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2- Defina y explique, utilizando el enfoque del curso, los episodios monstruos que marcan
el presente histórico en Europa Occidental, Europa Oriental y Estados Unidos.
Tesis: los “acontecimiento monstruo” marcan una ruptura, en la cual ya no es posible
entender “el presente” bajo los esquemas de inteligibilidad históricamente empleados, se
constituye así un “nuevo presente” con dinámicas disimiles, para el cual, se deben generar
nuevos marcos interpretativos.
Primeramente, creo necesario reflexionar, respecto de lo que es, un episodio monstruo,
qué lo caracteriza y configura como tal. La preponderancia de los episodios monstruos
radica en su incidencia en la configuración del tiempo presente, son la evidencia material y
simbólica de un proceso el cual incide de manera significativa en configurar nuestra
sociedad en términos: ideológico, social, económico, etc.
Del acontecimiento monstruo nacerían las características esenciales de una época, es un
punto axial sobre el cual se construye un nuevo modelo de inteligibilidad. Estos momentos
propician el desarrollo de una autoconciencia de la coetaneidad y definen la posibilidad
histórica de cada presente, se configura así un nuevo marco en que la historia es explicada,
surgiendo del propio acontecimiento. De este modo la sucesión de “los presentes” está
ligada al cambio histórico en función de los acontecimientos monstruos que constituyen lo
coetáneo. Así cada generación de hombres identifica el momento axial o acontecimiento
monstruo que constituye su presente, cargándolo de una serie de significaciones. Es por
ello que la importancia decisiva de estos acontecimientos, al ser creadores de situaciones
nuevas, radica en que se constituyen como puntos de partida de lo que puede definirse en
términos temporales como presente.
Episodio monstruo de occidente: el holocausto judío.
Por holocausto entendemos la práctica de genocidio (étnico, político y religioso) ejercida
bajo el régimen de la Alemania Nazi sobre el pueblo judío en el trascurso de la Segunda
Guerra Mundial, teniendo lugar el “exterminio” en todos los territorios que ocupo Alemania
en Europa durante el transcurso del suceso bélico. De este modo, el genocidio judío no se
materializo exclusivamente en Alemania, este se llevó a cabo en el “corazón” de Europa
occidental contando, por ejemplo, con el colaboracionismo francés.
Creo que el holocausto sin lugar a duda marca un antes y un después en la cultura
occidental. El nazismo fue una ideología aberrante que buscaba imponerse en el orden
mundial, bajo supuestos de supremacía racial que implicaban el exterminio de aquellos que
no pertenecieran a la “raza aria”, con énfasis en el pueblo judío. De este modo el genocidio
judío tuvo por finalidad concretar un proyecto que implicaba remodelar biológicamente a
la humanidad, en donde el exterminio de las victimas fue un fin en sí mismo y no un simple
medio. Es por lo que los nazis llegaron al extremo de creer tener la facultad para decidir el
lugar y el tiempo del exterminio de aquellos que consideraban no debían vivir sobre la
tierra. Esto lineamientos fueron sumamente planificados, bajo una autoridad que busco el
exterminio de un grupo humano especifico. Se ejercía una suerte de racionalidad del
“terror” que podemos evidenciar de manera clara en los campos de concentración, ejemplo
de ellos es Auschwitz, en donde los prisioneros eran asesinados en lo que podríamos
denominar un sistema industrializado de exterminio, con una funcionalidad racional
homologable a la lógica de una cadena de producción.
Este acontecimiento monstruo marca un antes y un después, el genocidio y la ideología que
hay detrás de este se constituyen como la evidencia de un paradigma de la barbarie
humana. Razonamientos como los que impulsaron los nazis, son intransables en nuestra
sociedad actual (al menos por la mayoría), no puede caber en los imaginarios de una
sociedad, que su consolidación, este relacionada con el exterminio del otro, por el contrario,
debemos regirnos por valores relacionados con el respeto hacia el otro y su inclusión.
El trauma que generó en la sociedad occidental el holocausto marcó un precedente, el cual
dejó en evidencia al extremo hasta el cual podían llegar los aberrantes crímenes cometidos
por el ser humano. Es un acontecimiento que ha quedado marcado como uno de los hechos
más “monstruosos” en nuestra historia, estableciéndose como un paradigma en los
imaginarios de nuestra sociedad respecto de lo que se No debe hacer nunca más.
El impacto del holocausto en las memorias alemana y francesa.
Aquellos estados que llevaron a cabo la política de exterminio del pueblo judío ya sea
directamente o colaborando tendrán que rendir cuentas sociales ya sea para “lavar su
imagen” o por las contradicciones que pudiera haberles generado ser parte de uno de los
episodios más crueles de la historia humana.
Alemania: según Marcuse las memorias alemanas se desarrollan en tres categorías:
Victimización: bajo esta categoría el pueblo alemán habría sido una víctima de los nazis y
de sus aliados, es una revictimización constante, la cual se relaciona a su vez con el tratado
de Versalles y con la división del país.
Ignorancia: la premisa aquí es que el pueblo alemán no sabía lo que estaba sucediendo, no
había conocimiento del exterminio, los campos de concentración eran espacios restringidos
y creían que estos eran habitados por individuos que cometían delitos. Los alemanes
nacidos después de los “80” se desligaban de lo hecho por sus antepasados puesto que ni
siquiera vivieron la guerra. Esto último conlleva contradicciones puesto que Alemania sufría
porque esta nueva generación no quería abrir espacio a la memoria.
Resistencia: hay una memoria que realza que hubo resistencia contra la política nazi,
ayudaban a escapar o escondiendo a judíos. Además, sostienen que la población hizo
cuanto pudo para evitar que existieran los campos de concentración.
Francia: el “síndrome vichy” caracteriza el problema que ocasiona la memoria a los
franceses que deben recordar su participación en la segunda guerra mundial. Los franceses
se ven tensionados por el colaboracionismo, es por esto que elaboraron una memoria
caracterizada por el heroísmo y la resistencia frente a la ocupación nazi.
Para 1940 Alemania invade a Francia ocupando la mitad de su territorio. Se pacta un
acuerdo de colaboración con el espacio no ocupado. Para Francia era un “conflicto” aceptar
su colaboración con los nazis, esto se resuelve cuando en 1995 generan una memoria oficial.
Anteriormente existían dos memorias emblemáticas, una era la del estado nación presidida
por de Gaulle -lideró la resistencia contra la Alemania nazi- y la otra del partido comunista
como sujeto especifico. De Gaulle instala una retórica del heroísmo al plantear que Francia
no era la república francesa al momento de la invasión. Fue el gobierno de Petain y no el de
los franceses el que colaboró.
Acontecimiento monstruo de oriente: La caída del muro y la desintegración de la UR.SS.
1989-1991.
Como he señalado anteriormente, todo tiempo histórico -en este caso el presente- surge
de una matriz o acontecimiento monstruo del que nacen las características esenciales de
esta época.
1989 se constituye como un acontecimiento histórico símbolo de un cambio que conllevo
consecuencias a nivel mundial, por ello podríamos aseverar que este acontecimiento abre
una nueva época. 1989 es un acontecimiento que modifica la visión del mundo y la propia
situación vital de una generación nueva, lo simbólico supero a lo factico. Como primer
efecto podríamos señalar el sentido de vuelta a una “vieja Europa” en donde desaparecían
las consecuencias mas visibles de la revolución. 1989 es simbólico, lo trascendente fue el
proceso de fondo el cual desencadeno un salto histórico de carácter cualitativo, todo el
entorno de países del socialismo real que rodeaban a la UR.SS. en Europa y muchos de los
países que habían formado la propia unión emprendían caminos particulares para
abandonar el socialismo. Poco tiempo después comenzó la Guerra del Golfo dando
comienzo a una singular nueva guerra de los Balcanes. Se dan cambios de orden interno en
muchos países, pero fundamentalmente cambia la propia estructural del orden
internacional y la posición de las dos grandes concepciones ideológicas enfrentadas.
En palabras de Aróstegui (2004) “El mundo de hoy es incuestionablemente distinto del que
forjaron y vivieron los herederos de la gran Guerra Mundial de mediados del siglo XX. La
inteligibilidad histórica del momento presente no parece posible fijarla ya según esa matriz
histórica que se forjo en aquel tremendo acontecimiento”. (p.219). El socialismo real, en un
mundo que era bipolar, desapareció como alternativa proyectual tras la fecha simbólica de
1989, lo que conllevó que el proyecto capitalista terminara imponiéndose. En nuestro
tiempo coetáneo es evidente que la matriz histórica que sirvió de eje interpretativo de la
historia universal en la segunda mitad del siglo XX No explica la realidad en que vivimos
actualmente.
Sin lugar a duda la coyuntura del final de la Guerra Fría nos ha aportado una nueva
referencia, para la inteligibilidad de la historia mundial en la segunda mitad del siglo XX y
para orientar lo que actualmente entendemos por tiempo presente. Las nuevas formas de
dominio sobre la naturaleza, la biotecnología la informatización, la globalización van
señalando el camino de un “nuevo mundo” que no acaba de instaurarse del todo. Es
probable que la crisis mas onda de nuestro propio tiempo provenga de la desaparición de
las certezas del anterior y de la inseguridad de poder sustituirlas por otra.
Casos representativos del desarme de la UR. SS: Yugoslavia, Chechenia.
Yugoslavia: la Republica Federalista Socialista de Yugoslavia, estaba compuesto por seis
repúblicas socialistas -Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro,
Serbia-, era gobernada por Tito desde la segunda guerra mundial, tiene un régimen de
partido único. Los problemas surgen cuando muere Tito y el Estado que no había
desarrollado una institucionalidad prospera pierde legitimidad. La des legitimidad de la
república es doble, por un lado la ya señalada muerte de su líder, por el otro, el desarme de
la base ideológica comunista, esto trae efectos estructurales de gran significancia ya que
otros líderes comienzan a disputar el poder, planteando diversos y contradictorios
proyectos. Parte una lucha independentista, la desarticulación se da de norte a sur.
Chechenia: tras la caída de la UR.SS. deciden voluntariamente no formar parte de una
federación rusa. En 1991 declaran su independencia, la cual no es reconocida por Rusia,
para 1994 envía tropas comenzando una guerra entre un ejercito formal y una guerrilla
paramilitar. Rusia el año 1996 retira sus tropas sin haber podido controlar la guerrilla,
además este año termina por reconocer la independencia de Chechenia.
Para 1999 comienza la segunda Guerra de Chechenia, Rusia lo acusa de expansionismo por
anexarse un territorio que estaba fuera de sus fronteras. Durante este conflicto se
desarrollan acciones violentas terroristas, como bombas en lugares civiles. También existen
conflictos internos debido a la existencia de grupos armados conducidos por el
fundamentalismo y otros que son nacionalistas. Es un Estado en disputa, no tienen un solo
líder, sino que distintas disputas dentro de una sola guerra. En el 2000 Putin logra el control
de la región, pero es un conflicto abierto relacionado con el fundamentalismo islámico que
libra su “guerra santa”.
Según lo discutido en clases.
La caída de la UR.SS. en tanto tiene las características que la constituyen como un
acontecimiento monstruo es muy relevante para efectos de la configuración del tiempo
presente. La relevancia histórica y la variedad de fuerzas que confluyen en este
acontecimiento nos obliga a mirarlo desde diversas perspectivas.
Tras la caída del muro se generalizan las contradicciones, una de ellas es la misma caída y
desintegración de la UR.SS. junto con los países del este. Estos acontecimientos no son
locales, mas bien tienen un impacto en todo el orden. Antes teníamos claridad respecto del
orden mundial imperante, hoy no tanto. En la actualidad con el liderazgo mundial ejercido
por EE. UU. se habla de un mundo unipolar el cual tiene a USA a la cabeza de la economía
mundial, esto entra en tensiones ante el reposicionamiento de China y Rusia en la esfera
global.
La desintegración de la UR.SS. se puede dividir en tres momentos: en primer lugar, en la
esfera política se desintegra el partido único, surgiendo el pluralismo. Al surgir diferentes
liderazgos se complejizan las diferencias lo que hace compleja la tarea de llegar al desarrollo
de un proyecto de unidad programática y estratégica. Además, surge un particularismo
emergiendo una gran cantidad de proyectos los cuales son poco viables, dificultando aun
más la opción de llegar a acuerdos. En segundo lugar, se desarrolla una apertura hacia los
medios de comunicación, emerge un sindicalismo, luego viene una etapa de intento de
institucionalización para crear una constitución y definir un sistema de gobierno, se generan
modelos que se encuentran en disputa y son difíciles de materializar. Por ultimo se avanza
hacia una transformación del modelo económico de mercado no centralizado, en algunos
casos nacionales el mercado entra rápidamente en otro mas lento. A mediados de los “90”
los países aún estaban transitando a un modelo económico neoliberal, lo cual implicaba un
sistema radicalmente opuesto a lo que habían vivido hasta ahora.
Desde mediados de los “90” en cuanto a lineamentos políticos, había 3 grupos de países:
los que habían avanzado a la transición, donde se había interrumpido, y aquellos países que
formaran parte de la federación rusa donde se reorganiza el Estado con múltiples
republicas. De este modo se pone termino a un sistema político y económico central
planificado, el cual funcionaba, no a cabalidad, pero satisfacía las necesidades de recursos
básicos. La desarticulación de este sistema está relacionada con el termino de un régimen
de propiedad estatal, esto conlleva convertir en propiedad privada gran parte de lo que
antes era propiedad estatal. Así durante este periodo abordado se produjo el conjunto de
acontecimientos mas importantes de toda la segunda mitad del siglo XX: la crisis, intento
de reforma y hundimiento de los regímenes del socialismo real Europa y en Asia occidental.
El impacto en la memoria.
El socialismo real se planteaba como un paradigma de sociedad que se caracterizaría por
una gesta humanista de igualdad y de superación de las injusticias y traumas generados por
el capitalismo. Con la caída de la UR.SS. se desmantela un sistema político, pero con ello
también un imaginario de transformación de la sociedad que muchos anhelaban. Se instala
un capitalismo salvaje, en que buena parte de la población se siente desamparada cuando
recuerdan un pasado en que eran protegidos, puesto que constaban con beneficios
sociales. Surge de este modo una memoria de anhelo al pasado por recuperar la
preponderancia que había alcanzado la UR.SS. se rememora un gobierno que avanzó en una
economía centralmente planificada con distribución de áreas de producción. La caída del
muro conlleva una ruptura, es un episodio traumático es un hito temporal en donde
confluyen procesos y se acelera la historia de manera profunda. Hay una ruptura total entre
un momento y otro que conlleva una reestructuración del presente en Europa del este.
Acontecimiento monstruo en EE. UU: 11 de septiembre.
Según lo discutido en clases: el 11 de septiembre ocurre un acontecimiento que va mucho
mas allá de los hechos cotidianos y colectivos. Marca una ruptura en la historia occidental,
es posible concebir este acontecimiento como un punto de inflexión que configura un
nuevo orden mundial. EE. UU. muestra su hegemonía militar la cual se ha expresado de
forma mediática y con usos políticos. De ahora en adelante empleara como discurso
legitimante de la ocupación e intervención en otros países, la defensa de la democracia, la
libertad, la exportación de la civilización, sancionará a los países que no se amparen en esta
lógica política. Es un hito que tiene que marca un antes y un después, pero a la vez tiene
muchos elementos de continuidad. El 11s en vez de generar pacifismo en el imaginario
colectivo de la sociedad norteamericana levanto una idea exacerbada de nacionalismo,
construyendo un terror hacia el otro, en especial hacia los musulmanes.
Este acontecimiento incorpora las tres dimensiones antes señaladas, estas son: dimensión
epistemológica; se convierte en un acontecimiento que tensiona la idea de modernidad, se
destruyen los símbolos de poder de USA. De este modo se quebrajan elementos básicos de
la modernidad, un imperio inquebrantable de repente se derrumba, el mundo comienza a
vivir en clave 11s pensando que a cualquiera le puede pasar. La dimensión perceptiva esta
relacionada con la aproximación mediática que se construye entorno al acontecimiento,
¿Cuántas veces hemos visto el atentado? ¿Qué intenciones hay detrás de la mediatización
de este? ¿se ha instrumentalizado con fines políticos funcionales a los intereses de EE. UU.?
por último posee la dimensión sistémica, en la medida que responde a una contradicción
general que va más allá del acontecimiento en si mismo. Se puede interpretar como un
recurso para explicar el orden mundial anterior caracterizado por la lucha entre oriente y
occidente donde la contradicción entre religiones y cosmovisiones de mundo es
radicalmente opuesta.
Según la propuesta de Huntington quien plantea el choque de civilizaciones, tras la
configuración de un nuevo orden mundial se generarán nuevos conflictos auspiciados por
las diferencias en los niveles civilizatorios. Lo que habría ocurrido en el 2001 fue un choque
de civilizaciones, por un lado, Occidente (cristiano o protestante) y por el otro el mundo
árabe (musulmán). De este modo se gestarán guerras para materializar un tipo de
civilización. Bajo el alero del neoliberalismo, los Estados perderían poder en función de una
articulación supraestatal que se orienta bajo una adscripción civilizatoria.
Según lo planteado por Aróstegui:
el acontecimiento -11s- ha sido denominado como la “primera guerra del siglo XXI” creando
un arquetipo de conflicto y violencia masiva e indiscriminada llamada a perdurar. Tras el
atentado y la violencia que implico este, el acontecimiento a conllevado consecuencias
profundas para la política y estrategia mundial que ha ejercido EE. UU. de aquí en adelante.
Así bajo una supuesta cobertura de defensa contra la amenaza terrorista se “legitimaría” la
necesidad de respuestas militares, la cuales por lo demás han llegado a sobrepasar el marco
legal internacional impuesto por la ONU, generándose así peligro para el orden mundial que
no existían antes, así según Aróstegui (2004) “Concepciones como la del choque de
civilizaciones, enfrentamientos entre fundamentalismos, protección —real o supuesta— de
derechos básicos, se aducen junto a inequívocas muestras de prácticas políticas de
planificación de futuro, de previsiones económicas, estrategias ideológicas, de forma que
las verdaderas raíces de los problemas distan de estar explicitas”. (p.274). aparentemente
el orden mundial vivió un punto de inflexión negativo desde el año 2001, en donde podemos
ver reaparecen conflictos anteriores al año 2001, enfocados desde una nueva perspectiva.
Desde el 11s la política exterior norteamericana estuvo dominada por la respuesta a los
hechos mencionados. La administración de Bush decidió destruir el régimen afgano, lo cual
conllevo una nueva Guerra en Afganistán, mediante la cual rápidamente destruyó ese
régimen y se ocupó militarmente el país. Alrededor de 18 meses después del atentado EE.
UU. lanzó desde el golfo pérsico una ofensiva contra Irak de Saddam Hussein. El consejo de
la ONU no adoptó una resolución que permitiera la intervención contra este régimen, de
igual modo EE. UU. y Gran Bretaña llevaron a cabo el ataque militar. Ambas naciones
quebrantaron los principios políticos y jurídicos que se establecen en los fundamentos de
la ONU. Este acontecimiento ha significado la consagración de políticas internacionales
desarrolladas desde comienzos de los “90” que han ignorado y vulnerado de manera
progresiva y sistemática la legalidad internacional forjada desde 1945. Esto creo se ha hecho
con la finalidad, de establecer nuevas realidades en el orden internacional de posguerra
fría, en donde el orden internacional ha sido violado sin paliativos.
En mi parecer la política norteamericana adoptada por los EE. UU. desde el atentado del
11s muestra que se auto conciben con el derecho legitimo de defender valores como la
“democracia o la libertad” y a la vez de expandirlos por el mundo como una suerte de misión
civilizatoria. Pero en esta supuesta defensa de valores que serían inherentes a los
presupuestos políticos norteamericanos, creo subyacen estrategias de dominación que son
funcionales a sus intereses políticos y económicos. Estos intereses, siendo sintético, serian:
políticos; consolidarse como la potencia hegemónica rectora del nuevo orden mundial.
Económicos; dominar áreas estratégicas en función de sus recursos económicos
estratégicos, por ejemplo, el petróleo.
Conclusión:
Para efectos de esta conclusión pretendo, no referirme en sí, a como se constituyeron
fácticamente los acontecimientos monstruos de, occidente, oriente y EE. UU. si no mas bien
en generar una reflexión en torno a dos puntos que considero de gran relevancia: la
configuración simbólica de estos episodios y las implicancias, que creo, han conllevado
estos acontecimientos para efectos de la estructuración de nuestro presente histórico.
Primeramente, creo es necesario comprender que no se pueden entender estos
acontecimientos y lo que conllevan si no comprendemos como se configuran en sí, aquello
que los articula, que lo gesta como tal. El acontecimiento por lo general no es en sí mismo,
estos se encuentran ligados a estructuras a marcos contextuales que los articulan. Además,
en mi parecer los acontecimientos monstruos, tienen una esfera simbólica, de gran
significancia, la cual los constituye como tal. En este sentido son una construcción subjetiva
la cual se constituye como un imaginario social, colectivo, caracterizado por los quiebres en
las significaciones que permitían entender la realidad, generando estos muchas veces
traumas o complejos que son muy complejos de superar para una sociedad, puesto que
implican cambiar los esquemas de inteligibilidad, la forma en que conciben su realidad, la
cual desde ahora se alineará bajo otros preceptos.
En segundo lugar, considero necesario señalar que, en mi parecer, y en concordancia con
lo señalado anteriormente los episodios monstruos marcan una antes y un después, son
disruptivos, cambian los lineamientos imperantes, estructurando nuevos paradigmas
políticos, sociales o económicos que a la vez configuran un “nuevo” tiempo presente. En
cuanto al episodio monstruo de occidente, el holocausto, y en relación a lo que ha
significado en el plano simbólico, en los imaginarios sociales, considero se ha constituido
como un paradigma normativo y regulador de la esfera ideológica o política en “nuestro
presente”, es impensable e inaceptables cualquier tipo de lógica que siquiera se asemeje a
la “racionalidad del terror” ejercida por los nazis, la cual dejo en evidencia los actos más
cruentos que pude ejercer un ser humano sobre otro, bajo el supuesto de consolidar un
régimen. En este sentido es, un precedente traumático, que genera ciertos preceptos o
“leyes” de lo que puede o no hacerse, para los fines que se estimen.
Respecto al episodio monstruo de oriente, el cual situamos simbólicamente con la caída del
muro en 1989, pero que entendemos es un proceso que incluye la desintegración de la
UR.SS. la cual se extiende al menos hasta 1891. Esto generó un quiebre muy significativo,
en cuanto implicó el fracaso de un proyecto político de transformación social, que buscaba
terminar con las injusticas estructurales y sistémicas que caracterizan al sistema capitalista.
De este modo, se frustró un proyecto anhelado y de amplia adhesión popular a nivel
mundial. Europa oriental debió, tratar de aceptar, que su “horizonte de expectativas” había
culminado y de manera más disruptiva aún, asimilar un modelo ideológico el cual era
totalmente ajeno a la “concepción de mundo” que habían forjado como sociedad en el
periodo anterior. Por lo demás, el impacto no fue solo en Europa, si no más bien tuvo
alcance a nivel mundial. El “nuevo mundo” ya no estaría regido por dos potencias que
disputarán la hegemonía mundial, desde ahora el camino quedaba allanado para que EE.
UU. consolidará un orden unipolar, el cual seria regido por sus preceptos,
fundamentalmente por la ideología capitalista o neoliberal, la cual, por lo demás, en nuestro
presente se ha consolidado a nivel mundial. De este modo 1989-1991 marca un antes y un
después en el cual ya no es posible interpretar la realidad como se hacia antes, ya no existe
un horizonte de expectativas, no hay consenso respecto de un proyecto político contra
hegemónico, es por ello -dentro de otros factores- que nos encontramos de momento en
un régimen de presentismo, del cual veo difícil que podamos salir, mientras no haya un
intento común, que sea cohesionado, por gestar en términos proyectuales un vía
alternativa al “orden mundial” imperante, de lo contrario, seguiremos ensimismados en
nuestra frustración, en “las sombras” de un mundo caracterizado por la desigualdad e
injusticia social.
Con relación al episodio monstruo de los EE. UU. el 11 de septiembre -atentado a torres
gemelas-, en mi parecer la nación del norte instrumentalizo este acontecimiento y lo hizo
funcional a una estrategia propia para reconstituir y relanzar -dando un supuesto marco de
“legitimidad”- su política de dominación a nivel mundial. desde ahora persigue a quienes
desarrollan el terrorismo, pero aparentemente esta conceptualización se extrapoló
abarcando a distintos “modos de ser” que no son susceptibles a los preceptos de EE. UU.
de este modo USA justifica la intervención (política, militar, económica, etc.) en otros países
bajo el supuesto de la defensa de la democracia o la libertad, cuestión que queda en
evidencia en la política norteamericana en medio oriente e inclusive en nuestras propias
naciones latinoamericanas, en nuestro presente inmediato. Podemos notar de manera
evidente que esta nación está llevando a cabo una política, que trasciende y pasa por alto,
todos los consensos internacionales en cuanto a la no intervención en los asuntos de otras
naciones y el respeto de su soberanía. Creen tener la potestad para omitir todos los
consensos establecido, esto en buena parte, debido a que en las últimas décadas han
consolidad su dominio a nivel mundial. En mi parecer esta supuesta retorica de la defensa
de la “libertad” y la “democracia” no es más que una fachada que instrumentalizan para
intervenir en los países que ejercen resistencia, poniendo en tensión al orden imperante,
por ello los desestabilizan ya sea política o económicamente. En otros casos también libran
guerras con la finalidad de obtener algún recurso económico estratégico, como lo hicieron
en su momento con el petróleo, y en el presente siguen ejerciendo presión para obtenerlo,
mas cerca inclusive.
Bibliografía:
Aróstegui, j. (2004). La historia vivida: sobre la historia del presente (445). Madrid: Alianza
Editorial.
Koselleck, R. (1993). Futuro pasado: para una semántica de los tiempos históricos (368).
Barcelona: Paidós.