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Lectura

Órgano adiposo
Elaborado por: Prof Elpidia Poveda Espinosa

INTRODUCCIÓN

Anatómicamente, un órgano es definido como una serie de tejidos en los cuales conjuntamente se lleva a cabo
una o más funciones interconectadas. El órgano adiposo es calificado bajo esta definición porque está
compuesto de dos tipos de tejido, el tejido adiposo blanco y el tejido adiposo pardo, los cuales colaboran
repartiendo la energía contenida en los lípidos entre la termogénesis y otras funciones metabólicas.

El órgano adiposo es un tipo especial de tejido conjuntivo, en el que se observa gran predominio de células
adiposas, caracterizadas por almacenar triglicéridos. Estas células pueden hallarse aisladas o en pequeños
grupos pero la mayoría de ellas se agrupan en el tejido adiposo distribuido por el cuerpo.

Además de los adipocitos o células adiposas el órgano adiposo está formado por células sanguíneas, células
endoteliales, y precursores de los adipocitos con distintos grados de diferenciación, fundamentalmente
fibroblastos, aunque también aparecen preadipocitos, y células grasas muy pequeñas.

El órgano adiposo está distribuido por las diversas regiones del organismo, principalmente en el tejido conjuntivo
subcutáneo, en las regiones cervicales, axilares e inginales; excepto en el sistema nervioso, los pulmones, los
párpados y el pene. Contiene entre 15 a 30% de agua, 2 a 3% de proteínas, 1% de sustancias minerales y 60
a 80% de lípidos; el tipo predominante de lípidos que se encuentran en la vacuola lipidica son los triglicéridos,
que corresponde a la estructura molecular en que se almacena la grasa.

Funciones del órgano adiposo Los mamíferos consumen energía de modo continuo, pero se alimentan
intermitentemente, teniendo en cuenta esto se comprende la importancia de un reservorio de energía
representado por el tejido adiposo. Además de esto, el órgano adiposo llena los espacios entre otros tejidos y
ayuda a mantener ciertos órganos en su posición normal. Contribuye al aislamiento térmico del individuo. Por
ser las grasas malas conductoras del calor. Existen también innegables evidencias de que el adipocito funciona
como una célula endocrina, sintetizando y secretando variadas moléculas con acción local (autocrina o
paracrina) y a distancia (endocrina), que no solo intervienen en la regulación del metabolismo y desarrollo del
propio tejido adiposo, sino también desempeñando otros papeles diferentes a su reconocida participación en la
homeostasis energética, como lo es la inmunidad, coagulación sanguínea y sistema cardiovascular, entre otros.

Características del Órgano Adiposo En la mayoría de mamíferos hay dos tipos distintos de tejido adiposo
que difieren no solo en color, sino también en distribución, morfología, genes, vascularización y actividad
metabólica.

 Tejido Adiposo Blanco

El tejido adiposo blanco se define como un órgano heterogéneo, indefinido y relativamente grande; muy activo
desde el punto de vista metabólico; relacionado principalmente con la recolección, síntesis, acumulo y
movilización del lípido. Está formado por diversos depósitos, tanto subcutáneos como viscerales, localizados a
lo largo del cuerpo, mostrando diferencias regionales que son influidas por la edad y por el sexo.
Las células de grasa blanca son depósitos de almacenamiento graso que están sufriendo constantemente un
cambio en su contenido lipídico. El color del tejido unilocular varía entre el blanco y el amarillo oscuro,
dependiendo en parte de la dieta. Esta coloración se debe principalmente al acumulo de carotenoides disueltos
en las grasas.

Célula adiposa blanca

Adaptado de Neira, 1999

Las células adiposas uniloculares son extremadamente grandes, ovoides, esféricas, cuya forma varía en función
de las presiones que se ejercen sobre su superficie. El adipocito está ocupado casi en toda su totalidad por una
vacuola lipídica rechazando el citoplasma hacia la periferia. Esta vacuola está limitada por una membrana
rodeada de finos filamentos. El contenido de la vacuola es semilíquido y está constituida principalmente de
triglicéridos (glicerol y ácidos palmítico, oleico o esteárico principalmente ), aunque también hay ácidos grasos
libres y carotenoides.

El núcleo es ovalado, aplanado, periférico, deformado por la vacuola, no contiene nucleolo). Los orgánelos,
mitocondrias, aparato de golgi y retículo endoplásmico, están poco desarrollados y se sitúan en los polos
nucleares; se observan numerosos ribosomas libres y algunos lisosomas.

El tejido adiposo blanco tiene en abundancia vasos sanguíneos, que forman redes de capilares en todo el tejido.
Está dividido en lóbulos incompletos separados por septos de conjuntivo que contienen vasos y nervios. De
éstos septos parten fibras reticulares que envuelven las células adiposas. Los vasos llegan a través de los
tabiques del tejido conectivo que dividen la grasa en lobulillos. Las membranas plasmáticas de las células
adiposas uniloculares contienen receptores para varias sustancias, entre ellas insulina, hormona del
crecimiento, noradrelina y glucocorticoides, que facilitan la captación y liberación de ácidos grasos libres y
glicerol.

Los lípidos almacenados en las células adiposas son principalmente triglicéridos. Las células adiposas blancas,
aisladas o asociadas en el tejido graso, cumplen:

- Una función de protección mecánica (resistencia a la presión).


- Una función de aislamiento térmico.
- Una función de reserva nutritiva; los adipocitos almacenan los lípidos, no en forma de reserva
estática, sino como una reserva que se renueva rápida y constantemente.

 Tejido Adiposo Pardo


Al contrario del tejido adiposo unilocular que se distribuye por todo el cuerpo, el tejido pardo es de distribución
más limitada, localizándose en zonas determinadas, aparece durante la vida embrionaria en ciertos lugares
específicos.

Está muy desarrollado en neonatos constituyendo aproximadamente de 2 a 5% del peso corporal y se encuentra
entre las escápulas, en las axilas, en la zona de la nuca y a lo largo de los grandes vasos sanguíneos. Es
característico y abundante en los adultos de las especies invernantes. En algunas especies no invernantes,
incluido el hombre, el carácter multilocular del lípido de sus células disminuye gradualmente después del
nacimiento gracias a la fusión de las gotitas, de tal manera que las células se hacen poco a poco más parecidas
a las del tejido unilocular. Por esta razón, ha habido discusión acerca de si hay o no dos tipos fisiológicamente
distintos de tejido adiposo en los seres humanos adultos bien alimentados. La mayoría de las pruebas indican
ahora que existen los dos tipos, aún cuando pueda ser difícil distinguirlos morfológicamente. El color de este
tipo de tejido adiposo varía desde el moreno hasta un pardo rojizo fuerte, lo cual se atribuye a una alta
concentración de citocromos que poseen sus numerosas mitocondrias

Las células del tejido adiposo pardo son poligonales. El citoplasma es más abundante y granuloso que en las
células de grasa blanca, contiene pequeñas y numerosas gotitas de lípido de diferentes tamaños. Junto a esta
configuración multilocular, es característica del adipocito pardo la presencia de uniones intercelulares. El núcleo
es redondeado, está ubicado un poco excéntrico, contiene gránulos de cromatina bastante gruesos y dos
nucleolos. Hay que tener en cuenta que la cantidad de citoplasma en relación con el lípido es mayor en la grasa
multilocular que en la unilocular. Hay un pequeño aparato de Golgi, vesículas pinocíticas relacionadas con la
membrana celular, algunos lisosomas, lo mismo que numerosas mitocondrias grandes y esféricas, que ocupan
una gran parte del citoplasma y tienen numerosas crestas que pueden extenderse a todo lo ancho del orgánulo.

El retículo endoplásmico no está bien desarrollado y solo se ven unos pocos perfiles del tipo de superficie lisa.
Las gotitas del lípido no parecen desarrollarse dentro del retículo, sino que están libres en el citoplasma.
También hay ribosomas dispersos y cantidades variables de glucógeno por la matriz citoplasmática.

Célula adiposa parda

Adaptado de Neira, 1999


El Tejido Adiposo como Órgano Endocrino

Tradicionalmente, el tejido adiposo fue visto como el sitio de almacenamiento de energía en forma de
triacilglicéridos (TAG) durante la alimentación y liberador de ácidos grasos durante el ayuno para proporcionar
combustible a otros tejidos. Sin embargo, hoy es evidente que tiene funciones fisiológicas importantes,
secretando numerosas proteínas, la cuales participan en la regulación autócrina y parácrina dentro del propio
tejido y además tienen efectos en la función de órganos distantes, tales como el músculo, páncreas, hígado y
cerebro. Estas proteínas secretadas, las cuales fueron denominadas bajo el término común de adipocitoquinas
o adipocinas se hallan implicadas en la regulación del peso corporal, la función del sistema inmune, la función
vascular, la función reproductiva (estrógenos), entre otros. Por lo tanto, se reconoce que el tejido adiposo,
especialmente el visceral funciona como un órgano mayor endócrino. Estos nuevos conocimientos tienen
implicancias importantes para entender la relación fisiopatológica entre el exceso de grasa del cuerpo y los
estados patológicos, tales como la resistencia a la insulina y diabetes mellitus, solo por nombrar algunas.

En el aumento de la cantidad tejido adiposo se hallan implicado dos procesos; por una lado está el aumento de
tamaño de los adipocitos (hipertrofia) y por otro, el incremento en el número de adipocitos (hiperplasia), este
último se realiza a partir de un conjunto de pasos de diferenciación en el que participa una cascada de factores
de trascripción específicos, uno de los cuales es el receptor activador de la proliferación de los peroxisomas
gamma.

ACTIVIDAD EN CLASE

1. De acuerdo a la lectura, explique la 1


2. Explique las diferencias funcionales entre tejido adiposo blanco y pardo.

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