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LA VENTA DE COSA AJENA EN COLOMBIA.

UN ESTUDIO COMPARADO CON


MEXICO SOBRE LA VALIDEZ Y SEGURIDAD JURÍDICA

No se pone desaprueba ni la validez ni la eficacia de la venta de cosa ajena, sino que a mi juicio,
es posible dar el carácter de nulidad relativa, al contrato de compraventa recurriendo a vicios del
consentimiento, mientras no se rectifique la transferencia de dominio, bien sea por usucapión
ordinaria o por el efectivo saneamiento realizado por el vendedor. Contrasta con Las
regulaciones mexicanas que otorgan ese carácter de nulidad relativa en función de la protección a
la propiedad privada. Cuando se permite en la legislación que una persona esté habilitada para
vender el bien de otro sin su consentimiento, pone en riesgo la protección legal que ampara a la
propiedad privada, y deja en desventaja al titular del dominio puesto que lo obliga a intervenir
desgastando el aparato judicial a través de acciones reivindicatorias para ponerle fin a la posesión
que un tercero ha ejercido del bien como consecuencia de la venta de cosa ajena. De otro lado, el
comprador del bien ajeno, también es susceptible de verse afectado por el precio pagado a un
tercero. Si bien es cierto que la legislación colombiana contiene elementos que tradicionalmente
regulan la venta de cosa ajena, y otorgan algunas garantías que protegen los derechos que le
asisten a quienes los sientan vulnerados, como la usucapión, el saneamiento por evicción, y las
regulaciones registrales, no parecen ser suficientes para salvaguardar eficientemente mínimas
garantías de protección sobre la propiedad privada y los efectos del contrato de compraventa de
cosa ajena. Ante el estudio del tema en derecho comparado, es posible establecer que un
mecanismo adicional posible es la de darle al contrato de compraventa de cosa ajena la calidad
de nulidad relativa, cuando no medie consentimiento del titular del dominio, mientras no se
subsane por completo la tradición del bien transfiriendo al dominio del comprador, y pagando el
precio al verdadero dueño. Respecto a un acto ilícito en el negocio de compraventa, ya se
configura su nulidad absoluta, sin embargo, cuando no media ilicitud, se propone darle efectos de
nulidad relativa mientras no se subsane la tradición del bien. El punto que se pone en
consideración resalta cuando ante la falta de consentimiento del titular del dominio, la nulidad
relativa del contrato permitiría encausar ciertas conductas a través de la justicia penal y no de la
civil, propiciando una herramienta para la protección de la propiedad privada y la descongestión
judicial.

El Código Civil del Distrito Federal Mexicano, reza en su Artículo 2269, que “Ninguno puede
vender sino lo que es de su propiedad", y en el Artículo 2270 que “La venta de cosa ajena es nula
y el vendedor es responsable de los daños y perjuicios si procede con dolo o mala fe”, además,
de acuerdo a lo ordenado en el artículo 2124 del Código Civil vigente en el Estado de México,
que la venta de cosa ajena se encuentra relacionada con la obligación que tiene el vendedor de
transmitir el dominio de la cosa. Desde la normatividad mexicana, la prohibición expresa de
vender lo ajeno resulta en una nulidad absoluta por cuanto ese negocio jurídico está en contra de
la ley, también lo es, que con el paso del tiempo se han creado posturas especiales frente al tema,
que dan paso a atribuirle el carácter de nulidad relativa sujeta a subsanar antes de producirse la
evicción, adquiriendo el vendedor la propiedad de la cosa vendida, que en ultimas, habilita la
validez de la venta de cosa ajena pero la condiciona con nulidad relativa.

Art. 1815 La venta de cosa ajena vale, sin perjuicio de los derechos del dueño de la cosa
vendida, mientras no se extingan por el lapso de tiempo.

En nuestro Ordenamiento Jurídico la venta de cosa ajena es válida, sin embargo el contrato es
inoponible al dueño de la cosa, ya que éste no manifestó su voluntad en la venta. Sin embargo, el
comprador, si está de buena fe, se convierte en poseedor regular de la cosa (la posesión regular
requiere de justo título, buena fe y tradición) y puede adquirir el dominio del bien a través de la
prescripción adquisitiva ordinaria (plazo de 2 años para los bienes muebles y de 5 años para los
bienes inmuebles.

1) Relación entre comprador y vendedor.


 A través del contrato de compraventa lo que el vendedor que no es dueño traspasa son
todos los derechos que a él le corresponden sobre la cosa y como no es dueño, esa
compraventa no será título suficiente para transferir el dominio.

 Si el vendedor es dueño opera la tradición, en la venta de cosa ajena la tradición no


transfiere el dominio, pero si lo habilita para ganar el dominio por medio de la
prescripción. En esta compraventa se van a aplicar las reglas generales del contrato de
compraventa, por lo que si el vendedor no puede entregar la cosa por oposición del
verdadero dueño, cae en incumplimiento contractual, que habilita al comprador para
exigir cumplimiento forzado o la resolución del contrato más la correspondiente
indemnización.

2) Relación entre el verdadero dueño y el comprador.

En principio, la venta de cosa ajena le es inoponible y con eso constituye un gran riesgo la
inactividad del dueño verdadero que puede provocar que pierda el dominio por prescripción.

Prescripción adquisitiva: Está regulada en el artículo 2492 que establece que es un modo de
adquirir el dominio de las cosas comerciables ajenas, por haberlas poseído durante cierto tiempo,
concurriendo los demás requisitos legales.

Acción reivindicatoria: Es la acción propia del dueño que protege su dominio.

El articulo 1818 reglamenta la situación en que el verdadero dueño ratifique la venta realizada
por el vendedor no dueño.

Art. 1818. La venta de cosa ajena, ratificada después por el dueño, confiere al comprador los
derechos de tal desde la fecha de la venta.

El artículo 1819 contempla dos soluciones a un problema que se da con la práctica, si el


vendedor adquiere después el dominio, se entiende al comprador como dueño desde el momento
de la tradición.

Fundamento de la validez de la venta de cosa ajena.

Art. 670. La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la entrega
que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el
dominio, y por otra la capacidad e intención de adquirirlo.
Los contratos que generan efectos personales, no sirven por si solos para transferir el
dominio, para esto es necesario la concurrencia de un modo de adquirir. Si los contratos tuvieran
efectos reales, como en Francia e Italia, la tradición no tendría razón de ser. Por el contrato se
obliga a entregar la cosa y a pagar el precio; si aún no se ha efectuado la entrega el comprador es
un mero acreedor. Existe la dualidad del título y el modo, sin embargo, en ciertos modos de
adquirir, como en la prescripción y la ocupación, estos constituyen a la vez título y modo, pero
no está muy claro en doctrina.

SC10497-2015

Cuando la venta recae sobre un bien común a dos o más sujetos que no conforman
sociedad, el artículo 1868 del Código Civil permite que cada uno de ellos enajene su
alícuota, incluso sin el consentimiento de los otros. En opinión de la Sala Civil de la
Corte Suprema de Justicia, la particularidad de ese negocio “obedece a que la
determinación de lo que se vende corresponde al derecho que se tiene, y no a una parte
específica de la cosa, porque se supone que la comunidad radica en una proporción o
porcentaje” y no en un espacio determinado o cuerpo cierto. “Si bien en ese tipo de
enajenaciones el objeto inmediato son los derechos que se detentan sobre una parte
alícuota, esta se integra con otras cuotas que sumadas representan el cien por ciento del
derecho de dominio sobre un bien, objeto mediato, en este caso inmueble, que debe ser
determinado por sus linderos y, además, existir”, explicó. De ese modo, el hecho de que
la cuota no se pueda singularizar no significa que el objeto sobre el cual tiene el
comunero la participación no exista ni que no sea necesario individualizarlo, concluyó la
corporación.
DERECHO CIVIL OBLIGACIONES

DOCENTE

ALMA LAFONT BAQUERO SUAREZ

ALUMNA

LILIANA INES OROZCO TERAN

FACULDAD DE CIENCIAS JÚRIDICAS, SOCIALES Y EDUCACIÓN

PROGRAMA DE DERECHO

IV SEMESTRE

UNIVERSIDAD DEL SINÚ ELIAS BECHARA ZAINÚM

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