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NEUROCIENCIA 3
I. INTRODUCCIÓN A LA NEUROCIENCIA 3
1.1 Objetivos 4
II. HISTORIA DE LA NEUROCIENCIA 4
2.1 El desarrollo del cerebro humano 7
2.2 Geografía del cerebro 8
III. RELACIÓN MENTE-CEREBRO 11
3.1 El cerebro celular y molecular 11
3.2 La nueva neurociencia 13
IV. CEREBRO-PALEONTOLOGÍA 16
V. LECTURA COMPRENSIVA 18
5.1 Información científica: la importancia de comer lentamente en relación al cerebro, por Koncha Pinós-Pey 18
5.1.1 Razones para hacernos amigos de los palillos 19
VII. RESUMEN 20
Recursos 21
Documentos 21
Enlaces de Interés 21
Bibliografía 21
Glosario. 22
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Neurociencia
NEUROCIENCIA
I. INTRODUCCIÓN A LA NEUROCIENCIA
La cuestión del cerebro y la mente -qué es y cómo funciona- ha atrapado el pensamiento del hombre
desde los orígenes de la filosofía, ya que nunca ha dejado de buscar una respuesta. La primera pregunta
es: ¿el cerebro y la mente son una misma unidad?
En la historia del pensamiento, la mente, el cerebro y el alma han sido tres fórmulas claves para
entender la esencia de una persona.
Mente
De las tres, sin ninguna duda, ha sido la mente la que ha ocupado un lugar predominante.
Alma
Cerebro
Para afrontar las grandes cuestiones acerca de la mente, junto al gran desarrollo de la neurociencia de
las últimas décadas, es imprescindible un abordaje multidisciplinar. Entre las ciencias más
importantes, destacamos las ciencias sociales, pedagogia, arte o medicina.
La neurociencia nos ayuda a comprender uno de los aspectos más relevantes: la comprensión del rol
que desempeña el cerebro en nuestra historia biográfica y como el ser humano confronta el dilema de la
existencia.
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Neurociencia
Cuando cambia tu mente, tu cerebro también cambia debido a que las neuronas se unen y
crean nuevas estructuras neuronales. Lo que fluye por tu mente, esculpe tu cerebro. De este
modo, podemos emplear nuestra mente para cambiar nuestro cerebro, lo que beneficia a todo tu
ser y a cada una de las personas que tengan que ver contigo.
En esta unidad, nos iniciamos en la neurociencia. Haremos un recorrido por la prehistoria de esta
materia y nos instruiremos en las diferentes áreas del cerebro y sus funciones más destacadas. También
veremos la importancia de conocer más de cerca la evolución de la familia humana a través de la ciencia
de la paleontología, acercándonos así a una mayor comprensión del fenómeno del cerebro.
Ha habido algunos problemas que no se han abordado en el pasado: desde Darwin en su teoría del
origen de las especies hasta Galileo Galilei. Pero una cosa es hacer trabajos científicos y otra es
presentar datos fiables.
Los paleontólogos y arqueólogos no suelen acercarse al campo de la neurociencia, quizá porque no les
interesa la tecnología. Excepción a resaltar en la del autor Arsuaga, que ha comprendido perfectamente
la valencia de la evolución de la mente y de la especie y cuyos postulados expondremos en esta unidad.
U n paleoantropólogo es, en cierta manera, un psicólogo que analiza el modo de vida de nuestros
ancestros: causas, condiciones, técnicas, hábitos, costumbres, etc. ¿Qué tiene esto que ver con la
educación? ¿Qué entendemos por historia de la neurociencia? El estudiante sacará sus propias
conclusiones, pese a no ser un gran experto en la materia, para comprender la cadena de la evolución.
Escuchando a aquellos que tienen o que han llegado a descubrimientos clave, podemos ser capaces de
plantearnos algunas cuestiones.
Como afirma Arsuaga "el mayor misterio de la magia se encuentra en nuestro cerebro " (1998).
1.1 Objetivos
Entender cuáles son los principios de la neurociencia.
Relacionar mente y cerebro.
Comprender las diferentes áreas del cerebro y sus funciones.
Introducirnos en la historia de la neurociencia.
Iniciarse en la fascinante aventura de la especie humana.
Conocer la obra de Juan Luis Arsuaga.
Comprender cómo el cerebro ha ido evolucionando.
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Neurociencia
Desde sus orígenes, la neurociencia se ha caracterizado por una visión sintética, integradora y
orgánica de aquellas disciplinas dedicadas al estudio de la neurofisiología y el sistema nervioso. Esta
multidisciplinariedad ha confluido en ciencia básica e investigación clínica. Iniciándose en la década de
los sesenta y setenta en los Estados Unidos con la primera fundación (International Brain Research
Organization), con la implantación del primer programa de formación curricular en el Massachussets
Institute of Technology of Cambridge (Boston).
La inspiración y aspiración de todos estos proyectos fue cooperar juntos desde diferentes
disciplinas, como el ámbito biológico, médico, psicológico y anatómico, para explicar la
complejidad del sistema nervioso. Hoy en día, la investigación neurobiológica ha demostrado
que ese enfoque sistémico multidisciplinar es un planteamiento muy útil y probablemente el
mejor encontrado hasta el momento.
Pero, si tenemos que hablar propiamente de unos orígenes de la neurociencia, nos remontamos a
cuando Thomas Willis publicó su primer Tratado sobre la anatomía cerebral (1664), el primer gran
intento de conocer a fondo el sistema nervioso y especialmente su porción encefálica. Este autor
estuvo muy influenciado por los escritos del filósofo René Descartes e interesado particularmente en
las implicaciones de la filosofía cartesiana para la comprensión y el tratamiento de los problemas
mentales.
El espíritu como una realidad no podía albergar la sede de la enfermedad mental, esta debía residir
en otro lugar del cuerpo. El doctor Willis se adentra en la investigación de la anatomía y la
neurofisiología del cerebro, poniendo una clara diferenciación entre hombres y animales. Se erige
como padre de la neuroanatomía, neurología y neurofisiología. Su aportación clave es la designación
de las diferentes formas, áreas y funciones concretas del cerebro en hombres y animales.
Harlow (1848)
Gage no falleció, pero, pese a perder una parte importante de su corteza cerebral prefrontal,
sobrevivió recuperando incluso su salud física. Harlow, el doctor que llevó su caso, redactó un
artículo que es parte de la historia de la neurociencia, en el que hizo unas interesantes observaciones
sobre el paciente:
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Neurociencia
En la mitad del siglo XX, la psicofarmacología represento una piedra clave en la comprensión del
cerebro y la mente. Muy especialmente en el ámbito psiquiátrico. La psicofarmacología y la
neuroimagen han sido dos piezas claves para la expansión de la neurociencia.
El uso de la neuroimagen nos ha aportado mucha información, datos y conocimiento sobre que son
las funciones cerebrales. Seguimos acercándonos a la comprensión de las estructuras de pensamiento
humano y claramente a todas aquellas funciones que se denominan “superiores” en la mente. La
neurociencia, que pareció no poder aportar nada a nivel práctico, es ahora de gran ayuda para
comprender, emprender y aprender cómo funciona la conducta humana, mediante la activación y la
desactivación de ciertas áreas o centros del cerebro y de cómo este sistema conexiona y dirige el
sistema nervioso central.
Resonancia magnética
La resonancia magnética nos ayuda a detectar cambios en el flujo sanguíneo, por ejemplo,
comprendiendo que sucede cuando un individuo realiza ciertas tareas motoras, y nos alumbra ciertos
paradigmas cognitivos, y metacognitivos. Estás técnicas, sumadas a la tomografía y también a la
magnetoencefalogría, son los artífices de la investigación en todo el campo de la neuroimagen y el
estudio del sistema nervioso.
En 2002, tuvo lugar en San Francisco California, un relevante evento donde se anunció el
nacimiento de una nueva disciplina, la neuroética. Esta nueva disciplina contribuyó a crear las bases
de una nueva orientación que fortalece el estudio profundo de la bioética y que es fuente de interés
para múltiples expertos.
La neurociencia se ha convertido claramente en más que una ciencia, más bien un paradigma
científico, no solo en el ámbito biomédico, sino también en la biología, psicología, educación, derecho o
empresas. El reto de comprender, el funcionamiento de los organismos, no es solo materia biológica.
Queremos saber que pasa en el proceso, y entendemos que la neurociencia, biología y neurofisiología
serán los grandes ámbitos de investigación.
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Neurociencia
Nos enfrentamos al gran reto de comprender cómo funciona un organismo de modo unitario y
cómo desarrolla sus actividades más complejas y elaboradas. Por eso, entendemos que la
neurociencia y la biología harán grandes avances.
Pero cuando nos referimos a las especies, más allá de lo que se pueda plantear como dudas científicas,
nos encontramos solo a las puertas del reino del misterio y gran parte de este misterio se basa en las
relaciones entre mente y cerebro.
La neurociencia es el estudio biológico del cerebro desde una mirada multidisciplinar, desde
lo metacognitivo a lo cognitivo, desde lo molecular a lo celular, pasando por las más pequeñas
redes de neuronas a las grandes redes de percepción hasta llegar al sistema nervioso. (Koncha
Pinós)
El viaje de los seres humanos es el viaje de su cerebro y su centralización en la cabeza. Cuanto más
compleja sea esta organización, mayor será la capacidad de dar respuesta del animal a su entorno externo
e interno.
Para sobrevivir, los mamíferos o las aves del Mesozoico (hace doscientos cincuenta millones
de años), desarrollaron cerebros diez veces más grandes que sus ancestros en relación al peso
corporal. Entre los beneficios de tener este tamaño de cerebro, estaba la capacidad de
mantenerse calientes mediante la temperatura corporal, las redes sociales primitivas, el
desarrollo del cuidado paterno, el aprendizaje y el uso de herramientas.
Todos los mamíferos no crecieron igual en proporción ni en sus funciones: el cerebro de cada
criatura estaba organizado para lidiar mejor con el mundo con el que debía enfrentarse.
En el momento de la concepción, todo lo que se puede observar de los seres es una única célula, el
resultado de la penetración del óvulo de la madre y el esperma del padre. Pero, dentro de ella, invisible,
está el ADN, el plan genético que dirigirá la construcción de un cuerpo entero.
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El futuro cerebro se gesta de modo perceptible a unas cuatro semanas y después con la
formación de una estructura en forma de cuchara, de apenas una célula de grosor: la placa
neural. A lo largo de esta, hay un surco neural que la divide en una mitad derecha y una mitad
izquierda. La placa neural se plegará y sus dos lados se fundirán para dar forma al tubo neural,
del que surgirán tres protuberancias: el cerebro anterior, cerebro medio y cerebro posterior.
Durante unos meses más, estas aumentarán, se doblarán y expandirán para formar las principales
divisiones del cerebro: el telencéfalo, el tálamo, el hipotálamo, el cerebelo y la médula. Solo
estas tres estructuras resultan visibles: los hemisferios cerebrales, el tronco del encéfalo debajo
de este, ubicado en la parte posterior del cerebro, y el cerebelo. El resto de estructuras están
ocultas dentro de la expansión de los hemisferios cerebrales; se trata de más del 85% de la masa
encefálica.
Más delgada que una cáscara de naranja, la corteza cerebral contiene dos tercios de los cien
mil millones de neuronas del cerebro humano. Contiene no solo la mayoría de las neuronas, sino
también la mayoría de sus conexiones. La corteza humana es diez veces más grande que la de un
macaco y mil veces más que la de una rata.
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Neurociencia
Tradicionalmente, los neurocientíficos han dividido el cerebro en regiones separadas y han ofrecido
una especie de manual acerca de las funciones de cada región. Aunque esto es útil y sirve de base para el
estudio de la neurología o neurocirugía, es importante recordar que estas divisiones son divisiones
artificiales. Los lóbulos no están aislados, sino que se comunican mediante las fibras de asociación. El
90% de la comunicación que tiene lugar en el cerebro se realiza a través de esas fibras que el cerebro
utiliza para hablar consigo mismo.
Desde fuera, el cerebro se divide en tres partes diferenciadas, pero interconectadas: cerebelo, tronco
cerebral y cerebro.
Cerebelo
Es uno de los centros nerviosos constitutivos del encéfalo, que ocupa la parte posterior de la
cavidad craneana. (RAE, 2014)
Cerebro
El cerebro tiene un sistema de protección mediante la estructura ósea del cráneo y se haya cubierto
por unas finas membranas denominadas meninges. La más externa se conoce como duramadre (que
va adherida a los huesos), la intermedia es llamada aracnoides y a la inferior es conocida como
piamadre. No es liso, está lleno de pequeños pliegues cerebrales llamados circunvoluciones. Estos
pueden ser de mayor o menor profundidad. Las partes delantera, media y posterior se corresponden
con los lóbulos frontal, parietal y occipital, mientras que el pulgar de la bolsa se corresponde con el
lóbulo temporal.
Tronco cerebral
Podemos denominar tronco cerebral a aquella parte estructural que se haya incluida entre el cerebro
y la médula espinal; más conocida como mesencéfalo o cerebro medio (conteniendo el puente de
Varolio y bulbo raquídeo).
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El cerebro humano
Podemos explicar el cerebro humano como dos grandes áreas, más o menos simétricas a las que
denominamos hemisferios. Cada uno de los mismos, se subdivide a la vez en cuatro lóbulos diferentes.
Lóbulo occipital
Aquí habita la corteza visual, donde residen funciones como nuestra capacidad de ver y también de
interpretar aquello percibido.
Lóbulo parietal
Juega un importante rol en los procesos sensoriales de las diferentes partes de nuestro cuerpo,
manipulación de los objetos, relaciones, etc.
Lóbulo temporal
Las capacidades principales de este lóbulo afectan a la memoria, el recuerdo de las palabras, la
designación de los objetos.
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Lóbulo frontal
Relacionado con el control de los impulsos, la capacidad de evaluar a corto, medio y largo plazo, el
lenguaje, la memoria funcional, sistema motor, sexualidad, socialización y fluidez espontanea.
También se encarga de la planificación, coordinación, ejecución y control de las conductas.
Por tanto, el cerebro está constituido por neuronas y fibras nerviosas. Las neuronas forman una
sustancia gris que forma la corteza cerebral (de dos a tres milímetros de espesor).
L a s funciones básicas del cerebro son: percepción, retención, análisis, emisión y control. Su
funcionamiento se ejecuta gracias a sus dos hemisferios, izquierdo y derecho, y a la corteza cerebral que
los cubre. Cada hemisferio realiza funciones diferentes pero a la vez se interconectan.
Hemisferio derecho
Acoge, elabora y expresa todas las informaciones relativas al espacio y a los sentidos, visual,
icónico, no racional y creativo. Es el hemisferio más relacionado con las capacidades visuespaciales,
el arte, etc.
Hemisferio izquierdo
Acoge, elabora y capta toda la información conceptual, es el más lógico, matemático, analítico y
verbal; es racional, crítico y científico.
Esa parte lógica y razonable, pero también emocional e impredecible, somos nosotros. Los seres
humanos sentimos al tiempo que reflexionamos. El sistema límbico, el medidor de todo lo relacionado
con las emociones, consiste en un conjunto de regiones interconectadas que forman un circuito
emocional en lo profundo del cerebro.
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Neurociencia
Cuando observamos a través del microscopio, todas las células cerebrales (neuronas) muestran una
estructura similar. Si damos rienda suelta a la imaginación, podemos ver que son como una auténtica
arboleda. Las células reciben información a través de las dendritas, que son unas prolongaciones
delgadas y de aspecto delicado como ramas. Desde la célula nerviosa, la información se transmite a
través de una estructura larga, con forma de raíz, principal, denominada axón.
Gracias a observaciones realizadas con potentes microscopios, sabemos que las neuronas no
están ligadas físicamente entre sí, están separadas por la unión de sinapsis (enlace en griego).
Las células gliales, cuyo número supera al de las neuronas en un factor de, por lo menos, cincuenta a
uno, contribuyen a mantener la estructura del cerebro, aceleran el flujo de la información entre las
neuronas y, como se ha descubierto recientemente, ayudan a las neuronas en la trasmisión de
información.
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Neurociencia
Cualquier consideración del cerebro a nivel celular ha de tener en cuenta dos hechos:
1º
En primer lugar, la complejidad y la singularidad del cerebro tienen poco que ver con su composición
física exclusivamente. El cerebro está compuesto de elementos comunes: carbón, nitrógeno,
hidrógeno, fósforo… Parece fácil y, a la vez, es único.
2º
En segundo lugar, muchos de los mensajeros químicos utilizados por el cerebro para comunicarse se
encontraban en organismos celulares nacidos hace más de ochocientos cincuenta millones de años.
Por lo tanto, podemos decir que, al igual que nosotros, las primeras criaturas vivientes se comunicaron
entre sí mediante una combinación de impulsos eléctricos y señales químicas.
Aunque no conocemos con seguridad el número exacto de neurotransmisores, cada uno tiene
múltiples receptores, lo que contribuye a explicar la maravillosa variedad y sutileza de las respuestas
cerebrales. Esta multiplicidad de receptores es una de las razones por las que una explicación total del
cerebro quizá termine revelándose como una meta imposible de alcanzar. Algo todavía más difícil es la
relación entre el cerebro y nuestra mente.
El estudio del cerebro será la materia más importante del siglo XXI. Si cogemos los planes de
estudios de cualquier universidad, tienen neurociencia como el centro de su modelo, desde la
medicina hasta la economía, la filosofía, el derecho, la psicología o la educación. En los últimos
años, la neurociencia se ha fusionado con muchas otras disciplinas, generando nuevas áreas
como neuroeducación, neuropsicología, neurofilosofía, neuromarketing, neuroeconomía o
neurofinanzas.
El cerebro está ya vagando por todos los departamentos universitarios, donde los profesores
debaten si la verdad estará detrás de un scanner o habrá que hacer más investigación de campo.
Es tiempo de investigación del cerebro y de grandes descubrimientos. Pero tampoco tenemos
que dejar de pensar en que no sabemos casi nada. Los medios con los que hoy valoramos y
medimos el cerebro habrán cambiado en cinco años. Incluso el exceso de neurocelo científico
ocasional ha llegado a exagerar muchísimo la capacidad de revelar por parte de la neurociencia
el contenido oculto de nuestras mentes.
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Neurociencia
Tan solo en los últimos cinco años se han invertido más de cuarenta billones en diferentes
proyectos. Algunos tan sugerentes como:
Mapear el cerebro humano. El objetivo es aclarar las vías neurales que subyacen a la
función del cerebro y el comportamiento.
BigBrain. Programa que escanea hasta veinte micrones, forma parte del gran proyecto
de Human Brain Project.
Cerebro de nanotecnología. El objetivo es construir circuitos artificiales que
imitarían las funciones del cerebro. Prótesis cerebrales o incluso cerebros sintéticos.
Optogenética. Técnica que combina la óptica y la genética de las neuronas que
controlan los genes.
La ciencia occidental ya considera que cambiar la mente es como cambiar el cerebro. Muchos
creen que hay factores trascendentales que trabajan fuera de la mente y que inciden en esta en términos
de energía y materia.
Sin dejar de reconocer la posibilidad de otras preguntas sobre la mente y el cerebro, en las últimas
décadas, ha sido importante lo que se investigaba y desde dónde se investigaba.
La creciente sinergia entre la ciencia y la práctica contemplativa son un recurso fundamental para
observar el equilibrio sin fin sobre el filo de la espada. Evolucionar solo será posible si somos más
hábiles en el manejo de los patrones reactivos de la mente y, por tanto, del cerebro.
Pero, ¿qué es lo que cambia, la mente o el cerebro? Los científicos han demostrado que ambos se
cambian mutuamente y eso ha hecho que se abran muchas puertas en la profundización de la práctica.
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¿Cómo la mente construye al cerebro y el cerebro construye a la mente? ¿Desde dónde debemos
observar ese fenómeno? La neurociencia también se está ayudando de tradiciones contemplativas. A
priori, puede parecer bastante diferente pero grandes mentes y grandes ideas han investigado en este
creciente campo de los estudios neurocontemplativos, examinando la conciencia y su relación con
cerebro y mente.
Aunque la ciencia pone gran énfasis en la experiencia y la razón, sus métodos de investigación y
verificación son radicalmente diferentes a los de ciertas tradiciones contemplativas. Cada disciplina tiene
sus propias técnicas claramente establecidas y sujetas a la comprobación de hipótesis. Sin embargo,
debido a sus metodologías radicalmente diferentes y aisladas, cada día dialogan más.
Neurociencia
Examina los procesos mente-cerebro objetivamente en gran medida, utilizando una tecnología cada
vez más y más sofisticada.
Tradiciones contemplativas
En el futuro, la neurociencia tendrá que dialogar más con la conciencia, con el fenómeno mente y vida,
y enfrentarse a preguntas como: ¿Son estas disciplinas incompatibles o podrían ser consideradas como
complementarias las unas de las otras? ¿Habrá maneras científicas de probar los fenómenos que suceden
en la conciencia?
Que se añaden miles de millones de conexiones sinápticas (y, por lo tanto, un engrosamiento
mensurable de los tejidos del cerebro) en las regiones del manejo del control de la atención y la
conciencia sensorial.
Aumenta la serotonina, el neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo y el sueño.
Cambian las ondas cerebrales, dependiendo de si estás haciendo una actividad de
concentración contemplativa o no.
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Si el lado izquierdo de los lóbulos frontales son cada vez más activos en comparación
con el derecho, la persona se vuelve más propensa a las emociones positivas.
Si aumenta la serotonina a través de medicamentos o por medio de activar el
triptófano, se puede salir de la depresión, tener más atención y madurar
psicológicamente.
Si los circuitos del sistema nervioso parasimpático se calman, este se vuelve más
sensible y se amortiguan las reacciones de estrés y ecuanimidad.
Imagina por un instante que uno de nuestros primeros ancestros de mamíferos, una pequeña
criatura parecida a una rata, corre porque la persigue un dinosaurio. Las sensaciones que sufrió
en la persecución, las piedras que vio, las flores que olió… todo está grabado en su cerebro. No
están grabados los datos, sino el circuito mediante el cual sus genes estaban nerviosos ante las
amenazas. Hoy, en la amígdala, el hipocampo o las estructuras relacionadas, tenemos cableadas
esas experiencias. Están disponibles y se pueden recuperar rápidamente si es necesario.
Por lo tanto, nuestro cerebro es la suma de experiencias negativas y positivas. En este momento de
la humanidad, este sesgo integrado de experiencias negativas se intensifica, dando lugar a estrés y
reactividad. Con el tiempo, estas experiencias se acumulan en la memoria implícita, proyectando
sombras sobre el estado de ánimo y oscureciendo el paisaje. El sesgo de la negatividad en el cerebro ha
alimentado todos los obstáculos y el sufrimiento, socavando la motivación y las cualidades saludables.
Por eso, para producir estados positivos de la mente, que incidan en un cambio en el cerebro, hay que
insistir en el cultivo de cualidades positivas.
IV. CEREBRO-PALEONTOLOGÍA
La condición humana no es únicamente abordable desde la psicología o la educación. Hoy
aprenderemos una perspectiva única de la mano de un referente internacional en paleontología: Juan
Luis Arsuaga.
La vanguardia de la mente comienza hace miles de años en la paleontología. Es difícil hablar del ser
humano contemporáneo sin hacer ese viaje fantástico por nuestra especie. Es justo y además coherente
que así sea, ya que España también ha sido la cuna de los grandes descubrimientos de la mente en la era
prehistórica. Fue Altamira la fuente de ese gran núcleo de saber.
J. L. Arsuaga nos recuerda que, en la naturaleza, solo hay dos formas de estar: vivo o extinguido. En
ese sentido, decimos que las especies que se han extinguido han fracasado porque ya no forman parte del
núcleo de la biosfera. Así de implacable y lógica es la naturaleza. Lo peor adaptado es reemplazado por
otro.
Para poder definir este concepto de superioridad fuera de este contexto de éxito o fracaso, tendríamos
que preguntarnos qué entendemos por una especie superior o inferior. Darwin se hacia la misma
pregunta: ¿Es inferior la flora australiana a la flora europea? Y se contestaba a sí mismo que, para
saberlo, lo único que podemos hacer es trasplantar en ambos sentidos y en función del resultado observar
qué pasa.
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Hay especies en un hábitat que son superiores, pero fuera de este no lo serían. Eso nos lleva a la
conclusión que los hallazgos de la ciencia partiendo de un mismo hecho, tienen interpretaciones
diferentes. Sobre todo si se interpretan desde diferentes fuentes disciplinares. Hablar de ciencia y de
prehistoria es hablar de la búsqueda del ser y su proceso de superación .
Para conseguir cualquier cosa, hay que esforzarse y eso es lo que vamos a hacer, dar un repaso a la
evolución humana. El mayor misterio de la magia se encuentra en nuestro cerebro. En los últimos años,
los avances en neurociencia nos han dado a conocer más a los científicos sobre las limitaciones del
cerebro humano y los mecanismos neuronales de la atención, lo fácil que es distraernos.
El universo es demasiado grande, está demasiado lleno de detalles y estímulos. Solo la magia y el
pensamiento nos han permitido descubrir el fraude de la ilusión. Las personas somos conscientes de, por
un lado, la realidad y, por otro, lo que aparenta ser.
J. L. Arsuaga
Además, se trata asuntos relativos al comportamiento social, el clima, el origen del lenguaje, el
funcionamiento del cerebro… todo ello intentando comprender cómo vivían nuestros antepasados.
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Figura 4. Juan
Luis Arsuaga. Fuente: Paleorama
V. LECTURA COMPRENSIVA
En países como China, Vietnam, Japón y Corea, casi un tercio de la población mundial come
tradicionalmente con palillos. Se trata de una forma elegante de comer que permite apreciar más los
alimentos y, al mismo tiempo, hace que comamos más despacio. Además, la medicina china considera
que la manipulación de los palillos en el acto de comer influye positivamente en la salud física, pues la
mano mueve cerca de cuarenta puntos vitales. En los niños, ayuda también a desarrollar la motricidad
fina.
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Hace muchos siglos, en Japón, solo se usaban los palillos para ofrecer cosas sagradas a los
dioses. La comida de las ofrendas no podía ser tocada por mano humana, sino con los palillos
sagrados. Estas costumbres rituales se siguen usando hoy en día. Las barras son idénticas, en un
extremo el alimento se destina a los dioses y el otro a las personas. Se puede decir que los dioses
japoneses y los japoneses comparten los palillos. Los palillos son muy importantes en la cultura
japonesa como una forma muy refinada de agradecer a las deidades sus protecciones naturales,
alimentar a la lluvia, la tierra, el viento, el sol, o simplemente regalar a un amigo. Más del 85%
de los palillos japoneses se producen en una ciudad llamada Obama a dos horas de Kyoto.
En Japón, es normal usar los propios palillos o cuencos de arroz. No se comparten con los
demás y, a veces, se viaja con ellos. Con los palillos, se puede comer todo, desde sushi hasta
arroz. Quizá por eso son tan hábiles en precisión fina.
El uso de palillos para comer mejora el cociente intelectual de los niños y la capacidad de operar
en procesos abstractos. La investigación científica también ha encontrado datos relevantes sobre el
desarrollo del cerebro en ciertas áreas y el uso de los dedos. Al utilizar los palillos, se ponen en marcha
más de treinta articulaciones y cincuenta músculos de los hombros, palmas de las manos y dedos: todo
un ejercicio.
La zona más relevante es la de los pares craneales. Si normalmente empleamos una media hora
comiendo, teniendo en cuenta que comemos al menos tres veces al día. Los niños que tienen el hábito de
comer con palillos son más ingeniosos, de pensamiento más rápido, cuerpo flexible y saludable. Por lo
tanto, si quiere que sus hijos se vuelvan más inteligentes y saludables, permítales que usen los palillos
antes de los tres años de edad.
El uso de los palillos también mejora la coordinación ojo-mano, el desarrollo del cerebro que regula la
confianza en uno mismo, la conciencia y aporta presencia plena a la mesa. No te limites a usar los
palillos para comer. Si es posible, come conscientemente y disfruta de cada bocado.
Centrarse y concentrarse en comer con gracia es una habilidad de perfeccionamiento que podemos
ir desarrollando. Ser consciente de qué comes, cómo lo comes y cómo te sientes es igual a ser más feliz.
Los estudios clínicos sobre el uso de los palillos (en niños, personas con estrés, cáncer o trastornos
cognitivos) nos muestran cómo estos equilibran y aumentan zonas del cerebro fundamentales para dar
calidad a nuestra vida.
Aumenta la creatividad
Los expertos dicen que podemos estimular el hemisferio derecho del cerebro trabajando con la
mano no dominante, especialmente si intentamos comer con palillos.
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Existe una investigación que revela que los niños que usan los palillos tienen un aumento del 9 %
del cuerpo calloso -la parte del cerebro que conecta con los dos hemisferios-, por lo que los palillos
son recomendables para los niños que tienen problemas cognitivos como déficit de atención,
hiperactividad o dislexia.
Abre la mente
Parece ser que el uso de una mano muestra las elecciones en la vida. Un estudio reciente de la
Universidad de Stanford, hecho por David Casasanto, respalda la teoría de la mano y la importancia
de hacer servir instrumentos diferentes para sus entrenamientos, como los palillos.
VII. RESUMEN
La neurociencia nos ayuda a comprender uno de los aspectos más relevantes: la comprensión
del papel que juega el cerebro en la vida y el comportamiento del ser humano, o el problema de
la conciencia.
En el futuro, la neurociencia tendrá que dialogar más con la conciencia, con el fenómeno
mente y vida, y enfrentarse a preguntas como: ¿Son estas disciplinas incompatibles o podrían ser
consideradas como complementarias las unas de las otras? ¿Habrá maneras científicas de probar
los fenómenos que suceden en la conciencia?
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Neurociencia
Recursos
Documentos
El gen egoísta
El-gen-egoista.pdf
El gen egoísta.Las bases biológicas de nuestra conducta.Richard Dawkins
Historia de la neurociencia
Unidad1_historianeurociencia.pptx
Presentación Power Point.
Historia de la neurociencia II
Unidad1_2historianeurociencia.pptx
Presentación Power Point.
Enlaces de Interés
http://www.paleorama.es/
http://www.paleorama.es/
http://www.paleorama.es/
https://www.youtube.com/watch?v=FL8RfLmdLWU
https://www.youtube.com/watch?v=FL8RfLmdLWU
https://www.youtube.com/watch?v=FL8RfLmdLWU
Bibliografía
Lectura recomendada: Astington JW. El descubrimiento infantil de la mente. Madrid:
Morata; 1998.
Lectura recomendada: Barkow J, Cosmides L, Tooby J. The Adapted Mind: Evolutionary
Psychology and the generation of culture. N. York: Oxford Univ. Press; 1992.
Lectura recomendada: Baron-Cohen S. ¿Son los niños autistas mejores físicos que
psicólogos? Infancia y Aprendizaje, 84, 33-43; 1998.
Lectura recomendada: Baron-Cohen S. La gran diferencia: cómo son realmente los cerebros
de hombres y mujeres. Barcelona: Amat Editorial; 2005
Lectura recomendada: Baron-Cohen S, Leslie A, Frith U. Does the autistic child have a
'Theory of Mind'?; 1985.
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Neurociencia
Glosario.
Neurociencia: Estudio biológico del cerebro desde una mirada multidisciplinar, desde el
metacognitivo al cognitivo, desde el molecular al celular, pasando por las más pequeñas redes
de neuronas a las grandes redes de percepción, hasta llegar al sistema nervioso.
Neurogénesis: En seres adultos, fue descubierta apenas en el último tercio del siglo XX.
Hasta hace pocas décadas se creía que, a diferencia de la mayoría de las otras células del
organismo, las neuronas normales en el individuo maduro no se regeneraban, excepto las
células olfatorias.
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Neurociencia
Neurona: Del griego νεῦρον [neuron], ‘cuerda’, ‘nervio’). Tipo de células del sistema
nervioso cuya principal función es la excitabilidad eléctrica de su membrana plasmática.
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