Sunteți pe pagina 1din 28

Deleuze, Gilles Índice

El saber: Curso sobre Foucault. - la ed. - Buenos Aires : Cacrus, 2013.


256 p.;2lxl4 cm. ,

ISBN 978-987 -29224-0-5


4 o Prólogo. Obras de los pasajes pospolíticos
l. Filosofía Moderna.
cDD 190 9o Clasel(22-10-55)
Ver y hablar. Arqueología, archivo y saber.

35 o Ckse2(29-10-s5)
El saber y los enunciados.

59 o Clase3(5-11-85)
¿Cómo erúraer enunciados? Corpus y haylengu$e.

9l ¡ Clase4(12-11-85)
¿Cómo trtraer visibilidad"es?
El enunciado como pasaje y murmullo.

l19 o Clase5 (19-t1-85)


¿Qué es un enunciado?
Ttwlo: EI problema de la relación
El saber. Curso sobre Foucault. Tomo I entre enunciados y visibilidades.
Aatcir: f 19 . ¿Qué es un enunciado? Función primitiva
"¡ Gilles Deleuze 1985 y funciones derivadas.
142 o f,sl¡c¡ón entre enunciados y visibilidades. La rerrolución
T\adacción y notas k¿ntiana.
Pablo Ires e Sebasdán Puente
159 o Ckse 6 (26-I I-85)
giseño de interior y taPa: ManuelAdduci Heterogeneidad y relación entre visibilidades y
Imprcsién: Gráfica MPS enunciados. Kant, Blanchot y el cine.

Queda hecho el depósito que merca laley L1.723. l9l o ClaseT(10-12-1985)


ISBN: 978-9 87 -29224-0.5 Visibilidades y enunciados en Raymond Roussel.
Conclusiones sob¡e el saber.
lra. edición - Buenos Aires, Abril de 2Ol3
229 o CkseS(17-12-85)
www editorialcactus.com. ar Del saber al poder. Regularidades, singularidades
edirorialcacus@yahoo. com.ar relaciones de fucrza.
Clase I
Ver y hablar.
Arqueología, archivo y saben

22 de Octubre de 1985

ADVERTENCIA e¡la Historia dc k locurat? Se trata de dos cosas.


¿De qué se rrara
trata, para Foucault, de saber cómo se ha conformado un modo.
Se
Las clases de Gilles Deleuze que se presenr an en Er saber ¿Un
Tomo I - curso sobre Foucauh
modo de qué? Digamos por el momenro -aunque después haya sorpresas- un
en su primera edición casrellana corresponden ar curso dictado en la
unive¡sidad de vincennes entre.el 22 de octubre y el 17 de diciembre modo de encierro de los locos. ¿Dónde? En aquello que en la época se llama el
de 19g5. nhospital generaln o las ocasas de correcciónr. Y este encierro de los locos, o esta
La presente edición ha sido preparada en base a las desgrabaciones y
grabaciones
existenres en el idioma original. La traducción, la correición y l*, constitución del hospital general, que incluye entre otros a los locos, aparece
han sido
íntegramente realizadas por Cactus. 'oá en el siglo XVII, es decir en la época clásica. Paralelamente renemos allí la
Los títulos de las clases fueron agregados por ros edirores para facilitar medicina. ¿Qué medicina? ¿Puedo decir que es la psiquiatría? Evidentemente
al lector
el seguimienro de la organización del curso. io mismo vale para
los subtítulos de la no. La psiquiatría no exisre como disciplina. se habla de las enfermedades de
clrse del 19- I 1-85, que indican un cambio importante en la problemática
del curso. los nervios, de los humores, de las enfermedades de la cabeza. pero no hay
Por lo demás, sólo se han introducido los cambios estiiísticos necesarios ninguna rrzón para decir que eso es la prefiguración de la psiquiatría. Es una
para
adecuar el regisrro oral al escrito permitiendo una lecrura fluida rama de la medicina en el siglo XVII.
del texto. Toda vez
que fue posible, opramos por conservar los rasgos de oralidad propios Foucault describe luego cómo ha evolucionado el hospital general, el
de las clases.
asilo y también la medicina, de tal manera que a fines del siglo XWII y
comienzos del siglo XIX se produjo lo que a menudo se presenra como una
Agradtcimientos
La presente edición no,hubiera sido posible sin ra a¡uda filantrópica de
la
Fundación Zeballos-Bergliffi en pos de una cuhura rizomárica y fernética (y
dije
fernética, no frenética). ¡Muchas gracias! t Michel Foucault, Hisnria &k locura en k época chsica, 2 tomos, FCE, Bs.
As.,2003.
Clne 1. Ver 1 babkr. Arqueohgía, arcbiz,o y saber.

especie de liberación de los locos: se rompen las cadenas. decir:


¿es loco o no es loco?-. Los tres procedimienros son: el procedimiento
¿De qué se rrara
esta liberación aparente? de Roussel, cuyo análisis reroma; el procedimienro de Brisser, que analiza; y
_ He aq'í en líneas generales, de modo srrperficial, las grandes
^ibricas
de el procedimienro de un americano absolutamenre acrual, contemporáneo,
la Historia de la locura. que se llama'ü7olfson7, y que inventó un traramienro especial del lenguaje.
1963. Un libro sobre un poera de comienzos del siglo XX, Raymond Raymond Roundles enronces de 1963. En el mismo año Foucault publica
RousseP. ¿De qué se trara? se trata de una obra en apariencia insólita. una El nacimiento de la clínica\ por PUF. Y El nacimiento de la clínica es la con-
obra insólita que parece basarse o envolver lo que el piopio Roussel llama un sideración de dos cosas: cómo las enfermedades se agrupan en síntomas y, al
(procedimienro de lenguajeu. Procedimiento del lenguaje mismo tiempo, a qué enunciados médicos remiren dichos sínromas. Todo esro
que intenta explicar
en un libro intitulado ¿cómo escribí algunos de mis libros?, donde Roussel considerado en dos períodos: siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, el período
da el siguiente ejemplo. He aquí dos proposiciones: ules bandes du vieux de la clínica, el nacimiento de la clínica -ven que el tema de los lugares está
billardn y ules bandes du vieux pillardua. Entre las dos proposiciones, va a constantemenre presenre en la obra de Foucault: el asilo, el hospital general,
desarrollarse roda una historia insólita. y uno se da c.renia rápido de que en la clínica-; después, la an¿tomía patológica.
el curso de su análisis Foucault atribuye una importancia esencial . ,r., ,.-" En 1966 Gallimard publica Las palabras y las cosase. ¿De qué se trara en
que es imporranre en Roussel, que es el tema del doble y del duplicado. El Las palabrasy las cosas? ¿Se trata de las palabras y de las cosas...? Talvez,ya
doble o el duplicado. veremos todo eso. Pero se trata más bien de un análisis muy profundo de la
Caracterizo así estos libros de Foucault, de una manera tan srrperficial, para representación en la época clásica, es decir en los siglos XVtt y XVtlt. Y luego
que aquellos que no los han leído puedan elegir cuál romarán. ú.ra ,rez más, de cómo, al final de los siglos XWII y XIX, dicha representación es somerida
si no los han leído, les aconsejo vivamente que al menos romen uno. a una crítica, de la cual van a desprenderse porencias más allá de la represen-
Por ejemplo, los que se inreresen en es(e aspecto der análisis de la poesía de tación, que son la vida, el trabajo y el lenguaje. Esto es en 1966.
Roussel y el rema del doble, podrían añadir un prefacio posterior deioucault 1969, La arqueología del saberto. La arqueologta del saber es una teoría de
a otro inventor de lenguaje insólito. Se trara esra vez de un prefacio a la ree- los enunciados. Y es la gran teoría de los enunciados en Foucault, aclarando
dición de un libro muy extraño, intitulado Grarnática tógtca,, de que le da al término uenunciado> un sentido y un estatus que nadie antes le
Jean-pierre
Brisset, también autor de inicios del siglo )o(, inventor de un lenguaje y de había dado. Con La arqueologta del saber se encadena El orden del discursott,
una interpreración del lenguaje muy extraño. Foucault lo prologa en la edición de 1971, también por Gallimard .Enl97l apareció también un artículo sobre
de Tchou, y vuelve sobre Roussel, e intenra analizar lo que Niezsche bajo el rítulo: nNierzsche, la genealogía, la historiao, publicado en
(procedimienros de lenguajeo.. considera rres procedimienros
!..r.n." .o^o
de lenguaje en una obra colectiva: Homenaje aJean Hippolitetz, enPIJF.
la frontera enrre una literatura insólita y lo que llama una uincierra locurao
-es
7
Cf. Louis'Wo lfson, Le Schizo et les kngues,préface de Gilles Deleuze, Gallimard,
París 1970,
'zMichel Foucault, Raymond Rouss¿l, Siglo )Cü, Bs. As., 1g76.
j Raymond 8
Michel Foucault, El nacimiento d¿ la clínica. Una arqueología de k mirada médica,
Roussel, comment j'ai énit certains de mes riures,Jean-Jacques pauvert
éditeur, Paris, 1963. Siglo )Oil, Bs. As. 2001.
a t Michel Foucaulr, Las pakbras
La cita completa es la siguiente: ulo. Les lettres du blanc sur les bandes du y hs cosas. (Jna arqueología de ks ciencias huntanas,
vieux billard. 2". Les letrres du blanc sur les bandes du vieux pillard,, en R. Planeta-Agostini, Barcelona, 1 984.
Roussel,
Comment jbi écrit certains de mes liares?, op. cir., p. I l. Este e;emplo será rerom¿do r0
Michel Foucault, La arqueología d¿l saber, Siglo XXI, España, 1999.
y explicado más adelante por Deleuze. tt L'ordre du discours es la lección inaugural de Michel Foucault en el Collége
t
Jean-Pierre Brisser, La grammaire logiEre, suiui d¿ ra science d¿ dieu, précéü de 7 de France, pronunciada el 2 de diciembre de 1970, publicado en Gallimard, Paris,
propos sur le 7e ange par Michel Foucault, Tchou, paris, 1970. 1 97 1 . (Ed. Cast.: Michel Foucauh, El orden d¿l discurso, Tusquets, España, 1 999).

r' 12
Hay edición castellana de este prólogo, cf. Michel Foucault, Siete sentencias sobre Michel Foucault, oNietzsche, la Genealogie, LHistorie, en Hommage a Jean
el séptimo rlngel, Arena libros, Madrid, 1999. Hypp,olite,, PUF, París, 1971.

l0 ll
Clae L
Wr y hablar. Arqueología, archiuo y saber.

En 1973 apareció en una pequeña editorial, Fata Morgana, un texro muy claramente que file llevado a modificar su plan inicial. Había encontrado algo
curioso de Foucaulr, al cual podrían agrupar con er de Roussel y el de Brisset. qrre implicaba una modificación total. ¿Qrré pasó en esos años de silencio?
Es un comenrario sobre un pintor, Magrime, que apareció bajo el útulo Esto
¿Qrré había encontrado? ¿Cómo modificó su proyecto? En todo caso, es en
no et una pipat3. ¿Por qué? Porque nEsto no es una pipa> era el título de 1984 que aparecen los dos tomos siguientes. El tomo 2, El uso de los placerestT,
un
cuadro de Magritre.'a Lo que tiene de curioso es queir-cuadro de Magrirte se donde Forrcault se explica sobre la modiñcación del proyecto de la Historia
contenraba con represenrar una pipa muy bien dibujada, y con una elcrirura de la sexualidad y la razón por la cual fue conducido a dicha modificación. Y
muy esmerada decía debajo: nEsto no es una pipa,. Era el título del cuadro. el mismo año, el tomo 3, El cuidado de s/8.
¿cómo un cuadro que represenra una pipa con toda claridad puede inritularse: Bien, tendremos que manejarnos entre todo esto. Es preciso señalar, por-
nEsto no es una pipa>? Bueno, eso le interesa mucho a Foucault.
¿por qué? que habremos de reflexionar sobre este punto, que Foucault ha destruido
Porque ustedes pueden comprender, sin duda pueden presenti¡ que está manuscritos ya muy avanzados. En particular hay un Manet, un libro sobre
allí
el problema de la relación enrre un dibujo y un enunciado. relación hay Manet. Que nos importa porque Esto no et unaPiPa es un libro sobre Magritte
¿eué
entre un dibujo y un enunciado? Hay que creer que la relación es compleja, y que incluye algunas páginas muy interesantes -veremos- sobre Paul Klee.
puesto que el enunciado que designa la pipa dibujada se vuelve inmediatamente Las palabras y las cosas comienza con una célebre descripción, que forma parte
hacia uesto no €sr¡¡ y no hacia (esto esD. de las páginas más conocidas de Foucault, de un cuadro deYelázquez, Las
¿Qué pasa en esre giro?
1975, Wgikr cattigartt. Allí rambién se rrara de un lugar: la prisión, y ya
! meninlste. Por tanto, el hecho de que haya existido, o de que haya realizado
no el asilo. En efecro, es muy sorprendente que, con carorce años áe distancia, un manuscrito muy largo sobre Manet debe interesarnos, puesto que puede
vigikr y crtstig.tr esré construido de una manera comparable a Historia de la llevar a que nos preguntemos qué iba a hacer con dicho manuscrito. Parece
locura. En Historia de la hcura se trataba de un lugar que Foucarrlt destnryó ese manuscrito al final de su vida2o. Por otra parte, creo
-el asilo o el hospital
general- y de un conjunto de enunciados médicos. En vigilar y castigal se rrara que el testamento es terminante y descarta toda publicación de obra póstuma.
de un lugar, la prisión. ¿Cómo nace la prisión? se fá.-, i. prisión? Lo cual tiene consecuencias para nosotros, pues a pesar de que haya detenido
¿cómo
¿cómo se impone el régimen de la prisión? y al mismo tiempo, se rrata del la publicación dela Historia de la sexualidad,había un cuarto tomo intitula-
estudio de un régimen de enunciados: los enunciados del derecho penal. do Las confesiones de la carne, que se enfocaba en los Padres de la Iglesia y el
¿En
qué época? En el siglo XVIIL período de la formación del cristianismo, en lo que respecta a la formación de
1976' Aparece el primer tomo de la empresa a la que se lanza Foucault a la sexualidad. Es por ende un momento esencial, fundamental. Y hasta ahora
partir de ese momenro ,la Histoia de h sexualidal. Empresa que concibe de parece que ese libro no debe ser editado... si es cierto que el testamento lleva
cierra manera en el'76,cuando publica el primer romo de esa historia bajo esa conminación definitiva.
el
título La uoluntad de sabert'.Pero, si han seguido las fechas, ven que el ritmo lJna vez más, di¡e todo esto únicamente para que vean hacia qué dirección
de Foucault es bastante regular. se debe consrarar que a partir ¿ri'zehay orientarse si no han leído a Foucault. Lo que a mí me gustaría es que algunos
un
gran silencio. un gran y largo silencio, puesro que el romo 2 de la Historia de de ustedes rcmen Wgilary cltstigtr. Pero en cualquier caso, si no conocen para
la sexualidaclaparecerá recién en 1984. Foucauit no lo ha ocultado, ha dicho

lr Michel Foucault,
Ceci n'estpas une pipe,FataMorgana, Montpellier, 1973. (Ed.
'7 Michel Foucault, Historia de la sexualidad. 2- El uso de los placeres, Siglo )Cü,
cast.: Michel Foucault, Esto no es una pipa. Ensayo sobre Magritti, Ererna cadencia, Bs. As., 2002.
Bs. As.,2012.
'8 Michel Foucault, Historia d¿ k sexualidad. 3- El cuidado de sí, Siglo )Cfl, Bs.
ra
René Magritte, La hahison dzs images, 1929, óleo sobre tela, Art Insritute of As., 2003.
Chicago. tt Diego Yelázqtez, Las rneninas, 1656.
l5
Michel Foucault, Wgikr y castigar, Siglo )Cfl, Bs. As., 2002. r0 Recientemente se ha publicado una conferencia de Foucault sobre Manet, cf.
16
Michel Foucault, Historia de k sexualidad. r- La uoruntad d¿ saber,siglo )c(I, Michel Foucauk, La peinture de Manet, Le Seuil, París, 2004 (Ed. Cast.: Michel
Bs. As., 2002. Foucault, La pintura de Manet, Alpha Deca¡ Barcelona, 2005).
t2 t3
Clase L
Ver y hnbkr. Arqueología, arcbiao I sabn
nada a Foucault, o lo conocen muy poco, más vale
romar un libro completo demos aprender literalmente de inmediato. Vamos a pregunternos en torno de
que salrar de un libro a orro.
Bueno, vamos a comenzar, qué gira esto. ¿En torno de qué gira todo el primer período de Foucault, casi
¿eué hora es? Voy a comenzar siempre a las 10, diría desde la Historia de k locura hasta Vigikr y casügarl Aquello en torno
l0 menos cuarro. No obstanre, yo estaré l"s i. y quisiera que
aquellos que de lo que gira nos permitirá definir el archivo.
puedan mmbién estén, o al menos aquellos" que rengan
que verme. porque hay
muchos que llegan enrre las 9 y meáia y l"i t 0, lo No ha¡dudas d. q,r. el archivo tiene algo que ver con la historia. El archivo
manera, hábilmenre doy un giro, "ui me molesta. ó. .r,"
¿comprenden? euiero decir que de 9 a l0
tiene por objeto la formación histórica. Los archivos remiten a formaciones
menos cuarto será el momento en que más rrabajarán. históricas. Eso no nos hace A primera vista, giramos en las palabras.
Es deci¡ el momenro ^v^nzar.
Ustedes comprenden, es lo que quiero hacer hoy. El archivo remite a forma-
lt 9u.l para aquellos que rengan preguntas para hacer sobre lo que hayamos ciones históricas. El archivo es siempre el archivo de una formación. Pero esto
hecho la vez anrerior, se podrán-haier desarrollos, volve*obri
,J iu.,.o, no nos dice en absoluto qué es una formación histórica ni qué es un archivo.
etcérera. Después, a las l0 menos cuarro, a las
10, avanzaré. ¿Comprenden? Y he aquí que Foucault nos dice en El uso de los placeres, libro muy tardío:
Repito, que quede bien claro: yo estaré aquí a las
9. Ustedes r..:, o Mis libros ban sido estudios de historia, pero no un trabajo d.e historiadoPr. 'lodo
l0' o 15..' con ellos volveremos sobre la sesión anterior. seiodrai
desarrollará Io el mundo sabe que Foucault tiene una relación muy estrecha con los partidarios
que haya que desarrollar, o bien me plantearán pregunras
o dirán algo, dirán de lo que se llama la Nueva Historia, grosso modo,los discípulos de Braudel,
que tal cosa no funciona, que hay que volver rotr.-r"l
punro, lo, qrr? ,.rrg"n la Escuela de los Annales. Pero una relación quizá muy compleja. Él nos dice
que hacedo' Después, a partir de rai lo menos cuarro,
se hará Ia nueva sesión
por aproximadamente una hora. progresaremos, cada semana de manera terminante: nNo soy historiador. Soy y sigo siendo filósofor. Y sin
)¡ volveremos embargo, toda una parte de su obra considera las formaciones históricas. Y
hacia atrás por un momenro. esto parece abatirlos...!
¡A¡ él nos repite: nDe acuerdo, son estudios de historia, pero no es un trabajo de
comenzamos. Quisiera marcar bien ros recorres. Hoy quisiera
comenzar historiadoro. ¿Qué quiere decir?
Por una especie de ranteo. Les lanzo un llamamiento: confien en el autor que
estudian. ¿Pero qué significa confiar en el auror? Precisa un poco cuando dice, siempre en El uso de los placeres: uNo esperen
etriere decir lo mismo q'e de mí una historia de los comportamientos ni de las mentalidadesn2r. La alu-
tanrear' que proceder por una especie de tanteo. Anres
de comprender bien los
problemas que alguien plantea, hace falta... no sé... sión es clara. Es verdad que la Escuela de los Annales, al menos en parte, nos
hace falta rumiar mucho.
Hace faha agrupar mucho, reagrupar las nociones que se propone una historia de los comportamientos y de las mentalidades. ¿Qué es,
están inventando. por ejemplo, una historia de los comportamientos? Aquí también giramos en
Hace falta mandar a callar.o urro mismo, a.,r"lq,rie. precio,
las vías de Ia torno a signos muy groseros, muy básicos. Pienso en un libro de historia muy,
objeción. Las vías de la objeción son las que dirían demasiado:rápido:
o¡oh, muyinteresante: Cómo se muere enAnjou en elsigloWlly m elsigloWIIPs.No
pero ahí hay algo que no va!>. confiar .., el consiste en decirse: nNo
hablemos demasiado rápido, dejémoslo hablarr. "uro. puede decirse mejor, eso es una historia de los comportamientos. Puedo hacer
Hay que dejarro hablar a é1.
Antes de saber el sentido que da a las palabras, hace fa1,..f..,,r", la historia de un comportamiento: el comportamienro de la muerte. Podría
unr.qp..i. d. hacer también ucómo se nace): ncómo se nace en Picardie en tal momenron.
análisis de frecuencia, ser sensible a las frecuencias
de las palabras,
ser sensible
a su estilo propio, ser sensible a sus propias obsesiones. Ven claramente que esto moviliza archivos. Se puede concebir una historia
Para que esto sea claro, hoy.quisiera separar... porque del instinto maternal. Se ha hecho. En suma, el dominio de la historia de los
no es simple. En comportamientos es in6nito: cómo se come, cómo se muere, cómo se contrae
efecto, para mí el pensamiento de Foucaul, no ., simpÉ. porque
.r.J qu. ., matrimonio, cómo se nace, cómo se educa a los hijos, cómo se da a luz, etc.
un pensamiento que inventa coordenadas, un pensami.rrro
qu. se desairolla Puede ser a veces una historia de los comportamientos, y otras una historia
según ejes.

, Y ha¡ uno de esos ejes -y a mi modo de ver es el primero que Foucault


desarrolla en su obra- al que llamará la arqueologi.. 2' Michel Foucault, Histoia de k serualidad. 2- Eluso phceres, op. cir., p. 12.
i l. arqueología es .1" d.e hs

disciplina de los archivos,. 22


lbídem, p.7 y p. 13.
¿pero a qué llama Fouiault ,rn arclivo? I"r,t.r,rrrá
decirlo en un libro preciso, La arquiología delsaber.p.ro 23
XWI WIII
noro*o, Frangois Leb run, Les hommes et la mort en Anjou, aux et silcles: Essai
";;;;,."_ de dérnographie u d.e psychologie historiques, Mouron, Paris-La Haye, 1971.
t4
r5
Clase l
Ver t habkr. Arqueohgia, archiuo 1 saber.

de las mentalidades. y creo que muchas personas han tomado ra obra


Foucault en sus inicios.on-'o.ri fuera de ese
de Intento hacer un cuadro. Pongo de un lado nVerr, del otro oHablaru, y
por
tipo. eso se lo ha aproximado trazo una raya.Y me pregunto qué se me ocurre. Voy a completar mi cuadro.
ranro a la Nueva Hisroria. Ahora bien, Foucault
nos dice ter-irrá.,r.,,'..,.., Intento llenarlo para estar seguro de que no he traicionado a Foucaulr anres
nNo tengo nada que ver con esor. Y
no es que diga que no es interesanre, de haber comenzado.
para nada, dice que no es su problema.
¿y por qr'ré ,o es su problema? ¿eué Inmediatamente sigo el orden cronológico- me encuenrro con el
le interesa entonces? -no
libro intitulado I hs cosas. Las palabras y las cosas; ¡qué curioso
Las palabras
De repente, si han leído un poco de Foucault, y
con más razón si han leído dualismo! Y ustedes me dirán que las cosas no pertenecen solo a lo visible...
mucho, renemos una luz. Lo que le interesa no
son los comporramienros, sino No, pero esperemos. Las cosas finalmente pertenec€n a lo visible, las palabras
nvero. Las historias de Foucault
giran siempre en torno de nvero. Usredes me
pertenecen a lo decible. Ver y hablar.
dirán que no hay más que añadii overn a hlist"
de los comportamientos, que Evidentemente no alcanza con esro. Foucault será el primero en denunciar
hay comportamientos visuales. No, no para
Foucault. Hab.a q,r..rp.r.., .rro el título. Dirá que no se comprendió en absoluto lo que quería decir con nlas
va a ser muy complicado. Pero (ver), para
Foucault, p.ra.rr... un orden dis_ palabras y las cosasr, que eso no quiere decir nlas palabraso y no quiere decir
tinto al.del comportamienro. "
¿y qué ótra cosa le interesa? nHablaro. y siempre ulas cosasr. Que el título debe enrenderse irónicamente2a. Sin embargo, la
sepuede decir que ohablaru traduce nmentalidado. y
bien, p"r" Fo*rul, .ro. ironía se nos escapa. ¿Por qué es irónico nlas palabras y las cosasr? Esperemos.
nver' -y ya hace falta acosrumbrarse a esta
idea, aunque no va a ser ficir- no es Demos un paso más. Ustedes saben que en la escuela primaria, hace dempo,
un comporramienro enrre los demás, es la condición
Je todo comportamiento había dos disciplinas fundamentales: la lección de cosas, que se distinguía de
en una época. nHablar) no es una expresión
de la mentalid"d, ..'1, .onai.i¿., la lección de las palabras, de la lección de gramática. Lección de cosas, lección
de la mentalidad de una época. En otros términos,
al habrarnos de nver, y de de gramática. Y eran los dos puntales de la escuela primaria. Había una hora
"hablarr, Foucaulr pretende desbordar una historia de los comportamienros y sobre la salina. Se nos mostraba una salina, es decir -y aquí doy un paso ade-
de las mentalidades para elevarse hacia las
condiciones de los.o-po.,"-i.n,o, lante- una imagen de salina, trna figura de salina, la salina visible. La salina
históricos y de las mentalidades históricas.
visible, o el paraguas visible, o -digamos todo- la pipa visible. Era la lección
¿Q,,é puede j'stificar tar ambición? euedará en nosorros inrentar encon_
de cosas. El maestro decía: uEsto es una pipa>, nEsto es una salinao. Después
trarlo' Solo tenemos la impresión de q.re es así.
Foucaurr no rrara <verD
nhablaro como variables de comporr"rni.rrro, r llegaba la hora siguiente, la gramática. Esta vez se trataba del orden del decir y
o de mentalidades. Los ,.ara no del orden del dibujo. Y el orden del decir es distinto del orden del dibujo.
::-: *"tt:iones. Hay una investigación de las condiciones de la formación
histórica. ¿Y qué son esras bondicioles de una formación
Y si decir es distinto que ver, entonces el decir (esto es una pipa> se enuncia
hisrórica? Son, qué necesaliamente como (esto no es una pipao, es decir, el decir no es un ver.
se dice en una época, qué se ve en una
época. por el momenro _pues aodo .,r"
La lección de cosas y la lección de gramática remiten esra vez al librito del
a cambiar a-medida que avancemos,
por ahora empleo palabras in.*r.r"r_, ., que les hablaba, de Foucault comentando a Magrime. El cuadro de Magrine
como si cada época se definiera, ante todo, po,
lo'qlr. * y t ,.r, /fo, to es lección de cosas, dibujo esmerado de una pipa. Título del cuadro: oEsto
que dice y hace decir. Por lo tanto orreru, udiciru,
h".., *., ".. a..ir, ni
necen al mismo nivel que comporrarse o iener i.r..- no es una pipar. E inevitablemente (esto es una pipo deviene (esto no es una
ral o cual ia.á. U" ,igi_'., a. pipan, en la medida en que decir no es ver. Desde enronces, si lo que veo es
udeciro es la condición de todas ras
ideas de una época. un ,égi-.rr'd. n.,r.r,
una pipa, lo que digo necesariamente no es una pipa.
es la condición de todo lo que hace
una época.
Ya veremos qué quiere decir. Por el momenro, solo quisiera que estén con-
Retomo aquí mi tema: incluso j"que hayamos comprendido, nos
".r.., vencidos de esto: de que antes de comprender lo que sea, es preciso que las
vienen a la mente diez o doce objeciones. Es entonces el momento de decirnos:
uCalmémonos. Esperemos,. ya es insólito. cosas les den vueltas en la cabeza. Y si no las dejan dar vueltas en sus cabezas,
Si me han seguido, .r*.rf..r. a.
institución de uver, y nhablar, como condiciones
es muy-insólita. Bu.q,r.-o,
entonces confirmaciones. Después de todo,
quizá me equivoco. Si me equivoco,
no tendré confi rmación. Busquemos confi r-macio.res. 2a
Cf nMichel Foucault explique son dernier livre, (Entrevista con J.- J. Brochier),
Magazine liaéraire, Nro. 28, abril-mayo 1 969, p p. 23-25, Dix et Écrix, tomokexto no 66.
t6
t7
CLxe l.
Wr y habkr. Arqaeología, arcbito.y saber.

enronces rendrán objeciones directas, pero al misrno tiempo no comprenderán Del mismo modo que la prisión es una arquitectura.
nada de nada. Por tanro, cuídense de cualquier objeción. ¿eué es una arquitectura?
Es un agregado de piedras, digamos, de cosas, es un agregado material.
¿Se
Estoy en mi segunda rúbrica. De las cosas y las parabras nos hemos trata de eso? Sí, por supr¡esro que se rrara de eso. pero si defino el hospital
- deslizado
a lección de cosas, lección de gramárica. o si prefieren, er dibujo
y el rexro, general o la prisión de esta manera, ¿me dice realmente algo? No gran cosa.
como nos dirá en üto no es una pipa. Tengo enronces una rercera pareja: Siempre se podría hablar del oestilo prisión,. Cuando digo <¡Ah, ese edificio
di-
bujo, texto. Por el momenro, enronces, hice arusión a dos libros de Foucault: parece una prisión!>, efectivamente quiero decir algo. Hay un nestilo prisiónu,
Las palabras y las cosas y Esto no es una pipa.
hay un <estilo hospital generalo. ¿Pero qué orra cosa podría ser? El hospital es
Tercer rema' que se repite consranremente en Foucaurt en un libro un lrrgar donde se ve. o si prefieren, es un l*gar que hace ver. La priiión es
_ preciso,
Elndcirniento d'e Ia clínica:lo visible y lo enunciable. Es una pareja de rro.ion.s un lugar donde se ve, un lugar que hace ver.
que El nacimiento de k clínica invoca de manera constante.
¿Bajo qué forma? ¿Qué quiere decir esro? varias cosas. Quiere decir que el asilo o er hospital
¿De qué manera es visible una enfermedad en tal época? ¿q"e., lo que hace general implican cierra manera de ver la locura.
que se vea? El sínroma es lo q.e hace ver una enfermedad. ¿suponen esa manera de ver?
¿cómo ,. d.6.,. No, lo inverso también es cierro, esa manera de ver los supone. En el asilo
la clínica cuando se consrituye en el siglo )01III? La clínica .. los locos son visros. Son vistos literalmente, puesro que en el siglo xwl hay
todo una
nueva manera de hacer ver la enfermedad. pero al mismo riempo, "rr,. visitas, se muesrra a los locos. Hoy en día rambién se los muestra, pero se-
la enfer-
medad no es solamente un conjunto de síntomas, esto es, no es solamente guramenre no de la misma manera. En el siglo XVII hay visitas en las que la
visible; es rambién enunciable, es una combinación de los signos. y en gente va a ver a los locos derrás de los barrotes. El hospital general ., rn l,rgr
tanto
que el síntoma es visible, el signo es legible. Lo visible y lo l"egible de visibilidad. Pero evidenremenre, no solo, porque existen visitas, sino por
no son lo
mismo. Lo visible y lo enunciable al nivel de las enfermedades, tanro una razón más profunda. El hospital general implica una nueva manera de ver
en la
formación clínica como en la formación anátomo-patológica, será el la locura. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que no es la misma que en el
objero
de El nacimiento de k clínica. Cuarra pareja: visible, enunáable. Renacimiento, no es la misma que en la Edad media.
¿Se veía la locura en el
Un paso más, enronces. ¿Se podría decir, siguiendo este primer eje que nos Renacimiento y en la Edad media? Evidentemente, se la veía. No de ra misma
permitirá deEnir la arqueología, que aquello que fundame.rür*..r,.i. forma. No había la misma visibilidad de la locura. Sin duda esta visibilidad
irr..r.r"
aroucault la pareja luinta pareja- de las visibilidades y los enunciados?
es cubre y comprende la forma en la que el loco se ve a sí mismo.
¿Qué implica esta progresión, esre pasaje a esra nueva pareja,las visibilidades tnemos entonces cierta manera de ver la locura. En efecto, y he aquí uno
y los enunciados? Implica que,lo enunciable es el enunclaáo, y de los temas esenciales d,e la Historia d¿ la locura, el hospital general ieú.re y
que lo visible
es la visibilidad. Me dirán que es lamentabre.
¡En absoluto! grio ,. complica. agrupa en un conjunto a los locos, pero también a los vagabundos, los men-
Si la fórmula nlo que es visible es la visibilidad y ro que es enunciable digos, los desempleados. Y también a los liberrinos, los depravados. Todo eso
es el
enunciado, tiene un senrido, quiere decir simplemente que los enunciados en un mismo conjunro, el conjunto del hospiral general.
no
estarán dados, ya hechos, )¡ gue las visibilidadesno se .ondrnd.n con Bastanre pronro, desde fines del siglo XVII, se elevaron algunas voces para
los objetos
ni con las cualidades vistas. Entonces se va a complicar. pero es efecrivamente denunciar esra mezcla. A veces para decir que hay que separar a los locos de los
lo que quiere decir: nlos enunciados son enunciables y las visibilidades vagabundos, ya que los vagabundos, los desempleados no merecen ser asimilados
son
visiblesu. Hago entonces un- pequeño progreso p"sarrdá a esta quinta a los locos. otras veces para decir
pareja. -lo cual no es lo mismo- que los locos merecen
¡Pero me esroy embalandol ¡Hay que evitarlo! lJna vez *ár, h"y que .al- cuidados especiales, que no hay que mezclarlos con los vagabundos. cuando
marse. ¿Por qué visibilidad y enunciado son consrantes en todo
.rt. prirrr., se elevan esas voces paradenunciar la mezcla de los vagabundos con los locos,
período de Foucault? Y bien, busquemos. Tomo los dos libros que la mezcla de los desempleados con los locos en el hospiral general, de golpe se
me iareció
que tienen una especie de paralelismo: Historia de ra rocura, a propóirto tiene la impresión de que, por una especie de falta o por una especie d...g,.,.-
del
asilo, Vigilar y castigar, a propósito de la prisión. ra' por una especie de obcecación, el siglo xwl no había hecho la diferencia.
La Historia de la hcura nos-dice que en el siglo xvII aparece el hospital Lo que Foucault muestra es que no se trata en absoluto de todo eso. Muestra
general, la casa de corrección, el asilo. Ahora bien,
¿qué son? iJ." que si el siglo XVII mezclaba a los locos con los vagabundos y los desempleados,
".quit..,,rr*.
l8
t9
Cla¡e l
Ver y hablar. Arqueología, archiuo.y saber

lo hacía en nombre de su propia percepción de la locura. No era en nombre


sociedades modernas, que ya no proceden a través del encierro. Evidentemente
de una ceguera, era en nombre de una percepción perfectamenre arriculada,
la página de Virilio es muy inreresanre, pero como toda objeción no aporra
que simplemenre será arriculada de otro modo en orra formación histórica. Es
absolutamente nada. ¿Por qué? Porque si hubo alguien que dijo anres que
-nos dice en Historia de la locura- en nombre de una nsensibilidad colectiva>. Virilio que el problema no era el del encierro, es el propio Foucault. Lo dijo
He allí la idea de upercepción colecdvar. Hay una percepción colectiva de la
ya al nivel de los medios de encierro. ¿En qué sentido? En el sentido de que el
locura en el siglo XVII que funda su asimilación cotr uag"b,r.rdos, mendigos,
hospital general y la prisión solo secundariamente son medios de encierro. En
libertinos y desempleados.
primer lugar son lugares de visibilidad. Es decir, lugares de cuadriculado visual.
Por ranto, podría inrentar definir una manera de aerra locura en el siglo
Y en Vigilar y castigar Foucault lo desarrolla mucho a propósito de la pri-
XVII, que no será la misma que antes (Renacimiento, Edad media), y que
sión. Se preguntará qué es una prisión, cuál es la función de una prisión. Y va
no será la misma que después. Será una visibilidad. En efecro,
¿q*é .. ,rn, a buscar un texto muy fascinanre de un auror de fines del siglo XVIII, de un
arquitectura? seguramenre que es un agregado de piedras, pero es anre todo y
reformista, Bentham, que había escrito un libro intitulado Le panophticon,
mucho más un lugar de visibilidad. Antes de esculpir piedras, lo q',r. se .rc,rlpl
el panóptico26. ¿Y qué era el panóptico, que constituía una prisión modelo?
es la luz. Esa es Ia idea de Foucault.
¡Es una gran idea!
yo no sé si es verdad o
Era un lugar en el que los habitantes, llamados los nprisioneroso, debían ser
no' pero su punro de partida es que la arquitectura es un lugar de visibilidad.
vistos a cada instante sin ver ellos mismos. Y serían vistos a cada instante por
La arquitectura dispone las visibilidades. La arquitectura es ia instauración de
personas llamadas los uvigilanres), que por su parte los verían sin ser ellos
un campo de visibilidad. Y observen que esre ascenso hacia la visibilidad es
mismos vistos. He allí una repartición de la luz y de la sombra. ¿Cómo se
siempre como un ascenso hacia la condición. Aquello que dispone la arqui-
haría dicha repardción?
tectura es la visibilidad que se prerende efectuar, una manera di ver, de ver Ia
El panóptico era, grosso modo, una circunferencia con espesor llena de
locura de tal o cual manera. Y bien, es en función de la manera en la que el
ventanas en la periferia exterior e interior, de manera tal que la luz pase. En
siglo xvII ve la locura, y no en función de una ceguera, que se mezcla a los
el centro, una torre con postigos. En la periferia con ventanas exreriores e
locos con los vagabundos, etc. Me pregunrarán poi qué. ya lo veremos, por
interiores hay celdas. Las celdas son atravesadas por la luz. La torre central, la
el momento buscamos únicamente puntos de ,.Lr.rr.ia,
torre de control, tiene postigos tales que el prisionero no pueda ver nada de
¿Y la prisión? ¿No hay que decir lo mismo, aunque surja en el siglo XWII? Es
lo que pasa en la torre. Por el contrario, desde ella se ve todo lo que pasa en
una arquitectura, son piedras más duras que cualquier piedra. y bien no, antes
las celdas. En cambio, los prisioneros no ven siquiera la celda de al lado. De
de ser piedras más duras que cualquier piedra, la prisión tiene por condición
un lado tienen <ser visto sin ver,; del otro, nver sin ser visto>. Es el panóptico.
un régimen de luminosidad. Es escultura de luz. No hay otra definición
'na En otros términos, la prisión es una forma de luz. Es una distribución de luz
de la prisión. Luz, veq ¿pero ver qué? Evidentemenre, no cualquier cosa. Ver
y de sombra antes de ser un monrón de piedras.
a lo.s que están en la prisión, es decir ver el crimen. La prisió'es el lugar
de
visibilidad del crimen, así como el asilo es el lugar de visibilidad de la lJcura. ¿Implica esto una concepción de la pintura en Foucaulr, una concepción en
la que la luz es condición de la pintura, condición del acto de pintar? Puede
Esto ya debería hacernos reflexionar sobre punro. Se ha dicho -y sobre ser. Habrá que preguntárselo. Un cuadro es una visibilidad. Puedo decir de
este punro también habrá que volvet pero aquí'n solo agrupamos nociones_ que la pintura que es el arte de las visibilidades. Es quizá una de las razones por
Foucault se interesaba especialmente, casi de manera exclusiva, por los medios
las cuales tiene con la arquitectura un lazo esencial, íntimo.
de encierro: el asilo, la prisión. Incluso se le han hecho objeciorre, ,erp.cto.
"l He justificado entonces la idea de visibilidad ranto al nivel de Ia Historia
Por ejemplo, hay una página muy inreresante de paul Virilio2r que dice que de Ia locura como al nivel de Vigilar y castigar. Y repito: la prisión es la visibi-
lo molesto en Foucaulr es que el encierro está caduco, y que las fo.rn"s .n 1",
lidad del crimen, el crimen puesro alaluz, así como el hospital general es la
que hoy vivimós no son formas de encierro, sino algo aún peor. De modo
que visibilidad de la locura en el siglo XVII, la manera en la que el siglo XVII ve
virilio pensaba que a Foucault se le escapaba algo fundamental de nuesrras
la locura, la lleva alaluz.

25
Cf. Paul Virilio, Wlocidad 1' política,LaMarca, Buenos Aires, 2006. 26Jeremías Bentham, El Panóptico,Ed.
La Piqueta, Barcelona, 1980.
20
21
Cla¿ l
Wr t habkr. Arqueología, archiuo.y saber

Pero del orro ledo esrá el enunciado.


¿por qué del otro lado? ¿eué quiere época existe un derecho penal. Más aun, en el siglo XVIII hay todo un mo-
decir? Al mismo tiempo que el asilo, exisre en el siglo xwl cierto esiado de la vimiento por la reforma del derecho penal. Movimiento muy interesante, y
medicina que conlleva una categoría de enfermedad: una vez más, enfermedad
tanto más cuanro que, desde el momento en que se esrudia ese derecho penal
de los humores, enfermedad de la cabeza, enfermedad de los nervios. No se
y su reforma, nos damos cuenta que el movimiento no concierne a la prisión,
trata de enfermedades mentales. Los análisis de Fotrcault son deñnitivos: el
y que la prisión es ajena al derecho penal. Seguramenre allí también habrá un
siglo xVII ignora la categoría de enfermedad menral. por razones simples
encuentro, pero esa no es la cuestión. Sucede que desde el punto de vista del
que veremos. Al nivel de la medicina, dicho siglo nunca distinguió el alma y
derecho penal, la prisión es solo una sanción particular de cierto caso muy
el cuerpo, y no existe psicología, por ranro no hay enfermedaJmental. pero
preciso de crimen; pero se prevén todo otro tipo de sanciones. Y más aun, el
hay enfermedad de los humores, enfermedad de la cabeza, enfermedad de los
derecho penal solo considera a la prisión con una especie de malesrar funda-
nervios, es decir las neurosis -palabra que aparece en el siglo xvIII: se llama
mental. Como si, frente a la prisión, el derecho penal no cesara de formular el
neurosis a las enfermedades de los nervios-.
enunciado: oEsto no es una prisióno. nEsto no es una pipau, uEsto no es una
Hay entonces cierto número, cierto cuerpo, cierto conjunto de enunciados
prisiónr. El derecho penal piensa todo un régimen de sanciones sin referirse
sobre un grupo de enfermedades. Esas enfermedades son (enunciableso. pero
a la prisión, o con una referencia mínima a la prisión. La prisión es dentro
he aquí un hecho bruto, en ranto que hecho hisrórico: ra medicina no penerra
del derecho penal un auténtico cuerpo extraio.
el hospital general. El hospital general no tiene como origen la medicina. Más
aun, el hospital general, el asilo, la casa de corrección no tienen nada que ver ¿De dónde viene entonces la prisión? No viene del derecho penal, viene
de lo que Foucault llamará las nrécnicas disciplinariasn. Técnicas disciplinarias
con la medicina. En el hospital general no se cura. pero enroncer, ió.rd.
¿d. del trabajo, del ejército, de la escuela. La prisión no va a nacer de un conjunto
proviene el hospital general? La respuesta de Foucault
-resumo mucho este jurídico, sino de un conjunto disciplinario extra-jurídico. ¿Y a qué se refieren
análisis- es que proviene de la policía, de ningún modo de la medicina. y la
los enunciados del derecho? Así como el siglo XVII renía enunciados médicos
medicina cura, pero fuera del hospital general. Todo ocurre como si hubiera
que referían a la nsinrazóno, e inventaba dicha noción, los enunciados del de-
heterogeneidad entre el hospital general, lugar de visibilidad de la locura, y la
recho en el siglo XVIII refieren a la udelincuencia>, e invenran dicha noción.
medicina, lugar de enunciabilidad de las enfermedades de la cabeza.
¿Habrá
-pero Entre los enunciados de delincuencia y la prisión como lugar de visibilidad
encuentros? Sí, habrá encuenrros una vez que ambos se constituyan. la hay heterogeneidad. Hay encuentros, habrá todo tipo de vínculos, pero hay
genealogía es independiente. Habrá encuenrro, pero no .on l" mi.-* forma-
heterogeneidad, no es la misma formación arqueológica. Así como enrre el
ción. Y en vigikr y castigar -yo hablaba de un paralelisme encontrarán que
hospital general y los enunciados de la medicina.
se ahonda en el mismo tema.
Entonces, renemos aquí una nueva pareja: las visibilidades, los enunciados.
Pero vuelvo un insrante a Historia de la locura.
¿Aqué conciernen enronces Habrá que reelizer un análisis comparado entre la prisión como lugar de vi-
los enunciados médicos? Puesto que no penerran, ro ápu.r,"n a lo que se ve
en sibilidad del crimen y el derecho penal como enunciado de delincuencia. De
el hospiml general, ¿a qué apuntan?
¿cuál es el objerode dichos enunciados? igual modo, entre el hospital general como lugar de visibilidad de la locura
Los enunciados médicos se refieren a trna noción específica del siglo xVII: la
y los enunciados médicos como enunciados de sinrazón. Cada uno tiene su
sinrazón. Y sin duda lo que constituye el poderoso interés del siglo XVII, de
línea propia, independiente de la otra.
la edad clásica, es haber formado dicha noción. El hospital g.n.r"l conriene
-iJrr" Continuemos en nuestra búsqueda de parejas. Aquí intentamos mosrrar
a los locos y los hace ver. La medicina enuncia la sinrazón. .,r., más, el
cómo se funda en Foucault la pareja visibilidades/enunciados. Ven ustedes
asunto no es saber si hay encuentro entre ambos, el asunto es ante todo decir
que lo visible y lo enunciable de El nacimiento d¿ k clínica se transformó
y mostrar que las formaciones son completamenre diferentes,
en visibilidad/enunciado. (Jna vez más, la arquitectura debe ser tomada así:
vuelvo a vigilar y casügar. Laprisión es une manera de ver el crimen, es un
como régimen de luz.
lugar de visibilidad del crimen, del crimen castigado; permite ver el crimen
Nueva pareja. Puedo decir también que la prisión es una evidencia. Sucede
en tanto que castigado. En efecto, es un lugar de luz, que distribuye laluzyla
en varias ocasiones en Vigikr y castigar que Foucault se exprese de ese modo:
sombra. ¿cuál es el régimen de enunciados en la misma época? En la misma
nla prisión es una evidencia>. Así como el hospital general es una evidencia.

22
23
Clxe 1. Wr y hablax Arqueologta, archiuo sabex
1

Es inreresante esre empleo de la palabra uevidenciao?7, puesro que la evidencia algunos muerros recapitulan los últimos momenros de sus vidas, y no cesan
es una visibilidad. Foucault se hace enronces de la evidencia una concepción
de recapitularlos en cajas de cristal.
histórica. cada formación histórica posee sus evidencias. y en la época si- Es interesante esta idea de la máquina. Noten que vamos a rener una
guiente, lo que ha sido una evidencia, deja de serlo. confirmación. Lo que buscamos son confirmaciones de lo que decíamos hace
eue los locos puedan e un momenro para la arquirectura. Seguramente no rodas las máquinas son
incluso deban ser reunidos con los vagabundos, erc., erc., para el siglo xwl
es una evidencia, no una ceguera. En otros términos, se delinea lo que ópticas. sería tonto decir que toda máquina es óptica. En cambio, no es ran
me
parece el gran principio histórico de Foucault: oToda formación historica ve tonto decir que toda máquina, cualquiera sea, ofrece algo que ver. Además
todo lo que es capaz de ver, ve todo lo que puede verr. y el correlato: uToda de lo que hace, toda máquina hace ver algo. La máquina de vapor hace ver
formación histórica dice todo lo que puede deciro. Una formación histórica algo' con más razón las máquinas ópticas. Pero decir que la máquina nece-
se definirá por sus evidencias, es decir su régimen de lrrz.
sariamenre hace ver algo es lo mismo que decir que la arquitecrura es una
por
¿y por qué más? escultura de luz: máquinas que hacen ver algo que no se podría ver por fuera
sus discursividades. un régimen de enunciados será llamado po, Fouc",rlt,rrr"
ndiscursividadn. Evidencia y discursividad. de la máquina. En otros términos, la visibilidad es inseparable de una especie

En La arqueología del saber nos encontraremos nuevamente confundidos, de proceso que habrá que Ilamar (proceso maquínicoo. Estas descripciones
puesro que la pareja evoluciona. Pero evoluciona de ral manera que se corre de las máq*inas o de los procesos maq*ínicos definen primer tipo de obra
en Raymond Roussel. 'n
un gran peligro. Se corre el riesgo de no ver más que un rérmino áe la pareja.
Sin embargo, el otro está ahí. Pero solo se lo designa negativamente. Se encorr- El segundo tipo de obras son los libros que no descansan esta vez sobre
trarán las expresiones uformación no discursivar, <formación discursivar. He descripciones de máquinas en ranro hacen ver un espectáculo, sino sobre un
aquí que el ver, las visibilidades, ya solo son designadas negativamente con el proceder lingüístico. Ya no sobre ,rn pro..ro, sino soü.e un proceder.
¿eué es
nombre de nfe¡¡¡¿.¡6n no discursiva,. un proceder lingüístico? Es un régimen enunciativo. El proceso es maquínico,
¿por qué? ¿eué ha pasado?
La primera resp*esta, aunqrre insuficiente, es simple. consiste en decir pero el proceder es enunciarivo. El segundo tipo de obras de Roussel atañerá
a procederes enunciativos. He aquí una nueva pareja: procesos maquínicos
que La arqueohgía del saber es un libro consagrado enreramenre a responder -
a la pregunta: ¿qué hay que entender por nenunciadoo? por ,"rrao, .o--o ,ro procederes enunciativos.
considera el otro polo, las visibilidades, solo alude a ellas de manera negariva. Intento resumir todo esto. Apelo a rérminos que no son de Foucault para
Pero la pregunra no hace más que resurgi¡ la dejo intacra: intenrar envolver todo. Hemos seguido una especie de dualismo, un dualismo
¿por qué Fo-ucault muy curioso que se desplaza según los libros de Foucault, que se matiza, que
siente la necesidad de consagrar un libro a los enunciados separados de las
visibilidades? toma tal o cual apariencia. Pienso en una terminología empleada por un lin-
Condnúo mis búsquedas, únicamente de terminología, y veo que la pareja güista, Hjelmslev. Retengo solamente las palabras porque pueden ayudarnos.
va a desplazarse una vez más, pero siempre bajo la rúbrica ver-hablar. En el Hjelmslev habla de forma de contenido y forma de expresión. Llego hasta ahí
libro sobre Raymond Roussel, Foucault nos dice que, según é1, hay dos tipos en mi invocación porque en Hjelmslev, que es un lingüista, un lingiiisra puro,

de obras en esre poeta. De hecho el libro reconocerá que h"y tres, pero por la forma de expresión es una manera de rebautizar aquello que los lingtiistas
ahora no puedo tomarlo en cuenta. Nos arenemos a los dos más fáciles. llaman el nsignificanteo. Tiene razones para desear ese nrrevo bautismá. y h
Foucault-nos dice que hay algunos libros de Roussel que describen máqui- forma de contenido es una manera de rebautizar aquello que los lingüisas
nas extraordinarias. ¿Y qué hacen esas máquinas? ofrecen a nuesra vista un llaman el nsignificador. se sabe que es así en Hjelmslev. yo tomo prert"d"s
espectáculo insólito. ¿Qué quiere decir eso? Ya veremos, más tarde hablaremos sus palabras, pero propongo de inmediaro que supongamos que forma de
de Roussel, tal como lo ve Foucault y por sí mismo. Hay máquinas exrraor- contenido no tiene nada que ver con significado, y que forma de expresión
dinarias que nos hacen ver espectáculos insensaros. y todo el liúro de Roussel no tiene nada que ver con significante. Y de cierta manera es efectivamente
describe esos espectáculos salidos de máquinas misteriosas donde, por ejemplo, lo que mostrará Foucault.
¿Qué es la forma de expresión en una formación histórica dada? Es el ré-
gimen de los enunciados. ¿Qué es la forma de contenido? Diré, por ejemplo,
:7 Michel Foucault, Wgikr y castigar, op. cir., p. 234.

24 25
CLae l
Wr t habkr Arqueología, archiz,o ! sabex

que la prisión es una forma de conrenido, que el hospital general es una for-
luz del día de lo que se hace y se padece en una época. Foucault no hace una
ma de contenido. En efecto, en Vigilar y castigar se encuenrra varias veces la
historia de las mentalidades, una historia de los comporramienros, se eleva
expresión uforma-prisiónD, con guión entre las dos palabras. La forma-prisión
hacia las condiciones propias de cada época que vuelven posibles tanto los
es una forma de contenido, pues no es una forma de expresión. La forma de
comporramientos como las mentalidades. En otros términos, rrabaja como un
expresión es el derecho penal. El derecho penal es una forma de expresión y
filósofo y no como rrn historiador. ver y hablar determinan condicio'es en la
la prisión es una forma de contenido. La medicina con sus enunciados es una
medida en que (ve., se sobrepasa hacia el campo de visibilidad y nhablan se
forma de expresión y el hospital general o el asilo es una forma de contenido.
sobrepasa hacia el régimen de enunciados.
Solo que en Foucault, yya veremos por qué, la forma de expresión no riene
¿A qtré remite esto? A una manera filosófica de hablar. A saber, ver y hablar
nada que ver con un significante, y la forma de contenido no riene nada que
son elementos puros, forman parte de un análisis de elementos. Entonces nver,
ver con un significado. ¿Por qué? Porqrre las visibilidades son irreductibles a un
no es un comportamiento, uhablaro no es una idea. No se trata de una historia
signiñcado, así como los enunciados son irreducribles al significante. Foucault
de las ideas o de una historia de los comporramienros. se trata de elevarse
no cesará de decir que las discursividades se anulan al colocarse bajo el orden
realmente hacia las condiciones, a sabe¡ las visibilidades y los enunciados.
del significante. Ahora bien, las visibilidades ya no perrenecen al signi6cado.
Pero no hemos terminado. Lo anterior al menos nos ha vuelto más fuertes.
¿Por qué? Habrá que indagarlo.
¿Fuertes para qué? Para evitar no un contrasentido sobre Foucault, sino más
Pero he aquí que hemos avanzado. Es preciso que me acepren toda esta
bien una especie de mutilación. La mudlación consistiría en hacer de Foucault,
lista en torno de (ver)) y de nhablar,. Pero al menos hemos arribado a una
en virtud de la fuerza y de la originalidad de su teoría de los enunciados, de
formulación mucho más rigurosa de la pareja de base: campo de visibilidad
la noción toralmente nueva que presenta del,enunciado, un autor para el que
- régimen de enunciados. O, si prefieren, visibilidad y enunciado. En esto se solo existen enunciados, al punto de que lo visible no sería más que residuos
funda el curioso dualismo de Foucault. Irreductibilidad de una forma a otra:
de enunciados o ilusiones proyectadas por el enunciado.
ver y hablar. Una vez dicho que (ver> no es el ejercicio empírico del ojo, sino ¿A qué sería reducido
Forrca'lr en esre caso? Digámoslo bien simple: a un filósofo del leng.aje, o
constituir visibilidades, ver o hacer ver. Y que <enunciar> no es el ejercicio
peor, a un filósofo analítico -entiendo por esro la filosofía analítica anglo-
empírico del lenguaje, sino constituir enunciados. Ahora bien, no es fácil
americana-. Ahora bien, seguramenre existen razones para comparar a Foucault
constituir visibilidades, consriruir enunciados. No es para nada fácil. No existe
con estos ar¡tores, tanto lingiiistas como filósofos analíticos. Pero yo insisto, una
ya hecho, puesto que varía con las épocas. ¿Y cómo se constiruye tal régimen
vez más, sobre ese dualismo ran extraño, el dualismo visibilidad/enunciado.
de enunciados? ¿Cómo se forma tal lugar de visibilidad?
sin duda algunos de ustedes vieron a Foucault en vida. Bastabaverlo, creo,
Entonces, puede quelhayamos hecho un pequeño progreso. Primera
para saber dos cosas. Para saber, por supuesto, que tenía una pasión menos por
pregunta: ¿no se volvió más clara la manera en la que Foucault pretende des-
lo que decía él mismo que por lo que escuchaba decir. pero también tenía una
bordar una historia de los comporramienros y de las menralidades? Todavía
pasión por ver. Tenía una especie de genio visual, no menos que un genio para
no trato de justificar rodo. ¿Pero no se vt¡elven al menos un poco más claras
los enunciados. ¿Por qrré digo esto y me refiero a una nora personal? porque me
las siguientes fórmulas? Las visibilidades no son cosas entre las demás cosas,
acuerdo de un texto en el que un comentador del Greco, el pintor, hablaba de
y las visiones, las evidencias, no son acciones enrre las otras, sino que son la las formas alargadas, de los cuerpos alargados del Greco, y sugería que estaban
condición bajo la cual surge toda acción, toda pasión, etc. Todo lo que se hace
en relación con su astigmatismo2s. El Greco renía astigmatismo. Eso planrea
en una época solo puede hacerse si sale a la luz. El hacer y el padecer de una
un buen problema: ¿el alargamiento del cuerpo como técnica pictórica es un
época suponen su régimen de luz. Y del mismo modo, todo lo que se piensa
efecro del asrigmatismo? No, ciertamenre no. ¿Pero por qué no habría una
en una época, todas las ideas de una época suponen su régimen de enunciados.
relación compleja entre ambos?
Los enunciados no son ideas entre las orras, rampoco simples comunicaciones
Brreno, yo insisto sobre la miopía de Forrcatrh. Me refiero a s' pasión por
entre ideas, son las condiciones para el despliegue de roda la red de ideas que
ver. ¿Hay que poner, se debe ponet es legítimo poner en relación esra espe-
se efectúa en una época. Las visibilidades no son solamente daros como los
otros, son condiciones de luz que vuelven posible el tránsito, el ascenso a la
18
Cf, German Beritens, El Astigmatismo del Greco, 1914.
26
'r'7
Clae I Wr t habkx Aryueología, archiuo 1 sabex

cie de pasión por ver con lo que él entendía por (ver)? Yo les decía que las el primado del enunciado sobre lo visible en términos de reductibilidad de
visibilidades de las que habla Foucault no son cosas u objetos. Y podremos lo visible al enunciado es profundamente murilanre para el pensamiento de
jusrificarlo ñlosóñcamente. No pueden ser cosas rr objetos, son algo distinto. Foucault. Más aun, algo tiene el primado sobre otra cosa solo en la medida
¿Pero qué pasa cuando Foucault habla de ellas? Las expresiones que siempre se en que esa orra cosa es de otra naturaleza. Del primado no se puede deducir
repiten de manera constante son: ndesrelloo, (centelleo), uresplandorr. Su esdlo la reducción, todo lo contrario. ¿Qué quiere decir uprimado,? En cualquier
mismo es un estilo de luz. La materialidad de su estilo era extraordinariamente caso, primado no quiere decir que lo visible se reduzca al enunciado.
luminosa. Lo visible no es la cosa o el objeto, ni siquiera la cualidad. Lo visible En el punto en el que estamos, y si es que me conceden esta pareja ver-
es lo destellante, lo centelleanre, lo resplandeciente. Eso es una visibilidad. hablar, habría que planrear varias resis al mismo tiempo. Son cuatro resis. y
Habrá que indagar por qué. Del mismo modo, les decía que los enunciados creo que todas están en Foucault.
son algo totalmente distinro a palabras y frases. Primera tesis; hay diferencia de naruraleza entre ver y hablar, entre lo visible
Digo entonces que hay en Foucault una pasión por ver, no menos que y lo entrnciable. En términos más erudiros, no hay isomorfismo. Forrcault no
una pasión por enunciar. Por eso es un gran descriptor de cuadros. Si ustedes cesará de decirlo. Lo dice explícitamente en Esto no es una piplt y en EI naci-
qrrie ren, entre mis parejas podría haber prresto -y la añado al final- descripción- miento de la clinica, pero el isomorfismo es rechazado de manera consrante
enunciación. Y una descripción es algo distinto de un enunciado. Foucault en todos estos libros. No hay isomorfismo enrre ver y hablar, es decir, entre
realiza descripciones en toda su obra. Descripciones de cuadros -del cuadro lo visible y lo enunciable. Esto quiere decir que no hay conformidad.
¿eué
de Velázquez, del cuadro de Magritte-, pero también descripciones de Ia quiere decir uconformidado? O bien nforma comúnu, o bien .correspondencia
prisión, descripciones del asilo. Respondo con esro a la pregunta de cómo se biunívoca entre las dos formasu. Foucault niega la conformidad, la correspon-
puede hablar de una visibilidad. Es que hablar de una visibilidad es describir. dencia, el isomorfismo ver-hablar.
Y describir no es lo mismo que enunciar. Foucault camina sobre dos pies, En otros términos, nunca se ve eso de lo que se habla y nunca se habla de
sobre dos pies disimétricos, las descripciones y los enunciados. De modo que eso que se ve. ¿Foucault lo dice? Sí, no cesa de decirlo, por eso digo que se
tendremos que considerar qué es un cuadro, qué es la reoría de las descripciones trata de la primera gran tesis. Particularmente en el comienzo de Las patlabras
en Foucault, y no solamente qué es la teoría de los enunciados. y las cosas. Más adelante lo veremos en detalle, pero resumo esre gran rexto
Dicho esto, va a parecer que digo lo conrrario. Pero hay que decirlo. No de Foucault: Lo que se ue jamds reside en lo que se dicéo. En mi recuerdo es la
dudo de que haya un primado de los enunciados. Los enunciados priman página 21. Y añade: nY lo que se dice, por más que procedamos por metáfo-
sobre las visibilidades. ¿Pero qué quiere decir que priman? Son problemas ras, desplazamientos... -sigue una frase bastante larga- jamás se hace ver en
para el fururo. El primado de los enunciados sobre las visibilidades culmina lo que veuir.
se
con La arqueología del saber. Pero Foucaulr jamás volverá sobre este punto. En quiere decir que hablar no es ver, que ver no es hablar? eue no hay
¿Qué
efecto, en La arqueología del saber encuenrran una expresión muy curiosa: n/a conjunción, sino disyunción entre ver y hablar. Me dirán que no es verdad,
discursiuo üene rehciones discursiuas con lo no-discursiuorre. No se puede expresar que puedo hablar de Io que veo y que puedo ver aquello de lo que hablo.
mejor el primado de lo discursivo. Lo discursivo tiene relaciones discursivas Si me dicen eso, es que no me han seguido. Por supuesto, siempre pueden
con lo no-discursivo, es decir, el enunciado tiene relaciones enunciativas con decirlo, pero la cuestión es si tiene algún interés. Hablar de lo que ven solo
lo no-enunciado, con lo visible. puede rener un interés si se lo comunican a alguien que no ve. porque si se
Habrá que decir que existe un primado de los enunciados. Pero lo que quiero trata de alguien que ve lo mismo que ustedes, no se ve muy bien el interés de
señalar es que el primado nunca quiso decir reductibilidad. Les pido que ya decir lo que ven: u¡Vaya, un barcolr. ¿Comprenden?
reflexionen sobre esto, pero nos ocupará enormemente más adelante. Es un Disyunción ver-hablar. ¿Qué más quiere decir esto?
¿y qué evoca? En este
punto muy meticuloso, muy preciso. El primado nunca quiso decir reducti- aspecro' Foucault evidentemente participa de un conjunto de pensamientos
bilidad. Y me parece evidenre. Toda comprensiór"r de Foucault que traduzca
30
Michel Foucault, Las pakbras y las cosas, op. cit., p. 19.
) Cf. Michel Foucaulr, La arquteología del saber,op. cit., p. 272. 3t ldem.

28 29
Clase I

que están en cierra relación con otros pensadores. Habrá que ver más de cerca
qué es este rema de la disyunción fundamental ver-hablar. que esro se verificaba, que era presentado anre todo por tres grandes aurores
(Jna vez más, parece una banalidad, o incluso algo discutible, pero piensen actuales: los Straub, Marguerire Duras, Syberberg. ¿Qué es esta disyunción
que hace falta comprenderlo de cierra manera en el punto en el que estamos. ver-hablar? Como dice Marguerite Duras, es como si hubiera dos 6lmes, el
Lo que es interesante no es que ver y hablar no sean lo mismo. Lo importante film de las voces y el 6lm vistral. Dos 6lmes, es decir, sin isomorfismo. y las
no es hablar y ver, sino a qué remire hablar y a qué remire ver. Puede ser que voces evocan un acontecimiento que no veremos, mientras que la imagen
ver y hablar vayan juntos, pero no van juntos aquello a lo que remite hablar visual presenta Iugares sin acontecimientos, lugares vacíos o mudos. Los que
y aquello a lo que remire ver. Una vez dicho que, según Foucault, aquello a lo han visto, piensen por ejemplo en India Songja, donde la imagen visual es
lo que remite (ller) son visibilidades y aquello a lo que remite nhablaro son enviada de un lado y el film de voz del orro.
enunciados. Esto quiere decir entonces que enrre las visibilidades y los enun- Lo que se ve no reside en lo que se dice. Lo que se dice no hace ver. Están
ciados hay diferencia de natrrraleza, no hay isomorñsmo. el ver y el decir, pero en una relación disyuntiva. Dicho de orro modo, en
¿Y qué ha mostrado Foucauh en la Historia d¿ h hcura? Que no había una no-relación. Esta expresión insólita es de Blanchot. Dice que enrre ver y
isomorfismo e ntre el hospital y la medicina. Cada uno posee su formación. El decir, entre ver y habla¡ hay una no-relación. Y añade que esa no-relación es
hospital proviene de la policía, la sinrazón de la medicina. Del mismo modo, quizá más absoluta que cualquier relación. Es curioso. Si llegan aleer Esto no
la prisión proviene de lo disciplinario, la delincuencia de lo judicial. No hay es una pipa, verán que Foucault reroma la expresión nno-relación', diciendo
isomorfismo, no hay forma comírn. que enrre el dibujo y su rítulo, es decir entre lo visible y su enunciado, hay
Ahora bien, digo que esto debe hacernos pensar en otros autores. Anre una no-relación. Dicho de otro modo, hay {isyunción.
todo en Blanchot. Y Foucaulr ha senalado a menudo su reconocimienro, su De acuerdo, hay disyunción. Pero se vuelve a caer sobre el siguiente punro:
deuda con Blanchot. No es cuestión de considerarlo como un discípulo de esa no-relación debe ser de cierta manera una relación, y ser incluso más pro-
Blanchot. Yo creo más bien que hay un encuentro entre los dos. Sob,re todo funda que cualquier relación. Las dos formas, la forma de lo visible y la forma
porque a parrir de la misma resis, over no es hablaru, Foucault y Blanchot van de lo enunciable, son irreductibles. No hay conformidad, ni correspondencia,
a desarrollar el rema de maneras bastanre diferentes. En efecto, aunque esto ni isomorfismo. Hay no-relación, hay disyunción. Y es preciso que esa no-
recorre toda su obra, hay un gran texto de Blanchot que esrá enrre sus páginas relación sea, de cierra manera original y paradójica, una relación. Y no será
más bellas, que es un capído preciso d,e La conacrsación infnita,en la edición una relación entre dos formas, no será una conformidad.
Gallimard: nHablar no es verur2. Advertirán que Blanchot no añade (ver no Adviertan en rorno de qué se está girando: esramos de lleno en el problema
es hablaru. Creo que le corresponde a Foucault hacer la recíproca (ver no es de la verdad tal como lo planteará Foucault. Puesto que la verdad siempre fue
hablaro. ¿Bajo qué condición, qué significa, cuál es la diferencia con Blanchot? definida por la conformidad, conformidad entre la cosa y la represenración,
Poco importa, porque lo veremos más tarde. La relación con Blanchot es un conformidad entre el decir y el ver.
problema para nosotros. Entonces, la primera tesis de Foucaulr es: heterogeneidad de las dos formas,
Quienes estuvieron acá el año anterior quizá recuerden que encontramos diferencia de naturaleza. Lo que se ve no reside en lo que se dice, y viceversa.
el mismo régimen de disyunción enrre ver y hablar a otro nivel, el del cine33. Segunda tesis. ¿Qué es primero? La pregunra no se plantea. Hay presupo-
Y cuando trabajábamos sobre la palabra en el cine nos pareció que algunos sición recíproca. Ambos se presuponen.
autores del cine moderno hacían de la palabra y de lo sonoro un uso muy Tercera tesis. No obstante hay un primado del enunciado sobre lo visible.
particular, en el sentido de que era un uso disyuntivo con la imagen visual, que Volvemos a nuesrro problema: ¿de dónde proviene ese primado? Observen que
el primado no implica reducción alguna. De acuerdo, los dos son irreducribles,

3:
pero uno prima sobre el otro. Lejos de implicar una reducción, el primado
Maurice Blanchot, L'entetien infini, Gallimard, Paris, 1 969, "Parler, ce n'est pas
voir" (ed. casr.: La conuersación inJinita, Madrid, Arena libros, 2008).
3r Deleuze se refiere
al cuarro y último curso que dedicó al cine, nCine y pensam-
3a
ienror, enrre fines de 1984 y mediados de 1985. Marguerite Duras, India Song, 1975.

30 3t
Clae I

supone la irreducribilidad. Solo puedo ejercer un primado o un poder sobre


lo que me resisre, sobre lo que posee otra forma. continuemos: ¿qué es enronces la arqueología? La arqueología es el esrudio
¿Por qué es distinta de la histori.? porq,r. ,.",.
de las formaciones históricas.
Finalmente, cuarta tesis: hay capturas muruas. Esto sin duda va a ser lo
de elevarse hasta las condiciones, lo visible y lo enunciable. y porque la historia
más complicado en Foucault. A sabe¡ los enunciados no cesan de capta¡ de
nunca podrá despejar los enunciados y las visibilidades puras. Son elementos
capturar lo visible; las visibilidades no cesan de captar, de caprurar enunciados.
prrros, hace faha rrn análisis filosófico.
¿Pero cómo es posible, si esas dos formas son heterogéneas, irreducribles? A
mi modo de ver, este sistema de la doble caprura es lo más bello en Foucault. ¿Qué es enronces una formación histórica? Ahora puedo decir que una
formación histórica es un agenciamiento de lo visible a. to enunciable. E,
Las visibilidades se apropian de enunciados, los enunciados se apropian de f
una combinación, es una manera de combinar visibilidades y enunciados,
visibilidades.
una vez dicho que ambos son irreductibles. Pero no cualquier enunciado se
Y donde Foucault más lo desarrolla es en ese pequeño hbro, Esto no es ana
combina con cualquier visibilidad. Hay combinaciones, ."p,u."r, que impiden
pipa. Habla de uincisionesn de los enunciados en lo visible, de uincursioneso
que cualquieravaya con cualquiera. La coherencia de una época está consti-
de lo visible en el enunciado. Dice -y aquí cito de memoria, casi de memo-
ila-: Cada uno lanza suflecha al blanco del otro. Y añade: Es una batalla3'.yen ruida por el hecho de que sus visibilidades, en virtud de r,r, for*". propias,
son combinables con sus enunciados, en virtud de sus formas propias. Esre
ustedes por qué añade que es una batalla y vive realmente la relación enrre
entrelazamiento, este entrecruzamiento entre visibles y enunciables que varían
las visibilidades y los enunciados como una batalla. La vive necesariamenre
segrin cada formación hisrórica es lo que definirá dicha coherencia. Ninguna
como una batalla, y debe ser una batalla, puesro que no son la misma forma.
No puede haber acuerdo enrre las visibilidades y los enunciados. formación histórica posee las visibilidades y las enunciabilidades de otra. Desde
¿por qué? momento en que hay una variación del rég.imen de enunciados y del campo
Porque el acuerdo es una forma común o una correspondencia de forma a 1l
de visibilidades, pueden decir que enrramos en orra formación histórica.
forma. Ahora bien, no hay forma común ni correspondencia formal entre
lo visible y lo enunciable. Si hay fenómenos de caprura, sucederán enronces Este agenciamiento de lo visible y lo enunciable como constirutivo de la
no bajo la forma de un acuerdo, de una conformidad, sino bajo la forma de formación hisrórica es lo que Foucault llamará, en su propia terminología,

una caprura violenta, de una batalla. Ustedes me dirán que no son más que un udispositivor.
Yfinalmente... ya renemos suficiente,
palabras. Sí, pero esas palabras nos permiten delimitar el problema. ¿no?Termino con el siguiente prrnro:
los dos, ver y habla¡ es decir los visibles y los enunciables, constituy..r lo qu.
De modo que yo me encuentro con estas cuatro resis fundamentales.
Foucault llama un usaberr. nsaber, es siempre efecruar la nq-relación entre lo
l- Diferencia de naruraleza o heterogeneidad de las dos formas, forma de
lo visible, forma de lo enunciable. Por tanto, no-relación. 2- presuposición visible y lo enunciable, es combinar lo visible y lo enunciabre, es operar las
recíproca, cada una presupone a la otra. 3- Primado de una sobre la otra, del capturas muruas enrre lo visible y lo enunciable. y allí se juega el problema
de la verdad.
enunciado sobre la visibilidad. 4- Captura murua, abrazo de luchador entre
las visibilidades y los enunciados, como en una batalla.
Notarán qrrizá qrre he definido narchivo audiovisualo, nformación históri-
Para nosorros esro ya constiruye un programa. Habrá que arreglárselas ca', (combinación entre los visibles y los enunciablesu y nsaber, de la misma
con estas cuarro tesis. ¿Qué es Io único que puedo concluir por el momento? manera. Y sí. Sucede que para Foucault no hay nada bajo el saber. Todo es
Puedo concluir qué es un archivo. Y comprendan que voy a dar una respuesra
un saber. Todo es saber. No hay experiencia antes del saber. Esa es su ruprura
6nal que será, en un senrido, de lo más decepcionante, y qrre dejará de serlo si con la fenomenología. No ha¡ como decía Merleau-ponry, una ne*periencia
salvaje,>. No hay uvividos, o, más bien, lo vivido es ya un saber. SolL que
tienen en cuenra todo lo que hizo fala para llegar a ella. Diré que el archivo no
es fundamentalmente audiovisual. solo que esta banalidad fue transformada
todo saber es una ciencia. Pero bajo el saber no hay nada.
por Foucault. ¿Qué es una Formación histórica? Son los umbrales de saber, muy diversos
entre sí, que se constituyeron en una época. un apilamienro de umbrales
diversamente orientados. De allí uarqueología del saber,. El objeto de una
arqueología es el saber, pues nsaber, es precisamente combinar lo visible y lo
3t Michel Foucault, Esto no es una pipa, op. cit., p.22. enunciable. ¿En qué senrido?
32
))
Clase L

En el sentido de que -comienzo aquí lo que quisiera hacer la próxima


vez- lo visible remire a un proceso y lo enunciable remire a un proceder. ¿Qué Clase 2
es combinar el proceso de visibilidad y el proceder de la enunciabilidad, el
proceder de la creación de los enunciados? El proceso más el proceder es un
El saber y los enunciados.
procedimiento. El saber es un procedimiento. La verdad no existe indepen.
dientemente del procedimiento, y el proceümiento es la combinación del
proceso visible y del proceder enunciativo.
He aquí rodo un conjunto de nociones. Hemos dado una vuelta por lo
que evidentemenre no es más que el primer eje del pensamienro de Foucault. 29 de Octubre de 1985
La próxima vez, entonces, estaré aquí desde las 9 para ver con ustedes, con
los que estén, si es que existen cosas sobre las cuales conviene volver. Pero
quisiera que piensen en todo esto. Es algo así como el programa de nuesrras
sesiones siguientes. Entonces, los que vean que esto no les concierne, no
vuelvan. Los que piensen que les concierne, vuelvan, y si tienen preguntas las
resolveremos al principio y después continuaremos.

¿Qué tienen para decir sobre lo que debemos hacer, sobre lo que hicimos
la última vez? [silencio) Este trabajo debe implicar para ustedes u.ra especie
de colaboración. Incluso si no han leído a Foucault, se rrata de que desii.rt.
en ustedes comparaciones que hacer, o cosas de ese tipo en función de lo que
saben' cualquier cosa, y en cualquier dominio... Les sonrío para alentarlos
[risas)... fsilencio) Bueno, ya vendrá.
A los que están aquí por primera vez les pido que me enrreguen un papelito
con nombre y dirección, pero sobre todo con lo que hacen, qué diplomatura,
o lo que fuere, y cuáles son este año sus remas de interés y de trabajo. Después,
como no son muchos, de ser necesario los veré uno por uno.
Intento recapitular. Nuestra sesión precedente fue sobre el siguiente tema:
¿qué es un archivo, qué es la arqueología según Foucault? Hemos extraído una
idea muy general. ver y hablar, o más precisamenre esre (más precisa-
-pero
menreD ya debe parecernos muy importante; no estamos aún en condiciones
de comprenderlo, solo sabemos que los términos que siguen son más precisos
que ver y hablar-; decía que ver y habla¡ o más precisamenre, lo visible y lo
enunciable, o si prefieren, las visibilidades y los enunciados, consriruyen dos
formas esrables en cada época. Y que finalmenre una gran parte de la obra de
Foucaulr -diría que desde Historia de h locura haxa vigikr y castigar- consiste

34 35
Clav 2 El saber 1 los cnunciados.

en una repardción y un esrarus de esas dos formas. No digo que los libros de Paralelamente, en el siglo XVII, al mismo riempo que el hospital general
Foucault se reduzcan a eso, digo que lo implican. Conllevan esa distribución hace ver la locura de ml o cual manera, los enunciados que conciernen a
de dos formas, la forma de visibilidad y la forma de enunciabilidad, según ral o la locura son igualmente originales y giran en rorno del siguiente uobjeto
crral época. E insistía en que cierras interpreraciones de Foucault que sacrifican discursivou, dirá Foucault: ula sinrazóno. La locura es comprendida como
la concepción de lo visible a una concepción del enunciado, de lo enunciable sinrazón. No digan que es obvio, pues la sinrazón como objeto de discurso es
o de lo decible, son llevadas inevitablemenre a mutilar el pensamiento de un tema perfectamenre original, que sin duda no puede surgir más que en la
Foucault. Lo visible y lo enunciable constituyen, entonces, dos formas estables época clásica' en virtüd de su concepción de la razón. Desde el siglo XWII,
en cada época. Casi habría que invertir, incluso: aquello que define una época la locura ya no será enunciada en relación con la razón, sino en función de
es un campo complejo de visibilidad y un régimen complejo de enunciados. una coordenada totalmenre distinta.
En otros términos, rrna época se define por lo que ve y por lo que dice. De modo que se puede decir del siglo XVII: manera de ver la locura, hospital
¿Qrré significa enronces uarqueología,'? Una disciplina que analiza los ar- general; manera de enunciar la loeura, la sinrazón. Es lo que hace, respecto a
chivos. ¿Y qué es un archivo? Es la recopilación audiovisual de una época, lo la locura, la formación hisrórica oépoca clásican.
visible y lo enunciable. Desde enronces, una época, o lo que ahora podemos Vimos lo mismo para la prisión. El régimen-prisión se forma en el siglo
llamar una nformación hisróricao, se definirá a rravés de lo visible y de lo XWII como una nueva manera de ver el crimen. Al mismo tiempo, el derecho
enrrnciable. Una época se define por lo que ve y por lo qrre enrrncia. Lo que penal sufre una evolución por relación a las épocas precedenres.
¿Qué es esra
llamaremos una uformación históricao -Foucault dice a veces una (positivi- evolución? Es la formación de un nuevo ripo de enunciados cuyo objeto dis-
dadr- es el enrrecruzamiento de dos formas estables en una época, lo visto y cursivo, enunciativo, es la delincuencia. Prisión como visibilidad del crimen,
lo dicho, lo visible y lo enunciable. enunciado de delincuencia. Esro define también un" form".ión histórica.
Foucault puede entonces considerar que una gran parre de su obra es un Esto era enronces el primer punro, que creo poder considerar como adquiri-
análisis de ciertas formaciones históricas. Por eso puede decir al comienzo de do. Se trata siempre de esta confrontación, al nivel de cada formación histórica,
un libro recienre, de El uso de los phceres: nSí, toda una parre de mis libros entre lo visible y lo enunciable. ¿Qué es lo que una época ve y hace ver, qué es lo
son estudios de historiaur. La formación histórica se define por un régimen de que dice y hace decir? Es un mérodo muy firme, en mi opinión muy original.
enunciados, por un campo de visibilidad. Lo cual implica principalmenre que ¿Por qué es original? ¿Por qué Foucault puede decir, una vez más, al co-
las épocas, las formaciones históricas no ven lo mismo, no dicen lo mismo. mienzo de El uso d.e los placere¡ uhago estudios de historia pero no trabajos de
Las visibilidades y los enunciados son las variables de cada formación. Varían historiadoru? ¿Por qué son rrabajos de filósofo? Les decía la í¡ltima vez q.e la
de una formación a otra. Lo vimos a propósito de dos libros que presenran nueva concepción de la historia, lo que se ha llamado nescuela delos Annalesr,,
paralelos muy sorprend emes: Historia d¿ la locura y Vigilar y castigar. nos propone a la vez una historia de los comportamienros y una historia de
En Historia de k locura el hospital general es la visibilidad de la locura las mentalidades. Les cité, por ejemplo, la compilació n de Cómo te rnuere en
en esa época, en el siglo XVII. EI hospital general hace ver la locura bajo tal Anjou... en ral época2. No es únicamenre un esrudio de los comportamienros,
o cual especie visual. Como dice Foucaulr, hay una nevidencian -romando es también un estudio de las mentalidades en la medida en que será considerada
nevidencia, en el sentido de una visibilidad- de la locura en el hospital general la manera de enfocar la muerre, las ideas sobre la muerte. Foucault se separa
y en las condiciones del hospital general, a saber, agrupar a los locos con los de esta concepción. ¿Por qué? Ya renemos todos los elementos para responder.
vagabundos, los desempleados y los mendigos. Es una visibilidad de la locura. Foucault no hace un trabajb de historiador. No dice.r, qrr. lo,
La locura se deja ver en el marco del hospital general. El asilo es la prefigrrración historiadores se equivoquen, dice que su cuesrión está en orra"irol,rro
parte. cuando
de lo que será, en el transcurso del siglo XIX, el asilo psiquiátrico, y ofrece me preguntaba qué quiere decir esro, mi respuesta era simple, consistía en
una visibilidad completamente distinta, orra manera de ver. decir que con lo visible y lo enunciable Foucault prerende elevarse razón -con

: Frangois Lebrun, Les hommes et la mort en Anjou, aux wII a UIII silcles : Essai
rVer clase l, nota 21. de démographie et de psychologie historiques, op. cir.
36 37
Clrce 2
El sabcr 1 los enunciados.
o no' me da igual- hasta una determinación de las condiciones. Lo visible o
la visibilidad no es un comportamienro, es la condición general bajo la cual eje. ¿Habrá otros? se puede ya plantear este problema. sin dudas habrá otros.
se manifiesran, aparecen a la lrrz rodos los comportamienros de una época. y Desde el comienzo, ver y hablar, lo visible y lo enunciable, no agotan todo. y
del mismo modo, los enunciados no son ideas. desde el principio de su obra Foucaulr es muy consciente de eso. pero si hay
Una concepción muy importanre de la filosofia la ha definido siempre otros ejes, habrá que pregunrarse cuáles son los vínculos con las formaciones
como la búsqueda de las condiciones: ¿bajo qué condiciones algo es posible? históricas. si hay otros ejes, p.ede ser q'e ya no conciernan a lo estratificado.
Esa era la preg'nta filosófica. si pregunto qué son las matemáricas, necesaria- Lo estratificado se de6ne por la composición, el entrecruzamienro de dos
mente no esraré haciendo ñlosofía. Pero si pregunro bajo qué condiciones las formas estables, lo visible y lo enunciable. ¿Pero todo es estable?
¿Todo es
matemáricas son posibles, esraré haciendo filosofía. Entonces, me parece que formación histórica? ¿Todo es estrato?
nno hago un rrabajo de historiadoro significa para Foucaulr que se eleva hasta Hay un texto sublime de Herman Melville, el novelista americano. Es ran
las condiciones que vuelven posibles los comportamientos de una época y las bello que se los leo, porque pienso que a Foucault le hubiera gustado mucho.
mentalidades de una época. En orros rérminos, Foucault pretende establecer se encuenrra en una gran novela de Melville que se llama Pierre o las ambigüe-
elementos puros. dades. Lesleo: Había aún millones y millones de cosas que no se habían reuelado
De allí el empleo, en La arqueología del saber, de un término muy insólito: a Pierre. La uieja momia estrí enterrada bajo múhiples uendas; hace tiempo
faha
a priori. En filosofía, a priori siempre ha querido decir nindependiente de la para desenuoluer a este rey egipcio. Debido a que Pierre comenzaba a atauesar con
experiencia,. Ahora bien, las condiciones de la experi encia son a priorl, es decir la mirada Ia primera capa superfcial del mundo, se imaginaba en su locura que
no están dadas en la experiencia misma. Lo visille y lo .rrtrrr.Lble son los ¿ había alcanzado Ia sustancia no estraüfcada. Pero, por lejos que los geólogos halnn

priori. ¿De qué? Son los a priori de una época, de una formación histórica. descendido en las profindidades d¿ Ia tiena, no eneontrarán mtís que esnatu sobre
De allí la idea muy extraña en Foucault, que tendremos ocasión de volver a estrato, ?uesto que hasta su eje el mundo no es mtis que superfcies tuperpuestas. AI

encontrat de que los a priori son históricos. Mienrras que en Kant ua priori> precio de un inmenso esfuerzo nos abrimos una uía subterránea en la pirámide,
e uhisrórico, se oponen, aquíhay a priod histórico. se trata de las condiciones y al precio de andar horriblemente a timtas llegamos al hab¡táculo cental. con
de visibilidad y de enunciabilidad que permiten definir una época. gran regocijo dtscubrimos el sarctífugo, leaantamos la tapa y.. ¡no hay nad¡e! El
Lo visible y lo enunciable son entonces elementos puros que se combinan alma d.el hornbre es un uacío inmenso I aterrorizanté,
para definir la formación histórica, es decir, para determinar las condiciones Uno no puede más que callarse un poco, porque es diffcil no ser sensible a
de dicha formación, ¿Bajo qué condiciones es posible la época clísica? Bajo la belleza de semejante texto. Lo leo
traduciéndolo a términos inmediatamente
las condiciones de tal forma de visibilidad y de enunciabilidad. No digo próximos a Foucault. Todas las formaciones históricas son esrraros.
¿y qué
que se oponga, pero ven ustedes que esro es algo que lo separa, que señala la hacemos nosotros, arqueólogos? Vamos de estrato en estraro, de formación en
originalidad de la empresa de Foucault y la imposibilidad de reducirla a un formación. No hay que creer demasiado rápido que se ha alcanzado la sustancia
rabajo de historiador. no estratificada. ¿Hay r¡na susrancia no esrratificada? si la ha¡ está más allá del
Diría que en ütima instancia las formaciones históricas son esrraros, estrari- ver y más allá del hablar, más allá de lo visible y de lo enunciable, pues lo visible

ficaciones. Empleo esra palabra porque es cómoda y porque remite al rérmino y lo enunciable se aúnan para formar el esrrato según tal o cual fórmula. vamos
uarqueologíar. [^a arqueología es el estudio de los estratos. veremos que se puede de estrato en esrrato, ¿pero alcanzamos Ia sustancia no esrratificada?
dar al término (esrraro) todo tipo de dererminaciones, pero la primera que me Apenas los traspongo: nPor lejos que los arqueólogos hayan descendido en
autorizaría a emplear tal palabra es que un estraro es precisamenre un compuesro las profundidades de la tierra, no encuenrran más que esrraro sobre estrato,
de visible y enunciable, un enrrecruzamienro de visibilidades y enunciados. formación histórica sobre formación histórica, puesto que hasta su eje el
De modo q.e las formaciones históricas son esrraros, son estratificaciones. mundo no es más que esrraros superpuesroso. Y nal precio de un inmenso
Y el primer eje de la obra de Foucault es el esrudio arqueológico de las estrari- esfuerzo nos abrimos una vía subterránea en la pirámide, y al precio de andar
ficaciones, es decir, de las formaciones históricas definidas por las visibilidades
que despliegan y las enunciabilidades que profieren. Digo que es un primer I Herman Melville, Piene: on 7he Atnbiguities, Harper & Brothers, 1852, pp.
387-388.
38
39
Cli.v 2 El saber t hs nunciados.

horriblemenre a rienras llegamos al habitáculo cenrral..., Es decir, vamos Vuelvo entonces a hacer mi llamamiento: ¿hay intervenciones para este
de formación en formación en busca de lo no esrrarificado. Llegamos a la primer punto sobre el archivo? ¿No? ¿No hay problema, no hay oscuridad?
sustancia no esrratificada, o al menos al lugar de la sustancia no esrrarificada, ¿Está muy claro? Entonces conrinuemos.
la cámara central de la pirámide. Todas las caras de la pirámide son esrraros. ¿Cómo puede comprenderse esta especie de identidad entre saber y forma-
Pero todos esos esrraros están ahí para cubrir la cámara central de la pirámide, ción histórica? La idenddad entre el saber y la formación histórica es el archivo
donde borbotea lo no esrrarificado. ¿Por qrré borborea? Porqrre si el esrraro es mismo. ¿Pero cómo comprenderla concreramente? Es que el saber no riene
sólido, hay que imaginarse Io no estrarificado como extrañamente líquido, objeto ni sujeto. El saber, tal como Foucault lo concibe, no es conocimiento
o peor, como gaseoso. nllegamos al habiráculo central de la pirámide. Con de un objeto por un sujeto. ¿Qué es enronces? Por el momenro solo hay que
gran regocijo descubrimos el sarcófagon. Nos decimos que allí esú lo no dejarse llevar. Ya encontraremos nuevas dificultades en rorno de qué es el saber,
estrarificado. <Levanramos la tapa y... ¡no hay nadie! El alma del hombre es pero por el momento vamos en bajada. Ya sabemos cómo definir el saber. No
un vacio inmenso y aterrorizanten. tiene objeto ni sujeto, tiene elementos. Tiene dos elementos, lo visible y lo
Quizás sienren enronces que cuando hayamos terminado con este eje, enunciable. Me dirán que lo visible es su objeto y lo enunciable su sujeto.
nos daremos cuenta -y había que decirlo desde el principie- que solo se No, no es verdad. Tiene dos elementos puros, absolutamenre irreductibles.
trataba de un primer eje. Los esrraros o formaciones históricas, es decir los En otros términos, no hay nada bajo el saber o anres del saber.
grandes compuesros de visible y de enunciable, no agotan el pensamiento de Aquí hay que cuidar nuesrras palabras. Porque lo que acabamos de sugerir
Foucault. Habrá otro eje, y luego quizá otro más. Habrá muchos ejes en esre hace un rato es que habría dimensiones distintas a la formación histórica y al
pensamiento. Q"iá Ia novedad de Foucault consisre en haber impuesto un estrato. Entonces, si el saber es uno con el estraro, con las formaciones históricas,
nuevo sistema de coordenadas. ¿las otras dimensiones, los otros ejes que no se reducen a la formación hisrórica,
Pero aquí vemos solamenre el primer eje o la primera dimensión del sistema tampoco se reducen al saber? No, sin duda no se reducen al saber. Pero no están
de coordenadas, que resumo por enésima vez: ver y hablar, la combinación de bajo ni antes del saber. ¿Podemos ya imaginar qué serían esos orros ejes? Quizá
lo visible y lo enunciable según cada época, es decir, según cada formación his- son s(ra-estrato o inter-estrato, pero no están bajo ni están antes.
tórica determinable como estrato. Thnro las visibilidades como los enunciados Esto es lo que explica algo en lo cual Foucault insistió desde el comienzo:
son los elementos prrros de toda estrarificación. De modo que en un esrraro o su oposición a la fenomenología. ¿Bajo qué forma? Según Foucault, no hay
en una formación histórica debo hacerme dos preguntas fundamentales, que experiencia usalvajeu u <originariar. Son rérminos empleados por Merleau-
son las preguntas no de la historia, sino de la filosoffa: ¿qrré ves y qué haces ver, Ponry. Y Foucault, en repetidas ocasiones, señala su separación respecto de
qué dices? O, en los rérminos más técnicos que vimos la úldma vez: cualquier fenomenología afirmando que no hay experiencia originaria. En la
¿cuáles
son tus evidencias y cuáles son rus discursividades? Historia de la locura había todavía una ambigüedad, ciertas páginas podían
Este era nuestro rema la úlrima vez: ¿qué es un archivo, qué es la arqueología? hacer creer en una experiencia originaria de la locura. Es decir, ciertas páginas
La búsqueda de dos condiciones puras. Ven por qué Foucault emplea, debe estaban aún bajo la perspectiva de una fenomenología del loco. En La arqueo-
invocar una palabra como (arqueología, para distinguirse de la historia, del logía delsaber Foucault dice que no, que en todo caso eso nunca esruvo en su
historiador. El archivo no es la historia, es la dererminación de dos elementos, espíritu. ¿Qué es lo que reemplazaala fenomenología? Es, dice Foucault, una
es decir de las condiciones de visibilidad y de enunciabilidad. epistemología. Es decir, no hay experiencia que no esté captada en un saber.
Y la vez pasada apenas habíamos comenzado un segundo tema: ¿qué es En otros términos, sobre un estrato no hay más que saber, todo es saber. Lo
el saber? Y decíamos que saber es ver y enunciar. Se encadenaba bien. Es un cual implica que nsaberr, para Foucault, tendrá un sentido completamente
poco como si, a primera vista, la formación histórica dijera objetivamente lo disrinto de uconoceru.
que el saber nos dice subjetivamente. Saber y formación histórica -y esto ya
nos parece extraño- no son más que uno. Saber es ver y enunciar, es deci¡ Intervención : (In a udi b le)
combinar visible y enunciable. Desde entonces, rodo saber es histórico. Nos Deleuze: ¿Que la frase nyo sé algon no es posible? ¿Por qué? Sí es posible, ya
encontrábamos más o menos allí. que los enunciados tienen objetos que les son propios, que les pertenecen, que

40 41
Clae 2
El saber 1 bs enunciados.

no existen fuera de ellos. Son objetos discursivos. Por otra parre, las mismas
siempre es idiota decir neso ha existido siempre>. Nunca nada ha existido
visibilidades tienen objetos que les son propios. Saber es ver y enuncia¡ es
siempre. Tomemos un ejemplo, el antisemitismo. osiempre ha habido and-
combinar lo visible y lo enunciable. Hay objetos de visibilidad y objetos de
semitas>. Bueno, pero decir eso tiene muy poco interés.
enunciación, discursivos. Enronces, decir uyo enuncio algoo es perfectamente ¿Cuándo comienza
a volverse interesante? cuando me pregunro en qué formación hisrórica el
posible. oYo veo algou es perfectamente posible. Por ejemplo, nenuncio la de-
anrisemirismo ha dado lugar a enunciados políticos. Y la respuesta puede ser
Iincuenciao, nveo el crimen en prisióno, nveo la locura en el hospital generalu,
múltiple: en ral, en tal otra también, erc. Si no, puede haber un anrisemitismo
nenuncio la sinrazóno. La delincuencia, la sinrazón, son objetos propiamente
de opinión que no es retomado en los enunciados políticos de una época, que
discursivos. La prisión, el hospital general, son lugares de visibilidad. Perfec-
no interviene o que mayoritariamenre no interviene en los enunciados políticos
tamente puedo decir (veo algo)r pero ese nalgou es interior al saber. No es un
de una época. En otros términos, ¿cuándo es que los enunciados anrisemiras
objeto que existiría independienremenre del saber o que preexisdría al saber.
franquean el umbral de politización? Se vuelve una buena pregunu.
Puedo decir nyo sé algor, una vez dicho que el ualgoo es interior al saber, es
Y así funciona para todo. Sucede que los enunciados implican reglas de
decit es una variable del saber.
formación. Yveremos que esta idea es ran importante que puede llevarnos muy
¿Qué quiere decir entonces que el saber no se reduce al conocimiento? lejos. Todo enunciado posee sus reglas de formación. sus reglas de formación
Más aun, hay una diferencia radical entre saber y ciencia. De modo que, si
no se agotan en eso, pero conllevan la determinación de un umbral que hace
se la toma en su sentido riguroso, en ranto concierne a la ciencia, habría que
que el enunciado pertenezca a tal o cual umbral. Hay reglas de formación sin
retirar la palabra que acabo de proponerles hace un momenro, la palabra uepis-
las cuales un enunciado no puede ser político, hay reglas de formación sin las
temología,. De hecho, Ia epistemología de Foucault concierne al saber, y no
cuales un enunciado no puede ser diplomático, hay reglas de formación sin
especialmente a la ciencia. Entonces, nsaber, no es necesariamente científico
las cuales un enunciado no puede ser religioso, erc.
y no se reduce a un conocimiento.
Por ranro, no solamente hay que hablar de rrn umbral de cienrificidad para
¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que hay umbrales de enunciados. enunciados posibles. Hay que hablar de un umbral de politización. De un
¿Que es un umbral de enunciado? Es un nivel a parrir del cual un enuncia- umbral de etización: ¿a partir de qué momento y de qué umbral un enunciado
do puede ser cualificado como ral o cual. Hay por ejemplo un umbral de es moral? No es para nada obvio. De un umbral de esretización. Cuando se
cientificidad. EI umbral de cientificidad debe ser definido por los caracteres
plantean, por ejemplo, problemas del tipo: ¿cuándo es que la naturaleza adquie-
a partir de los cuales los enunciados que los posean serán llamados ucien-
re un valor estético? O bien es un falso problema, o bien es muy inreresanre,
tíficos> o nenrrnciados de conocimienroo. Más aun, al analizarlos Foucault
no se sabe, tendrá que decírnoslo el análisis. Pero u¿cuándo es que Ia naturaleza
distingue varios umbrales que remiren a la ciencia: un umbral que llamará
adqriere un valor estérico?) signi6ca u¿cuándo y cómo es que los en'nciados
nde epistemologizaciónu, un umbral que llamará ode ciendficidadu y un um-
sobre la naturaleza franquean el umbral esrérico de la época?u. qué hay que
¿Y
bral ode formalización,. Las matemáticas, por ejemplo, alcanzan el umbral decir de la opinión? Los enunciados de opinión también rienen un umbral. Y
superior de la ciencia, el de formalización. Orras ciencias no, se conrenran
lo mismo para las visibilidades. Las visibilidades rambién rienen un umbral.
con un umbral de cienrificidad. Pero enronces, si se define la ciencia como
Esto me permite enriquecer la noción precedente de archivo. Hace un
un modo de saber, y decimos que el saber es rodo enunciado en ranro que momenro decía -y era la primera determinación- que el archivo es una esrra-
combinable con visibilidades, hay umbrales de visibilidad que hacen que la
tiñcación, un estrato, una formación histórica. Es decir --era la primera deter-
visión devenga cientí6ca. minación del estrato- que es una combinación de lo visible y de lo enunciable.
Pero no hace falta enfocarse en la ciencia. Es muy interesante esra concep-
Eso ya constituye cierto espesor del estrato. Ahora puedo añadir que el estrato
ción de Foucault. Ya vamos a ver por qué. Pero además abre la cuestión de los
es un apilamiento de umbrales diversamente orientados. Yven ustedes que esto
umbrales: ¿a partir de qué umbral un enunciado deviene político, cuáles son
enriquece la noción de arqueología. un apilamiento de umbrales diversamente
los umbrales de politización de un enunciado? Voy a decir cosas muy simples,
orientados según los cuales los enunciados podrán ser llamados nenunciados
pero que me parecen importantes para el análisis de las formaciones históricas.
políricos, de tal formación, nenunciados estéticoso, oenunciados científicosr,
Comprendan que por el momento hay que ser muy prudentes. etc. I-o cual quizás nos permira precisar la idea de un régimen de enunciados.

42
43
Clae 2 El saber y los cnunciados.

¿Qué comprende el régimen de enunciados? Al menos rres cosas: la de- Vamos muy suavemente en nuestros análisis. uYo quiero lo verdaderou. No
terminación del esrraro sobre el cual se producen los enunciados, es decir la puede ser un enunciado. Sentimos ya que los enunciados y las frases no van
determinación de la formación histórica; la determinación de la familia de a ser lo mismo. ¿Por qué? Porque esta frase no me dice gran cosa. Si les digo
enunciados a la cual perrenece el enunciado; y la determinación del umbral que consideren la frase "yo quiero Io verdaderon, inmediatamente tienen
-¿es político, jurídico, estético?-. Notarán que los enunciados de igual familia ganas de saber quién puede decir algo así. Hay muchas personas que pueden
pueden pertenecer a umbrales diferenres. Y que enunciados de igual umbral decirlo, pero son tan variadas... Aquí avanzamos mucho -siempre se avanza
pueden pertenecer a familias diferenres. Por ejemplo, en una misma formación cuando uno menos se lo espera- ya que ¿no habría que decir que en la frase
histórica y al nivel de una misma ciencia, es decir de un mismo umbral, el (yo quiero lo verdaderou hay tantos enunciados como personas para decirla? Al
umbral de la biología, tendrán enunciados evolucionistas y enunciados anti- mismo tiempo reculamos, porque eso querría decir que el enunciado depende
evolucionistas. Pertenecen a la misma formación, es decir al mismo régimen, de quien dice la frase. Quizá, pero no solamente. Dejemos enronces esro a
tienen el mismo umbral, y sin embargo no son de la misma familia. La un lado, todavía no tenemos los recursos. Habrá que volver sobre este punro,
formación, la familia, el umbral son enronces características de los estraros. será central para la cuestión de qué es un enunciado, y de cuál es la diferencia
Continuemos. El saber no es Ia ciencia. La ciencia es un tipo de saber. Lo entre una frase y un enunciado.
cual quiere decir, para Foucault, que todo saber es fundamentalmenre una Vuelvo enronces a nyo quiero lo verdadero,,. ¿Quién dice eso y qué quiere
práctica. En efecto, el saber está hecho de prácticas: prácticas de visibilidad, decir cuando lo dice? ¿Cuál es su objeto? Vimos en qué sentido -por la pregunta
prácticas de enunciado. O, si prefieren, prácticas discursivas
-los enunciados- y que me planteaban- se podía hablar de un objeto, de un objeto de enunciado,
prácticas no discursivas -las visibilidades-. de un objeto de visibilidad. Cuando Descarres dice nyo quiero lo verdaderor,
¿Y qué es la verdad? Es la combinación de lo visible y de lo enunciable, no oculta lo que quiere: quiere la cosa en persona, quiere la presencia. Quiere
siempre volvemos a eso. ¿Pero en qué caso la combinación supondría una la evidencia. Solo que no es posible llegar a la evidencia. Pero quiere la cosa en
verdad? Aquí quizá vamos a rener un problema. En cualquier caso, Foucault persona, como idea, la cosa en sí misma como idea. Cuando Hume en el siglo
reivindicará una hisroria de lo verdadero, una historia de la verdad. Y de cierta XVIII dice (yo quiero lo verdaderoo, ¿qué es lo que quiere? Quiere signos. O el
manera tiene razones para pensar que realiza, al menos en parte, un punto propio Hobbes, contemporáneo de Descartes, quiere signos. No quiere la cosa
fundamental del programa de Nietzsche: una historia de la verdad. ¿Por qué en persona, la cosa en persona no le dice mucho, quiere signos a parrir de los
hay una historia de la verdad? Precisamente porque el saber es cuestión de cuales podrá inferir lo verdadero. Pero lo verdadero nunca estará dado, siempre
práctica. El saber es cuesrión de práctica, y la verdad es la relación entre prác- será inferido a partir de otra cosa. Cuanro más probable sea la inferencia, más
ticas discursivas y prácticas no discursivas. seguro será. He aquí que (querer lo verdadero', ha comenzado a volverse más
En otros términos, lo verdadero, la verdad, es inseparable de las prácticas preciso. uYo quiero lo verdadero,r ya da lugar a dos familias de enunciados.
que la producen, es inseparable de un procedimiento. Y es lo que indicaba la Hay en Foucault una idea con muchos marices que rienen que rener en
última vez de una manera todavía muy vaga. A saber, que se puede reservar mente. Son dos cosas a la vez. Gsis l: cada época, cada formación histórica
el término nprocedimienro) para designar la relación enrre las dos prácticas, dice rodo y muesrra todo. Tesis 2: las visibilidades y los enunciados no esrán
práctica discursiva de enunciado, práctica no discursiva de visibilidad. Reser- dados inmediatamente, hay que extraerlos. Vamos entonces a considerar estos
vamos entonces la palabra nprocedimientor. Y lo verdadero nunca es separable dos aspectos.
de los procedimientos por los cuales no solamenre se lo alcanza, sino que se El primer aspecto es que no hay secreto, no hay nada oculto. Esto quiere
lo produce. decir que si consideran los enunciados {ntre paréntesis: cómo voy a encon-
nYo quiero lo verdadero". He allí un enunciado, o la apariencia de un trarlos es un problema que surgirá inmediatamenre después-, ven bien que
enunciado. Habrá que preguntarse si es un enunciado. ustedes se dan cuenta todo está dicho. Si consideran las visibilidades, está todo mostrado. Es evidenre.
de que aún no hemos abordado el problema esencial: Incluso antes de saber qué es un enunciado o qué es una visibilidad, es preciso
¿qué es lo que Foucault
llama un enunciado? ¿Es lo mismo que una frase? Por el momento partimos deshacerse de las ideas preconcebidas que consisten en creer que los discursos,
de una frase, puesto que no renemos todavía los medios para hacer orra cosa. que lo discursivo, oculta.

44 45
Cl¡u¿ 2 El saber y bs enunciados.

Por ejemplo, no hay que ser muy asruro para conocer las reglas que derer- un sentido extremadamente preciso. Es decir, es un tipo de enunciado que
minan Ia politización de un enunciádo, es decir su naturaleza polítiia. Noren dice exactamente lo que quiere decir,
que los hombres políricos nunca mienten y que, en un sentido, dicen todo con Y para aquellos que gusran de Proust, los remito a un rexro de En busca d¿l
un cinismo radical. Es estúpido decir que mienten. No mienten en absoluto. tiempo perdido en el cual pone en escena a un embajador de nombre M. de
Tomen la actual campaña electoral. La derecha dice exactamente lo que nos Norpois. Son dos páginas espléndidas en las que M. de Norpois explica que
sucederá tras las elecciones. Se sabe. Chirac no es en absoluto un mentiroso, el lenguaje diplomático tiene cierras reglasa. Foucault diría que hay un umbral
es veraz. No tienen necesidad de ocultarnos nada. se sabe muy bien lo de diplomaricidad de los enunciados. Y que, habida cuenra de las reglas de
que
nos va a suceder, no se nos oculta. No se nos oculta que los tipos jóvenes y los enunciados diplomáticos, las actas de reuniones entre los ministros de
un poco morenos sufrirán controles de identidad. No se puede decir que nos diferentes países, por ejemplo, dicen exactamente toda la verdad. Nunca hay
mienten' nos lo anuncian. No se puede decir que nos ocukan que la patronal algo oculto.
podrá despedir sin que el minisrerio de traba.io se inmiscuya. Los hombr.s Si uno sabe las reglas de la formación de los enunciados en determinado
políticos dicen absolutamenre rodo, no rienen nada que ocultar. o en todo ámbito, no nos ocultan absolutamente nada. ¿Qué quieren que oculten?
caso, cuando tienen algo que ocultar se trata de cosas totalmente personales: Cuando Reagan anuncia, por ejemplo, que bajará los impuestos y que, a
cuando son corruptos, cuando roban dinero. pero no nos referimos a eso, eso cambio, desmantelará las instituciones de asisrencia social, no pueden decir
no es lo importante, eso no es lo grave, sino sus programas. y tienen siempre que miente o que oculta algo. Es evidente. Es una evidencia. No se puede decir
una fidelidad absolura para con sus programas. que Hitler ha ocultado algo. Habría que no haber leído ni una línea de Hitler
Muy al comienzo, cuando la mayoría de ustedes todavía no estaba aquí, para estimar que ocultaba algo. Sería inreresante preguntarse -y es un poco el
tomaba otro caso: el discurso del Papa. Nunca hay que decir de un discurso problema que ha trabajadoJean-Pierre Fayé5- qué son y cómo puede hablarse
ni que es mentiroso, ni que es insignificante y qtre habla por hablar. cuando de enunciados propiamenre fascistas, y cómo aparecen. ¿Cómo aparecen en
el Papa habla de la Santa virgen -y aquí también h"y q*. rener en cuenta el un campo político los enunciados de un nuevo tipo, los enunciados fascistas?
umbral de religiosidad de los enunciados-, no habla por hablar ni representa Ahora bien, lejos de ocultar los fines y los medios del fascismo, Hitler es el
un arcaísmo. Habla con exacrirud, según las reglas del enunciado r.ligioro. introductor y el inventor de un régimen de enunciados que a partir de allí
Evidentemenre él observa las reglas del enunciado religioso, sin las Juales reconoceremos bajo la forma de enunciados nazis y de enunciados ñscistas.
un enunciado no habría franqueado el umbral de religiosidad. Lo mínimo Por eso es muy interesante leer los periódicos, porque en un sentido esrá rodo
que se puede pedir es que el Papa logre que sus enunciados franqueen el dicho, no hay secreto.
umbral de religiosidad, sino ¿qué pasaría? lrisas] El papa nos dice algo muy Ahora bien, en su obra Foucault vuelve en repetidas ocasiones y de una
importante. Nos dice que el ecumenismo, es decir una política religiosa manera mrry interesante sobre el disctrrso del filánrropo. Mostrará que el filán-
de unidad del cristianismo, del catolicismo, del protestantismo, erc.,-está tropo dice exactamente todo y que, literalmente, para saber lo más oscuro de
caduco, y que él reintroduce la universalidad, el universalismo propiamenre una época, lo aparentemente más oculto, basta con tomar al pie de la letra el
católico en conrra del ecumenismo. En efecto, siendo que el discurso del filántropo. Lo más cmdo y lo más cínico se despliega en el discurso
lrotl.ma de
la virgen forma parte de los puntos de fricción enrre el catóhcismo y la del filántropo. Esro nos servirá un poco más rarde, por eso lo desarrollo desde
Refo¡ma, es obvio que el amor intenso del papa por la virgen significa algo ahora. Veremos que una de las bases de la crítica de Foucaulr al humanismo
que los reformados, que los protestantes captan cabalmente. Entonces no tiene su fuente en su crítica del discurso del filántropo.
se puede decir que habla por hablar, sino que, conforme a las reglas según Pero criticar no quiere decir extraer un secreto. Es una operación muy
las cuales un enunciado es religioso, dice estricramente rodo. y cuando besa diferente, es extraer las reglas a las que obedece tal tipo de enunciado. Ahora
la tierra, y habla todas las lenguas, y cuando necesira decir nbuen díao 6¿d¿
vez que desembarca en un país hablando la lengua de ese país, rampoco es, a
Cf. el inicio de Marcel Proust, Ez busca del tiempo perdido, romo 2: .A la sombra
como suele decirse, para dar espectáculo, sino para reivindicar el don de las de las muchachas en florr.
lenguas de los apóstoles. Y eso tiene un sentido en la universalidad catélica, t
Jean-Pierre Faye, Los hnguaja totalitarios, Taurus, Madrid, 1974.

46 47
Clne 2
El sabtr 1 los enunciados.

bien, estas reglas no esrán dadas, pero no son secreras, no están ocultas. No que el loco no es culpable de ser loco. En el siglo xvII, en los enunciados
están dadas porque son reglas. Las reglas no esrán dadas. Lo que esú dado de
la sinrazón, el loco era efectivamente, de cieria forma, culpable de ser
son los productos, es decir los propios enunciados, incluso si se ios encuenrra loco,
así como el apasionádo era culpable de sus pasiones, culpable
de no seguir a Ia
según las reglas. razón' El concepro de sinrazón aseguraba la culpabilidad. El loco es álpable
volvamos al discurso del filántropo, enronces. El primer gran caso de de ser loco. En'nciado filantrópico de pinel: el loco no es culpable
de ser loco.
análisis del discurso del filántropo, es decir del régimen de en,rnci"dos que le
sin embargo' como dice Foucault -los rexros de pinel lo di..., más ex-
corresponde, es la liberación de los locos al final del siglo XVIII y a comienzos tensamenre-, la idea de Pinel es que el loco ha dejado de ser culpable de ser
del siglo XIX, casi simultáneamenre en América y en Francia. En Francia esrá loco, que el loco es inocenre
Pinel, rep'rado como un gran filántropo en la época, y que libera a los locos de -gran avance en humanidad_, p.rl que en su
locura inocente es responsable de lo que con dicha locura ',niene a p.rt,rrb"r,
sus cadenas. Antes de venir revisé uPinel, en el pequeño Larousse. Dice: osus- el orden moral y el orden social. En otros términos, pinel produjo una
tit*yó ope-
la violencia por la dulzura en los asiloso. por eso es un gran filántropo. ración magisrral, hizo franquear el umbral moral a ros enlnciaáos sobre
Hay una anécdota célebre, cuya fuente cita Foucault. se trata del hi¡o de la
locura. Es formidable. El loco es inocenre, pero esra locura inocenre Io
Pinel, quien cuenra la entrevista grandiosa del monsrruo deforme y del gran lleva
a perturbar el orden moral y social. No es culpable, es responsable
de aquello
filántropo. Es el convencional courhon, paralítico, regicida
-había vorado que perturba el orden moral y social6.
la muerte de Luis XW-. Estaba inválido, paralírico, se paseaba en su silla de El enunciado de la locura franquea el umbral moral pero, precisa Foucault
ruedas. Y courhon visita a Pinel en el asilo, y le dice: ucamarada, tú mismo
-y tiene razón para todo el comienzo del siglo XIX-, no franquea en absolu-
estás loco, pues me cuenran que quieres liberar a estas criaturas innoblesu. y
to el umbral epistemológico, el umbral de la ciencia. A tal punto que pinel
Pinel lo mira desde su altura y le dice: nSí ciudadano, y lo lograrén. y el otro jamás habla en nombre de un conocimientd de la locura,
le dice: nQue re vaya bien, pero que no se re escapen). y erLonstruo se va
h"bl. .., ,ror.rbr.
de la moral. Es mucho más tarde que se formará una psiquiatría
que invoca
emprrjado en su silla, y el gran filánmopo acaba su obra, rompe las cadenas un conocimienro de la locura. En ese momenro los enunciados d. la lo.,r.a
de los locos.
habrán franqueado el umbral llamado uepistemológicor.
Foucault no está en contra, pero nos dice que no hay que quedarse sim- Lo que Pinel hace es orra cosa. Hace franquear el umbral moral a los
plemente en esre bello relato filial, sino que hay que ver l"s de.ür"ciones del enunciados de la locura. ¿Qué quiere decir esto?
propio Pinel. Esto nos inreresa de manera directa, nos pone un poco en el eue si siguen la letra del
discurso de Pinel, ven dos cosas. Por una parre, que existen mejores cadenas
camino para enconrrar enunciados. En sus declaraciones pinel habla efecti- que las físicas: la mirada_del vigilante y el juicio del curador. segundo punro:
vamenre de liberar a los locos, de quitarles sus cadenas. Es una doctrina, no hay una responsabilidad más profunda que cualquier culpabiñdad, e, decir
puede negarse. Y en efecro, los locos ya no estarán encadenados, o ar menos más profunda que la culpabilidad de ser loco. Es la responsabilidad
inmediatamenre encadenados. ¿Pero qué reemplaza a las cadenas? pinel no lo que el
loco tiene cuando arenra conüa el orden moral y social. umbral mo.al
de los
oculta, todo el método descansa sobre esto: es preciso que el loco sea cons- enunciados sobre la locura.
tantemenre visro, es decir vigilado, y consranremenre juzgado. pinel lanza los
¿Y cuál es, desde enronces, la operación del asilo en el siglo XIX, por opo-
dos grandes términos que van a ponernos en la vía de los enunciados: mirada
sición a la situación del siglo xvII? se quiebran ras cadenas del loco, pero
se
y juicio. En otros rérminos, reemplaza las cadenas materiales por la mirada del
lo va a encerrar en una especie de modelo familiar. y Foucaulr
vigilante, la mirada perperua del vigilante, y el juicio perperuo del curador. -,r.r...
bien que a ñn de cuenras el psicoanálisis es perfecto, porque acaba, lleva
-.ry
a
¿Por qué recalco esro? nMirada> nos remite a visibilidad: que el loco sea visible la perfección la empresa de la psiquiarría del siglo xx. ruo rompe
las veinticuarro horas del día. Y ojuicio, remite a un tipo de enunciad.o. El con ella.
Pues si buscan cuál es la organización del asilo en pinel, Ia mirada y el juicio a
estarus de la locura qtreda definido en rérminos de visibilidad y de enunciado.
partir de los cuales el loco será tenido por responsable de las alte.ácion.s que
Mirada perperua, juicio perpetuo.
Por un lado, enronces, aquello que parece perren€cer a la filantropía.pri-
6
mero, suprimir las cadenas. Segundo, las aseveraciones constanres de pinel de cf. Michel Foucault, Historia de Ia rocura en ra época cLísica, op. cir., tomo 2,
p.222.
48
49
Clase 2
El saber y los enunciados.
provoca en el orden moral y social, verán que es la situación del niño en un
ción' perturba el orden social. y bien, si no la suerta, ro pagará.y
modelo familiar. Y la psiquiatríaya no abandonará nunca el modelo familiar. el carácrer
repentino del castigo, una vez más, es un factor esencial.
El curador no es tratado como un sabio, sino como un padre. Y Pinel es el
Del mismo modo, en vigikr y crtstigar enconrrarán un largo
primer padre de este nuevo üaramienro de los locos. análisis del
discurso del filántropo-de prisión. E, Áuy inreresanre,
Ahora bien, ¿puede decirse que hay algo oculto? No, nada. En los discursos porque en Ia misma
época de la prisión
del filántropo de asilo no hay nada oculto. Aun más, si el loco se obsrina en -ya lo vimos- er derecho penar se .onii..,. en un derecho
cuyos enunciados son sobre la delincuencia. Ahora bien, nla
alterar el orden moral y social, enronces sí hay que casrigarlo. Se lo vuelve delincuenciao
es una categoría nueva- Es un objeto de enunciado,
a encadenar. A menudo se lo vuelve a encadenar. Pinel se explica con gran lo que llamaba hace un
momenro un objeto discursivo. En ese derecho penal, que
ingenuidad. Los textos que nos da Foucault son inequívocos, y Foucault no sufre en aquel
momento toda una renovación, se observa ante todo una suavización
interpreta, resume: nHace falta que la locura ya no cause miedo, en cambio, de las
penas, de las sanciones. El filántropo logra una h*manizació.id.
es preciso que el loco tenga miedo,7. F¡ la base de todas las terapéuticas de la r", sancio-
nes, en especial el suplicio, que tiende a desaparecer
locura a principios del siglo XIX. El siglo XVII, que encadenaba a los locos, lenramente. La prisión
reemplaza al suplicio.
nunca se propuso que el loco tuviera miedo. No quiero decir que haya que
En efecto, en el momenro en que no había prisión, las sanciones
caer en la inversa y creer que el siglo XVII era formidable [rzsad. Pero no se eran del
tipo suplicio, exilio, galeras, trabajos forzados. ia prisión
decía nlo que hace faha es que los locos tengan miedoo. Se los rrataba como no es algo necesario
en un régimen de sanciones. Hay derechos sin prisiones.
animales, pero porque se les temía. Por eso los rrataban como animales. Con E.r rodo caso, Ia
prisión no proviene del derecho. Foucaulr lo ha mosrrado
Pinel cambia todo: uHace falta que el loco tenga miedou. ¿Se dan cuenta? No d.e manera defini_
tiva: el régimen penitenciario no proviene en absoluto del
hay lugar para la interpretación. En efecto, es una manera en que la burguesía derecho. Aun más,
hay derechos que no incluyen la prisión, o que soro la incluyen
se da seguridad respecto al problema de la locura: n¡Son ellos los que deben en casos muy
precisos, muy raros.
tener miedo, no nosotros! Los normales no tenemos que rener miedo de los ¿cómo se castiga en el siglo xvII? Existen las galeras, el
exilio, los suplicios. Eso ya cubre urr"..ror-.-.ategoría de castigos.
locos, ellos deben tener miedou. Es el miedo que deben rener de lo que va a L^, bttr^
de cachef, donde sí hay encierro, son un caso que
suceder si alteran el orden moral y social del hospital. Foucaurt ha eitudiado muy
de cerca. Ya volveremos sobre esta institución muy extraña
Y toda la reglamentación, todos los enunciados sobre la locura van a referirse de la monarquía
francesa. Es exactamente como el ointernamienro volunrariou
a una escala de sanciones. El loco deberá vivir en el miedo que va a impedirle de hoy.n di",
se encierra a alguien por pedido de ra famiria.
alterar el orden moral y social. Esta escala de sanciones, que comienza con una Me parece que el internamiento
voluntario actual en psiquiaría es el heredero diiecto diras
ducha, no es presenrada por Pinel como un medio terapéutico, sino como un bxr^ de cachet.
Pero la prisión no es necesaria en una escala de sanciones.
medio para provocar miedo. Carácter repenrino del castigo: es esencial que el
Y al mismo tiempo que se forma la prisión, el derecho penal
castigo sea repentino. Y allí los enunciados dicen todo. ^ sufre modi_
ficaciones por su cuenra, por su lado, de manera independiente. Hay
Tienen, por ejemplo, un loco que roma una piedra mienrras pasea. El lo que
se llama una numeración de las penas: en lugar
vigilante está allí y lo observa --es preciso que el loco esré consrantemenre de rupii.i". I* p.r.o.r"r, ,.
les da dos años de prisión, rres años de prisián, erc.
Discurso"
vigilado-. Toma una piedra y el vigilante le dice: u¡Atención! ¿Qué tienes en del. filárrt.opo.
Pero aquí también, dice Foucault, hay que mirar más
la mano? Suelta la piedrans. Y si no la suelta.... Hace falta que tenga miedo, de cerca. Es Fácil de ver
y está dicho. En los enunciados de la época se insiste enormemenre
próxima vez no recogerá la piedra, habrá comprendido que no hay que
así la en que
la criminalidad está cambiando. se condnúa todavía en ros
recoger la piedra. No es culpable de estar loco, de acuerdo, es completamente enunciados der
tipo lTesleyro.
inocente. Pero es responsable de las perturbaciones que acarrea para el orden
público, es decir el orden moral y social. Recoger la piedra es una perrurba-

o
i Cf. Órdenes rea.les de encierro. (N. de T.)
ibídem, p.221.
r0
8
lbídern, p.228. . John \lcsley (1703-l7gl), pastor anglicano y teólogo inglés, fundador de la
iglesia metodista.
50
51
Cl¿se 2
El saber y hs nunciados.

¿Qtré significa esta evolución de la criminalidad? Significa que enrre el siglo


¿Qué quiere decir esro? Quiere decir -y aquí invoco un rercer libro de
XWI y el siglo XWII hay un fenómeno muy inreresante, que fue analizado muy Foucault- que los enunciados del derecho, pero no solo del derecho, los
bien por un historiador conremporáneo, moderno, que se llama Chaunu. Y enunciadosjurídicos, los enunciados políticos, incluso los enunciados técnicos,
Chaunu cuenta una hisroria muy inreresanterr. Dice que enrre el siglo XVII y van a cambiar singularmenre de naturaleza, de régimen.
el siglo XVIII -resumo en líneas muy generales su estudio- los crímenes conrra
Tendremos que volver sobre todos esros punros, pero intenro definir muy
las personas experimentaron una regresión, pero en cambio se desarrollaron a grandes rasgos el poder del soberano, que se termina, digamos, a fines del
enormemente los crímenes contra los bienes. Hay razones para ello, razones siglo XVII, en las condiciones de la monarquía absolura francesa. ¿Qué es el
de todo tipo. ¿Por qué? ¿Qué implicaban los crímenes contra las personas? poder del soberano? Se definiría como un derecho de extraer. Son enunciados
Todo el régimen del siglo XVII está muy ligado todavía a crímenes rurales, y de extracción: la parte del Rey, o la pane del señor. ¿Qué es lo que corresponde
a bandas, a mesnadas, a rebeliones campesinas, a grandes bandas. Pero sucede al señor, extraído de la producción, extraído de la vida, exrraído de las riquezas?
que, de un siglo al otro, el modelo urbano se desarrolla mucho, la circulación
¿Qué es lo que el señor tiene derecho de extraer? ¿Qué es lo que el Re¡ el
del dinero se desarrolla mucho, pululan por ejemplo las estafas. Las grandes señor de los senores, tiene el derecho de extraer, ranto sobre los senores como
bandas rurales esrán en vías de desaparición ¡ en lugar de ellas, tienen el sobre el pueblo? Es un derecho de exrracción, es una operación de extracción.
fenómeno de pequeñas bandas urbanas que se enrregan más bien a crímenes Por otra parte, ¿cuál es la mayor de las exracciones? La vida. Es un derecho
contra los bienes. Por supuesto que siempre se mara, pero la proporción ha de muerte, un derecho de hacer morir. El soberano es aquel qüe exrrae y que
cambiado mucho. Enronces, no es ranro que la justicia se haya vuelto menos eventualmente decide sobre la muerre. Este es el viejo régimen de enunciado.
severa. Al contrario, en los enunciados de la época se ve que la vieja justicia no
El enunciado soberano distribuye las extracciones y decide evenrualmenre sobre
es lo suficientemente severa para esra nueva criminalidad: en efecto, se rrata
la muerte. Es decir, el soberano se pregunra: ¿te dejo vivir o decido ru muerte?
de pequeñas estafas o de robos que, en el siglo XVII, ni siquiera se hubieran Hacia el siglo XVIII comienza una mutación -resumo muy burdamente-
perseguido. En un sentido, es una jusricia demasiado grande como para caprar que va a cambiar de manera singular el régimen de enunciado, en el aspecto
el detalle de la criminalidad. Comprenden que cuando la naturaleza de los político, jurídico, reglamentario, técnico, etc. Ya no se rrata de extraeq de
crímenes cambia y aumentan en una gran proporción los crímenes conrra tomar su parte sobre la producción, sobre la riqueza. Se trata de hacer producir.
los bienes, la justicia se tiene que volver más fina, debe estrechar sus mallas. En otros términos, hacer producir un efecto útil y multiplicar el efecto útil.
Debe evaluar los crímenes y la delincuencia de una manera completamente Diría que ya no se rrara de un régimen de extracción, sino de un régimen de
distinta. Ahora bien, la justicia del soberano, el modelo Real de la justicia, organización o de cuadriculado. El problema del poder ya no es qué extraer
no podíar.r captarlos. En función de esta nueva criminalidad, hace falta un de las fuerzas vivas, sino cómo componer las fuerzas vivas para que produzcan
reajuste del poder de casrigar. al máximo. En otros términos, es un problema de organización y de cuadri-
Y los enunciados del derecho van a traducir, no ranro un humanismo, no culado, ya no de extracción. Si ustedes quieren, es lo que Foucault llamará
tanto un aumento en la suavidad de las cosrumbres. No, se üata de otra cosa. nenunciados disciplinarios), (enunciados de disciplinaD, por oposición a los
Thmpoco es crueldad. Es una especie de mutación, es decir un nuevo régimen oenunciados de soberanía',. nDisciplinario> es un régimen de enunciados, así
de enunciado concernienre a la criminalidad. Es allí que va a aparecer el objeto
como usoberanían era un régimen de enunciados,
discursivo udelincuenciar. Se trata de captar en las mallas de la justicia todo Paralelamente, el poder ya no es el derecho de hacer perecer. Así como ya no
un dominio de upequeñao --€nrre comillas- delincuencia que escapaba a los extrae, sino que organiza, hace producir y muldplica lo producido medianre su
enunciados precedentes. cuadriculado y su organización, el poder ya no hace morir, ya no se da como
meta, ya no se da como propia la decisión eventual de hacer morir, sino que
se da como mera la gestión y el conrrol de la vida. Hay que romar esro muy
rr Cf. Pierre Chaunu, Annalts de Normandie, concretamente, en las técnicas que comienzan en el siglo XVIII, que implican
donde P. Chaunu publica estudios
demográficos e históricos. Citado en varias ocasiones por Michel Foucaulr en Vigilar roda la estadísrica de la vida, con el empleo de probabilidades: cálculo de pro-
babilidades que conciernen a la riqueza, a las poblaciones, incluso a las culturas.
! cattigar, op. cir., pp.69-71.
(?
53
El saber y los enunciados.
Cln¿ 2

exista, dice Foucault, sino que la muerte es siempre el revés de lo que el poder
Es nuestro mundo moderno el que comienza. Nuesrro mundo moderno es
ha decidido sobre la vida. No era así para el Soberano.
disciplinario y gesrionario, por oposición al mundo que se rerminaría, según
Fottcarrlt, hacia fines del siglo XVII, que era un mundo de soberaní^y mortí- Quiero decir que la muerte moderna, en su relación con el poder, es el
holocausto. No es la pena de muerre, es el holocausto, es decir la desaparición
fero, en el sentido de que el poder del príncipe es la decisión eventual de hacer
de grupos enteros. ¿Y por qué el holocausro es verdaderamenre moderno, es la
morir. Gestionar y adminisrrar la vida. Desde inicios del siglo XVIII comienza
infamia moderna? Es muy simple: no se puede concebir los holocausros bajo
la idea fundamental de que no hay nación sin demografía, de que la potencia
la vieja forma del Soberano uyo te condeno a muerre>. No se trata de eso. No
de una nación implica toda una demografía en crecimiento, y son empleados
pueden comprender el exrerminio de un grupo, de un pueblo, de una nación,
entonces todos los métodos demográficos. ¿En qué condiciones debe crecer?
si no lo relacionan con las condiciones de vida que esrima o se da a sí mismo
Se trata de los problemas que desde entonces se convierren en los problemas
el pueblo exterminador. Y creo que esta es una observación muy, muy impor-
corrientes del Estado: los matrimonios, las muertes, los nacimientos. La com-
tante sobre la naturaleza moderna de los holocaustos. A saber, los grupos, los
paración estadística de todo eso entra en el aparato de gobierno. ¿Pero qué
pueblos exterminados, son asimilados con microbios, agentes infecciosos que
quiere decir esto? La cuestión ya no es hacer morir, es controlar la vida, hasm
amenazan la vida del pueblo exterminador. En otros rérminos, el exterminio
en sus más pequeños detalles. Es un tipo de poder completamente distinto.
se produce en nombre de un vitalismo perverso, de un vitalismo propiamenre
Entonces, como dice Foucault en una página muy bella dele Voluntad de
demente. Tomen el exterminio de los judíos ejecutado por Hitler. ¿En nombre
saber, resulta evidente que la abolición de la pena de muerre es, desde el co-
mienzo, una tendencia de este nuevo régimen de enunciado. Hará falta mucho de qué se hace? El judío es asimilado a un agenre parológico, parógeno, que
tiempo para llegar a su abolición, pero es obvio que en esre nuevo régimen amenaz la salud de la pura nación alemana. ¿Qué reivindica Hitler? La vida
de enunciado la pena de muerte es un resabio del viejo poder soberano. ¿Por
y el espacio vital. Es en nombre de la vida, de una especie de vitalismo de la
raza, de una especie de vitalismo retorcido, que Hitler procede a la eliminación
qué? Si el verdadero objeto del poder es la gestión y el control de la vida, hay
de los homosexuales denunciados entonces como agenres bacrerianos.
algo muy chocanre en la pena de muerre para los regímenes de este tipo. Es
por eso que desde el siglo XVIII tienen una denuncia absoluta de la pena de Es el tema de la vida y de la supervivencia. Las armas atómicas plantean
muerte, que va a proseguirse de autor en autor, de especialista en especialista, como condición de supervivencia la eliminación de pueblos enreros que serán
con todos los argumentos que hemos visto resurgir en Francia en el momento considerados como los agenres infecciosos de la vida de aquellos pueblos que
se sirven de las armas atómicas. La supervivencia de la raza alemana ya era el
en qr¡e por fin fue abolida, En ese momento se recordó qtre esos argumentos
ya se encontraban en Victor Hugo. Pero los argumenros de Vctor Hugo sobre
tema fundamenral de Hitler. Todos los temas de holocausto, de armamenro
el hecho de que la pena de muerte nunca había impedido la propagación del
atómico -tomo dos rúbricas muy diferentes- se comprenden enteramente
crimen, etcétera, ya se enconrraban en el siglo X\III. Todo estaba allí. en función de esta nueva concepción de la política como gesrión y conrrol
En efecto, el poder se define como una gestión y un control de la vida en de la vida. ¿Si?

sus más ínñmos deralles. Por ejemplo, una mujer debe tener tres hijos. Son
textos y enunciados que aparecen constanremente en el siglo XVIII. No hay Intervención : (Inaudible)
que creer que la anticoncepción existe desde hace poco. El siglo XWII ya Deleuze: La colonización de América... No puedo responderle, rendría que
está meddo en la discusión sobre la anticoncepción, sobre su utilización en pensarlo... No sé. Pero para plantear la pregunta es preciso ya rener alguna
el campo. No hay que considerar a las granjeras como arrasadas: parece que idea para una respuesra. Dígame su respuesta [rzias].
desde el siglo XVIII la anticoncepción en el campo planteaba un problema Intervención : (Inaudible)
extremadamente importante para las naciones, Hay cosas nuevas, pero a veces Deleuze: ¿Si ya exisda enronces el argumento de un espacio vital? ¡Me
nos equivocamos en nuestra evaluación de lo nuevo porque no tenemos un sorprendería! Del mismo modo usted podría pregunrarme también si en las
buen método para despejar los enunciados. colonias o poblaciones de la Grecia antigua había ya un espacio vital. Yo le
En fin, sienten que la pena de muerte es en efecto algo inasimilable para contestaría que ciertamenre no. Aunque hacía falta que exporren población,
la nueva concepción del poder. Pero no es que para este poder la muerte no que exporten ciudadanos, no se hacía de ningún modo en nombre de un

54 55
Clae 2
EI saber y los enunciados.

espacio vital. La idea de espacio vital aparece como ral en el siglo XIX. No
continuidad en kexistencia. El principio de poder matar para poder uiuir que
puedo responderle, pero es el ejemplo excelenre de una investigación. Quien
sostenía la táctica de los combates, se ha uueho principio de estrategia entre Estados;
plantea la pregunta es quien debe responderla. Refexione sobre esro y la pero k existencia en cuestión la no es aquelk, jurídica, de la Soberanía, sino Ia
semana próxima nos dirá.
existencilt blológ;ca de Ia población. Si efectiuamente el genocidio es el sueño de
los poderes modernos, no se debe A un retorno,.Actual, del uiejo derecho de matar
Para terminar esre punro quisiera leerles ese pasaje de Foucault que me
se debe a que el poder se sin)a ! se ejerce en el niuel de la uida, de h especie, de la
parece muy bello. Es La uoluntad d¿ saber, páginas 179 y 180. Si intenro re-
raza y de los fenómenos masiuos de población.
sumir, el tema del pasaje es que en las sociedades modernas la pena de muerte
Podna babn nmado, a otro niael, el ejemplo de k pena de rnuerte. Junto a la
individual tiende a abolirse y los holocaustos tienden, por las mismas razones, a
guena, ha sido durante mucho üempo k otraforma d¿l derecho de espada; consti-
desarrollarse. El Occidente conoció desde la Eoca clásica una nansformación muy
tuía h respuesta del soberano a aquel que atacaba su uoluntad, su 14,, su persona.
profunda de sus mecanisrnos de poder. La extracción tiende a no ser más laforma
Los que mueren en el cadalso se han tnelto cada aez más escasos, a diferencia de los
principal, sino solamente una pieza entre otras que poseenfunciones de incitación,
qlue Tnueren en Lu guena' Pero es por las misrnas rurz,ones que estos úbirnos se han
de reforzamiento. . ., etc. La extracción todavía existe para los impuestos. Pero
uuebo más numnosos I aquellos rntís escasos. F.s por las mismas razones que la pena
la verdadera forma del poder es hoyt un poder d¿stinad.o a producir
fuerzas, a de muerte se abole y que el holocausto se expande. Desd¿ el rnomento en que el
hacerlas crecer y a ordenarlas, mtís que consagrado a obstaculizarlas, doblegarhs o
poder se dio porfunción administrar la uida, lo que uoluió cada uez más dtficit la
destruirhs. El derecho de muerte tend¿rti desd¿ entonces a desplazarse, o al rnenos
aplicación de la pena de muerte nofue el nacimiento de sentimientos humanitarios,
a apolarse sobre hs exigencias de un poder qae ante todo adminisna Ia aida 1t sino Ia rasin de ser dtl poder y k hgica d.e su ejercicio. ¿cómo puede un pod.er ejercer
seordena en función de lo que elk reclarna. Esta muerte que se fundaba sobre el
sw rnás abas prenogatiuas en el ajusticiamiento, si su rol rna.lor es el dz asegurari
d¿recho del soberano a defend.erse o a exigir que se lo defenda, l)a a a?arecet ahora
sostenel, reforzar mubiplicar y ordenar la uida? Para dicho poder la pena capital es
dtl cuerpo social a asegurar su uida, mantenerk
corno el simple reaerso del derecho
a la uez el límite, el escán¿lab y la contradicción\2. Mientras que el holocausro no
y desarrolhrla. Sin embargo, ks guerras nunca han sido mrís sangrientas que destle
lo es, porque es la condición de supervivencia del pueblo e¡rrerminador.
XIX, e incluso, saluando ks distancias, hasta ese /tTomento los regímenes
el siglo
Quisiera concluir porque ya no pueden más. Este era el primer punro: ¿en
nunca habían practicado sernejantes holocaastos sobre sas propias pobkciones. Pero
qué sentido todo está siempre dicho, en qué sentido los enunciados no esrán
ese formidable poder de muerte
-y es quizrí lo qae le da una parte de su fuerza ocultos, no son secretos, en qué sentido las visibilidades no están ocultas?
y del cinismo
con el cual ha ernpujado tan lejos sus propios límites- se da ahora
Pueden ver y oír en su época todo lo que hay para ver y oír. Sáquense de la
como el comphmento de un poder que se ejerce positiuarnente sobre k uid.a
-no cabeza la idea de que los políticos los engañan. Es peor, es mucho peor...
era el caso de la muerre decidida por el soberano-, qae emprende la tarea d¿ ¡si
sólo nos engañaran! Pero incluso los holocaustos no se ocultan.
administrarla, aumentarla, rnubiplicarla, de ejercer sobre ella controles precisos
Sienten de inmediaro rodo lo que hace falra leer, enronces, para conocer
y regulaciones de conjunto. Las guerras ya no se bacen en nombre del soberano al
esos pseudo-secreros. ¡Muchol ¡Mucho! Todo es bueno. Y ese será el mérodo
que hacefaha defender se hacen en nombre d¿ h existencia de todos, se entrcna a
de Foucaulr.
pobkciones enterat paw matarse recíprocamente en nornbre de k necesidad que
A veces hay que leer revistas médicas para ver lo que es hoy la política de
tienen d¿ uiuir. Las masacres se uoluieron uitales. B en tanto gerentes de la uida y
salud. Leerán en las revistas médicas declaraciones que, personalmente, me
de k superuiuencia, de los cuerpos y d¿ la raza, que tantot regtmenes ban podldo
hacen temblar, declaraciones del tipo: uVamos hacia una medicina sin médico
conducir tantas guerras, haciendo matar tantos hornbres. Y mediante un giro
ni enfermou [ri¡¿s]. Se ve bien lo que quiere decir: una enfermedad ya no se de-
que permite cerrar el círculo, cuanto mtís k tecnología militar ha hecho uirar las
6ne por síntomas, se define por imágenes, del tipo scanner, etc. Es deci¡ serán
guerrat hacia k desnucción exhaustiua, más h d¿cisión que ks abre y que acaba
tratados antes de estar enfermos, ni siquiera rendrán tiempo para enfermarse
por cerrarlas responde a k cuestión d¿snuda dc k superuiuencia. La situación
atónica esttí hoy en Ia desembocadura de este proceso: el poder de exponer a toda
una población a h muerte general es el reuerso del podtr d.e garantizar a onA tu '2 Michel Foucault, Historia de la sexualid¿d. j- La uoluntad de saber, op. cir.,
pp. 164-167.
56
57
Clav 2

frisas]. Una medicina por imágenes en lugar de una medicina por signos. Es Clase 3
muy interesante. Y no se puede decir que lo ocultan, lo dicen: ouna medicina
sin médico ni enfermou. En efecro, todo pasa enrre la imagen y el portador
de la imagen, el aparato de derección. De cierta manera, da escalofríos. Pero
¿Cómo extraer enunciados?
está dicho, que no se nos diga que esrá oculto. Dirán ustedes que está dicho, Corpus y bay lenguaie.
pero en revistas especializadas. ¿Yentonces? Las revistas especializadas no son
secretas. El locutor y el destinatario forman parte del enunciado, eso sí. Pero
que un enunciado implique tal locutor y se dirija a tal destinarario no quiere
5 de Noaiembre de I9B5
decir que es secreto, para nada.
Este último comenrario que hago sin duda va a relanzar nuesrro próximo
análisis. Del mismo modo, leer revisras militares es muy, muy interesante. No
nos ocultan nada. No se puede decir que un general sea mentiroso. No hay
nada rnás franco que un general [risas].Es una ley de los enunciados, Pero el
general es incluso más franco que el político, que el diplomático. Es también
el más aterrador.., pero es el más leal. Un general no miente, nunca miente.
Son muy interesanres las revistas, los estudios militares.
Y bien, todo lo que quería decirles a este nivel es que hay un rema que
Foucault evoca consranremenre, qr¡e es una regla de su mérodo: lo difícil es
encontrar los enunciados allí donde esrán, pero en algún lado están; queda
en ustedes enconrrarlos, no esrán octrltos. Eso significa el archivo. Como dice
Foucault -pero aquí emplea un rérmino utilizado de manera muy frecuente
Lo que estaría muy mal es que no rengan ninguna pregunra. pero puede
que las tengan y que se las guarden para ustedes... Eso está muy bien
por los lingüisms, o al menos por ciertos lingüistas-, formar el corpus de irisas).
enunciados que son caracterísricos de una formación histórica implica ya ¿No hay necesidad de volver sobre algo, entonces?
Intervencién: Me pregunto si no puede considerarse el régimen nazi como
mucha inventiva. Hay que encontrarlos allí donde esrán. Esto quiere decir
un fenómeno colectivo de enfermedad.
que no están ocuhos, pero al mismo tiempo que cuesta encontrarlos. Hace
Deleuze: Sí, ¿por qué no? Pero tiene poco que ver con Foucault. Estaría en
falta que construyan el corpus de enunciados del que parren. Cuando rea-
usted pregunrarse en qué medida se pueden considerar fenómenos colectivos
lizan cualquier investigación sobre una formación histórica, es preciso que
como enfermedades. Yo no lo sé.
construyan vr¡estro corPus.
Pasaremos entonces al otro problema: si los enunciados no están ocultos, ¿No hay enronces problemas respecro al punto en el que estamos, en lo
que concierne a Foucault?
pero tampoco están dados, ¿qué hay que hacer? Es todo por hoy.
Intervención : (i naudi b h)
Deleuze: Es muy interesante lo que dice. A grandes rasgos, me dice que no
tomo lo suficienremente en cuenra una evolución en Foucault, o lor."Ábior,
o el progreso de sus pasos.
Intervención: Urilicé la palabra ndesplazamienro). . .
Deleuze: Sí.., pero como es una palabra erudita... En fin, no se ate a la
palabra... Yo le diria que si se trata de comenrar cierras nociones de Foucault,
hay dos tareas bastante diferenres -y sin embargo, hay que hacer ambas al
mismo tiempo-. una es inrentar mosrrar la novedad de las nociones y sus

58 59

S-ar putea să vă placă și