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EL PARENTESCO

Interesa estudiar el parentesco por el Derecho de familia y el Derecho sucesorio. El


parentesco es regulado principalmente en las normas del Título Preliminar del Código civil, donde
están las definiciones de palabras de uso previo. Se define como “la relación de familia que existe
entre dos personas”, dos y no más.
1. Clases de parentesco
El parentesco en base a esto puede ser de dos clases, por consanguineidad o por afinidad.
1.1. Por consanguineidad

Art. 28. Parentesco por consanguinidad es aquel que existe entre dos personas que descienden una
de la otra o de un mismo progenitor, en cualquiera de sus grados.

Parentesco por consanguineidad de acuerdo al artículo 28 existe entre dos personas que
descienden una de la otra o de un tronco común. Por tanto, ahí evidentemente estamos hablando de
un grado que antiguamente se decía era de carácter biológico, aunque hoy día en realidad se dice que
es más bien de carácter genético.
1.2. Por afinidad

Art. 31. Parentesco por afinidad es el que existe entre una persona que está o ha estado casada y los
consanguíneos de su marido o mujer.
La línea y el grado de afinidad de una persona con un consanguíneo de su marido o mujer, se califican
por la línea y grado de consanguinidad de dicho marido o mujer con el dicho consanguíneo. Así, un
varón está en primer grado de afinidad, en la línea recta, con los hijos habidos por su mujer en anterior
matrimonio; y en segundo grado de afinidad, en la línea transversal, con los hermanos de su mujer.

Luego tenemos el parentesco por afinidad, también conocido como parentesco legal, de
acuerdo con el artículo 31.
1.3. Los cónyuges no son parientes entre si
Esto se tiene que complementar con la Ley N° 20.830 en la espantosa política de relación de
las normas que cubre la Ley N° 20.830. Según la normativa, el parentesco es el que existe entre una
persona que esta o a estado casada, o una persona que está vinculada por acuerdo de unión civil con
otra, y los parientes consanguíneos de la otra. Eso significa que, según como dispone tanto el artículo
31 como el artículo 4° de la 20.830, no hay relación de parentesco ni entre cónyuges ni entre
convivientes civiles, los cónyuges no son parientes y los convivientes no son parientes, los cónyuges
son cónyuges y los convivientes civiles son convivientes civiles, punto, no hay relación de parentesco.
La relación de parentesco en el caso del matrimonio y en el caso del acuerdo de unión civil
se tiene con los parientes consanguíneos del otro cónyuge o los parientes consanguíneos del otro
conviviente civil, y ahí tenemos entonces una relación de parentesco por afinidad.
1.4. La relación de parentesco subsiste muerto el cónyuge
La diferencia entre el parentesco por afinidad en el matrimonio, con el parentesco por afinidad
en el acuerdo de unión civil es que, de acuerdo al artículo 31, dice todavía que existe entre una persona
que esta o ha estado casada con los parientes afines de la otra, o sea, eso significa que aun cuando se
este, por ejemplo, casada y se tenga parentesco por consanguineidad con los parientes del marido,
aun cuando el marido muera, de acuerdo al artículo 31 uno podría pensar entonces que todavía se
mantiene el parentesco por afinidad con los parientes del otro.
Sin embargo, si uno mira el artículo 4° de la ley 20.830, este dice que se mantiene ese
parentesco mientras este se encuentre vigente, o sea que ahí queda la duda porque en el fondo eso
significaría que mientras está vigente el acuerdo de unión civil se tendría parentesco por afinidad con
los con los consanguíneos del conviviente civil, pero si fallece el otro conviviente civil, de la lectura
del artículo 4° pareciera ser que ya no está vigente, y como no está vigente no se mantendría la calidad
de parentesco por afinidad, pero si se estuviera casada, si se mantiene el parentesco por afinidad, es
una curiosa diferencia.
Se puede entender que, desde el punto de vista de la redacción del artículo 31, que siempre
ha estado así, ha tenido escaza modificación, y eso significa entonces que cuando entro a regir el
articulo 31 originalmente no había divorcio vincular, por tanto, podía entenderse que si fallecía un
cónyuge se mantenía el parentesco por afinidad.
Mantener esta relación de parentesco es importante por ejemplo desde el punto de vista de
los impedimentos para contraer matrimonio, o sea, la pregunta es si yo mantengo mi parentesco por
afinidad, ¿puedo contraer matrimonio con alguno de esos parientes? Entonces, es no menor
mantenerlo o no mantenerlo. Entonces, se entiende en el caso del acuerdo de unión civil porque este
puede terminarse de común acuerdo, pero hoy en día el matrimonio también se puede terminar, no de
común acuerdo pero si por una sentencia de divorcio, entonces, ¿que justifica que se pueda mantener
el parentesco por afinidad con los parientes de un ex marido, y no con los de un ex conviviente civil?
la lógica es que no deberían mantenerse con ninguno de los dos casos.
2. Líneas y grados de parentesco
Se entrará a revisar las normas acerca de líneas y grados. Alcanzamos a ver que existen dos
tipos de parentesco: i) el parentesco por afinidad y ii) el parentesco por consanguineidad. Asimismo,
aquí hay dos elementos importantes respecto de otros componentes del parentesco y que son muy
importantes para una serie de normas, no solamente en el ámbito civil, sino que también en el ámbito
penal, que son de líneas y el grado, que son tanto para el parentesco por consanguinidad como para
el parentesco por afinidad.
2.1. La línea
La línea puede ser tanto una línea recta como una línea colateral.
En el caso de la línea recta, se parte de la base de que un pariente desciende de otros y así
sucesivamente, como lo que ocurre, por ejemplo, en el caso de un padre respecto de los hijos, donde
tenemos una línea de parentesco de un grado en la línea recta, o bien, con los abuelos donde hay una
relación de parentesco de dos grados en la línea recta.
Luego, tenemos la línea colateral, donde se parte de la base de que se es descendiente de un
tronco común.
2.2. El grado
Ahora bien, no basta el elemento de la línea -ya sea de carácter recto o colateral- sino que es
necesario, además, referirnos al grado. Vamos entonces acá a lo que dispone el artículo 27 del C.C.

Art. 27. Los grados de consanguinidad entre dos personas se cuentan por el número de generaciones.
Así el nieto está en segundo grado de consanguinidad con el abuelo, y dos primos hermanos en cuarto
grado de consanguinidad entre sí. Cuando una de las dos personas es ascendiente de la otra, la
consanguinidad es en línea recta; y cuando las dos personas proceden de un ascendiente común, y
una de ellas no es ascendiente de la otra, la consanguinidad es en línea colateral o transversal.

Aquí debemos decir que grado es la distancia que existe entre dos parientes, ya sea que
estemos hablando de un pariente por afinidad o por consanguinidad en la línea recta o en la línea
colateral.
2.3. Funcionamiento del sistema de la línea y el grado
2.3.1. Línea recta

En el caso de la línea recta se cuenta, ya sea ascendiendo o descendiendo, dependiendo de


cuál sea la posición en la que uno se sitúe, y solamente se cuenta de manera o ascendiente o
descendiente para efectos de ver la distancia entre dos parientes, de manera tal que en el caso, por
ejemplo, de un nieto con un abuelo, si se quiere ver cuál es el grado de parentesco que tiene este nieto
respecto del abuelo, lo que se tiene que hacer es contar el número de generaciones ascendiendo en el
número de generaciones y, entonces, se cuenta desde el nieto un primer grado hasta el padre o madre,
y luego un segundo grado hasta el abuelo, a quien en definitiva se quiere llegar, y ahí se cuenta de
manera ascendente.
Si, por el contrario, se quiere saber cuál es el grado de parentesco del abuelo con el nieto,
entonces ahora descendiendo en la línea recta.
2.3.2. Línea colateral; sistemas
En la línea colateral acá hay una diferencia, porque había dos formas de contabilizar el grado
de parentesco en la línea colateral: un sistema romanista y un sistema germánico.
2.3.2.1. Sistema romanista
En el caso del sistema romanista lo que se hace es subir al tronco común por el número de
generaciones y luego, por ese tronco común, bajar también al número de generaciones. Entonces, por
ejemplo, si se quiere ver cuál es el grado de parentesco entre un tío y un sobrino, entonces, de acuerdo
con la forma de cómputo del sistema romanista- que es el que nos rige-, se tiene que subir desde el
sobrino hasta el padre, subo hasta el abuelo (ahí tenemos un grado, dos grados) y luego bajo hasta el
tío (y ahí se baja un grado más), entonces, hay tres grados de parentesco en la línea colateral.
2.3.2.2. Sistema germánico
En cambio, cuando uno adscribe al sistema de carácter germánico, solamente se sube hasta
el tronco común, no se baja. Entonces, por ejemplo, si se quisiera saber cuál es la distancia o cual es
el grado de parentesco entre el tío y el sobrino, basta con subir al tronco común, entonces, tendríamos
un parentesco de segundo grado o hasta el segundo grado.
2.3.2.3. Chile adscribe a un sistema romanista
Esto suena a lo mejor un tanto inoficioso, porque nosotros adscribimos al sistema romanista
y, por tanto, la forma de cómputo tiene que ver con subir al tronco común y luego bajar para
determinar cuál es la distancia entre dos parientes y, por ende, ha quedado claro que no tenemos un
sistema germánico. Sin embargo, lo que pasa es que antiguamente había una norma en la antigua ley
de matrimonio civil que sembraba la duda por la manera en que estaba redactada, que no se podía
identificar si nuestro sistema era romanista o germánico, pero eso se compuso con la ley de
matrimonio civil que hoy día rige. Entonces, esa es la manera cómo esto se computa.
2.4. Importancia en la determinación del parentesco
Esto lo vamos a tomar en consideración, por ejemplo, para efectos de determinar cuáles son
los impedimentos para contraer matrimonio y hasta dónde se produce ese impedimento y, en el caso
del Derecho sucesorio, por ejemplo, se toma en consideración para efectos de determinar quiénes son
llamados dentro de las reglas de la sucesión intestada. Ahí también tomamos en consideración de qué
tipo de parentesco estamos hablando, consanguinidad o afinidad, de qué tipo de grado, ahí vamos a
tener un concepto más vivo en que esto adquiere una especial relevancia y esa es la razón por la cual
teníamos que mirarlo.
Se aplican, exactamente las mismas reglas según estemos hablando de parentesco por
consanguinidad o estemos hablando de parentesco por afinidad.

LOS ESPONSALES
Se hace un recuento, solamente para cumplir con el programa, de los esponsales, para
recordar donde están reglamentados y que efectos o no generan, para ordenadamente pasar a la
institución del matrimonio.

Artículo 98 CC. Los esponsales o desposorio, o sea la promesa de matrimonio mutuamente aceptada,
es un hecho privado, que las leyes someten enteramente al honor y conciencia del individuo, y que
no produce obligación alguna ante la ley civil.
No se podrá alegar esta promesa ni para pedir que se lleve a efecto el matrimonio, ni para demandar
indemnización de perjuicios.

¿Cuál el sentido de hablar de la institución de promesa de esponsales, si no produce ningún


efecto, ni obligación alguna en el Derecho civil? ¿Por qué el legislador la reglamentó? Hay que
situarse en la época de gestación del Código civil, a la sazón existía todavía la institución de los
matrimonios arreglados y, por ende, era perfectamente factible que existiera esta exigencia que se
cumpliera la promesa de esponsales, al menos desde el punto de vista de una cuestión familiar. Por
tanto, lo que hizo el legislador aquí fue acoger la libertad individual de aquellos que han generado
esta promesa y permitirles romper la promesa de esponsales. La única particularidad, el único efecto
jurídico, que genera la promesa de esponsales, es en el caso de la multa de esponsales en que se haya
pagado esa multa, tal como dispone el art. 99 del Código civil.
Esto de la multa se comentaba cuando se estudiaron las obligaciones naturales, básicamente
porque está reglamentada en la norma siguiente la posibilidad que se pueda pactar una multa de
esponsales. En rigor, la promesa de esponsales no produce ninguna obligación ante el derecho civil,
y por consiguiente no es posible exigir el cumplimiento de la promesa de esponsales, además porque
eso atenta contra el principio ius connubii, que es un derecho esencial de la naturaleza humana, que
es el derecho a no contraer matrimonio.
ANDRÉS BELLO ya había visualizado que existía este derecho, por lo tanto, no era factible
exigir el cumplimiento de la promesa de esponsales. En seguida, el incumplimiento de la promesa de
esponsales, como regla general, tampoco da la posibilidad de solicitar indemnización de perjuicios,
estos son los dos efectos.

Art. 99 CC. Tampoco podrá pedirse la multa que por parte de uno de los esposos se hubiere estipulado
a favor del otro para el caso de no cumplirse lo prometido.
Pero si se hubiere pagado la multa, no podrá pedirse su devolución.

Esto se vio cuando se estudió las obligaciones naturales, porque ahí estamos frente al único
efecto reglamentado que se le reconoce a la promesa de esponsales, que es que, en el evento que se
hubiera pagado la multa frente al incumplimiento de la promesa de esponsales, esa multa no es
susceptible de ser exigida, pero si se ha pagado, no hay derecho para solicitar la devolución del pago
de la multa de esponsales. Esa figura en ese efecto es muy similar a la institución de las obligaciones
naturales aun cuando a propósito del propio tenor del articulo 98 nosotros tenemos claro que no
consiste en una obligación natural, porque no produce efecto alguno, no genera obligación alguna,
simplemente es la única excepción señalada en el artículo 98.

Art. 98 CC. Los esponsales o desposorio, o sea la promesa de matrimonio mutuamente aceptada, es
un hecho privado, que las leyes someten enteramente al honor y conciencia del individuo, y que no
produce obligación alguna ante la ley civil.
No se podrá alegar esta promesa ni para pedir que se lleve a efecto el matrimonio, ni para demandar
indemnización de perjuicios.

Algo que es importante tener en consideración lo dice la norma siguiente, que es bien
importante en la práctica; que uno en la práctica no la cumpla es otra cosa.

Art. 100. Lo dicho no se opone a que se demande la restitución de las cosas donadas y entregadas
bajo la condición de un matrimonio que no se ha efectuado

Es perfectamente factible que se lleven a cabo donaciones por causa de matrimonio: una
donación por causa de matrimonio, donación de carácter condicional. Entonces, es muy posible que
una vez que haya celebrado la promesa de esponsales se celebren estas donaciones por causa de
matrimonio. Esa donación es de carácter condicional sujeta a la condición suspensiva de que
efectivamente se realice el matrimonio y, por consiguiente, si eventualmente se celebró este contrato
de donación, estamos hablando de una donación irrevocable, donación entre vivos de carácter
condicional. Perfectamente podemos celebrar un contrato de donación irrevocable de matrimonio, a
pesar que todavía no se ha contraído matrimonio, igual hubo entrega material de la cosa como una
especie de adelanto de donación.
Si esa se hizo por causa de matrimonio y el matrimonio no se realizó por ruptura de la promesa
de esponsales, evidentemente no se cumplió la condición suspensiva y evidentemente esa condición
no producirá efecto alguno (efectos de la condición suspensiva fallida), por ende, si hubo una especie
de adelanto a la donación, especie material de la cosa donada, obviamente que hay derecho de solicitar
devolución, porque es una donación de carácter condicional sujeta a condición suspensiva.
Sobre esto hay que hacer dos comentarios:
i) Esa donación por causa de matrimonio es una donación irrevocable, o sea, hablamos de
donaciones entre vivos o contrato de donación. Se señala esto porque una vez que se
contrae matrimonio entre cónyuge puede haber donaciones, pero son todas revocables.
ii) Veremos que esa donación por causa de matrimonio tiene un límite desde el punto de vista
de cuanto se puede donar: no se puede donar más allá de la cuarta parte de los bienes del
donante, porque la cuarta parte es coincidente con lo que se puede disponer.
¿Qué tan común son las donaciones por causa de matrimonio? Muy comunes, por ejemplo,
anillos de compromiso. Le regalamos un departamento a mi esposa/o en el entendido que vamos a
contraer matrimonio.
Tengamos ojo, porque no necesariamente se pueden hacer entre contrayentes. Es
perfectamente factible que un tercero haga una donación por causa de matrimonio, por ejemplo, que
el futuro suegro done un bien inmueble en el entendido que se contraiga matrimonio. Sí que son
bastante habituales.
Esas donaciones por causa de matrimonio no pueden tener un límite superior más allá de la
1/4 parte de los bienes del donante, porque esta cuarta parte de los bienes va a coincidir con la cuarta
de libre disposición, y eso es porque el legislador tiene cierto grado de desconfianza respecto de las
donaciones, le pone límites, porque es súper fácil que a través de una donación uno pueda vulnerar
eventuales derechos de los futuros legitimarios o asignatarios forzosos. Como que siempre las
donaciones se miran con grado de desconfianza.
Respecto a la duda de que tan habituales son estas donaciones, la verdad es que la palabra es
depende, porque depende de lo que se entienda por donación:
i) Si se entiende por donación aquella donación irrevocable entre vivos, ese contrato solemne
que de conformidad al artículo 1401 y 1402 requiere de insinuación en el caso que lo donado valga
más de 2 centavos, podríamos decir que no es tan habitual.

Art. 1401. La donación entre vivos que no se insinuare, sólo tendrá efecto hasta el valor de dos
centavos, y será nula en el exceso.
Se entiende por insinuación la autorización de juez competente, solicitada por el donante o donatario.
El juez autorizará las donaciones en que no se contravenga a ninguna disposición legal.

Art. 1402. Cuando lo que se dona es el derecho de percibir una cantidad periódicamente, será
necesaria la insinuación, siempre que la suma de las cantidades que han de percibirse en un decenio
excediere de dos centavos.

ii) Si, por el contrario, se le da un alcance más amplio, que es lo que ocurre precisamente en
el Derecho sucesorio, se entiende por donación no solo ese acto solemne, sino cualquier acto de mera
liberalidad que implique una disminución patrimonial por parte del donante y, por tanto, no
necesariamente se va a hacer el trámite de insinuación, son muy habituales y allí completamos la
respuesta el anillo de compromiso, es una donación por causa de matrimonio, pero en el sentido de
mera liberalidad, porque probablemente no hay tramite de insinuación, de hecho en el 99,9% de los
casos no existe tramite de insinuación.
Las normas contenidas en el Libro III sobre donaciones entre vivos o contrato de donación
nos permite entender, entre otras cosas, que hoy día siempre la donación entre vivos es ese contrato
solemne con el trámite de insinuación y, a mayor abundamiento, si se trata de un inmueble, se
requiere escritura pública, o bien, entender por donación cualquier tipo de mera liberalidad.
El profesor MARIO OPAZO está trabajando respecto de estas “otras donaciones” que él
denomina las donaciones anímicas, como se denominan en el Derecho foráneo. La pregunta es ¿estas
otras que son? Porque hay que preguntarse si se sujetan al mismo estatuto jurídico de las donaciones
irrevocables del Código civil o, por el contrario, debemos darle un alcance como se hace en el Derecho
sucesorio, hoy día darle un alcance más amplio a la donación donde prácticamente cualquier regalo
debemos entenderlo por donación. Eso es importante porque si entendemos que debemos aplicarle el
estatuto del Código civil a esas donaciones por causa de matrimonio, en el mejor de los casos debemos
solicitar nulidad absoluta, o bien, entendemos que son donaciones por causa de matrimonio y, por
consiguiente, en tanto está sujeta a condición suspensiva si el matrimonio no se celebra, se tiene que
restituirla y se hace, técnicamente el donante está facultado para demandar la restitución, porque en
el fondo se trataría de una donación en que una condición suspensiva falló. El problema es qué se
entiende por donación en el Código civil.
Este es un tema súper importante y lo veremos en Derecho sucesorio, porque si, por ejemplo,
entendemos que donación irrevocable es solo la solemne, podemos utilizar estas otras liberalidades
precisamente para perjudicar a los posibles asignatarios forzosos. A final de cuentas, no sería una
donación irrevocable, fue otra figura y, como tal, no formó primero y segundo acervo imaginario.

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