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PRODISNET: Procesos discursivos en Internet: confluencia de partidos, medios y ciudadanos, Ref. FFI2015-67668-R, del Ministerio de Economía y Competitividad y con
financiación FEDER. View project
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communicative efficiency of the speaker. For that, puede realizarse exclusivamente mediante tests al
it will be necessary that the pragmatic evaluation uso, ya que tales pruebas no incorporan debida-
be rigorous and detailed. mente las condiciones enunciativas (Muñoz-Cés-
pedes y Melle, 1999; Penn, 2000; Adams, 2000; Bai-
Key Words: Aphasia, assessment, brain damage, conversation, ethnogra- xauli-Fortea, Roselló y Miranda, 2004); esto es
phical data, pragmatics, speech acts
debido a que la pragmática sólo puede valorarse
desde el propio contexto de uso verbal, y no se
define por referencia a valores de corrección, sino
de efectividad comunicativa. La utilidad de las
Introducción pruebas basadas en técnicas desencadenantes ha de
ser complementaria, y estriba en su valor para pro-
Desde los trabajos pioneros de Penn (1985) o Prut- vocar la ocurrencia de conductas y categorías que
ting y Kirchner (1983, 1987), las propuestas de eva- no hayan aparecido en los datos naturales, aunque
luación de la pragmática en pacientes con patologías esta capacidad desencadenante no es fácil de
de incidencia verbal se pueden agrupar en dos cate- garantizar. Por lo demás, resulta del todo inade-
gorías: las que utilizan técnicas desencadenantes pla- cuado tratar de evaluar exclusivamente el uso
nificadas (Creaghead, 1984; Schulman, 1985; Gardner pragmático de un hablante proponiéndole ítems
y Brownell, 1986; Bryan, 1989; Phelps-Terasaki y desencadenantes para los que establezcamos pre-
Phelps-Gun, 1992; Linscott, Knight y Godfrey, 1996; viamente reacciones correctas (tachando además
Puyuelo, Wiig, Renom y Solanas, 1997; Kasher, Batori, de incorrectas las que se alejen de nuestra idea).
Soroker, Graves y Zaidel, 1999), y las que se elaboran Estas circunstancias explican que la manera habi-
a partir de datos obtenidos con validez ecológica tual de proceder consista en realizar grabaciones
(Gerber y Gurland, 1989; Terrell y Ripich, 1989). conversacionales que se transcriben y se analizan a
Entre las primeras, la evaluación de la pragmá- posteriori. Obviamente, es un tipo de análisis que
tica suele ser parcial, referida básicamente a cate- exige más tiempo que la aplicación de un test (espe-
gorías enunciativas como los actos de habla y las cialmente por lo ingrato de la labor transcriptora),
implicaturas griceanas; así ocurre, por ejemplo, con pero que resulta necesario si de verdad queremos
la Batería de Comunicación del Hemisferio Derecho describir pragmáticamente la producción verbal de
(Gardner y Brownell, 1986), la BLOC (Puyuelo, Wiig, un paciente. La crítica más repetida a este tipo de
Renom y Solanas, 1997) o la Batería Pragmática evaluación se refiere, evidentemente, a las dificulta-
(Kasher, Batori, Soroker, Graves y Zaidel, 1999), des para objetivar y jerarquizar resultados que se des-
cuya base epistemológica de referencia está en las criben como «adecuados», «básicamente adecuados»,
teorías enunciativas clásicas de Austin, Searle o «inadecuados», etc. Nuestra intención en el presente
Grice. Por el contrario, las pruebas de evaluación trabajo es presentar un modelo que trata de conjugar
que se basan en datos obtenidos etnográficamente, las bases teóricas de la pragmática con ese intento
como el Protocolo Pragmático (Prutting y Kirch- cuantificador y, por tanto, objetivable.
ner, 1983) o el Perfil de Adecuación Comunicativa Desde el comienzo de la elaboración del corpus
(Penn, 1985) incluyen visiones más amplias de com- PerLA dedicado al lenguaje afásico (Gallardo, 2002;
ponente pragmático, incorporando la evaluación de Gallardo y Sanmartín, 2005; Gallardo y Moreno,
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elementos propios de la pragmática textual (desta- 2005a) hemos tenido presentes algunas asunciones
can en este sentido el Perfil de Habilidades Discur- fundamentales como las siguientes:
sivas de Terrell y Ripich, 1989, el PELC-HD de Labos
y cols., 2000 o el MTBA de Labos y cols., 2005 por su — Necesidad de datos con validez ecológica (Joa-
atención a las superestructuras) y de la pragmática nette y Ansaldo, 1999; Perkins, Withworth y Lesser,
interaccional (ámbito en el que destacamos el 1998; Vanhalle, Lemieux, Ska y Joanette, 2000) y,
ALICC de Adams y Bishop, 1989; los Perfiles de por tanto, un método etnográfico.
Análisis Conversacional de Witworth, Perkins y Les- — Participación de los interlocutores-clave en las
ser, 1997 y el protocolo de Cuantificación de Con- grabaciones.
ductas Conversacionales de Crockford y Lesser, — Transcripción etnometodológica (Jefferson, 1992).
1994). — Consideración de variables pragmáticas.
Es bien sabido que, a diferencia de lo que ocu-
rre en los componentes fonológicos, morfosintác- Una vez validadas las transcripciones iniciales,
ticos o semánticos, la evaluación pragmática no tras los necesarios filtrados por parte de varios
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GALLARDO-PAÚLS Y EVOLUCIÓN DE LA PRAGMÁTICA EN UN CASO DE AFASIA DE BROCA SEVERA
MORENO-CAMPOS
en hemisferio derecho, hablantes con TDAH y 6 con sín- siendo grabados y asumen como objetivo de tal gra-
drome de Williams; las grabaciones continúan. bación la participación del hablante afásico. La
ARC tiene 58 años en el momento del ACV y es necesidad de incluir en la grabación a los interlocu-
diestro; sus datos biográficos presentan a un hombre tores-clave (concepto que hemos tomado de Wit-
políglota, con el gallego como lengua materna (aun- worth, Perkins y Lesser en su Perfil de Análisis Con-
que sólo utilizada en el entorno familiar de la infan- versacional para Personas con Afasia) se relaciona
cia y primera juventud), y el español como lengua precisamente con la búsqueda de datos que se apro-
habitual en sus relaciones familiares y sociales; 12 ximen todo lo posible al uso real del lenguaje.
años de emigrante en Alemania y dos en Australia le
han llevado a cierto dominio del alemán, inglés e ita-
liano oral; sólo del alemán tenía cierto dominio Elementos analizados en las tres grabaciones
escrito; regresó a España y se instaló en Valencia hace
ya 32 años, durante los cuales el español ha sido su A continuación presentamos los elementos prag-
lengua habitual. máticos cuyo análisis nos parece relevante en la
190 30
GALLARDO-PAÚLS Y EVOLUCIÓN DE LA PRAGMÁTICA EN UN CASO DE AFASIA DE BROCA SEVERA
MORENO-CAMPOS
caracterización lingüística de cada informante con bles sociolingüísticas). Pero lo más notable en el cor-
afasia. Como puede verse, nuestra propuesta atiende pus son los casos de absoluto desequilibrio entre los
a las categorías básicas utilizadas por la pragmática, y participantes, desequilibrios que vinculamos no sólo a
trata de aportar una perspectiva cuantificadora nece- la inhibición o desinterés del paciente afásico, sino
saria para objetivar la evaluación. también a la participación a veces desmesurada de
su interlocutor-clave; en este sentido cabe señalar
que la elaboración de cursos y guías de habilidades
El índice de participación conversacional (IPC) comunicativas destinados específicamente a estos
pacientes que se relacionan con el afásico (Gallardo,
Es el primer elemento que consideramos en cada 2005a) contribuyen (entre otras cosas) a concienciar-
transcripción, utilizado también como dato inicial los de la necesidad de dejar libre el turno de palabra
por Adams y Bishop en su descripción del desorden con un tempo distinto al habitual antes de la afasia.
semántico-pragmático (Adams y Bishop, 1989) y por
Crockford y Lesser en su protocolo CCC (Cuantifica-
ción de Conductas Conversacionales, Crockford y Intervenciones
Lesser, 1994). El IPC no se expresa en datos absolu-
tos, ya que cada grabación tiene distintos interlocu- El primer paso en el análisis de la grabación trans-
tores y duración, sino relativos: se trata del porcen- crita es la clasificación de cada intervención según una
taje de intervenciones o palabras emitidos por el tipología pragmática, a fin de obtener (también en tér-
hablante. Para el IPC de intervenciones contabiliza- minos de porcentaje) el predominio de uno u otro tipo
mos los turnos de cada participante, incluyendo en cada paciente. Al plantearnos tanto la ilocutividad
indistintamente los que constituyen verdaderas como la orientación interactiva de las intervenciones
intervenciones y los que pertenecen al sistema pronunciadas por los pacientes afásicos en entornos
secundario, es decir, turnos de oyentes o continua- conversacionales, nos encontramos intervenciones en
dores, a veces llamados feedback o retroalimenta- las que no es posible identificar estructuras sintáctico-
ción pese a que mantienen estática la distribución semánticas completas, sino elementos aparentemente
del turno: sí, ya, claro, ajá,… y convencionalmente inconexos y carentes de significado, cuya interpretación
uh um. Esta equiparación se debe a que en los casos se basa completamente en el contexto y la comunica-
severos resulta muy difícil delimitar las intervencio- ción no verbal simultánea. Este tipo de turnos apare-
nes reactivas evaluativas y estas emisiones típicas de cen a veces en la interacción cotidiana, pero no con el
la posición del oyente (una diferencia, p. ej., res- nivel de frecuencia de la conversación afásica; nos refe-
pecto al análisis de Adams y Bishop del TSP, donde la rimos a intervenciones aparentemente «vacías», que sin
fluidez verbal no está afectada como en la afasia; embargo realizan un innegable papel interactivo; he
ambas autoras contabilizan las «respuestas mínimas» aquí algunos ejemplos:
como una categoría específica).
El IPC informa sobre la voluntad comunicativa del 0545 I: ¿eeh?/ puees→// (MOVIMIENTOS RÁPIDOS DE LA
hablante, así que tiene un interés psicológico y se MANO ABIERTA) peroo→ loo→ (⇒M, DETIENE LA
relaciona también con el carácter individual de cada MANO APIÑANDO LOS DEDOS, MIRA HACIA DELANTE,
uno y su actitud frente a la afasia. Puesto que el obje- CIERRA LOS OJOS) ¡aay!// (2.0, SE RECUESTA, ⇒M)
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adscribirles una función interactiva real, coherente sificación pragmática habitual teniendo en cuenta
con los modelos de análisis pragmático desarrolla- la ilocutividad y la orientación interactiva, necesi-
dos para la conversación natural no marcada. Asu- tamos registrar algunas modalidades específicas de
mimos así una de las premisas fundamentales pro- actos que se pueden explicar por compensación del
puestas por Harvey Sacks para el análisis déficit gramatical; con la utilización de este tipo
conversacional etnometodológico, según la cual el de actos, el hablante afásico logra una comunica-
enfoque del analista ha de incorporar necesaria- ción que no se basa en la semanticidad de sus inter-
mente la interpretación que los propios participan- venciones (Grice, 1957, lo identificaba como signi-
tes hacen del acto conversacional; de este modo, si ficado explícito), sino en la suma de códigos
el interlocutor-clave da por válida una intervención verbales y paraverbales, junto al recurso a la capa-
como las que acabamos de transcribir, nuestro aná- cidad inferencial del interlocutor. Así, ante la limi-
lisis les concederá también un papel interactivo. En tación para construir enunciados, el hablante uti-
definitiva, las categorías utilizadas en este análisis liza todos sus recursos para convertir la
de intervenciones son las habituales en pragmática enunciación en enunciado, trasladando al otro
interactiva (Gallardo, 1993): interlocutor el peso de la comunicación explícita.
A diferencia de lo que ocurre en el ámbito de las
— Inicio: turno de habla con orientación interactiva intervenciones, en el análisis concreto de los actos de
desencadenante, predictiva, que impone al interlo- habla sí introducimos algunos tipos que resultan
cutor restricciones conversacionales (básicamente de especialmente rentables en el habla de los participan-
sintaxis interrogativa, aunque también se incluyen tes afásicos. De hecho, la separación de niveles entre
aquí los juicios que se interpretan como petición de intervenciones y actos nos permite reflejar una pecu-
conformidad/disconformidad) [I]. liaridad del habla afásica: la disociación entre las dis-
— Respuesta: turno de habla que ha sido predicho tintas dimensiones de los actos de habla identifica-
por el anterior [R]; junto a las respuestas correc- das por la pragmática enunciativa clásica (Austin,
tas o pragmáticamente adecuadas [R], marcamos 1962; Searle, 1976). Mientras asignamos a las inter-
específicamente las ocasiones en que esta res- venciones la dimensión ilocutiva básica que refleja la
puesta es ecoica, y repite total o parcialmente la intención del hablante (básicamente intervenciones
intervención predictiva [R=]; las respuestas que inicitivas y reactivas), al caracterizar los actos verba-
evidencian una mala interpretación o compren- les damos cuenta separadamente de la doble dimen-
sión del turno predictivo anterior se registran sión que propone Searle para el acto locutivo austi-
como [R-]. niano:
— Informe: intervenciones con carga semántica que
hacen progresar la información, aunque (a dife- — Una dimensión estrictamente enunciativa o locu-
rencia de lo que ocurre en el análisis de la conver- tiva (un soporte verbal que transporta el acto ilo-
sación no afásica) en gran número de casos no se cutivo sin llegar a darle carga semántica).
trata de intervenciones con sentido completo — Una dimensión proposicional (dotada de un claro
[Inf]; son iniciales pero no predictivas. valor referencial).
— Reacción evaluativa: turno de habla reactivo, pero
no predictivo ni predicho, próximo al continuador De este modo, los actos de habla manejados en el
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800
700
Tabla 1 Tipos de intervención de IA en las tres
600 grabaciones (porcentajes expresados
500 respecto al total de intervenciones de ARC)
400
300
200 ARC1 ARC2 ARC3
100
0
ARCI ARC2 ARC3 Total de
intervenciones
IA ICI IC2 E
Intervenciones no predichas
Figura 1 Índice de participación conversacional en
las tres grabaciones (palabras). I 33 7 % 28 6 % 11 2%
Inf 22 5 % 24 5 % 4 1%
R.Ev. 96 20 % 92 20 % 36 8%
400
Tabla 2 Número de actos de habla de IA en las tres
350
grabaciones
300
250
ARC1 ARC2 ARC3
200
150
100
AP 83 134 193
50
Int 0 26 26
0
AL 242 144 44
ARCI ARC2 ARC3 AB 30 69 42
PO 4 2 0
IA ICI IC2 E
PV 19 6 4
PC 0 0 0
Figura 2 Índice de participación conversacional en NV 189 291 161
las tres grabaciones (turnos). Total actos 567 672 470
35 195
GALLARDO-PAÚLS Y EVOLUCIÓN DE LA PRAGMÁTICA EN UN CASO DE AFASIA DE BROCA SEVERA
MORENO-CAMPOS
categorías presentadas anteriormente: los actos pro- tiva según recurramos a uno u otro factor de medida:
posicionales (AP), dotados de carga semántica léxica; las figuras 1 y 2 muestran que, expresada en turnos, la
las interjecciones (Int), que son actos activadores de participación conversacional del paciente afásico está
inferencias; los actos locutivos (AL), cuya semantici- equilibrada con la del resto de participantes (no olvi-
dad es meramente locutiva y no tiene carga léxica; las demos que el objetivo asumido por todos para la graba-
tareas de edición, que incluyen pausas oralizadas ción es precisamente tal participación); por el contrario,
(PO), pausas vacías (PV) y preguntas confirmatorias cuando limitamos la cuantificación a elementos del
(PC) y, por último, los actos no verbales (NV) consi- lexicón (incluyendo también seudopalabras), esa parti-
derados pertinentes en la transcripción. cipación se reduce drásticamente en las tres grabacio-
nes, con el predominio claro del interlocutor-clave.
Tales diferencias podrían constituir un primer argu-
Longitud media de turno mento de partida para defender la preservación prag-
mática en la afasia.
La tabla indica los datos concretos referidos a la En el nivel de la orientación interactiva de los
longitud media de turno en este paciente. Como turnos encontramos otro elemento destacable: la
puede apreciarse, la tercera grabación muestra clara- evolución desde un estadio en que el hablante afá-
mente la recuperación léxica y el descenso interac- sico presenta una notable iniciativa conversacional,
tivo, pues el incremento léxico (junto a la frecuencia con la elaboración de turnos desencadenantes (ini-
de iteraciones) es paralelo a un descenso en efectivi- cios) y en general no predichos (informes, reaccio-
dad ilocutiva. nes evaluativas), hacia un estadio (ARC3) en que
disminuyen llamativamente tales intervenciones.
Este predominio de turnos reactivos predichos en
Pragmática textual ARC3 (89 %) podría ser interpretado, en parte,
como un síntoma del «acoplamiento discursivo» que
Los datos de estas tres grabaciones apenas ofrecen
se produce entre el hablante afásico y su interlo-
muestras que permitan un análisis de elementos tex-
cutor-clave, de tal manera que el primero pasa a
tuales, por lo que no podemos desarrollar este apartado.
apoyarse mucho más en la gestión dialógica del
segundo (Ferguson, 2000). También podría aducirse
que influye el número de interlocutores, pues al
reducirse aumenta la eficiencia de las relaciones de
Discusión predictibilidad entre turnos, pero el peso de este
factor es sólo relativo, pues aunque en ARC1 hay
Los datos obtenidos a partir del análisis pragmático dos interlocutores-clave (esposa e hija, con apenas
de las tres transcripciones nos permiten prestar aten- un par de intervenciones del nieto), en ARC2 la
ción al tipo de turnos que construye el participante afá- situación es la misma que en ARC3 (o sea, un solo
sico, y a la evolución de su gestión comunicativa. Como IC) y los actos predichos de ARC se sitúan en el
hemos visto, el nivel de participación de ARC en las tres mismo nivel que en ARC1 (en concreto, un 69 %).
grabaciones ofrece niveles distintos según tengamos en Por lo que se refiere a los actos de habla con-
cuenta su uso de la toma de turno o la cantidad de
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que podrían ser pausas oralizadas (sonidos de hecho de que mientras ARC1 y ARC2 apenas mues-
relleno que tratan de mantener el turno de habla). tran elementos léxicos identificables (o sea, actos cla-
Obviamente, esta clasificación funcional podría ramente proposicionales), en ARC3 la proporción es
completarse con un análisis que atendiera sólo a la de un 50 % (suma de AB + AP). La figura 3 nos per-
fuerza ilocucionaria de cada acto, por ejemplo a mite observar dos evoluciones claras en las tres gra-
partir de la distinción clásica de Searle de actos baciones: paralelamente al incremento de actos pro-
representativos, expresivos, directivos, proposicio- posicionales observamos una disminución de los
nales y declarativos. actos locutivos, lo que supone que la recuperación
También nos hemos encontrado problemas al tra- gramatical ha evolucionado con independencia de la
tar de reconocer la orientación ilocutiva que el eficacia pragmática.
paciente imprime a sus turnos; según uno de los prin- En ARC3 encontramos un elemento más que llama
cipios básicos del análisis conversacional que consi- la atención y que en ARC2 se apuntaba ya levemente,
dera todo turno como depositario de un análisis y es la construcción repetida de las emisiones; no sólo
implícito de los turnos previos (Stubbs, 1983) y cobran fuerza los actos proposicionales, esto es, las
habida cuenta de que en la mayoría de los casos esa palabras identificables ya como entidades de la len-
intención se vehicula con actos locutivos o con inter- gua, sino que su emisión se convierte en una repeti-
jecciones, dependemos tan sólo de los turnos inme- ción rápida del elemento léxico en cuestión; estas ite-
diatos para saber cómo ha sido interpretada por los raciones parecen ser incontrolables por el
interlocutores. Por ejemplo, el turno 0219 en el participante afásico, y en ocasiones se producen con
siguiente fragmento de ARC1 (H: hija; M: esposa; I: un claro aceleramiento articulatorio (figs. 4 y 5).
informante afásico): Este tipo de emisiones «en ráfaga» nos hace pensar
en la caracterización de la afasia como una alteración
0216 H: a ver/ ya empezamos↓ como todas las tar- de los procesos de inhibición verbal propios de las
des// a ver qué quieres que te diga→ a lenguas naturales. Estas verbalizaciones evidencian
veeer/ yo le digo↑ te digoo/ que le digas a una dificultad para silenciar los procesos mentales
Beatriz→ que tienes una perrita→//que se de búsqueda de la palabra, y pueden ser considera-
llama [Luna] das una huella de lo que Hernández-Sacristán (2006)
0217 M: [Luna] ha identificado como un déficit en la capacidad inhi-
0218 H: y no la podemos tocaar↑ ni pegar↑ ni bitoria; según este autor, la capacidad estratégica de
nada↑ inhibir la exteriorización fónica del lenguaje aparece
0219 I: aah (SIGUE CABIZBAJO, LA CARA APOYADA EN EL alterada en los sujetos con afasia, de tal manera que
PUÑO) los signos lingüísticos pasan del estatuto de símbolo
0220 H: porque te enfadas↑ sólo quieres que estar (signo del que cabe realizar un uso estratégico) al
con ella↑ estatuto de señal.
Por lo que se refiere a la longitud media de turno,
Hemos de precisar que la orientación interactiva cabe señalar su pertinencia en el análisis de la fluidez de
de los turnos ha sido calculada tanto para las emisio- cierto paciente. La fluidez puede abordarse desde un
nes verbales como para las que son exclusivamente
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0240 M: mañana↓ 40
AL + Int
0241 I: ta jool↑ (SE SEÑALA A SÍ MISMOR) 30
AB + AP
0242 M: tú/ y yoo↑ al Clínicoo↑ 20
0243 I: aah eih
10
0244 M: a– al logopeda
0245 I: *(AL LOGOPEDA)* 0
1 2 3
0246 M: al logopeda
0247 I: (ASENTIMIENTO)
Figura 3 Evolución inversa d actos proposicionales
y actos locutivos en las tres grabaciones
Si atendemos a la evolución de las tres grabacio- (en porcentajes).
nes el primer elemento que destaca es, obviamente, el
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GALLARDO-PAÚLS Y EVOLUCIÓN DE LA PRAGMÁTICA EN UN CASO DE AFASIA DE BROCA SEVERA
MORENO-CAMPOS
Anexo I ARC
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GALLARDO-PAÚLS Y EVOLUCIÓN DE LA PRAGMÁTICA EN UN CASO DE AFASIA DE BROCA SEVERA
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Anexo I Continuación
Oraciones dictado 0 12 0 12
Informe de evaluación logopédica de ARC en enero de 2004. En la exploración anatómica no se observan alteraciones de interés. La agilidad articulatoria es lenta. Pre-
senta un habla no fluente con empleo de expresiones incompletas, ecolálicas e inacabadas. Ausencia de palabras funcionales y numerosos intentos de acceso léxico;
apoyo continuo en onomatopeyas y gestualidad. Lenguaje con automatismos alterados con necesidad de inferencias. Denominación severamente afectada (Boston 7/30)
que mejora al facilitar claves fonéticas. Repetición preservada para palabras sencillas y alterada para palabras complejas y frases cometiendo parafasias fonéticas, omi-
siones y distorsiones neológicas. Comprensión oral con problemas similares a los de la sintomatología expresiva; (TOKEN TEST 6/36); comprensión conservada para uso
conversacional, muy dependiente del contexto. Lectura alterada tanto en palabras como en frases, alteración del proceso de conversión grafema-fonema. Escritura
con agrafía afásica.
Informe de evaluación logopédica de ARC en enero de 2006. Habla no fluente, disprosódica, agramática, perseverativa y taquilálica. Empleo de expresiones y
formas sobreaprendidas; ausencia de palabras funcionales y numerosos intentos de acceso léxico; facilita la comprensión al interlocutor mediante onomatope-
yas y gestualidad. Lenguaje con automatismos conservados, salvo el abecedario. Denominación severamente afectada (Boston 13/30) que mejora al facilitar cla-
ves fonéticas. Repetición alterada para palabras complejas y/o compuestas y para oraciones de más de cuatro elementos gramaticales, cometiendo parafasias foné-
ticas, omisiones y distorsiones neológicas. Repetición de seudopalabras preservada. Comprensión oral con problemas similares a los de la sintomatología expresiva;
deterioro para comprender las oraciones gramaticales complejas (TOKEN TEST 17’5/36); conservada para el uso conversacional, pero muy dependiente del con-
texto y de los canales no verbales. Lectura global de ciertas palabras de uso común; rendimiento bajo en la asociación dibujo-palabra por la pérdida de la lec-
tura. Lectura en voz alta alterada tanto en palabras como en frases, alteración del proceso de conversión grafema-fonema. Escritura con agrafía afásica; grafía de
trazo seguro, forma redondeada, buena prensión y regularidad normalizada; mecánica de la escritura preservada salvo el abecedario. Dictado de letras y dígitos
conservado, pero dictado de palabras alterado, con paragrafías y neologismos. Expresión escrita severamente afectada.
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200 40
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