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VL G 6

Laurann Dohner

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ARGUMENTO

*
Cuando el padrastro VampLycan de Gerri murió, su madre las
alejó de su Clan. Siendo una adolescente, ese fue el día más
devastador de su vida… porque Gerri se alejó de Wen, el chico al que
amaba desde la infancia.
Quince años más tarde, ese chico se ha convertido en un
magnífico hombre sacado de sus fantasías más salvajes… y cuando él
pide encontrarse con ella, Gerri sospecha que solo con verle tendrá
garantizado su corazón roto nuevamente.
La pequeña rubia de la que se enamoró siendo un joven
VampLycan sigue siendo muy hermosa... y totalmente humana.
Aunque Gerri siempre ha sido con quien desea estar, Wen no
puede emparejarse con ella, ya que después de la muerte de su
hermano mayor, se vió obligado a asumir los deberes propios de
primogénito… que incluyen el emparejamiento con otra VampLycan
de pura raza.

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Pero ahora Wen necesita una humana para llevar a cabo su


misión actual para su Clan, cazando a un Vampiro rebelde en una
ciudad humana. Y tomará cualquier momento robado con Gerri que
pueda conseguir.
A medida que aumenta el peligro que rodea la misión, también lo
hace su pasión, hasta que es igualmente peligrosa. Wen necesitará
todo su esfuerzo para evitar reclamar a su compañera... porque, de
hacerlo, eso podría significar su muerte.

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PORTADA ORIGINAL

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STAFF

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TRADUCCIÓN + CORRECCIÓN

LECTURA FINAL

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UNO

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No había dudas de que el tipo alto con aspecto de motorista
usando chaqueta de cuero tenía que ser Wen. Sin embargo, llevaba su
cabello más corto en estos días, ya no fluía hasta la mitad de su
espalda. Era marrón oscuro, un poco desgreñado, y caía sobre sus
anchos hombros. Su padre se elevaba por encima de otros hombres
con sus dos metros y cinco centímetros, y su hijo heredó algo más que
su estatura. Tenía el mismo armazón de culturista, con hombros
anchos y bíceps gruesos que estiraban el material que los cubría. La
forma elegante y depredadora con que él marchó por la acera en la
dirección opuesta también le aseguró que tenía al hombre correcto.
Los hombres se apartaron de su camino, dando un amplio espacio,
pero las mujeres volvieron la cabeza, mirándole por segunda vez.
Gerri suspiró, saliendo de las sombras del edificio al otro lado de
la calle. Su cabello rubio y rizado, cayendo casi hasta su cintura, bien
podría haber sido una bandera ondeando para decir ‘hola’. La fuerte
brisa lo hizo golpear contra su cara desde atrás, ahora que había
dejado el refugio de la entrada.

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Había tratado de mantenerlo corto, pero sus rizos apretados la


volvieron loca después de unas semanas. El peso de tenerlo largo lo
dejaba ondulado. También tenía el inconveniente de parecerse a una
versión rubia de una famosa huérfana de ficción1 después de que se lo
cortó... y los chistes que conllevaba eso. Así que simplemente dejó
que creciera.
Por lo general mantenía una sola trenza en su espalda, pero antes
no había tenido tiempo de hacérsela. Presionó el botón de alarma en
su despertador demasiadas veces. Había sido difícil conciliar el sueño
la noche anterior, sabiendo que lo vería de nuevo.
El viento sopló por la calle en su dirección y él se giró, ahora
caminando a grandes zancadas, con los ojos ocultos por las gafas
oscuras que llevaba. Ella se resistió a maldecir en caso de que su oído
fuera tan bueno como imaginaba. Era un día caluroso, y Gerri había
empezado a sudar. Wen claramente había recogido su olor. Podría
haberse quedado calva o haberse sometido a una cirugía facial y Wen
aún podría localizarla con los ojos cerrados... algo que debería haber
recordado. Crecieron juntos. No importaba qué productos para el
cabello o detergente para la ropa usara. Había sido un juego el tratar
de engañarle, cuando eran niños. Wen siempre podía rastrearla.
Se dirigió directamente hacia ella, cruzando la calle.
La urgencia de correr la golpeó, pero se mantuvo quieta. Él la
atraparía antes de llegar a la mitad de una manzana, y los resultados
podrían volverse un problema. Ya no eran niños.

1 Se refiere a ‘Annie’, huérfana de ficción en una conocida obra musical de cine y


teatro, con un característico pelo muy rizado pelirrojo.

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Un juego de persecución podría tornarse mortal si ella le activara


para entrar en modo de caza. Y no estaba dispuesta a arriesgarse. Ya
no eran amigos.
Se detuvo a dos pasos de distancia, y ella odió tener que levantar
la barbilla para mirar hacia arriba. La diferencia de tamaño entre ellos
siempre había sido drástica, pero ahora parecía ridícula. Era más de
dos palmos más alto que su cuerpo de metro sesenta y siete, y tenía
que tener unos setenta kilos más que ella.
“No creciste mucho.”
Su profunda voz de barítono era solo un recordatorio de lo que
realmente era. Eso le dio escalofríos por la columna vertebral. Parecía
un humano, uno grande, pero no lo era.
“Te acercaste a mí y yo vine.”
Detestaba la realidad que llamaba “su vida” en ese momento. Él
la habría perseguido, si hubiera rechazado una reunión. Verle de
nuevo fue doloroso y algo que había querido evitar.
“Como si realmente me dieras una opción. Tu mensaje en mi
correo de voz era un poco amenazante. No me ha gustado eso.”
Él inclinó la cabeza, y ella se sintió agradecida de que las gafas de
sol apoyadas en el puente de su nariz fueran demasiado oscuras como
para ver sus ojos. Tenía la sensación de que probablemente en ese
momento no eran tan humanos como su rostro. El suave gruñido que
retumbó de él insinuó que ella le había enfadado.
“Lo siento.”
Gerri bajó la mirada a su inmenso torso.
“Debes admitir que esta es una mala idea. Nos dijimos adiós y
debería haberse quedado así.”

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Gerri se negó a dar un paso atrás y se inclinó un poco en su


cintura para mostrar arrepentimiento. La disculpa verbal debería ser
suficiente. Sus costumbres ya no eran las de ella.
“Es demasiado peligroso para mí estar cerca de ti. Fue grosero
hacer amenazas contra mí, si no te enviaba un mensaje de texto y me
reunía contigo hoy.”
No añadió la parte de cómo se dio cuenta de que él no estaría
preocupado si conseguía que acabase muerta por asociación.
“¿Que necesitas?”
“Tenemos que hablar. ¿Por qué elegiste este lugar? Es muy
público. ¿Qué estamos haciendo aquí?”
No le sorprendió que él supiera dónde vivía, ya que de alguna
manera había obtenido su número de móvil.
“Alquilé una habitación en el piso de arriba. Pensé que querrías
privacidad.”
Gerri retrocedió, se volvió y rezó para que él no hiciera nada para
vengarse de su rudeza. El chico que solía ser no se ofendería tan
fácilmente, pero se había convertido en un hombre que no conocía.
“Sígueme.”
Wen no gruñó una advertencia de que ella estaba siendo
demasiado agresiva, así que respiró más tranquila cuando entró en
aquel motel barato. El recepcionista no estaba allí, probablemente
estaría en la parte trasera viendo porno. Dos drogadictos esperaban en
la esquina del pequeño vestíbulo y supuso que estaban esperando que
llegara su distribuidor. El lugar era una colmena de delincuentes
indeseables, pero no tenía cámaras de seguridad. También aceptaban
efectivo, alquilaban habitaciones por hora y nunca hacían preguntas.
“¿No confías en mí dentro de tu guarida?”

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Gerri esperó a responder hasta que llegaron al ascensor y las


puertas los encerraron dentro.
“Se llama apartamento aquí en el mundo real, y no se trata de
confianza. Pensé que era mejor si pudiera decir que soy una prostituta
haciendo un cliente, si nos ven juntos. No tengo idea de por qué estás
en Reno o a quién estás buscando.”
“¿Qué te hace pensar que estoy buscando a alguien?”
Gerri suspiró cuando se abrieron las puertas del ascensor, luego
sacó la llave de plástico y se adelantó. La habitación estaba entre las
escaleras y el ascensor. Pasó la tarjeta-llave y abrió la puerta,
esperando que él entrara. Wen dio unos pasos dentro, olfateó y
frunció el ceño.
“Furcia sería correcto. Este lugar apesta a sexo.”
Gerri cerró la puerta con llave.
“Lo siento. Hice un visual y me pareció bien. Incluso rocié
algunas cosas perfumadas alrededor.”
“Entonces eso huelo. Las flores y los cuerpos sucios no suelen
mezclarse.”
Gerri se apoyó contra la puerta y levantó la mirada, mirando
hacia sus gafas de sol.
“¿Qué pasa, Wen? Me imagino que tiene que ser bastante terrible
para que te tomes la molestia de acercarte a mí. No soy fácil de
encontrar.”
“No respondiste mi pregunta.”
“Estás buscando a alguien. No dejarías Alaska de otra manera.
Es lo que vosotros hacéis, muchachos. ¿Es un chupasangre, un Were
o un combo?”
Wen hizo una pausa.

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“Es complicado.”
“¿Un ‘murciélago con pelaje’2? Mierda.”
Su generosa boca se curvó hacia arriba.
“Sabes que encuentran ofensivo ese término.”
“Lo aprendí de ti. Me aseguraré de compartir ese hecho si me
delatas y un GarLycan viene detrás de mí para lograr un poco de
venganza.”
El pasado se volvió borroso con el presente por un segundo. Fue
una conversación burlona que pudieron haber tenido de niños.
“¿Por qué llamarme? No sé una mierda. Evito todo lo que creo
que no es lo que parece ser.”
“La ciudad está llena de chupasangres. ¿Cómo los evitas?”
“No salgo por la noche.”
Forzó una sonrisa y juntó las manos sobre su estómago.
“Es bastante simple. Hay barrotes sobre mis ventanas en mi
apartamento con paredes de ladrillo. Para entrar tendrían que hacer
mucho ruido, perdiendo demasiado tiempo y energía. Hay presas más
fáciles de perseguir. Mantengo las cortinas cerradas, no me exhibo
como un bocadillo, y tengo unos pernos de ballesta con punta
envenenada, por las dudas.”
Gerri hizo una pausa, un recuerdo brillando.
“Además de un hacha muy afilada. Solo he tenido uno que
viniera detrás de mí.”
“¿Supongo que no lo hará de nuevo?”
“No. Fue antes de que aprendiera a vivir tras las rejas y las
paredes más gruesas. Le disparé un pleno de flechas, como que lo

2 Se refiere a los GarLycans, pero en tono despreciativo, refiriéndose a que tienen


alas parecidas a las de los murciélagos pero también tienen pelaje por su genética Lycan.

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inmovilicé clavándolo contra una pared, así que tuve tiempo de


cortarle la cabeza y usé mi hacha para hacerlo.”
“¿Su Nido no vino detrás de ti?”
“Era un renegado. Deberías haberlo olido. Probablemente no se
había bañado en meses ni se había cambiado de ropa. Ningún
Maestro permitiría que uno de los suyos apestara tanto.”
Ella aclaró su garganta.
“También me mudé al día siguiente sin una dirección de reenvío,
solo en caso de que se hubiera unido a algunos otros. Soy buena para
perderme.”
“¿Qué hiciste con la sangre? Suena como si fuera un desastre. Los
humanos tienen policías y técnicos del crimen, si dejases lo que
habrían visto como una escena de asesinato.”
“Lámpara UV3, y abrí las cortinas para dejar entrar un montón de
sol. La sangre de Vampiro simplemente desaparece cuando la
expones a ambos. Lo recordé. Aunque tuve que parchear las paredes.
Lo bueno es que las ferreterías abren muy temprano.”
“¿Cómo está tu madre?”
Dolió pensar en ella, incluso después de cuatro años.
“No tengo ni idea. Ella se conectó con un Were, así que me
separé. Sé que no te gusta ese término, pero vivo en el mundo de los
humanos, y se llamaron a sí mismos Hombres-Lobos4. Algunos de sus
amigos comenzaron a olerme. Convertirse en una versión humana de
una puta en una Manada no está en mis planes de vida.”
“¿Ninguno de ellos te interesó como compañero?”

3 UV son siglas de UltraVioleta.


4 En el original se usa ‘WereWolf’, por eso lo resume como ‘Were’, la traducción es
‘Hombre-Lobo’, también se les llama Lycan o licántropos.

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Gerri vaciló, miró alrededor antes de mirar sus gafas oscuras.


“No eran tradicionales. No soy quien para juzgar, pero eso me
enfermó incluso a mí. Vamos a dejar las cosas así.”
Él se inclinó, una mano aplastando la puerta cerca de su rostro.
“No lo hagamos. Explícate.”
La ira se agitó, pero Gerri no iba a poner a prueba su paciencia.
Nunca había tenido mucha, siendo un niño, y se imaginó que ahora
no tendría ninguna en absoluto, ya que se había convertido en un
adulto.
“Tenían un lema de ‘compartir-es-cuidar’, ¿de acuerdo? Ellos no
creen en eso de los ‘compañeros’. Nunca me inclinaría y me dejaría
tomar por cualquier hombre que me deseara, incluso si se tratara de
grandes sumas de dinero, así que no iba a hacerlo gratis porque mi
madre estuviera con su Alfa. Cualquier mujer era vista como
propiedad comunitaria de todos los hombres. Eso no es lo mío.”
“¿El Alfa le permitió a cualquiera en su Manada follar con tu
madre?”
“¿No acabo de decirte el lema de su Manada?”
“No entiendo. ¿Cuántos hombres compartieron a tu madre?”
“Realmente no quise saber con quién se estaba acostando mi
madre o cuántos hombres estaban involucrados. Ella me ordenó que
me quedara, pero eso no iba a suceder.”
“Maldita sea. Me gustaba Carol.”
“Entonces únete a su Manada y también podrás clavársela, ya
que están metidos en eso.”
Wen gruñó bajo, haciendo sonar su irritación.
“No quise decirlo de esa manera y lo sabes. Supuse que evitaría a
todas las otras razas después de que su compañero murió.”

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“Creo que ella extrañaba ese tipo, ¿sabes? Tipo dominante,


fanático del control total, con un lado extra de mentalidad estilo
‘adoración por mí’.”
Gerri se agachó pasando bajo su brazo y rápidamente pasó a su
lado, incómoda, sintiéndose atrapada.
“Ella es diferente ahora.”
“Obviamente. ¿Qué la cambió?”
“Todo el proceso de envejecimiento lento finalmente se disipó y
ella se revolcó cuando tuvo su primer cabello gris. Creo que la hizo
sentir humana y no quería eso.”
“Pero lo es.”
“Dile eso y verás cuánto protesta. He estado allí y he hecho eso.”
Caminó hacia el otro lado de la habitación y se volvió.
“Creo que se unió a esa Manada esperando que la convirtieran.
No están dispuestos a reclamar una pareja, por lo que eso solo podría
suceder con una gran cantidad de mordiscos, sangrado y con la
esperanza de sobrevivir lo suficiente como para convertirse en una
Were. No me iba a quedar para mirar eso. Sabes que la tasa de éxito
es muy baja, porque es demasiado brutal. Mientras estaba allí, mi
madre solo estaba bebiendo un poco de la sangre que compartían con
ella. Eso también es peligroso, cuando no estás emparejado, pero
estaba dispuesta a arriesgarse a que su cuerpo rechazara la sangre.
Escuché que es una manera horrible de convertirse. No quería estar
allí para ver si esa pesadilla sucedía.”
Hizo una pausa.
“Ahora dejemos de ponernos al día y vayamos al grano. ¿Qué
necesitas de mí, Wen? No conozco a las personas adecuadas si buscas

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contactos. Ahora tengo una política de amigos exclusivamente


humanos.”
“Está bien.”
Wen caminó más cerca, invadiendo su espacio personal de
nuevo.
“Necesito una humana, y tú encajas.”
“¿Por qué yo?”
“Tú sabes lo que soy realmente.”
“Entonces simplemente elige a alguien más y cuéntaselo.”
“Puede que no manejen bien la verdad, y no podría confiar en
una extraña.”
“Tampoco puedes confiar en mí. Han pasado quince años desde
que me fui.”
“Sigues viva. Nunca le hablaste a nadie sobre tu vida en Alaska.”
“No soy estúpida. No necesito un gran objetivo en mi espalda,
con todo el mundo no-humano siguiéndome para asegurarse de que
no puedo lanzar cotilleos. Además, incluso si nadie en tu mundo me
considerara una amenaza real, los humanos empujan en camisas de
fuerza a la gente que va por ahí despotricando sobre Vampiros,
Hombres-Lobo y Gárgolas. He oído que los medicamentos son
excelentes en los hospitales psiquiátricos, pero eso no es lo mío. No
uso drogas.”
Gerri retrocedió.
“¿Por qué estás tan cerca?”
“No huelo a un hombre sobre ti.”
“Y no lo harás. No estoy saliendo con nadie ahora mismo.
Terminó mal con el último novio.”
“¿Por qué?”

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“Suelo deshacerme de chicos que engañan y manipulan.”


Ella levantó la mirada hacia él.
“¿Hay algún límite que no cruces? No estoy preguntando sobre tu
vida sexual.”
“Estoy soltero.”
“Esta semana. Conozco demasiado bien a tu especie.
Obviamente no has encontrado a tu pareja, o no estarías siguiendo a
alguien sin tenerla pisándote los talones.”
“No habría salido de Alaska. Los machos emparejados no cazan
tan lejos de casa.”
Gerri asintió, odiando el pequeño alivio que sentía. Hubo un
tiempo en que soñaba despierta con convertirse en su otra mitad.
{Solo fui una estúpida niña.}5
{Sí, sigue pensando eso, y tal vez incluso te creas esa excusa algún
día.} le respondió su propia voz interior.
Gerri se mordió el labio inferior.
“¿Que necesitas que haga? ¿Esto tardará más de un día? Tengo un
trabajo.”
“Ya no.”
“¡Maldición, Wen! ¿Qué significa eso? No puedo darme el lujo de
perder la paga de mi cheque. Eso me mantiene alimentada y con un
techo sobre mi cabeza. Tienes que pagar por esas cosas aquí, en el
mundo de los humanos.”
Él no dijo nada, pero ella podía sentir que la miraba fijamente.

5 Pensamiento, no expresado en voz alta. Se destacan en negrita y cursiva en todo


el texto, encerrados entre {_}

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“¿Qué? Tu Líder lidia con esa mierda, como impuestos, pagando


cualquier factura humana que incurra el Clan y todo eso. Yo estoy
por mi cuenta.”
Wen metió la mano dentro del bolsillo delantero de su chaqueta y
sacó un grueso montón de efectivo.
“Por tu tiempo. No estoy seguro de cuántos días se tardará, pero
no debes alejarte de mi lado hasta que trate con este bastardo.”
“¿Qué es él y por qué me necesitas?”
Una sensación de hundimiento se instaló en la boca de su
estómago. Se negó a tomar el dinero, a pesar de que probablemente
fuese más de lo que ganaría en seis meses trabajando en su empleo.
“Mierda. Soy un cebo, ¿verdad?”
“No.”
Ella todavía no cogió el dinero.
“Entonces, ¿qué necesitas que haga? Deja de cortar el rollo. No lo
endulces.”
“Bueno. Siéntate.”
Gerri estudió la cama.
“De ninguna manera. ¿Sabes cuántos gérmenes y pequeños
insectos probablemente se arrastran por todo eso?” le miró fijamente.
“No soy el tipo pusilánime de rodillas flojas.”
Wen le sonrió mientras devolvía los billetes a su bolsillo.
“Es por eso que te quiero. Siempre has sido dura, Gerri. Eres el
ser humano más fuerte que he conocido en mi vida.”
“Elimina los falsos halagos. Solo escúpelo.”
“Estoy siguiendo a un fabricante de ‘Ghouls’6.”

6 ‘Ghouls’ son vampiros no convertidos por completo, lo que les hace ser casi
zombies pero con fuerza superior, también son llamados ‘Soldados’.

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“Esos no existen.”
Su oscura ceja se alzó por encima de las gafas de sol.
“¿Estás segura?”
“Mierda. ¿Qué es exactamente? Dame solo los aspectos más
destacados.”
“Es lo que llamamos un Maestro Vampiro que está creando un
ejército de Soldados.”
“¿Qué demonios significa eso?”
Wen cogió sus gafas de sol, quitándoselas. La visión de esos
hermosos ojos azules la hizo sentir como una idiota por creer que
sería inmune a él después de todos los años que habían estado
separados. Nunca había olvidado que eran fascinantes, pero el
recuerdo de su enorme magnificencia se había desvanecido a lo largo
de los años. Tenía la clase de ojos en los que alguien podría perderse.
Un azul brillante que le recordaba a los zafiros. Su mirada bajó a su
boca, evitando mirarlo directamente a los ojos otra vez.
Wen metió las gafas de sol en el bolsillo de su camisa.
“Piensa en un cadáver que se pudre lentamente con el mismo
hambre de un Vamp, pero se vuelven locos en unos pocos meses,
como máximo. Más rápido si el Vamp que los crea les abandona y no
les da de comer su sangre para ayudarlos a sobrevivir más tiempo.
Los Soldados son asesinos brutales, más difíciles de eliminar que un
Vamp normal, ya que sanan más rápido. Tienden a canibalizar sus
propios cuerpos, haciendo esa curación rápida, de ahí el ser como un
cadáver podrido. Acabamos de descubrir que también pueden
convertir a sus víctimas en eso mismo. Este imbécil Vamp dejó a uno
de esos Soldados en el borde del territorio VampLycan y ese logró

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crear más. Entre cinco Soldados aniquilaron una pequeña ciudad.


Hubo docenas de muertes.”
“¿De verdad? ¿Cómo pasó eso con el Clan? Apuesto a que Trayis
estará como loco de atar, sobre que esto sucediese en su puerta.”
“No sucedió fuera de nuestro Clan, sino de otro.”
“¿Entonces por qué estás aquí? Parece que debería ser el
problema de ese Clan, no el tuyo.”
“Es una historia larga, pero Decker ya no está a cargo allí. El
nuevo Líder, Lorn, les pidió a los otros Clanes que le ayuden a
resolver este problema porque tiene las manos llenas de algunos otros
problemas internos. Me ofrecí voluntario para rastrear y matar a este
bastardo. Dejó un lío atrás y pudo haber expuesto a nuestra especie.
Es un problema para todos los VampLycans.”
Ella dejó que todo eso se asimilara.
“¿Alguien desafió a Decker?”
Eso la sorprendió.
“Olvídate de esa parte. Enfócate en por qué estoy aquí.”
No era asunto de ella. Eso es lo que debería haber dicho. Gerri no
se ofendió porque Wen no quisiera compartir noticias de su antiguo
hogar. Les gustaba mantener los asuntos de los Clanes en privado y
ella ya no era parte de ese mundo.
“Bueno. Así que estás rastreando a un idiota haciendo Vampiros
zombis acelerados.”
“Él necesita ser detenido.”
Gerri decidió que la barbilla de Wen era algo bueno para mirar,
algo seguro.
“Ese Maestro pone en peligro a todo el mundo al dejar un lío lo
suficientemente grande como para atraer la atención hacia los de su

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clase y las demás. Una ciudad entera siendo aniquilada tuvo que ser
una pesadilla para esconderlo.”
“Exactamente.”
“Entonces te has convertido en Wen, el Cazador de Vampiros.”
Él sonrió, mostrando sus dientes blancos perfectos, menos los
puntos notablemente más afiladas.
“Creo que has visto demasiadas películas.”
“Pillaste la referencia, así que no soy la única.”
“Culpable.”
Todavía le gustaba Wen. Eso no era bueno. Ya no eran amigos y
se había convertido en un adulto. Esos eran los más peligrosos de su
especie y había tenido años para dejar de ser la persona dulce que
solía ser. Con la madurez vino la responsabilidad. Ella sabía lo que
eso significaba para un VampLycan. Los machos fueron entrenados
para luchar, para eliminar amenazas y hacer cualquier cosa para
proteger al Clan. No mataban a personas inocentes por el placer de
hacerlo, pero cualquiera que supiera demasiado era considerado
prescindible.
“¿Para qué me necesitas, específicamente? ¿Acaso soy lo
suficientemente sabrosa como para llamar su atención? ¿O tal vez
piensas que él querría convertirme en un Vampiro zombi lleno de
poderes? ¿Soy su tipo o algo así?”
“Tenemos información7 diciéndonos que se ha reunido con un
grupo de renegados, Lycans y Vampiros, que han unido fuerzas.
Están trabajando juntos por una vez. Este fabricante de Ghouls quiere
comenzar una guerra.”

7 En el original usa la palabra ‘Intel’; es un término militar que se refiere a informes


de tipo espionaje o información privilegiada y secreta

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“¿Este fabricante de Ghouls está tratando de criar? ¿Es un idiota?


Va en contra de la ley que un Vampiro cree más VampLycans. Eso
estaba en el Tratado.”
“Me sorprende que recuerdes nuestras leyes.”
{Whoops.}
Sería más inteligente fingir que había olvidado todo sobre su
infancia. Aunque ahora el gato estaba fuera de la bolsa.
“Esa única regla simplemente se quedó conmigo. No querrás que
los Vampiros críen más VampLycans, a menos que sea una pareja por
amor. Proteges a toda tu raza, incluso si alguien no nació en tu Clan.”
“No está tratando de reproducirse con ninguno de los Lycans,
que sepamos. Está tratando de convencerles de que queremos
eliminar a todos los Vampiros y licántropos.”
“Eso ni siquiera tiene sentido.”
“Obviamente. Este gilipollas está despertando miedo con la
esperanza de que unan sus fuerzas para acabar con nosotros
primero.”
“¿Por qué? Quiero decir, no es como si quisiera arrebataros
vuestro territorio. Es muy remoto. No hay suficientes fuentes de
sangre allí, y seguro que no quieren alimentarse de los animales.”
“Su Maestro fue asesinado después de que invadieron el territorio
del Clan y secuestraron a un VampLycan. Es una larga historia. En
pocas palabras, él la jodió y nos cabreó. Es un hecho que tomaríamos
represalias. Huyó de Alaska, se unió a esos renegados, y ahora está
tratando de hacer que parezca que vamos a comenzar una guerra
contra las Manadas y los Nidos.”
Ella consideró eso.

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“Cada Nido y cada Manada os atacaría si vieran un gran grupo


de VampLycans entrar en una ciudad. Creerían al Maestro y
pensarían que vosotros les habéis declarado la guerra a ellos.”
Wen inclinó su cabeza, cada vez más sombrío.
“Exactamente. Está manipulando la situación para que parezca
que somos los agresores. Estoy aquí para terminar con eso.”
“Todavía no tengo claro por qué me llamaste.”
Wen extendió la mano y envolvió su cálida palma debajo de su
barbilla, obligándola a mirarlo a los ojos.
“Dejó este desastre en la puerta de nuestra casa, así que me
enviaron para acabar con él. Levantará una pequeña sospecha cuando
descubran que estoy aquí, pero planeo darles la impresión de que me
he enfrentado a los Clanes. En cuanto a ti, ¿qué hay más renegado
que alguien como yo eligiendo estar con una humana sobre mi propia
gente? Necesito que crean que he huido de mi Clan porque me negué
a renunciar a ti. Puedo rastrear, obtener la información que necesito y
luego matar a este hijo de puta sin que nadie se dé ni cuenta hasta que
esté hecho.”
Su boca se abrió.
“¿Qué?”
Gerri ignoró el insulto implícito de que él era demasiado bueno
para ella.
“Pero… Trayis ha permitido que algunos de su Clan se apareen
con humanas.”
“El Nido que invadió el territorio VampLycan está más
familiarizado con las leyes del Clan de Decker. Él hubiera matado por
esa ofensa.”
“Mierda.”

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Si ese fuera el caso, ella podría entender cómo algún Vamp loco
podría creer esa artimaña. Decker odiaba a los humanos. Eso no era
ningún secreto.
Wen sonrió y sus ojos brillaron más y más azules. Ella apretó sus
ojos cerrados.
“No hagas esa cosa Vampy. No me manipules.”
“No iba a hacerlo.”
“Mentiroso.”
Wen gruñó. Gerri se asomó a sus ojos.
“Tus iris están brillando. Eso solo sucede cuando estás a punto de
sacar esa mierda de control mental, Wen. Me hice mayor, pero no
estoy senil. Recuerdo eso.”
Él sonrió.
“También brillan cuando pienso en sexo.”
“¿El olor aquí está llegando a ti? Respira por la boca.”
“Tu deseo, ricitos dorados.”
Wen envolvió su brazo alrededor de su cintura, enganchándola, y
Gerri jadeó cuando tiró de ella contra la dura y larga longitud de su
cuerpo.
“Voy a tener que convencerles de que somos amantes... y ya
sabes lo que eso significa. No son humanos desorientados.”
Sus rodillas se doblaron por el impacto de lo que estaba dando a
entender. Sin embargo, él la sostuvo mientras ella maldecía
suavemente, recuperándose. Su mirada se cerró con la de él.
“Necesitan olerme por todo tu cuerpo. Dentro de ti.”
Su voz se volvió áspera y demasiado sexy.
“Es algo bueno que hayas resultado ponerte tan bonita, Gerri. No
será una situación difícil, follar contigo.”

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“¡No!”
Sus manos se aplastaron en su pecho.
“No, Wen.”
Sus ojos se estrecharon y su gruñido bajo fue una advertencia.
“Eso significa dejarme ir, porque no estará sucediendo. ¿Me has
oído decir que no quiero que me pongan un gran objetivo en la
espalda?”
“No habrá consecuencias.”
“Mierda. Mi madre tuvo muchos defectos una vez que perdió a
su pareja, pero ser poco sincera no era uno de ellos. Sé sobre los
pájaros y las abejas cuando se trata de humanos y no-humanos. Ella
nunca fue a ninguna parte sin tener al menos un miembro de la
Manada para proteger su trasero. Cualquier cosa con un sentido del
olfato híper-agudo lo sabría, porque ella estaba llevando su olor
mezclado para que no intentaran montárselo con ella. Una cosa es
que yo venga aquí dispuesta a decir que soy una prostituta si alguien
me viera contigo. De lo que estás hablando es algo totalmente
diferente; quieres hacer alarde de que estás follando conmigo. Tendría
que llevar tu aroma pero sin la protección que la Manada le dio a mi
madre. Eso es como decirles a todos los Hombres-Lobo y los Vamp
que estoy disponible para lo que quieran. Seré un anuncio ambulante
olfativo de que ya estoy contaminada por vuestro mundo y podría
comenzar la temporada abierta. ¡No!”
“¿Contaminada?” gruñó Wen.
“Elimínalo. Tal vez esa fue una mala elección de palabra, pero ya
sabes a qué me refiero. Tu aroma llamará la atención y será mucho
más probable que me persigan porque los humanos y los otros no
cruzan las líneas al involucrarse íntimamente en una relación. Los

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que no quieran matarme directamente pensarán que está bien


utilizarme para tener sexo o mi sangre. Seré considerada como una
mascota perdida que simplemente pueden agarrar y conservar.”
Gerri hizo una pausa.
“¿Abuso a voluntad? De ninguna manera.”
Soltó un suspiro y pareció calmarse.
“Yo te protegeré.”
“¿Qué pasará cuando atrapes a este tipo fabricante de Ghouls y te
marches de la ciudad? ¿Cuánto tiempo durará tu olor? No soy una
puta; puedes tomar tu dinero y empujarlo donde el sol no brilla. Y los
otros tampoco conocen el significado de la palabra ‘no’. No quiero
que nadie se acerque a mí porque huelo como una golosina para
perros o una donante de sangre voluntaria. ¡No me hagas esto, Wen!
Por favor. Por los viejos tiempos. Solíamos ser cercanos.”
“Prometo que eso no sucederá.”
“Tonterías. No estarás cerca para evitar que los perros híbridos o
los Vampiros tomen lo que quieran de mí. Eso me acabará matando,
porque pelearé.”
“Tienes mi palabra de que no me iré de tu lado hasta que mi olor
desaparezca.”
“¿Qué valor tiene tu palabra dada a una simple humana? ¡Venga
ya! Conozco las reglas con las que viven los VampLycans. Morirías
antes de romper una promesa para los tuyos, pero... ¿para alguien
como yo? Estamos aquí para pisotearnos, si surge la necesidad. Es lo
mejor para el Clan, siempre.”
“Tú eres más que cualquier humano, Gerri. Solías formar parte
de mi Clan.”

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“Yo era la niña que todos soportaron porque mi madre estaba


emparejada con uno de vosotros. No fueron todo rosas y palabras
bonitas. Algunos miembros del Clan me detestaban. Al menos una
docena de ellos me vieron como una idiota que algún día les
traicionaría. La única razón por la que sobreviví fue porque me
protegiste de los llamados ‘accidentes’. Trayis los habría castigado,
pero solo después de que se le mostrara mi cadáver.”
“Todavía te protegeré.”
Gerri dejó caer la barbilla, descansando su frente contra su pecho.
“Por favor, Wen. Encuentra a otra mujer. Lávale el cerebro con
los ojos y oblígala a prestar atención a tus órdenes. Cada vez que
comience a sentir curiosidad por ti, simplemente limpia su memoria.”
“Sabrían que estuve dentro de su cabeza. Nadie creería que
estaría dispuesto a abandonar mi Clan por una mujer a la que tuviese
que mantener por la fuerza. Se vuelven conchas huecas si enredas
constantemente con sus mentes.”
Wen presionó más contra ella, la inmovilizó de modo efectivo
contra la pared.
“Bonita pero sin cerebro no es mi tipo. Te necesito.”
La forma sexy en que gruñó esas últimas palabras le hizo cosas a
Gerri. Ella trató de ignorarlo. Pero aun así, sus pezones todavía
reaccionaron doloridos y su estómago se apretó.
Se había enamorado de Wen con tanta fuerza como cualquier
chica joven y desorientada.
La palabra con ‘A’8 vino a su mente, pero eso le devolvió el
dolor. Una parte de ella deseaba que Wen hubiera impedido que se

8 Se refiere a la palabra ‘Amor’

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marchara, cuando su padrastro había muerto y su madre las había


trasladado lejos.
“Hijo de puta.”
Gerri dejó de empujar ya que era como tratar de mover una roca.
“Totalmente creciste para ser un gilipollas, ¿verdad? Sé la mierda
que vosotros podéis hacerle a una mujer. Las feromonas te hacen oler
tan bien que excita a las chicas. También estás cachondo como el
infierno y podrías seducir a un árbol, si te lo propones. Simplemente
no me hagas eso a mí, Wen. ¿Por favor? No quiero que me hagan
daño.”
Wen inclinó la cabeza y retrocedió un poco. Gerri respiró más
despacio... hasta que él presionó su cara contra su cuello. Su aliento
caliente avivó la sensible piel debajo de su oreja y gruñó suavemente
cuando habló. Fue sexy como el infierno y causó que la conciencia de
él fluyera a través de su cuerpo. Cometió el error de respirar por la
nariz. El olor de Wen la golpeó y apenas logró sofocar un gemido.
Definitivamente estaba usando su habilidad contra ella para
perfumarse como el puro pecado.
“Seré amable.”
Gerri le empujó de nuevo pero no pudo mover su cuerpo.
“No me estás escuchando.”
Wen rozó sus labios sobre el lóbulo de su oreja.
“Muy amable.”
Sabía que lo sería y que podría tenerla desnuda en la cama en
pocos minutos o menos. Había visto a uno o dos VampLycan en
acción, yendo detrás de las mujeres. Eso la asustó lo suficiente como
para ser franca.

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“No quiero que rompas mi corazón una segunda vez, ¡maldita


sea! Déjalo ir... ¡y detente, Wen!”
Wen se puso rígido y su boca dejó de tocarla. Gerri abrió los ojos
cuando él apartó su cuerpo lo suficientemente lejos como para poner
espacio entre ellos. Su barbilla estaba donde debería haber estado,
pero en cambio le miró a los ojos. La sorpresa que vió allí fue
evidente. Wen no había esperado que le dijera eso.
“Siempre pensaste que eras muy inteligente cuando estábamos
creciendo. ¿Adivina qué? ¡Eras un idiota!”
Se detuvo pero la ira no se pudo negar.
“No tienes derecho a aparecer y destrozar la vida que trabajé para
armar con tanto esfuerzo. Fue difícil olvidarme de ti.”
En realidad, Wen palideció. Eso era algo notable, ya que tenía un
dorado bronceado, obviamente debido a todo ese tiempo que pasaba
en el sol.
“¿Qué?”
“Estaba enamorada de ti.”
Las palabras fueron susurradas, pero se sintió bien finalmente
sacarlas de su pecho.
“Me rompió el corazón cuando dejé el Clan porque tenía que
dejarte. Tú no tuviste ese problema. No voy a hacer el papel de tu
amante porque eso no significará nada para ti una vez que te hayas
ido. Pero mi vida volverá a ser un desastre, incluso si logro sobrevivir
y no dejar que me maten. No puedo soportar ese tipo de dolor de
nuevo, Wen. No, gracias. Encuentra a otra mujer. Te diré lo mismo
que tú me dijiste la última vez que nos separamos. Adiós. ¡Ten una
buena vida!”

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Gerri se movió rápido, lanzándose bajo uno de sus brazos que


todavía estaba presionado contra la pared. Corrió hacia la puerta y
salió, feliz cuando él no la detuvo.
El ascensor no estaba allí, así que tuvo que esperar. El sonido de
unas pesadas pisadas que bajaban por el pasillo la hizo tensarse y
girarse. Wen se dirigió hacia ella con las gafas de sol en la cara y una
ceñuda fruncida en los labios.
“No eras más que una niña en aquel momento. Eso es una
maldita mentira. No me amabas.”
“Lo que sea. Sigue diciendo estupideces. Siempre fuiste muy
bueno en eso.”
Gerri le dio la espalda.
“Encuentra a alguien más. No voy a ser yo.”
Las puertas del ascensor se abrieron y ella entró a la cabina. Fue
un alivio cuando Wen no se unió a ella. Las puertas se cerraron y
Gerri presionó el botón, luego se apoyó pesadamente contra la pared.
Fue lo mejor que finalmente lo supiera todo. Encontraría a
alguien más para ayudarle. Otra mujer podría ser su compañera de
cama, interpretando a la ‘feliz pareja’ para atrapar a su creador de
Ghouls.
La idiota que aceptase ser la amante de Wen terminaría con el
corazón roto, tratando con el hecho de oler como un anuncio
ambulante de “ven a buscarme” para cualquier ‘sanguijuela’ o Lycan que
supusiera que era fan de los hombres peligrosos... o una amenaza
para ser eliminada.
Gerri respiró más tranquila cuando salió del motel y regresó a su
coche, estacionado dos manzanas más allá.

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Una mirada detrás de ella le aseguró que Wen no la había


seguido. En pocos segundos, estaba detrás del volante y de camino a
su casa.
Wen conocía la jugada. Eso molestó a su orgullo, pero sería peor
alimentar su corazón roto mientras esquivaba a los depredadores,
después de que él regresara a Alaska.
Su vida no era la mejor, pero era preferible a eso. Su trabajo
aburrido y sin salida era bienvenido. Involucrarse en la política
VampLycan no lo era.

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DOS

*
Gerri se secó el pelo con la toalla y sonrió ante la pantalla del
ordenador.
“De ninguna manera, Ann. Sabes que no voy a clubes.”
Su amiga frunció el ceño a través de la transmisión en vivo.
“¿Por favor? Ben estará allí, pero estoy jugando duro para
conseguirle. Le dejé hace dos semanas cuando me invitó a su fiesta de
cumpleaños, pero quiero ir. Voy a parecer desesperada y triste si
aparezco sola. Vamos juntas y es solo una coincidencia. Nos
encontraremos accidentalmente con él.”
“Esa es la cosa más poco convincente jamás vista. Te das cuenta
de eso, ¿verdad? Él no es un tarado. Se dará cuenta de tu ardid tan
pronto como entres en ese club. Nunca pasas el rato con su gente.
¿Recibiste una invitación oficial como hicieron sus amigos?”
“No, pero es un club nocturno, abierto al público. ¿Crees que
sería tan obvio que estaba allí para encontrarme con él?”

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Gerri arrojó la toalla sobre el manillar de su bicicleta estática en


la esquina de la habitación que había convertido en una sala para el
ordenador y para hacer ejercicio.
“Totalmente. Averigua dónde almuerza cerca de su oficina y
pásate por allí algún día. Eso es mucho más suave y creíble. Sin
embargo, no sé por qué quieres jugar estos juegos. Solo dile que sí,
cuando él te invite a salir.”
“Por eso estás soltera. A los hombres les gusta un desafío. No
quiero que piense que soy fácil.”
“Entonces no te acuestes con él en la primera cita.”
“Le has visto. ¿Quién iba a decir que no?”
“Yo.”
Gerri se inclinó hacia la pantalla.
“Solo ve al club y dile que cambiaste de opinión. O no. No voy a
ir contigo. Mis planes de esta noche consisten en ver una película y
estar en la cama antes de las diez. Necesito ropa limpia y hoy tuve
que retirarme pronto del trabajo, así que le prometí a Robert que
mañana llegaría antes para recuperar el tiempo. Tienes suerte de tener
lavadora y secadora dentro de tu apartamento. Tengo que poner la
primera carga al amanecer, cuando se abre nuestra lavandería, o
nunca se termina porque mis vecinos acaparan las máquinas hasta la
hora del cierre. Ahora... hazte crecer un par de bolas y llama a Ben si
no quieres aparecer sin avisar. Son solo las siete, y dijiste que
comenzaba a las nueve. Sácalo mientras todavía está en su casa para
que pueda pasar por tu casa y recogerte. Problema resuelto.”
“¿Qué pasa si le pregunta a alguien más? Eso sería incómodo de
escuchar por teléfono.”

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“Sería más incómodo ser presentado a su cita en el club. Solo


llámale. Estoy fuera.”
Gerri apagó la conexión, sacudiendo la cabeza.
“¿Los rituales de citas humanas son siempre un serio desastre?”
Gerri saltó en su asiento, su corazón acelerado. Sin embargo, no
se dio la vuelta, sin necesidad de hacerlo.
“¿Cómo demonios entraste?”
Wen estaba callado, y finalmente Gerri giró su cabeza hacia un
lado, encontrándole apoyado contra la puerta. Parecía como si
hubiera estado allí por un tiempo, con esa postura cómoda. La
chaqueta ya no estaba, pero todavía llevaba la misma ropa.
Sus ojos estaban descubiertos, y mientras los miraba fijamente,
Gerri deseó que aun tuviera puestas las gafas de sol.
“Me olvidé de atrancar la puerta, pero la cerré. ¿Rompiste mis
cerraduras?”
“Vives en un apartamento.”
Gerri se empujó fuera de la silla, agarrando su bata más fuerte.
“La gerente tiene un juego de llaves extra.” adivinó ella. “Has
hipnotizado a la pobre señora Wagnor para que te las entregue.”
“Fue fácil.”
“Eso es de lo más grosero e incorrecto. El hecho de que puedas,
no significa que debas meterte en las cabezas de las personas. Ella es
una señora muy dulce. No le hiciste nada, ¿verdad?”
Wen frunció el ceño.
“No hago daño a inocentes.”
“Simplemente los obligas a hacer tu voluntad. ¿Qué le dijiste?”
“La borré por completo de conocerme. Ella no recordará nada.”
“¿Todavía tienes mi llave?”

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Wen sonrió.
“Sí.”
“¿Qué sucederá cuando se dé cuenta de que falta mi juego de
llaves y crea que se ha vuelto senil por haberse equivocado o ponerlas
fuera de su sitio?”
Gerri cruzó la habitación, pero mantuvo un buen metro y medio
de espacio entre ambos.
“Devuélveselas para que eso no suceda. Vosotros nunca pensáis
en las consecuencias de la mierda que hacéis. Vete ahora, Wen. No
tenemos nada más que decirnos.”
“Estoy en desacuerdo. Yo también recuerdo tus palabras de
despedida cuando dejaste nuestro Clan. Me dijiste que comiera
mierda y me llamaste cara de perro.”
“¡Estaba cabreada!”
“Yo había ido para decirte adiós y desearte lo mejor.”
“Pensé que vendrías para evitar que me marchase.”
Wen se movió rápido, y Gerri se quedó sin aliento cuando sus
manos la agarraron por la cintura, levantándola de sus pies. Ella se
agarró de sus brazos mientras salía de la sala y entraba a su
habitación. Rompió la conexión entre ellos arrojándola por el aire.
Gerri aterrizó sobre su espalda, rebotando cuando golpeó el colchón.
Tardó un segundo en darse cuenta de lo que había hecho.
“¡Maldito seas!”
Gerri luchó por sentarse derecha.
“¿Que se suponía que debía hacer? ¿Golpear a tu madre en el
culo y tirarte sobre mi hombro? ¿Entrar corriendo a toda prisa en el
bosque para vivir contigo allí mientras todo el Clan nos daba caza?”

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Ella entreabrió la boca, pero no salieron palabras mientras miraba


a un Wen muy cabreado. El color de sus ojos se había oscurecido
hasta convertirse en un intenso azul oscuro, una indicación segura de
que estaba cerca de cambiar de forma.
Miró hacia abajo y vió el signo revelador del alargamiento de sus
uñas. El vello pareció oscurecerse y espesarse a lo largo de sus brazos,
extendiéndose hacia arriba hasta sus bíceps. Gruñó, el sonido sonó
fuerte en su pequeño apartamento, y mostró algunos colmillos
afilados.
Su reacción mató su ira y la hizo desconfiar, en su lugar. No era
como que un VampLycan perdiera fácilmente su piel. Gerri
finalmente encontró algo que decir.
“Tranquilízate. No te pongas todo bestia en mi apartamento.
Nunca lograría quitar todo el pelo de la alfombra.”
“Nos hubieran atrapado en dos días... eso es lo que pensé, de
todos modos. Tu humanidad nos habría retrasado, incluso cuando yo
te llevase a la espalda. Pensé que podríamos buscar refugio con los
GarLycans, si pudiéramos llegar tan lejos, para darte tiempo de
madurar. Fue una locura, ya que nos hubieran rechazado, pero mi
mente fue allí de todos modos.”
El asombro la silenció.
“Tu madre se negó a quedarse. Le rogué, pero ella no quería ese
tipo de vida para ti. Me dijo que todo le recordaba a su compañero y
que eso le estaba rompiendo el corazón. Tú tenías quince años, así
que no tenía derecho a reclamarte. La edad de consentimiento es de
dieciocho años, a menos que ambos padres mueran. Entonces son
solo diecisiete. Incluso llegué a considerar matar a tu madre. No fue
mi mejor día.”

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“Wen... ¿qué me estás diciendo?”


Se deslizó por la cama para sentarse en el borde, sin estar segura
de si sus piernas la apoyarían lo suficiente como para ponerse de pie.
Wen miró sus manos, las flexionó hasta que todo el vello extra se
desvaneció de sus brazos, y luego levantó una para pasar sus dedos
por su cabello. Entonces se volvió, dándole la espalda.
“Yo también tuve sentimientos. Planeé seguirte después... pero
las cosas cambiaron.”
Todo su mundo se sentía como si se derrumbara a su alrededor.
Una vez pensó que también estaba enamorado de ella. Eso es lo que
estaba diciendo. Lo que dejó sin decir, dolió.
“¿Encontraste a alguien que te importaba más? ¿Tienes una
compañera? ¿Dónde está ella, Wen? Tú no dejarías a tu compañera
para cualquier cosa. Va en contra de tu naturaleza.”
Él suspiró y lentamente la miró de nuevo.
“No hay compañera, Gerri. Mi hermano mayor fue asesinado y
sus responsabilidades recayeron sobre mí. Mis padres lo tomaron con
fuerza. Era su primer hijo. Mi madre también se volvió un poco loca.
Ella tomó su pérdida mucho peor. Sabían lo que sentía por ti, pero
dejaron muy claro que te rechazarían como mi compañera. Han
exigido que me empareje con una VampLycan de pura sangre. Mi
descendencia llevará el apellido de nuestra familia y mantendrá
posición en el Clan.”
Parte de ella estaba aliviada de que él no estuviera emparejado,
pero también estaba triste.
“Lo siento por Gerbin.”
“Gracias. No podría ponerte en peligro. Mi madre realmente ha
perdido la cabeza y mi padre es demasiado protector. Ella es

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mentalmente frágil, lo que también le vuelve loco. Me preocupaba


que ella intentara matarte si alguna vez te trajese a casa... o lo haría
mi padre para mantenerla feliz.”
“Creen que por ser humana engendraría nietos débiles.”
“Sí.”
Se miraron el uno al otro. Dejó que su mano cayera a su lado,
donde se apretó en un puño. Dio un paso más cerca, pero luego se
detuvo.
“Esperaba que la atracción se hubiera pasado cuando me propuse
encontrarte.”
Wen miró hacia abajo por su cuerpo.
“¿Quieres la verdad? Te vi... y todos esos sentimientos que solía
tener resurgieron. Eres hermosa, G.L.9 Todavía no tienes idea de lo
que me haces.”
Gerri permaneció sentada, segura de que sus piernas ahora no la
sostendrían. Ese antiguo apodo era un recordatorio del pasado. Él la
había pinchado acerca de sus rizos dorados y se hacía llamar el ‘gran
lobo malo’. Ella había señalado que tenía sus cuentos de hadas
mezclados, pero no le había importado.10
“¿Es realmente eso por lo que acudiste a mí en busca de ayuda?”

9 G.L. son las siglas de ‘Golden Locks’, que significa ‘rizos dorados’ o ‘Ricitos de Oro’,
como la protagonista del cuento infantil.
10 Se refiere a los cuentos infantiles de “Ricitos de Oro y los Tres Osos” y “Los Tres
Cerditos y el Lobo Feroz”, toma a Ricitos de Oro de un cuento y al Lobo Feroz de otro.

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“Estoy cazando a un Vampiro loco, pero pensé en ti cuando


llegué a los ‘Cuarenta y Ocho’11. Mi plan me daba una excusa para
pasar tiempo contigo y cumplir mi misión.”
“Dos pájaros de un tiro, ¿eh?”
Wen sonrió, el azul de sus ojos se iluminó.
“Sí.”
“¿Entonces mentiste acerca de que necesitaba hacer el papel de tu
amante porque esperabas que si me llevabas a la cama, podrías
librarte del picor? ¿Finalmente rascarte?”
Todo el humor huyó del rostro de Wen.
“Esa fue la verdad. La única forma en que me acercaré a él es si
entramos juntos como pareja. De lo contrario, sabrá que estoy allí
para buscarle; pero mi salida del Clan para estar con una humana es
plausible. Está más familiarizado con el Clan de Decker, ya que él es
el bastardo que los envió a Alaska. No solo tengo que matarle, sino
que tengo que descubrir qué tipo de daño ha hecho, antes de acabar
con él. Eso significa pasar al menos unos días a su alrededor.”
“¿Por qué haría eso Decker? Merezco respuestas, si quieres
tenerme involucrada.”
Wen vaciló, luego suspiró.
“Tienes razón. Decker quería gobernar los cuatro Clanes, no solo
el suyo. Ha estado haciendo ataques furtivos contra nuestro Clan y los
demás durante años. Lord Aveoth le prohibió rotundamente que
declarase la guerra contra otros VampLycans. El temor de tener a los

11 En el original ‘the Lower Fighty-Eights’ (también llamado ‘Lower 48’), es una


referencia coloquial a los 48 estados de Estados Unidos situados por debajo de Alaska
también llamados Estados Unidos Continentales (en inglés, Mainland United States). La
expresión excluye los estados de Alaska y Hawái.
.

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GarLycans defendiendo a los Clanes de Trayis, Velder y Crocker, le


mantuvo mayormente bajo control. Entonces, Decker pensó que
finalmente había encontrado una forma de controlar a Lord Aveoth y
forzarle a unir fuerzas con él para eliminar a sus enemigos. Fue
contraproducente. En cambio, Lord Aveoth está furioso y le quiere
muerto, así que Decker huyó.”
“Decker está loco. Nunca cabrees a un ‘murciélago con pelaje’. Son
fríos y malvados.”
Gerri se estremeció. Recordaba las pocas veces que había visto
GarLycans desde la distancia, cuando alguno visitaba el Clan para
transmitir un mensaje. Eran aterradores.
“Además vuelan. Ni siquiera tu gente puede correr más rápido
que ellos.”
Wen sonrió.
“Muy cierto. Por eso Decker huyó.”
Sus rasgos se volvieron sombríos.
“Ese estúpido bastardo intentó chantajear a Lord Aveoth.
Estamos adivinando que Decker se puso furioso cuando supo que
Lorn tomó el liderazgo del Clan que él dejó atrás. Envió contra ellos
un Nido de Vampiros para joderles. Entonces esa pequeña ciudad
humana sufrió las consecuencias.”
“Los Vampiros necesitaban comer.”
“Es más que eso. Aniquilamos ese Nido, pero uno de ellos
sobrevivió. Él es a quien estoy cazando. Suponemos que está
culpando a Decker y a todos VampLycans por la pérdida de su amado
Maestro. Tiene que ser detenido antes de que nos cause más
problemas.”

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“Entonces vas a por él. Pero eres un VampLycan. No puedes


esconder eso de este Vampiro, ¿verdad?”
“Sabrá lo que soy. Está coleccionando renegados, así que fingiré
ser uno. Es una buena tapadera decir que los miembros del mismo
Clan nos persiguen porque tú y yo somos amantes prohibidos. Tiene
un toque de verdad en ello, ya que mi familia estaría indignada si
supieran que he venido a ti pidiéndote ayuda. Espero que me agregue
a su Nido o cómo demonios quiera llamarlo. Recibiré mi información
y luego podré matarlo.”
“Wen... no puedo hacer esto por ti.”
{Pero estoy tentada.}
Wen se acercó a ella y se arrodilló, tan cerca que podría extender
la mano y tocarle.
“Necesito tu ayuda. No confío en ninguna otra humana y una
mujer manipulada no les convencería de que no soy una amenaza. Ni
siquiera los Vampiros pueden soportar a los esclavos de sangre sin
sentido por mucho tiempo sin matarlos. Tú sabes lo que soy, y no
tendría que preocuparme de que te vuelvas contra mí. Sabes que
algunos humanos pensarían que somos monstruos, si supieran la
verdad. Podría terminar con un cuchillo en mi espalda mientras
duermo al lado de una, ya que tendría que revelarle lo que soy. No
moriría, pero estallaría mi tapadera, si esa mujer intentara matarme.
Eso no suena como verdaderos amantes, ¿verdad?”
Gerri tragó saliva.
“No solo debo llegar hasta él, sino que tengo que descubrir qué
ha hecho. Eso significa quedarse al menos algunas noches para
obtener información.”
“¿Qué tipo de información?”

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“Si alguno de los Nidos o Manadas se ha tomado como


verdaderas las palabras de este idiota. Necesito saber si el Consejo
Vampiro está instando a todos los Nidos para que nos ataquen o si es
solamente el Nido al que pertenece este imbécil.”
Gerri podía entender por qué importaría eso. Un Nido podría ser
tratado. El Consejo ordenando que cada Nido vaya tras los
VampLycans sería seriamente malo.
“¿No sientes curiosidad por lo que hay entre nosotros?”
Wen se inclinó más cerca, mirándola profundamente a los ojos.
“Yo sí la tengo. No puedo ofrecerte un ‘para siempre’, pero… ¿no
te preguntas cómo hubiera sido si hubiéramos tenido la oportunidad
de estar juntos?”
“Wen...”
Era muy atractivo, y ella anhelaba tocarle.
“En el peor de los casos, nos daremos cuenta de que lo que
teníamos era real. En el mejor de los casos, aprenderemos lo
suficiente como para no querer volver a vernos nunca más. No
estaremos seguros de ninguna manera a menos que nos convirtamos
en amantes.”
Gerri cerró los ojos, incapaz de mirarle más.
“Dios, Wen. No hagas esto.”
“No te estoy tocando todavía.”
{Todavía.}
“¿Qué pasa si era real y esos sentimientos todavía están allí? ¿Qué
pasa si se profundizan?” preguntó ella.
Se obligó a mirarle de nuevo.
“¿Qué pasa si los dos queremos un ‘para siempre’?”
Esa vez fue Wen quien apartó la mirada.

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“Eso no puede suceder. Tengo que volver a casa y no sería seguro


para ti.”
Regresó su mirada a la de ella.
“Siempre temería que mi familia quisiera hacerte daño a ti o a
nuestros hijos.”
{Niños.}
Sus agallas se retorcieron solo imaginando tener algo con Wen.
Había dejado de soñar con eso hace mucho tiempo. Su familia la
vería como el enemigo. Había declarado eso. Gerri sabía todo sobre
los VampLycans y la importancia de los hijos primogénitos. Después
de la muerte de su hermano mayor, Wen se convirtió justo en eso.
Cuando había vivido con el Clan, no había conocido muchas
veces al hermano de Wen, Gerbin. Había nacido más de veinte años
antes que Wen. El hermano mayor había viajado mucho, haciendo lo
que Wen parecía estar haciendo ahora: dejar el Clan para rastrear y
matar enemigos.
El padre de Wen era un Anciano, clasificado en lo más alto del
Clan, por lo que le correspondería a su primogénito continuar con el
legado de ser un Ejecutor del Líder del Clan. Había una posibilidad
real de que los hijos que Wen y ella engendrasen juntos pudiesen
perder la capacidad de cambiar de forma, por lo tanto, haciéndoles
inútiles en ese papel. Tampoco Trayis, el Líder del Clan, querría que
eso les fuese a suceder a los hijos de Wen. Se trataba de mantener
fuerte al Clan.
A su madre le habían permitido aparearse con un VampLycan
porque había sido comerciante. No era un luchador, en cambio era un
artista artesano.

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Su padrastro había sido un genio con una motosierra y un gran


trozo de madera, vendiendo sus esculturas por mucho dinero…
dinero que había compartido con el Clan. De hecho, había conocido a
su madre mientras estuvo en el mundo de los humanos en una
exposición de arte para promocionar su trabajo.
“Es un riesgo demasiado grande para tomar.” logró decir.
“Yo no lo veo así.”
Wen negó con la cabeza. La cólera de Gerri regresó.
“No, tú lo harías. Fui yo quien fui acosada y viví con el temor de
que alguien finalmente me empujara por un precipicio solo para
deshacerse de mí. Algunos de esos niños eran malvados, Wen. No
quiero que mi hijo sufra por esa mierda ni que sea visto como débil.
Podría quedar embarazada ¿Pensaste en eso? ¡Ups! Sucede. Y
entonces, ¿qué? Tendrás la opción de matarme directamente o
llevarme de vuelta al Clan, donde nuestro hijo enfrentaría prejuicios.
Tú mismo lo dijiste, tus propios padres representarían una amenaza.
Y a pesar de que algunos de los miembros de tu Clan podrían ser unos
cabrones con un niño medio humano, aún mantendrían a nuestro
bebé más seguro de lo que yo podría lograr. No duraría ni dos
semanas aquí sola, cuando mi aroma cambiara. Cada monstruo con
nariz sabría que yo llevaba algo no totalmente humano. También
podrías pintarme un letrero que diga ‘mátame’ y colgarlo alrededor de
mi cuello.”
Un músculo en su mandíbula se apretó y sus ojos se oscurecieron.
“No te dejaré embarazada, Gerri.”
“Yo no soy como tú.”
Estaba aturdida por tener que recordárselo a él, de entre todas las
personas.

43
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“Vuestras mujeres pueden reproducirse cuando lo desean porque


pueden controlar su ovulación. Pero tú puedes embarazar fácilmente
a una humana. No tengo ningún extraño auto-control de la natalidad
funcionando en mi cuerpo.”
“Lo olería, si estuvieras ovulando.”
Gerri frunció el ceño hacia él.
“Eso es perturbador en muchos niveles. Pero, ¿y si estamos en
medio de este lío en el que quieres arrastrarme y llego a esa época del
mes? No estoy tomando nada.”
Parte de la tensión dejó sus rasgos y el color de sus ojos se aligeró
aún más. El humor brilló en sus iris.
“¿Nunca has oído hablar de los condones? ¿Necesito explicarte lo
que son? Los hombres humanos los usan para evitar embarazos.”
“Muy divertido. Esos pueden romperse.”
“No va a suceder. Ahora estás buscando excusas.”
“No. Estoy usando tus propias palabras en tu contra. Dijiste que
estos renegados necesitaban oler tu cuerpo sobre mí.” hizo una breve
pausa. “Dentro de mí. Eso significa nada de condones.”
“Sabré cuándo estás ovulando, y si dicen algo, les diré que estoy
evitando que te embaraces porque estamos huyendo.”
Probablemente tenía un punto, pero ella también.
“No puedes garantizar que no voy a quedar embarazada por
accidente.”
“No eres la primera humana que he tocado, Gerri.”
La sensación punzante eran celos, y odiaba sentir esa sensación.
“Oh, ese es un punto de venta.” puso los ojos en blanco. “Pero,
no caliente.”
“Lo siento.”

44
WEN
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En realidad, Wen pareció arrepentirse de esas palabras.


“No quiero escuchar sobre los hombres a los que les permitiste
acceder a tu cuerpo. Sólo estaba estableciendo un hecho. Me las
arreglé para no dejarlas embarazadas.”
{Ellas. Varias.}
Quería preguntarle con cuántas había dormido, pero se resistió,
sin estar segura de que le gustara la respuesta.
“Que tu sepas. ¿Acaso te quedaste el tiempo suficiente como para
asegurarte?”
Ese músculo a lo largo de su mandíbula saltó de nuevo.
“Por supuesto. Siempre usé un condón y ninguno de ellos se
rompió.”
“Teniendo citas con humanas, ¿eh? Apuesto a que a tus padres
les encanta eso.”
“He sido enviado a tu mundo en muchas ocasiones para cazar a
otros y hacer negocios para el Clan. A veces me voy por varios
meses.”
{Y los machos VampLycan están tan cachondos como el infierno.}
No le hacía falta decir eso. También sirvió como un recordatorio
de que nunca había contactado con ella antes.
“¿Por qué viniste a verme ahora?”
“Esta vez no hueles a otra persona.”
Su respuesta la sorprendió.
“¿Qué?”
“Esta no es la primera vez que te busqué, Gerri.”
El color azul de sus ojos se oscureció de nuevo.
“Nunca abandoné mi territorio para viajar a tu mundo sin que
alguien te rastreara primero. El Lycan que contraté me informó de

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VL G 6

que estabas involucrada en una relación, todas las otras veces. Ya no


me importaba si tuviera que separarte de alguien. Te necesito y estoy
cansado de esperar que sea el momento adecuado para descubrir lo
que hay entre nosotros. Haz tus excusas, protesta todo lo que quieras,
pero no evitarás lo inevitable.”
Su mirada descendió hasta la cintura de su bata.
“Voy a follarte, Gerri.”
Wen devolvió la mirada a sus ojos.
“Esta noche.”
Su ritmo cardíaco se disparó y también su respiración.
“Wen, por favor, no.”
“Me deseas tanto como yo a ti. Dime lo contrario y te llamaré
mentirosa. No tienes miedo de mí. Deberías ver cómo se enrojeció tu
piel en este momento. Puedo escuchar los latidos de tu corazón.”
Su nariz se encendió mientras inhalaba.
“Puedo oler lo húmeda y necesitada que estás. Me has estado
atormentando desde que entré por la puerta.”
Gerri apretó los muslos juntos, horrorizada porque sabía lo que
estaba recogiendo con su súper-nariz.
“Eso no es por ti. Me masturbé en la ducha. ¡Deja de olerme,
maldita sea! Eso es muy grosero, y no me gusta tener que admitir algo
tan personal. Maldito VampLycan sin ningún respeto por la
privacidad.”
Wen sonrió con picardía.
“¿Estabas pensando en mí cuando te corriste?”
Gerri quería darle un puñetazo, porque había acertado el tiro con
su conjetura. Por lo general, fantaseaba sobre él.
“Fuera, Wen. Estaba pensando en mi ex-novio.”

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La mentira pareció desalentarle. Sus facciones se retorcieron de


rabia y un gruñido brotó de él. Se abalanzó y la tiró sobre su espalda.
No dolió, pero estaba tan aturdida que no reaccionó lo
suficientemente rápido como para detenerle de empujar su bata sobre
sus piernas, extendiéndolas. Sus manos se agarraron al interior de sus
muslos, manteniéndolos bien abiertos.
“Seré el mejor que hayas tenido, Gerri. Será mi memoria lo que
llene tu mente a partir de ahora cuando te toques, deseando que fuera
yo en su lugar.”
“¡Dios te maldiga!”
Sabía que él la había expuesto de la cintura para abajo. No estaba
usando nada debajo de su bata.
“Déjame ir.”
Gerri estaba excitada, deseándole, pero era una mala idea.
“¡Para!”
“Ni siquiera he comenzado.”
Parte de su temperamento se desvaneció por su tono áspero, pero
mostró sus colmillos. Eran intimidantes como el infierno y un poco
atemorizantes de ver. De hecho, abrió más la boca y pasó la lengua
por las afiladas puntas.
“Quédate quieta. No quiero cortarte por accidente.”
Gerri entreabrió la boca, preguntándose qué demonios significaba
eso. Pero entonces Wen se inclinó, sentándose en el suelo sobre su
culo para descender. Su agarre en sus muslos se apretó y tiró de todo
su cuerpo más cerca del borde del colchón. Eso puso su coño justo
debajo de su nariz.
“No te atrevas.” susurró.
Wen tuvo el valor de guiñarle un ojo.

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“Siempre he querido hacer esto.”


Gerri se puso rígida y dejó de intentar retorcerse en el momento
en que Wen bajó la cara y su cálido aliento abanicó su región inferior.
Era algo sacado de uno de los sueños más sexuales que había tenido
sobre Wen. Por supuesto, no había esperado sentir la parte frontal de
sus colmillos presionada a cada lado de su clítoris, dándole un acceso
más fácil. La primera lamida de su lengua rasposa sobre el sensible
manojo de nervios la hizo apretar su agarre en sus musculosos brazos.
Wen gruñó y su lengua vibró contra ese lugar que era más
receptivo al placer.
“Te odio.” gimió ella.
Su respuesta fue gruñir más profundo y mover su lengua contra
su clítoris. Gerri soltó sus brazos y arañó la cama. Se sentía
demasiado bien como para luchar. Ninguno de sus ex-novios podía
hacer lo que Wen estaba haciendo. Solo él podía practicar el sexo oral
al mismo tiempo que daba la impresión de un vibrador.
Gerri jadeó, tratando de recordar que no debía mover las caderas
por si acaso la cortaba con sus colmillos allí abajo. Eso probablemente
dolería bastante.
Sus pezones se endurecieron bajo la bata de felpa, haciéndolos
demasiado sensibles, y el material blando de repente se sintió áspero.
El calor se extendió por su vientre mientras el placer se disparaba
desde su clítoris directamente hasta su cerebro. Iba a correrse dura y
casi embarazosamente rápido, ya que Wen no estaba perdiendo el
tiempo con juegos preliminares. Todos sus músculos se sentían
rígidos y su espalda se arqueó, alzándose sobre la cama.
“¡Oh, Dios!” gimió, luego se mordió el labio inferior para dejar
de hablar.

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Wen gruñó más profundo, probablemente lo bastante fuerte


como para que sus vecinos lo escucharan, pero a ella no le importaba
nada. El clímax la atravesó. Fue brutal y feroz, tan intenso que no
podía pensar, solo se preguntaba si sobreviviría porque toda la sangre
parecía correr hacia su cerebro, casi volcándolo.
Tardó un momento en bajar desde las alturas, y se dio cuenta de
que estaba siendo volteada. El tejido se rompió cuando Wen le quitó
la bata en el proceso. Estaba sudando y el aire parecía frío después de
estar envuelta en el cálido material.
Sus rodillas golpearon la alfombra y se inclinó sobre la cama
hasta que sus caderas se apretaron contra el costado del colchón. El
sonido distintivo de su cremallera se mezcló con la respiración áspera
de ambos.
Gerri debería protestar, pero no lo hizo. Le deseaba. Volvió la
cabeza y se sacudió parte del cabello húmedo de la cara. Wen estaba
de rodillas detrás de ella. Sus ojos eran de color azul brillante y
resplandeciente. Era un recordatorio de lo que había dicho acerca de
hacer eso cuando se excitaba. Eran absolutamente preciosos, y
también él.
Bajó la vista mientras se bajaba los pantalones. No fue una
sorpresa que no usara ropa interior. El tamaño de su polla era un
poco aterrador. Era gruesa, larga e increíblemente dura. Lo único que
desvió su atención fue cuando alargó la mano y se quitó la camisa,
tirándola a un lado. Toda esa piel bronceada fue revelada, y la vista
de sus abdominales de ocho paquetes fue digna de admiración. Todo
sobre Wen era grande e intimidante. Sexy.
“Seré suave.”

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Su voz era brusca, más animal que humana. Gerri miró hacia
adelante y cerró los ojos, tratando de relajarse.
“Será mejor que sí.” soltó. “Eres enorme.”
“La adulación te conseguirá todo conmigo.”
Su mano se sostuvo al lado de su hombro y la presionó contra su
espalda. Estaba caliente pero era piel, no pelaje, por lo que mantuvo
por completo su forma humana. Estaba agradecida por eso, porque
sabía que algunos VampLycans podían volverse un poco ‘bestias’
durante el acto sexual.
Había caminado hacia su madre y su padrastro una vez, algo que
deseaba poder olvidar. Había sido en su mayoría humano, pero tenía
un montón de pelaje, junto con una prolongación de la línea de la
mandíbula, y colmillos. Ella no quería eso con Wen.
Wen usó su rodilla para golpear la cara interna de su muslo y
Gerri abrió más las piernas.
“Desearía que fueras más grande. Eres tan delicada, G.L.”
Wen usó su otra mano para agarrar su cabello, algo que no
esperaba, y descubrió un hombro y un lado de su cuello. Se inclinó y
sus labios rozaron la piel, besándola. Gerri se relajó aún más,
contenta de que no fuera a follársela desde el principio. Wen usó esa
misma mano para alcanzar entre sus caderas y acariciar su clítoris.
Estaba mojada, podía sentir cuánto, mientras él se deslizaba más alto
y un dedo penetraba lentamente su coño.
Gerri gimió en respuesta; se sintió increíblemente bien mientras
Wen probaba para ver si ella estaba lista para acogerle. No se retiró
inmediatamente, sino que pareció intentar explorarla hundiendo el
dedo más profundamente.

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Giró su dedo para que la punta frotara y ella gimió cuando


encontró el lugar correcto. Wen se detuvo y luego frotó de nuevo.
Gerri arqueó su culo para darle un mejor acceso.
“Te atrapé, G.L.”
Gerri se preguntó qué significaría eso, pero luego su dedo se
retiró y algo más grueso se frotó contra la unión de su sexo. Encontró
la entrada con la punta de su polla y empujó hacia adelante,
rompiendo su coño. Éste se extendió para acomodar la circunferencia
de su eje, pero nunca antes había tomado a alguien de su tamaño. Era
un ajuste apretado, y Gerri bajó la cabeza hasta que su frente
descansó sobre su colchón. Era suave, no iba rápido, y le permitió
ajustarse a él hasta que estuvo completamente asentado.
“Joder.” gruñó, su boca contra su oreja. “Vas a matarme.”
“Ídem.” gimió ella.
Wen se retiró, aunque no del todo, y empujó hacia adentro.
Estaba duro como una roca y cada terminación nerviosa allí abajo
parecía ser golpeada cuando la llenaba de nuevo. Se detuvo, gruñó
bajo, y repitió la acción unas cuantas veces más hasta que algo de la
tensión de su unión se alivió cuando su cuerpo se familiarizó con él.
Gerri gimió de nuevo cuando la mordió con los dientes a lo largo
de la curva de su hombro. No fue doloroso. Estaba segura de que él
no le había roto la piel, pero esa sacudida de sus colmillos aumentó el
placer. Nunca se había imaginado que le gustaba ser mordida, pero
por otra parte, era Wen.
Lo hizo de nuevo, un poco a la derecha, más cerca de su garganta
mientras aceleraba el ritmo de follarla y ajustaba el ángulo de su polla.
“¡Oh, Dios!” gimió ella, comprendiendo ahora por qué había
dicho que la había atrapado.

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Cada deslizamiento de su polla golpeó ese punto que había


encontrado antes con su dedo. Había oído hablar de un punto G, pero
de repente creía en su existencia, si ese intenso sentimiento era una
indicación.
Wen la folló más rápido, más fuerte, y Gerri alcanzó
frenéticamente su mano, todavía apoyada en la cama, necesitando ese
contacto. Se aferró a él, quería moverse con él, pero Wen la mantuvo
inmovilizada con el peso de su torso a lo largo de su espalda. Gerri
solo podía tomarle y sentirle.
Sus músculos vaginales se cerraron alrededor de él justo antes de
que se corriera. Sus gritos quedaron amortiguados contra la cama,
pero el gruñido de Wen no fue cuando él apartó la boca de su
hombro, ya que no dejó de morder su piel.
La agarró por la cadera con una presión casi contundente
mientras la follaba frenéticamente. Gerri lo sintió cuando él comenzó
a correrse. Su polla palpitó fuertemente, casi un latido de corazón
latiendo contra sus paredes vaginales, hasta que se detuvo. Siguió una
ligera sensación de presión, como pequeños estallidos, y luego el calor
líquido se extendió dentro de ella.
Wen colapsó sobre ella, pero luego pareció recordar que podría
asfixiarla con su peso. Se levantó lo suficiente como para asegurarse
de que todavía pudiera aspirar aire a sus pulmones. Ambos sufrieron
respiración entrecortada y el sudor le hizo cosquillas desde donde sus
cuerpos aún estaban presionados juntos. No fue una sorpresa que el
sexo con Wen fuera nada menos que intensamente ardiente,
desordenado y alucinante.
Gerri esperó que él se retirara cuando sintió que su polla se
ablandaba un poco, pero Wen no se movió.

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Finalmente, Gerri levantó la cabeza, abrió los ojos y le miró a la


cara. Sin embargo, Wen se dio la vuelta, ocultando sus facciones con
su cabello. Algo en la pared al otro lado de la habitación parecía
concentrar toda su atención.
“¿Está mi vecino presionado contra la pared escuchándonos?
Estoy seguro de que le presentamos un espectáculo a sus orejas.”
Wen no respondió.
“¿Hola a Wen? ¿Te dormiste?”
“Cállate, Gerri.” dijo con voz áspera. “Simplemente no hables en
este momento.”
Eso la cabreó. Luchó por levantarse, y él cambió su peso lo
suficiente como para permitirle levantar su pecho de la cama. Gerri
apoyó las manos y empujó su culo hacia atrás, con la esperanza de
desalojarle de su posición por encima de ella.
Wen no había estado preparado para eso. Su polla se deslizó
fuera de ella cuando cayó hacia atrás, aterrizando sobre su culo. Gerri
se arrastró sobre la cama, arremolinando el cobertor para retorcerlo
alrededor de su cuerpo mientras rodaba, mirándole con fijeza.
“Me follaste. Te dije que esto fue un error. No te atrevas a
decirme que me calle, si ahora te arrepientes. ¿Tuviste que correrte
dentro de mí? Sabes que estaba preocupada por quedarme
embarazada. ¿Te habría matado salirte antes?”
Gerri observó sus rasgos mientras hablaba, notando la forma en
que parecía un poco peor por el desgaste. Tenía la mandíbula
apagada, un poco demasiado larga, y su nariz tenía una apariencia
aplastada, más ancha de lo que debería haber sido.

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Los colmillos todavía estaban presentes pero sus ojos ya no


brillaban. Eran completamente negros. El pelaje había crecido a lo
largo de su mandíbula y en partes de sus mejillas.
“¿Qué demonios? ¿¿Te pusiste bestia conmigo?? ¡Cabronazo!”
Gruñó y rodó, levantándose los pantalones mientras luchaba por
ponerse de pie. Wen le devolvió la espalda mientras remetía su polla y
cerraba la cremallera de la bragueta.
“Cállate, maldición. Dame unos minutos.”
“Te conté sobre mis padres y el trauma que sufrí después de que
les pillé. Pensaste que era gracioso, pero aceptaste que estaba muy
mal de su parte, eso de que literalmente estuviese medio-cambiado
sobre su culo. No puedo creer que me hayas hecho eso mismo.”
Wen intentó de nuevo obligar a su cuerpo a someterse. No estaba
escuchando. Nunca antes había tenido ese problema y lo empeoró,
escuchar a Gerri enfurecerse con él. No la culpó por estar cabreada.
Cerró los ojos y trató de ignorarla. Centró su atención en los rápidos
latidos de su corazón, ralentizándolo.
Un objeto suave golpeó su espalda. Se sentía como una de sus
almohadas. Wen sonrió, agradecido de que no fuera algo más sólido,
como una de sus lámparas de noche. Se dio cuenta de que el humor
ayudó cuando su rostro hormigueó, asegurándole que su mandíbula
se había desplazado a una posición humana y el pelaje de su cara
había retrocedido.
Solo Gerri se atrevería a atacarlo con parafernalia inofensiva para
dormir. Pasó su lengua por la parte superior de sus dientes para
asegurarse de que sus colmillos se hubieran retraído. Tomó una
respiración más profunda, abrió los ojos y se volvió.
Gerri tenía la mayor parte de su edredón escondiendo su cuerpo.

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Estaba de rodillas, agarrada a la gruesa colcha, y sostenía otra


almohada que estaba a punto de lanzar en su dirección. Su cabello era
un revoltijo de rizos húmedos cayendo en desorden sobre ambos
hombros desnudos, incluso cubriendo uno de sus ojos y la mitad de su
rostro. Se veía adorable y sexy como el infierno. Su polla se
endureció.
“Lo siento.”
Lo decía en serio.
“¡Vete al infierno!”
Él ya estaba allí. Preguntarse cómo sería follar con Gerri siempre
le había mantenido despierto por la noche, pero la realidad había sido
mucho mejor que cualquier cosa con la que hubiera fantaseado.
Ahora estaba en una mierda profunda, y era lo suficientemente
hombre como para admitirlo.
Había sospechado que Gerri podría ser la indicada para él... pero
ahora estaba bastante seguro. Había perdido el control de su cuerpo, y
eso fue lo primero. También era una señal, una que quería ignorar
desesperadamente.
“Lo siento.” repitió.
“Fuera, Wen. Te lo digo totalmente en serio. Tienes tu picor
rascado y te arrepientes. Gracias por joderme, justo como sabía qué
harías. ¡Ahora fuera!”
Gerri dejó volar la almohada. Wen la esquivó dando un paso de
costado. Su humor huyó.
“No me arrepiento y... vamos a hacerlo nuevamente.”
Wen hizo una mueca al ver su expresión horrorizada. Ella había
disfrutado el sexo tanto como él.

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Nunca olvidaría los dulces sonidos que hizo mientras la follaba y


lo bien que se sentía, crispándose mientras se corría con su polla
enterrada profundamente en ese coñito caliente suyo. Ella podría
convertirse en su adicción favorita.
Gerri se recuperó lo suficiente como para fulminarle con la
mirada.
“Fuera, Wen. Adiós. ¡Ten una buena vida!”
Gerri nunca le perdonaría por aquellas palabras que había
pronunciado una vez. Esa era la segunda vez que las arrojaba en su
cara. Entonces él era joven y no tuvo más remedio que dejarla irse.
Los tiempos habían cambiado. No podía llevarla a su casa con él
exactamente, pero tenía tiempo antes de regresar a Alaska. Cada
minuto lo gastaría con ella.
“Tenía que controlar mi cuerpo. No quise cambiar parcialmente.
El sexo fue genial. Necesitaba silencio para hacerlo, necesitaba
bloquearte.”
Él no iba a revelar más.
“¿Entonces eso fue un accidente? ¿Por accidente te volviste
completamente bestial conmigo y ‘whooops’, tampoco podías retirarte?
Tú me tenías inmovilizada, no al revés.”
“Tienes que oler como yo. Planeé la segunda parte. Te marqué
desde el interior.”
Gerri volvió la cabeza, buscando un arma. El libro de bolsillo en
su mesita de noche fue su elección. Lo lanzó contra él. Wen alzó la
mano para descartarlo fácilmente. Rebotó en su mano y cayó al suelo.
Eso pareció irritarla más mientras resoplaba. Se giró buscando algo
más mientras abría de un tirón el cajón de la mesita de noche.

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Wen se tensó, esperando que ella no tuviera un arma. No le


mataría, pero una bala le haría daño.
El objeto que Gerri retiró le dejó perplejo. Era algo de plástico y
de color rosa brillante.
“¿Qué demonios es eso?”
“Un conejo.” dijo, y se lo lanzó.
Lo atrapó y estudió aquel objeto de forma extraña. No estaba
familiarizado con los juguetes sexuales, pero no se necesitaba ser un
genio para descubrir de qué se trataba. Una sonrisa dividió su rostro
mientras arqueaba sus cejas.
“¿Es esto una pista?”
Dio un paso más cerca mientras su pulgar presionaba un botón.
Lo activó y las vibraciones le hicieron reír.
“Bonito. Nunca he usado uno en alguien antes, pero estoy
dispuesto a intentarlo”
“¡Oooooh!” gritó ella, y casi se cayó de la cama cuando trató de
salir de allí, todavía enredada con el edredón.
Estaba listo para lanzarse hacia adelante para evitar que cayera
sobre la alfombra, pero ella recuperó su propio equilibrio antes de que
surgiera esa necesidad. Se mantuvo alejado, apagando el juguete
sexual, por lo que se quedó en silencio e inmóvil.
“Te marcaré.” murmuró ella. “Desearía tener un látigo o un
cinturón. Necesitas que azote tu culo.”
Wen se rió, tirando el juguete sobre la cama a una distancia
segura de ella.
“Suena pervertido, pero no me va eso. ¿Y a ti?”
“Azótame y te arrancaré las bolas.”
Ella le señaló con un dedo.

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“Me estás haciendo enfadar. No creo que estés siendo


encantador.”
Wen levantó sus manos y calmó sus rasgos.
“Cálmate.”
“Lo haré una vez que te vayas.”
“Eché de menos lo irracional que puedes ser. Es lindo.”
“Oh, tengo algo lindo para ti.”
De repente dejó caer el edredón, entrando desnuda en el baño. La
puerta se cerró de golpe antes de que él pudiera reaccionar, un cerrojo
haciendo ‘clic’ en su lugar.
Caminó hacia la puerta, pero no la abrió de golpe. El sonido del
agua le hizo apretar los dientes. Se estaba bañando para eliminar su
olor. Apostaría a que también planeaba lavarle a él. Levantó una
mano y formó un puño, golpeando.
“Basta, Gerri.”
“¡Jódete!”
Reemplazaría el pomo de la puerta. Lo agarró con fuerza y lo
retorció, aplicando fuerza suficiente para que aquella cosa barata no
tuviera ninguna posibilidad. No quería dañar la puerta ni el marco.
Entró en el baño y encontró a Gerri a punto de entrar en la ducha
de cristal. La vista de su cuerpo desnudo jugó un infierno con su
libido ya activa. La deseaba de nuevo. El hecho de que Gerri
maldijera, agarrando una toalla para envolverla alrededor de ella y
ocultar su cuerpo, no se le escapó.
“Eres tan grosero.”
“Estás enfadada porque lo que experimentamos te asustó. Lo
entiendo. Te conozco demasiado bien... pero tú también me conoces,

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G.L. Estás entrando en pánico y actuando de esta manera tratando de


evitar la verdad.”
A propósito, utilizó su apodo para recordarle el pasado.
“No quise perder el control. Yo tampoco estaba preparado para
eso. Casi te muerdo. Es por eso que quería que estuvieras en silencio.
La urgencia todavía estaba allí. No tienes idea de lo cerca que estuve
de sacarte sangre.”
Gerri tropezó, retrocedió un paso pero olvidándose del borde de
la ducha detrás de ella. Wen se movió rápidamente, envolviéndola
con un brazo por la cintura y tirando de ella contra su cuerpo para
evitar que golpeara las baldosas.
Eso les puso juntos, y ella le miró a los ojos. Observó las
emociones parpadear en los suyos, asombro y luego creciente cautela.
Gerri negó con la cabeza pero se agarró a sus bíceps con ambas
manos, aferrándose a él en lugar de intentar apartarle.
“Quería probar tu sangre de la peor manera.”
Odiaba admitir eso.
“Tu especie solo hace eso durante las relaciones sexuales para ver
si encuentran a su compañera. Ese impulso es raro.”
“Lo recuerdas.”
Gerri cerró los ojos y él se sorprendió cuando ella inclinó su
rostro hacia adelante, apoyándolo contra su pecho. Ella se sentía bien
en sus brazos, a pesar de su diferencia de tamaño. Wen apretó su
agarre envolviendo su otro brazo alrededor de ella.
“No puedes hacer eso, Wen.”
Su voz suave fue algo difícil de oír sobre el sonido de la ducha,
pero lo hizo.
“Lo sé.”

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“Tu familia nunca me aceptaría. Tal vez en algún momento, pero


no ahora.”
La pérdida de su hermano mayor había sido desgarradora, pero
también lo era la verdad de sus palabras.
“Ya te mencioné eso.”
Gerri giró la cara, presionando su mejilla contra él. La sensación
de sus cálidas lágrimas fue inesperada. Wen extendió la mano y
apagó el agua. El silencio parecía amplificado, con solo su respiración
en la pequeña habitación. Wen envolvió su brazo alrededor de su
cintura otra vez, deseando que eso les consolara a ambos.
“¿Qué pasaría si me hubieras mordido y descubierto que mi sabor
es el correcto?”
Gerri sorbió por la nariz y soltó sus bíceps, envolviendo sus
brazos alrededor de su cintura en su lugar.
“Tú sabes la respuesta.”
“Tendrás que reclamarme.”
“Eso te hubiera condenado a convertirte en el blanco de la ira de
mi familia.”
“Esto es todo tipo de jodido.”
Wen le sonrió, pero fue con amargura.
“Sí lo es. Lo siento mucho.”
“Yo también.”
Gerri volvió a sorber y se movió, liberándole. Wen la dejó ir
mientras ella se alejaba, escondiendo su rostro. Gerri evitó mirarle
desde el espejo cuando se inclinó sobre el lavabo, salpicándose agua
en la cara. Luego usó una toalla de mano que estaba colgando al lado
para secar toda esa agua. Finalmente se enderezó y se giró,
encontrando su mirada de nuevo.

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“Tienes que irte, Wen. Realmente no puedo ayudarte ahora.”


“Estoy en desacuerdo.”
Ella le miró boquiabierta.
“Necesito que hagas esto.”
“¿Estás loco?”
Gerri aseguró su toalla un poco más.
“No tengo deseo de morir. Hemos tenido sexo una vez. Todavía
puedo quitarme tu olor si te apartas de mi camino y me dejas entrar
en esa ducha.”
“No. Este fabricante de Ghouls es peligroso, y también lo son
esos renegados con los que busca refugio, pero yo puedo manejarlos.
Solo necesito acercarme lo suficiente para aniquilarlos. Tú puedes
ayudarme a hacer eso. Seré yo el objetivo al que recurran si la mierda
golpea al ventilador, no tú.”
Gerri negó con la cabeza, mirándole con incredulidad grabada en
sus rasgos.
“No estoy hablando de eso. Quieres que te haga de amante como
una tapadera para profundizar con esos cabrones, pero eso significa
que tendremos que seguir teniendo relaciones sexuales. No soy
ninguna ingenua, Wen. Tienes ganas de probar un emparejamiento.
Desearía poder olvidarme de mi infancia, pero crecí en tu cultura.
Cada vez que me toques, ese impulso se hará más fuerte. Tu aroma en
mí también se hará más fuerte. ¿Me equivoco?”
“No.”
Él no le mentiría sobre eso.
“Si me pruebas y mi sabor es el correcto para ti, si tienes esos
sentimientos tan fuertes, te vas a emparejar conmigo. Punto. La

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naturaleza te va a dar una bofetada tan fuerte que no podrás elegir.


¿Estoy equivocada sobre eso?”
Wen frunció el ceño, sin decir nada.
“Tomaré eso por un no. O bien estás absolutamente seguro de
que voy a ser O-positivo con un poco de falta de hierro en mi torrente
sanguíneo cuando me muerdas, o ya sabes que alguien más es tu
compañera, por lo que te sientes lo suficientemente seguro como para
arriesgarte. ¿Cuál es el caso?”
“Nunca antes he encontrado a alguien más a quien quisiera
probar. Eres la única mujer por la que alguna vez tuve sentimientos.”
“Eso lo empeora. ¿Qué pasa si me muerdes y es tu hora de ‘locura
instantánea’?”
“Entonces sabré que eres mi compañera.”
“¿Y luego qué? ¿Encontrarás tu fuerza de Súper-VampLycan y
serás el primer hombre en resistirse a reclamar a una compañera?
¿Eres tú ese tipo delirante?”
Wen dudó.
“Estoy seguro de que puedo controlar el impulso de morderte.
Tampoco sería el primero en resistirme a reclamar a su compañera.
Simplemente no sucede a menudo.”
“Nunca había escuchado acerca de eso.”
“Has estado fuera mucho tiempo y no sabías lo que estaba
sucediendo en otros Clanes. Otro VampLycan en el Clan de Decker
se negó a reclamar como su compañera a una mestiza mayormente
humana. Su amor por ella era lo suficientemente fuerte como para
asegurarse de que no la mataran. Decker la habría eliminado. Lorn
sabía que era una sentencia de muerte para su Kira si la convertía en
su compañera mientras Decker gobernaba.”

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Gerri le estudió.
“¿Me amas, Wen?”
Wen respiró profundamente y lo soltó.
“Siempre lo hice, Gerri. Nunca sabrás lo cerca que estuve de
matar a los humanos con los que saliste. Quería hacerlos trizas cada
vez que leía sobre uno de ellos en un informe. Nunca pondría en
peligro tu vida tomándote como compañera. Sé que, a la larga, eso
sería una sentencia de muerte para ti. El Líder de mi Clan lo
aceptaría, pero mis padres nunca lo harían.”
“Entonces vete. Es demasiado arriesgado.”
Gerri parpadeó rápidamente.
“Porque sé que yo no sería lo suficientemente fuerte como para
decirte que no, si me pidieses que vaya a casa contigo.”
“Preferiría tener este tiempo que no tenerte ninguno.”
Gerri apartó la vista y abrazó su propia cintura.
“No tenemos un ‘para siempre’, pero tomaré cualquier tiempo que
pueda obtener contigo. Los recuerdos te serán más fáciles a ti para
vivir con ellos, de lo que me serán a mí.”
Gerri levantó la cabeza y le miró.
“¿Cómo sabes eso?”
“Tienes una vida útil mucho más corta, G.L. Sin embargo, tú me
atormentarás mucho después de que te hayas ido.”
Gerri cerró los ojos y caminó hacia él.
“Maldito seas, Wen.”
“¿Es un sí?”
Wen la abrazó por el centro.
“¿Vendrás conmigo hasta que mi misión esté completa?”

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“Esto es tan malditamente estúpido... pero cuenta conmigo. De


lo contrario me arrepentiré. De hecho, ya lo hago.” admitió. “Pero,
yo también te amo.”
Wen la levantó en vilo, decidido a llevarla a la cama y hacerle el
amor. Esta vez se lo tomaría con más calma, más despacio, con ella
frente a él, y estaría más preparado para la forma en que iba a
responder a ella. Se mantendría en su piel o se pondría un bozal si
fuera necesario, solo para evitar morderla.
Pero la forma en que su pecho se tensaba y lo fuerte que era su
deseo de reclamarla le decían a Wen más de lo que podría demostrar
un análisis de sangre.
Gerri era su compañera.

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TRES

*
Gerri se despertó con un cuerpo grande y cálido enroscado
alrededor de su espalda. La memoria fue instantánea. La mano de
Wen ahuecó uno de sus pechos, su pierna se incrustó entre las de ella
mientras dormían. La sensación que la despertó fue su dura polla
golpeando ligeramente contra su trasero. Se mordió el labio y levantó
la cabeza del otro brazo, que le servía de almohada.
Una mirada al reloj y apretó los dientes. Su turno había
comenzado tres horas antes. Su jefe estaría lo suficientemente
enfadado como para despedirla. También había perdido la
oportunidad de lavar la ropa.
“Vuelve a dormir o te follaré de nuevo.” dijo Wen con tono
áspero, su voz ronca y sexy.
“Voy a estar dolorida.” admitió, sintiendo cierta debilidad entre
sus piernas. “Humana, ¿recuerdas?”
Wen ajustó el cuerpo un poco en la cama y le acarició el hombro
con su cara. El beso que colocó allí fue con la boca abierta y deslizó
los dientes suavemente contra su piel.

65
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“Lo siento. Hemos tenido un montón de tiempo para compensar.


Podría sangrar para ti.”
“No.”
Odiaba la forma en que su oferta hizo que se le anudara el
estómago.
“Puedes tomar mi sangre. Eso es seguro y te curará.”
“Paso. Prefiero sentir un poco de dolor que estar más caliente que
el infierno. Sé que eso me hará volar más alto que una cometa y me
dará una descarga de adrenalina, ya que no estoy herida. Mamá me
dio una pista.”
Wen se rió entre dientes.
“Eso no es algo malo.”
Gerri apoyó la cabeza contra su brazo y cerró los ojos. Era hora
de cambiar de tema.
“Estoy sorprendida de que mi teléfono no esté sonando. Mi jefe
debería haberme llamado.”
“Apagué el teléfono después de que te dormiste.”
Su ira aumentó.
“¿Tú hiciste qué?”
“No necesitas ese trabajo. Ahora estás trabajando para mí.
También le devolví la llave a la anciana después de que se quedara
dormida, para que nunca sepa que la perdió. Y también bloqueé tu
puerta. Siempre debes poner esas barras sobre ella. Algún gilipollas
podría haber llegado de la misma manera que yo.”
“No digas eso sobre el trabajo cuando estamos desnudos. Suena
obsceno.”
Su mano apretó suavemente sobre su pecho.
“Vales cada centavo.”

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Gerri le golpeó en las costillas con el codo.


“No es divertido.”
Wen se echó a reír.
“¿Se suponía que eso iba a doler? Me hizo cosquillas. Tendrás
que trabajar más duro en eso.”
Gerri se movió y se volvió, poniéndose frente a él. Wen enderezó
sus piernas para permitírselo y rodó sobre su espalda. Su cabello
estaba desordenado por el sueño y su expresión habitualmente áspera
era suave por acabar de despertarse.
Verle tendido en su cama, con la sábana baja sobre sus caderas,
mató su impulso de abofetearle. Gerri extendió la mano y pasó las
puntas de los dedos sobre los músculos a lo largo de su estómago.
“Pensé que no querías que te follara.”
Su mano se apoderó de la de ella, deteniéndola para que no le
acariciara.
“¿No podrías tener barriga?”
Wen sonrió.
“No.”
Gerri estudió su pecho y sus brazos musculosos.
“Eres hermoso.”
“¿No podrías usar el término musculoso o atractivo?”
Gerri sonrió.
“Dije que nunca me acostaría con un chico más guapo que yo.
Tú hundiste eso en el agua.”
De repente Wen rodó, haciéndola caer de espaldas y bajando
sobre ella. Se empujó hacia arriba con sus brazos, levantando su torso
lejos del pecho de ella. Bajó la mirada y se pasó la lengua por los
labios.

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WEN
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“Tú sí que eres bonita, G.L. Todas esas curvas suaves.”


Wen la miró a los ojos, con un destello de humor en su mirada.
“Eres una atractiva pequeña potencia.”
“¿Pequeña potencia12?”
Wen apoyó su peso con un brazo para liberar el otro. Agarró la
cadera de Gerri con una mano.
“Eres bajita pero tienes el mejor culo y los mejores pechos que he
visto en mi vida. Abre tus piernas.”
“Cualquiera resulta bajo comparado contigo. Y quiero hacerlo,
pero estoy realmente dolorida, Wen. Lo hicimos cuatro veces anoche
y no fuiste exactamente amable en los dos últimos.”
Wen abrió la boca y sus colmillos se deslizaron hacia abajo. El
corazón de Gerri latió con fuerza.
“¿Qué estás haciendo? Aparta esos dientes puntiagudos.”
La sorprendió cuando se aseguró de que pudiera verle morderse
la lengua. Eso tenía que hacer daño. La sangre manaba a ambos lados
y él descendió sobre ella.
“Abre para mí.”
Su mirada se fijó en su boca.
“No.”
Wen liberó su cadera y acarició suavemente su costado. Le hizo
cosquillas y Gerri se rió. La boca de Wen cubrió la suya e
instantáneamente profundizó el beso. El sabor de su sangre se mezcló
en su lengua.

12 En el original ‘tiny powerhouse’, literalmente ‘pequeña central eléctrica’, pero


usándose como adjetivo para describir a una persona enérgica y dinámica, con gran
fuerza y potencia afrontando la vida.

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Trató de girar la cabeza, pero él levantó la mano y tomó su


barbilla para mantener su rostro firme. Wen era demasiado bueno en
eso, y ella comenzó a devolverle el beso.
Gerri se acercó y envolvió sus brazos alrededor de su cuello.
Ajustó su cuerpo, levantándose un poco. Entonces extendió sus
piernas, sabiendo lo que él quería cuando su polla dura empujó contra
su muslo. Estaba húmeda y lista cuando Wen la penetró lentamente.
Gerri gimió contra sus labios.
La sangre funcionó rápido. Se había olvidado de eso. La hizo
sentirse un poco aturdida y desorientada, pero Wen la mantuvo
anclada a la realidad cuando comenzó a moverse, empujando su
pelvis en vaivenes lentos, enviando placer recorriendo su cuerpo.
Gerri gimió de nuevo, pateando las sábanas enredadas para
liberar su pie atrapado y envolver sus piernas más arriba alrededor de
su culo. Sin embargo, él fue suave, casi percibía su necesidad de
ternura.
Wen rompió el beso y ella abrió los ojos. Los suyos también
estaban abiertos, brillando en azul. Se inclinó un poco hacia un lado y
levantó la mano, mordiéndose el dedo índice. La sangre brotó de la
punta y él se la ofreció. Gerri abrió la boca, chupándoselo. Wen
gruñó.
“Eso es tan sexy.”
Wen inclinó la cabeza.
“Dame tu cuello.”
Gerri soltó su dedo.
“No puedes morderme.”
Wen cerró los ojos y dejó de moverse sobre ella.
“¡Joder!”

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Gerri desenrolló sus brazos a su alrededor e intentó ignorar los


otros síntomas de tomar su sangre. Su piel parecía hipersensible y el
calor se extendía por todo su cuerpo. Se aferró a sus hombros y cerró
los ojos. Cada segundo que pasaba la hacía sentirse más consciente de
él y de su propio cuerpo.
“¿Estás bien?”
“Sí. Siento que tengo fiebre y se extiende desde mi cerebro hacia
mis pies. Es como tomar lo opuesto a una pastilla para dormir.”
Wen se rió entre dientes.
“Es mi sangre golpeando tu torrente sanguíneo. Pasará en uno o
dos minutos. Por eso me detuve. Estoy esperando que te recuperes.”
“Me alegra que esto te divierta. No recuerdo que esto haya
sucedido la última vez que me diste sangre, cuando tenía nueve
años.”
“No me lo recuerdes.”
Wen bajó su rostro y acarició su mejilla con la suya.
“Estaba totalmente aterrorizado de que fueras a morir.”
Estaba segura de que también lo estuvo ella. Un paseo inocente
por el bosque para sentarse junto al arroyo casi se había vuelto mortal.
No había visto al oso hasta que solo les separaron unos seis metros.
Dio la vuelta más o menos en el mismo instante en que lo vió.
Entonces se congeló, rezando para que no la atacara. Un rugido
más tarde y aquel oso se abalanzó sobre ella.
El resto fue un poco borroso. Gerri gritó y corrió por su vida. No
había un lugar seguro a donde ir. Las ramas de los árboles no le
ayudaron, ya que el oso podía trepar detrás de ella. Solo esperaba
poder llegar al pueblo y a la seguridad.

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No había resultado de esa manera. No era lo suficientemente


rápida y el oso la había clavado con sus enormes garras,
desequilibrándola. El dolor le aseguró que vivía cuando se encontró
tirada en el suelo, pero luego el oso había vuelto a arremeter contra
ella. Se mantuvo quieta, pero fue más por dolerle jodidamente
demasiado que por ser inteligente al fingir estar muerta.
Entonces fue cuando apareció Wen. Al principio, no le vió…
pero escuchó sus gruñidos. El oso rugió y ella logró encontrar fuerzas
para levantar la cabeza. Wen había cambiado, estaba a cuatro patas y
atacó al oso. Había sido mucho más pequeño, pero unos pocos golpes
bien colocados de sus garras en la cara del oso lo hicieron escapar en
otra dirección.
Entonces Wen retrocedió y corrió a su lado. Se agachó sobre ella
y Gerri supo que sus heridas tenían que ser malas, porque Wen
parecía horrorizado. Fue ahí cuando algo de la conmoción se había
desvanecido y se dio cuenta de que su costado había sido gravemente
herido. Se había tocado las costillas y su mano se había cubierto de
sangre donde más dolía. Había sido un error girar la cabeza para ver
qué daño se había hecho. Las garras del oso habían rasgado su
camisa, desgarrándola.
“¡G.L.!”
El pánico en la voz de Wen había sido claro.
“Consígueme ayuda.”
Era todo lo que Gerri podía pensar en decir. Wen levantó la vista.
“Podría regresar el oso. No te dejaré.”
Salvajemente, mordió su brazo y agarró la parte de atrás de la
cabeza de Gerri.
“Bebe.”

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“¡Va contra la Ley!”


“No me importa. Bebe. No te dejaré morir.”
Wen empujó su brazo contra sus labios, cubriendo la parte
inferior de su cara con su sangre.
Gerri había tenido miedo de tragar, cuando se hizo difícil
respirar. El oso probablemente había perforado su pulmón en ese
lado. Había sido asqueroso beber sangre, casi amenazando con
hacerla vomitar, pero estaba desesperada por sobrevivir.
Finalmente, Wen había apartado su brazo de su boca y luego
rasgó el resto de su camisa para ver el daño. Había colocado sobre su
piel desgarrada su brazo todavía goteando para que su sangre cayera
sobre su herida. La abrazó un poco hasta que se sintió mejor, luego la
tomó en sus brazos para llevarla de vuelta al pueblo.
Todo el infierno se había desatado cuando llegaron. Su madre
había llorado cuando había visto toda la sangre, aunque sus heridas se
estaban curando. El padre de Wen le había agarrado del brazo y le
había arrastrado lejos de ella. Le había oído gritarle a Wen por
sangrar para una humana.
Su padrastro se había comprometido a hablar con el Líder del
Clan para interceder en nombre de Wen. Trayis había entendido por
qué la había salvado Wen y no le había azotado por infringir las
reglas, pero su padre no había sido tan indulgente. Wen había sufrido
una semana encerrado por sus padres en su habitación. Fue un castigo
horrible para un chico acostumbrado a la libertad. Él le había
asegurado que valía la pena, viéndola sanar y viendo que ni siquiera
le había dejado cicatrices.
Wen la sacó de sus recuerdos pasando las yemas de sus dedos por
sus costillas, haciéndole saber que él también lo recordaba.

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“¿Alguna vez duele?”


“No. Lo sanaste completamente con tu sangre.”
“Nunca me escuchaste. Te dije que no fueras por el bosque sin
tenerme a tu lado.”
“Nunca volví a hacer eso. Casi convertirme en el desayuno de un
oso me abrió los ojos.”
Wen la miró fijamente.
“¿Cuántas veces has sido herida sin mí allí para curarte?”
“Unas pocas.”
Wen agarró su muñeca, levantando su brazo.
“Me di cuenta de esta cicatriz. ¿Cómo la conseguiste?”
Echó un vistazo a la línea delgada y dentada de su antebrazo.
“Te dije que no quería seguir con esa Manada con la que se unió
mi madre. Eso sucedió después de que usé un espray de gas pimienta
en uno de los tipos que decidieron no aceptar un ‘no’ por respuesta,
cuando quiso que me inclinara para él.”
La boca de Wen se aplastó en una línea enfadada.
“¿Dónde está esa Manada?”
“Sacramento. Olvídalo. Yo lo hago.”
“¿Alguno de ellos te forzó alguna vez?”
“Yo era demasiado inteligente y paranoica. Solo uno de ellos me
consiguió encontrar a solas. Me dañó cuando arremetió ciegamente
con sus garras después de que le rociara en la cara, pero fue solo una
vez. Me marché fuera de allí antes de que él pudiera volver a ver y
rompí una botella de perfume que guardaba en mi bolso, una mierda
realmente horrible, para confundir su olfato e impedir que me siguiera
mientras estaba ciego.”
“¿Qué hizo Carol?”

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“Me dijo que no causara problemas. Ese es el día que hice las
maletas y me fui. Estaba más enfadada por que hubiera molestado a
su novio que el hecho de que estaba luciendo un gran vendaje en mi
brazo y casi me forzaron a ser una puta de la Manada.”
“¿Qué diablos pasó con ella? Solía ser muy protectora contigo.”
“Perder a su compañero la cambió. Te lo dije. Al principio, bebió
alcohol y tuvo dificultades para adaptarse a la vida en el mundo
exterior. Estoy bastante segura de que también estaba drogándose. Me
lo negó, pero sí, la mayor parte del tiempo parecía como exaltada. A
ella le gustaba ese Alfa. Yo pensaba que era un puro idiota, y no pude
sentir ningún respeto por un tipo que animaba a su novia a follar con
toda la Manada.”
“No me lo puedo ni imaginar. Destruiría a cualquier tipo que
hiciera un movimiento hacia ti.”
“Bueno, los VampLycans son posesivos y todos tienen un
complejo de Dios.”
Wen sonrió con intención.
“Me llamaste dios unas cuantas veces anoche.”
“Dije ‘Oh Dios mío’.” protestó Gerri.
Wen se rió entre dientes.
“Te estás sintiendo mejor.”
Movió sus caderas, ralentizando su follada en empujones
superficiales.
Gerri se olvidó de todo menos de la sensación de él. Gimió y
extendió la mano, deslizando sus dedos en el cabello en la base de su
cuello. Tiró y él bajó su boca hasta la de ella. Le besó.
El placer aumentó a medida que él continuó cabalgándola lenta y
constantemente hasta que ella llegó al clímax.

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Apartó su boca y giró la cabeza, ocultando su expresión de ella


cuando se corrió. Ambos se detuvieron, Wen sujetándola debajo de él
y Gerri aferrándose a él.
“¿Estás bien?”
Gerri se preocupó cuando la cabeza de Wen permaneció
encajada contra su hombro.
“Sí.”
Su voz salió demasiado brusca, pero no sintió ningún pelaje en la
piel que acariciaba. Wen había mantenido el control.
“Cada vez es más difícil no morderme, ¿no?”
Entonces él la miró, y el color de sus ojos había cambiado a negro
puro. Gerri estaba mirando a su bestia interior. No la asustó. Todavía
era Wen. Extendió la mano y acarició su mejilla.
“Toma algunas respiraciones profundas. Te harás daño a ti
mismo. No puedes ir tan lejos sobre la línea y permanecer en tu piel.
¿Necesitas cambiar?”
Wen asintió con la cabeza.
“Aléjate de mí primero, porque eso me asustaría.”
Retiró su polla, que ya se suavizaba, y rodó lejos de ella. Era
peludo en el momento en que cayó al suelo en cuatro patas. Gerri se
levantó de la cama y le estudió.
“Maldita sea. Eres mucho más grande ahora de lo que solías ser.”
Ella se puso un camisón. Él la siguió con su intensa mirada
oscura. Gerri se acercó y pasó los dedos por su pelaje.
Los VampLycans cambiados no se parecían a los lobos. Tenían
una forma más humana y el pelaje no era tan grueso. Sus
extremidades y sus hombros eran musculosos, incluso estando en
forma cambiada.

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Gerri se movió frente a él y se agachó cerca de su rostro,


frotándole suavemente el hocico. Wen curvó su labio superior,
mostrando una hilera de dientes afilados, en lugar de solo dos
colmillos.
“Ya no eres tan bonito.”
Sin miedo, deslizó su mano sobre su hocico extendido hasta un
lado de su cara y luego le rascó detrás de las orejas.
“¿Sigue siendo este tu lugar favorito?”
Wen bajó la cabeza, permitiéndoselo. Gerri sonrió.
“Todavía eres un cachorro a veces, ¿no?”
Wen gruñó y la miró. Gerri se encontró con su mirada y lo dejó
ir, levantándose.
“Mantente fuera de mi cama. Recuerdo cómo puedes perder
pelo. Voy a hacernos el desayuno. Solo espero tener suficiente
comida. Apuesto a que comes el doble de lo que solías, y eso era unas
seis veces más que yo, en aquel entonces.”
Wen la siguió hasta la cocina y se tendió en el suelo de vinilo
cerca de su lavavajillas. La visión de su teléfono móvil asentado en el
mostrador le recordó que Wen debía haber rebuscado en su bolso
para encontrarlo. Lo levantó y pasó el pulgar por la pantalla para
encenderlo. Seis mensajes esperando. Gerri hizo una mueca,
identificando el mismo número que se mostraba una y otra vez. Cada
mensaje había sido de Robert, su jefe.
“Estoy totalmente despedida.”
Dejó el móvil y abrió la nevera.
“No he ido de compras, así que espero que no te molesten los
huevos y las tostadas.”
Wen gruñó bajo.

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“No tengo tocino ni jamón. Lo siento. Esperaba que me pagaran


antes de reabastecer la nevera. Hay algunos perritos calientes si
quieres carne.”
Wen volvió su rostro. Ella se rió.
“Eres un esnob. Deberías haber traído comestibles y un cocinero
si no quieres comerte lo que está aquí o lo que estoy dispuesta a
hacerte.”
Rápidamente, Gerri se puso manos a la obra, revolviendo huevos
y haciendo media tostada con mantequilla. No era el mejor desayuno
para ofrecerle un tipo que podría acabar con un animal grande para
una comida, pero tendría que valer. Cargó su plato y lo puso sobre la
mesa. Wen levantó su cabeza, mirándola con esos ojos oscuros
aparentemente sin alma.
Sus vecinos gritarían de terror si le vieran. No era tierno o lindo.
La sangre de Vampiro había mutado su parte licántropo, por lo que
los VampLycans cambiados parecían más bestias infernales, con sus
formas más humanoides.
Se levantó e inclinó la cabeza un poco, mirándola de una manera
que transmitía su curiosidad. Alguna emoción de Gerri debía haberse
mostrado en su rostro.
“¿Quieres que coloque el plato en el suelo o puedes cambiar de
nuevo?”
Wen cerró los ojos y ella le vió comenzar a cambiar. Los suaves
ruidos mientras los huesos se movían y restallaban la hicieron
temblar, pero había crecido viendo a los cambiaformas hacer lo suyo.
El cabello se redujo a una piel lisa y bronceada, y un chico guapo
emergió cuando se levantó.

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WEN
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“Gracias. ¿Por qué me mirabas con una sonrisa en tu rostro? No


iba a estropear tu suelo al esparcir comida por todos lados.”
“Eso no fue todo. Estaba pensando en lo feroz que pareces en
forma cambiada. Lo había olvidado.”
Wen pasó junto a ella y entró en su habitación. Gerri frunció el
ceño.
“La comida está aquí.”
Regresó en menos de un minuto con una toalla envuelta
alrededor de su cintura.
“Realmente debería haber traído un conjunto extra de ropa
cuando te visité. No quiero ponerme mis pantalones y nada tuyo me
quedará bien.”
Wen tomó asiento en la mesa.
“Esto huele genial. Aunque mataría por un bistec.”
“Yo también. No está en mi presupuesto a menudo.”
Wen la miró sombríamente y luego miró alrededor por su
apartamento.
“Puedo decirlo.”
“No insultes mi casa.”
“Es un antro.”
Wen sostuvo su mirada.
“Es asequible y viene con barrotes sobre las ventanas. No tienen
esos en los buenos vecindarios. El edificio también es viejo y
construido más sólido. La nueva construcción no es tan robusta. Estas
paredes no son tan fáciles de atravesar de un apartamento a otro.
Comprobé, y tienen vigas separadas cada pocos palmos. Algunos
lugares más nuevos se construyen con marcos económicos y solo con
aislamiento entre las paredes.”

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WEN
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“¿Cómo sabes esto?”


“Los detectores de metal13 ayudan a localizar las vigas detrás de
las paredes.”
Gerri se encogió de hombros.
“Uso la tecnología para ayudar a protegerme, ya que solo soy
humana.”
“Graves nunca me dijo lo malo que era para ti, cuando me envió
informes.”
“¿Quién es Graves?”
“El licántropo que te estaba revisando de vez en cuando. Es un
pariente mío. Mi madre se mantiene en contacto con algunas
personas de la parte de su madre.”
“Estupendo. Supongo que de alguna manera confías en él, ya que
probablemente sepa que soy alguien que podría usar contra ti si surge
la necesidad. Mostraste interés en un humano.”
Wen frunció el ceño.
“He trabajado mucho con él y su hermano Micah en el pasado,
cuando tuve que abandonar Alaska. Ambos son buenos tipos. Sabía
que ninguno de los dos te haría daño ni le diría a nadie que sigo
controlándote. Son de la familia y honran la lealtad que eso
conlleva.”
Echó un vistazo alrededor del apartamento otra vez.
“Desearía que Graves me hubiera dicho que estabas pasando
apuros. Te habría enviado dinero.”

13 En el original ‘stud finders’ que son ‘detectores de clavos o metal’, son aparatos
electromagnéticos que detectan la existencia de metal para evitar perforar
accidentalmente alguna tubería o cableado eléctrico al poner clavos en la pared, evitando
problemas mayores.

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WEN
VL G 6

“Cuando vienes de un Clan, es un poco difícil conseguir un


trabajo decente en el mundo de los humanos. Me llevaron a Alaska
cuando tenía casi un año y no me fui de allí hasta que cumplí los
quince. No hubo registros de mi vida durante ese tiempo, y digamos
que nunca hice eso de la preparatoria. Mamá no pudo hacerme
registrar. Obtener una licencia de conducir fue una perra y media.
Mamá les dijo que había sido educada en el hogar y que habíamos
crecido en una comunidad de tipo hippie. Sin embargo, todavía tenía
mi certificado de nacimiento, por eso lo logramos. Cada empleador
solicita un diploma de escuela secundaria, que yo no tengo. Significa
trabajos de mierda que nadie más quiere. Solo requiere pulso y
aparecer a tiempo.”
“Apenas tienes comida.”
“Estaba esperando el día de pago. Ya te dije eso, ¿no? Esta es una
semana justa. Acabo de pagar mi alquiler. Mírame. No me muero de
hambre. Solo que no estoy comiendo bistec todas las noches.”
Sus ojos se entrecerraron mientras la miraba silenciosamente.
“¿Qué? Lo hago lo mejor que puedo. Tengo mi propio piso. Solía
tener una compañera de cuarto, cuando dejé a mi madre por primera
vez. Eso apestaba. Intenta vivir con una extraña solo para poder pagar
el alquiler. A veces trajo hombres extraños a casa. Siempre tuve
miedo de que uno de ellos no fuera humano. Lo estoy haciendo
mucho mejor ahora.”
“Tus muebles son viejos y no coinciden.”
“¿Y eso qué? Tu acabas de soltar pelos en mi suelo.”
“¿Qué tiene eso que ver con esto?”

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WEN
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“No seas un snob, Wen. Eso es lo que estoy diciendo. No te


desprecio por tener un hocico a veces, así que no levantes la nariz
sobre mi casa.”
“Odio que estés pasando apuros.”
“Bienvenido a mi mundo.”
Empujó su tenedor en los huevos y dio un mordisco.
“¿Cuándo comienza nuestra aventura para conseguir matarme?”
Wen frunció el ceño.
“Hoy. No voy a dejar que te pase nada.”
“Fantástico.”
Gerri se las arregló para no poner los ojos en blanco.
“¿Dónde?”
“Estado de Washington.”14
“Eso es un buen viaje.”
“Iremos volando. Traje un avión conmigo.”
“¿Vuelas ahora? ¿Tienes una licencia de piloto?”
“No. Micah tiene una y él está conmigo. Es su avión.”
Echó un vistazo a la ventana con cortinas.
“¿Está afuera? ¿Le dejaste allí toda la noche?”
“No. Por supuesto que no. Reservamos habitaciones en un hotel
a pocos kilómetros de aquí.”
“¿A qué hora nos vamos?”
“Tan pronto como terminemos de comer y ducharnos.
Necesitarás hacer un equipaje ligero. Se supone que debemos estar en
fuga con los Ejecutores buscándonos. ¿Tienes una mochila?”

14 Washington está en la costa este de EEUU y la ciudad de Reno (Nevada) está en


la costa oeste, la distancia entre ambas es de más de 2300 millas, que son unos 4.560
kilómetros.

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WEN
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“Sí. ¿Entonces este Micah es nuestro respaldo? Es bueno saber


que no vamos a entrar solos.”
“Solo seremos tú y yo. Él sólo nos llevara volando hasta allí.
Quiero que esté libre de peligro una vez que lleguemos a donde se
informó que pasan el rato esos renegados.”
“Ah. Él es familia. Lo tengo.”
“¿Qué demonios significa eso?”
“Me estás llevando a este lío… pero mantienes su culo a salvo.”
“Nunca dejaría que te ocurriera nada.”
“¿Cuántos Hombres-Lobo rebeldes se supone que deben proteger
a este idiota fabricante de Ghouls?”
“Alrededor de una docena. Horton también tiene algunos
Vampiros de su Nido con él. Se convirtió en el Maestro desde la
muerte del suyo. Me dijeron que lideraba menos de cuatro Vampiros
a lo sumo, en un momento dado.”
“¿Este fabricante de Ghouls se llama Horton15? No me extraña
que sea un idiota. Yo también lo sería con ese tipo de nombre. ¿Tu
información es buena?”
“Sí.”
“¿Cómo puedes estar seguro?”
“Micah y Graves confían en sus fuentes.”
“Solo una docena de Lycans renegados, más algunos Vampiros.”
Ella masticó una tostada.
“Simple, ¿verdad?”
Gerri esperaba que él notara su sarcasmo.

15 En argot, ‘Horton’ se deriva de la palabra ‘orto’, procedente del argot argentino,


que significa ‘culo’ o ‘ano’. También puede representar a una persona gruñona y
bulliciosa.

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“Puedo protegerte.”
“¿Quién te va a proteger a ti? Eres solo uno contra malas
probabilidades. Sé que has sido entrenado para luchar desde que
pudiste caminar, pero dame un respiro.”
“Querrán obtener información de mí, y eso significa que
necesitarán ventaja.”
Gerri casi se atragantó, y tuvo que luchar para tragarse la comida
en su boca. Le miró furiosa.
“Yo. Sabía que era un cebo.”
“Ventaja.” la corrigió. “No te lastimarán porque de lo contrario
no tendrían nada que usar contra mí.”
“Quieres decir que no me matarán.”
Gerri tenía un mal presentimiento.
“Voy a ser un bocadillo de Vamp, ¿no? ¡Maldita sea, Wen!”
Wen gruñó y sus ojos se volvieron negros.
“Arrancaré sus malditos colmillos si piensan siquiera en
morderte.” golpeó su puño sobre la mesa. “¿Crees que lo permitiría?”
Gerri bajó la mirada e hizo una mueca. El barato tablero de la
mesa se había partido y abollado hacia adentro.
“¿Puedes evitar romper mis cosas?”
Wen miró hacia abajo.
“Lo siento. Ellos mantendrán sus colmillos y sus manos fuera de
ti. Solo quise decir que sabrán que eres mi punto vulnerable para que
hable con ellos. Querrán información sobre los VampLycans, ya que
obviamente quieren comenzar una guerra. Lo mantendrán amistoso,
así que no preveo que estés en un peligro real.”
“Vas a alimentar esta puñetera mentira de Horton.”

83
WEN
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“Sí. Voy a esperar la primera oportunidad de matarle, después de


haber descubierto lo que ha hecho y quién está involucrado con él.”
“¿Cuando los Vampiros estén durmiendo?”
Wen asintió de nuevo.
“Debería ser fácil. Dudo que la mayoría de esos Lycans se
queden todo el día para proteger a este gilipollas.”
“Correcto. Dijiste que ahora era un Maestro. Él ya estaría muerto
si fuera estúpido. Se las arregló para sobrevivir antes, cuando dijiste
que aniquilaron su Nido. Creo que estás subestimando a este creador
de zombis, y eso es un mal movimiento.”
“Aprenderemos todo el alcance de la situación una vez que
lleguemos allí.”
“Correcto.”
Gerri perdió el apetito.
“Oh, muchacho. Qué emocionante. Vamos a ciegas y con bajas
expectativas. Esto va a salir muy bien.”
Wen arqueó una ceja y frunció el ceño.
“Malditos VampLycans y sus egos. Déjame darte una pista,
‘dulzurita’16. Esto no va a ser un picnic sin hormigas. Estos son
Vampiros y Were renegados que quieren ir a la guerra con los tuyos.
No son inofensivos ni estúpidos. Los renegados están locos y la lógica
no encaja en sus vidas cotidianas. Subestimándoles vas a conseguir
que nos maten.”

16 En el original ‘honeybun’, que significa literalmente ‘bollito de miel’, son unos


pastelitos glaseados elaborados con miel y canela muy populares en EEUU.
Coloquialmente equivale a ‘cariñito’ o ‘cielito’, también se usa como término cariñoso pero
en tono almibarado y cursi, traducible por ‘pastelito’ o ‘bollito’. Usamos ‘dulzurita’ para
mantener ese sentido ‘dulce’ que luego tendrá importancia en los usos de este apelativo
durante el resto del relato.

84
WEN
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“¿Dulzurita?” pareció divertido.


“¿De todo lo que acabo de decir eso es lo único en lo que te
enfocaste? Vamos, Wen. Esto no es un juego. Si se convierte en
mierda, tú puedes escapar; pero yo no puedo correr tan rápido como
tú. Solo te retrasaré, así que mi culo va a ser la cena o un juguete
masticable. Me atraparán.”
“¿Crees que te abandonaría?”
Gerri cerró los ojos y bajó la barbilla.
“Lo hiciste antes.”
Wen lentamente se puso de pie y aflojó los puños.
“No pude evitar que tu madre se marchase. Ya hemos hablado
antes de esto.”
“Solo creo que no le estás dando suficiente crédito a este creador
de zombies. Estos tipos son peligrosos. Tienes un problema de ego.
Crees que nadie puede superarte, pero necesitas darte cuenta de que
esto no es un juego.”
Wen se acercó a ella y el impulso de estrecharla en sus brazos casi
le venció. Pero se resistió.
“Lo sé. Perdí a mi hermano. Fue asesinado en el trabajo.”
Gerri le miró fijamente. Una de sus cejas se arqueó en signo de
interrogación.
“Estaba intentando minimizar los riesgos para que te sientas más
segura.”
“Sé la verdad, Wen.”
Gerri extendió la mano y colocó su mano sobre su torso.
“Por eso viniste a mí. Los renegados están locos y no viven bajo
ningún tipo de reglas. Son asesinos. Por eso deben ser eliminados.
Esperas lo mejor, pero tenemos que estar preparados para lo peor.

85
WEN
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¿Quieres que me sienta mejor? Tómatelo más en serio y deja de


intentar hacerlo sonar como si fuera una brisa.”
“Está bien.”
Wen la admiraba por su valor. Siempre lo hizo.
“Sinceramente, no creo que vayas a estar en mucho peligro o no
te lo llevaría conmigo. Querrán usarte contra mí. Te verán como mi
debilidad, pero los dos sabemos lo contrario. Eres tú a quien ellos van
a menospreciar, Gerri. Eres inteligente e ingeniosa. Te enseñé cómo
pelear. No eres indefensa. Dijiste que mataste a un Vamp que vino a
por ti. ¿Cuántos humanos pueden decir que han hecho eso aparte de
aquellos que se toparon con un Vampiro mientras dormía? Tú le
tumbaste cuando estaba despierto y persiguiéndote. Hay una gran
diferencia.”
“Sabía lo que era y cómo matarlo.”
“Exactamente. Te defendiste. Siempre me impresionaste cuando
te entrené. Utilizas tu tamaño más pequeño como una ventaja. Ellos
no te verán como una amenaza. Eres mi respaldo. No estaré yo solo
contra ellos.”
Gerri asintió con la cabeza.
“Muy bien.”
“Date una ducha y empaca algo ligero. Mete alguna prenda de
abrigo. El pronóstico es nublado y con un poco de lluvia hacia dónde
vamos. Revisé el clima.”
“¿No vas a ducharte conmigo?”
Wen miró hacia abajo por su cuerpo.
“Si lo hago, te follaré de nuevo. Necesitamos irnos. Micah espera
saber de mí. Me ducharé después de que hayas terminado.”
“Bueno. Haré eso ahora y me trenzaré el pelo.”

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“Déjalo suelto.”
“Es un dolor en el trasero si no lo trenzo.”
“Me gusta suelto.”
Gerri suspiró.
“Se convertirá en un desastre enredado.”
“Lo dejaste suelto ayer.”
“Porque estaba llegando tarde.”
“Déjalo suelto, G.L.”
“Lo que sea.”
Ella le dejó solo y entró en su dormitorio. Wen esperó hasta que
abrió el agua antes de ir en busca de su teléfono móvil. Lo sacó del
bolsillo de su pantalón.
“Ya era hora.” anunció Micah. “¿Dónde demonios has estado?”
“Prepara el avión. Nos encontraremos allí en aproximadamente
media hora. Estoy con Gerri y ella acordó ayudarnos.”
Colgó antes de que Micah pudiera hacer más preguntas.
¿Iba a conseguir que mataran a Gerri?
Miró la puerta abierta del baño, escuchándola chapotear en la
ducha. Apretó su mandíbula. Haría cualquier cosa para mantenerla a
salvo. Parte de él estaba tentado de dejarla allí.
Miró alrededor de su habitación y su ira se elevó. Gerri vivía con
barrotes sobre sus ventanas en un barrio que apestaba a Vampiros.
Los olió la noche anterior, cuando entró en el área. Tampoco estaba
segura si él la dejaba allí. Sería mejor si la tuviera a su lado.
Wen tuvo que admitir que podría haber llegado a esa conclusión
por razones puramente egoístas. Quería pasar cada segundo que
pudiera con ella.
Era la primera vez en años que realmente se sentía vivo.

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CUATRO

*
“Tengo que manejar a esta gente.”
Wen sacudió su barbilla en dirección a los empleados del
aeropuerto. Gerri tradujo eso como decir que Wen necesitaba meterse
con sus mentes, para que nadie hiciera demasiadas preguntas. Ella
hizo una mueca pero no protestó. No era correcto controlar la mente
de las personas, pero era necesario. Wen querría que sus planes de
viaje se mantuvieran en secreto y fuera del radar.
“Voy a esperar aquí mientras haces ese ‘mojo’17 tuyo. ¿Cómo te
las arreglas con las cámaras? Todos los aeropuertos las tienen, incluso
estos pequeños.”

17 ‘Mojo’ es un término utilizado para referirse a un hechizo, un truco mágico, o un


encantamiento. También podría indicar alguna cualidad o habilidad que trae buena
suerte o te ayuda a ser bueno en algo. Actualmente ha adquirido un significado adicional
de confianza personal, carisma, atractivo o talento especialmente con respecto a las
relaciones sexuales.
La palabra ‘Mojo’ deriva del lenguaje afroamericano, donde se refiere a un talismán
personal, un hechizo de brujería o un amuleto, a menudo formado por una pequeña
bolsa que contiene artículos mágicos usados por los seguidores del vudú o de otras sectas.

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Alargó la mano y levantó las gafas de sol más de medio


centímetro para poder ver sus ojos. Comenzaron a brillar.
“Las cámaras están en los techos.”
Sus ojos se embotaron en color y dejó caer las gafas de sol sobre
el puente de su nariz.
“Sal afuera y dale a Micah tu bolsa.”
Fijó su atención fuera de la gran ventana.
“¿Ves aquel avión con el tipo que lleva la chaqueta de cuero? Ese
es el. Ya tiene mi bolsa. Dale la tuya para que podamos despegar. Ya
estamos retrasados.”
Ella siguió su línea de visión y vio una avioneta. Era de seis
asientos, según su suposición, y no se veía tan mal como había
temido. El piloto estaba agachado inspeccionando los neumáticos de
aquella cosa. Era un hombre grande en esa posición, pero eso no era
una sorpresa, ya que sabía que era un Lycan. No eran conocidos por
ser pequeños.
“¿Él sabe que estoy contigo?”
Wen frunció el ceño.
“Sí. Le dije que te llevaba conmigo. Sigue, Gerri. Esto tardará
unos pocos minutos. Dile a Micah que quiero que se suban las ruedas
en cinco minutos.”
Gerri asintió y caminó hacia la puerta de salida. No le
preocupaba que un empleado tuviera curiosidad sobre ella, sabiendo
que Wen lo manejaría.
Empujó la puerta de cristal y dio un paso hacia el pavimento. Era
un aeropuerto pequeño que no se ocupaba de aviones grandes.

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Se acercó al tipo, que estaba a unos buenos cientos de metros. Se


había enderezado un poco y abrió una puerta del compartimiento
lateral, arrastrando bolsas.
“Hola, Micah” gritó. “Wen dijo ruedas arriba en cinco minutos.”
“Hey, ‘Piernas’. No hay problema.”
Evitó golpearse la cabeza en el avión y se volvió.
El tipo se parecía a Wen, con los ojos azules y el pelo oscuro. El
parecido familiar terminaba allí, excepto que también era guapo. Su
boca se abrió cuando la vió. La cerró bruscamente, y su nariz se
arrugó mientras olfateaba.
Gerri se detuvo a unos cinco metros de distancia de Micah. El
viento soplaba hacia ella, lo que significaba que él tendría dificultades
para captar su olor. Ella no le ayudó acercándose.
“¿Piernas? ¿Es eso lo que me llamaste?”
“Pensé que eras Sherry.”
Sus ojos se estrecharon y olió de nuevo.
“Soy Gerri. Con una G. ¿Supongo que llamas ‘Piernas’ a esta
persona, esa tal Sherry?”
Micah abrió la boca de nuevo, luego volvió a cerrarla.
“Lo siento. Mi error. Pensé que Wen dijo que estábamos
recogiendo a alguien con el nombre de Sherry.”
Se recuperó y se acercó unos pasos.
“Dame tu bolsa.”
Gerri retrocedió un poco. Sabía que Micah quería obtener una
bocanada de ella para poder definir lo que era.
{Piernas.}

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También supo que estaba mintiendo. Él conocía a esta persona


llamada Sherry, y tenía un apodo para ella. Micah pensó que ella
sería otra persona.
“¿Quién es Sherry?”
“Nadie. ¿Puedo tener tu bolsa? Dijiste que Wen quería despegar
en cinco minutos.”
“No soy Lycan como tú, pero puedo oler la mentira.”
La sorpresa quedó registrada por una fracción de segundo, pero
lo enmascaró rápidamente.
“¿Eres como Wen?”
“No. Cien por cien de humano grado-A, sin extras.”
Gerri se quitó la correa de su mochila del hombro y se la ofreció.
“¿Quién es Sherry?”
Micah se apartó, cargando su bolsa en el avión.
“Nadie.”
Su sonrisa pareció forzada cuando la miró de nuevo.
“¿Supongo que sabes sobre los otros?”
“Me crié con el Clan de Wen durante un montón de años. Mi
madre se apareó con un VampLycan. Se conocieron cuando él estaba
haciendo una exposición de arte. Era artesano y comerciante.”
Micah se relajó un poco.
“No sabía que se apareaban con seres humanos.”
“Normalmente no lo hacen. Mi madre era inmune al control
mental, y terminó en medio de una pelea con un pequeño Nido de
Vampiros que decidieron romper su noche de estreno en una galería.
Vendía artículos de alta gama a gente rica. Al Nido no le gustó tener
un VampLycan en la ciudad y pensó que sería una buena idea

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atacarle. Terminó matando a los cinco y tuvo que limpiar las mentes
de todos los humanos presentes.”
Gerri hizo una pausa.
“Excepto tu madre.” supuso Micah.
“Exactamente. Sin embargo no quería matarla, y pasó unos días
con ella, tratando de descubrir qué hacer. Mamá y Klentz se
enamoraron. Mi madre nos llevó a ambas a Alaska, a casa con él.
Tenía alrededor de un año en ese momento.”
“Él te aceptó. Eso también es raro.”
“Yo era un bebé lindo. Al menos eso es lo que Klentz siempre
afirmó. Fue bueno conmigo.”
Ella sintió una ola de tristeza. Klentz había sido un padre
amoroso, a pesar de que no había sido él quien había dejado
embarazada a su madre. Ese había sido un perdedor, que había
abandonado a su madre después de descubrir que ella estaba
esperando un bebé.
“Murió en una avalancha cuando yo tenía quince años. Solía
salir algunas veces para arrastrar árboles caídos a casa con los que
crear su arte. Fue un accidente raro. Probablemente habría
sobrevivido, pero derribó algunas rocas junto con una montaña de
nieve. Quedó aplastado debajo de ellas. Mi madre dejó el Clan
después de eso y me llevó con ella.”
Gerri hizo una pausa.
“Ahora ya sabes la historia de mi vida. ¿Quién es esa tal Sherry?”
“Es solo alguien que trabaja con nosotros de vez en cuando.”
“¿Y la llamas ‘Piernas’?”
Micah miró hacia otro lado.
“Ella mide un metro noventa.”

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“Ah.”
Micah abrió la puerta para ella.
“Sube a la parte de atrás.”
“Cosa segura.”
Gerri tendría que escalar bien. Él le dio un poco de ayuda y ella
se deslizó en un asiento.
“Gracias.”
“No hay problema. Entonces... ¿Wen quería tu ayuda porque tú
sabes a lo que nos enfrentamos?”
“Sí.”
Micah la olfateó de nuevo y su mirada viajó por su cuerpo, luego
regresó a su rostro. Gerri podría asegurar que estaba un poco
confundido.
“Soy el cebo, y puedo adivinar lo que estás captando. ¿Huelo
como Wen?”
“Sí. Fuertemente.”
“Ese es el plan.”
“No me contó mucho.”
“Ese es Wen para ti.”
{¿Quién demonios es Sherry para Wen?}
Gerri pensó que no le gustaría la respuesta.
“Es muy taciturno sobre algunas cosas.”
Micah selló la puerta, luego rodeó el avión para usar el asiento
del piloto. Todo se estremeció un poco cuando encendió los motores.
Él se retorció hacia atrás desde su asiento, entregándole unos
auriculares. Ella los tomó y se los puso. Micah ajustó el suyo, luego
habló por ellos.
“¿Puedes oírme bien?”

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“Sí.”
Volvió la cabeza, viendo como Wen salió paseando fuera del
edificio, como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo.
Ninguno de los empleados miró siquiera en su dirección. Obviamente
había manipulado sus recuerdos y estaban bien con cualquier historia
que les hubiera implantado. Wen entró al avión y se puso unos
auriculares.
“Vamos, Micah. Estás autorizado para el despegue. Están
reteniendo todo el tráfico aéreo hasta que nos hayamos ido.”
Entonces Wen volvió la cabeza.
“Probablemente deberías echarte una siesta, Gerri. Vamos a estar
despiertos toda la noche.”
{¿Quién demonios es Sherry?}
Gerri se resistió a preguntar durante apenas unos diez segundos.
“¿Quién es Sherry?”
Los labios de Wen se presionaron en una línea apretada y lanzó
una mirada asesina al piloto. Micah le ignoró, maniobrando la
pequeña avioneta hacia la pista de aterrizaje.
“No me respondiste.” insistió Gerri.
“Nadie.”
Wen se puso el cinturón de seguridad.
“Estamos despegando. Abróchate la hebilla.”
“No voy a dejar caer esto. ¿Has olvidado lo terca que puedo ser?
Solo responde la pregunta.”
Wen giró la cabeza para mirarla.
“Es una abogada que ocasionalmente trabaja para mi Clan.”
“¿Una VampLycan?”
“No.”

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“¿Lycan?”
Un músculo saltó en su mandíbula y realmente parecía furioso.
“No. Es humana. Trayis siempre está comprando tierras cuando
puede para expandir nuestro territorio, y maneja algunas de las
ofertas cuando los propietarios son de los estados más bajos. Ella
también nos ayudó con algunos problemas legales. Se especializa en
derecho comercial”
“¿Y te maneja a ti?”
Los celos eran una emoción desagradable que no se puede negar.
Aunque Wen ya le había dicho que se había acostado con algunas
humanas. Él miró hacia otro lado.
“Estamos despegando. Deje que Micah se concentre. Hoy hace
viento.”
Gerri se negó a dejarlo caer.
“Ella sabe lo que eres, ¿verdad?”
Wen la ignoró. Eso respondió la pregunta. Sherry era una de sus
amantes. Le dolió, pero también la cabreó.
“¿Wen?”
Él se retorció en el asiento.
“¿Qué?”
“¿Ella sabe lo que eres?”
“Sí. Lo sabe.”
Sus ojos brillaron un poco, destellando en azul.
“Fue salvada por uno de nuestro Clan hace unos seis años. Ella
es inmune al control mental, entonces la contratamos. O era eso o
matarla para mantenerla en silencio. Ahora estamos protegidos bajo
secreto profesional porque ella es nuestra abogada. ¿Algo más que
quieras saber?”

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“¿Fuiste tú quien la salvó?”


Ese músculo en su mandíbula tembló de nuevo.
“Sí.”
“¿Por qué estoy aquí?”
Esa pregunta parecía ser una que no se esperaba.
“Ya te lo dije.”
“Dijiste que me necesitabas porque soy humana y porque sé lo
que eres. Pero ya tenías a Sherry. ¿Debo entender que no estabas
dispuesto a arriesgar su culo?”
Eso dolió.
La expresión de Wen se suavizó.
“No es así.”
“Que te jodan, Wen.”
Gerri se reclinó contra el asiento y cerró los ojos, luchando contra
las lágrimas. Podría haber llevado a la otra mujer en su búsqueda,
pero la había elegido a ella. Iba a ser peligroso. No estaba dispuesto a
arriesgar la vida de Sherry. Solo la de ella.
“Te dije la verdad.”
Gerri se estremeció al escuchar sus palabras gruñidas. Sonaba
realmente ruidoso incluso sobre los motores zumbando, mientras
aceleraban por la pista. El avión se elevó en el aire, meciéndose en el
viento. Ella mantuvo los ojos cerrados. Las alturas no eran su cosa
favorita, ni tampoco mirar a Wen en ese momento.
“Maldita sea, no me ignores.” exigió él.
Gerri levantó su mano y la ondeó ante él en gesto de rechazo.
“Solo cállate. Estoy tomando esa siesta.”
No se había puesto el cinturón, así que simplemente levantó las
piernas y se acurrucó en el asiento hecha una bola.

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En ese momento no le importaba si la sacudían un poco. Esa era


la menor de sus preocupaciones.
“No es así, Gerri. Yo te quería a ti conmigo en esta misión. A
nadie más.”
Gerri abrió los ojos y lo miró.
“Correcto. ¿Te follas a esta Sherry, verdad?”
Wen no dijo nada.
“Eso es un gran ‘sí’. Me mentiste.”
“No lo hice.”
“Dejaste implicado que yo era la única humana en la que podías
confiar para no apuñalarte por la espalda, si sabían lo que eras.
¿Adivina qué? Alégrate de que no tengo un cuchillo en este momento.
Y no sería tu espalda a la que apuntaría. Yo iría a por tus bolas.”
“Ella no me importa, Gerri.”
“Tonterías. La estás manteniendo lejos de este lío y soy yo a
quien estás dispuesto a sacrificar. Solo cállate, Wen. No quiero
escuchar más de tus mentiras.”
“¡Quería estar contigo!” rugió Wen.
“¡Joder!” gritó Micah. “Trata de no rugir en mi oído. Estoy
tratando de pilotar.”
“No te metas en esto.” gruñó Wen. “No tenías ningún derecho a
hablarle de Sherry.”
“¡Pensé que dijiste que era ella a quién íbamos a recoger! Sus
nombres se parecen mucho. La llamé ‘Piernas’ y ella comenzó a hacer
preguntas. No he dicho nada sobre que hayas jodido con Sherry.”
“Yo soy la que está jodida ahora.” se burló Gerri. “Para que él
pueda mantenerla a salvo. Ella trabaja para el Clan, por lo que es más
importante que yo.”

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“Maldita sea.” gruñó Wen.


La sorprendió cuando se levantó y trepó por los asientos. La
cabina era un área pequeña y estrecha. Micah comenzó a maldecir y
Gerri pudo identificarse con él. El avión se inclinó un poco. No había
mucho espacio en el asiento trasero y fue incluso menos cuando Wen
estuvo casi encima de ella.
Gerri le dio una bofetada cuando trató de obligarla a sentarse.
Wen era más fuerte, y ella tenía miedo de luchar en serio por si Micah
resultaba golpeado, ya que estaba pilotando el avión.
Wen terminó sentándose junto a ella y arrastrándola sobre su
regazo. Se deslizó hacia el centro del asiento. Gerri empuñó su
camisa y agarró un puñado de su pelo en la base de su cuello. Las
ganas de darle un puñetazo eran fuertes, pero entonces sus ojos
empezaron a brillar más.
“No hagas esa mierda de limpieza mental sobre mí”
“No estoy haciéndolo.”
Gerri no apartó la mirada.
“Si borras los últimos quince minutos de mi vida nunca te
perdonaré. Recordaré en poco tiempo. Sabes que mi madre era
inmune. Tampoco dura mucho tiempo conmigo. Soñaré con la
verdad y finalmente me daré cuenta de que es un recuerdo real. Mi
padrastro lo probó en mí y eso es lo que pasó siempre. Voy a cazarte,
si te metes con mi cabeza, maldita sea. Sé dónde vives.”
“Solo quiero hablar.”
“Entonces quita ese brillo.”
Wen cerró los ojos y tomó unas cuantas respiraciones profundas.
Sus ojos eran normales y hermosos cuando se abrieron de nuevo.

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“Sherry no significa nada para mí. Sí, me la he follado en el


pasado, pero era solo sexo. Te quería a ti por todas las razones que te
dije anoche.”
Wen echó un vistazo a Micah, luego a ella.
“No te he mentido. Simplemente no te dije que hubiera alguien
más a quien podría haber pedido ir a esta cacería conmigo. Te quería
a mi lado, G.L. “
El silencio se extendió entre ellos. Gerri quería creerle pero no se
atrevió. Él era un VampLycan. Eran conocidos por su sinceridad,
pero solo entre ellos. Uno de ellos le mentiría a un humano en un
abrir y cerrar de ojos para obtener lo que quisiera.
¿Estaba Wen usándola para mantener a Sherry a salvo? ¿Amaba
a esta abogada? Le dolió mucho pensar eso.
“¿Se llama Gerri o G.L.?” preguntó Micah sonando confuso.
“Se llama Gerri, pero yo soy el único que la llama G. L. Es un
mote cariñoso.”
Wen siguió mirándola.
“Sherry no me importa.” dijo con voz ronca. “Tú sí lo haces.”
“No sé si te creo.”
Wen frunció el ceño.
“¿Qué se necesita para demostrártelo?”
“¿Matar a Sherry?”
De nuevo, Wen frunció el entrecejo.
“¿Eso es una broma?”
La culpa la golpeó.
“Supongo.”
“Te entiendo, G. L.”

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Wen se inclinó más cerca y le acarició la cabeza con su cara,


poniendo sus labios al lado de su oreja.
“Quiero destrozar a todos los seres humanos que has dejado que
te toquen. Me encantaría ver a cada uno de ellos muerto por mis
propias manos.”
“No es que haya muchos.”
Gerri se relajó contra él y aflojó el agarre de su pelo.
“Uno ya es demasiado.”
Wen volvió a acariciar su mejilla y susurró:
“Confía en mí, ‘rizos de oro’. Eres la única mujer que me importa.”
Quería creerle… tanto que le dolía el pecho. Wen ajustó su
cabeza un poco y abrió su boca contra su cuello, mordisqueándola.
“Quiero morderte. Nadie me ha hecho sentir de la manera en que
tú lo haces.”
Gerri se agarró a sus hombros.
“Lo sabía. Tu quieres que me maten totalmente.”
Su familia la querría muerta si se emparejase con ella.
Wen se puso rígido, como si recordara qué tipo de resultado
causaría eso. La acercó más a su torso y suspiró.
“No. Haré lo que sea para mantenerte a salvo. Duerme. Vamos a
cazar en cuanto aterricemos y el sol se ponga.”
Gerri no había dormido bien la noche anterior y estaba cansada.
“Gracias.”
“¿Por qué?”
Wen acarició su espalda.
“Por no tratar de borrar mi memoria.”
“Nunca te haría eso.”
Gerri quería confiar en él.

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Simplemente no estaba segura de si podría.

Wen ignoró a su primo y la forma en que seguía mirándole con


una expresión curiosa. Gerri dormía en sus brazos y él no tenía
intención de volver al asiento delantero. Le gustaba abrazarla. Sin
mencionar que golpear a Micah mientras pilotaba el avión les haría
colapsar. Le había quitado sus auriculares a Gerri para que pudiese
dormir más cómodamente.
“Lo siento. No quise causar ningún problema.” dijo Micah desde
la parte delantera. “No me di cuenta de que ibas en serio con ella.
¿Quién diablos es, de todos modos?”
“Nadie de tu incumbencia.”
“Bobadas.” soltó Micah. “Somos familia.”
“Crecí con ella. ¿Sabes que tengo a Graves vigilando a una
humana por mí? Esta es ella.”
“Él nunca comparte nada sobre lo que le pides que vigile. Y yo
nunca pregunto. ¿Supongo que ella es importante para ti?”
“Mucho. Su madre la sacó del Clan después de que murió su
pareja. Carol estaba trastornada por su dolor y solo quería un nuevo
comienzo. Arrastró a su hija con ella.”

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“Ella me contó eso. Su madre estaba emparejada con un


comerciante que murió.”
“No pude evitar que se fueran. Le supliqué a su madre que se
quedara con el Clan, pero ella no me escuchó.”
Micah torció la cabeza, estudiando a Gerri. Él hizo una mueca.
“Maldita sea. Lo siento. Lo veo escrito en toda tu cara y en la
forma en que la sostienes. Tus padres se desquiciarían, ¿no es así?
“Tú sabes cómo es.”
Micah prestó atención a los instrumentos.
“Graves y yo lo tenemos fácil. A nuestros padres les encantaría
que trajéramos a cualquier mujer a casa, sin importar la raza, siempre
y cuando les demos nietos. Hace diez años, ese no era el caso. Mamá
lanzaba en nuestro camino a todas las perras disponibles a las que
sentía que serían criadoras fuertes. Ahora es solo cada mujer con
pulso que ella crea que puede tentarnos lo bastante como para
llevarlas a nuestra cama. Tal vez ese es el truco. Evita el apareamiento
hasta que teman que nunca sientes la cabeza.”
“Me gustan tus padres.”
“Se han suavizado con la edad.”
“Eso no sucederá con los míos.”
“Lo sé. Lo siento mucho, hombre. Gerbin realmente jodió tu
vida al morir.”
Sintió una punzada de dolor en el pecho ante la mención del
nombre de su hermano.
“Gerbin era su favorito. Le echo de menos, y extraño cómo
estaban las cosas antes de que muriera.”
“¿Habrían aceptado a tu G.L. si todavía fueras el segundo hijo?”
“Llámala Gerri.”

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Lo pensó un instante.
“Sí. No se habrían entusiasmado, pero la habrían aceptado.”
“No envidio tu vida.”
“Yo tampoco.”
El silencio se extendió y Gerri comenzó a roncar suavemente.
Wen sonrió, mirando sus labios entreabiertos. Era encantadora. La
noche anterior la había agotado con demasiado sexo y no había
dormido lo suficiente. Ningún arrepentimiento surgió.
Micah se aclaró la garganta.
“Sabes que a Sherry no le va a gustar esto si se entera, ¿verdad?
Ella es muy posesiva contigo. Además… ¿no la tienes trabajando
también en esto?, ¿no está siguiendo todos los informes policiales
sobre estos gilipollas que estás persiguiendo, para vigilar en qué se
están metiendo? Es posible que escuche que te vieron con otra mujer.”
“Ese es su problema, no el mío. Le dejé claro que no tengo
sentimientos por ella.”
“Yo lo sé, tú lo sabes, pero las mujeres no son racionales.
Demonios, vi cómo se disparó ésta. A ella no le gustó descubrir que te
acostabas con otra.”
Odiaba el dolor que Gerri había sufrido por enterarse de sus
encuentros con esta abogada con la que a veces pasaba el tiempo.
Todo había cambiado.
“A partir de ahora, tú tratarás con Sherry.” le ordenó Wen “Te
llamaré para recibir actualizaciones y cualquier otra cosa que necesite
que le preguntes.”
Micah se retorció en su asiento.
“¿Qué?” exclamó Micah.

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“Ya me escuchaste. Serás el intermediario entre Sherry y yo.


Viajarás con ella la próxima vez que sea enviada a algún lugar de
nuestro Clan.”
“Eso es una locura. ¿Vas a evitar a Sherry solo porque hizo
enfadar a tu pequeña G.L?”
“Te dije que la llamaras Gerri.” se quejó Wen “Ella tiene derecho
a estar dolida.”
Le acarició el pelo.
“No podré mirar a Sherry ni escuchar su voz sin recordar lo de
hoy. No soporto ver sufrir a mi G.L.”
“¿Vas a renunciar a todas las mujeres en el futuro?”
Micah resopló suavemente.
“Venga. No estás siendo razonable. Acabas de decir que no
puedes emparejarte con esa pequeña muchachita. Nosotros no
estamos diseñados para prescindir del sexo por mucho tiempo.”
“G.L. pensó que Sherry era más importante para mí que ella. No
quiero volver a darle esa impresión de nuevo. Voy a prometerle que
todo se acabó entre Sherry y yo para siempre. Y yo siempre cumplo
mi palabra.”
“Lo tienes muy mal.”
Ya lo sabía, y ni siquiera intentaría negarlo.
“Entonces, ¿qué significa G.L.? Soy curioso. Gerri es un nombre
extraño para una mujer. ¿Supongo que su apellido comienza con la
letra L?”
“No. Es un apodo que le puse cuando éramos unos niños. Rizos
de oro.”
Micah se rió entre dientes.

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“Ya veo. Cabello largo y rubio. Es lindo. Ella también. Entonces,


¿hablas en serio sobre G.L.?”
“Soy el único que puede llamarla así. Deja de presionarme. Odia
su verdadero nombre, Geraldine. Ella lo recortó a Gerri. Puedes usar
eso cuando te dirijas a ella.”
“Barbados.” murmuró Micah finalmente.
“¿Qué hay de eso?”
“Eso debería ser lo suficientemente lejos como para que vayas y
que tu familia no te encuentre, cuando hundas tus colmillos en esa
pequeña muchachita para hacerla tuya. Ambos sabemos que solo es
cuestión de tiempo, viendo la forma en que la miras. Un hombre
inteligente la habría dejado atrás cuando despegamos, pero ahora ya
no puedes dejarla ir. Es posible que desees pasar el resto del vuelo
preguntándote cómo llevarás eso de vivir en una isla.”
“No podría. Tengo demasiadas responsabilidades con mis padres
y con el Clan.”
“Tus prioridades han cambiado. Aún no te has dado cuenta...
pero pronto lo harás.”

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CINCO

*
Cuando se apagó el ruido del motor, Gerri se despertó. Entonces
miró a Wen. Él le sonrió.
“¿Dormiste bien?”
“¿Supongo que ya no estamos en Nevada?”
“Washington.” respondió Micah desde el frente.
El Lycan abrió la puerta.
“Voy a asegurar a mi bebé. Está haciendo viento.”
Wen ayudó a Gerri a sentarse y miró por la ventana. Parecía ser
otro aeropuerto privado y estaban estacionados cerca de algunos otros
aviones pequeños.
“Parece que estamos en los suburbios.”
“¿Suburbios?”
“Es como llamo al medio de la nada.”
“Micah eligió este lugar por una razón. La seguridad aquí es una
mierda. Eso es bueno para nosotros. Tenemos que recoger el coche de
alquiler que encargué y conducir unas horas para llegar a donde
tenemos que estar esta noche.”

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“Divertido.”
Wen la levantó, trepó al asiento, abrió la puerta y luego la ayudó
a salir. Gerri no protestó cuando Wen agarró sus caderas y la depositó
suavemente sobre sus pies. El viento azotaba su pelo y ella se
estremeció, sintiéndose helada, después de estar tan cómoda en el
regazo de Wen.
“Una pensaría que el clima sería más cálido ya que es verano”
“Culpo a los humanos”, gritó Micah, enganchando las correas
que estaban atadas al suelo desde las alas de la avioneta. “El
calentamiento global por toda su contaminación. Estas extrañas
tormentas de verano suceden cada vez más a menudo.”
Wen puso los ojos en blanco y luego le guiñó un ojo a Gerri.
“Pero él no vendrá a vivir en Alaska. Le he preguntado.”
“No, de ninguna manera. Me haces aterrizar mi avión tomando
un viejo camino, cuando vuelo allí. Me gustan los aeropuertos reales.
No soy un piloto de arbustos.”
Gerri los escuchó charlar mientras estiraba las piernas y miraba
aterrizar otro pequeño avión. Disminuyó la velocidad a medida que
bajaba por la franja y luego el piloto se dirigió en su dirección.
“Compañía.” advirtió.
“No importa.” dijo Wen encogiéndose de hombros. “No fuimos
seguidos. Nadie sabía que yo venía.”
“¿Quieres que consiga el automóvil mientras manejas negocios
aquí? ¿Asegurarme de que reabastecen a mi bebé?”
Micah miró a Wen. Él asintió con la cabeza.
“Llévatela contigo.”
Micah abrió el compartimiento lateral y sacó sus bolsas. Lanzó su
mochila a Wen, luego otra.

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Lo último en el compartimiento de almacenamiento era una


bolsa de lona con una correa que Micah se pasó por encima del
hombro. Cerró el panel y le guiñó un ojo a Gerri.
“Vamos, G.L. Vamos a recoger el coche de alquiler.”
“Su nombre es Gerri.” dijo Wen.
“Lo siento.”
Micah sonrió, sin parecer sincero en absoluto. Gerri hizo una
pausa.
“¿Qué vas a hacer tú?”
Ella levantó la mirada hacia Wen.
“Va a utilizar sus ojos con los empleados del aeropuerto, así que
técnicamente no estamos aquí y no me cobrarán por usar su
aeropuerto.”
Micah se acercó y bajó la voz.
“No quiere ningún rastro que diga desde donde hemos viajado
este momento.”
Wen hizo una mueca.
“Cállate.”
Gerri pensó sobre eso.
“¿No quieres que nadie sepa que estabas en Reno?”
Wen suspiró.
“No.”
“¿Supongo que tu Clan no sabe que me pediste que te ayudara?”
Wen negó con la cabeza.
“Por lo que ellos saben, abandonaste su radar cuando tu madre se
os llevó. Lo estoy manteniendo así.”
“¿Trayis estaría cabreado?”
“No lo creo.”

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WEN
VL G 6

“Tus padres.” adivinó ella.


Ignorándola, Wen levantó sus mochilas y se alejó.
“Nos vemos pronto.”
Gerri le vió alejarse y apretó los dientes.
“Hey.”
Ella giró su cabeza, mirando hacia Micah.
“No revientes sus pelotas demasiado fuerte. Ha tenido problemas
durante los últimos trece años, desde la muerte de Gerbin. ¿Te contó
cómo sucedió?”
“Por si no lo has notado, Wen no es la persona más
comunicativa.”
Micah resopló.
“Cierto. Vamos. Tenemos un automóvil que conseguir, y voy a
completar los detalles, ya que él no lo hará.”
Se dirigió hacia el enorme edificio y Gerri se apresuró a seguirle
el ritmo.
“Estoy escuchando.”
“¿Alguna vez conociste a Gerbin?”
“Por supuesto, pero él no estaba cerca mucho tiempo. Prefería
quedarse con los adultos, cuando estaba en casa. Eso lastimaba los
sentimientos de Wen, pero solía fingir que no era así.”
“Gerbin era de núcleo duro, ¿sabes? Serio. Visitó mucho nuestra
Manada ya que la madre y el hermano de Trayis están relacionados.”
“No lo sabía.”
“Medio-hermanos, en realidad. Trayis y Arlis compartieron una
madre Lycan. Ella era la mejor amiga de mi madre. Nuestra sede está
en Colorado, con otras cinco Manadas en la zona. Tres son

109
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VL G 6

amistosas, pero dos no. Una de ellas quería nuestro territorio y nos
atacaron.”
“Lo siento.”
“Arlis se convirtió en nuestro Alfa después de ese ataque. Perdió
a sus padres y dio un paso al frente por el liderazgo. Nuestro grupo
logró luchar contra ellos, pero sufrimos muchas bajas. Trayis estaba
furioso porque su madre fue asesinada, y tampoco iba a perder a su
hermanastro. Gerbin se convirtió en nuestro ángel guardián. Algunos
grupos de Lycans hacen alianzas con GarLycans, para ganar un
guardián que los proteja de los enemigos, pero ellos esperan algo a
cambio.”
“¿Como qué?”
“Acceso a nuestras mujeres, si alguno de los GarLycan estuviera
buscando pareja. Trayis no quería eso para nosotros. Una gran parte
de miembros de nuestra Manada están relacionados con su Clan. Los
Lycans que fundaron nuestra Manada vinieron de Alaska. Nos dio a
Gerbin como guardián sin ningún tipo de compromiso.”
“Conozco la historia. La primera generación de VampLycan
creció y los licántropos que los criaron decidieron marcharse.”
“Tener tantos tipos Alfa juntos, realmente jode la estructura de
una Manada, y había mucho miedo después de todo lo que pasó con
los Vampiros.”
“¿Pensaron que habría una repetición? ¿Que los VampLycans
podrían desgarrar las mentes de los Lycans y obligarlos a reproducirse
como lo hicieron los Vampiros?”
Micah se encogió de hombros, llevándola al frente del edificio y
abrió la puerta, haciéndola entrar.

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“Tal vez. Sin embargo, los Ancianos no lo admitirán, si ese fuera


el caso. Es mi opinión sobre eso. De todos modos, después del ataque
a nuestra Manada, Gerbin nos fue asignado casi a tiempo completo
mientras nos recuperábamos. Él rastreó a los sobrevivientes de la
Manada de la que era responsable. Algunos de ellos huyeron a las
ciudades tratando de esconderse.”
“En el territorio de los Vampiros.” adivinó ella.
“Sí. A Gerbin no le importó. Wen y sus padres le ven como a un
santo, pero la verdad es que tenía un poco de sed de sangre. No le
digas que dije eso. Eso molestaría a mi primo. A Gerbin le gustaba la
matanza y se metía en los Nidos por diversión, cuando se aburría. Eso
terminó haciendo que le mataran. Wen trata de ser un héroe tan
grande como cree que era su hermano. Sus padres esperan eso de él.
He visto la presión bajo la que está, cambiándole. Así que dale un
descanso, porque seguro que él no se lo va a poner fácil a sí mismo.
Se llevaron su vida, cuando su hermano murió. Entró en los zapatos
de Gerbin. Eso es una puta mierda.”
Gerri permitió que toda esa información se asimilara.
“Le amo.”
“Me doy cuenta de eso. Wen también te ama. Sé que las cosas
que acabas de saber sobre Sherry te molestaron, pero a él no le
importa ella como le importas tú.”
Se detuvo junto al mostrador de atención al cliente, bajando un
poco la voz.
“He coqueteado con Sherry muchas veces. A Wen no le importó
una mierda. Pero me gruñe tan solo por usar su apodo para ti. Estoy
seguro de que me golpearía casi hasta la muerte si incluso bromeara
acerca de besarte.”

111
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Un hombre salió de la habitación de atrás y Micah le sonrió.


“Hey. Mi novia y yo teníamos encargado un vehículo de alquiler
dejado aquí para que lo recogiéramos.”
Sacó su billetera.
“Soy Fred Tobis. Tengo encargado un SUV. ¿Ya lo han
entregado?”
“Necesito usar el baño, Fred.” pidió ella.
Gerri se preguntó por qué estaba usando un nombre falso, pero lo
dejó pasar.
“Date prisa, dulce.”
Micah le guiñó un ojo.
“Te extrañaré.”
Se volvió hacia el dependiente.
“Vamos a visitar a su familia para poder pedirle a su padre su
mano en matrimonio.”
Gerri sonrió y le lanzó un beso.
“Me apresuraré.”
Gerri huyó al aseo de mujeres y usó el baño. Todo lo que dijo
Micah siguió dando vueltas en su mente mientras se lavaba las manos
y se peinaba con el dedo algunos de los peores mechones
enmarañados de su cabello.
Lo que realmente la molestaba era lo que Micah no había dicho.
Wen nunca iría en contra de los deseos de sus padres. Nunca se
atrevería a emparejarse con ella. Toda su vida se había convertido en
ser un reemplazo de Gerbin.
Gerri salió del baño para encontrar a Micah esperándola fuera de
la puerta.
“Eso fue rápido.”

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Él sonrió y se volvió. Gerri le siguió afuera. El hombre que estaba


detrás del mostrador se detuvo ante un SUV18 azul. Micah firmó los
papeles, tomó las llaves y abrió la puerta del pasajero para ella. Tiró la
bolsa de lona en la parte de atrás antes de subirse al asiento del
conductor. Entonces se alejaron.
“¿Qué hay de Wen?”
“Le recogeremos pronto. No queríamos que nadie nos viera a los
tres viajando juntos desde el aeropuerto.”
“Oh.”
“Por lo general, Wen no oculta sus viajes, pero ahora ya sé por
qué es diferente esta vez.”
Se detuvo al costado de la carretera a una manzana del
aeropuerto.
“¿Tienes alguna identificación? Dámela y te la guardaré mientras
estés con él. Y también quiero tu móvil. No queremos que ninguno de
esos bastardos con los que os vais a enfrentar descubra tu verdadera
identidad.”
Gerri vaciló, pero luego sacó su carnet de conducir y una tarjeta
de cajero automático de su bolsillo. Fue más difícil renunciar a su
teléfono móvil.
“Por favor no los pierdas.”
“No lo haré. Me alojaré en un hotel no lejos de donde vais, como
respaldo. Mi hermano se reunirá conmigo allí. Wen afirma que tiene
controlado todo esto, pero nosotros preferiríamos estar prevenidos
que lamentarlo después.”

18 SUV es la abreviatura de ‘Sport Utility Vehicle’, automóviles potentes y seguros


que combinan elementos de todoterreno y de turismo, dándole más importancia a la
comodidad en asfalto que a las prestaciones como todoterreno pero manteniendo el
aspecto exterior aventurero.

113
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“¿Graves?”
Micah arqueó sus cejas.
“¿Has conocido a mi hermano?”
“No, pero Wen le ha tenido vigilándome. Admitió eso.”
Él asintió con la cabeza.
“Graves hace algunos trabajos para Wen sobre los que yo no le
pregunto, igual que él no suele preguntarme a dónde llevo volando a
nuestro primo.”
“Gracias por quedaros cerca, en caso de que necesitemos ayuda.”
“La familia siempre debe cuidar tu espalda. ¿Cómo eres de buena
recordando números?”
“¿Por qué?”
“Quiero que memorices mi número de teléfono móvil. Os metéis
en problemas, me llamas. Vamos a acudir.”
“Dímelo.”
Lo repitió unas seis veces antes de que ella asintiera con la
cabeza, segura de haberlo memorizado.
Un movimiento le llamó la atención y se dio la vuelta en su
asiento. Wen abrió de un tirón la puerta trasera justo detrás del
acompañante y arrojó sus mochilas dentro. Luego entró y cerró la
puerta.
“Vámonos.”

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Wen miró por el espejo retrovisor a su primo, quien estaba


evitando encontrarse con su mirada. No le gustaba la forma en que
Micah seguía hablando con Gerri y sonriendo. No estaba siendo tan
coqueto como de costumbre, pero de todos modos le enfadó. Cada
vez que Gerri se reía de algo que su primo decía, apretaba los puños
con más fuerza.
“¿Estamos casi allí?”
Wen trató de mantener su tono ligero.
“Pronto.”
Micah finalmente le miró y sonrió.
“Entonces, Gerri, ¿cuál es tu color favorito?”
“Azul.” afirmó Wen.
“Rojo.” espetó ella al mismo tiempo.
Gerri se giró en su asiento.
“Ya no tengo quince años, Wen. El azul solía ser mi color
favorito entonces.”
Gerri miró hacia adelante.
“Tomé una clase de pintura hace unos años por diversión y mi
maestra dijo que hay doscientos ochenta y cinco tonos de rojo. ¿No es
genial? Me gustan los tonos más oscuros.”
“Recordaré eso.” dijo Micah.
Wen le gruñó.
“Yo lo recordaré.” recalcó.
Micah se encontró con su mirada en el espejo retrovisor y Wen le
dirigió una mirada asesina. Su primo aclaró su garganta y se calló.
Pasó el tiempo sin que nadie hablara hasta que llegaron a una zona
concurrida de Seattle.

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“Os dejaré aquí.” anunció Micah, acercándose a un bordillo.


“Hay un restaurante en la calle y estáis a solo unos kilómetros de
vuestro objetivo.”
Wen empujó la puerta, enganchó ambas mochilas y salió. Gerri
también lo hizo. Extendió su mano para saludar a su primo. Wen
tomó esa mano y tiró bruscamente de ella.
“Vamos.”
“¿Qué se arrastró por tu culo?”
Wen la miró fijamente.
“¿Disculpa?”
“Estás de muy mal humor. Soy el cebo, así que si alguien tiene
derecho a actuar de esa manera, debería ser yo.”
“¿Por qué va a recordar Micah cuál es tu color favorito?”
Gerri frunció el ceño, desconcertada.
“¿Estás celoso, Wen?” le preguntó.
“No.” espetó.
Luego vaciló antes de preguntar:
“¿Se te insinuó mientras recibíais el coche de alquiler?”
“Por supuesto no. Micah es tu primo. Dame un respiro.”
“Es un mujeriego. No puedo realizar un seguimiento de todas sus
‘amigas’. Nunca se queda con una mujer por mucho tiempo.”
Gerri arqueó sus cejas en interrogación.
“Simplemente no quiero que te lastimen más tarde.” añadió él.
Los labios de Gerri se presionaron juntos en gesto de enfado.
“¿Qué pasa?”
“No vas a estar cerca, así que, ¿qué te importa? Has dejado muy
claro que solo vas a ser parte de mi vida por un corto tiempo.
Volverás a Alaska, con Sherry... incluso si sobrevivo a esto.”

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Wen la apretó más fuerte y la acercó más.


“Se acabó todo con ella. Nunca más la tocaré. Te lo juro por la
vida de mis padres. Ella no significa nada.”
Gerri bajó la mirada hacia su torso.
“Ponte tus gafas de sol. Tus ojos se volvieron de todas las
versiones malvadas de Lycan.”
Wen la dejó ir, pronunció una maldición y se sacó las gafas del
bolsillo para cubrir sus ojos.
“¿Mejor?”
Gerri levantó su barbilla, mirándole con una expresión triste.
“No voy a pelear contigo. Ya hemos peleado lo suficiente. Me
estoy cansando de eso, ¿tú no? No hay razón para que te enfades. Tu
primo solo fue amable conmigo, nada más, y te juro que nunca
dormiré con él, ¿de acuerdo? No estoy tan interesada. Ahórrame la
promesa sobre Sherry, también. No puedes emparejarte nunca y no
vas a ser un monje. Ella está en el mismo barco que yo.”
“¿Qué significa eso?”
“Somos solo un relleno en tu vida hasta que tengas que
conformarte y emparejarte con una hembra VampLycan. Ahora... me
muero de hambre. Nos perdimos el almuerzo y es la hora de la cena.
Además, los Vampiros saldrán pronto. Los estaremos cazando o nos
perseguirán. De cualquier manera, no quiero lidiar con esa
confrontación con el estómago vacío.”
“Nunca digas que significas muy poco para mí otra vez.”
“Vale.”
“Estás de mal humor.”
“También lo estás tú.”

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Gerri tenía razón.


“Lo siento”
Wen trató de calmarse.
“Solo estoy preocupado.”
“Yo también. No me gusta ser un cebo.”
“No eres un cebo. Eres una ventaja.”
“Sigues diciendo eso. ¿Cuál es la diferencia de nuevo?”
Gerri se dirigió hacia el restaurante. Él la siguió.
“Te verán como algo valioso porque Horton me necesita. Eso
significa que no correrán el riesgo de hacerte daño.”
“Estás asumiendo que es un tipo sensato y racional.”
Entraron en el restaurante y tomaron asiento en un rincón
tranquilo, lejos de las ventanas. Wen puso su espalda contra la pared
para poder ver a los otros clientes y vigilar la puerta. Las bolsas fueron
empujadas al piso junto a sus pies. Gerri se sentó frente a él.
La camarera les trajo bebidas, anotó sus pedidos, y todo ese
tiempo, Wen reflexionó sobre las decisiones que había tomado.
“¿Por qué estás tan callado?”
Wen se apartó de sus pensamientos.
“Solo revisando posibles escenarios.” mintió.
“¿Como qué?”
“Me estoy preparando para lo que está por venir.”
“Vale. Tú haces eso Yo solo me sentaré aquí.”
Sabía que Gerri estaba irritada, pero la ignoró, dejando que su
mirada recorriera la habitación, buscando amenazas.
Era una misión peligrosa. Nunca debería haber traído a Gerri, y
parte de él culpó a Lavos.

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Realmente le gustaba el Ejecutor principal del Clan de Lorn;


además, ese tipo se había emparejado con una humana.
Wen había sentido envidia. En lo único que pensaba era en Gerri,
en lo mucho que la echaba de menos, y ese dolor se había vuelto tan
fuerte que solo quería volver a verla.
Es por eso que se ofreció voluntario para perseguir a Horton.
Sabía que le enviarían al mundo de los humanos y había visto la
posibilidad de pasar tiempo con ella.
Fue egoísta. Al ver el dolor que había sentido Gerri por saber de
su vida sexual, se dio cuenta de lo difícil que sería para los dos cuando
tuviera que despedirse de ella.
El arrepentimiento vino después.
Gerri había admitido que había tardado mucho tiempo en
superar la separación anterior. Debería haberla dejado sola. No había
estado pensando en lo que era mejor para ella.
Lanzó miradas furtivas hacia Gerri mientras ella jugaba con el
envoltorio de su pajita. El teléfono en el bolsillo le picaba con ganas
de llamar a Micah para que fuera a buscarla. Estaría más segura con
su primo. Podría pensar en otro plan que no la involucrara.
Gerri levantó la vista y le atrapó observándola.
“¿Qué pasa?”
“Nada.” respondió él.
“Puta mentira. Deberías ver la expresión que tienes en tu rostro
ahora mismo. Si rechinas los dientes, creo que podrías romper algo.
¿Qué te pasa?”
Gerri se tensó y bajó la voz en un susurro.
“¿Ves alguien que sea una amenaza?”

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VL G 6

Wen escaneó la habitación e inhaló.


“No. Solo hay humanos comiendo con nosotros.”
La camarera trajo sus hamburguesas y sus patatas fritas. Gerri
esperó a que se fuera antes de volver a hablar.
“Déjame adivinar. ¿Estás reconsiderando lo de llevarme contigo
en esta misión?”
“¿Como lo supiste?”
Gerri le sonrió.
“Crecimos juntos. Pusiste el mismo gesto cuando creaste ese plan
para construir una casa en el árbol y luego ambos nos dimos cuenta
de lo que sucedería si alguna vez me caía. Te asustó verme subir y
bajar hasta nuestro escondite, y siempre te mantuviste cerca para
poder agarrarme.”
Se lamió los labios, observándole.
“Sí. Ahora tienes la misma expresión que entonces.”
“Quizás sea mejor si Micah regresa por ti.”
“Perdí mi trabajo.”
Los ojos de Gerri se estrecharon.
“Volé en un avión para llegar hasta aquí.”
Gerri cogió su hamburguesa, le echó un vistazo, a continuación,
se quedó mirando a Wen.
“Tan estúpido como puede ser para mí el decir esto, ya no hay
vuelta atrás.”
“Eso no es cierto.”
Ella se inclinó más cerca, bajando la voz.
“Huelo como tú. Me pusiste un objetivo en la espalda y
prometiste quedarte conmigo hasta que ya no lo tenga. Chúpate esa,

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bomboncito19. Créeme, si no fuera por tu loco plan, te habría


abandonado tan pronto como aterrizó ese avión.”
“¿Por qué?”
“Sabes el por qué.”
Gerri mordió su hamburguesa, bajando la mirada.
{Por Sherry.}
Ella no iba a dejar pasar eso.
{Maldita sea.}
Ya se había arrepentido un montón, y ahora podía agregar algo
más. Deseó no haberse acostado nunca con esa abogada. Sabía cuán
profundamente podían arder los celos... los había sentido cada vez
que Graves le había dicho que G.L. estaba saliendo con un hombre.
No había vivido con ninguno de ellos, por lo que había sido
capaz de decirse a sí mismo que no podían ser relaciones serias. A
veces incluso le gustaba fingir que G.L. no había permitido que
ninguno de ellos la llevara a la cama. Sin embargo, ahora lo sabía
mejor, después de acostarse con ella. Gerri no había sido virgen.
“Deja de pensar lo que eres, Wen.”
“No sabes lo que tengo en mente.”
Gerri resopló y tomó un sorbo de su bebida.
“Estoy en esto contigo. He tenido más tiempo para pensar en
ello, desde que me contaste tu loco plan. Tienes que acercarte a este

19 En el original “Suck it up, Buttercup!”. Es una frase hecha, cuya pronunciación


suena como una rima, que se traduciría por ‘aguántate’. Se usa para indicar que ya no te
queda otro remedio que conformarte con lo que suceda.
El verbo ‘to suck’ significa ‘chupar’ o ‘apestar’. Se sueñe usar como maldición en
frases coloquiales. El término ‘buttercup’ se traduce literalmente como ‘ranúnculo’ o ‘botón
de oro’ (un tipo de flor silvestre) pero se usa como ‘capullito’; ‘buttercup’ también se refiere
a una golosina de mantequilla de cacahuete, pero se usa como ‘bomboncito’. En ambos
casos, son apelativos cariñosos de tipo empalagoso y cursi con el que algunas parejas de
novios se nombran entre sí.

121
WEN
VL G 6

creador de Ghouls, y aparecer conmigo es lo único que le va a


convencer de que no estás allí para borrarle de la faz de la Tierra.
Reconozcámoslo, es tan loco que podría funcionar. Quiero decir, tu
respaldo es una humana. Nunca van a sospechar que los
VampLycans te pidieran esto.”
“Lo sé. Aunque todavía estoy preocupado por ti.”
“No quiero que te torturen y te maten, Wen. Probablemente eso
es lo que sucederá, si entras allí tú solo, sin mí. Soy una ventaja para
que la usen contra ti, ¿recuerdas? Es un buen plan. Estamos haciendo
esto juntos. Vigilaré tu espalda.”
Wen la miró, sabiendo que si conseguía que la mataran, nunca se
lo perdonaría a sí mismo.

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SEIS

*
Gerri gruñó suavemente, metiendo sus manos dentro de sus
bolsillos.
“Este es un clima miserable. No ha llovido pero se siente húmedo
de todos modos. De hecho, tengo frío.”
“Se supone que hay dieciséis grados20. Eso es leve. También
estamos cerca del océano. Puedo oler la sal en el aire.”
Wen envolvió un brazo alrededor de su cintura en un intento de
calentarla.
“Has perdido algo de tu tolerancia a las temperaturas frías.”
“Nunca me gustó el frío. Me congelé el culo en Alaska, pero tenía
abrigos más cálidos y guantes gruesos. Dices dieciséis como si fuera lo
normal en verano o algo así. ¡Brrrr! Tomaré veintiséis21 cualquier día
sobre esto.”
Wen le sonrió, pero parecía forzado.

20 En el original indica 62 grados Fahrenheit, que equivalen a 16’6 grados


centígrados o Celsius.
21 En el original indica 80 grados Fahrenheit, que equivalen a 26’6 grados
centígrados o Celsius.

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WEN
VL G 6

“No va a ser demasiado largo.”


Sus entrañas se retorcieron. Ese era el código que habían
acordado para decir que les seguían o que él había percibido un olor.
Quería preguntarle cuál, pero no se atrevía a expresarlo porque el
sonido podría ser transportado. Eso podría alertar a quienquiera que
Wen debía haber sentido u olido sobre el hecho de que eran
conscientes de ellos.
“¿De veras?”
“Sí”.
Wen miró a su izquierda, luego a la derecha.
“Nos refugiaremos pronto.”
En otras palabras, probablemente les atacarían y él tendría que
luchar mientras ella trataba de mantenerse fuera del camino. Gerri
agarró el pequeño contenedor de ‘Mace’22 que había metido en su
equipaje. Estaba mezclado con ácido de batería, algo que había
agregado después de ser atacada por ese Vamp renegado.
No mataría a un Vampiro o un Lycan, pero sí los cegaría por más
de unos minutos, y les dolería como el infierno mientras sanaban.
Eso podría darles tiempo para que Wen contara la historia que
había inventado. Si tuvieran mucha suerte, alguien se la creería.

22 ‘Mace’ es la marca comercial de ‘Chemical Mace’, especializado en aerosoles de


autodefensa personal y otros artículos similares. El principal producto comercial de esta
empresa es un aerosol de pimienta con gas lacrimógeno (un compuesto químico que
irrita los ojos para causar lágrimas, dolor y ceguera temporal) envasado en una pequeña
lata de aerosol lo suficientemente fuerte (cuando se rocía en la cara) para actuar como
elemento de disuasión incapacitante. Sus efectos inflamatorios hacen que los ojos se
cierren, dificultando la visión. Esta ceguera temporal permite a las personas que usan el
aerosol una oportunidad de escapar. La policía también lo utiliza para vigilar, controlar
disturbios, controlar multitudes y defenderse, ya que permite a los oficiales restringir más
fácilmente los sujetos detenidos.
Su popularidad hizo que la marca se redujera a simplemente “Mace” usándose este
término para todos los aerosoles de defensa (independientemente de su composición).

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WEN
VL G 6

“Impresionante.” murmuró. “No puedo esperar para tenerte a


solas, semental.”
Wen le apretó la cintura como para asegurarla... o tal vez darle
una advertencia de que estaban a punto de tener compañía. Todas las
dudas quedaron resueltas cuando la soltó rápidamente y gruñó,
moviéndose frente a ella en una protectora posición de cuclillas
mientras dos hombres caían desde un tejado cercano para aterrizar en
el callejón vacío frente a ellos.
Retiró su ‘Mace’, pero lo mantuvo en su mano para ocultarlo.
Advertir era pedir problemas. La sorpresa era todo lo que tenía, ya
que no era rival para su fuerza y velocidad, fueran lo que fueran.
Tardó unos segundos en identificar las especies de cada hombre. Fue
extraño ver a un Lycan y un Vampiro trabajando juntos. Por lo
general, se daban un amplio espacio.
“¿Qué deseas?”
No podía ver la cara de Wen de espaldas a ella, pero no podía
echar en falta su tono gruñón, o el hecho de que sus manos en el
pavimento ahora lucían unas garras de aspecto malvado. Apartó su
atención de él y miró detrás de ella, descubriendo dos caras realmente
pálidas cerca de un contenedor de basura.
{Vampiros.}
Vestían de negro y tenían esa apariencia de ‘cabeza flotante’ que a
ella siempre le pareció espeluznante, mientras permanecían en las
sombras profundas de la noche. Dio media vuelta para encararlos de
frente, manteniéndose de espaldas a Wen.
“Dos más.” susurró. “Cabezas-blancas.”
Wen captaría ese término, ya que se lo había enseñado a ella
cuando era niño.

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“Soy consciente.”
Wen realmente sonaba aterrador cuando cambió parcialmente, y
ella se alegró de estar de su parte. Los VampLycans podían luchar.
Un licántropo y tres Vampiros no tendrían ninguna oportunidad
contra él. Y esperaba que ellos también lo supieran.
“Cae sobre ella y convertiré en polvo tu culo.”23 advirtió Wen.
Gerri levantó su mentón. El Vampiro en el balcón sobre ella se
congeló. La maldita cosa parecía lista para saltar, y ni siquiera le
había visto. Tragó saliva y volvió a acercarse a Wen.
“Él es realmente protector conmigo y quiere decir cada palabra”
Gerri se inclinó, metió los dedos dentro de su bolsillo y sacó la
cajita de metal que tenía allí. La arrojó hacia el Vampiro.
“Cógelo. Esto es lo que queda del último Vampiro que intentó
morderme.”
El ‘cabeza-blanca’ atrapó el pequeño contenedor y lo abrió. Ella
observó su expresión y escuchó el siseo de rabia. Entonces cerró la
cajita y la miró con maldad en sus ojos.
“Sí. Esas son cenizas Vamp.” se burló ella. “Pertenecen al último
idiota que pensó que yo parecía la cena. Mi compañero tiene
tolerancia cero para que alguien más intente tomar mi sangre. Yo no
le cabrearía.”
“Gerri.” siseó Wen. “Tengo esto.”
Ella hizo una mueca. Probablemente debería haberle contado
sobre este ‘recuerdo’ que había guardado, pero fue un punto efectivo.
Ese Vampiro que la había atacado en su antiguo apartamento se
merecía lo que había hecho con él, pero había sido un infierno limpiar

23 Se refiere al hecho de que los Vampiros se convierten en polvo o cenizas al morir


definitivamente.

126
WEN
VL G 6

el desorden que había dejado atrás. Hubo mucha aspiración


involucrada. Las lámparas UV tampoco fueron fáciles de conseguir.
Se había guardado algunas de sus cenizas, quería un recordatorio
en caso de que alguna vez se volviera relajada con su seguridad
nuevamente. Había estado muy cabreada.
El Vamp se guardó su cajita en el bolsillo. Realmente no esperaba
recuperarla.
“¿Qué estás haciendo aquí, mestizo?”
El tono animal de aquel extraño le aseguró que era un Lycan
quien hablaba.
“Estás lejos de casa y no eres bienvenido.”
“No me importa una mierda si te gusta mi presencia o no.”
Wen gruñó, más fuerte, ganando el ‘concurso-de-meadas’ de
provocar miedo con la voz.
“Fuera de mi camino.”
El silencio se hizo espeluznante. Gerri tuvo la tentación de mirar
hacia atrás para ver cómo reaccionaba el ‘cara-de-perro’ cuando le
dijeron que se moviera, pero no se atrevió a desviar su atención de los
tres ‘cabezas-blancas’. Podrían moverse rápido y llevarla al suelo en un
abrir y cerrar de ojos, si miraba hacia otro lado.
“¿Por qué estás aquí?”
Esta voz espeluznante, con un ligero silbido, tenía que ser del
Vampiro.
“¿A quién estás buscando?”
El tono de Wen cambió ligeramente, un poco menos
amenazante.

127
WEN
VL G 6

“Estoy aquí porque quiero estar. No queremos ningún problema,


pero te mataré si nos atacas. Estamos solo de paso, si estás molesto de
que estemos en tu territorio.”
“¿Por qué estás viajando con una humana?”
‘Cara-de-perro’ escupió esas palabras.
“Ella es mía.” gruñó Wen. “¿Tienes algún problema con eso?”
“Para.” ordenó el Vampiro. “Permíteme manejar esto. ¿Qué
quieres decir con que sólo estás de paso?”
“¿Quieres que hable más lento para ti?” gruñó Wen. “Hemos
estado viajando por un tiempo. Déjanos pasar y déjanos en paz.”
“¿Estás emparejado con esa humana o eres adicto a la sangre
humana?”
“Ella es mía.” repitió Wen. “Cada parte de ella. La elegí sobre mi
Clan, ya que se negaron a aceptarla.”
“Es humana.” dijo el Lycan, y continuó declarando lo obvio.
“¿Por qué la elegirías?”
“Los instintos no se pueden negar.”
Wen chocó contra la mochila de Gerri mientras se enderezaba en
toda su estatura para hacerle saber que estaba allí.
“Es sobre todo Hombre-Lobo.”
El Lycan sonaba disgustado.
“Es uno de nuestros defectos. Nos enamoramos de alguien a
quien estamos jodiendo y tenemos que reclamarla. Debe haber estado
realmente desesperado por joder con cualquiera, si ella fue su
elección. Cualquier Hombre-Lobo decente no tocaría a una perra
débil y sin carácter.”
“No la llames así.” amenazó Wen.

128
WEN
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“No soy una perra.” murmuró Gerri. “Pero puedo actuar como
tal si me vuelves a insultar.”
“Le hablaste sobre nosotros.” siseó el Vampiro. “Sabes las reglas.
Las rompiste.”
“Ella trabajaba para mi Clan. Decker me prohibió tocarla, pero
yo era su guardián. Entonces envió a unos bastardos para matarla así
que nos fugamos... después de arrojar sus cadáveres en su porche.”
“¿Por qué permitiría que haya un humano allí?”
El Vampiro sonaba desconfiado.
“No es asunto tuyo. Sal de nuestro camino.” gruñó Wen.
“Quieres pasar a través de mi ciudad.”
El Vamp hizo una pausa.
“Exijo respuestas.”
“No estás en posición de preguntarme ni una mierda. Voy a
mataros a todos si intentáis detenernos.”
“Nene.” canturreó Gerri, tratando deliberadamente de parecer
desvalida. “Tengo frío y hambre. Simplemente respóndeles para que
podamos encontrar un motel barato o algo así.”
“Bien.” resopló Wen. “Decker ha utilizado algunos de ellos bajo
control mental para espiar a los pueblos de todo nuestro territorio.
Nos dan un toque, si hay cualquier indicio de que los demás humanos
estén ganando terreno captando lo que somos. Ahora… ¿nos dejarás
solos en este infierno?”
Gerri guardó silencio, pero quedó impresionada con la facilidad
con la que Wen podía mentir. Parecía plausible. Un VampLycan
como Decker nunca confiaría en que un humano trabajase para él,
pero ellos no podrían adivinar eso.

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VL G 6

Ese Líder del Clan había sido el más temido y aborrecido de los
cuatro Clanes. Incluso Gerri había escuchado historias de horror
sobre él.
Algunos de los niños más malos habían amenazado con enviar
cartas pidiéndole a Decker que la matara mientras dormía, cuando
era niña. Los humanos tenían a Santa para enviar sus deseos. Los
VampLycan matones tenían a Decker. Se había convertido en el
‘Hombre del Saco’24 de su infancia. Se estremeció solo de pensar en él.
Wen se echó hacia atrás y la agarró por la cadera. No fue fácil, ya
que sus mochilas los mantenían separados un par de palmos. Gerri
respiró hondo y apartó su mente del pasado. El futuro parecía
bastante sombrío, por eso se aseguró de que los Vampiros no hubieran
avanzado mientras ella se había distraído recordando. Permanecían
en sus mismas posiciones, casi pareciéndose a horribles estatuas.
“Podríamos darte refugio y comida para tu humana.”
El Vampiro hizo una pausa.
“Por un precio, por supuesto.”
“Olvídalo.”
Wen se presionó contra ella de nuevo.
“Venderías nuestra localización a mi Clan. No, gracias. Déjanos
pasar o pelearé contigo hasta la muerte.”
“No estamos asociados con tus Clanes.”

24 En el original se usa el término ‘Boogieman’. una criatura mítica utilizada por los
adultos para asustar a los niños que tienen mal comportamiento. Los padres dicen a sus
hijos que si se portan mal, el ‘Boogieman’ se los llevará. Este monstruo es retratado como
un hombre con un saco en la espalda que se lleva a los niños traviesos y se le conoce
como el “ Hombre del Saco” o “El Coco”. En algunos casos, ‘Boogieman’ es un apodo para
el Diablo.

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“Estarías motivado por el precio en nuestras cabezas.” Wen


profundizó su voz. “Muévete o muere. Nos vamos fuera de aquí.”
“¿Te están cazando?”
“Como si no lo supieras. ¿Acaso no nos estabas buscando?” Wen
gruñó. “¿Ya les alertaste? ¿Están en camino para matarnos?”
“¿Cuánto tiempo has estado huyendo?”
“Un tiempo.”
Wen hizo una pausa.
“Todavía estamos vivos, a pesar de sus mejores esfuerzos. Sigue
mi consejo y olvida la recompensa. No eres el primer grupo de
imbéciles que intentaron capturarnos. Te diría que les preguntes cómo
salió todo, pero tuve que matar a cada uno de ellos. De todos modos,
Decker no te pagará. Enviará un asesino en lugar de dinero. Es un
bastardo de baja calaña que menosprecia a cualquiera que no sea
VampLycan. Apartaos de nuestro camino y permitidnos pasar.”
El Vampiro levantó sus manos.
“No tenemos alianzas con los Clanes VampLycan. De hecho,
ellos también me están cazando.”
“Lo siento, pero no me trago eso. Tendrías que haber hecho algo
realmente horrible para ponerte en su radar, y solo sois unos
Vampiros pasando el rato con unos Lycans. Admito que es extraño,
pero nada que los haga bajar desde Alaska. ¿A menos que intentes
preñar alguna perra para criar a uno de mi tipo?”
“Creé un Soldado y lo dejé en un pueblo cercano a ellos.”
El Vampiro sonrió.
“Eso llamó su atención.”
“¿Un Soldado?”
Wen no parecía muy convencido.

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“¿Qué demonios significa eso?”


“Es nuestra versión de Vampiros fuertes, pero con fechas de
caducidad. Son malos, rudos, pero completamente inestables a menos
que los alimentemos con nuestra sangre.”
El Vampiro hizo una pausa.
“¿Te das cuenta de cómo estoy aquí y no allí? Se vuelven
rabiosos. Es algo hermoso de contemplar. Un Soldado matará a todo
lo que se mueva o tenga un latido que puedan escuchar.”
Gerri ya odiaba al Vampiro. Sonaba muy orgulloso de dejar a un
zombi exaltado para asesinar a gente inocente. Pero no la sorprendió.
Para la mayoría de los vampiros los humanos eran ‘ganado’.
Supuestamente, había algunos que eran diferentes, pero nunca había
encontrado uno. Había hecho todo lo posible para evitar cualquier
cosa no-humana.
“Entonces eso significa que realmente debemos alejarnos de ti, si
también te están persiguiendo.”
Wen negó con la cabeza.
“Me mantuve vivo siendo inteligente. Dudo que puedas burlar
por mucho tiempo a cualquiera de los Ejecutores que enviarán detrás
de ti. Y los conducirás directamente hasta nosotros. No, gracias.”
“¡Nido, retroceded y marchaos!” ordenó el Vampiro.
El Vampiro posado en el balcón se volvió y saltó, desapareciendo
en el tejado. Los dos que estaban junto al contenedor se deslizaron en
la oscuridad. Gerri no estaba segura de si eso era algo malo o bueno.
¿Realmente se habían ido o se iban a esconder de la vista y lanzar un
ataque furtivo?

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“VampLycan, te ofrecemos refugio por esta noche.” continuó el


Maestro Vampiro. “Al menos acepta eso. Podríamos ayudarnos los
unos a los otros.”
“No veo cómo.”
“Estás muy lejos de casa y ambos estamos en la misma situación.
Sé que los VampLycans enviarán Ejecutores detrás de mí. Podríamos
unir fuerzas.”
Gerri enmascaró sus facciones. Estaban cayendo en ello, o al
menos parecían estarlo. Pero no confiaba en él en absoluto. Podría ser
una trampa. Solo esperaba que la baja opinión de Wen sobre la
inteligencia de estos tipos no les matara a ambos.
“No.” dijo Wen bajando la voz. “No tengo ninguna razón para
confiar en ti.”
“Tenemos enemigos comunes.”
“Podrías ser mi enemigo tú también.” Wen vaciló. “Fuera de mi
camino o te mataré.”
“No seas tan apresurado. Tengo ciento ochenta y dos años.
Tengo edad y experiencia. Este es mi mundo, más que el tuyo.
Vosotros, VampLycans, tendéis a manteneros en vuestro propio
territorio. Piénsalo. Tus posibilidades de evitar la captura son mejores,
si tienes ayuda. Podríamos trabajar juntos.”
“Captura, ¡demonios! La matarán, me harán verlo y luego
moriré. ¿Supongo que quieres que crea que me estás ofreciendo ayuda
por la bondad de tu corazón?”
Wen soltó un bufido.
“Dame un respiro. Esa recompensa por nosotros debe ser
enorme. No creía que a Decker le importaran tanto los otros guardias

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que tuve que matar. No eran importantes para él; nadie lo es. Pero
debo haber estado equivocado.”
“Tengo más dinero del que podría gastar. No estoy interesado en
una recompensa. Llámame Horton. ¿Cuál es tu nombre?”
Wen no se lo dijo.
“¿Qué quieres entonces, Vamp?”
Horton suspiró.
“Tan terco. Vale. Necesito información. Tengo que saber el
número de VampLycans que hay en cada Clan. Quiero una cuenta
detallada de cómo funcionan y cualquier debilidad que puedan tener.
¿A quién le temen? ¿Por qué? ¿Cómo puedo poner a sus enemigos de
mi lado para que podamos trabajar juntos?”
La voz del Vampiro se elevó con ira.
“Quiero acabar con esos bastardos. Esos hijos de puta mataron a
mi Maestro y aniquilaron todo mi Nido. Voy a asegurarme de que
paguen por eso.”
Gerri luchó por ocultar la expresión de su rostro. Wen parecía
tener razón sobre que el Maestro quería librar una guerra con
VampLycans. Acumulaba un inmenso rencor.
“No te creo.” dijo Wen. “Estás mintiendo. Si lo que dijiste es
cierto, no hay forma de que hubieras podido escapar de ellos si
hubieran matado a tu Amo y aniquilado tu Nido.”
“Yo no estaba allí. Me enviaron a buscar más alimentadores.
Regresé la noche siguiente y los encontré a todos carbonizados.”
{¿Alimentadores?}
Gerri se estremeció. Se refería a las víctimas. El bastardo estaba
admitiendo que había secuestrado humanos para alimentar a los
Vampiros de su Nido.

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“¿Por qué estabas en Alaska?”


Wen sonó cabreado.
“Debes haber estado allí si dejaste uno de esas ‘cosas-Soldado’
cerca de su territorio. ¿Acaso estás trabajando para los VampLycans?
¿Eres una especie de caza-recompensas para ellos? ¡Lo sabía! Nos
estás siguiendo, ¿verdad?”
“¡No!” siseó Horton. “Estuvimos allí por otra razón.”
“Todavía no te creo.”
La voz de Wen se convirtió en un gruñido.
“Mataron nuestro Nido sin ninguna maldita razón más que el
hecho de que estábamos en Alaska. ¡Jodidos VampLycans!” gritó
Horton. “Creen que tienen derecho a matar a quien quieran. Voy a
hacer que paguen por ello.”
Wen guardó silencio durante largos segundos.
“Me prohibieron reclamar a mi compañera. Eso va en contra de
nuestra naturaleza. Alguien tiene que derrotarles.”
Sabía que esas palabras debieron haber sido difíciles para que
Wen las dijera. Los recuerdos le pasaron por la mente sobre los años
en que le había visto entrenar para luchar, y el gran orgullo que
mostraba en sus ojos cuando hablaba de lo que significaba ser un
VampLycan. Eran los defensores de los débiles. Enderezaban errores.
En su mayoría eran Lycans a los que defendían, pero aún así, era algo
muy honorable.
Wen había compartido con ella todas las historias que su
hermano mayor le había contado. Realmente había adorado y
venerado a Gerbin, siendo niño.

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Había sido el superhéroe elegido por Wen para salir al mundo y


matar a esos malvados bastardos que necesitaban ser borrados de la
faz de la Tierra. Ahora era Wen quien estaba haciendo eso.
Gerri realmente esperaba que ellos no murieran también, como
Gerbin.
Wen hervía de ira, pero lo ocultó. Ese Vampiro bastardo estaba
muy cerca, pero podía captar el fuerte aroma de los Lycans. Estaban
al acecho entre los edificios a ambos lados de ellos, probablemente
listos para atacar a la mínima orden. Respiró por su nariz,
seleccionando los aromas. Su información estaba equivocada. Había
más de una docena de ellos, estaba más cerca de dos docenas.
Había sido un error llevar a Gerri con él. En este punto, solo
quería matar a Horton. Los licántropos renegados probablemente se
dispersarían sin que el Vamp los mantuviera juntos.
Podría haber sido capaz de convertir en polvo al fabricante de
Ghouls y escapar antes de que los Lycans pudiesen atacarle, pero no
con ella. Gerri le retrasaría demasiado, incluso si la agarraba y la
cargaba sobre su hombro.
También sería estúpido. No estaba allí solo para matar a Horton.
Necesitaba averiguar quién más estaba trabajando con él, si el
Consejo de Vampiros había ordenado a todos los Nidos que
apuntaran hacia los VampLycans o no, y si alguna Manada de
Lycans se estaba tragando sus mentiras de mierda.
Empujó su ira hacia abajo. Un gilipollas depravado como Horton
había matado a Gerbin y había cambiado la vida de Wen para
siempre. Reguló su respiración, despejó su mente, y pensó en todas
esas cosas.

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“Bueno. Te daré información a cambio de que me digas algunos


lugares donde solo existan humanos. De esa forma no tendré que
preocuparme por nada que venga detrás de mi compañera o que
venda nuestra ubicación a tu Consejo, a cualquier Manada, o a los
VampLycans.”
Hizo una pausa antes de añadir:
“También necesito dinero. Tuve que dejar todo el mío atrás,
cuando huimos. Estoy harto de detener a humanos al azar y hacer
que me entreguen el efectivo en sus billeteras. Ninguno de ellos parece
llevar mucho de eso, de todos modos. No puedo arriesgarme a que
vayan a los bancos con todas las malditas cámaras que tienen.”
El Maestro sonrió, su expresión satisfecha.
“Puedo darte eso.”
“Si intentas cualquier cosa, si alguien de tu gente incluso mira a
mi compañera, te arrancaré la puta cabeza.” le advirtió. “¿Está claro?
Puede que ella solo sea humana, pero es mía.” gruñó Wen.
“¿Entendido, Horton?”
“Realmente deberías aprender a confiar, VampLycan.”
“Mi nombre es Wen. Y nunca sería tan estúpido. Me gusta
respirar.”
“Ahora tenemos una alianza. Síguenos.”
Wen enganchó la mano de Gerri y comenzó a caminar,
manteniéndose como a unos cinco metros entre ellos y el Vampiro y
su amigo Lycan. Gerri no trató de agarrar la mano de Wen, dejando
la suya un poco suelta. Era inteligente. Así podría liberarla en un
instante y atacar si surgiera la necesidad. Incluso intentó caminar un
paso detrás de él, de modo que Wen estaba al frente, capaz de
defenderla si era necesario.

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Eso le trajo un recuerdo del pasado. Al comienzo de un verano,


Trayis había ido hasta el Cuidador de niños del Clan con Gerri a
cuestas. Todos habían visto a la niña humana desde lejos, pero sus
padres la habían mantenido cerca de casa, lejos de los otros niños,
hasta ese día.
El Líder de su Clan les había explicado que ella tenía huesos
frágiles, que no podía sanar tan rápido como podían ellos y que nunca
le crecerían garras o colmillos. Les había advertido a todos los otros
niños que debían ser amables con ella en sus juegos, y les avisó que no
había honor en dañar a alguien que era mucho más débil. Trayis
también había dejado claro que ella era parte del Clan y castigaría
duramente a cualquiera que la lastimara.
Eso no había impedido que algunos le dijeran malas palabras.
Sobre todo señalando que era más pequeña de lo que debería ser, en
comparación con otros niños de su edad. Algunos disfrutaban
haciéndola jadear y apestar a miedo desatando sus garras y saltando
sobre ella en simulacros de ataques.
Wen sintió lástima por ella. Su cabello también le había
fascinado. Ella tenía mucho de eso. Era rubio, casi blanco, y corría en
rizos por su espalda. Su madre siempre se lo ataba en una cola de
caballo, pero después de un tiempo se soltaba, desparramándose
alrededor de su cara.
Gerri había pasado todo su tiempo leyendo libros en el interior,
en lugar de jugar afuera con los demás. Wen nunca había entendido
sus razones, hasta que finalmente un día le preguntó por qué. Algunos
momentos de la vida se quedan grabados en la mente, y ese fue uno
de ellos. Ella le miró con sus grandes ojos azules y se habían formado
lágrimas dentro de ellos.

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“Mi papá dice que soy una presa fácil, y debería permanecer
adentro donde estoy a salvo. Él no quiere que me pase nada. Trayis
dijo que necesitaba estar cerca de otros niños, pero creo que no
perseguirán a nadie que venga detrás de mí. Casi me choco contra un
bebé alce, la semana pasada. No pude oírlo ni olerlo. Es bueno que
estuviera solo o podría haber sido atacada por su mamá. Cuando sea
grande tendré que convertirme en artesana, como mi padre, o
permanecer todo el tiempo dentro de casa, como lo hace mi madre.
Traté de levantar la motosierra de mi padre para que pudiera
enseñarme a hacer esculturas, pero era demasiado pesada. Un día,
cuando sea más grande, haré eso todos los días hasta que sea tan
buena que tenga futuro.”
Wen se compadeció de ella. Comenzó a llevarla al aire libre e
incluso le enseñó a pelear. Gerri había sido muy inteligente, tenía
sentido del humor, y había disfrutado pasando su tiempo con ella. Su
vínculo había crecido hasta que no pudo imaginar la vida sin su G.L.
Su agarre en la mano de Gerri se apretó mientras seguía al loco
Vampiro hasta uno de los edificios de la manzana. No iba a permitir
que nada le sucediera a Gerri.
Los Lycans les siguieron. Estaban silenciosos, pero aún podía
captar los sonidos que hacían. Esto iba a ser malo, si estaban siendo
conducidos a una trampa.
Los Vampiros eran codiciosos y egoístas. Sin embargo, él tenía
algo que Horton quería y Gerri era el único medio de presión que
podría usar contra Wen.
Lo había pensado bien y trató de relajarse. En el pasado, a
menudo había tenido que arriesgar su vida en este tipo de misiones,
pero esta vez era diferente. La vida de G.L. también estaba en juego.

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El interior del edificio era más bonito que el exterior. Alguien se


había gastado un buen dinero en repintarlo. Después de que entraron,
Horton se volvió hacia ellos y les sonrió.
“Bienvenido a nuestro hogar actual. Está custodiado las
veinticuatro horas del día por la Manada de Joel.”
El Lycan curvó su labio, mirando a Wen con intención. Él
recibió el mensaje alto y claro. El Alfa de la Manada renegada no
estaba contento de tenerles como huéspedes y no hizo ningún secreto
de ello. Wen devolvió su atención hacia Horton.
“Necesito comida y una cama para mi compañera.”
“Por supuesto.”
Horton se giró, subiendo las escaleras.
“Por aquí.”
Wen tiró de Gerri hacia su otro lado y colocó su cuerpo entre ella
y Joel cuando pasaron junto al Alfa y subieron las escaleras.
Era un edificio de cinco pisos, por lo que había contado desde el
exterior. Se detuvieron en el cuarto piso y el Vampiro abrió una
puerta cerca de la parte superior de la escalera.
“Aquí estás. Pediré a uno de la Manada de Joel que os traiga algo
para cenar. Espera comida en unos veinte minutos. Te quiero abajo
mientras ella come. Tenemos información para intercambiar.”
“¿Crees que voy a dejarla sola?”
Wen negó con la cabeza.
“Eso nunca va a suceder.”
“No confío en los humanos. La Manada la vigilará.”
“No confío en nadie aquí.” respondió Wen. “Ella permanecerá a
mi lado.”
Se quitó la mochila y la tiró al suelo. Gerri hizo lo mismo.

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“Tenemos objetivos comunes.” dijo Horton frunciendo el ceño.


“Ambos queremos herir a los VampLycans lo suficiente como para
evitar que vengan tras nosotros. Sería estúpido hacerle daño. No me
dirías lo que quiero saber si lo hiciera.”
“Sería estúpido dejarla sola en un edificio como este.”
Wen inhaló bruscamente.
“He recogido los aromas de al menos cuatro Vampiros y más de
dos docenas de Lycans desde que nos encontramos. ¿Sabes lo que no
he olido? Cualquier mujer de cualquier raza, a excepción de Gerri.
No la voy a dejar sola para ser víctima de un imbécil que piensa que
es una comida fácil o algo para follar. Eres un Maestro. No debería
tener que contarte la tentación que plantea en este escenario. ¿Por qué
diablos no tienes ninguna mujer aquí?”
La boca de Horton se endureció en una línea apretada, de labios
blancos. Wen pensó que no iba a responder, pero luego el Vamp le
sorprendió cerrando la puerta a su espalda, dándoles privacidad.
“No duraron una semana. ¡Malditos animales!” susurró Horton.
“No fueron los míos quien las mataron. Los hombres de Joel fueron
demasiado rudos con las dos prostitutas que les compré. Las convertí,
pensando que serían capaces de sobrevivir a este grupo rabioso, pero
no preví cuán violentos serían durante el sexo.”
Wen se encogió por dentro, imaginando el horror que aquellas
pobres mujeres debieron enfrentar antes de morir. Primero, las
convirtieron en Vampiros y luego las arrojaron a una Manada de
Lycan. Dudaba que se inscribieran para lo que habían sufrido.
“Es una curva de aprendizaje, estar tratando con renegados.”
aseveró Wen.

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“No deberías decir eso demasiado fuerte.” susurró Horton. “Joel


se ofende. A veces es demasiado irracional para controlarle por
completo, pero estoy atrapado con ellos por el momento. Ellos
quieren mi dinero y yo necesito que nos protejan durante el día.”
Wen se creyó eso. No había otra razón por la que los renegados
Lycan se aliaran con los Vampiros a menos que obtuvieran algo del
trato. Tenía que ser por dinero o necesitaban a alguien para hacer un
poco de control mental sobre los humanos.
“Mi compañera se queda a mi lado.”
“Vale. Le daremos de comer, y luego ambos vendréis abajo.
Convertí dos apartamentos en una oficina. Intenta no insultar a Joel.”
Horton puso los ojos en blanco.
“¡Jodidos Hombres-Lobo! Pueden volverse contra ti.”
Se dio la vuelta rápidamente, abrió la puerta y se fue.
Wen cerró la puerta con llave. No era una puerta sólida, pero las
cerraduras al menos le darían una advertencia de una fracción de
segundo en caso de ataque, si alguien intentaba romperla.
Gerri abrió la boca, pero Wen negó con la cabeza, caminando a
su alrededor para revisar el apartamento. Olía a humano y estaba un
poco polvoriento, como si no hubiera sido habitado durante semanas.
Resultó ser un apartamento de una habitación con baño, cocina y
una pequeña sala de estar. No había salida de incendios, por lo que
las ventanas eran a prueba de ataques. Alguien tendría que trepar para
alcanzarles, y el edificio sin balcones no lo permitiría.
Wen revisó si había algún dispositivo de grabación obvio, pero no
encontró ninguno. Gerri se quedó cerca de él mientras buscaba,
siguiéndole de habitación en habitación como si fuera su sombra.

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SIETE

*
Wen finalmente se encaró con ella.
“Permanece en el personaje.” pronunció sin hablar.
Gerri se preguntó si Wen había escuchado a alguien en un
apartamento contiguo al suyo o si había visto algún micrófono que
ella no pudo ver.
“Estoy preocupada, nene.”
Gerri le guiñó un ojo.
“¿Estás seguro de que no nos van a entregar a los VampLycans?”
“No lo creo.”
Wen levantó la voz un poco.
“Sé que los Clanes atacarían a cualquier Lycan o Vampiro que
estuvieran pasando tiempo juntos. Estarían paranoicos sobre eso.
Creo que estamos bien. Relájate, compañera.”
“Estoy tan cansada de correr siempre”
Gerri batió sus pestañas hacia él.
“Gracias a Dios que eres tan grande y fuerte.”
Wen sonrió, divertido.

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“No, no, nena. No llores. Sabes que no puedo soportarlo cuando


lo haces. Estás siendo muy valiente para ser solo una humana.”
Gerri levantó su mano y la ondeó, luego se alejó. No había forma
de que fingiera sollozar, incluso si alguien los escuchaba.
Se hundió en que estaban en un cuarto pisos de un edificio lleno
de Vampiros y licántropos. Lo había captado cuando Wen había
dicho que olfateado al menos a dos docenas de renegados. Eso era
más de lo que se esperaban encontrar. En cualquier momento,
podrían atacarles. Wen sería ampliamente superado en número.
Wen la agarró por la cintura, la tomó en sus brazos y la presionó
contra la pared. La sorprendió lo suficiente como para jadear cuando
la levantó de sus pies.
Sus labios bajaron sobre los de ella y su lengua se introdujo en su
boca. También presionó su cuerpo contra el de ella y movió sus
caderas hasta que Gerri extendió sus muslos, envolviéndolos
alrededor de su cintura. Gimió mientras frotaba la longitud de su
polla dura a lo largo de su coño.
Gerri se aferró a él, excitada. Wen olía muy bien y se sentía
fenomenal. Era una locura perder la noción del tiempo mientras
estaban en pleno Nido de Vamps desquiciados y Lycans renegados,
pero ella no le apartó. Finalmente Wen terminó el beso y la miró a los
ojos. Los suyos estaban brillando.
Gerri no temía que él estuviera jugando con su mente. Solo
estaba excitado también.
“¿Mejor?” susurró las palabras. “Estaba oliendo tu miedo.”
“¿Así que decidiste ponerme caliente y mojada?”
Wen le sonrió.
“Sí.”

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Sus fosas nasales se encendieron.


“Mmm, rico.”
“Golosina sexual para perritos.” murmuró ella.
“Sin embargo, eres mi golosina sexual para perros. Estar excitada
enmascarará algunas de tus emociones por el momento y tal vez
logres sacar a estos imbéciles de su casillas, si te están mirando a ti
más que a mí.”
“Acabamos de establecer que no tienen mujeres aquí. ¿Estás
seguro de que esta es la mejor cosa que hacer? Borra la etiqueta, no
quiero ser eso.”
“Horton realmente ansía esa información.” murmuró Wen,
soltándola. “Está motivado para mantenerles a raya.”
Wen la soltó y revisó el departamento de nuevo. Gerri le miró,
permaneciendo contra la pared. Sus piernas se sentían un poco
temblorosas. Eso la habría molestado, excepto que había visto la parte
delantera de sus pantalones. Ella no era la única a quien había
afectado su pequeña sesión de besos. Wen marcaba un enorme bulto.
Gerri apartó su mirada de él, buscando cualquier cosa que
pudiera usarse como armas, por si alguna vez fueran atacados en este
apartamento. No había mucho. Quien había vivido antes allí no había
tenido muchas cosas.
Wen se volvió hacia ella, pareciendo sombrío. Gerri arqueó una
ceja. Él enganchó su mano y la llevó hasta la esquina, donde se sentó
un sofá, y señaló. Gerri vió una mancha oscura. Parecía sangre seca.
Ella le interrogó con la mirada.
“Humano.” murmuró él.
Significaba que el Nido y los renegados probablemente habían
tomado el edificio por la fuerza, en lugar de comprarlo.

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Horton había admitido el uso de ‘alimentadores’. Tenía el mal


presentimiento de que el último residente se había convertido en
comida. Su mirada recorrió la habitación una vez más; estaba
bastante segura de que allí había vivido un hombre. El apartamento
no tenía un toque hogareño, sino que se sentía un poco frío. Eso
probablemente fue algo bueno, dado que a las mujeres Vampy no les
había ido bien con los renegados.
“Mierda.” articuló ella en respuesta.
Wen asintió con gravedad.
Llamaron a la puerta y Wen la soltó, señalando hacia la cocina.
Se movió rápida, poniendo la pequeña isla entre ella y la sala de estar.
Su mirada aterrizó en una sartén que quedaba en el fogón. Se veía
limpia pero era pesada. Funcionaría si necesitaba golpear a alguien.
Wen le indicó que se quedara atrás antes de abrir la puerta.
Un Lycan estaba allí sosteniendo una bolsa grande. Incluso Gerri
podía percibir el olor a comida dentro de la habitación. Wen tomó la
bolsa. El Lycan se volvió, sin decir una palabra, y se fue. No parecía
feliz con la tarea de conseguirles algo de comer. Wen cerró y bloqueó
la puerta antes de acercarse a ella.
“¿Crees que es seguro?”
Wen se encogió de hombros, colocando la bolsa sobre el
mostrador.
“Horton nos quiere vivos.”
“Pero quizás drogados sería mejor, estoy segura. Eso nos haría
más manejables.”
La bolsa se quedó allí intacta. Gerri se alegró de haber comido
antes en el restaurante. Wen la agarró de nuevo, caminó hacia la
nevera y metió la bolsa dentro.

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Tendrían que encontrar finalmente una manera de comer que no


implicase que el enemigo les trajera comida que posiblemente
estuviera envenenada o drogada. Wen la miró, su expresión fue clara
para leer.
“Quita esa mirada de tu cara.”
“¿Cuál mirada?”
“Es la mirada de la casa del árbol, todo de nuevo. Estoy contigo
en esto, Wen”
“Estoy preocupado.” admitió él.
“Yo también.”
“No va a ser mucho tiempo. Solo quédate a mi lado, debes estar
preparada para cualquier cosa.”
Gerri asintió, luego cerró la distancia entre ellos. Wen pareció
sorprendido cuando ella se acurrucó contra su torso, envolviendo sus
brazos alrededor de él. Un segundo después la abrazó con fuerza.
“Todo va a ir bien.”
Gerri tenía que tener fe en eso.
Wen bajó su barbilla para descansarla en la parte superior de la
cabeza de Gerri.
“Dos días.” susurró Wen. “Como mucho. Entonces estaremos
fuera de aquí.”
Gerri captó lo que él no dijo en voz alta. Debía pensar que eso le
daría suficiente tiempo para averiguar todo lo que el Clan quería
saber. Solo esperaba que él tuviera razón.
El alfa Lycan la ponía nerviosa. Ese tipo la odiaba abiertamente,
lo había dejado muy obvio, y tenía una mirada enloquecida en sus
ojos. Esto significaba que también toda su Manada sería inestable. De
lo contrario, no le seguirían.

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El tiempo se arrastró hasta que Wen aflojó su agarre sobre ella.


“Tenemos que ir abajo.”
Ella asintió, soltándole. Wen encontró su mirada.
“Te quedas cerca de mí, ¿entendido?”
“Como una pulga en un perro.”
Una rápida sonrisa brilló en su rostro y negó con la cabeza.
“Mocosa consentida.” la regañó en broma.
Entonces se puso serio y caminó alrededor de ella. Gerri le siguió
de cerca, esperó a que abriera la puerta, y luego fue tras él como si
fuera su sombra. Nadie les estaba esperando y no se encontraron con
ninguno de los Lycans hasta que llegaron al piso inferior.
Joel estaba de pie junto a la puerta principal con dos tipos de su
Manada, bloqueándola como si ellos planearan escapar. El Alfa
señaló una puerta.
“Ahí.”
Wen se echó hacia atrás, agarró el brazo de Gerri y la retiró hacia
un lado cuando pasaron junto a ellos. Sabía que lo hizo para
mantenerla protegida, poniendo su cuerpo entre ella y los renegados.
Wen llamó a la puerta con los nudillos, el Vampiro les gritó que
entraran, y él abrió la puerta. Empujó primero a Gerri.
El apartamento había sido destripado de casi todos los muebles y
la sala de estar se había convertido en una oficina. Horton estaba
sentado detrás de un escritorio. Se quitó un teléfono móvil de la oreja
y lo colocó en la mesa frente a él. Su mirada se fijó en Wen.
“Toma asiento.”
Gerri miró alrededor, pero no había sillas. Wen gruñó bajo.
“No creas que pienso sentarme en el suelo. Tampoco mi
compañera.”

148
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Un movimiento hizo que Gerri se girara, mirando como un


Vampiro acarreaba dos sillas de comedor desde el pasillo. Wen la
ajustó, obligándola a acercarse contra el frente de su cuerpo. El
Vampiro dejó las sillas cerca del escritorio y luego huyó.
Horton les hizo señas para que se sentaran cuando la puerta se
cerró detrás de ellos. Wen la soltó y señaló con la cabeza. Gerri tomó
el asiento más alejado del escritorio. Wen movió la otra silla más
cerca de la de ella, luego se sentó. Frunció el gesto hacia Horton.
“Te veo como un igual, VampLycan. Guarda tus colmillos.
Somos amigos.”
“Yo no iría tan lejos. ¿Qué quieres saber a cambio de decirme
donde hay áreas solo para humanos? Estoy lejos del territorio con el
que estoy familiarizado. Hemos viajado a través de Canadá, pero a mi
compañera le costó mucho vivir en la naturaleza salvaje. Las ciudades
estaban llenas de Lycans y Vampiros. Luego cruzamos a los Estados
Unidos ayer.”
“Llegaremos a eso. ¿A qué Clan perteneces?”
“Al de Decker. Ya te dije eso.”
“Sí, Decker. ¿No te gustaba él?”
“Odio a ese bastardo. Nos matará a todos si tenemos la
oportunidad.”
“Entonces… ¿por qué eras parte de su Clan?”
Wen vaciló.
“Sólo dile la verdad, nene.” le instó Gerri. “No se nos permite
ninguna opción.”
Horton fijó su mirada en ella.
“Puede que a ti no, pero él es un VampLycan.”
“Cállate, compañera.”

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Wen se acercó y puso una mano sobre su pierna.


“Nací en el Clan de Decker. Así es como está decidido. Decker
mata a cualquiera que intente abandonar su Clan. Sin mencionar que
a los otros Clanes no les gusta Decker, por lo que estarían incómodos
aceptando a uno de sus miembros fugados. No confían en nosotros
por culpa de nuestro Líder. Realmente enviaría un asesino detrás de ti
en lugar de pagar, si contactas con él pidiendo la recompensa sobre
nuestras cabezas. Decker es codicioso y deshonesto. Utiliza a todos
los que puede para salirse con la suya, y luego los asesina cuando se
acaba su uso.”
Gerri permaneció en silencio. La mayor parte de lo que Wen
había dicho era verdad, excepto el Clan donde había nacido.
“¿Qué hay de ella? No puedo imaginarme a Decker confiando en
una humana.”
“Ella tenía una familia a la que Decker amenazó con matar si le
desafiaba. Los asesinó hace mucho tiempo, pero ella no lo sabía. Una
vez que se dio cuenta, Decker jodió su mente para mantenerla
espiando para él.”
“¿Cómo se convirtió en tu compañera?”
“Yo era uno de sus guardias. Nunca se la enviaba a las ciudades
humanas sin alguno de nosotros para mantener un ojo sobre ella.
También nos asegurábamos de que se quedara en la cabaña que él
había designado. Sospechaba que trataría de escapar. Sin embargo,
jodió demasiado con su cabeza, se estaba convirtiendo en una cáscara
vacía a causa de tanto control mental. Era solo cuestión de tiempo
antes de que él la matara y encontrara un reemplazo. Pero me
enamoré de ella, así que cuando llegó esa orden, me fugué con mi
compañera. Hemos estado huyendo juntos desde entonces. Ahora

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dime dónde prefieren no vivir los Vampiros y los Lycans para poder
llevarla allí.”
Horton permaneció en silencio.
“¿Cuántos VampLycans hay en el Clan de Decker?”
“Seiscientos treinta y dos.” respondió Wen.
Gerri recordó las lecciones que recibió de Wen cuando era niña y
se centró en su ritmo cardíaco, manteniéndolo constante. Estaba
mintiendo y ella no quería delatarle. Había engrosado el número.
“¿Los otros Clanes?”
“Alrededor de la misma cantidad. No nos dan información
fácilmente sobre sus Clanes. Decker quiere gobernar todos los Clanes,
no solo los nuestros.”
“¿A quién le temen los VampLycans?”
Wen estudió al Vamp, también muy consciente de que Gerri
estaba a su lado. Mantuvo su mano sobre su muslo por si ella le
delataba cuando le oyera mentir. Pensó que podía hacer algo sexual,
como meter la mano en su coño, para explicar su ritmo cardíaco
agudo si surgiera la necesidad, pero ella no le decepcionó.
“¿A quién le temen los VampLycans?” repitió Horton
fulminándole con la mirada. “Dímelo.”
Este idiota probablemente se había encontrado con Decker, ya
que había enviado su Nido hasta Alaska. No estaría de más decirle
algo de verdad.
“Al Clan GarLycan.”
“¿Por qué?”
“Esos hijos de puta pueden volar, escudan sus cuerpos hasta
cerca de ser pura roca, y son bien fríos con sus emociones.”

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“Pero nos han dicho que los VampLycans tienen una estrecha
alianza con ellos.”
“Solían tenerla. Pasado. Ya no tenemos mujeres que les
interesen. No confían en nada que tenga sangre Vampírica. Ninguno
de ellos quiere reproducirse con una hembra VampLycan.”
Horton expresó su disgusto con esa información siseando.
“¿Por qué odian a los Vampiros?”
“No tengo ni puta idea. Simplemente lo hacen. Una vez que los
Lycans puros salieron de nuestros territorios, las cosas se pusieron
tensas. Decker siempre estaba tratando de hacerse amigo de Lord
Aveoth, pero no estaba logrando nada de eso.”
“¿Entonces los GarLycans no saldrán en defensa de los
VampLycans?”
“Yo no diría eso.”
“¿Por qué?”
“Nuestros territorios están cerca el uno del otro. Los GarLycans
no quieren Vamps en cualquier lugar cerca de ellos.”
“Debes saber por qué nos odian tanto. Dime la verdad.”
“No lo sé.”
Wen suspiró, irritado.
“¿Alguna vez conociste algún GarLycan?”
“Por supuesto que no.”
“Eres afortunado. Son unos bastardos fríos. ¿Crees que los
Vamps lideráis el mercado por no tener corazón?”
Wen soltó un bufido despreciativo.
“Los GarLycans hacen que tu especie parezcáis francamente
tiernos y habladores en comparación con ellos. Siempre se mantienen
aislados y no comparten ninguna información con nosotros. Al

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menos, no con la gente del Clan de Decker. No sé cómo interactúan


con los otros Clanes.”
“¿Entonces los Clanes no son cercanos para nada?”
El júbilo se mostró en los ojos de Horton.
“Esas son buenas noticias.”
Wen forzó una sonrisa. Eso solía ser verdad, pero ya no era así…
no, desde que Lorn se había apoderado del Clan de Decker. Ahora
trabajaban juntos.
“No veo cómo eso es útil para ti. Dijiste que arrasaron tu Nido.
¿Cuál de los Clanes os atacó?”
“Fue el Clan de Decker. Ese bastardo nos mintió.”
Wen voló rápidamente de su silla, fingiendo estar indignado.
“¿Le conoces? Esto fue una trampa. ¡Lo sabía!”
“Siéntate. Nos envió a Alaska con información falsa. Dijo que
todavía controlaba su Clan, pero, de todos modos, vinieron a atacar
mi Nido.”
Wen gruñó, sus colmillos y garras creciendo.
“Habla, Vamp. ¿Qué diablos estás diciendo? ¿Tienes una alianza
con Decker?”
“Creímos tenerla. Acudió ante nuestro Consejo, prometiendo
ayudarles a eliminar a sus enemigos. Incluso le prometió a mi
Maestro un VampLycan para usarlo como quisiera. Juró que nadie
tomaría represalias cuando nos envió a Alaska. Eso fue mentira.”
Horton le indicó a Wen que se sentara. Wen vaciló, luego
enderezó la silla, plantando su culo con fuerza.
“Decker siempre miente.”
“Me puse en contacto con el Consejo sobre la pérdida de mi
Maestro.”

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La ira tenía a Horton siseando.


“No les importó. En este momento, Decker está en buen trato
con ellos y le están protegiendo en Chicago. Él acabó con un par de
Nidos que se negaban a acatar las órdenes del Consejo. Es una
blasfemia para esos cabrones engreídos elegir a un VampLycan por
encima de los suyos. Mi Maestro era leal al Consejo.”
Esa fue una pieza del rompecabezas. Ahora sabía por qué el
Consejo trabajaba con Decker.
“¿Así que Decker está con tu Consejo?”
“Sí.”
“¿Por qué?”
“¿No lo sabes?”
Horton le miró con los ojos entornados, desconfiando.
“Huí con mi pareja hace unos meses. No he estado en contacto
con nadie de mi Clan. Sabía que no podía confiar en ellos.”
“No me dieron todos los detalles. Esperaba que pudieras
decírmelos tú.”
Horton se calmó, pareciendo pensar mientras golpeaba con los
dedos la parte superior del escritorio.
“Estuve hablando por teléfono con otro Maestro que odia al
Consejo. Escuchó el rumor de que el Clan de Decker le había
expulsado, y que por eso recurrió al Consejo.”
“¿El Clan se volvió contra Decker?”
Wen intentó parecer aturdido.
“Guau. No tenía ni idea.”
“Todavía te están buscando, VampLycan. Mi fuente lo confirmó.
Aún me necesitas. Se ha extendido la orden de estar al acecho de ti y

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de la espía humana. La recompensa es enorme, y tu Clan ha


contactado con cada Manada y cada Nido mostrando fotos vuestras.”
El Vamp podía mentir lo suficientemente bien como para
impresionar a Wen. No pudo detectar ningún cambio de aroma o
frecuencia cardíaca proveniente de él. sin embargo, no había ninguna
recompensa puesta sobre ellos.
“Estoy seguro de que nos quieren muertos. Maté a otros
VampLycans para salvar a mi compañera.”
Horton se recostó en su silla, cruzando las manos sobre el pecho.
“Necesito pensar. Quizás me he equivocado al respecto.”
“¿Estás reconsiderando reclamar la recompensa?”
“No. Eso no. Culpé a todos los VampLycans por la muerte de mi
Maestro. Quizás es solo Decker en quien necesito enfocarme.”
De repente, se inclinó hacia adelante, mirando fijamente a Wen.
“Le conoces bien, ¿verdad?”
“Sí. Crecí en su Clan. Por eso te digo que nunca confíes en él. Te
joderá todo el tiempo.”
La ira brilló en los ojos del Vamp.
“Y el Consejo de Vampiros le está protegiendo.”
Wen miró al Vampiro crisparse, observando cada contracción de
sus expresiones faciales. Podía adivinar lo que estaba pensando
Horton. Había reclamado que quería comenzar una guerra con los
VampLycans, pero realmente solo quería vengarse de Decker. Wen
estaba más que feliz de ayudarle a llegar a esa conclusión.
“Decker usará a tu Consejo y les matará cuando obtenga lo que
quiera. Así es como él trabaja. Luego después encontrará a alguien
más para utilizar obteniendo lo que él quiera.”
“Bien.” susurró Horton.

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Su rabia iba creciendo mientras sus ojos brillaban y sus colmillos


se alargaban.
“Esos bastardos se lo merecen. El Rey Charles era mejor que
todos ellos combinados. Una muerte rápida es demasiado buena para
los miembros del Consejo. Decker no puede salirse con la suya
después de lo que hizo. Le tendió una trampa a mi Maestro hasta ser
sacrificado.”
“Suena típico de Decker. Probablemente se partió el culo de risa.
Ese cabronazo está jodidamente loco.”
Horton se levantó, y en un abrir y cerrar de ojos, atacó la pared
más cercana a su escritorio a puñetazos, haciendo agujeros en ella. El
ritmo cardíaco de Gerri se disparó, pero Wen le dio un suave apretón
en el muslo, sin quitar su atención del Vampiro. Si él volvía su furia
contra ellos, quería estar preparado para protegerla.
Pasado un rato, Horton finalmente se detuvo. Sonrió cuando se
encaró con ellos, como si sus manos ensangrentadas y el daño a la
pared le divirtieran.
“Vas a contármelo todo sobre Decker.”
“Vale. Todavía quiero saber dónde puedo llevar a mi compañera
para que esté a salvo, y necesito dinero.”
“¿No te importa que planee matar al Líder de tu Clan?”
“Dejó de ser mi Líder en el momento en que ordenó la muerte de
mi compañera. No tengo lealtad hacia ese bastardo. De hecho, nunca
me gustó.”
“Debo trazar un plan.”
Horton se paseó nerviosamente por la habitación.

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“Sube las escaleras. Hablaremos mañana por la noche. Quiero


que me digas cuál es la mejor manera de hacer que sus Ejecutores se
vuelvan contra él. Piensa intensa y detenidamente, VampLycan.”
Su mirada se dirigió a Gerri, luego de vuelta a Wen.
“Tú quieres mantener a tu compañera a salvo. Y yo quiero
venganza.”
“Entendido.”
Wen se puso de pie, extendiendo la mano. Gerri la tomó y él se la
llevó fuera de la habitación.

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OCHO

*
Wen empujó un mueble delante de la puerta, levantó sus
mochilas y las llevó al dormitorio, una vez que se encerraron en el
apartamento. Gerri le siguió por todos lados. Se deshizo de las
mochilas y luego hizo otra búsqueda por el apartamento. Negó con la
cabeza, lo que implicaba que nada había cambiado desde que se
habían ido. Ella se relajó, pero él aún se llevó un dedo a los labios,
haciendo alusión a que mantuviera la voz baja, si hablaba.
“Estamos a salvo aquí, cariño.”
Wen dijo eso en voz bien alta, en caso de que la Manada
estuviera escuchando desde otro apartamento o desde el pasillo.
“Lo sé. Confío en ti. ¿Deberíamos dormir un poco? Estoy
cansada.”
“Por supuesto.”
La llevó de vuelta al dormitorio. Gerri comenzó a desnudarse
pero Wen negó con la cabeza, simplemente quitándose los zapatos.

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Gerri odiaba dormir con la ropa puesta, pero sabía que Wen no
les quería desnudos, en caso de un posible ataque. Ella también se
quitó los zapatos y se subió a la cama.
Wen la empujó hacia el lado más cercano a la pared, y tomó la
parte de afuera de la cama mientras ambos se acomodaban. Luego la
atrajo hacia sí, presionando su boca contra su oreja mientras se
acurrucaban juntos.
“Ese Vamp está jodidamente loco.” susurró.
“Estoy de acuerdo. Entonces, ¿todavía no podemos irnos?”
Wen sabía que realmente estaba preguntando si ya podría matar
a Horton. No estaba jugando con una baraja completa, por lo que era
mejor si lo acababan rápidamente. Cualquiera que hubiera pasado
algún tiempo con él también lo hubiera visto. Lo que sea que Horton
hubiera dicho o hecho en su intento de comenzar una guerra,
probablemente nadie lo habría tomado demasiado en serio.
Aun así, Wen vaciló.
“Aún no. Horton solo está buscando un objetivo para su ira.
Ahora está concentrado en Decker.”
“Entiendo lo que dices.”
{Sería bueno si Horton matara a Decker.} pensó Gerri.
“Aunque no puede tocarle. Su propio Consejo mantiene a ese
capullo a salvo.”
No podía ver una razón para dejar que Horton viviera, ya que no
había forma de que pudiera llegar hasta el ex-Líder del Clan.
“Démosle tiempo.” susurró Wen. “Al menos podría cambiar su
tono, si le permitimos contactar con sus amigos.”

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En otras palabras, Wen confiaba en que los falsos rumores que


Horton había hecho circular sobre los VampLycans serían olvidados,
si en lugar de eso despotricaba contra Decker y el Consejo.
“Entonces espero que tenga una boca muy grande.” susurró ella.
Wen se rió entre dientes.
“Esto va a hacerle parecer más inestable. Vamos a darle un poco
de tiempo, que lo haga ‘cosa suya’, entonces la misión terminará.”
“¿Tienes un plan sobre cómo hacer eso?”
“Va a ser más difícil de lo que pensé, pero veremos qué sucede
durante el día.”
Supuso que esperaba que los licántropos se aburrieran dando
vueltas por el edificio y aflojaran un poco mientras los Vampiros
dormían. Sería fácil para Wen matarles mientras dormían.
“Todavía hay mucha compañía a nuestro alrededor, ¿eh?”
Wen la atrajo más cerca.
“Sí.”
“No nos van a dejar salir de aquí sin una pelea, ¿o sí?”
Wen negó, sacudiendo la cabeza.
“¿Es seguro dormir?”
“Tomaremos turnos. ¿Estás cansada?”
“No. Esa siesta que tomé ayudó. Duerme tú primero. Te
despertaré, si escucho algo.”
Gerri podría no tener sus sentidos tan agudos, pero alguien
tendría que atravesar la puerta o una pared para alcanzarles. Eso sería
lo suficientemente ruidoso como para que su oído humano lo captase.
El agarre de Wen se alivió después de un tiempo y supo que se
había quedado dormido.

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Gerri movió un poco la cabeza, escuchando cualquier sonido. El


techo del apartamento crujió, como si alguien caminara sobre ellos,
pero el resto del edificio estaba en silencio. Eso le dejó tiempo para
pensar.
Una vez que Wen sintiera que ya era hora de matar a Horton,
tendrían que luchar para salir de allí. También significaría que su
tiempo con Wen casi habría terminado.
Gerri se acurrucó un poco más cerca contra su enorme y cálido
cuerpo, inhalando su aroma. Las lágrimas llenaron sus ojos, pero
luchó contra ellas. Sería un infierno abandonarle por segunda vez.
Le había amado desde que era una niña y esos sentimientos no
habían cambiado. Puede que no estuvieran tan unidos como antes,
pero a su corazón no le importaba. Quería retener a Wen para
siempre.
Su mente encontró otra opción. Tal vez Wen podría usarla en
futuras misiones; así conseguirían pasar más tiempo juntos. Sin
embargo, Wen era joven para ser un VampLycan. Ella envejecería,
pero él no lo haría. Un día, se volvería demasiado mayor como para
ser sexualmente atractiva para él, o él encontraría una compañera que
pudiera llevar a casa con su familia.
Tendría un precio muy alto si ella hiciera eso con su futuro.
Tendría que renunciar a la idea de casarse o tener su propia familia.
La soledad también sería insoportable, cada vez que Wen regresara a
Alaska, hasta que pudiera regresar con ella.
La injusticia de todo esto le rompió el corazón. La ira también
salió a la superficie, todo dirigido a los padres de Wen. Vale que ella
nunca les había gustado, pero deberían querer que su hijo fuese feliz.

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En cambio, le obligaron a convertirse en la sombra de Gerbin y a


asumir todas las responsabilidades de ser primogénito que eso
acompañaba. Wen tenía honor. Haría cualquier cosa por complacer a
la pareja que le había dado la vida.
Se preguntó si sus padres se daban cuenta de lo desgraciado que
hacían a su hijo, o si incluso eso les importaba.
Un ruido afuera, cerca de la calle, llamó su atención, y
cuidadosamente se apartó de Wen, se levantó de la cama y echó un
vistazo por la cortina. El amanecer se acercaba, el cielo brillaba en la
distancia, la noche ya no era tan oscura. Las luces de la calle todavía
estaban encendidas, así que no tuvo problemas para ver a Horton y
Joel abajo, en el patio trasero del edificio.
Parecían estar discutiendo. Horton empujó al Alfa, más grande,
haciéndole tropezar. Joel respondió mostrándole un vistazo de sus
colmillos y levantándose, hinchando su pecho. Fue un acto
desafiante, incluso una amenaza. Horton se retiró de la vista, pero se
quedó afuera, a juzgar por la forma en que Joel seguía mirando con
furia hacia dónde Gerri suponía que debía estar una puerta.
Joel finalmente asintió con la cabeza, se giró e hizo un gesto con
la mano. Dos hombres salieron de entre las sombras a lo largo de la
pared trasera. Antes de eso Gerri no los había visto, con sus ojos
humanos. Se encontraron con él en medio del pequeño patio. Se
produjo una breve discusión, luego los licántropos se separaron. Joel
regresó al edificio, pero sus dos hombres regresaron a sus posiciones
entre las sombras.
Gerri soltó la cortina y regresó de vuelta a la cama para
acurrucarse contra Wen.
“¿Qué pasa?”

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Debería haber sabido que Wen se despertaría en el momento en


que ella se movió.
“Tensión entre nuestros nuevos amigos.” susurró ella. “A los
Alfas no les gusta recibir órdenes.”
“No, no les gusta. Puede que no tenga que atacar a los Vampiros,
después de todo.”
Gerri le sonrió, acurrucándose contra él más fuerte.
“No me jodas. Pero… eso nos deja con una Manada infeliz.”
“No sería un problema, si no fueran renegados.”
“¿Por qué entonces no estarían trabajando con un Vamp loco?”
aventuró Gerri.
“No, porque lanzaría un desafío como Alfa y mataría al suyo.”
“Tú no quieres una Manada.”
“No, pero no tendría que pelear con todos a la vez. Yo los
disolvería.”
“¿Podrías hacer eso?”
Wen se encogió de hombros.
“Eso no importa, ya que no siguen las reglas.”
“Vuelve a dormir.”
Gerri se mantuvo despierta mucho después de que Wen se
durmiera. Era más importante que él tuviese un montón de descanso,
en lugar de ella. Si la mierda golpeara el ventilador, sería Wen quien
estaría peleando.
Sonrió cuando Wen murmuró palabras ininteligibles mientras
dormía, obviamente soñando.

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Wen se despertó bruscamente. Su G.L. dormía pacíficamente


junto a él. Salió cuidadosamente de la cama para no molestarla y
verificó su teléfono móvil. Era por la tarde, pero no tenía mensajes de
texto. Salió del dormitorio y entró en la sala de estar, frotándose la
nuca. No había sido una pesadilla lo que le había despertado, sino
más bien una parte de su pasado que se repetía en su cabeza. El día
que el Clan se enteró de la muerte de Gerbin siempre atormentaba sus
sueños, pero esta vez la causa probablemente fuese el hecho de que
ahora ciertamente se encontraba en territorio enemigo.
Quería golpear algo, la ira aún le estaba desgarrando. Había sido
devastador enterarse de la muerte de su hermano mayor, pero lo que
era peor es que había tenido una pelea física con su padre. Esa sería la
primera de muchas a lo largo de los años, desde ese día.
“¿Qué pasa?”
La suave voz de G. L. le hizo volverse. No la había escuchado en
absoluto, demasiado distraído por sus recuerdos.
Gerri era adorable con su cabello revuelto y su mirada soñolienta.
Wen cruzó la habitación y la tomó en sus brazos, solo necesitaba
abrazarla. No importaba si tenían un día o una semana. Su tiempo
sería demasiado corto.
Gerri envolvió sus brazos alrededor de su cintura, aferrándose a
él con fuerza.
“¿Qué pasó? Lo siento, me dormí.”

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Wen besó la parte superior de su cabeza.


“Todo está bien aquí. Todo está tranquilo.”
Escuchó el edificio a su alrededor, comprobando dos veces.
“Probablemente debería hacer un reconocimiento.”
Intentó soltarla, pero Gerri le apretó más fuerte y levantó la
barbilla. Wen miró hacia abajo, buceando en sus hermosos ojos.
“¿Qué pasa? ¿Estamos en un buen lío? Sólo dímelo. Estoy en esto
contigo al cien por cien.”
Wen le apartó el cabello de la cara. Los apretados rizos parecían
querer envolverse alrededor de su pulgar y sonrió.
“Estamos bien. Este es un tema ‘mío’. Tuve un sueño y me
desperté agitado.”
“¿Qué clase de sueño?”
“Es más como un montón de recuerdos que se fusionan y se
repiten mientras duermo.”
“Háblame.” susurró. “Tus ojos están realmente oscuros.
¿Necesitas cambiar?”
Wen mantuvo el control de su mitad Lycan y obligó a su cuerpo
a relajarse.
“¿Mejor?”
“Sí. Ahora son de un azul bastante atractivo.”
“¿Estás tratando de decirme que no son atractivos cuando estoy
cambiado?”
A Wen le gustaba burlarse de ella. Gerri le sonrió.
“Siempre eres atractivo cuando estás en tu piel. No me importa
de qué color sean tus ojos.”
Su buen humor se desvaneció y se puso seria.

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“Háblame, Wen. Cuando entré aquí, parecías estar a punto de


atacar a alguien.”
“Reviví el día en que nos llegó la noticia de la muerte de Gerbin.”
Gerri le llevó al sofá y tiró de él hasta que se sentó junto a ella.
“Cuéntame sobre eso.”
“Debería revisar cuántos Lycans están custodiando el edificio.”
“No importará si haces eso ahora o dentro de unos minutos.
Habla conmigo. ¿Por favor?”
No podía negarle casi nada cuando ella le miraba con esa
expresión tan vulnerable en su rostro, haciéndole adivinar que su
negativa podría herir sus sentimientos.
“Espera un minuto.”
La dejó en el sofá, abrió el grifo del agua en el fregadero de la
cocina y también abrió la ducha del cuarto de baño. Encendió la
televisión en la sala de estar, después se sentó junto a ella otra vez.
Todos esos ruidos ayudarían a ocultar sus voces si alguien estuviera
escuchando desde otros apartamentos. Wen se inclinó, hablando en
voz muy baja.
“Escuché los gritos de mi madre y corrí hasta su casa.”
“¿No vivías con ellos todavía?”
Sacudió la cabeza.
“Había construido una cabaña a casi un kilómetro de ellos, ya
que unos meses antes había llegado a la edad de madurez. Había
estado afuera, cortando leña, cuando la escuché. Dejé caer el hacha y
corrí. Un grupo del Clan, incluido Trayis, estaba reunido frente a su
cabaña. Mi madre estaba de rodillas, mi padre estaba a su lado con
sus brazos alrededor de ella. Trayis se volvió hacia mí, y simplemente
supe que Gerbin debía estar muerto.”

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Hizo una pausa, la emoción casi ahogándole.


“Mi padre levantó a mi madre y la llevó adentro. Trayis me dijo
que había sido contactado por la Manada para la que Gerbin actuaba
de guardián. Un Nido de Vampiros había matado a mi hermano.
Todos en esa área sabían a quién protegía, y se burlaron de la Manada
enviándole su ropa ensangrentada al Alfa.”
“Lo siento, Wen.”
Gerri tomó una de sus manos entre las suyas, sosteniéndola bien
apretada.
“El sanador vino y sedó a mi madre. Ella no dejaba de llorar y
lamentarse a gritos. Gerbin era su corazón.”
“Tú también lo eres.” susurró Gerri.
Wen forzó una sonrisa.
“Hay un vínculo especial entre una madre y su primogénito del
que siempre he sido consciente. Yo sé que mis padres me quieren,
pero con Gerbin...”
Sacudió la cabeza. Dolía saber que hubiera sido más fácil para
sus padres si hubiera sido él quien muriera.
“Mi padre salió y me ordenó que fuera tras el responsable de
aquel Nido. Él no podía dejar a mi madre sola en su dolor para buscar
venganza. Dependía de mí.”
Gerri frunció el ceño pero no dijo nada.
“Trayis me dijo que no iría solo. Gerbin era su amigo y era uno
de sus Ejecutores. Organizó un equipo para apoyarme.”
“Bien hecho. Supongo que pudisteis matarlos a todos, ¿no?”
Wen asintió con la cabeza.

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“Sí. Esperábamos recuperar el cuerpo de Gerbin para llevarlo a


casa y enterrarlo en las tierras de los Clanes, pero los que torturamos
antes de morir nos dijeron que su Maestro había quemado el cuerpo.”
“Lo siento mucho.”
Gerri se presionó contra su costado. Wen se debatió sobre
contarle el resto.
“¿Qué más?” indagó Gerri mirándole con los ojos entrecerrados.
G. L. siempre le había conocido demasiado bien.
“Cuando regresé a casa descubrí a una VampLycan desnuda
esperándome en mi cama. Mi padre quería que tomara una
compañera, y comenzó a enviarlas a mi casa para probar los
emparejamientos. Intentó ordenarme que las follara y las mordiera,
incluso si no tenía ganas.”
Gerri entreabrió la boca y vió los celos brillar en sus ojos. Wen
realmente la entendió.
“Estaba furioso. Mi padre me informó de que con Gerbin fuera,
él y mi madre esperaban un nieto de inmediato. Ellos temían que
también me pasara algo a mí. Tuve que poner candados en mi cabaña
para mantenerle fuera, y que así no pudiera dejar entrar a más
mujeres. Finalmente, después de pasar unos años con esa mierda
sucediendo cada pocos meses, Trayis me dio tierras más alejadas de
las suyas, donde me construí otra cabaña. Una más difícil de allanar,
por lo que mi padre ya no podía permitir que las mujeres accedieran
al interior para esperar a mi regreso.”
Gerri bajó la mirada hacia su pecho.
“¿Probaste los apareamientos con esas mujeres?”
“No. Las expulsé.”
“Me alegra que Trayis te haya ayudado.”

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Wen resopló.
“No fue solo por mi cordura; la situación estaba cabreando a
otros Clanes a los que mi padre había acudido, buscando mujeres que
no tuvieran pareja para que vinieran a verme. Las hembras se
sintieron insultadas cuando les tiré la ropa, les ordené que se vistieran
y las empujé expulsándolas fuera de mi casa. Trayis le ordenó a mi
padre que se detuviera.”
“¿Y lo hizo?”
Wen se encogió de hombros.
“En cierto sentido. Mi padre dejó de irrumpir en mi casa antes de
que las mujeres llegaran para recibirlas allí, dándoles la impresión de
que serían bienvenidas cuando yo volviera. Pero probablemente
tendrá alguna candidata quedándose con la familia para cuando
regrese de esta misión, intentando presionarme. Me invitarán a cenar
y una mujer estará allí. Mis padres hacen esa mierda cada vez que me
voy a alguna misión.”
“Eso debe ser duro.”
Wen la estudió y sonrió.
“Nunca he follado con ellas, G.L. Ni una sola vez. Sabía que
sería inútil, porque ni siquiera me atraen.”
Su buen humor huyó.
“Tampoco confío en nadie con quien mi padre me establezca.
Desean demasiado tener ese nieto y estoy seguro de que esas mujeres
son lo suficientemente inteligentes como para saber que las están
utilizando, y lo están permitiendo. ¡Demonios!, están dispuestas a dar
a luz un niño conmigo incluso sabiendo que yo no lo quiero.”
“Pero no es como si pudieras embarazar a una VampLycan a
menos que te emparejes con una.”

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“Eso no es cierto.”
Gerri parecía sorprendida.
“Somos parte Lycan. Trato con muchos de ellos ya que con
frecuencia salgo en misiones para el Clan. En algunos casos
concretos, pueden eludir el requisito de apareamiento si sus números
son tan bajos que se enfrentan a la extinción como Manada.”
“No lo entiendo.”
“Algo acerca de la mente sobre la materia. Una hembra Lycan
puede obligar a sus ovarios a trabajar, obligarse a ovular para quedar
embarazada si está lo suficientemente motivada, incluso si no está
emparejada. Todos somos muy conscientes de lo que le sucedió al
pobre Bran.”
“¿Quien?”
“Bran. Solía ser un miembro de nuestro Clan hasta que una de las
mujeres del Clan de Decker se decidió a engañarle para quedarse
embarazada. Enmascaró el olor de su ovulación y tuvo relaciones
sexuales con él. Bran ni siquiera supo que tenía un hijo hasta después
de que nació Veso. Dejó nuestro Clan para cuidar de su hijo, ya que
ella no quería criarle, pero se negó a permitir que Bran trajera a Veso
a vivir con nuestro Clan.”
“Nunca escuché nada sobre eso.”
“No nos gusta discutirlo, pero desde que esto le sucedió a Bran,
ahora a cada hombre se le da esa conversación cuando llega a la
adolescencia, para evitar que se repita.”
“¿Hubo también una conversación sobre humanos?”
Wen le sonrió.
“Puedes apostar que la hubo. Mi padre me sermoneaba a
menudo sobre cómo no podías controlar tu cuerpo, por lo que no

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VL G 6

podía tocarte por si pudiera embarazarte accidentalmente. No le


gustaba la forma en que pasaba tanto tiempo contigo. Tan pronto
como comencé a tener erecciones, mi padre me llevó aparte para
darme ‘la charla’.”
“Apuesto a que hizo eso. Pero… ¿por qué esa mujer le hizo eso a
este tipo, Bran?”
“Porque ella estaba con el Clan de Decker. Algunos de ellos no
tienen honor. Decker quería líneas de sangre más fuertes y la envió
detrás de Bran. Veso es fuerte. Se negó a ser el Ejecutor de Decker,
pero ha aceptado ser uno de los de Lorn, ahora que se ha convertido
en el nuevo Líder.”
“Me he perdido muchas cosas, mientras no estaba. No puedo
creer que Decker ya no lidere su Clan.”
“Ha sido genial en todos los aspectos. Ahora, si tan solo Lord
Aveoth pudiera encontrar a ese bastardo para que no pueda darnos
más problemas... Se está escondiendo con el Consejo Vampírico.”
“¿Por qué crees el Consejo se está molestando incluso en
ofrecerle santuario?”
“¿Estás bromeando? ¿Tener a un VampLycan y un grupo de sus
Ejecutores en deuda?”
“Lo tengo. Poder. Codicia.”
Gerri hizo una pausa antes de añadir:
“Pero… ellos ya gobiernan sobre todos los Nidos, ¿no?”
“Se rumorea que no todos los Nidos de Vampiros están
conformes con el Consejo.”
“Te refieres a los renegados.”
“No. Algunos Nidos son decentes, pero ya no quieren estar bajo
el control del Consejo. El Consejo mantiene la paz, por lo que

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sabemos, pero también lo manejan un grupo de pensadores obsoletos.


Prohíben que los Vamps sean demasiado amigables con los humanos
o con otras razas.”
“¿No es eso algo bueno?”
Wen dudó.
“Un miembro de otro Clan se ha hecho amigo de un Maestro
Vampiro. No tengo permitido compartir demasiada información, pero
Trayis solicitó permiso para hablar con este tipo, ya que estamos
lidiando con las consecuencias de que Decker acuda al Consejo
Vampírico. Quería tanta información sobre ellos como fuera posible.
Este Maestro dijo que el Consejo es un grupo de elitistas que piensan
que son demasiado buenos para todas las demás razas. Mich...”25
Wen se aclaró la garganta.
“Este Maestro es más un pensador moderno. Quiere la paz entre
todos. El Consejo no estaría nada satisfecho si supieran que permitió
que las Manadas de Lycan vagabundeen por su territorio, o que no
trata a los humanos como si fueran ‘vacas’. Él tiene una regla sobre
que ninguno de los suyos puede alimentarse de ellos. En su Nido solo
usan sangre embolsada y pagan a los humanos para que la donen. El
Consejo frunciría el ceño ante eso.”
“Porque los humanos son ganado para los Vamps.” razonó ella.
“Sí. El Consejo parece creer eso. Hay Nidos que quieren que se
disuelva el Consejo para no tener que temer a la censura, si sus
prácticas modernas salen a la luz.”
“¿Sería castigado este Maestro, si el Consejo descubriera que
permite Lycans en su territorio y que paga por la sangre humana para
que nadie sea mordido?”

25 Se refiere a Michael, Maestro Vampiro del Nido de los Ángeles.

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Wen asintió.
“Sin duda. Pensarían que no era apto para dirigir su Nido.
Decretarían su muerte.”
“Sí. Puedo ver por qué el Consejo podría necesitar ser disuelto.”
“Eso es para otro día. Un Nido a la vez.”
Wen se enderezó.
“Necesito ver cuántos nos ‘protegen’ durante el día. No iré muy
lejos. Cierra la puerta cuando salga y grita si alguien viene hacia ti.
Me mantendré dentro de la distancia de escucha.”
Gerri se aferró a él cuando intentó levantarse. Wen vaciló,
mirándola a los ojos.
“¿Qué pasa?”
“Cambiaste de tema, me di cuenta. ¿Por qué estabas tan molesto
cuando me desperté?”
Wen no pudo evitar sonreír. Realmente, su G.L. sí le conocía
demasiado bien.
“Estoy bien. Te lo dije. Fueron solo mis sueños.”
“¿Pero…?”
“No quiero dejarte ir... y me di cuenta de lo que sucederá cuando
llegue el momento de separarnos.”
“Algunas VampLycans van a intentar acostarse contigo.”
“Eso no va a suceder. Es solo que cuando estoy contigo, trato de
olvidarme de la realidad. Ese sueño me hizo darme cuenta de que
nada podrá cambiar.”
“Como en que tus padres nunca me dejarán quedarme contigo.”
“Sí.” suspiró. “Debo hacer el reconocimiento, G. L.”
Esa vez, Gerri le dejó ir, soltando su mano.
“Lo sé. La misión es lo primero. Vete. Me mantendré alerta.”

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Wen se puso de pie y caminó hacia la puerta. Gerri estaba


pisándole los talones.
Abrió la puerta y olfateó, recogiendo el fuerte aroma de los
Lycans. Salió al pasillo sin mirar atrás. La puerta se cerró suavemente
y escuchó que las cerraduras volvían a su lugar.

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NUEVE

*
Gerri echó un vistazo al restaurante de una conocida cadena.
“Estoy sorprendida de que nos dejasen salir.”
“Tenemos ojos sobre nosotros.” murmuró él, mirando a su
alrededor. “Dos Lycans acaban de entrar. Nos siguieron todo el
camino hasta aquí.”
“Lo supuse.”
El camarero les dejó su comida y Gerri se abalanzó sobre ella,
estaba muriéndose de hambre. Se tragó su bocado y luego atrapó la
mirada de Wen.
“¿Pueden oírnos?” articuló las palabras.
Wen le sonrió.
“Te ves preciosa esta noche, cariño.”
Tomaría eso por un ‘sí’.
“Gracias por la comida.”
“Es un honor cuidar de mi compañera.”
De verdad deseaba que ese título realmente le perteneciera a ella.

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El hambre la mantuvo concentrada en la comida que tenía


delante, por lo que su falta de conversación durante los siguientes
veinte minutos no fue un problema. No se atrevieron a comer nada en
el apartamento ni tampoco nada de lo que la Manada les trajera.
Sabía que la única razón por la que les habían permitido salir era
porque Wen había discutido con Joel. Había sido contundente. No se
arriesgaría a ser narcotizado. Le había exigido que se les permitiera
salir para conseguir su propia comida.
Wen pagó la cuenta y se fueron. Dos hombres a lo largo del
mostrador se pusieron de pie. Ella les miró. Eran unos matones
musculosos y rudos, y no necesitaba un sentido del olfato especial
para decirle que esos eran los dos Lycans.
Wen sostuvo su mano mientras regresaban al edificio. El sol se
había puesto mientras comían. No fue una sorpresa cuando entraron
por la puerta principal para encontrarse con Horton y uno de sus
Vampiros esperándoles.
“En mi oficina, ahora.” espetó Horton.
Permitió que Wen maniobrara para mantener su cuerpo entre ella
y los demás. Él la sentó y tomó la silla al lado de ella. Horton se dejó
caer en su silla detrás del escritorio, mirando a Wen.
“¿Tienes algún problema con mi hospitalidad?”
“Crecí con Decker. No confío en nadie Es más seguro de esta
manera.”
Horton frunció el ceño.
“¿Por qué dices eso?”
“Decker solía darles mal alimento a sus supuestos invitados para
enfermarles y debilitarles. Sería más fácil de manejar si tú me hicieras
lo mismo. Yo puedo sobrevivir a casi cualquier cosa con la que me

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alimentes, pero mi compañera no puede. Por eso insistí en que se nos


permitiera salir antes del anochecer. Sé que los Lycans no pueden
controlar las mentes de los humanos en el establecimiento de comidas
que acabamos de visitar.”
Horton se relajó visiblemente.
“Eres un bastardo paranoico.”
“Por eso todavía estamos vivos.”
“Puedo respetar eso. No eres estúpido, ¿verdad?”
Wen gruñó.
“No. No lo soy.”
“Bueno. Le dije a Joel que te permitiera comer donde tú quieras.
Tendrás guardias. Para mantenerte a salvo, por supuesto.”
Wen arqueó sus cejas.
“Si tú lo dices.”
“No controlo a todos los Hombres-Lobo en esta ciudad. Ahora
somos amigos. Quiero protegerte a ti y a tu compañera.”
Gerri observó a los dos hombres, manteniendo la boca cerrada.
Horton era un fanfarrón manipulador. No había ordenado a Joel que
les dejara salir. Había estado durmiendo cuando se habían ido, pero
se dio cuenta de cómo lo había redactado para que pareciera que él
había tenido algo que decir al respecto. Esos Lycans tampoco les
seguían por su seguridad. Estaban siendo vigilados.
Se preguntó cuál sería el próximo movimiento de Horton. No
pasó mucho tiempo para descubrirlo.
“¿Pensaste en lo que te pregunté? Necesito saber cómo hacer que
los Ejecutores de Decker se vuelvan contra él. Dime cómo hacer eso.”
“Dime dónde puedo vivir con mi compañera sin temor a que la
ataquen los Lycans o los Vamps.” respondió Wen.

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Horton frunció el ceño.


“Te estoy haciendo una lista de áreas en los Estados Unidos,
donde no hay declarados Nidos o Manadas. Lleva su tiempo. Sin
embargo, tú tienes las respuestas que necesito ahora. Dime lo que
quiero saber.”
“Dame dinero entonces. Algo a cambio.”
Wen dejó que sus uñas se convirtieran en garras.
“Hasta ahora, todo lo que nos has dado es un lugar para
quedarnos. Podría haberlo provisto eso para mi compañera sin ti.”
Horton siseó y Gerri se tensó en su silla, medio esperando que ese
Vamp desquiciado se abalanzara sobre su escritorio desde su posición
frente a Wen. En cambio, el Vamp pareció calmarse después de unos
segundos. Ella también se relajó.
“Vale.”
Horton se inclinó y abrió el cajón de un escritorio. Le arrojó un
paquete. Wen lo atrapó, abrió la tapa y miró dentro. Frunció el ceño,
mirando al Maestro del Nido.
“Esto no pueden ser más que unos pocos miles de dólares.”
“Llámalo pago inicial. Hay mucho más de donde vino eso.”
Wen se lo pasó a Gerri para que lo sostuviera, pero mantuvo su
atención en el Vamp.
“Decker es paranoico y no confía en nadie, ni siquiera en sus
propios Ejecutores. ¿Hay alguna manera de conseguir que aquellos
Vamps que están cerca de sus Ejecutores hagan cosas por ti?”
Horton asintió.
“Sí.”
“Haz que hablen con los Ejecutores de Decker sobre algo
estúpido e inocente, como el clima, pero haz que lo hagan donde

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Decker pueda verlos juntos aunque sin escuchar lo que se dice. Les
preguntará a sus Ejecutores de qué estaban hablando. No se creerá su
respuesta, en cambio supondrá que los Vampiros están tratando de
alejar a sus Ejecutores de él.”
Gerri lo captó más rápidamente que Horton, y agregó:
“Decker pensará que sus Ejecutores le mienten. ¿Por qué los
Vamps se acercarían a sus hombres solo para charlar sobre que es una
hermosa noche? Es demasiado paranoico y no se creerá que sea por
algo tan inocente.”
Wen le mostró una sonrisa.
“Creerá que se están volviendo desleales y tratará de matarlos.”
Miró a Horton con intención.
“Es lo que hace siempre.”
“Eso suena demasiado simple.”
Horton no parecía convencido.
“Esa es la belleza.” murmuró Wen. “¿Qué pasaría si vieras a tu
grupo de Lycans hablando con otro Maestro unas pocas veces y te
dijeran que la charla fue sobre el clima?”
La ira brilló en los ojos de Horton.
“Son unos bastardos traicioneros. Ese no sería el caso.”
“¿Ves? Decker piensa lo mismo sobre todo el mundo, incluso de
los suyos. Es la única razón por la que sobrevivió siendo Líder del
Clan durante todo el tiempo que lo fue.”
“Es muy buen plan porque es muy simple.” afirmó Gerri.
Horton entrecerró su mirada hacia ella.
“No te pregunté.”
Ella selló sus labios. Al Maestro no le gustaban los humanos.
{Mensaje recibido.}

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Wen se puso de pie y gruñó hacia Horton.


“No hables con mi compañera en ese tono.”
Se giró hacia Gerri y le dijo:
“Vámonos arriba.”
Le tendió la mano. Gerri la tomó y salieron de la oficina. Los
Lycans y Vampiros que esperaban fuera les permitieron pasar hacia
las escaleras. No hablaron hasta que regresaron al apartamento y
Wen hubo revisado el espacio para asegurarse de que nadie hubiera
entrado mientras ellos no estaban. Gerri guardó el dinero en su
mochila, no queriendo dejarlo por ahí para que alguien lo robase.
Wen se volvió hacia ella, abrazándola con fuerza.
“Pronto.” susurró.
“Quieres ver si realmente puede hacerle daño a Decker. Lo
entiendo. Sería bueno si todos se atacaran mutuamente.”
Gerri sonrió y frotó su mejilla contra la de él.
“También tengo curiosidad sobre dónde dirá finalmente que
deberíamos ir. Como si hubiera un lugar en el que alguien pudiera
estar a salvo de los VampLycans.”
Wen la agarró de los brazos y la alejó de él, con una sonrisa en
sus labios.
“¿El Polo Norte?” sugirió bromeando.
“Me gusta Santa, y apuesto a que los elfos son lindos. Me
gustaría vivir allí contigo. Podríamos conseguir trabajos fabricando
juguetes.” aceptó ella.
De repente, Wen la levantó de sus pies, avanzando hacia
adelante hasta que su espalda chocó contra la pared, y tomó posesión
de su boca. Gerri jadeó y su lengua se hundió entre sus labios. Su beso
la dejó sin aliento y la excitó al instante. Wen tenía ese efecto en ella.

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Envolvió sus brazos alrededor de su cuello y abrazó su cintura


con sus muslos bien extendidos.
Wen movió sus caderas, frotando su dura polla, aun atrapada
dentro de sus pantalones, contra la costura central de los jeans de
Gerri. Ella gimió contra su lengua mientras él atormentaba su clítoris.
Le molestaba su ropa, deseando que estuvieran desnudos y él
estuviera dentro de ella.
De repente, Wen rompió el beso, sus ojos brillaban
incandescentes cuando Gerri los miró.
“Te deseo.” admitió ella.
“Es una mala idea. Necesitamos parar.”
La frustración se manifestó en su hermoso rostro y su color de
ojos se oscureció hasta ser negro.
“Tranquilo, dulzurita.”
Sabía que ese apelativo le había divertido antes y necesitaba que
se calmara un poco. Realmente podía hacerle daño llegar tan cerca de
su lado Lycan sin cambiar.
“¿Por qué no podemos hacer esto? Podemos ser silenciosos.”
“Porque hay dos docenas de Lycans en este jodido lugar y hueles
increíblemente bien cuando estás excitada. Captarían tu aroma sin
importar lo silenciosos que fuéramos. Eso pondría a algunos de ellos
más cachondos que la mierda y entrarían aquí para tratar de llegar
hasta ti. Entonces tendría que matarles, y no queremos un baño de
sangre todavía.”
“Ducha.”
Gerri sacudió la cabeza señalando hacia el cuarto de baño.

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“Podemos empujar nuestra ropa contra el fondo de la puerta.


Hay un ventilador allí. Podemos bloquear nuestro aroma en esa
habitación. Y vi productos químicos debajo del lavabo.”
Los ojos de Wen destellaron de nuevo.
“Eres tan inteligente.”
Wen la cargó en sus brazos y la llevó hasta el baño, usando su pie
para abrir la puerta pateándola. Luego la dejó en el suelo.
“Desnúdate.”
Gerri no necesitó que se lo dijeran dos veces. Se inclinó, se quitó
los zapatos y después se bajó los pantalones. Wen se desvistió más
rápido que ella y empujó su ropa contra el borde de la puerta. Se
inclinó, abrió de un tirón el armario debajo del lavabo, sacando una
botella de spray limpiador que dejó sobre el mostrador.
A Gerri le encantaba ver su culo desnudo y fornido. Tenía el
mejor cuerpo. Todos esos músculos y su atractiva piel. Dio un paso
rodeándola, abriendo el agua mientras ella terminaba de desvestirse.
Pensó que entrarían en la ducha, pero Wen tenía otras ideas
cuando la agarró por las caderas. Gerri se apoderó de sus bíceps y
entonces la levantó de sus pies. Su espalda golpeó la puerta del baño,
su boca cayó sobre la de ella un segundo después.
Gerri se envolvió a su alrededor, aferrándose a él mientras la
besaba. Había sido un infierno dormir junto a Wen sin poder hacer
nada más que abrazarlo. Su tiempo era corto y ella le deseaba. El sexo
era increíble, y los recuerdos tendrían que durar toda la vida.
Wen entró en ella con un rápido empujón. Gerri jadeó,
arrancando su boca de la suya. Era muy grande, ella estaba lista, pero
aún así fue una sorpresa.

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“Lo siento.” gimió él, enterrando su rostro contra su garganta


para dejar besos húmedos y hambrientos a lo largo de su piel. “Joder,
G.L. ¿Te lastimé? Eres tan condenadamente estrecha y pequeña.”
“No. La próxima vez solo procura ser un poco más lento en la
entrada.”
Wen se rió entre dientes.
“Estás muy mojada.”
“¡No me digas!” bromeó “Tú me pones de esa manera. Muévete.
Estoy lista.”
Rodó sus caderas, inmovilizándola más fuerte contra la puerta.
Gerri deslizó sus manos por sus brazos para agarrar firmemente su
hombro con una mano, envolviendo su otro brazo alrededor de su
cuello. Wen se retiró un poco, luego empujó hacia arriba. Gerri gimió
su nombre.
“Shush.” gruñó. “No queremos que te escuchen.”
{Correcto.}
Se olvidó de todo cuando Wen estuvo dentro de ella. Gerri bajó
la cara y la presionó contra la parte superior de su hombro. Wen la
folló con fuerza. La puerta crujió un poco, pero logró sofocar los
sonidos que estaba haciendo. Se movió más rápido, inclinó sus
caderas para conducirse hacia ella un poco más profundo, y Gerri se
perdió. El clímax se desarrolló hasta que la atravesó y quiso gritar. En
lugar de hacer eso, le mordió, hundiendo los dientes en su piel a lo
largo de la parte superior de su hombro.
“¡Joder!” gruñó, apartando la boca de ella.
Su cuerpo se puso rígido y gimió, corriéndose lo suficientemente
fuerte como para sacudirse contra ella.

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Se aferraron el uno al otro mientras recuperaban el aliento y


Gerri soltó su piel, levantó un poco la cabeza y sonrió mirando hacia
donde le había mordido. No le sacó sangre, pero probablemente
tendría un hematoma durante una hora más o menos. Sus dientes se
habían clavado en su piel lo suficiente como para dejarle marcas.
Su diversión murió rápidamente cuando Wen levantó la cabeza y
la miró. Sus pupilas e iris eran del mismo color negro.
“Necesitas cambiar.”
Wen cerró los ojos, respirando profundamente, y suavemente
sacó su polla de ella. Gerri lo odió cuando la bajó al suelo y la obligó
a soltarle. Wen se dio la vuelta, alejándose de ella y entrando en la
ducha abierta.
Gerri se apoyó contra la puerta y supo que estaba jodida.
Wen luchó por controlarse mientras el agua caliente le corría por
la cabeza y le bajaba por el cuerpo. Podía cambiar, pero no quería
controlar esa parte de sí mismo, en este momento.
El impulso de morder a Gerri, emparejarla, saborear su jodida
sangre y obligarla a tomar la suya, era tan fuerte que le dejó
temblando sobre sus piernas.
La escuchó acercarse, probablemente para unirse a él en aquel
reducido espacio.
“No.”
Gerri no le tocó.
“Lo siento. Iré a la otra habitación.”
“Ni se te ocurra. Solo dame un minuto.”
“Correcto. Olor.”
“Tenemos que lavarnos primero, luego rociaré la habitación antes
de abrir esa puerta. No tendré a esos bastardos viniendo detrás de ti.”

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Apretó los puños, la rabia cegadora le golpeó con tanta fuerza


que su corazón latió con fuerza. La idea de cualquier otro hombre,
incluso con ganas de tocarla le daba ganas de matar.
“Lo siento mucho, Wen. No pensé en eso cuando te mordí. Solo
quería amortiguar los sonidos.”
“Lo sé.”
Wen aspiró aire, lo mantuvo en sus pulmones y lo exhaló.
Repitió eso durante un minuto más o menos.
“Esto no es culpa tuya. Soy yo el que no puede morderte.”
“¿El impulso es más fuerte?”
Wen se debatió sobre decirle la verdad.
“Lo tomaré por un ‘sí’. Lo siento. No te morderé de nuevo.”
Wen odiaba su vida en ese momento. Sus padres. Demonios,
incluso a Gerbin. ¿Cómo diablos se había permitido ser asesinado por
el Nido que estaba rastreando? Su hermano debería haber sido más
cuidadoso. Entonces Wen sería libre de emparejarse con G.L. La
habría perseguido cuando ella cumpliera los dieciocho años.
Se torturó mentalmente yendo allí. Ya tendrían hijos ahora, dado
que no podía apartar sus manos de ella. Solo la imagen que creó en su
mente de su vientre hinchado con su hijo le hizo desear esa
posibilidad. Lo deseaba desesperadamente.
“Cambia.” le instó ella. “Hazlo. Estás demasiado lejos del
límite.”
Tal vez era lo mejor. No trataría de follarla estando con pelaje.
Inclinó su cuerpo y, aunque el espacio era estrecho, el agua caliente le
distrajo cuando le restallaron los huesos, salió el pelaje y se dejó caer
a cuatro patas. Finalmente, cuando todo había terminado levantó la
cabeza, mirándola.

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Gerri estaba desnuda junto a la ducha, mirándole con lágrimas en


los ojos. De alguna manera, Wen estaba causando su dolor. Solo por
eso lamentó haberla involucrado en esto.
Había sido egoísta meterla en su vida solo porque no había
podido mantenerse alejado. Su debilidad por verla, su incapacidad
para mantenerse alejado, les había llevado a este punto.
Gerri entró en la cabina de la ducha y cerró la puerta.
“Está bien, cielo.” alcanzó el champú. “Te lavaré.”
Wen presionó su cuerpo contra el costado del azulejo, alejándose.
Gerri frunció el ceño.
“Vale. No lo haré. ¿No tocar? Eso va a ser difícil. ¡Maldita sea!,
las duchas de la ciudad son estrechas, ¿verdad?”
Gerri usó el líquido blanco que había arrojado en su mano para
frotar contra su piel, incluso su sexo, para lavar lo que acababan de
hacer. Wen maniobró para darle un poco de espacio.
Gerri agachó la cabeza bajo el agua. Wen no podía apartar su
mirada de ella.
Gerri era suya.
Wen lo sabía, lo sentía, y dentro de él todo estaba en contra de
resistir el impulso de retroceder, follársela de nuevo e intercambiar
sangre para vincularla con él.
Finalmente, Wen tuvo que cerrar los ojos cuando ella comenzó a
lavar su largo cabello. Fue una tortura, ya que quería ser él quien
hiciera eso. Sin embargo, ayudó que estaba en pelaje.
Se las arregló para darse la vuelta en la ducha, así que su cola era
lo único que le rozaba el cuerpo de Gerri. Una gota de algo golpeó su
cola y la sacudió. Ella jadeó.
“Mira dónde pones eso.”

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Wen volvió la cabeza y abrió los ojos, finalmente divertido.


Gerri le dio lo que probablemente pensó que era una mirada
asesina, pero era linda como el infierno. Wen sacudió su cola otra
vez, golpeando sus muslos. Gerri se giró, presentándole su culo.
“Ni siquiera lo pienses.”
Estuvo tentado de darle una cachetada, pero mantuvo la cola
quieta. Gerri terminó con su cabello y salió de la ducha, luego le miró
mientras se secaba.
“¿Estás listo para cambiar de nuevo a tu piel o todavía necesitas
más tiempo?”
Wen se encorvó, cerrando los ojos. Cuando terminó, se enderezó
sobre sus dos piernas.
“Rocía la habitación con ese producto, mientras me lavo el pelo.”
“Lo vas a odiar.”
“Mejor eso que tener que luchar contra los Lycans con pollas
duras, si atrapan el olor del sexo.”
“Suficientemente cierto.”
Cerró la puerta de la ducha y el falso aroma de pino llenó la
habitación. Wen hizo una mueca, respirando por su boca.
“¿Cómo diablos pueden soportar los humanos esa mierda?”
Gerri se rió.
“La mayoría de la gente de la ciudad nunca ha estado en un
bosque para conocer la diferencia y no tenemos narices súper
sensibles. Snob.”
Wen gruñó bajo y terminó su ducha. Gerri estaba vestida, aunque
sin sus zapatos, cuando abrió la puerta de la cabina de ducha para
agarrar una toalla. Notó la forma en que la mirada de Gerri se deslizó
por su cuerpo.

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Gerri le dio la espalda.


“Esperaré en la otra habitación.”
“No vayas lejos y deja la puerta abierta.”
“Créeme. No voy a hacer que sea fácil para alguien atacarme
mientras te vistes.”
Gerri era inteligente. Su G.L. siempre lo había sido.
Desapareció de su vista, pero hizo lo que le había pedido,
dejando la puerta abierta de par en par. Percibió atisbos de ella
mientras se ponía la ropa. Parecía estar distrayéndose limpiando. El
arrepentimiento surgió a la superficie una vez más. Gerri estaría a
salvo en su casa, si no fuera por él.
Se enfrentó al espejo humeante y usó la palma de su mano para
limpiarlo, notando de inmediato el enrojecimiento de su piel a lo
largo de la parte superior de su hombro.
Se inclinó, odiando por una vez lo rápido que se curaba. La
marca que Gerri le había puesto se había desvanecido casi por
completo. Esto causó dolor en su pecho.
Quería que ella le dejara una cicatriz, quería que sus dientes le
rompieran la piel.
“¡Joder!”
“¿Estás bien?”
Gerri llegó a la puerta, mirando hacia él. Wen forzó una sonrisa.
“Tengo hambre.”
Simplemente no era por comida. Deseaba a su compañera.
“Supongo que saldremos nuevamente.”
“No. Estamos preparados para pasar la noche. No quiero
perturbar a Horton.”
Gerri asintió con la cabeza.

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“Está bien.”
La vió alejarse, y luego salió del baño, apagando la luz.
{¡Dios maldiga a mis padres y sus anticuadas costumbres!}

189
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DIEZ

*
Wen estaba tan callado que eso preocupaba a Gerri. Algo había
sucedido cuando tuvieron sexo. Él no hablaba al respecto y actuaba
como si nada estuviera mal. Ella le había mordido. Tenía que ser eso.
Había sido irreflexivo, ya que sabía que él tenía ganas de morderla.
Por otra parte, pensar que no era algo que ella hacía bien cuando
Wen estaba desnudo y haciéndole el amor.
Habían dormido unas pocas horas, pero una gran conmoción
hizo que los dos salieran de la cama sobre las tres de la mañana. Wen
fue hacia la ventana, tirando de la cortina.
“Pelea.”
Gerri llegó a su lado en segundos. Dos hombres muy grandes
luchaban, todavía estaban en su piel, pero sus garras estaban fuera.
Había suficiente luz en el patio trasero que podía ver los desgarros que
se abrían en su ropa cuando se acertaban, y el derramamiento de
sangre que causaba. Su mirada se elevó hacia los otros edificios,
notando que las luces se iban encendiendo.
“¡Qué idiotas!” murmuró Wen.

190
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“Lo sé. Alguien llamará a la policía.”


Horton apareció, junto con Joel. El Alfa se movió rápido,
separando a los dos Lycans y gruñendo lo suficientemente fuerte
como para ser escuchado por todo el vecindario.
“¿A esto le llamas mantenerlos bajo control?”
Horton sonaba muy cabreado, dado que estaba gritando. Todos
ellos se movieron dentro, pero Wen ladeó su cabeza mientras soltaba
la cortina.
“Mierda.”
Gerri no podía escuchar lo mismo que él.
“¿Qué?”
“Siguen luchando abajo, pero escucho sirenas.”
No pasó mucho tiempo antes de que Gerri percibiera el leve
sonido de un patrullero de policía o dos que venían.
“No es una gran cosa. A Horton no le importará limpiarles la
mente y hacerlos desaparecer.”
“Cierto. Tal vez debería ayudar.”
Gerri se aferró a su brazo.
“O no. Parece que la Manada de Joel tiene algunas luchas
internas. No quiero que te ataquen si están comparando sus pollas.”
Wen frunció el ceño.
“¿Qué?”
“Esa es una manera indirecta de decir ‘restablecer el orden
jerárquico’. Ya sabes cómo lo obtienen los Lycans.”26
“Sí, pero… ¿cómo diablos lo sabes tú?”

26
Se refiere a que en las Manadas de Lycans se accede al cargo de Alfa retando al
actual Líder a luchar en un combate a muerte.

191
WEN
VL G 6

“Te dije que mi madre está con una Manada. Peleaban cada vez
que uno de ellos pensaba que era una mierda caliente y quería
ascender su posición y rango en la Manada. En su mayoría, es una
cosa típica de los renegados, por lo que pude entender. Espero que no
todas las Manadas sean así. De lo contrario, ¿cómo diablos
sobreviven unos a otros?
“Se verá bien si les ayudo. Estamos tratando de encajar.”
“Bueno.”
“Quédate en mi espalda.”
“Ya sabes que lo haré.”
Gerri le siguió fuera de la habitación, se tomó un momento para
agarrar unos cuchillos de carne, y se fueron del apartamento.
La lucha se había calmado un poco en el primer piso, pero hubo
algunos gruñidos y empujones cuando llegaron. Horton parecía
furioso, mirando a Joel.
“¡Deténtelos ahora!”
Joel golpeó a uno de los luchadores Weres en la cara,
derribándole. Al otro le agarró por la garganta y éste se atragantó
hasta que se desmayó. Joel arrojó el cuerpo inerte junto a su oponente
de una sola vez. Joel le frunció el ceño a Horton.
“Trata con la policía. Acaban de detenerse ahí fuera.”
“Ya lo escuché.” siseó Horton. “Arrástralos fuera de la vista.”
Las sirenas se detuvieron. Joel y otro Lycan agarraron a los
hombres caídos y los llevaron hacia una puerta al final del pasillo.
Horton frunció el ceño ante Wen.
“Odio a estos jodidos perros. Inútiles y problemáticos.”
Gerri vió a Wen tensarse, pero no respondió.

192
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VL G 6

Supuso que Horton había olvidado que el hombre al que acababa


de decirle eso era mitad Lycan. Le frotó la espalda a Wen, esperando
que calmara su temperamento. A veces ella llamaba a los Lycans
‘perros híbridos’, pero Wen sabía que era porque le gustaba bromear.
Horton, por otro lado, claramente había querido decirlo como un
insulto.
La policía llamó a la puerta y Horton se acercó hasta ella,
abriéndola.
“Gracias a Dios que están ustedes aquí. Adelante. Dos hombres
se pelearon. Los hemos sometido.”
Entraron dos policías, los cuales parecían recelosos y nerviosos
mientras miraban a Wen, luego a Horton, y finalmente a Gerri. Ella
forzó una sonrisa.
El más alto de los dos policías se dirigió a ella.
“¿Está usted herida, señorita?”
“No. Estoy bien. Estaba arriba con mi novio cuando estalló la
pelea. Bajamos para ver qué estaba pasando.”
Horton cerró la puerta y los policías se volvieron, cada uno
poniendo una mano sobre sus armas. Los ojos de Horton brillaron y
Gerri bajó la mirada rápidamente, sin querer probar como de bien
podía Horton joder la mente de alguien.
“Quitad las manos de las armas.”
Horton bajó la voz a un tono más suave.
“Seguid mirándome.”
Gerri vió reaccionar a ambos policías, dejando caer sus manos a
sus costados. Por las dudas, se movió situándose detrás de Wen para
bloquear su vista de Horton. Él era un Maestro y a ella ni siquiera le
gustaba escuchar su voz.

193
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Tenía una cualidad que la hacía querer hacer lo que él decía;


incluso tuvo el impulso de mirarle cuando había ordenado a los
policías que lo hicieran.
Wen se acercó y tomó su mano. Eso ayudó. Wen le sirvió de
conexión.
“Aquí no pasó nada.” declaró Horton.
“Eso no va a funcionar.” le interrumpió él.
Wen apretó su mano y la soltó.
“Los humanos de otros edificios deben haberles visto pelear y
habrán llamado. Yo mismo pude ver lo que pasó desde arriba. ¿Me
permites manejarlos?”
“Está bien.” espetó Horton.
Wen se acercó a Horton y luego la miró un instante. Sus miradas
se encontraron.
“Date la vuelta, cariño.”
Gerri hizo lo que él le pidió. Wen no quería arriesgarse a que ella
le mirara a los ojos. En cuestión de segundos, su voz ronca le dijo que
debía haber desatado su brillante ‘mojo’.
“Dos actores aspirantes adolescentes estaban practicando para un
video que quieren hacer. La sangre era falsa. Hablasteis con ellos y les
advertisteis que les arrestarías por perturbar la paz si alguna vez
vuelven a hacerlo. ¿Comprendido?”
“Sí.” dijeron los dos policías al unísono.
Pasaron varios más segundos hasta que la voz ronca de Wen
volvió a sonar.
“Hay gente en la calle. Decidles que fueron solo unos
adolescentes haciendo una broma con disfraces y accesorios para un
video. Aseguradles que todo está bien. Podéis iros ahora.”

194
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La puerta se abrió y Gerri se giró, mirando a los policías caminar


hacia fuera. Wen cerró la puerta y se apoyó contra la madera. Se
quedó mirando a Horton.
“Los humanos no son totalmente estúpidos, y decirles que no
sucedió nada no habría funcionado. Deberías saberlo mejor.”
“Me importa una mierda lo que los humanos piensen, siempre y
cuando me dejen en paz.”
Wen se apartó de la puerta y se acercó al Maestro.
“¿Te importan los VampLycans? No quiero que aparezcan aquí,
¡maldita sea! Podrían estar escuchando los informes policiales
tratando de encontrarnos. Una llamada para salir sobre una pelea,
con lesiones y ningún arresto, levantaría banderas rojas.”
“Vale.”
Horton parecía molesto.
“Te dejé manejarlos. Sin embargo, no creo que nadie pueda
confundir con adolescentes a ese par de imbéciles.”
“El informe de la policía los incluirá en la lista de adolescentes. Si
unos adultos hubieran montado esa mierda, los policías deberían
haberles arrestado. De esta manera parece más creíble.”
“Lo que sea.”
Horton se volvió y abrió la puerta de su oficina.
“Entra aquí.”
Wen le hizo un gesto a Gerri para que le siguiera. Los Lycans no
habían vuelto a salir de la habitación en la que se habían metido.
Ambos entraron en la oficina y encontraron a Horton caminando
detrás de su escritorio.
“Cierra la puerta.”

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Gerri la cerró y caminó para pararse un poco al lado, pero


también un poco detrás de Wen. Ambos observaron a Horton.
Parecía agitado y furioso.
“Esta es la tercera vez que ha sucedido algo así. ¡Jodidos perros!”
Gerri miró a Wen, vió un músculo temblar en su mandíbula
apretada, pero ocultó su ira rápidamente. Sus rasgos enmascararon
sus emociones y éstas no se mostraron cuando habló.
“¿Qué esperabas de una Manada de renegados? No son estables.
Es increíble que todavía no te hayan atacado.”
“¡Los mataré a todos!” gritó Horton.
La puerta detrás de ellos se abrió de golpe. Wen reaccionó
enganchando a Gerri alrededor de su cintura, levantándola y
llevándola hasta una esquina. La dejó caer sobre sus pies y colocó su
cuerpo frente al de ella. Miró a su alrededor, viendo a Joel entrar
dentro de la estancia.
“¿Tienes un problema conmigo y con mi Manada?”
“Sí.” le siseó Horton, mostrando sus colmillos. “No puedes
mantenerlos a raya.”
Entraron dos Vampiros, luego tres licántropos más. La hostilidad
flotó en el aire mientras se miraban a los ojos. Gerri se tensó,
preguntándose si estallaría una pelea. Wen también debía haber
estado preocupado, porque cuando miró sus manos, sus garras
estaban fuera. Gerri cogió los dos cuchillos que había escondido
debajo de su ropa, sacándolos un poco.
“Controla a esas jodidas bestias.” exclamó Horton. “Cada vez
que alguien llama a la policía, eso nos atrae una atención que no
necesitamos. ¿Qué parte de eso es tan difícil de entender, Joel? Si no
puedes evitar que peleen, jodidamente mátalos a todos.”

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Gerri vió el pelo brotar sobre la piel de Joel y sus huesos se


rompieron cuando sus rasgos cambiaron, su hocico salió. Entonces
echó la cabeza hacia atrás y aulló.
Gerri apretó su agarre sobre los mangos de los cuchillos. Oyó
gente corriendo por encima de su cabeza, bajando por el pasillo.
El Alfa había llamado a su Manada.
Los Vampiros atacaron a los Lycans más cercanos a ellos y
Horton saltó sobre el escritorio para golpear a Joel.
“¡Ayúdame, Wen!” clamó Horton.
Wen no se movió, quedándose frente a Gerri. Cuerpos peludos
entraron corriendo en la habitación. No era un espacio lo
suficientemente grande para acomodarlos a todos. Un vidrio se
rompió a través del cuarto y un cuarto Vampiro aterrizó en aquel
cuerpo a cuerpo, después de estrellarse a través de una ventana lateral.
Incluso con su nariz humana, Gerri pudo recoger el hedor metálico de
la sangre llenando la habitación, tan espesa era.
Wen gruñó, un sonido aterrador.
“Ni siquiera penséis en ello.”
Dos Hombres-Lobo venían directos hacia ellos, con sus cuerpos
agazapados a cuatro patas, preparados para lanzar un ataque. Gerri se
presionó con más fuerza contra la esquina, pero mantuvo los cuchillos
apuntando hacia la pared por si acaso los Lycans golpearan a Wen,
haciéndole caer sobre ella. No quería apuñalarle accidentalmente.
Wen retrocedió un poco más, bloqueando su visión de todo menos de
su amplia espalda.
“¡VampLycan!” gritó Horton.
“Estás solo.” le gritó Wen, luego bajó la voz “Prepárate para
moverte, Gerri.”

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“De acuerdo contigo.” prometió ella.


Entonces la lucha se detuvo de repente y la habitación se hizo
más silenciosa.
Gerri no podía ver nada y no tenía idea de lo que significaba ese
silencio. Wen movió su cuerpo un poco, y luego vió a Horton al otro
lado de la habitación, sosteniendo contra su pecho a un Joel
visiblemente cojo. El Alfa estaba cubierto de sangre. También lo
estaba Horton. Color carmesí cubría su boca y su mandíbula, cayendo
hasta su garganta.
“Le mataré si no paráis ahora.” siseó Horton. “Si bebo más de su
sangre ya no sobrevivirá.”
Los lobos bajaron hasta sus vientres, sus miradas se fijaron en
Horton. Uno de los Vampiros yacía en el suelo, cubierto de sangre y
desgarrado por múltiples mordiscos. Gerri se dio cuenta de que una
de sus manos había sido devorada. Al apartar la mirada, su vista
abarcó más. Un lobo estaba muerto. Tenía los ojos abiertos, la sangre
empapando su pelaje. Se alegró de estar apretada contra la esquina,
ya que sus rodillas se debilitaron. La habitación estaba cubierta de
manchas y charcos rojos.
“Lárgate de aquí y te devolveré a tu Alfa para que respires.”
ordenó Horton.
Los Hombres-Lobo se retiraron de la habitación, algunos de ellos
gravemente heridos. Dos de los Vampiros revisaron al lobo que aún
estaba tendido en el suelo. Un tipo de pelo moreno levantó su cabeza.
“Ha perdido mucha sangre, Maestro.”
“Entonces, ¡maldito alimento!” espetó Horton.
Empujó el cuerpo inerte de Joel al suelo.

198
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“Y saca esto de mi maldita oficina. No le desangres más Su


corazón apenas bombea. Aún le necesitamos.”
Wen se apartó de Gerri, pero se mantuvo cerca.
“¿Es esto a lo que tú llamas mantener el control de tu territorio?”
“¡Que te jodan, VampLycan!”
Horton levantó la mano y le señaló.
“Te dije que me ayudaras.”
“Esta no era mi pelea.”
Wen se encogió de hombros.
“Ya tienes el respaldo de tu Nido. Además, eres un Maestro. Si
una jodida Manada puede superarte, mereces morir. Estaba
protegiendo a mi compañera.”
Gerri hizo una mueca interiormente. Esta era esa arrogancia
VampLycan que siempre había odiado. No eran la raza más
comprensiva cuando se trataba de Vampiros, y podrían ser demasiado
contundentes. Apostaba que a Horton tampoco le había gustado
demasiado lo que Wen acababa de decir. Una mirada a su reacción le
aseguró que tenía razón. Parecía furioso.
Gerri abrió la boca para tratar de calmar la situación, pero luego
presionó sus labios. No había nada que pudiera decir que pudiera
torcer las palabras de Wen en algo más agradable. Probablemente
solo empeoraría las cosas, dado que ella era humana.
Horton dio un paso hacia ellos, pero se detuvo. De repente, se
echó a reír.
“Cierto.”
Se giró, caminó hacia la pequeña cocina y se inclinó sobre el
fregadero. Abrió el grifo del agua y se lavó la cara.

199
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Horton se mantuvo de espaldas a ellos. Se tomó su tiempo para


lavarse la cara, secarse y luego quitarse la ensangrentada camisa.
Después desapareció fuera de la vista, probablemente entrando en el
dormitorio del apartamento. Regresó con una camisa limpia puesta.
Miró a su alrededor y curvó su labio superior.
“Limpia este maldito lío.” le dijo a uno de los miembros de sus
Nido, el cual regresó a la habitación desde el pasillo. “Al menos ya no
tengo hambre.”
Horton le sonrió a Wen.
“No fue una noche aburrida.”
“Eso es.”
Wen mantuvo su tono neutral.
“Sube arriba con tu compañera. Nosotros nos ocuparemos de este
desastre.”
Horton se sentó en su escritorio.
Gerri escondió sus cuchillos. Wen se giró y la aturdió
agarrándola de las caderas. Jadeó cuando simplemente la arrojó sobre
su hombro, enganchó un brazo detrás de sus piernas, y caminó hacia
la puerta. Subió las escaleras de dos en dos hasta que volvieron al
apartamento. Entonces cerró de golpe la puerta, la aseguró con llave y
se dirigió al dormitorio.
“¿Quieres decirme por qué me llevas como un saco de grano?”
Wen se inclinó y la dejó en la cama.
“No quería que caminaras sobre la sangre.”
“¿Gracias?”
Gerri frunció el ceño, desconfiando de su respuesta.
“¿Cuál es la verdadera razón?”

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“Estaban haciendo un ‘triaje’27 en los malditos pasillos. No quería


que vieras eso.”
“No me vengas con esa mierda.”
Gerri sacó los cuchillos y los puso sobre la mesita de noche.
“Vale. Solo quería tenerte aquí antes de que la Manada pueda
reagruparse. No tengo idea de lo herido que está Joel, tampoco sé si la
gente de su Manada perderán sus malditas mentes si él muere.”
Wen se agachó frente a ella.
“La cosa podría volverse mala, otra vez.” añadió.
“¿Quieres que nos marchemos ahora?”
“Pronto.”
Gerri le miró a los ojos y bajó la voz.
“¿Después del amanecer?”
Wen asintió.
“Voy a matar a ese cabrón.” murmuró.
“¿Qué hay acerca de darle tiempo?”
Gerri sabía que él lo entendería. Había planeado darle tiempo a
Horton para causarle problemas a Decker.
“Las cosas cambiaron hace solo unos minutos.”
“¿Por lo inestable que es la situación?”
“Podrías haberte lastimado.”
“Ya sabíamos eso. ¿Qué cambió realmente, Wen? Sé sincero
conmigo, ¡maldita sea! Estamos juntos en esto.”

27 Un ‘triaje’ es un método de clasificación de pacientes que se emplea en la


medicina de emergencias y desastres. Evalúa el riesgo inmediato de muerte y las posibles
complicaciones derivadas de la espera, dando privilegio a la víctima con mayores
posibilidades de supervivencia según su gravedad y la disponibilidad de los recursos
necesarios, especialmente en situaciones de demanda masiva.

201
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Wen vaciló. Gerri se inclinó hacia adelante y enganchó su camisa


con ambas manos, empuñando el tejido. Tiró de él más cerca hasta
que sus labios quedaron a escasos centímetros de distancia,
sosteniendo su mirada.
“¿Qué sucede?” le preguntó, manteniendo su voz en un susurro.
“Escuché hablar al Vampiro, el que sacó fuera al otro Vampiro
que fue herido.”
“¿Qué dijo?”
“Ordenó a uno de los Lycans que fuera a buscar un donante de
sangre para alimentar a su amigo.”
Eso no sonaba mal.
“¿Y?”
“El Lycan le dijo ‘solo agarra a la compañera de ese gilipollas, es
humana’.”
“Eso no es sorprendente. Sabía que me verían de esa manera.”
Los ojos de Wen se oscurecieron.
“El Vampiro respondió: ‘Todavía no. Mi Maestro tiene planes para
ella. La va a hacer ser lo bastante fuerte como para sobrevivir a vosotros por
más de unos días, capullos.”
La comprensión apareció, y Gerri supo discernir por qué Wen
parecía tan asustado.
“No deberías sorprenderte de que Horton planee joderte. A
nosotros, debería decir. Es un tipo malvado.”
“Antes dijo que las mujeres a las que convirtió en Vampiro no
duraron con este grupo. Creo que Horton está planeando convertirte
en un Soldado. No estoy dispuesto a arriesgarme a que consiga
tenerte a solas de alguna manera.”
Wen extendió la mano y ahuecó su rostro en sus manos.

202
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“Si hace eso, no puedo salvarte. No hay regreso de eso. Te


volverías loca lentamente y te convertirías en una asesina. Tendría
que matarte.”
Gerri repitió en su mente todo lo que le había contado acerca de
esas versiones ‘zombi’ de un Vampiro. Tampoco quería divertir a una
Manada de la peor manera imaginable.
“Me gustaría que lo hicieras, en ese caso.”
“Nos iremos por la mañana. Te llevaré a un lugar seguro, luego
regresaré para manejar este desastre.”
“Somos un equipo.”
“Quiero que te vayas de aquí, G.L. Hemos terminado.”
El dolor retorció su corazón. Wen no estaba hablando solo de
esta misión. Tendría que regresar a Alaska una vez que su aroma se
desvaneciera, y ella volvería a casa. Soltó su camisa.
“Soy tu compañera en esto hasta el final. Haremos lo que tienes
que hacer y saldremos de aquí de la misma forma en que entramos.
Juntos.”
“Es muy peligroso.”
“Soy tu puto respaldo, Wen.”
Se humedeció los labios y alivió su agarre sobre ella.
“No, nena. Acabas de convertirte en una responsabilidad. Estaré
demasiado preocupado por ti, en lugar de centrarme en lo que tengo
que hacer. Te sacaré de aquí para comer por la mañana y te llevaré a
un lugar seguro. Después volveré solo.”
Wen se levantó.
“Discusión terminada. Duerme un poco.”
Entonces, salió de la habitación pisoteando fuerte.

203
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Las lágrimas llenaron los ojos de Gerri, pero se las secó. Ya sabía
que iba a romper su corazón.
Wen estaba furioso mientras vertía un vaso de agua del grifo y se
lo bebía. Sabía que Gerri correría algún riesgo, pero nunca pensó que
Horton quisiera convertirla en un Soldado y entregarla para que fuese
un juguete sexual para los renegados. Eso le hizo sentirse mal del
estómago y al mismo tiempo le enfureció.
El Vamp y el Lycan que hablaron en aquel maldito pasillo
deberían haber sabido que él podría escucharles. Fue solo pura suerte
que fueran estúpidos o que subestimaran sus sentidos. Horton había
estado dejando correr el agua para limpiarse la sangre en la cara, o
probablemente también habría escuchado esa misma conversación,
alertándole acerca de que Wen estaría detrás de él.
Necesitó todo su control no cargar a Gerri, romper una ventana y
saltar con ella en sus brazos. La quería fuera del edificio ahora
mismo. Era totalmente imposible saber cuándo tenía previsto
atraparla Horton, o cómo.
Irrumpió en el dormitorio, queriendo estar cerca de ella. Gerri se
había quitado los zapatos, estaba tumbada en la cama de espaldas a
él, acurrucada en una bola. Sin embargo, sabía que no estaba
durmiendo.
Wen no podía estirarse junto a ella. Estaba demasiado estresado
y preocupado por su seguridad. Se quedó junto a la puerta, en alerta.
En ese momento tenía una ventaja. Podía protegerla durante unas
horas. Algunos de los Lycans resultaron heridos por su pelea con los
Vampiros. Probablemente no harían un alboroto ni escucharían a
Horton hasta que su Alfa estuviera muerto o lo bastante recuperado
como para darles órdenes.

204
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VL G 6

Lo mejor era esperar hasta el amanecer, cuando los Vampiros


estaban escondidos. Tal vez Joel se despertara y ordenara a su
Manada que huyera del edificio. Eso sería perfecto, pero Wen no
contaba con la racionalidad de la Manada. Probablemente todavía
necesitaban lo que fuera que estuvieran sacando del trato que tenían
con Horton, demasiado intensamente como para simplemente
marcharse.
Extendió la mano y se frotó la parte posterior de su cuello.
Llevaría a Gerri a algún lugar muy público y seguro, y luego
regresaría para matar a Horton. Una vez hecho eso, se encontraría
con Micah en el aeropuerto. Estarían fuera del área para el mediodía.
Podía llevar a Gerri a su casa y quedarse con ella hasta que su aroma
se desvaneciera.
Eso también significaría mantener sus malditas manos fuera de
ella durante algunas semanas. Esto sería un infierno, pero así no la
dejaría vulnerable ante posibles ataques. Su vida significaba para él
más que sus egoístas necesidades. Ya había aprendido esa lección. Si
ella estaba en peligro era por su culpa.
Gerri le había acusado de estar dispuesto a sacrificar su vida.
Nunca haría eso. No importaba lo que le costase.
Wen repasó lo que había aprendido. Sabía que los Vampiros
dormían en el sótano. Les había visto salir de allí. Tenía sentido.
Probablemente tenían previsto algún tipo de ruta de escape. Él lo
haría así, si fuera un Vamp. Una ciudad probablemente significaba
túneles de alcantarillado. Tendría que atacarles duro y rápido.
Puede que Horton fuese capaz de moverse durante el día. No
estaba seguro de los otros tres Vamps en su Nido.

205
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Habían luchado bien, pero el que había sido derribado no parecía


tan antiguo. Probablemente no podría valerse por sí mismo una vez
que saliera el sol. Eso le dejaba lidiando con tres Vamps, además de
los Lycans. Los Vampiros morirían primero, para que Horton no
tuviese tiempo de escaparse.
No sería fácil volver a entrar en la casa sin Gerri. Los Lycans
podrían sospechar. Sin embargo, se había enfrentado a misiones más
difíciles. Lo más importante era la seguridad de Gerri.

206
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VL G 6

ONCE

*
La casa estaba en silencio cuando Gerri y Wen descendieron por
las escaleras. Las mochilas de ambos permanecieron dentro del
apartamento. No querían alertar a nadie sobre el hecho de que Gerri
no volvería. Un Lycan estaba sentado en una silla en el pasillo. Se
puso de pie, un poco receloso.
“Me llevo a mi pareja a comer. ¿Quieres que esperemos hasta que
algunos de tus amigos puedan acompañarnos?”
Wen mantuvo su tono calmado.
“Pasad.”
Wen la tomó de la mano y la llevó hasta la puerta principal. No
había Lycans a la vista. No hablaron hasta que habían dejado atrás
una manzana.
“Eso fue raro.” murmuró.
“Sin vigilancia al frente. Solo un guardia abajo y no nos puso
ninguna pega. Me hace preguntarme… ¿habrá muerto Joel?”
“No has dormido en absoluto. ¿No oíste nada?”

207
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VL G 6

“Escuché movimiento, puertas, pero nadie estaba hablando lo


suficientemente alto como para que yo pudiera escuchar algo. Miré
por la ventana trasera pero nadie se fue por esa vía. No hay vista del
frente desde el apartamento en el que nos alojaron.”
“Supongo que eso es bueno para ti, si tan solo hay un guardia.”
“Es solo que eso me hace preguntarme dónde demonios estará el
resto de la Manada.”
Wen no dejaba de mirar a su alrededor.
“Pero sí, sería bueno, ya que necesito acabar primero con Horton
y con su Nido. No quiero que se escape.”
“Estará atrapado en el sótano.”
“Dudoso. La mayoría de los Vampiros tienen rutas de escape, si
son inteligentes.”
“Tiene la edad suficiente para no estar indefenso cuando se
ponga el sol, ¿verdad?”
“Seguro. Apuesto que al menos uno de sus Vampiros también se
ha estado alimentando de él. Querría un respaldo, por si alguna vez
fuese atacado por los Lycans. Cuanto más les permite beber su sangre,
más fuertes se vuelven.”
“Tal vez los tres hayan estado recibiendo sangre del Maestro.”
“No es el caso de ese que anoche se lastimó tanto que tuvieron
que sacarle de la habitación. Cayó demasiado fácil. Sin embargo, eso
podría haber cambiado una vez que subimos las escaleras. Horton
habrá visto lo débil que era ese miembro del Nido y probablemente
haya querido arreglarlo. Yo hubiera hecho eso.”
Llegaron a un pequeño café y Wen abrió la puerta.
“Después de ti.”

208
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VL G 6

Gerri se agachó, pasando bajo su brazo y caminó hacia el


mostrador. Wen retiró dinero de su billetera. Les pidió dos cafés y
algunos burritos de desayuno.
“Come tú primero.”
Wen le pagó al cajero.
“Necesito hacer una llamada. Voy a meterme en el cuarto de
baño. Vigila la puerta y toma un asiento cerca del cristal, de modo
que puedas ser vista fácilmente. No me sorprendería si estuviéramos
siendo seguidos.”
“Lo tengo.”
Gerri forzó una sonrisa y se sentó en una mesa cerca de la puerta
principal. Su mirada recorrió la calle. La gente andaba por ahí, pero
ninguno de ellos parecía ser un licántropo. Tenía años de práctica
observando a la gente, estando alerta.
Wen volvió a la mesa en unos pocos minutos. Alzó la vista
cuando se sentó frente a ella.
“Micah volará para buscarnos justo después de que haya
terminado. Quiero que te encuentres con él en el aeropuerto.
¿Recuerdas el nombre?”
“Sí. Ese es un largo viaje en coche, si tengo que pagar un taxi.”
Wen deslizó un fajo de billetes debajo de la mesa.
“Esto lo cubrirá.”
“Muy bien.”
Gerri se guardó el dinero en su bolsillo.
“Entonces… ¿vas a regresar al edificio y luego te encontrarás con
nosotros allí?”
“Ese es el plan.”
Wen sostuvo su mirada.

209
WEN
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“Exploré la parte posterior. Hay una alarma en la puerta pero


agarré a un empleado. Le hice apagarla. Voy a comer, y luego saldré
por la parte frontal. Tan pronto como lo haga, sales por la puerta de
atrás. No llames la atención corriendo. Llama a un taxi tan pronto
como sea posible. No te detengas por nada, G.L.”
Gerri estaba preocupada por él.
“Lo tengo. Sencillo.”
Wen la estudió.
“No harás una tontería y tratarás de seguirme, ¿o sí?”
Gerri le sonrió.
“No.”
“Aunque pensaste en ello.”
“Culpable. Entonces me di cuenta de que solo te distraería. Sería
una mierda de respaldo si necesitaras velar por mí. Prometo que
saldré por la parte trasera y me dirigiré hacia el aeropuerto. Tú me
prometes que no morirás.”
Wen se inclinó sobre la mesa para tomar su mano.
“De ninguna manera.”
Uno de los empleados trajo sus cafés y sus burritos rellenos con
huevos revueltos, bacón y croquetas de patata. Gerri no tenía mucho
apetito, pero se las arregló para comerse uno.
Wen se tragó los cuatro que ella había pedido para él.
“Tengo que irme.”
“Por favor, ten cuidado. Aún no voy a decirte adiós. Prometiste
quedarte conmigo hasta que tu aroma desaparezca.”
“Siempre cumplo mi palabra. Ten cuidado, G. L.”
“Conseguí la parte fácil. Ojalá tuviera mi teléfono. Voy a estar
preocupada por ti.”

210
WEN
VL G 6

“Estaré detrás de ti cerca de una hora o menos. Micah estará


esperándote en el aeropuerto.”
Wen se puso de pie.
“¿Lista?”
Se levantó y rodeó la pequeña mesa, agarrando la parte delantera
de su camisa. Wen la miró fijamente.
“No mueras.” susurró ella. “¿Un beso para darte suerte?”
Su boca se curvó hacia arriba.
“No voy a necesitarla, pero no rechazaré un beso tuyo.”
Gerri se puso de puntillas mientras Wen bajaba hacia ella. Sus
labios rozaron los de ella suavemente. Ella quería profundizar ese
beso, pero él se alejó.
“Es hora, G.L. Ten cuidado. Ahora mueve ese exuberante trasero
tuyo y no mires atrás.”
“Lo mismo para ti.”
Gerri le dejó ir con pesar. Las palabras ‘Te amo’ se atascaron en
su garganta, pero se las tragó.
Wen dio media vuelta, empujó la puerta y regresó en la dirección
en que habían venido.
Gerri giró, caminando hacia la parte posterior del café. La señal
de ‘salida de emergencia’ estaba cerca del baño. Abrió la puerta y
terminó en un callejón. Giró en la dirección opuesta a la que se había
ido Wen y se alejó. Algunos vagabundos dormían por allí, pero nadie
la detuvo. Salió a la calle y vió a un niño sentado en una parada de
autobús enviando mensajes de texto con su teléfono. Fue
directamente hacia él y sacó un billete de veinte dólares de su bolsillo.
“Oye.”
El chico levantó la cabeza, mirándola a ella y luego al dinero.

211
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VL G 6

“Necesito hacer una llamada. Voy a ser muy rápida y es una


llamada local. Perdí mi teléfono móvil. ¿Puedo tomar prestado el tuyo
por un minuto?”
El chico vaciló y luego se lo entregó. Ella le deslizó el dinero y
marcó el número de Micah que antes había memorizado. Respondió
al primer tono.
“¿Quién es?”
“Gerri. Wen va solo. Necesita respaldo. ¿Tienes la dirección de
donde estábamos?”
“Dámela.” respondió.
Gerri se la recitó.
“Ayúdale. Estoy de camino al aeropuerto.”
“Lo haré. Pero no va a estar feliz por esto.”
“No me importa. No me dejó ir con él y odio la idea de que esté
solo. ¿Tu hermano aún está cerca?”
“Lo está. Ambos iremos.”
“Ten cuidado. Son dos docenas de pieles y cuatro de los otros.
¿Lo tienes?”
Micah se rió entre dientes.
“¿Alguien puede oírte?”
“Tomé prestado el teléfono. Tengo que irme. Veo un taxi. Ten
cuidado y no dejes que nada le pase a Wen.”
“Haremos lo mejor posible.”
Gerri terminó la llamada y le pasó el móvil al niño.
“Gracias.”
“Ese fue el dinero más fácil que he ganado en mi vida.”
Gerri caminó hacia la calle y ondeó su mano para llamar al taxi
que se aproximaba. Se detuvo y ella se deslizó en el asiento posterior.

212
WEN
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“Espero que tengas algo de tiempo, porque necesito un viaje al


aeropuerto.”
Gerri le dijo el nombre del lugar, para que no supusiera que iba a
ir a algún lugar local. Aquel tipo la miró boquiabierto.
“Sabes que ese es un aeropuerto privado, ¿verdad? No es uno
normal.”
“Lo sé.”
El conductor miró hacia adelante.
“Bueno. Quiero cien por adelantado.”
Gerri sacó el dinero, escondiendo de él el resto del gran alijo, y le
ofreció hasta doscientos.
“No voy a joderte pidiéndote una carrera que no puedo pagar.
Solo llévame al aeropuerto.”
El taxista echó un vistazo a los billetes, luego a ella.
“Está bien.”
Se giró en el asiento, mirando hacia atrás al tráfico. Era posible
que alguien intentara seguirla, si los Lycans les hubieran estado
observando. Era su trabajo asegurarse de que eso no sucediera. Su
mente voló hacia Wen.
{Por favor, estate bien. Por favor, vuelve a mí.}

213
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Wen entró en la casa, su cara era una máscara de furia. El Lycan


se levantó de su silla en el pasillo.
“¿Dónde está la mujer?”
“Nos metimos en una maldita pelea. ¿Tienes una compañera?
¡Pueden ser exasperantes! El hecho de que ella sea humana lo hace
diez veces peor. Tu pequeña pelea de anoche la alteró y ahora no se
siente segura aquí. La protegí, ¿no? ¡Sí, lo hice!”
El Lycan miró boquiabierto su diatriba, luego se recuperó.
“Tienes que encontrarla. Ella sabe de nosotros.”
“Ahora se está tomando uno de esos cafés helados y donuts por
la calle, me dijo que le diera espacio. La recogeré en diez minutos.
¿Espacio? ¿Qué diablos es eso?”
Wen se paseó, como si estuviera agitado.
“Es mi compañera. No hay tal cosa como el espacio.”
“Tienes que ir a buscarla ahora.”
Wen se giró, caminando más cerca del guardia.
“Lo sé. Las compañeras pueden volverte loco.”
Wen lanzó un golpe bajo, sorprendiendo al Lycan.
Su puño hizo contacto con la nariz del tipo, echándole la cabeza
hacia atrás. Wen se movió rápido, le atrapó y le rompió el cuello.
Luego llevó el cuerpo a la oficina de Horton y le dejó allí. Cerró la
puerta, luego se movió rápidamente hacia la puerta del sótano
mientras la costa aún estaba despejada.
Estaba cerrada con llave. Sacó su cuchillo de caza de su funda de
tobillo, metió la hoja entre la puerta y el marco, y destrozó la barata
cerradura. Entonces abrió la puerta. El aroma de los Vamps llenó su
nariz. Definitivamente estaban durmiendo allí.

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También golpeó su nariz el olor de sangre fresca. Hizo una


mueca, entró silenciosamente al hueco de la escalera y cerró la puerta
detrás de él. Se aseguró de que permaneciera bloqueada, sus ojos se
ajustaron a la penumbra.
Bajó por la escalera hasta el sótano construido.
La vista de ocho cuerpos le sorprendió. Habían sido arrojados
cruelmente al suelo. Solo recogió unos latidos de corazón y eran muy
débiles. En silencio, pronunció una maldición. No había esperado
víctimas. Se acercó y se agachó junto al más cercano.
Había sangre alrededor de la boca del hombre. Wen se inclinó y
olisqueó. El terror le golpeó con fuerza cuando miró a los demás.
Pudo ver algunas de sus caras. También tenían sangre alrededor de
sus labios. Sangre de Vampiro.
El jodido Horton los había convertido.
De repente, otro latido se unió a los demás. Estaban pasando de
muertos a no-muertos.
Wen envainó su cuchillo para liberar su mano. Tocó al que
estaba a su lado, usando su dedo y su pulgar para abrir su párpado. A
continuación, la rabia le invadió mientras miraba fijamente el globo
ocular inyectado en sangre de aquella víctima inconsciente. No era un
Vampiro. Iba a despertar siendo un Soldado, otro Ghoul. Estaba
seguro de eso. La prueba estaba en esos ojos, y en el hecho de que
había muerto antes de convertirse.
Solo para estar seguro, soltó el párpado y se inclinó para estudiar
la complexión del hombre. Vió el comienzo de venas muy tenues y
oscuras debajo de la piel, pero la víctima aún olía a humano.

215
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Esa pelea de la noche anterior debió haber hecho que Horton se


preocupara porque los Lycans superaban en número a los Vampiros
de su Nido.
Era una situación jodida, pero Wen sabía lo que tenía que hacer.
Se levantó, haciendo caso omiso de los cuerpos inertes. No serían
peligrosos hasta que el sol se pusiera y terminaran de cambiar. Tenía
asuntos más urgentes que tratar primero.
Caminó por un pequeño pasillo, se detuvo cerca de una puerta
cerrada y frunció el ceño. Era una puerta de seguridad con al menos
cuatro cerraduras. Se movió a la habitación contigua y abrió una
puerta estándar.
Era un espacio de almacenamiento con algunos muebles dentro,
sin olor a Vamp allí. Luego, fue a la habitación frente a esa. Contenía
artículos de limpieza, algo de pintura y otras cosas que probablemente
se usaron para mantenimiento del edificio.
Volvió al almacén de muebles y miró alrededor, encontró rieles
de metal en el armazón de una cama y levantó dos de ellos. Probó su
fuerza tratando de doblarlos. Resistieron.
Se mantuvo en silencio, entró al pasillo y estudió la puerta de
seguridad reforzada. Puso los rieles en el suelo y volvió al almacén de
mantenimiento. No había cuerda, pero encontró cables. Servirían.
Volvió al pasillo y los ató fuertemente alrededor de los rieles, luego
los empujó contra las paredes al otro lado de la puerta, presionando
su cuerpo contra ellos para evitar que se cayeran. Ató los cables a las
puertas que se abrían hacia adentro.
Los vampiros podrían tratar de abrir la puerta desde dentro, pero
tendrían dificultades. Retrocedió, admirando su obra.

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Los rieles funcionarían como una llave inversa. La puerta no se


abriría más de cuatro dedos antes de que los rieles chocaran contra
ella. Sonrió satisfecho, luego entró a la habitación con muebles, que
estaba justo al lado de la de los Vampiros.
Miró el panel de yeso, contento de que no fuera de ladrillo. Tomó
algunas respiraciones profundas, rodó sus hombros, y luego se
inclinó, recuperando su cuchillo de caza. Sacó otro de su bota, se
levantó y se abalanzó hacia adelante. Golpeó la pared con fuerza,
usando su hombro y remetiendo la cabeza, yendo directo a través de
aquella barrera de construcción barata.
Los cuatro Vampiros estaban allí. Habían establecido dos literas.
Horton se despertó y saltó desde una litera superior. Siseó mientras
aterrizaba, confundido, mientras Wen se sacudía los escombros de la
pared y el aislamiento.
“¿Qué demonios estás haciendo?”
Dos de los Vampiros se movieron, pero fueron más perezosos. El
cuarto no se movió en absoluto. Fue un error que Horton no le
hubiera fortalecido después de haber sobrevivido a la pelea con los
Lycan. Por otra parte, Wen no estaba sorprendido. No pensaba nada
bueno de aquel bastardo.
“¿Qué piensas tu? Quieres convertir a mi pareja en un Soldado.
¡Que te jodan!”
Wen arremetió, buscando al Vamp más cercano, que ya había
logrado ponerse de pie. Wen le arrancó la cabeza con sus cuchillos y
el polvo llenó la habitación.
Wen fue después de Horton el siguiente.
El Maestro siseó y saltó, brincando de vuelta a su litera.

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Wen sabía que trataría de zambullirse sobre él para llegar hasta la


pared que acababa de atravesar, o quizás tratara de alcanzar la rejilla
que vió en el suelo debajo de una de las camas. Probablemente esa era
la ruta de escape del edificio. No podía permitir que esto ocurriera.
Metió uno de sus cuchillos en el corazón del segundo Vamp para
liberar su mano, agarró al tipo por el cuello y lo tiró hacia Horton.
Usando su velocidad y su fuerza superior para alcanzarle
rápidamente, Wen arrojó al Vamp hacia un lado y agarró a Horton.
Le apuñaló con su segundo cuchillo, la hoja se hundió en el cuello de
Horton.
El Maestro gritó, el sonido salió más como un gorgoteo.
El Vamp herido saltó sobre la espalda de Wen, pero le ignoró,
manteniendo a Horton agarrado mientras agarraba el mango del
cuchillo y lo retorcía violentamente.
Sintió unos colmillos hundirse en su hombro, el bastardo colgado
en su espalda estaba tratando de debilitarle. Pero Wen se negó a soltar
al Maestro.
Horton le miró con ojos horrorizados durante un precioso
segundo... y luego todo había terminado. Su cabeza se desprendió y
se convirtió en cenizas de inmediato.
Wen apuñaló en la cabeza al Vamp que estaba detrás de él, se
echó hacia atrás para agarrarle por el pelo, y se lo arrancó de su
espalda. Arrojó aquel bastardo al suelo, tratando de usar su bota para
pisotearlo en las costillas, pero su pie resbaló en toda la sangre que
cubría la parte superior de su cuerpo a causa de la puñalada que había
recibido antes en el torso.
La habitación dio vueltas, pero Wen ignoró el momento de
mareo, cayó sobre el Vamp y tiró de su cuchillo para liberarlo.

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Le cortó el cuello, arrancándole la cabeza. El cuerpo que estaba


debajo de él desapareció en cenizas.
Wen se sentó sobre sus rodillas, reduciendo la respiración antes
de estirar el brazo, sintiendo la rasgadura en su camisa. Estaba
empapado en rojo.
Volvió la cabeza, inclinándose lo suficiente para ver cuánto daño
le había hecho ese Vamp. El bastardo le había desgarrado con sus
colmillos. Se curaría, pero sangraba mucho. Se quedó sentado por
unos momentos más, respirando profundamente. Finalmente se
levantó, alcanzó al vampiro dormido, y terminó con él dándole una
estocada con su cuchillo. Tomando su otro cuchillo, se desplazó a
través del agujero en la pared, y salió por la sala de almacenamiento
de muebles desde la que había entrado.
El Maestro y sus Vampiros habían sido atendidos. Ahora solo
tenía que tratar con los Soldados.
Ahora sonaban más latidos cardíacos. Los muertos volvían a la
vida. No podían ser salvados, era demasiado tarde para ellos, y no se
convertirían en cenizas si les cortaba la cabeza. Tendría que matarlos
y destruir los cuerpos con fuego.
La culpa le golpeó, pero la empujó hacia atrás. Su destino había
sido sellado en el momento en que Horton había forzado su sangre
dentro de ellos, y luego los había matado. No podía permitir que un
grupo de salvajes sedientos de sangre se desatara en una ciudad.
El ruido sonó por encima de su cabeza y se tensó. Fue un milagro
que los Lycans no hubieran bajado todavía. Debían haber escuchado
la pelea que había tenido lugar en la otra habitación. Envainó sus
cuchillos, ya no necesitaba silencio.

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Soltó sus garras y esperó. No tomó mucho tiempo. La puerta de


arriba se abrió de golpe con el sonido de la madera agrietándose.
Unos pasos tronaron por las escaleras. Joel fue el primero en llegar.
“Se acabó.” le dijo Wen. “Horton está muerto. Solo siguió su
camino.”
Más Lycans llenaron la habitación detrás de Joel. El Alfa levantó
su mano, mirando a Wen.
“¿Qué hiciste?”
“Mira los cuerpos en el piso. ¿Sabes lo que son?”
“Humanos muriendo.”
Joel los miró, curvando su labio.
“Los Vampiros se alimentan de ellos.”
“Incorrecto. Tu pequeña pelea con Horton anoche debe haberle
hecho sentir incómodo. Estos eran humanos, pero al atardecer se
convertirán en Soldados-Ghouls. Piensa en Vampiros súper-fuertes
con una sed de sangre como nunca antes hayas podido ver. Se
recuperarán más rápido que un Vamp normal y se volverán más locos
cada vez que se lesionen. Él los trajo a este edificio para usarlos
contra ti. Y habrían convertido tu Manada en comida. ¿Comprendes?
Te hice un favor.”
“Horton iba a hacernos ricos.”
“Eres un idiota si crees todo lo que te dijo un Vampiro, Joel.
Horton te estaba utilizando hasta que ya no te necesitara. Entonces
habría masacrado tu Manada con estas cosas que ahora están en el
suelo. ¿Le oíste anoche, ordenándome que pelease contra tu Manada?
¿Te diste cuenta de que no le hice caso? Mi cabreo no es contigo.”

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Más Lycans entraron en la habitación. Wen llevaba la cuenta.


Había diecinueve de ellos. Estaba ampliamente superado en número,
y maldita lástima que no había llevado sus armas para la lucha.
Lo habría hecho, pero había tenido que llevar a Gerri a un lugar
seguro, y el riesgo de que los humanos en la calle se dieran cuenta de
que llevaba armas habría llamado la atención. Tampoco había tenido
la oportunidad de volver arriba para buscar su mochila.
Joel gruñó, el pelaje fue creciendo a lo largo de su cuerpo.
“Bueno. Pediremos un rescate por el dinero de la recompensa.”
“Odio decírtelo, pero corté mi propio trato con esos VampLycans
que me estaban buscando. Llamé a mi antiguo Clan después de esa
pelea de anoche. Ellos querían a Horton muerto. Él les había
cabreado aún más que yo. La recompensa se ha retirado. No
obtendrás ni un jodido céntimo por mí.”
Wen no pensaba admitir ante el Alfa que nunca había habido una
verdadera recompensa.
“Todo se acabó.”
“Nos has costado un montón de puto dinero, VampLycan.”
gruñó Joel. “¡Vas a morir solo por eso!”
Atacaron en formación de Manada. Wen se tensó, sabiendo que
tendría que luchar para llegar hasta las escaleras que actualmente ellos
bloqueaban. Ayudaría un poco si pudiera embotellarlos allí, asumir
menos rivales a la vez. Sin embargo, primero tendría que llegar hasta
la escalera.
Al menos los humanos muertos no serían ninguna amenaza hasta
que el sol se pusiera y se despertaran como Soldados.
De inmediato, seis Lycans le golpearon, el dolor le subió por los
brazos debido a los zarpazos.

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Al mismo tiempo, Joel intentó lanzarse a por su garganta. Wen


lanzó un recorte, su cuchillo hizo que el Alfa gritara en agonía.
Los Lycans comenzaron a cambiar, creciéndoles su pelaje, y
empujándose unos contra otros para llegar hasta él. Se tambaleó hacia
atrás, tirándoles y dejando caer su arma para liberar sus garras.
Entonces tropezó con un maldito cuerpo de Soldado y se cayó.
Múltiples colmillos rasgaron en varias partes de su cuerpo y
rugió, retorciéndose para proteger su estómago, entonces empujó
hacia arriba desde el suelo. Se puso de pie y luchó con más fuerza.
Era tentador cambiar, pero sabía que era igual de letal estando solo
medio cambiado. Esto también hacía que fuese más difícil para ellos
hacer un daño mayor, al tener su ropa puesta.
Continuó luchando, matando a cualquier Lycan que se le
acercara lo suficiente. En un momento dado, un lobo saltó hacia él.
Demasiado tarde, trató de agacharse... pero el Were navegó pasando
sobre su cabeza, claramente a propósito, golpeando a otro Lycan que
se había estado acercando furtivamente desde atrás.
Wen logró identificar las marcas en el pelaje y se echó a reír.
Había venido Graves. Vió otro cuerpo peludo familiar junto al hueco
de la escalera, arrancando la garganta de un Lycan. Micah también
estaba allí.
Iba a sobrevivir, después de todo.
Wen se sintió mareado y casi cayó de rodillas cuando otro grupo
de colmillos se hundió en su brazo. Arrojó lejos a aquel bastardo,
estrellándole contra una pared. Sus garras se hundieron en la garganta
del Lycan mientras le sostenía allí. El enemigo murió con rapidez.
Dejó que aquel cuerpo cayera, gruñendo mientras dos miembros
más de la Manada le atacaban.

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DOCE

*
Gerri estaba preocupada mientras estaba sentada en un banco
fuera del aeropuerto privado. Un guardia dentro había comenzado a
dar vueltas alrededor de ella, por lo que había dejado el interior para
esperar donde pudiera ver el estacionamiento. De vez en cuando
entraba para usar el baño y miraba un reloj en la pared. Micah y Wen
ya deberían haber aparecido hace más de tres horas.
Un pensamiento no dejaba de repetirse en su mente:
{Algo está realmente mal.}
Había llamado al número de Micah una docena de veces desde el
teléfono público, pero había saltado directamente al buzón de voz. Y
no podía llamarla de vuelta exactamente, ya que tenía su móvil.
Lamentaba habérselo entregado, junto con su carnet. ¿Y si nunca
aparecía? Solo le quedaban unos ciento sesenta dólares del fajo de
dinero que le había dado Wen. Estaría varada en Washington sin
nadie a quien pedir ayuda.

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Un automóvil clásico28 de color negro entró en el


estacionamiento y aparcó. Gerri vió como salía un hombre grande y
se puso de pie en un abrir y cerrar de ojos. Era Micah. Corrió hacia él,
su mirada se precipitó desde él hacia el lado del pasajero. Wen no
salió. Micah caminó hacia el frente del coche y la esperó. Mientras se
acercaba al coche, se dio cuenta de que estaba solo.
“¿Donde está Wen? ¿Está bien?”
Micah se apoderó de sus brazos, su expresión sombría.
“Wen se lastimó pero está sanando.”
“¡Oh, Dios!”
Lo había sentido en sus entrañas.
“¿Como de mal está?”
“La Manada lo destrozó un poco antes de que llegáramos allí,
pero te juro que estará bien.”
“¿Dónde está tu SUV? ¿Lo está conduciendo él?”
Gerri dio un paso hacia la derecha, mirando hacia la entrada del
estacionamiento. Micah tiró de ella hacia atrás y se inclinó un poco,
sosteniendo su mirada.
“Está sanando. Graves le estará atendiendo durante los próximos
días, mientras esté lesionado.”
Gerri cerró los ojos, luchando contra las ganas de vomitar.

28
En el original ‘muscle car’. Son coches de altas prestaciones de la década de los 60
a principios de los años 70. Por lo general, eran una variante mejorada de un automóvil
familiar menos potente, al que se mejoraba con grandes cilindros V-8 de gran cilindrada,
llantas grandes de cromo, doble escape, rayas o llamas de carreras, ganando en ruido y
velocidad. La idea básica era obtener el motor más grande y pegarlo en el auto más
pequeño disponible en ese momento. La era del ‘muscle car’ acabó al inflarse los precios
de la gasolina, penalizarse las emisiones de gases y por la represión de las compañías de
seguros. Actualmente se consideran clásicos o de colección.

224
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Los VampLycans eran rápidos curando, por tanto sus heridas casi
debieron matarle, si el hermano de Micah tenía que cuidar de Wen.
Eso significaba que estaba en muy mal estado.
“¿Gerri? Mírame.”
Ella abrió los ojos.
“Wen estará bien. No te mentiría.”
“Llévame con él.”
Su agarre sobre ella se tensó.
“Wen me ordenó que te lleve en avión a tu casa y que
permanezca contigo hasta que él pueda unirse a nosotros. Voy a
protegerte mientras lleves su aroma.”
“No. Llévame con Wen.”
“Se puso complicado, Gerri. ¿Lo entiendes? Wen te quiere donde
estés a salvo. Eso es mi hogar y está lejos de aquí. La policía podría
estar buscándote en algún momento, si entrevistan a cualquiera de los
vecinos de todo el edificio de ese Nido. Ambos, Wen y tu fuisteis
vistos en ese barrio.”
“¿Qué pasó?”
“Wen aniquiló a Horton y su pequeño Nido, pero el bastardo
había creado varios Soldados. Aún estaban cambiando, todavía no se
habían convertido completamente. La Manada de renegados estaba
bastante cabreada y decidieron tratar de destrozar a mi primo. Fue un
baño de sangre. ¿Sabes lo que significa cuando matas a Soldados
recién formados?”
Gerri sacudió su cabeza.
“Los recién creados dejan cuerpos atrás. Además, matamos a los
Lycans de la Manada y ellos tampoco se vuelven cenizas.

225
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No había forma de eliminar todos los muertos en un área tan


poblada sin que alguien se diera cuenta, sin mencionar que la sangre
se habría notado. Eso significó derribar el edificio para destruir la
evidencia.”
Ella le miró, aturdida.
“Tuvimos que incendiar el edificio y luego hacerlo estallar.” le
explicó. “Eso atrajo la atención de los humanos. Estoy seguro de que
ahora los policías están entrevistando a la gente para tratar de
descubrir qué diablos pasó. Podrías haber sido vista, ¿entiendes? Es
posible que los policías quieran hablar contigo.”
“Mierda.”
Micah tenía razón.
“No hubo otra opción. Mi hermano es un experto en ese tipo de
cosas. No quedará nada a lo que puedan encontrar sentido los
humanos, si se molestan en excavar ese sótano. Graves se aseguró de
que estuviese lo suficientemente caliente allí abajo como para borrarlo
todo. Nuestra especie no se quema igual que lo hacen los humanos.
Es algo que tiene que ver con nuestra sangre. Estamos bastante
seguros de que pasa lo mismo con los Soldados. Todos tenían latidos
del corazón para el momento en que Graves tuvo todo preparado.”
“¿Latidos del corazón?”
“No preguntes.”
Micah miró a su alrededor.
“Necesito entrar, presentar un plan de vuelo y sacarnos de
Washington. En este momento, con suerte la policía creerá que la
explosión fue causada por una fuga de gas. Graves hizo una llamada
al 9-1-1 desde el interior del edificio justo antes de que explotara,

226
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diciendo que olía a gas. Cuanto más lejos estés de aquí, mejor, en
caso de que sospechen que fue un incendio provocado.”
“¿Crees que me echarán la culpa?”
“No. Estuviste aquí desde antes de que ese edificio cayera. Has
estado dentro, ¿verdad? Estos lugares tienen cámaras.”
“Sí, hasta que uno de los guardias siguió mirándome. Otras
personas estaban aquí para encontrarse con pilotos o aviones propios.
Me quedé allí sentada, preocupada por cuándo llegaríais Wen y tú.
Creo que le estaba poniendo nervioso, así que salí.”
“Entonces tienes una coartada. Ahora asegurémonos de que sea
buena. Lamento llegar tarde. Voy a decir que tuve un pinchazo, si
alguien pregunta.”
Micah la soltó.
“Tu bolsa está en el maletero. Déjame agarrar la tuya y la mía.
Los viajeros tienen equipaje.”
Gerri le siguió hasta la parte trasera del automóvil, donde él
recuperó su mochila y su bolsa de lona.
“¿Es de alquiler?”
“De mi hermano. Él se quedó el SUV. El asiento trasero está
empapado con la sangre de Wen. Informaré de que fue robado por la
mañana. En algún momento de mañana, será encontrado siendo un
caparazón quemado. Eso le dará tiempo a Graves para prenderle
fuego esta noche.”
Su estómago estaba atado en nudos.
“¿Cómo de grave está Wen? Sé sincero.”
“Llegamos y escuchamos la pelea en el sótano. La Manada
estaba dirigida contra él. Muchos bocados, pero tiene todos los dedos
de las manos y los pies.”

227
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Eso no la hizo sentir mejor. Micah condujo a Gerri al interior del


edificio.
“Soy tu novio.” le apuntó Micah.
“¿Todavía eres Fred Tobis?”
“Sí. Simplemente no hables a menos que tengas que hacerlo.
Procura atraer la menor atención posible. Esta vez no tenemos a Wen
con nosotros para mostrar sus brillantes ojos azules y borrarles todos
sus recuerdos.”
“Lo tengo.”
Micah señaló una serie de sillas.
“Toma asiento. Tengo que lidiar con la documentación. Usa el
baño mientras yo no estoy. Espero que nos pueda llevar al aire dentro
de una media hora.”
“¿Puedo llamar a Wen?”
Micah frunció el ceño.
“Probablemente esté durmiendo, Gerri. Es lo mejor para él
mientras se cura.”
“Me sentiré mejor si puedo escuchar su voz. ¿Por favor?”
El Lycan vaciló, luego sacó un móvil de su bolsillo trasero.
“Utiliza este teléfono, nunca el tuyo. Hablando de eso, puse el
tuyo en tu mochila. No copies su número para más tarde. Estamos
usando móviles de propiedad VampLycan, y mezclan los números en
caso de que alguna vez sean tomados por un enemigo. Aparecen
como llamadas desconocidas sin información. Si le llamas desde tu
teléfono, todos los que tengan acceso a sus registros tendrán tu
número. Sin mencionar que tu número aparecerá en su teléfono,
probablemente también tu nombre, y su Clan podrá rastrear tu móvil.

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Eso sería muy malo, teniendo en cuenta que sé muy bien que Wen no
quiere que sus padres descubran que ha estado contigo.”
“Lo entiendo.”
Micah miró hacia abajo a su teléfono, usando su pulgar para
tocar la pantalla.
“Que sea breve. Necesita sanar.” se lo entregó. “Pulsa ‘conectar’
cuando estés lista. Te daré privacidad. Debería volver pronto.”
Gerri tomó el teléfono, su corazón latía con fuerza, y vió a Micah
caminar hasta el mostrador, hablando con la mujer detrás de él. Gerri
tomó asiento y presionó su pulgar hacia abajo. Levantó el teléfono y
se lo llevó a la oreja. Pasaron unos segundos y luego sonó. Cerró los
ojos cuando volvió a sonar, otra vez.
“Por favor descuelga y dime que estás bien.” susurró.
Cinco tonos más tarde y sonó un ‘clic’.
“¿Hola?”
Era la voz de una mujer. Sus ojos se abrieron de golpe.
“Lo siento. Debo tener el número equivocado.”
“No lo haces. Eres Stellia, ¿verdad?”
Gerri se sorprendió. Ese era el nombre de la Sanadora del Clan.
“Trayis dijo que podrías llamar.” la mujer se apresuró. “Me
disculpo por contestar el teléfono de Wen, pero él está en la ducha.
Escuché su teléfono sonando en sus pantalones, así que lo respondí.
Se siente mucho mejor desde que bebió un poco de mi sangre.”
Gerri finalmente logró hablar de nuevo.
“¿Quién eres?”
“¿Trayis no te dijo mi nombre? Bueno, cuando antes hablé con él
me dijo que estabas cazando y que tendría que enviar a alguien a
buscarte. Probablemente no obtuviste muchos detalles. Soy Sherry.

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Trabajo para tu Clan, y yo soy a quien mordió Wen para poder sanar
más rápido. Dile a Trayis que tenía razón. Mi sangre funcionó. Pedí
comida para Wen y para mí al servicio de habitaciones. Admito que
estoy un poco aturdida, pero Graves me lo quitó de encima antes de
que tomara demasiada sangre. Pensé que los dos podríamos necesitar
algo de comida.”
“Quiero hablar con Wen.”
¿Sherry estaba con él? ¿La había mordido? ¿Qué demonios estaba
pasando? La ira y los puros celos le pegaron con fuerza.
“Por supuesto. Oye, cariño...”
“¿Qué?”
La voz de Wen se escuchaba débilmente en el fondo.
“Tu Sanadora está al teléfono y quiere hablar contigo.”
“Dile a Stellia que le devolveré la llamada.”
Gerri bajó el teléfono y lo desconectó. Su pecho dolía. Sherry le
había llamado ‘cariño’ y él había respondido, como si fuera normal.
Era descaradamente obvio que estaban compartiendo una habitación,
si podía hablar con él mientras se duchaba. Las lágrimas calientes le
quemaron los ojos, pero las parpadeó hacia atrás.
El tiempo pasó lentamente, y finalmente Micah regresó de donde
había desaparecido con el trabajador del aeropuerto.
“Tenemos todo listo. ¿Lista para ir a casa?”
Gerri logró ponerse de pie.
“Sí.”
Micah se detuvo frente a ella, estudiando su rostro.
“¿Estás bien? Te ves muy pálida.”
Wen había terminado su misión y ahora ya no la necesitaba.
Estaba con Sherry.

230
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“Creo que voy a vomitar.”


Se giró, corriendo hacia el baño de señoras, apenas llegando a un
retrete antes de vomitar el burrito del desayuno que había tomado con
Wen esa mañana.

Wen se sintió mejor. La sangre ya no estaba adherida a su piel ni


a su pelo. Salió del baño y se estremeció cuando vió a Sherry. Estaba
sentada en el borde de la cama, agarrando su móvil con ambas
manos, parecía lista para desmayarse.
“Te dije que te mantuvieras tumbada.”
Cruzó la habitación, le quitó el teléfono con una mano y la
empujó suavemente sobre su espalda con la otra. La culpa vino
después. Él le había hecho eso a Sherry. Su mirada fue hacia su brazo
vendado, feliz de que estuviera cubierto. No recordaba haberla
mordido. Todo había sido borroso, desde el momento en que la pelea
terminó hasta despertarse en el SUV con Graves y Sherry.
“Buena idea.”
Sherry se rió entre dientes.
“Espero que la comida llegue pronto. Por lo general, obtengo una
galleta y un poco de jugo de naranja cuando doy sangre en el viaje
anual al hospital, pero esto es peor. Creo que necesito un pastel y un
naranjo entero.”

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“No es gracioso. Podría haberte matado. ¿En qué diablos estaba


pensando Graves? ¿Por qué diablos estás aquí?”
Sherry abrió violentamente sus ojos, su sonrisa se desvaneció.
“Suenas loco.”
“Lo estoy. Ni siquiera recuerdo sacarte sangre.”
“No lo recordarás porque estabas inconsciente. Sin embargo, tus
colmillos estaban fuera. Parecía que estabas muriendo. Jesús, Wen.
Estaba tan aterrorizada que llamé a Trayis y me dijo que necesitabas
sangre. Graves iba a darte la suya, pero yo me ofrecí como voluntaria.
Tiene sentido. Pensé que esa pérdida de sangre era lo último que él
necesitaba, puesto que me habló sobre todos los cuerpos que tenía que
quemar. Estoy segura de que no hubiese podido hacer ese trabajo
mientras se recuperaba. Graves me rasgó el brazo y lo puse frente a tu
boca. Tú te aferraste a mí.”
Wen se agachó al lado de la cama, con cuidado de agarrar la
toalla alrededor de su cintura para no perderla.
“Eso no responde a por qué estás aquí.”
“Trayis me pidió que viniera. Hasta que llegué ayer no sabíamos
que tus primos estaban por aquí, por si necesitabas ayuda.”
“¿Por qué te enviaría a ti?”
“Por si acaso te arrestasen o algo así, supongo. No le pregunto a
Trayis por qué. Él dice ‘vete’, y yo voy. Es posible que mi especialidad
sea el derecho comercial, pero sé cómo rescatar a alguien. Tú lo sabes.
Sin embargo, imagínate mi sorpresa cuando anoche me encontré con
Micah en el bar. ¿Cuáles son las posibilidades de que nos alojemos en
el mismo hotel?”

232
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“Siempre escoges un hotel de cinco estrellas cuando viajas. Lo


mismo hace mi primo. Este es el más cercano al punto donde yo
estaba encubierto.”
“Cierto.”
Sherry le sonrió de nuevo.
“¿Por qué no te acuestas aquí conmigo? Eso me haría sentir
mejor.” dio unas palmaditas en la cama. “Podrías distraerme con un
poco de sexo increíble hasta que el servicio de habitaciones venga con
nuestra orden.”
Wen se levantó y retrocedió.
“Podría haberte matado, Sherry. ¿Trayis te mencionó eso? Nunca
sangres por un herido de mi especie. Soy medio Vampiro y no tengo
control de cuánto bebo, estando en esa condición.”
“Graves te apartó de mi brazo cuando dijo que habías tomado
suficiente. Estabas malditamente sangrando por treinta lugares. ¿Que
se suponía que debía hacer? ¿Dejarte morir? ¿Qué sucede contigo?”
Trató de sentarse, pero luego volvió a tumbarse.
“Mierda. La habitación está girando.”
“Por supuesto que sí. Tomé demasiada sangre. ¡Maldita sea!”
Wen levantó la mano y se apartó el pelo mojado de la cara.
“Debería llevarte a un hospital. Probablemente ahora seas tú
quien necesites sangre.”
“Podrías darme algo de la tuya.”
Wen retrocedió hasta que golpeó la pared.
“¡No!”
Sherry se estremeció.
“¿Por qué me estás gruñendo?”
“No podemos intercambiar sangre jamás. Nunca, Sherry.”

233
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“Oh, es cierto. Es la forma VampLycan de buscar compañera,


¿verdad? ¿Eso realmente sería tan malo?”
“No me siento así por ti.”
“Estamos bien juntos, Wen. ¿No nos divertimos mucho? No me
importaría pasar todo mi tiempo contigo. No puedo decir que soy una
gran admiradora de Alaska; suena como un tipo de infierno bárbaro
dejado de la mano de Dios, entre los crudos inviernos y todos esos
animales de los que he oído hablar. Pero lidiaría con eso para estar
contigo. Eso es mucho decir.”
“Fue solo sexo. Tú lo sabes.”
“Podría ser mucho más.”
Wen negó con la cabeza.
“Se acabó, Sherry. Lo siento.”
“¿Qué diablos quieres decir con eso?”
La puerta sonó y luego se abrió, admitiendo a Graves. Entró y
sonrió a Wen.
“Te ves mucho mejor.”
“Gracias por tu ayuda, pero… ¿por qué estás aquí?”
“¿Te refieres a que no pediste mi ayuda? Deberías. Micah me
pidió que viniera.”
Wen frunció el ceño.
“Se estaba volviendo aburrido en Colorado.”
Graves cruzó la habitación.
“¿Cómo estás, ‘Piernas’? ¿Te sientes mejor?”
“Wen está siendo un gilipollas. Le salvé la vida pero está
actuando como si le hubiera dado un puñetazo a su madre.”
Graves arqueó sus cejas, mirando entre ellos. Wen suspiró.
“No deberías haberme dejado alimentarme de ella.”

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“Para cuando terminaron los combates tenías más sangre fuera


de tu cuerpo que quedándose dentro. Tuve que llevarte al SUV... que
fue una putada, por cierto. En pleno día. Te envolví en una manta y
metí tu cuerpo en uno de esos cubos grandes de basura de plástico y
con ruedas, luego te saqué del edificio. No encajaste bien dentro de
ese cubo, tampoco.”
“Entonces, ¿qué pasó?” preguntó Wen, curioso.
“Te llevé al SUV que habíamos aparcado en el callejón, al lado
del edificio. Micah se quedó para proteger el edificio. Sherry se quedó
aterrada cuando te desenvolvió para ver como de mal estabas y
entonces llamó al Líder de tu Clan. Él le dijo que te diera sangre. Lo
habría hecho yo, pero teníamos un sótano lleno de cadáveres con los
que tratar. Empujé su brazo contra tus colmillos, tú hiciste tu cosa
Vampy de ‘auto-beber’, y cuando ella casi se desmayó, la aparté de ti.
En ese punto, te despertaste lo suficiente como para gruñirnos. Le
vendé el brazo y Sherry te cuidó cuando volví al edificio.”
“¿Dónde está Micah?”
“Me dijiste que le dijera que se fuera. Estabas exigiéndole que
llevase a G.L. volando hasta Nevada de inmediato, así que se fue para
hacer eso. ¿Quién demonios es G.L.?”
Wen maldijo suavemente.
“Mierda. La conocerías como Gerri o Geraldine. ¿Micah no te
dijo que estaba conmigo?”
“No.”
Graves frunció el ceño.
“No me dijo mucho en absoluto.”
En medio de toda la confusión después de que Wen se había
despertado, supuso que Gerri aún estaba esperando en el aeropuerto.

235
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Necesitaba hablar con Micah. Estaba aturdido por la cantidad de


tiempo que había pasado cuando vió la hora mostrada en la pantalla
del teléfono. La llamada fue al correo de voz.
“Llámame.” soltó ese mensaje y colgó.
“¿Quién es esta mujer de la que estáis hablando vosotros dos?”
preguntó Sherry sentándose.
Wen la ignoró, enfocándose en Graves.
“¿Cómo entré al hotel? No puedo recordarlo.”
“Sherry se quedó contigo en el SUV. Micah había ido a recoger
mi coche, para hacer lo que le dijiste. Prendí fuego al edificio en el
que tu Vamp había estado jugando, para que los humanos no
encontraran un vertedero de cadáveres. Lo hice saltar, ‘BOOM’.”
Graves se rió entre dientes.
“Gran explosión.” se regocijó.
“El hotel.” insistió Wen.
“Arrojamos un montonazo de agua sobre ti después de quitarte la
ropa, en cuanto dejaste de sangrar. Cogí tu bolsa, que Micah había
encontrado dentro del edificio antes de irse, y la llevé al SUV. Te
vestimos, metí en tu cabeza una gorra de béisbol que encontré para
cubrir ese desastre, y trastabillaste a mi lado. ¿No recuerdas eso?”
“No.”
“La gente pensó que estabas borracho. Graves te ayudó a
caminar.”
Sherry le miraba con los ojos entornados.
“Nadie os dio a cualquiera de vosotros ninguna mierda. Ambos
sois musculosos como el infierno, por lo que probablemente pensaron
que os habríais metido en una pelea.” dijo ella.

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“Te puse en el suelo en el baño para no tener que explicar


manchas de sangre a la criada más tarde, y luego fui a comprarte algo
más de ropa.” Arrugó la nariz. “Todas las tuyas estaban sucias en esa
mochila. Lo nuevo está en la habitación de al lado. No estaba seguro
de si estabas despierto o no, así que dejé las bolsas allí.”
Wen extendió la mano y se frotó la parte posterior de su cuello.
Echó un vistazo a su teléfono.
“¿Hace cuánto tiempo se fue Micah?”
“Horas atrás.”
Eso significaba que había tenido tiempo de llegar hasta Gerri en
el aeropuerto y abordar su avión. Probablemente estaban en el aire.
“Joder.”
“¿Quién es G.L.?” preguntó Sherry sonando más agitada.
Wen dejó caer su mano desde su cuello y miró a Graves.
“¿Puedes traerme esa ropa, por favor?”
“Por supuesto. Regresaré en un minuto.”
“Que sean cinco. Sherry y yo necesitamos tener una charla.”
“Está bien.”
Graves se fue. Wen esperó a que la puerta se cerrara antes de
sostener la mirada de Sherry.
“¿Recuerdas cómo te dije que un día encontraría a una mujer y
me daría cuenta de que ella era mi compañera?”
Sherry se puso tensa.
“No digas eso.”
“Tu preguntaste. Te respondí. Es por eso que ahora se acabó todo
entre nosotros.”
Sherry se lamió los labios, luego frunció el ceño.
“¿Por qué la enviaste a Nevada?”

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“Porque estaba fuera de mis cabales. Ni siquiera recuerdo haber


hecho eso.”
“¿Ella es una Lycan? ¿Trayis no va a tener un problema cuando
traigas a casa contigo a alguna renegada que conociste durante esta
maldita misión?”
“No es una renegada.”
“Eso es una puta mentira, si estaba saliendo con esos gilipollas
que casi te matan.”
“No es una de ellos. No puedo emparejarme con ella porque es
humana. Mis padres la matarían.”
Sherry pareció aliviada. Eso le molestó.
“Se acabó entre tú y yo, Sherry. Se enteró de tu existencia y le
dolió. Le juré que nunca te volvería a tocar así de nuevo.”
“Y siempre mantienes tu maldita palabra, ¿verdad, cariño?”
“Sí.”
“Simplemente así, ¿eh? Nos hemos estado viendo durante años.
Te vas a casa pero siempre vuelves a mí.”
“A partir de ahora, viajarás con Graves o Micah para asuntos de
los Clanes. Enviaré otro VampLycan, cuando sea necesario.
Simplemente no seré yo.”
“¿Todo sobre una mujer con la que aseguras que ni siquiera
puedes estar?”
Wen vaciló. Era probable que Sherry despotricara ante Trayis,
repitiendo lo que le había dicho, pero el Líder del Clan y él eran
amigos. Trayis no les hablaría a sus padres sobre Gerri, especialmente
después de hablar con él. Y pensaba hacer eso hoy mismo.
“No puedo emparejarme con ella. No dije que no la vería y que
pasaría tiempo con ella cada vez que pudiera.”

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“En otras palabras, he sido reemplazada. ¿Es más joven que yo?”
“Tú y yo no estábamos comprometidos, Sherry. No era ningún
secreto que tenía otras amantes. Y tú también.”
“Vale. Los dos nos vemos con otros. Te he compartido con otras
mujeres antes. Seguiremos haciendo eso.”
“No. Solo hay una mujer a la que quiero. Puede que no sea capaz
de convertirla en mi compañera, pero es la dueña de mi corazón. No
quiero a nadie más.”
“¡Hijo de puta! Ella es más joven, ¿verdad?”
“No.”
Wen lamentaba haberla lastimado.
“Tengo que llamar a Trayis y a Stellia ahora. Lo siento.”
“Has pasado por muchas cosas y no estás pensando con claridad.
Esta fue una misión muy difícil. Cambiarás de opinión y querrás
volver a verme.”
“Eso no va a suceder.”

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TRECE

*
Gerri había subido a la parte posterior del avión durante el vuelo,
mintiendo sobre la necesidad de una siesta. Simplemente no había
querido hablar. Micah le mentiría rotundamente o trataría de contarle
alguna mentira de mierda típica del Clan sobre por qué Sherry estaba
con Wen, si ella le preguntaba. Después de todo, la abogada sí
trabajaba para el Clan. Esa excusa no explicaba el ambiente íntimo
que había reconstruido a partir de esa llamada telefónica.
Al menos, Wen no la había jodido por completo enviándola a su
casa sin protección. Mientras se mantuviera cerca de Micah, podría
luchar contra cualquier cosa no humana que obtuviera una bocanada
de ella. Por supuesto, tendrían problemas si una Manada entera o un
Nido vinieran detrás de ella. Micah ‘solo’ era un Lycan.
Micah aseguró el avión y sacó sus bolsas.
“Tengo que completar el papeleo y luego nos dirigiremos a tu
casa. Espero que tengas un sofá cómodo, ya que me quedaré contigo
hasta que Wen llegue aquí.”
Gerri solo asintió con la cabeza.

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“¿Estás bien? Te juro que Wen estará bien. Le he visto


recuperarse de algo mucho peor. ¡Demonios!, hace seis años soportó
cuatro disparos en el pecho.”
Eso tampoco ayudó. Ella podría estar herida y enfadada, pero la
idea de que alguien le disparase a Wen no le cayó demasiado bien.
Aunque bien podría merecer un puntapié en las bolas.
“Solo quiero llegar a mi casa y comer algo.”
“Sé que no soy el hombre que quieres tener aquí, pero Wen
vendrá tan pronto como pueda.”
Cerró el compartimiento de almacenamiento, se guardó la llave
en el bolsillo y luego sacó su teléfono para mirar la pantalla.
“Wen llamó.”
El corazón de Gerri martilleó.
“Devuélvele la llamada una vez que estemos fuera de aquí.”
Micah frunció el ceño, pero se guardó el teléfono en el bolsillo.
“Pensé que querías hablar con él.”
“Lo hago. Solo quiero comida primero.”
“Se me olvidó.”
Micah la miró evaluándola.
“¿Que soy humana?”
Él asintió con la cabeza. Por lo general, se habría sentido
insultada, pero esta vez lo utilizó en su propio provecho. Todos los
‘no-humanos’ eran arrogantes.
“No soy tan fuerte como tú. Culpable. Todavía estoy exhausta.
Siento como si hubiera recorrido veinte kilómetros de carretera en
mal estado. Volveré a mi estado normal después de comer y dormir
un poco más.”

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La condujo dentro del pequeño aeropuerto a través de una puerta


y sacudió la cabeza hacia la zona de espera pública.
“Usa el baño. Esto no llevará mucho tiempo.”
Le pasó su mochila.
“Estaré esperando. Solo haz lo que tengas que hacer para que
podamos irnos.”
Micah dio media vuelta y se dirigió hacia uno de los empleados.
La dejó sola con sus pensamientos. ¿Realmente Wen iría a verla o
planeaba hacer que Micah fuera su protector hasta que su aroma se
desvaneciera? Solo el tiempo lo diría. Aparecería o no lo haría.
No tenía ni idea de qué decirle. Tal vez gritarle porque estaba
dolida por lo que había sabido con esa llamada... ¿o debería
simplemente dejarle ir? No podía emparejarse con ella. Ese era un
hecho que ella sabía con certeza. Wen tendría que regresar a Alaska
sin ella, de cualquier manera.
Al menos tampoco podía emparejarse con Sherry. También era
humana. Era mezquino, admitió eso, pero eso alivió parte del dolor
sobre que Wen estuviera con esa otra mujer en ese momento.
Además, estaba herido, por lo que Gerri dudaba de que estuviera en
condiciones de tener relaciones sexuales.
Unas voces fuertes llamaron su atención y giró la cabeza, viendo
a cuatro hombres grandes entrar juntos en el aeropuerto. Estaban
teniendo una conversación animada, uno de ellos incluso iba riéndose
a carcajadas, mientras cada uno tiraba de unas maletas negras con
ruedas detrás de ellos.
Gerri los desestimó y bajó la cabeza, debatiendo si debería
terminar de una vez cuando Micah regresara, pidiéndole que llamara
a Wen. Obviamente ya no estaba en la ducha.

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El vuelo había tardado horas. Fuese lo que fuese lo que tuviera


que decir sobre permitirle a Sherry quedarse con él mientras a ella la
enviaba lejos, le debía una explicación. Y quería escucharla.
“¿Qué tenemos aquí?”
Gerri se sobresaltó y levantó la cabeza, mirando a los cuatro
hombres. Habían cambiado de dirección y se habían acercado sin que
se diera cuenta. Echó un vistazo a cada cara. No eran tipos con mal
aspecto, iban desde los veintitantos hasta los treinta y tantos. Uno de
ellos soltó el asa de su maleta y se dejó caer en el asiento junto al de
ella. Se inclinó y la rodeó con el brazo. El cuerpo de Gerri se puso
rígido cuando giró su cabeza, sosteniendo su mirada. Eran marrones
con reflejos de ámbar. Estaba bastante segura de que no era
completamente humano.
Sus fosas nasales se encendieron.
“Hola, cariño. No hagas una escena.”
Su mano se hundió en su costado y sintió cuatro puntas afiladas.
{Garras.}
Podría rasgarla si quisiera. La amenaza silenciosa estaba allí.
Echó un vistazo alrededor, buscando cámaras, pero los
voluminosos cuerpos que estaban frente a ella bloqueaban la mayor
parte de su vista.
“Nadie puede ver.” dijo el hombre presionado contra ella. “¿Cuál
es tu nombre?”
Las opciones le llenaron la cabeza sobre cómo salir del lío en el
que estaba. El sol todavía estaba en el cielo, por lo que tenían que ser
Lycans. Los ‘murciélagos de pelaje’ no necesitarían un aeropuerto.
Esperarían hasta el anochecer y volarían a cualquier lugar al que
quisieran ir. Habían olido a Wen y la persiguieron.

243
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Gerri estudió su ropa. Estaban bien vestidos, con zapatos caros, y


esas maletas no eran baratas. Todas esas pistas dejaban entrever que
no eran renegados.
Es más que probable que pertenecieran a una Manada
establecida, probablemente una local.
“Te pregunté tu nombre.”
Permitió que sus dedos de punta afilada frotaran su camisa. No
dolía, pero era consciente de cada garra. La olfateó de nuevo, luego
frunció el ceño.
Podía detenerles hasta que Micah saliera y viera el dilema en el
que se encontraba. Sin embargo, era un lugar público. Los testigos les
verían pelear. Eso era un gran ‘no-no’.
{Es un lugar público.}
Gerri se lamió los labios y sostuvo su mirada.
“Apuesto a que hay cámaras de seguridad aquí. Además, ahora
todos tienen teléfonos inteligentes y les encanta tomar videos para
subir a Internet cuando ven algún drama.”
Gerri hizo una pausa.
“No quiero causar una escena, pero será una historia épica si no
me dejas ir.”
El tipo gruñó bajo, nada feliz.
“Gritando, llorando, chillando. Todas las anteriores. Cuenta con
eso. Tengo un par de buenos pulmones dentro de mí, a pesar de mi
tamaño. ¿Comprendes? Sal de mi cara.”
El Lycan se enderezó, su brazo deslizándose a lo largo de su
espalda. Sus garras la acariciaron levemente, pero no cortó su camisa.
Él se inclinó un poco hacia atrás, entrecerrando los ojos, mientras
dejaba de invadir su espacio personal.

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“Gracias.” le dijo ella.


Parecía estar a cargo. Eso significaba que era el de más alto rango
de los cuatro.
“Ahora iros a donde os dirigíais antes de venir aquí. No quiero
problemas. Tampoco tú. Hagamos como que nunca nos cruzamos.
Eso es fácil, ¿verdad?”
“¿Quién diablos eres?”
Uno de los otros hombres olfateó ruidosamente.
“Quiero saber qué diablos es eso.”
Miró al que hablaba y luego al hombre que estaba a su lado. Se
percató de que no podían identificar el olor que les había atraído
hacia ella. Al menos el que estaba de pie no podía.
“Soy alguien con quien no quieres meterme. Estoy teniendo un
mal día. No estoy de humor para descubrir lo que quieres conmigo.
Solo aléjate.”
La nariz del líder estalló.
“Eres muy valiente para ser alguien que está sola.”
“¿Quién dice que voy a permanecer así?”
El Lycan miró a su alrededor, y también los tres hombres que le
acompañaban. Gerri aprovechó la oportunidad para hacer lo mismo.
Micah todavía estaba fuera de la vista. Probablemente eso era lo
mejor. Quizás él no podría mantener la calma, tanto como ella estaba
tratando de conseguir.
El Lycan a su lado sostuvo su mirada otra vez.
“Creo que escapaste de alguien. No te lastimaremos, pero me
dirás a quién perteneces.”

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“Más bien a ‘que’ perteneces.”29 murmuró entre dientes el tipo


rubio que seguía de pie.
Gerri siguió mirando al que estaba sentado a su lado.
“No pertenezco a nadie, no me escapé, y nada de esto es asunto
tuyo. Puedo apreciar lo que estás tratando de hacer, pero no es
necesario. No soy ningún peligro para ti ni para los tuyos. Solo quiero
que me dejes en paz.”
“Con pelotas.” resopló el rubio.
Gerri miró al hombre. Parecía ser el que hablaba en aquel grupo.
“No tienes idea. Hazte un favor. Aléjate.”
Gerri volvió su mirada hacia el que estaba a cargo.
“Cuatro hombres que rodean a una mujer se ven espeluznantes
como una mierda para mí, si necesitas un PTI30. Los humanos
pensarán que sois depredadores sexuales o algo así. No necesitaré
causar una escena si os quedáis mucho más tiempo. Vuestra presencia
logrará eso.”
“Quiero que te levantes y me sigas hasta mi coche. Vamos a tener
una conversación privada.”
“Eso no va a suceder. No estoy de humor para ser secuestrada.
Gracias, pero paso. No estaba bromeando sobre el ataque épico que
pienso lanzar.”
“Estás faroleando.”

29 Se trata de un juego de palabras intraducible, el primer comentario se refiere a


una persona (en inglés usa el término ‘who’, que solo se emplea para personas) y el
segundo comentario se refiere a algo indefinido (en inglés usa el término ‘what’, que sirve
para animales o cosas).
30 PTI son las siglas de ‘Para Tu Información’, en el original usa FYI, siglas de ‘For
Your Information’.

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“No lo estoy. Intentas forzarme a salir de aquí y estarás


protagonizando un ‘trending video’ en Internet.”
Gerri vaciló, evaluándole.
“Ninguno de nosotros quiere eso. He sabido de las otras razas
toda mi vida y lo he mantenido en secreto. ¿Lo entiendes? Esta
mierda no es necesaria.”
La boca del Lycan se presionó en una línea apretada.
“¿Sabido qué?”
{¿Ahora va a hacerse el tonto?}
Gerri quería poner los ojos en blanco, pero se contuvo. Este
Lycans podría ser remilgado.
“¿Sabes lo que estás oliendo?”
El tipo frunció el ceño, pero vió incertidumbre en sus ojos.
“Tal vez no has olido ninguno antes. Yo te ayudaré.
VampLycan.” le susurró. “Es un Ejecutor. Entonces no quieres joder
conmigo, porque te haría desear la muerte... y te lo concedería. No
soy una desertora ni una fugitiva, tampoco estoy disponible. Crecí
con él y somos amantes. Tenía que hacer algo por su Clan, pero
pronto estará de regreso conmigo. Por eso estoy sola. Él confía en mí.
Tú también deberías. ¿Está todo claro ahora?”
El tipo había ido palideciendo mientras ella hablaba. Tragó saliva
y se puso de pie.
“Sí.”
“Fantástico. Entonces… ¿estamos bien?”
El Lycan agarró la manija de su maleta.
“Sí.”

247
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Gerri miró a los tres Lycans que estaban con él. También
parecían temerosos. A veces la verdad era la mejor manera de lidiar
con una situación.
“Que tengas un gran día.” dijo saludándole con la mano.
Despegaron, alejándose rápidamente de ella.
Unos minutos más tarde, vió a Micah. Caminaba directamente
hacia ella.
“Tenemos que irnos ahora.” espetó, pareciendo nervioso.
“¿Te encontraste con el cuarteto amistoso?”
Gerri agarró su mochila y se levantó. Micah la miró boquiabierto.
“Está bien. Se detuvieron para hablar conmigo. Lo solucioné.”
“¿Estás bien?”
Micah bajó la mirada por su cuerpo.
“Estoy bien. Parecían pensar que era una extraviada a la que
necesitaban disputarse.”
“¿Cómo lidiaste con ellos?”
“Tuvimos una conversación de corazón a corazón. Sin usar su
nombre, le expliqué que Wen les arrancaría la cabeza y se la
empujaría donde el sol no brille, si la jodían conmigo.”
Los ojos de Micah se abrieron más.
“¿Estás jodidamente loca?”
“Fui un poco más educada que eso. Solo te estaba dando la
versión condensada.”
Micah la agarró del brazo y la arrastró hacia las puertas de salida.
“Ese era Mace Manson.”
“Bonito nombre. ¿Quién es él?”
“El hijo del Alfa local, viajando con su equipo de seguridad.”

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Micah la empujó afuera y la llevó hasta un estacionamiento de


larga estancia31, abriendo un sedán gris. Se dejó caer en el asiento del
conductor, se retorció, y arrojó su bolsa de lona en la parte posterior.
Gerri notó la pegatina de alquiler en el parachoques mientras
corría hacia el lado del pasajero. Estaba desbloqueado, así que subió y
también lanzó su mochila sobre el asiento de la parte posterior.
“¿Dónde está el fuego? Te lo dije, ya está solucionado. Me
dejaron en paz.”
“Cierra la maldita puerta y ponte el cinturón. ¡Amenazaste al hijo
de un Alfa, maldita sea!”
Encendió el motor, estirando el cuello alrededor para mirar por
todas partes. Gerri cerró la puerta y se puso el cinturón.
“Dijo que estábamos bien.”
Micah gruñó, lanzando el auto marcha atrás.
“Solo me había ido quince minutos.” se quejó Micah.
“Estás siendo paranoico. A veces la sinceridad es lo mejor. ¿Tu
madre nunca te enseñó eso? No van a meterse con nosotros.”
“No pienso arriesgarme. Vamos a tu casa, te empacaremos algo
de ropa y luego te llevaré con mi Manada. ¿Has estado alguna vez en
Colorado? Porque estás a punto de hacerlo.”
“Estás reaccionando exageradamente, Micah. Tienen miedo de
los VampLycans y dejé muy claro que yo estoy con uno.”
“Prefiero ser paranoico que quedarme para ser atacado por una
Manada que una vez fue amiga. Tenemos alianzas con algunas

31 Los aeropuertos suelen tener dos tipos de estacionamientos, uno de ‘corta


estancia’ destinado a usarse pocas horas, para llegada y salida de viajeros; y uno de ‘larga
estancia’ donde el propio viajero puede dejar su vehículo al realizar viajes más largos y
recogerlo a la vuelta. Este último aparcamiento, suele tener más seguridad y es dónde se
suelen entregar los automóviles de alquiler.

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Manadas. La de Manson es una de ellas. Mace me vió. Conoce mi


olor, y ahora también el tuyo. Podrían intentar rastrearnos porque
estamos cerca de su territorio. Wen me patearía el culo si algo te
ocurriera, Gerri.”
Suspiró, no estaba de humor para pelear con él.
“Nunca he estado en Colorado. Bueno, al menos no puedo
perder mi trabajo, puesto que Wen ya consiguió que me despidieran.”

Wen estaba furioso mientras paseaba por la habitación.


“No me pidas que regrese a casa ahora mismo, Trayis. Te lo dije.
Necesito proteger a Gerri hasta que mi olor desaparezca de ella.”
“¿Todavía estás enamorado de ella? ¿Estás planeando llevarla a
casa si te doy tiempo para ir a buscarla? ¿Ese es tu plan? ¿Agarrarla y
regresar con ella?”
“Sabes que eso no es posible.”
“¿Todavía la amas, Wen? Obviamente debes hacerlo, ya que la
tenías contigo.”
“Eso es irrelevante. No puedo emparejarme con Gerri. Tu sabes
por qué.”
“¿No es hora de que te enfrentes con tus padres?”
“No es tan malditamente simple, Trayis. Tú lo sabes. Nunca la
aceptarían.”
La voz de Trayis se calmó.

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“No eres Gerbin. No es natural que te traten como si lo fueras.


Les has permitido que dicten tu vida. Siempre ha sido un asunto de
familia, algo personal en lo que no he intervenido porque no ha
afectado a tu deber con el Clan.”
Hizo una pausa antes de añadir:
“Hasta ahora.”
“¿Qué significa eso?”
“Te ofreciste para esta misión teniendo a Gerri en mente, ¿no es
verdad? Es por eso que fuiste tan vago acerca de los detalles sobre
cómo pensabas convencer a Horton de que eras un renegado.
Planeaste convencerla de ir a esta misión contigo para poder pasar
tiempo con ella.”
{Pillado.}
Wen no trató de negarlo.
“Hice el trabajo, ¿no? Horton está muerto, y esa Manada de
renegados ya tampoco será un problema.”
“Pusiste en riesgo a Gerri y la arrastraste a los asuntos
VampLycan. ¿Tienes alguna idea de la cantidad de gilipolleces con las
que tuve que lidiar cuando acepté permitir que Carol se fuera con su
hija? Los Ancianos sentían que representaban una amenaza porque
sabían de nosotros. No podía forzar a Carol a quedarse, y estaba
condenadamente seguro de que no iba a matarla. Tu padre sugirió
eso, por cierto. Argumentó que ambas eran amenazas para nuestro
Clan y se ofreció a matarlas él mismo.”
Wen soltó un gruñido de ira. Pero no estaba sorprendido. Su
padre nunca había estado feliz por sus sentimientos hacia Gerri.
Trayis continuó como si no le hubiera interrumpido con su
arranque de ira.

251
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“Tenía fe en que Carol y Gerri eran de confianza. Ni una sola vez


en los últimos quince años ha habido un problema... hasta ahora.”
“Gerri no es una amenaza para el Clan. Ella nunca nos
traicionaría ante los humanos.”
“Lo sé.” espetó Trayis cortándole. “¡Demonios!, de todas las
mujeres del Clan con las que tuve que lidiar como Líder, ella era la
mejor. La pequeña Gerri nunca jugó juegos mentales con los otros
niños ni provocó peleas. Sin embargo, constantemente me
preocupaba porque era muy frágil y dulce, algo que no son otros
niños VampLycan. ¿La has metido en el puto medio de un Nido y
una Manada de renegados? ¿En qué diablos estabas pensando? Exijo
una respuesta ahora mismo.”
Wen trató de calmarse.
“¡Respóndeme!” espetó Trayis.
“Quería pasar tiempo con ella.” admitió Wen.
“¿No podías hacer eso sin ponerla en peligro? Obviamente,
estabas controlándola. ¿No podrías haberla visitado para decir ‘hola’?
¿Por qué demonios tenías que llevarla a una de las misiones más
peligrosas a las que te he enviado? ¿Tengo que deletrearte lo que
podrían haberle hecho si hubieran logrado matarte? Putos renegados,
Wen. No tienen honor.”
“Gerri no fue herida.”
“¡Pudo haberlo sido!”
Wen se encogió y apartó el teléfono de su oreja cuando el Líder
de su Clan le gritó.
“Sabes que nunca hubiera permitido que eso sucediera. ¿Por qué
me estás gritando?”

252
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“Gerri se crió en este maldito Clan bajo mi protección. Cuando


Klentz la trajo aquí siendo solo un bebé, le prometí que haría todo lo
posible por mantenerla a salvo de los otros VampLycans. Nunca
imaginé que tendría que protegerla de ti. Te estoy dando una orden
directa para que vengas a casa ahora, Wen.”
Trayis hizo una pausa.
“Será mejor que estés en el próximo vuelo comercial que salga
desde Washington de camino hacia Alaska. No me hagas ir
personalmente detrás de ti. Lo haré. No debes llamar a Micah ni a
Gerri. Me pondré en contacto con mi hermano Arlis, le pediré que
asigne a Micah como su guardia y me aseguraré de que Gerri esté a
salvo hasta que pueda volver a mezclarse perfectamente con los
humanos. Parece que tú no tienes sus mejores intereses como
prioridad. Yo sí. Ahora… trae tu culo a casa.”
Trayis desconectó la llamada.
“¡Joder!”
Wen estaba tan cabreado que aplastó el teléfono móvil con su
mano. Al otro lado de la habitación, Graves levantó la vista de su
ordenador portátil.
“Hizo algunos buenos puntos. Pusiste a una humana en peligro.”
Wen sabía que su primo probablemente había escuchado la
mayor parte de la conversación, dado su fino oído de Lycan.
“No te pedí tu opinión.”
Graves se encogió de hombros.
“Esta no ha sido tu mejor semana. Has cabreado al Líder de tu
Clan y a la abogada sexy. Todo sobre Geraldine. ¿Quieres hablar de
eso? Nunca pregunté cuándo me hiciste averiguar sobre su vida. No
me gusta curiosear.”

253
WEN
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“Mantenlo así.”
Graves volvió a escribir en su teclado.
“¿Quieres que te reserve un vuelo a Anchorage32 y te contrate a
un piloto de avioneta que te lleve desde allí hasta cerca de tu casa?”
“No. Yo lo haré.”
“Acabas de destruir tu teléfono.”
“Compraré uno de pre-pago o usaré el del hotel.”
Graves suspiró.
“Yo no jodería con Trayis. Ya has llenado tu cuota de estupidez,
últimamente. Estaba realmente cabreado. Sabes que mi hermano
mantendrá a esta mujer a salvo.”
“Le dije que sería yo quien se quedaría con ella. No Micah.
Mantente fuera de esto.”
“De ninguna manera. Trayis acaba de darte una orden directa.
No quieres joder con él, especialmente porque Arlis es su medio
hermano. Están muy unidos. Nos sacarás algo de mierda con nuestro
Alfa si haces que esto sea un desastre. No necesito que Arlis me patee
el culo porque estás de éste humor. Sería una mierda peor si me
ordenaran atar tu culo y llevarte a tu casa por la fuerza. No le hagas
eso a la familia.”
“¿Qué mierda estabas haciendo aquí? Yo no te llamé.”
“Te lo dije, me llamó Micah.”
“¿Que te dijo?”
“Que trajera mi culo a Washington porque podrías necesitar un
respaldo. No necesité oír más. Me encantan los viajes por carretera.”
Graves se giró en su silla para mirarle.
“Entonces... ¿Geraldine?” insistió Graves.

32 Anchorage es la capital del estado de Alaska.

254
WEN
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Wen tomó asiento en la cama.


“Gerri. Odia que la llamen así. Su madre solo usaba ese nombre
para regañarla cuando se metía en problemas.”
“¿Realmente es tu compañera?”
Wen asintió con la cabeza.
“¿Por qué demonios no la has reclamado?”
“Mis padres.”
“Amo a mis padres, pero no me importaría un carajo si no
estuvieran de acuerdo con la hembra que me atrajese. Podrían lidiar
con eso o inquietarse. Todavía tendría a mi compañera compartiendo
mi cama todas las noches, primo. No es correcto negar esa mierda.
Una compañera es tu prioridad, si la encuentras.”
“Tus padres son mucho más suaves que los míos.”
Graves resopló.
“En realidad no, pero la diferencia es que saben qué límites no
impulsar nunca con nosotros. Tu dejaste que las líneas se vuelvan
borrosas, Wen. Nunca te interpongas entre un hombre y su
compañera. Sabes que la familia lo es todo para mí. Son mi
motivación para seguir haciendo lo que hago por mi Manada.”
Sus ojos se tornaron negros, luego volvieron a gris azulado.
“Estoy muerto por dentro para todo lo demás. Es el precio que
pagué con este puesto. No me arrepiento, pero puedes apostar tu culo
a que si sintiera por una mujer algo que fuera más profundo que la
lujuria temporal, me compadecería de cualquiera que intentara
alejarla de mí. No importaría quién fuese.”
Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Wen. Sabía lo que
Graves hacía por su Alfa, y de lo que era capaz.
“¿Incluso Micah?”

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De repente, Graves sonrió.


“Nunca sería tan estúpido. Y no es como si tuviera una
oportunidad en el infierno de volver a encontrar a una compañera, de
todos modos.”
“No lo sabes con certeza.”
“Lo sé. Tienes que tener un corazón para encontrar el amor. Yo
perdí el mío el día que fue atacada nuestra Manada.”
Wen quedó mirando a su primo, horrorizado.
“Amabas a alguien que fue asesinado.” supuso.
Graves volvió a su ordenador.
“Vete a casa, Wen. Ayudaré a mi hermano a mantener segura a
esa mujer que eres tan tonto como para no reclamar.”
“No es así.”
“Correcto.”
Wen gruñó.
“Tendría que matar a mis padres si me emparejara con ella. ¿Qué
clase de maldita elección es esa?”
Graves miró por encima.
“Una que te obligaron a hacer. No es obra tuya, hombre. Piensa
en eso.”
“Mi padre es un Anciano. Trayis no podía permitir que eso
cayera en vacío.”
Graves siguió tecleando.
“Nuestra Manada siempre puede usarte.”
“Sabes que no puedo dejar mi Clan.”
“Ese ‘no puedo’ parece salir mucho de tu boca, primo. Es
jodidamente triste.”

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Wen irrumpió hasta él otra vez, mirando la pantalla del


ordenador portátil.
“¿Estás jugando al puto bingo y hablando con los otros jugadores
mientras me das consejos de vida?”
Graves se encogió de hombros.
“Al menos estoy haciendo algo, tengo la oportunidad de ganar y
hacer amigos al mismo tiempo. ¿Tú? No demasiado.”
Wen le gruñó.

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CATORCE

*
Gerri estaba nerviosa cuando entraron a la cabaña. Miró
boquiabierta los troncos a lo largo de las paredes y las enormes vigas
de madera. Micah cerró la puerta con su pie, sosteniendo su maleta,
su bolsa de lona y su mochila colgada de su hombro.
“¡Estamos aquí!”
Ella le lanzó una mirada asesina. Él sonrió.
“Lo siento. Tienes oído humano. ¿Eso fue demasiado ruidoso
incluso para ti?”
Una puerta se abrió bruscamente hacia la derecha y salió un
hombre alto y voluminoso. Tenía cabello negro, ojos marrones
oscuros, y al instante adivinó que probablemente era el padre de
Micah. Sus rasgos faciales eran muy parecidos. Vestía una camisa de
franela roja que estaba enrollada hasta los codos, pantalones vaqueros
descoloridos, y estaba descalzo. Estudió a Gerri con una mirada
curiosa, luego miró a Micah.
“Mandy fue a la tienda y pronto debería estar de vuelta.”
Deslizó su mirada hacia Gerri.

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“Soy Angelo, el hermano mayor de Micah.”


“Oh.”
No estaba segura de las costumbres de Lycan; la Manada con la
que su madre se había conectado no había sido normal. Él no le
ofreció su mano, entonces ella se quedó atrás y solo asintió.
“Soy Gerri. Encantada de conocerte.”
“Ya basta, papá. No hay razón para mentirle. Ella sabe que
somos Lycans. Y sácate los tapones de tu nariz. Estabas pegando tus
maquetas de barcos de nuevo, ¿verdad? Sé que esa mierda apesta.
Tome una bocanada de ello.”
Angelo la miró de nuevo. Les dio la espalda, estiró la mano y se
quitó los tapones de la nariz. Se los metió en el bolsillo delantero y
luego se volvió, y sus fosas nasales se dilataron cuando inhaló.
Gerri le sonrió.
“Sin embargo, por supuesto que podrías pasar por su hermano.
No es necesario fingir. Sé que Micah no te informó sobre ningún
detalle cuando te llamó para decirte que me traía a casa con él. Hizo
la llamada en el coche, conmigo sentada a su lado. De hecho, me crié
en el Clan de Trayis. ¿Supongo que sabes quién es?”
“Por supuesto.”
Angelo se acercó.
“¿Eres una mestiza? Estoy captando olor humano, pero también
el aroma de Wen.”
“Completamente humana. Mi madre estaba emparejada con un
VampLycan. Yo tenía casi un año cuando se conocieron. Él me
adoptó. En cuanto a Wen, esa es una historia más larga.”
Angelo le lanzó a su hijo una mirada confundida.
“¿Que está pasando?”

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“Entraremos en eso más adelante. Estamos hambrientos y estoy


agotado. Hemos estado conduciendo desde ayer para llegar aquí.”
“No me dejó conducir.” murmuró Gerri. “Y no hicimos ninguna
parada excepto para reponer combustible, tomar comida y las pausas
para ir al baño.”
“Tengo mejores reflejos que tú.”
Micah dejó caer sus bolsas y se acercó a su padre, agarrándole.
Gerri sintió un poco de envidia cuando los dos hombres se abrazaron.
Era obvio que eran una familia unida. Angelo se acercó y agarró con
fuerza el cabello de Micah, sonriendo mientras se separaban.
“Tu madre cree que traes a casa a una mujer para
sorprendernos.”
“Mierda. Le dije que estaba protegiendo a una mujer y quería
dejarla con vosotros, ya que estoy soltero. No sería apropiado esperar
que Gerri permanezca en mi casa. Es una cabaña de una sola
habitación. Ni siquiera tengo una pared para encerrar el baño. ¿Por
qué diablos iba a suponer eso?”
Angelo vaciló antes de hablar.
“Ya conoces a tu madre. Ella escucha lo que quiere. Estabas
trayendo a alguien a casa; y tienes razón, no sería apropiado que la
llevaras a tu casa a menos que ya os hayáis emparejado. Suponíamos
que sería una novia humana, alguien importante para ti, con la que
planeabas unirte, y querías nuestra aprobación.”
“¿Está realmente en la tienda?”
Angelo resopló.
“Más o menos. Se fue de compras para comprar ropa más
humana para impresionar a tu ‘novia’. Le dije que estaba bien vestida,
pero ya sabes cómo es ella. El hecho de que finalmente quisieras que

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conociéramos a una mujer fue suficiente para que comenzara a


planear tu ceremonia de emparejamiento. Llamaste después de que
las tiendas cerraron anoche y quería estar allí a primera hora de la
mañana, en cuanto abrieran. No esperábamos que llegaras hasta
dentro de una hora más o menos.”
“¡Joder!” exclamó Micah, gruñendo a continuación.
“Estará decepcionada, pero al menos ahora sabes que daría la
bienvenida a una humana.”
“Gracias, papá.”
Micah frunció el ceño.
“Realmente quiere nietos.”
“Lo sé. Créeme, lo he escuchado antes.”
Micah puso los ojos en blanco.
“¿Por qué no puedes darle otro bebé?”
Angelo levantó las manos, retrocediendo.
“Ni siquiera vayas allí. Tengo suerte de conservar mis bolas,
después de tu difícil trabajo de parto. Amenazó con rasgármelas con
sus garras.”
Miró a Gerri mientras sus manos caían a los costados.
“Micah la sometió a dieciséis horas de duro trabajo de parto.
Estableció un récord para el nacimiento Lycan más largo en nuestra
Manada. Él siempre fue terco.”
“No fue culpa mía.”
“Tú preguntaste. Te lo estoy recordando. Encuentra una
compañera y haz que quede embarazada. Y créeme, elige una
humana. Tienen que ser menos aterradoras en el parto que tu madre.
Tengo cicatrices. Me rasguñó durante lo peor de su dolor.”
Miró a Gerri otra vez, ladeando la cabeza.

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“Llevas el olor de Wen, pero no es lo suficientemente fuerte


como para que te haya emparejado. ¿Te sientes atraída por mi hijo?”
“Ni lo pienses, papá.”
Micah negó con la cabeza.
“¿Qué? A ella obviamente le gustaba Wen lo suficiente, y él no la
asustó. Eres más pequeño que él y menos intimidante. No por mucho,
pero eso cuenta para las mujeres.”
Angelo dio un paso alrededor de su hijo para acercarse a Gerri.
“¿Se rompió el condón? Eso sucede. ¿Hace cuánto tiempo fue
eso? Deberíamos poder decir si quedaste embarazada dentro de los
tres primeros días. Si no llevas un VampLycan, ¿te gustaría tener
pequeños bebés Lycan? Micah sería un excelente compañero.”
“¡Joder!”
Micah se interpuso entre ellos.
“Detente ahora mismo. Me estás avergonzando. Gerri no me
quiere. Ella y Wen...”
“Wen no va a emparejarse con ella a menos que la deje
embarazada. Todos sabemos eso.”
Angelo le empujó fuera del camino, sosteniendo la mirada de
Gerri otra vez.
“Mi hijo, por otro lado, sí lo hará. No dejes que lo que dijo sobre
su cabaña te haga pensar en escapar. Todavía la está construyendo.
Podemos conseguir un equipo y hacer que el lugar sea realmente
agradable en una semana. Incluso pagaré de mi bolsillo para agregar
algunas habitaciones, mientras estás embarazada. No hay problema.”
“¡Papá!”
“No, gracias.” soltó Gerri, divertida y horrorizada al mismo
tiempo.

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“¿Has conocido a Graves? Es mi otro hijo. No es tan amigable


como Micah, pero también es un hombre apuesto.”
“¡Papá, detente! Estás siendo peor que mamá.”
Angelo se giró hacia él, gruñéndole.
“Tu madre me está volviendo loco. Toma una compañera o
buscaré una para ti, solo por un poco de tranquilidad. ¿Sabes lo que es
escucharla continuar con eso día tras día? ¡Me está culpando! Piensa
que yo no estoy siendo un buen ejemplo para vosotros, chicos, sobre
lo feliz que es un hombre emparejado.”
Ambos se callaron repentinamente, girando sus cabezas hacia la
puerta de entrada. Gerri siguió su mirada y la puerta se abrió. Una
pequeña mujer rubia entró, llevando tres bolsas de compras en una
mano. Llevaba un vestido de verano, un gran sombrero y gafas de sol.
“¡Hola! Estoy en casa, amorosa familia.”
Dejó caer las bolsas, se quitó las gafas y puso el bolso sobre la
mesita que había junto a la puerta.
“¡Estamos muy honrados de conocerte! Soy Mandy.”
Sonrió ampliamente, sus ojos azules se fijaron en Gerri. Entonces
se tambaleó un poco en los zapatos de tacón que llevaba atados a sus
pies, como si no estuviera acostumbrada a usarlos.
“¡Oh, maldición!” murmuró Micah.
Mandy se quedó sin aliento.
“¡Lenguaje! ¡Qué vergüenza! Te crié mejor que eso, jovencito.
Nunca delante de las damas.”
Mandy siguió entrando, sin pararse hasta que estuvo frente a
Gerri. Sus ojos se abrieron de par en par y la olió un par de veces. El
color desapareció de su rostro.

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“Sí, estás oliendo a Wen en ella.” suspiró Micah. “Gerri no es mi


novia, aunque es humana. Ella sabe lo que somos, así que no hay
necesidad de esta actuación. Realmente la estoy guardando para
Wen. Él se lesionó, pero vendrá a buscarla.”
Gerri se mordió el labio inferior, luego le ofreció su mano.
“Es un placer conocerte.”
Mandy extendió la mano lentamente y la sacudió suavemente,
luego la dejó ir.
“Aprecio el trabajo que te has tomado, a pesar de todo.” afirmó
Gerri. “Tienes una hermosa casa.”
Mandy miró a Micah.
“¿Qué rayos llevas en tus pies?” le preguntó Angelo
adelantándose. “¿Estás tratando de torcerte un tobillo?”
Simplemente agarró a la mujer mucho más pequeña y la levantó,
llevándola hasta una silla. La depositó suavemente en ella, se agachó
y levantó uno de sus zapatos.
“¿Hebillas? Se ven como dispositivos de tortura. Te las quitaré.”
“Explícamelo ahora mismo, Micah.” le exigió su madre.
“Tú lo supusiste. ¿Recuerdas lo que dicen sobre eso?”
Angelo volvió la cabeza y gruñó, mostrando colmillos.
“No llames tonta a tu madre. Solo estaba esperanzada. Ambos lo
estábamos.”
Micah dio un paso al lado de Gerri.
“Conoce a mis padres locos.”
Gerri tenía la sensación de que iba a ser una estancia muy
interesante. Esperaba que Wen viniera pronto a por ella.

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“¿Está bien la habitación?”


Gerri se apartó del armario donde había guardado su maleta para
ver a Micah entrar en su habitación desde el pasillo a través de la
puerta abierta.
“Es perfecta.”
“Siento lo que pasó abajo.”
Gerri le sonrió.
“En realidad son muy dulces.”
“¿Para estar locos?”
“Son agradables. Tengo que admitir que tu madre no era como
me esperaba. Tanto tú como tu padre parecéis tenerle un poco de
miedo. Es pequeña para ser una Lycan. ¿Fue convertida?”
“No. No dejes que te engañe. Podría haber sido la más pequeña
de la Manada, pero a veces puede dar miedo.”
Hizo un gesto con la mano hacia el borde de la cama.
“¿Puedo?”
Gerri asintió y se sentó a pocos palmos de él. Había una mesa y
una silla cerca del banco bajo la ventana, pero era una habitación
bastante grande, así que se mantuvo cerca para que no tuvieran que
hablar alzando la voz.
“Tengo que admitir que tengo mucha curiosidad sobre una cosa.”
Micah arqueó sus cejas.
“¿Qué?”
“¿Cómo se viste normalmente tu madre?”

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Micah se rió entre dientes.


“Le encanta robar las camisas de mi padre, que parecen vestidos
sobre ella. No somos tan estrictos con la modestia como los humanos,
ni vamos tan a la moda. Los bóxers de mi padre son sus favoritos en
la parte inferior. Odia los zapatos durante el verano. En invierno,
siempre son estas macizas botas de nieve, con las que pisotea
alrededor en el exterior.”
Gerri se rió a carcajadas.
“Espero que use algo más que las cosas de tu padre en el
invierno.”
“Lo hace, pero le roba las chaquetas. Mi padre tiene docenas de
ellas. Es una cosa sobre el aroma. Están realmente enamorados.”
“Pude ver eso.”
“Lo siento, por lo que dijo mi padre sobre Wen.”
Gerri supo al instante a lo que se refería.
“¿Que no va a emparejarse conmigo? Es la pura verdad. No
necesitas disculparle.”
“Y por la observación sobre el embarazo. No puedo creer que
haya mencionado eso.”
Gerri le estudió. Parecía enfadado.
“Oye, no te preocupes por eso. Era comprensible pensar que Wen
no hubiera querido... bueno, ya sabes. Huelo como él y solo hay una
forma de que eso suceda. El condón roto lo explicaría. Tus padres no
saben nada sobre la misión en la que estábamos, ¿verdad?”
“No. No compartimos los asuntos de Wen con nuestros padres ni
con la Manada. Siento mucho que estés sujeta a eso. Debería haberte
llevado a mi cabaña, pero pensé que estarías más cómoda aquí.
Tampoco sabía que mi padre intentaría sobornarte. Te juro que no

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soy tan patético como para necesitar que mis padres traten de
‘comprarme’ una mujer.”
Gerri se compadeció de él porque parecía desgraciado.
“Puedo contarte algo sobre eso. ¿Quieres escucharlo?”
Micah asintió con la cabeza.
“Claro, pero me resulta difícil de creer. ¿Tus padres intentaron
comprarte un marido?”
“No, pero mi madre se unió a una Manada que no cree en tener
una pareja o tener relaciones monógamas. Se enfadó cuando no me
incliné y les dejé que también me follaran. Es por eso que ya no estoy
en su vida. Despegué antes de que me obligaran a hacer justo eso.”
Su mandíbula se abrió y sus ojos se abrieron.
“Tus padres no son tan malos, Micah.”
“Lo siento, Gerri. ¿Hablas con ella? ¿La ves?”
Gerri sacudió su cabeza, negando.
“Me temo que si llamo a la Manada, me dirán que está muerta.
No quiero saberlo. Me gusta imaginar que está bien y que las cosas
salieron como ella quería. De alguna manera eso me hace ser una
cobarde, pero ella es todo lo que tengo en cuanto a familia.”
“¿Crees que la matarían?”
“No es eso. Es humana, pero le dan su sangre porque odiaba el
envejecimiento. La está recibiendo de esos tipos con los que está
acostándose.”
Micah maldijo en voz baja.
“¿No sabe tu madre lo peligroso que es eso?”
“Si, lo sabe. Las arrugas y el pelo gris le dan más miedo.”
“¿Qué hay de tu padre biológico?”

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“Mi madre trabajaba en una galería de arte y él seguía viniendo,


tratando de vender pinturas. Supongo que era encantador y lo
suficientemente atractivo como para enamorarse de él. Se mudó con
ella. Entonces ella descubrió que estaba embarazada de mí y mi padre
se fue. Dijo que no quería tener responsabilidades. Mi madre trató de
localizarle para obtener la pensión alimenticia, pero descubrió que el
nombre que había estado usando no era real.”
Gerri se encogió de hombros.
“Mi madre había sido adoptada por una pareja mayor, pero
ambos murieron mientras ella estaba en la universidad. Solo fuimos
ella y yo después de que Klentz murió. Deseé muchas veces que no
hubiera dejado el Clan.”
“Klentz era su compañero, ¿verdad?”
“Sí. Y le quise muchísimo. Nunca me trató como si yo no fuera
su verdadera hija. Mi madre podría haberse apareado con otro
VampLycan si nos hubiéramos quedado. Podría haber... “
“¿Qué? No te detengas, Gerri.”
“Es estúpido, pero siempre pensé que si hubiera podido
quedarme, Wen y yo nos hubiéramos emparejado. No sabía que su
hermano había muerto.”
“Wen te ama, Gerri.”
Gerri le miró con complicidad.
“Pero eso no es suficiente, ¿verdad? ¿Has tenido noticias suyas?”
“No. Sin embargo, hablé con Graves. No me lo preguntaste, así
que no te dije nada, pero... Wen recibió la orden de regresar a su
Clan. Me han pedido que te mantenga conmigo hasta que su aroma
se desvanezca y sea seguro para ti reanudar tu vida. Pero estoy seguro
de que Wen pronto se pondrá en contacto contigo.”

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{Dios, eso duele.}


Wen había roto su palabra sobre permanecer con ella, y Gerri
sinceramente dudaba que alguna vez estuviera de vuelta. Estar juntos,
sabiendo que no podían tener un futuro, resultaba demasiado
doloroso para los dos.
“Es mejor si nunca nos volvemos a ver.” logró soltar.
Las lágrimas llenaron sus ojos. Micah se acercó más y se retorció,
abriendo sus brazos.
“Piensa en mí como un hermano, en este momento. Ven aquí.”
Gerri no necesitó más estímulo. Se inclinó hacia delante y
rompió a llorar. Micah la abrazó con fuerza, acariciándola.

Wen llegó a su casa después del anochecer. Fue directamente a la


casa de Trayis y llamó con los nudillos. Le sorprendió cuando no
obtuvo respuesta. Regresó a su casa y fue a abrir la puerta. Una nota
estaba clavada en la madera. Leyó las palabras.

Reunión conmigo mañana a las 2 P.M.


Ve a hablar con tus padres.
Es una orden.
T.

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Estaba furioso cuando giró las cerraduras y entró en su casa. Eso


es lo último que necesitaba después de lidiar con un avión lleno de
humanos, y luego tener que esperar seis horas para hacer reparaciones
en el avión más pequeño que le había llevado a casa. Estaba seguro de
que no quería conducir horas más desde el aeropuerto humano para
llegar a su territorio, por lo que había obligado al piloto a llevarle más
lejos de lo planeado. Ya tenía un dolor de cabeza, y controlar al
hombre para que aterrizara en un camino a cuatro kilómetros de su
casa le había costado mucho.
Todo en lo que podía pensar era en Gerri. Sabía que Micah
podría mantenerla a salvo, pero… ¿estaría enfadada porque él no
estaba con ella?
Le desgarraba las entrañas imaginársela llorando, o aun peor…
¿y si ella estaba lo suficientemente loca como para abandonar su
protección? Gerri tenía temperamento. También podía ser irracional.
Wen encendió las luces y se dirigió a su habitación,
desnudándose cuando llegó. Tiró la ropa al suelo y encendió la
ducha, sin esperar siquiera a que el agua se calentara. Pelaje brotó a lo
largo de su piel y simplemente cambió.
Un aullido se desprendió de sus labios y sacudió su cuerpo,
enviando agua al vuelo. El impulso de cambiar de vuelta a su piel le
golpeó, pero luchó contra ello. De lo contrario, podría destruir las
paredes de azulejo a su alrededor pasando sus puños a través. Solo
quería llamar a Gerri, escuchar su voz, asegurarse de que estuviera a
salvo.
Un ruido le hizo girar, su cuerpo se acuclilló.

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El hombre alto que entró en su baño frunció el ceño, luego se


apoyó contra la pared.
“¿Estás bien? Oí el aullido cuando subía hasta tu puerta.”
Se permitió a cambiar a su piel y se levantó.
“¿Qué demonios estás haciendo aquí, Tymber?”
“Asegurarme de que llegaste a tu casa. Esperábamos que hicieras
un mejor tiempo.”
“Mi piloto de avioneta tuvo que esperar por una pieza.”
“Odio cuando eso ocurre. Te ves como una mierda... y olvidaste
cerrar la puerta. Pude haber sido alguien a quien tus padres enviaran.”
Tymber sonrió, su mirada corriendo hacia Wen, luego subió la
vista hasta su rostro.
“Buena cosa que no seas mi tipo, ya que estás desnudo. ¿Estás
tratando de facilitarles las cosas? ¿Listo para dejar embarazada a
alguna VampLycan?”
“¡Que te jodan!”
Wen dio la espalda al Ejecutor y cogió el jabón líquido. Tiró la
mayor parte de la botella sobre sí mismo, agarró una esponja y
comenzó a frotarse.
“Te arrancarás la piel si no tienes cuidado. ¿Tanto te molesté?
Fue una broma. Se suponía que debías reírte.”
“No estoy de humor.”
“Ya veo eso. ¿Estás enfadado con Trayis por haberte pedido que
regreses a casa, o echas de menos tener que ahuyentar a alguna mujer
a la que tus padres envían para esperarte en la puerta de tu cabaña?”
“Ninguno.”
Wen se olfateó, y luego tomó más jabón. Vació la botella,
fregándose más fuerte.

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Tymber se apartó de la pared y se acercó, casi entrando en la


ducha con él. Levantó su brazo, alzando su camisa para exponer la
piel carnosa justo debajo de su codo.
Wen frunció el ceño, luego le miró inquisitivamente.
“Ninguna cantidad de jabón va a ayudar. Tus ojos son negros y
estás tan agitado como la mierda. Es por el leve aroma que estoy
captando, ¿no? Humano, pero no el correcto. Sé que Trayis hizo que
Sherry te diera su sangre, pero recientemente has estado con Gerri.
Muérdeme. Eso va a enmascarar el olor de la abogada humana.”
Wen le gruñó.
“Podrías dejar pasar un día y esperar que para entonces haya
desaparecido por completo, o podrías deshacerte de ese olor ahora. Es
tu decisión.”
“Al menos déjame envolver una toalla alrededor de mi cintura.”
Tymber se rió entre dientes.
“Trabajamos juntos. Te he visto malditamente desnudo como
unas mil veces, después de haber cambiado. Ni siquiera me fijo, a
menos que sea para lanzarte alguna mierda. ¿Te estás volviendo
mojigato pasando tu tiempo con humanos?”
“El sabor de la sangre nos pone duros, independientemente de las
circunstancias. Me pondré una toalla.”
Tymber se rió y retrocedió.
“Te veré en la sala de estar. Ponte mejor unos pantalones.
Alguien podría entrar y eso sí sería incómodo. Yo tampoco cerré con
llave tu puerta.”
Wen cerró el agua y agarró una toalla. El dolor de cabeza solo
siguió empeorando.

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Se frotó la piel para secarse mientras entraba en su habitación,


poniéndose un par de jeans de su cómoda. Tymber estaba esperándole
en la sala de estar, como había prometido.
“¿Estás seguro de esto? No tienes que ofrecerme tu sangre.”
Tymber asintió con seriedad.
“Como Ejecutores, somos familia y nos cuidamos mutuamente.
Harías lo mismo por mí si tuviera a una mujer en mi mente pero
llevara el aroma de la sangre de otra. ¿Como de herido estabas?
Pareces completamente curado.”
“Estaba muy jodido. La Manada Lycan luchó como un
enjambre, probablemente aprendió esa táctica de esos malditos
Vampiros con los que estaban enganchados.”
“¿Cuántos mordiscos?”
“No lo sé. No los conté exactamente.”
“Supongo que necesitabas mucha sangre.”
Tymber extendió su brazo otra vez.
“Olerás como yo, en su lugar, pero eso no debería molestarte.”
Wen respiró profundamente, luego exhaló.
“Lo aprecio mucho. Solo debemos mordernos unos a otros por
una situación de vida o muerte.”
“La cordura también cuenta. Deja de resistirte y hazlo ya. Yo
odiaría llevar el olor de alguien que me molestara.”
Wen tomó el brazo de su amigo, cerró los ojos y dejó que sus
colmillos salieran. No lamió a Tymber antes de hundir sus colmillos.
Solo le mordió.
Su corazón latía con fuerza y la adrenalina se disparó a través de
su cuerpo. Se soltó tan pronto como pensó que había tomado
suficiente y retrocedió.

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Tymber se lamió su propio brazo, sellándolo e iniciando así el


proceso de curación.
“¿Estás seguro de que fue suficiente?”
Wen asintió con la cabeza.
“Gracias, hermano.”
Tymber se movió hacia su cocina.
“¿Hambriento?” dijo abriendo la nevera. “Te haré algo.”
Wen le siguió y sacó unas copas del gabinete.
“Tengo un montón de cosas para hacer sándwich. Las compré
antes de irme, pensando que no me gustaría ir a cazar o de compras
cuando regresase a casa. Vas a comer conmigo.”
“Estoy un poco hambriento.”
“Trayis me ha ordenado que hable con mis padres.”
“Lo sé.”
Tymber estableció sobre el mostrador carnes frías, queso,
mayonesa y pan de la nevera.
“Se supone que debo asegurarme de que les cuentes que has
estado con Gerri.”
“Mierda. No se tomarán eso bien.”
Wen sirvió zumo en dos vasos. Tymber encontró su mirada.
“¿Como está ella? ¿Alguna vez se hizo más grande?”
El dolor apretó el pecho de Wen.
“No por mucho.”
La ira vino después.
“Gerri vive en un apartamento de mierda, en un barrio que
apesta a Vampiros.”
“¿Ella no lo sabe?”

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“Sí, pero piensa que las paredes de ladrillo y los barrotes de las
ventanas la protegerán, incluso si ellos realmente quieren entrar.
Claro, eso se lo podrá algo más difícil para acceder, pero aún podrían
alcanzarla si lo desean.”
Tymber bajó la mirada y juntó seis sándwiches sobre la encimera.
Wen sacó dos platos, luego agarró una bolsa de patatas sin abrir de su
despensa. Solo unos minutos más tarde, estaban sentados ante el
mostrador para comer.
Tymber fue el primero en hablar.
“Sé que va a haber un infierno para pagar, pero es hora de que te
enfrentes a tus padres. Has negado lo que sabes que es cierto el tiempo
suficiente, todo por un sentimiento de deber y culpa. Finalmente has
buscado a tu pequeña ‘rizos dorados’. Ella es tu única, ¿verdad? No es
solo un enamoramiento que has mantenido desde la infancia.”
Wen miró los sándwiches en su plato.
“Mi padre va a hacer que le mate. Mi madre también morirá.
¿Qué clase de maldita elección es esa para hacer? Ellos son mis
padres. Mi padre es un Anciano. Si le mato, Trayis no tendrá más
remedio que castigarme o expulsarme del Clan.”
Tymber no dijo ni una palabra, por lo que, finalmente, Wen le
miró. Vió la tristeza en sus ojos.
“No envidio la situación en la que estás, Wen. Pero tú no eres el
que ha hecho algo malo, por lo que no habrá repercusiones contra ti
por parte de Trayis. Mandro y Elna no tenían ningún derecho a
hacerte esto. Tú no eres tu hermano. Es cruel, lo que te han hecho.
Eres un buen hijo. Todos en este maldito Clan podían ver cuánto
significaba Gerri para ti. Tú eras su protector. Todos supusimos que
irías a buscarla el día en que llegara a la edad de emparejamiento y la

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traerías de vuelta al Clan. ¿Sabías que Trayis mantuvo un seguimiento


de Carol y de ella durante esos primeros años, para poder decirte
exactamente dónde estaban?”
Wen no ocultó su sorpresa.
“No.”
Tymber asintió, cabeceando.
“¿Y eras consciente de que Klentz había hablado con Trayis
sobre tu apareamiento con su hija?”
Wen se tensó.
“No.”
Su amigo le sonrió.
“Klentz sabía que Mandro estaba en contra de eso, y le
preocupaba que tu padre le pidiera a Trayis que tirara de rango,
ordenándote que te alejaras de Gerri. Nunca obedecías a tu padre en
esa época, pero estabas en entrenamiento para convertirte en un
Ejecutor. Fue justo después de ese ataque de oso, cuando tu padre te
castigó por salvarle la vida. Klentz le pidió a Trayis que nunca te
prohibiera ver a Gerri. Él sabía cuán profundos corrían tus
sentimientos por ella, y sabía que solo se harían más fuertes a medida
que ambos envejecieseis.”
Wen cerró los ojos.
“Nunca me dijeron ni una palabra. Cualquiera de ellos.”
“Escuché a Klentz rogándole a Trayis que nunca os hiciera eso,
ni a ti, ni a ella.”
Wen abrió los ojos, sorprendido.
“¿Cuál fue la respuesta de Trayis?”

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“Dijo que nunca le pediría a un miembro de su Clan que negara a


una compañera, independientemente de las líneas de sangre o incluso
si eso molestaba a algún Anciano.”
Wen dejó que eso se asimilara en su mente.
“Klentz también le mencionó a Trayis las posibles consecuencias
de engendrar niños con una humana. Sabía que Mandro supondría
que tus hijos serían débiles, si tomaran su herencia genética de su
madre, y tu padre usaría esa excusa para hacer que el Líder de nuestro
Clan se pusiera de su lado.”
Tymber le sonrió de nuevo.
“¿Quieres saber cómo respondió Trayis a eso?”
Wen asintió. Era una razón válida para no aparearse con una
humana. El Clan dependía de él para criar jóvenes fuertes para la
próxima generación de Ejecutores.
“Trayis le dijo que no es la fuerza lo que hace a un buen
VampLycan, sino lo que está en sus corazones. Cualquier niño nacido
por amor, especialmente un amor tan puro como el que Trayis vió en
vosotros dos, solo podría estar destinado a la grandeza. La capacidad
de cambiar o no, no era una preocupación para Trayis.”
Wen sintió lágrimas en sus ojos. Miró hacia otro lado.
“Hablaré con mis padres. Ya es hora de que salga de la sombra
de Gerbin.”
“Sí. Ya es la puta hora.”

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QUINCE

*
Gerri se despertó bruscamente. La habitación todavía estaba
oscura... y sintió peligro. Un escalofrío recorrió su espina dorsal.
Quería alcanzar la luz en la mesita de noche, pero el miedo puro la
mantenía paralizada.
La sensación solo duró unos pocos latidos. Empujó las sábanas,
salió de la cama y se lanzó hacia la esquina más cercana. Sus puños se
levantaron mientras se giraba, preparada para luchar contra lo que sea
que la hubiese despertado. Estaba tan oscuro en la habitación que no
podía distinguir mucho.
“Tranquila.” retumbó una voz profunda. “No estoy aquí para
lastimarte.”
Era un hombre no sabía quién o qué era, pero supuso que no era
humano. Ajustó la cabeza un poco para rastrear de dónde venía su
voz. Estaba en algún lugar cerca del final de la cama, si tenía que
adivinar.

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“Tienes buenos instintos, y me gusta que fueses consciente


cuando entré, entonces protegiste tu espalda. Ese es un gran lugar
defensivo. Solo puedo ir hacia ti desde el frente.”
Su mente repasó las posibilidades.
“Tengo permiso para estar aquí. Realmente no quieres meterse
conmigo.” le dijo al extraño.
Tragó saliva, esperando que Micah se diera cuenta de que estaba
en problemas y corriera en su defensa. Era tentador gritar, pero aquel
hombre en su habitación no la había atacado, hasta ahora. Sin
embargo, podría hacerlo si ella pidiera ayuda.
“¿Qué deseas?”
“Tenía curiosidad por ti.”
Gerri repasó lo que sabía hasta ahora. Él había dicho que no
estaba allí para hacerle daño. También podía ver en la oscuridad, ya
que sabía que ella había ido a esa esquina.
“Estás oliendo un VampLycan. Supongo que perteneces a esta
Manada, recogiste mi olor y viniste a investigar qué diablos fue lo que
captó tu nariz. Ahora lo sabes. Me gustaría señalar que es realmente
grosero, sin importar de qué raza seas, colarse en el dormitorio de una
mujer en medio de la noche. Replantéatelo si crees que solo porque
huelo como un chico, estoy abierta al sexo. Tendrás que matarme,
porque pelearé contigo... y luego morirías después. Estoy protegida.”
Él se rió entre dientes.
“No estoy bromeando.”
“Sé que no lo estás. Me diviertes, es todo. Perdona mi respuesta.”
Gerri se relajó un poco, ya que él se mantuvo cerca del final de la
cama, pero no aflojó sus manos formando puños. Iba a pelear si
intentaba tocarla. No podía vencer, pero podría sobrevivir el tiempo

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suficiente para que Micah o sus padres se dieran cuenta de que tenían
a alguien más en su casa. Con suerte, vendrían.
Deseó poder ver algo.
“Sabes que soy humana. ¿Vas a encender una luz? Estoy ciega sin
una; tú lo sabes.”
“Encenderé la luz. ¿Preparada?”
Ella asintió. Parte de aquella oscuridad se movió y se acercó. El
tipo encendió la lámpara al lado de la cama. Gerri parpadeó,
ajustándose al brillo repentino, y luego se quedó boquiabierta
mientras miraba al intruso nocturno.
No había cambiado tanto desde la última vez que le había visto.
El shock la mantuvo quieta por un momento por la sorpresa, pero
luego bajó la barbilla, bajando la mirada hacia la alfombra que les
separaba, y colocó sus manos a los costados. Se apartó de la pared y
se inclinó levemente, permaneciendo en esa posición sumisa.
El hombre se acercó a ella y notó las botas de color negro que
llevaba, con pantalones cargo también negros.
“Mírame, Gerri.” dijo.
Ella se enderezó y levantó la barbilla. No era tan alto como Wen,
pero tampoco nadie lo llamaría ‘bajito’. Trayis medía un metro
ochenta y cuatro. No se podía creer que él estuviera en Colorado.
Trayis le sonrió.
“¿Todavía pintas en lienzo?”
No era una pregunta que esperaba.
“No.”
“Es una pena. Tuviste verdadero talento cuando eras niña.”
Extendió la mano y le tocó el cabello. Su sonrisa se ensanchó.

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“Sigue tan salvaje como siempre. Tu madre solía esforzarse


mucho por contener estos rizos, pero siempre se salían de las trenzas
que te tejía.”
El miedo vino después.
“¿Wen está bien?”
¿Y si hubiera ido a decirle algo horrible? No podía entender por
qué más estaría allí el Líder del Clan.
“Wen está bien. Le ordené que volviera a Alaska. Tymber me
envió un mensaje de texto cuando llegó a casa.”
Gerri exhaló un suspiro de alivio. Luego, la siguiente suposición
sobre por qué Trayis iría a verla la golpeó... y dio un paso atrás,
golpeando la pared.
“Estás enfadado porque fui a esa misión con Wen, ¿verdad?”
Su boca se endureció en una línea sombría durante varios largos
segundos.
“Furioso.” finalmente suspiró. “Wen te puso en peligro.”
“No me obligó a ir.”
Trayis extendió su mano. Gerri vaciló y luego la estrechó. Él
retrocedió, guiándola hacia la mesa y las sillas junto a las ventanas.
Los recuerdos de su infancia regresaron. A veces, Trayis solía llevarla
a caminar y le preguntaba cómo la trataban los otros niños. Siempre
había sido amable con ella, como una especie de ‘tío’.
“Siéntate.”
La dejó ir. Gerri se sentó frente a él. Trayis puso sus manos sobre
la mesa y se inclinó un poco hacia adelante.
“¿Cómo es la vida humana?”
Gerri se debatió sobre cómo responder, luego decidió ser sincera.
“No tan genial.”

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“¿Está bien tu madre?”


“No lo sé. Nos separamos.”
El shock de Trayis se reflejó en su sorprendido rostro.
“Ella se enganchó con una Manada. Una larga historia en la que
no quiero entrar, pero yo no pensaba quedarme. Y mi madre no
quería irse.”
“¿Tienes hijos? Sé que no tienes un hombre humano en tu vida, al
menos ya no, a juzgar por el aroma de Wen sobre ti.”
“Sólo estoy yo.”
“Eso hará las cosas más fáciles.”
Gerri se inclinó hacia adelante y cruzó los brazos en el borde de
la mesa, mirándole.
“¿Has venido a tratar de borrar mis recuerdos? No funcionará a
largo plazo. Klentz me probó.”
“Recuerdo que heredaste la inmunidad de tu madre al control
mental, aunque no eres tan fuerte como ella. La verdad se pierde para
ti, pero sueñas con ello hasta que recuerdas que es una memoria real.
No, Gerri. Solo estoy aquí para hablar contigo.”
Gerri hizo una mueca interiormente.
“¿Violó las reglas Wen involucrándome en la política de los
VampLycan? Siempre guardé los secretos del Clan, viví bajo el radar
y nunca causé problemas. No voy a cambiar nada de eso ahora. Te
doy mi palabra, por todo lo que vale la pena.”
“Wen no debería haberte involucrado. Estoy cabreado con él por
eso, pero nunca he cuestionado tu honor. Juraste guardar silencio
sobre todo lo que habías aprendido mientras crecías. Nunca hubiera
permitido que salieras de casa, si tuviera dudas. Tienes un buen
corazón, Gerri. Traté de convencer a tu madre para que se quedara,

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pero tenía la mente en blanco. No es mi costumbre, forzar a la gente a


vivir con nosotros.”
Gerri respiró más tranquila y relajada.
“Prometo que nunca hablaré sobre lo de Washington. ¿Es por eso
que viniste? ¿Para asegurarte de que no diría nada?”
“Estoy aquí para ofrecerte una elección.”
Eso la confundió.
“¿De qué tipo?”
“Cuando dejaste el Clan eras una niña bajo el cuidado de tu
madre. Carol tomó decisiones por ti en las que yo no tenía ningún
derecho a interferir. Ahora eres una mujer adulta. ¿Te gustaría volver
a unirte al Clan?”
Sus palabras casi la derrotaron. Gerri no se había esperado que le
hiciera esa oferta ni en un millón de años.
“Puedes regresar a Alaska conmigo o volver a la vida que
construiste con los humanos.”
“No lo entiendo. Soy humana. Quiero decir, solo me permitieron
vivir con el Clan por Klentz.”
“Los linajes no me importan. Te acepté en nuestro Clan, Gerri.
Nunca pediste irte, tu madre sí.”
Trayis le sonrió.
“Todavía te considero una de los míos. Puedes volver a casa, si
quieres. La casa en la que te criaron tus padres sigue en pie. La
mantenemos en orden. El interior no es lo mismo, ya que hemos
tenido personas quedándose allí de vez en cuando, pero podrías
volver a entrar a vivir en ella. Incluso tengo un trabajo para ofrecerte.
Implicará relaciones humanas, ya que tienes más experiencia lidiando
con ellos que cualquier otra persona en el Clan. Has vivido entre ellos

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durante quince años. Haré que manejes las llamadas telefónicas, pero
no irás a más misiones peligrosas, si aceptas. Quiero que estés a salvo
dentro de nuestro territorio.”
Las lágrimas llenaron sus ojos. Había habido muchas veces en las
que había deseado más que nada poder volver a la vida que alguna
vez tuvo. Sin embargo, ahora no sería lo mismo, puesto que ya no
tenía familia allí.
Luego estaba Wen. Sus padres se volverían locos. El miedo la
llenó... la querían muerta.
Trayis pareció adivinar sus pensamientos, o tal vez percibió su
aroma cambiando con sus emociones.
“Habrá cosas difíciles de manejar, pero estarás bajo mi
protección. Nadie se atrevería a hacerte daño. Eso también te
mantendrá cerca de Wen.”
Se dio cuenta de que el color marrón en los iris de Trayis se había
vuelto más dorado, pero luego algo negro se filtró. Lo que sea que el
Líder estaba pensando, también sentía varias emociones. Ella no
podía olerlas de la misma manera que él, pero el VampLycans las
mostraba en sus ojos. No estaba tratando de enmascararlas.
“Eso es complicado.” susurró finalmente.
“Soy más que consciente, Gerri. No me involucro en los asuntos
de familia entre los padres y sus hijos, pero Wen también es mi
Ejecutor y mi amigo.”
Sus ojos se volvieron totalmente negros.
“Estás enfadado con sus padres.” adivinó ella.
“Furioso. Es jodido esperar que un hijo reemplace al que
perdieron. Han hecho todo lo posible para moldear a Wen en una
versión de Gerbin. He hablado con Mandro y Elna muchas veces,

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pero se niegan a escucharme. Mandro es arrogante. Elna está loca.


Ninguno de ellos parece ser capaz de ver o preocuparse por lo que le
están haciendo a su hijo. Y Wen siempre estaba deseoso de
agradarles, ya que dejaban muy claro quién era su hijo favorito. Eso
hizo un número con él. Puede que todavía no tenga mis propios hijos,
pero nunca les haría sentir como si un hermano valiera menos que
otro. Esperaba que Wen les desafiara y fuera a buscarte algún día.
Finalmente sucedió.”
“No se va a emparejar conmigo, Trayis. Solo quería pasar tiempo
conmigo. Éramos niños cuando nos separamos y quedaban muchas
cosas sin decir.”
“¿Todavía existe el vínculo entre vosotros dos? Sé sincera
conmigo.”
Gerri asintió con la cabeza.
“Luchó para no morderme. Dijo que sus padres me matarían.”
“¿Qué sientes por él?”
“Le amo. Siempre lo hice, y siempre lo haré.”
No había ninguna razón para mentirle a Trayis.
“¿Es tu compañero en tu corazón, Gerri?”
Gerri asintió de nuevo.
“Entonces la elección se ha hecho. Salimos a primera hora de la
mañana. Le pediré a mi hermano que envíe a Micah para empacar las
pertenencias humanas que dejaste en cualquier vivienda que tengas y
que luego te las lleve allí.”
“No es tan simple.”
“¿Cuál es el problema?”

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“Llamé para ver cómo estaba Wen y fue Sherry quien contestó el
teléfono. Ellos eran amantes. Wen estaba con ella, pero a mí me
envió lejos con Micah.”
Eso todavía dolía.
“Gerri, yo envié a Sherry con Wen porque no sabía que tenía
cerca a sus primos. No podía enviar ningún VampLycan a esa ciudad
para respaldarle. Las malditas cámaras de seguridad y los teléfonos
móviles nos van a matar. ¿Sabías que Wen ha sido arrestado dos
veces en el pasado?”
Trayis suspiró.
“Wen no podía controlar múltiples mentes al mismo tiempo, así
que tuvo que dejarse llevar bajo custodia. Cuando un abogado
consulta con su cliente, la policía tiene que apagar las cámaras en sus
salas de entrevistas para respetar la confidencialidad. Eso significaba
que Wen podía controlar la mente de los oficiales sin que se registrara
cuando les hiciera escoltarla, escribir una historia y ordenarles que
destruyeran cualquier evidencia que tuvieran. Sherry trabaja en esa
capacidad para mí.”
“Lo sabía.”
“Wen no tenía idea de que yo la había enviado. Él nunca le pidió
que estuviera allí. También puedo asegurarte que Wen no siente nada
por ella.”
“Eso no lo sabes.”
“Lo sé. Leí los informes de sus misiones y hablé con él
largamente, cuando tuvo tratos con ella. Era solo sexo y nada más
para él. Eres su corazón, Gerri. Ven a casa.”
Gerri extendió la mano sobre la mesa, pero vaciló antes de
tocarle, recordando que los VampLycans no hacían eso.

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Trayis levantó su mano y tomó la de ella, entrelazándolas.


“Siempre tienes permiso, desde este momento.” ofreció el Líder,
adivinando el motivo de su vacilación “Considérame tu familia
ahora, Gerri. Tomaré el lugar de Klentz como tu figura paterna y
protector en el Clan.”
Trayis estaba lleno de sorpresas. Con esto, estaba diciéndole que
acababa de adoptarla.
“Gracias. Me siento muy honrada.”
Trayis le sonrió, sus ojos se volvieron dorados, recordándole un
gato divertido.
“¿Pero…?”
“No sé si puedo regresar, Trayis. Wen no estará contento si
regreso a vivir con el Clan, porque sus padres probablemente
intentarán matarme.”
“Es hora de sacudir las cosas, Gerri.”
Le guiñó un ojo.
“Siempre has tenido coraje. Déjame ayudarte a reclamar a tu
compañero. Es hora de que vengas a casa.”
Las lágrimas inundaron sus ojos.
“Quiero eso, mucho. Gracias.”
El Líder del Clan le apretó la mano.
“Tú y Wen os merecéis ser felices. En el pasado, no pude hacer
nada para evitar que os separaran, pero ese tiempo se ha ido. Ahora
se trata de construir ese futuro que vosotros dos siempre debisteis
tener juntos.”
Se inclinó sobre ella.
“Y no me importa si vuestros hijos pueden cambiar o no.
Tenemos demasiados niños naciendo. Estaré encantado si contigo

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nacen algunas niñas. Si la mente sobre la materia existe, pruébalo.


Piensa en “niña” cuando tú y Wen intentéis quedar embarazados. Eso
es todo lo que os pido.”
Gerri se recuperó rápidamente del asombro.
“Intentaré dar lo mejor de mí.”
“Críalas justo igual que tú. ¿Alguna vez te dije que tú eres la
única niña que nunca me dio dolores de cabeza?”
Trayis soltó su mano y se puso de pie.
“Intenta dormir algo. Las cosas saldrán bien. Wen no podrá
negar sus instintos una vez que esté cerca de ti día tras día. Está hasta
el cuello en mierda por ponerte en peligro, así que decidí castigarle
obligándole a trabajar conmigo en mi oficina.”
Una lenta sonrisa se extendió por su rostro.
“Va a tener una mesa justo al lado de la tuya. Dulces sueños. Te
veré por la mañana temprano.”
Cruzó la habitación, pero se detuvo junto a la puerta, mirándola
por encima del hombro.
“En el peor de los casos, si es realmente terco, se romperá cuando
entre en celo.”
Trayis parecía estar esperando una respuesta.
“Um, está bien.”
Entonces se volvió hacia ella por completo y se apoyó en la
puerta, con una sonrisa en su rostro.
“¿Klentz nunca te lo contó?”
Gerri sacudió su cabeza, negando.
“No.”
“Acababas de cumplir quince años cuando le mataron. Supongo
que aún no habría tenido ‘esa’ conversación contigo, y tu madre

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siempre trató de protegerte demasiado. Los VampLycans entran en


celo una vez al año. Wen es un poco mayor que tú. Empezó a sentir
el calor del celo cuando cumplió quince años.”
Su sonrisa se amplió.
“Una noche, Klentz atrapó a Wen con sus garras incrustadas en
un árbol, mirando hacia la ventana de tu habitación. Eras demasiado
joven para que Wen te tocara, pero su instinto le exigía que
permaneciera cerca de ti. Casi destruyó ese árbol, aferrándose a él
durante tres días hasta que cesó el calor del celo. Como adulto, dura
más... y en este momento tú ya no eres demasiado joven para tener
que alejarse. Wen entrará en celo y nada le impedirá ir a por ti.”
Gerri se mordisqueó el labio.
“¿Qué pasa si él elige a alguien más?”
El brillo dorado volvió a los ojos de Trayis.
“Tendría que irse muy lejos y fingir que cualquier mujer con la
que follara eras tú, para poder lograr su liberación sexual. Incluso eso
sería difícil de hacer, ya que el olor de cualquier otra mujer le
detendría, haciéndole sentir rechazo. Ahora ya sabe con certeza que
eres su compañera, si tuvo ganas de morderte. Y no dejaré que se
vaya del Clan. Terminarás con Wen quitándote la ropa y
reclamándote. Cuenta con eso.”
Trayis salió de su habitación, cerrando la puerta silenciosamente
detrás de él.
Gerri se quedó sentada en la silla y suspiró. Esperaba que Trayis
tuviera razón sobre todo esto. Que realmente las cosas podrían
funcionar y, finalmente, Wen la reclamaría.

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Una sensación cálida se instaló en su estómago, pensando en


tener bebés con Wen. La verdadera esperanza de que ella pudiera ser
capaz de construir una vida con el VampLycan que amaba estalló.
“Por favor, deja que esto funcione.” susurró.

Wen llamó a la puerta de sus padres. Sus luces estaban


encendidas, a pesar de la hora tardía. Estaba seguro de que le habían
estado esperando. Al ser un Anciano, su padre estaría al tanto de sus
idas y venidas. La puerta se abrió de golpe y el olor a comida llenó el
aire. Su padre le sonrió.
“Finalmente. Nunca he comido tan tarde en toda mi vida. Entra
aquí. ¿Arrasaste a ese Vampiro?”
“Sí. Horton ya no está.”
Wen entró y vió a su madre. Ella salió de la cocina con las manos
en las caderas.
“El asado probablemente ya estará seco. Pensé que estarías en
casa hace horas. Entra y toma asiento en la mesa.”
Wen suspiró, haciendo su voluntad.
Un olor desconocido le golpeó y gruñó, su mirada se precipitó
hacia el pasillo que conducía a las habitaciones.

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Una mujer alta salió de la oscuridad. Era una belleza, con largo
cabello negro, un vestido que abrazaba su cuerpo en todos los lugares
correctos, y una sonrisa coqueta en sus labios.
Su padre tomó asiento en la cabecera de la mesa.
“Únete a nosotros, Quilla. Este es ese hijo del que te hemos
hablado tanto.”
La mujer VampLycan se sentó frente a Wen, sonriéndole.
“Hola.”
Tenía una voz profunda y gutural, su oscura mirada recorrió su
pecho y su rostro, su aprobación era obvia.
“Eres tan guapo como me prometieron. Tus padres me han
contado todo acerca de tus logros.”
Wen no estaba sorprendido. Le hacían esto casi cada maldita vez
que regresaba a casa después de una misión.
“Me disculpo por su engaño. No estoy buscando compañera.”
La mujer no pareció sorprendida.
“Ellos mencionaron que eres reticente.”
Wen se tensó más, no le gustaba su reacción. La mayoría de las
mujeres que trajeron para él habían estado bajo la impresión de que se
sentía solo y listo para establecerse.
“Por decirlo de modo suave. No deberían haberte traído aquí.
¿De qué Clan eres?
“Del Clan de Crocker, y sí, he escuchado las experiencias que
han tenido otras mujeres, esas a quienes tus padres han invitado para
conocerte. Yo soy diferente. Disfruto mi independencia.”
Ella le guiñó un ojo.
“No quiero cambiar de Clan, pero no estoy en contra de tener un
hijo. Tengo setenta y dos años. Me gustaría tener uno mientras

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todavía soy lo suficientemente joven como para disfrutarlo. Nunca he


encontrado mi verdadero compañero. Podría considerar conformarme
contigo, si nos llevamos bien.”
“No me busques para ser tu donante de esperma. Nunca me
conformaría con un emparejamiento sin amor.”
“¡Wen!” gruñó su padre.
Su madre entró en la habitación como una tormenta con un gran
plato para servir. Lo soltó de golpe sobre la mesa.
“¡Te encontramos una criadora, y te la follarás hasta que ella se
quede embarazada!”
Wen estaba echando humo de furia.
“No.”
Su padre gruñó de nuevo y le miró, sus ojos se volvieron negros.
“Nos darás ese nieto que quiere tu madre. ¡Ahora! ¡Cumple con
tu deber!”
“Ya hemos decidido los arreglos de custodia.” agregó su madre.
“No serás molestado. Sólo debes reproducirte con ella hasta que esté
embarazada. Entonces tu deber para conmigo estará cumplido.”
Se giró, yendo a la cocina para recoger más comida preparada.
“Comienza esta misma noche, Wen. No me decepciones. Quilla
irá a tu casa contigo.” aseveró su padre.
Sus garras crecieron de sus dedos, su furia aumentando. Sus
padres lo hacían sonar como si él no fuese a formar parte en la crianza
de este niño que le exigían. Se levantó lentamente.
“¡No!”
Su padre saltó disparado de su silla.
“¡Tu madre ha hablado! Ha sido decidido. Te niegas a tomar una
compañera, así que nos encontraremos a mitad de camino. ¡Préñala!”

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Wen sintió que el pelaje le brotaba a lo largo de la piel y la cara,


también sus colmillos se alargaban.
“¡Dije que no! ¿Quieres un niño tan desesperadamente? ¡Preña a
tu pareja y permite que nazca otro hijo tuyo!”
Algún cristal se estrelló en la cocina y su madre llegó corriendo
desde allí, jadeando.
“¡Wen!”
Volvió su mirada hacia ella.
“Me escuchaste. Ya he terminado. No más mujeres, no más
desfiles frente a mí, y no más criadoras. Yo decido con quién
emparejarme, y cuando tenga un hijo, será mío para criar. No tuyo.”
“¡Gerbin lo haría por nosotros!”
Las lágrimas llenaron los ojos de su madre.
“¡Yo no soy él!” rugió Wen. “¡Él está muerto!”
Su padre le atacó al instante, y el dolor se disparó en las costillas
de Wen. Actuó por instinto, empujando a su padre hacia atrás.
Estaban igualados en tamaño, pero Wen tenía mucha más
experiencia en la lucha. Él lanzó un puñetazo, rasgando los brazos de
su padre, dañando sus músculos.
Su madre gritó y Wen saltó hacia atrás. Su padre parecía aturdido
mientras se hundía en el suelo, la sangre corría por ambos brazos
heridos, que colgaban lánguidamente a los costados.
Su madre corrió hacia su compañero, arrojando su cuerpo sobre
el suyo, y giró hacia Wen sus ojos ahora negros. El pelaje brotaba a lo
largo de sus facciones, sus colmillos brillaban mientras su boca se
alargaba. Estaba cambiando.
“No me hagas incapacitarte también, madre. No te equivoques...
Lo haré, si vienes contra mí.”

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Esto le desgarró, viendo a sus padres de esa manera, sabiendo


cuanto debían odiarle en ese momento. Ningún niño debería herir a
su propio padre o amenazar a su madre. Ningún niño debería ser
obligado a hacerlo.
La tristeza vino después.
“No soy Gerbin.” dijo con voz áspera. “Nunca seré mi hermano,
y ningún niño podrá reemplazarle. No un hijo mío y tampoco uno
que podáis tener juntos. Se ha ido para siempre. ¡Acepta eso!
Finalmente, trata con eso.”
Entonces echó un vistazo a Quilla. Ella se había apartado del
camino de la lucha, estaba de pie en la sala de estar.
“Vuelve a casa. Encuentra otro donante de esperma para tu hijo.
Te deseo suerte con eso.”
Caminó hacia la puerta principal, medio esperando que su madre
le atacara por la espalda. No lo hizo.
Wen huyó, dando un portazo detrás de él. Llegó a unos tres
metros del fondo del porche antes de que un movimiento desde su
izquierda le detuviera.
Tymber le miró con gesto sombrío desde donde se apoyaba
contra la casa, con los brazos cruzados sobre el pecho. Habría podido
escucharlo todo, si estuvo allí por un tiempo.
Su amigo habló primero.
“No tuviste elección. Me alegro de que finalmente te enfrentaras
a ellos. Vete a casa. Me quedaré aquí para asegurarme de que tu padre
no necesite un sanador. Puedo escuchar a tus padres hablando. Él
todavía vive.”
Wen abrió la boca, pero luego se dio cuenta de que no sabía qué
decir. Su vida familiar antes había sido tensa, ahora estaba destruida.

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Sus padres nunca le perdonarían, pero tampoco estaba seguro de


poder perdonarles a ellos.
Se encerró dentro de su cabaña y se dio una ducha. La sangre de
su padre en sus manos le hizo sentir enfermo. Las lágrimas llegaron
mientras estaba bajo el agua.
Quería a Gerri, pero nunca sería seguro traerla al Clan. Ahora sus
padres serían rencorosos con certeza. No solo la dañarían porque era
humana, sino también para obtener venganza por su desafío.
Sin embargo, había hecho lo correcto. Estaba claro que habían
planeado moldear a su futuro hijo de la misma forma en que lo
estaban haciendo con él mismo, durante los años transcurridos desde
la muerte de su hermano. Nunca permitiría que eso sucediera.
La única forma en que podría reclamar a Gerri como su
compañera era abandonando el Clan y rompiendo su lealtad hacia
Trayis. Su honor contra su corazón. Esa era la peor decisión que un
VampLycan podría tener que tomar.
“¡Joder!”

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DIECISEIS

*
Gerri echó de menos las habilidades de Micah cómo piloto de la
peor manera, cuando el avión descendió desde el cielo a una
velocidad alarmante. Se agarró al cinturón de seguridad temiendo por
su vida, esperando colisionar en cualquier momento. Sus ojos estaban
fuertemente cerrados, negándose a presenciar el impacto. Las ruedas
del tren de aterrizaje golpearon el suelo, rebotándoles de nuevo al
aire, y su estómago pareció golpear el techo. Las ruedas aterrizaron
de nuevo, pero esta vez ya no fueron lanzados de nuevo al aire. Los
motores zumbaban más fuerte.
El loco piloto se reía a carcajadas.
“Sabía que podía hacerlo.” se vanaglorió el piloto.
Gerri abrió un ojo, dándose cuenta de que estaban disminuyendo
la velocidad. Era un viejo camino en el que habían aterrizado, apenas
dos carriles en un área despejada de árboles. Esperaba que no
apareciera un automóvil o un camión delante de ellos para causar una
colisión frontal. El avión se detuvo y ella abrió su otro ojo.

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Trayis se volvió hacia el piloto sentado junto a él, con los ojos
brillantes. Levantó su mano, se inclinó hacia Gerri y la protegió de
verlo. Ella suspiró y se mantuvo quieta.
“Lo hiciste bien con este aterrizaje de emergencia. El avión ya
no está experimentando problemas de motor. Saldremos, irás a
entregar tus suministros y no te acordarás de haber llevado pasajeros,
ni de dónde has estado con nosotros.”
Trayis hizo una pausa.
“Y tienes un fuerte deseo de tomar más lecciones de un instructor
de vuelo. Soy consciente de que tienes tu licencia, pero hazlo. Deseas
ser un piloto aún mejor.”
“Lo deseo.” declaró el piloto.
Trayis retiró su mano de la cara de Gerri y rodó sus ojos, de
nuevo marrones cuando ella le miró. Pronunció una sola palabra.
“Aterrador.”
Gerri miró al piloto. Estaba sonriendo, aparentemente en su
propio mundo, mirando al frente del avión. Ella cabeceó, mirando a
Trayis nuevamente.
“No me digas.” resopló ella.
Trayis abrió la puerta y la ayudó a salir. Su mochila no estaba
guardada en el compartimiento lateral, sino posada en el asiento junto
a ella. Se deslizó las correas y siguió a Trayis lejos de la carretera. El
avión comenzó a rodar hacia adelante.
“¿Dónde encontraste a ese tipo?”
“Simplemente lo agarré del aeropuerto. Estaba yendo a un centro
de abastecimiento de algún complejo en esta área. Mi error.”
El avión despegó por la carretera y Gerri miró a ambos lados.
“Entonces, ¿alguien nos estará recogiendo?”

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Gerri vio al pequeño avión levantarse desde la carretera,


regresando al cielo.
“Sí. Este no es un camino público.”
Sacó su teléfono móvil y llamó a alguien.
“Estamos aquí. Tú sabes qué hacer.” colgó. “Debería llegar como
en unos veinte minutos.”
“¿Por qué estamos tan lejos de tu territorio, si de todos modos el
piloto no recordará donde nos dejó?”
“Esta es la recta más larga y donde el camino es el menos dañado
por los inviernos. Solía correr por una pequeña ciudad que se
extinguió hace cinco años.”
“¿No es la que arrasaron los Vampiros?”
“No. Hubo un pabellón de caza que abrieron algunos seres
humanos, incluso pusieron algunas tiendas turísticas, un restaurante y
una gasolinera. Algunas corporaciones pensaron que podían ofrecer
un paquete vacacional, entonces lo construyeron todo. Estaba
demasiado cerca de nuestro territorio.”
“¿Qué significa eso?”
Trayis sonrió intencionadamente.
“Digamos que nos aseguramos de que sus invitados nunca
encontraran caza, y así no regresarían. El primer mes que estuvieron
abiertos, tuvimos grupos de intrusos en nuestra frontera. Me negué a
permitir que nuestros Clanes fueran atacados por idiotas. No
obtuvieron ganancias en los dos años que estuvo abierta y se lo
compramos todo a un precio reducido.”
A Gerri le hizo gracia.
“Eso es un poco malvado, pero brillante.”

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“Hago lo que debo para la protección de mi Clan. Deberían haber


abierto uno de esos retiros para amantes de la naturaleza. En cambio,
trajeron armas.”
Sacudió la cabeza.
“Error.”
Gerri se quitó la mochila y se estiró. Estaba cansada de estar
sentada, después de dos vuelos en avión. No es que pudiera quejarse
del primero.
“¿Siempre vuelas en primera clase cuando viajas en transportes
humanos?”
Trayis se rió entre dientes.
“No encajo en clase turista.”
Ella miró su enorme cuerpo y se dio cuenta de que tenía razón.
“No sabía que alguna vez salías de Alaska.”
“Voy a visitar a mi hermano cada cinco o diez años. Él no puede
venir a verme a mí.”
“¿Por qué no?”
“Arlis está emparejado, con dos hijos. Su necesidad de mantener
a su familia a salvo no le permitirá estar separado de ellos. Nunca
confiaría en los humanos para llevar volando a su compañera o sus
hijos toda esta distancia. Es más fácil utilizar sus líneas aéreas cuando
están disponibles, además de mucho más barato. ¿Sabes lo que cuesta
contratar un jet privado?”
“Ninguna pista.”
“Es indignante.”
Gerri dejó que el asunto cayera.
“¿Le estabas visitando cuando llegué allí?”
Trayis encontró su mirada y se la sostuvo.

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WEN
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“No. Solo vine a buscarte a ti. Volveré muy pronto para visitar a
mi hermano.”
“Podrías haberme llamado y pedirme que viniera.”
El VampLycan le sonrió.
“Esta era una conversación que teníamos que tener cara a cara.
De lo contrario, dudo que estuvieras aquí.”
Ella miró hacia otro lado. Probablemente tenía razón.
“Funcionará, Gerri.”
Ella le miró fijamente, recordando sus palabras susurradas la
noche anterior, después de que él había salido de su habitación. Debió
haberlas escuchado.
“Eso espero.”
“Serías desgraciada sin Wen. Independientemente de las
dificultades que os puedan traer los próximos días o semanas, de esta
manera él estará cerca. Los instintos no serán negados. Has vuelto a
donde perteneces.”
Alzó la mano y se tocó la sien.
“Piensa como un VampLycan. Eres del Clan.”
Aunque ella no era una VampLycan. Mantuvo eso para sí
misma. Él era más que consciente.
Entonces Trayis retrocedió.
“Vuelvo enseguida. Tengo que echar una meada.”
“Yo también. Nos encontraremos aquí en unos pocos minutos.”
Gerri cruzó el camino y se fue en la dirección opuesta. Los olores
y los sonidos de los árboles la hicieron sonreír, cuando encontró un
lugar para ponerse en cuclillas y aliviar su vejiga.
No había ruidos de tráfico, ni alarmas, ni sirenas. Apenas los
pájaros y el crujir del viento a través de las copas de los árboles.

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Trayis la esperaba de vuelta a un lado de la carretera. Él olfateó,


haciéndole un gesto para que se acercara.
“Los osos están en el área. Mantente cerca.”
“Sí. Estoy en casa.”
Él se rió entre dientes.
“No darás ningún paseo sola. Además, despejamos el área
alrededor de nuestras cabañas después de que fueras atacada. Algunas
cosas han cambiado.”
“Es bueno saberlo.”
Pasó un corto tiempo antes de que un SUV negro con vidrios
polarizados se detuviera hasta pararse junto a ellos. No pudo
distinguir el conductor hasta que abrió la puerta. Le reconoció al
instante. No había cambiado en absoluto, algo que no debería haberla
sorprendido. Los VampLycans no envejecían como los humanos.
Podrían haber pasado días desde la última vez que le vió, en lugar de
quince años.
“Hola, Yern.”
Rodeó el todoterreno y la miró. Su mirada bajó hasta su pecho.
“Tienes tetas.”
Echó un vistazo a la camiseta sin mangas que llevaba, notando
que revelaba algo de escote. Ella sonrió y le miró.
“Cierto.”
Trayis suspiró.
“¿Eso es lo primero que tienes que decirle a tu miembro del Clan
después de todos estos años? ¿Dime otra vez por qué eres un
Ejecutor?”
Yern se rió.

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“Pero es verdad que tiene tetas. Grandes. Solía ser plana como
una tabla.”
Trayis rodó sus ojos hacia el cielo y negó con la cabeza.
“¿Por qué yo?”
Yern se acercó a ella y le abrió los brazos.
“Dame un abrazo.”
Ella le encontró a mitad de camino y se quedó sin aliento cuando
este VampLycan grandote la agarró y la levantó de sus pies. Yern le
dio un abrazo de oso, casi aplastándola.
“Suavemente.” espetó Trayis. “No la rompas.”
Yern alivió su agarre un poquito.
“E
s bueno tenerte en casa. Retomamos las lecciones mañana, Gerri.
Dudo que esos estúpidos humanos te hayan enseñado habilidades de
supervivencia.”
Yern la bajó y luego ahuecó su rostro, inclinándose para estudiar
sus rasgos.
“¿Buscando arrugas?”
Siempre se habían tomado el pelo el uno al otro. Yern esbozó una
amplia sonrisa.
“Te ves bien, nena. Solo más madura. Me gustan las diferencias.”
Su mirada bajó.
“Especialmente las tetas.”
De repente, Yern gruñó, sacudiéndose y soltándola. Trayis tenía
un agarre en la parte posterior de su cuello.
“Wen te mataría, así que no lo pienses.”
“No estoy coqueteando con ella. Y lo sabe.”
“Está bien.” se rió Gerri. “Es una vieja broma entre nosotros.”

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Trayis le dejó ir y frunció el ceño.


“No creo que Wen encuentre gracioso este tipo de charla.”
Yern se frotó el cuello.
“¡Ay! Solía contarle que si alguna vez era atacada por un hombre,
podía mostrarle sus tetas, pero entonces no tenía ninguna.” sonrió.
“Ahora sí las tiene.”
Su mirada se volvió hacia Gerri y puso sus manos frente a su
pecho, haciendo un movimiento como fingiendo abrirse la camisa. Le
guiñó un ojo.
“Ahora funcionaría totalmente.”
“¿Crees que eso detendrá a un hombre de matarla?”
Yern asintió con la cabeza a Trayis.
“En su lugar, querría follársela y bajaría la guardia tratando de
quitarle la ropa. Ahí es cuando ella podría matarle. Gerri siempre ha
sido pequeña. Tiene que superar a su oponente con sus propias armas,
ya que no tiene garras.”
“Hablando como un hombre sin pareja. Llévanos a casa. Estoy
cansado. Sé que Gerri también lo está.”
Trayis abrió la puerta del pasajero y se sentó.
“Entra.”
Gerri se subió a la parte posterior después de agarrar su mochila.
Después de unos pocos kilómetros, salieron de la carretera por un
camino de tierra. Tuvo que ponerse el cinturón para evitar ser
vapuleada debido a los muchos baches y terrenos irregulares. Esa era
una de las cosas que no había echado de menos de su antiguo hogar.
Los VampLycans no dejaban que fuera fácil viajar por su territorio.
Yern siguió mirándola por el espejo retrovisor y sonriendo.
“Es bueno tenerte de vuelta, nena.”

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“Deja de llamarla así.” suspiró Trayis. “Wen se enfadará.”


“Él sabe que la llamamos así. Ella era tan pequeña y linda.
Todavía lo es.”
Yern se detuvo y olisqueó.
“Entonces, ¿el viento todavía sopla en dirección a Wen? Hueles
como él.”
Su mirada atrapó la de ella en el espejo otra vez.
“Supongo que todavía te sientes atraída por él tanto como solías
hacerlo entonces.”
“Sí.”
“Son compañeros. Simplemente Wen no la ha reclamado
todavía.” agregó Trayis.
“¡Idiota!” murmuró Yern. “Sé que sus padres están desquiciados
después de lo que sufrieron, pero consentirles no ha ayudado a
ninguno de ellos. Le dije eso varias docenas de veces. Somos
VampLycans, no humanos.”
Su mirada se encontró con la de Gerri otra vez.
“Sin ofender.”
“Ninguna ofensa tomada.”
“No actúas como una humana. Nunca lo hiciste. Eres solo una
VampLycan bajita y ‘no-cambiante’ que huele a humana. Solo que
ahora mismo… hueles a Wen. Supongo que debería haber adivinado
que eras suya, incluso si aún no habéis intercambiado sangre, ya que
obviamente le dejaste estar entre tus muslos. Apuesto a que estaba
feliz como una mierda por eso. No era ningún secreto cuán
desesperadamente te deseaba cuando era joven. Tú pasabas
caminando y él tenía una erección. Por favor, dime que duró más de
diez segundos. Ese hombre te deseaba tanto que podría haberse

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disparado incluso antes de bajarse la cremallera de la bragueta, si tú


estabas desnuda para él.”
“¡Cállate ya!” ladró Trayis. “Suenas como una versión juvenil de
ti mismo.”
Gerri se rió a carcajadas.
“No se avergonzó a sí mismo cuando me metió en la cama.”
El Líder del Clan se giró en su asiento para mirarla, pero sonrió.
“No le animes.”
Entonces se acercó y le dio una palmada a Yern con el dorso de
su mano en el costado de su brazo.
“Deja de buscar algo para molestar a Wen. Ya lo tiene bastante
difícil sin que tú agregues alguna mierda.”
La visión de su antiguo hogar quedó a la vista y Gerri se
desabrochó el cinturón, inclinándose hacia adelante para verlo mejor.
Los recuerdos de su infancia pasaron por su mente, y con ellos llegó
la tristeza.
Yern estacionó y ambos hombres salieron al frente. Trayis abrió
la puerta e inhaló.
“Klentz fue un buen hombre.”
Gerri parpadeó para contener las lágrimas.
“Lo era.”
“Esta es tu casa, otra vez.”
Trayis tomó su mochila.
“Tuve que hacer que la limpiaran esta mañana, ya que no hemos
tenido visitantes alojándose aquí desde hace aproximadamente un
mes. La comida ha sido puesta en la nevera.”
Trayis lideró el camino. Ella le siguió, con Yern a su lado. Más
recuerdos surgieron.

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Había estado muy feliz de haber sido criada en esta cabaña. Gerri
vaciló cuando llegaron a la puerta principal, mirándola. Trayis la
abrió de par en par y entró primero.
Yern esperó por ella, así es que avanzó hacia adelante. El interior
había sido pintado y los muebles habían sido mejorados. La mesa de
café era la única pieza que reconocía, y le conmovió que todavía
estuviera allí. Trayis siguió su mirada.
“Sé que Klentz talló las patas en forma de delfín para tu madre.
La conservamos.”
Trayis dejó su bolsa.
“¿Gerri?”
Ella le prestó toda su atención.
“Permanece dentro por ahora. Mañana a primera hora planeo
informar al Clan de que has vuelto con nosotros. La mayoría de ellos
te reconocerán, pero tenemos jóvenes que no lo harán. Este no es un
hogar remoto y te encontrarás con hombres del Clan. El aroma de
Wen todavía está contigo, pero no quiero que algún adolescente
demasiado entusiasta piense que está protegiendo al Clan al
acapararte. No querrían hacerte daño, pero no me arriesgaré a que
resultes lastimada o te rapten. Yern estará fuera de guardia. Sus
hermanos cambiarán turnos con él. Debes tener protección durante
todo el día.”
“¿Los padres de Wen?”
No temía a nadie más en el Clan.
“Son inestables.” Trayis se acercó. “Wen lidiará con ellos, o lo
haré yo. De una forma u otra, esta es una solución temporal. Me
niego a tenerte en peligro dentro de nuestro Clan.”
“Gracias.”

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“Es bueno tenerte de vuelta a donde perteneces. Ahora tengo que


encontrarme con Wen.”
Su corazón se aceleró.
“¿Él sabe que estoy aquí?”
Trayis negó con la cabeza.
“Planeo ir a casa, ducharme y cambiarme de ropa, antes de verle.
Lo descubrirá mañana con el resto del Clan. Quiero darle más tiempo
para pensar sobre todas las cosas horribles que te pueden pasar en el
mundo de los humanos.”
Rayos dorados se encendieron en sus ojos marrones y esa mirada
traviesa regresó.
“Vas a darle un poco de mierda.” bromeó Yern riéndose entre
dientes, luego se quejó: “Eso no es justo.”
“Es por eso que yo soy Líder del Clan y tú eres un Ejecutor.”
Trayis le guiñó un ojo a Gerri.
“Permanece en el interior. ¿Prometido? Mañana por la mañana
vendré a buscarte y celebraremos la reunión del Clan. La tendremos
alrededor de las nueve.”
“Tienes mi palabra. Comeré algo y luego dormiré. No conseguí
más de unas pocas horas anoche.”
Trayis se fue y ella se enfrentó a Yern.
“¿Tienes hambre?”
“No, pero gracias. Voy a salir. ¿Necesitas algo antes de irme?”
“Puedes quedarte aquí.”
“Está en contra de las órdenes. Voy a patrullar fuera. Además…
¡demonios!, cuando Wen descubra que llegaste hoy, tratará de
patearme el culo si sabe que pasé la noche a solas contigo.”
Bajó la vista y sacudió la cabeza.

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“Tienes tetas. No estoy superando eso. Estaba seguro de que


serías plana como un panqueque.”
Gerri se echó a reír.
“Vale. Si tienes hambre o no quieres orinar en un árbol, dejaré la
puerta desbloqueada. Todavía puedo hacer eso aquí, ¿no?”
“Sí. Nadie te lastimará.”
“Trayis no me diría la verdad, así que no me molesté en
preguntarle. ¿Mi presencia aquí le causará algún problema?”
Yern negó con la cabeza.
“Eres del Clan, Gerri. Siempre lo has sido. Sé que algunos de los
adultos eran imbéciles por no confiar en ti cuando eras niña, pero
nunca nos traicionaste.”
Su expresión se tensó.
“Tenemos cosas más grandes de qué preocuparnos en estos días.”
“¿Como qué?”
“Cualquier cosa clandestina que Decker haga. Ayudaste a Wen
en su misión, así que sé que eres consciente de que el muy hijo de
puta envió a un Nido para atacar a su antiguo Clan. A algunos les
preocupa que a continuación nos exponga ante los humanos y los
envíe aquí.”
“Sigue siendo el ‘hombre del saco’.”
Yern asintió.
“Pura maldad. Todos anhelamos el día en que muera.
Finalmente estamos en paz con su antiguo Clan y estamos unidos.
Nos visitan y les visitamos.”
Gerri pensó en esta casa.
“¿Dónde se quedarán si vienen de visita, ahora que yo estoy
viviendo aquí?”

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“Tenemos algunas otras cabañas que construimos para eso. Esta


casa solo se usó porque nadie vivía aquí.”
Extendió la mano y le tocó la mejilla cariñosamente.
“Ahora alguien lo hace.”
Se giró y cerró la puerta principal detrás de él.
Gerri hizo un lento círculo, observando la gran sala. Era bueno
estar en casa.

Wen repasó cada detalle de lo que había sucedido en


Washington. Trayis había llamado a algunos de los Ejecutores para
estar presentes en esta reunión. Se había sentido aliviado de que nadie
le interrogara cuando se había saltado hablar de su tiempo privado
pasado con Gerri. No estaba dispuesto a compartir esos momentos
con su Clan.
Trayis trajo comida y cenaron juntos mientras discutían la
misión.
“¿Por qué hueles a Tymber?” preguntó uno de los Ejecutores.
Wen abrió la boca para responder, pero su amigo habló primero.
“Porque aún estaba herido cuando llegó. Has conocido a nuestra
abogada humana. No hay mucha carne en sus huesos. Wen no quiso
tomar demasiada sangre. Le di algo de la mía. Si tienes un problema

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con eso, o si quieres darme alguna mierda, prometo no dejar que me


muerdas si resultas herido en alguna batalla.”
Kavler sonrió pícaramente.
“¿Dónde te mordió?”
Tymber levantó su dedo medio.
“Aquí.”
“Daré por terminada esta reunión, ya que es obvio que todos
estamos aliviados de que la amenaza haya sido resuelta. Compartiré
los detalles con los otros Clanes.”
Sin embargo, Trayis estaba sonriendo.
“Marchaos. Wen, tú te quedas. Los Clanes pueden tener
preguntas para ti.”
Todos se fueron, dejándole solo con el Líder de su Clan. Trayis
no buscó su teléfono, sino que se reclinó en su silla. Wen le miró con
el ceño fruncido.
“Pensé que ibas a contactar con los otros Clanes.”
“No hay necesidad. Ya conocen lo más destacado, lo que he
sabido por teléfono de Graves y luego de ti. Horton está muerto. Eso
es todo lo que importa. Y quería hablarte sobre tus padres. Nadie más
necesitaba saber eso.”
“Mi padre me atacó primero. Corté sus brazos para evitar que me
hiciera daño.”
“Lo supuse. Ya ha sanado. Vi a tu padre antes de la reunión.
Quiere que te castigue por atacar a un Anciano.”
Wen no pudo decir que estuviera sorprendido.
“¿Cuál es mi castigo?”
“Tener a Mandro como padre. Le dije que tuvo suerte de que no
le arrancaras los brazos por atacarte. Lo que no me dijo fue lo que

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provocó la pelea. Tuvo que ser malo, ya que normalmente toleras


mucha mierda de él.”
“Encontraron a una mujer del Clan de Crocker que estaba
dispuesta a engendrar un hijo conmigo, pero además ella no quería un
compañero.”
“¡Joder!”
“Supongo que pensaron que yo aceptaría eso de no tener nada
que ver con mi propio hijo, y ellos podrían ayudarla a criarle.”
La rabia le inundó de nuevo ante ese pensamiento.
“Dije que no, y se desató el infierno. ¿Tymber no te lo contó? Él
estaba fuera.”
“Sus órdenes eran permanecer cerca de ti, no chismorrear. Pensé
que tus padres sacarían algo de mierda y yo no estaba cerca para lidiar
con eso. Le pedí que lo hiciera él.”
“¿Dónde estabas?”
Wen inmediatamente lamentó esa pregunta. No estaba en
posición de preguntar.
“Pido disculpas.”
“No hay problema. Estaba con una mujer.”
“Oh.”
Eso era una gran noticia. Trayis evitaba a las mujeres a menos
que estuviera en celo. Por lo general, traía a una Lycan para que se
quedara con él, y luego la mujer se iba cuando su celo había pasado.
Era bien sabido que evitaba a las VampLycans, después de algún
incidente en el pasado.
“¿Encontraste a tu compañera mientras yo no estaba?”
“No. Era sólo cosa de una sola noche.”
Trayis le sonrió.

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“Ella es muy linda, también.”


“Estoy contento. Debes hacer algo para aliviar todo el estrés con
el que te enfrentas a diario.”
“Eso es lo que estoy tratando de hacer. Mandro y yo tuvimos
unas palabras sobre ti. Le dije que te dejara en paz, le recordé que ya
no eres un chico, sino un hombre. Tú también eres uno de mis
Ejecutores. Incluso siendo uno de los Ancianos, no tiene derecho a
emitir órdenes. Están ahí para dar consejos, no para manipular las
vidas de los miembros del Clan.”
“Apuesto a que no se tomó eso muy bien.”
“No, no lo hizo. Le dije que si no le gustaba, era bienvenido a
dejar este Clan para unirse a cualquier otro. Le ordené que te dejara
malditamente en paz y le dije que ya no se le permitía interferir en tu
vida nunca más. Eso también va para su compañera. Ambos están
jodiendo con mi Ejecutor, y no voy a permitir ese tipo de tensión en
mi Clan.”
Esto sorprendió a Wen. Ni siquiera sabía qué decir.
“Dejé en claro que sus acciones te han vuelto imprudente con tus
deberes. Eso me da derecho a intervenir. Pusiste en peligro a Gerri
solo para pasar tiempo con ella porque ellos te lo prohíben.”
Una sensación de malestar se instaló en el estómago de Wen.
“¿Le dijiste a mi padre que estuve con ella?”
Trayis asintió.
“Lo hice. También dejé muy claro que yo estaría encantado si te
emparejaras con ella.”
Wen se removió en su asiento.
“Estoy seguro de que tuvo mucho que decir sobre eso.”

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“Lo hizo. Empezó con esa mierda sobre líneas sanguíneas débiles
que nublan la próxima generación. Le dije que no era algo que
considerara un problema. Me llamó incompetente para guiar a
nuestra gente, si lo sentía así. Y le dije que era más que bienvenido
para desafiarme.”
Wen dejó de respirar, mirando al Líder de su Clan.
“De inmediato, dio marcha atrás.”
Wen contuvo la respiración.
“Le hubieras matado, si te hubiera atacado.”
“Eres un buen hombre, Wen. Tienes honor. Yo también. No
puedo decir lo mismo de Mandro, desde la muerte de tu hermano. Su
mente es lo único ‘nublado’ e incompetente. Uno de nosotros tiene que
tratar con él.”
Trayis se puso de pie.
“Te ofreciste como voluntario para una misión muy peligrosa
solo para poder estar con la mujer que quieres. Eso no solo puso tu
culo en la línea de fuego, sino también el de Gerri. Me cansé de
esperar a que te enfrentaras a ellos. Estoy forzando el tema para que
termine, de una forma u otra. Me niego a perderte. Eso debilitaría al
Clan. Pero eres desgraciado y un peligro para ti mismo debido a sus
exigencias. Arregla esto. No me importa cómo. ¿Lo entiendes?”
Wen se puso de pie.
“Lo entiendo.”
“¿Tienes algún problema con algo que he dicho?”
“No. Tienes razón.”
Trayis se puso de pie y rodeó su escritorio.

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“Es un Anciano, pero eso no le hace infalible, Wen. Lo estoy


considerando un asunto de familia entre los dos, sin embargo, esto
termina ya.”
Wen le miró profundamente a los ojos.
“¿Me estás dando permiso para matarle?”
“Te estoy diciendo que esto no puede continuar más. Defiende tu
posición. Haz que suceda. Si él no lo permite, esa es su elección. No
la tuya. No te perderé.”
Trayis se acercó a Wen y le agarró por la nuca, sosteniéndole con
fuerza.
“Has sido un hijo increíble para ellos, has hecho todo lo posible
por hacerles felices, pero tú no eres Gerbin. Es hora de que les dejes
sufrir el dolor y la realidad de su pérdida sin intentar suavizar el
golpe. Sin embargo, deben sobrellevar eso sobre sus hombros, no
sobre los tuyos. Te necesito, Wen. A ti. Siendo quien tú eres. No más
vivir a la sombra de la muerte.”
Wen lo entendió.
“Han sido unos pocos días difíciles para ti. Ayer fuiste
gravemente herido, y aunque estoy seguro de que estás mayormente
curado, tu fortaleza no está en su punto máximo. No quiero que trates
con tus padres esta noche. Mañana es lo suficientemente pronto.
Tymber te está esperando fuera. Sus órdenes son asegurarse de que
descanses esta noche y de que nadie te moleste.”
“Gracias.”
“Eres mi amigo, eres mi Ejecutor y te considero como un
hermano. Ya terminé de verte sufrir. Mañana será un nuevo día.”
Trayis le liberó.
“Ahora vete. Tengo que hacer unas llamadas telefónicas.”

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DIECISIETE

*
Gerri se despertó bruscamente cuando la puerta del dormitorio
principal se estrelló contra la pared. La había cerrado por si Yern
entraba a la casa a comer o usaba el baño de invitados, que estaba
justo una puerta más abajo. El contorno de un hombre grande
enmarcaba la entrada. Ella había dejado las luces de la sala de estar
encendidas, pero estaban un poco al final del pasillo, así que no podía
distinguir gran parte de quien estaba allí.
“¿Gerri?”
Habría reconocido ese gruñido en cualquier lugar.
“¿Wen?”
“¿Qué diablos estás haciendo aquí?”
Wen dio unos pasos más cerca, luego se detuvo.
“Trayis me trajo.”
Solamente se quedó inmóvil. Gerri apartó las mantas, se deslizó
hasta el borde del colchón y luego encendió la lámpara de la mesilla
junto a la cama.

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Wen estaba mirándola con una expresión furiosa en su rostro y


sus ojos estaban oscuros. El color no había alcanzado el negro, pero
estaba cerca.
“Ese bastardo astuto.” murmuró finalmente.
“Iba a decírtelo mañana, junto con el resto del Clan. Él me invitó
a volver. Yo acepté.”
¿Estaba enfadado porque ella estaba allí, o simplemente enfadado
porque Trayis no se lo había dicho aún? Gerri saltó de la cama pero
no se le acercó.
“Dijo que todavía soy del Clan y me dio la opción de regresar.”
Gerri enderezó los hombros y se preparó para luchar contra él si
le ordenaba que se fuera. Wen no comenzó una pelea. Tan solo se
quedó allí, mirándola fijamente. Sin embargo, no parecía feliz de
verla. Eso dolió.
“Quería volver. Aquí es donde me crié. Vivir con humanos es
una mierda, Wen. Sé que enfrentaré algunos problemas con el Clan
hasta que algunos de ellos se adapten a mí de nuevo, pero al menos
no estaré viviendo tras las rejas de mi ventana. No tengo que
preocuparme a diario por ser asaltada o asesinada. Tengo un trabajo
aquí. Trayis me dio uno. Me despidieron del último que tuve,
¿recuerdas? Te dije que no era fácil para mí encontrar trabajo ya que
nunca me gradué de la escuela secundaria y estoy segura de que no
podría pagarme la universidad.”
Wen parpadeó pero no dijo nada.
“No significa que espere nada de ti, si eso es lo que te preocupa.
Dejaste muy claro que no podías emparejarte conmigo. Vale. Pero
todavía voy a vivir aquí. Podemos evitarnos el uno al otro, si eso es lo
que quieres.”

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Gerri recordó entonces que Trayis iba a obligar a Wen a ocupar


un escritorio al lado del suyo en su oficina.
“Di algo.”
No lo hizo. Ahora ella se estaba enfadando.
“¿Qué estás haciendo aquí de todos modos? ¿En mi casa?”
“Trayis no quería que tuviera otra pelea con mi padre, así que
hizo que Tymber me acompañara a una casa de huéspedes. Ésta. Él lo
preparó para estar aquí juntos. Entré y recogí tu aroma.”
“¿Tuviste una pelea con tu padre?”
Wen cerró los ojos y respiró profundamente, exhalándolo. Se
giró, levantó la mano y se la pasó por el pelo.
“Ese bastardo astuto.” dijo Wen de nuevo.
Su rabia se agotó, solo para ser reemplazada por diversión.
“¿Tu padre o Trayis?”
Wen se volvió hacia ella y sonrió de verdad.
“Trayis.”
Se acercó unos pasos y su atención se centró en su cuerpo. Ella
vestía un camisón que le golpeaba los muslos.
“Ojos para arriba y fuera de mis piernas. No me respondiste.
¿Tuviste una pelea con tu padre?”
Wen sostuvo su mirada.
“¿Recuerdas las visitas a domicilio de las que te hablé?”
Ella lo recordó... y los celos se alzaron instantáneamente.
“¿Alguna mujer te estaba esperando en tu cama?”
“En su casa. Siempre insisten en que cene con ellos los días que
regreso, sin importar cuán tarde sea la hora.”
Su expresión se endureció en una mueca.
“Gerbin siempre hacía eso.” añadió.

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Gerri cerró la distancia y envolvió sus brazos alrededor de su


cintura, presionando contra su pecho.
“Lo siento. Tú no eres él, y eso es muy jodido.”
Wen se puso rígido pero luego levantó los brazos, abrazándola
sin apretarla. Luego se relajó y la acercó más.
“Me alegra que estés aquí.”
Gerri mantuvo la cabeza inclinada hacia abajo, la mejilla
presionada contra su camisa.
“Estoy un poco molesta contigo, pero estoy muy feliz de que
estés curado. Lo estás, ¿verdad? No vi ningún vendaje, y esa camiseta
que llevas es muy ajustada.”
Gerri pasó los dedos por su espalda, sintiendo solo calidez y
suavidad bajo el suave algodón de su camisa.
“Tenía la intención de venir contigo después de esa pelea, pero
estaba herido. Micah te cuidó bien, ¿no?”
“Micah fue genial. No es por eso que estoy molesta.”
Era más fácil no mirarle mientras hablaban.
“Sherry.” susurró Gerri.
Una vez más, el cuerpo de Wen se volvió rígido contra ella.
“Sí, sé que ella te dio sangre.” le explicó ella “Estaba enferma de
preocupación cuando Micah me dijo que estabas herido, así que me
dejó usar su teléfono móvil para llamarte. Ella respondió mientras
estabas en la ducha. Asumió que yo era Stellia. No la corregí.”
Wen la dejó ir con un brazo. Sus dedos se deslizaron en su
cabello y le dieron un tirón que obligó a su cabeza a levantarse.
Entonces Gerri le miró a los ojos. Wen frunció el ceño.
“No me la follé, Gerri. No fue así. ¡Demonios!, ni siquiera
recuerdo haber bebido su sangre. Me había desmayado por la pérdida

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de sangre, en ese punto. Graves dijo que mis colmillos estaban fuera
por lo que simplemente empujó su brazo en mi boca. El instinto se
hizo cargo de alimentarme, ya que estaba muy herido. Soy parte
Vampiro. Nunca rompo mi palabra. Se acabó todo entre ella y yo.”
Gerri le creyó.
“Sonaba como si estuviera en tu habitación mientras estabas en la
ducha, porque te habló y tú respondiste”. Hizo una pausa. “Y ella te
llamó ‘cariño’. Eso suena bastante íntimo.”
Sus ojos se volvieron negros y gruñó. Gerri se quedó sin aliento
cuando de repente la levantó de sus pies. Se acercó a la cama y los tiró
a los dos.
Wen casi la aplastó bajo su cuerpo, pero se adaptó rápido,
usando los brazos y las piernas para inmovilizarla abajo mientras
levantaba su torso para que pudiera respirar. Sus caras estaban a
centímetros de distancia. Él movió sus caderas contra sus piernas y
ella las extendió hasta que la parte inferior de su cuerpo encajó entre
sus muslos.
“No me la follé, Gerri.” gruñó. “Me lavé la sangre y ella estaba
en la habitación de Micah. Yo también. Ahí es donde nos llevó
Graves. Le había extraído demasiada sangre, así que se estaba
recuperando en la cama, completamente vestida, para que no se
desmayase.”
Gerri se movió y liberó sus brazos lo suficiente como para tocar
su rostro. El pelaje había brotado en sus mejillas.
“Está bien. Confío en ti. ¿Necesitas cambiar?”
Wen pareció calmarse lo suficiente como para recuperar el
control. El exceso de pelaje desapareció, su color de ojos volvió a
azul, pero los colmillos en su boca permanecieron.

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VL G 6

“No. Fui a correr con Tymber antes de venir aquí. Estoy


enfadado. Nunca rompería la palabra que te di.”
“Estaba celosa.” admitió ella. “Realmente la odio. ¿Qué triste es
eso? Ni siquiera la he conocido y sí, quiero estrangularla por llamarte
‘cariño’ y por estar cerca de ti cuando estabas en la ducha. ¿Llegó a
verte desnudo y mojado?”
La expresión de Wen se suavizó.
“Dudoso. Palidecía cada vez que se sentaba en la cama por la
pérdida de sangre. Ni siquiera sé cómo logró llegar dentro del hotel y
hasta la habitación, en esa condición. Estaba demasiado cansado para
recordar esa parte yo mismo. Tuve que preguntarle a Graves cómo
me llevó a la habitación.”
Gerri dejó de acariciar su cara y bajó sus manos hasta sus
hombros, descansándolas allí.
“¿Estás molesto porque estoy aquí? No quiero volver a mi
antiguo departamento, ni a esa vida. Sé que no puedes emparejarte
conmigo, pero quiero estar cerca de ti. Podríamos ser amantes. Pensé
acerca de eso. Usaremos condones y nos ducharemos después de estar
juntos. De esa forma tu olor no se quedará sobre mí. Tendremos que
tener cuidado de no tocarnos cuando no estemos en esta habitación,
ya que el contacto puede ser olido en nuestra ropa si nos abrazamos.”
“No quiero sexo a escondidas contigo.”
“Oh.”
Sus palabras dolieron, pero no estaba sorprendida. Lo había
dejado muy claro todo sobre sus padres y cómo reaccionarían si se
enteraban.
“No planeo ocultar que eres mía por más tiempo.”
Gerri le miró boquiabierta, aturdida y esperanzada.

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WEN
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“¿Qué estás diciendo?”


“¿De verdad crees que podrías vivir tan cerca de mí y yo podría
mantenerme alejado? Trayis lo sabía cuando te trajo al Clan. No hay
forma de que pueda dormir sabiendo que estás sola en una cama que
fácilmente podría compartir contigo. Me volvería loco en cuestión de
días, preocupándome por ti, preguntándome si otros hombres estaban
pensando en perseguirte. ¡Joder con eso! Eres mía, G. L. estás aquí y
te vas a quedar. Soy testarudo, a veces hago estupideces, pero no soy
un completo idiota.”
Gerri le sonrió.
“En ocasiones puedes ser un poco cabeza-hueca.”
“Es cierto, pero no sobre ti, ni sobre esto. Trayis no me ha dejado
otra opción.”
Sus últimas palabras casi hicieron que ella quisiera echarse atrás.
“¿Te molesta eso? ¿O yo?”
“No. Trayis tiene razón No he sido feliz porque no estabas en mi
vida. He intentado todo lo posible para hacer lo correcto por mis
padres, pero es el momento de reclamarte.”
Su mirada se deslizó hasta su hombro, luego estudió sus ojos.
“Voy a bajarme de la cama, nos desnudaremos, y luego voy a
morderte. ¿Estás lista para convertirte en mi compañera?”
“Siempre he estado lista.”
Wen sonrió ampliamente.
“Yo también. Vas a tener que beber de mí.”
“Sé cómo va.”
Wen se incorporó y se bajó de la cama, tirando de sus botas.
“Desnúdate.”

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No tuvo que repetírselo dos veces. Después de tantos años de


soledad, Wen finalmente sería su compañero. Su fantasía más
profunda estaba por suceder.
Gerri pudo desnudarse más rápido que él, ya que solo tenía que
quitarse el camisón y deshacerse de su ropa interior.
Wen no dijo una palabra mientras se sacaba la camiseta por la
cabeza y después se desabrochaba los vaqueros, empujándolos por sus
largas piernas.
“¿Estás segura de esto, G.L.? No habrá vuelta atrás, una vez que
nos unamos.”
“Nunca he estado más segura de nada en toda mi vida.”
Wen era su corazón y siempre lo había sido, durante todo el
tiempo que él había sido parte de su vida.
“¿Nerviosa?”
“Un poco. No soy fan del dolor y tienes unos colmillos
terriblemente grandes.”
Gerri se sonrió, burlándose un poco de él.
“Por supuesto, todo en ti es grande.”
Gerri admiró abiertamente su polla ya dura, cuando se enderezó.
“Pareces excitado.”
Wen se rió entre dientes.
“Lo estoy. Voy a morderte mientras culminas. Eso te distraerá.
Lo prometo.”
En dio un paso más cerca. Gerri levantó su mano.
“Espera.”
Wen se congeló.
“¿Qué?”

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“No tengo colmillos. ¿No debemos intercambiar sangre al mismo


tiempo en el ritual de emparejamiento? ¿Cómo quieres hacer eso?”
“Lo resolveremos.”
Wen se movió rápido, envolvió su brazo alrededor de su cintura y
la levantó de sus pies. Dio media vuelta y aterrizaron en la cama uno
al lado del otro, uno contra el otro.
“Paso uno. Ponla desnuda en una cama.”
La diversión chispeó en su voz y se mostró en sus brillantes ojos
azules. Gerri se rió. Wen rodó sobre ella, ajustándose hasta que sus
caderas estuvieron entre sus muslos una vez más. Esta vez la ropa no
separó su piel.
“Paso dos, sujétala para que no pueda escapar.”
“No puedo esperar para el paso tres. ¿Te enseñaron esto siendo
un joven VampLycan?”
“Culpa a Angelo. Él es el padre de Micah y Graves. Reclamó a
su compañera en el bosque mientras él caminaba desde su casa hasta
la de sus padres después de un evento de la Manada. Se metieron en
una discusión y ella amenazó con salir con otros Lycans porque
algunas mujeres habían estado coqueteando con él. Angelo perdió la
cabeza, ya que sabía que ella era suya. La derribó al suelo, la sedujo, y
así fue como cayó.”
Wen se rió.
“No habría sido tan malo, excepto que había llovido más
temprano ese mismo día. Mandy estaba algo molesta por tener que
decirles a sus padres que estaban emparejados, mientras que los dos
parecían como si hubieran estado luchando en el barro. Sus ropas
también estaban rotas. Siendo niños, Angelo nos molestaba para que
nunca cometiéramos ese error.”

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“Les conocí.”
Gerri también se rió.
“No me puedo imaginar a Angelo haciéndole eso a Mandy. Ella
es muy pequeña.”
“Por lo que escuché, ella tenía más ropa sobre su cuerpo que él.
No dejes que su tamaño te engañe. Ella es muy fuerte y había querido
ser compañera de Angelo por bastante tiempo. Pero Angelo es dos
años mayor que ella y no quería reclamarla el mismo día que cumplió
dieciocho. Quería que ella tuviera al menos un año para disfrutar de
ser adulta antes de que comenzara a tener sus cachorros. Una de las
desventajas de ser puro Lycan es que los machos tienen el impulso de
embarazar a su pareja de inmediato.”
de repente Wen frunció el ceño.
“¿Los conociste? ¿Cómo?”
“Te lo diré más tarde. Ahora mismo…”
Gerri pasó sus manos por sus brazos.
“Tengo a este tipo súper caliente encima de mí con algunos
colmillos sexys. No me seas provocador, cariñito.”
Wen gruñó, sus ojos reluciendo más brillantes. Gerri no apartó la
mirada de él, sabiendo que no estaba tratando de controlar su mente.
Wen sólo estaba seriamente excitado. Ella también. Wen la besó, su
boca tomó posesión completa de la suya. Gerri gimió, reuniéndose
con su propia pasión.
El olor de Wen llenó su nariz y supo que sus feromonas llenaban
la habitación. Olía a puro pecado y sexo.
Gerri envolvió sus piernas alrededor de sus caderas y molió su
coño contra él.

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Wen rompió el beso y trató de descender por su cuerpo. Gerri


agarró su cabello para mantenerle en su lugar y negó con la cabeza.
“Estoy lista y mojada. ¿Me sientes?”
“Quiero saborearte.”
“Luego. Tenemos un ‘para siempre’ para eso.”
“No quiero apresurar esto.”
“¿Estás bromeando? Siempre he deseado esto. Fóllame y
muérdeme, Wen. Ahora.”
Wen sonrió con picardía.
“Tan mandona.”
“Acostúmbrate a eso, ‘bollito’.”
Una profunda risa brotó de él.
“Promete no llamarme así nunca delante de nadie.”
“Pero… quiero lamerte y saborear todo sobre ti. Los bollitos de
miel son mis favoritos. Siempre los anhelo.”
Wen bajó la cara, rozando besos calientes y sensuales a lo largo
de su garganta. Sus colmillos entraron en juego, mordiéndola
ligeramente.
“Me vuelves loco de la mejor manera.”
Gerri levantó sus piernas más arriba, clavando los talones en su
culo, tratando de instarle a entrar.
“Fóllame.” gimió ella.
La mordió con fuerza, luego torció un poco su cuerpo, arqueó la
espalda y se inclinó. Gerri sabía lo que estaba haciendo y ayudó a
manteniéndose quieta mientras él agarraba su eje, se levantaba un
poco, y guiaba la cabeza de su polla hasta su coño. Wen gruñó
profundamente mientras se deslizaba un poco. Se soltó y luego usó
sus brazos para enjaularla debajo de él.

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“¡Sí!” le instó. “Hazlo.”


“No voy a durar mucho.” advirtió Wen.
“Y Gerri o tampoco.”
Ella sacudió sus caderas.
“Deja de provocar.”
“¿Suave o áspero?”
Las palabras salieron rugosas, pero ella le entendió.
“No te contengas. Tómame.”
Gerri gimió más fuerte cuando Wen la penetró profundamente.
Su polla se sentía grande, gruesa e increíblemente dura. Wen no
intentó besar su boca sino que se quedó en su cuello, lamiendo y
mordiendo ligeramente. Gerri se aferró a él mientras entraba en ella.
Entre la sensación de él físicamente dentro de ella y la forma en que
olía tan increíble, se sintió casi abrumada por el placer.
“¡Oh, Dios!” gritó, sabiendo que no había mentido acerca de
correrse rápido.
El éxtasis se construyó mientras golpeaba dentro de ella. Wen
hundió sus colmillos en su garganta, la aguda sacudida de dolor la
envió al borde. Estuvo a punto de gritar, pero no tuvo aliento para
hacerlo. Gerri echó la cabeza hacia atrás, su mente volando por el
poder de su orgasmo.
Wen no disminuyó la velocidad, solo la folló más fuerte,
haciendo sonidos como de animal mientras cerraba su boca con más
fuerza sobre su garganta. Levantó un brazo y empujó su mano cerca
de su boca. Estaba mojado, y Gerri se dio cuenta de lo que había
hecho. El área suave y carnosa de su palma sangraba. Debía haber
usado una de sus garras para rasgársela. Gerri cerró su boca
alrededor, bebiendo.

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Wen gimió, y Gerri le sintió correrse dentro de ella. Él se sacudió


por la fuerza de su liberación, cabalgándola hasta que los últimos
temblores sacudieron su cuerpo.
Ambos bebieron, bloqueados juntos. Wen liberó su garganta
primero, pasando su lengua por la mordida un par de veces. Luego
retiró su mano y la besó, el sabor de la sangre de ambos mezclándose
en sus labios.
“Mi compañera.” susurró Wen.
“Mi compañero.” repitió ella.
“Nunca voy a dejarte ir, G.L.”
“Cuento con ello.”
Lentamente, Wen comenzó a moverse dentro de ella otra vez, y
Gerri gimió.
“¿Qué estás haciendo?”
“No hay descanso para los malvados. ¿Quieres saber cómo me
siento? Estoy dentro de mi compañera. Voy a estar aquí durante
mucho tiempo.”
de repente, la sangre que Gerri bebió inundó su sistema. La
adrenalina y el calor hicieron que Gerri le arañara, desesperada por
abrazarle con más fuerza.
“¡Por favor!”
“Acostúmbrate a los altos niveles en sangre, mi pequeña sexy y
enérgica. Va a ser una noche larga, pero te dejaré descansar un poco
en el medio.”
“Cállate y haz que me corra de nuevo.”
Wen se echó a reír.
“Compañera mandona.”
“Provocador.”

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DIECIOCHO

*
Wen abrió la puerta cuando llamaron. La abrió de golpe, sin
sorprenderse de ver quién estaba allí.
“Buenos días, idiota taimado.”
Trayis inhaló fuerte y luego tuvo el valor de sonreír.
“Sabía que te emparejarías con Gerri. ¿Eres capaz de hacerte a un
lado para dejarme entrar o vas a ser un idiota sobreprotector sobre
dejar que incluso los hombres seguros rodeen a tu nueva pareja?”
Wen retrocedió.
“Gerri todavía se está preparando, pero debería estar fuera
pronto. Adelante.”
“¿Has compartido ya la noticia con alguien?”
“No. Nos despertamos, desayuné con ella, y luego nos
duchamos, ya que le dijiste que vendrías a esta hora. Todo ese cabello
largo suyo tarda una eternidad en secarse lo suficiente como para que
no tenga la camisa empapada en la espalda. Al menos eso es lo que
me dijo cuando le pregunté por qué llevaba tanto tiempo en el baño.”

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Wen cerró la puerta y se enfrentó al hombre que esperaba parado


justo dentro de la casa.
“Me imagino que puedo anunciarlo cuando dejes que todos
sepan que Gerri está de vuelta con el Clan. O van a poder olerlo, si
nos acercamos a ellos.”
Trayis volvió a olisquear y sonrió.
“Tu aroma se mezcla con el de ella con mucha fuerza. ¿Se
encuentra bien?”
“Nunca le haría daño.”
“No es una mujer grande y tomaste mucha de su sangre.”
“Le di un montón de la mía de vuelta.”
“¿Sin efectos secundarios? ¿Debilidad esta mañana?”
“Está perfectamente bien. ¿Estás buscando una razón para
retrasar esta reunión?”
“No. Es nuevo para mí jugar un verdadero papel de padre. Yo la
adopté verbalmente.”
Trayis le guiñó un ojo.
“Me imaginé que sería una pregunta que le haría a alguien que
acaba de reclamar a mi hija.”
Wen frunció el ceño, no le gustaba eso.
“¿Por qué harías eso?”
“Porque Mandro puede ser un imbécil y un problema por ser un
Anciano. Algunos pueden ponerse de su lado. Es una capa adicional
de protección para ella contra tu padre. Ahora Gerri ya no es solo una
humana con una posición en el Clan a la que tomaste como
compañera. Que intente alguien proclamar ahora que mi ‘hija’ tendrá
hijos débiles con su precioso hijo único.”

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Entendiendo el golpe, Wen tuvo que evitar que su mandíbula se


abriera. Trayis sonrió más ampliamente.
“Insultar a un Líder del Clan se castiga.” afirmó Wen.
El humor dejó la cara de Trayis.
“Maldita sea, es cierto. Quiero que ambos estéis felices, Wen. Tú
y Gerri os pertenecéis. Siempre debisteis estar juntos. Estoy cansado
de que los padres se interpongan. Los suyos... Los tuyos. Mi prioridad
es un Clan feliz.”
“Gerri no me dijo que la habías adoptado.”
“¿Realmente hablasteis mucho anoche vosotros dos?”
Wen negó con la cabeza.
“No.”
“No lo creo. Probablemente Gerri no se da cuenta de todo el
alcance que supone estar bajo mi protección. Al menos parece como
que pudiste conseguir un par de horas de sueño.”
“Ella es humana. No quería cansarla manteniéndola despierta
toda la noche.”
Trayis extendió la mano y se apoderó de su hombro.
“Se volverá más fuerte cuanto más sangre intercambiéis.”
“Ella no es débil.”
“Soy consciente.”
Trayis le soltó y volvió la cabeza. Wen sintió que Gerri se
acercaba y sonrió al verla.
“Ahí está mi hermosa compañera.”
Gerri vaciló al ver a Trayis, luego se inclinó.
“Trayis.”
“¡Basta de esa mierda, Gerri!”

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VL G 6

A Wen no le gustó el tono de Trayis y le gruñó. Trayis le gruñó


de vuelta. Gerri estuvo entre ellos más rápido de lo que él pensaba
que podía moverse.
“¿Es hora de irnos? Sin peleas en la sala de estar. Había olvidado
la cantidad de testosterona que supuraban los VampLycans. Ni
siquiera estoy segura de porque ambos estáis molestos.”
“A Wen no le gusta que le dé una orden a su compañera.”
“No me gusta.” estuvo de acuerdo Wen. “Además, ella solo
estaba siendo respetuosa.”
“Su estado en el Clan ha cambiado, independientemente de que
os hayáis emparejado. Gerri ya no necesita inclinarse ante mí porque
es de mi familia.”
Trayis bajó la mirada hacia Gerri y su tono se suavizó.
“¿De acuerdo?”
“Sí. Solo es que estoy acostumbrada a hacerlo.”
“Ya nunca más.” repitió Trayis. “Vámonos. Le dije al Clan que
nos encontraríamos fuera de mi oficina. Todos han recibido la orden
de estar allí.”
Wen se mantuvo cerca de Gerri mientras caminaban por el
bosque. Algunos otros VampLycans se unieron a ellos. Captó su
mirada de sorpresa al ver a Gerri... luego la sorpresa total cuando su
sentido del olfato se activaba cuando se acercaban lo suficiente a ellos.
Wen sostuvo sus miradas, desafiando a que cualquiera le dijera
alguna mierda. Ninguno lo hizo. En cambio, todos le sonrieron y él
vio una genuina felicidad en sus expresiones.
Aunque estaba aliviado, eso también le entristeció cuando se dio
cuenta de por qué esperaba oposición automáticamente.

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VL G 6

Sus padres habían oscurecido su visión sobre el emparejamiento


con humanos tan profundamente que había proyectado esos
sentimientos negativos sobre el resto del Clan. La verdad estaba ahí
cada vez que otro VampLycan se les unía en su caminata y sus
reacciones seguían siendo tan positivas.
Nadie habló, porque Trayis permaneció en silencio.
Finalmente llegaron a la oficina. Era una gran estructura parecida
a un granero. Casi ochenta VampLycans esperaban afuera. Wen notó
que el agarre de Gerri en su mano se tensó cuando las cabezas se
volvieron y parecía que todo el mundo estaba mirando hacia ellos. La
atrajo aún más cerca, sus cuerpos chocando entre sí con cada paso.
Buscó a sus padres y los encontró cerca de la puerta de la oficina.
Los ojos de Mandro se pusieron negros de rabia cuando les vió.
Su madre se aferró a su padre con una expresión de horror grabada en
su rostro. Wen sintió miedo. Obviamente recordaban a Gerri. Ella
había cambiado a lo largo de los años, pero no lo suficiente como
para confundirles con respecto a su identidad. Causarían una escena.
Su padre ni siquiera esperó a que Trayis y ellos dos llegaran al
frente del edificio. Mandro se apartó de su compañera y levantó el
brazo, señalando a Gerri.
“¿Cuál es el significado de esto?”
Wen se detuvo con Gerri a su lado. La acercó a su lado, pero se
preparó para saltar en caso de que su padre intentara acercarse a ella.
No se lo permitiría.
Trayis se interpuso entre su padre y Gerri, probablemente
bloqueando a su padre incluso de verla.
“¿El significado de qué, Mandro?”
La voz de Trayis retumbó en el silencio.

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VL G 6

“Todo el mundo que sea adulto recordará a Gerri. Ella regresó a


su Clan. Para los jóvenes reunidos aquí, estoy seguro de que os
contaron sobre el apareamiento de Klentz con la humana Carol, que
tenía una hija llamada Gerri. Esta es ella. Su madre dejó nuestro Clan
para regresar al mundo humano. Gerri era una joven que se vió
obligada a irse a petición de su madre. Ella regresó a su hogar, ahora
que es adulta, y finalmente se ha emparejado con Wen. Ellos son
compañeros verdaderos. Eso exige una celebración.”
“¡No!” chilló la madre de Wen.
Wen tiró de Gerri detrás de él y la soltó. Cuando miró hacia
atrás, dos VampLycans le flanqueaban por detrás. Tymber y su
hermano Yern estaban allí, tomando posturas de protección a pocos
centímetros de Gerri. La mirada en sus ojos le dijo que la
mantendrían a salvo. Dio un paso al lado de Trayis justo cuando su
madre esquivaba a su padre.
“No lo permitiré.” chilló su madre.
Sus garras salieron volando y el pelaje brotó a lo largo de su piel.
“¡Ella no se emparejará con mi hijo!”
Mandro la agarró por la cintura y la atrajo a sus brazos.
“No puedes atacarla. Cálmate.”
Elna luchó contra él, tratando de liberarse.
“¡Claro que puedo! ¡No una humana, no con mi hijo! ¡Nunca!
¡La mataré primero!”
“¡Suficiente!” tronó Trayis.
Wen hizo una mueca, el dolor recorrió su oreja por el volumen
del grito del Líder de su Clan tan cerca de él.

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WEN
VL G 6

Otros miembros del Clan tuvieron la misma reacción, algunos


incluso levantaron sus manos para cubrirse las orejas. La madre de
Wen se calmó entre los brazos de su padre.
“¿Es verdad eso?” cuestionó Mandro gruñendo. “¿Te has
emparejado con ella?”
Sus ojos negros se fijaron en Wen.
“Gerri es mi compañera. Siempre fue mía Lo has sabido desde
que éramos niños. Yo no soy Gerbin, ni lo seré nunca.”
Mandro dio un paso adelante, pero debió recordar que sostenía a
su compañera, y gruñó. Bajó a Elna hasta que sus pies tocaron el
suelo, pero mantuvo su brazo alrededor de su cintura.
“¡Lo prohíbo!” proclamó Mandro.
“Ya está hecho.” aseguró Wen acercándose a sus padres.
“Confiad en vuestras narices, si no quereis escuchar las palabras.
Gerri es mi verdadera compañera. Ella será la madre de mis hijos,
algún día.”
“No puedes prohibirlo.” intervino el Líder.
Trayis estaba junto a Wen.
“Wen ya no es tu ‘niño’. Es mi Ejecutor.”
“Ella es humana. ¡Son débiles!” siseó Mandro. “No puede dar a
luz a la próxima generación de nuestra línea de sangre.”
“La he adoptado como mi hija. Piensa cuidadosamente antes de
decir esas palabras de nuevo.”
Trayis miró a su alrededor.
“Tenía la esperanza de anunciarlo con un poco más de tacto,
pero ahí está. Klentz era un buen amigo para mí, y juré que cuidaría
de su hija como si fuera la mía, si algo le sucediera alguna vez. ¿Qué
mejor manera que adoptarla yo mismo?”

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Miró fijamente a Mandro.


“Gerri siempre ha sido parte de nuestro Clan, pero ahora también
es de mi familia. ¿Entendido?”
Wen sintió dolor cuando sus padres palidecieron, y se percató de
sus reacciones. Su padre se tambaleó hacia atrás, arrastrando a su
madre con él. Su boca se abrió, se cerró, luego se abrió de nuevo...
pero no salieron palabras de los labios de su padre.
Una pequeña mano presionó contra su espina dorsal y alargó la
mano hacia su compañera. Sabía que era Gerri. Ella se apoyó en su
costado y él se alegró de ella estuviera allí. Wen puso su brazo
alrededor de ella, abrazándola.
Su padre se giró, levantó a su compañera en sus brazos y se fue
corriendo, internándose en el bosque. Wen les miró marcharse.
Trayis volvió la cabeza para hablar directamente con Wen.
“Ellos tienen que hacer frente a esto. Adaptarse o no. Esa es su
elección, no la tuya.”
Sabía que su Líder tenía razón. Sin embargo, odiaba que el Clan
hubiera sido testigo de aquella tensa escena. Sus padres eran
demasiado orgullosos. No había sido su mejor momento.
Trayis se dirigió a la puerta de la oficina y sonrió.
“¿Quién dijo que las reuniones del Clan son aburridas?”
Algunas personas se rieron.
“Gerri está de vuelta y Wen está emparejado. Como estaba
diciendo, eso llama a una celebración. Para aquellos de vosotros que
no habéis conocido a Gerri, presentaos ante ella hoy. Creció con
nosotros, así que no hay necesidad de secretos. Necesitarán unos días
para unirse, por tanto celebraremos una fiesta del Clan para el
almuerzo del sábado. También invitaremos a algunos miembros de

335
WEN
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los otros Clanes. Ellos también tienen motivos para celebrar. Wen se
ocupó del último Vampiro que atacó al Clan de Lorn y la ciudad
humana. Esa amenaza ha terminado.”
Wen vió sonrisas estallando entre el Clan allí reunido. Trayis
caminó alrededor, atendiendo sus preguntas. Algunos de sus antiguos
amigos querían ver a Gerri de nuevo y los jóvenes se adelantaron para
conocerla. Wen la mantuvo a su lado pero su mirada siguió vagando,
y esperaba que sus padres no regresaran.

Gerri se sintió agotada cuando Wen la llevó a casa. Había sido


agradable ver caras familiares. Los niños querían tocar su cabello, su
piel, y preguntarle sobre el mundo de los humanos. Las preguntas
más incómodas habían sido sobre su madre.
“Lo hiciste realmente bien.”
“Excepto por la mentira.”
Wen abrió la puerta de entrada, olisqueó, y luego le indicó que
entrara. Adivinó por qué lo hizo. Sus padres habían despegado de la
reunión y no regresaron. Ninguno de los dos se había emocionado al
enterarse de su emparejamiento. No es que ella hubiera pensado que
se lo tomarían bien. Pero no se había derramado sangre, por lo que
había un lado positivo.

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“Dijiste que tu madre estaba viviendo con una Manada en


California. ¿Cómo fue eso una mentira?”
Cerró la puerta y giró los cerrojos. Gerri frunció el ceño.
“Porque hay una posibilidad real de que ella ya no esté viva. ¿Por
qué echas el cerrojo a la puerta?”
“Mis padres. Es un hábito que he formado gracias a ellos. No
quiero que entren aquí.”
“¿Crees que vendrán detrás de mí?”
Wen vaciló.
“Sería estúpido.”
“¿Pero crees que lo harían? Solo responde.”
Wen se encogió de hombros.
“Ya no son como solían ser. Ahora nunca sé de lo que son
capaces. No me arriesgaré. Revisé todas las ventanas esta mañana.
Están aseguradas. Tendrían que patear una puerta o romper los
cristales para entrar.”
{Maldita sea.}
Gerri odiaba que Wen necesitara estar en alerta máxima a causa
de sus padres. No era necesariamente su culpa, pero tenía que ser una
putada para él. Se acercó y le abrazó la cintura, cerró los ojos y apoyó
la mejilla en su torso.
“Te amo.” dijo ella.
Wen la abrazó fuerte.
“Yo también te amo. No eres responsable de sus acciones.”
“Ya sé eso. Tú tampoco lo eres.” le aseguró Gerri.
Wen no dijo nada, entonces ella abrió los ojos y le miró. La
expresión torturada en su rostro le hizo doler el pecho.

337
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“La gente puede quebrarse por dentro cuando alguien que aman
muere. O bien se recuperan o permiten que eso se los coma. Lo viví
con mi propia madre. La pérdida de su compañero la cambió.”
“Nunca voy a entender por qué yo no era suficiente para ellos.”
“Por favor, no pienses de esa manera. He ido por esa ruta y no te
lleva a ninguna parte. Hablé con mi madre hasta que me quedé sin
aliento y se me puso la cara azul y le rogué que recuperáramos
nuestra vida juntas. Yo era su hija, y ella debería haberme amado lo
suficiente como para tratar de pelear hasta el final por ello. Eso no
sucedió. Carol estaba cayendo lentamente en una espiral cada vez
más profunda, arruinando su vida y la mía. No podría sacarla de allí.
Te dije que bebía y sospeché que estaba drogándose. La Manada en la
que se involucró fue mi llamada de atención diciéndome que estaba
empeñada en su destrucción. Ese imbécil me atacó, pero ella se puso
de su lado. No es como si yo me hubiese limitado a desaparecer de su
vida sin previo aviso. Le supliqué que viniera conmigo, pero ella se
negó a marcharse.”
Wen le acarició la espalda.
“Lo siento.”
“Tenía que cortar lazos o dejarla que me ahogase en esa
oscuridad con ella, Wen. Fue ella quien me falló. No al revés. Tus
padres han hecho lo mismo contigo. Eres un hijo increíble, aunque
nunca se dieron cuenta de eso. No permitas que te hagan sentir
menos. Eso me cabrea.”
Una leve sonrisa curvó los labios de Wen.
“Estoy cabreado con tu madre.”

338
WEN
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“Yo también, pero no voy a dejar que eso me coma. Tenemos


unos padres de mierda. Está bien, no importa… porque ahora nos
tenemos el uno al otro.”
“¿No quieres contactar con Carol para poder decirle que nos
hemos emparejado?”
“No.”
“Tal vez ella dejó la Manada y puso su vida en orden.”
“Entonces no sabría cómo encontrarla, de todos modos. Su novio
no le permitió tener su propio teléfono. Era un idiota controlador. Es
mejor de esta forma. Hice las paces con la pérdida de mi madre el día
que ella eligió esa Manada por encima de mí. Además, me gusta
imaginar que realmente se convirtió en Lycan por la sangre que
estaba bebiendo y se escapó con un novato cachondo que no podía
soportar la Manada con la que se había unido.”
Gerri sonrió.
“En mi fantasía, se emparejaron y ella está feliz. Tal vez incluso
tuvo algunos cachorros más.”
“Estás rompiendo mi corazón, G.L.”
“Se llama esperanza. También solía fantasear contigo.”
Gerri deslizó sus manos sobre su pecho y curvó sus dedos
alrededor de la parte posterior de su cuello.
“Y aquí estamos.”
Wen sonrió, feliz.
“Solos, en tu cabaña.” dijo Gerri en tono sugerente.
“Deberíamos decidir en qué lugar vamos a vivir.”
“Eso me importa una mierda, siempre y cuando estemos en la
misma cama.”
Gerri echó una risita antes de añadir:

339
WEN
VL G 6

“Hablando de eso, ¿qué tal si probamos los colchones de nuevo?”


“Primero necesitas comer. Ya pasó el almuerzo y tu estómago
está gruñendo.”
“Sexo, luego comida.” dijo ella.
“Comida, luego sexo.” la contradijo él.
“¿Va a ser todo un argumento contigo, Wen?”
Wen bajó las manos hasta su trasero y ahuecó ambas nalgas con
sus grandes manos, levantándola.
“Soy tu compañero. Quiero cuidar de ti.”
Gerri se envolvió alrededor de él.
“Es nuestra luna de miel. Quiero mucho sexo. Tenemos años
para compensar.”
Wen caminó hacia la cocina y dejó su trasero sobre el mostrador.
“La comida primero.”
Wen se inclinó y le mordió el labio inferior.
“No quisiera que te desmayes sobre mí. Además, quiero
impresionarte con mis habilidades culinarias.”
“En este momento estoy más interesada en lo que puedes hacer
en un dormitorio.”
Wen la dejó ir y retrocedió.
“¿Qué tal un compromiso?”
“Estoy escuchándote.”
“Te cocinaré algo, pero podemos comerlo desnudos en la cama.”
Gerri le sonrió.
“Trato hecho. Simplemente no lo hagas demasiado caliente.
Quiero comer esas cosas sobre tu cuerpo.”
Wen le gruñó.
“Provocadora.”

340
WEN
VL G 6

“Tú eres el que insiste en almorzar primero.”


Wen abrió la nevera.
“Veo muchas cosas para preparar sándwich. Eso será más rápido
que cocinar una comida.”
Gerri se deslizó del mostrador mientras Wen rebuscaba en los
cajones de la nevera. Sostenía muchas cosas cuando se incorporó y se
volvió. Su boca se abrió, sorprendido cuando Gerri agarró el cuello de
su camiseta y tiró hacia abajo, mostrándole sus pechos.
“¿Qué estás haciendo?”
“Uno de mis instructores de entrenamiento me recordó
recientemente que debía mostrar mis tetas si me atacaban. Dijo que
un hombre querría follarme, en lugar de atacarme. ¿Tenía razón?”
Wen gruñó, su mirada fija en sus pechos. Gerri retrocedió.
“Vamos, chico. Buen perrito. Sígueme.”
Wen se giró y simplemente arrojó todo de nuevo a la nevera.
Gruñó de nuevo, cerrando de golpe la puerta de la nevera mientras la
miraba de nuevo.
“¿Realmente estás haciendo esto, G.L.?”
Gerri se rió con ganas.
“Juguemos con un hueso. ¿Tienes uno grande escondido en algún
lugar de tus pantalones?”
Wen se abalanzó y ella se apartó, corriendo hacia el dormitorio.
Wen la atrapó antes de que llegara a la puerta y enterró su cara en su
cuello mientras la levantaba. Inhaló profundamente. Uno de sus
brazos estaba envuelto alrededor de su cintura y serpenteó el otro para
ahuecar su pecho, apretándoselo suavemente.
“Hueles tan malditamente bien.”
La llevó al dormitorio, cargándola delante de él.

341
WEN
VL G 6

“Estoy tratando de ser un compañero cariñoso.”


“¿Lo estoy haciendo duro para ti? Nunca mejor dicho.”
“Oh, sí. Muy duro.”
Wen la levantó un poco más alto, soltó su pecho y la giró entre
sus brazos.
“Te eché de menos jodidamente mucho. Me estaba muriendo por
dentro sin ti.”
Gerri ahuecó su cara y le besó. Wen los dejó caer a ambos sobre
la cama, retorciéndose mientras caían por lo que ella aterrizó sobre él.
Gerri se situó a horcajadas sobre su regazo y se sentó.
“Yo también me estaba muriendo por dentro. Ahora se trata de la
vida y disfrutar cada momento de ella juntos.”
Gerri se deslizó sobre él y le desabrochó los pantalones vaqueros.
“Y sí, tengo hambre... pero quiero probarte.”
“Eres tan malditamente sexy”
“Igual que lo eres tú, ‘dulzurita’. Ahora levanta tus caderas y
ayúdame a empujar esto hacia abajo. Pesas una tonelada.”
Wen arqueó sus caderas alzándose de la cama unos centímetros.
“Compañera perversa.”
“Dime eso cuando te esté lamiendo hasta la muerte.”
“Mi compañera sexy y perfecta.”
“Eso está mejor.”
Gerri bajó sus jeans lo suficiente como para liberar su polla. No
se había puesto ropa interior.
“Más abajo, un poco más. Perfecto. No cambies, Wen.”
Gerri se apartó el pelo a un lado para sacarlo del camino y se
deslizó hacia atrás un poco más para poder llegar hasta él con su
boca.

342
WEN
VL G 6

“Siempre fantaseé con tener tu boca envuelta alrededor de mí.”


gimió Wen.
“Los sueños realmente se hacen realidad cuando estamos
juntos.”
Gerri abrió la boca y agarró suavemente el grueso eje de la polla
de Wen, pasando su lengua por la corona. Adoraba los gruñidos
roncos que surgieron de él cuando por fin consiguió conocer el sabor
de su compañero.
Gerri usó su boca sobre Wen, pero levantó la mirada para poder
mirarle. Tenía la cabeza cayendo hacia atrás, con la boca abierta y los
colmillos mostrándose mientras ella le brindaba su placer. Sus manos
apretaron la ropa de cama, pero la soltó rápidamente cuando sus
garras se deslizaron fuera. Los ruidos animalistas que hacía la
excitaron. Todo sobre él lo hacía.
“No puedo contenerme.” gruñó Wen.
Gerri movió su boca sobre él más rápido, llevándole más
profundamente. Todo su cuerpo se tensó, pero de repente movió sus
caderas, desalojándola. De repente, Wen se sentó, la agarró y la giró
sobre su espalda.
“¿Por qué hiciste eso?” se quejó ella.
Wen se deslizó por la cama, la agarró de los tobillos y tiró de ella
hacia abajo del colchón. Wen la hizo rodar y la puso de rodillas frente
a él, presionándola hacia delante para que ella se inclinara sobre la
cama. Entonces empujó hacia abajo sus pantalones y sus bragas.
“Necesito estar dentro de ti cuando me corra.” gruñó.
Gerri gimió su nombre cuando Wen entró lentamente en ella.
Arañó la ropa de cama, sabiendo que no podía triturar la sabana
como lo haría él.

343
WEN
VL G 6

Wen hizo una pausa cuando estuvo completamente asentado


dentro de ella. Un latido más tarde se movió rápido y profundo,
follándola como si sus vidas dependieran de ello.
Empuñó su pelo, apartándoselo fuera del camino, y la mordió. El
dolor y el placer la llevaron al límite rápidamente. Gerri gritó su
nombre, sintiendo que él se corría al mismo tiempo que ella.
Ambos estaban jadeando cuando él sacó sus colmillos y le lamió
el cuello. Gerri yació allí, sintiéndose deshuesada.
“No sé qué fue eso, pero no me quejo.”
“¡Mi maldito lado Lycan!” refunfuñó Wen. “Pensé, ‘voy a
correrme, pero… ¿y si este es el semen que podría dejar embarazada a mi
compañera?’ Así es como terminaste en esta posición. ¿Tienes alguna
otra ‘broma de perrito’ ahora, ‘Ricitos de Oro’?”
Gerri comenzó a reírse a carcajadas. Estar emparejada con un
VampLycan nunca sería aburrido.

344
WEN
VL G 6

DIECINUEVE

*
Wen no estaba contento de haber sido llamado a la casa de
Trayis a altas horas de la noche. Gerri y él habían estado
compartiendo un baño, el primero como compañeros, después de que
finalmente la había hecho comer.
Gerri caminó a su lado, sosteniéndole la mano mientras se
detenía ante la puerta de entrada y llamaba con los nudillos.
“Adelante.” respondió Trayis.
“¿Qué pasa? ¿Qué han hecho mis padres? Es eso, ¿verdad?”
Gerri apretó su agarre sobre él y le lanzó una mirada de
preocupación. Odiaba que sus padres fueran un peligro para ella.
Quería que ella se sintiera segura como su compañera. Trayis les hizo
un gesto para que se sentaran en el sofá.
Wen la condujo adentro pero no quiso sentarse.
“Solo cuéntanoslo directamente. ¿Qué han hecho?”
Trayis cerró la puerta y se apoyó en ella.
“Tus padres me informaron de que ya no desean formar parte de
mi Clan.”

345
WEN
VL G 6

Wen tuvo que bloquear las rodillas para evitar caerse de culo.
Estaba muy aturdido.
“¿Qué?”
“Querían mi permiso para marcharse. Nunca forzaría a alguien a
quedarse. Hice algunas llamadas. No quería pedirle a Lorn que les
aceptara. Tiene suficiente mierda para lidiar con los VampLycans
problemáticos. Velder y Crocker se ofrecieron a aceptarles. Han
decidido mudarse al territorio de Crocker. Parece que han hecho
algunos amigos allí.”
“De ahí es de donde procedían la mayoría de las mujeres que
trataron de lanzar sobre mí.”
Wen aún estaba conmocionado.
“Voy a hablar con ellos.”
“Ya se han ido, Wen. Supongo que dejaron la reunión,
empacaron sus pertenencias en su camioneta y solo querían un
permiso oficial para irse. Yo mismo les vi alejarse y uno de los
Ejecutores les siguió hasta que ambos estuvieron fuera de nuestro
territorio.”
Trayis se movió más cerca.
“Lo siento, pero esto es probablemente lo mejor. Cada uno de
ellos me dio su palabra de que no intentarían dañar a Gerri ni a
ningún niño que tengáis.”
Gerri tiró de su mano y prácticamente le arrastró hasta el sofá.
Ella le dio un empujón hasta que se sentó pesadamente. Se subió a su
regazo y puso sus brazos alrededor de él.
“Lo siento mucho.”
Trayis se sentó en una silla cerca de ellos, observando a Wen con
preocupación.

346
WEN
VL G 6

“No vi que esto viniera tampoco.”


Wen nunca imaginó que abandonarían el Clan.
“Al menos no tuve que matar a nadie.”
“Hay una cosa más que necesito decirte.”
Trayis vaciló, su expresión sombría.
“Sólo dilo.”
Wen se preparó para más conmociones emocionales.
“Hombre, es tan jodido, ni siquiera sé cómo decírtelo.”
“Wen es fuerte.” murmuró Gerri. “Estoy con él. Cuéntanos. Sea
lo que sea, lo superaremos juntos.”
Trayis miró a Gerri, luego sostuvo la mirada de Wen.
“Vinieron a decirme que querían irse. Les dije que haría esas
llamadas, cosa que hice, y luego fui a su casa para dejarles saber con
qué Clanes podrían vivir. Tu padre me dijo que irían al territorio de
Crocker, pero entonces... tu madre me dio las gracias... por dejarles
saber que tú habías muerto. Se volvió hacia tu padre y le dijo que ya
no les quedaba nada, ahora que sus dos hijos se habían perdido para
siempre.”
Wen cerró los ojos, luchando por recordar cómo respirar. Su
compañera se aferró a él con más fuerza y Wen obligó a sus pulmones
a trabajar.
“Elna ha perdido su mente por completo.” murmuró Trayis. “Y
Mandro parecía estar de acuerdo con eso, asegurándole que podrían
tener más hijos. Dijo que sería como cuando se emparejaron por
primera vez. Lo siento mucho, Wen. Tenía que decírtelo por si acaso
intentabas contactar con ellos. Esa es la forma en que están jugando
este asunto ahora.”
Wen asintió con la cabeza.

347
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VL G 6

“Estoy muerto para ellos.”


“Oh, Wen. Lo siento mucho.” susurró Gerri.
Se agarró con fuerza a su compañera.
“No llores, Gerri.”
Wen extendió la mano y le secó las lágrimas.
“Recuerdo lo que me dijiste sobre tu madre y cómo tuviste que
alejarte de ella. Tú sobreviviste a eso. Estoy muy orgulloso de que
seas una sobreviviente. Yo también lo soy. Tú eres la única familia
que necesito.”
Le dolía muchísimo, pero de alguna manera, sus padres le habían
perdido años atrás cuando su hermano mayor había muerto. Para
ellos había dejado de ser Wen y se convirtió en un reemplazo de su
hermano mayor, Gerbin.
Su mirada se encontró con la de Trayis lo siguiente.
“Es lo mejor.”
“Sí, lo es.” declaró Trayis con firmeza. “¿Quieres también que te
adopte a ti?”
La oferta era un gran honor. Lo pensó durante medio minuto.
Una risa estalló en Wen.
“Diablos, no. Eso haría que mi compañera sea mi hermana.”
Trayis se enderezó, pero luego la diversión chispeó en sus ojos.
“No pensé en eso. Ahora eres mi yerno33. Simplemente no me
llames ‘papi’. Eso sería raro.”

33 En el original usa la expresión ‘son-in-mate’ que significa literalmente ‘hijo-en-


compañero’; juego de palabras con ‘son-in-law’ que significa ‘hijo-político’ (‘hijo-en-ley’) o más
comúnmente ‘yerno’ refiriéndose al hecho de estar emparejado con su hija adoptiva. En
algunas familias, al suegro se le puede llamar ‘padre’, ‘papá’ o incluso ‘papi’ como muestra
de cariño.

348
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VL G 6

“Sonaría jodidamente muy raro.” declaró Tymber desde el


pasillo. “También suena pervertido34.”
Wen volvió la cabeza, mirando a su amigo.
“No sabía que estabas aquí.”
“No estábamos seguros de cómo reaccionarías, así que quería
estar cerca en caso de que quisieras batir a alguien.”
Tymber se sentó en la mesa de café.
“Lo siento, tus padres son unos lunáticos35. La buena noticia es
que no te estarán jodiendo a ti, ni a tu pareja ni a los niños que
tengáis. Tampoco encontrarás en tu cama al azar más perras no
deseadas. Solo este pequeño ejemplar caliente que ahora tienes
sentada en tu regazo.”
Tymber le guiñó un ojo a Gerri. Wen le gruñó.
“No coquetees con mi compañera.”
“Creo que Tymber estaba deseando verte pateando su trasero en
mi patio, si necesitabas sacar tus frustraciones, y todavía está tratando
de hacer que eso suceda.” dijo su Líder.
Trayis se levantó.
“¿Alguien quiere un trago? Sé que yo podría tomar uno.”
Tres de ellos dijeron que sí. Gerri extendió la mano y pasó el
pulgar sobre el labio de Wen.
“¿Estás bien?”
“Lo estoy. En realidad es un alivio.” admitió.

34 En el original usa el término ‘kinky’, que significa ‘excéntrico’ o ‘pervertido’,


normalmente en un entorno sexual. En este caso, se refiere a la perversión de estar
emparejados siendo ‘hermanos’.
35 En el original usa el término ‘fuckheads’, que literalmente significaría ‘cabeza-
jodida’ pero se usa como insulto equivalente a ‘gilipollas’ o como ‘lunático’ y ‘fanático’ en
sentido de estar desquiciados mentalmente.

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“¿De veras?”
Gerri no parecía estar convencida.
“Pensé que terminaría en derramamiento de sangre. No fue así.
Me han repudiado. Puedo vivir con ello. Lo mejor de todo es que no
tengo que preocuparme de que te persigan.”
“Me siento culpable.”
“¿Qué me dijiste acerca de que no era mi culpa que ellos fueran
de esta manera?”
Gerri le sonrió.
“Cierto.”
“No hay ningún arrepentimiento cuando se trata de nosotros. Te
amo, G.L.”
“Yo también te amo, ‘dulz’...”36
Wen se abalanzó y besó sus labios para silenciarla. Ella rió contra
su boca y él se apartó, guiñándole un ojo.
“Solo cuando estemos solos.”
Tymber se inclinó hacia adelante.
“¿’Dulce’ qué?”
“Olvídalo.” dijo Wen lanzándole una mirada de advertencia.
Trayis regresó con las cervezas.
“¿’Dulce culito’37?” sugirió Trayis.
“¿Tal vez ‘dulce machote’38?”
Tymber hizo una pausa, pensativo.

36 En el original, inicia la palabra ‘honeybun’, que traducimos como ‘dulzurita’ para


mantener el contexto ‘dulce’ (ver nota 17). Dado que empieza por ‘honey’ eso plantea los
siguientes juegos de palabras, de difícil traducción.
37 En el original ‘honey butt’, literalmente ‘dulces nalgas’ o ‘dulce culo’, en términos de
cariño, se traduciría por ‘culito’ o similar.
38 En el original ‘honey badass’, literalmente una combinación de ‘miel’ y ‘tipo duro’
que no tiene traducción. Alude a que es un tipo fuerte y peligroso.

350
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VL G 6

“¿’Tejón de miel’39? Él puede ser un poco gruñón y malvado.


Vamos, Gerri. Termina ese apelativo cariñoso.”
“Vale.”
Wen se tensó, pero ella giró la cabeza y le guiñó un ojo, luego se
enfrentó a sus dos amigos.
“Estaba diciendo que también te amo, cariño40, pero también
siento lujuria por ti. Wen es mi todo.”
Tymber abrió su cerveza.
“Estoy llamándote mentirosa de mierda. ¿’Dulce abeja’41? Sus
puñetazos hacen una especie de aguijón cuando los encaja.”
“Aquí está la pareja.”
Trayis levantó su cerveza.
“Salud para vosotros dos. El inicio de vuestro emparejamiento
realmente fue un poco peligroso, pero os aseguro que estará todo bien
desde aquí.”
Wen abrió la cerveza y la levantó.
“Por la felicidad.”
Gerri tintineó su lata contra la suya.
“Por el amor y la lujuria.” brindó Gerri.
“Voy a averiguar cómo le llamas.” le prometió Tymber. “¿’Dulce
colmena’42? Porque no se jode con eso.”
“Bebe tu cerveza y cállate.” ordenó Trayis.

39 En el original ‘honey badger’, literalmente ‘tejón de miel’ o ‘ratel’, es un mamífero


africano pequeño, muy inteligente y agresivo que a pesar de ser carnívoro suele comer
miel de colmenas, lo que le da su nombre.
40 En el original, usa simplemente ‘honey’, literalmente ‘miel’ pero cuyo uso como
apelativo se traduce por ‘cariño’, más suave y menos cursi.
41 En el original ‘honey bee’, literalmente ‘miel de abeja’.
42 En el original ‘honey beehave’, literalmente ‘dulce colmena de abejas’, refiriéndose a
que no se debe molestar a las abejas si no quieres que te piquen.

351
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VL G 6

Todos tomaron un sorbo al mismo tiempo. Sonó un teléfono y


Trayis buscó su bolsillo trasero.
Su sonrisa se desvaneció cuando miró la pantalla y respondió la
llamada. Luego se puso de pie y recorrió el pasillo tan rápido que era
difícil verlo.
Wen se tensó, esperando que no fuera algo sobre sus padres.
Esperaba que sus problemas terminaran con ellos. La puerta del
pasillo se cerró, por lo que no pudo oír nada.
Trayis regresó un minuto después. Esta vez, parecía
enormemente divertido.
“¿Qué fue eso?” dijo Tymber levantándose.
Wen se quedó donde estaba. Tenía a su verdadera compañera en
su regazo y no tenía intención de moverla. Gerri estaba justo donde
pertenecía.
“¿Quieres compartir lo que es tan gracioso?”
Trayis miró a sus Ejecutores.
“Ese fue Lord Aveoth. Tuvo noticias de Decker. El muy bastardo
quiere hacer un trato con él para volver a casa. Supongo que el
Consejo Vampírico le dio la patada.”
Trayis les sonrió.
“Lo lograsteis, Wen y Gerri. Supongo que Horton debe haber
hecho o dicho algo que arruinó su pequeña alianza.”
Wen se rió, su noche de repente se hizo muchísimo mejor.
“Hacemos un gran equipo.”
Gerri tiró de su camisa.

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“¿Por qué todos están tan contentos de que Decker, más


conocido como el ‘hombre del saco’43, quiera regresar a Alaska? ¿No es
eso algo malo?”
“No, G.L. Es fantástico. Lord Aveoth va a matar a ese bastardo.”
Gerri le sonrió lentamente a Wen.
“Nunca te metas con un ‘murciélago con pelaje’.”
Tymber se atragantó con su cerveza.
“¿Acabas de llamar a Lord Aveoth ‘murciélago con pelaje’?”
Wen se bebió su cerveza y la posó en la mesa auxiliar. Levantó a
Gerri en sus brazos.
“Esa fue tu imaginación. Mi compañera nunca diría eso. La
llevaré a casa. Buenas noches.”
Gerri se aferró a él.
“Buenas noches. Nos vamos a casa a hacer toda esa cosa
completa de amor y lujuria.”
Trayis les abrió la puerta.
“¡Piensa en niña!” gritó el Líder.
Wen la llevó afuera, dirigiéndose hacia su cabaña.
“¿Qué diablos significa eso?”
Gerri enterró su cara contra su cuello.
“Trayis quiere que tengamos mucho sexo.”
“Es una forma extraña de decirlo.”
Gerri se echó a reír.
“Es un VampLycan. ¿Qué esperabas? Todos vosotros estáis un
poco locos.”

43 En el original usa la frase ‘a.k.a the boogeyman’, ‘a.k.a.’ son las siglas de ‘as
known as’, que significa ‘más conocido como’, y ‘boogeyman’ que significa el ‘Hombre del
Saco’ (ver nota 24).

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Wen gruñó bajo, sabiendo que ella estaba bromeando con él.
Siempre podía hacerle reír.
“En serio, ¿qué significa ‘piensa en niña’?”
Gerri pasó sus dedos por su pelo y tiró de su oreja más cerca.
“Trayis quiere que tengamos algunas bebés-niñas para el Clan.”
Wen se detuvo y la miró a los ojos.
“¿De verdad?”
“Sí. Él cree que eso de ‘la mente sobre la materia’ podría funcionar.
Entonces, debemos pensar la palabra ‘niña’ cada vez que tengamos
relaciones sexuales. A ti te resultará más fácil que a mí, ya que soy
una. En cuanto a mí, por otro lado... supongo que vas a tener que
hacerme esas cosas que me dejan totalmente sin sentido, para que no
piense accidentalmente cualquier cosa con la palabra ‘chico’ en ese
momento. Algo como, ‘chico, es muy bueno en esto’. ¿Estás preparado
para ese reto, compañero?”
Wen comenzó a caminar de nuevo.
“Aceptado. Paso uno. Ponla desnuda en una cama.”
Gerri echó la cabeza hacia atrás y se rió.
“Pero te lo haría totalmente en el barro, ‘dulzurita’.”
Wen se detuvo y olfateó, su mirada vagando por la oscuridad.
“Estamos solos. No estoy oliendo a nadie cerca. ¿Cómo te sientes
sobre la suciedad?”
Gerri agarró su rostro y le besó.
“Me encantaría ensuciarme contigo. En cualquier lugar, en
cualquier momento.”
Wen dejó el camino y buscó un lugar agradable y suave para
hacerle el amor a su compañera.

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“Estás a punto de ser devorada por el gran lobo malvado, ‘Ricitos


de Oro’.”
“Nunca tendrás correctos tus cuentos de hadas.” bromeó ella.
“Esos son los tres osos.”
“Tengo mi final de cuento de hadas. Eso es todo lo que importa.
Te tengo a ti.”

FIN

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HOT PASSION BOOKS

Esta es una traducción hecha por Fans.


La ofrecemos de forma totalmente gratuita, sin obtener beneficios económicos
o materiales de ningún tipo por ello y con el único objetivo de dar a conocer los
libros de nuestras autoras favoritas ante las lectoras de habla hispana.
Recomendamos a las lectoras adquirir estos mismos libros en el momento de
su publicación, ya sea en su idioma original o cuando estén disponibles en
español, para incentivar a que estas autoras, a las que agradecemos su excelente
trabajo, sigan creando estas maravillosas obras.

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SOBRE L A AUTORA
Laurann Dohner

Soy “supervisora de hogar” a tiempo


completo (suena mucho mejor que ama de
casa normal), madre y escritora. Soy adicta al
café helado con caramelo, una barra de
chocolate (o dos) de vez en cuando y trato de
conseguir por lo menos cinco horas de sueño
por la noche.
Me encanta escribir todo tipo de historias.
Creo que la mejor parte acerca de la escritura
es el hecho de que la vida real es siempre
incierta, siempre lanzando cosas contra
nosotros sobre las que no tenemos ningún
control, pero cuando escribes, puedes
asegurarte de que siempre hay un final feliz.
Me encanta eso de escribir. Me encanta sentarme en mi escritorio con mi
ordenador, ponerme los auriculares y escuchar música a todo volumen para
bloquear el mundo que me rodea, para así poder crear mundos frente a mí.

Laurann Dohner

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PERSONAJES

*
Listado relacionando todos los nombres mencionados en este
libro con una breve anotación de sus interrelaciones para facilitar su
identificación (aunque solo hayan sido mencionados sin intervenir
realmente en la acción).
Los VampLycans se agrupan en cuatro Clanes: El Clan de Lorn
(antiguo Clan de Decker), el Clan de Velder, el Clan de Crocker y el
Clan de Trayis. Además existe un solo Clan de GarLycans y Gárgolas
liderado por Lord Aveoth.

UBICACIONES
El Clan de Trayis, donde vive Wen, se encuentra en ALASKA,
(ESTADOS UNIDOS).
La Manada de Manson, se encuentra en RENO (NEVADA), donde
también vive Gerri.
El Nido de Horton y la Manada de Joel conviven en el estado de
WASHINGTON.
La Manada de Arlis está en COLORADO.
La Manada de Carol está en CALIFORNIA.

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CLAN DE TRAYIS

ELNA > VampLycan > Madre de Gerbin y Wen, compañera de


Mandro
GERBIN (*) >VampLycan > Hermano mayor de Wen, hijo
primogénito de Mandro y Elna. Ejecutor del Clan de Trayis.
Fallecido. (Solo se menciona, no participa en la acción)
KAVLER > VampLycan > Ejecutor del Clan de Trayis
KLENTZ (*) > VampLycan > Amigo de Trayis. Padrastro de
Gerri, compañero de Carol. Artesano de la madera. Fallecido. Es
considerado uno de los Ancianos por ser de Primera Generación.
(Solo se menciona, no participa en la acción)
MANDRO > VampLycan > Padre de Gerbin y Wen, compañero
de Elna. Es considerado uno de los Ancianos por ser de Primera
Generación.
STELLIA (*) > VampLycan > Sanadora del Clan de Trayis (Solo se
menciona, no participa en la acción)
TRAYIS > VampLycan > Líder de su Clan. Amigo de Wen. Es
considerado uno de los Ancianos por ser de Primera Generación.
TYMBER > VampLycan > Amigo de Wen. Ejecutor del Clan.
Hermano de Yern
WEN > VampLycan > Ejecutor Principal del Clan de Trayis,
también es su mejor amigo. Hijo de Mandro y Elna.
YERN > VampLycan > Ejecutor del Clan de Trayis, parece ser
instructor y amigo de Gerri. Hermano de Tymber

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WEN
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OTROS CLANES

BRAN (*) > VampLycan > Anciano. Fue miembro del Clan de
Trayis y después del Clan de Lorn. Padre de Veso. (Solo se menciona,
no participa en la acción)
DECKER FILMORE (*)> VampLycan > Ex-Líder del Clan de
Lorn. Abuelo de Dustina ‘Dusti’ y Batina ‘Bat’, padre de Antina,
esposo y asesino de su propia compañera, Marvilella. (Solo se
menciona, no participa en la acción)
CROCKER (*) > VampLycan > Líder de su Clan. Quedó viudo
por causa de Decker. (Solo se menciona, no participa en la acción)
LAVOS (*) > VampLycan > Hermano menor de Lorn. Ejecutor
Principal del Clan. Compañero de Jadee (humana) Hijo de Ladius y
Tussa. (Solo se menciona, no participa en la acción)
LORN (*) > VampLycan > Nuevo Líder del Clan. Compañero de
Kira. Hijo de Ladius y Tussa, hermano de Lavos. (Solo se menciona,
no participa en la acción)
QUILLA > VampLycan > Hembra, miembro del Clan de Crocker,
pretendiente de Wen impuesta y elegida por sus padres
VESO (*) > VampLycan > Ejecutor e Instructor del Clan de Lorn.
Amigo de Lavos. Hijo de Bran. Compañero de Glenda (humana).
(Solo se menciona, no participa en la acción)
VELDER (*) > VampLycan > Líder de su Clan, padre de Drantos
y Kraven, compañero de Crayla. Es considerado uno de los Ancianos
por ser de Primera Generación. (Solo se menciona, no participa en la
acción)

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WEN
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HUMANOS

ANN > Humana > Amiga de Gerri (Solo aparece en una conversación
telefónica).

BEN (*) > Humano > Posible novio de Ann, amiga de Gerri. (Solo
se menciona, no participa en la acción)

CAROL (*) > Humana > Madre de Gerri, viuda de Klentz /


actualmente compañera de un Lycan, Alfa de una Manada de
California (EEUU). (Solo se menciona, no participa en la acción)
GERRI ‘G.L.’ > Humana > Hija de CAROL > Compañera de
Wen. Hija política de Klentz por emparejamiento.
ROBERT (*) > Humano > jefe de Gerri. (Solo se menciona, no
participa en la acción)
SHERRY ‘PIERNAS’ > Humana > Abogada especializada en
derecho comercial que colabora ocasionalmente con el Clan de
Trayis. Se la apoda ‘Piernas’ por su estatura y largas piernas. Amante
y enamorada de Wen.

GARLYCANS

LORD AVEOTH (*) > GarLycan > Líder del Clan de Gárgolas y
GarLycans, prometido de Margola (fallecida). Enemigo de Decker.
Aliado de Lorn y Velder. (Solo se menciona, no participa en la acción)

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LYCANS

ANGELO > Lycan > Miembro de la Manada de Arlis. Padre de


Micah y Graves
ARLIS (*) > Lycan > Hermanastro de Trayis, Alfa de su Manada,
ubicada en Colorado. (Solo se menciona, no participa en la acción)
GRAVES > Lycan > Miembro de la Manada de Arlis. Contratado
por Wen para vigilar a Gerri. Amigo y primo de Wen. Hermano de
Micah, hijo de Angelo y Mandy.
JOEL > Lycan > Alfa de la Manada de Lycans renegados aliados
de Horton.
MACE MANSON > Lycan > Hijo del Alfa de la Manada de Reno,
aliados de la Manada de Arlis. Viaja con sus tres guardianes.
MANDY > Lycan > Miembro de la Manada de Arlis. Madre de
Micah y Graves.
MICAH > Lycan > Miembro de la Manada de Arlis. Piloto de
avión. Amigo y primo de Wen. Hermano menor de Graves, hijo de
Angelo y Mandy.

VAMPIROS

CHARLES BORROW (REY CHARLES) (*) > Vampiro > Maestro


Vampiro de su Nido. Autoproclamado ‘Rey de los Vampiros’. (Solo se
menciona, no participa en la acción)

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HORTON > Vampiro > Fiel servidor del ‘Rey Charles’,


considerado parte de su ‘Corte’. Escapó de la matanza y busca
venganza. Maestro de su Nido y aliado de la Manada de Joel, en
Washington.
MICHAEL (*) > Vampiro > Maestro del Nido Vampiro de Los
Ángeles, protector y amigo de Batina y Dustina, así como de sus
compañeros Kraven y Drantos. (Solo se menciona, no participa en la
acción)

NOTA: Los personajes que solo se mencionan pero no participan en la


acción, aparecen marcados con (*).Se considera que ‘no participa en la acción’
cuando solo se menciona el nombre pero no interviene en los diálogos, aunque en
algunos casos puede intervenir en los hechos sucedidos.

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SERIE VL G

*
1. D R A N T O S

2. K R A V E N

3. L . O R N

4. V E S O

5. L. A V O S

6. W E N

7. A V E O T H

8. C R E E D

9. G L A C I E R

VLG significa Vampiros, Lycans, Gárgolas... y razas en el medio...


VampLycans y GarLycans.
Habitando en los duros territorios vírgenes de Alaska, estas criaturas viven
y aman ferozmente.
Estas son sus historias.

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1.- DRANTOS
PORTADA ORIGINAL Para la mayoría, un accidente aéreo significa el fin de
la vida. Para Dusti Dawson, es sólo el principio...
Dusti y su hermana Batina sobrevivieron al accidente,
gracias a un par de hermanos que son a partes iguales
amenazantes y musculosos. Ella estaría agradecida... si no
hubieran resultado ser unos secuestradores delirantes, que
creen que el abuelo de Dusti es alguna monstruosa criatura
mestiza inclinada por el asesinato.
Resulta que los Vampiros, licántropos y Gárgolas sí
existen y que han sido cruzados para formar dos razas
híbridas.
Drantos, el hombre que Dusti no puede dejar de
desear, es uno de los más peligrosos de todos

.
Los VampLycans Drantos y Kraven fueron enviados PORTADA EXCLUSIVA
para eliminar una amenaza para su Clan. Pero cuando esa
amenaza resulta ser en su mayoría mujeres humanas,
ignorantes de su linaje, los planes deben cambiar, sobre
todo después de que Drantos obtiene una muestra de sangre
de Dusti.
Ahora, morirá para protegerla. Incluso si eso
significa alejarse de todo lo que conoce para mantenerla a
su lado.
¿Es su fuerte deseo por Drantos suficiente razón
como para soportar el peligro proveniente de todos lados?
¿O debería Dusti cortar y escapar en la primera oportunidad
que se le presente?

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2.- KRAVEN

Hay dos cosas que Batina Dawson quiere más que


PORTADA ORIGINAL nada en su vida. Está decidida a convertirse en socia de
su bufete de abogados y asegurar el futuro financiero de
su hermana menor. Es por eso que convenció a Dusti
para volar a Alaska y hacer las paces con su millonario
abuelo moribundo.
Parecía ser un plan perfecto, hasta que las cosas
salieron mal.
Su avión se estrella, y sus vidas se salvan gracias a
dos hermanos grandes y musculosos. Kraven es una
amenaza de pelo en punta con una cara bonita y un
cuerpo asesino.

También cree PORTADA EXCLUSIVA


que está en peligro
de su propio abuelo,
y que Vampiros y licántropos una vez criaron,
haciendo de él un VampLycan.
Incluso afirma que su madre también lo era.
Puede que él la haya secuestrado, pero su equivocado
complejo de héroe es casi dulce. Bat sabe
exactamente qué va a utilizar en su defensa si se
convierte en uno de sus clientes. Locura.
Kraven se siente frustrado. Bat se niega a dejar
de discutir con él en cada oportunidad. Ella es terca,
respondona, y… ¡oh, tan atractiva!
Bat podría estar en lo cierto cuando le acusa de
estar loco... ella le está volviendo loco. Pero ella está
en peligro y no se detendrá ante nada para
mantenerla a salvo.

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3.- L.ORN
PORTADA ORIGINAL Ser criada por una raza de mestizos Vampiros y
Lycans había estado lejos de ser fácil para Kira. Los
VampLycans desprecian a los seres humanos y la sangre
humana de su madre es muy fuerte en las venas de Kira.
Incapaz de cambiar, tiene escasos rasgos VampLycan en
absoluto. Por ello, a Kira se le niega la aceptación del Clan...
y el amor del hombre al que ha querido desde la infancia. El
enamoramiento de una niña, que floreció en un deseo tan
fuerte, que amenazaba con consumirla. Sufrir el dolor de
Lorn por encontrar algún día una compañera no es una
opción.
Con el malvado líder de su Clan, Decker Filmore,
actualmente en plena huida, es el momento perfecto para
que Kira pueda escapar, dejar Alaska atrás e intentar la
felicidad en otro lugar.
Sólo un día más, y se habrá ido para siempre.
PORTADA EXCLUSIVA
Lorn tiene una decisión difícil que tomar, una que
va a cambiar no sólo su vida, sino la vida de todo el
mundo que conoce. Le han pedido que asuma el control
de su Clan. Con Decker desaparecido, el tiempo para un
drástico juego de poder es ahora. Es una responsabilidad
que Lorn nunca ha querido, pero la elección se hace por
él cuando Kira es atacada de forma inesperada,
cambiando de una manera que podría significar su
muerte. Ahora, él hará lo que sea necesario, matará a
quien tenga que matar, para evitar que ella sea ejecutada
bajo la ley de su Clan.
Si es capaz de derrotar a sus enemigos y conseguir
el liderazgo, Lorn va a cambiar todas las reglas para
Kira... o morirá intentándolo.

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4. VESO
Drogado y secuestrado por Vampiros, declarado
PORTADA ORIGINAL muerto por su Clan, el poderoso VampLycan Veso,
debe confiar en una criatura que le disgusta casi tanto
como los chupasangres que le atraparían si intentara
escapar… una humana. Pero cuando Glenda demuestra
ser más ingeniosa que la mayoría de su especie, acepta
mantenerla segura a través del desierto de Alaska.
Tendrá que luchar contra una atracción abrumadora
por la inquisitiva belleza a cada insoportable paso del
camino.

Glen no sabe qué es peor: descubrir que es


pariente lejana de un Vampiro que se ve a sí mismo
como un rey (um… ¿qué?), o el hecho de que dicho
pariente está tratando de obligarla a dar a luz a su reina,
emparejándola con un medio Vampiro, medio
Licántropo.

PORTADA EXCLUSIVA
Veso es aterrador, tiene garras, pero también
es la clave para su supervivencia. Sólo desea no notar
todos los músculos de él o la forma en que su propio
cuerpo responde al suyo.

Veso ha prometido mantenerla viva, pero


Glenda podría perder su corazón en el acuerdo.

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5. L AVOS
Jadee Trollis sabe un poco sobre las cosas
PORTADA ORIGINAL
que surgen de golpe en la noche. Gracias a un
padre obsesionado con mitos, leyendas y todo lo
paranormal, Jadee fue arrastrada por todo el
mundo en su búsqueda de todo eso, desde
fantasmas hasta ‘Sasquatch’ cuando era niña. Se
escapó de toda esa locura en su adolescencia,
buscando una vida normal siendo adulta.
Rápidamente, un viaje a Alaska para visitar
a su padre se convierte en una pesadilla. Jadee
termina atrapada en la súper-equipada
autocaravana de su padre, escondiéndose de los
peligrosos Vampiros que hay allí fuera.

PORTADA EXCLUSIVA
Lavos es el hombre más atractivo que ha
visto nunca, cuando viene a su rescate. Suele
gruñir, tiene unos ojos muy extraños pero
hermosos, y… no es humano.
Sin embargo, volver a los ‘cuarenta y ocho
inferiores’, podría no ser la red de seguridad que
ella espera, y esa vida ‘normal’ que Jadee ansía
más que nada significa no volver a ver a Lavos
nunca. Cuando se encuentra en necesidad de su
ayuda, parece que su nueva ‘normalidad’ puede
estar de vuelta en Alaska, esperando en los brazos
de su VampLycan.

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PROXIMAMENTE

7. AVEOTH
Jillian Milzner ha vivido toda su vida
PORTADA ORIGINAL huyendo. Su donante de esperma biológico ha
dejado claro que desearía que ella no hubiera
nacido. La mayoría de los niños reciben regalos
de sus padres cuando crecen. El envió matones
haciendo amenazas de muerte para asegurarse
de que nunca intente encontrarle. No
necesitaba molestarse, ya que ella no quiere
tener nada que ver con Decon Filmore. Sin
embargo, de repente su padre piensa que Jill
podría serle útil. Las cosas van de mal en peor
cuando los matones de su abuelo la secuestran
para entregársela a un hombre aterrador... y
sacado directamente de sus sueños más sexys.

Lord Aveoth no está sorprendido de


tener noticias de Decker Filmore. El hombre
está desesperado por hacer que el Lord GarLycan abandone la cacería para matarle e
igualmente decidido a reclamar el liderazgo de su Clan VampLycan. Para lograr ambos
objetivos, le ofrecerá a Aveoth otra nieta mitad-humana de su línea de sangre.
Resulta solitario ser el Lord de un Clan, por lo que Aveoth accede a la reunión… e
inmediatamente se siente atraído por Jill. También está enfadado al saber que ella ha sido
traída para él en contra de su voluntad, pero aun así, todavía quiere conservarla. Incluso si
con ello expone su secreto más oscuro... uno que podría destrozar a su Clan.

[NOTA: Actualmente en traducción.]

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8. CREED
Ángel fue sacada de una vida de abusos
PORTADA ORIGINAL siendo niña cuando un ángel guardián voló con
ella entre sus brazos y se la dio a una pareja
Lycan para criarla y amarla como si fuera suya.
Era inevitable que desarrollara sentimientos por
su escurridizo salvador, el GarLycan que
protege su Manada. A medida que maduró,
esos sentimientos se hicieron más profundos
después de pasar tiempo con él, solo para ser
rechazada por su héroe. Descorazonada, Ángel
dejó la Manada, alejándose para distanciarse
del dolor. Ahora, años después, su madre la
llama para pedirle que vuelva a su casa. El
guardián de su manada está en necesidad...

Creed es emocionalmente distante y frío.


Tuvo que convertirse de esa manera para
sobrevivir a su dura vida. Su única debilidad es Ángel. Ella merece una vida feliz, algo que
él no puede darle. Él nació para la servidumbre y no se le permite tomar una compañera.
Pero, cada treinta años entra en una noche de celo. La necesidad hace estragos sobre él, y
Ángel está decidida a estar allí para ayudarle. Creed la llevará a su guarida, la encadenará,
y finalmente podrá tocarla...
Creed y Angel, pronto descubrirán que su única noche de felicidad tiene
consecuencias peligrosas.
[NOTA: Próximamente.]

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9. GL ACIER
Desde ese fatídico día en que fue
PORTADA ORIGINAL secuestrada de su trabajo y convertida en
Vampiro, la vida de Mandy ha sido una mierda,
literalmente. Obligada a convertirse en asesina
del Consejo Vampírico, encuentra consuelo en
eliminar a los canallas que a menudo le asignan
para matar. Las cosas se van al sur cuando se da
cuenta de que su próxima marca es un viejo
compañero de trabajo de su época humana...
uno seriamente atractivo, por quien siempre
tuvo sentimientos profundos. Peor aún, el
Consejo está equivocado. Él no es un villano,
sino un protector. Uno a quien se niega a matar,
independientemente de las órdenes.

Glacier está asombrado de encontrarse


cara a cara con Mandy en un callejón oscuro. Aún más cuando se entera de que la dulce
humana de antaño es ahora una asesina asignada para matarlo, nada menos. Sus órdenes
son claras. Eliminarla. Pero, ¿qué puede hacer un GarLycan cuando el deber entra en
conflicto con su deseo de proteger a la mujer por la que una vez tuvo sentimientos?

Está a punto de descubrirlo.

[NOTA: Próximamente.]

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