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ANÁLISIS DEL CASO “EL MILAGRO DEL HUDSON”

INTRODUCCIÓN

La película “Sully” se refiere a un accidente de aviación extremadamente


famoso, sobre un avión acuatizando en el 2009 en el Río Hudson en la ciudad
de Nueva York, en el cual todos los pasajeros fueron rescatados con vida. En
este caso, el piloto fue extremadamente habilidoso y responsable tomando las
decisiones correctas logrando salvar a la totalidad de sus pasajeros.

Es enorme la responsabilidad que asumen los pilotos de un avión y


extremadamente cargados de tensión pueden ser los momentos en los cuales
deben tomar decisiones rápidas que pueden significar vida o muerte, cuando
se dan circunstancias inesperadas. En el caso del vuelo del Airbus A320
piloteado por el capitán Chesley Burnett «Sully» Sullenberger, que acababa de
salir del aeropuerto de La Guardia, una bandada de pájaros se estrella contra
el avión, dejando inútiles los dos motores. De inmediato asumen los tripulantes
las acciones del caso, considerando diversas posibilidades, con ayuda de las
torres de control de los aeropuertos cercanos y el capitán Sully y su copiloto, in
vacilar y sin mayores dudas deciden acuatizar en el ancho Río Hudson. Todo
resulta bien, de inmediato se convierten en héroes, responsables de lo que se
califica como el “Milagro en el Hudson”.

ANÁLISIS Y DESARROLLO

El 15 de enero de 2009 cuando el avión de US Airways 1549, con 155


personas a bordo, sale del aeropuerto de La Guardia en New York con destino
Charlotte y, a menos de tres minutos de haber despegado, a 2,930 pies de
altura, una bandada de aves se interpone en el trayecto del avión, ingresando a
ambos motores, ocasionando que ambos motores se apaguen y haciendo que
el avión empiece a caer.

El capitán inmediatamente tomó conciencia de la situación y pidió autorización


para regresar al aeropuerto de La Guardia, comunicando a la torre de control la
“emergencia”. A los pocos segundos se da cuenta que el avión perdía altura
rápidamente y no tenía la potencia necesaria para regresar, por lo que pide
autorización para ir al aeropuerto de Teterboro en New Jersey que estaba en el
trayecto directo del avión a siete millas de distancia.

Lo intenta, pero nuevamente se da cuenta que no iba a llegar a la pista, que


era muy posible que se estrelle en la ciudad de New York y decide aterrizar en
las aguas del río Hudson.

A los 208 segundos del impacto contra las aves, el capitán “Sully” logra
aterrizar el avión sobre el río y salvar la vida de las 155 personas que iban a
bordo.

CONCLUSIONES

De este caso podemos sacar varias conclusiones y enseñanzas que nos


pueden ayudar a tomar mejores decisiones en momentos difíciles.

1. Hasta el mejor plan del mundo puede fallar

Todos los capitanes de avión tienen un plan de vuelo, “una hoja de ruta”,
que continuamente revisan para ver si los estándares de vuelo son los
indicados y eso les permite revisar si todo va de acuerdo al plan. Cuando
pasa el impacto con las aves, se generó un escenario que no estaba en el
plan y que nadie había contemplado y, menos, entrenado. El plan cambió y
la rapidez que él tuvo para darse cuenta que estaban en una realidad fuera
del plan y adaptarse a esta nueva situación fue clave para poder tomar
acción de manera inmediata, ya que el tiempo era su principal enemigo.

2. Desaprender, descubrir y experimentar

Si el capitán aplicaba el protocolo de emergencia establecido, y para lo cual


había sido entrenado, el avión se habría estrellado. Nunca nadie fue
entrenado para que a sólo 2,900 pies de altura se crucen aves y apaguen
los motores del avión. Lo que el capitán hizo fue desaprender y empezar a
descubrir nuevas opciones. Intentó regresar a 2 aeropuertos y su intuición y
experiencia le hizo ver que el avión no llegaba para lo cual opta por una
alternativa: aterrizar en el río Hudson. Tomó la decisión de experimentar
algo nuevo y logró algo extraordinario.

3. Liderazgo en momentos de crisis

Apenas ocurre la emergencia, el capitán “Sully” tomó el control total de la


nave. Demostró una inteligencia emocional enorme para el momento crítico
que estaba viviendo, lo cual le permitió muy rápidamente ir descubriendo
nuevas opciones y experimentando acciones que llevaron a la decisión de
aterrizar en el río.

4. Confianza y compromiso entre todos los miembros del equipo

Durante los segundos de la caída, el copiloto ayudó al capitán en cada


paso que daba, se mantuvo concentrado en todo momento, y cuando el
capitán avisa a la tripulación que se preparen para el impacto, la tripulación
hace su trabajo, preparando y dando instrucciones a los pasajeros de lo
que tenían que hacer. Todos trabajaron en equipo. En el momento de la
evacuación, pese a la amenaza que tenían del agua ingresando a la
cabina, lograron muy rápidamente evacuar el avión con éxito.

5. Aprender

El mayor aprendizaje que nos enseña esta historia radica en la habilidad


que tuvo el capitán para adaptarse de inmediato a las nuevas situaciones
que se presentaban en los 208 segundos que duró la caída y tomar
decisiones distintas a las habituales.

Luego de este evento, se realizó una exhaustiva investigación de parte de las


autoridades americanas, quienes determinaron, luego de muchas simulaciones
con las condiciones exactas que tuvo el avión, que si el capitán intentaba
retornar al aeropuerto de la Guardia o ir al aeropuerto de Teterboro que estaba
a sólo once kilómetros el avión se hubiera estrellado ocasionando la muerte de
las 155 personas al estrellarse contra los edificios de la ciudad de Nueva York.

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