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Competencias Matemáticas y Resolución de Problemas

David Fernando Pinzón Piñeros

Febrero 2019.

Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Facultad de Estudios a Distancia FESAD.

Maestría en Didáctica de la Matemática

Competencias Matemáticas y Resolución de Problemas


David Fernando Pinzón Piñeros

Febrero de 2019.

Carlos Alberto Uribe Suárez

Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Facultad de Estudios a Distancia FESAD.

Maestría en Didáctica de la Matemática


CONCEPCIONES DE COMPETENCIAS MATEMÁTICAS Y COMPETENCIAS EN
MATEMÁTICAS
Actualmente la educación matemática, en el sistema escolar particularmente en
Colombia, ha mostrado debilidades tanto en el proceso de enseñanza como en el
proceso de aprendizaje, esto se debe a diferentes factores a todo el procesos
educativo, como los son las familias, el sistema escolar, la comunidad educativa,
los docentes los estudiantes y la falta de interés, y como eje transversal a todos
estos factores la falta de competencias que los alumnos presentan al enfrentarse a
desafíos que implican la utilización de herramientas matemáticas.
Al reflexionar sobre las concepciones que se tienen sobre los conocimientos
matemáticos los docentes pueden llegar a considerar que la enseñanza se enfoca
en cómo mejorar en los estudiantes la capacidad para aprender matemáticas o
centrarse en cómo hacer efectiva la enseñanza de las matemáticas en el aula de
clase. Así, se convierte de vital importancia el desarrollo de competencias
matemáticas en el aula de clase.
Pero, para destacar la importancia de las competencias matemáticas, es necesario
resaltar que es una competencia básica y realizar un breve recorrido por su historia,
sus características y la noción de las competencias matemáticas y las competencias
en matemáticas.
Noción de competencia
De acuerdo con la ley orgánica de educación (LOE), citado en Gutierrez, L.,
Rosales, E. & Saiz, T., (2014) expone que unos de los fines más importantes del
sistema educativo es

“Fomentar el aprendizaje a lo largo de toda la vida implica, ante todo,


proporcionar a los jóvenes una educación completa, que abarque los
conocimientos y las competencias básicas que resultan necesarias en la
sociedad actual, que les permita desarrollar los valores que sustentan la
práctica de la ciudadanía democrática, la vida en común y la cohesión social,
que estimule en ellos y ellas el deseo de seguir aprendiendo y la capacidad
de aprender por sí mismos.”

En este sentido, es necesario destacar que para los alumnos y para la sociedad en
general es necesario que se preparen para desenvolverse en la sociedad actual y
que esta disposición les permita continuar aprendiendo en el resto de la vida futura.

El proyecto de la OCDE, denominado Definición y Selección de Competencias


(DeSeCo), citado por Gutiérrez et al. (2014) referente básico del enfoque
comprensivo de las competencias básicas, entiende estas como:

la capacidad de responder a demandas complejas y llevar a cabo tareas


diversas de forma adecuada. Supone una combinación de habilidades
prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones y
otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan
conjuntamente para lograr una acción eficaz.”

Al respecto García, Acevedo y jurado (2003, citado por Solar, García, Rojas y
Coronado, 2014), sostienen que la competencia se refiere a la eficacia y las
demandas del mercado, en donde se articula el saber adquirido con las tendencias
de la economía la globalización y los modelos neoliberales, haciendo parte de la
formación integral del sujeto en las que saber hacer es parte de los contextos
socioculturales concretos y locales, en el sentido ético y humanístico de las
decisiones que tomen sobre los impactos en contextos de la vida cotidiana.

Otra concepción de competencia se resalta la de Rico y Lupiañez (2008) donde


resaltan tres componentes, estos son: los cognitivos, las finalidades asignadas y los
contextos. En la componente cognitiva se consideran los contenidos, los
conocimientos, los valores, las actitudes, las destrezas las aptitudes, y
responsabilidades; las finalidades se entienden como las acciones para las cuales
se han desarrollado tales componentes y finalmente se entiende que estas
finalidades converjan en los contextos sociales, educativos, académicos y
profesionales, donde se debe estimular el desarrollo de las competencias.

Competencias matemáticas y competencias en matemáticas

Para PISA/OCDE (s.f, citado por Rico, 2005) la competencia matemática:

es la capacidad de un individuo para identificar y entender el papel que las


matemáticas tienen en el mundo, hacer juicios fundados y usar e implicarse
con las matemáticas en aquellos momentos que presenten necesidades para
su vida individual como ciudadano.

Desde esta definición se puede observar que no consideran las matemáticas como
una ciencia que se estudia a sí misma, por el contrario, establecen una relación con
el mundo que la rodea, reconociendo que hay necesidades implícitas en las
diferentes ramas de educación que pueden ser resueltas con la aplicabilidad de la
matemática.

Otra definición de competencia matemática la presenta el MEN (2003) en el


documento Estándares básicos de competencias en matemáticas:

Conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, comprensiones y


disposiciones cognitivas, socio afectivas y psicomotoras apropiadamente
relacionadas entre sí para facilitar el desempeño flexible, eficaz y con sentido
de una actividad en contextos relativamente nuevos y retadores.

Esta noción va un poco más allá de un contexto de saber hacer lo que se aprende
en el aula de clase, pues busca que el estudiante pueda enfrentarse a desafios
nuevos fuera del aula de clase, como en su contexto académico, social y
profesional.

En esta misma línea se encuentra la definición del departamento de educación del


gobierno Vasco (2009)

Consiste en la habilidad para utilizar y relacionar los números, sus


operaciones básicas, los símbolos y las formas de expresión y razonamiento
matemático, tanto para producir e interpretar distintos tipos de información,
como para ampliar el conocimiento sobre aspectos cuantitativos y espaciales
de la realidad, y para resolver problemas relacionados con la vida cotidiana
y con el mundo laboral.

Este concepto de competencia matemática español se relaciona directamente con


el contexto colombiano, donde se busca fortalecer además de las competencias en
la escuela, también se fortalece el desarrollo laboral.

Sin embargo, el Ministerio de Educación de Colombia hace especial énfasis en la


parte socio afectiva, aspecto que también tiene en cuenta Fandiño (2006, citado por
Solar, 2014) donde resalta que la competencia matemática va más allá de un saber
hacer en contexto, implica también un desear hacer, involucrando aspectos
afectivos como la volición y la actitud.

En este sentido, y de acuerdo con D D’Amore, B., Godino, J. y Fandiño, M. (2008,


citado por Solar, 2014) la competencia matemática se puede ver como un concepto
complejo y dinámico. Dinámico desde su naturaleza meta cognitiva, volitiva y
afectiva y complejo desde su uso y dominio, es decir desde la relación entre
competencia matemática y utilidad social y desde los contenidos conceptos y
objetos matemáticos involucrados.

Así, la competencia matemática debe ser vista como un concepto de formación


integral del ser humano, donde no solamente se contribuya a la formación como
estudiante de una institución educativa, sino como un ser social, competente en la
toma de decisiones en un mundo globalizado, con un contexto sociocultural
concreto e histórico.

Las competencias matemáticas están sustentadas en las tres dimensiones,


cognitivas, afectivas y de tendencia de acción, siendo una visión holística e integral
y los sujetos centrales son los estudiantes, los docentes y la didáctica empleada en
el proceso de enseñanza de las matemáticas. D´amore et al (2008, citado por solar
et al., 2014).

Así, lo que busca la competencia matemática es que los estudiantes puedan hacer
uso funcional de los conceptos matemáticos, tanto en la matemática misma como
fuera de ella y situaciones en las que las matemáticas se encuentran como eje
central.
No se debe confundir la competencia matemática como cualquier actividad que el
alumno realiza en torno a la matemática o a un contexto matemático, por ejemplo,
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un estudiante de quinto de primaria al realizar la operación 2 + 4, no lleva a la
adquisición de alguna competencia en matemáticas, lo que el estudiante realiza es
la apropiación de un algoritmo importante para el estudio de las matemáticas.

Pero si el estudiante, por el contrario, utiliza esas mismas fracciones y soluciona


problemas donde interprete las fracciones en diferentes contextos reales de:
situaciones de medición, relaciones parte todo, se puede afirmar que el estudiante
está mostrando en ese contexto, un nivel de competencia propia de las
competencias en matemáticas.

De acuerdo con Gutiérrez et al., (2014) el uso funcional del conocimiento


matemático es una tarea que debe ser propia del entorno natural, social y cultural
de los alumnos, si la propuesta educativa plantea tomar la resolución de problemas
como eje articulador de los procesos de enseñanza aprendizaje de las matemáticas,
es necesario combinar lo que son los referentes reales y lo que es poner en juego
la resolución, de esta manera no caer en la solución de problemas sin autenticidad.

Teniendo en cuenta que las competencias matemáticas no solamente contribuyen


al desarrollo de conocimientos matemáticos, de tal forma que los contenidos
matemáticos se adquieran de forma integrada y en contextos auténticos. Estos
contenidos contribuyen al desarrollo de competencias no solo en el campo
matemático también contribuyen en el desarrollo de competencias básicas.

Contribución de la matemática al desarrollo de las competencias básicas.

En el marco teórico de definición y selección de competencias DeSeCo, se


estableció las ocho competencias básicas de la enseñanza básica. Gutierrez et al.,
(2014), las cuales son:

Competencia en comunicación lingüística


Competencia matemática
Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico.
Tratamiento de la información y competencia digital
Competencia para aprender a aprender
Competencia Social y ciudadana
Autonomía e iniciativa personal
Competencia Cultural.

Para aportar a cada una de estas competencias básicas, Gutiérrez et al. (2014)
propone una serie de aportes que apoyan la programación curricular como la
evaluación de los contenidos matemáticos.
Por ejemplo, para la competencia de comunicación lingüística, se propone
comprender y producir textos que usen el código y el lenguaje matemático; la
expresión de oral y de razonamientos seguidos, para formalizar el pensamiento; el
lenguaje matemático para comunicar ideas.

Competencia Matemática, capacidad para utilizar distintas formas de pensamiento


matemático; razonar matemáticamente, comprender una argumentación
matemática y expresarse y comunicarse en el lenguaje matemático; el énfasis en la
funcionalidad de los aprendizajes, su utilidad para comprender el mundo que nos
rodea o la misma selección de estrategias para la resolución de un problema,
determinan la posibilidad real de aplicar las Matemáticas a diferentes campos de
conocimiento.

Competencia Conocimiento y la interacción con el mundo físico, el desarrollo


de la visualización (concepción espacial), situaciones medibles de la realidad, la
destreza en la utilización de representaciones gráficas para interpretar información
La modelización exige identificar y seleccionar las características relevantes de una
situación real, representarla simbólicamente y determinar pautas de
comportamiento, regularidades e invariantes, a partir de las que poder hacer
predicciones sobre la evolución, la precisión y las limitaciones del modelo.

Competencia de la información y digital, destrezas de uso de los números, la


incorporación de herramientas tecnológicas para la resolución de problemas. La
utilización de los lenguajes gráfico y estadístico; la interacción entre los distintos
tipos de lenguaje: natural, numérico, grafico, geométrico y algebraico; destrezas
relacionadas con la búsqueda, selección, recogida y procesamiento de la
información procedente de diferentes soportes.

Competencia aprender a aprender, utilizar las herramientas matemáticas básicas


o comprender informaciones que utilizan soportes matemáticos como requisitos
para el aprendizaje. autonomía, la perseverancia y el esfuerzo para abordar
situaciones de creciente complejidad, la sistematización, la mirada crítica y la
habilidad para comunicar con eficacia los resultados del propio trabajo.

Competencia social y ciudadana, La utilización de las matemáticas para describir


fenómenos sociales. El análisis funcional y la estadística aportan criterios científicos
para predecir y tomar decisiones; enfocar los errores cometidos en los procesos de
resolución de problemas con espíritu constructivo, el fomento de la imaginación y
de la creatividad.

Competencia autonomía e iniciativa personal, La resolución de problemas tiene,


al menos, tres vertientes complementarias asociadas al desarrollo de esta
competencia: la planificación, la gestión de los recursos y la valoración de los
resultados; en la medida en que la enseñanza de las Matemáticas incida en estos
procesos y se planteen situaciones abiertas, verdaderos problemas, se mejorara la
contribución del área a esta competencia.
Competencia cultura y artística, estudio de prácticas matemáticas de otras
culturas de numeración y de medición; la geometría es parte integral de la expresión
artística pues ofrece medios para describir y comprender el mundo que nos rodea y
apreciar la belleza de las estructuras.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

La matemática aplicada a contextos variados y a situaciones de la vida cotidiana,


hace énfasis en que los estudiantes puedan desarrollar los cinco procesos
generales de la actividad matemática enunciados por el MEN (2003) para fortalecer
las competencias en matemáticas como lo son: modelar procesos y fenómenos de
la realidad, comunicar, razonar, formular, comprar y ejercitar procedimientos y
algoritmos, formular y resolver problemas. En todas las áreas curriculares pueden
considerarse procesos similares, sin embargo, cada área tiene dificultades y
obstáculos diferentes en el momento de su aplicación, así como saberes propios
para cada una de las disciplinas.

Es necesario resaltar que en el aula de clase se debe ir mas allá de un trabajo de


contenidos y conocimientos matemáticos, se debe buscar potenciar competencias
matemáticas desde las tres dimensiones cognitiva, afectiva y de tendencia de
acción, siempre buscando abordar tareas y problemas, en la actividad matemática
escolar, que favorezcan la comunicación, la creación y la gestión.

La resolución de problemas en contextos reales, es un buen camino para avanzar


en el fortalecimiento de competencias matemáticas, es allí donde el estudiante ve
la necesidad de fortalecer sus habilidades, porque se siente involucrado en una
actividad social, económica, política, administrativa, que puede contribuir a su
formación personal y profesional. La resolución de problemas es un aspecto
importante en el proceso de enseñanza aprendizaje porque involucra acciones de
control y articulación que de acuerdo con Quintanilla, labarrere, Díaz y Santos
(2007, citado por Pérez 2012), son importantes para la configuración de un
estudiante competente, estas son entendimiento; consideración de varias formas
posibles de solución y seleccionar una específica; monitorear el proceso y decidir
cuándo abandonar un camino no exitoso; llevar a cabo el diseño que se realizó, asi
como estar dispuesto a cambiarlo en caso de ser necesario; y revisar el proceso de
resolución.
Referentes Bibliográficos

Calderón, M. y Villalón, M.
(2013). Dinamización matemática: enseñanza bajo el enfoque por
competencias usando proyectos heurísticos. Unión, N°. 34, pp. 131 - 140.

García, B., (2013). Componentes de un modelo teórico para el desarrollo de


competencias matemáticas en los estudiantes. Amazonia investiga,
Florencia, Colombia.

Gobierno Vasco (2009). Competencia matemática. Educación Secundaria


Obligatoria. Departamento de Educación, Universidades e investigación.

Gutiérrez, L.; Martínez, E. Nebreda, T. (2008). Las competencias en el área de


matemáticas. Cuadernos de educación Cantabria No. 5. Cantabria.

MEN. (1998). Estándares básicos de competencias en matemáticas. pp. 47 - 95.

Pérez, I., (2012). Ensayo: Competencia matemática, estudiantes competentes y


resolución de problemas.

Rico. L., (2005). La competencia matemática en PISA. Universidad de Granada.


España.

Solar, H.; García, B.; Rojas, F. y Coronado,A. (2014). Propuesta de un modelo de


competenciamatemática como articulador entre el currículo, la formación de
profesores y el aprendizaje de los estudiantes. Educación matemática, vol.
26 N°. 2. pp. 33 - 67. México.

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