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1 Conjuntos de vivienda del Banco Central Hipotecario

1.Conjunto multifamiliar calle 26


2.Conjunto multifamiliar El polo Bogotá
3.Edificio de apartamentos Sabana Bogotá
4.Conjunto de apartamentos Bogotá
5.Nueva Villa de Aburra Etapas 1 y 3 Medellín
6.Casas economicas en Armenia
7.Conjunto de vivienda Económica
8.
9.Conjuntos de vivienda ICT
10.Casas Muzú
11.Barrio Quiroga Bovedas
12.Barrio de empleados los alcazares Arq. Jorge Gaitán cortes
Arquitectura moderna en Colombia
1.Edificio Bachue Cuellar Serrano Gomez
2.Conjunto Tisquesusa Centro Internacional
3.Plan Piloto Le corbusier 1949-51 (Wierner-Sert)
4.Centro Internacional Tequendama 1952
5.Edificio Bochica
6.
7.
8.
9.
Banco Central Hipotecario
La construcción de vivienda ha sido un factor determinante del crecimiento urbano en Colombia y en ese
contexto el Estado ha jugado un papel definitivo con la formulación de estrategias habitacionales y la
producción de vivienda social rural y urbana a través de las principales instituciones de vivienda de alcance
nacional, creadas en su mayoría en la primera mitad de siglo XX, como la Caja de Crédito Agrario (CCA)
(1931), el Banco Central Hipotecario (BCH) (1932), el Instituto de Crédito Territorial (ICT) (1939), la Caja de
Vivienda Militar (CVM) (1947) y el Fondo Nacional del Ahorro (FNA) (1968).
El BCH, una institución de naturaleza mixta, se creó durante el gobierno de Enrique Olaya Herrera bajo las
repercusiones internas tanto de la crisis mundial de 1929, que generó la pérdida de capacidad de pago de los
deudores1 , como del inicio de un período de gobiernos liberales, con el único objetivo de adjudicar créditos
hipotecarios y facilitar el pago de obligaciones con bancos comerciales 2 . En 1935 el BCH contrató con la
compañía urbanizadora La Urbana para la construcción de vivienda 3 y un año después creó la Compañía
Central de Construcciones4 que le permitió iniciar el proceso de diseño y construcción de vivienda para obreros
y empleados acompañado de dos mecanismos de ahorro y financiación para la compra de vivienda: la Cédula
de Capitalización y el Crédito Hipotecario.

1.1La producción del Banco Central Hipotecario


La obra del BCH, relativamente poca si se compara con otras entidades como el ICT, tuvo un importante aporte
e impacto por sus propuestas urbanas, experimentaciones formales y vida colectiva a través de lo que podría
llamarse una arquitectura urbana, resultado de la experimentación proyectual a lo largo de su producción. Su
obra, además de tener una calidad superior al promedio de la vivienda estatal construida para la época y ser
concebida por arquitectos de alto reconocimiento profesional, puede leerse a partir de tres momentos claves
institucionalmente, la crisis de 1929 que provocó su creación; en 1946 la muerte de Julio E. Lleras, fundador y
gerente del Banco hasta ese momento; y la aprobación de la Unidad de Poder Adquisitivo Constante (Upac) en
1972, que transformó los mecanismos de financiación y, por ende, la escala de producción de vivienda. Así,
sus propuestas se comprenden en tres etapas distintas: 1935-1946, con una producción de vivienda unifamiliar
a pequeña escala; 1947-1972, una época de transición y experimentación; y 1973-2001, con una producción de
gran escala y fomento de la inversión privada.

1.21935-1946. Una producción de vivienda unifamiliar a pequeña escala


Esta etapa inicial se definió por la conformación de barrios como unidad urbana. Construidos a pequeña
escala, con loteo tradicional, casas individuales de uno y dos pisos, con una arquitectura sencilla y funcional,
una tipología aislada con antejardín y patio trasero. Sobresalen Bosque Calderón Tejada (1935) de 30 un., El
Restrepo (1936) de 26 un. y Muequetá (1937) de 90 un. 5 .

1.31947-1972. Una época de transición y experimentación


En estas dos décadas se experimentó tanto con la relación espacial vivienda-ciudad como con la vida
colectiva, lo que llevó a una gran variedad de propuestas que partieron de la misma idea de conjunto de
vivienda que, años después, el Acuerdo 65 de 1967 definió como “agrupación de vivienda”, una obra
arquitectónica con unidad y valor comunal que se convirtió en instrumento proyectual de la ciudad y la
vivienda. Desde esta perspectiva se pueden destacar las siguientes seis ideas desarrolladas durante este
periodo entre el trazado tradicional y la supermanzana como elemento urbano moderno.

1.3.11. La unidad de habitación como elemento urbano


La vivienda unifamiliar de la década de los años cincuenta, aunque con un trazado tradicional, propuso
elementos compositivos y funcionales que definieron sus características espaciales. Respondió, generalmente,
a una tipología de bloque continuo, con algunos elementos prefabricados de pequeña escala, con jardín, patio y
garaje, lo que implicó, en algunos casos, casas de tres niveles o la eliminación del antejardín. Este último es el
caso del conjunto de casas económicas en Armenia (1955) de los arquitectos Arbeláez, Samper, Viecco y
Pombo, con 48 un., que propusieron zonas laterales libres, pórticos y galerías cubiertas en frente de las casas.
En Bogotá, otros ejemplos fueron La Soledad de Cuéllar Serrano Gómez (1953) con 141 un., Quinta Mutis
(1955) con 212 un. o Veraguas (1957) con 188 un.

1.3.22. El trazado urbano, las calles cerradas y la composición geométrica


Esta idea, evidente en el Conjunto Residencial El Polo, en Bogotá, propuso equipamientos y zonas verdes con
distintos niveles públicos, como la extensión de la casa y al mismo tiempo su relación con la ciudad.
Conformado por dos tipos de proyectos: el conjunto de casas (1958-1959) con 424 un. de vivienda de tres
pisos, de las firmas Robledo, Drews y Castro y Ricaurte, Carrizosa y Prieto; y el multifamiliar (1961), con dos
bloques de cuatro pisos y apartamentos dúplex y 60 un., de los arquitectos Guillermo Bermúdez y Rogelio
Salmona.

1.3.33. El edificio de apartamentos como unidad urbana


El Edificio Residencias Sabana (1960-1964) con 144 un., diseñado por Roberto Rodríguez Silva fue el
resultado de una preocupación del Banco tanto por el acelerado crecimiento de la población y el evidente
déficit de vivienda como por la necesidad de modernizar el centro de Bogotá. Propuso la idea de unidad de
habitación autosuficiente con parqueaderos, comercio y servicios comunes en los primeros pisos y
apartamentos dúplex en los pisos superiores entrecruzados para lograr dobles fachadas.

1.3.44. El conjunto multifamiliar


Los cuatro conjuntos multifamiliares de la calle 26 (1962-1965) de Bogotá, conformados por edificios entre 4 y
16 pisos que aplicaron sistemas de prefabricación, algunos con comercio en el primer nivel, tres de ellos de la
firma Esguerra y Herrera y el cuarto de los arquitectos Arturo Robledo y Ricardo Velázquez, ejemplifican la idea
de sector como unidad urbana y el espacio público como lugar de encuentro y vida colectiva.

1.3.55. La urbanización
En 1964 el Banco inició el desarrollo de los terrenos de Niza al norte de Bogotá, con un proceso de
urbanización de gran envergadura desarrollado en 8 etapas durante dos décadas, Niza 1 (1964) con 269 un.;
Niza 2 (1967) con 400 un.; Niza 3 (1969) con 283 un.; Niza Reservado (1971) con 42 un. Cada una de las
etapas con su propia dinámica y propuesta de espacios libres colectivos.

1.3.66. El espacio público como tema vinculado a la vivienda


El Conjunto Residencial El Parque (1964-1970) de 294 un. y diseñado por el arquitecto Rogelio Salmona, en
Bogotá, culminó la producción de vivienda de este período con un proyecto paradigmático por su propuesta
plástica y compositiva, además del tratamiento de espacio público como espacio colectivo e instrumento de
integración con la ciudad.

1.41973 - 2001. Una producción de gran escala


A finales de 1972 el gobierno colombiano de Misael Pastrana Borrero –y según el programa Operación
Colombia de Lauchlin Currie resultado de la primera misión del Banco Mundial en 1949, además de otras
estrategias– propuso la creación de dos mecanismos: las Corporaciones de Ahorro y Vivienda (CAV) y la
Unidad de Poder Adquisitivo Constante (Upac) que, según lo dispuesto por el Decreto 2313 de 1979, tenían
como finalidad canalizar un flujo creciente de ahorro privado hacia la construcción y competir por la captación
de recursos con bancos comerciales. Es a partir de este momento que se fomentó la especulación en la
construcción de vivienda colectiva en el país y, por consiguiente, el BCH experimentó su período de mayor
auge constructivo con proyectos más complejos que abarcaron grandes sectores urbanos como las últimas
etapas de Niza: Niza 5 (1972) 242 un., Niza 6 (1973) 322 un., Niza 7 (1974) 195 un., Niza 8 (1982) 673 un.,
Niza 9 (1983) 952 un., Niza 9 bis (¿año?) 642 un.; El Tunal Etapa 1 (1984) con 2.063 un. y Etapa 2 (1985)
2.000 un.; La Nueva Villa del Aburrá en Medellín, 1.468 un. construidas en tres etapas (1978, 1980 y 1986).
Este conjunto se convirtió en paradigma tanto por la respuesta tipológica de edificios y apartamentos como por
la propuesta del edificio continuo en forma de herradura que definió la plazoleta central, un espacio colectivo
con servicios complementarios de alto significado urbano.
Los últimos proyectos del BCH fueron de renovación urbana como Nueva Santa Fe (1985) localizado en el
centro de Bogotá en terrenos del antiguo barrio Santa Bárbara. Fue un proyecto de 1.661 un. construidas en
cinco manzanas de las nueve proyectadas con un nuevo trazado urbano en una serie de claustros, que además
de proponer comercio y espacios de encuentro en el exterior, también generó un sistema de patios que daban
acceso a los apartamentos en el interior.
Este recorrido general y la actual vigencia de sus proyectos, finalmente reflejan el aporte del BCH, desde su
creación hasta su liquidación 6 , fundamentado en el espíritu innovador y transformador de sus propuestas de
arquitectura urbana e implicaciones sociales en la vida colectiva como proyecto moderno, a través del valor
por lo público e interés por hacer parte de las discusiones disciplinares y transformaciones de los discursos
teóricos, sobre los cuales se fundamentó el desarrollo de la vivienda moderna en Colombia a lo largo del siglo
XX.
*Arquitecta, profesora de la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Referencias bibliográficas
1 Al respecto revisar Urrutia y Namen, 2011. . Volver arriba

2 Decretos 711 y 945 de 1932. . Volver arriba

3 Saldarriaga, 1996, p. 52 . Volver arriba

4 Ley 170 de 1936. . Volver arriba

5 Pulgarín, 2009, p.114. . Volver arriba

6 Decreto 20 de 2001. . Volver arriba

Bibliografía
Arias, Fernando. La arquitectura de los barrios del Banco Central Hipotecario en Bogotá, 1953-1984. Bogotá,
Universidad Nacional de Colombia, 2010.
Pulgarín, Yarleys. Vivienda estatal obrera de los años 30 en Bogotá: los casos de los barrios Restrepo y
Centenario. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, Maestría en Patrimonio Cultural y Territorio, 2009.
Saldarriaga, Alberto. Estado, ciudad y vivienda. Urbanismo y arquitectura de la vivienda estatal en Colombia
1918-1990. Bogotá, Inurbe, 1996.
Urrutia, Miguel y Namen, Olga Marcela. “Historia del crédito hipotecario en Colombia”. Ensayos sobre Política
Económica, vol. 30, No. 67, edición especial Historia de la banca central, 2011.
2Instituto de Crédito Territorial (ICT)

2.1La fase rural inicial


El Instituto de Crédito Territorial fue creado en 1939. La tarea inicial fue apoyar mejoras funcionales, higiénicas
y estéticas a la vivienda tradicional rural. La baja calidad ambiental de las habitaciones rurales llevó a proponer
una institución que evaluara las condiciones y propusiera alternativas de transformación de las viviendas
campesinas. El ICT, desde su creación, adelantó una campaña de mejoramiento de la vivienda campesina en
diversas regiones del país2 . A los siete años de actividad, José Vicente Garcés Navas, director del ICT,
propuso al arquitecto Alberto Wills Ferro elaborar una Cartilla de construcciones rurales3 . Wills, en compañía
del ingeniero Gustavo Maldonado, propuso un manual básico para construcciones rurales, utilizable como guía
de obra a los maestros constructores.
La cartilla de Wills Ferro superó las expectativas. Logró un manual de procedimientos técnicos acompañado de
un álbum de imágenes, fotografías, planos y dibujos, de obras adelantadas por el ICT. El manual, en su primera
parte, describe las cualidades y atributos de los materiales de construcción, sus diversas clases, su buen uso y
empleo. En la segunda parte presenta a los lectores criterios estructurales para el manejo de los materiales,
con cálculos sencillos y sistemas prácticos de ilustración. Al final el manual brinda consideraciones sobre las
cualidades de los suelos donde se construirá la vivienda. El álbum clasifica en ocho los tipos de proyectos,
argumentando consideraciones climáticas. La presentación muestra particularidades de cada uno de los tipos,
brinda soluciones y las ejemplifica con fotografías de los “ranchos” iniciales y las compara con las casas
construidas bajo la metodología del manual ICT.
En su lanzamiento, J. V. Garcés Navas presentó la cartilla como sencilla y práctica. En ella se reunieron las
experiencias acumuladas por el ICT durante su fase de trabajo en áreas rurales. La metodología aplicada en la
cartilla logró calificar a los albañiles rurales y superar los problemas básicos de las casas tradicionales. Los
“ranchos insalubres” fueron reemplazados por albergues higiénicos, con agua corriente y ambientes apropiados
a las familias campesinas de mediados del siglo XX.
La cartilla hoy es un documento que invita a la evaluación de los alcances y el impacto de un manual que
marcó huellas profundas en el extenso y variado paisaje rural colombiano.

2.2La fase urbana


En 1942, en el ICT se conformó la sección de vivienda urbana. Esa sección organizó su labor en torno a
“Programas” entendidos como estrategias del Estado para superar el déficit de vivienda popular urbana. El
método propuesto consistió en adquirir tierra urbanizable, edificar grupos de viviendas y programar la venta
con plazos y precios adecuados al mercado inmobiliario popular. En esta fase se plantearon los programas
Vivienda Obrera y Barrios Populares Modelo (1942-1950); Alianza para el Progreso (1961); Plan de
erradicación de tugurios y Corporación Nacional de Servicios Públicos (1960-1972); Legalización y Distribución
de Tierras (1978-1980); Vivienda de Interés Social y Vivienda Mínima (1980-1990). En el programa Vivienda
Obrera y Barrios Populares Modelo, los primeros proyectos en Bogotá fueron el barrio Urdaneta Arbeláez –
luego renombrado como Quiroga– y el Muzú. Sobre el barrio Quiroga, en el periódico El Siglo, en enero 17 de
19524 , se lee:
Dentro de pocos días serán adjudicadas en Bogotá 560 nuevas viviendas económicas, El Barrio Quiroga
situado frente al hospital de San Carlos representa para nuestra capital un significativo aporte en el cambio de
dar solución al problema de la falta de vivienda para clases menos pudientes 5 .
El primer concurso de ideas de vivienda popular urbana, auspiciado por el Instituto de Crédito Territorial (ICT),
fue organizado en 19466 . Las revistas Casas y solares7 , número y Proa8 , informaron a los profesionales de
la arquitectura las intenciones que alentaban el concurso. En Proa se lee:
El Instituto de Crédito Territorial, abre este concurso con el fin de estimular el interés de los arquitectos hacia el
diseño de vivienda económica, cómoda e higiénica, destinada a los empleados de Bogotá. El instituto trata de
dar solución al problema de la vivienda de la clase media económica cuyos tipos de diseño van cambiando con
el desarrollo económico y social del país9 .
Al concurso del ICT se presentaron 26 equipos de profesionales. Los ganadores en las diferentes modalidades
planteadas fueron: Obregón y Valenzuela; Gabriel Serrano, Carlos Arbeláez y Gabriel Largacha; los hermanos
Robledo, Fernando Martínez y Hernán Vieco; y el equipo conformado por Jorge Gaitán Cortés, Gabriel Solano
y Álvaro Ortega. A partir de 1948, el arquitecto Jorge Gaitán Cortés lideró, en el ICT, el desarrollo del proyecto
para la primera etapa (1949-1954) del barrio Los Alcázares. En esa etapa participaron cuatro grupos de los
arquitectos que habían tomado parte en el concurso. Ellos fueron: Rocha y Santander, Herrera y Nieto Cano,
Trujillo Gómez y Martínez Cárdenas, y el Departamento Técnico del ICT.
En Los Alcázares se puede destacar el énfasis funcional de la arquitectura de la vivienda, junto con la
preocupación por definir procesos de crecimiento y ampliación de las unidades de habitación construidas. El
borde de los espacios conformados con áreas libres, jardines y antejardines no pretendía mantener
permanencia integral. Su cualidad radicaba en la posibilidad de ampliar sus componentes. Se definieron
atributos de las viviendas sin determinar completamente la forma externa de las construcciones. Si bien hubo
lineamientos específicos respecto a los crecimientos futuros, esto no impidió la ambigüedad sobre la imagen
del conjunto. La transitividad y el acondicionamiento en cuanto a lo funcional primaron sobre otras decisiones
arquitectónicas y urbanas.

2.3La fase del seminario nacional de vivienda


El capitán Piedrahita Arango fue designado, en 1953, como gerente del Instituto de Crédito Territorial 10 . Desde
el inicio de su labor, Piedrahita manifestó su desacuerdo con planes “como el de construcción de una
gigantesca concentración de apartamentos en Bogotá” 11 . En este caso se refería al Centro Urbano Antonio
Nariño. Piedrahita decía:
Aunque las gentes de clase media son sufridas y gentiles, nadie pone en duda de (sic) que su reclusión en los
estrechos edificios de cemento armado, a tiempo que alrededor de ellos se extienda una libérrima sabana,
acabaría por dañarles el genio, aparte de los problemas de moralidad, higiene y comodidad lejos de haber sido
resueltos habrían ido agudizados12 .
El plan de acción propuesto en el ICT para la nueva fase se resumía en factores de capacidad de pago del
adjudicatario, durabilidad de la construcción por encima del plazo estimulado para amortizar su valor,
especificaciones mínimas de la vivienda que satisficieran los requisitos de higiene, de moral y de comodidad,
ubicación cuidadosa de los barrios de las distintas categorías sociales dentro de las ciudades, en concordancia
con los planos reguladores de las mismas a fin de contribuir al armónico desarrollo urbano, estímulo al
aumento de las industrias de materiales de construcción fomentando la producción de materiales nacionales
relacionados con la construcción.
Entre las acciones urbanizadoras promocionadas por el ICT en Bogotá se destacaron proyectos en los
barrios:13 Don Bosco, Suba, Los Alcázares, La Soledad, en el sector norte de ciudad; San José de Fucha,
Sosiego, Tres Esquinas, La Fragua, Quiroga y Muzú, en el sector sur de la ciudad. El ICT, en 1955, planteó
desarrollar cinco etapas de 2.200 viviendas cada una. También se consideró un plan adicional de largo plazo
con una duración considerada de cincuenta años (1955 a 2005)14 .
En los planes de trabajo del ICT, para el año 1952, se propuso aplicar el modelo desarrollado para las casas del
barrio Quiroga, en el Plan Regulador de Bogotá, en asocio con el Departamento Técnico del Instituto 15 . La
revista Pórtico16 , al referirse a las realizaciones vinculadas con el plan piloto, publicó una corta reseña sobre
las casas del barrio Quiroga. Allí se lee: “Las casas de Quiroga que se construyen en [la] primera etapa suma
509, y la mayoría están terminándose” 17 . En la reseña se afirma que la base del diseño de las casas fue el
esquema elaborado por Wiener y Sert; dicho esquema fue desarrollado como proyecto en la Oficina del Plan
Regulador de Bogotá.
El Instituto de Crédito Territorial presentó, el 13 de junio de 1956, el libro titulado Una política de vivienda para
Colombia. 1955, que contenía información, material y ponencias producidas en el marco del “Primer Seminario
Nacional de Vivienda” desarrollado entre el 25 de abril y el 1 de mayo de 1955. El seminario fue organizado por
Rafael Mora-Rubio, quien para ese momento era el director del Cinva 18 . El libro contó con el apoyo de
monseñor José Joaquín Salcedo, director de las escuelas radiofónicas de Sutatenza; José Ramón Sabogal,
consejero de Acción Cultural; el sociólogo Orlando Fals Borda; el abogado Rafael Mora Rubio; y los arquitectos
René Caballero Madrid y Carlos Martínez Jiménez.
En la conferencia inaugural, dictada por el ingeniero José Gómez Pinzón, se destacó la pregunta ¿a qué clase
social afecta en forma más aguda el déficit de vivienda? Para aproximarse a una respuesta él dijo:
Hay que reconocer que a la clase menos favorecida […] sobre la clase obrera está gravitando este fenómeno
casi exclusivamente. […] el problema de la clase media es muy serio y […] esta clase necesita de la ayuda
oficial para poder vivir con el decoro que exigen su posición y sus compromisos; […] es preciso reconocer que
la obra oficial que en materia de vivienda se ha estado desarrollado en los últimos años, beneficia casi
exclusivamente a esta clase y que es muy poco lo que se ha podido hacer a favor del sector obrero.
Para José Gómez Pinzón, uno de los aspectos fundamentales fue definir el tipo de casa y en especial sus
componentes constructivos:
El instituto ha sido criticado […] por construir viviendas demasiado pobres; yo tengo la impresión de que en el
momento que estamos viviendo la situación y las disponibilidades colombianas obligan a hacer casas todavía
más pobres […] Tengo la impresión de que nos hemos venido equivocando al aplicar a las construcciones
hechas hasta este momento un dramático criterio de permanencia […] y de ahí se concluye que hay que
hacerlas en concreto reforzado. No es exacto que solamente las casa hechas en concreto reforzado duren […]
Todavía habitamos casas hechas por los españoles hace 300 años, en donde los cielos rasos fueron hechos de
chusque y barro, muchas de ellas de adobe y tapia pisada, no obstante lo cual han albergado a muchas
generaciones19 .
La arquitectura de la vivienda no requería, según Gómez Pinzón, aplicar la novedad técnica para solucionar el
problema social. La tradición y la experiencia acumulada en el tiempo podían servir como argumentos válidos
en la construcción de la arquitectura popular. Esa postura, en apariencia antimoderna, estaba apoyada en
consideraciones de la contemporaneidad social nacional. En ese sentido las propuestas del ICT podrían ser
modernas sin por eso tener que descartar la tradición local.
En términos gráficos, el libro muestra en su primera página una fotografía que evidencia el contraste entre las
calidades de las construcciones de vivienda que se daban en ese momento en Bogotá: en el primer plano se
encuentra una vieja casa de chircal insalubre, informe, contrahecha, que había crecido por sucesivas adiciones
de elementos; en el fondo, como paisaje urbano moderno de referencia, se encuadra la imagen del conjunto
ordenado de nuevas viviendas del barrio Quiroga. La imagen contrastada del conjunto aparece como
testimonio incuestionable del cambio hacia el progreso.

2.4Al cierre
La historia del ICT después del programa Alianza para el Progreso (1961) enfrentó desarrollos de amplia
envergadura que han sido analizados ya por diferentes autores. Entre los proyectos urbanos se pueden
mencionar en Bogotá: Ciudad Kennedy (1961-1967), la Unidad Hans Drews (1962), Timiza (1966), Pablo VI
(1967). En los años setenta se conformó en el ICT un interesante grupo de arquitectos que experimentó nuevas
maneras de proponer conjuntos de vivienda. Sobresalen entre ellos Kennedy experimental (1971), Tunal
experimental (1972), Ciudad Bachué (1978). La acción del ICT, en ese momento, tuvo desarrollos importantes
en ciudades como Bucaramanga, Cali y Medellín. La dinámica del ICT integró en su grupo de diseñadores
arquitectos como Rogelio Salmona, Hans Drews, Emecé Ijjás, Pedro Mejía, René Carrasco Rey, Jaime Castell,
Hernán Vieco, entre muchos otros. El impacto de las políticas de vivienda transformó el panorama después de
la aparición de la Unidad de Poder Adquisitivo Constante (Upac) en 1972. Al inicio de los años ochenta, el
programa Casa sin cuota inicial mostró profundos cambios y grandes fisuras en la actividad del ICT. Las
soluciones, por motivos económicos y políticos, se alejaron de las propuestas misionales desarrolladas por el
Instituto.
El ICT, luego de 42 años de existencia, liquidó su actuación en 1991 y fue reemplazado por el Instituto Nacional
de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana, Inurbe. La nueva institución generó su propia historia durante
10 años. Ella será tema de análisis en otro artículo.
* Profesor titular del Instituto de Investigaciones Estéticas,Universidad Nacional de Colombia.
Referencias bibliográficas
1 En el concurso para la vivienda popular urbana de 1947, las seis propuestas ganadoras permiten hacer un
acercamiento a las ideas de lo que podría ser una vivienda moderna, económica, urbana “[…] En las
propuestas se exploró en cuanto a la racionalización, la compactación, la flexibilidad, la integración de los
lugares de la casa, la vivienda como unidad progresiva, los sistemas constructivos “ideales” en el contexto, la
búsqueda de iluminación y ventilación natural y la agrupación y fabricación en serie como respuesta a las
cuestiones económicas”. En Méndez, 2007, p. 101. .
2 El director del ict en el año 1946 era José Vicente Garcés Navas. Él ocupó el cargo desde el inicio del
Instituto según la Ley 46 de 1939. Como gerente permaneció hasta 1947, cuando fue reemplazado por el
ingeniero Hernando Posada Cuéllar. .
3 Wills y Maldonado, 1946.

4 Volpini, 1952, p. 25. .

5 El barrio Urdaneta Arbeláez fue luego renombrado como Barrio Quiroga - en su primera etapa se
construyeron 1970 casas. En Proa, 71, mayo 1953, p. 11. .
6 Es interesante destacar la decisión del ICT para desarrollar un concurso de arquitectura. En 1946 fue un
ejercicio que permitió la participación de jóvenes arquitectos. También esa decisión indujo interés de las
revistas por difundir tanto las bases como el juzgamiento de las diversas propuestas. El jurado lo conformaron
los arquitectos Jorge Arango S., Álvaro Hermida G., Carlos Dupuy C., y los ingenieros Alfredo Ardila y Robert L.
King. Fue esa una actitud institucional comprometida con la modernidad local. .
7 Lonja de Propiedad Raíz, 1947, p. 15. .

8 Revista Proa, 6, 1947, pp. 25-26. .

9 Revista Proa, 6, 1947, p. 25 .

10 Con el inicio del gobierno de Rojas Pinilla se modificó el grupo directivo del Instituto de Crédito Territorial.
Un grupo –primordialmente de ingenieros militares entró a dirigir la institución. .
11 Revista Semana, No. 359, 7 de septiembre de 1953, p. 11. .

12 En Piedrahita, revista Semana, No. 359, 1953, p. 11. .

13 En junio de 1953 se planteaba la existencia de tres tipos de urbanizaciones en Bogotá: “las oficialmente
reconocidas y autorizadas por las autoridades; las que fueron aprobadas pero no cumplieron los requisitos
exigidos y las que aparecieron clandestinamente de la noche a la mañana sin orden y concierto” (Volpini, El
Siglo, 1953, p. 12). .
15 Periódico El Siglo, 6 de marzo de 1952, p. 13. .

16 Mesa, 1952, p. 37. .

17 Mesa, 1952, p. 37.

18 El Cinva fue aprobado como programa en 1948 con la Carta de Bogotá. La oea, el ict y la Universidad
Nacional apoyaron el programa de cooperación técnica. .
19 ICT, 1956, p. 255. .

Bibliografía
Arango, Jorge y Martínez, Carlos. Arquitectura en Colombia. Bogotá, Ediciones Proa, 1951.
“Concurso para una vivienda económica en Bogotá”. Revista Proa, 6, marzo 1947, p. 25-26 [Primer concurso
de ideas del ICT de vivienda popular urbana].
Corporación Colegio de Villa de Leyva; Cehap; Citce. Estado, ciudad y vivienda. Urbanismo y arquitectura de la
vivienda estatal en Colombia, 1918-1990. Bogotá, Inurbe, 1996.
Correia, Victorino J. M. “Unidade de Instituto de Crédito Predial” [barrio Muzú]. Revista A Arquitectura
Portuguesa, No. 2, agosto 1952, pp. 25-26.
ICT. Una política de vivienda para Colombia. Primer Seminario Nacional de Vivienda, 1955. Bogotá, Editor
Jaime Mendoza, 1956.
Lonja de Propiedad Raíz. “Comienza una gran obra” [primer concurso de ideas del ICT de vivienda popular
urbana]. Revista Casas y solares, No. 3, mayo 1947, p. 15.
Méndez, G. El concurso para la vivienda popular urbana - 1947: Ideas aplicadas en las casas del barrio los
Alcázares en Bogotá. Tesis en la maestría en Historia y Teoría del Arte y la Arquitectura, Universidad Nacional
de Colombia, Bogotá, 2007.
Mesa, A., “Plan Piloto de Bogotá” [barrio Quiroga]. Revista Pórtico, 1952, número especial, p. 37, Medellín.
Piedrahita, A. “Habitaciones en Bogotá” [Centro Urbano Antonio Nariño]. Revista Semana, No. 359, 7 de
septiembre de 1953, p. 11.
Ramírez, J. Trazas de ciudad: arquitectura en Bogotá durante el periodo de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957).
Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 2017.
Wills, A. y Maldonado, G. Cartilla de construcciones rurales. Bogotá, ICT, 1946.
Volpini, F. “El barrio Urdaneta Arbeláez” [Barrio Quiroga]. Periódico El Siglo, enero 17 de 1952.
Volpini, F. “Urbanizaciones” [Tipos de urbanizaciones]. Periódico El Siglo, 1953, 11 de junio, p. 12.
“1.970 casas económicas en el barrio Urdaneta Arbeláez”. Revista Proa, 71, mayo 1953, p. 11 [Barrio Quiroga].

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