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1.)
LOJA
UNIVERSIDAD TECNICA PARTICULAR DE
UNIVERSIDAD ABIERTA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION

Tesis de grado previa a la obtención


del título de Licenciado en Ciencias
de la Educación.

TEMA:

ECUADOR PREHISTORIC O

EDGAR MANOLO VALLADOLID PAZMIÑO


AUTOR

LCDO. GALO SALVADOR JIMENEZ


DIRECTOR

LOJA - ECUADOR

1.989
Esta versión digital, ha sido acreditada bajo la licencia Creative Commons 4.0, CC BY-NY-SA: Reconocimiento-
No comercial-Compartir igual; la cual permite copiar, distribuir y comunicar públicamente la obra, mientras se
reconozca la autoría original, no se utilice con fines comerciales y se permiten obras derivadas, siempre que
mantenga la misma licencia al ser divulgada. http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.es

2017
EL SUSCRITO DIRECTOR DE TESIS,

HACE CONOCER QUE EL PRESENTE TRABAJO

DE INVESTIGACION HA SIDO PROLIJAMEN-

TE REVISADO Y SE AJUSTA A LOS REQUE-

RIMIENTOS ESTABLECIDOS POR LA FACUL-

TAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION,

POR TANTO AUTORIZA SU PUBLICACION.

Lic. Galo Salvador Jiménez

LAS IDEAS, OPINIONES Y CONCEPTOS QUE

CONTIENE EL PRESENTE TRABAJO INVES-

TIGATIVO SON DE EXCLUSIVA RESPONSA-

1 P.
DEDICATORIA:

A mi esposa, fiel y leal compañera;

A mis hijos, lo más preciado que

tengo en mi vida;

A mis padres y hermanas que han si-

do los pioneros de mi porvenir;

A Dios, porque ha hecho posible mi

existencia y mi éxito.
AGRADECIMIENTO:

Quiero expresar mi agradecimiento a la

Universidad Abierta de Loja y a todos

sus maestros, por haberme transmitido

la luz de su sabiduría, abriéndome las

puertas y permitiéndome penetrar en el

basto mundo del saber.

Mi agradecimiento en especial a mi di-

rector, Licenciado Galo S. Jiménez,

quien dedicó sus valiosas horas, sus

conocimientos, su capacidad y su gene-

rosa ayuda en la realización de esta

tesis. De la misma forma mi reconoci-

miento a mi gran amigo, Licenciado Ró-

mulo Cruz, por su constante estímulo y

por su motivación permanente, la misma

que me ayudó a seguir adelante.


ECUADOR PREHISTORICO

INTRODUCCION

CAPITULO 1

PRINCIPALES ARQUEOLOGOS: RASGOS BIOGRAFICOS, OBRAS, APORTE

CIENTIFICO Y CULTURAL


1.1 Padre Ignacio Porras Garcés

1.2 Francisco Huerta Rendón

1.3 Carlos Zevallos Menéndez

1.4 Emilio Estrada Icaza

1.5 Jacinto Jijón y Caamaño

1.6 Clifford Evans y Betty Meggers

1.7 Olaf Holm

CAPITULO II

CRITERIOS CIENTIFICOS

2.1 Principales criterios científicos para la periodización de la

Prehistoria Ecuatoriana y quienes lo establecieron.

2.2 Métodos utilizados para la datación científica de la Prehistoria

Ecuatoriana.

2.2.1 Método del carbono 14

2.2.2 Método de hidratación de la obsidiana

2.2.3 Método dendocronológico


2.2.4 Método de la termoluminiscencia

2.2.5 Método del argón potasio

2.2.6 Método de la edad de los huesos

2.3 Conceptos de período, cultura y fase

2.3.1 Concepto de período

2.3.2 Concepto de cultura

2.3.3 Concepto de fase

2.4 Diferencia entre cultura y fase

CAPITULO III

PERIODIZACION TRADICIONAL DE LA PREHISTORIA ECUATORIANA

3.1 Período precermico

3.2 Período formativo

3.3 Período de desarrollo regional

3.4 Período de integración

CAPITULO IV

PERIODO PRECERAMICO: FASE EL INGA

4.1 Ubicación

4.1.1 Ubicación en el tiempo

4.1.2 Ubicación en el espacio

4.2 Orígen y filiaciones de la fase precerámica El Inga

4.3 Organización social

4.4 Subsistencia

4.5 Tecnología

CAPITULO V

PERIODO FORMATIVO: FASE COTOCOLLAO

5.1 Medio geográfico

5.2 Análisis y clasificación del material arqueológico

5.3 Descripción de los tipos cerámicos

5.4 Paralelismo entre la Fase €otocollao y otras fases del período

formativo en el Ecuador

5.5 Organización

5.5.1 Organización social

5.5.2 Organización política

5.5.3 Organización económica

CAPITULO VI

PERIODO DE DESARROLLO REGIONAL: FASE BAHIA

6.1 Ubicación

6.1.1 Ubicación en el tiempo

6.1.2 Ubicación en el espacio

6.2 Medio geográfico

6.3 Los habitantes

6.4 Vivienda

6.5 Religión

6.6 Subsistencia

6.7 Costumbres funerarias

6.8 Tecnología

6.8.1 Lítica

6.8.2 Cerámica

6.8.3 Artefactos de hueso

6.9 Relación con-otras fases culturales

CAPITULO VII

PERIODO DE INTEGRACION: FASE MANTEÑO

7.1 Ubicación

7.1.1 Ubicación en el tiempo

7.1.2 Ubicación en el espacio

7.2 Subsistencia

7.3 Organización social

7.4 Navegación

7.5 Religión

7.6 Costumbres funerarias

7.7 Tecnología

7.7.1 Orfebrería

7.7.2 Textiles

7.7.3 Lítica

7.7.4 Artefactos de hueso

7.7.5 Cerámica

7.8 Urbanismo

CAPITULO VIII

NUEVA FORMA DE PERIODIZACION DE LA PREHISTORIA ECUATORIANA

8.1 Período de Recolección, Caza y Pesca

8.1.1 Organización Económica y Actividades de la Producción

8.1.2 Organización Social

8.1.3 Culto

8.1.4 Sitios Arqueológicos

8.2 Período Agrícola

8.2.1 Período Incipiente

8.2.2 Agrícola de Manutención

8.2.3 Agrícola de Suficiencia

8.2.4 Organización Social

8.2.5 Culto

8.2.6 Arquitectura

8.3 Período Agrícola de Excedente

8.3.1 Organización Económica y Actividades de la Producción

8.3.2 Organización Social

8.3.3 Gobierno

8.3.4 Culto

8.3.5 Orfebrería

8.3.6 Alfarería

8.4 Período de Expansión Agrícola Comercial

8.4.1 Organización Económica y Actividades de Producción

8.4.2 Período Andino de Producción

8.4.3 Tecnología de la Producción Agrícola

8.4.4 Comercio
8.4.5 Culto

8.4.6 Artes y Artesanías

CAPITULO IX

COMPAPACION ENTRE LAS DOS FORMAS DE PERIODIZACION DE LA PREHISTORIA ECUA-

TORIANA

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

GLOSARIO DE TERMINOS

BIBLIOGRAFIA

INDICE
INTRODUCCIO

La prehistoria de nuestro país abarca un período de tiempo bastante

extenso, pero diferente en sus distintas regiones; en tiempos anteriores

la Prehistoria era un apéndice de la Historia, basada únicamente en leyen-

das, hasta que un notable guayaquileño, Emilio Estrada, juntamente con

los arqueólogos extranjeros Evans y Meggers, realizaron los estudios cien-

tíficos necesarios y dieron a conocer al pueblo ecuatoriano el verdadero

pasado de nuestro país; igualmente demostraron y confirmaron que la Arqueo-

logía era una ciencia auxiliar de la Historia, y también una ciencia inde-

pendiente, capaz, por sí sola de permitir que se escriba, capítulos intere-

santísimos del pasado humano. Hoy en la actualidad tenemos a uno de los

más grandes y reconocidos arqueólogos de nuestro país, el Padre Pedro

Ignacio Porras G. quien ha dedicado casi toda su vida a la investigación

y estudio de nuestro pasado, dando luz al enigma del pasado ecuatoriano.

El conocimiento de la Prehistoria del Ecuador es muy importante

para quienes habitamos en su territorio, es necesario saber de donde prove-

nimos, cuáles fueron nuestros antepasados, y conocer su verdadera antigüe-

dad. A pesar de la trascendencia e importancia de la Prehistoria, hasta

el momento no se conoce con exactitud cuál fue el primer territorio habita-

do en nuestro país, por tal razón se ha escogido este tema, para ser anali-

zado y desarrollado en la presente tesis. Los conceptos, versiones, foto-

grafías e investigaciones que se mencionan en este trabajo, favorecerán

con seguridad a nuestra noble juventud, porque ayudarán a la comprensión

y al estudio de la Prehistoria Ecuatoriana, los criterios de autores que

aquí se indican serán utilizados hasta que la ciencia y los hombres estu-

diosos de nuestro pasado, demuestren lo contrario, ratifiquen los criterios


11

de los arqueólogos mencionados en la presente investigación.

Los objetivos de este trabajo son los siguientes:

a. Conocer la vida y obras de quiénes se han dedicado al estudio de pedir

a la tierra y a los siglos su secreto.

b. Presentar un enfoque panorámico de los estudios arqueológicos realiza-

dos en los principales asentamientos de culturas indígenas del Ecuador.

c. Valorar el esfuerzo que el hombre ha dedicado a su ambiente geográfico,

para agilitar su progreso.

d. Analizar los criterios científicos que han primado para la realización

de la periodización de nuestra Prehistoria, indicando la validez de

las mismas desde el punto de vista científico y didáctico.

Los métodos que han sido utilizados en esta tesis son los siguien-

tes:

En el primer capítulo se utilizó el método descriptivo; en el segun-

do y tercer capítulo se puso en práctica el método inductivo; y a partir

del cuarto capítulo en adelante se utilizó el método deductivo y el método

histórico comparado.

Este trabajo es producto de una investigación netamente bibliográfi-

ca y tiene por objeto presentar un resumen de la evolución del hombre

ecuatoriano, anteriormente a la conquista incásica y española. Con objeto,

en primera instancia se ha tomado en cuenta a los más destacados arqueólo-

gos e historiadores, para enunciar sus datos biográficos y su aporte

científico para el conocimiento de la Prehistoria Ecuatoriana;


111

posteriormente se hace incapié en dos tipos de periodización de nuestra

Prehistoria, enunciados por dos distinguidos arqueólogos, igual que los

criterios científicos que han primado para dicha periodización; esto ha

sido objeto de estudio y análisis para llegar a una conclusión y poder

emitir un concepto personal sobre la división de nuestra Prehistoria.

Finalmente se hace conocer los períodos en los que se ha dividido la

Prehistoria del Ecuador, y dentro de ellos se enuncia las fases más

importantes correspondientes a cada período, tanto en la sierra, costa

y oriente, igualmente se pone de manifiesto su organización económica,

social, su forma de gobierno, religión, manifestaciones artísticas,

costumbres, etc. En complemento a todo esto, se presentan copias

fotográficas de algunas piezas arqueológicas, así como también cuadros

sinópticos y mapas con la ubicación de las culturas más sobresalientes

de nuestra Prehistoria.

Durante el desarrollo de la presente investigación se han tenido

ciertas limitaciones, por ejemplo la falta de material necesario, como

libros, folletos y revistas, pues la difusión de las obras de los diferen-

tes arqueólogos, en especial, es tan escaza y reducida y de difícil adqui-

sición que limita, de esta forma, el conocimiento profundo del tema; por

el interés que despierta este tema tan apasionante, ha sido necesario

acudir al Banco Central del Ecuador de Quito, Guayaquil o Cuenca, y a

la Casa de la Cultura Ecuatoriana de las ciudades antes indicadas, para

obtener cierta información y cumplir con los objetivos propuestos.


ECUADOR PREHISPORICO
CAPITULO

PRINCIPALES ARQUEOLOGOS: RASGOS BIOGRAFICOS, OBRAS,

APORTES CI ENTI FI CO Y CULTURAL


PRINCIPALES ARQUEOLOGOS

PADRE IGNACIO PORRAS G.

7f


CLIFFORD EVANS - BETTY MEGGERS EMILIO ESTRADA I.
JACINTO JIJON Y CAANANO

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OLAF HOLM FRANCISCO HUERTA RENDON


3

1.1 Padre Pedro Ignacio Porras Garcts

Misionero Josefino, nació en la ciudad de Ambato el 29 de

junio de 1915, sus padres fueron Rosalino Porras y Rosario Garcés.

Estudios: Licenciado en Filosofía en el Instituto Superior

de Viterbo, Italia; Licenciado en Pedagogía, graduado en Río Piedras,

San Juan de Puerto Rico; Master en Antropología, Oklahoma, E.E.U.U.

Tesis: "Fase Cosanga en el Oriente del Ecuador".

"Realizó sus estudios en su país, Ecuador, en Italia, Puerto

Rico y Estados Unidos de Norte América. Descubrió las ruinas de

la ciudad española Baeza de los Quijos. Encontró una ciudad prehistó-

rica en el Valle de los Quijos, varios complejos monumentales en

el Sudoriente, una sepultura en el interior de la Cueva de los Tayos.

Descubrió a orillas del Pastaza la cerámica más antigua del Amazonas.

Descubrió y estudió una fase cultural en la Costa, dos en la Sierra


1
y ocho en el Oriente".

Cargos desempeñados: Rector del Colegio Riviera de Salinas.

Rector del Colegio Murialdo de Ambato. Rector fundador del Colegio

San José del Tena. Director del Centro de Investigaciones Arqueológi-

cas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Miembro de

la Academia de Historia de la Sociedad de Arqueología de Oklahoma.

Corresponsal del Instituto Smithsoniano de Washington. Profesor

de Arqueología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

1. PORRAS Garcés Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. s.n., 1ra. Edición,
Editorial Gallocapitán, Quito-Ecuador, 1980.
4

Obras: es autor de numerosas obras sobre Arqueología y Antropo-

logía entre las que se pueden mencionar las siguientes:

- HISTORIA Y ARQUEOLOGIA DE LA CIUDAD ESPAÑOLA BAEZA DE LOS QUIJOS,

Editorial Lexigrama, Quito, 1974.

- EL ENCANTO, ISLA DE LA PUNA, Guayas, La Fase Valdivia en conchero

anular, Instituto Geográfico Militar, Quito, 1973.

- LA CIUDAD DE BAEZA DE LOS QUIJOS, Actas del XXXIX Congreso Interna-

cional de Americanistas, Lima, 1973.

- FASE PASTAZA, Arqueología-Año 111, N° 10, Pontificia Universidad

Católica del Ecuador, Noviembre de 1975.

- FASE ALAUSI, Centro de Publicaciones de la Pontificia Universidad

Católica del Ecuador, Año y , N° 17, Septiembre de 1977.

- ARQUEOLOGIA DEL ECUADOR, Tercera edición, Editorial Artes Gráficas

Señal, Quito, 1984.

- FASE COSANGA, Ediciones de la Universidad Católica, Quito, 1975.

- PETROGLIFOS DEL ALTO NAPO, Ediciones Huancavilca, Guayaquil, 1972.

- ECUADOR PREHISTORICO, Instituto Geográfico Militar, Quito, 1976.

- CONTRIBUCION AL ESTUDIO DE LA ARQUEOLOGIA E HISTORIA DE LOS VALLES

DE QUIJOS Y MISAGUALLI (Alto Napo) EN LA REGION ORIENTAL DEL ECUA-

DOR, Editora Fénix, Quito, 1961.

- EL PALEO-INDIO EN EL AMAZONAS ECUATORIANO, Vol. 1:387-91, México,

1980.

- ARQUEOLOGIA DE QUITO, 1 FASE COTOCOLLAO, Centro de Investigación

Arqueológica (PUCE), Quito, 1982.

- ARQUEOLOGIA DEL SITIO PALENQUE, LOS RIOS LA PONGA GUAYAS, Centro

de Investigaciones Arqueológicas (PUCE), Artes Gráficas Señal,

Quito, 1983.
5

- ARTE RUPESTRE DEL ALTO-VALLE DEL MISAGUALLI ECUADOR, Artes Gráficas

Señal, Quito, 1985.

- LA CUEVA DE LOS TAYOS, Revista Caravela N° 2: Hotel Colón, Quito,

1983.

- RESTOS DEL INCARIO EN EL PALACIO DE GOBIERNO DE QUITO, Boletín

de la Academia Nacional de Historia, Volúmen LXI, Quito, 1984.

- ARQUEOLOGIA DEL ECUADOR, Segunda edición aumentada, Editorial

Gallocapitán C.A., Quito, 1980.

- EL TURISMO ANTROPOLOGICO Y CIENTIFICO EN EL PRIMER CONGRESO NACIO-

NAL DE LA PRENSA TURISTICA, Quito, Octubre de 1977.

- NUESTRO AYER. MANUAL DE ARQUEOLOGIA ECUATORIANA, Centro de Inves-

tigaciones Arqueológicas, Primera edición, Artes Gráficas Señal,

Quito, 1987.

- RESEÑA HISTORICA DE LAS INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS EN EL ECUA-

DOR.

El Padre Porras es uno de los más eminentes arqueólogos ecuato-

rianos, dedicó, porque no decirlo, toda su juventud hasta la actuali-

dad, a la investigación y descubrimiento de nuestro pasado histórico.

En su obra "NUESTRO AYER", nos da una visión clara y precisa sobre

el poblamiento de América, la antigüedad del hombre del Ecuador,

y más que todo los períodos prehistóricos de nuestra Patria, tanto

en la Costa, Sierra, Oriente y Galápagos, casi todo esto basado en

sus propias experiencias y descubrimientos; para la publicación de

sus obras fueron de gran ayuda los descubrimientos realizados por

los arqueólogos Betty Meggers y Clifford Evans, así como también

de los arqueólogos e historiadores ecuatorianos Emilio Estrada, Jijón

y Caamaño, Huerta Rendón, etc.


6

El Padre Pedro Porras, tiene una característica muy importante

en todas sus obras, ésta es la publicación sucesiva de acuerdo a

los descubrimientos realizados a la fecha, de ahí que no existe con-

tradicción en sus obras, sino que únicamente va actualizando sus

datos, en especial los prehistóricos ecuatorianos, a medida que sigue

obteniendo nuevos resultados en sus investigaciones y descubrimientos

realizados en tierra ecuatoriana.

A más de esto, el mismo Padre Porras manifiesta que sus obras

no son la última palabra en Arqueología, ésta es una ciencia que

se caracteriza por su constante investigación. A lo mejor luego

de pocos años si se obtienen nuevos datos prehistóricos ecuatorianos

como resultado de recientes descubrimientos, sus obras no tendrán

la validez que hoy tienen.

Finalmente, vale indicar que el Padre Porras es el que más

ha aportado científica y culturalmente para el conocimiento de nuestra

prehistoria e historia, sus investigaciones, sus evidencias, sus

descubrimientos, nos hacen ver claramente lo que fue nuestro Ecuador

en el pasado.

1.2 Francisco Huerta Rendón

Nació en Guayaquil en 1908, fue arqueólogo, historiador, cate-

drático, periodista; demostró en todas sus actividades capacidad

y conocimientos abundantes.

A través de la revista VISTAZO, escribió páginas meritorias


rl

para el desenvolvimiento de la intelectualidad guayaquileña. Como

profesor fue un gran orientador y divulgador del conocimiento. Como

periodista empuñó su pluma para difundir lo que era justo. Como

historiador realizó grandes jornadas por la libertad, que es el único

punto de partida para conquistar valores superiores.

Como arqueólogo recreaba los objetos descubiertos, descifraba

sus mensajes, leía a través de ellos el retrato de las peripecies,

ansiedades y creencias de los grupos humanos que nos antecedieron;

recordamos ante todo al periodista que bregó y sufrió prisión por

defender su tesis.

Cargos desempeñados: Concejal del Municipio de Guayaquil.

Director del Banco Central. Presidente del Tribunal Electoral del

Guayas. Ministro del Tesoro del Presidente Carlos Julio Arosemena

Monroy. Miembro de la Junta Consultora de Relaciones Exteriores.

Director Supremo del Partido Liberal. Candidato a la Presidencia

de la República del Ecuador. Presidente de la Cámara de Diputados.

Presidente de la Junta Monetaria. Catedrático de Historia de la

Cultura, Economía y Literatura en el Colegio Vicente Rocafuerte de

Guayaquil, Colegio en el que se graduó. Catedrático de la Universidad

de Guayaquil.

Obras: entre las obras más importantes de Huerta Rendón tenemos

las siguientes:

- HISTORIA DEL ECUADOR, Publicaciones Educativas Ariel, Quito, Ecua-

dor.
8

- UN PESO DE RED EXTRAORDINARIO DE LA COSTA DEL GUAYAS, Cuadernos

de Historia y Arqueología, Vol, 10, N° 27:105-112, Guayaquil,


1961.
- UNA CIVILIZACION PRECOLOMBINA EN BARIA DE CARAQUEZ, Revista del

Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, N° 51:85-96, Guayaquil, 1940.


- BIBLIOGRAFIA ONOMASTICA SOBRE ARQUEOLOGIA DE ESMERALDAS, Boletín

de Informaciones Científicas Nacionales, Vol. 2, N° 17:58-63,


Quito, 1949.
- SAN BIRITUTE, SEÑOR DE ZACACHUN, Cuadernos de Historia y Arqueolo-

gía, Vol. 5, N° 13-14;46-65, Guayaquil, 1955.


- LA DEFORMACION INTENCIONAL DEL CRANEO EN EL ECUADOR PREHISPANICO,

Ediciones Vicente Rocafuerte, Guayaquil, 1942.


- LIBERALISMO EN MARCHA.

Huerta Rendón a más de arqueólogo fue un gran historiador,

él entendía a la Historia como la resurreccióndél pasado, como viven-

cia que nos identifica con las generaciones que fueron proyectándose

en la consecusión del futuro.

Su Historia del Ecuador nos ofrece contornos de importancia

sin mucha profundidad, los temas que él menciona, como la Prehistoria

e Incario, la Conquista Española, la Colonia, la Independencia, la

Gran Colombia, la República, lo hace en una forma muy superficial

y poco profunda, es de gran ayuda para los estudiantes de nivel secun-

dario. Para investigaciones más profundas, nos serviría únicamente

como aspecto referencial.

Lo que si debemos reconocer los ecuatorianos, es que Huerta


9

Rendón fue un gran catedrático y maestro, mucho se preocupó por difun-

dir sus conocimientos en forma pedagógica a todos sus alumnos. Sus

investigaciones y descubrimientos sobre la Prehistoria e Historia

ecuatoriana, han sido de gran ayuda para los arqueólogos e historiado-

res, que tuvieron un punto de partida, que han ido perfeccionando

gracias a la tecnología que hoy disponemos.

Desgraciadamente para todos los ecuatorianos, falleció cuando

nos podría haber dado más, con su experiencia, el 15 de noviembre

de 1970.

1.3 Carlos Zevallos Menéndez

Nació en la ciudad de Guayaquil el 10 de mayo de 1909, sus

padres fueron Carlos Zevallos Zambrano y Josefina Menéndez. Siguió

sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte

de Guayaquil, estudió pintura y escultura en la Escuela de Bellas

Artes de su ciudad natal. En 1938 contrajo matrimonio con Ana María

Ampuero Franco.

En 1944-45 realizó un curso de perfeccionamiento en la rama

de arqueología y museología en la Universidad de Nuevo México.

El 19 de septiembre de 1976 sufrió un accidente automovilísti-

co, a su regreso de las excavaciones de la Península de Santa Elena

a consecuencia de lo cual fallecieron sus acompañantes, quedando

él inconciente por lo que fue hospitalizado; por último dos años

después del accidente, fue sometido en Houston a una delicada ínter-


'o

vención quirúrgica del cerebro, de la que se recuperó y volvió a

gozar de buena salud.

"En la Presidencia de la Sociedad de Escritores y Artistas

Independientes, Zevallos había demostrado su eficiencia de dirigente

y promotor cultural". 2

Cargos desempeñados: de 1932 a 1947 fue profesor de Prehistoria

e Historia Antigua. En 1935 fue elegido Presidente de la Sociedad

de Artistas y Escritores Independientes de Guayaquil. En 1945 fue

nombrado Presidente de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas.

En 1948 fue elegido Senador por la provincia del Guayas, integrando

el Congreso Nacional hasta noviembre de 1950. En 1949 fue nombrado

profesor de Arqueología e Historia en la Facultad de Filosofía y

Letras de la Universidad de Guayaquil. En 1967 es nombrado Presidente

de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Arqueológicos. En 1972 es

nombrado Director del Museo de Arqueología y Paleontología "Francisco

Huerta Rendón"de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad

de Guayaquil. Desde 1979 trabajó en CEDEGE en las investigaciones

arqueológicas en la Cuenca del Guayas y en la Península de Santa

Elena.

Descubrimientos: en 1921, inició sus primeras exploraciones

arqueológicas en Posorja, provincia del Guayas. En 1928, realizó

excavaciones en la hacienda "Las Mercedes". En 1930-1933, efectuó

trabajos de proyección en la Isla Puná. En 1934, descubrió la forti-

ficación Huancavilca en la Isla Puná. En 1937, descubre un centro

2. REVISTA ESPEJO, Publicación CEPE, Pag. 65, Quito, mayo 1982.


11

ceremonial prehistórico de tres postes totémicos. En 1946, en colabo-

ración con el arqueólogo mexicano Malquinir, dirige una excavación

en Ernesto Ciego, "Esmeraldas". En 1961, realiza exploraciones en

Manabí y descubre un centro religioso en Cerro Jupe. En 1965, realiza

exploraciones y excavaciones en la zona de Manabí, descubriendo las

primeras esculturas en piedra de la Cultura Bahía. En 1973, luego

de 12 años de trabajo continuó con la recolección y restauración

de objetos prehistóricos.

Obras: se puede mencionar las siguientes, entre las maá impor-

tantes:

- TECNOLOGIA METALURGICA ARQUEOLOGICA, Cuadernos de Historia y Ar-

queología, Vol. 6, N° 16-18:209-15, Guayaquil, 1965.

- ESTUDIO REGIONAL DE LA ORFEBRERIA PRECOLOMBINA DEL ECUADOR, Revista

del Museo Nacional, Vol. 34:68-81, Lima, 1965-66.

- LA AGRICULTURA EN EL FORMATIVO TEMPRANO DEL ECUADOR, (Cultura

Valdivia), Guayaquil, 1971.

- EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN SAN PABLO, Edit. Casa de la Cultura

Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Guayaquil, 1960.

- En 1942 fundó el Museo de Arqueología del Colegio Nacional Vicente

Rocafuerte.

- En 1945 fundó la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas.

- En 1961 creó el Museo de Orfebrería Prehistórica Ecuatoriana.

- En 1967 fundó la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Arqueológicos.

Zevallos Menéndez fue un notable arqueólogo e historiador,

se preocupó mucho por la difusión de la cultura, en todas las regiones


12

de la Patria, no era partidario del regionalismo ni del centralismo

egoísta.

Este eminente arqueólogo guayaquileño se dedicó en cuerpo

y alma desde muy jóven, a la investigación de la Prehistoria Ecuato-

riana, producto de esto realizó un sinnúmero de excavaciones en terri-

torio ecuatoriano, especialmente en la Costa, consiguiendo poner

en claro algunas de las hipótesis de nuestro pasado histórico.

El pueblo ecuatoriano, y en especial los guayaquileños estamos

en deuda con este gran arqueólogo, puesto que en sus obras nos demues-

tra claramente la existencia y costumbres de ciertas culturas que

habitaron en nuestro territorio y constituyeron la Prehistoria Ecuato-

riana. -

Zevallos Meñéndez, estudió detenidamente la Prehistoria Ecuato-

riana y producto de esto, tomó parte junto con grandes arqueólogos

ecuatorianos y extranjeros, como Betty Meggers, Clifford Evans, Padre

Porras, etc., para establecer la Fase Valdivia dentro de nuestra

prehistoria. En esta Fase su aporte fue decisivo, ya que la mayor

parte de sus estudios los realizó en la Costa. "Falleció súbitamente

en la casa de su entrañable amigo Pareja Diezcanseco:- Zevallos tiene

un sitial de honor en la Historia intelectual del Ecuador por sus

valiosísimas contribuciones a la Arqueología y por su imponderable

obra de promotor de la cultura".

3. REVISTA ESPEJO, Publicación CEPE, Pág. 65, Quito, mayo 1982.


13

1.4 Emilio Estrada Icaza

Fue un ilustre guayaquileño, nació en 1916, dedicó la mayor

parte de su vida a investigaciones arqueológicas en la Región Litoral.

Estudió en el Colegio Vicente Rocafuerte de la ciudad de Guayaquil,

desde su juventud tuvo una gran vocación por la Historia y Prehistoria

Ecuatoriana; se especializó en Estados Unidos.

En tiempos anteriores era un deportista dedicado a la pesca,

pero después cambió a la Arqueología; empezó a realizar sus trabajos

desde 1945 a 1961. Emilio Estrada con ayuda de sus colegas norteame-

ricanos, Clifford Evans y Betty Meggers, descubrieron la existencia

de las culturas llamadas Valdivia, Machalilla y Manteña.

Su padre era un prominente banquero, líder en programas de

desarrollo económico, su abuelo de quien heredó su nombre fue uno

de los Presidentes del Ecuador en 1911. Estrada tuvo la oportunidad

de estudiar en Italia, Francia, Estados Unidos, y por supuesto en

el Ecuador; aprendió mucho de negocios en los Estados Unidos y al

regresar a su Patria en 1937, puso en práctica sus conocimientos,

llegando a ser Director de los hombres de negocios de Guayaquil.

No tuvo mucha afición por la política, pues en tres ocasiones

no aceptó los ofrecimientos de los partidos políticos para lanzar

su candidatura a Vicepresidente de la República. Tenía conocimientos

sobre economía, razón por la que escribió varios panfletos sobre

el desarrollo económico de nuestro país.


14

Su interés por la Arqueología comenzó en 1953, en la Costa

ecuatoriana, cuando ésta, era una de las regiones menos conocidas

en el mundo, y gradualmente fue expandiéndose a las provincias más

cercanas, llegando a la provincia de Esmeraldas, que fue la última

que investigó.

Todas las colecciones que tenía Estrada fueron guardadas en

el Museo Privado, nombrado en honor a su padre Víctor Emilio Estrada.

Este Museo estaba al alcance de todos, para exhibir y trabajar; a

más de gustarle coleccionar las piezas arqueológicas, a Estrada tam-

bién le gustaba darlos como regalo a aquellos simpatizantes sobre

los efectos preservados de las herencias pasadas del Ecuador, de

lo que un día fue la gente de Guayaquil.

"En el campo su entusiasmo fue grande, para mantener tanto

las vasijas de barro, como los objetos de metal y cosas hechas en

base de concha".

Finalmente se puede decir que Estrada tiene el mérito de ser

uno de los que formó la primera librería en Arqueología, en la que

tuvo viejos mapas, documentos históricos pertenecientes a la Costa

ecuatoriana, los mismos que fueron estudiados y publicados.

Distinciones:

- Concejal del Ilustre Municipio de Guayaquil.

4. CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA, Núcleo del Guayas, Cuadernos de Histo-


ria y Arqueología, Pág. 13, Vol. X, N° 27, Guayaquil-Ecuador, 1961.
15

- Recibió el título honorífico de "Caballero del Deporte" concedido

por la Conferencia Sudamericana de Atletismo.

- Campeón internacional en navegación, en los Juegos Panamericanos

de Chicago en 1959.

- Director de la Previsora Banco Nacional de Crédito.

Obras:

- ENSAYO PRELIMINAR SOBRE LA ARQUEOLOGIA DE MILAGRO, Editorial Cer-

vantes, Guayaquil, Ecuador, 1954.

- VALDIVIA UN SITIO ARQUEOLOGICO FORMATIVO EN LA PROVINCIA DEL GUA-

YAS, ECUADOR, Publicación del Museo Víctor Emilio Estrada, N°

1, Guayaquil, Ecuador, 1956.

- ULTIMAS CIVILIZACIONES PREHISTORICAS DE LA CUENCA DEL RIO GUAYAS,

Publicación del Museo Víctor Emilio Estrada, N° 2, Guayaquil,

Ecuador, 1957.

- LOS HUANCAVILCAS, Publicación del Museo Víctor Emilio Estrada,

N° 3, Guayaquil, Ecuador, 1957.

- PREHISTORIA DE MANABI, Publicación del Museo Víctor Emilio Estrada,

N° 4, Guayaquil, Ecuador, 1957.

- CRONOLOGIA DE LA CUENCA DEL GUAYAS, Cuadernos de Historia y Arqueo-

logía, Vol. VII, Casa de la Cultura, Guayaquil, Ecuador, 1957.

- SUMARIO DE CARACTERISTICAS MILAGRO, Ibidem, Guayaquil, Ecuador,

1957.

- LAS CULTURAS PRE-CLASICAS FORMATIVAS O ARCAICAS DEL ECUADOR, Publi-

cación del Museo Víctor Emilio Estrada, N° 5, Guayaquil, Ecuador,

1958.

- ARTE ABORIGEN DEL ECUADOR; SELLOS 0 PINTADERAS, Humanitas, Vol.


16

1, N° 2, Universidad Central, Quito, Ecuador, 1959.

- ARTE PREHISTORICO DE MANABI NORTE Y ESMERALDAS, Album fotográfico,

Guayaquil, Ecuador, 1959.


- APUNTES DE GUAYAQUIL Y SU PREHISTORIA, El Telégrafo, Febrero 16

de 1959, Guayaquil.
- CULTURA VALDIVIA, Publicación del Museo Víctor Emilio Estrada,

N° 6, Guayaquil, 1959.
- ASIATICOS DESEMBARCARON HACE 2.000 AÑOS EN EL ECUADOR, Vistazo,

N° 83, Págs. 65-66 y 96, Julio 1960, Guayaquil.

- ECUADOR, Enciclopedia Universal del Arte, Vol. 4, Págs. 498-504,


Instituto per la Collborazione Culturale, Roma, 1961.
- NUEVOS ELEMENTOS EN LA CULTURA VALDIVIA, Editorial Casa de la

Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Guayaquil, 1961.

Luego de haber expuesto en una forma resumida los datos biográ-

ficos de Emilio Estrada, se puede manifestar que en nuestro país,

pocas personas se han dedicado al duro trabajo de realizar investiga-

ciones arqueológicas, para conocer en forma correcta las culturas

que existieron en la antigüedad, entre esas personas se encuentra

Estrada, quien, con su dedicación, sacrificio y constancia, nos dejó

estudios y evidencias sobre las culturas de la Costa, dando así al

Ecuador una especie de columna vertebral sobre la cronología de nues-

tra Prehistoria.

Estrada fue uno de los grandes arqueólogos que tuvo el Ecuador,

sus trabajos, excavaciones, investigaciones, estudios, constituyeron

una de las bases fundamentales para la periodización de la Prehistoria

Ecuatoriana. Cuando un grupo de investigadores, incluído Estrada


17

descubrieron algunas manifestaciones arqueológicas en la Península

de Santa Elena, todos estuvieron de acuerdo que se halló algo, pero

fue Estrada quien se adelantó a dar una interpretación de la Cultura

Valdivia, al que consideró su primer trabajo de arqueología. -

Murió en Ulmes de noviembre de 1961.

1.5 Jacinto Jijón y Caamaño

Nace en 1890, hombre de valiosa repercusión en el panorama

cultural del Ecuador y de América. Desde muy jóven se dedicó a los

estudios científicos, estuvo estimulado por sus padres y por el Arzo-

bispo González Suárez, le gustaba recolectar y guardar material ar-

queológico para su debida explicación, lo que hizo de él un verdadero

erudito en la materia y consecuentemente creó una biblioteca personal

que incita a la admiración por conservar preciados legados del ayer.

Jijón quería estudiar las bases de la arqueología ecuatoriana

sobre fundamentos ciertos, y de sus estudios preliminares encontramos

la edición de sus libros "El Tesoro del Itschimbía" y "Los Aborígenes

de la Provincia de Imbabura".

Los padres de Jijón eran de buena posición económica, aquello

le permitió a Jacinto Jijón y Caamafío viajar a Europa a continuar

con sus estudios, de igual forma le permitió comprar la biblioteca

de González Suárez una vez que éste falleció, constituyendose así

la biblioteca de los Jijón en una de las más ricas de Sud-América.


18

Tanto fue la afición y el deseo de saber de Jijón que para

realizar las excavaciones y estudios por casi todo el Ecuador, gastó

su propio dinero, pero su sacrificio no fue vano, pues consiguió

una gran cantidad de piezas arqueológicas, que le sirvieron para

sus publicaciones, de indiscutible valor científico, y para la forma-

ción de su propio Museo. Es muy famosa su quinta "La Circasiana"

donde tuvo su Museo y también su biblioteca especializada en Historia

Americana. Además, vale indicar que Jacinto Jijón y Caamaño fue

un hombre de negocios y un próspero industrial, de ahí que sus indus-

trias de tejido son famosas en el Ecuador.

Obras:

- PURUHA, Boletín de la Academia Nacional de Historia, Tomo VII,

Quito, 1927.

- NUEVA CONTRIBUCION AL ESTUDIO DE LOS ABORIGENES DE LA PROVINCIA

DE IMBABURA DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR, Boletín de la Sociedad

Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos, Tomo IV, N° 10,

Quito, 1920.

- UN CEMENTERIO INCASICO EN QUITO Y NOTAS ACERCA DE LOS INCAS EN

EL ECUADOR, Boletín de la Sociedad Jurídico-Literaria, Tomo XX,

N° 58-59-60-61, Quito, 1927.

- UNA GRAN MAREA CULTURAL EN EL N.O. DE SUD AMERICA, Journal de

la Sociéte des AMERICANISTAS, París, 1930.

- UNA PUNTA DE JABALINA DE PUENGASI, Boletín de la Sociedad Ecuato-

riana de Estudios Históricos Ecuatorianos, Año 1, N° 2, 109-11,

Quito, 1918.

- ANTROPOLOGIA PREHISPANICA DEL ECUADOR, La Prensa Católica, Quito,

1951.
19

- EL TESORO DEL ITSCHIMBIA, Quito, 1912.

- EL ECUADOR INTERANDINO Y OCCIDENTAL ANTES DE LA CONQUISTA ESPAÑOLA,

Cuatro volúmenes, Quito, 1914.

- LAS CIVILIZACIONES DEL SUR DE CENTROA1'IERICA Y EL NOROESTE SUDAMERI-

CANO, Procedente del 29 Congreso Internacional Americanista, Vol.

1, 165-72, Chicago, 1951.

Luego de haber mencionado sus principales obras, cabe decir

que a Jacinto Jijón y Caamaño, le gustaban los trabajos agotadores,

casi interminables; el material que poseía para sus experimentaciones

y conclusiones era el más preciado aliado que un hombre de letras

pudiera aspirar a tener.

Relativamente, en edad muy temprana bajó al sepulcro, cuando

la Patria toda esperaba muchísimo de él, espíritu infatigable y en

plena acción madura y definitiva. Murió en 1950.

Cabe indicar que Jijón y Caamafío es uno de los pioneros de

la arqueología, pese a no tener las grandes ayudas científicas con

las que cuenta la arqueología hoy en día, para la datación; Jacinto

Jijón y Caamaño tiene el mérito de haber realizado los trabajos de

campo, procesar toda la información y publicarlas en sus valiosas

monografías.

Por todo lo anotado hasta el momento en una forma resumida,

se puede decir que el prestigio de Jijón, dentro del conocimiento

de nuestra Historia Ecuatoriana, es grande, que difícilmente el tiempo

lo podrá desteñir; sus descubrimientos marcaron un paso muy importante


20

en nuestra Historia, su aporte científico lo podemos observar clara-

mente a través de las evidencias obtenidas en sus estudios, por tal

motivo participamos de la idea de muchos historiadores al haberlo

considerado como el símbolo de la ecuatorianidad, correspondiéndole

un sitial altísimo, proporcional al legado que dejó. Para terminar,

vale decir que sus investigaciones realizadas en el Ecuador, constitu-

yeron el fundamento de la arqueología moderna de nuestro país.

1.6 Clifford Evans y Betty Meggers

Sobre estos grandes arqueólogos se conoce poco en lo referente

a su biografía, pero en todo caso podemos decir que se trata de ar-

queólogos americanos del Instituto Smithsoniano de Washington, los

cuales trabajaron íntimamente con Emilio Estrada a partir de 1953,

formándo un equipo que laboró estusiastamente en las investigaciones

ecuatorianas durante algunos años y que terminó con la muerte de

Estrada. Los estudios realizados por los esposos Evans-Meggers,

sustentaron aquello que podríamos llamar la columna vertebral y crono-

lógica de la Prehistoria Ecuatoriana.

Por otra parte, se conoce que participaron en el descubrimiento

de ciertas culturas como: Valdivia, Machalilla, Chorrera, Jambelí,

Yasuní, Tiguacuno, etc, por lo que sin lugar a dudas el aporte de

ellos a la historia de nuestro país, fue uno de los mal importantes,

encontraron ciertas evidencias que fueron básicas para el estudio

y conocimiento de la antigUiedad ecuatoriana. Producto de estos estu-

dios y descubrimientos, en brevísimo tiempo colocaron el nombre del

Ecuador entre los más destacados de América del Sur, en materia de


21

investigaciones arqueológicas.

Sus obras están escritas en inglés y algunas en castellano,

y entre las más importantes se puede mencionar las siguientes:

- CULTURA VALDIVIA, Publicaciones del Museo Víctor Emilio Estrada,

Guayaquil, 1959.

- LOS PERIODOS CHORRERA Y TEJAR EN LA PROVINCIA DEL GUAYAS, Cuadernos

de Historia y Arqueología, Vol. 7, N° 19-21, Págs. 243-46, Guaya-

quil, 1957.

- INFORME PRELIMINAR SOBRE LAS INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS REALIZA-

DAS EN LA CUENCA DEL GUAYAS-ECUADOR, Cuadernos de Historia y Ar-

queología, Vol. 4, N° 12, Págs. 307-36, Guayaquil, 1954.

- CRONOLOGIA RELATIVA Y ABSOLUTA EN LA COSTA DEL ECUADOR, Cuadernos

de Historia y Arqueología, N° 27, Págs. 147-52, Guayaquil, 1961.

- LAS CULTURAS MARAJOARAS DEL RIO NAPO, Cuadernos de Historia y

Arqueología, Vol. 7, N° 19-21, Págs. 240-42, Guayaquil, 1957.

- ESPECULACIONES SOBRE RUTAS TEMPRANAS DE DIFUSION DE LA CERAMICA

ENTRE SUR Y MESOAMERICA, Hombre y Cultura, (Revista del Centro

de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional),

Tomo 1, N° 3, Págs. 1-15, Panamá, 1964.

- PERIODO FORMATIVO PRIMARIO DE LA COSTAS ECUATORIANAS, Instituto

Smithsoniano, Washington, 1965.

- EL DESARROLLO CULTURAL ABORIGEN EN LATINOAMERICA, Colección Misce-

láneos de Smithsoniano, Vol. 146, N° 1, Washington, 1963.

1.7 Olaf Uolm


22

En razón de no existir las fuentes de consulta necesarias,

para describir detalladamente los principales datos biográficos de

Olaf Holm, a continuación se hará una síntesis de los que se conoce

acerca de la vida de este gran arqueólogo extranjero.

Holm, nació en la ciudad de Aahus (Dinamarca) en 1915. A

la temprana edad de 25 años dejó su tierra natal y vino al Ecuador,

llegando a nuestro país el 11 de enero de 1940, donde reside hasta

el momento.

Distinciones: desde 1953 a 1966 Olaf Holm, ha recibido diez

nombramientos de carácter científico y académico de parte de varias

instituciones culturales internacionales y del Ecuador. Su vida

está dedicada a la investigación del pasado ecuatoriano, razón por

la que, el Gobierno de Dinamarca consciente del trabajo de Olaf Holm,

le concedió el 9 de septiembre de 1988, el máximo galardón científico,

el Doctorado Honoris Causa, en reconocimiento al valioso trabajo

que está realizando en el Ecuador; igualmente se le entregó el nombra-

miento Ad-honoren de Cónsul del Reino de Dinamarca en Guayaquil.

De idéntica forma el Ecuador ha rendido su homenaje a Olaf

Holm, y es así que durante las fiestas octubrinas de 1988, el Munici-

pio de Guayaquil, galardonó a este gran arqueólogo con la más alta

condecoración que concede el Municipio a los ciudadanos que se han

destacado en la actividad cultural y científica de la provincia.

Trabajos: Olaf Holm, empezó a trabajar en el campo de la inves-

tigación arqueológica ecuatoriana, junto con grandes arqueólogos


23

ecuatorianos tales como Francisco Huerta Rendón, Carlos Zevallos

Menéndez y Emilio Estrada Icaza, realizando su primera publicación

en el año de 1950 sobre un estudio de tatuaje entre los indios de

la Costa. Actualmente desempeña las funciones de Director del Museo

Antropológico del Banco Central en Guayaquil.

"La segunda guerra mundial lo trajo al Ecuador,


huyendo de su Patria tras la invasión Nazi.
Olaf Holm llegó al país para ser uno de los ma
yores estudiosos de nuestro pasado. Enumerar
todas sus obras y estudios publicados, nos ile
varía un buen rato, pero vale anotar que él es
el fundador del Museo del Banco Central de Gua
yaquii y que, como miembro de la Casa de la
Cultura, Olaf Holm tomó la responsabilidad de
la publicación del boletín científico Cuader-
nos de Historia y Arqueología. Sus innumera-
bles recorridos por nuestra Patria los hizo
con su ojo avisado, recopilando y descubriendo
indicios de nuestra historia.

Es un hombre modesto, a pesar de su gran


erudición. Su memoria es un útil instrumento
del que se valen amigos y colaboradores como
centro de consulta". 5

Obras: entre las más importantes se puede mencionar las si-

guientes:

- FUELLES QUE SON UNOS CAÑUTOS, Un comentario etno-arqueológico,

Guayaquil, 1968.

- LAS HACHAS - MONEDAS ECUATORIANAS, Pieza 3, Exposición presentada

por la Sección de Antropología Cultural, Casa de la Cultura Ecuato-

riana, Núcleo del Guayas, Guayaquil, 1966.

- HACE MILES DE AÑOS, Una exposición comparativa y didáctica, Casa

S. Tomado de la Revista VISTAZO, N° 506, Septiembre 1988, Pág. 3.


24

de la Cultura Ecuatoriana, Guayaquil, 1966.

- VERRUGA PERUANA EN UN CERAMICO PATOGRAFICO ECUATORIANO, Cuadernos

de Historia y Arqueología, Vol. 4, N° 12:207-23, Guayaquil, 1954.

- TAPTANA O EL AJEDREZ DE ATAHUALPA: a los 425 años de Cajamarca,

Cuadernos de Historia y Arqueología, Vol. 8, N° 22-24:91-109,

Guayaquil, 1958.

- CORTADURA A PIOLA, Una Técnica Prehistórica, Casa de la Cultura

Ecuatoriana, Guayaquil, 1969.

- ATAHUALPA Y HUASCAR VISTOS POR DON FELIPE GUAMAN DE AYALA, Cuader-

nos de Historia y Arqueología, Vol. 6, N° 16-18:188-208, Guayaquil,

1956.

- HACHAS MONEDAS DEL ECUADOR, III Congreso Peruano: el hombre y

la cultura andina, Vol. 1, 1:347-69, Lima, 1978.

- EL CUCHARON, UN UTENSILLO DOMESTICO DE LA CULTURA MANTEÑA, Ecuador,

Cuadernos de Historia y Arqueología, Vol. 9, N° 25-26:121-451

Guayaquil, 1959-60.

- LAS ISLAS GALAPAGOS EN LA PREHISTORIA ECUATORIANA, Págs., 3 Láms.,

Guayaquil, 1964.

- CAMARA FUNERARIA, Bellavista (Ecuador), Cuadernos de Historia

y Arqueología, Vol. 11-12, N° 28-29:129-57, Guayaquil 1962-63.

- EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS EN SAN PABLO, (en colaboración con

Carlos Zevallos Menéndez), Págs. 30-35, Guayaquil, 1960.

- CULTURA MANTEÑA-HUANCAVILCA, Primera edición, Publicación del

Museo Antropológico y Pinacoteca del Banco Central del Ecuador

de Guayaquil, 1982.

Luego de haber anotado brevemente los datos biográficos de

Olaf Holm, vale indicar que a pesar de ser un ciudadano extranjero,


es de mucha valía en nuestro medio, sus investigaciones en el campo

de la antropología, arqueología e historia, han hecho posible el

rescate de nuestro patrimonio, permitiéndonos conocer la cultura

de nuestros antepasados y lo que es más importante, ha motivado a

nuestra juventud para que este consciente de la cultura de su Patria.

Actualmente se encuentra realizando investigaciones sobre

la metalúrgia precolombina del Ecuador, "que permitirá aclarar el

problema de la procedencia del cobre metálico empleado en la prehisto-

ria del Ecuador. Además servirá para solucionar la posición del

país en la marcha de la tecnología metalúrgica desde la Costa peruana

vía Ecuador, hasta Sudamérica". 6

Por otra parte, se encuentra realizando investigaciones sobre

la navegación precolombina, que será su próxima obra, el tema es

de "gran importancia porque en la Costa del Ecuador se desarrolló

tempranamente una navegación que unía las distintas culturas antigüas

desde Mesoamérica hasta el sur del Perú".

Por lo anotado, nuestro país esta en deuda con Olaf Holm,

gracias a él, se ha quitado en parte el velo de la duda de nuestro

pasado ecuatoriano.

Al finalizar este capítulo, se puede notar claramente, que

todas las biografías citadas tienen su trascendencia, importancia

6. EL UNIVERSO, Pág. l-B, Segunda Edición, Edición 11 de Octubre de 1988,


Guayaquil-Ecuador.
7. Idem.
26

arqueológica e histórica, gracias a los personajes citados conocemos

aunque no todo nuestro pasado, pero si la gran mayoría: esperemos

que otros hombres y en especial la juventud se sienta atraída por

el deseo de conocer nuestra Historia y surjan hombres, como actualmen-

te tenemos al Padre Porras y Olaf Holm, para que nos sigan dando

la luz suficiente en el conocimiento del pasado ecuatoriano.


CAPITULO II

CRITERIOS CIENTIFICOS
28

2.1 Principios Científicos para la Periodización de la Prehistoria Ecuato-

riana y quienes lo establecieron

Los estudiosos de la Historia y Arqueología de nuestro país

han optado por subdividir la Prehistoria Ecuatoriana en períodos,

por varias razones:

1. Por facilitar los estudios y dar una mejor comprensión.

2. Porque realmente han probado que existió diferentes etapas en

el desarrollo cultural de nuestro país.

Para realizar la periodización de la Prehistoria Ecuatoriana

los arqueólogos se han basado en el único archivo que ellos disponen

y éste se encuentra bajo la tierra, para ello han tenido que realizar

numerosas excavaciones en diferentes lugares, y llegar a conclusiones

que hoy los exponen en sus obras.

Para la periodización de la Prehistoria Ecuatoriana, se reunie-

ron famosos historiadores y arqueólogos de nuestra Patria y extranje-

ros tales como: Clifford Evans, Betty Meggers, Zevallos Menéndez,

Francisco Huerta Rendón, Olaf Holm, Max Uhle, Emilio Estrada, Padre

Ignacio Porras, y en la Convención Arqueológica realizada en Guayaquil

(1969), se estableció este tipo de periodización, mencionado en el

capítulo anterior; cabe recalcar y recordar, que para realizar el

cuadro cronológico de la periodización, se basaron en lo siguiente:

1. t u Datación Relativa, establecida por la estratigrafía y seriación;

2. Datación Tipológica, basada en similitudes entre culturas de


29

fecha desconocida y aquellas que ya han sido datadas; y,

3. Datación Absoluta, derivada del carbón 14, de medidas de hidrata-

ción de la obsidiana y otras técnicas más".8

Todas estas técnicas han servido para obtener evidencias,

y de esta forma realizar la periodización de la Prehistoria Ecuato-

riana, aunque no podríamos decir que son ciento por ciento seguras,

pero si de gran credibilidad; uno de los métodos más seguros, como

es el de las fechas calendáricas de los anillos de árbol, no ha podido

llevarse a cabo, por falta de conservación de los vegetales, posible-

mente el medio ambiente influenció mucho para esto.

Adelantándose a lo que acabamos de explicar, el Padre Porras

nos pone en prevención, que si se realiza en algún momento una nueva

Convención Nacional Arqueológica, y si se demuestra lo contrario

de lo expuesto por ellos en la periodización de la Prehistoria Ecuato-

riana, serán los primeros en acatar estos nuevos descubrimientos

y aportes al conocimiento de la Prehistoria de nuestro país. *

Por otra parte la periodización se hizo durante una Convención

Arqueológica en la ciudad de Guayaquil, donde intervinieron renombra-

dos arqueólogos e historiadores nacionales y extranjeros.

"Las resoluciones de esta Convención fueron ava-


ladas por el Primer Congreso Extraordinario de

8. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 7, Primera Edición, Edito-


rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
* Confróntese. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 6, Primera Edi-
ción, Editorial Artes Gráficas, Qui-
to-Ecuador, 1987.
30

Historia y Geografía realizado en la misma ciu-


dad de Guayaquil del 24 al 27 de julio de 1969,
en el que, entre otras se aprueba el programa
de Historia del Ecuador para la instrucción me-
dia, haciendo caso omiso de la Leyenda del Rei-
no de Quito con sus "Caras" y "Shyris"; ordenán
do que se comience a estudiar en primer curso
la Prehistoria con las grandes divisiones dis-
puestas por la Convención; Precerámico, Formati
yo, Desarrollo Regional e Integración". 9 -

Además la periodización de la Prehistoria Ecuatoriana está

realizada mediante estudios serios, científicos, elaborados por profe-

sionales del ramo y su gran mayoría evaluados por fechas de radio-

carbón, método de la termoluminiscencia, método dendocronológico,

método del argón potasio, método de la edad de los huesos. Con estos

métodos y otros más, se estableció la datación científica de las

culturas prehistóricas del Ecuador. Se debe también anotar que todos

estos métodos no son absolutos, están sujetos a un pequeño márgen

de error, puesto que los estudios manifiestan que ninguno de los

métodos es tan exacto como el de las fechas calendáricas de los ani-

llos de árbol; este principio indica que por cada año que pasa, deter-

minadas especies arbóreas aumentan un anillo a su estructura.

Por otra parte existe la periodización realizada por el Doctor

Lenín Ortíz, quien no está de acuerdo con la división de la Prehisto-

ria antes mencionada, basado también en estudios científicos, investi-

gaciones antropológicas, aportes de aficionados, investigaciones

bibliográficas, y especialmente en el trabajo de campo realizado

por él. En todo caso esta diferencia de criterios sobre la periodiza-

ción de nuestra Prehistoria, con seguridad ayudará, para que otros

9. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 24, Primera Edición, Editorial
Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.-
31

estudiosos en este campo traten de descubrir la verdad, la complemen-

ten o ratifiquen, la veracidad de cualquiera de los tipos de periodi-

zación antes mencionados.

Finalmente cabe indicar que son pocos los criterios científicos

que se ha podido establecer en este tema, los estudiosos de esta

materia explican que al comenzar las investigaciones arqueológicas

existían dudas y estas surgían a cada paso. El ancia de descubrir

la verdad, la incertidumbre, los malos momentos, deben haber atormen-

tado a los investigadores en el campo arqueológico, pero a pesar

de todo esto, no se han cansado de estudiar y cada día han procurado

dar un poco más en el basto campo que la ciencia ha abierto a la

actitud de la mente humana.

2.2 Métodos utilizados para la Datación Científica de la Prehistoria

Ecuatoriana

Los principales métodos que se han utilizado para establecer

la datación científica de la Prehistoria Ecuatoriana son:

2.2.1 Método del Carbón 14: "Consiste en medir la cantidad de C14

que tiene -un artefacto de orígen orgánico y luego se estima

su antigüedad (en años)". 10

"El carbono 14 es un isótopo radiactivo de C12,


producido por el nitrógeno 14 en la atmósfera
por radiación cósmica. Después actúa exactamen
te como el C12, siendo absorbido por los compo

10. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 18, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
32

nentes orgánicos de toda materia viva. Las pro-


porciones de carbón radiactivo e inerte son
idénticas tanto en la atmósfera como en la biós
fera (los reinos vegetal y animal). Cuando la
materia orgánica muere, cesa de cambiar su car-
bono, como dióxido de carbono, con la atmósfera
o sea, que su carbono 14 disminuye y no es re-
puesto. La determinación de la radioactividad
del carbono partiendo de una muestra puede reve
lar la proporción de C14 a C12 lo que puede dar
-conocido el ritmo de pérdida del C14- la edad
de la muestra o, más exactamente el tiempo
transcurrido desde la muerte de la materia viva
que la compone. Desde que el método fue propues
to por W.F. Libby en 1946, se ha obtenido una
gran cantidad de datos sobre el pasado del hom-
bre. El método dió el primer medio de DATACION
absoluta totalmente independiente de los siste-
mas subjetivos arqueológicos". 11

2.2.2 Método de Hidratación de la Obsidiana: "Consiste en medir

la capa húmeda de la obsidiana (en micrones) para encontrar


12
la antigUiedad en que fue confeccionado el objeto (en años)".

"Cuando la superficie de una hoja o lasca de ob-


sidiana se separa de su núcleo, se inicia un
cambio físico, lento y constante, a medida que
la humedad va siendo absorbida por la estructu-
ra material. Esta proporción varía según la tem
peratura, pero no por la cantidad de humedad, y
puede ser calculada partiendo de muestras de fe
cha conocida de la misma región o de otra de ca
racterísticas parecidas. El espesor del nivel
de hidratación que puede presentar una pieza
puede medirse en una preparación laminada para
su observación óptica, y el resultado puede tra
ducirse en un dato cronológico". 13

2.2.3 Método Dendocronológico: "Se emplean como medidas de tiempo

los anillos de los árboles de la especie PINUS ARISTATA, los

11. BRAY Warwick, TRUMP David, Diccionario de Arqueología, Pág. 203, Edito-
rial Labor S.A., Barcelona, 1976.
12. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 18, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
13. BRAY Warwick, TRUMP David, Diccionario de Arqueología, Pág. 77, Edito-
rial Labor S.A., Barcelona, 1976.
que desarrollan cada año, un anillo nuevo, es decir: Año hú-
14
medo-anillo grueso; Año seco-anillo delgado".

"Cuando los árboles crecen en un clima variable


sus anillos de crecimiento son más delgados o
más gruesos que la media normal. En1929 A.E.
Douglas demostró que esta variación podía em-
plearse para fechar el material arqueológico.
Comparando muestras de anillos de los troncos
recogidos en una región restringida del S.O.
de los Estados Unidos, sometidos además a las
mismas variaciones climáticas, estableció una
escala-tipo que se extiende desde los tiempos
hasta los poblados de la cultura precolombina
de los PUEBLOS. Cualquier tronco encontrado en
un yacimiento de dicha cultura y conservado
gracias a las especiales condiciones climáti-
cas del desierto puede ser fechado con exacti-
tud mediante sus anillos de crecimiento". 15

2.2..4 Método de la Termolwniniscencia:

"Todos los artículos de la alfarería y cerámica


contienen cierta cantidad de impurezas radiac-
tivas (tales como uranio y tono) en propor-
ción de unas pocas millonésimas. Estos materia
les emiten partículas ALFA a frecuencia conocí
da, que depende de su concentración en la mues
tra. Cuando una de estas partículas es absorbí
da por los minerales de alfarería que rodean
la impureza radiactiva, provoca la ionización
de sus átomos; se liberan electrones de los
fuertes enlaces naturales que los retienen al-
rededor del núcleo y ulteriormente pueden, en
según que circunstancias, estabilizarse en los
estados metastables de las energías elevadas,
de esta manera se almacena energía. A tempera-
turas normales los electrones permanecen en es
tas fases metastables que hacen las veces de
trampas, pero si en algún momento se calienta
la materia a temperatura suficiente elevada,
como por ejemplo la cocción de una vasija, se

14. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 18, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
15. BRAY Warwick, TRUMP David, Diccionario de Arqueología, Pág. 80, Edito-
rial Labor S.A., Barcelona, 1976.
34

liberan electrones con emisión de luz. Desde el


momento que las piezas han sido quemadas y las
trampas quedan vacías, hasta la época actual,
tendrá lugar un proceso de rellenado durante el
cual las partículas alfa serán absorbidas por
la materia, y cuanto más tiempo dure este fenó-
meno, tantas más trampas habrá que rellenar, y
tanto más intensa será la luminiscencia. Para
averiguar la antigüedad de una pieza de alfare-
ría se realiza las siguientes operaciones: 1)
Medir la radiación de la luz cuando se calienta
la muestra. 2) Medir la radiactividad alfa de
la muestra. 3) Medir la sensibilidad de la mues
tra a la producción de luminiscencia por una ra
diación artificial conocida procedente de la
fuente radioactiva". 16

2.2.5 Método del Argón Potasio: "Las fechas del argón potasio miden

el potasio radioactivo o K40 que con el tiempo decae paulatina-

mente. Se lo emplea para medir la edad de las rocas, de restos

fósiles humanos y animales incrustados en las mismas. Puede


17
medir la edad hasta en millones de años".

"La corteza terrestre contiene potasio en la


cual el isótopo 1<40 va transformándose en A40 a
un ritmo conocido; su vida media es de 1.300 mi
llones de años. En algunos minerales de origen
volcánico puede haberse originado una parte de
argón cuando estuvieron en fusión. Este argón
puede haber quedado integrado en su estructura
cristalina. La determinación de la proporción
K40/A40, realizada con un análisis meticuloso
puede ser traducida en una fecha absoluta, en
la misma forma que para la datación por el ra-
diocarbono. A consecuencia de la larga vida me-
dia, la cantidad de argón que se encuentra en
las muestras que tienen menos de un millón de
años es insuficiente para una medición escrupu-
losa, pero a pesar de ello se han obtenido re-
sultados útiles". 18

16. CERAN C.W., El Primer Americano, Pág. 131, Ediciones Destino, Barcelo-
na, 1973.
17. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 18, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
18. BRAY Warwick, TRUMP David, Diccionario de Arqueología, Pág. 77, Edito-
rial Labor S.A., Barcelona, 1976.
35

2.2.6 Método de la Edad de los Huesos: "Por el microscópio se obser-

van los osteoblastos en el fémur = se cuentan los círculos

concéntricos llamados osteones. A más círculos, más edad.

Se miden también los crecimientos centrales de las vértebras


19
y el desarrollo de los dientes, cráneo, etc.".

Luego de lo expuesto es importante manifestar que todas las

pruebas realizadas con los métodos antes anotados, han sido experimen-

tadas por los arqueólogos mencionados en capítulos anteriores, los

mismos que pueden estar sujetos a diferentes clases de errores, por

consiguiente puede variar la datación entre un autor y otro, pero

no con diferencias considerables y conocido es que las divisiones

periódicas no se cortan a manera de cuchillo, hay muchas fases que

se ubican entre uno y otro período. Pero en todo caso todos los

estudios realizados han sido un aporte básico, esencial y decisivo

para el conocimiento de nuestra Prehistoria y para la periodización

de la misma.

Igualmente constituye un aporte científico en el campo de

la arqueología, si no sería por ello, no tendríamos el conocimiento

que hoy disponemos. Todo lo que significa investigación, pruebas

y evidencias constituyen un factor positivo en el campo científico,

y esta vez los estudiosos nos están demostrando.

Didácticamente es importante indicar que lo expuesto anterior-

mente, ha favorecido en el campo de la educación, la división en

19. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 18, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
36

períodos, con las culturas correspondientes, facilitan la enseñanza-

aprendizaje, porque permite la mejor organización, capacitación y

atención del docente, dando así la oportunidad de tener un concepto

más real y menos confuso sobre las culturas existentes, el período

en que existieron y los años en que fue poblado nuestro Ecuador.

2.3 Concepto de Período, Cultura y Fase

2.3.1 Concepto de Período: "Espacio de tiempo que incluye toda dura-

ción de una cosa. Cronología-Cielo, espacio de tiempo o cierto

número de años que acabados se empiezan a contar de nuevo". 20

"Período es cada una de las grandes divisiones que

se consideran en las diversas eras de la historia geológica

de la tierra. Se caracteriza por una constancia en las condi-

ciones de sedimentación y por una permanencia en las especies

que en él vivieron, todo lo cual se refleja en la constitución

y en los fósiles de las rocas formadas". 21

Tomando como patrón los conceptos antes indicados,

sería procedente manifestar que, período, en el sentido histó-

rico y arqueológico, es la división cronológica, es el tiempo

que se extiende sobre un medio geográfico, y viene a constituir

determinada evolución.

20. Nuevo Diccionario Ilustrado Sopena de la Lengua Española, Editorial Ra-


m6n Sopena S.A., Pág. 774, Barcelona-España, 1975.
21. Enciclopedia Didáctica Cordinal, Pág. 1.224, Primera Edición, Tomo N° 3,
Editorial Continental S.A., Lima-Perú, 1981.
37

2.3.2 Concepto de Cultura: "De acuerdo al diccionario de la Academia,

se define como conjunto de modos de vida y costumbres, conoci-

mientos y grado de desarrollo artístico, científico, indus-

trial, en una época o grupo social".

"Cada una de las actividades humanas, sea repre-


sentada por un utensilio (cultura material),una
costumbre o una creencia (cultura no material),
que se transmite de individuo a individuo me-
diante alguna forma de enseñanza, sin interven-
ción de la herencia genética. Aunque corriente-
mente se halla sujeta por la tradición, el cam-
bio cultural puede producirse con una relativa
rapides por DIFUSION o por desarrollo local sin
necesidad de un estímulo externo.

Si un conjunto se repite en una región


restringida y dentro de un mismo período (o sea,
que tiene una distribución limitada en el espa-
cio y en el tiempo) se le describe como una cul
tura y se le considera como característica de
una sociedad humana particular. En este caso
tiene tanta importancia un rasgo material aun-
que tan sólo el testimonio arqueológico pueda
testificarlo materialmente. Las culturas son
los bloques con los que se construye la PREHIS-
TORIA aún cuando se tenga que admitir que no to
dos son lo suficientemente sólidos como fuera
de desear". 23

En base a estos conceptos, se entiende que cultura

es todo lo que el hombre ha sido capaz de crear, hacer y vivir

durante su ciclo de vida, dejándo como ejemplo para las otras

generaciones.

22. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 6, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
23. BRAY Warwick, TRUMP David, Diccionario de Arqueología, Pág. 64, Edito-
rial Labor S.A., Barcelona, 1976..
38

2.3.3 Concepto de Fase: "Es la manifestación de una cultura en un


24
lugar y en tiempo determinado".

"Fase es el grado de desarrollo. Es cada uno de los

diversos aspectos que presenta un fenómeno natural o una cosa,


25
doctrina, etc.".

Por lo expuesto, y hablando en términos arqueológicos

se puede decir, que la fase no es más que las partes sucesivas

de un todo natural o histórico.

2.4 Diferencia entre Cultura y Fase

Anteriormente se anotó los conceptos tanto de cultura como

de fase, de acuerdo a los diferentes autores, hoy se tratará de esta-

blecer una diferencia exclusiva dentro del campo de la arqueología

y de la historia, entre estos dos conceptos o definiciones.

Cultura. Abarca un campo bastante amplio, pues se refiere

a la forma de vida, religión, costumbres, grado de desarrollo artísti-

co, cultural, científico, etc., que ha tenido un grupo de personas

en una época determinada. Esta cultura se transmite de individuo

a individuo, y no se hereda genéticamente, es necesario algún tipo

de enseñanza para que se mantenga la cultura, caso contrario desapare-

cerá.

24. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. 22, Primera Edi-
ción, Editorial Gallocapitán, Otavalo-Ecuador,
1980.
25. Diccionario Enciclopédico, Pág. 227, Editorial Bruguera, Tomo 3, Espa-
ña, 1980.
39

Ahora la diferencia fundamental que existe entre cultura y

fase, es que la cultura lleva connotación etnográfica, y permite

presentar una reconstrucción más o menos completa de una manifestación

cultural en un lugar y tiempo determinado.

"Es claro que los fenómenos culturales están en


constante cambio. Cuando una cultura es reem-
plazada por otra que emigró o se extingió, es
tarea fácil separar los límites entre una y
otra; no lo es cuando la nueva Fase es la cul-
minación de un proceso lento y contínuo de evo
lución". 26

Fase. Viene a constituir la parte de un todo, pues se refiere

o viene a establecerse como la manifestación de una cultura, en un

lugar y tiempo determinado; la diferencia principal con la cultura,

radica en que la fase lleva connotación geográfica, lo cual favorece

para no tener equivocaciones, a más de esto, la fase no puede presen-

tar la reconstrucción de toda una manifestación cultural, porque

solamente es una parte de ella.

Para terminar con esta diferencia, y dar una idea más clara

se puede decir, realizando una comparación, que la cultura es el

todo, la parte más grande, y dentro de ella se encuentra inmersa

la fase; es como si dijéramos el Ecuador y sus provincias, aquí la

cultura vendría a constituir el Ecuador, y las fases serían cada

una de las provincias, demostrando de esta forma que las fases, son

los escalones necesarios para la existencia de una cultura, y esta

a la vez la base principal, para establecer la historia de una nación.

26. PORRAS Garcés, Ignacio, PIANA Bruno, Luis, Ecuador Prehistórico, Pág.
23, Segunda Edición, Insti-
tuto Geográfico Militar,
Quito-Ecuador, 1976.
CAPITULO III

PERIODIZACION TRADICIONAL DE LA PREHISTORIA ECUATORIANA


41

Al iniciar el desarrollo del capítulo, es importante exponer un

cuadro cronológico de la periodización de la Prehistoria Ecuatoriana.

Muchos de los historiadores, como Huerta Rendón, Emilio Estrada, Zevallos

Menéndez, Jacinto Jijón y Caamaño y algunos arqueólogos como el Padre

Ignacio Porras, Betty Meggers y Clifford Evans, coinciden en la necesidad

de subdividir la Prehistoria Ecuatoriana, no por un mero capricho, sino

porque en realidad los períodos que se mencionan en el cuadro que denomina -

remos periodización tradicional, pertenecen a diferentes etapas del desa-

rrollo cultural del país. Vale indicar que el Doctor Lenín Ortíz, que

presenta una nueva forma de periodización, no está de acuerdo con esta

subdivisión, se expondrán sus razones y fundamentos, luego de desarrollar

la forma de periodización propuesta por el Padre Porras, en su libro "Nues-

tro Ayer".

El cuadro fue realizado por los esposos Evans-Meggers, Emilio Estra-

da, Huerta Rendón, Zevallos Menéndez, Padre Ignacio Porras, el mismo que

ha sido aceptado y respetado, por casi todos los investigadores, historia-

dores y arqueólogos.

"La reconstrucción de la cronología, de las culturas prehistóricas

del Ecuador se basa en varios tipos de evidencia: (1) Datación relativa;

(2) Datación tipológica; y , (3) Datación absoluta, derivada del carbón

14, de medidas de hidratación de la obsidiana y de otras técnicas más". 27

Todos estos tipos de evidencia, han servido para seleccionar y

separar, las diferentes piezas arqueológicas encontradas en tierra ecuato-

riana, así por ejemplo:

27. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 7, Primera Edición, Editorial
Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.

FECHA PERIODOS COSTA S 1 E R R A ORIENTE

1.500 D.C.INTEGRACION TOCTIUCO URCUQUI NAPO


II 1

1.000 MATEÑA ATACAMES ELANGE L 1 ICOSNGA 1 lCUAS


1.
___________________ CAPULI1
500 1 IMILAGIOUEV PILLARO ALLARO URANO III
1 BALAO ¡CIAR¡ PURLJHA tu IV
O DESARROLLO Regional LATOLITA 1 GUAI'ÍGALA ITIRONE GKILJ8ULO CERRONARRIO 1 AHUANO
500 IGUAYAQUIL 1
jJAMA COAQUE TEJAR DAULE
111 *
BAHIA YASL1iNI SUNO UPAF'iO II
1000 t4CHIMA 1 CHORRERA 1 CATAMAYO II COSANGAPU.LA
1.500 1 CERRO NARRIO 1 UPANO 1 COTUMDO 1 RO
2.000 1 II ALAJSI 1•
2.600 FORMATIVO MACHALILL.A 1 1 1
LOS TAYOS
1 CATAMAYO 1 1
3.000 JAMBELI CERRO NARRIO 1 1 PASTAZA
COTO COLLAO
3.500 VALDIVIA
PRE URANO

-
PRECERAMICO
LAS VEGAS SOØSHI PAPALLACTA
I0.000A.C. ELINGA -OMA JOPIDACHI

* Tomado de : PORRAS Garc4s,Ignacio, Nuestro Ayer, P. 9, 1raÁ. edicin, Editorial Artes


Grficas, Quito—Ecuador, 1.987.
43

- Datación relativa: Es aquella que se encuentra establecida por la estra-

tigrafía, de acuerdo a la capa de terreno en que fue encontrada, y

también se encuentra establecida por la seriación, es decir por el

grupo o serie de piezas arqueológicas encontradas.

- Datación tipológica: Se basa exclusivamente en similitudes que se en-

cuentran entre culturas de fecha desconocida y aquellas que han sido

datadas, es decir que ya se conoce a que fecha o período corresponde.

De acuerdo a esto se pudo establecer una separación de piezas arqueoló-

gicas y elaborar un cuadro cronológico de la prehistoria. (Ver cuadro

de la página 42).

- Datación absoluta: Es derivada del carbón 14, consiste en medir la

cantidad de carbono 14 que tiene un artefacto de orígen orgánico,

luego estimar su antigüedad en años. Igualmente la datación absoluta

se deriva del método de la hidratación de la obsidiana, que consiste

en medir la capa húmeda de la obsidiana, para encontrar la antigüedad.

Como vemos, este tipo de evidencias, lo tenemos gracias a que las

técnicas arqueológicas han ido evolucionando impresionantemente desde

que se hicieron los primeros estudios en el tiempo de Moseñor González

Suaez; estas técnicas modernas, dan más seguridad en las investigaciones.

El Padre Porras nos dice:

"Todos los métodos incluyendo los absolutos, son


aproximaciones, ninguno es tan exacto como las
fechas calendáricas de los anillos de árbol. Es
ta última, parte del principio de que, por cada
año que pasa, determinadas especies arbóreas au
mentan un anillo a su estructura. Muchas veces
las edades del carbón 14 son interpretadas por
los arqueólogos como seguras, pese a que ellas
44

están sujetas a varias fuentes de error que se


pudieran corregir mediante la aplicación de
fórmulas especiales; otras en cambio, son pro-
ductos de factores negativos como intrusión,
falta de asociación, contaminación en el campo
o en el laboratorio, etc., todos estos tipos
de evidencia han sido empleados en la creación
de este cuadro cronológico; en casos de discon
formidad se ha realizado un esfuerzo para al-
canzar el compromiso más razonable en términos
de evidencia existentes a la fecha". 28

3.1 Periodización Tradicional

Dentro de la periodización tradicional, tenemos cuatro períodos

que son los siguientes:

3.1.1 Período Precermico: En el período precerámico tenemos algunas

fases como son: El Inga, Papallacta, Jondachi, Shobshi, Las

Vegas, etc.

Oportunamente y más adelante estudiaremos detalladamente

la fase "El Inga" perteneciente a este período precerámico,

ahora se dará una visión general sobre este período, tanto

en la Sierra, Costa y Oriente.

"Algunos estudiosos llaman a este período, com-


prendido entre los 10.000 y 4.000 años antes
de Cristo, Paleo-Indio. Durante el mismo, el
hombre americano recorría el continente cazan-
do y recolectando. Era nómada todavía, puesto
que tenía que seguir a la casi extinguida fau-
na del Pleistoceno, como al perezoso gigante,
al mastodonte o al tigre diente de sable. Se
contentó luego con una forma menos abundante
en tamano y número de especies, como bisontes,
búfalos, venados, etc.". 29

28. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 7, Primera Edición, Editorial
Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
29. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. 39, Primera Edición,
Editorial Gallocapitán, Otavalo-Ecuador, 1980.
IN
UI

* Tomado de : PORRAS Carc6,Ic1 0, str-' Aye, P40 21,


lra,edjcjcÇn, Editorial
Artes CTr!ficas, Quito—Ecuador, 1987
46

Por lo expuesto se puede decir que el período precerámi-

co fue diferente en las distintas regiones del país, en cuanto

a su alimentación como a su vivienda, por ejemplo: en la Sierra

se dedicaron a la agricultura, a domesticar animales, para

tener reservas alimenticias. En la Costa era un poco más fácil

su forma de vida, pues tenían acceso directo al mar y los

ríos para la pesca. No así en el Oriente, su alimentación

se basó en la caza, pesca y en la recolección de frutas en

general.

Las principales actividades de producción fueron: la

caza y la recolección de frutas. Todo trabajo estaba dividido

entre los miembros del grupo: los ancianos, mujeres y niños

se dedicaban a la recolección de frutos, los jóvenes y adultos

a la caza; es decir el trabajo era colectivo, igualmente su

repartición.

Algunos investigadores, diferencian los instrumentos

de producción con las armas, concepto equivocado, no son ins-

trumentos de producción, porque sirvieron para la caza y pesca,

en esta época, posiblemente las guerras no existían, puesto

que los hombres tenían que dedicar todos sus esfuerzos a la

búsqueda de alimentos.

- Fase Las Vegas: En este período y específicamente en la

Costa, mucho se ha hablado de la existencia de una antigia

cultura llamada "Las Vegas", que habitaba cerca de la actual

ciudad de Santa Elena en la provincia del Guayas, la sequía


47

existente en el lugar ha hecho posible la preservación de

un cementerio abundante en restos humanos, posiblemente el

más antiguo del país.

"Es necesario destacar que los tipos de enterra-


miento que se observan en "Las Vegas" difieren
completamente de las culturas cerámicas poste-
riores que ocuparon el mismo territorio, como
por ejemplo "Valdivia". Esto excluye la inter-
pretación de que el sitio Precerámico fuera usa
do como cementerio en épocas más tardías; por
el contrario afirma que los enterramientos co-
rresponden al período de ocupación humana del
sitio". 30

Además, vale indicar que algunos arqueólogos como el

Padre Porras, y también historiadores, como son los autores

de la Historia del Ecuador de la Enciclopedia Salvat, sostienen

que aparte de la cultura de "Las Vegas" en el período precerá-

mico, carecían de organización familiar, se constituyeron

grupos u hordas, que se desplazaban en busca de lugares aptos

para la recolección, de la caza y pesca. La relación de paren-

tesco fue de consanguinidad, lo que supone la promiscuidad

sexual.

- - Fase "El Inga": Se encontraba ubicada en la provincia de

Pichincha a orillas del río Inga. Los integrantes de la fase

posiblemente vivieron bajo abrigos rocosos. Su forma de sub-

sistir era a base de la cacería de animales salvajes y la

complementaban con productos silvestres que eran recolectados

por sus habitantes.

30. Salvat Editores Ecuatoriana S.A., Historia del Ecuador, Pág. 65, Voli-
men 1, Quito-Ecuador, 1980.
48

Se supone que eran nómadas, puesto que acampaban en

ciertos lugares de acuerdo a las estaciones climáticas que

les permitía la recolección de ciertos alimentos y la cacería.

En esta fase se utilizó las puntas de las flechas o lanzas

en forma de la cola de un pez; y lo que llama la atención

en esta fase es su tecnología, única en el trabajo de la obsi-

diana y del basalto, con técnicas que no habían sido encontra-

das hasta el momento, por eso El Inga tiene especial interés

tanto por los estilos como por la tecnología.

- Fase "Papallacta: Es otra de las fases pertenecientes a

este período, estaba ubicada al norte de la actual población

de Papallacta. Posiblemente era un grupo nómada igual que

la fase El Inga, tenía un abrigo rocoso, y su alimentación

se basaba en la recolección de plantas y en la cacería, porque

inclusive en las excavaciones realizadas por el Doctor Robert

Beli, se pudo observar que "su punta de flecha era semejante


31
a la fase El Inga".

- Fase "Jondachi: Se encontraba ubicada en el Alto Napo,

Valle del Misaguallí, entre los ríos Cotundo y Jondachi. Posi-

blemente se trató de un grupo nómada, que pese a su gran abrigo

natural que disponían por su ubicación geográfica, los histo-

riadores no descartan la posibilidad de que hayan vivido en

31. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 223, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
49

En cuanto a su organización social, fue similar a "Las

Vegas", su forma principal de subsistencia era la recolección

de frutos y la cacería, ésta era abundante en el medio donde

se encontraban. "Todo el instrumental lítico guarda fuertes

similitudes con El Inga en el Callejón Interandino, de manera

especial los buriles". 2

- Fase "Shobshi": Estaba ubicada en la provincia del Azuay,

cantón Sigsig; igualmente se trataba de un grupo nómada que

basaba su supervivencia en la cacería.

En la Cueva de Shobshi se encontraron puntas de proyec-

tu, buriles, raspadores, que en nada se parecen a los artefac-

tos de El Inga. La obsidiana era muy rara en esta fase, y

además se puede decir que aquí no existió la punta de cola

de pez, que era característica en la fase El Inga.

Las diferentes fases pertenecientes a este período,

se caracterizaron por ser nómadas; la escasez de la fauna,

los cambios climáticos, indujeron a sus habitantes a sembrar

y domesticar animales, a fin de tener reservas alimenticias.

Luego de esto comenzaron a utilizar objetos de ardua para

cocer y conservar sus alimentos, dando paso a otro período.

3.1.2 Período Formativo: En este período encontramos importantes

fases como son: Valdivia, Chorrera, Machalilla, Cotocollao,

32. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 222, Primera Edición, Edi-
torial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
50

Cotundo, Pastaza, Los Tayos, Tachina, Narrío 1, Jubones, Chi-

guaza, Sangay; de las que se hará un comentario ligero para

dar una idea clara de la existencia de este período, y cumplir

el objetivo propuesto para este capítulo.

"Este período comienza entre 3.500 y 500 años a.


C. aproximadamente. Emilio Estrada Icaza, Cli-
fford Evans y Betty Megeers, fueron los prime-
ros arqueólogos en darnos, mediante métodos mo-
dernos, una especie de columna vertebral de la
cronología de nuestra prehistoria, que hasta en
tonces arrancaba de sombras y vivía en tinie-
blas, teniendo como arqueología ciertas tradi-
ciones y leyendas, lógico preludio de toda His-
toria; pero que no son Historia, que exige como
toda disciplina, evidencias". 33

En este período la agricultura, se desarrolló desde

su forma incipiente hasta la suficiencia. Sus habitantes comen-

zaron a establecerse generalmente cerca de los ríos y mares,

levantando pequeñas habitaciones rudimentarias, y convirtiéndo-

se a lo largo del tiempo en excelentes pescadores y agriculto-

res. Por las piezas arqueológicas encontradas, se ha considera-

do a este período, como uno de los mejores en el arte de la

cerámica.

Por otra parte, se supone que los habitantes de este

período fueron idólatras, pues se han encontrado figuras de

animales o de alguna fuerza natural, que seguramente era el

Dios protector de la tribu.

33. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 23, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
1 VALDIVIA
2 MACHALILLA
FASES i)EL PERIODO FORMATIVO 3 CHORRERA
4 TACHINA
5 COTOCOLLAO
6 LLANGANATES
CoLOMBIA 7 PROTOPANZALEO 1 (A)
8 NARRIO 1
9 JUBONES
lO LOS TAYOS
QUITO Y5 1 II CHIGUAZA
12 SANGAY
95 13 PASTAZA
14 COTUNDO
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1
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CUENCA f / -..-- j.)

1 o
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Mapa /[ 2

* Tomado de : PORRAS Garc€s, Ignacio , Nuestro Ayer, P4. 24 9 1ra0 edición, Editorial
Artes Gr!ficas, Quito-Ecuador, 1.987.
52

- Fase Va1divia: La encontramos en la Península de Santa

Elena, provincia del Guayas, en Los Ríos, Manabí y El Oro.

Se creía en principio que los miembros de esta fase habitaron

un terreno árido, hoy de acuerdo a las últimas investigaciones

realizadas por el Padre Porras, se conoce que fue más amplia

la extensión geográfica en la que vivieron, pues existe eviden-

cia que practicaron la agricultura: "Los valdivianos constru-

yeron represas o "albarradas" para captar las aguas lluvias,

como parece indicarlo una de ellas hallada junto al sitio

"El Encanto" en la Isla La Puná, claramente asociada a esta


34
fase".

Sus viviendas eras construídas generalmente de caña,

de madera, las ubicaban alrededor de una plaza, y en el centro

colocaban la estatua del Dios que ellos adoraban. Igualmente

se conoce que estaban regidos por un matriarcado ejercido

por una sacerdotisa. Se alimentaban de mariscos, y con produc-

tos de la agricultura; no existe evidencia del uso de metales;

se la considera una de las primeras culturas cerámicas del

continente y la más rica en motivos decorativos.

- Fase Machalilla": Se desarrolló en la provincia de Manabí

y al norte de la provincia del Guayas. La característica de

esta fase "es la deformación del cráneo, en la variedad llamada

por Imbelloni Tabular erecta". Sus viviendas eran construí-

34. PORRAS Garcós, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 38, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
35. Idem, Pág. 54.
53

das en una forma similar a la de Valdivia. No existe evidencia

de diferencias de clases sociales, ni de ocupaciones; habitaban

algunos en sitios alejados como en la cercanía de las playas,

en la Península de Santa Elena, es decir no necesariamente

junto al mar. Su alimentación la obtenían tanto del mar como

de la agricultura. "En cuanto a la decoración, la fase Machali-

lla hizo uso de la pintura que aparece en formas de bandas


36
delgadas o anchas".

- Fase Chorrera: La encontramos en las provincias del Guayas,

Manabí y Esmeraldas. Esta fase se ubicó generalmente en zonas

apropiadas para la agricultura, y cerca de los ríos, ya que

parece que los utilizaban como medios de comunicación. El

hombre de esta fase es diferente al de Valdivia y al de Macha-

lilia, "a juzgar por las figuras, tenían la cabeza redonda,

frente amplia coronada por una especie de turbante que cubría

por completo la cabellera". Las evidencias encontradas

por los estudiosos, hacen suponer que en lo referente a su

organización social existió una estratificación social. Sus

viviendas, por los indicios que hay, se sabe que habitaban

en pequeños bohíos. Su alimentación, con toda seguridad se

basó en la agricultura, frutas y porsupuesto mariscos. "La

cerámica de la fase Chorrera varía notablemente en el espesor

de las paredes de los vasos y en el acabado de la superficie".38

36.. PORRAS Garcós, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 55, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
37. Idem, Pág. 59.
38. Idem, Pág. 60.
54

- Fase "Cotocollao: Pertenece a la Sierra, estaba ubicada

en el actual barrio de Cotocollao de la ciudad de Quito. Su

tipo de vivienda era de madera y en algunas ocasiones la reves-

tían con arcilla. Se conoce que sus viviendas estaban colocadas

en una plaza central, y en la mitad o centro de ésta colocaban

a su Dios, al que adoraban. En cuanto a su organización social

parece que fue incipientemente jerarquizada. Su alimentación

la basaron exclusivamente en la agricultura y la caza.

"La cerámica es extraordinariamente bien trabajada

y con una variedad de rasgos decorativos en número y perfección

nada inferiores a los de la fase Valdivia en la Costa ecua-


39
toriana".

- Fase "Pastaza: Corresponde al Oriente, estaba ubicada a

orillas del río Huasaga, afluente del Pastaza, se trata de

una selva tropical, húmeda y lloviosa, completamente cubierta

de vegetación. El tipo de vivienda que tenían era similar

al que hoy utilizan los nativos del Oriente (Shuaras). Se

supone que su organización social fue por demás elemental,

y como sucede hasta hoy en las sociedades selváticas por regla

general, el más anciano ejerce el liderazgo, el más caracteri-

zado, o el guerrero más valeroso. Su alimentación la realizaban

a base de frutos silvestres, de la caza y pesca, que era abun-

dante en el lugar. "Su cerámica es generalmente de color negro


40
o marrón obscuro".

39. REYES Oscar, Efrén, Breve Historia General del Ecuador, Pág. 36, Tomo
N° 1, Duodécima Edición, Quito-Ecuador, 1960.
40. Idem, Pág. 37.
55

- Fase O Los Tayos": La encontramos en el Oriente, en la provin-

cia de Morona Santiago, con características similares a la

fase Pastaza, diferenciándose un tanto en su cerámica, esto

ocurre porque prácticamente están ubicados en un mismo ambiente

geográfico.

Existen otras fases menos importantes en este período

formativo, con las anotadas podemos darnos cuenta la forma

de vida, su alimentación, cerámica, estructura social, etc.

que tenían las fases que habitaban en la Sierra, Costa y Orien-

te, las cuales no varían mucho, porque casi todas tienen gran

semejanza entre las que habitaban en una misma región; sólo

resta decir que todas las fases que habitaron en este período

fueron grandes recolectores, soportaron el medio ambiente,

se hicieron sedentarios y se convirtieron en verdaderos exper-

tos en la cerámica, es decir fue una etapa de progreso en

la Prehistoria de nuestro país.

3.1.3 Período de Desarrollo Regional: Este período comienza aproxima-

damente 500 años a.C. a 500 d.C., aquí se marcan diferencias

regionales en la organización político-social de los pueblos,

comienzan a surgir los señoríos basados en el parentesco.

El estilo del arte y los aspectos de la tecnología permiten

la definición de áreas de cultura que posiblemente deben co-

rresponder a grupos o culturas independientes.

Encontramos en este período fases de mucho interés,

las analizaremos brevemente por regiones, para tener una idea


56

clara del mismo. Por otra parte, estos grupos se vuelven cada

vez más móviles, contrastando con el período formativo, pues

no sólo se adaptan al medio ambiente, sino que lo explotan.

"Varían más que en cualquier otro período: Las


técnicas decorativas, se emplea cerámica como
medio para la producción de numerosas clases
de pequeños artefactos, aumentan en número las
figurinas que generalmente son hechas en molde,
aunque dicho sea de paso, los primeros moldes
datan de la etapa tardía Chorrera. Son estas
figurinas las que mayor información aportan so
bre el aspecto social y ceremonial del período.
( ... ) Los vestidos son complicados y los toca-
dos caprichosos. Se utilizó algodón, lana, cor
teza de árboles y plumas". 41

Por otra parte, es la primera vez que en la Prehistoria

Ecuatoriana existe evidencia del uso del oro,. cobre, platino,

es decir, uso de los metales. Igualmente se hace más frecuente

en este período la "pintura negativa que consiste en la aplica-

ción, después del primer cocimiento de la vasija, de un mate-

rial resistente sobre las paredes de la misma en calidad de


42
motivos de decoración". Esta pintura en algunas regiones

era muy rara, eran más populares los dibujos con pintura negra

y roja.

- Fase "Guangala": Se encontraba ubicada al sur de Manabí.

"Del estudio de los esqueletos resulta que el hombre de Guanga-

la era braquicéfalo, practicaba la deformación craneana occi-

pital".

41. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Págs. 26-27, Primera Edición, Edi-
torial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
42. Idem, Págs. 27-28.
43.. Idem, Pág. 96.
FASES DEL PERIODO DE DESARROLLO REGIONAL
LA TOLITA
2 TIAONE
3 JAMA COAQUE
HIA
FAYAQUIL
MBELI
PAN GAL A
RRIO II Y III
RIAMAN GA
)SANGA PILLAZO 1 Y 11
ANO MACAS
PNO
Po
SUNI
u,-J

Napa # 3

* Tomado de: PORRAS Garcs,Ignacio, Nuestro Ayer, PCg. 279 ira, edici&i, Editorial
Artes Grficas, Quito-Ecuador, 1.987
58

Por las evidencias encontradas, se deduce que para

la construcción de sus viviendas, utilizaban el sistema de

bahareque, para las paredes. La organización social- no se

encuentra definida, por falta de hallazgos. Su alimentación

la realizaban a base de la agricultura (maíz, yuca) y de la

pesca. Lo más importante de esta fase es el uso del metal,

se han encontrado anzuelos, anillos, agujas, etc., además

de esto su cerámica, "posee una decoración realmente espectacu-

lar a base principalmente de policromía" es decir que estaba

pintada de tres o más colores, pudiendo ser uno de ellos el

fondo.

- Fase Bahía": Esta fase pertenece a la Costa, estaba ubicada

en las Costas de Bahía de Caráquez. El hombre perteneciente

a esta fase era muy cuidadoso de su presentación personal,

utilizaba muchos adornos. El tipo de vivienda era diferente

al de Guangala, tenía hasta doble techo. Su alimentación era

similar a la de la fase Guangala. Su organización social estaba

estructurada con un jefe de carácter religioso, además presen-

taba una evidencia de urbanización que podían albergar a unas

5 o 10.000 personas. La tecnología utilizada en el metal

fue bastante buena, prueba de esto, es la máscara de oro que

constituye el símbolo del Banco Central del Ecuador.

- Fase O Cerro ?arrío: La encontramos en la Sierra, estaba

ubicada cerca de la ciudad del Cañar. Su tipo de vivienda

44. REYES Oscar, Ef rón, Breve Historia General del Ecuador, Pág. 44, Duodé-
cima Edición, Tomo N° 1, Quito-Ecuador, 1960.
59

era similar al de los indígenas actuales. La organización

social era a base de jerarquías. Su alimentación la realizaban

a base de la agricultura y de la caza. Su cerámica es delgada

y bien trabajada; también utilizaron el metal, con regular

tecnología.

- Fase Capulí: Estaba ubicada en El Angel, provincia del

Carchi, tiene mucha similitud con la fase Cerro Narrío, por

encontrarse ubicada en una misma región, la Sierra; entre

sus habitantes "existía una fuerte distinción social". Su

cerámica se caracteriza por la decoración negativa, existen

pequeñas diferencias y grandes similitudes con la anterior.

- Fase Upano": Se encontraba ubicada a lo largo y ancho del

valle del río Upano. El tipo de su vivienda era similar a

la que tienen los Shuaras, actuales nativos de nuestra selva

amazónica; se supone que la organización social fue bastante

adelantada, debió poner en movimiento a miles de personas

para la construcción de grandes monumentos. Su alimentación

era a base de yuca, de maíz, de la chonta, que cultivaban,

además la complementaban con frutas silvestres, la pesca y

la cacería. Su cerámica es buena, similar a la de Guangala.

Luego de haber realizado un pequeño análisis de las fases

de este período que habitaron en las distintas regiones, se puede

decir que:

45. PORRAS Garcés, PIANA Bruno, Ecuador Prehistórico, Pág. 156, Segunda Edi-
ción, Instituto Geográfico Militar, 1976.
60

La agricultura adquirió notable desarrollo, se conoce que

perfeccionaron las tócnicas de trabajo y la forma de sembrar, así

por ejemplo, obtuvieron algunos productos en clima tropical como

la yuca, el plátano, etc. En la Sierra cultivaron de preferencia

el maíz, las papas, etc. Por otra parte, establecieron una especie

de calendario para sembrar (como hasta hoy se estila), esto hizo

posible que exista una producción suficiente y hasta en demasía,

que fue el factor necesario para el progreso económico.

Un rasgo característico de este período es la proliferación

de objetos de arte, trabajados en cerámica, concha o piedra.

Por otra parte, casi todo lo recuperado proviene de artefactos

rotos, hallados en basureros, que presentan apenas una mínima atrac-

ción del contexto cultural de un pueblo determinado. No se han encon-

trado objetos de madera, ni tejidos, salvo pequeños fragmentos. Esta

circunstancia se debe a que posiblemente el clima no favoreció la

conservación de los mismos.

El desarrollo cultural, sus viviendas, tecnología, subsistencia

y otros factores, varían de una región a otra, pero esto no excluye

de modo alguno, que las culturas correspondientes a este período,

tuvieran al mismo tiempo rasgos comúnes y que mantuvieran contactos

entre sí, debido al comercio.

3.1.4 Período de Integración: Data desde el año 500 d.c. En este

período la tecnificación de la agricultura, jugó un papel

importante, porque permitió la expansión de la población,


FASES DEL PERIODO DE INTEGRA.CIOW
1 CAPULI EL ANGEL CUASMAL TUESI
2 CHILIBULO
3 COSANGA PILLARO II! YtV
COLOMBIA 4 PURUHUA
5 CHAULLASAMBA
1 6 MANTERO
8
7 MILAGRO QUEVEDO
8 NAPO
9)
9 COSANGA PILLARO III Y IV
lo MACAS

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MACAS
. 10

ENC

LOJA (
PERO

Mapa #4

* Tomado de : PORRAS Garcs,Ignacio, Nuestro Ayer, Pg, 30, ira. edicid'n, Editorial
Artes Graficas, quito-Ecuador, 1.987.
62

y posibilitó que los sitios habitacionales fueran cada vez

más numerosos, inclusive se podría decir que algunos de ellos

pueden llamarse centros urbanos, por la forma en que habían

crecido. Por otra parte la marcada diferenciación de clases

sociales se produjo, porque se hizo más extensiva la división

ocupacional del trabajo.

Posiblemente por el aumento de la población, comienza

a rebajar la calidad artística en lo referente a la cerámica,

esto a consecuencia de la producción en masa.

En este período el cobre reemplaza a la piedra, en

la construcción de hachas, cuchillos, etc. Aquí es donde por

primera vez en la historia de la cultura de los indígenas

ecuatorianos, existe evidencia de guerra y por lo tanto de

armas. "Asoman cabezas de hachas de piedra y de cobre; hay

también' lanzas, hondas, espadas de madera y lanzaderas". 46

Se conoce que se almacenaba gran cantidad de armas, que las

utilizaban cuando se veían amenazados, seguramente por invaso-

res extranjeros.

Se conoce que el crecimiento poblacional era numeroso,

y como existía en cantidades suficientes el cobre, se fabricó

para el pueblo, en forma general, casi todos los implementos

necesarios para el uso diario; a las personas que tenían un

status social más alto, seguramente los trabajos eran realiza-

dos en plata o en oro.

46.. REYES Oscar, Efrón, Breve Historia General del Ecuador, Pág. 66, Duodé-
cima Edición, Tomo N° 1, Quito-Ecuador, 1960.
63

"Al igual que los vecinos del sur, los aborígenes ecua-

torianos no alcanzaron ventajas de la escritura, ni siquiera

adoptaron el método de registrar los acontecimientos o los


47
datos, mediante quipus o cordeles con nudos".

En este período de integración se destacan las culturas

Manteño, Milagro, Quevedo, Puruhá, Cafiari, Cosanga, Urcuquí,

Napo, Macas, Chilibulo; de ellas se analizarán una o dos por

regiones, y de esta forma poder indicar las características

principales y las conclusiones a las que se llegue sobre la

existencia de este período.

- Fase OManteflou : Es una de las más importantes en este peno-

do, se desarrolló a lo largo de la Costa ecuatoriana, desde

el norte de la Bahía de Caráquez hasta la Isla Puná. El tipo

de vivienda que tenían estaba de acuerdo a la posición social

que ocupaban, desde casas grandes, hasta pequeñas covachas

como los actuales montuvios. Estaban dirigidos por un gran

jefe, que tenía todas las prevendas y atenciones del caso,

además, como su organización social era un tanto avanzada,

tenían subjefes, que cumplían las órdenes del antes mencionado.

Su alimentación se basó exclusivamente en maíz, yuca, fréjoles,

patatas, hortalizas. Los habitantes de esta fase acostumbraban

a deformarse el cráneo, y se privaban de- los dientes incisivos

del maxilar superior. Sus trabajos en piedra fueron notables,

igual que sus trabajos diminutos en lo que se refiere a ce-

rámica.

47. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. 232, Primera Edi-
ción, Editorial Gallocapitán, Otavalo-Ecuador,
1980.
64

- Pase "Milagro-Quevedo": Ocupó una de las áreas más extensas,

comprendida entre el pie de los Andes y las colinas de la

Costa, tiene como límites al norte Quevedo, y al sur la fronte-

ra con el Perú. Se caracterizaron por vivir en casas similares

a las actuales del sector. En lo social había una notable

diferencia, existieron los verdaderos señoríos que acumulaban

las riquezas y los tributos; se alimentaban a base de la agri-

cultura, de la caza y de la pesca; hacían uso del cobre, fueron

unos verdaderos orfebres. En su vida ceremonial, acostumbraban

a enterrar a personas, con todas sus pertenencias.

- Fase "Puruha": La encontramos en la provincia del Chimborazo,

vivían en casas similares a las actuales del medio, parece

que su escala social estuvo bien establecida, y que el mando

era ejercido por jefes de bastante riqueza y autoridad; su

alimentación se basaba en la agricultura, la misma que era

bastante abundante; adoraban a los montes y sacrificaban perso-

nas en su honor. A los muertos los enterraban con gran canti-

dad de comida y en diferente posición. Trabajaron en cobre,

y su cerámica es bastante buena, especialmente su decoración.

- Fase "Cañar": Ubicada en las provincias del Cañar, Azuay

y Loja, es similar a la anterior, con la diferencia que ellos

tuvieron una gran riqueza, el oro (en Chordeleg) al que traba-

jaron mucho, y también producto de esto fueron las grandes

diferencias sociales. Su vida ceremonial era igual, sacrifica-

ban muchos niños para asegurar las cosechas. Su cerámica y

trabajos en oro y cobre son excelentes.


65

- Fase Napo: Se encontraba ubicada a lo largo del río Napo,

se caracterizó porque los hombres se pintaban el rostro, tenían

perforados los lóbulos de las orejas. Su vivienda eran chozas,

y en cuanto a su organización social, se supone que estaban

gobernados por un jefe (típico en las sociedades selváticas)

que podía ser el mejor curandero, el más hábil para cazar,

el de más experiencia. Su alimentación se basó en lo que

producía la tierra, la caza y la pesca. Su cerámica es buena,

utilizaron con más frecuencia los colores blanco y rojo.

Además, se puede decir, que no se sabe con exactitud

si en este período existió una unidad socio-política bien

integrada, o si realmente se trataba de tribus que se reunían

únicamente en los momentos de peligro. Por otra parte, el

arte que practicaron fue grande, pero en forma general, fue

un tanto desmejorado, posiblemente debido a la gran población

existente. Utilizaron en gran cantidad el cobre y en menor

escala el oro y la plata. Aumentó la producción de textiles

de algodón y lana. La metalúrgica muestra un avance tecnológico

en el empleo del cobre y de la plata, que requiere otros méto-

dos que los empleados para el oro la decoración es generalmen-

te sencilla y estandarizada.

Quizá lo más importante en este período es la forma

como aprovecharon el medio ambiente, pues no se contentaron

únicamente con adaptarse a él, sino que trataron en lo posible

de aprovecharlo, se han encontrado sistemas de irrigación,

pozos, colinas, etc.


66

Otro de los cambios importantes, son sus costumbres

funerarias, colocaban a los muertos en fosos cilíndricos con

una recámara lateral, y con todas sus cosas; más adelante

se explicará detalladamente en la fase Manteño.

Todas las evidencias anotadas nos dan una idea más

o menos clara, de la-superioridad de este período, con relación

a los antes descritos.


CAPITULO IV

PERIODO PRECERAMICO: FASE EL INGA


PRECERAMICO EL INGA

'1GA
o
o

o
a-
o
z CN
co
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o
o

Mapa #5
69

4.1 Ubicación

4.1.1 Ubicación en el Tiempo: Esta fase fue estudiada con mucho

interés por los arqueólogos Doctor Robert E. Beil, Doctor

William J. Mager-Oakes, María Angélica Carluci, Doctor Ernesto

Salazar y señor Emilio Bonifáz, entre otros.

En 1961, cuando Robert Bell comenzó a realizar sus

primeras excavaciones en el sitio de El Inga, encontró pruebas

arqueológicas, como las puntas de los proyectiles acanaladas

con base de cola de pez, que prometían proporcionar datos

no sólo de los antiguos habitantes del Ecuador, sino también

de los movimientos del hombre primitivo en toda América del

Sur. Luego de obtener varias piezas arqueológicas, Robert

Bell nos dice en el año de 1965:

"Las fechas reales del complejo de El Inga siguen


siendo inciertas, a pesar de las pruebas por el
radiocarbono de que se dispone. La remota fecha
de la Cueva de Fell indica que las fechas de El
Inga deben ser anteriores a 7.080 a.C. en vista
de la tipología de las puntas de proyectil". 48

Todos estos estudios, investigaciones y pruebas arqueo-

lógicas han servido mucho a los arqueólogos Evans-Meggers,

Estrada, Zevallos Menéndez, Padre Porras, etc., para establecer

la periodización de la Prehistoria Ecuatoriana, basados induda-

blemente en técnicas y métodos como el carbono 14, hidratación

de la obsidiana, dendocronológico, etc, métodos mencionados

48. BELL Robert, Investigaciones Arqueológicas en el Sitio de El Inga Ecua-


dor, Pág. 132, Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana,
Quito, 1965.
70

anteriormente, los que permitieron ubicar al Período Precerámi-

co de la Sierra ecuatoriana entre los 12.000 y 3.600 años

a.C. dentro de este Período y en la misma Sierra está ubicada

la Fase Precerámica de El Inga en 8.050 a.C. *

4.1.2 Ubicación en el Espacio: Ilaló se encuentra en la provincia

de Pichincha a unos 22 kilómetros de Quito, y está comprendida:

"Entre la carretera de Tumbaco a Pifo por el Nor-


te y la de Alangasí a Píntag por el Sur, unos 12
kilómetros. El límite Occidental es el cerro de
Ilaló y el Oriental las primeras elevaciones de
la Cordillera Oriental: unos 6 kilómetros. Esta
región comienza a unos 20 kilómetros al Este de
Quito. La altura sobre el nivel del mar fluctúa
entre 2.350 metros para la parte más baja y2.700
para la más alta. La temperatura es de 14.4 gra-
dos centígrados en el Norte y de 16 en el Sur.

Toda la región está sumamente erosionada,


solamente han quedado manchas de delgada tierra
arable, generalmente en las cumbres de las lomas
que separan a una quebrada de la otra". 49

Por habitar en un lugar como este, donde la erosión

es acentuada y existe un sinnúmero de quebradas, no se ha

encontrado evidencia alguna sobre el tipo de vivienda, por

ello los estudiosos de esta fase "suponen que el hombre de

El Inga vivió bajo abrigos rocosos, o tal vez, en refugios

semienterrados o cabañas circulares". 50

* Confróntese. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 139, Primera Edi-
ción, Quito-Ecuador, 1987.
49. BONIFAZ Emilio, Obsidiana del Paleo-Indio de la Región del Ilaló, Pág.
11, Quito-Ecuador, 1978.
50. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 141, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
71

Se ha encontrado en el lugar, la obsidiana y el basalto,

esto posiblemente se debe a la cercanía del volcán Antisana,

ubicado a pocos kilómetros al sur-este del sitio Precerámico

de El Inga.

Además cabe indicar que el sitio ocupado por la Fase

Precerámica de El Inga, "está formado de una capa de suelo

de ocupación, no estratificada, de un grosor promedial de

entre 16 y 18 pulgadas, que descansa sobre un depósito volcáni-

co estéril, que se conoce en la localidad con el nombre de


51
cangagua".

En el tiempo que acampó el hombre ecuatoriano en el

sitio de El Inga, deben haber existido condiciones de vida

mejores que las actuales, sobre todo en lo referente a la

alimentación, con seguridad debió existir bastante caza para

poder sobrevivir.

Las condiciones climáticas no han sidó -favorables para

la preservación de restos óseos, ya sea del hombre de El Inga,

o de los animales que cazaba, pero en todo caso, las huellas

de su industria, los utensillos de piedra encontrados, nos

aseguran hasta hoy, que el hombre de El Inga, fue el primero

que habitó en territorio ecuatoriano.

Muchos arqueólogos, entre otros Robert Beil, Ernesto

51. BELL Robert, Investigaciones Arqueológicas en el Sitio de El Inga Ecua-


dor, Pág. 133, Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana,
Quito, 1965.
72

Salazar, han estudiado profundamente el sitio de El Inga,

por lo que se supone, existe el suficiente conocimiento sobre

el sitio antes mencionado, pero verdaderamente es una falsa

impresión, puesto que no sabe todo sobre la vida de sus habi-

tantes, se desconoce como vestían, a lo mejor nos imaginamos

tapados con las pieles de los animales que cazaban, no se

conoce cual era su tipo de vivienda, sobre su alimentación,


(
creencias religiosas, etc., lo único cierto que tenemos hasta

el momento son los artefactos de piedra que han sido encontra-

dos y que se les puede apreciar en el Museo del Banco Central

del Ecuador, fuera de esto no existe otra evidencia adicional.

4.2 Origen y Filiaciones de la Fase Precerámica de El Inga

"El descubrimiento de El Inga, de diferente tec-


nología en el trabajo de la obsidiana y el ba-
salto, con técnica no encontradas hasta enton-
ces en el Nuevo Mundo, ha llamado la atención
de muchos estudiosos. Es verdad que hay formas
halladas previamente en la Cueva de Feil; las
que imitan las puntas de Clovis en EE.UU. de El
Jobo de Venezuela, Costa Rica, México, Guatema-
la, Panamá y Perú. Lo más interesante del caso
es que los artefactos de Costa Rica y Panamá
tienen más parecido con las puntas lanceoladas
y acanaladas de El Inga que con las del norte
del continente. Varias versiones de la punta en
forma de hoja u ovalada se han encontrado en Su
damérica, como en Ayampitín o Intihuasi, aunque
con una fecha más tardía que en El Inga 6.000 a.
C. El típico estilo de las puntas pedunculares
de la Cueva de Feli tiene mayor relación con
Paiján en el Perú y con las halladas en las tie
rras altas de Honduras". 52

Los hallazgos arqueológicos de El Inga tienen especial interés,

52. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 141, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
al

tanto por los estilos como por su tecnología, puesto que ambos compa-

ginados hacen de este sitio el único en Sudamérica y quizá en el

mundo. Merecen especial atención los buriles similares en técnica

y tamaño a los encontrados en Francia en la recolección del Alto

Paleolítico. Muchos de los instrumentos en grandes colecciones son

casi iguales. No por esto se pretende establecer un enlace entre

Francia y Ecuador; pero no se debe olvidar también, que los hombres

que cruzaron el Estrecho de Bering, desde Asia, eran personas que

permanecieron casi sin cambio alguno por mucho tiempo.

Esta fase de tanta importancia, en el estudio de nuestro pasado

histórico, demuestra claramente que el hombre no exploté el medio

ambiente, se supone que eran nómadas o semi-nómadas, razón por la

que no se especializaron en nada, vivieron de lo que buenamente prodi-

gaba la naturaleza para su subsistencia alimenticia; hicieron objetos

rústicos de obsidiana y basalto para cazar animales, raspar sus pie-

les, etc., y con seguridad vivieron en cuevas.

E. Bonifáz, es uno de los arqueólogos que posee una colección

de puntas de flechas, buriles, raspadores, etc., que expone en su

obra "Obsidiana del Paleo-Indio de la Región del Ilaló", y en base

a esto ha establecido ciertas similitudes con piezas europeas, indi-

cando además: "Parece que las primeras olas de invasores a América

no fueron fuertemente mongoloides, y cabe la posibilidad, ya destacada

por varios investigadores, de contactos raciales y culturales en

Asia en una época muy remota, lo cual explicaría las cosas".

53. BONIFAZ Emilio, Obsidiana del Paleo-Indio de la Región del Ilaló, Pág.
103, Quito-Ecuador, 1978.
74

Cabe indicar también que la Costa ecuatoriana ha sido hasta

ahora la mejor estudiada, y que el armazón de la cronología prehistó-

rica está constituida en su mayor parte por fechas procedentes de

la Costa, dando la impresión que casi todas las migraciones, a partir

del Pre cerámico vinieron desde el Litoral a la Sierra primero, y

al Oriente después.

4.3 Organización Social

1
No hay evidencia del tipo de vivienda que fue utilizada por

esta fase, se supone que el hombre de El Inga vivió en cavernas,

y el Padre Porras, en relación a su organización social nos dice:

"Consistió en pequeñas bandas unidas casi siempre por vínculos fami-

liares y gobernadas por el cazador más hábil o más anciano".

Con seguridad los paleo-indios del Ilaló nunca llegaron a

tener preocupaciones de monopolio, y áreas de distribución, personal

o familiar, pues se supone que éstos son asuntos de sociedades más

avanzadas.

Sobre la organización social de la fase El Inga, el Doctor

Ernesto Salazar nos dice:

"Los habitantes tempranos del Ecuador vivían


agrupados en bandas, que constituyen la forma
de organización social más simple que se cono-
ce. La banda u horda, está compuesta de varias
FAMILIAS NUCLEARES O EXTENSAS, que ocupan un
territorio más o menos fijo. El número de mdi

54. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 141, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
75

viduos es variable, generalmente entre 30 y 100,


todos ellos además emparentados por alianzas ma-
trimoniales. La banda es por esencia EXOGAMICA Y
VIRILOCAL, siendo la primera una característica
que algunos antropólogos consideran decisiva en
el desarrollo de la sociedad humana ( ... ) A lo
largo de la Historia, las bandas han subsistido
de la caza, estrategia de alto valor adaptativo
que perduró hasta hace sólo algunos milenios". 55

Su organización social no fue avanzada, se puede decir que

fue una de las más elementales, se reunieron básicamente para subsis-

tir, para la caza y para la recolección de alimentos, su trabajo

era dividido entre los hombres, y los jóvenes más fuertes para la

cacería, mientras que las mujeres y los niños se dedicaban a la reco-

lección de los pocos alimentos que disponían; de ahí, se supone que

en esta sociedad humana, el producto de la caza era repartido entre

todos los miembros de la banda, mientras que el producto de la reco-

lección seguramente era un aporte independiente de cada familia para

sus miembros.

En los últimos estudios realizados por el Doctor Ernesto Sala-

zar, (auspiciado por el Banco Central del Ecuador) en 1984, ha , llegado

a la conclusión de que estas bandas no fueron tan nómadas como se

ha hablado en tiempos anteriores; los habitantes de El Inga pensaron

que lo más lógico era establecer una especie de campamento base,

de donde partían tanto los cazadores como los recolectores a los

diferentes lugares, para conseguir su alimento, pero al anochecer

o después de algunos días, seguramente se reunían en el campamento

base para disfrutar en familia todos los productos que les ha sido

55. SALAZAR Ernesto, Cazadores Recolectores del Antiguo Ecuador, Pág. 32,
Edición Banco Central del Ecuador, Cuenca, 1984.
76

factible conseguir. *

Por otra parte no debieron faltar ocasiones en que los cazado-

res, especialmente, se elejen demasiado del campamento, por seguir

a su presa, en tales casos se supone que ellos hacían sus campamentos

provisionales, para poder dormir allí y continuar al día siguiente.

Vistas así las cosas, se puede decir que la forma de desplazarse

de los cazadores y de los recolectores, no era un ciento por ciento

nómada, sino más bien cíclica, ya que al trasladarse de un lugar

a otro, ellos posiblemente utilizaron los mismos campamentos que

un día los hicieron.

"La vida social de las bandas no era completamen


te aislada. RITOS DE INICIACION, visitas a pa-
rientes lejanos o amigos, explotación de recur-
sos particularmente abundantes en ciertas épo-
cas del año, etc.., eran algunos de los tantos
eventos que, periódicamente, concentraban a dos
o más bandas en días de solaz y regocijo, for-
mando las llamadas MACROBANDAS. Sin embargo, en
otras ocasiones especialmente cuando escaseaban
los alimentos, la macrobanda corría el peligro
de desaparecer por inanición si permanecía uni-
da, por lo cual se separaba más bien en grupos
pequeños o MICROBANDAS que se dispersaban por
el territorio para alimentarse por su cuenta". 56

Resumiendo, se puede decir que en esta fase, la organización

social no era tan importante, como la de subsistir, por tal razón

muchas veces, como dice el Doctor Salazar, se reunían determinado

tiempo, porque sino corrían el peligro de desaparecer, pues no tenían

alimentos suficientes para todos.

* Confróntese. SALAZAR Ernesto, Cazadores Recolectores del Antiguo Ecua-


dor, Pág. 23, Edición Banco Central del
Ecuador, Cuenca, 1984.
56. Idem, Pág. 33.
77

4.4 Subsistencia

En cuanto a la forma de subsistencia, a pesar de los últimos

estudios realizados, no se han encontrado restos de flora ni de fauna

en el sitio de El Inga, lo que dificulta enormemente la explicación

arqueológica.

Como en esa época no se había descubierto el hilado ni el

tejido, el hombre de El Inga con toda seguridad, se vestía usando

pieles de los animales que cazaba; se conoce que su alimentación

se basó exclusivamente en la caza de los animales salvajes, completán-

dola con frutos silvestres que eran recolectados.

"Aparte de la cacería base del sustento, el anti


guo poblador de la Sierra fue también recolec-
tor de frutas del tiempo, factor que pudo haber
obligado a ciertos cambios de una zona a otra;
debió también completar su dieta con raíces co-
mestibles (quizá papas silvestres, que son nati
vas de los Andes) y hasta insectos y bichos me-
nores como los "cussos" (larvas de escarabajos),
"cuicas" (lombrices de tierra) o los "churos"
(caracoles de tierra) que aún comen ciertos pue
bios del Altiplano". 57

Además de la caza la recolección jugó un papel importante

en la ampliación de la economía de subsistencia. Como se indicó ante-

riormente, la recolección era actividad preponderante, y como resulta-

do de ésta, el hombre adquirió un conocimiento más profundo de las

plantas, las mismas que después posiblemente comenzaron a ser manipu-

ladas o trasladadas de un ambiente a otro, dando inicio para una

57. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 64, Volúmen 1, Quito-
Ecuador, 1980.
,I]

nueva actividad a las otras culturas que vendrían en el futuro, es

decir a la agricultura, en otro tipo de cultura y organización social

más avanzada.

Respecto a la flora es necesario destacar que fue extremadamen-

te pobre, no existieron muchas plantas comestibles, aunque no se

descarta que el hombre haya consumido especies cuyo uso es desconocido

en el presente. En cambio la fauna, aunque no debió ser demasiado

abundante, tampoco pudo haber sido ignorada por el hombre.

"La fauna paramuna comparada con la del bosque


montano es definitivamente más grande y más va
riada, razón por la que este piso ecológico ha
bría constituído el terreno de caza por exce-
lencia de los paleo-indios. El páramo alberga
formas grandes como venados, lobos, pumas y
osos; y formas pequeñas como zarigüeyas, mofe-
tas, conejos; entre las aves hay patos, perdi-
ces, zumbadores, curiquingues, buhos y cóndo-
res, por citar los más importantes. A esta fau
na se le podría añadir las formas pleistocéni-
cas, algunas de las cuales habitaban sin duda
el páramo, como los caballos antiguos, los
grandes ciervos AGALMACEROS, y talvez el masto
donte, restringido a las zonas de chaparros". 58

Resumiendo lo expuesto, se puede decir que su alimentación

se basó en la caza y en la recolección de frutos; con toda seguridad

el patrón de subsistencia de los cazadores y recolectores de El Inga

- comprendía el control de dos pisos ecológicos, uno el bosque y otro

el páramo, por las siguientes razones:

En el primero, la recolección era básica, ya sea de frutos

58. SALAZAR Ernesto, Cazadores Recolectores del Antiguo Ecuador, Págs. 44-45,
Edición Banco Central del Ecuador, Cuenca, 1984.
y raíces silvestres y tal vez caza menor a cargo de las mujeres y

de los niños de la banda.

En el segundo, hay que reconocer que los hombres de El Inga

tenían un amplio conocimiento del páramo, porque a más de practicar

la caza mayor y menor, su actividad estuvo directamente asociada

con la explotación de la materia prima para la fabricación de herra-

mientas, pues descubrieron las minas de obsidiana. Todo este trabajo

estaba a cargo de los jóvenes y adultos más capaces.

Se supone que ocasionalmente los miembros de la banda que

se desplazaban al páramo, no regresaban en algunos días, con seguridad

se aprovisionaban de productos vegetales, hasta poder cazar algún

animal salvaje y regresar a su campamento.

Las piezas arqueológicas encontradas nos demuestran y comprue-

ban que el hombre de El Inga utilizó la obsidiana y el basalto para

la fabricación de sus utensillos, como también para labrar las puntas

finas que empleaban en sus proyectíles para la caza. *

4.5 Tecnología

El sitio de El Inga ha sido considerado como un campamento

taller, donde se han encontrado cerca de 50 tipos diferentes de arte-

factos, desde perforadores de obsidiana hasta grandes puntas de pro-

yectíl y desde núcleos para extraer piezas para la manufactura de

instrumentos, hasta deshechos diminutos de su fabricación.

* Confróntese. SALAZAR Ernesto, Cazadores Recolectores del Antiguo Ecuador,


Págs. 40 a 45, Edición Banco Central del
Ecuador, Cuenca, 1984.
80

"Los artefactos rescatados de las excavaciones


comprenden cascos de vasijas que se cree que
son intrusivos y algunos objetos de piedra re-
cortada hechos principalmente de basalto o de
obsidiana. Estos artefactos comprenden algunas
variedades de puntas de proyectíl, inclusive el
tipo acanalado de Cola de Pez de la Cueva de
Feil, una forma de espiga ancha, una forma de
espiga contraída, una ovalada o semejante a ho-
ja de algunas muestras únicas. Los cuchillos es
tán representados por una sola muestra con espi
ga, por formas ovaladas cortadas en dos caras y
por astillas sencillas. También abundan los ras
padores y están representados por algunas vare
dades; raspadores sencillos de astilla, raspado
res cóncavos o ahuecados, raspadores semejantes
ahojas, raspadores planoconvexos y un tipo es-
pecializado, que se designa con el nombre de
raspador estriado. Los buriles están representa
dos por buriles angulares sencillos, buriles de
ángulo diedro y centros cóncavos de raspador-bu
nl. Otros objetos comprenden perforadores, ras
padores de astilla de basalto, astillas estria-
das, un objeto llamado "cortador de ranuras"
piezas pequeñas de hematites y una sola piedra
estriada o acanalada". 59

Se ha comprobado que la mayor cantidad de objetos hechos en

el sitio de El Inga son de obsidiana, así como también de basalto,

que con toda seguridad fueron extraídos de las faldas del volcán

Antisana; la obsidiana, es una especie de vidrio volcánico, a veces

casi negro, producto de los procesos de erupción; en cambio el basalto

es un producto arrojado por los volcanes, de color obscuro y muy

duro.

Pero lo más interesante en esta fase, son las puntas de flecha

denominada "Cola de Pez", con ellas muchos arqueólogos como Allen

Graffham, Mayer-Oakes, Beil, Salazar, Bonifáz, etc., coinciden en

el criterio que son parecidas a las encontradas en los niveles mf e-

59. BELL Robert, Investigaciones Arqueológicas en el Sitio de El Inga Ecua-


dor, Págs. 133-134, Editorial Casa de la Cultura Ecuatoria
na, Quito, 1965.
81

Figura # 1

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a. Punt '01 de Pez" Cueva de Feil y el Inca


b.- punta lar --a ovl-u 21 In.
c .- 2 ±pJor p1.uo crve::,l Iua
d - vaj 21
ci.- Perfor o 11 In
e 71-,
f.- Pont

Tomado de PORRkS Ignacio, ?LANA Luis, Ecuador Prhítorico, Pág. 36, 2da,
edici6n, List. GeDgrafico Militar,
Quito-E:uado, 1.976.
82

riores de la Cueva de Fell, en Chile; esto despertó un gran interés

en los círculos americanistas, y lo tomaron como base para descifrar

algunos enigmas, puesto que su tipología no era desconocida en los

estudios americanos. Este tema es el que ha creado mayor discusión

dentro del campo arqueológico, pues no se sabe con seguridad que

puntas son más antiguas, si las de la Cueva de Feli, o las de el

sitio de El Inga, puesto que arqueólogos como Ernesto Salazar explican

la suposición que para llegar a la Cueva de Feil en Chile, debieron

pasar los primeros habitantes por el Ecuador en primera instancia,

si se lograría comprobar esto, las puntas de flecha de El Inga serían

más antiguas.

"El hombre de El Inga hizo sus buriles de unas ho


jas de obsidiana, con lados casi paralelos, de
las que con un golpe certero y controlado, des-
prendió una esquirla pequeña en un extremo, pro-
duciendo así un recorte con punta y filo cortan-
te. Las excavaciones revelaron no sólo los buri-
les, sino también las pequeñas esquirlas que re-
sultaron de esa peculiar manufactura. De todos
modos, los buriles completos no fueron abundan-
tes. Su presencia en El Inga ha provocado compa-
raciones con el Musteriense o el Paleolítico Su-
perior de Europa, exclusivamente a base de las
similitudes tecnológicas de esos instrumentos de
piedra". 60

Por todo lo expuesto es necesario pensar que las futuras inves-

tigaciones que se realicen en el sitio de El Inga . , deben averiguar

mucho sobre esta fase que por su complejidad es un desafío tanto

para los ecuatorianos, como para todos los extranjeros.

60. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Volúmen 1, Pág. 77, Quito-
Ecuador, 1980.
CAPITULO V

PERIODO FORMATIVO: FASE COTOCOLLAO


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Mapa # 6

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MAPA DEL SITIO ARQUEOLOCICO DE LA FASE COTOCOLLAO


85

5.1 Medio Geográfico

Al explicar el medio geográfico que caracterizó a esta fase,

vale indicar que la Fase Cotocollao, fue estudiada por el Padre Igna-

cio Porras y sus alumnos de la Pontificia Universidad Católica del

Ecuador en 1974, y por investigaciones del Banco Central del Ecuador

en 1976.

Cotocollao se encuentra a una altura media de 2.800 metros

sobre el nivel del mar, sobre un estrecho valle que desciende del

Pichincha, el que se encontraba bafiado por pequeños riachuelos, hoy

en día ya no existen, porque prácticamente el sector se encuentra

urbanizado.

El suelo de Cotocollao es arcilloso, pero se conoce que en

tiempos pasados, este lugar estuvo cubierto de pastizales, las condi-

ciones del medio ambiente han sido profundamente alteradas a conse-

cuencia de la tala de bosques y al urbanismo. Sabemos igualmente

que el clima es reflejo de la altura, de la latitud, de ciertos facto-

res locales, que influyen en la flora y fauna de la misma área.

El Padre Porras nos dice que "el terreno de Cotocollao es

seco, bastante arenoso en la superficie; descansa directamente sobre

capas de arcilla negra (chocoto) sobre estratos de ceniza volcánica

o de finísimo lapilli (cascajo) donde abundan nódulos de piedra p6-


61
mez".

61. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 151, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
86

Igualmente se conoce en la actualidad que la parroquia Cotoco-

llao se encuentra ubicada en la Hoya de Guayllabamba, gozando de

dos tipos de climas que son prácticamente los únicos existentes en

nuestro país, los mismos que tuvieron cuando habitó esta fase, invier-

no de octubre a mayo, se producen fuertes y frecuentes lluvias, y

de junio a septiembre gozaron de un clima cálido-seco, o sea verano.

Cotocollao tiene una temperatura media de 13 grados que es normal

en la región de la Sierra y propiamente en lo que hoy es la Capital

de la República.

Además se puede decir que el lugar de asentamiento de esta

fase, estuvo con toda seguridad cubierto de bosques y muchas plantas

cuyos últimos ejemplares son todavía visibles en las quebradas donde

no han llegado los incendios, ni la agricultura. Además se podría

indicar que por las facilidades que les prestó el medio ambiente,

sembraron maíz, sin que exista evidencia que éste haya sido el alimen-

to básico para su supervivencia.

5.2 Análisis y Clasificación del Material Arqueológico

El Padre Porras, al igual que otros arqueólogos como los espo-

sos Evans-Meggers, afirman que no existe uniformidad en cuanto a

clasificación y nomenclatura arqueológica se refiere, puesto que

tanto el arqueólogo como el biólogo tienen una gran dificultad al

- toparse y trabajar directamente con poblaciones, esa es su finalidad,

tomando en cuenta que estas poblaciones varían a través del tiempo

y del espacio.
87

El trabajo arduo que tiene el arqueólogo, es tratar de clasifi-

car la cerámica, puesto que ésta ha sufrido muchos cambios, de acuerdo

al momento en que fue hallada y más que todo de acuerdo a la calidad

y estilo con que fueron elaboradas, igualmente el material que

fue empleado; estos motivos son más que suficientes para indicar

que los arqueólogos han tropezado con la grave decisión de no tener

una uniformidad clasificatoria en cuanto se refiere a cerámica.

Sin embargo, algunos arqueólogos consideran a la cerámica

como una ayuda invalorable para reconstruir la evolución de una cultu-

ra determinada, y para este objetivo se valen de una división a base

de tabulaciones, seriaciones y sobre todo de tipificaciones. Existen

otros arqueólogos, que prefieren una clasificación segura en términos

exactos, y por esta razón ponen mayor énfasis en la cerámica por

sí mismo, y no en explicaciones culturales del pueblo que la trabajó.

"De varios centenares de miles de fragmentos cerámicos recupe-

rados y clasificados, alrededor del 20 por ciento están decorados

con diversas técnicas, como incisiones, aplicaciones, pintura roja

sobre un englobe beige, aleonado, de fondo y muy rara aparece la

pintura iridiscente".

Se debe aclarar que el englobe se refiere a una delicada capa

de barro que se aplica sobre la superficie de un objeto determinado.

Por todas estas razones, el Padre Porras se atrevió a realizar la

primera clasificación de cerámica, que es la siguiente:

62. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 176, Tomo N° 1, Quito-
Ecuador, 1980.
88

- Tiestos decorados.

- Tiestos no decorados.

- En esta clasificación se han podido distinguir categorías

o técnicas decorativas de acuerdo al acabado de la superficie.

De la misma forma realizó la clasificación de la cerámica

por la forma de los vasos, teniendo en cuenta a más de las técnicas

de construcción, la forma y orientación del vaso. En cuanto se refiere

al color ha sido muy difícil aplicar una tabla de colores, éste depen-

de del grado de mayor o menor cocción.

Por otra parte, autores de la Historia del Ecuador, de la

Enciclopedia Salvat, editada en 1980, nos manifiestan un poco más

ampliamente, que de acuerdo a los estudios arqueológicos realizados

hasta el momento en lo referente a cerámica y estilo, se pueden clasi-

ficar y considerar en tres fases:

"En la primera fase, las formas predominantes


son cuencos de bordes curvos y reentrantes,
cuencos carenados o de composición mixta, es
decir, de paredes curvas a las que se superpo-
ne una sección recta. En la segunda fase apare
cen modificaciones y nuevas aportaciones como
los cuencos con bases anulares y un nuevo tipo
de botellas caracterizadas por un cuerpo más o
menos globular o subglobular. En la tercera fa
se si bien siguen en vigor las formas tradicio
nales, hacen su aparición unos recipientes for
mados por una especie de plato hondo, de pare-
des verticales y base troncocónica baja que
tiene su contrapartida en piedra". 63

63. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Págs. 176-178, Volúmen N° 1,


Quito-Ecuador, 1980.
89

Vale indicar, que se observan notables cambios en la decoración

y en la forma de los vasos, fácilmente detectables a través de la

seriación, el Padre Porras ha preferido considerarlo como una sola

unidad llamada Fase. En el próximo aspecto se detallará la clasifica-

ción que menciona el Padre Porras en su primera parte. -

Es lógico, que debe ser bastante difícil realizar una clasifi-

cación del material arqueológico encontrado, pero hoy con las técnicas

de la arqueología, puede existir un pequeño márgen de diferencia

entre un autor y otro, como se acaba de anotar, esto deberá ser de

acuerdo a las piezas arqueológicas que encuentre cada uno, en defini-

tiva coinciden con la existencia de una cultura Cotocollao.

5.3 Descripción de Tipos de Cerámica

Respecto a la descripción de tipos de cerámicos de la fase

Cotocollao, se puede decir que estos objetos se presentan en forma

distinta y varían de acuerdo a su color, tratamiento, forma, dureza,

espesor, etc.

El Padre Porras junto con sus alumnos de la Pontificia Univer-

sidad Católica, describe 23 tipos de cerámicos, que han sido encontra-

dos por ellos, en su mayoría tenemos tiestos, vasijas y algunos vasos.

- Cotocollao Ordinario: Se trata de tiestos, vasos, platos, confec-

cionados con arcilla y partículas de ceniza volcánica y piedra pómez;

son en su mayoría de color anaranjado, su interior es mejor igualado

que el lado opuesto, son visibles las líneas finas de estrías, a


90

causa del instrumento alisador. Todos estos tipos de cerámicos tienen

una característica peculiar, cual es la de tener un tipo de manufactu-

ra que es el acordelado.

- Cotocollao Pulido: Está confeccionado con un tipo de mezcla similar

al anterior, su color varía entre anaranjado y gris claro, sus tiestos

presentan un pulimento bastante uniforme.

- Cotocollao Rojo: Son tiestos confeccionados con arcilla y partícu-

las de ceniza volcánica; su color en la mayoría es anaranjado; sus

superficies son bien igualadas y se puede observar en la superficie

líneas finas de estrías causadas por el instrumento pulidor.

- Cotocollao Rojo Pulido: Confeccionado principalmente por ceniza

volcánica, su color varía entre rojo ladrillo y un gris rojizo; el

exterior de los cántaros y vasijas se halla cuidadosamente pulido,

igual que su interior; se han encontrado objetos de bases planas,

anulares y de pedestal.

- Cotocollao Rojo sobre Leonado: Se trata de platos y vasos confec-

cionados de pasta de arcilla, su color está entre anaranjado rojizo

y anaranjado grisáceo. Se presentan patrones de diseño bastante varia-

dos, pero el más generalizado está constituido por un conjunto de

líneas rojas; en mínima proporción existen conjuntos de líneas rojas

cruzadas formando motivos romboides. Se puede distinguir dos tipos

de bases, el primero de pedestal corto que son la mayoría, y el segun-

do la base tipo convexa, la que existe en menor proporción.


91

- Cotocollao Rojo entre Incisiones: Se trata de una cerámica bastante

bien trabajada. Es notable el cuidado puesto en la mezcla del desgra-

sante con la arcilla; sus colores más frecuentes son el gris y el

anaranjado; en su decoración dan a atender la utilización de una

fina punta para realizar sus incisiones. El ancho de las líneas inci-

sas, varían al igual que el ancho de las bandas rojas entre líneas

incisas.

- Cotocollao Rojo Inciso: El material utilizado en este tipo cerámico

• es generalmente arena silicia . o cuarzosa. El color dé la masá es

generalmente anaranjado grisáceo, existe evidencia de que ha sido

tratado cuidadosamente, tanto en su color como en el pulimiento.

Se asocian dos tipos de técnicas decorativas: el primero, un englobe

rojo acentuado para dar un color uniforme a la superficie, y el segun-

do, incisiones realizadas sobre el englobe.

- Cotocollao Inciso Fino: — Se trata de una cerámica bien trabajada

y compacta, confeccionada de arena silicia, especialmente cuarzosa,

incluso ceniza volcánica; su color tradicional es parduzco, y en

algunos casos tendiente a un gris anaranjado. Esta cerámica parece

que no recibió un tratamiento especial, porque existe en algunos

casos un pulido parcial o total, o rojo pulido. Para su decoración

posiblemente utilizaron una punta afilada para realizar sus incisio-

nes, que según el Padre Porras no son mayores de 1 mm. de profundidad.

- Cotocollao Inciso Medio: Las características de estos cerámicos

y específicamente de estos tiestos, son la presencia de líneas inci-

sas, de un ancho variable entre 1 y 2 mm., colocados en distinta


92

dirección y asociación según los casos. Su color generalmente es

anaranjado, gris o pardo. El material utilizado para la confección

de estos tiestos varía, desde sílice, cuarzo, ceniza volcánica. Es

un trabajo cuidadosamente pulido. Se cree que utilizaron puntas debi-

damente afiladas para la decoración.

- Cotocollao Inciso Línea Ancha: Lo característico en este tipo

de cerámico, es la línea de incisión la que es mayor de 2 mm. Existen

dos clases de colores predominantes: el anaranjado claro y el pardo

gris. Es un trabajo bastante igualado, y se deduce que utilizaron

una punta más o menos gruesa para su decoración, pues sus líneas

así lo demuestran.

- Cotocollao Inciso Zonal: Presenta una serie de incisiones más

o menos paralelas entre sí, que cubren una zona del vaso delimitada

por líneas más anchas de incisión. Esta cerámica tiene la particulari-

dad de ser bien compacta y resistente. El color más frecuente es

el anaranjado. Para obtener la decoración inciso sobre las zonas,

se cree que utilizaron un instrumento de. punta variable.

- Cotocollao Pulido en Líneas: Tienen un color anaranjado caracterís-

tico, su tratamiento en el exterior de las vasijas y en el interior

de los platos es mejor igualado que su lado opuesto. Son visibles

y muy marcadas las estrías dejadas por el pulimento que es precisamen-

te la característica distintiva del tipo. Las líneas del pulido son

bastante acentuadas y pueden ser observadas claramente a simple vista.

Las líneas se hallan alrededor de todo el cuerpo.


93

- Cotocollao Bruñido: Este tipo de cerámica es bastante compacto

y resistente. Su color es muy variado, hay algunos rojo ladrillo,

otros de color gris; el tratamiento de la mayor parte de los tiestos

presenta un fondo igualado irregularmente, sobre el que destaca la

decoración del bruñido. Hay algunos tiestos con englobe y otros

son pulidos. En su decoración han dejado huellas de pulido lineales,

esto produce una diferencia en color que resalta los motivos.

- Cotocollao Hachurado: Es una cerámica bien trabajada y resistente,

su color característico es el anaranjado; como rasgos típicos presen-

tan dos sistemas de líneas de incisión paralelas e inclinadas. Las

líneas están colocadas una al lado de otra, y la distancia de separa-

ción es variable. La mayoría de las superficies de los distintos

objetos trabajados, son muy bien tratadas; y el hachurado parece

haber sido logrado por medio de la aplicación de instrumentos puntea-

gudos de distintas dimensiones sobre la superficie, produciendo inci-

siones de distinto tamaño, forma y profundidad.

- Cotocollao Punteado: Se trata de una cerámica compacta y resisten-

te, su color más frecuente es un gris anaranjado. Se evidencia mucho

cuidado en , el tratamiento de la superficie por medio del pulido o

el englobe. Entre sus rasgos característicos, presentan puntuaciones

de distinta profundidad y forma, lograda sobre la superficie pulida.

- Cotocollao Punteado Zonal: Presentan rasgos característicos como

puntuaciones asociadas entre sí que ocupan una determinada zona,

siguiendo diferentes patrones, sean estos lineales, cuadrangulares,

triangulares, etc. En algunas ocasiones las zonas ocupadas por las


94

puntuaciones están delimitadas por líneas de incisión, en otros casos

no están presentes estas líneas, y en otros están delimitadas por

series de líneas paralelas, horizontales, verticales o curvas. El

color que predomina es el pardo y el anaranjado.

- Cotocollao Estampado de Ufias: Tiene sus rasgos propios, y por

los objetos arqueológicos encontrados, se deduce que el estampado

lo realizaban con las uñas, tomando en cuenta que el surco dejado

podría ser de mayor o menor profundidad y tamaño. Su color caracterís-

tico es el gris anaranjado. La mayor parte de los tiestos presentan

una superficie bien tratada, aunque existen algunos de tratamiento

descuidado pero si se nota que han puesto mucho cuidado en el pulido.

- Cotocollao sombro Adornado: Presentan una serie de muescas de

distintas formas, profundidad y distribución, colocadas a la altura

del hombro. Su color predominante es el naranja. La superficie de

todos los objetos elaborados ha sido cuidadosamente tratada, y esto

se manifiesta en el igualado regular y uniforme, como en el empleo

de englobe y pintura roja, o en el pulimento total o lineal cuidadoso.

También se puede observar a simple vista que las muescas en el hombro

han sido logradas con marcada precisión.

- Cotocollao Listón Mellado: Este tipo de cerámica no ha sido muy

bien trabajada, en cuanto se refiere a pintura o englobe; tiene tiras

de pasta en alto relieve, con escotaduras de distintas formas, profun-

didad y colocación. En algunos casos se nota que estas tiras son

sobrepuestas y en otras parece ser extraídas del propio cuerpo. Las

muescas siempre se presentan en serie a lo largo de las tiras de


95

la pasta. El color predominante es el gris.

- Cotocollao Aplique: Es fácil la identificación de este tipo de

cerámica, por la sobreposición en la superficie de tiras de cerámica,

a manera de apliques, que en algunos casos es fácil distinguir los

puntos de unión y en otros casos no. No tienen color predominante,

puesto que se han encontrado cerámicos de color anaranjado, café,

amarillento, café parduzco y negro.

- Cotocollao Muescas en el Borde: Tienen una textura bien elaborada

y compacta, sus colores predominantes son el gris y el anaranjado.

Presentan muescas de distinta profundidad y forma, posiblemente por

la aplicación de diferentes instrumentos, estas muescas han sido

colocadas específicamente a la altura del borde de los vasos.

- Cotocollao Negativo: El rasgo característico de este tipo de cerá-

mica es la decoración negativa sobre la superficie natural y pulida

de los vasos. Se encuentra cuidadosamente tratada e íntegramente

pulida.

- Cotocollao Acanalado: El rasgo característico de este tipo de

cerámica es la presencia de canales contínuos y cerrados, su color

predominante es el anaranjado, parecido al ladrillo cocido. No presen-

ta evidencia de haber sido cuidadosamente tratado.

Haciendo un resumen general de estos tipos de cerámicas, se

puede manifestar lo siguiente:


96

En relación al método de manufactura, todos los arqueólogos

coinciden que se trata de un acordelado; respecto del material, coin-

ciden igualmente que en todos estos tipos se han utilizado arena

silicia, especialmente cuarzosa e incluso ceniza volcánica, seguramen-

te distribuidas en forma conveniente que permita la fabricación.

El color en casi todos es gris, anaranjado obscuro y en algunos negro.

En cuanto se refiere a su decoración, si existe variación, pues en

algunos casos utilizaban artefactos de punta alargada, muy afilada

y delgada, y en otros casos un poco más gruesa, es decir su técnica

para la decoración no era única, tenía sus pequeñas variaciones,

al igual que los motivos que tenían los cerámicos, así por ejemplo,

en algunos no había ningún tipo de ordenamiento en lo relacionado

a la incisión de las líneas, las colocaban aisladamente sobre la

superficie del vaso, vasija o del tiesto; en otros casos estas líneas

eran colocadas unas al lado de otras, en forma horizontal y paralela.

Por otra parte "dentro de la "vajilla" de Cotocollao (...)

predominan las formas funcionales de cuencos, ollas, cuencos con

base anular y botellas con "asa de estribo" o pico alto y asa "puente"
64
que une el cuerpo del recipiente con sus picos".

Igualmente no son muy frecuentes las formas esféricas de las

vasijas, mejor existen botellas esféricas y el material con que los

construían (explicado anteriormente) terminaba en forma de pasta

que generalmente era compacta, por los materiales que mezclaban,

64. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 176, Tomo N° 1, Quito-
Ecuador, 1980.
97

dando como resultado una "dureza de 3 a 3.5 de escala de Mohs" sus

paredes eran un poco más gruesas que sus similares de la Costa.

En lo referente a las decoraciones, se puede decir que abundan

las siguientes: inciso línea fina, hombro adornado, acanalado, puntea-

do sencillo y zonal, bandas rojas entre incisiones, inciso línea

ancha, inciso- línea media, etc. y casi siempre las botellas de asa

puente, llevaba unao varias hileras de puntos en el hombro, costitu-

yéndose así, casi en una especie de tradición.

También se ha encontrado en esta fase figurinas femeninas,

generalmente decapitadas, que tienden a confundir la unión de los

pies, y que dan la impresión que sostienen algo entre sus manos,

imaginando supuestamente que se trata de una mazorca de maíz.

Se puede decir que la cerámica de esta fase tiene diferentes

tipos, con características comunes, en cuanto al método de manufactu-

ra, al material que se utilizó, al color, etc. Ahora, la diferencia

en cuanto a motivos, decoración, superficie, es lógico que suceda,

porque siempre existió deseo de superación entre ellos mismos, por

una parte y, por otra parte, en ninguna cultura por más prehistórica

que sea, va a existir un gusto homogéneo o igual en la decoración,

porte o motivo; en definitiva, varían en estas pequeñas cosas, porque

en lo demás se puede decir que parten de un patrón para la construc-

ción de la cerámica típica de su fase.

65. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología de Quito, 1 Fase Cotocollao, Pág.


67, Editorial Artes Gráficas "Señal", Quito,
1982.
98

5.4 Paralelismo entre la Fase Cotocollao y otras Fases del Período Forma-

tivo en el Ecuador

En cuanto al paralelismo que ha tenido esta fase con otras

del Formativo ecuatoriano, mediante un cuadro similar al que presenta

el Padre Porras en su obra "Arqueología de Quito", relacionado al

paralelismo de la fase Cotocollao con otras fases, se expone a conti-

nuación, pero basado exclusivamente en los hallazgos de las piezas

arqueológicas que exhibe y explica el Padre Porras en su obra "Arqueo-

logia de Quito, Fase Cotocollao", y en segundo lugar se analizará

en forma resumida el paralelismo con determinada fase (de acuerdo

al cuadro) adjuntando fotografías, para dar una idea más clara sobre

el tema.

- Paralelismo entre la Cerámica de Cotocollao y la de Valdivia:

Pese a la morfología, como a las diferentes decoraciones y motivos

cerámicos, la fase Cotocollao guarda estrecha relación y parecido

con la de Valdivia, como vemos en el cuadro N° 16, rasgos decorativos

son parecidos, por lo tanto en atención a estas evidencias se puede

decir que su paralelismo es evidente. Pese a esto el Padre Porras

y la Doctora Meggers, mantienen sus dudas de filiación de la fase

Cotocollao con la de Valdivia, por las siguientes razones:

a. "Porque puede ser que las semejanzas anotadas sean únicamente

accidentales.

b. Porque la diferencia cronológica entre la iniciación de las dos

fases en mención es nada menos de quince centurias aproximadamen-


99

PARALELISMOS DE COTOCOLLAO CON FASES ECUATORIANAS

'RASGOS DECORATIVOS COSTA SIERRA ORIENTE

COTOCOLLAO Valdi- Macha- Chorre Uausi Cerro Espejo Pasta- Chigua


via lilia ra Narrío za za

Inciso x x x x x x

Inciso Línea Fina x x

Inciso Línea Media x x x x

Inciso Línea Ancha x x x X

Inciso Zonal x x X X

Inciso y Punteado x

Peinado x

Decorado con Uñas x

Rojo Inciso

Rojo entre Incisio


nes x x x

Acanalado x X

Borde Mellado x

Hanchurado Cruzado x x x

Hombro Adornado x

Listón Mellado x x x

Punteado x x x

Punteado Zonal x x X X X X

Arrastrado y Pun-
teado x

Brochado X

Aplique X

Botones x x x x

Pulido en Líneas x

Bruñido X

Negativo x

Rojo sobre Leonado

Asa Estribo

Pico Tubular sin


asa con asa

TOTAL 17 16 6 4 3 4 4

Cuadro # 2
loo

66.
te, lo que dificulta la posibilidad de una posible filiación".

Pero en todo caso, los estudios del Padre Porras, son los

más actualizados y hasta el momento no se ha comprobado lo contrario,

por tanto seguiremos manteniendo esta duda de filiación, entre la

fase Cotocollao y la de Valdivia.

- Paralelismo entre la Cerámica de Cotocollao y la de Machalilla:

Tienen su paralelismo por las siguientes razones:

En lo referente al inciso línea ancha, ambas presentan rectán-

gulos concéntricos, hechos de líneas incisas dobles, poseen una sola

línea incisa horizontal más ancha y más profunda, de la que parten

líneas incisas casi del mismo ancho, verticales y redondeadas en

el extremo superior. En cuanto a borde mellado, las dos tienen inci-

siones en el borde superior justo a continuación del labio que es

invertido, son más pequeñas y tienen aproximadamente la forma de

un ojal. Debajo de estas incisiones existe una incisión rectilínea

escasamente profunda que corre paralela al borde y que es apenas

visible. En el tipo inciso y punteado ambas presentan hileras horizon-

tales de puntos trianguloides, separadas por dos líneas incisas,

sobre una superficie rojo obscuro bastante pulida. En el acanalado,

presentan una acanaladura a lo largo del labio de un vaso, la incisión

es bastante irregular, tanto en los bordes como en su interior.

- Paralelismo entre la Cerámica de Cotocollao y la de Chorrera:

66. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología de Quito, 1 Fase Cotocollao, Pág.


171, Editorial Artes Gráficas "Señal", Quito,
1982.
101
]

En el punteado zonal su comparación corresponde, a que tienen una

línea ancha incisa, de cuyos extremos salen líneas que separan dos

campos de puntos incisos ovoides distribuídos de manera muy irregular.

En el hachurado ambas presentan un patrón de líneas incisas diagonales

que se entrecruzan rematado en el cuello del vaso, por una línea

horizontal. En cuanto al tipo botones, presentan varios botones rec-

tanguloides, colocados en forma simétrica, y en el inciso línea ancha,

presentan líneas incisas paralelas horizontales, con incisiones muy

similares. En el rojo entre incisiones, existe una serie de líneas

incisas finas verticales, entre las cuales se alternan zonas mate

color rojo, con zonas pulidas de un rojo más obscuro.

- Paralelismo entre la Cerámica de Co€ocollao y la de Alausí: En

lo referente al tipo inciso, ambas presentan dos líneas finas horizon-

tales, bastante separadas y paralelas, las incisiones son escasamente

profundas, de las cuales cuelgan líneas incisas medianas divergentes,

es decir, en forma radiante. En el inciso línea media tienen dos

círculos concéntricos, de línea posiblemente media o ancha, y su

tratamiento en el exterior tiene su similitud por ser un pulido muy

fino.

En el punteado zonal la comparación consiste en los triángulos

incisos de línea fina, alternando en posición invertida y normal,

separados por • un pequeño espacio no decorado e inscrito dentro de

una banda colocada en el borde del cuenco un poco más arriba del

ángulo de carenado, y compuesto de una línea superior y una inferior

de incisión fina.
ri
102

- Paralelismo entre la Cerámica de Cotocollao y la de Cerro Narrío:

Las comparaciones hechas a base de dibujos de Cerro Narrío en el

tipo inciso zonal, se basan en la similitud de las incisiones colate-

rales al triángulo, que es lo más predominante. Y en el tipo listón

mellado, existe una semajanza en un aplique perforado por puntos

incisos, redondos, bastante profundos y adyacentes, formando una

cadena de agujeros de forma rectangular.

- Paralelismo entre la Cerámica de Cotocollao y la de Espejo: La

similitud en la cerámica entre estas dos culturas, en relación al

tipo de punteado zonal, radica en la existencia de círculos incisos

de línea media con un punto inciso en el centro sobre la que hay

una segunda hilera de pequeños puntos redondos incisos. En cuanto

al tipo- botones, se puede observar claramente en las fotografías

expuestas, la existencia en ambos casos de una hilera de botones,

en la que se basa para establecer su paralelismo.

- Paralelismo entre la Cerámica de Cotocollao y la de Pastaza: En

el punteado zonal su similitud esta basada en la existencia de una

doble hilera de puntos circulares incisos, rematados por una línea

fina incisa que sigue el borde. En el tipo punteado la semejanza

asoma en la presencia de dos hileras de pequeños puntos incisos de

formas variadas, dispuestos paralelamente al borde del probable cuen-

co. En el inciso línea ancha existe su similitud en la disposición

similar de las incisiones. Finalmente en el inciso línea media, existe

en ambos casos líneas paralelas, que terminan en una de las extremida-

des en ángulo.

103

Figuras 1/ 2

FASE VALDIVL FASE COTOCOLLAO

ZW
Punteado Punteaao

Aeant1do Acanalado

Inciso Línea Media Inciso Línea Media

- Estapndo de UTías Estampado de Uiias


104

FASE VALDIVIA FASE COT000LLAO

2 2
1 id

Inciso Línea Ancha Inciso línea Ancha

4
3a
inciso Zonal Inciso ¿anal

Eachurado Hachurado

inciso Línea Fina Inciso Línea Fina


105

FASE MACALILIA FASE CO -TOCO LLPO

1
Inciso Línea Ancha Inciso Línea Ancha

Borde Mellado Borde Mellado

4 cm

Inciso y Punteado Inciso y Punteado

Sa

Acanalado Acanalado
106

Fase Cotocollao
Fase Chorrera

rTrrJ


punteado Zonal Punteado Zonal

'\\
VX
t\1

•: • i 2

Hachurado
Hachurad o

L*UI1P.

()Botones (4) Inciso Linea ()Botones () Inciso Línea


Ancha Ancha

5a
Rojo entre Incisiones
Rojo entre Incisiones
107

FASE ALAUSI FASE COTOCOLL10

Inciso Inciso

Inciso Línea Nedi?. enciso Línea Media

D O/ co

punteado Zonal punteado Zonal


108

FAS CERRO NARRIO PASE COTOCOLLAO

17
U
-1 ­A

Inciso Zonal Inciso Zonal

2.
List6n Mellado List5n Mellado

PASE ESPEJO FASE COT000LLAO

la

Punteado Zonal Punteado Zonal

Botones Botones
109

FST PA2TAZA FASZ COT000LLÁO

la 2a

punteado Zonal punteado Zonal

Punteado Punteado

Inciso Linea Ancha Inciso Línea Ancha

Inciso Línea Media Inciso Línea Media


110

Finalmente se puede decir que Cotocollao constituye una de

las expresiones importantes del Formativo en el Ecuador, no sólo

en sí mismo, sino también como cultura, que supo aprovecharse del

medio ambiente, de sus relaciones con otras culturas a través del

comercio, para intercambiar ideas, y de esta manera introducir innova-

ciones tecnológicas, agrícolas, sociales y culturales.

5.5 Organización

5.5..1 Organización Social: En relación a su organización social,

se debe admitir que las evidencias obtenidas sobre este propó-

sito son muy escasas y casi todas de carácter material; pese

a esto, por los estudios de sus hallazgos, su patrón habitacio-

nal y sobre todo por sus costumbres funerarias, el Padre Porras

nos dice: "una que otra tumba con ajuar funerario, comparadas

con otros sepultamientos que no llevan, apuntan ya la posibili-


67
dad de una incipiente organización social jerarquizada".

En todo caso su estructura social no debió ser tan

compleja como la de aquellos pueblos que emprendían trabajos

de urbanización, se cree, y la falta de evidencias hace pensar,

que en esta comunidad, el jefe era la persona más anciana

o más caracterizada, por una parte, y por otra que se trató

de una sociedad igualitaria no tan sencilla como para conver-

tirse en bandas, donde el liderazgo es informal y efímero

y la división de trabajo es de acuerdo a la unidad y al sexo.

67. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. 94, Primera Edi-
ción, Editorial Gallocapitán, Otavalo-Ecuador,
1980.
111

5..2 Organización Política: En la fase Cotocollao no se puede decir

que sus habitantes integraron una sociedad estratificada que

mereciera llamarse ESTADO, porque el Estado tiene una poderosa

estructura económica y una población más o menos grande, donde

se puede contar por cientos de miles a los habitantes, y la

fase Cotocollao ocupó una pequeña extensión geográfica y sus

habitantes no fueron suficientes como para contarlos por cien-

tos de miles.

Los hallazgos obtenidos por el Padre Porras hasta la

fecha, indican que esta fase no evolucionó ni siquiera al

estado de JEFATURA, en ésta, los miembros de rangos superiores

refuerzan su status con bienes, riquezas, materiales preciosos,

etc. Además en las Jefaturas existe gran población con aldeas

y sus respectivos jefes y algunos miles de habitantes y esto

no se ha encontrado, por lo tanto no se puede hablar en la

fase Cotocollao de un estado de Jefatura. El Padre Porras

nos dice lo siguiente:

"Es probable que apenas los pobladores de Cotoco


llao pasaran de la etapa inicial de cazadores-
nómadas, comenzaran a construir pequeños pobla-
dos y acaso a explotar un pequeño huerto para
complemento de la dieta obtenida en las activi-
dades anteriores. Acaso les correspondería, en
la evolución cultural la categoría de TRIBUS,
nombre con el que no están de acuerdo varios e-
volucionistas, pero que debemos emplearlo hasta
que no se encuentre otro mejor. La tribu según
Service (1975), abarca sociedades igualitarias
mayores cuyos segmentos son grupos de familias
relacionadas por filiación común o por la perte
nencia ç variedad de grupos basados en parentes
co, clases, linajes, líneas de filiación, paren
telas, etc. Pero téngase entendido que en Coto-
collao vivió únicamente una fracción de esta su
112

puesta tribu, cuyos integrantes debieron tener


asientos en la mayor parte de la provincia del
Pichincha". 68

Si no se puede hablar de un Estado o Jefatura, tenemos

que inclinarnos a creer que esta fase evolucionó a la categoría

de tribu como lo manifiesta el Padre Porras en primera instan-

cia, y luego a un estado intermedio entre Jefatura y Tribu,

porque habitaron casi en toda la provincia del Pichincha.

5.5.3 Organización Económica: En cuanto a su economía no se puede

decir que haya sido fuerte, precisamente por su estructura

social que no se encontraba a un nivel superior de Jefatura

o Estado. En cuanto al maíz que se hace relación con la econo-

mía de esta fase, se puede decir que las últimas investigacio-

nes y hallazgos del Padre Porras, permitieron encontrar "unos

cuantos granos carbonizados de maíz, no precisamente obtenidos


69
en el sitio, presencia de polem y unos pocos metales". Todas

estas evidencias no son lo suficientemente convincentes, como

para poder realizar una aceberación, manifestando que sus

habitantes hayan sido agricultores, y de la misma forma, que

su alimentación la hayan basado en su gran mayoría en el maíz.

68. PORRAS Garcós, Ignacio, Arqueología de Quito, Fase Cotocollao, Pág. 240,
Editorial Artes Gráficas "Señal", Quito, 1982.
69 Idem, Pág. 243.
CAPITULO VI

PERIODO DE DESARROLLO REGIONAL: FASE BABIA


) 114

Mapa # 7

DE L E]IiS ION lE lA CNLTuR


AIIi

Tonado de la ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador PU. 215, Vol. 1


Quito-Ecuador, 1.980.
115

6..1 Ubicación

6.1.1 Ubicación en el Tiempo: Esta fase fue estudiada y establecida

por grandes arqueólogos, como Jorge Dorsey, María Angélica

Carluci, los esposos Stirling, Emilio Estrada, Huerta Rendón,

y fue precisamente "en los años de 1957 a 1963 gracias a estos

trabajos que ha sido mucho más conocida en sus elementos diag-

nósticos de la que fuera para nosotros en 1940, pero mientras

más se lo estudia más aparece como una de las más brillantes


70
culturas del período de Desarrollo Regional".

Debido a los estudios de Emilio Estrada, fue posible

ubicar a la fase Bahía, en su verdadera posición cronológica

y perspectiva cultural: "Fue situada cronológicamente desde

unos 500 años antes de Cristo, hasta unos 500 años después

de Cristo, y Estrada quizo subdividirla provisionalmente en

dos fases, Bahía 1 y Bahía II, calculando para cada una de

ellas unos 500 años (....) se apoyó principalmente en lo que

él estimó una nueva influencia asiática sobre la costa ecuato-


71
nana".

En base a ello, se puede decir que la fase Bahía tuvo

mil años de duración, aproximadamente, y abarca dos eras:

el final de la era anterior a Cristo y el comienzo de nuestra

era.

70. HUERTA Rendón, Francisco, Historia del Ecuador, Pág. 49, Editorial Ariel,
Guayaquil-Ecuador, 1969.
71. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 216, Volúmen N° 1, Quito-
Ecuador, 1980.
116

6.1.2 Ubicación en el Espacio:

"Bahía se extiende desde la latitud a la que co-


rresponde la Isla de La Plata, por la Costa de
Manabí, hacia el Norte, a la zona de Bahía de
Caráquez, Hoya de Chone, y por el Este, parece
que prácticamente, hasta las estribaciones de
la Cordillera Occidental". 72

Como observamos en el mapa, la fase Bahía se ubicó

en terrenos que se encuentran, entre las latitudes de casi

O grados hasta aproximadamente 2 grados de latitud sur.

Restos de esta fase han sido encontrados en el recinto

denominado Esteros, cercano a la población de Manta, donde

gracias al golpe de las olas, los pescadores han logrado reco-

ger las primeras figurinas, que han revelado su gran desarrollo

artístico, aunque gran parte de estas evidencias han sido

saqueadas o compradas por coleccionistas, y las que se han

logrado salvar, hoy se encuentran en museos de nuestro país,

como el del Banco Central y de la Casa de la Cultura de Guaya-

quil.

6.2 El Medio Geográfico

Las tierras que ocupó la fase Bahía, son consideradas como

tropicales, se encuentran atravezadas por pequeñas cordilleras, crean

un clima trópico lluvioso; se encuentran alejadas de la influencia

directa de la corriente de Humbolt, por tal razón han sido catalogadas

72. PAREJA Diezcanseco, Alfredo, Ecuador de la Prehistoria a la Conquista


Española, Pág. 58, Editorial Universita-
ria, Quito-Ecuador, 1979.
117

como una de las mejores zonas de nuestro país para la agricultura

y la ganadería.

También cabe indicar que en esta zona existen numerosas ensena-

das o bahías que debieron desempeñar un papel muy importante en el

tráfico marítimo durante la prehistoria ecuatoriana.

El territorio ocupado por la Cultura Bahía goza de un clima

cálido bastante exquisito, que favorece a la salud humana: debido

a su clima se puede decir que la provincia de Manabí es una de las

más habitadas de la Costa ecuatoriana: por otra parte vale indicar

que por ser una de las zonas de naturaleza privilegiada, aquello

favoreció a la fase Bahía cuyos habitantes supieron aprovecharlo

de la mejor manera.

"El promedio de temperatura en la zona costera


es de 23-24 grados, en la zona del interior de
25-26 grados. En base a esto podemos determi-
nar con bastante certeza las zonas más produc-
tivas de la región, que serían:
a) Los valles húmedos de las cuencas de los
ríos Portoviejo, Río Chico, Tosagua y Chone,
debido a la riqueza aluvial del suelo.
b) La cima de ciertos sistemas de cerros como:
Hojas, Bravo, Jaboncillos, debido a que las nu
bes traídas por la brisa marina (aún en época
seca) chocan contra las faldas que dan al mar
y depositan su humedad en ellas". 73

6.3 Los Habitantes

"En base a las representaciones antropomorfas y a los restos

73. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 3, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
118

óseos encontrados se puede determinar que el tipo somático de los

habitantes de Bahía era: frente amplia abombada, ojos almendrados,

nariz aguileña, pómulos salientes, mentón prognático, además que

practicaban la deformación tabular erecta (hacia arriba). Los hombres

por lo general se representan con el seño fruncido y barba simple

o doble".

"El hombre de Bahía era muy cuidadoso en su pre-


sentación personal. Llevaba hasta tres o cuatro
pares de aretes en cada oreja, collares senci-
llos o dobles, de cuentas voluminosas, a veces
con un adorno central a manera de colmillo. En
los brazos, brazaletes; ajorcas en los tobillos
y aún arriba de las rodillas. Algunas figurinas
llevan en los lóbulos de las orejas un ornamen-
to muy parecido a una copa. Los habitantes de
La Plata, posiblemente, los sacerdotes o altos
jefes, tenían tocados a manera de yelmos o de
gorros". 75

La gran cantidad de figurinas que se hn encontrado en esta

fase dan el testimonio de sus actividades comunes y costumbres, pues

en las piezas arqueológicas descubiertas se representa tanto a mujeres

como a hombres en diferentes tamaños, sea en sentido familiar, la

mujer se encuentra sosteniendo a su hijo, como también el hombre

sosteniendo el instrumento adecuado para la siembra, ya existía la

creencia que la madre tierra debía ser cultivada por el hombre.

Igualmente las figurinas ilustran su modo de vestir y algo

acerca de su vida religiosa.

74. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 8, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
75. PORRAS Garcós, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. 147, Primera Edi-
ción, Editorial Gallocapitán, Otavalo, 1980.
119

"El traje común para los hombres y las mujeres fue una saya

de varios colores, a modo de falda, que llegaba hasta las rodillas".76

"En cuanto a la decoración se puede ver en las


figurillas pintura corporal, posiblemente he-
cha mediante sellos, y ornamentos suntuosos co
mo: tocados, orejeras, narigueras, bezotes
(clavos para la quijada o labio inferior), da
vos faciales, collares, brazaletes, y los hom-
bres pendientes en forma de colmillos que pro-
bablemente son símbolos fálicos". 77

En muchas de las figurinas encontradas no se observan armas,

sin embargo, hay algunos hombres que sostienen la macana con filas

de dientes de tiburón, aunqüe en número escaso, por ello se les consi-

dera a los hombres de esta fase como pacíficos y dedicados a sus

quehaceres diarios. Igualmente, se supone que fueron grandes navegan-

tes, por la cercanía del mar y los ríos, los utilizaban para comerciar

con el resto de poblaciones del Ecuador.

6.4 4Vivienda

El problema del urbanismo que afectó mucho, para el conocimien-

to de la fase Cotocollao, tambión afectó a la fase Bahía, por la

expansión urbana de la ciudad moderna de Manta: pese a esto "Jacinto

Jijón alcanzó a conocer en la misma ciudad de Bahía una gran cantidad


78
de plataformas de habitaciones y posiblemente de templos" los

mismos que luego fueron comprobados por Emilio Estrada.

76. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 218, Volúmen N° 1, Qui-
to-Ecuador, 1980.
77. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 8, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
78. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 79, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
120

"La característica más universal es la curvatu-


ra del perfil de la cumbrera, con el frontis y
los aleros proyectándose a una altura doble de
la que media entre el suelo y el centro de la
parte superior del tejado. Algunas casas pre-
sentan doble tejado con una zona hueca entre
ambos. Las paredes son verticales y la única
entrada generalmente queda al frente. Por la
cantidad de plataformas con rampas o graderías
a uno o varios lados, se puede suponer que so-
bre ellas se construyeron una o acaso varias
habitaciones, o mejor templos". 79

En algunas otras construcciones que posiblemente fueron tem-

plos, su fachada "da la impresión de ser un horno con chiminea que

pasaba a través de la parte central del techado, posiblemente usada


80
para fuego ceremonial".

Por la evidencia existente en algunos museos de nuestro país,

como en el del Banco Central, por ejemplo, se puede decir que las

casas fueron de planta rectangular, algunas con dos techos superpues-

tos, para facilitar posiblemente la ventilación o la salida de humo,

mediante una abertura que quedaba en la mitad del techo. Todas las

viviendas tienen por lo general un adorno en la cúspide, manteniéndose

así una especie de tradición. Igualmente la mayor parte, o casi todas

las casas carecían de ventanas.

Para mejor comprensión, se indica en la hoja anterior algunos

modelos de construcciones de la fase Bahía, de la cultura China,

de Japón, lo que nos • va a permitir en primer lugar clarificar y com-

prender mejor la explicación literaria que anteriormente se hizo

79. REYES Oscar, Efrén, Breve Historia General del Ecuador, Pág. 45, Tomo
N° 1, Duodécima Edición, Quito, 1960.
80. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 6, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
121

MODELOS DE CJSAS

Figura #3


BALA BARIA

J PON CHflA

Tomado de : REYES Oscar, Efrén, Breve Historia General del Ecuador, ?g. 49,
Tomo 1, Duodicima edicin, Quito, 1960.
y de PONCE Alvarado,Axnparo, Cultura Bahfa, Pg. 13, Folleto editado por: el
Banco Central, Quito-Ecuador, 1.977.
122

acerca de las construcciones de la fase Bahía, y por otra parte,

respecto a las relaciones que puede tener con otras culturas extranje-

ras, podemos observar las semejanzas en la forma de construcción

de las casas o templos. Al final de este capítulo se expondrá detalla-

damente las relaciones de la fase Bahía con otras culturas nacionales

- y extranjeras.

6.5 Religi6n

La cultura Bahía tuvo una sociedad de carácter teocrático,

pues la religión regía todas sus actividades. Prueba de la importancia

de la religión dentro de esta fase, es la presencia de santuarios

como por ejemplo, la Isla de La Plata y el sitio llamado Esteros.

Los cultos principales a los que posiblemente se dedicaron

serían: la adoración al mar y al sol (sobre todo en la Isla de La

Plata) el que se encuentra representado en muchas figurinas, al igual

que el culto a la fertilidad que está representado frecuentemente

en personajes de rango o en figurinas de mujeres embarazadas. "Además

el culto a la serpiente (fertilidad) y al felino (virilidad). Este


81
ultimo tiene sus raíces en Chorrera".

El consumo de la coca tuvo una gran importancia en sus ritos,

y es por esto que se encuentran muchos personajes en actitud de inge-

rirla. Otro elemento importante pudo haber sido la música, pues

hay abundancia de instrumentos musicales.

81. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 7, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
123

Tenían también un sentido trascendental de la vida, pues a

sus muertos los acompaÍaban suntuosos ajuares funerarios. Olaf Holm

encontró en Joa, cerca de Jipijapa, en una fase de transición Cho-

rrera-Bahía, que los entierros eran de decúbito dorsal y con abundante

ajuar funerario.

"Parece que la religión tuvo su punto central en


la Isla de La Plata a donde se hacían frecuen-
tes peregrinaciones. Varias figurinas presentan
personajes sosteniendo en las manos a manera de
bácula unas serpientes. Lo que realmente llama
la atención en estas figuras, es la postura ce-
remonial que coincide con la representación de
divinidades en Asia. Algo que pudiera parecer
una notable coincidencia sino hubiera otros ele
mentos de primer orden, que vinculan a esta fa-
se con el referido continente". 82

Vale hacer mención especial de la Isla de La Plata porque,

Emilio Estrada, Betty Meggers, Oscar Efrén Reyes, Amparo Ponce y

los autores de la Historia del Ecuador, de la Enciclopedia Salvat,

coinciden con la suposición de que la Isla de La Plata, fue un lugar

especial donde se realizaban peregrinaciones, pero no comunes, sino

exclusivamente en asuntos importantes, por ejemplo, "cuando se produ-

cían fenómenos como un eclipse lunar o el solsticio de invierno que

se lo tomaría como un anuncio de lluvias".

Además de figurinas y silbatos, se han encontrado también

unas tablillas cuadradas con decoraciones incisas, líneas diagonales

y círculos, de un probable carácter ceremonial, que han sido objeto

82. REYES Oscar, Efrén, Breve Historia General del Ecuador, Págs. 45-46,
Tomo N° 1, Duodécima Edición, Quito, 1960.
83. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 7, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
124

de diversas interpretaciones, así por ejemplo: "V. Emilio Estrada

las interpreta como instrumentos de navegación para situarse en rela-

ción con los puntos conocidos en tierra firme. Según este autor,

eran usados para llegar a la isla a las celebraciones, para lo cual

se necesitaba orzar el viento o sea bordear. El instrumento probable-

mente se entregaba a los dioses como agradecimiento de buen viaje,

y es por esto que sólo se encuentra en la isla y no en tierra". 8

Sintetizando, los habitantes de esta fase tenían un sitio

especial para sus cultos, igual que sus construcciones, y adoraban

a animales y cosas como sus dioses a los que les rendían toda clase

de reverencias. Algo que llama la atención es la forma de sus tem-

plos, que tienen mucha semejanza con los asiáticos, lo que hace pensar

en una influencia de este continente, igualmente el uso de la hoja

de coca que acostumbraban.

6.6 Subsistencia

Por la supuesta gran cantidad de habitantes que existió en

esta fase, que estaban reunidos en grandes urbanizaciones, en terrenos

que hoy corresponden a la provincia de Manabí, y específicamente

en Bahía, se puede decir, por las evidencias encontradas por los

arqueólogos ecuatorianos, Jijón y Estrada, que su modo de subsistir

y su economía se basó en lo siguiente:

a. Agricultura: Se supone que debido a las condiciones climáticas

84. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 7, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, 1977.
125

que ofrece el terreno, y por su orografía misma, pudieron haberse

perfeccionado los sistemas de irrigación, puesto que existen

suelos bastante fértiles, como los del norte, los cuales debieron

ser propicios para la agricultura.

"La agricultura, lo mismo que en las culturas anteriores

fueron el sostén principal de la vida diaria, y el maíz, la planta

que más calorías produce por superficie cultivada, debió persistir

como cultivo primordial. El clima tropical no ha permitido la

conservación de restos orgánicos, ya sea del maíz o de otras

plantas usadas".

b. La Pesca: Por la ubicación geográfica de esta fase, se supone

que explotaron en gran parte la riqueza ictiológica, por haberse

encontrado una gran cantidad de vértebras de pescado, aquello

lógicamente hace pensar que la pesca fue uno de los elementos

básicos para su subsistencia.

"Probablemente el método utilizado para pescar era con

anzuelos de concha y redes, para la pesca mar adentro, lo cual


86
implica ya una tecnología mas avanzada".

e. La Caza: A juzgar por los utensilios menores de hueso, se puede

decir que practicaron la caza como un complemento para su alimen-

tación, se supone que cazaban animales salvajes de todo tamaño

85. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 221, Volúmen N° 1, Qui-
to-Ecuador, 1980.
86. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 4, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
126

y variedad, "aunque el venado era posiblemente uno de los preferi-


87
dos, porque luego ppdían utilizar el hueso para elaborar adornos".

Como vemos, la subsistencia de esta fase se basó exclusivamente

en lo que tenían a mano, es decir el mar, la tierra para el cultivo

y la caza, sin descartar la posibilidad que a través - del contacto

con otras culturas pudieran adquirir otros productos.

6.7 Costumbres Funerarias

En una fase de tanta importancia como Bahía, que ha sido estu-

diada por muchos investigadores, como se indica al principio de este

capítulo, no tenemos pruebas o evidencias claras de las sepulturas

que realizaban en esta época; aquello tiene su explicación, por ejem-

plo cuando se supo de la existencia de piezas arqueológicas en el

sitio llamado Esteros, todas las personas inmersas o no en la investi-

gación de esta cultura (curiosos), se dedicaron a recoger todo lo

que encontraban e igualmente a realizar excavaciones desordenadamente,

destruyendo así muchas reliquias prehistóricas y haciendo imposible

cualquier intento de investigación arqueológica científica.

"Olaf Holm (referencia personal) halló en Joa, cantón Jipijapa,

en una fase de transición entre Chorrera y Bahía, que los entierros

eran generalmente de decúbito dorsal, con una buena cantidad de ajuar


88
fúñebre".

87. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 4, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
88. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 80, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
127

6.8 Tecnología

En este período se multiplican las artes y por consiguiente

surgen los gremios artesanales que se agruparían en: ceramistas,

metalurgistas y especialistas en trabajos de piedra, hueso, madera,

cestería y tejidos.

"Hay técnicas de oro repujado, conocemos máscaras de oro repu-


89
jado, aretes, narigueras". Los metales más comunmente usados son

el oro, la plata y el cobre; y las técnicas que se han logrado conocer

son: fundido, laminado, recortado, repujado y trabajos de filigrana.

Su tecnología fue de muy buena calidad, especialmente en oro,

plata, cobre, piedra, concha, al igual que sus trabajos en cerámica;

respecto a sus trabajos en hueso, tejidos, madera, cestería, no se

han conservado restos y no se tiene evidencias claras y precisas

para afirmar la calidad de su tecnología, se puede decir en base

a las piezas arqueológicas encontradas, que su tecnología, si no

fue una de las mejores, fue bastante avanzada. Prueba de esto es

que el Banco Central del Ecuador escogió una de sus máscaras para

símbolo de su Institución. Los autores de la Enciclopedia Salvat,

en su obra, Historia del Ecuador, describen a esta máscara como gran-

de, "que ofrecen una cara humana en el centro, rodeada por múltiples

víboras serpenteantes que se desplazan desde la cara hacia afuera,


90
como rayos solares".

89. REYES Oscar, Efrén, Breve Historia General del Ecuador, Pág. 46, Tomo
N° 1, Duodécima Edición, Quito, 1960.
90. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 247, Tomo N° 1, Quito-
Ecuador, 1980.
128

En los próximos aspectos de este capítulo se indicará el porqué

de su calidad tecnológica.

6.8.1 Lítica: Las figuras hechas en piedra tienen gran perfección,

"la técnica más comurimente usada es el corte a piola además

del tallado. Se utilizan piedras ornamentales como serpentina


91
(...) además de otras de orígen volcánico como el basalto".

Los objetos elaborados son generalmente adornos, hachas,

instrumentos musicales, objetos seguramente para el uso domés-

tico; pero el objeto más raro y exclusivo de esta fase, que

nos manifiesta Estrada, es el de un amuleto de piedra con

rasgos anatómicos, grabados en la cara interna del objeto

en forma de colmillo.

"Son únicos algunos objetos de piedra de función


hasta ahora indeterminada hallados en esta fase.
Generalmente se trata de pequeños bloques de tu
bo blanco grisáceo, ya sean cuadrados, ya rec-
tangulares, tienen un promedio de 8 cms. de an-
cho por 12 de largo; los cuadrados 10 cms. por
lado y los de perfil un diámetro de 5 a 8 cms.
Con raras excepciones, sólo una cara es decora-
da mediante incisiones claramente ejecutadas y
anillos por estampado de una caña hueca. Los pa
trones de los grabados en los bloques de piedra
consisten en bandas diagonales que se intersep-
tan en el centro. Casi todos estos ejemplares
provienen de la Isla de La Plata y fueron reco-
lectados por Dorsey". 92

En los lugares donde habitaron estos indígenas, se

91. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 11, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
92. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. 149, Primera Edi-
ción, Editorial Gallocapitán, Otavalo, 1980.
129

Figura 4

FIG3RflAS LITICAS

Tomado de : PORRAS Garc4's,Ignacio, Nuestro Ayer, p4. 85, ira. edici6


Edit. Artes Grficaz, Quito-Ecuado
1987.
130

han encontrado una gran cantidad de figurinas, con representa-

ciones humanas, tallados en material de origen volcánico.

Sintetizando, los trabajos realizados en piedra por

esta fase son impresionantes y raros, para muchos de ellos

no existe una explicación clara y precisa por parte de los

estudiosos, que convenza plenamente, quedando así, hasta hoy,

en el misterio el uso de determinados objetos líticos.

6.8.2 Cerámica: La fase Bahía se caracteriza por la existencia de

una gran cantidad de figurillas, y según Porras, Piana, autores

de la Enciclopedia Salvat, coinciden en suponer que existió

un molde para la fabricación de estas figurillas, pues se

han encontrado varias figuras idénticas; "las especilizaciones

de la fase Bahía son los adornos del borde con muescas o perfo-

raciones, incisiones rellenas después de la cocción, con pig-

mento rojo, amarillo, blanco y negro (rojo y negro), pintados

sobre una superficie llana o bañada de blanco (y verde)".

Respecto de los objetos cerámicos encontrados que perte-

necen a esta fase, Amparo Ponce Alvarado, ha realizado un

cuadro sinóptico, tratando de abarcar lo más importante en

su folleto CULTURA BAHIA, editado por el Banco Central del

Ecuador; lo presentamos y explicamos a continuación:

93. PORRAS Garcés, Ignacio, PIANA Bruno, Luis, Ecuador Prehistórico, Págs.
115-116, Primera Edición,
Instituto Geográfico Mili-
tar, Quito-Ecuador, 1976.
131

Figura # 5

1;,T

•1
-
¡1 -.,

FI GURflÇA DE CERAMICk

Tomado de : PORRAS Gars,Ignacio, Nuestro Ayer, P4. 82, ira. edicin,


Edit. Artes Grficas, Quito—Ecuador,
1.987.
132

CLASIFICACION DE LOS OBJETOS ENCONTRADOS

(Cuadro 1 3)

- Descansanucas

- 011as

PIEZAS - Tazas Compoteras

UTILITARIAS - Botellas

- Platos

- Polípodos

- Figurillas

- Orejeras

PIEZAS ORNAMENTALES - Narigueras

Y CEREMONIALES - Sellos Planos o Cilíndricos

- Instrumentos Musicales

- Maquetas de Casas

- 011as: Son vasijas de cuerpo esférico, con cuello o sin

él y con o sin asas. Generalmente tienen una boca ancha, con

seguridad lo utilizaban para quehaceres domésticos.

- Tazas Compoteras: Son normalmente de base baja, existen

también de bases anulares. Tienen la forma de un tazón actual,

con asas o sin ellas.

- Botellas: Se trata de un cuerpo esférico con un cuello

largo y angosto, no tienen asas, seguramente lo utilizaban


133

para guardar algún liquido que era necesario para ellos.

- Platos: Son generalmente circulares y poco profundos, utili-

zados con seguridad para servirse la comida, pero ningún 'reci-

piente de cerámica revela la clase de comida de esa gente,

o la preferida.

- Polípodos: Son soportes que se utilizaban en los platos;

estos soportes tenían formas antropomorfas como también zoomor-

fas, dejando al plato en un nivel más alto que la superficie,

donde se asientan los polípodos.

- Nariguera: Eran objetos confeccionados de metal, concha,

cerámica y lo utilizaban como adorno en la naríz.

- Sellos Planos o Cilíndricos: Se trataban 1e pequeñas piezas

de barro con dibujos en relieve, listos para ser estampados.

- Instrumentos Musicales: Existen de diferente forma, pero

por lo regular tienen una embocadura y un agujero de salida,

para que se pueda entonar la melodía.

- Maquetas de Casas: Es la representación del modelo de una

casa en miniatura. Similares a las actuales. *

Las definiciones correspondientes a: descansanucas,

* Confróntese los conceptos con: PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Págs.
288-296, Primera Edición, Editorial Artes
Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
134

figurillas, orejeras, serán expuestas en el último subtema

de este capítulo, con el objeto de establecer la relación

que tuvo la cerámica de la fase Bahía con otras fases cul-

turales.

TIPOLOGIA DE LA CERAMICA

Los principales tipos cerámicos de la fase Bahía son:

a. "Bahía bruñido: Superficie gris o amarilla rojiza, lisa

sin pulir.

b. Bahía calado: Superficie negra o gris, alisada y pulida.

C. Bahía grabado: Englobe rojo y finalmente pulido.

d. Bahía gris pulido: Exterior e interior pulido.

e. Bahía inciso y pintado post-cocción: Con decoración incisa

demarcando zonas de pintura post-cocción en variedad de

colores.

f. Bahía inciso línea ancha: Superficie gris, negra o amarilla

pulida.

g. Bahía muescas al reborde: Marcas incisas dejando huecos

redondos.

Ii. Bahía ordinario: Sin decoración, solamente alisada la

superficie. -

i. Bahía negativo: Pintura negativa y superficie pulida.

j. Bahía rojo pulido: Englobe rojo.

k. Bahía rojo sobre amarillo rojizo: Pintura roja aplicada

con dedos.

1. Bahía tricolor: Superficie pulida y amarilla rojiza con


135

pintura roja.

11. Bahía santos grabados: Líneas grabadas en partes secas".

Por otra parte, a más de las figurillas con representa-

ciones humanas que han sido recuperadas, también existen algu-

nas con representaciones de la fauna, en forma de flautas

y ocarinas, como testimonio que el arte musical ya se practica-

ba en ese entonces. También se ha encontrado una buena canti-

dad de vasijas, destacándose los siguientes tipos:

a. Vasijas ordinarias: Estaban destinadas al arte culinario.

b. Vasijas ceremoniales: Son aquellas que estaban "sobrecarga-

das de adornos, como cabezas de dragones o de severos

personajes que cargan en manos y brazos serpientes en


, 95
profusión".

c. Vasijas pequeñas: Son de tamaño más pequeño que las norma-

les u ordinarias "a menudo conservan aún en su interior

un poco de substancia alcalina, usada en la masticación


96
de las hojas de coca".

Se han encontrado "pequeños artefactos de cerámica

que tienen la forma de cuna, son planos y rectangulares (...)

la cabecéra en forma de pequeño toldo y con cuatro patas.

Quizás estas "cunas" puedan ser los lechos en los que permane-

94. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 10, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
95. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. 151, Primera Edi-
ción, Editoral Gallocapitán, Otavalo, 1980.
96. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 221, Volúmen N° 1, Qui-
to-Ecuador, 1980.
136

cieron durante largo tiempo los recién nacidos".

"La cerámica también revela algo sobre la circunstancia

que obligó al hombre común a recurrir a los auxilios de un

shaman o curandero".

Los descubrimientos de algunos platos y cuencos poco

profundos, no han ayudado mucho en la determinación del tipo

de alimentación.

6.8.3 Artefactos de Hueso: Respecto a los trabajos de hueso realiza-

dos en esta cultura no existe la evidencia necesaria, para

determinar con precisión su técnica, de lo poco que se ha

rescatado "los hay particularmente bellos y de fino acabado.


99
Hay finas esculturas en hueso de ballena y hasta en coral".

6.9 Relación con otras Fases Culturales

a. Relaciones con Mesoamórica: Por las piezas arqueológicas encontra-

das, se puede decir que la cultura Bahía tiene algunos elementos

parecidos o similares a los de las culturas mesoamericanas, por

ejemplo:

1. "El Bahía grabado que aparece hacia finales de Chorrera y

97. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pag. 229, Volúmen N° 1, Qui-
to-Ecuador, 1980.
98. Idem, Pág. 230.
99. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. 153, Primera Edi-.
ción, Editorial Gallocapitán, Otavalo, 1980.
137

durante toda Bahía repite los mismos diseños incisos de tazas

de paredes rectas de Chiapa de Corzo (México).

2. La pintura post-cocción de seis colores es la misma pintura

post-cocción de la fase antigua de Tres Zapotes (México).

3. Los machacadores de cortezas de piedra que se encuentran

en Bahía se parecen mucho al que muestra Heyerdahl en Celebez

y México". 100

b. Relaciones con Culturas Peruanas: De la misma forma existen cier-

tos detalles de cultura Bahía que coinciden o son parecidos con

los de las culturas peruanas, entre los cuales se puede mencionar

los siguientes:

1. "El policromado de seis colores polvosos y limitados con

incisiones de Bahía, tiene mucha similitud con el Paracas

(una de las culturas más antiguas de la costa sur peruana).

2. Las figurillas hechas en molde que aparecen hacia el final

de Chorrera y pasan a Bahía, probablemente fueron el origen

de las figurillas mochica. Por existir éstas previamente

en el Ecuador.

3. Las botellas con pintura post-cocción e iridiscente, a la

vez guardan cierta relación con los diseños Nazca y Paracas.

100. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 12, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
138

4. Igualmente el bruñido a líneas de Bahía es igual al bruñido


101
a lineas de Nazca".

«ci) Similitud con el Continente Asiático: Existe similitud entre

las culturas del Norte de Manabí y el Sur de Esmeraldas con las

culturas de Indonesia, China y Japón, posiblemente esto se debe

a que mediante una migración llegaron a las costas ecuatorianas,

de la que hablan la mayoría de historiadores y arqueólogos ecuato-

rianos como, por ejemplo, Emilio Estrada.

"Posiblemente si hubo una migración de orígen asiático

que llegara a las costas ecuatorianas, debió haber tenido una

limitada distribución geográfica y temporal pues los elementos

que podríamos decir muestran influencia asiática, solamente se


102
encuentran en esta región". Es decir a la región del Norte

de Manabí y el Sur de Esmeraldas.

Para establecer esta similitud de la cultura Bahía con

las culturas antes indicadas, se citarán los siguientes ejemplos:

1. Modelos de Casas: En la página N° 121 de este capítulo se

observa claramente las características comunes y la similitud

que presentan las casas de Bahía con las del Japón y China,

tienen una sola puerta de entrada, tienen una forma cuadrangu-

lar, sus acabados exteriormente son casi iguales.

101. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 12, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
102. Idem, pág. 13.
139

2. Descansanucas: Los encontramos en el Ecuador, generalmente

han sido hechos de madera o de cerámica. Como su nombre lo

indica, se supone que fueron utilizados en sentido personal.

"El orígen de este artefacto lo encontramos en Egipto hacia

unos 2.000 años a.C.".

Se han encontrado algunos descansanucas en nuestro

país, que son muy parecidos a los encontrados en China, Japón,

•Corea, puesto que presentan en sus acabados figuras antropo-

morfas y zoomorfas, y su terminado mismo, es muy similar.

3. Orejeras de Barro Cocido Tipo Bahía: Tomado en un sentido

general, las orejeras eran anillos de barro que se colocaban

en los lóbulos de las orejas. Las del tipo Bahía, "son oreje-

ras ten forma de copita con un pedestal terminado en bulbo

con una ligera punta para incrustarla. Fueron usados por

los miembros de la dinastía HAN en China".

4. Figurillas: Son objetos pequeños de variadas formas y con

representaciones, tanto de humanos como de animales. "En

la cultura Bahía se encuentran muchas figuras con caracterís-

ticas orientales como la doble chiva o barba, el amuleto

de pecho parecido al japonés, adornos en la cabeza de tipo

oriental y muchas de ellas están sentadas en posición yoga". 105

103. PONCE Al varado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 13, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
104. Idem, Pág. 14.
105. Idem.
140

El Padre Porras sin ser uno de los estudiosos directos de

esta fase nos da su criterio sobre las figurinas, manifestando lo

siguiente:

"Las figurinas son numerosas y variadas; algunas


en su parte frontal, hechas de molde: otras, so
lamente la cabeza: los adornos, hechos a mano.
Muchas son prácticamente ocarinas. Hay moldes
cerámicos para ambas clases de figurinas. No
faltan tampoco las que han sido labradas a ma-
no". 106

Todos estos elementos y muchos otros más han sido estudiados

detenidamente por arqueólogos e historiadores nacionales, entre ellos

Emilio Estrada, quien se dedicó a fondo al estudio de esta fase,

el mismo que se mantiene en la suposición que sí existió un desembarco

de orígen asiático en nuestras costas ecuatorianas, y su influencia

está a la vista por las pruebas encontradas.

"Al momento de la migración las tierras ecuato-


rianas estaban habitadas por pueblos que ya man
tenían contactos marítimos con México, Guatema-
la y Perú. Este grupo extranjero trajo nuevos
elementos que fueron absorvidos pacíficamente.
Su influencia desaparece en un tiempo relativa-
mente corto.

El artista de Bahía logra' una íntima inte


rrelación entre lo escultórico y lo pictórico
siendo la policromía una de sus características
y uno de sus grandes logros la perfección de
rasgos.

En definitiva podemos decir que Bahía no


se limita a recibir el legado de sus precedeso-
res, sino que desarrolla y evoluciona constante
mente, llegando a crear su propio estilo y su
propia época de oro". 107

106. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Pág. 86, Primera Edición, Edito-
rial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
107. PONCE Alvarado, Amparo, Cultura Bahía, Pág. 15, Folleto editado por el
Banco Central del Ecuador, Quito, 1977.
CAPITULO VII

PERIODO DE INTEGRACION: FASE MANTEÑO


142

Napa # 8

NAPA- lE LA E TESIO lE LA CULTURA Y-HUANCkVILC.

Tomado del folleto Cultura Nante?ía-Hüancavi loa, Pfg. 3, Ira. edicin,


Publicacin del Banco Central del Ecuador de Guaya q uil, 1.982.
143

7.1 Ubicación

7.1.1 Ubicación en el Tiempo: Varios investigadores extranjeros

y nacionales como Marshall H. Seville, Dorsey, G.H.S. Bushnell,

Max Uhle, Monseñor Federico González Suárez, Jacinto Jijón

y Caamaño, han contribuído con sus excavaciones y descubrimien-

tos al conocimiento de esta última cultura precolombina de

la Costa del Ecuador.

Marsahil Seville, G.H.S. Brushnell, Jacinto Jijón y

Caamaño y especialmente Emilio Estrada, son quienes establecie-

ron esta fase cultural; inclusive se conoce que Estrada dividió

a esta fase en lo siguiente: una la Manteño Norte, en la que

se supone se encontraba inmersa la Puná; y la otra la Mantefío

Sur o Huancavilca, que comenzaba desde el pueblo de Colonche

hasta el delta del Guayas; sus colegas, los arqueólogos antes

mencionados, suponen tal vez que le asistieron razones de

índole arqueológica como geográfica, para realizar esta subdi-

visión.

"Gracias a la mencionada técnica arqueométrica po


demos situar a la Cultura Manteña entre unos 800
y 1.535 años después de Cristo, lo que significa
que fue la última cultura precolombina en esa re
gión de la costa ecuatoriana, y la que sufrió el
impacto de la llegada de los españoles.

De acuerdo a nuestra ordenación de los pe-


ríodos culturales de la prehistoria ecuatoriana,
la Mantefla está en el Período de Integración,
unos 500-1.500 d.C. cuando los pequeños señoríos
se fusionaron para formar grupos sociales más
grandes e integrados territorialmente". 108

108. OLAF, Holm, Cultura Manteña-Huancavilca, Pág. 4, Primera Edición, Pu-


blicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1982.
144

7.1.2 Ubicación en el Espacio: El Padre Porras nos dice:

"La Cultura Manteña se extiende a lo largo de la


costa ecuatoriana desde un poco más al Norte de
Bahía de Caráquez hasta la Isla de la Puná; tie
rra adentro hasta el Cerro de Hojas y colinas
vecinas del Sur de Manabí. Es decir, ocupa el
sitio asignado a los Huancavilcas por los cro-
nistas". 109

Tomando en cuenta el mapa que se expone en la página

N° 142 de este capítulo, se puede observar claramente el terri-

torio que ocupó la fase Manteña:

Por el Norte limita prácticamente con las tierras que

ocupó la fase Jama-Coaque; por el Sur tenemos la Isla Puná,

hasta llegar a la provincia de El Oro, donde la cultura Mantefla

se fusiona con la cultura Milagro-Quevedo; por el Este se

tiene a los terrenos que ocuparon la cultura' Milagro-Quevedo;

y al Oeste fue lógicamente el Océano Pacífico, el que no fue

ningún obstáculo para los mantefios, puesto que supieron aprove-

charlo de buena manera, posiblemente les sirvió como medio

de comunicación, transporte y comercio marítimo con otras

culturas cercanas a su población.

Es lógico suponer que en aquel entonces, como hoy,

existieron contactos entre los diferentes grupos humanos,

cuyas motivaciones se las puede buscar en intercambios comer-

ciales, que fomentaron naturalmente la Integración Cultural.

109. PORRAS Garcés, Ignacio, PIANA Bruno, Luis, Ecuador Prehistófico, Pág.
201, Segunda Edición, Ins-
tituto Geográfico Militar,
Quito-Ecuador, 1976.
145

"La frontera Sur del territorio Mantefio-Huanca-


y uca en los tiempos tardíos debe haber estado
poco al Norte de la población peruana de Túm-
bez, que a su vez fue el baluarte más norteño
de la conquista de la costa peruana por los e-
jércitos del Cuzco. Las investigaciones arqueo
lógicas en la región de Túmbez revelan artefac
tos con más afinidad a las culturas del Ecua-
dor que las peruanas". 110

7.2 Subsistencia

En la obra "Nuestro Ayer", el Padre Porras nos dice:

"Los primeros cronistas españoles describen a


la región como fértil, en donde se producen en
abundancia alimentos como maíz, yuca, fréjol,
patata, ají y otras que son muy buenas para el
mantenimiento humano. En el Cerro de Hojas y
en varios lugares montañosos de Manabí encon-
tramos terrazas trabajadas por el hombre posi-
blemente con fines agrícolas: querían no sólo
aprovechar las garúas, sino también librarse
de las enfermedades que, como la verruga perua
na transmitida por una mosca, hacían fácil pre
sa de los indígenas. Los habitantes que vivían
a orillas del mar eran pescadores y navegantes
que comerciaban con los vecinos, en la misma
costa o en el interior del país, e integraron
lo que se ha dado en llamar confederación de
mercaderes". 111

Analizando detenidamente, se puede decir que el sustento de

los manteños se basó principalmente en lo siguiente:

a. Agricultura: Jugó un papel importante en la alimentación, puesto

que las plantas que cultivaban eran la yuca, maíz, fréjol, maní,

110. OLAF, Holm, Cultura Mantefía-Huancavilca, Pág. 6, Primera Edición, Pu-


blicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1982.
111. PORRAS Garcés, Ignacio, Nuestro Ayer, Págs. 129-130, Primera Edición,
Editorial Artes Gráficas, Quito-Ecuador, 1987.
146

piña, etc., productos que si los comparamos con los de nuestra

vida diaria y moderna, son de origen precolombino.

Como nos indica anteriormente el Padre Porras, los manteños

supieron aprovechar el terreno, su agricultura se puede decir

que fue un tanto tecnificada, puesto que se han encontrado terra-

zas que han servido para el cultivo, y de esta forma obtener

la mayor cantidad de alimentos posibles, aprovechando todo el

terreno que era disponible.

"Su producción agrícola, incluída la fruticultu


ra, fue variada y suficiente, pero contaban a-
demás, para su alimentación, con la cría de pa
tos, saínos, cuyes, apicultura, pesquería y ca
cena, uso vario del maíz de cultivo, probable
mente de otros granos; y sin duda, de tubércu-
los como la yuca". 112

Todos estos productos agrícolas, más la cantidad de alimen-

tos recolectables producidos expontáneamente por la tierra sin

intervención del hombre, preparados de diferente manera, se supone

que suministraron la cantidad suficiente de carbohidratos y grasas

vegetales para su subsistencia, a ésta la complementaban posible-

mente con proteínas de la carne, producto de la caza y del pes-

cado.

b. La Caza: Los mantefios fueron buenos cazadores, se supone que

practicaban la cacería a todo lo que se movía, y todo lo que

era comestible, piezas grandes y pequeñas.

112. PAREJA Diezcanseco, Alfredo, Ecuador de la Prehistoria a la Conquista


Española, Pág. 69, Editorial Universita-
ria, Quito-Ecuador, 1979.
147

"Algunos cronistas afirman la existencia de "ove


jas de tierra" que es el nombre que se daba a
las llamas, lo cual no deja de ser sorprendente
pero ratificado por las investigaciones arqueo-
lógicas. Otros animales domesticados fueron el
pato moscovita y el perro, sin considerar natu-
ralmente, alguno que otro animal salvaje amansa
do para mascota". 113

Por investigaciones realizadas, y por pruebas arqueológicas

encontradas, específicamente por Olaf Holm, se comprueba que

en la fase manteño si practicaron la caza para su subsistencia;

en la siguiente página se expondrá una figura de lo antes mencio-

nado.

e. La Pesca: Más que agricultores y cazadores, los manteños fueron

excelentes navegantes y porsupuesto buenos pescadores; "su preocu-

pación marina puede observarse en el sinnúmero de motivos artísti-

cos, peces, pelícanos, olas, etc., que repiten constantemente

en la decoración de sus volantes de husos, en sus sellos, en


114
sus incisiones de la cerámica, etc.".

Por las piezas arqueológicas encontradas, se supone que

los manteños utilizaron redes y anzuelos para la pesca, y de

esta forma se aprovisionaban de todos los alimentos que el mar

generosamente les proveía.

Es posible que algunos productos del -mar, fueron llevados

tierra adentro para realizar el trueque con los productos agríco-

113. ENCICLOPEDIA Salvat, Pág. 31, Volúmen N° 2, Quito-Ecuador, 1980.


114. OLAF, Holm, Cultura Manteña-Huancavilca, Pág. 10, Primera Edición, Pu-
blicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1982.
148

Figura # 6

PIEZA CERAMICk QUE REPSTA


CZAD3R CON Mq FELINO

Tornado del folleto de OLAF Holrn, Cultura Mante?ía-Wuancavilca, Pg. 9,


ira. edicin, Publicaci&i del Banco Central del Ecuador, Guayaquil,
1.982.
149

las, de los que carecían los pescadores, es lógico pensar, porque

es casi, imposible que la alimentación de un pueblo se fije en

un sólo producto.

En relación a su forma de subsistir, se debe recordar

la pericia del cazador mantefio para rastrear su presa y ubicar

los lugares donde hacerlo; la técnica del agricultor para determi-

nar la temporada de siembra, y por último el conocimiento como

pescador, para saber cuando, donde, como y a que profundidad

lanzar sus redes. Todo esto es producto de un conocimiento íntimo

de su ambiente y ecología. Estas tres actividades con seguridad

fueron básicas para el sustento de esta fase.

7.3 Organización Social

"Durante el período manteflo, la vida social había llegado

a un desarrollo tal que es permitido hablar de concentraciones ur-


115
banas".

Esto nos manifiesta Olaf Holm, poniéndonos como ejemplo la

ciudad de Manta, que está construída sobre los restos del poblado

precolombino de Jocay, el que se supone se extendía varios kilómetros

por la orilla del Pacífico.

El Padre Porras nos dice:

115. OLAF, Holm, Cultura Manteña-Huancavilca, Pág. 7, Primera Edición, Pu-


blicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil-Ecua-
dor, 1982.
150

"Diferencias en estado y rango se manifiestan en


el tamaño de las casas y en la cantidad y cali-
dad de adornos personales. Nos dicen los cronis
tas que únicamente en la Isla Puná había siete
jefes secundarios que obedecían las órdenes de
un jefe supremo, temido y respetado por todos
los súbditos. El gran jefe de la Puná estaba ro
deado de toda pompa y era acompañado de un nume
roso cortejo de trompeteros y tamborilleros a
donde quiera tenía que dirigirse. Sus esposas
estaban custodiadas por eunucos, a quienes se
les había desfigurado previamente cortándoles
labios y narices. Es muy probable que igual si-
tuación se presentara hacia el Norte en las cos
tas de Manabí.

Había entre ellos orden y justicia, y de


acuerdo a la relación de los españoles, los pue
bios eran limpios, bien dispuestos y ordenados". 116

Todo lo antes mencionado por el Padre Porras, lo ratifica

Pareja Diezcanseco en su obra "Ecuador de la Prehistoria a la Conquis-

ta Española", manifestando únicamente que la fase manteño "tuvo una


117
organización social bastante evolucionada y jerarquizada".

7.4 Navegación

El rasgo más destacado que presenta la cultura Manteña-Huanca-

yuca, fue sin duda el desarrollo alcanzado en la navegación marítima.

Sus embarcaciones fueron canoas grandes y balsas, como se puede obser-

var la siguiente página, en la ilustración presentada.

"Es generalmente admitido por los arqueólogos, que la cultura

manteña gozó una época de importante producción textil, exportada

116. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Págs. 236-237, Prime-
ra Edición, Editorial Gallocapitán, Quito, 1980.
117. PAREJA Diezcanseco, Alfredo, Ecuador de la Prehistoria a la Conquista
Española, Pág. 74, Editorial Universita-
ria, Quito-Ecuador, 1979.
151

Figura #7

BíLS OO Io co: SU PTJO DE VELUDi POR LOS •TEOS


To::Lado de L±1io Estrada "UIt ias civ1dza cs pe-:ust6rcas")

LI

Tomado de : PORRAS Garcs,IgflaCiO, Nuestro Ayer, Pg. 137, ira. edi-


cid'n, Edit. Artes Grficas, Quito-
Ecuador, 1.987.
152

en grandes balsas que manejaban y orientaban con destreza los buenos


118
navegantes".

Tenemos dos tipos de balsas, unas llamadas pesqueras y otras

que eran utilizadas para los viajes oceánicos.

Las balsillas pesqueras "tenían cuatro troncos de madera de

balsa, no tienen casco, no tienen quilla, sino que flotan como arma-
119
día, y poseen timones múltiples". Esta embarcación fue un invento

de la cultura Mantefla-Huancavilca, y causó gran admiración a la marina

española.

Las balsillas para los viajes oceánicos eran similares a las

anteriores, pero tenían "troncos más largos, estructura de cubierta,

cabina, cocina, palos de velamen, gran capacidad de carga y tripula-

ción de hombres con sus mujeres e hijos, eran buques de cabotaje,

de tráfico comercial a lo largo de la Costa Pacífica, desde el Perú

hasta Mesoamerica". 120

Tambin se debe anotar que los manteños contaban con madera

suficiente para la fabricación de las balsas y canoas, como por ejem-

plo: el ceibo, cedro, artesanía naval, que hasta hoy sobrevive en

los grandes bongos manabitas, empleados en la pesca aún no tecnifi-

cada.

118. PAREJA Diezcanseco, Alfredo, Ecuador de la Prehistoria a la Conquista


Española, Pág. 72, Editorial Universita-
ria, Quito-Ecuador, 1979.
119. OLAF, Holm, Cultura Mantefía-Huancavilca, Pág. 13, Primera Edición, Pu-
blicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1982.
120. Idem.
153

Por otra parte el mar, a más de dar la materia prima para

la fabricación de las obras de arte, les dió la oportunidad a los

manteños, para que sea su fuente de sustento, y para que sea el medio

de comunicación y comercio a larga distancia, se conoce que el carga-

mento que llevaban en las grandes balsas eran telas, , joyas, vasijas,

etc., y según documentos históricos (Rostworwski, 1972) un artículo

importante para el comercio era el cobre, que tanta falta hacía en

la Costa ecuatoriana. En cambio del Ecuador "provenía la concha colo-

rada del Spondylus, necesaria en el culto andino, ya fuera elaborada


121
como pequeños abalorios llamados "mullos", o entera".

Según los desc)rimientos arqueológicos, el comercio de la

concha se remonta a los tiempos de la cultura Valdivia, y alcanzó

una importancia predominante en los cultos del Noroeste de Sudamérica,

en los siglos anteriores a la conquista.

a. Navegación Bélica: En este tipo de navegación se han encontrado

otros aspectos de las balsas marítimas, aparte de la función

pacífica del cabotaje a lo largo de la Costa. También una embarca-

ción de guerra naval.

Los manteños, a pesar de conocerse que fueron pacíficos,

tenían sus tácticas y procedimientos guerreros para el combate

marítimo, pues la historia y los cronistas cuentan que cuando

se cansaron de los abusos de los españoles, planificaron matarles,

prestándoles sus balsas, con la idea de desarmarlas en una hora

121. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 38, Volúmen N° 2, Qui-
to-Ecuador, 1980.
154

apropiada para que naufragaran en el agua, esto nos confirma

que si estaban preparados para su auto defensa.

"Sus luchas contra los tumbecinos fueron prover-


viales. No sabemos si esas batallas navales o
de desembarques mútuos en territorios enemigos
fueron una consecuencia de la conquista de Túm-
hez por los Incas, o sea una medida preventiva
de los puneños, contra el futuro ataque que era
de esperarse por parte de los Incas o si habían
otros motivos o ambiciones por parte de los pu-
nefios en la tierra de los tumbecinos". 122

7.5 Religi6n

Por relatos de los cronistas que han viajado por tierra manabi-

ta pocos años después de la conquista, se conoce que existían templos,

sacerdotes y ceremonias, suponiendo que el señor o cacique oficiaba

al mismo tiempo de sacerdote.

"Adoraban a la serpiente, al jaguar o puma, al


venado, a una diosa a quien Velasco llama Umiña
en forma de una esmeralda ( ... ). Parece que el
genio protector de los quehaceres domésticos y
especialmente de la cerámica era el zorrillo,
raposa ozarigueña, a juzgar por la frecuencia
con que se repiten en tazas, compoteras, cánta-
ros y botellas. Ante estos dioses se ofrecían
víctimas no solamente de animales, sino también
de hombres.

Parece que un genio muy popular era la lu


na y acaso su representación en una forma de mu
jer que acentúa los caractéres de maternidad pu
do significar el genio de la fertilidad: en las
estelas es representada con gran frecuencia en
posición hierática con las piernas abiertas". 123

122. OLAF, Holm, Cultura Manteña-Huancavilca, Pág. 42, Primera Edición, Pu-
blicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1982.
123. PORRAS Garcés, Ignacio, PIANA Bruno, Luis, Ecuador Prehistórico, Pág.
181, Ediciones Lexigrama,
Quito-Ecuador, 1975.
155

Parece que la religión ocupó gran parte de las actividades

de la población. Se han encontrado en Cerro de Hojas, Cerro Bravo,

columnas de piedra, estatuas de hombres y curiosas esculturas y bajos

relieves. Igualmente se conoce que las puertas de los templos estaban

dispuestas hacia el Oriente. Zárate Oviedo y Berzoni, coinciden

en manifestar que los manteños realizaban verdaderas ceremonias,

con cánticos y tambores, para sacrificar a sus víctimas, que eran

tanto animales como personas, para ofrecer a sus dioses que general-

mente fueron figuras de ciertos animales como el tigre, la serpiente,

el zorro, etc., pero hay que tomar en cuenta lo que manifiesta el

Padre Porras (en la cita anterior) que entre todos los animales parece

que el zorro ocupó un lugar importante en la religión, puesto que

entre las piezas arqueológicas encontradas, se repite con bastante

frecuencia la imágen del zorro.

Son numerosos los objetos ceremoniales de piedra que se han

encontrado, por ejemplo: figuras humanas, de pájaros, de otros anima-

les, pero lo que realmente si ha llamado la atención en esta fase,

son las sillas de piedra en forma de U que se han encontrado, y no

existe una versión cierta y comprobada acerca del uso que tenían

estas sillas. Manuel Larrea indica que "debieron ser altares para

sacrificios y ofrendas (...) por la concentración en ciertos lugares,

indicarían que pertenecieron a adoratorios o templos, aunque, supone

Larrea, pudieron también servir para ceremonias domésticas en mansio-

nes principales". 124

124. PAREJA Diezcanseco, Alfredo, Ecuador de la Prehistoria a la Conquista


Española, Pág. 75, Editorial Universita-
ria, Quito-Ecuador, 1979.
156

El Padre Porras, p iana y algunos otros arqueólogos coinciden

con esta apreciación de Larrea; sin embargo existen otros arqueólogos

como Olaf Holm, y los autores de la Enciclopedia Salvat en su obra

Historia del Ecuador, suponen que eran utilizados como mesas de des-

floración de vírgenes, pero nada de esto ha sido científicamente

comprobado, por lo que Pareja Diezcanseco los describe diciendo que

se trata "de bloques de piedra andesita, con aparente forma de sillas,

sin espaldar y con brazos, esculpidas con representaciones humanas

o animales, sobre cuyas espaldas descansa un asiento en forma de


125
U".

Sintetizando se puede decir que estas famosas sillas manteñas

llamadas en u, vienen a constituir lo más excepcional dentro del

arte escultórico manabita, con éstas obras realizadas en piedra,

desarrollaron una actividad asombrosa que no tiene comparación con

ninguna otra cultura del Ecuador p recolombino. Pero hay "que lamentar

que son muy pocas las que se conservan en el país, mientras que cual-

quier museo etnográfico de alguna categoría del exterior, puede exhi-


126
bir una o varias sillas".

7.6 Costumbres Funerarias

El estudio de las tumbas precolombinas pueden darnos muchos

informes sobre la vida de los manabitas, obviamente ellos, como casi

todos los pueblos a través del tiempo, se supone que tenían su idea

125. PAREJA Diezcanseco, Alfredo, Ecuador de la Prehistoria a la Conquista


Española, Pág. 74, Editorial Universita-
ria, Quito-Ecuador, 1979.
126. OLAF, Holm, Cultura Manteña-Huancavilca, Pág. 30, Primera Edición, Pu-
blicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1982.
157

de una vida post-morten, de ahí se deduce que debían enterrar al

cadáver con todo lo necesario y con todo lo que tenía, para que pueda

usarlo en la otra vida.

"Sus costumbres funerarias incluyeron entierros individuales

y colectivos, lo que implica una estratificación social que otras

informaciones confirman como bastante jerarquizada. En varios lugares

se han encontrado sepulturas con cámaras laterales, posiblemente


127
para personajes de alto rango".

Por otra parte, cabe mencionar que "la tapa de la urna funera-
128
ria es típica de las culturas Mantefla, Milagro y Quevedo", que

eran pintadas con bandas negras. Igualmente el tipo de tumba nos

puede decir mucho.

"Una tumba sencilla será por ejemplo, una urna grande de barro,

y dentro de ella encontramos unos pocos huesos, un tortero, una aguja

de cobre, una hacha de piedra y algo así. Lo llamamos un entierro


129
pobre".

Las tumbas de la gente que tenía poder y dinero eran diferen-

tes, como bien lo dice Olaf Holm:

"Mayores inversiones en obras funerarias halla-


mos en las llamadas tumbas de pozo con cámara

127. PAREJA Diezcanseco, Alfredo, Ecuador de la Prehistoria a la Conquista


Española, Págs. 69-70, Editorial Univer-
sitaria, Quito-Ecuador, 1979.
128. ESTRADA, Emilio, Prehistoria de Manabí, N° 4, Pág. 34, Publicación del
Museo V. Emilio Estrada, Guayaquil-Ecuador, 1957.
129. OLAF, Holm, Cultura Mantefla-Huancavilca, Págs. 43-44, Primera Edición,
Publicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1982.
158.

igura # 8

-4 4

SECC ION M UNA TUMBA DEL POZO PROFUNDO 03N


CAVIAR LAfrERAL

Tomado de : OLAF blm, Cultura Mantefa-HuancaVilCa, Pg. 45, ira. edícin


publicaci6n del Banco Central del Ecuador, Guaya-
quil, 1.982.

ws
159

lateral. El pozo es un hoyo de 2 a 8 metros de


profundidad en cuyo final existe una rejilla
de palos de madera (o un muro seco de piedra),
que cierra la entrada a la cámara sepulcral.
En ella pueden haber uno o varios esqueletos
con sus ajuares. Un examen cuidadoso tanto de
la cámara como del poso, nos indica que esta
tumba fue usada en repetidas ocasiones". 130

Analizando estas diferencias en las costumbres funerarias

dentro de una misma cultura, se puede deducir que existieron diferen-

cias sociales, étnicas y religiosas.

7.7 Tecnología

La cultura mantefia hizo labor en cuanto al desarrollo de su

cultura, sus obras de arte, tanto de piedra, cerámica, metales, etc.,

así lo demuestran, por ello los autores que establecieron esta fase

la consideran como una de las grandes culturas.

7.7.1 Orfebrería: Manabí durante la conquista fue considerada tierra

rica en oro, pero realmente no es así, se han encontrado pocos

objetos de oro, y raramente se han podido localizar adornos

pequeños como orejeras, narigueras, etc., abundan los objetos

de plata, como máscaras, cuencos y además se ha comprobado

que el metal más utilizado por esta cultura fue el cobre,

por su pureza muy alta, se supone que lo utilizaron para la

construcj6n de hachas, anzuelos, cuchillos, etc., los mismos

que juntamente con otros objetos ceremoniales (como máscaras)

130. OLAF, Holm, Cultura Mantefia-Huancavilca, Pág. 44, Primera Edición, Pu-
blicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1982.
160

se encuentran en los Museos del Banco Central del Ecuador

y de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Guayaquil.

Se puede decir que la orfebrería mantefla llegó a un

sorprendente estado de desarrollo, si se toma en cuenta que

Manabí no es una zona metalífera. "El cobre y otros metales

fueron importados". 131 Pero en todo caso, si el uso del cobre

pudo ser un prestigio para esta cultura, no llegó a desplazar

a los artefactos y herramientas de piedra, por lo anotado

anteriormente.

7.7.2 Textiles: "La industria textil fue muy importante en dos aspec-

tos: el primero, es el de la exportación de las telas y el

segundo, el del comercio de los hilos". 132 Se tiene pruebas

de esto, por la cantidad de volantes de huso encontradas duran-

te las excavaciones arqueológicas en ciertos lugares como

la Puná Vieja.

Por otra parte, el clima tropical no ha permitido la

preservación de los tejidos, se ha dejado la evidencia en

la decoración de las figuras hechas en barro, donde se insinúan

vestimentas tejidas. Además cuando los españoles tuvieron

preso a Atahualpa en Cajamarca "admiraron la cantidad y la

fina calidad de sus vestidos, y al preguntarle donde los obtu-

vo, el inca contestó que eran de Portoviejo"! 33 Por ello

131. OLAF, Holm, Cultura Manteña-Huancavilca, Pág. 30, Primera Edición, Pu-
blicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1982.
132. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 32, Volúmen N° 2, Qui-
to-Ecuador, 1980.
133. Idem.
161

Figura 49

-7- 1,1-^
,^ "


^i m-W«^
Rao - ffl
^

CTATiICA voLA:I7E3 DI ITIUTSO IL4TEfOS.

1çIi

CR1ICA E TOAVILC!t ; CFJCTERIZJiDAS POR SUS T011OS ROJIZOS

Tomado de la ENCICLOPEDIA Salvat, Historia delrcuador, P4. 41 9 Vol. 29


Quito-Ecuador, 1.980.
162

se puede establecer que la Costa ecuatoriana, producía tejidos

para suministrar al incario, ya sea por comercio, trueque

o en calidad de tributo.

7.7.3 Lítica: En cuanto a las obras realizadas en piedra, hay que

resaltar las famosas sillas de los manteflos, llamadas en U,

las mismas que se encuentran explicadas en hojas anteriores.

Una obra en piedra que también ha llamado la atención,

son las estelas, las cuales les han descrito como "una lámina

grande de piedra que lleva, en bajo relieve, la imágen de

una mujer con las piernas abiertas y rodeada de varias figuras

zoomorfas y simbólicas". 134

Realmente hay que reconocer que los trabajos de piedra

de esta cultura son realmente notables, por lo que muchos

arqueólogos, y entre ellos específicamente Olaf Holm, suponen

que no estuvieron aislados del mundo, que en verdad debió

existir alguna forma de contacto, y lo más probable es que

haya sido por medio de vía marítima.

7.7.4 Artefactos de Hueso: Los trabajos en hueso y concha demuestran

su maestría, puesto que de las piezas arqueológicas encontra-

das, se han podido distinguir en la actualidad, figuras de

animales, pese a que su tamaño es relativamente pequeño, por

ello se supone que estos trabajos sirvieron para adornar sus

134. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 34, Volúmen N° 2, Qui-
to-Ecuador, 1980.
163

Figura # 10

«a'

FASE MA1'TTENO : SILLA. lE PIEDRA, PROVE lENTE DE CERRO lE HOJAS.

Tomado de : REYES Oscar Efrén, Breve Historia General del Ecuador,


Pg. 68, Tomo 1, Quito-Ecuador, 1.960.
164

vestimentas.

7.7.5 Cerámica: En cuanto a su cerámica, se puede decir que es incon-

fundible porque predomina el color negro grisáceo, y porque

presenta bien alizadas las paredes de las vasijas. "La vasija

clásica de la cultura manteña es el ánfora de cuerpo fusiforme,

ápoda o con una pequeña base anular. En su parte superior

presenta una extrangulación, para luego terminar en un gollete

abultado que normalmente lleva la decoración plástica de una

cara humana o felina".

Entre las figurillas que se han encontrado, vale indicar

que constituyen una verdadera documentación sobre los vestidos

y adornos que llevaban en vida; igualmente en los museos,

especialmente en la Casa de la Cultura de Guayaquil, una gran

cantidad de pitos, silbatos y hasta ocarinas.

Lo que verdaderamente llama la atención en esta fase

son los torteros, que han sido considerados como verdaderas

obras de arte en miniatura. "La incisión y la excisión son

técnicas frecuentes representadas en los torteros, pero también

empleados en moldes muy bellos sobre las superficies muy bien


136
pulidas de los vasos".

Además se debe aclarar que la cerámica de los Huancavil-

135. ENCICLOPEDIA Salvat, Historia del Ecuador, Pág. 38, Volúmen N° 2, Qui-
to-Ecuador, 1980.
136. PORRAS Garcés, Ignacio, Arqueología del Ecuador, Pág. 241, Primera Edi-
ción, Editorial Gallocapitán, Quito, 1980.
lbb

Figura # 11

LI

VASIJA NODAfl CON REPRESTACION


MTROPONORFA

Tomado del folleto deOLkF Holm, Cultura Mante?ía-Huancavilca, Pg. 279 ira.
edici6n, Publicacin del Banco Central del Ecuador, Guayaquil, 1.982.
166

cas era similar a la descrita anteriormente, lo único que

les diferenciaba, y esto se puede decir por las piezas encon-

tradas, es que ellos no tenían preferencia por el color negro,

y que, más bien, su color preferido era el rojizo.

7.8 Urbanismo

Muy poco se ha conservado hasta hoy de los centros urbanos

y las habitaciones de la fase manteña, esto es producto del avance

y desarrollo urbanístico que ha tenido la actual ciudad de Manta,

que vendría a ser prácticamente la antigua Jocay, parte de ella queda

al sur de la ciudad de Manta.

Saliendo de Puerto López, tierra adentro por el valle de Agua

Blanca se puede observar más de 100 ruinas manteñas, al igual que

cimientos de piedra que posiblemente sostenían estructuras de madera

o algún otro material.

Se ha perdido la ciudad de Jocay, pero Agua Blanca sobrevive

aún, al igual que este valle se tiene la seguridad que existen otras

ciudades que se consideran perdidas, y están por descubrirse. No

se está hablando en sentido de ciudad de oro, ni de riquezas abundan-

tes, sino más bien en términos mucho más valerosos, en poner valor

al pasado de nuestro país.

"Agua Blanca de nuestros días debe haber sido


una ciudad que tenía su puerto en Salango, se
nos presenta ahora como una ciudad con más de
cien cimientos de casas, terraplenes, estruc-
turas ceremoniales, abundantes restos o frag-
167

mentos de las renombradas sillas IIjtI de la Cul


tura Manabita, etc. Es una ciudad manteí'ia pero
lo interesante es que en los sondeos prelimina
res encontramos huellas de las primeras cultu-
ras del Período Formativo, o sea Valdivia.

En este momento el estudio de la ciudade


la de Agua Blanca nos permite determinar las
cantidades de las ruinas, cimientos de piedras
para sostener estructura de madera, bahareque,
techo de hojas de palma. Todavía no podemos o-
pinar sobre las funciones, pero destacan algu-
nas estructuras que por su magnitud insinúan
funciones ceremoniales, en comparación con o-
tras habitaciones". 137

Esta fase pertenece al período de integración, o sea al hori-

zonte más tardío de nuestra prehistoria, por esta razón, distinguidos

arqueólogos opinan que se deben realizar estudios y destacar su pro-

yección sobre los actuales habitantes de la región que ahora la ocupan

y que son sus descendientes; sería lamentable que, por el impacto

de la cultura occidental a través de tantos canales de propagación,

importantes evidencias caigan en el irresistible proceso de transfor-

mación, sin antes dejarnos conocimientos de nuestros más directos

antepasados.

137. OLAF, Holm, Cultura Manteña-Huancavilca, Págs. 38-40, Primera Edición,


Publicación del Banco Central del Ecuador, Guayaquil-Ecua-
dor, 1982.
CAPITULO VIII

NUEVA FORMA DE PERIODIZACION DE LA PREHISTORIA ECUATORIANA


169

Nueva Forma de Periodizaci6n

Con la clasificación expuesta hasta el momento, están de acuer-

do muchos arqueólogos e historiadores, como se menciona en el Capítulo

N° III, el Doctor Lenín Ortíz, expone un nuevo tipo de clasificación,

se analizará el criterio expuesto por él, para llegar a una conclu-

sión.

En primer lugar, el Doctor Lenín Ortíz considera "que el pasado

ecuatoriano se divide en tres épocas: la Historia Antigua, Protohisto-

ria e Historia propiamente dicha, estas etapas abarcan un lapso que

se extiende aparentemente desde 20.000 años a.n.e. (antes de nuestra


138
era) hasta nuestros días".

El cuadro que expone en su obra "Pasado Antiguo del Ecuador"

el Doctor Lenín Ortíz, nos indica claramente las épocas que comprende

el pasado ecuatoriano y el tiempo correspondiente a cada una de ellas.

Por otra parte, el Doctor Lenín Ortíz indica no estar de acuer-

do con la Periodización de nuestra prehistoria ecuatoriana, realizada

por Estrada, Meggers, Porras, etc., manifestando lo siguiente:

"Estrada (1958) y Meggers (1965), conjuntamente


plantean los siguientes períodos para el Ecua-
dor Precerámico, Formativo, Desarrollo Regio-
nal e Integración. Esta clasificación no consi
dera los modos de producción como determinan-
tes de la vida social de cada período, etapa y
fase prehistórica. Tanto es así, por ejemplo,

138. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 4, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.

PASADO CUATORIA1O
1.901

1.24 Rephlica

HISTORIA

Colonia
1.563

1.534 Espafiola
- PROTOHISTORIA Conquista
Inca
1.500

n.e 4.- 1icpansicSn Agrícola y Comercial o

3.- Agrícola de excedente

HISTORIA ANTiGUA
CPA 2.- Agrícola

oIi
20.000 1.- Recolecci6n, Caza y Pesca
a.n..

Tomado de: ORTIZ Lenin, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 5, Publicaci5n del Consejo Provincial
de Pichincha, Quito, 1981.
171.

que la cerámica sirve para definir el nombre de


un período (Precerámico) cuando ésta es una ac-
tividad secundaria y no la primordial en la pro
ducción. Además, estos investigadores y otros u
tilizaron como metodología de trabajo la tipolo
gía y la morfología de los objetos de alfarería
para definir las características de la "cultura"
y por ende los períodos. Un método que use sola
mente la tipología no es el adecuado ni el cien
tífico para llegar a una interpretación de la
" formación económico-social" aunque indudable-
mente contribuye al estudio prehispánico ( ... ).
La Periodización para la antigua historia del
Ecuador es la siguiente, según mi planteamien-
to". 139

PERIODOS DE LA HISTORIA. ANTES DEL ECUADOR

Cuadro # 5

4. PERIODO DE EXPANSION AGRICOLA Y COMERCIAL

3. PERIODO AGRICOLA DE EXCEDENTE

2. PERIODO AGRICOLA

1. PERIODO DE RECOLECCION, CAZA Y PESCA

De acuerdo a esto, se realizará un resumen tomando en cuenta

los puntos más importantes de cada uno de lós períodos.

139. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 7, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
172

8,.] Período de Recolección, Caza y Pesca: , "Se considera que la

cronología del Período de Recolección, Caza y Pesca se extiende


- 140
de 20.000 a 4.000 anos a.n.e.".

A continuación se expondrá un cuadro sobre la cronología

del Período de Recolección, Caza y Pesca en las diferentes

regiones de nuestro país, la misma que estudiada y analizada

por el mismo autor, Doctor Lenín Ortíz, nos manifiesta lo

siguiente:

"Según Emilio Bonifáz, quien ha determinado pa-


ra los habitantes del Ilaló una antigüedad de
47.000 años, basándose en la hidratación de la
obsidiana ( ... ). Nosotros afirmamos que posi-
blementela antigüedad de ocupación en el Va-
lle del Ilaló por los hombres cazadores, debió
corresponder entre 20.000 a 15.000 años a.n.e.
basándonos en un estudio estratigráfico". 141

Los aspectos más importantes de este período son:

8.lL Organización Económica y Actividades de la Producción:

"Fue primitiva. Las únicas actividades de producción fueron

la recolección de frutos silvestres, de crustáceos, la

caza y la pesca ( ... ). En esta época las guerras no exis-

tían (...). Los materiales usados para la fabricación

de instrumentos fueron: piedra, madera y hueso".

Si fue comunal su organización económica, se supone

140. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 13, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
141. Idem, Pág. 13.
142. Idem, Pág. 14.

1!

CRONOLOGIA DEL PERIODO DE RECOL1CCION, CAZA Y PESCA


REGIONES GEOGRAFICAS

AEOS CORDILLERA SIERRA SUR SIERRA NORTE AíOS


COSTERA ANDINA ANDINA

3.000 SITIOS ARQUEOLOGICOS 4.000

5.000 5.000

6.000 8.000

9.000 Laa vegas El Inga 10.000


.4
1...)

10.000 Laderas del 12.000


iii6
vi 1

12.000 Chopshi 20.000

17.000 47.000

Tomado de : ORTIZ Lenin, Pasado Antiguo del Ecuador, Pg. 13, publicación del Consejo Provincial
de Pichincha, Quito, 1.981.
174

que todos trabajaban, tanto en la recolección, caza y

pesca y de la misma manera su reparto era entre todo el

grupo; es obvio que las guerras no existieron en esa época,

puesto que su mayor preocupación, se supone, era la forma

como alimentarse, como sobrevivir; los instrumentos de

piedra son los que han prevalecido, fueron encontrados

por estudiosos, los demás instrumentos fabricados en madera

y hueso, posiblemente fueron afectados por el medio ambien-

te, y son poquísimos los que se han podido rescatar.

8.1 organización Social:

"Fue comunal primitiva. En los primeros tiempos


se constituyó un grupo u horda que, se desplaza
ba en busca de lugares aptos para la recolec-
ción, caza y pesca. La relación de parentesco
fue de consanguinidad, lo que supone la promis
cuidad sexual. Al faltar el alimento, posible-
mente recurrieron a la antropofagia.

El dirigente de este grupo fue el indivi


duo más apto para la caza, porque de la habili
dad de éste dependía la subsistencia del grupo
en la recolección de alimentos". 143

La forma como nos indica el autor, nos hace pensar

que su organización social fue de lo más elemental, es

decir, el grupo estaba gobernado o dirigido por un sólo

hombre, él era el responsable para que su grupo viva,

muera o desaparezca, por esto se elegía al hombre más

capaz, más hábil, o de mayor experiencia.

143. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 15, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
175

8..1'TJ Culto: "Debió estar dedicado con carácter mágico al animal

que más frecuentemente cazaban, con la creencia de facili-

tar su caza para así asegurar la alimentación del grupo.

Esto constituye una manifestación mágico-religiosa del

hombre nómada, desarrollada ante la imposibilidad de expli-

carse el porqué de la reproducción de los animales y las

plantas que les servían de alimento". 144

En relación al culto de este período, concuerdan

muchos arqueólogos e historiadores, que adoraban a anima-

les, y prueba de esto es que se han encontrado los petro-

glifos en algunas cavernas que ellos habitaron, por ejemplo

en el Carchi, Imbabura, Zaruma, Pastaza, etc., sitios

estudiados por el Padre Porras.

8•1Ç) Sitios Arqueológicos: Entre los sitios arqueológicos más

conocidos en este período, el Doctor Lenín Ortíz nos mani-

fiesta los siguientes:

- El Inga.

- Chopshi.

- Las Vegas.

- San Agustín.

8.2 Período Agrícola

Este período es el segundo de la Prehistoria Ecuatoriana Anti-

144. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 15, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
CR ONOLOGIA DEL PERIODO AGRICOLA

r?EaTo19 aia A1'TCAS

A1OS COSTA DEL CORDILLERA CUENCA DEL SIERRA SUR SIERRA NORTE
SU BPERIO
A.N.E.
D o s PACIFICO COSTERA RIO GUAYAS ANDINA. ANDINA

SUFICIENCIA Chorrera Chorrera Chorrera Alausí Chorrera


1.000 0

Narrro

1.200 MANUTENCION Nachalilla Machalilla

1.500
Cotocollao

INCIPIENTE Valdivia Valdivia Valdivia

:44

4.000

Tomado de: ORTIZ Lenin, PASADO ANTIGUO DEL ECUADOR, Pg. 18 9 Publicacidn. del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quio, 1.981.
177

gua, "comprende entre los 4.000 a 5.000 años antes de n. e. Por el

desarrollo de la tecnología agrícola y de la producción, este período

se subdivide en los siguientes subperíodos: Agrícola Incipiente,

Agrícola de Manutención y Agrícola de Suficiencia". (Ver cuadro

N° 7).

8.2;-1 Agrícola Incipiente: "Todos los miembros de la tribu produjeron

y repartieron los alimentos en colectividad. La economía fue

de cooperación simple. En la Cultura valdivia se cultiva el maíz.

Este cultivo es el más temprano en América. También (...) se

cultivó el algodón y se produjeron los textiles en telar". 146

Como en este subperíodo la agricultura no era suficiente

como para tener ingreso de productos suficientes para la alimenta-

ción, los integrantes de la tribu, se distribuían el trabajo,

en la recolección de frutos, crustáceos, la caza y la pesca.

8.2.2 Agrícola de Manutención: "La agricultura constituyó la fuente

básica de la producción de alimentos; debieron mejorar las cose-

chas con el perfeccionamiento de- las técnicas de trabajo. Se

han encontrado con abundancia en la Cultura Machalilla, piedras

de moler granos y semillas". 147

En este subperíodo, el Doctor Lenín Ortíz, hace referencia

de una aldea asentada a orillas de una laguna, en la llanura

145. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 17, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
146. Idem, Pág. 17.
147. Idem, Pág. 19.
178

hoy desaparecida de Pilcaquí, junto al barrio de Cotocollao en

Quito, que en primera instancia fue estudiada por el Padre Porras,

y luego estudiada y determinada por el Banco Central del Ecuador,

como una aldea agrícola de las más tempranas de la Sierra. Igual-

mente en estos estudios se logró conocer las áreas de sus vivien-

das, áreas destinadas a servicios colectivos, plazas, cementerios,

concluyendo en una forma general que la economía de esta población

estaba basada y generada principalmente por la producción agrícola

del -maíz. También se conoce que se dedicaron aunque en menor

escala a la pesca y a la cacería, para mantener un equilibrio

alimenticio.

8.23 Agrícola de Suficiencia: "Aumentó la producción, como lo sugiere

la expansión de la Cultura Chorrera por la Costa y especialmente

por las llanuras aluviales de la cuenca del río Guayas y de los


148
valles de Portoviejo".

El Doctor Ortíz basa este subperíodo en el sentido de

que no hubiese sido posible la expansión de una cultura, de no

existir un equilibrio en la producción de alimentos, y una tecni-

ficación agrícola, es decir, la base fundamental de todo fue

la agricultura, por lo tanto la mayor parte de los habitantes,

en este subperíodo se dedicaron a la agricultura.

8..2 Organización Social: "Fue comunal primitiva. En el agrícola medio

se formó la tribu que continuó en vigencia durante el período

148. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 20, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
179

de suficiencia. La forma de gobierno fue el matriarcado en los

subperíodos Agrícola Incipiente y de Manutención. Durante el

Agrícola de Suficiencia fue la transición del matriarcado al


149
patriarcado".

Una evidencia de esta organización social, son los basure-

ros encontrados, pertenecientes a la Cultura Chorrera, en la

que hacen conocer que el hombre se volvió sedentario, construyó

viviendas y se dedicó a cultivar la tierra.

8.25 Culto: Se han encontrado algunos figurines, que representan a

mujeres embarazadas, ello prueba que en este período agrícola

se rendía culto a la reproducción, a la agricultura o a la depen-

dencia de esta actividad, relacionando la fertilidad de la tierra

con la de la mujer.

"A pesar de que los estudios al respecto no han


sido realizados por completo, se puede conside
rar de que el subperíodo Agrícola de Manuten-
ción es de transición al Agrícola de Suficien-
cia, subperíodo durante el cual se establecie-
ron las bases para dar paso a la adoración del
Dios protector de la tribu o región (tótem)". 150

8.26 Arquitectura: Algunos estudiosos como Lathrap y Marcos, han encon-

trado vestigios de la forma de vivienda que utilizaban en este

período, especialmente de la Cultura Valdivia, en la que manifies-

tan la existencia de divisiones interiores, e inclusive "vestigios

149,. ORTIZ, Lenin, Pasado Antiguo del Ecuador, Págs. 20-21, Publicación del
Consejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
150. Idem, Pág. 21.
180

de las plantas de las viviendas con los agujeros donde introducían

pilares de madera, para soportar el techo ( ... ). Evans, Huerta

y zevallos encontraron bahareque (o bareque), en sitios de Valdi-

via".' 51 Esta técnica de bahareque, consistía en mezclar el carri-

zo con el barro, cosa que hasta la actualidad se practica.

8.3 Período Agrícola de Excedente

"Es el período más importante de la Historia An


tigua Ecuatoriana, puesto que durante su trans
curso se establecieron las bases estructurales
que, en el período siguiente, formarán Confede
raciones que tienen el significado de verdade-
ras naciones, con sociedades estratificadas y
características de surgimiento del Estado. Es-
te período ocupa 1.000 años, desde el 500 an-
tes de n.e. hasta el 500 después de n.e.". 152

Organización Económica y Actividades de la Producción: Haciendo

honor al nombre del período, se puede decir que la actividad

primordial fue la agricultura, que se perfeccionó un poco más,

prueba de esto es la diversificación de los cultivos, es decir

seleccionaron las semillas para la Costa y para la Sierra. En

cuanto a su organización económica y actividades de la producción,


153
" se mantuvo el tipo comunal primitivo". Gracias a esto es

que la producción aumentó notablemente. "Se estableció un sobran-

te en la producción, después de efectuado el consumo. Tal sobrante

constituyó el motor de progreso del período y, porque no decirlo,


154
el de la Historia Antigua".

151. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 23, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
152. Idem, Pág. 27.
153. Idem, Pág. 27.
154. Idem, Pág. 27.
CRONOLOGIA DEL PERIODO AGRICOLA DE EXCEDENTE

CD
sw

ffl

Tomado de: ORTIZ Lenín, PASADO ANTIGUO DEL ECUADOR, Pag. 28, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1.981.
182

Por tal razón se ampliaron los campos en este período,

tanto en el aspecto económico como en el social, pues se conoce

que practicaron el trueque con las regiones de la Costa, Sierra

y Oriente, a base de la navegación, para todos es conocido que

fueron navegantes, prueba de esto es que durante la Cultura Bahía

se practicó una excelente nevegación.

8.32 Organización Social:

"Las aldeas se fueron transformando en centros


urbanos, a medida que aumentó la producción a-
grícola. Posiblemente tal concentración urbana
tuvo también como causa el desarrollo de las
fuerzas productivas en la artesanía, en el
trueque, en la navegación ( ... ). En este peno
do no se desarrollaron las clases sociales, pe
ro si las castas. Posiblemente existieron las
que eran de sacerdotes, gobernantes y milita-
res que dominaban a la gran mayoría del pue-
blo". 155

En esta sociedad posiblemente prevalecieron los sacerdotes

y militares, se han encontrado varias figuras con estas represen-

taciones, y es lógico suponer la presencia de estos tipos milita-

res, pues el aumento de población, producción, navegación, true-

que, así debió exigirlo. Las evidencias encontradas en el diferen-

te tipo de tumbas, el ajuar funerario que llevaban, demuestra

que si existió una discriminación en los diferentes tipos de

entierros.

8.3..
3 Gobierno: El aumento de población y de producción, seguramente

155. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 29, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
183

provocó la necesidad de que alguna persona o casta social se

haga cargo de dirigir o controlar todo esto y es así que "la

forma de gobierno se puede definir como la iniciación del patriar-

cado (...). La función del gobierno la desempeñaban las castas

de sacerdotes y militares, a los cuales se les adjudicaba ciertos


156
privilegios".

8.3 Culto: "Se conformó el Tótem, o sea el Ente protector de la re-

gión. Surgieron los sacerdotes, hechiceros o brujos, quienes

fortalecieron la religiosidad en el pueblo, dando como resultado

el aporte colectivo para la construcción de templos, como lo

indican las representaciones en cerámica. El uso de la coca

ya estaba generalizado como un elemento religioso de celebraci6n".157

De las evidencias encontradas se deduce que, los sacerdotes

o brujos, tomaron como base uno de los dioses que ellos creían,

en este caso al Tótem, como protector de la región, para poder

difundir su religión, es decir la creencia en algo sobrenatural;

además a esto se suma el uso de la coca que como se sabe es una

droga, lo que posiblemente ayudó o facilitó la aceptación y difu-

sión de esta creencia religiosa. Se conoce también que tenían

al jaguar como dios de la fertilidad.

8.3;5_) En este período se trabajó en oro, plata, cobre y

especialmente en asuntos suntuarios o religiosos, que posiblemente

eran destinados para las castas sociales que prevalecían, así

156. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 30, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
157.. Idem, Pág. 30.
184

lo han entendido los estudiosos que han encontrado varias figuri-

nas con distintas representaciones. Se han encontrado narigueras,

orejeras, brazaletes, etc.

8.3Z6 Alfarería: El auge que vivió este período en relación a la produc-

ción agrícola y el excedente del mismo, permitió también una

producción alfarera, con excelentes técnicas. "Existió una verda-

dera industria de figurines de todos los tamaños. Llegaron a

la producción masiva y emplearon moldes y sellos para las produc-


158
ciones seriadas".

En los objetos fabricados en barro, se puede observar

varios tipos de representaciones, tales como: sacerdotes, guerre-

ros, gobernantes, maternidad, casas, templos, etc., los mismos

que han permitido a los arqueólogos descifrar el enigma del pasado

de nuestro país.

8.4 Período de Expansión Agrícola y Comercial

"Este período ocupa 1.000 años, desde 500 hasta 1.500 de nues-
159
tra era".

Durante este período se puede decir, que los pueblos alcanzaron

su mayor desarrollo económico y social, pues la agricultura estuvo

en auge, y gracias a ello se pudo intensificar el comercio, y conse-

cuentemente sus relaciones sociales, por lo que se puede decir que

158. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 31, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
159. Idem, Pág. 41.

(PONOTflCTA DEL PERIODO DE EXPANSI011 AGRICOLA Y COMERCIAL


REGIONES GEOGRAFICAS CI)
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500

Tomado de: ORTIZ Lenin, PASADO ANTIGUO DEL ECUADOR, Pag. 42, Publicación del Consejo
Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
186

fue el mejor período de nuestro pasado antiguo.

organización Económica y Actividades de Producción: "La organiza-

ción económica y social en este período esta comprendida en la

transición de las sociedades colectivas primitivas a la sociedad

esclavista". 160

Las características son peculiares, posiblemente como

resultado de la evolución de sus habitantes que ocuparon la tie-

rra, por más de 20.000 años. En el campo económico se acentuaron

las relaciones de comercio entre las regiones del país, mejorando

notablemente su economía, y dando oportunidad en el campo cultu-

ral, para su progreso y superación porque aprendían otras cos-

tumbres.

8.4) Período Andino de Producción: "Los elementos científicos para

la construcción de la relación económico-social alcanzada durante

este período, están basadas en datos etnohistóricos, etnográficos


161
y arqueológicos".

En atención a esto se puede decir que existió una especia-

lización en el tipo de producción, ya sea por pueblos o por regio-

nes, lo que permitió una independencia de producción y consumo

entre ellos; esto lo podemos resumir indicando que cada uno de

los pueblos de acuerdo a su clima cultivaban algún producto,

por ejemplo: en Pimampiro se cultivaba la coca, la misma que

160. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 41, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
161. Idem, Pág. 41.
187

abastecía al centro del país; en Ibarra se producía la sal de

tierra, que igualmente abastecía al norte del país; en Bolívar

fueron pastores de llamas; de esta forma en las diferentes regio-

nes del país se producía y se abastecía a los que no tenían,

dando lugar a una expansión agrícola y comercial.

8.43 Tecnología de la Producción Agrícola: En este período se practica-

ron muchas técnicas, que hasta hoy se utilizan, por ejemplo:

el calendario agrícola, es decir el conocimiento del medio, de

la metereología, para saber que tipo de cultivos van a realizarse,

y cuando; las terrazas fueron de gran utilidad en la Costa y

específicamente en Manabí.

Una de las técnicas que ha llamado la atención en este

período, es la de rotación de cultivos, es decir, sembraban unos

surcos de papas por ejemplo; otros de maíz, otros de quinua,

y los hacían rotar, de tal manera que no sembraban lo mismo en

un mismo surco, quedando de esta forma la tierra apta para otro

cultivo, sólo así se justifica que la tierra haya sido cultivada

por cientos de años y todavía siga produciendo.

"Se conoció y se dominó la técnica de riego: en ella se

destaca el uso de represas que se construían generalmente en

partes altas para luego distribuir en algunas parcelas. Las repre-

sas arqueológicas se encuentran en San Mateo y Machalilla, provin-

cia de Manabí".' 62 También se conoce que practicaron la técnica

162. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 50, Publicación del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
188

de selección de semillas para obtener los mejores resultados.

8.4.4 Comercio:

"Esta actividad surgió en el período anterior co


mo trueque. En este período tiene todas las ca-
racterísticas de comercio. Apareció en algunos
pueblos, como en la Confederación de Mercaderes
Manteflos y Milagro-Quevedo. Utilizaron como mo-
neda una plaquita en forma de T: una especie de
balanza romana, a la que hacen alusión los Cro-
nistas de Indias. Se perfeccionó la navegación,
y llegaron a utilizar la vela triangular en las
embarcaciones tipo balsa. Las condiciones naúti
cas de esas embarcaciones eran excelentes". 163

La actividad del comercio en este período fue de vital

importancia para la economía, puesto que se desarrolló por tierra

y por mar. Se conoce que el comercio favoreció en forma directa

a las clases dominantes, es decir a los sacerdotes y a los milita-

res, pues se les rendía una especie de tributo. No se descarta

que el trueque se -dejó de practicarlo, pero posiblemente esto

era para determinados productos, y en una escala muy inferior.

8.44 Culto: "Constituyó una institución y fue parte del gobierno y

del estado. Los ritos y las fiestas fueron periódicas, de tipo

colectivo, y los sacerdotes constituyeron el grupo de dominio.

Construyeron centros ceremoniales y viviendas para los sacerdotes.


164
El culto parece que se efectuaba al aire libre".

Por lo antes expuesto se puede deducir que la religión

163. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Pág. 52, Publicación.del Con-
sejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
164. Idem, Pág. 54.
MM

ocupó un lugar muy importante en la vida de los pueblos, y a

más de esto la distinción de las clases sociales debió ser marca-

da, y debido a su dominio y a la religión probablemente hicieron

posible la construcción de centros ceremoniales como los encontra-

dos en Caranqui, Manta, la Isla de La Plata, etc.

8.46 Artes y Artesanías: En este período se destacaron varios tipos

de artes, por ejemplo, se conoce que trabajaron en oro, plata,

cobre; existen evidencias que hoy se encuentran en el Museo de

Oro de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas, donde se puede

observar narigueras, brazaletes, máscaras, anillos, etc.

Por otra parte se conoce que en la alfarería, se especiali-

zaron en objetos de carácter doméstico, religioso y en pequeña

escala fabricaron instrumentos musicales, además se han encontra-

do, y hoy reposan en el Museo antes mencionado, una gran cantidad

de moldes y sellos.
CAPITULO IX

COMPARACION ENTRE LAS DOS FORMAS DE PERIODIZACION DE LA

PREHISTORIA ECUATORIANA
191

Luego de haber expuesto los dos tipos de periodización de la p rehis-

toria Ecuatoriana, vale realizar un análisis de cada una de ellas para

llegar a una conclusión.

El Padre Porras juntamente con Emilio Estrada, los esposos Evans-

Meggers, Huerta Rendón, Zevallos Menéndez, Olaf Holm, etc., llegaron a

realizar el cuadro de la periodización de la Prehistoria Ecuatoriana,

basados en varios tipos de evidencia como son: la datación relativa, data-

ción tipológica, datación absoluta derivada del carbón 14, de medidas

de hidratación de la obsidiana y de otras técnicas ma. De acuerdo a esto

se ha dividido a la Prehistoria en cuatro períodos: Precerámico, Formativo,

Desarrollo Regional y de Integración, calculando unos 10.000 años a.C.

para las primeras fases del período Precerámico, y unos 1.500 años d.c.

para las fases del último período, es decir el de Integración.

Este tipo de periodización, tiene la gran ventaja en primer lugar

de haberse realizado durante una Convención Arqueológica con la interven-

ción de renombrados arqueólogos e historiadores, mencionados en el Capítulo

N° II, y las resoluciones de esta Convención fueron avaladas por el Primer

Congreso Extraordinario de Historia y Geografía en 1969, el mismo que

dispuso se comience a estudiar en primer curso, la prehistoria con las

grandes divisiones propuestas por la Convención; y este tipo de periodiza-

ción se ha venido estudiando desde 1969, razón por la que los alumnos

y maestros están familiarizados con el mismo; pero la ventaja más importan-

te es que dispone del material necesario que constituye la evidencia de

nuestro pasado, como es la cerámica, la misma que se encuentra difundida

en casi todos los textos de historia, facilitando la enseñanza y haciéndole

a la vez más objetiva; además este tipo de evidencia viene a convertirse


192

en prueba real de nuestra Prehistoria Ecuatoriana.

El Doctor Lenín Ortíz no está de acuerdo con el tipo de periodiza-

ción realizada por los arqueólogos e historiadores mencionados en el Capí-

tulo N° II, manifestando que el pasado ecuatoriano se divide en tres épo-

cas: la Historia Antigua, Protohistoria e Historia; dentro de la Historia

Antigua existen cuatro períodos: Recolección, Caza y Pesca; Agrícola;

Agrícola Excedente y Expansión Agrícola y Comercial; esta subdivisión

la realiza, como ól mismo lo manifiesta "basado en estudios científicos,

investigaciones antropológicas, aportes de aficionados, investigaciones


165
bibliográficas, y principalmente, del trabajo de campo".

Igualmente basándose en esto, calcula para -el primer período unos

20.000 años antes de nuestra era, y para el último, o sea el de Expansión

Agrícola y Comercial, unos 1.500 años de nuestra era.

Este tipo de periodización es nueva en relación a la anterior y

tiene ciertas desventajas, como por ejemplo que es conocida por muy pocas

personas; no existe un conjunto de arqueólogos e historiadores que la

respalden y le den la fuerza necesaria, para que sea difundida a nivel

nacional; y la desventaja mayor es que, pese a que esta periodización

está basada en estudios científicos, no tiene la cantidad de evidencia

necesaria al alcance de los maestros y alumnos, como la tiene la del Padre

Porras con la cerámica, pues la evidencia encontrada por el Doctor Ortíz,

está al alcance de muy pocos, y no ha tenido la difusión necesaria en

los textos de Historia o en algunos otros para su conocimiento, a pesar

165. ORTIZ, Lenín, Pasado Antiguo del Ecuador, Págs. 1-2, Publicación del
Consejo Provincial de Pichincha, Quito, 1981.
193

que su forma de realizar la periodización de la Prehistoria Ecuatoriana

es bastante acertada, elemental y lógica, es obvio pensar que el hombre

antiguo primero debió pensar en la forma como sobrevivir antes que hacer

obras de arte como los objetos de cerámica, y los períodos deberían llamar-

se como el Doctor Ortíz menciona, pero desgraciadamente la tierra en sí

mismo ha dejado poca evidencia.

Por otra parte, analizando el punto referente al cálculo de los

años para los dos períodos, en ambos casos existe una contradicción, no

están de acuerdo los dos autores, en todo caso, se piensa que no está

dicha la última palabra, los dos tipos de periodización se basan en eviden-

cias y pruebas científicas, por lo tanto sería conveniente esperar para

ver que nos dicen estudios posteriores. Además los nombres de cada uno

de los períodos son diferentes, por lo que se analizarán en forma separada,

para saber si existe contradicción o coincidencia, o únicamente difieren

en el nombre.

a. El Padre Porras y sus colaboradores, llaman al primer período Precerá-

mico, basándose justamente en los objetos de cerámica encontrados.

El Doctor Lenín Ortíz lo llama de Recolección, Caza y Pesca, también

basado en las evidencias encontradas en el trabajo de campo realizado

por él, demostrando que el hombre en ese período se preocupó en primer

lugar de su alimentación, antes que de la cerámica.

De todo esto se puede decir que únicamente el nombre les dife-

rencia, porque el contenido es el mismo, ambos participan que eran

nómadas, que no existían guerras, que se dedicaron a la recolección

de frutos, a la caza, a la pesca, para poder sobrevivir, etc. Este


194

mismo contenido manifiestan los arqueólogos antes mencionados.

b. El Padre Porras lo llama al segundo período Formativo, basado igualmen-

te en los patrones de decoración de la cerámica, y porque aquí comien-

zan a desarrollarse nuevas técnicas y procedimientos que cambian su

forma de vida, es para el Padre Porras y sus colaboradores, una etapa

de formación propiamente dicha; igualmente nos manifiesta que se desa-

rrolló la agricultura desde su forma incipiente hasta la suficiencia.

Lo mismo nos indica el Doctor Lenín Ortíz, en el período que le llama

Agrícola, haciendo más incapié en la agricultura, a la que toma como

base para el desarrollo económico y social.

c. En el tercer período que llama el Padre Porras de Desarrollo Regional,

y el Doctor Ortíz Agrícola de Excedente, coinciden ambos en el cálculo

de los años, 500 años a.C. a 500 años d.c., igualmente este período

es uno de los más importantes porque ambos nos hablan de una sociedad

más organizada y estratificada, de un aumento de población, de un

mejor tipo de comercio y de una navegación excelente; por otra parte

indican el aumento en la producción de cerámica, la que se producía

a base de moldes y de sus trabajos fabulosos realizados en oro, plata,

cobre, etc.; en síntesis el contenido de este período es similar en

ambos casos.

d. En el período de Integración, llamado así por el Padre Porras, y de

Expansión Agrícola y comercial para el Doctor Lenín Ortíz, sucede

lo mismo, coinciden con el cálculo de los años para este período,

500 años d.c. hasta 1.500 años d.c.; ambos hablan de la tecnificación

y de los avances que alcanzó la agricultura, de la organización social


195

y de sus clases predominantes, de su buen tipo de navegación, comercio,

costumbres, trabajos en oro, plata, cobre, de su producción en masa

de la cerámica, ocurrido por el aumento de la población, y también

coinciden en indicar que si existieron guerras en este período. En

fin, el contenido es el mismo en ambos casos.

Luego de realizar este breve análisis, se puede decir que todos

los autores que participan en estos dos tipos de periodización tienen

sus evidencias, pruebas, etc., que acreditan el valor científico que tiene

cada uno de ellos. Por ejemplo, el Padre Porras y sus colaboradores que

participan de la periodización tradicional, se basan en pruebas científi-

cas, avanzadas y prácticamente son las más actualizadas, como se menciona

en los Capítulos anteriores; igualmente el Doctor Lenín Ortíz se basa

en algo que viene a constituír una prueba evidente y palpable, como es

la investigación de campo; en todo caso la validez científica alcanzada

por los historiadores y arqueólogos a base de sus trabajos, ha sido recono-

cida por casi todos los ecuatorianos, y aún más reconocida por eruditos

nacionales y extranjeros entendidos en la materia, porque todo este trabajo

ha contribuído para el conocimiento de nuestro pasado ecuatoriano. No

se podría decir cual de los dos tipos de periodización es el mejor, pero

en todo caso, debemos dejar a la ciencia y esperar que nuevas técnicas,

descubran y quiten el velo de la duda que queda para todos los ecuato-

rianos.

En el aspecto didáctico la periodización tradicional ha sido de

mucha utilidad, y ha ejercido un papel preponderante dentro del sistema

enseñanza-aprendizaje, puesto que esta periodización y específicamente

la del Padre Porras y sus colaboradores, en primer lugar fue realizada


196

durante una Convención Arqueológica con la presencia de reconocidos y

respetados arqueólogos e historiadores, como los que constan en páginas

anteriores; en segundo lugar fue aprobada para que se enseñe a nivel secun-

dario, desde el primer curso.

Didácticamente ha dado buenos resultados este sistema de enseñanza

a base de la periodización de la Prehistoria de nuestro país, pues se

ha facilitado al alumno, tanto la comprensión como su aprendizaje, de

esta forma se ha dado una idea global de lo que fue nuestro pasado ecuato-

riano, y como se encontraba habitado, sus costumbres, artes, etc.

En cuanto a la periodización realizada por el Doctor Lenín Ortíz,

como se indicó anteriormente, tiene su validez científica, toda vez que

él dispone de las evidencias obtenidas a base de investigaciones y en

especial de la investigación de campo, en la que ha puesto mucho interés

y prácticamente ha basado la periodización de la Prehistoria Ecuatoriana.

A esto se suman las continuas investigaciones que él ha realizado y le

han permito llegar a una conclusión, para de esta forma poner de manifiesto

al pueblo ecuatoriano lo que fue la prehistoria de nuestro país.

En el aspecto didáctico se puede decir que, más que ventajas tiene

desventajas, porque en primer lugar este tipo de periodización es conocido

por muy pocas personas, y en segundo lugar no ha tenido la difusión necesa-

ria para su conocimiento; pero la mayor desventaja, es que no ha sido

autorizada, para que sea enseñada en los establecimientos educativos,

por tal motivo no se podría hablar de una ventaja en el aspecto didáctico.

En todo caso, como se había indicado anteriormente los dos tipos de peno-

dización son los mismos, su contenido es igual, variando únicamente en


197

el nombre de los períodos, por lo tanto no afectaría mucho en el sistema

de enseñanza-aprendizaje de nuestros estudiantes.

Esperemos que en tiempo no muy lejano, con los estudios y descubri-

mientos que se siguen realizando, se pueda reunir a todos los arqueólogos

e historiadores nacionales y extranjeros inmersos en este estudio, y puedan

realizar una nueva Convención y se determine o se pongan de acuerdo para

que exista una sola y definitiva forma de periodización de la Prehistoria

del Ecuador.
CONCLUSI ONES

Durante el desarrollo del presente trabajo, se ha hecho conocer

a los más renombrados y reconocidos arqueólogos e historiadores, quienes

se han dedicado al estudio de nuestra Prehistoria, de la misma forma se

mencionan sus datos biográficos y sus obras más importantes, destacando

así su aporte científico y cultural al conocimiento del pasado de nuestro

país. Si bien es cierto, unos han aportado en más escala que otros, pero

en todo caso cada uno de ellos han realizado sus estudios e investigaciones

científicas, demostrando su interés, dedicación y deseo porque se esclarez-

ca nuestro pasado, por tal motivo se considera que su aporte ha sido básico

para el conocimiento de las diferentes culturas que han habitado en nuestro

territorio. En la actualidad hay que reconocer el trabajo arqueológico

realizado por el Padre Porras, quien ha ayudado en una forma significativa

para que todos los ecuatorianos tengamos un conocimiento más cabal de

la existencia de nuestros antepasados. Gracias a él, y a todos los arqueó-

logos e historiadores nacionales y extranjeros, que se mencionan en este

trabajo, ha sido posible que el Ecuador cuente con su propia Prehistoria,

con pruebas, evidencias y estudios científicos basados en la tecnología

más avanzada que hoy dispone el mundo.

Los estudios científicos emitidos por los diferentes arqueólogos

inmersos en el estudio de este tema, están basados o respaldados en los

resultados obtenidos durante sus investigaciones, tal es así que se han

utilizado diferentes métodos para establecer una datación de la Prehistoria

Ecuatoriana, como se menciona en el Capítulo N° III, lo que brinda validez

científica y credibilidad moral suficiente para poder difundir su enseñanza

en los centros educativos.


11

En lo referente a los dos tipos de periodización que se menciona

en el Capítulo N° II, el uno emitido por el Padre Porras y sus colaborado-

res y el otro por el Doctor Lenín Ortíz, se ha llegado a las siguientes

conclusiones:

- En contenido, ambos tipos de periodización son similares.

- El Padre Porras pone más énfasis en la cerámica, razón por la que ha

dividido la Prehistoria Ecuatoriana dando los nombres respectivos a

cada uno de los períodos, basado en la evidencia de la cerámica.

- El Doctor Lenín Ortíz da mayor importancia a la agricultura y a la

forma de sobrevivir, de ahí se derivan los nombres de cada uno de los

períodos, de acuerdo a la periodización que él nos presenta.

- Lo único que les diferencia a los dos tipos de periodización son los

nombres de los períodos.

- Tiene más acogida la periodización del Padre Porras, porque dispone

de mayor cantidad de pruebas y evidencias palpables, que se encuentran

difundidas en los libros de Historia y Arqueología de nuestro país,

y ha facilitado una enseñanza más objetiva de la Prehistoria Ecuatoria-

na; además se ha estado enseñando por varios años en los centros educa-

tivos y está respaldada por, el criterio y la sabiduría de eminentes

estudiosos de la materia. No sucede lo mismo con la periodización del

Doctor Lenín Ortíz, que es muy poco conocida por su falta de difusión

y no cuenta con el respaldo mayoritario de los estudiosos de este tema.


111

- En el aspecto didáctico ha prestado mayores facilidades la periodización

emitida por el Padre Porras y sus colaboradores, porque ha hecho más

objetivo el sistema de enseñanza-aprendizaje o interaprendizaje, y

ante todo porque, ha permitido una mejor comprensión y entendimiento

a nuestra juventud.

Por otra parte, se ha realizado un enfoque panorámico de la Prehis-

toria de nuestro país, demostrando arqueológicamente a través de fotogra-

fías y datos la existencia de ciertas culturas consideradas más importantes

en cada uno de los períodos, indicando su forma de vida, costumbres, artes,

etc, y que ha dado como resultado la obtención de una cultura global de

nuestro pasado.

Finalmente, vale indicar que al finalizar el desarrollo de esta

tesis, se podría hablar que se han alcanzado los objetivos propuestos

en un 90 por ciento, obtenerlos en su totalidad no ha sido posible, por

la dificultad de conseguir el material necesario para realizar las consul-

tas del caso.


RECOMENDACIONES

Luego de haber concluído este trabajo de investigación bibliográfi-

ca, se hacen las siguientes recomendaciones:

- Que las instituciones como el Banco Central, la Casa de la Cultura,

el Ministerio de Educación, etc., den las facilidades del caso, para

que las obras sobre la Prehistoria Ecuatoriana, que pertenecen a dife-

rentes arqueólogos e historiadores, tengan mayor difusión y sean de

fácil adquisición para todos los ciudadanos que deseen conocer nuestra

antigua cultura.

- En nuestro país han existido y existen muchos arqueólogos e historiado-

res tanto nacionales como extranjeros, qu e han dedicado la mayor parte

de su tiempo y existencia al estudio del pasado, sin embargo no se

conoce mucho sobre su vida misma, su biografía, obras, etc., es necesa-

rio que se difunda a nivel nacional sus descubrimientos y los trabajos

que están realizando estos estudiosos en beneficio de nuestra patria,

y se les de el lugar que ellos se merecen.

- Que las instituciones educativas, las universidades, los científicos,

los arqueólogos y todos los que están inmersos en el estudio de la

Prehistoria Ecuatoriana, hagan las gestiones necesarias y realicen

una nueva Convención Arqueológica, donde analicen las características

expuestas en los dos tipos de periodización, y de los que pudiera

existir, para que definitivamente se unifiquen todos los criterios

y exista un sólo tipo de periodización o de división de nuestra Prehis-

toria, con ello ganaría bastante nuestra juventud y el pueblo ecuatoria-


11

no, pues tendría un sólo criterio sobre lo que fue nuestro pasado.

- Sería muy importante y de interés general, que se realice una investiga-

ción específica sobre los métodos, técnicas, evidencias, investigaciones

y criterios, que permitieran al Doctor Lenín Ortíz establecer una nueva

forma de periodización de la Prehistoria Ecuatoriana.


GLOSARIO

ACORDELADO Decoración en forma de cordeles o de tiras.

AJORCAS Brazalete que generalmente se usa en los tobillos.

ALEONADO De color rubio obscuro, semejante al color del pelo

del león.

ALFARERIA Arte de fabricar vasijas de barro.

ANTROPOMORFA Con apariencia de forma humana.

ANTROPOFAGIA Costumbres de algunas tribus salvajes de comer carne

humana. Parece probado que la antropofagia ha existi-

do todo el tiempo entre los pueblos salvajes o bárba-

ros. Algunas veces ha sido motivada por el hambre,

pero más concientemente por la creencia de que co-

miendo alguna parte del cuerpo humano del individuo,

por lo general de un enemigo muerto, se adquieren

sus cualidades.

APODA Falto de pies. Dícese de anfibios de cuerpo vernifor-

me, sin extremidades y sin cola, o con cola rudimen-

taria.

ASA Parte que sobresale de una vasija y sirve para soste-

nerlo.

ASA ESTRIBO Parte que sale de la vasija; agarradera en forma

de arco.

ASA DE PUENTE Agarradera que une dos o más picos de una vasija.

BANDA Grupo de gente armada.

BASALTO Producto arrojado por los volcanes, de color obscuro,

muy duro.

BOTONES Protuberancias de arcilla que generalmente se aplican


11

por presión a la superficie del vaso, tiene forma

más o menos cónica.

BRAQUICEFALO Cráneo casi redondo.

BRUÑIDO Aspecto lustroso sobre fondo mate; generalmente

se trata de líneas que siguen un patrón intencional.

BURIL Lasca en cuyo extremo se provoca un filo o filos

en ángulos diedros, mediante varios golpes.

CARENADA Que se añade algo para mejorar o modificar su estruc-

tura.

CANGAGUA Tierra que se usa para hacer adobes.

COCCION Acción y efecto de cocer o cocerce.

CONNOTACION Parentesco en grado remoto.

CUENCOS (Escudilla de madera). Vasija de barro honda y ancha,

sin borde o labio.

DECORACION NEGATIVA Llamamos así la pintura que representa a la figura

blanca, la misma que se destaca sobre un fondo negro,

o de color muy obscuro.

ENGLOBE Capa delgada de arcilla fluida aplicada por inmersión

sobre la cerámica antes de la cocción.

ESTRATIGRAFIA Se obtiene por definición de depósitos sobrepuestos.

La ley de la superposición establece que cuando

un depósito se sobrepone a otro, el superior debe

haberse acumulado después que el inferior.

ESCALA DE MOES Permite medir la dureza de los minerales.

ETNOGRAFIA Ciencia que tiene por objeto el estudio y descripción

de las razas o pueblos.

FIGURINAS Representación hecha de barro en forma antropomorfa

o zoomorfa.
111

FILIGRANA Trabajo de orfebrería realizado con hilos de oro

o plata unidos con gran perfección y delicadeza.

GOLLETES Cuellos de vasijas.

HACHURADO Se llama a la decoración que lleva algunas líneas

de incisión una al lado de otra.

HEMATITES Sexquióxido natural de hierro del que existen dos

variedades: el rojo o OLIGISTO y el de color pardo

o LIMONITA.

HIERATICA Postura rígida de extrema solemnidad.

IONIZACION Producción de iones en un gas o en un electrolito.

INCISO Hendidura realizada sobre el barro fresco con un

instrumento aguzado o puntiagudo.

IRIDISCENTE Que descompone la luz, en sus siete colores; como

el arco iris.

ISOTOPO Cuerpo que tiene los mismos elementos químicos que

otro, pero de peso atómico diferente.

LANZADERAS Madera dura en forma de baquichuelo, con ojal en

el extremo por donde pasa la trama.

LASCA Fragmento lítico desprendido de un nódulo o núcleo.

LUMINISCENCIA Emisión de luz sin calor.

MACANA Especie de clava o mazo que utilizaban los indios

americanos como arma ofensiva.

MUESCAS Hueco o concavidad que se hace en una cosa para

encajar otra.

NODULOS Masa arriñonada, concreción de poco volúmen.

OBSIDIANA Especie de vidrio volcánico a veces casi negro,

producto de los procesos de erupción.

OCARINA Instrumento musical de cerámica.


iv

OSTEOBLASTOS Célula productora de la substancia ósea.

PALEO-INDIO Período inicial de la época Precerámica en América,

caracterizado por la caza de magafauna y la recolec-

ción de frutos silvestres. Generalmente aplicado

a los grupos de cazadores que vivieron entre 13.000

a.C. y 7.000 a.C.

PETROGLIFOS Nombre que se da al dibujo grabado en una roca o

en una piedra, de modo particular a los realizados

en el período Neolítico.

PLEISTOcENO Período de la era cuaternaria, caracterizado por

las fuertes fluctuaciones climáticas y la presencia

de la magafauna. En América comprende el lapso entre

100.000 a..P. y 12.000 a.P.

POLICROMIA Pintado de varios colores.

PULIDO Aspecto lustroso de la cerámica.

RASPADORES Artefacto hecho de lascas; láminas para raspar.

REPUJADO Decoración en relieve.

RETOQUE Pulsación frecuente con la que consigue un perfecto

acabado.

SAYA Prenda de vestir holgada, sin botones, que cubría

el cuerpo hasta la rodilla.

SERIACION Acción y efecto de seriar. Poner en serie. Sucesión

de cantidades que se derivan unas de otras, según

una ley determinada. Conjunto de cosas relacionadas

entre sí y que se suceden unas a otras.

SILBATO Instrumento musical de barro que tiene una embocadura

y un agujero. Pueden ser sencillos, o en forma de

figurillas.
LU

TORTERO Pequeños artefactos de diferente forma, generalmente

realizados en cerámica, atravezados en su sección

central por una perforación, que se supone destinada

a encajar en forma de anillo en un palillo que servía

de huso para la tarea del hilado.

TORIO Metal radiactivo de color plomizo más pesado que

el hierro y soluble en ácido clorhídico. Símbolo

Th.

TUFO Toba, piedra caliza.

TUPO Prendedor para sujetar sobre el pecho la manta feme-

nina.

URANIO Metal radiactivo, muy denso, de color blanco, pareci-

do al níquel, fusible a elevadísimas temperaturas.

ZOOMORFA Representación de animal.


BIBLIOGRAFIA

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11

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REVISTA VISTAZO, N° 506, Ecuador, septiembre 1988.

DIARIO EL UNIVERSO, octubre 11 de 1988, Guayaquil-Ecuador.


INDICE DE MAPAS

Págs.

Mapa N° 1 Fases del Período Precerámico .......................... 45

Mapa N° 2 Fases del Período Formativo ............................. 51

Mapa N° 3 Fases del Período de Desarrollo Regional ............... 57

Mapa N° 4 Fases del Período de Integración ....................... 61

Mapa N° 5 Fase Precerámica El Inga ............................... 68

Mapa N° 6 FaseCotocollao ........................................ 84

Mapa N° 7 FaseBahía ............................................. 114

Mapa N° 8 Fase Manteflo-Huancavilca ............................... 142


INDICE DE FIGURAS

Págs.

Figura N° 1 Figuras Cerámicas de la Fase El Inga .................. 81

Figura N° 2 Gráficos del Paralelismo de la Fase Cotocollao con

otras Fases ............................................ 103

Figura N° 3 Modelos de Casas (Bahía, Japón, China) ................ 121

Figura N° 4 Figurinas Líticas (Fase Bahía) ........................ 129

Figura N° 5 Figurina de Cerámica (Fase Bahía) ..................... 131

Figura N° 6 Cazador con un Felino (Fase Mantefio) .................. 148

Figura N° 7 Balsa Oceánica (Fase Manteflo) ......................... 151

Figura N° 8 Tumba (Fase Manteflo) .................................. 158

Figura N° 9 Cerámica Huancavilca .................................. 161

Figura N° 10 Silla de Piedra (Fase Manteflo) ........................ 163

Figura N° 11 Vasija Antropomorfa (Fase Manteflo) .................... 165


INDICE DE CUADROS

Págs.

Cuadro N° 1 Periodización de la Prehistoria Ecuatoriana (Padre

IgnacioPorras ) ...................................... 42
Cuadro N° 2 Paralelismo de Cotocollao con Fases Ecuatorianas .... . 99
Cuadro N° 3 Clasificación de los Objetos Cerámicos de la Fase

Bahía ................................................ 132


Cuadro N° 4 Pasado Ecuatoriano (Doctor Lenín Ortíz) .............. 170
Cuadro N° 5 Períodos de la Historia antes del Ecuador............ 171
Cuadro N° 6 Cronología del Período de Recolección, Caza y Pesca. .173
Cuadro N° 7 Cronología del Período Agrícola ...................... 176
Cuadro N° 8 Cronología del Período Agrícola de Excedente ........ . 181
Cuadro N° 9 Cronología del Período de Expansión Agrícola y

Comercial ............................................185
INDICE

Págs.

INTRODUCCION .

CAPITULO 1

PRINCIPALES ARQUEOLOGOS: RASGOS BIOGRAFICOS, OBRAS, APORTES CIENTIFICO

Y CULTURAL

Padre Pedro Ignacio Porrás Garcés .................................... 3

Francisco Huerta Rendón .............................................. 6

Carlos Zevallos Menéndez ............................................. 9

EmilioEstrada Icaza ................................................. 13

JacintoJijón y Caamaño .............................................. 17

Clifford Evans y Betty Meggers ....................................... 20

OlafHolm............................................................ 21

CAPITULO II

CRITERIOS CIENTIFICOS

Principios Científicos para la Periodización de la Prehistoria

Ecuatoriana y quienes lo establecieron ............................... 28

Métodos utilizados para la Datación Científica de la Prehistoria

Ecuatoriana .......................................................... 31

- Método del Carbón 14 ............................................ 31

- Método de Hidratación de la Obsidiana ........................... 32

- Método Dendocronológico......................................... 32

- Método de la Termoluminiscencia ................................. 33

- Método del Argón Potasio........................................ 34

- Método de la Edad de los Huesos .................................. 35


Págs.

Concepto de Período, Cultura y Fase .................................. 36

- Concepto de Período ............................................. 36

Concepto de Cultura ............................................. 37

- Concepto de Fase ................................................ 38

Diferencia entre Cultura y Fase ...................................... 38

CAPITULO III

PERIODIZACION TRADICIONAL DE LA PREHISTORIA ECUATORIANA

Período Precerámico .................................................. 44

Período Formativo .................................................... 49

Período de Desarrollo Regional.. ...................................... 55

Período de Integración ............................................... 60

CAPITULO IV

PERIODO PRECERAMICO: FASE EL INCA

Ubicación .............................................................. 69

- Ubicación en el Tiempo .......................................... 69

- Ubicación en el Espacio ......................................... 70

Origen y Filiaciones de la Fase Precerámica de El Inga ............... 72

OrganizaciónSocial .................................................. 74

Subsistencia ......................................................... 77

Tecnología ........................................................... 79

CAPITULO V

PERIODO FORMATIVO: FASE COTOCOLLAO

MedioGeográfico ..................................................... 85

Análisis y Clasificación del Material Arqueológico ................... 86


Págs.

Descripción de Tipos de Cerámica . 89

Paralelismo entre la Fase Cotocollao y otras Fases del Período

Formativo en el Ecuador .............................................. 98

Organización ......................................................... 110

Organización Social .............................................. 110

- Organización Política ........................................... 111

- Organización Económica .......................................... 112

CAPITULO VI

PERIODO DE DESARROLLO REGIONAL: FASE BARIA

Ubicación ............................................................. 115

- Ubicación en el Tiempo .......................................... 115

- Ubicación en el Espacio ......................................... 116

Medio Geográfico ..................................................... 116

Los Habitantes ....................................................... 117

Vivienda ............................................................... 119

Religión ............................................................. 122

Subsistencia .......................................................... 124

Costumbres Funerarias ................................................ 126

Tecnología ........................................................... 127

- Lítica .......................................................... 128

- Cerámica ......................................................... 130

- Artefactos de Hueso ............................................. 136

Relación con otras Fases Culturales .................................. 136

CAPITULO VII

PERIODO DE INTEGRACION: FASE MANTERO


Págs.

Ubicación . 143

- Ubicación en el Tiempo . 143

Ubicación en el Espacio ......................................... 144

Subsistencia ......................................................... 145

Organización Social ................................................... 149

Navegación ............................................................ 150

Religión ............................................................. 154

Costumbres Funerarias ................................................ 156

Tecnología ........................................................... 159

- Orfebrería ...................................................... 159

- Textiles ........................................................ 160

- Lítica .......................................................... 162

- Artefactos de Hueso ............................................. 162

- Cerámica ........................................................ 164

Urbanismo ............................................................ 166

CAPITULO VIII

NUEVA FORMA DE PERIODIZACION DE LA PREHISTORIA ECUATORIANA

Período de Recolección, Caza y Pesca ................................. 172

- Organización Económica y Actividades de la Producción ........... 172

- Organización Social ............................................. 174

- Culto ........................................................... 175

- Sitios Arqueológicos ............................................ 175

PeríodoAgrícola ..................................................... 175

- Agrícola Incipiente ............................................. 177

- Agrícola de Manutención ......................................... 177

- Agrícola de Suficiencia ......................................... 178


Págs.

- Organización Social . 178

- Culto ............................................................ 179

- Arquitectura .................................................... 179

Período Agrícola de Excedente ........................................ 180

- Organización Económica y Actividades de la Producción ........... 180

- Organización Social ............................................. 182

- Gobierno ......................................................... 182

- Culto ............................................................ 183

- Orfebrería ........................................................... 183

- Alfarería ....................................................... 184

Período de Expansión Agrícola y Comercial ............................ 184

- Organización Económica y Actividades de Producción .............. 186

- Período Andino de Producción .................................... 186

- Tecnología de la Producción Agrícola ............................ 187

- Comercio ........................................................ 188

- Culto ........................................................... 188

- Artes y Artesanías ............................................... 189

CAPITULO IX

COMPARACION ENTRE LAS DOS FORMAS DE PERIODIZACION DE LA

PREHISTORIA ECUATORIANA

Comparación entre las dos formas de Periodización de la Prehistoria

Ecuatoriana .......................................................... 191

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

GLOSARIO DE TERMINOS

BIBLIOGRAFIA

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