Sunteți pe pagina 1din 1

La defensa de la condición humana y el respeto por su diversidad.

Todas las especies animales de la naturaleza como seres vivos cumplen


funciones de alimentación, reproducción y relación y el hombre no escapa a
esta realidad. Cabría preguntarse que permitió a través del tiempo cambiar la
condición de simple animal del hombre y transformarse en humano. En la
evolución centra su respuesta la Antropología; gracias al trabajo humano
desde la vida primitiva el Sapiens originó mediante la especialización de su
cuerpo, la forma de enfrentar al medio ambiente a través del trabajo,
adquiriendo funciones más especializadas que lo distanciaron evolutivamente
del resto de animales y su trasformación más sorprendente fue el desarrollo
de su cerebro. La función más especializada fue la capacidad de pensar,
razonar, y con ellas vino la capacidad de una mejor inteligencia manifestada
entre otras funciones en la capacidad de crear; en consecuencia Los efectos
sobre su vida cotidiana no se hicieron esperar, siendo el cambio más radical el
pasar de vivir nómada a sedentario, de vagar solo en la naturaleza a vivir en
sociedad. La ciudad es entonces la mayor construcción cultural alcanzada. La
diversidad frente a la naturaleza facilitó el cambio de animal a humano y esta
nueva condición le impone hoy volver a definir la condición de lo humano
superando los prejuicios y los obstáculos.

La diversidad como parte de la condición humana

La sola existencia de “blancos y negros” en sí misma, no debería ser fuente de


prejuicios. La creencia en la superioridad de unos u otros es lo que introduce
la discriminación. De ese modo la coexistencia de diferentes religiones –judía,
católica, evangélica, etc.– en sí misma puede verse como “natural”, pero la
construcción de un “nosotros” superior a los otros ha desencadenado espirales
de agresiones y estelas de sangre. Y lo mismo podría decirse entre hombres y
mujeres, heterosexuales y homosexuales, indígenas y no indígenas, y súmele
usted. Estamos condenados a vivir con “los otros”. La diversidad forma parte
de la condición humana –aunque ésta sea una– y en ella radica la riqueza de
la especie. Intentar que la diversidad no sea sinónimo de desigualdad y
comprender que “los otros” tienen los mismos derechos que “nosotros”
pueden ser la base de un programa estratégico para hacer del planeta un lugar
medianamente habitable.

S-ar putea să vă placă și