje y planificar un marco de trabajo individual.
Una enseñanza individualizada es aquella en la que no existe correlación alguna entre la consecución de
los objetivos de los participantes. La consecución de un objetivo por un miembro no influye en la
consecución del suyo por parte de los demás participantes. En consecuencia cada uno de ellos buscará
conseguir su objetivo, sin tener en cuenta para nada las actuaciones de los demás.
Tanto el aprendizaje cooperativo como el colaborativo suponen una modificación sustancial del papel a
jugar por el profesor. El cual, lejos de debilitar su posición al frente del grupo clase, la fortalece al
convertirse en el principal dinaminazor de la vida en el aula.
Capítulo 1 .- Conceptualización y
clasificación de los métodos de aprendizaje
OBJETIVOS
- Identificar los distintos métodos de enseñanza y las distintas técnicas didácticas derivadas de cada uno de
ellos.
1.1. Introducción
1.2. Conceptualización
Podemos decir que el método es el camino, manera o modo más adecuado para alcanzar una
meta. En consecuencia, la metodología sería, según su valor etimológico:
En cuanto meta, el método guarda relación con el objetivo y el contenido y con la especial
manera de seleccionarlos, definirlos y secuenciarlos de un modo adecuado a unos principios
previamente establecidos.
Como camino, el método reflejará el proceso regular, ordenado, definido y lógico que nos
permita avanzar hacia la referida meta de acuerdo también con unos principios aceptados.
Cuando meta y camino se funden o integran en una unidad significativa superior, constituyen
ese concepto complejo que llamamos método.
Los principios funcionan como "verdades", leyes o doctrinas fundamentales y por tener su
origen en la sociedad, han ido cambiando con la evolución de esta. Los principios constituyen
las fuerzas motivadoras en que se basan los métodos. Un método no puede contener todos
los principios, pero, por lo menos, no debería contradecir ninguno.
- El método de enseñanza es el medio que utiliza la didáctica para la orientación del proceso
enseñanza-aprendizaje. La característica principal del método de enseñanza consiste en que
va dirigido a un objetivo, e incluye las operaciones y acciones dirigidas al logro del mismo,
como son: la planificación y sistematización adecuada de los medios, las técnicas docentes,
los objetivos...
- Método es el planeamiento general de la acción de acuerdo con un criterio determinado y
teniendo en cuenta determinadas metas.
La técnica se comprende dentro del método que daremos al curso, es un recurso, una
herramienta particular que tenemos a nuestra disposición para llevar a cabo nuestros
propósitos como docentes. Se refiere a la manera de utilizar los recursos didácticos para una
optimización del aprendizaje en el educando. Una técnica de enseñanza es un tipo de acción
concreta, planificada por el profesorado y llevada a cabo por el propio docente y/o sus
estudiantes con la finalidad de alcanzar objetivos de aprendizaje concretos.
a) Método deductivo.
Es aquel que parte de datos generales aceptados como válidos para llegar a una conclusión
de tipo particular.
Los métodos deductivos son los que tradicionalmente más se utilizan en la enseñanza. Sin
embargo, no se debe olvidar que para el aprendizaje de estrategias cognoscitivas, creación o
síntesis conceptual, son los menos adecuados.
El método deductivo es muy válido cuando los conceptos, definiciones, fórmulas o leyes y
principios ya están muy asimilados por el alumno, pues a partir de ellos se generan las
'deducciones'. Evita trabajo y ahorra tiempo.
b) Método inductivo.
El método inductivo es el ideal para lograr principios, y a partir de ellos utilizar el método
deductivo. Normalmente en las aulas se hace al revés.
Usamos el razonamiento inductivo todo el tiempo. Es muy útil. Pero debemos reconocer sus
límites. La mayor parte del razonamiento inductivo no se basa en la evidencia exhaustiva, y
por lo tanto la forma es incompleta. (10.000 perros no son todos los perros.) A menos que la
evidencia o las observaciones sean exhaustivas (que examine todos los perros en busca de
pulgas), la conclusión es solo una suposición. La fuerza del argumento inductivo aumenta a
medida que se acerca a la condición de completo. Si la evidencia que acepto representa
todas las posibilidades en un todo, mi conclusión inductiva será correcta. Mientras más pueda
demostrar que la evidencia es verdaderamente representativa, más convincente será mi
conclusión. "10.000 perros de todas las edades y variedades escogidas al azar de entre todos
los países de la tierra fueron examinados bajo condiciones controladas, y todos ellos tenían
pulgas. Por lo tanto, parece probable que todos los perros tengan pulgas".
La inducción generalmente está orientada al futuro. Reúne información específica, luego
deriva una conclusión general que predice lo que encontrará en el futuro.
Cuando los datos particulares que se presentan permiten establecer comparaciones que
llevan a una solución por semejanza hemos procedido por analogía. El pensamiento va de lo
particular a lo particular. Es fundamentalmente la forma de razonar de los más pequeños, sin
olvidar su importancia en todas las edades.
El método científico necesita siempre de la analogía para razonar. De hecho, así llegó
Arquímedes, por comparación, a la inducción de su famoso principio. Los adultos,
fundamentalmente utilizamos el método analógico de razonamiento, ya que es único con el
que nacemos, el que más tiempo perdura y la base de otras maneras de razonar.
a) Método lógico.
Cuando los datos o los hechos se presentan en un orden determinado obedeciendo a una
estructuración de hechos que va de lo simple a lo complejo, desde la causa al efecto, desde el
origen hasta la actualidad o siguiendo simplemente la costumbre de la ciencia o asignatura
estamos trabajando con un método lógico. Estructura los elementos según la forma de
razonar del adulto.
Es normal que así se estructuren los libros de texto. El profesor es el responsable, en caso
necesario, de cambiar la estructura tradicional con el fin de adaptarse a la lógica del
aprendizaje de los alumnos.
b) Método psicológico.
El orden seguido responde más bien a los intereses y experiencias del alumno. Se ciñe a la
motivación del momento y va de lo conocido por el alumno a lo desconocido por él. Es el
método que propician los movimientos de renovación, que intentan más la intuición que la
memorización.
Muchos profesores tienen reparo, a veces como mecanismo de defensa, de cambiar el "orden
lógico", el de siempre, por vías organizativas diferentes. Bruner le da mucha importancia a la
forma y el orden de presentar los contenidos al alumno, como elemento didáctico relativo en
relación con la motivación y por lo tanto con el aprendizaje.
Utilizamos este método cuando el lenguaje oral o escrito es casi el único medio de realización
de la clase. Para la mayor parte de los profesores es el método más usado. Algunos autores
lo critican cuando se usa como único método, ya que desatiende los intereses del alumno,
dificulta la motivación y olvida otras formas diferentes de presentación de los contenidos.
Implica una máxima intervención del profesor en la transmisión de los saberes con la
correlativa mínima participación investigativa por parte del alumno. El profesor imparte la
clase mientras el alumno escucha.
Esta definición no tiene en sí misma connotaciones peyorativas, toda vez que una exposición
bien organizada, con ideas claras, lingüísticamente correctas y con apoyos audiovisuales
(retroproyector, diapositivas, etc.) o demostraciones adecuadas, puede tener unos excelentes
resultados pedagógicos.
La manifestación más clara de esta actividad mental se refleja en la atención prestada por el
alumno al uso adecuado de las técnicas didácticas derivadas de este método: la exposición,
la explicación y la demostración.
b) Método intuitivo.
a) Método pasivo.
b) Método activo.
a) Método globalizado.
b) Método especializado.
a) Dogmático.
Presenta los contenidos como dogmas, es decir, como algo sobre lo cual no cabe discusión,
aunque, curiosamente, la palabra dogma se deriva del griego "dogma" y significa "opinión" o
"juicio".
Impone al alumno sin discusión lo que el profesor enseña, en la suposición de que eso es la
verdad, y solamente le cabe absorberla toda vez que la misma está siéndole ofrecida por el
docente. Es aprender antes que comprender. El principal inconveniente de este método es la
falta de comunicación alumno-profesor que da lugar a la despersonalización del aprendizaje.
Antes comprender que fijar de memoria, antes descubrir que aceptar como verdad. El
profesor presenta los elementos del aprendizaje para que el alumno descubra.
El método heurístico representa el mínimo grado de intervención magistral y supone una dosis
creciente de iniciativa por parte del alumno. En el caso de mayor intervención del profesor, él
plantea los problemas, ofrece el material para su solución, traza sus métodos y contrasta su
ejecución, que queda a cargo del alumno.
En ulteriores reducciones del papel del maestro, puede llegarse a atribuir al alumno hasta la
elección del problema por resolver con su técnica correspondiente, reservándose el educador
la supervisión y eventual corrección del mismo en su ejecución.
- El estudio guiado.
- La resolución de problemas.
- La investigación/experimentación de laboratorio.
- La investigación sociológica.
- La resolución creativa.
1.3.7. Los métodos en cuanto a la relación entre el profesor
y el alumno
a) Método individual.
b) Método recíproco.
Se llama así al método en virtud del cual el profesor encamina a sus alumnos para que
enseñen a sus condiscípulos.
c) Método colectivo.
El método es colectivo cuando tenemos un profesor para muchos alumnos. Este método no
solo es más económico, sino también más democrático.
a) Método analítico.
b) Método sintético.
Implica la síntesis (del griego synthesis, que significa reunión), esto es, unión de elementos
para formar un todo. El juicio sintético consiste en unir sistemáticamente los elementos
heterogéneos de un fenómeno con el fin de reencontrar la individualidad de la cosa
observada. La síntesis significa la actividad unificadora de las partes dispersas de un
fenómeno. Sin embargo, la síntesis no es la suma de contenidos parciales de una realidad, la
síntesis añade a las partes del fenómeno algo que solo se puede adquirir en el conjunto, en la
singularidad.
Los métodos que hemos reseñado no son buenos ni malos, mejores o peores por sí mismos;
todo depende del uso que les demos.
Por otra parte, y esta consideración es fundamental, los métodos no son excluyentes; al
contrario, se complementan entre sí. Precisamente en este equilibrio de los métodos radica
buena parte del éxito (o fracaso) de un centro escolar.
La palabra principio, del latín principium, significa fundamento, inicio, punto de partida, idea
rectora o regla fundamental. Los principios didácticos son aquellas regularidades esenciales
que rigen la dirección científica del proceso de aprendizaje de los estudiantes en el aula.
Konstantinov (1962) considera los principios didácticos como tesis fundamentales que sirven
de fundamento a la enseñanza en todos los grados y para todas las disciplinas escolares, son
consecuencia del reflejo de una teoría específica del conocimiento y de las particularidades
propias del proceso docente.
- M. A. Danilov (1980): son categorías de la dialéctica que definen los métodos de aplicación
de las leyes de la enseñanza en correspondencia con los fines de la educación y la
enseñanza.
- Lothar Klingberg (1985): los principios didácticos constituyen expresión de las relaciones
legítimas que existen entre educación y el desarrollo de las leyes que rigen en la enseñanza.
- N. V. Savin (1990): los principios didácticos son posiciones de partida para estructurar el
proceso de enseñanza.
- Salas Perea (1999): los principios didácticos o principios del proceso de enseñanza
aprendizaje son categorías didácticas que definen los métodos de aplicación de las leyes de
la enseñanza en correspondencia con los fines de la educación e instrucción. Ellos
determinan y definen el contenido, los métodos y la organización de la enseñanza y
representan una guía para la acción de los profesores.
- Vargas (1996): los principios didácticos son postulados generales sobre la estructuración de
los contenidos, la organización y los métodos de enseñanza - aprendizaje que se derivan de
las leyes y los objetivos del proceso docente educativo, constituyendo los fundamentos para
su conducción. En esto reside la diferencia con respecto a la regla didáctica, la cual se refiere
a una u otra faceta de la enseñanza y tiene por ello un valor más restringido.
Ushinski (1824 - 1870) queriendo establecer las diferencias entre las leyes científicas y las
reglas prácticas planteó que la educación tiene sus leyes objetivas, las cuales el pedagogo
debe conocer para realizar su actividad de manera racional, para él. Lo más importante, no es
conocer la regla, sino conocer aquellos fundamentos científicos de los cuales surgen las
reglas.
Un profesor que al explicar el tema sobre la presión atmosférica no tiene en cuenta el principio
de la relación de la teoría con la práctica, incumple también los principios del carácter
científico y educativo de la enseñanza, el del carácter consciente y activo de los alumnos bajo
la guía del profesor, el de la asequibilidad, el de la unión de lo concreto y abstracto.
Los principios de la enseñanza forman pues un complejo sistema que debe ser observado en
su integridad. Conocemos que muchos autores formulan los principios de la enseñanza de
distintas maneras, y a veces produce cierto descontento que el número de principios en los
distintos textos no coincide. Al respecto L. Klingberg (1978) expresa que lo fundamental para
establecer un sistema de principios didácticos no es la cantidad ni la forma en que han sido
formulados, sino considerar una serie de criterios como son la necesidad de que el sistema de
principios de la enseñanza debe atender a las leyes esenciales de la enseñanza, responder a
las necesidades de la política escolar y de la práctica docente, entre otros. De acuerdo con
esto, los distintos sistemas de principios de la enseñanza planteados en los textos de
didáctica, incluyen aquellos principios que incuestionablemente responden a determinadas
regularidades de la enseñanza, como son la indispensable sistematización de la enseñanza,
la necesidad de su dirección, la vinculación de la enseñanza con la práctica, con la vida; la
formación de la personalidad dentro del colectivo, etcétera.
No obstante, ambos procesos se unen, y esto se explica si tenemos en cuenta que el proceso
de formación de la conducta de los escolares se realiza sobre la base de los conocimientos.
Así, por ejemplo, los conocimientos que adquieren los escolares en las conferencias y
actividades de laboratorio de la asignatura Química, favorecen el desarrollo de cualidades
tales como la exactitud, la perseverancia, la observación y la objetividad.
Por último, no podemos dejar de señalar la importancia del ejemplo vivo del profesor en el
trabajo educativo. La fuerza de sus planteamientos, su emotividad, y sus firmes convicciones,
su propio ejemplo que desempeña un papel importante en las clases que diariamente imparte.
Todo proceso pedagógico debe distinguirse por un marcado enfoque científico, por un diálogo
y no por un monólogo, que combine de manera armónica la apropiación de los conocimientos
por parte del estudiante con el desarrollo de habilidades y la formación de valores. Para
cumplir con este principio el estudiante debe asimilar la cultura acumulada por la ciencia y la
humanidad a lo largo de su desarrollo y además formar una concepción sobre el mundo,
sobre la sociedad, sobre la naturaleza, sobre los demás hombres y sobre sí mismo que se
convierta en convicciones personales.
Ello implica:
- Desarrollar los contenidos a partir de datos objetivos, informaciones reales obtenidas con
rigor científico.
- Aprovechar las experiencias de los estudiantes para vincular los contenidos con los
problemas actuales y estimular el debate y la búsqueda independiente.
El principio del carácter científico expresa la necesidad de que en la selección del contenido
de enseñanza se incluyan los resultados del desarrollo de la ciencia, la técnica y por
consiguiente, no se dé cabida a conocimientos anticientíficos.
La primera cuestión a considerar en la selección del contenido científico es: qué contenido
científico es el que debemos seleccionar. Está claro que la selección debe hacerse sobre la
base de aquellos conocimientos cuya validez científica es incuestionable. Aquellos que
todavía no han sido sometidos al rigor de la comprobación y están en proceso de formación
no deben incluirse, salvo para ilustrar determinadas cuestiones.
El hombre es un ser por naturaleza social, que debe contar con otros para sobrevivir. La
comunicación es el elemento necesario y fundamental para dicha supervivencia, por lo que
debe aprenderse.
El principio de la atención a las diferencias individuales sobre la base del carácter colectivo de
la enseñanza, tiene su fundamento en la regularidad, de la interrelación existente entre la
colectividad y las individualidades.
El tratamiento frontal del contenido en la clase por parte del profesor, tiene incuestionables
ventajas como son: la posibilidad de impartir el material de estudio a un determinado número
de estudiantes, la economía de tiempo y la racionalización en la utilización de los distintos
medios, entre otros. No obstante, sucede que no todos los alumnos avanzan al mismo ritmo y
algunos adelantan más cuando otros se retrasan. De esto se desprende la necesidad de
atender a las características individuales de los alumnos, sin perder de vista el trabajo
colectivo.
Las diferencias individuales de los alumnos no solo aparecen en su desarrollo físico, sino
también en el nivel de desarrollo de sus capacidades, en los procesos de excitación e
inhibición, los cuales en cada individuo tienen características propias, en el temperamento, en
los procesos psíquicos como la percepción, la observación, la memoria, el pensamiento, y el
lenguaje, y en la dirección moral de la personalidad.
El principio de la atención a las diferencias individuales dentro del carácter colectivo del
proceso docente-educativo se manifiesta cuando el profesor conoce cabalmente a cada uno
de sus alumnos: sus dificultades, posibilidades, intereses, porque sin este conocimiento no es
posible ningún trabajo individual.
En resumen, para que tenga éxito el aprendizaje de los estudiantes, el profesor debe atender
las diferencias individuales y a la vez, aprovechar todas las posibilidades de desarrollo que
existen en el colectivo.
Pero la educación también tiene que tener en cuenta a cada individuo como persona con
características diferentes a los demás. Todos somos diferentes, en lo físico y en lo psíquico, y
por lo tanto nuestra forma de aprender tiene formas distintas de realizarse.
Desde este punto de vista la enseñanza, sobre todo la didáctica, debe estructurarse en
función de las características individuales de cada alumno, teniendo en cuenta los intereses y
motivaciones personales, los procesos individuales de aprendizaje y el seguimiento continuo e
individualizado de cada alumno.
Siempre, la educación exigirá una atención grupal y una atención individual ya que lo colectivo
y lo individual se complementan.
Lo anterior implica:
- Realizar un diagnóstico de los grupos donde los estudiantes interactúan, junto con su
caracterización personal.
- Detectar a los estudiantes aislados y rechazados en el grupo para integrarlos lo más rápido
posible.
- Utilizar los líderes espontáneos en función del cumplimiento de las actividades de carácter
grupal.
- Concienciar a todos los miembros del grupo del valor social de este y de sus posibilidades
reales de actuar unidos en la consecución de diferentes metas.
La enseñanza en la que los contenidos sobre una ciencia se dan de forma desordenada,
atendiendo a determinados presupuestos y no a su lógica, no conduce a conocimientos
sólidos, científicos, sino a llenar el cerebro de conocimientos fragmentarios, desordenados, en
el que no se puede encontrar lo que se busca.
La aplicación de este principio por parte del profesor requiere en primer lugar, dar respuesta a
la siguiente pregunta: ¿hasta qué punto hay que tener en cuenta en la enseñanza, el sistema
de conocimientos de la ciencia que le sirve de base a mi asignatura? El sistema de
conocimientos de la ciencia y el de la asignatura no se corresponden por completo. El sistema
de conocimientos de la asignatura se determina también por otros factores: edad de los
estudiantes, nivel de desarrollo y exigencias sociales, entre otros.
El contenido esencial se presenta como líneas directrices del programa y por consiguiente, de
la actividad del profesor y de los estudiantes, lo que le da un carácter de obligatorio
cumplimiento. El análisis estructural del contenido de enseñanza es una consecuencia directa
del incremento del volumen de la información científica, que reclama la determinación precisa
de los conocimientos fundamentales que los alumnos deben apropiarse.
- Planificar las clases en sistema, de modo que se articulen racionalmente todos los
eslabones del proceso.
- Desarrollar el pensamiento de los alumnos teniendo en cuenta todos los procesos lógicos.
- Analizar el contenido de cada tema de manera que se manifiesten las ideas esenciales y las
que sirven solo para introducir un nuevo conocimiento.
Este principio está íntimamente enlazado con el anterior, pues como dijimos no se trata
solamente de que los estudiantes se apropien de un sistema lógico de conocimientos, sino
que puedan aplicarlos.
La esencia del principio de la unidad de teoría y la práctica ha llevado a algunos pedagogos a
denominar este principio como principio de la vinculación de la escuela con la vida. El hombre
crece con el trabajo que sale de sus manos. Esta frase nos indica que el conocimiento no solo
debe explicar el mundo sino que debe señalar las vías para su transformación y es precisa,
cada día más, la vinculación de los contenidos con su aplicación en la práctica donde los
estudiantes se enfrenten a problemas nuevos que los obliguen a pensar y crear soluciones
prácticas utilizando los conocimientos aportados por las ciencias. Siguiendo a Comenio en su
Didáctica Magna (1998), cuando se le demuestra a un alumno de qué está hecha una cosa y
para qué sirve, parece como si se le diera en la mano para que él mismo se convenza de lo
que está aprendiendo y para que tenga entusiasmo y alegría por lo que está haciendo.
Los contenidos del proceso pedagógico no pueden verse constreñidos a los marcos de las
propias áreas y programas de estudio porque se convierten en aspectos abstractos, muy
teóricos y desarticulados con la vida.
Este principio responde directamente a la idea de hacer que la educación satisfaga las
necesidades de la sociedad, para que marche con el dinamismo de la vida social y el avance
científico-técnico, lo cual implica la vinculación de los estudiantes a la realidad de la vida,
favoreciendo la asimilación de experiencias acerca de las relaciones sociales además de
desarrollar sentimientos, valores, actitudes y normas de conducta.
Sin resentir su carácter científico, los conocimientos deben relacionarse de forma constante y
sistemática con los hechos y fenómenos de la naturaleza y de la sociedad, con los cuales los
estudiantes se enfrentan cotidianamente.
- Partir siempre que sea posible de los ejemplos prácticos y de las experiencias de los
estudiantes.
- Demostrar la importancia del trabajo para la vida haciendo que los estudiantes participen en
la solución de problemas socialmente útiles.
Como reglas que ilustren la aplicación del principio citamos las siguientes:
- Vincular la enseñanza con distintas situaciones que reflejen los problemas y logros de
nuestra sociedad.
g.- Principio del carácter consciente y activo de los alumnos bajo la guía del profesor
Al abordar su explicación, tenemos que hacer referencia a dos elementos que constituyen a
nuestro juicio la esencia del principio: la asimilación consciente de los estudiantes en la clase
y el desarrollo de la actividad cognoscitiva.
El primero de estos elementos, la asimilación consciente del contenido de la clase por los
alumnos, es condición fundamental del aprendizaje. A veces los estudiantes realizan un
aprendizaje mecánico por deficiencias en la organización y conducción del proceso de
enseñanza; por eso es importante que el profesor tenga presente que no se trata de que los
estudiantes recuerden simplemente lo que él explica, sino que reflexionen sobre lo que deben
hacer. Un medio excelente para producir esta reflexión es exponer a los estudiantes a
situaciones que presenten contradicciones. A veces los escolares no pueden apropiarse del
contenido porque no se le propone como una situación que tienen que resolver. Para entender
un tipo de tarea así, es necesario que los alumnos determinen los datos que condicionan la
solución del problema, para después hallar la forma de razonamiento adecuada, en este
proceso un lugar principal lo ocupa la correspondencia entre los hechos concretos y la teoría,
de modo que los alumnos comprendan que los hechos sin teoría en que se fundamenten no
tienen sentido, y que por el contrario, la teoría que no se apoya en los hechos, en la vida, es
limitada.
Algunas veces los estudiantes mantienen una actitud indisciplinada en la clase y no atienden,
lo cual perjudica la asimilación consciente. La indisciplina que se manifiesta en el contacto del
escolar con la escuela, con las clases, con los maestros evidencia una relación negativa de
los estudiantes con la enseñanza. El carácter consciente del aprendizaje supone, ante todo, la
formación de intereses cognoscitivos, los cuales se entrelazan con el contenido de la
enseñanza. Los alumnos participan conscientemente en clase cuando el contenido de las
asignaturas es interesante para ellos, y esto depende en gran medida del profesor y de su
estilo de trabajo.
La dirección acertada del proceso de enseñanza por parte del profesor, permite encontrar
medios y vías para elevar la actividad cognoscitiva de los alumnos.
Por el papel que desempeña el profesor en la asimilación consciente de los alumnos, en este
principio se entrelazan la actividad de los escolares con la dirección que el profesor realiza del
proceso de enseñanza; por tanto, podemos afirmar que la actividad consciente y viva de los
estudiantes en clase, solo es posible bajo la dirección acertada del profesor.
Entre las reglas para la aplicación del principio presentamos las siguientes:
Este principio exige, por parte del profesor, dirigir el proceso de enseñanza de manera que en
la mente de los estudiantes perduren los conocimientos. Al explicar este principio, debemos
empezar reconociendo la estrecha conexión que tiene con el principio abordado con
anterioridad, el de la asimilación consciente del contenido por parte de los alumnos bajo la
dirección del profesor, y con el principio del carácter audiovisual de la enseñanza. La relación
con el primero se explica por cuanto, mientras más consciente y viva sea la participación de
los alumnos en la apropiación de los conocimientos, más firmes y perdurables se mantendrán
estos conocimientos en los alumnos. Al explicar su relación con el principio de carácter
audiovisual de la enseñanza podemos anticiparnos y señalar que una de las aristas de la
esencia de este principio está dada en transmitir a los estudiantes ideas concretas mediante
la utilización de los distintos medios de enseñanza, por tanto, si los alumnos cuando estudian
determinado objeto y fenómeno pueden percibirlo, es lógico que el conocimiento sea más
duradero.
Por otra parte, es incuestionable que el olvido es más profundo cuando el material no es
significativo para el estudiante. Se ha probado que cuando una persona considera algo
importante no lo olvida o demora más en olvidarlo. El proceso de olvido se relaciona con el
volumen del material que se debe recordar. Como demuestran investigaciones realizadas, la
cantidad de conocimientos que se conservan después de un determinado tiempo, se
encuentra en relación inversamente proporcional al volumen del material. Se desprende que
es importante dosificar el material de estudio.
También se sabe que los diversos tipos de conocimientos se olvidan de manera distinta. Se
recuerdan mejor los principios y teorías y se recuerda menos lo singular, lo particular y menos
aún el contenido textual. Se conserva en la memoria el material que tiene un carácter más
generalizador.
- Relacionar el nuevo conocimiento con los ya asimilados, con los cuales tiene conexión.
- Destacar las ideas esenciales del material de estudio, así como dividir el contenido de modo
de que tenga una extensión lógicamente asimilable.
- Señalar trabajos independientes para que los alumnos apliquen sus conocimientos y
habilidades.
La palabra intuición (del latín intueri, considerar, mirar dentro) significa la aprehensión,
conocimiento o aprendizaje de algo de un modo inmediato sin el uso consciente del
razonamiento.
Según este principio, la enseñanza ha de tener una base intuitiva, sobre todo en las primeras
edades, haciendo las ideas accesibles a través de los sentidos.
Los juegos, durante cientos de generaciones, han constituido la base de la educación del
hombre de manera espontánea, permitiendo la transmisión de las normas de convivencia
social, las mejores tradiciones y el desarrollo de la capacidad creadora. Esta última como
elemento básico de la personalidad del individuo que le permita aceptar los retos, en
situaciones difíciles y resolver los problemas que surgen en la vida. El juego didáctico es una
técnica participativa de la enseñanza encaminado a desarrollar en los estudiantes métodos de
dirección y conducta correcta, estimulando así la disciplina con un adecuado nivel de decisión
y autodeterminación; es decir, no solo propicia la adquisición de conocimientos y el desarrollo
de habilidades, sino que además contribuye al logro de la motivación por las asignaturas; o
sea, constituye una forma de trabajo docente que brinda una gran variedad de procedimientos
para el entrenamiento de los estudiantes en la toma de decisiones para la solución de
diversas problemáticas.
El juego es una actividad, naturalmente feliz, que desarrolla integralmente la personalidad del
hombre y en particular su capacidad creadora. Como actividad pedagógica tiene un marcado
carácter didáctico y cumple con los elementos intelectuales, prácticos, comunicativos y
valorativos de manera lúdica.
Para tener un criterio más profundo sobre el concepto de juego tomaremos uno de sus
aspectos más importantes, su contribución al desarrollo de la capacidad creadora en los
jugadores, toda vez que este influye directamente en sus componentes estructurales:
intelectual-cognitivo, volitivo- conductual y afectivo-motivacional.
Como se puede observar el juego es en sí mismo una vía para estimular y fomentar la
creatividad, si en este contexto se introduce además los elementos técnico-constructivos para
la elaboración de los juegos, la asimilación de los conocimientos técnicos y la satisfacción por
los resultados, se enriquece la capacidad técnico-creadora del individuo.
Puesto que a vivir viene el hombre, la educación ha de prepararlo para la vida. Partiendo de
este principio corresponde al docente dirigir el proceso pedagógico de manera tal que junto a
lo instructivo, se garantice la formación y el desarrollo de la personalidad de los estudiantes.
Instrucción y educación no es lo mismo aunque están muy relacionadas. La instrucción tiene
que ver con el pensamiento y la educación con los sentimientos, la instrucción con la
conciencia y la educación con el corazón. La instrucción posibilita la asimilación de
conocimientos y el desarrollo de habilidades, y la educación garantiza la formación de
convicciones, ideales, valores, actitudes, normas de conducta.
La unicidad del proceso pedagógico es una realidad inobjetable, sin embargo en la práctica
escolar se constata una dicotomía entre lo instructivo y lo educativo. A veces se ha producido
una confusión al identificarlos o reducir lo educativo a la enseñanza, o sea, limitar el proceso
pedagógico a la transmisión de los conocimientos, a la asimilación y a la reproducción de
estos.
- Tener en cuenta el nivel de desarrollo alcanzado por cada estudiante en particular y el grupo
en general para lograr un ritmo de trabajo creciente en el proceso.
Por la propia naturaleza humana todos los elementos que se integran en la personalidad
tienen una naturaleza cognitiva y afectiva, es imposible delimitar un hecho o fenómeno
psicológico puramente afectivo o puramente cognitivo en el funcionamiento normal del
hombre.
Los conocimientos y habilidades que posean un sentido personal para el estudiante, provocan
una efectiva regulación de su conducta y viceversa, por lo que los motivos proclives a la
escuela y al aprendizaje facilitan la asimilación de los contenidos científicos, el desarrollo de
habilidades y la formación de determinados valores y normas de conducta en los estudiantes.
- Diagnosticar el nivel motivacional de los estudiantes para las actividades del proceso
pedagógico.
- Constatar cómo los conocimientos asimilados por parte de los estudiantes se van
personalizando progresivamente e influyen en la regulación de su conducta.
- Tener en cuenta los gustos, intereses, motivos y necesidades de los estudiantes al planificar
y ejecutar las actividades docentes.
El desarrollo de la personalidad del estudiante exige una adecuada y armónica unidad entre
las actividades que realiza (relación sujeto-objeto) y la comunicación que establece con los
demás (relación sujeto-sujeto). Una de las condiciones para el éxito de la labor pedagógica
radica en la calidad de las actividades que realizan los estudiantes junto con el docente para
la apropiación del contenido y la fluida comunicación que establezcan ambos y los estudiantes
entre sí.
- Estructurar la clase de tal manera que propicie la comunicación interpersonal entre los
estudiantes y con el docente.
- Garantizar que los estudiantes y el docente ocupen siempre la doble posición de emisores y
receptores de la comunicación.
- No perder el control emocional con los estudiantes, mantener la sinceridad y la cortesía con
estos.
- Analizar con los estudiantes las actividades desarrolladas, destacando las dificultades y
éxitos individuales y colectivos.
Por otro lado, cada docente debe tener plena conciencia y suficiente claridad en el papel y la
función que le corresponde en el proceso de educación de la personalidad del estudiante,
para que no existan diferentes niveles de exigencia y de dirección del aprendizaje en un
mismo grupo escolar.
- Dirigir la búsqueda de dicha unidad a través de la persuasión y del esclarecimiento del rol de
cada quien.
Consulte en el campus virtual los comentarios que sobre esta tarea encontrará en el apartado
de "Evaluación" de la asignatura.
1.5. Conclusiones
Los principios didácticos, entendidos como normas que regulan la actividad del profesor y de
los estudiantes, permiten realizar una enseñanza de manera efectiva. Ellos son aplicables a
todos los niveles y tipos de enseñanza.
En todas estas definiciones existe un elemento común: el carácter rector de los principios en
todo el quehacer didáctico.
- Novak, J. D. y Gowin, D. B. (1984). Learning how lo learn. New York: Cambridge University
Press.
- Pantoja, A. (coord.) (2009). Manual básico para la realización de tesinas, tesis y trabajos de
investigación. Madrid: EOS.
OBJETIVOS
2.1. Introducción
Básicamente se entiende por enseñanza individualizada aquella que considera las
necesidades particulares de cada uno de los estudiantes, la que permite que cada
aprendiente trabaje para la consecución de los objetivos propuestos según su propio ritmo y
posibilidades. Por lo tanto, el proceso de enseñanza corresponde a las condiciones de
aprendizaje del individuo.
2.2. Conceptualización
Podemos definir la enseñanza individualizada como un proceso interactivo entre maestros y
alumno, con la finalidad de lograr objetivos de aprendizaje.
Es un concepto que nace en el seno del conductismo. B. F. Skinner señaló que hay que
procurar que los alumnos trabajen a su ritmo por medio de programas individualizados de
aprendizaje. La enseñanza individualizada programada se desarrolló en la universidad de
Harvard (EE.UU.) a mediados del siglo XX y luego se expandió en programas de desarrollo e
investigación en EE.UU. y Europa. En la actualidad, el continuo incremento de la capacidad
de almacenamiento de datos y de textos y la posibilidad de ofrecer diversos tipos de
formación a través de la red internet ha estimulado la preparación de programas
individualizados de enseñanza.
En el modelo tradicional de enseñanza los contenidos dictan la didáctica a emplear para el estudiante.
2.3. Winnetka
Winnetka era una pequeña población cercana a Chicago en Estados Unidos. En 1915
iniciaron una experiencia pedagógica en una escuela pública que tuvo gran impacto en la
educación norteamericana y mundial, muy influenciada por las ideas de John Dewey. Algunos
de los aspectos innovadores de esta escuela que tienen hoy vigencia son:
- Trabajo individualizado y con guías de trabajo en algunas áreas para respetar el desarrollo
individual de cada alumno (en especial matemáticas y lengua materna).
- Agrupación de varias disciplinas en áreas de trabajo para ser tratadas en forma integrada.
Carleton Washburne, es el creador del sistema escolar de Winnetka y uno de los principales
representantes de la escuela nueva. Nacido en 1889 en Chicago (EE.UU.) en 1919 fue
nombrado director-inspector de las escuelas de Winnetka, un suburbio de Chicago, allí
comienza por cambiar el programa oficial, porque entiende que los contenidos no deben estar
sujetos a una autoridad exterior, sino que deben amoldarse a las posibilidades de cada niño.
Se eliminan, por tanto, los que son superfluos e inútiles distribuyéndose la materia según su
funcionalidad. La reforma, no consiste en algo cerrado sino en una serie de experiencias
modificables, encaminadas a realizar la educación del mundo más satisfactorio posible para el
niño y la comunidad. Washburne, como la mayoría de los innovadores de la educación, ha
partido de su propia experiencia educativa más que de una teoría.
Respeta al máximo los derechos del niño en el aula y la planificación del trabajo parte de las
motivaciones de los educandos. Se realizan actividades colectivas e individuales y contiene
medidas que permiten al alumno estudiar solo y controlarse a sí mismo. Al finalizar la unidad
el alumno es sometido a un test de control y de acuerdo a los resultados continuará
adelantando en los estudios o hará estudios suplementarios para vencer las deficiencias
comprobadas.
2.3.1. Características
- Los objetivos o metas se establecen muy específicamente y son acordados con la mayor
precisión posible tras una investigación de las genuinas necesidades sociales.
- Procura conjugar las ventajas del trabajo individualizado con las del trabajo colectivo, sin
perder de vista las diferencias individuales. En cuanto a las actividades grupales, unas son
elegidas por los alumnos otras las prepara el docente.
- Los alumnos marchan a su propio paso, sin someterse a un ritmo colectivo, pero también
tienen la responsabilidad de su trabajo.
- Trabajo por unidades, no hay grados; si no niveles de progreso. Al final de cada unidad, se
administra el test de diagnóstico, para conocer las posibilidades de cada alumno; y el test de
verificación, para apreciar sus adelantos. En realidad se dispone de un colección completa de
tests de diversos tipos y con distintas funcionalidades.
A partir del primer grado (6 años). Cada niño está ocupado en una tarea individual. El plan
es tal, que cada niño se enseña a sí mismo y corrige su propio trabajo. La atmósfera de la
sala es placentera. El alumnado al entrar a su salón lo hace con naturalidad y sin ningún tipo
de formalismos; coge algún material de determinada materia y se pone a trabajar. Después de
haber hecho los ocho o diez ejemplos que constituyen la asignación, lee al final de la pagina
esta nota: "para soluciones véase la pagina 9". Allí encuentra los mismos ejemplos resueltos y
los compara con los suyos, trabajando despreocupado de la campanilla y de los quehaceres
de los demás niños. Está absorto en su tarea porque ha partido de un proceso libre. Los niños
hacen confrontaciones entre los ejercicios realizados por ellos y los ejercicios resueltos de sus
libros. Hay niños que están atrasados en unas materias, y adelantados en otros, los niveles
de ellos son diferentes, cada uno camina a su propio paso. Cuando el alumno completa una
suma de prácticas toma un test de calificación que le da el maestro. Los test han sido hechos
para descubrir dónde necesitan ayuda los niños, no para clasificarlos de acuerdo a lo que
saben; por eso no asustan a nadie, como lo hacen los exámenes. A la hora del juego los niños
también aprenden; a través de las actividades; como valores del compañerismos, nobleza y
de juego limpio. Los libros de lectura son asignados de acuerdo al estado de competencia de
cada niño. Ninguno puede tener dificultades desproporcionadas. En la hora de ortografía los
niños se enseñan y corrigen mutuamente.
Se parece en mucho a la escuela elemental, los niños tienen periodos de trabajo individual,
donde cada uno puede investigar un conjunto de conocimientos y experiencias, donde
ninguno deja un tema mientras no lo ha completado. También aquí vemos test de calificación
cuidadosamente preparados. Siguen imperando la espontaneidad y naturalidad. La diferencia
radica en que el trabajo es departamentalizado. Los niños tienen un maestro para cada
materia. Los niños cambian de área de acuerdo a sus horario; sin embargo hay algunos
(confiados a sí mismos) que permanecen en el lugar en que se hallan sin interrumpir su
trabajo porque pueden presuponer su tiempo como se hace en el plan Dalton. Los otros
(vigilados y supervisados) deben seguir el horario escolar, a no ser que el profesor les de
autorización. Para que un niño pertenezca a la primera categoría, se somete a votación de
todos los profesores, compañeros y el consejo de estudiantes.
En Winnetka las recitaciones y explicaciones a una masa de alumno han cedido el puesto a
los materiales autoinstructivos, las lecciones recitadas por los niños han sido sustituidas, de
una lado por los tests de calificación, y de otro por las actividades creadoras.
Las escuelas de Winnetka no son un producto acabado. Son más bien un laboratorio de
educación en donde se ensayan nuevos métodos y se miden escrupulosamente los
resultados. Una investigación científica es aplicada constantemente para comprobar si el
trabajo de los niños llena los fines para que se ejecute. El detalle del procedimiento varía de
año a año, hasta de mes a mes, a medida que crece nuestro saber científico en educación.
A modo de síntesis podemos decir que los principios que inspiran la labor en las escuelas de
Winnetka son:
- Todo niño tiene derecho a adquirir la cultura y habilidades que necesitara en la vida.
- Flexibilidad en los horarios para que el alumnado pueda asistir a las clases colectivas y
realizar el trabajo individual.
2.4.1. Conceptualización
Kilpatrick define el método de proyectos como un acto complejo que el agente proyecta,
persigue y, dentro de sus límites, aspira a realizar (Citado en Moreno y Marrón, 1995:87).
También lo caracterizó como una actividad entusiasta con sentido, que se realiza en un
ambiente social (Moreno y Marrón: 1995: 88).
Cuando se utiliza el método de proyectos como estrategia, los estudiantes estimulan sus
habilidades más fuertes y desarrollan algunas nuevas. Se motiva en ellos el amor por el
aprendizaje, un sentimiento de responsabilidad y esfuerzo y un entendimiento del rol tan
importante que tienen en sus comunidades.
- Debatir ideas.
- Hacer predicciones.
- Establecer conclusiones.
- Una estrategia que reconoce que el aprendizaje significativo lleva a los estudiantes a un
proceso inherente de aprendizaje, a una capacidad de hacer trabajo relevante y a una
necesidad de ser tomados seriamente.
- Un proceso en el cual los resultados del programa de estudios pueden ser identificados
fácilmente, pero en el cual los resultados del proceso de aprendizaje de los estudiantes no
son predeterminados o completamente predecibles. Este aprendizaje requiere el manejo, por
parte de los estudiantes, de muchas fuentes de información y disciplinas que son necesarias
para resolver problemas o contestar preguntas que sean realmente relevantes. Estas
experiencias en las que se ven involucrados hacen que aprendan a manejar y usar los
recursos de los que disponen, como el tiempo y los materiales, además de que desarrollen y
pulan habilidades académicas, sociales y de tipo personal a través del trabajo escolar y que
están situadas en un contexto que es significativo para ellos. Muchas veces sus proyectos se
llevan a cabo fuera del salón de clase donde pueden interactuar con sus comunidades,
enriqueciéndose todos por dicha relación.
El trabajar con proyectos puede cambiar las relaciones entre los maestros y los estudiantes.
Puede también reducir la competencia entre los alumnos y permitir a los estudiantes
colaborar, más que trabajar unos contra otros. Además, los proyectos pueden cambiar el
enfoque del aprendizaje, lo que puede llevar de la simple memorización de hechos a la
exploración de ideas. El método de proyectos se aboca a los conceptos fundamentales y
principios de la disciplina del conocimiento y no a temas seleccionados con base en el interés
del estudiante o en la facilidad en que se traducirían a actividades o resultados.
En esta estrategia se pueden involucrar algunas presentaciones por parte del maestro y
trabajos conducidos por el alumno; sin embargo, estas actividades no son fines en sí, sino
que son generadas y completadas con el fin de alcanzar algún objetivo o para solucionar
algún problema. El contexto en el que trabajan los estudiantes es, en lo posible, una
simulación de investigaciones de la vida real, frecuentemente con dificultades reales por
enfrentar y con una retroalimentación real.
Según Hernández (1998) los proyectos de trabajo suponen una manera de entender el
sentido de la escolaridad basado en la enseñanza para la comprensión, lo que implica que los
alumnos participen en un proceso de investigación que tiene sentido para ellos y en el que
utilizan diferentes estrategias de estudio; pueden participar en el proceso de planificación del
propio aprendizaje, y les ayuda a ser flexibles, a reconocer al "otro" y comprender su propio
entorno personal y cultural. Esta actitud favorece la interpretación de la realidad y el
antidogmatismo. Los proyectos así entendidos, apuntan hacia otra manera de representar el
conocimiento escolar basado en el aprendizaje de la interpretación de la realidad, orientada
hacia el establecimiento de relaciones entre la vida de los alumnos y profesores y el
conocimiento que las disciplinas y otros saberes no disciplinares, van elaborando. Todo ello
para favorecer el desarrollo de estrategias de indagación, interpretación y presentación del
proceso seguido al estudiar un tema o un problema, que por su complejidad favorece el mejor
conocimiento de los alumnos y los docentes de sí mismo y del mundo en el que viven.
En la organización de aprendizajes, a partir del método de proyectos, al poner al alumno
frente a una situación problemática real, se favorece un aprendizaje más vinculado con el
mundo fuera de la escuela, que le permite adquirir el conocimiento de manera no fragmentada
o aislada. Al trabajar con proyectos, el alumno aprende a investigar utilizando las técnicas
propias de las disciplinas en cuestión, llevándolo así a la aplicación de estos conocimientos a
otras situaciones.
Entre las principales notas distintivas de este método hay que destacar las siguientes:
- Afinidad con situaciones reales: las tareas y problemas planteados tienen una relación
directa con las situaciones reales del mundo laboral. Los contenidos manejados en el método
de proyectos son significativos y relevantes para el alumno ya que presentan situaciones y
problemáticas reales.
- Relevancia práctica: las tareas y problemas planteados son relevantes para el ejercicio
teórico y práctico de la inserción laboral y el desarrollo social personal.
- Enfoque orientado a los participantes: la elección del tema del proyecto y la realización
están orientadas a los intereses y necesidades de los aprendices. Las actividades permiten a
los alumnos buscar información para resolver problemas, así como construir su propio
conocimiento favoreciendo la retención y transferencia del mismo.
- Enfoque orientado a la acción: los aprendices han de llevar a cabo de forma autónoma
acciones concretas, tanto intelectuales como prácticas. Esto implica que los estudiantes
realicen investigaciones que les permitan aprender nuevos conceptos, aplicar la información y
representar su conocimiento de diversas formas.
- Aprender a aprender.
- Aprender a ser.
- Aprender a hacer.
Esta fase puede abordarse de distintas formas. El tema puede ser preestablecido por el
diseño curricular o puede ser escogido colectivamente, por grupos, o individualmente.
El obstáculo más habitual en esta fase es que muchas cuestiones solo son preguntas y no
problemas, con un predominio de los qués, cuánto, quién, dónde, y muy pocos por qués.
Antes de pasar a la fase de realización del trabajo práctico, los miembros del grupo deben
decidir conjuntamente cuál de las posibles variables o estrategias de solución desean seguir.
Una vez que los participantes en el proyecto se han puesto de acuerdo sobre la estrategia a
seguir, esta se comenta y discute intensamente con el docente. Es decir, que la decisión
sobre la estrategia o procedimiento a seguir es una decisión conjunta entre el docente y los
miembros del grupo del proyecto. Se puede dar el caso de que la estrategia por la que se ha
optado no sea precisamente la que había previsto el docente.
Durante esta fase de toma de decisiones el docente tiene la función de comentar, discutir y,
en caso necesario, corregir, las posibles estrategias de solución propuestas. Es importante
que los alumnas/os aprendan a valorar los problemas, riesgos y beneficios asociados a cada
una de las alternativas por las que se puede optar.
En esta fase debemos elaborar hipótesis que den respuestas a los problemas planteados en
el paso precedente. Una hipótesis es una solución o respuesta argumentada y por verificar
(suposición) al problema. Para ello debemos preguntarnos qué sabemos, pensamos,
suponemos y creemos sobre el problema planteado. No se trata solo de exponer nuestro
conocimiento académico sobre el asunto (lo que nos han enseñado los profesores y
profesoras), sino también, y sobre todo, lo que pensamos realmente. Es imprescindible
argumentar cada afirmación formulada en nuestras hipótesis. Si no lo hacemos, nuestras
hipótesis solo serán apuestas. Hay que desarrollar al máximo nuestro pensamiento sobre el
problema.
Los principales problemas en esta fase son tres:
- Tercero, debemos poner especial atención en las hipótesis causales: casi nunca se
establecen causas, sino que se redefine el hecho o proceso.
En esta fase el alumnado debe plantearse cómo puede verificar cada hipótesis (método) y
qué recursos emplearán para ello (fuentes). Aunque la información bibliográfica es
imprescindible, es posible emplear otros métodos y fuentes, en función del tema, los
problemas y las hipótesis establecidas. El principal problema de esta fase es la falta de
experiencia de los alumnos en la toma de decisiones sobre este asunto, lo que provoca cierta
parálisis. Generalmente es el profesorado el que decide.
Como en los pasos anteriores, las posibilidades son diversas. En cualquier caso, se debe
aprovechar la ocasión para aprender a documentarse de forma autónoma, mediante el uso de
los recursos disponibles. También debemos tener siempre presente que no todas las fuentes
son igualmente fiables, ya sea por su antigüedad, parcialidad, o simplemente por su calidad.
Por tanto, debemos ser cuidadosos en su selección. Además, dada la relatividad del
conocimiento, es imprescindible acudir a más de una fuente para verificar cada hipótesis. Si
no lo hacemos así estamos corriendo el riesgo de aprender mal.
Esta fase es especialmente delicada. La calidad y cantidad de fuentes empleadas, así como
su adaptación a las características del alumnado son imprescindibles. Una forma de superar
estas dificultades es permitir que sean los alumnos los que aporten la mayor parte de la
información, ya que solo seleccionarán aquello que puedan entender. Para el profesorado
queda la vigilancia y la aportación de información para las lagunas que puedan ir
manifestándose.
La primera condición para abordar correctamente esta fase es que la información que
buscamos no es para responder las preguntas, sino para comparar nuestras hipótesis. Si
hacemos lo primero nos saldrá un trabajo de cortar y pegar. Una buena manera de organizar
la obtención de información es plantearse una pregunta muy sencilla: ¿Qué dicen los demás
(fuentes) sobre los problemas y preguntas que nos hemos formulado? Para no perderse entre
tanta información es necesario ir organizándola alrededor de nuestras hipótesis de trabajo.
Por último, es posible que durante esta fase nos surjan nuevos problemas y preguntas. Si así
fuera, no deben desecharse, sino incluirse en nuestro trabajo.
Esta fase puede y debe ser aprovechada para el aprendizaje de procedimientos de obtención
de información y de los conceptos del tema trabajado. Existe una tendencia muy pronunciada
a buscar información para responder preguntas y no para comparar hipótesis, lo que debe
vigilarse estrechamente.
3. Comparación de la nueva información con las hipótesis de trabajo.
Solo si hemos analizado y comprendido correctamente lo que dicen los demás podremos
compararlo con nuestras hipótesis. Se trata de comprobar y constatar en qué nos hemos
equivocado y por qué, y en qué hemos acertado y por qué. Rara vez una hipótesis es
totalmente correcta o totalmente incorrecta.
Por ello debemos analizar y comparar cada una de las afirmaciones que hacemos en nuestras
suposiciones. Esto nos permitir llegar a conclusiones parciales sobre cada hipótesis.
En esta fase se comparan los resultados parciales con el plan inicial y se llevan a cabo las
correcciones necesarias, tanto a nivel de planificación como de realización. Este
procedimiento de retroalimentación sirve para revisar los resultados parciales y como
instrumento de autocontrol y evaluación tanto a nivel individual como grupal.
La realización de las tareas de aprendizaje y trabajo, debe ser de la forma más autónoma
posible, aunque esto no significa que el alumnado deba tener la sensación de que está solo.
Hay que indicar que la práctica dedicada al aprendizaje debe observar una serie de requisitos
para que el aprendizaje sea efectivo. El aprendiz capaz de corregir por sí mismo sus errores,
aprenderá con la dedicación, pero en la mayoría de los casos requiere el asesoramiento
experto del docente que debe estar siempre a disposición de los aprendices para poder
intervenir cuando los alumnos necesiten un asesoramiento o apoyo y también, naturalmente,
para motivarlos en su trabajo. Y este aspecto motivacional tiene una función social y
emocional muy importante para el alumnado. Estos esperan del docente el reconocimiento de
la tarea de aprendizaje y trabajo bien realizada.
En esta fase debemos preguntarnos tres cosas sobre el tema escogido. De una forma
sintética debemos responder a: ¿Qué sabíamos antes? ¿Qué sabemos ahora? ¿Cómo
hemos llegado a saberlo?
El principal problema reside en elaborar la síntesis y superar las visiones parciales. Por eso
debemos poner el acento en las tres preguntas propuestas.
2. Establecer la continuidad.
Sería imposible que pudiésemos aprenderlo todo sobre un tema a partir de un solo trabajo. Si
hemos realizado correctamente todas las etapas hasta ahora, podremos señalar qué aspectos
concretos de nuestras hipótesis no hemos podido verificar, establecer nuevas preguntas y
problemas y señalar cómo podríamos resolverlos. Esto lo conseguiremos respondiendo tres
preguntas: ¿Qué no hemos podido comprobar? ¿Qué nuevos problemas y cuestiones han
surgido? ¿Cómo podríamos resolverlos y continuar profundizando en el tema?
Como en el caso anterior todo depende de las fases previas, del rigor con que se haya
trabajado hasta el momento, y de que se respondan las tres cuestiones formuladas.
3. Comunicación de los resultados.
- Introducción: en ella debemos exponer sintéticamente y por este orden las siguientes
cuestiones:
- Cuerpo principal del informe: la forma de organizar este apartado es relativamente libre.
Se puede dedicar un epígrafe a cada hipótesis, o a grupos de hipótesis relacionadas entre sí,
a modo de capítulos. Se trata de una exposición ordenada y argumentada del grado en que
se han visto verificadas nuestras hipótesis.
- Conclusiones: las conclusiones no son un simple resumen del trabajo. Debemos recoger
las siguientes cuestiones:
Según qué tema y problemas planteados, pueden incluirse textos, mapas, gráficos, cuadros
estadísticos, etc.
4. Evaluación.
Una vez finalizado el proyecto se lleva a cabo una discusión final en la que docente y
alumnado comentan y discuten conjuntamente los resultados conseguidos. La función
principal del docente es facilitar a todos los participantes una retroalimentación, no solo sobre
el producto final sino sobre todo el proceso: errores y éxitos logrados, rendimiento de trabajo,
vivencias y experiencias sobre lo que se ha logrado y esperaba lograr, sobre la dinámica de
grupo y los procesos grupales, así como también sobre las propuestas de mejora de cara a la
realización de futuros proyectos. Además, es necesario indicar que esta discusión final sirve
como una importante fuente de retroalimentación para el propio docente de cómo planificar y
realizar mejor los futuros proyectos.
Evaluar se refiere al proceso de emitir juicios respecto al logro de las metas y objetivos de un
proyecto. En el método de proyectos son importantes dos tipos de evaluación: la evaluación
de resultados de los estudiantes y la evaluación de la efectividad del proyecto en general.
Un plan de evaluación que esté bien diseñado usa diversos elementos para determinar si los
estudiantes han cumplido con los objetivos del proyecto. Estos elementos pueden ser:
- Evaluación basada en desempeño: los estudiantes realizan una actividad para demostrar lo
que han aprendido.
Se recomienda que todos los proyectos tengan una o más presentaciones públicas de avance
para evaluar resultados relacionados con el trabajo del proyecto. Esto no solo da a los
estudiantes la oportunidad de demostrar lo que han aprendido, sino que además puede
incrementar la validez y autenticidad de la evaluación del proyecto.
Las autoevaluaciones para después de las exposiciones permiten a los estudiantes explicar
cómo y cuánto cambiaron su manera de pensar como resultado de su participación.
3. Los estudiantes pueden preparar sus presentaciones con otros compañeros y recibir apoyo
emocional y retroalimentación.
5. Las presentaciones son eventos en los que los estudiantes son tratados como personas
que tienen la información para compartir con los demás.
Desde el punto de vista de la teoría del aprendizaje, el método de proyectos debe entenderse
como un proceso interactivo entre el aprendizaje y el mundo laboral, entre el individuo y el
grupo. Las diferentes formas de autocontrol durante todo el proceso del proyecto hacen que
los aprendices lleven a cabo un proceso permanente de reflexión sobre su forma de actuar
(autodeterminación y responsabilidad propia de los mismos miembros del grupo).
- Los aprendices toman sus propias decisiones y aprenden a actuar de forma independiente.
- Es un aprendizaje motivador, puesto que es parte de las experiencias del alumnado y de sus
intereses y facilita las destrezas de la motivación intrínseca.
- Las capacidades construidas y los contenidos aprendidos son más fácilmente transferibles a
situaciones semejantes. Este proceso de aprendizaje facilita la comparación de estrategias y
de conceptos lo cual permite enfocar la solución correcta desde perspectivas diferentes,
hecho que favorece la transferencia.
- Se fortalece la autoconfianza.
- Favorece la retención de los contenidos puesto que facilita la comprensión lógica del
problema o tarea.
Adicionalmente, dentro de una unidad del método de proyectos puede ser difícil obtener
evidencia de que los estudiantes han alcanzado los objetivos establecidos (o han aprendido
algo de valor relacionado al programa). Finalmente, los proyectos son vulnerables a la crítica
de que los estudiantes pasan la mayor parte de su tiempo llevando a cabo actividades que
pueden no estar directamente relacionadas con el tema o no representar nuevos
aprendizajes.
En alumnos poco motivados, resulta a veces difícil iniciarlos en esta forma de aprendizaje.
El alumnado con predominio de experiencias de fracaso, posee por lo general, un bajo nivel
de curiosidad y no desea iniciar un proceso de búsqueda de nuevos conceptos basados en
sus experiencias de fracaso.
Para el profesorado, el método de proyectos implica una serie de dificultades que a modo de
síntesis podemos enumerar:
- Algunos aspectos del trabajo con proyectos como los finales abiertos, la inexistencia de
respuestas correctas pueden ser atemorizantes.
- Cuando trabajan solos con proyectos, pueden sentirse aislados de otros profesores.
- Las metas de los proyectos no encajan con las metas asociadas con los estándares que se
basan en exámenes.
- Por no ser una estrategia tradicional es difícil comunicar a los padres y a la comunidad lo
que los estudiantes están haciendo y aprendiendo.
- Los salones de clase muy grandes o los estudiantes muy jóvenes pueden ser aspectos que
entorpezcan el uso de proyectos.
- Los estudiantes, sobre todo los más jóvenes, se pueden perder en la tarea del proyecto y
olvidar sus propósitos de aprendizaje.
- Resulta difícil hacer que encajen las estrategias de evaluación con las metas de aprendizaje.
2.4.8. Los distintos roles del profesor y del alumno en el método de proyectos
Trabajar con el método de proyectos supone la definición de nuevos roles para el alumno y
para el profesor, muy diferentes a los ejercidos en otras técnicas y estrategias didácticas.
En el alumno:
- Se siente más motivado, ya que él es quien resuelve los problemas, planea y dirige su
propio proyecto.
- Define sus propias tareas y trabaja en ellas, independientemente del tiempo que requieren.
- Se enfrenta a obstáculos, busca recursos y resuelve problemas para enfrentarse a los retos
que se le presentan.
- Forma parte activa de su comunidad al desarrollar el trabajo del curso en un contexto social.
- Tiene clara la meta y se da cuenta de que existe un reto en el que hay que trabajar.
- No se siente temeroso de manejar cosas que no conoció a través del profesor y sabe que
puede avanzar hasta donde piense que está bien.
- Se siente útil y responsable de una parte del trabajo. Nadie se siente relegado.
- No es necesario usar tanto los textos, aunque continuamente se estén haciendo cosas y/o
aprendiendo algo.
- Usa habilidades que sabe le serán necesarias en su trabajo, como, por ejemplo, administrar
el tiempo sabiamente, ejercitar la responsabilidad y no dejar caer al grupo.
En el profesor:
- El aprendizaje pasa de las manos del profesor a las del alumno, de tal manera que este
pueda hacerse cargo de su propio aprendizaje.
- El profesor deja de pensar que tiene que hacerlo todo y da a sus alumnos la parte más
importante.
- El profesor se vuelve estudiante al aprender cómo los alumnos aprenden, lo que le permite
determinar cuál es la mejor manera en que puede facilitarles el aprendizaje.
- El profesor es visto por los estudiantes más que como un experto, como un asesor o colega.
A medida que se incrementa el uso del método de proyectos la mayoría de los profesores
considera:
- Hablar menos.
La figura del profesor debe pasar a un segundo plano, tanto como le sea posible, debe
volverse facilitador de algunas actividades de los estudiantes. Debe verse a sí mismo como
uno de los muchos líderes que existen en el proyecto, aceptar todas las ideas, no importa que
sean diferentes a las que propone el resto del grupo, considerar todos los planes seriamente y
ayudar a las demás personas involucradas en el proyecto a tomar seriamente a sus alumnos.
El profesor no necesita saber todo acerca del tema antes de empezar a trabajar con el grupo,
puede influir en el deseo por aprender y tomar riesgos de sus alumnos y debe verse a sí
mismo como parte de ese grupo de aprendizaje. Debe incorporar la toma decisiones en grupo
a través de votaciones o consensos. Algunas decisiones deben ser tomadas por un comité
solamente. El trabajo se divide y es necesario que algunos estudiantes se especialicen en
aprender algunas cosas mientras otros están trabajando en otras diferentes.
El profesor puede esperar choques, errores y vueltas equivocadas. Debe permitir a los
estudiantes hacerlo a su modo tanto como sea posible, aún y cuando piense que saldría
mejor si él lo hiciera.
El reto más grande, tanto para los estudiantes como para los profesores es desaprender los
roles tradicionales del salón de clase (del estudiante como un receptor y el profesor como un
proveedor de conocimiento). Saber cuándo actuar y cuándo dejar que los estudiantes trabajen
las cosas por sí mismos lleva a tomar una nueva responsabilidad. Lo más relevante del
método de proyectos es que cada participante sea visto como un alumno y como un profesor.
Este método requiere que el profesor esté muy atento e involucrado.
El primer temor que sintió la autora al lanzar su plan fue que pudiera no ser comprendido en
todo su alcance. Es por ello por lo que califica al plan Dalton como un vehículo y no una
técnica ni un método. Es decir un vehículo para el programa, un nuevo camino de escuela
viviente que permita al niño adquirir hábitos flexibles, puesto que algunos necesitan un
programa excesivamente detallado y otros un programa demasiado libre.
Parkhurst se esfuerza en advertir que su esquema del plan no ha de ser considerado como
algo detallado y definitivo, sino como cosa necesitada de modificaciones hasta encontrar la
adecuación del trabajo individual.
La nota más sobresaliente la constituye la abolición de una de los grandes obstáculos que
según Parkhurst se han opuesto a la verdadera educación; el cuadro de distribución de
tiempo y de trabajo.
El plan Dalton, verdaderamente revolucionario, implica la desaparición de la asignatura y de la
clase que pasa a convertirse en un laboratorio. Representa la técnica más desarrollada de
trabajo individual, por esto mismo ha sido el método más discutido de la educación nueva.
Conviene decir aquí lo que ha de entenderse por laboratorios educativos. Equivale a un lugar
de educación de las capacidades y necesidades de los alumnos, hecho por ellos mismos
mediante una experiencia real de la vida, al propio tiempo que se adquieren conocimientos
básicos de las materias esenciales.
- El de la libertad u organización del trabajo escolar por el propio alumno sobre la base de la
elección de la tarea.
2.5.1. Fundamentos
- La autonomía del alumno para realizar su trabajo y decidir la forma de progresión a lo largo
del programa de estudio.
- El compromiso del alumno para concluir cada parte del programa (asignación) en un plan
determinado (el alumno firma un contrato en el que figura tal compromiso).
- El soporte individualizado del proceso de aprendizaje, para lo cual cada alumno recibe
orientaciones metodológicas y bibliográficas que guían el aprendizaje correspondiente a cada
"asignación".
- Dar a cada niño la posibilidad de regular por sí mismo el ritmo y el curso de sus propios
estudios en vez de imponérselo a través de un programa oficial o por medio de la voluntad del
profesor.
- Los programas anuales de las diversas materias se presentan a los alumnos divididos en
unidades ordenadas progresivamente.
- Al inicio de cada uno de los meses del año lectivo, cada alumno reúne su proyecto de
estudio y trabajo para el mes siguiente.
- El alumno elige cualquiera de las unidades que se considera capaz de aprender. (Si no lo
consigue no puede pasar a la sucesiva).
- Las unidades mensuales se dividen en unidades menores; una por cada día de escuela de
un mes, de modo que el alumno cuente con un calendario de referencia para trabajar.
- No existen clases. Cada alumno trabaja individualmente. Se traslada para cada materia al
aula indicada, donde hallará materiales y libros apropiados. No hay manuales o libros de
textos iguales para todos. El aula se denomina laboratorio.
- Al principio del mes, el alumno firma un contrato para las diversas materias, el cual debe de
respetar.
- En los laboratorios, los alumnos gozan de absoluta libertad para asociarse con otros que
tengan contratos similares.
- El maestro a cargo del laboratorio orienta y guía a los alumnos pero no imparte lección. Pasa
de actor a consultor.
- Los alumnos:
El plan Dalton puede emplearse en cualquier escuela, puesto que se adapta a cualquier
programa oficial o particular. Las ideas fundamentales que hay que tener presentes son la
libertad, responsabilidad, trabajo individual y personal y distribución de tiempo.
- El programa:
El plan Dalton conserva el programa de materias. El contenido del programa escolar no ofrece
novedades sensibles con relación a otras escuelas, en cambio la distribución del periodo del
curso y su desarrollo son, sin duda una de las más audaces reformas que contiene el plan. De
la totalidad de material que contiene el programa se destaca un grupo a las que se llama
materias primarias o mayores por oposición a las demás, menores o secundaria.
Corresponden generalmente a las primarias el idioma, las matemáticas, las ciencias, la
geografía y a la historia. A las segundas, le corresponde la música, trabajos manuales, la
economía domestica, la gimnasia, etc. Si se establece tal separación es porque las primarias
suelen ser comunes a todos los grados de la enseñanza oficial y aquí el alumno trabaja
totalmente libre; mientras que las secundarias se trabajan en común.
Las asignaciones y los laboratorios, han de estar dispuesto para atraer la curiosidad del niño,
sin fatigarlo. El maestro esta allí para abrir caminos, es posible que el alumno no lo necesite,
pero siente con su presencia la confianza para seguir con sus tareas. El maestro tiene una
misión que requiere gran tacto y paciencia, no debe ceder a la tentación de impulsar a los
más adelantados, a los mejor dotados, por brillantez o por simpatía. Es preciso que atienda a
todos con igual solicitud, que los estudie y no abandone a nadie, buscando para cada uno la
palabra que necesita; a algunos conduciéndolos a que diluciden, a otros a que encuentren sus
errores. En algunos momentos no ve otro remedio que dar una lección.
- Sistema de control:
El plan Dalton ha inventado un curioso procedimiento de gráficos que permite a los maestros
observar en un momento dado el progreso de los alumnos individualmente y
comparativamente. Los niños por su parte pueden notar su situación respecto al compromiso
y por tanto rectificar y mejorar.
Al utilizar una metodología basada en el trabajo individual de cada grupo, es necesario utilizar
tablas gráficas mensuales que están organizadas por materias. En estas tablas el maestro
anota en cada casilla una cruz si la unidad está bien hecha y si no el alumno debe repetirla.
- La tabla individual: a partir de esta tabla el alumno se dará cuenta de su propio trabajo
realizado y sabrá si ha cumplido con las cláusulas del contrato.
- Tabla de clase o curso: este tipo de tablas tiene un fin organizativo y programador, donde el
maestro anota en cada casilla si la actividad está bien o mal hecha.
El sistema de control es muy flexible y variará dependiendo del gusto de los maestros y el
perfeccionamiento del sistema.
2.5.4. Valoración
- Ventajas:
- El plan Dalton consigue, en efecto, transformar a los niños en experimentadores, les hace
averiguar de qué son capaces, qué intensidad pueden poner en su trabajo y si pueden
efectuarlo en el tiempo y los limites que ellos mismos se han trazado.
- El maestro conoce mejor al alumno y sus capacidades al hacer un estudio individual de cada
alumno.
- Desventajas:
- La principal desventaja, es el número de alumnos, este método se tendría que llevar a cabo
con un número reducido de alumnos o por el contrario con mayor número de profesores.
- Críticas:
A pesar de todas las críticas, el plan Dalton se ha expandido de modo especial por los países
anglosajones y Extremo Oriente.
2.6. Enseñanza programada
Este tipo de enseñanza se desarrolla sobre la base del modelo psicológico de aprendizaje
conductista en el cual el alumno es el principal responsable de su propio aprendizaje, puesto
que no hay la mediación directa de un profesor, quien en algunas ocasiones es catalogado
como tecnólogo educativo. Este modelo pedagógico se caracteriza por su interacción
unilateral entre el medio de aprendizaje y su operador, lo que no deja otra alternativa que el
refuerzo permanente de las respuestas correctas para garantizar la reafirmación del
aprendizaje. Los conductistas negaban la existencia de la conciencia y, por tanto, todo el nivel
de relaciones internas y externas que acontecían en el ser humano a partir de su interacción
con el conocimiento y el resto de las personas. No era necesario para el aprendizaje de los
estudiantes, que los profesores tuvieran en cuenta la esfera motivacional-afectiva, ni la
cognitiva, ni las interacciones que entre los actuantes del proceso podían producirse.
- A todos se les exigía el mismo ritmo sin tener en cuenta su capacidad y su nivel.
Las primeras máquinas aparecen alrededor del año 1958 y eran unos dispositivos diseñados
y construidos para ser utilizados en la formación. Presentaba un material escrito en una tira de
papel que estaba enrollada o plegada. Parte de esa tira de papel se veía a través de una
abertura que presentaba la máquina; se podía ver una frase incompleta, una pregunta o un
ejercicio que el alumno debía resolver. El alumno escribía la respuesta en otra tira de papel;
posteriormente el alumno movía una regleta transparente donde estaban escritas posibles
respuestas. De esta forma la máquina puede saber si ha contestado erróneamente sin
necesidad de indicar al alumno la respuesta correcta. Entre las respuestas posibles se
incluyen las respuestas erróneas más habituales y las respuestas correctas. Si lo escrito por
el alumno coincide con la respuesta correcta, se presenta un nuevo material correspondiente
a una nueva etapa del aprendizaje, si la respuesta es errónea, y coincide con las previstas,
también se puede presentar un material adicional cuyo objetivo es aumentar las posibilidades
de que el alumno conteste correctamente en el siguiente intento.
Si la respuesta no está incluida entre las posibles, el alumno deberá responder de nuevo y si
se vuelve a equivocar la máquina tapa la tira de papel donde el alumno ha contestado y le
presenta la respuesta correcta.
2.6.1. Conceptualización
Tentativa de individualizar la enseñanza, a fin de permitir que cada alumno trabaje según su
propio ritmo y posibilidades (Mijango Robles, 2006, p. 6).
- Individualización.
- Autoinstrucción.
- Participación activa.
4. Principio de la velocidad propia. El estudiante aprende mejor cuando puede estudiar según
su propio ritmo, lento o rápido, conforme a sus posibilidades y a su voluntad de trabajo.
6. Principio de los indicios o insinuaciones. Cuanto menos yerra el alumno, mejor: de ahí la
conveniencia de ofrecer indicios, sugestiones e insinuaciones que conduzcan a respuestas
acertadas.
8. Principio del éxito. El alumno, al advertir que está progresando, esto es, que está
obteniendo éxito en sus estudios, se interesa más por los mismos y se siente motivado para
proseguir estudiando.
La EP libera al alumno del peso de las relaciones de simpatía y antipatía hacia el profesor y
sus discípulos, lo ayuda a verificar de esta manera el proceso de aprendizaje sin
perturbaciones de tipo emocional social. (León Fonseca, M. 2005, p. 6).
Skinner ha comprobado que el proceso del aprendizaje es más seguro y eficiente cuando se
procura encauzar a los escolares hacia la conquista de respuestas correctas, evitando
cualquier posibilidad de error, por pequeña que sea. Esta es precisamente la gran fuerza
instructiva de la enseñanza programada: el aprendizaje sin errores. Toda materia de
enseñanza, advierte Skinner, puede ser dividida en un gran número de pequeñas unidades
graduadas. Esta graduación óptima deberá ser determinada después de la reacción adoptada
por un grupo-tipo de alumnos a un programa experimental. Frente a este programa, ya
constatado y revisado, el estudiante debe componer su respuesta más que elegirla de un
juego de alternativas, como en un autorregulador de elección múltiple.
Una razón para esto es que queremos que él recuerde, más bien que reconozca; dar una
respuesta vale tanto como saber que es correcta. Otra razón es que el material de elección
múltiple efectivo debe contener respuestas equivocadas "aceptables", las cuales están fuera
de lugar en el delicado proceso de formar el comportamiento, y ello porque fortalecen formas
no deseadas. En otro momento de sus reflexiones sobre la programación nos dice Skinner
que la máquina en sí, por supuesto, no enseña. Simplemente pone al estudiante en contacto
con la persona que compuso el material que presenta. Es un aparato que ahorra trabajo
porque pone a un planificador en contacto con un indefinido número de estudiantes. Esto
puede dar la idea de la producción en masa, pero el efecto sobre cada estudiante es
sorprendentemente parecido al de un tutor que enseña individualmente. La comparación vale
en varios aspectos. Hay un constante intercambio entre programa y estudiante. A diferencia
de las conferencias, libros de texto y los medios audiovisuales comunes, la máquina induce
una actividad sostenida. El estudiante está siempre alerta y ocupado. Como buen tutor, la
máquina insiste en que un punto dado sea entendido totalmente, ítem por ítem o conjuntos de
ellos, antes de que el estudiante prosiga. Las conferencias, libros de texto y sus equivalentes
mecánicos, por otro lado, proceden sin asegurarse que el estudiante entienda y fácilmente lo
dejan atrás. Como un buen tutor, la máquina presenta justo el material para el cual el
estudiante está preparado. Le pide dar el paso para el cual está mejor capacitado en ese
momento y le resulte más factible. Como un guía cuidadoso, la máquina ayuda al estudiante a
encontrarse con la respuesta correcta. Hace esto en parte a través de la construcción
ordenada del programa y en parte con técnicas de sugerir, indicar, impulsar y demás
derivados del análisis de la conducta verbal. Finalmente, por supuesto, la máquina como el
tutor privado "refuerza" al estudiante ante toda respuesta correcta, usando este control
inmediato para formar su comportamiento más eficientemente, y para mantenerlo fuerte.
La diferencia más significativa entre ambos métodos es que Skinner elabora el programa de
enseñanza para que el alumno construya una respuesta "correcta", sin embargo, Crowder
utiliza la respuesta para elaborar el programa de enseñanza. Esta será la característica que
se utilizará tanto para distinguir los dos métodos de enseñanza como los programas de
enseñanza asistida por ordenador en que se basaron ambos.
Skinner intentaba disminuir las respuestas erróneas al mínimo ya que consideraba que los
errores perjudicaban el aprendizaje, por eso cuando un alumno se equivocaba en su
respuesta introducía el refuerzo para que la próxima vez contestara bien, sin preocuparse en
exceso del contenido de la respuesta errónea. Sin embargo, Crowder utilizaba las respuestas
erróneas para realizar nuevas explicaciones, y el objetivo era paliar el error que había
cometido el alumno, por tanto importaba mucho el contenido de la respuesta errónea.
Crowder sostenía que los errores no perjudicaban el aprendizaje si se corregían a tiempo y no
se basó en ninguna teoría de aprendizaje para formular su método de enseñanza,
simplemente defendió la conveniencia de mantener una buena comunicación con el usuario.
Crowder utilizaba las preguntas de elección múltiple para evaluar el aprendizaje y para definir
el siguiente material didáctico a presentar. Por tanto se exige al autor del curso que plantee
cuidadosamente las posibles respuestas, de tal forma que en función de la respuesta
seleccionada por el usuario se sepa cuál es el error y cuál será el material didáctico a
presentar para paliar el error.
2.6.4. Limitaciones
Podemos señalar las siguientes limitaciones en la enseñanza programada:
- En la dirección del proceso de aprendizaje solo se toman en cuenta los resultados finales de
asimilación y no se tienen en cuanta ni el proceso ni sus cualidades.
- Los principios de la programación expuestos por Skinner son efectivos solo cuando es
suficiente la asimilación al nivel de la memoria reproductiva. No desarrolla el pensamiento
teórico ni creador en los estudiantes.
La llamada también "plan Morrison" o "plan de unidades didácticas" puede ser expresada en
el siguiente esquema:
- Nueva verificación y, si los resultados fuesen satisfactorios, pre-test para iniciar el estudio de
la nueva unidad.
En la enseñanza por unidades se dan las varias fases. La fase de la exploración consiste en
que el profesor efectúa un sondeo acerca de los conocimientos del alumno respecto del
asunto a estudiar. En esta comprobación pueden ser utilizados interrogatorios o test de
indagación. De este modo, el profesor procura informarse sobre lo que saben sus alumnos
acerca de la unidad y, asimismo, procura despertar el interés de la clase hacia el asunto a
estudiar, buscando, como dice Morrison, "una genuina motivación".
1. Estimulación,
2. Asimilación,
3. Reacción.
- Tipo de apreciación, que presta especial atención a los juicios de valor como la historia
moral, la estética, etc.
- Tipo de artes prácticas, que se ocupa de la acción sobre elementos concretos, como las
artes industriales, el dibujo, la economía doméstica, etc.
- Tipo de lenguaje y artes, que atiende a la expresión por medio de la palabra oral y escrita así
como a través de las expresiones musical y dramática.
- Tipo de práctica pura que se ocupa de aspectos prácticos de las diversas disciplinas.
Consulte en el campus virtual los comentarios que sobre esta tarea encontrará en el apartado
de "Evaluación" de la asignatura.
2.8. Conclusión
Para Kilpatrick, la educación es ante todo una función para acrecentar y perfeccionar la vida
en todos sus aspectos, sin otros fines trascendentes, cree que la educación debe de tener un
carácter democrático. Este aspecto se verá o bien propiciado o bien obstaculizado por la
individualidad de cada persona. Asimismo para que toda sociedad sea auténticamente
democrática es necesario que tanto los dirigentes como el pueblo tengan una clara filosofía de
la vida y de la educación.
El plan Dalton se basa en la autonomía del alumno para realizar su trabajo y decidir la forma
de progresión a lo largo del programa de estudio. Aparte de ello, es significativa la sustitución
de la unidad de tiempo que consta de (jornada, semana, quincena) por la de contenido
(fracción del programa) como criterio para medir el progreso del alumno. Lo que sobresale en
el plan Dalton es la organización del centro escolar que se da en laboratorios y que cada uno
de ellos está especializado en la enseñanza de una materia. Mientras que el plan Dalton y el
método de proyectos atienden mas al trabajo individual, aunque sin descuidar el trabajo
colectivo, el sistema Winnetka atiende a la vida tanto colectiva como individual.
Tanto en el método de proyectos, como en el sistema de Winnetka, el profesor pasa a
segundo plano, y se convierte solo en el orientador del educando.
Por otra parte, la enseñanza programada (EP) es un método pedagógico que permite
transmitir conocimientos sin la mediación directa de un profesor o un monitor, respetando las
características específicas de cada alumno considerado individualmente.
OBJETIVOS
- Determinar los distintos roles del profesorado y alumnado en función del método aplicado.
3.1. Introducción
3.2. Conceptualización
La preocupación por lograr una participación activa en los estudiantes, ha estado presente
desde tiempo lejanos en muchos pedagogos, en sus ideas ya se manifestaban
planteamientos que indican la importancia de formar al educando dentro de una posición
transformadora y participativa; uno de estos pedagogos fue Juan Enrique Pestalozzi (1746-
1827) quien propugnó la organización de la instrucción de los niños en forma grupal, como
enseñanza mutua, en la que cada uno influye en la educación de los demás. Insistió en la
importancia de vincular la teoría y la practica participativa en grupos para desarrollar
capacidades en los niños y lograr la asimilación de conocimientos mediante la formación de
hábitos y habilidades. Por otra parte Roger Cousinet, siendo un inspector escolar de una
escuela rural de Francia en el año de 1920, observó la "mortífera rigidez pedagógica" de la
enseñanza tradicional; frente a este hecho se propuso crear un método más flexible, que
permitiese a los alumnos asociarse con los demás compañeros para realizar trabajos.
En (1932) Vygosky escribió que el niño emprende actividades mediante la mediación de otros,
mediante la mediación del adulto. Absolutamente toda la conducta del niño se fusiona y se
arraiga en las relaciones sociales. Así pues, las relaciones del niño con la realidad son desde
el principio relaciones sociales. Es decir, el entorno social hace la diferencia. Desde el
nacimiento, el niño el niño va a aprender los valores de la convivencia al relacionarse con los
otros, de esta interrelación tendrá la primera imagen de sí mismo. Al prevalecer la
planificación como proceso social, se verán beneficiados todos los cursantes del sistema, ya
que tienen la oportunidad de desarrollar situaciones de aprendizaje que solo se activan
cuando el estudiante está en interacción con otras personas en su ambiente y en colaboración
con sus pares.
Gallegos (2001), dice que educar en la interdependencia significa el desarrollo de una nueva
conciencia, la conciencia de una nueva racionalidad basada en el principio de que todo está
ligado a todo, la vida es una red dinámica. Por ello, para enseñar a vivir en interdependencia
es necesaria una educación en la que se aprenda a pensar en términos de interrelación,
cooperación y procesos no lineales. De esta forma, participando en grupos pequeños, los
alumnos aprenden a trabajar en equipo, cómo dar y recibir críticas, cómo planificar, guiar y
evaluar sus actividades individuales y las que realizan los otros.
Existe un estrecho vínculo entre el grado de interacción que propician los diferentes métodos
de enseñanza y la calidad del aprendizaje: los conocimientos y habilidades que se adquieren
son más profundos y complejos en la medida en que se logra un mayor nivel de interacción en
clase.
Los métodos participativos se definen como las vías, procedimientos y medios sistematizados
de organización y desarrollo de la actividad de los estudiantes, sobre la base de concepciones
no tradicionales de la enseñanza, con el objetivo de lograr el aprovechamiento óptimo de sus
posibilidades cognitivas y afectivas.
Existen diversos métodos participativos, no solo por su origen, sino también por la forma de
implementación, las condiciones de realización y los conocimientos o habilidades que se
desean desarrollar, pero la base de todos ellos está en la concepción del aprendizaje como un
proceso activo, de construcción y reconstrucción del conocimiento por los propios alumnos,
mediante la solución colectiva de tareas, el intercambio y confrontación de ideas, opiniones y
experiencias entre estudiantes y profesores.
Los métodos, como categorías pedagógicas, mantienen una estrecha relación con los
objetivos, los contenidos, la tarea docente y los medios propios de cada disciplina y la
disponibilidad de los mismos; por lo tanto, no es ocioso plantear que, a la hora de su
selección, es necesario tomar en consideración todas las categorías pedagógicas, para una
mayor efectividad de los mismos.
Las anteriores influencias no dejan de ejercer su acción aún en los más pequeños actos que
ocurren en el aula, aunque no seamos totalmente conscientes de ello. De aquí que, al
seleccionar para su profundización, un componente de este proceso, no podemos dejar de
tener en cuenta su unidad, vínculo y nexos con el resto. De esta forma, si queremos alcanzar
correctamente los objetivos que nos hemos propuesto, al seleccionar y emplear un
determinado método de enseñanza, es necesario basarnos, de forma exacta, en el papel que
este desempeña en el proceso en su conjunto.
Los métodos mantienen una estrecha relación, por lo tanto, con los objetivos, los contenidos,
las tareas docentes y los medios propios de cada asignatura, así como con la disponibilidad
de los mismos.
Los métodos participativos tienen características que los identifican, entre ellas podemos citar:
- Las tareas a acometer, las condiciones en que estas se desarrollan, estimulan una mayor
actividad cognoscitiva en los estudiantes, así como el desarrollo del espíritu investigativo, la
independencia cognoscitiva, la creatividad y la capacidad de autoaprendizaje.
- Las oportunidades que brindan estos métodos para la verbalización, contribuyen al análisis
más detallado de los problemas y su instrumentación, promoviendo la capacidad reflexiva de
los participantes. En la interacción que se propicia, se socializa el conocimiento individual,
enriqueciéndolo y potenciándolo en el conocimiento colectivo, que aparece como producto de
la actividad grupal.
Existe una gran diversidad de métodos y técnicas participativas, que permiten su empleo en
diferentes niveles de enseñanza y materias de estudio; los mismos pueden aplicarse tanto en
grupos pequeños como numerosos, en actividades centradas en uno solo de estos métodos o
en una combinación de varios de ellos que se complementan.
Para su utilización se precisa del cumplimiento de determinados requisitos, ya que las visibles
ventajas del uso de estos métodos en la enseñanza ha creado en algunos educadores la
ilusión de que se trata de instrumentos "todopoderosos" que, por sí mismos, garantizan el
éxito del proceso docente.
Además del dominio de su materia, que se someterá a prueba por la participación activa de
los estudiantes en el proceso docente, se precisa del maestro que conozca las características
específicas, ventajas y limitaciones de los métodos a utilizar. Este conocimiento es mucho
más rico cuando el educador ha experimentado personalmente con el método, en calidad de
participante o dirigiendo su aplicación.
- Creación de una atmósfera distendida, de un clima agradable de trabajo, que propicie la libre
expresión y el intercambio de opiniones, criterios y experiencias de todos los participantes.
- Todas las aportaciones son acogidas con respeto, es preciso que cada participante aprenda
a escuchar a los demás, que no interrumpa al interlocutor. Las opiniones son discutidas sin
preferir ni descartar ninguna. Las discusiones versan sobre determinadas cuestiones y no
sobre personas.
La idea del aprendizaje cooperativo parece que se elabora a principios del siglo XIX en los
EE.UU. cuando fue abierta una escuela lancasteriana en Nueva York. El responsable de la
escuela pública en Massachussets, F. Parker aplica el método cooperativo y difunde este
procedimiento de aprendizaje de modo que sobresale dentro de la cultura escolar americana
en los inicios del presente siglo. Sin embargo, la urgencia de encontrar una salida a la crisis
económica de la década de los 30, favorece la difusión de la cultura de la competición que
arraigó fuertemente en la sociedad y, por ello, en la institución educativa americana.
Esta línea de investigación y práctica de los métodos cooperativos cobra un relieve especial
en los años setenta con una continua evolución de la teoría y la aplicación creciente de las
técnicas cooperativas al ámbito escolar sobre todo en EE.UU. y en Canadá, si bien se inicia
un desarrollo con sus características específicas en Israel, Holanda, Noruega e Inglaterra para
extenderse más tarde en focos reducidos a muchos otros países como Italia, Suecia,
España...
Pero para que exista aprendizaje o trabajo cooperativo no basta trabajar en grupos pequeños.
Es necesario que exista una interdependencia positiva entre los miembros del grupo, una
interacción directa "cara a cara", la enseñanza de competencias sociales en la interacción
grupal, un seguimiento constante de la actividad desarrollada y una evaluación individual y
grupal (Johnson, Johnson y Holubec, 1994).
El aprendizaje cooperativo consiste en el uso instructivo de grupos pequeños para que los
estudiantes trabajen juntos y aprovechen al máximo el aprendizaje propio y el que se produce
en la interrelación (Johnson & Johnson, 1991). Para lograr esta meta, se requiere planeación,
habilidades y conocimiento de los efectos de la dinámica de grupo. El aprendizaje cooperativo
se refiere a una serie de estrategias instruccionales que tienden a la interacción cooperativa
de estudiante a estudiante, sobre algún tema, como una parte integral del proceso de
aprendizaje (Kagan, 1994) y supone mucho más que acomodar las mesas y sillas de distinta
manera a la tradicional, y más que plantear preguntas para ser discutidas en grupo (Batelaan
& Van Hoof 1996). El designar simplemente tareas a un grupo sin estructura y sin papeles a
desempeñar es trabajo en grupo, que no es lo mismo que aprendizaje cooperativo.
- Se establece una interdependencia positiva entre los miembros en cuanto que cada uno se
preocupa y se siente responsable no solo del propio trabajo, sino también del trabajo de todos
los demás. Así se ayuda y anima a fin de que todos desarrollen eficazmente el trabajo
encomendado o el aprendizaje propuesto.
- Se busca no solo conseguir desarrollar una tarea sino también promover un ambiente de
interrelación positiva entre los miembros del grupo.
- Se interviene con un feed-back adecuado sobre los modos de interrelación mostrados por
los miembros.
- Además de una evaluación del grupo, está prevista una evaluación individual para cada
miembro.
Para Ovejero (1990), los fundamentos del aprendizaje cooperativo van a estar directamente
relacionados con la interacción social y la construcción social de la inteligencia. Estos dos
puntos, interacción social y construcción del conocimiento, los encontramos analizados y
desarrollados fundamentalmente en las obras de Piaget y Vygotsky y en las investigaciones
posteriores realizadas por la nueva escuela de Ginebra y la escuela Soviética.
Piaget, ya en sus primeros trabajos, pone las bases teóricas sobre la importancia de las
relaciones alumno-alumno para el desarrollo cognitivo. Pero son otros investigadores más
recientes de la escuela de Ginebra (Mugny y Doise, 1983; Perret-Clermont, 1988; Mugny y
Pérez, 1988), quienes, desarrollando las ideas de Piaget hacen hincapié en la importancia de
la interacción entre iguales para el desarrollo cognitivo. Y es a partir, no ya del conflicto
cognitivo, sino del conflicto sociocognitivo producido por tal interacción, que puede darse tal
progreso intelectual. El eje central de la Psicología Social Evolutiva consiste en que el
pensamiento se elabora a través de la confrontación y de la discusión, es decir, del conflicto
sociocognitivo. Estos autores en sus trabajos llegan a una serie de resultados, que Coll y
Colomina (1991) sintetizan en los siguientes puntos:
- La ejecución colectiva de la tarea experimental da lugar a menudo a producciones más
elaboradas, e incluso más correctas que las que presentan los mismos sujetos cuando
trabajan individualmente. El hecho de actuar conjuntamente, cooperativamente, induce a los
miembros del grupo a estructurar mejor sus actividades, a explicitarlas, a coordinarlas,
alcanzando las producciones, de este modo, un mayor nivel de elaboración y corrección.
- Para que la interacción entre iguales tenga efectos positivos son necesarios unos requisitos
cognitivos mínimos que permitan a los participantes comprender la divergencia existente entre
los distintos puntos de vista.
- Hay dos situaciones tipo en las que no se observa progreso alguno en las competencias
intelectuales de los participantes: cuando uno de ellos impone su punto de vista a los otros,
que se limitan a adoptarlo sin más, y cuando todos ellos tienen el mismo punto de vista sobre
la realización de la tarea.
2. Otra persona proporciona indicaciones, que pueden ser pertinentes para la elaboración de
un nuevo instrumento cognoscitivo, de tal manera que incluso modelos que aparentemente no
tienen nada que aportar al niño pueden, no obstante, indicarle el camino a seguir.
Para que el trabajo en grupo sea realmente superior al individual tienen que darse las
condiciones que faciliten el origen y el desarrollo de un conflicto sociocognitivo, de una
oposición social de respuestas; cosa que sí suele ocurrir en el aprendizaje en grupo
cooperativo y en las situaciones de enseñanza centradas en la potencialidad educativa de la
diversidad cultural. No toda interacción social lleva forzosa y automáticamente a progresos
cognitivos; para que esto tenga lugar hace falta que la solución dada a esos conflictos posea
una naturaleza efectivamente sociocognitiva.
Para Vygotsky, el aprendizaje tiene un innegable fundamento social. La interacción social será
el origen y el motor del aprendizaje y del desarrollo intelectual, gracias al proceso de
interiorización que genera. Como afirma Coll (1984), la teoría de Vygotsky viene a superar
algunas de las limitaciones teóricas de los postulados de Piaget y la escuela de Ginebra, pues
si bien la confrontación de puntos de vista divergentes es uno de los caminos a través de los
cuales la interacción entre los alumnos repercute sobre el desarrollo intelectual y el
aprendizaje escolar, no es probablemente el único camino. Además, la hipótesis del conflicto
sociocognitivo encuentra ciertos obstáculos para poder explicar pormenorizadamente los
mecanismos psicológicos, responsables de la influencia que ejerce la interacción y la
comunicación entre iguales sobre la adquisición y utilización del conocimiento, lo cual dificulta
poder discernir las variables interactivas directamente responsables del progreso intelectual.
Pero, mientras que para la escuela de Ginebra, la interacción social favorece el desarrollo
cognitivo, gracias a la reorganización que el surgimiento y superación de los conflictos
sociocognitivos provoca, para la escuela Soviética, la interacción social es el origen y motor
del aprendizaje y del desarrollo intelectual, gracias al proceso de interacción e interiorización
que posibilita.
Para Vygotsky la buena enseñanza es la que se adelanta al desarrollo. Para este autor, todas
las funciones psicointelectuales superiores aparecen dos veces en el curso del desarrollo del
niño: la primera vez, en las actividades sociales, o sea, como funciones interpsíquicas; la
segunda, en las actividades individuales, como propiedades internas del pensamiento del
niño, o sea, como funciones intrapsíquicas. Tanto en el proceso de regulación externa como
en el proceso de regulación interna el lenguaje juega un papel primordial. El proceso de
interiorización marca el paso de la regulación externa de los procesos cognitivos, mediante el
lenguaje de los demás, a la regulación interna de los procesos cognitivos, mediante el
lenguaje interno. Puesto que el lenguaje, tal y como apuntan Vygotsky y otros autores de la
escuela Soviética (Forman y Cazden, 1984; Wertsch, 1988), tiene, además de su propia
función comunicativa, una función reguladora de los procesos comunicativos; al intentar
formular verbalmente la propia representación, con la finalidad de comprenderla o de
comunicarla a los demás, reanalizamos y reconsideramos lo que intentamos comprender o
transmitir. El hecho de proporcionar y de recibir explicaciones de los compañeros en el
transcurso de la interacción tiene efectos cognitivos favorables, tanto para el emisor como
para el receptor, efectos que desaparecen cuando lo que se transmite o se recibe son
soluciones ya hechas a la tarea planteada. Por tanto, en la interacción entre iguales se da la
tesitura más adecuada para que la función reguladora del lenguaje ofrezca sus mejores frutos.
Y esto es así, entre otras, por las siguientes razones:
- Normalmente, el punto de vista del otro está más cercano al propio (a su zona de desarrollo
próximo) y, por tanto, es más fácilmente comprensible y asimilable.
- Se pueden confrontar puntos de vista con más naturalidad, pues el otro es considerado
normalmente como un igual (no superior como ocurre en las relaciones profesor-alumno).
El papel que desempeñan los alumnos en las relaciones entre iguales es, desde el punto de
vista mental, bastante más activo mentalmente que en las relaciones profesor alumno, sobre
todo en las actividades de aprendizaje cooperativo.
- La interdependencia positiva.
El primero y más importante de los elementos que permiten estructurar este tipo de
aprendizaje es la interdependencia positiva. La interdependencia positiva se da y está
correctamente estructurada cuando los componentes del grupo son conscientes de que el
éxito de cada cual depende del éxito de los demás; nadie puede alcanzar sus objetivos si no
lo alcanzan también el resto de componentes del grupo.
Las metas y tareas comunes, por tanto, deben diseñarse y comunicarse a los estudiantes de
tal manera que comprendan que, o nadan juntos, o se ahogan juntos. Para estructurar
sólidamente unas interdependencias positivas, debe ponerse especial atención en que:
- Los esfuerzos de cada componente del grupo son completamente indispensables para el
éxito del grupo.
- Cada componente del grupo, con su contribución tiene una responsabilidad en el esfuerzo
común.
Ello, crea un compromiso hacia la búsqueda del éxito por parte de todos los componentes del
grupo con lo que cada uno pasa a ser núcleo del aprendizaje cooperativo. Si no se dan
interdependencias positivas, realmente, no es posible decir que existe cooperación.
Hay importantes actividades cognitivas y de dinámica interpersonal que tan solo se pueden
dar cuando los estudiantes promueven entre ellos su propio aprendizaje. Ello, incluye
explicaciones orales con relación a cómo resolver problemas, explicar un determinado
concepto o conocimiento a los demás, asegurarse de que lo han entendido, discutir los
conceptos relacionados con aquello en lo que se está trabajando y que conectan el trabajo
presente con aquello que se aprendió en el pasado.
Cada una de estas actividades se puede estructurar en procedimientos de grupo con lo que
queda asegurado que los grupos cooperativos son tanto un sistema académico de soporte
(cada estudiante tiene alguien comprometido en ayudarlo a aprender) como un sistema
personal de soporte (cada estudiante tiene alguien que está comprometido con él como
persona). Esta promoción de las relaciones personales, cara a cara, de los componentes del
grupo los lleva a asumir un compromiso entre todos a la vez que un compromiso con el éxito
de una tarea común.
La responsabilidad individual existe cuando aquello que ha realizado cada cual revierte en el
grupo y en cada miembro del grupo, a la vez que el grupo y cada miembro del grupo hace una
valoración positiva por cuanto la tarea por él desarrollada ha supuesto una ayuda, un apoyo y
un soporte al aprendizaje de cada uno, individualmente, y del grupo como colectivo.
El propósito de los grupos de aprendizaje cooperativo será que cada miembro crezca de una
manera legítima. Los estudiantes que aprenden juntos son, individualmente, mucho más
competentes que los que aprenden individualmente.
Las habilidades sociales necesarias para hacer efectivo el trabajo cooperativo no aparecen
por sí solas cuando se utilizan las sesiones cooperativas. Las habilidades sociales deben
enseñarse a los estudiantes como una finalidad y como habilidades académicas en sí
mismas. El liderazgo, la toma de decisiones, la construcción de la confianza, la comunicación
y las habilidades en resolver conflictos, deben guiar tanto el trabajo del equipo como sus
relaciones a efectos de alcanzar los contenidos de manera exitosa.
Con respecto a las habilidades interpersonales y de grupo, para que nuestros alumnos
desarrollen labores grupales debemos enseñarles una serie de habilidades sociales que
permitan que los alumnos cooperen entre sí en el desempeño de una actividad.
Los grupos precisan poder describir qué acciones y tareas de sus miembros son útiles y
cuales son inútiles a la hora que tomar decisiones acerca de qué conductas deben
mantenerse, corregir o cambiar. La mejora continua de los procesos de aprendizaje revierte
en la mejora de los resultados cuando se hacen análisis detallados de cómo los miembros del
grupo trabajan conjuntamente y determinan la manera de aumentar la eficacia del grupo.
En este sentido puede ser interesante incorporar técnicas de gestión de calidad que aseguren
una dinámica de auto evaluación continuada de aquello que genere el grupo, y que debe ser
un conjunto de producciones de entre las que se podrían destacar.
En todo proceso de enseñanza aprendizaje que se precie, debe haber un lugar destacado
para la evaluación. En una situación cooperativa este procesamiento grupal se define como la
reflexión que tiene un grupo sobre las acciones útiles y cuáles no y, en consecuencia, tomar
decisiones sobre qué acciones deben mantenerse y cuáles deben cambiarse.
- En primer lugar los objetivos deben ser referentes a los aprendizajes esperados en relación
con el contenido curricular. Se debe de considerar el nivel conceptual y la motivación de los
alumnos, los conocimientos previos y el propio significado de los materiales.
- En segundo lugar hay que tener en cuenta los objetivos para el desarrollo de las habilidades
de cooperación, donde deberá decidirse qué tipo de habilidades de cooperación se
enfatizarán.
Las técnicas de aprendizaje cooperativo permiten a los estudiantes actuar sobre su propio
proceso de aprendizaje, implicándose más con la materia de estudio y con sus compañeros.
Además, el aprendizaje cooperativo facilita la implicación de todos los estudiantes, en
contraposición con otras técnicas que a menudo no consiguen más que la participación de un
número reducido, que acaban dominando la sesión.
La investigación muestra que los alumnos pueden tener más éxito que el propio profesor para
hacer entender ciertos conceptos a sus compañeros. La razón fundamental de este hecho es
que los compañeros están más cerca entre sí por lo que respecta a su desarrollo cognitivo y a
la experiencia en la materia de estudio.
- Se facilita la integración social, que puede satisfacer la fuerte necesidad de afiliación que
tienen muchos estudiantes.
- Los estudiantes manifiestan también un mayor nivel de satisfacción con las actividades de
clase (la satisfacción es necesaria para la persistencia).
El aprendizaje cooperativo tiene diferentes elementos en sintonía con los objetivos de una
educación general:
- La formación de grupos heterogéneos, que permite que los alumnos estén expuestos a una
diversidad de experiencias y perspectivas.
- La asignación de diferentes roles a diferentes miembros del grupo, que facilita que la tarea
se aborde desde diferentes puntos de vista.
La capacidad para aprender de forma autónoma durante toda la vida es uno de los requisitos
que con más insistencia se señalan como esenciales para tener éxito en la sociedad del siglo
XXI.
El aprendizaje cooperativo permite que los estudiantes trabajen de forma independiente y que
asuman responsabilidades en su propio proceso de aprendizaje.
Hay diferentes elementos en el aprendizaje cooperativo que son consistentes con los
requisitos para desarrollar la capacidad para el razonamiento crítico:
- Enfrentarse con un problema desde una perspectiva crítica y adoptar alternativas diferentes
representa siempre un riesgo emocional importante. El soporte que ofrece un grupo de
compañeros hace que este riesgo emocional sea más fácil de asumir.
El trabajo en grupo ofrece a los estudiantes la oportunidad de escribir para una audiencia que
habla su mismo lenguaje. Cuando los estudiantes escriben para los profesores, con
frecuencia, lo hacen de forma poco natural y forzada. La escritura para los compañeros es el
primer paso para el desarrollo de una escritura más académica.
j) Permite acomodar los diferentes estilos de aprendizaje de los estudiantes de hoy día.
- Estudiantes adultos.
- Estudiantes extranjeros.
Se sabe que los niveles de fracaso académico en los estudios de matemáticas, ciencia y
tecnología son especialmente altos en colectivos de estudiantes minoritarios en estas áreas,
como por ejemplo, las mujeres y los miembros de grupos raciales y étnicos.
De acuerdo con la investigación, uno de los motivos de esta situación es que los estudiantes
minoritarios perciben este tipo de estudios como competitivos, impersonales e individualistas.
La investigación indica también que el rendimiento de estos colectivos mejora en un contexto
más cooperativo.
A pesar de ser uno de los objetivos de aprendizaje más habituales, no es frecuente ver planes
docentes concretos para el desarrollo de la capacidad de liderazgo.
Algunas de las características del aprendizaje cooperativo están en sintonía con el concepto
moderno de liderazgo, que enfatiza la cooperación, el liderazgo de equipos y el
reconocimiento de múltiples perspectivas.
n) Prepara a los estudiantes para el mundo del trabajo actual.
Una buena parte de las compañías actuales más exitosas se basan en la utilización de
equipos humanos que se autogestionan. Estos equipos son grupos de empleados
interdependientes que pueden autorregular e integrar sus esfuerzos para desarrollar una
determinada tarea.
Los métodos de aprendizaje cooperativo requieren que los docentes y los alumnos asuman
roles diferentes de aquellos que se encuentran en las clases más tradicionales, en las cuales
los docentes son el centro de la actividad, y comúnmente usan la enseñanza en forma
generalizada, para diseminar la información o para explicar habilidades. También en este tipo
de clases, los alumnos son a menudo pasivos, y pasan la mayoría del tiempo escuchando o
tomando notas.
En las actividades del aprendizaje cooperativo, el papel del docente es "ser un guía que
acompaña", el desafío, consiste en descubrir el material con ellos, transmitiendo la enseñanza
a todo el curso, para presentar y explicar conceptos y habilidades básicos. Después de esta
presentación, el docente facilita el aprendizaje en una dinámica que se dirija a todo el curso o
una dinámica de grupos pequeños. Esto puede se realizar con:
- Con una explicación de los objetivos a todo el curso, acercando material o dando pautas
para conseguirlo, generando el intercambio entre todos por medio de preguntas que actúen
como disparadores, realizando una exposición de los resultados obtenidos por cada uno,
dando tiempos y espacios necesarios para que todos participen, se enriquezcan con el trabajo
de todos, teniendo la oportunidad de participar. Para ello el docente debe monitorear y ver las
conclusiones y resultados obtenidos por todos los alumnos.
- Evalúa los logros de los alumnos, y los ayuda a discutir cómo ha resultado la colaboración
en el curso.
El rol del alumno también cambia. El aprendizaje cooperativo requiere que el alumno sea
activo, y se responsabilice de su propio aprendizaje. Este objetivo se alcanza haciendo que
actúe como docente y como alumno. Debe aprender a explicar, comprometerse, negociar y
motivar a los demás, cuando participa como miembro del grupo. El crecimiento de estas
habilidades de interacción social, tal vez sea uno de los resultados más importantes de las
actividades del aprendizaje cooperativo.
- Inspector: se asegurará que todos los miembros puedan decir explícitamente cómo llegaron
a las conclusiones o respuestas.
- Entrenador: corrige los errores de las explicaciones o resúmenes de los otros miembros.
- Narrador: pide a los integrantes del grupo que relacionen los nuevos conceptos y estrategias
con el material aprendido previamente.
- Investigador-Mensajero: consigue los materiales que el grupo necesita. Se comunica con los
otros grupos y con el profesor.
- Registrador: escribe las decisiones del grupo y edita el reporte del trabajo.
Dependiendo del tamaño del grupo, un alumno puede asumir una o más funciones. Requiere
que los alumnos trabajen en colaboración hacia metas comunes, lo que genera el desarrollo
de habilidades que tienen que ver con las relaciones humanas, semejantes a aquellas que
son útiles también fuera del colegio.
Debemos pensar también que no todos los alumnos participan de la misma manera, algunos
dejan que otros completen las tareas del grupo, creando un efecto de "polizón" que hace que
los integrantes individuales del grupo realicen cada vez menos esfuerzos, y avancen con el
trabajo colectivo. Al mismo tiempo, el que hace el trabajo puede esforzarse menos, para evitar
el efecto de succión que provoca el hecho de hacerlo todo. Cuando trabajan en grupo,
también existe la posibilidad de que los alumnos se sometan a los más participativos, que
adopten roles de liderazgo, que los beneficien a ellos, a expensas de los demás.
- Los factores motivacionales. La motivación a comprometerse nace del hecho de que el éxito
de cada uno está ligado al éxito de los demás o de que la dificultad individual puede ser
atenuada por la ayuda que se recibe del resto. Aunque puede darse el caso de una
motivación extrínseca, no pasa de ser inicial y secundaria. Progresivamente la calidad de la
relación entre los miembros, la ayuda recíproca, la estima mutua, el éxito, determinan una
motivación intrínseca y convergente de todos los alumnos.
- La autoridad. La autoridad se tiende a transferir del profesor a los alumnos. Los grupos
pueden variar en un nivel alto de autonomía en la elección de los contenidos, la modalidad de
aprender, la distribución de las tareas incluso en el sistema de evaluación hasta un nivel
mínimo en relación al cual el docente coordina y orienta los recursos de los estudiantes para
facilitar el aprendizaje.
Si los estudiantes necesitan ayuda para completar la tarea, se les anima a que primero
busquen ayuda de sus colegas, y del profesor en segundo lugar. Se espera que cada
estudiante interaccione con sus compañeros, compartan ideas y materiales, se animen
mutuamente en sus logros académicos, que expliquen y elaboren los conceptos y estrategias
que aprenden, y que se consideren mutuamente responsables de completar la tarea.
Los grupos de base se forman a largo plazo (por ejemplo, todo el curso o varios cursos) y
controlan el eficaz avance y progresión de cada uno de sus componentes en ámbitos que
pueden incluso ir más allá de lo meramente académico. Cada miembro del grupo proporciona
apoyo, ánimo y ayuda para completar las tareas y para conseguir un buen progreso en los
estudios. Esto incluye facilitar el material de una clase al compañero que no pudo asistir,
interactuar informalmente entre clases, y asegurarse que todos se están esforzando para
progresar. Los grupos base pueden encargarse también de tareas rutinarias, tales como
verificar que todos han comprendido las tareas encargadas, etc. Además de soporte
académico y tareas rutinarias, los grupos base también son responsables de dar soporte
personal a sus miembros, escuchando de forma comprensiva los problemas de cada miembro
con otros compañeros, familia, etc. Este soporte personal surge de forma natural si el profesor
proporciona tiempo suficiente y estructura para que los alumnos se conozcan mutuamente de
forma personal. Una plantilla para registrar datos personales de los miembros del grupo
(fecha de nacimiento, películas favoritas, inquietudes sobre la Universidad, etc.) puede
ayudar. Cuanto mayor sea el número de alumnos en clase, más impersonal sea la docencia y
más compleja sea la materia de estudio, más importantes son los grupos base.
Debe haber un calendario y agenda específica para las reuniones del grupo base para que el
tiempo se aproveche bien. Los miembros del grupo pueden ayudarse mutuamente a preparar
los trabajos de clase, revisar y discutir las tareas, revisar los escritos de los demás, y clarificar
continuamente los contenidos del curso. Se espera que todos los miembros del grupo
contribuyan activamente, desarrollen relaciones cada vez más sólidas, se feliciten
mutuamente por el éxito, expresen sus ideas de forma honesta, no cambien sus opiniones a
menos de que sean persuadidos mediante la lógica, y se responsabilicen de su propio
aprendizaje pero también del de los otros miembros del grupo.
3.12. Condiciones mediadoras
- Metas grupales.
- Procesamiento grupal.
a) Metas grupales.
En las clases desarrolladas con una metodología competitiva, los esfuerzos de un individuo
dirigidos a una meta, puede frustrar a otros alumnos. El logro de un alumno significa el
fracaso de otro.
En las clases desarrolladas con una metodología individualistas, los esfuerzos de cada
alumno no tienen consecuencias en los demás. El aprendizaje individualista ocurre cuando
cada alumno trabaja solo.
En las clases desarrolladas con una metodología cooperativa, los esfuerzos de los individuos
contribuyen al logro de la meta de los demás. Esto es similar a la estructura de recompensa
grupal, que ocurre en los equipos de fútbol, donde individuos con diferentes actividades,
trabajan juntos para cumplir con las metas del equipo. Si bien el esfuerzo individual es
importante para el logro de esa meta, lo más importante, es el esfuerzo y el desempeño de
todos y cada uno de los integrantes del equipo.
Las metas grupales son incentivos dentro del aprendizaje cooperativo que ayudan a crear un
espíritu de equipo, y alientan a los alumnos a ayudarse entre sí.
El docente está al frente en las clases, él o ella hace preguntas a los alumnos. Después de
cada pregunta, un número de manos se levantan. Algunos alumnos alzan sus brazos
ansiosamente, con la esperanza de ser llamados. Otros, por supuesto, no levantan la mano y
tratan de que sus ojos no se encuentren con los del docente, esperando no ser llamados. Es
muy natural en este tipo de clases con una metodología de trabajo competitivo, que los
alumnos comiencen a sentir placer cuando los demás fallan.
- Si el trabajo es una dinámica cooperativa con el curso en su totalidad, se debe permitir que
todos participen de la clase, a fin no solo de ver la comprensión de cada uno, también de
generar el desarrollo de capacidades de comunicación en un grupo, de intercambio, debate,
reflexión, etc.
- Examinar al azar a los alumnos de manera oral, pidiéndoles a ellos que presenten el trabajo
del grupo.
- Hacer que los tutorados enseñen a sus propios compañeros lo que aprenden, práctica que
se domina "explicación simultánea".
c) El procesamiento grupal.
El tercer elemento es el procesamiento grupal. Este se define como la reflexión sobre una
sesión grupal para:
Driscoll y Vergara (1997) explicitan que para que exista un verdadero aprendizaje
colaborativo, no solo se requiere trabajar juntos, sino que hay que cooperar en el logro de una
meta que no se puede lograr individualmente.
Para Panitz (1997) la premisa básica del aprendizaje colaborativo es la construcción del
consenso, a través de la cooperación de los miembros del grupo. Señala que en el
aprendizaje colaborativo se comparte la autoridad y entre todos se acepta la responsabilidad
de las acciones del grupo, mientras que en la cooperación la interacción está diseñada para
facilitar el logro de una meta o producto final específico por un grupo de personas que
trabajan juntas.
Dillenbourg, (1999) prefiere dilatar una posible definición del concepto porque según el autor
existen tantas definiciones como personas y expresa que la definición más amplia pero
"insatisfactoria" del término aprendizaje colaborativo es la situación en la cual una o más
personas aprenden e intentan aprender algo en forma conjunta. Luego comenta. Esta
definición es parcial porque es difícil delimitar a qué nos referimos con una o más personas
(grupo). ¿Se refiere a una pareja, un pequeño grupo, una clase, una comunidad? Y en
relación al término aprendizaje, se pregunta, si esto quiere decir: ¿seguir un curso, estudiar un
material de curso, resolver un problema en forma conjunta?
2. La experiencia,
3. El equilibrio, y
4. La transmisión social.
El aprendizaje colaborativo es eficiente para insertar la educación dentro del proyecto de vida
y conectar la evolución personal con el desarrollo de un proyecto de país coherente que
favorezca la cohesión y la visión sistémica de elementos hoy fragmentados, como son:
formación, educación, familia, sociedad, desempeño laboral y evolución nacional. Se estimula
con este tipo de estrategia la desaparición de observadores pasivos y receptores repetitivos,
superando los tradicionales hábitos de memorización utilitaria, para promover procesos
dialógicos que conduzcan a la confrontación de múltiples perspectivas y a la negociación
propias de la dinámica de todo aprendizaje que conduzca al desarrollo.
La zona de desarrollo próximo no es otra cosa que la distancia entre el nivel real de
desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el
nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la
guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz (Vygotsky, 1979).
3.14. Diferencias entre el paradigma de
aprendizaje cooperativo y aprendizaje
colaborativo
Como señalan Dillenbourg (1996) y Gros (2000) el aprendizaje cooperativo requiere de una
división de tareas entre los componentes del grupo. Por ejemplo, el educador propone un
problema e indica qué debe hacer cada miembro del grupo, responsabilizándose cada uno
por la solución de una parte del problema. Esto implica que cada estudiante se hace cargo de
un aspecto y luego se ponen en común los resultados. Lo propio de la distribución de tareas
en el aprendizaje cooperativo es claramente definido por David W. Johnson et al (1999: p. 14)
quienes explican que aprendizaje cooperativo es trabajar conjuntamente para concretar
distribuidamente una meta. En otro texto complementa que el aprendizaje cooperativo es el
empleo didáctico de grupos reducidos en los que los alumnos trabajan juntos para maximizar
su propio aprendizaje y el de los demás. Este método contrasta, con el aprendizaje
competitivo en el que cada alumno trabaja en contra de los demás para alcanzar objetivos
escolares determinados.
Ken Bruffee (1995) señala que el enfoque colaborativo es el que requiere de una preparación
más avanzada para trabajar con grupos de estudiantes. Este autor identifica dos tipos de
conocimiento como la base para escoger uno de estos enfoques (colaborativo vs.
cooperativo). El aprendizaje fundamental es el conocimiento básico, representado por
creencias justificadas socialmente en las cuales todos estamos de acuerdo: gramática,
ortografía, procedimientos matemáticos, hechos históricos, representarían tipos de
conocimiento fundamental. Estos son aprendidos mejor utilizando estructuras de aprendizaje
cooperativo en los grados iniciales.
Figura 3.4: Diferencias entre aprendizajes.
Bruffee, ve los dos enfoques como si fueran lineales, y sostiene que el aprendizaje
colaborativo está diseñado para entrar justo cuando el cooperativo sale o termina. Esta
transición puede ser vista considerada como un continuo que se desplaza desde un sistema
muy controlado y centrado en el profesor a un sistema centrado en el estudiante donde el
profesor y los estudiantes comparten la autoridad y el control del aprendizaje.
Para hablar de aprendizaje colaborativo es necesario tener en cuenta una serie de requisitos:
a) Simetría de los conocimientos del grupo. Las interacciones pueden ser afectadas por el
hecho de que un agente crea que su compañero, es más experto, y por lo tanto asume una
posición más débil en la argumentación. No hay situaciones de simetría de conocimientos
pura. No hay dos individuos en el mundo con el mismo conocimiento. La simetría puede
cambiar con el tiempo, este es el caso que se da cuando al realizar una tarea, uno de los
compañeros tiene más habilidad que el otro en el desarrollo de un ejercicio. En síntesis, una
pequeña asimetría de conocimiento entre parejas se considera generalmente aceptable,
porque supuestamente conduce a la interacción de conflictos.
b) Meta común. Este criterio no es compartido por todos los investigadores y aclaran que no
se puede simplemente asumir que el grupo que trabaja colaborativamente tiene metas
totalmente compartidas, por el solo hecho de que los agentes externos fijan estas metas. Las
metas compartidas, pueden ser solo parcialmente establecidas al comienzo de la
colaboración. Los individuos involucrados tienen que negociar, y probablemente revisar esta
negociación mientras avanza el trabajo. Establecer metas comunes es parte de la
construcción de bases comunes. A través de la negociación de metas, el agente no solo
desarrolla metas compartidas, sino que los miembros involucrados llegan a estar mutuamente
conscientes de sus metas.
c) Grado de división del trabajo. El tercer criterio tiene que ver con el grado de división del
trabajo entre los miembros del grupo. La colaboración y la cooperación son empleados
muchas veces como sinónimo, sin embargo, es distinto, y así lo consignamos en la división
del trabajo. En la cooperación los compañeros, dividen el trabajo, resuelven las tareas
individualmente y luego juntan los resultados parciales en un resultado final. En la
colaboración, los miembros del grupo realizan el trabajo juntos y existe una baja división de la
labor, sin embargo alguna división espontánea puede ocurrir, aun cuando dos personas
realizan el trabajo juntas. En el aprendizaje colaborativo, la división horizontal de la labor es
inestable. Los roles pueden variar cada pocos minutos, transformándose el regulador, en el
regulado, mientras que la cooperación se refiere a una división de la labor más prefijada,
generalmente, dicha explícitamente al comienzo.
Las relaciones colaborativas de aprendizaje tienen que tener varias características. Algunas
de ellas son:
- Diseño intencional. Con excesiva frecuencia los profesores suelen decir a sus alumnos que
se reúnan en grupos y trabajen. Sin embargo en el aprendizaje colaborativo, los profesores
estructuran las actividades de aprendizaje intencional para los alumnos. Pueden hacerlo
seleccionando de entre una serie de tareas pre-estructuradas o creando sus propias
estructuras. Sea utilizando unas ya existentes u otras nuevas, la clave está en la estructura
intencional.
- En el aprendizaje colaborativo se produce un alto nivel de éxito entre los estudiantes por el
proceso cognitivo que ocurre durante el aprendizaje, cimentado básicamente por el diálogo,
por la expansión de las capacidades conceptuales y por el alto nivel de interacción.
- Por último es importante verificar lo que dice Johnson (1993), quien destaca que el
aprendizaje colaborativo: aumenta la seguridad en sí mismo, incentiva el desarrollo de
pensamiento crítico, fortalece el sentimiento de solidaridad y respeto mutuo, a la vez que
disminuye los sentimientos de aislamiento.
- Solicitar a los estudiantes más capaces o más veloces que se hagan cargo de aquellos más
lentos.
- Que los estudiantes se distribuyan las tareas de modo que cada uno haga una parte y el
resto lo copie de los demás.
- Grupos de estudio en los cuales todos obtienen la misma calificación aunque haya sido uno
a hacer todo el trabajo.
- Una escapatoria para los docentes que quieren hacer menos trabajo de lección o
conferencia.
3.17. Roles y responsabilidades de
profesores y estudiantes
En las clases donde se aplica el aprendizaje colaborativo, el profesor no es solo una persona
que habla y da información. El profesor es considerado como facilitador o entrenador, un
colega o mentor, una guía y un co-investigador.
En las actividades en el salón el profesor debe moverse de equipo a equipo, observando las
interacciones, escuchando conversaciones e interviniendo cuando sea apropiado. El profesor
está continuamente observando los equipos y haciendo sugerencias acerca de cómo
proceder o dónde encontrar información.
Para supervisar a los equipos, los profesores pueden seguir los siguientes pasos Johnson y
Johnson (1999):
a) Planificar recorridos por el salón con el tiempo necesario para observar a cada equipo para
garantizar que todos los equipos sean supervisados durante la sesión.
Guiar a los estudiantes a través del proceso de aprendizaje colaborativo requiere que el
profesor tome muchas responsabilidades. El profesor Domínguez Hills y la investigadora
Susan Prescott (1997), de la Universidad de California, citan las siguientes:
- Verificar que se haya entendido y se haya escuchado activamente durante las explicaciones
y demostraciones. Hay que solicitar a los estudiantes que demuestren, hablen o pregunten
acerca de lo que entendieron. Las estrategias de escucha activa en una presentación son:
completar una frase, encontrar un error interno, pensar una pregunta, generar un ejemplo,
buscar notas con evidencias que respalden o contradigan lo que se presenta en clase.
- Pedir un resumen después del examen, asegurando que los estudiantes han aprendido de
su examen o proyecto. Dirigir sesiones de repaso para después del examen y pedir a los
alumnos que se ayuden mutuamente en la comprensión de respuestas alternativas. La
principal responsabilidad de cada estudiante es ayudar a sus compañeros a aprender.
Para asegurar una participación activa y equitativa en la que cada uno tenga la oportunidad
de participar, los estudiantes pueden jugar roles dentro del grupo. Cualquier cantidad de roles,
en cualquier combinación puede ser utilizada para una gran variedad de actividades,
dependiendo del tamaño del grupo y de la tarea.
- Supervisor: monitorea a los miembros del equipo en la comprensión del tema de discusión
y detiene el trabajo cuando algún miembro del equipo requiere aclarar dudas. Esta persona
lleva al consenso preguntando: "¿todos de acuerdo?", "¿esta es la respuesta correcta?",
"¿dices que no debemos seguir con el proyecto?", "¿estamos haciendo alguna diferencia
entre estas dos categorías?" y "¿desean agregar algo más?"
- Abogado del diablo: cuestiona sobre ideas y conclusiones ofreciendo alternativas. Dice por
ejemplo: "¿estás seguro que ese tema es importante?", "¿confías en que realmente
funcione?"
- Secretario: toma notas durante las discusiones de grupo y prepara una presentación para
toda la clase. Este estudiante dice: "¿debemos decirlo de esta forma?", "les voy a leer otra
vez esto, para asegurarnos que sea correcto".
- Reportero: resume la información y la presenta a toda la clase. Este estudiante dice: "les
presentaré lo que hemos decidido" y "esto es lo que hemos logrado hasta el momento".
- Controlador del tiempo: monitorea el progreso y eficiencia del grupo. Dice: "retomemos el
punto central", "considero que debemos seguir con el siguiente punto", "tenemos tres minutos
para terminar el trabajo" y "estamos a tiempo".
3.18. Ventajas del aprendizaje colaborativo
- Promueve la interacción de las formas y del intercambio verbal entre las personas del grupo,
lo que afecta finalmente a los resultados del aprendizaje. En la medida en que se posean
diferentes medios de interacción, el grupo podrá enriquecerse, aumentar sus refuerzos y
retroalimentarse.
- Valora la contribución individual dado que cada miembro del grupo asume íntegramente su
responsabilidad en la tarea, a la vez que al socializarla recibe las contribuciones del grupo.
- Obliga a la autoevaluación del grupo. Exige evaluar lo realizado por los integrantes en la
consecución de los objetivos.
- Cabe destacar que las ventajas del aprendizaje colaborativo se ubican en dos áreas: la
cognitiva y la socio-afectiva. Si bien, en sus inicios, muchas investigaciones reportaron solo
ventajas socio-afectivas como la mejora de las relaciones sociales, aumento de la tolerancia,
de la integración y cohesión grupal y del control individual derivadas de la interacción social,
recientes estudios encuentran beneficios en el dominio cognitivo.
- Los participantes más avanzados ayudan a explicar y clarificar las actividades y los
materiales a los estudiantes menos avanzados que al recibir la explicación encuentran que les
faltaba algún punto por considerar y lo agregan a su conocimiento.
Las tecnologías también benefician el logro de aprendizaje colaborativo, pues para poder
aprovechar las bondades del equipo informático, así como la comprensión y el aprendizaje, es
recomendable un máximo de tres personas trabajando en un equipo. Una vez concluida la
sesión presencial, el trabajo en equipo puede verse prolongado mediante los diferentes
recursos tecnológicos: chat, correo, listas o foros, proporcionan la oportunidad de nuevos
intercambios.
Pueden producirse experiencias positivas de aprendizaje cuando los alumnos comparten sus
descubrimientos, se brindan apoyo para resolver problemas y trabajan en proyectos
conjuntos. Por otra parte esta tecnología interactiva permite desarrollar, extender y profundizar
las habilidades interpersonales y penetra las barreras culturales a medida que estudiantes y
docentes aprenden a comunicarse mediante las nuevas formas que propone este medio.
Desde el punto de vista pedagógico, las TIC representan ventajas para el proceso de
aprendizaje colaborativo, en cuanto a:
- Las nuevas tecnologías facilitan el trabajo colaborativo, al permitir que los aprendices
compartan información, trabajen con documentos conjuntos y faciliten la solución de
problemas y toma de decisiones. Algunas utilidades específicas de las herramientas
tecnológicas para el aprendizaje cooperativa son: transferencia de ficheros, aplicaciones
compartidas, asignación de tareas, calendarios, chat, convocatoria de reuniones, lluvia de
ideas, mapas conceptuales, navegación compartida, notas, pizarra compartida, votaciones,
etc.
- Seguimiento del progreso del grupo, a nivel individual y colectivo; esta información puede
venir a través de los resultados de ejercicios y trabajos, test de autoevaluación y
coevaluación, estadística de los itinerarios seguidos en los materiales de aprendizaje,
participación de los estudiantes a través de herramientas de comunicación, número de veces
que han accedido estos al sistema, tiempo invertido en cada sesión y otros indicadores que se
generan automáticamente y que el docente podrá chequear para ponderar el trabajo de cada
grupo, pero a su vez los estudiantes podrán también visualizar el trabajo que tanto ellos como
el resto de los grupos han efectuado y aplicar a tiempo correctivos y estrategias
metacognitivas que tiendan a remediar un desempeño inadecuado.
- Creación de ejercicios de evaluación y autoevaluación, con los que el docente podrá conocer
el nivel de logro y rediseñar la experiencia de acuerdo a su ritmo y nivel y al estudiante le
ofrecerán retroalimentación sobre el nivel de desempeño.
Las TIC propician una postura de flexibilidad cognitiva, pues cada usuario puede establecer
itinerarios particulares y recorrerlos según su gusto y necesidad: textos, proyectos,
propuestas, experiencias, nuevos medios para la interacción y el trabajo con los aprendices y
docentes conocidos cara a cara o con otros remotos e invisibles, enriquecen el proceso de
aprendizaje y abren la voluntad de cooperar que en la presencialidad quizás permanecería
pasiva, cubierta por el temor de hablar o el miedo escénico de interactuar en un grupo que no
siempre tiene tolerancia y receptividad hacia todos sus miembros por igual.
De allí que las principales ventajas derivadas del uso de estrategias de aprendizaje
colaborativo, derivan en el desarrollo y mejora continua de las competencias del docente para
ejercer el apoyo y acompañamiento responsables y creativos y en cuanto al estudiante, el
desarrollo de estrategias de relación social, metacognición y metaevaluación, lo que le
confiere mayor autonomía y pertinencia a sus participaciones.
Pese al gran entusiasmo por adaptar los procesos educativos a los medios de interacción
virtual, cabe señalar que al evaluar su eficiencia en términos de la educación y crecimiento
emocional de individuos y grupos de trabajo, es mucho lo que aún aporta la presencialidad.
Los grupos de aprendizaje no van a volverse colaborativos tan solo por estar en la red. Es
necesario identificar, evaluar y aumentar los recursos emocionales y las aptitudes sociales de
los integrantes de cada grupo y del grupo como tal y esto se logra definiendo y modelando
valores que impacten el desarrollo humano de los aprendices. La mejor propuesta formativa
será en todo caso, aquella que pueda conjugar cada estrategia de la forma más conveniente y
en su justa dimensión, sin abusar o subestimar su uso y sin olvidar que el fin educativo, que
es el bienestar social y el desarrollo debe prevalecer y orientar cualquier acción educativa que
se emprenda.
El éxito del aprendizaje colaborativo en los cursos a distancia depende de varios factores
(Bruffee, 1987; Scagnoli y Stephens, 2005):
- El rol del profesor en motivar a la participación y crear las condiciones y el clima para
establecer una comunidad de aprendizaje.
Las principales aplicaciones de más frecuencia en su uso para el aprendizaje colaborativo son
las siguientes:
- Blogs. Son un espacio personal donde sin necesidad de conocer el diseño web, se puede
escribir y publicar tu propia página, un diario de reflexiones, una recolección de eventos, o
compartir información, ideas, pensamientos con otros. El blog muestra las entradas en orden
cronológico o temático y se usa con dos diferentes funciones: una como diario de reflexión y
es de acceso restringido, y la otra como centro público de discusión, similar a un foro pero con
acceso público.
- Wikis. Un wiki se define como una colección de páginas web conectadas entre sí, cada una
de las cuales puede ser visitada y editada por cualquiera con acceso a internet en cualquier
lugar del mundo, por ejemplo Wikipedia.
- Grupos virtuales. Son espacios en internet donde las personas pueden crear libremente
una membresía y luego su comunidad virtual para compartir archivos, información, y para
comunicarse síncrona o asíncronamente.
- Listas de distribución. Son listas de correos electrónicos que se usan para distribuir
información o compartir opiniones entre los miembros, generalmente personas con intereses
similares o un tema común.
Si bien es cierto que el aprendizaje colaborativo tiene muchas ventajas y posibilidades frente
a otros enfoques metodológicos, su aplicación requiere tener en cuenta una serie de factores
que pueden influir positiva o negativamente.
- Se recomienda trabajar con equipos pequeños, entre los tres y cinco participantes.
- El trabajo del tutor consiste en la dirección del curso, es quien orientará y reorientará el
trabajo para cumplir con los objetivos del curso. Su papel es ser un facilitador del ambiente
adecuado para que los estudiantes logren el aprendizaje. Otro factor importante es el
acompañamiento, y con esto la estimulación y retroalimentación a sus estudiantes. Una labor
interesante consiste en hacer ver y lograr la valoración, por todos los participante, de la
calidad de las aportaciones de cada uno y de su rol específico, haciendo énfasis en el trabajo
de cada quien para lograr el éxito del equipo.
- Tomar decisiones.
- Relacionar ideas.
- Aplicar conocimientos.
- Analizar y sintetizar.
- Otras.
Como tutor debe asegurar de que todos los miembros del grupo participen y ponen en
práctica todas sus estrategias de aprendizaje:
- Al organizar los equipos se debe de tomar en cuenta el tiempo que los alumnos dedican a
otras materias que están cursando simultáneamente y no forzarlos demasiado, esto se puede
hacer reuniéndose con los otros profesores para ver qué actividades están desarrollando con
el grupo, tratando de establecer el calendario de trabajo en las fechas en que no haya
períodos de exámenes y cuando los profesores de las otras materias no estén demandando
demasiado tiempo a los estudiantes. Con esto se logrará que los estudiantes estén más
tranquilos y puedan hacer el trabajo colaborativo más eficiente.
1. ¿Cuáles son los roles que debe cumplir el tutor en el aprendizaje cooperativo?
Consulte en el campus virtual los comentarios que sobre esta tarea encontrará en el apartado
de "Evaluación" de la asignatura.
3.22. Conclusión
Los métodos participativos en la enseñanza dan lugar a seguir todo un proceso ordenado de
toma de decisiones por parte de los profesores, para hacer que los alumnos aprendan un
contenido determinado, en forma activa y participativa, dando oportunidad a que investiguen
por sí mismos, poniendo en juego sus aptitudes físicas y mentales.
Por lo que podemos plantear que las personas aprenden cooperativamente, al interactuar con
el medio y con los otros, siguiendo las ideas de Vigotsky, la cooperación es esencial en la
construcción del aprendizaje. Cooperar para aprender, suele mejorar la orientación de los
aprendices (habilidades, actitudes,...) se hace más probable la aparición de una motivación
intrínseca por el aprendizaje o deseo de aprender, favorece el aprendizaje constructivo,
reflexivo y la toma de conciencia sobre el propio aprendizaje. Poner el aprendizaje en común
suele ser más efectivo, porque son los otros quienes nos ponen el dedo en la llaga, buscando
las contradicciones de nuestro discurso, obligándonos a justificarlo, defendiéndolo o
presentando datos en contra de nuestras creencias.
El aprendizaje cooperativo requiere de una división de tareas entre los miembros del grupo
del grupo, responsabilizándose cada uno de la solución de la parte que le ha sido
encomendada. Esto implica que cada estudiante se hace cargo de un aspecto y luego se
ponen en común los resultados.
- Johnson, D.; Johnson, R. y Johnson, E. (1999). Los nuevos círculos del aprendizaje. Buenos
Aires: Aique.
OBJETIVOS
- Reconocer las ventajas y limitaciones que conlleva la puesta en práctica de cada una de estas técnicas.
4.1. Introducción
Las técnicas de aprendizaje cooperativo son uno de los mejores recursos que puede utilizar el
profesor para dinamizar el grupo-clase.
El motor que mueve todos estas técnicas es el mismo: grupos heterogéneos de alumnos
unidos interdependientemente con respecto al objetivo de alcanzar una meta común (y en
cierto sentido una recompensa común), y para llegar a la cual el éxito de los compañeros es
tan importante como el éxito propio. Es en la puesta en funcionamiento de esta estrategia
general en la que difieren unos métodos de otros, y también lo que les hace ser a unos más
eficaces que a otros o más apropiados para unos u otros objetivo.
A la hora de poner en práctica estas técnicas hay que tener en cuenta una serie de normas:
Según señala Pérez (2008), existen una serie de objetivos a conseguir con estas técnicas de
aprendizaje cooperativo:
- Objetivos generales:
- Académicos:
- De colaboración:
- Que los alumnos sean capaces de aprender a solicitar ayuda a sus compañeros.
- Que los alumnos interactúen entre sí, que compartan ideas y materiales, apoyo y alegría en
los logros académicos de unos y otros.
- Que los alumnos aprendan a escuchar al resto de compañeros, así como respetar opiniones
contrarias a la suya.
- Garantizar la responsabilidad individual que se debe llevar a cabo en toda tarea cooperativa.
Las ventajas del uso de las técnicas de aprendizaje cooperativo en educación han sido
constatadas en numerosos trabajos de investigación. Con respecto a la influencia que
provoca el aprendizaje cooperativo en nuestro alumnado, siguiendo a Melero y Fernández
(1995), podemos hacer una doble distinción, según nos refiramos a su influencia sobre
aspectos de la conducta social y motivacional o a su influencia sobre el rendimiento
académico. En lo referente a la primera cuestión, casi todos los autores coinciden en señalar
que los métodos de aprendizaje cooperativo tienen efectos fuertes, consistentes y positivos
sobre el aprendizaje de actitudes y valores, las relaciones sociales y sobre los prejuicios
raciales, desarrollan actitudes positivas hacia los compañeros de clase con necesidades
educativas especiales y mejoran la autoestima, las habilidades sociales, la motivación escolar
y la cooperación con los compañeros/as de clase. Aspecto que subraya la importancia del
aprendizaje cooperativo para las propuestas educativas interculturales. Con respecto a la
segunda cuestión, sobre la relación entre aprendizaje de contenidos escolares y aprendizaje
cooperativo, mayoritariamente, se admite que las estrategias o métodos de aprendizaje
cooperativo son más potentes que otros, no cooperativos, y que las formas tradicionales de
enseñanza para mejorar ciertos aspectos de la capacidad cognitiva, como, por ejemplo, el
rendimiento académico, la habilidad para la resolución de problemas o la comprensión de
textos. Por tanto, podemos afirmar su supremacía frente a las propuestas de aprendizaje
competitiva o individualista.
A pesar de todas las ventajas que tienen estas técnicas, debemos ser conscientes de que no
están exentas de dificultades, como las señaladas en González y García (2007):
En esta técnica los estudiantes son divididos en grupos de cinco o seis miembros. En la
creación de los grupos se debe, sobre todo, maximizar la heterogeneidad en cuanto a niveles
de habilidad, rendimiento, sexo, raza... El material a aprender se divide en tantas partes como
miembros del grupo haya, de forma que cada miembro del grupo de trabajo recibe, por lo
tanto, una parte de la información del tema que en su conjunto está estudiando el equipo.
Después de que cada uno de los estudiantes ha leído y preparado su parte, se reúne con los
compañeros de otros grupos que están tratando esa misma parte en "grupos de expertos",
donde se discute y se profundiza en la información. Después, cada estudiante vuelve a su
grupo y enseña a sus compañeros lo que ha aprendido. Cada estudiante tiene, por tanto, una
pieza del rompecabezas, pero también debe aprender el resto de la información que poseen
sus compañeros.
Al final del tiempo asignado, el profesor puede plantear o bien un examen final individual (lo
que permite apreciar el aprovechamiento de cada alumno), que en cualquier caso, debería ser
sobre el tema en su conjunto y no solo sobre la parte en la que uno fue "experto", o bien un
trabajo que el equipo tiene que presentar sobre la totalidad del tema, y por el cual todos los
miembros de equipo tendrán la misma nota.
Los objetivos que se plantean con esta técnica son la comprensión, dominio y aprendizaje de
un tema que es dividido en partes, requiere por tanto aunar esfuerzos para conseguir que
todos aprendan el material.
La consistencia teórica de la TPA, junto a la potencialidad educativa que supone como técnica
de aprendizaje cooperativo, tanto para la mejora del rendimiento, el desarrollo de actitudes o
la integración social de los y las alumnas, son razones suficientes para aconsejar su uso para
la formación y la mejora de la actitud de solidaridad en nuestro alumnado. Sin embargo, al
mismo tiempo, teniendo en cuenta la relación existente entre lo que se supone que es "ser
solidario" y lo que realmente es el aprendizaje cooperativo, la TPA presenta unas condiciones
adecuadas para que los alumnos sean solidarios y ejerciten acciones colaborativas entre ellos
mediante estructuras organizativas y de relación cooperativas. A partir de la relación existente
entre el aprendizaje de una actitud solidaria y la práctica de conductas cooperativas entre el
alumnado, emerge una tercera razón que justifica su uso en el aula. De esta forma nos
adentramos en el desarrollo de la competencia "compromiso ético" a través del trabajo
realizado sobre dos de sus componentes fundamentales:
La práctica de la TPA comporta tres niveles complementarios de actuación, que concretan las
relaciones entre la técnica y la actitud de solidaridad. Se trata de niveles que se corresponden
con tres elementos básicos del hecho educativo: contenidos, estrategias y objetivos que, al
participar de un mismo hilo conductor, la solidaridad, aumentan la consistencia y potencialidad
de la propuesta.
- Como objetivo de aprendizaje porque aquello que pretendemos al trabajar ese contenido por
medio de la TPA, es desarrollar la capacidad de adoptar actitudes solidarias y crear en el
alumnado una predisposición positiva hacia esta clase de comportamientos.
El diseño de la TPA como una propuesta de trabajo cooperativo en forma de un puzzle que
hay que construir, implica un desarrollo en el que es decisiva la participación de todos y cada
uno de los alumnos. Es necesario asumir la propuesta de modo colectivo/cooperativo, ya que
afecta a todos y todas. Sin embargo, además, hay que entender que solo desde la
participación de todos y cada uno de los miembros del colectivo se pueden conseguir los
objetivos deseados. Por eso todo el alumnado estará interesado en desarrollar al máximo los
objetivos propios y colaborar recíprocamente con los demás en todo el proceso. Esta acción
solo puede ser exitosa si todos los miembros del grupo comparten las ideas, los propósitos y
las responsabilidades colectivas. Es decir, construyendo, asumiendo y participando en el
desarrollo de un proyecto compartido.
4.2.1. Características
- Existe una gran interdependencia entre los alumnos debido a la estructura de la tarea. El
hecho de dividir la tarea en partes, y asignar a cada alumno una de ellas, provoca que los
alumnos dependan estrechamente los unos de los otros si quieren aprender y dominar el
tema completo. La interdependencia, igualmente, se consigue gracias a la estructura de meta,
la consecución de los objetivos por parte de cada alumno depende de si los demás también
los consiguen, si los alumnos no estudian y preparan con profundidad y seriamente su parte,
difícilmente podrán explicársela de manera adecuada a sus compañeros y, por tanto, limitará,
probablemente, el dominio total del tema.
- Existe una gran responsabilidad individual motivada no solo por la estructura de meta y tarea
sino también por el hecho de que cada alumno tiene una parte del rompecabezas y tiene que
aprender el resto de la información que disponen sus compañeros. Dado que la única forma
que tienen los alumnos de aprender las otras secciones, que no sean las suyas, consiste en
escuchar atentamente a sus compañeros de equipo, estarán motivados a mostrar interés
cada uno por el trabajo de los otros, asegurándose de este modo una responsabilidad
individual de cada uno de los participantes, pues en palabras de Aronson y Osherow (1980)
cada miembro del grupo tiene una única y esencial contribución que hacer.
4.2.2. Limitaciones
- Para Echeita y Martí (1990) esta es una técnica aplicable sobre todo a tareas susceptibles
de ser analizadas o estudiadas desde distintos puntos de vista, lo que ocurre por ejemplo con
la historia, o desde distintas disciplinas.
- Para Slavin (1985), solo cierta clase de contenidos educativos pueden ser divididos en
subtópicos, por ejemplo los estudios sociales y algunos campos de la literatura y de las
ciencias. Cuando el objetivo es dominar un conjunto específico de habilidades o conceptos, es
difícil separar el material en partes. Nosotros pensamos que bien controlada por el docente se
puede emplear en la mayoría de temas y actividades académicas.
- No parece adecuado que los alumnos no dispongan de una copia del tema completo,
posibilitaría una mayor integración y una visión global del tema objeto de aprendizaje.
Slavin (1980) elaboró una modificación de la técnica rompecabezas a la que llamó Jigsaw II y
que incorporó a sus técnicas de aprendizaje por equipos.
- Evaluar el proceso y los resultados: verificar si han aprendido bien a través de pruebas
individuales o trabajo en grupos, preguntar a los alumnos que les ha parecido el proceso,
cómo se encuentran, qué sienten, que problemas han tenido a lo largo de la técnica...
Con esta técnica, Slavin (1978) asigna a cada equipo cuatro o cinco miembros. Los equipos
están compuestos por alumnos con rendimiento alto, medio y bajo, chicos y chicas de
diferentes clases sociales, culturales y étnicas, con el fin de que el grupo sea lo más
heterogéneo posible, un "microcosmos" de toda la clase.
El objetivo que se pretende con esta técnica es conseguir dominar un determinado material en
grupo para obtener unas recompensas grupales basadas en los aprendizajes individuales.
Los alumnos trabajan en equipo para asegurarse que todos los miembros del grupo dominan
un tema.
4.3.1. Características
- Interdependencia positiva entre los alumnos. Existe una gran interdependencia entre los
componentes del grupo motivada, especialmente, por la necesidad de conseguir los premios y
recompensas grupales, basados en los aprendizajes individuales. Se utiliza una estructura de
recompensa que crea una alta interdependencia entre los miembros del equipo por llevar
implícita un grado de ordenación de meta, ya que la consecución de las recompensas por
parte de un alumno depende de que los demás también tengan éxito, es decir ningún alumno
obtendrá la recompensa si el grupo no triunfa, la consecución de los objetivos por parte de
cada alumno depende de que los demás también lo consigan. Los alumnos cooperan porque
esperan alcanzar una recompensa, que puede ser tiempo extra para realizar actividades de
libre elección, reconocimiento público, adquirir determinadas ventajas. Es importante que
exista esa recompensa y que sea lo más relevante posible para los alumnos, de lo contrario
los alumnos dejarían de cooperar.
- Se utiliza para obtener la puntuación grupal, un sistema denominado para algunos autores
como Fabra (1992) "divisiones de éxito" o "rendimiento por divisiones" Echeita (1990). La
puntuación obtenida por cada estudiante se traslada a los equipos de dos formas diferentes:
- Al comparar el resultado conseguido por cada alumno en la última rueda de preguntas con la
anterior, se verifica una superación personal. Este sistema de puntuación, por superación
personal, da a cada alumno la oportunidad de contribuir a la puntuación del equipo, si se
esfuerza y trabaja.
4.3.2. Limitaciones
- No existe razón convincente para creer que tales incentivos son un ingrediente importante
en el aprendizaje. Según Damon (1984), las metas basadas en premios no son las más
adecuadas para el aprendizaje ni de grupos, ni individual, preferimos que los alumnos estén
sobre todo guiados por metas relacionadas con la tarea o con el aprendizaje, que el alumno
aprenda por aumentar sus competencias, saber más, disfrute con lo que hace, con el proceso
y no con la consecución de unos premios. En caso de fracaso, las consecuencias para la
motivación posterior del alumno y para su salud mental son más negativas en el caso de
alumnos que tienen metas relacionadas con los premios que metas relacionadas con la tarea.
- Planificar y organizar: se trata de buscar el tema, dar información sobre el mismo explicar el
objeto de la técnica a los alumnos, formar los equipos con alumnos de rendimiento alto, medio
y bajo, disponer el mobiliario, entregar el material (hojas de trabajo y de soluciones), preparar
los premios y recompensas...
- Realizar un seguimiento de los procesos grupales e intervenir para lograr que se alcancen
los objetivos del mismo y los que están ligados a la tarea: animar a que todos participen,
intentar que se hagan preguntas, se soliciten ayuda, se den explicaciones, se utilicen de
manera adecuada habilidades comunicativas y grupales, ayudarles a superar conflictos,
resolver dudas que no pueden ser resueltas por nadie del grupo, aportarles información
nueva...
Técnica desarrollada por DeVries y Edwards (1973), DeVries y Slavin (1978). Fue la primera
técnica de aprendizaje cooperativo utilizada en la Universidad de Johns Hopkins. Es parecida
al STAD, pero las pruebas individuales son sustituidas por torneos semanales. Los equipos
están formados por cuatro o cinco alumnos y se maximiza, como ya hemos señalado, la
heterogeneidad en cuanto a niveles de habilidad, raza, sexo, cultura, etc. Cada semana se
introduce un tema, se explica y se entregan a los alumnos las hojas de trabajo y soluciones.
Posteriormente se trabaja en grupo para preparar y dominar el material. Se advierte a los
alumnos que no terminarán las tareas hasta que estén plenamente seguros de que todos han
entendido y aprendido el material y puedan salir airosos del torneo. Durante el periodo de
trabajo en grupo, los miembros de los equipos estudian juntos, se ayudan mutuamente, se
explican y se examinan unos a otros, resuelven conflictos etc.
Por último y después de este periodo de interacción grupal, los alumnos deben demostrar lo
aprendido en el torneo que se realiza una vez a la semana. Para el torneo los alumnos se
asignan a mesas de torneo de tres personas cada una. La competición en cada mesa es
justa, en la mesa nº 1 se sitúan los tres alumnos que alcanzaron las puntuaciones más altas
en el último torneo, los tres alumnos que les siguieron, en la mesa nº 2, y así sucesivamente.
Los alumnos compiten en cada mesa sobre los temas tratados en el grupo. Como los alumnos
están asignados a grupos con unos rendimientos y capacidades más o menos parecidos,
cada alumno tiene la misma posibilidad de contribuir a la puntuación total del grupo, puesto
que cada mesa aporta los mismos puntos al grupo.
A los alumnos no se les dice cuál es la mesa más alta, cuál es la siguiente etc. pero se les
dice que su competencia es justa. La puntuación obtenida por cada miembro de los diferentes
equipos en cada una de las mesas de competición, se suma a la de los demás de su equipo,
para producir el resultado final. El equipo que consigue una mayor puntuación es el ganador.
Los equipos permanecen juntos durante unas seis semanas. Cada semana, y dependiendo
de las puntuaciones anteriores, se asignan nuevos alumnos a las mesas de torneo, el alumno
que tenga la puntuación más alta en una mesa, pasa en el siguiente torneo a la mesa
siguiente en nivel de competencia y el alumno que tiene la puntuación más baja pasa en el
próximo torneo a la mesa siguiente en orden descendente.
Veamos a continuación, según Slavin (1980), el procedimiento de juego que se sigue en los
torneos: las mesas de torneo están compuestas de tres alumnos aunque los papeles rotan,
existe un lector, un retador nº 1 y un retador nº2. El lector toma una carta numerada y busca la
pregunta correspondiente en la hoja de juego. A continuación, lee en voz alta la pregunta y
trata de contestarla. El primer retador da una respuesta diferente si quiere o pasa. El segundo
retador desafía si el primero pasa o simplemente desea hacerlo. Cuando todos han desafiado
o pasado, el segundo retador comprueba la respuesta en la hoja correspondiente. El que haya
acertado conserva la carta. Si el lector se equivocó no hay castigo, pero si cualquiera de los
dos retadores se equivoca, deben devolver una carta ganada anteriormente, si la tienen.
Gana el alumno que consiga contestar acertadamente a más preguntas y acumular más
cartas.
El número de participantes en los torneos variará dependiendo de los grupos que hayamos
establecido. Así por ejemplo, si en clase hemos formado cinco grupos diferentes, las mesas
de torneo estarán compuestas por cinco alumnos, un lector y cuatro retadores.
El objetivo que se pretende es preparar a los miembros del equipo en un determinado tema
para actuar correctamente en los torneos y conseguir unas recompensas y premios, basadas
en los aprendizajes individuales.
Técnica desarrollada por DeVries y Edwards (1973), DeVries y Slavin (1978). Fue la primera
técnica de aprendizaje cooperativo utilizada en la Universidad de Johns Hopkins. Es parecida
al STAD, pero las pruebas individuales son sustituidas por torneos semanales. Los equipos
están formados por cuatro o cinco alumnos y se maximiza, como ya hemos señalado, la
heterogeneidad en cuanto a niveles de habilidad, raza, sexo, cultura, etc. Cada semana se
introduce un tema, se explica y se entregan a los alumnos las hojas de trabajo y soluciones.
Posteriormente se trabaja en grupo para preparar y dominar el material. Se advierte a los
alumnos que no terminarán las tareas hasta que estén plenamente seguros de que todos han
entendido y aprendido el material y puedan salir airosos del torneo. Durante el periodo de
trabajo en grupo, los miembros de los equipos estudian juntos, se ayudan mutuamente, se
explican y se examinan unos a otros, resuelven conflictos etc.
Por último y después de este periodo de interacción grupal, los alumnos deben demostrar lo
aprendido en el torneo que se realiza una vez a la semana. Para el torneo los alumnos se
asignan a mesas de torneo de tres personas cada una. La competición en cada mesa es
justa, en la mesa nº 1 se sitúan los tres alumnos que alcanzaron las puntuaciones más altas
en el último torneo, los tres alumnos que les siguieron, en la mesa nº 2, y así sucesivamente.
Los alumnos compiten en cada mesa sobre los temas tratados en el grupo. Como los alumnos
están asignados a grupos con unos rendimientos y capacidades más o menos parecidos,
cada alumno tiene la misma posibilidad de contribuir a la puntuación total del grupo, puesto
que cada mesa aporta los mismos puntos al grupo.
A los alumnos no se les dice cuál es la mesa más alta, cuál es la siguiente etc. pero se les
dice que su competencia es justa. La puntuación obtenida por cada miembro de los diferentes
equipos en cada una de las mesas de competición, se suma a la de los demás de su equipo,
para producir el resultado final. El equipo que consigue una mayor puntuación es el ganador.
Los equipos permanecen juntos durante unas seis semanas. Cada semana, y dependiendo
de las puntuaciones anteriores, se asignan nuevos alumnos a las mesas de torneo, el alumno
que tenga la puntuación más alta en una mesa, pasa en el siguiente torneo a la mesa
siguiente en nivel de competencia y el alumno que tiene la puntuación más baja pasa en el
próximo torneo a la mesa siguiente en orden descendente.
Veamos a continuación, según Slavin (1980), el procedimiento de juego que se sigue en los
torneos: las mesas de torneo están compuestas de tres alumnos aunque los papeles rotan,
existe un lector, un retador nº 1 y un retador nº2. El lector toma una carta numerada y busca la
pregunta correspondiente en la hoja de juego. A continuación, lee en voz alta la pregunta y
trata de contestarla. El primer retador da una respuesta diferente si quiere o pasa. El segundo
retador desafía si el primero pasa o simplemente desea hacerlo. Cuando todos han desafiado
o pasado, el segundo retador comprueba la respuesta en la hoja correspondiente. El que haya
acertado conserva la carta. Si el lector se equivocó no hay castigo, pero si cualquiera de los
dos retadores se equivoca, deben devolver una carta ganada anteriormente, si la tienen.
Gana el alumno que consiga contestar acertadamente a más preguntas y acumular más
cartas.
El número de participantes en los torneos variará dependiendo de los grupos que hayamos
establecido. Así por ejemplo, si en clase hemos formado cinco grupos diferentes, las mesas
de torneo estarán compuestas por cinco alumnos, un lector y cuatro retadores.
El objetivo que se pretende es preparar a los miembros del equipo en un determinado tema
para actuar correctamente en los torneos y conseguir unas recompensas y premios, basadas
en los aprendizajes individuales.
4.4.1. Características
- Interdependencia positiva entre los miembros del grupo, motivada especialmente por la
estructura de recompensa. Dependen unos de otros para conseguir que su equipo sea el
ganador y puedan obtener los premios e incentivos.
- Responsabilidad individual: los alumnos se esfuerzan en la tarea grupal porque saben que el
grupo será recompensado en función de los aprendizajes individuales y además valoran
positivamente esas recompensas. La responsabilidad tiene también su origen en el hecho de
que cada alumno va a recibir información sobre su contribución individual a la puntuación
grupal (resultado del torneo) y, por tanto, cada alumno sentirá la responsabilidad de llevar su
equipo a lo más alto e indudablemente a que todos los miembros del grupo se sepan bien la
lección y actúen positivamente en los torneos.
- Se utilizan como hemos visto anteriormente, "torneos", juegos competitivos, para evaluar lo
aprendido en la situación de aprendizaje cooperativo y para determinar qué equipo resulta
ganador.
4.4.2. Limitaciones
- Planificar y organizar. Se trata de buscar el tema, dar información sobre el mismo explicar el
objeto de la técnica a los alumnos, formar los equipos maximizando la heterogeneidad,
disponer el mobiliario, entregar el material (hojas de trabajo y de soluciones), preparar los
premios y recompensas.
- Realizar un seguimiento de los procesos grupales e intervenir para lograr que se alcancen
los objetivos del mismo y los que están ligados a la tarea.
- Evaluar el proceso y los resultados: organizar los torneos, verificar si han aprendido los
alumnos en función de los resultados en los torneos, dar información a los alumnos sobre su
rendimiento y su aportación a la puntuación grupal, recompensar al grupo y a los alumnos con
mejores resultados en los diferentes juegos competitivos, calcular la puntuación de los
equipos, realizar los boletines semanales de reconocimiento...
Esta técnica fue elaborada por Slavin (1980), a partir de una modificación del Jigsaw de
Aronson y colaboradores. En ella se forman subgrupos de 4-5 alumnos. Se entrega a los
alumnos, a diferencia del Jigsaw original, el tema completo (bien puede ser el capítulo de un
libro, una historia corta, una bibliografía...) para que pueda ser leído individualmente. Sin
embargo, cada alumno recibe un subtema en el cual debe ser un especialista. A continuación,
los alumnos que tienen los mismos tópicos se reúnen en grupos de expertos para discutirlos.
Posteriormente regresan a sus equipos, para enseñar a sus compañeros lo que han
aprendido. Por último, los alumnos realizan exámenes individuales. Las puntuaciones en
estos exámenes contribuyen a las puntuaciones del equipo y, por tanto, a conseguir los
premios e incentivos. Tanto los alumnos, como los equipos que obtengan las calificaciones
más altas son reconocidos en un boletín de clase.
El objetivo consiste en preparar a los miembros del grupo en un determinado tema académico
para conseguir una recompensa grupal basada en los aprendizajes individuales.
4.5.1. Características
- Interdependencia positiva entre los alumnos debido a la estructura de la tarea porque cada
uno se especializa en una parte. Este hecho provoca que los alumnos dependan
estrechamente los unos de los otros si quieren aprender y dominar el tema completo. La
interdependencia, igualmente, se consigue gracias a la estructura de meta, la consecución de
los objetivos por parte de cada alumno depende de si los demás también los consiguen, si los
alumnos no estudian y preparan con profundidad y seriamente su parte difícilmente podrán
explicársela de manera adecuada a sus compañeros y, por tanto, limitarán probablemente el
dominio total del tema. Existe, también, una gran interdependencia entre los componentes del
grupo debido a la estructura de recompensa.
- Responsabilidad individual motivada no solo por la estructura de meta, tarea y, sobre todo,
recompensa sino, también, por el hecho de que cada alumno va a recibir información sobre su
contribución individual, en función de sus calificaciones, a la puntuación grupal. Para Slavin
(1983a), las recompensas específicas, probablemente, motivarán a los alumnos a hacer todo
lo que sea necesario para que triunfe el equipo, ningún miembro del grupo será
recompensado al menos que el grupo triunfe. Recordemos que según la teoría del esfuerzo
colectivo de Karau y Willians (1983), los sujetos solo se esfuerzan en una tarea grupal si
creen que el rendimiento será recompensado y si valoran positivamente esas recompensas.
La recompensa a la cooperación basada en calificaciones individuales reduce y anula la
holgazanería social.
4.5.2. Limitaciones
- Como señalábamos en las limitaciones de la técnica Jigsaw original, para algunos autores
este es un método aplicable, sobre todo, a tareas susceptibles de ser analizadas o estudiadas
desde distintos puntos de vista o desde distintas disciplinas.
- Existencia de incentivos externos. Las metas basadas en premios no siempre son las más
adecuadas para el aprendizaje.
- Existe una gran competición intergrupal entre equipos diferentes. La competición intergrupal
implica percepción de fracaso en algún grupo, con lo que su autoestima y motivación hacia
tareas escolares pueden disminuir.
- Realizar un seguimiento de los procesos grupales e intervenir para lograr que se alcancen
los objetivos del mismo y los que están ligados a la tarea.
- Evaluar el proceso y los resultados: verificar si los alumnos han aprendido a través de
pruebas individuales, otorgar puntos al grupo en función de los exámenes individuales, dar
información a los alumnos sobre su rendimiento y su aportación a la puntuación grupal,
recompensar al grupo y a los alumnos con más altas calificaciones etc.
4.5.3. Papel del docente
- Realizar un seguimiento de los procesos grupales e intervenir para lograr que se alcancen
los objetivos del mismo y los que están ligados a la tarea.
- Evaluar el proceso y los resultados: verificar si los alumnos han aprendido a través de
pruebas individuales, otorgar puntos al grupo en función de los exámenes individuales, dar
información a los alumnos sobre su rendimiento y su aportación a la puntuación grupal,
recompensar al grupo y a los alumnos con más altas calificaciones etc.
Técnica desarrollada por Slavin, Leavey y Madden (1984). Aunque es bastante similar al
STAD y TGT, se caracteriza porque combina el aprendizaje cooperativo con la instrucción
individual aplicada sobre todo a la enseñanza de las matemáticas de 3º a 6º de primaria.
El procedimiento hasta llegar a los exámenes finales (final test), teniendo en cuenta que se
suele trabajar en parejas, intercambiando las hojas de respuestas y revisando las hojas de
ejercicios, es el siguiente:
- Cada estudiante trabaja sobre los cuatro primeros problemas de su hoja de ejercicios y
verifica sus respuestas con las de sus compañeros. Si son correctas, pasa a la siguiente hoja
de ejercicios. Si hubiese alguna errónea, el alumno pasa en la misma hoja de ejercicios a
realizar el siguiente bloque de cuatro problemas, así hasta que sea correcto todo un bloque de
cuatro problemas de la misma hoja. El estudiante puede pedir ayuda, no solo a sus
compañeros de equipo sino también a su profesor.
- Las puntuaciones de los alumnos y el número de exámenes que han presentado en una
semana, es decir el número de unidades terminadas, pasan a la puntuación global del equipo
y los miembros del mismo reciben certificados y recompensas por sobrepasar los niveles
preestablecidos del equipo. De este modo pueden ser varios los equipos que consigan los
certificados y las recompensas.
4.6.1. Características
- Interdependencia positiva entre los miembros del grupo, motivada especialmente por la
estructura de recompensa y por la estructura de la tarea. Dependen unos de otros para
conseguir terminar el mayor número de unidades posibles con altas puntuaciones y obtener,
de este modo, las recompensas grupales. En esta técnica, además, existe un cierto grado de
estructura de tarea pues la tarea en sí se encuentra dividida en subtareas y existe cierta
especialización entre los miembros del equipo, unos revisan, otros corrigen, trabajan sobre las
hojas de ejercicios, hacen las pruebas de competencia y exámenes finales etc.
- Como la tarea en esta técnica está bastante clara, los alumnos trabajan en sus unidades, las
hojas de ejercicios y pruebas de competencia son calificadas por los compañeros y los
exámenes finales por el monitor, el docente puede trabajar con los alumnos y grupos que
tengan problemas, preparar nuevas unidades o simplemente explicar nuevos temas a otros
alumnos. TAI se creó para utilizarse, según Slavin (1983a), en clases demasiado
heterogéneas, en las que no se puede enseñar el material a todos los alumnos al mismo
ritmo.
4.6.2. Limitaciones
- Planificar y organizar. Hay que informar sobre la dinámica de la técnica a los alumnos,
buscar las distintas unidades matemáticas, realizar las hojas de instrucciones y ejercicios,
asignar a los alumnos las unidades, formar los grupos, disponer el material, el mobiliario etc.
- Realizar un seguimiento de los procesos grupales e intervenir para lograr que se alcancen
los objetivos del mismo y los que están ligados a la tarea.
- Evaluar el proceso y los resultados: realizar las pruebas diagnósticas de nivel, asignar el
papel de monitor a un alumno, verificar si han aprendido los alumnos en función de los
resultados en los exámenes finales y unidades terminadas, dar información a los alumnos
sobre su rendimiento y su aportación a la puntuación grupal, recompensar al grupo y a los
alumnos con mejores resultados, calcular las puntuaciones de los equipos, otorgar los
certificados, realizar los boletines semanales de reconocimiento...
Es el método de aprendizaje por equipos más reciente, desarrollado por Madden, Slavin y
Stevens (1986). Consiste en un programa para enseñar a leer y a escribir y, sobre todo, a
afianzar los procesos de lectura y escritura. Se aplica por tanto preferentemente en los
primeros años de educación primaria.
Inicialmente, los alumnos son distribuidos en grupos (inicial, medio y superior) según su nivel
de lectoescritura. A partir de estos grupos se forman los equipos de 4 o 5 miembros,
intentando que dos pertenezcan a un nivel y los otros dos o tres compañeros a otro nivel de
lectoescritura diferente. Aquellos alumnos que tienen retraso académico o precisan de
educación especial en lectura se distribuyen entre los diferentes equipos.
- Instrucción del profesor: el profesor introduce una lectura diaria aproximadamente durante
veinte minutos, en el transcurso de estas lecturas los profesores introducen nuevo
vocabulario, repasan el anterior y hablan acerca de la historia o relato. Según Santos Rego
(1990), los profesores utilizan métodos estructurados, presentan el vocabulario de tal manera
que los alumnos comprendan el significado de las palabras, usan también lectura oral
repetitiva para conseguir automaticidad en la decodificación de palabras claves, utilizan los
significados de las palabras para comprender el contenido de la historia, etc.
- Trabajo en equipo: los alumnos trabajan dentro de los equipos por parejas sobre una serie
de actividades relacionadas con la lectura, lectura mutua, predicciones de cómo terminarán
las historias, composiciones, resúmenes, redacción de historias, correcciones mutuas...
- Exámenes: estos exámenes finales consisten en actividades de lectoescritura relacionadas
con el texto trabajado inicialmente. Se realizan de forma individual. Un alumno no irá a las
pruebas finales hasta que los compañeros del equipo hayan determinado que está preparado
para ello. Las puntuaciones obtenidas en estas pruebas, durante una semana, se suman a las
de los compañeros, se determina la media que pasa a la puntuación global del equipo. Los
equipos que sobrepasen un criterio medio de superación de las actividades obtendrán las
recompensas, certificados y diplomas.
4.7.1. Características
- Interdependencia positiva entre los miembros del grupo, motivada especialmente por la
estructura de recompensa y por la estructura de la tarea. Dependen unos de otros para
conseguir las recompensas grupales, se ayudan y revisan mutuamente las actividades de
lectoescritura. En esta técnica, además, existe un cierto grado de estructura de tarea pues la
tarea en sí, se encuentra dividida en subtareas: lectura mutua, predicciones acerca de la
historia, resúmenes, etc.
- Como los equipos trabajan la mayor parte de tiempo independientemente del profesor, este
puede trabajar con los grupos que tengan problemas o trabajar individualmente con algún
alumno.
4.7.2. Limitaciones
Según Johnson y Johnson (1982), Lyons (1980) y Roy (1982), esta técnica consta de los
siguientes pasos:
- Seleccionar el tema, bien sea una tarea que requiera aprendizaje de conceptos, solución de
problemas o pensamiento divergente.
- Determinar el tamaño más apropiado para desempeñar la tarea. Es evidente que el tamaño
del grupo depende de los recursos de los que dispongamos para la ejecución de la tarea, de
la naturaleza de esta, del tiempo que se disponga (normalmente cuanto más tiempo, los
grupos pueden ser más grandes) y, por último, la preparación en habilidades comunicativas y
cooperativas del grupo. Los reseñados, recomiendan para esta técnica entre cuatro y seis
alumnos.
- Disponer la clase: los miembros del grupo necesitan interactuar unos con otros, cada uno
frente al otro.
- Introducir los materiales adecuados para conseguir interdependencia positiva entre los
miembros del grupo.
- Trabajo en grupo sobre la tarea asignada. Control de los grupos: el profesor realiza un
seguimiento del desarrollo de la tarea grupal e interviene donde hay dudas y conflictos para
ayudar a los grupos en su trabajo.
- Aunque inicialmente en esta técnica no había un mecanismo para evaluar los conocimientos
adquiridos por los alumnos y las aportaciones individuales al grupo, Johnson y Johnson han
seguido los pasos de Slavin, dando a los equipos una puntuación grupal consistente en la
media de las puntuaciones que los miembros del grupo obtuvieron en un examen individual.
De esta manera la recepción de recompensas por parte de los alumnos se basa en el
promedio del grupo.
El objetivo de esta técnica es el aprendizaje en grupo, ayudándose los miembros unos a otros
hasta que todo el grupo aprende y comprende un determinado material.
4.8.1. Características
Según Santos Rego (1990), Aprendiendo Juntos, más que una técnica de aprendizaje
cooperativo, es una filosofía de la cooperación, en la que se pueden utilizar diferentes
procedimientos pero siempre, y según Johnson y Johnson (1987b), basados en cinco
elementos: interdependencia positiva, interacción cara a cara, rendimiento de cuentas
individual (individual accopuntability), destrezas sociales y procesamiento grupal.
- Interdependencia positiva: para Johnson y Johnson, Holubec y Roy (1984) la forma de
conseguir una interdependencia entre los miembros del grupo es estructurando el material.
Comparten estos autores la idea de que se puede conseguir interdependencia positiva
estructurando la tarea y no la recompensa. De dos formas diferentes se puede conseguir
dicha interdependencia, en primer lugar dándole al grupo una sola copia de los materiales, de
tal manera que para tener éxito necesitan trabajar juntos y dividir el material, y en segundo
lugar también se puede conseguir interdependencia, creando competiciones intergrupales
para conseguir unas recompensas.
- Interacción cara a cara: se trata de disponer el mobiliario del aula para facilitar la interacción
de uno con los demás. Los miembros del grupo deberían sentarse en círculo y estar lo
suficientemente cerca unos de otros para comunicarse, eficazmente, sin que les estorben los
otros grupos. Colocar a los grupos en mesa rectangulares constituye un error bastante
frecuente que no permite el contacto ocular entre todos los participantes del grupo. Somos
conscientes de que muchas veces el aula, especialmente el aula universitaria, no es lo
suficientemente flexible para una adecuada interacción cara a cara que posibilite el trabajo en
grupo.
- Destrezas sociales. Johnson, Stanne y Garibaldi (1990) dan un papel muy importante, como
variable mediadora en la eficacia del aprendizaje cooperativo, al uso apropiado de habilidades
interpersonales (sociales y comunicativas) y de interacción en el grupo. Una condición
indispensable para que las situaciones de aprendizaje cooperativo tengan éxito es que los
componentes del grupo sepan cooperar, de no ser así nuestro intento de hacer aprender a
nuestros alumnos, a través de la cooperación con los demás, está abocado al fracaso. Es
dentro de las situaciones de aprendizaje cooperativo, donde determinadas habilidades
sociales y comunicativas se hacen evidentes, todos los alumnos necesitan comunicar,
escuchar atentamente lo que dicen los demás, explicar, solicitar ayuda, dar ayuda, hacer
preguntas, solucionar conflictos, hacer críticas a las ideas etc. Estamos de acuerdo, y además
es uno de los planteamientos de nuestra tesis, con Johnson, Johnson, Holubec y Roy (1984)
de que la enseñanza de habilidades sociales y comunicativas es un importante prerrequisito
para trabajar cooperativamente.
4.8.2. Limitaciones
- A diferencia de Johnson y Johnson (1992) que sugieren intervenir en los momentos, durante
la interacción grupal, en los cuales los estudiantes adolecen de las habilidades sociales y
cooperativas necesarias para el buen funcionamiento del grupo, nosotros consideramos
necesario entrenar previamente a los grupos como requisito imprescindible para el éxito de
los mismos.
- No cuenta con ningún procedimiento para dar a los participantes la misma oportunidad de
conseguir puntos para el grupo. Es algo que consideramos importante, pues aunque los
alumnos puedan realizar pruebas individuales para evaluar su aprendizaje en el grupo, el
producto grupal no sabemos si es consecuencia del esfuerzo máximo de unos cuantos
alumnos o de todos, dentro evidentemente de las posibilidades de cada uno.
- Planificar y organizar: se trata de especificar los objetivos académicos, decidir el tamaño del
grupo, asignar los estudiantes al grupo, disponer el aula, planificar el material instruccional
para conseguir interdependencia, asignar en su caso roles o funciones a los componentes del
grupo, explicar la tarea académica, explicar los criterios de éxito, especificar las conductas
deseadas en el grupo (cooperación, animar a otros, escuchar, animar que se hagan
preguntas, se solicite ayuda, se den explicaciones, resolver problemas etc.).
- Realizar un seguimiento de los procesos grupales e intervenir para lograr que se alcancen
los objetivos del mismo y los que están ligados a la tarea: ayudarles a resolver dudas y
problemas que no pueden ser resueltas por nadie del grupo, aportarles información nueva,
ayudar a los alumnos más necesitados, enseñar habilidades de cooperación y sociales.
- En cuanto a la evaluación del proceso Johnson, Johnson, Holubec y Roy (1984), consideran
importante evaluar si los estudiantes están utilizando conductas apropiadas que garanticen la
buena marcha del grupo y permitan conseguir los objetivos académicos y cooperativos.
Discutir con el grupo cómo está funcionando y observar son los procedimientos más
adecuados para tal fin.
Esta técnica fue desarrollada por Shlomo Sharan y sus colaboradores Sharan y Sharan
(1976) Sharan, Amir y Ben-Ari (1984) Sharan y Sachar (1988). Para Echeita y Martín (1990)
se trata de la técnica más compleja y la que mejor responde a la filosofía de los grupos
cooperativos. Proporciona una mayor variedad de experiencias de aprendizaje que las
restantes técnicas, más orientadas a la adquisición de conocimientos y destrezas. En este
método, los propios alumnos forman los equipos o grupos que oscilan entre dos y seis
miembros.
Inicialmente los alumnos eligen subtemas específicos dentro de una unidad o tema más
general que, normalmente, es presentada por el profesor y además es objeto de estudio en el
aula. Profesor y alumnos de cada grupo planifican los objetivos que se proponen alcanzar y
los procedimientos necesarios para desarrollar los diferentes subtemas. A continuación, los
alumnos planifican y desarrollan un plan de trabajo, cada alumno desarrolla aquello para lo
que mejor está preparado o que más le interesa. Obtienen información del tema a través de
observación directa, elaboración de hipótesis, entrevistas, fuentes bibliográficas, discusiones,
etc. Seguidamente, los alumnos analizan y resumen la información para presentarla a sus
compañeros de forma atractiva. Se trata de preparar un informe de grupo y presentar sus
descubrimientos a toda la clase. De esta manera, todos los alumnos tienen una visión global
del tema general propuesto inicialmente. Para terminar, toda la clase y el profesor evalúan la
contribución a la clase como conjunto de cada trabajo de grupo. El objetivo que pretende es el
desarrollo e investigación sobre un tema en grupos cooperativos.
4.9.1. Características
- Existe una especialización de tareas, esta consiste en que se da a cada miembro del grupo
una parte de la tarea general, según Slavin (1985) los miembros del grupo dependen unos de
otros y no pueden substituirse fácilmente para completar la tarea. Especialización de tareas
se utiliza igualmente en el jigsaw, el objetivo es crear interdependencia entre los miembros del
grupo, entendiendo por interdependencia el hecho de que si los alumnos valoran y dependen
de sus compañeros de equipo, se ayudarán y se animarán entre sí para lograr el éxito en la
realización de las tareas. En el método grupo de investigación los alumnos escogen subtemas
de la unidad, posteriormente los grupos dividen los subtemas en tareas individuales dentro del
grupo.
- Es una técnica que proporciona más autonomía a los alumnos y por tanto presenta un gran
potencial instructivo, está diseñada especialmente para hacer que los estudiantes piensen
creativamente sobre conceptos y aprendan cómo se organiza un grupo. Para Johnson (1997)
el alumno trabaja en proyectos realmente abiertos que requieren una mayor toma de
decisiones y un acceso integrado al currículo.
- Se da más importancia al interés intrínseco del alumno por la cooperación con sus iguales
en las actividades de aprendizaje que a la obtención de determinadas recompensas. No utiliza
por tanto incentivos extrínsecos como parte del aprendizaje en grupo. Las recompensas no
son la única manera de motivar la cooperación.
- El papel de los docentes en este método es más facilitador que directivo, ayudan a los
alumnos a elegir y diseñar el proyecto y a trabajar conjuntamente para alcanzar juntos los
objetivos de aprendizaje.
4.9.2. Limitaciones
- No existe igualdad oportunidad de contribuir con igual esfuerzo al producto final del grupo.
Los alumnos más brillantes pueden aportar más y mejores datos, información y soluciones
que los alumnos que tienen un rendimiento bajo.
- Es una técnica que requiere capacidad para pensar, formular y verificar hipótesis, capacidad
crítica, capacidad para desenvolverse por sí mismo, lo que la hace útil y práctica en niveles de
enseñanzas medias y universitarias. Se puede utilizar en niveles educativos inferiores pero,
siempre que los profesores fueran muy expertos en dinámica de grupos y planificaran y
supervisaran muy de cerca el trabajo de los alumnos.
Aunque el mismo guión puede ser aplicado a diferentes tareas como por ejemplo, leer,
escribir, etc., se ha utilizado la mayoría de las veces para el procesamiento de textos.
- El compañero A, repite la información sin mirar al texto. Adopta el rol de "memorizador", tiene
que recordar y contar al otro toda la información posible del ese primer fragmento del texto.
- Se inicia de nuevo el proceso, pero intercambiándose los papeles. Se continúa tantas veces
hasta que se haya completado el texto.
4.10.1. Características
- Utiliza grupos de dos alumnos. Para Dansereau, O`Donnell y Lambiotle, (1988) la pareja es
el grupo social más pequeño y tiene asociadas unas claras ventajas con respecto a
agrupamientos más numerosos, es más fácil identificar los mecanismos del aprendizaje
cooperativo que determinan su eficacia, lo que aumentan las probabilidades de generalizar los
resultados a grupos mayores, se evita la formación de coaliciones que en grupos más
numerosos alientan la competición más que la cooperación y se evita por último problemas de
holgazanería social o problemas de difusión de la responsabilidad, hecho más normal en
grupos mayores.
4.10.2. Limitaciones
- Aunque se utiliza casi siempre en el procesamiento de textos, es una técnica que se puede
aplicar a numerosas tareas. Lo importante de la técnica es la fortísima estructuración de la
interacción a través de los guiones, y estos se pueden redefinir dependiendo de la actividad
que se vaya a realizar.
- Planificar y organizar: diseñar las actividades guiadas, organizar el mobiliario, formar las
parejas, dividir el texto en secciones o fragmentos y entregárselo a las díadas, explicar la
tarea...
- Realizar un seguimiento del proceso grupal e intervenir para lograr que se alcancen los
objetivos del mismo y los que están ligados a la tarea.
Podemos definir tutoría entre iguales, como un sistema de instrucción constituido por una
díada en la que uno de los alumnos enseña al otro a solucionar un problema, completar una
tarea, aprender una estrategia, dominar un procedimiento etc., dentro de una situación
interactiva organizada por el profesor.
La tutoría entre iguales también puede ser considerada una técnica eficaz de aprendizaje
cooperativo, pues se consigue, con ella, una gran interdependencia y responsabilidad entre la
pareja de alumnos. La diferencia entre la tutoría entre iguales y las díadas guiadas es que en
estas, los participantes son iguales con respecto a la tarea, ninguno de ellos es experto como
ocurre en la tutoría.
Desde hace tiempo, las investigaciones en psicología sostienen que para que la información
sea memorizada, comprendida y relacionada con conocimientos previos, el alumno debe
realizar algún tipo de estructuración cognitiva o elaboración del material. El alumno tutor
proporciona explicaciones elaboradas, realiza procesos de elaboración y estructuración
cognitiva que explican su beneficio en estas díadas cooperativas.
4.11.1. Características
- Existe una gran variabilidad en cuanto a la formación de la pareja, estas pueden estar
constituidas por alumnos del mismo sexo o no, de la misma edad o de distintas edades, de la
misma aula o de aulas diferentes, sujetos con habilidad normal con y sin retraso escolar,
sujetos con necesidades educativas especiales...
- Se han utilizado en todos los niveles del sistema educativo, desde primaria hasta la
universidad pasando incluso por programas de alfabetización de personas adultas.
- El tipo de tareas que se han planificado en las tutorías ha sido muy variado, sin embargo se
han utilizado con especial frecuencia en tareas centradas en habilidades lectoras.
4.11.2. Limitaciones
- Relación asimétrica entre los participantes. La relación en la tutoría no es de "tú a tú", sino
de un aprendiz con un "profesor". Así, por ejemplo, este último solo obtendrá efectos
beneficiosos si recibe frecuente información sobre el progreso del aprendiz, si no recibe
retroalimentación positiva de su tutorado puede provocarle un autoconcepto negativo.
- La actitud y sensibilidad educativa por parte del tutor determina la eficacia de la tutoría. La
clave de las tutorías no solo se encuentra en desempeñar un papel u otro, sino en implicarse
activamente en él y en la actitud con que se desarrolle.
1. La técnica del rompecabezas (TPA), fomenta la actitud solidaria, lo cual podemos observar
en tres niveles complementarios de actuación que se corresponden con tres elementos
básicos del proceso educativo. ¿Cuáles son?
2. Cuáles son las diferencias fundamentales existentes entre el Jigsaw II y el Jigsaw original?
3. ¿Qué normas debemos tener en cuenta a la hora de poner en práctica alguna técnica de
aprendizaje cooperativo?
Consulte en el campus virtual los comentarios que sobre esta tarea encontrará en el apartado
de "Evaluación" de la asignatura.
4.12. Conclusión
Respecto del alumno, podemos conseguir: mayor motivación hacia el aprendizaje y mayor
participación en dicho proceso, trabajar habilidades y destrezas sociales como la resolución
de conflictos y la búsqueda de consensos, desarrollar la creatividad y el sentido crítico, así
como la expresión verbal al tener que expresar oralmente sus ideas y opiniones, etc.
Todas estas técnicas favorecen el aprendizaje significativo de los alumnos/as y requieren que
el docente introduzca metodologías activas que permitan, no solo la adquisición de
conocimientos, sino también el desarrollo de habilidades comunicativas y de trabajo en
equipo.
OBJETIVOS
- Identificar las principales técnicas de aprendizaje cooperativo a través de discusiones en grupo.
5.1. Introducción
Se hacen necesarias unas habilidades y roles que garanticen la eficacia de estas técnicas
cooperativas. Hill (1969) clasifica los roles y habilidades en los siguientes:
- Secuencia de roles de la tarea específica de discutir el tema: iniciar, dar y recibir información,
reaccionar y pedir reacciones, reformular y ejemplificar, confrontar y explorar la realidad,
clarificar, sintetizar y resumir.
Como podemos apreciar, no basta con poner a discutir al grupo sobre un tema determinado,
son necesarias determinadas habilidades sociales, grupales y comunicativas que garanticen
la calidad de la discusión y, por ende, la eficacia del aprendizaje cooperativo.
En cuanto a la forma de presentar el caso, Fabra (1994) precisa que este debe cumplir una
serie de características:
- Si se presenta por escrito, no ha de tener una extensión superior a los dos o tres folios
mecanografiados.
- A no ser que sea de dominio público, hay que garantizar el anonimato si aparecen en el
mismo, personas, organismos, instituciones, etc.
En cuanto al procedimiento, lo más frecuente es que, una vez leídos los casos, se discutan en
grupo para analizarlos, profundizar en ellos y encontrar las mejores soluciones a la situación
planteada. Posteriormente, los diferentes grupos exponen de forma sucinta sus análisis y sus
conclusiones al resto de los compañeros.
La técnica de casos motiva, estimula y favorece la participación de los miembros del grupo,
ayuda a ponerse en el lugar del otro y a descubrir y tener en cuenta las opiniones y las
soluciones de los demás.
Este método tiene muchísimas aplicaciones dentro del aula, siempre que el dominio y la
creatividad por parte del docente permitan a este, plantear como "casos" los contenidos que
se van a enseñar. No sería complicado presentar como caso un determinado tema de historia
o un determinado problema de matemáticas o física. También se pueden plantear, en forma
de caso, problemas de convivencia en el aula, disciplina, solidaridad, interpersonales y otros
temas que no suelen ser frecuentemente objeto de aprendizaje.
El caso no proporciona soluciones sino datos concretos para reflexionar, analizar y discutir en
grupo las posibles salidas que se pueden encontrar a cierto problema. No ofrece las
soluciones al estudiante, sino que le entrena para generarlas. Le lleva a pensar y a contrastar
sus conclusiones con las conclusiones de otros, a aceptarlas y expresar las propias
sugerencias, de esta manera le entrena en el trabajo colaborativo y en la toma de decisiones
en equipo. Al llevar al alumno a la generación de alternativas de solución, le permite
desarrollar la habilidad creativa, la capacidad de innovación y representa un recurso para
conectar la teoría a la práctica real. Ese es su gran valor.
- Analizar un problema.
- Tomar decisiones.
- Verosímil. De modo que su argumento sea posible, que quede la impresión de que lo ha
vivido alguien.
- Provocador. Que la historia que cuenta estimule la curiosidad e invite al análisis de sus
personajes.
- Cercano. Con narraciones y psicologías del entorno más cercano, de la propia cultura.
- Dejar datos en la penumbra para que los invente el que analice posteriormente la historia (un
caso no es un test proyectivo).
- Tomar partido subjetivamente en la redacción a favor de unos y en contra de otros.
Colbert y Desberg (1996) plantean las siguientes fases para el estudio de un caso:
- Fase eclosiva: "explosión" de opiniones, impresiones, juicios, posibles alternativas, etc., por
parte de los participantes. Cada uno reacciona a la situación, tal como la percibe
subjetivamente. Si cada cual se puede expresar libremente, se llega a continuación a un cierto
relajamiento de las tensiones del comienzo y desemboca, finalmente, en el descubrimiento de
la incompatibilidad de puntos de vista.
- Fase de análisis: se impone una vuelta a los hechos y a la información disponible, para salir
de la subjetividad. La búsqueda en común del sentido de los acontecimientos permite a los
participantes acrecentar su conciencia de la situación analizada. Se redescubre la realidad y
se integran aspectos informativos que, por determinados prejuicios, se habían orillado. La
única prueba de objetividad es el consenso del grupo en las significaciones. En esta fase es
preciso llegar hasta la determinación de aquellos hechos que son significativos para
interpretar la estructura dinámica de la situación. Se concluye esta fase cuando se ha
conseguido una síntesis aceptada por todos los miembros del grupo.
5.2.2. Clasificación
Según Martínez y Musitu (1995) se pueden considerar en principio tres modelos que se
diferencian en razón de los propósitos metodológicos que específicamente se pretenden en
cada uno:
En el estudio de este tipo de casos es necesario (Mucchielli, 1970), centrar el análisis en dos
grupos de variables: descubrir los hechos clave, tanto estáticos como dinámicos que definen
la situación y descubrir las relaciones significativas que se dan entre los distintos hechos.
c) Casos centrados en la simulación: en este tipo de casos no solo se pretende que los
sujetos estudien el relato, analicen las variables que caracterizan el ambiente en que se
desarrolla la situación, identifiquen los problemas y propongan soluciones examinando
imparcial y objetivamente los hechos y acontecimientos narrados, sino que específicamente
se busca que los participantes se coloquen dentro de la situación, se involucren y participen
activamente en el desarrollo del caso y tomen parte en la dramatización de la situación,
representando el papel de los personajes que participan en el relato.
Figura 5.1: Esquema de los modelos metodológicos del estudio de casos.
Esta técnica de trabajo tiene un notable interés en aquellas áreas que requieren un
entrenamiento para la formación teórico-práctica de los estudiantes. De acuerdo con varios
autores como Alfonso López (1997), los estudiantes pueden desarrollar, a través del uso de
esta técnica:
- La habilidad para trabajar en grupo y la interacción con otros estudiantes, así como la actitud
de cooperación, el intercambio y la flexibilidad, lo cual -constituye una preparación eficaz para
las relaciones humanas.
- La motivación por el aprendizaje, ya que los alumnos por lo general encuentran el trabajo de
estudio de casos más interesante que las lecciones magistrales y la lectura de libros de texto.
- Mantener con los alumnos una relación sincera, afable, informal y democrática.
- Conceder la palabra a los alumnos que la pidan.
- Hacer que todos participen, pero sin que nadie acapare la conversación.
- Reformular (repetir con otras palabras) las buenas intervenciones de cualquier alumno.
Es uno de los métodos de discusión más conocidos, fue formulado por Donald Phillips (1948),
de ahí su nombre. Se divide al grupo en subgrupos de seis alumnos y discuten durante seis
minutos. Se utiliza tanto para discutir un tema, como para tomar decisiones participativas en
grupos donde, por motivos de tiempo o de inhibición, no sería posible que cada uno de los
participantes expresara su opinión. Es una técnica que favorece la integración, la participación
y la comunicación entre los alumnos, a la vez que motiva y estimula.
Se puede usar en cualquier lugar y bajo cualquier pretexto. También, permite cierto grado de
flexibilidad, pues podemos dividir al grupo en subgrupos de cinco, siete y hasta ocho alumnos
y variar igualmente el tiempo de discusión, que puede incluso alargarse hasta los treinta
minutos. Podemos utilizarla en numerosas y diferentes ocasiones. Un ejemplo de ella sería,
cuando queremos que nuestros alumnos descubran cuáles son los puntos fuertes y débiles
que tienen con respecto al conocimiento de un tema o tarea. Mediante la discusión, tomarán
conciencia de sus conocimientos y de sus lagunas poniendo en marcha mecanismos que les
ayuden a completar y reforzar el aprendizaje (consultar bibliografía, recurrir al profesor,
repasar información, explicaciones de compañeros...).
En la primera fase, los participantes del grupo van produciendo y expresando ideas uno
detrás de otro, con gran rapidez y sin preocuparse de su aplicabilidad, sin ninguna crítica por
parte de los demás y en un clima distendido y relajado. Esta manera de trabajar posibilita que
la creatividad de cada uno de los alumnos se vea incrementada por los compañeros, a través
de una asociación de ideas, pues unas sirven de estímulo para la producción de otras
diferentes. Otro aspecto interesante de esta primera fase es que la ausencia de crítica y de
censura a las ideas expresadas, favorece la aparición de soluciones que se encuentran en el
inconsciente, y que suelen ser disparatadas y extravagantes.
En la segunda fase, se analizan las producciones del grupo y se seleccionan las ideas que,
previa discusión y evaluación, se ajusten a los objetivos o criterios establecidos.
Posteriormente, profesor y alumnos examinan las ideas producidas por todos los grupos y
concretarán las acertadas.
Esta técnica puede usarse para abordar cualquier tipo de problemas con los que se enfrenta
el grupo, por ejemplo:
- Los miembros del grupo tienen disputas frecuentes sobre la autoría de las ideas o sobre el
control del grupo.
Para que esta técnica sea eficaz hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- No juzgar las ideas de los demás. Eso puede intimidar a los compañeros y generar tensión
en el grupo.
- Practicar la habilidad para escuchar a los demás. Concentrarse en las ideas del compañero
que está hablando, y no en lo que se está pensando para decir después.
- El apoyarse en las ideas de otros puede ayudar a generar soluciones excitantes y únicas.
- Animar a todos los miembros del grupo a participar. Incluso aunque uno pueda pensar que
no tiene ninguna idea original, puede ayudar a desarrollar las ideas de los otros.
- No parar el brainstorming demasiado pronto. Algunos tardan más que otros en adaptarse a
la dinámica.
- Hay que asegurarse de que todos los miembros del grupo comprenden cuál es el problema
que hay que resolver.
- Pedir a cada miembro del grupo que dedique 5 minutos a generar ideas él solo.
- Hacer que cada uno escriba en un papel esas ideas iniciales, para que no se pierda ninguna.
Durante la sesión:
- Elegir a alguien para que escriba todas las ideas que se presenten.
- Dedicar un tiempo suficiente a debatir las sugerencias, para que cada uno pueda apoyarse
en lo que dicen los demás.
- Escribir las ideas donde todo el mundo pueda verlas, para poder hacer referencia a ellas
cuando haga falta.
- Asegurarse de que todo el mundo tiene una oportunidad para exponer sus ideas.
Después de la sesión de brainstorming:
- Tomarse un día o dos, si hace falta, para reflexionar sobre las propuestas y analizar si son
realistas y apropiadas.
Existen dos fases bien delimitadas en el desarrollo de la técnica, una primera fase de
búsqueda de ideas y una segunda de análisis y selección de estas.
En la primera fase, los participantes del grupo van produciendo y expresando ideas uno
detrás de otro, con gran rapidez y sin preocuparse de su aplicabilidad, sin ninguna crítica por
parte de los demás y en un clima distendido y relajado. Esta manera de trabajar posibilita que
la creatividad de cada uno de los alumnos se vea incrementada por los compañeros, a través
de una asociación de ideas, pues unas sirven de estímulo para la producción de otras
diferentes. Otro aspecto interesante de esta primera fase es que la ausencia de crítica y de
censura a las ideas expresadas, favorece la aparición de soluciones que se encuentran en el
inconsciente, y que suelen ser disparatadas y extravagantes.
En la segunda fase, se analizan las producciones del grupo y se seleccionan las ideas que,
previa discusión y evaluación, se ajusten a los objetivos o criterios establecidos.
Posteriormente, profesor y alumnos examinan las ideas producidas por todos los grupos y
concretarán las acertadas.
Esta técnica puede usarse para abordar cualquier tipo de problemas con los que se enfrenta
el grupo, por ejemplo:
- Desarrollar el tema de un proyecto.
- Los miembros del grupo tienen disputas frecuentes sobre la autoría de las ideas o sobre el
control del grupo.
Para que esta técnica sea eficaz hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- No juzgar las ideas de los demás. Eso puede intimidar a los compañeros y generar tensión
en el grupo.
- Practicar la habilidad para escuchar a los demás. Concentrarse en las ideas del compañero
que está hablando, y no en lo que se está pensando para decir después.
- El apoyarse en las ideas de otros puede ayudar a generar soluciones excitantes y únicas.
- Animar a todos los miembros del grupo a participar. Incluso aunque uno pueda pensar que
no tiene ninguna idea original, puede ayudar a desarrollar las ideas de los otros.
- No parar el brainstorming demasiado pronto. Algunos tardan más que otros en adaptarse a
la dinámica.
- Hay que asegurarse de que todos los miembros del grupo comprenden cuál es el problema
que hay que resolver.
- Pedir a cada miembro del grupo que dedique 5 minutos a generar ideas él solo.
- Hacer que cada uno escriba en un papel esas ideas iniciales, para que no se pierda ninguna.
Durante la sesión:
- Elegir a alguien para que escriba todas las ideas que se presenten.
- Dedicar un tiempo suficiente a debatir las sugerencias, para que cada uno pueda apoyarse
en lo que dicen los demás.
- Escribir las ideas donde todo el mundo pueda verlas, para poder hacer referencia a ellas
cuando haga falta.
- Asegurarse de que todo el mundo tiene una oportunidad para exponer sus ideas.
- Tomarse un día o dos, si hace falta, para reflexionar sobre las propuestas y analizar si son
realistas y apropiadas.
5.5. Foro
En el foro, nombre que recuerda las grandes asambleas romanas, tienen oportunidad de
participar todos los presentes en una reunión, organizada para tratar o exponer un tema o
problema determinado. Suele realizarse a continuación de una actividad de interés general
observada por el auditorio: la proyección de una película, una representación teatral, una
conferencia, clase o experimento, demostraciones, etc. También puede constituir la parte final
de una mesa redonda, simposio, panel, y otras técnicas grupales, llamándose así: panel foro,
foro debate, etc.
La finalidad del foro es permitir la libre expresión de ideas y opiniones a todos los integrantes
de un grupo, en un clima informal de mínimas limitaciones. En razón de esta circunstancia, el
coordinador o moderador del foro juega un papel muy importante, pues debe controlar la
participación espontánea, imprevisible, heterogénea de un público a veces numeroso y
desconocido. Un secretario o ayudante puede colaborar con el moderador, y observar o
anotar por orden a quienes solicitan la palabra, así como también para hacer el resumen de
las ideas expresadas y colaborar con el coordinador para elaborar la síntesis final.
El coordinador y secretario elaboran una serie de preguntas para motivar al inicio la discusión
informal.
El foro permite:
- Obtener las opiniones de un grupo más o menos numeroso acerca de un tema, hecho,
problema o actividad;
- Llegar a ciertas conclusiones generales y establecer los diversos enfoques que pueden
darse a un mismo hecho o tema.
5.6. Simposio
- Reemplaza la competición.
El simposio es útil para obtener información autorizada y ordenada sobre los diversos
aspectos de un mismo tema, puesto que los expositores no defienden "posiciones
divergentes" (como la mesa redonda o el debate), sino que "suman información al aportar los
conocimientos propios de su especialización". Así, por ejemplo, el tema general "La
delincuencia juvenil" podría ser tratado en un simposio donde los expositores desarrollaran
sucesivamente los aspectos, ángulos de mira, puntos de vista o enfoques, familiar, social,
religioso, jurídico, psicológico, biológico, etc.
El objetivo que pretende esta técnica es dar a conocer a un auditorio los puntos de vista
divergentes o contradictorios de varios especialistas sobre un determinado tema o cuestión.
La mesa redonda ha sido difundida ampliamente por la televisión, donde, por ejemplo,
políticos del partido gobernante y otros de la oposición, exponen sus puntos de vista
contradictorios acerca de un hecho o medida de gobierno, las concepciones ideológicas, etc.
Como principales características de esta técnica podemos señalar:
- Aclara información.
Los integrantes de la mesa redonda, que pueden ser de 3 a 6, deben ser elegidos, sabiendo
que han de sostener posiciones divergentes u opuestas sobre el tema por tratarse; ya sea
individualmente o por parejas o bandos. Además, han de ser expertos o buenos conocedores
de la materia, y hábiles para exponer con argumentos sólidos su posición.
La mesa redonda tiene un director o coordinador cuya función principal, al final, es sintetizar
los aspectos de coincidencia y los de divergencia para que el público forme su propio criterio.
A él corresponde:
- Introducir el tema.
5.8. Panel
Los integrantes del panel (de 4 a 6 personas) trata de desarrollar a través de la conversación
todos los aspectos posibles del tema, para que el auditorio obtenga así una visión
relativamente completa acerca del mismo, de una manera agradable y participativa.
Para su desarrollo, un coordinador o moderador cumple la función de presentar a los
miembros del panel ante el auditorio, ordenar la conversación, intercalar algunas preguntas
aclaratorias, controlar el tiempo, etc.
Una vez finalizado el panel, cuya duración puede ser de alrededor de una hora, según los
casos, puede hacer preguntas el auditorio, a los miembros del Panel. El coordinador sigue
conduciendo esta segunda parte de la actividad grupal, y si lo desean pueden convertirlo
entonces en un "foro", así será un panel foro.
1. Dentro de los casos de resolución de problemas, ¿qué dos subgrupos podemos encontrar?
Consulte en el campus virtual los comentarios que sobre esta tarea encontrará en el apartado
de "Evaluación" de la asignatura.
5.9. Conclusión
Todas las técnicas de dinámica de grupos pueden ser aplicadas en educación, pero hay que
tener en cuentan las características de los alumnos en cada caso y nivel, el grado de
adiestramiento en la técnica que posean los alumnos y sobre todo para qué van a utilizarse,
ya que hay técnicas muy útiles para conseguir información, otras para favorecer la creatividad,
otras para lograr objetivos de tipo afectivo-social, etc.
Finalmente hay que decir que estas técnicas casi nunca se utilizan solas, sino que se mezclan
y se alternan unas con otras, logrando así integrar varias técnicas en una sola con vistas al
trabajo de aprendizaje o de investigación.