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Instituto Tecnológico de Los Mochis

Verano de Desarrollo Sustentable

Etnia Yaqui

Docente: Rosario Bianey Armenta Arredondo

Alumna: Espinoza Cervantes Ana Alejandra

Contador Público

Los Mochis, Sin. A 26 de mayo del 2019


Índice

Presentación
Índice ................................................................................................................................................. 2
Introducción..................................................................................................................................... 3
Etnia Yaqui ....................................................................................................................................... 4
Población y ubicación................................................................................................................... 4
Historia .............................................................................................................................................. 5
Bandera Yaqui ............................................................................................................................. 7
Tradiciones ...................................................................................................................................... 7
Organización social ................................................................................................................... 9
Lengua......................................................................................................................................... 10
Salud ............................................................................................................................................ 10
Vivienda ...................................................................................................................................... 10
Cosmogonía y religión ............................................................................................................ 11
Vestimenta ................................................................................................................................. 11
Comida Típica ........................................................................................................................... 12
Artesanías ...................................................................................................................................... 12
Fiestas ............................................................................................................................................. 14
Conclusión ..................................................................................................................................... 15
Introducción

Con el título de “Etnia yaqui”, esta investigación busca analizar la historia, cultura y
vida de la tribu yaqui que, como sabe la mayoría de mexicanos, tiene su
asentamiento originario en el estado de Sonora, aunque sus integrantes también
habitan en otras entidades federativas y una parte importante de su población se
encuentra en Estados Unidos de América.

La tribu Yaqui es considerada la de mayor representatividad en el estado de Sonora,


su lucha por preservar sus tradiciones y costumbres, así como conservar su
territorio, la han colocado como un ícono de resistencia ante un mundo que cambia
aceleradamente. Sin embargo, los cambios que se han intentado introducir en la
tribu yaqui, ha desembocado conflictos sociales y políticos en los que se han visto
poco favorecidos, convirtiendo su estilo de vida en un círculo de pobreza y
marginación. Ante el hecho de no poder ser autosuficientes a pesar de su riqueza
natural, los ha obligado a ser empleados en su propia tierra. La escasa alimentación,
la falta de empleo, la carencia de necesidades básicas como agua potable, energía
eléctrica, transporte, pavimentación, son sólo algunas de las privaciones que
padecen los miembros de la etnia yaqui, que desafortunadamente repercute en la
educación de los niños y jóvenes de la tribu, pues se ven forzados a abandonar sus
estudios a muy temprana edad.
Etnia Yaqui

Los yaquis se identifican a sí mismos y a los mayos como yoremes, palabra que
significa hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a
su vez, de los demás pueblos indígenas.

Población y ubicación

El pueblo yaqui ocupaba, tradicionalmente, una larga


franja costera y de valle al sureste del actual estado de
Sonora, que abarcaba desde la ribera sur del río Yaqui,
hasta el cerro Tetakawi, al norte de la actual ciudad de
Guaymas. Bajo el control de las misiones jesuitas, la
población se concentró en ocho poblados situados de
sur a norte a lo largo del Valle del Yaqui. El territorio
tradicional ha sufrido importantes mermas, de tal
manera que quedó, a partir de 1937, restringido
al distrito de riego número 18. Los municipios en donde
se ubica son: Guaymas, Bácum, Cajeme y Empalme. El
conjunto del territorio comprende tres zonas
diferenciadas: el área serrana -la sierra de Bacatete-; una zona costera, que abarca
los poblados vecinos de Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se
localizan las tierras irrigadas.
Los ocho pueblos tradicionales son, de sur a norte: Loma de Guamúchil, Loma de
Bácum, Tórim, Vicam, Pótam, Ráhum, Huirivis y Belem. Vícam es considerado el
centro político del grupo y lugar de encuentro de las autoridades tradicionales de los
ocho pueblos. En los años veinte se fundó Vícam Estación, en el paso de la vía
férrea.
El territorio total aproximado es de 485,000 hectáreas, de las cuales 33,396 son
superficie para el cultivo.
Actualmente la Tribu Yaqui cuenta con territorio y aguas propias, teniendo
reconocimiento mediante Decreto presidencial establecido por el gobierno de
Lázaro Cárdenas (1937-1940).
En los tiempos de Porfirio Díaz con las guerras de exterminio que se desataron en
contra de la Tribu Yaqui y la deportación a otros estados de la república como
Yucatán y Quintana Roo, muchos de ellos regresaron a pie a sus tierras ancestrales,
mientras que otros emigraron a Arizona (Estados Unidos) para escapar de la
represión del gobierno mexicano. La población yaqui de Arizona es de 8000
habitantes y la tribu es reconocida por el gobierno estadounidense.
Con éste acontecimiento la población descendió a 5,000 habitantes. Ahora, a partir
de los años 30, la población yaqui ha venido en ascenso y actualmente se encuentra
asentada en 52 localidades que están ubicadas en cuatro municipios. La población
total se aproxima a 32,000 yaquis.

Historia

Lo que mejor caracteriza la historia de los yaquis es su larga lucha por conservar su
territorio tradicional. Desde la llegada de los españoles al río Yaqui, sus habitantes
defendieron el derecho a conservar su espacio vital. Según cuenta la historia,
cuando la primera expedición arribó a las márgenes del caudaloso río en 1533, un
cacique yaqui, acompañado de cientos de guerreros, dibujó una raya y les hizo
saber a los europeos que si la cruzaban serían repelidos militarmente. En cuanto
traspasaron la línea se entabló un combate en el que los españoles fueron
derrotados; tardarían cien años en tratar de penetrar la zona yaqui de nueva cuenta,
ya no con las armas sino a través de los curas jesuitas. Los misioneros de la
Compañía de Jesús fueron los únicos que durante décadas convivieron con ellos,
ya que los presidios, haciendas y minas se encontraban al sur del territorio yaqui,
más allá de la región tradicional mayo. A su llegada, los curas introdujeron una serie
de cambios que, a su vez, los indígenas refuncionalizaron y que sentarían los
cimientos de la futura identidad étnica del grupo. Ejemplo de ello fue la
implementación de un sistema económico, basado en un novedoso modelo de
explotación agrícola y ganadera que permitía la producción a gran escala, y, por
otra parte, la introducción de la religión católica y de un sistema político
fundamentado en la incorporación de gobernadores indígenas, auxiliados por otros
líderes nativos, lo que formó toda una estructura apoyada en un sistema de cargos,
además de recomponer la organización de su sistema territorial, originalmente
basado en la ranchería, a uno en donde los pueblos de misión se convirtieron en los
núcleos políticos. Estos cambios trajeron aparejada una recomposición del grupo y
sentaron las bases de su identidad étnica, en donde el territorio representaba uno
de los pilares más importantes. Con la apertura de terrenos agrícolas, algunos
visionarios europeos vislumbraron las posibilidades de explotación de un vasto
territorio, el que ahora conocemos como el valle del Yaqui, una de las regiones
agrícolas más productivas del país. Ante la presión ejercida por quienes querían
acaparar la tierra, los yaquis contestaron con las armas.
Desde la llegada de los españoles a territorio yaqui, este pueblo defendió el derecho
a conservar su espacio vital. Cuando la primera expedición llegó a las márgenes del
caudaloso río en 1533, un cacique yaqui, acompañado de cientos de guerreros,
dibujó en el suelo una raya con su arco para advertir a los europeos que, si la
cruzaban, serían repelidos militarmente. Al traspasar la línea se entabló un fuerte
combate en el que los españoles resultaron derrotados (Troncoso, 1982: 64).
Hacia 1610 los yaquis aceptaron la presencia de dos misioneros jesuitas, con lo que
dieron inicio las relaciones entre indios y conquistadores. Durante este periodo se
llevó a cabo la concentración de los yaquis en los ocho pueblos tradicionales, con
tal éxito, que esta organización territorial fue considerada sagrada, e imposible la
reducción o aumento de otro pueblo cabecera. Bajo el régimen de las misiones y
frente a las presiones que ejercían los blancos, quienes estaban decididos a
apoderarse del territorio, en 1741 se produjo un levantamiento encabezado por
Ignacio Muni, Calixto, Baltazar y Esteban, que terminó con la firma de un tratado en
el que se reconoció el derecho de los yaquis a conservar sus costumbres y gobierno;
la posesión total de sus tierras y el derecho a conservar sus armas.
Con la expulsión de los jesuitas en 1767 concluyó este periodo de relativa paz. Los
franciscanos, que remplazaron a los jesuitas, no lograron mantener el control. En
este periodo los yaquis empezaron a tener uno de los principales problemas que
enfrentan hasta la fecha: el despojo de su territorio por parte de los colonos. En
1825 se iniciaron las rebeliones yaquis que marcaron desde entonces, y hasta 1936,
la tónica de sus relaciones con los gobiernos de México. La primera de estas
rebeliones fue encabezada por Juan Banderas (Ignacio Jusacamea), quien
proclamó la independencia de la "Confederación India de Sonora", pero fue
procesado en 1832 junto con los líderes ópatas y mayos de la Confederación. Otra
importante insurrección tuvo lugar 27 años después, con la participación de los
pimas y no fue sofocada sino hasta 1868, con el exterminio casi total de yaquis y
mayos.

Las luchas guerrilleras se sucedieron una a otra con el cambio de distintos líderes
que eran ejecutados por el ejército. Este periodo es conocido como las Guerras del
Yaqui y constituyó para el grupo un proceso de merma demográfica, pérdida de su
territorio y desajustes políticos. Durante el Porfiriato se intensificó la ofensiva y miles
de yaquis fueron vendidos como esclavos y deportados a Yucatán y a Quintana
Roo. Los que lograron huir se refugiaron en Arizona.

En el conflicto revolucionario hubo una importante participación yaqui, pues


prometieron devolverles su territorio al final de la guerra. Obregón faltó a la promesa
y se dieron nuevos levantamientos hasta 1929. Mediante los acuerdos establecidos
con Lázaro Cárdenas en 1937, se les ratificó la posesión de 485 235 ha reconocidas
como territorio exclusivo. Con estos acuerdos se perdieron dos poblados
tradicionales, Cocoryt y Bácum; para reestablecer los ocho pueblos originales se
fundaron Loma de Guamúchil y Loma de Bácum.
Con la construcción de la presa de la Angostura (1941) y la del Oviachic (1945), los
yaquis perdieron el recurso indispensable del agua, por lo que tuvieron que migrar
masivamente a los centros urbanos del estado; este problema se resolvió en parte
con la construcción de canales.
El mejoramiento de las vías de comunicación, los créditos bancarios y las
organizaciones ganaderas, han introducido poco a poco a los yaquis dentro de la
sociedad nacional, en una relación de dependencia económica que contrasta con la
autonomía política que han ganado hasta la fecha, pese a la continua presión que
ejercen los productores no indígenas de la margen izquierda del río Yaqui.

Bandera Yaqui

La bandera yaqui tiene los siguientes significados:


el azul, la fortaleza del pueblo cubierto con el manto
azul del cielo; el blanco es la pureza de la sangre
de raza yaqui; el Sol es el Dios Padre que ilumina
y da vida a la raza; la Luna es la Diosa Madre que
nos protege de noche y de día, las estrellas son los
espíritus que vigilan desde el más allá los cuatro
puntos cardinales del territorio Yaqui; la Cruz es la
nueva religión del Yaqui y el rojo la sangre que derramaron por la defensa de su
territorio y autonomía como nación.
La lengua yaqui o Jiak Nokpo pertenece al sistema lingüístico cáhita, de la
familia yuto-azteca. Cáhita es un término que denomina a una agrupación lingüística
o racial. En la actualidad sobreviven en Sonora, dos de los veintitrés grupos cahitas:
los yaquis y los mayos.
La lengua yaqui es un poco difícil pronunciar correctamente para los hispanos: los
sonidos finales de palabras son sordos (no producen vibración de las cuerdas
vocales), el uso de la oclusiva glotal, y hay uso de tonos entre los habladores viejos
de la lengua.
Por eso, hay diferencias entre la escritura de las palabras: por ejemplo, algunos
escriben hiakim y otros escriben hiaki - y con la influencia de la ortografía castellano
podemos ver jiaqui.
Yaqui es una grafía relativamente moderna, ya que la forma etimológica es hiaqui.
Al parecer los indígenas tomaron su nombre de hia, que significa voz y asimismo
grito o gritar, y baqui, que es río, connotando los del río que hablan a gritos.
Ellos a sí mismos se llaman yoreme, es decir gente, en contraposición a los que no
son yaquis o yori (es decir los feroces; originalmente, se significó sólo leones).

Tradiciones

Las costumbres y tradiciones de los yaquis son producto de una mezcla de


elementos culturales propios de los aztecas y mayas con algunos elementos de la
cultura que introdujo Europa tras su establecimiento en el continente americano.
El ciclo de rituales yaqui sigue el calendario litúrgico católico, pero separando dos
períodos: uno sacrificial que coincide con la Cuaresma, y otro relacionado con
rituales agrícolas y con los cambios de estaciones.

Festividades tradicionales mexicanas, como el Día de muertos y la Semana Santa,


son observados y conmemorados, pero a la par los yaquis mantienen sus
tradiciones más autóctonas, como la danza de la pascola y la danza del venado.
1. La danza de la pajkola o pascola
En dialecto yaqui pajkola significa «el que siempre está en las fiestas está
danzando» y hace referencia a los danzantes en los festivales, la tradición familiar
del baile y la voluntad de los participantes.
La danza pajkolas se realiza de la mano a la danza del venado. Normalmente le
precede, pero esta va con una música a base de tambor y con la melodía de una
flauta autóctona yaqui.

Es un baile indígena que se hace acompañado de la música del arpa y el violín.


Tres hombres sin camisa bailan haciendo sonar los cascarones de orugas secas
que llevan en la parte baja de sus piernas. Es una danza que requiere buena
condición física porque puede durar toda la noche; en consecuencia, es común que
los danzantes tomen turnos.
Eventualmente se integran a la música tambores percusivos.

Junto a los danzantes está también un narrador que cuenta anécdotas de la raza e
incluye elementos de la naturaleza que se personifican durante el baile, como el
coyote o el colibrí.
2. La danza del venado

De manera similar a la de la pascola, la música que acompaña también es a base


de arpa y violín, pero en esta ocasión el baile representa el ritual de la cacería.

En esta danza se imitan los movimientos del venado; incluso algunos bailarines
optan por lucir una cabeza de venado disecado atado sobre sus cabezas.
3. Los fariseos

Durante la Semana Santa se conmemora la muerte de Jesús y los yaquis realizan


un sacrificio durante la Cuaresma.

Recorren toda la región portando una máscara de cuero de cabra y madera con
rasgos españoles, cubiertos por mantos y cobijas. La intención es recibir un milagro
o favor de la divinidad.
En las piernas portan los capullos secos que también usan en los bailes típicos; a
estos les llaman ténabaris.

En esta tradición usan su indumentaria para ir recogiendo dinero para organizar las
fiestas. Lo más notable es que no se quitan las máscaras frente al público y no
hablan entre ellos, sino que se comunican por señas.
4. La fiesta de San Juan Bautista

Las celebraciones comienzan un par de días antes del día del patrono San Juan
Bautista. En estas un grupo llamado Los azules se concentra a pedir perdón,
portando velas encendidas.

Los azules esperan que aparezcan Los rojos, el segundo grupo, que se hacen de
rogar. En conjunto y en formación entran a la iglesia mientras el «maistro» guía a
los rezanderos para dar inicio a las alabanzas del día de San Juan.
Tras varios rezos inician los bailes típicos acompañados del sonido de una sonaja.

Organización social

La tribu se organiza alrededor de los ocho pueblos tradicionales. Cada uno


representa una unidad política, militar, religiosa y ritual. Vícam es la cabecera de la
tribu.
Existen cinco grupos que conforman la organización político-religiosa, compuesta
en primer término por un grupo de autoridades civiles y complementadas por la
representación del Consejo de Ancianos, a través del Pueblo Mayor.
Lo que originalmente fue un ejército de reserva, en la actualidad constituye la
autoridad militar, cuyas funciones son más ceremoniales que guerreras, con cargos
jerárquicos como el de capitán, teniente, sargento, cabo, soldado, banteo o alpes y
tambaleo.
Los responsables del cumplimiento del ciclo ritual son los fiesteros. Éste se
compone de ocho hombres y ocho mujeres que duran en el cargo un año. El "grupo
de la Iglesia" o autoridad religiosa es el depositario del conocimiento de la liturgia y
el ritual. Todos los miembros de esta cofradía están bajo manda y ocupan un lugar
dentro de la jerarquía, cuya máxima autoridad recae en el maestro litúrgico, quien
es ofrecido en manda desde niño por sus padres.
La cofradía de los Matachines está formada por dos grupos de hombres, los
caballeros y los fariseos, quienes ejercen su autoridad durante la celebración de la
Semana Santa.
Lengua
El sistema lingüístico cahíta se compone de tres dialectos: mayo, yaqui y tehueco,
este último desaparecido. El cahita pertenece al grupo lingüístico yuto-azteca que
abarca en la República Mexicana, el tarahumara, guarijío, pima, tepehuán, huichol,
cora y nahua. Si bien la población yaqui es bilingüe, el idioma cahíta se habla como
lengua materna en los ocho pueblos, rancherías y poblados, con préstamos del
español y náhuatl.

Salud

Entre los yaquis aún coexisten las prácticas tradicionales y la medicina


institucionalizada. La práctica del curanderismo se rige por un conjunto de creencias
mágico-religiosas: Dios es la máxima divinidad del bien, de quien se recibe el don
para curar, y que no puede ser empleado en favor de la propia descendencia. Por
lo regular el oficio de curandero se hereda de uno de los padres o antepasados,
quienes transmiten los conocimientos sobre las creencias, el manejo de la
herbolaria, los tipos de enfermedad y los ritos curativos. Los yaquis consideran
como enfermedad aquellos malestares que pueden ser ocasionados de una manera
natural o sobrenatural y que alteran la salud de la persona. El dolor de muelas, de
cabeza o riñón se curan mediante la extracción de un objeto extraño del cuerpo que
puede ser una espina, un alambre de púas, hormigas o ciempiés. Las principales
técnicas curativas son: limpias, preparación de infusiones medicinales y sobas.

Vivienda

La unidad básica de residencia es la vecindad, esto es, una agrupación de parientes


que cohabitan en un conjunto delimitado de una o dos casas. Predomina el tipo de
vivienda tradicional, que se compone de una o dos piezas que varían su función de
acuerdo con la temporada del año. En verano los cuartos permanecen como
bodegas y se duerme en catres bajo la enramada (cobertizo hecho de ramas); ahí
se ubica la cocina que cuenta con el fogón, la mesa y estufa de gas; durante el
invierno se convierten en dormitorios.

El material predominante para su construcción es el carrizo y el mezquite enjarrado


con barro, tanto en muros como en techos, dejando uno de los muros sin enjarrar
con el fin de lograr ventilación cruzada cerca de los espacios destinados a la
preparación de los alimentos. La estructura es de horcones de mezquite plantados
en el suelo, y ramas verticales y horizontales de este árbol sujetas con lazos. La
mayoría de las casas yaquis tienen un patio adyacente para diferentes actividades,
como la cría de animales, preparación de carne seca, cultivo de frutales y hortalizas,
y el entretenimiento de los niños. Aunque existen habitaciones construidas con
materiales modernos, éstas no son adecuadas para las condiciones climatológicas
de la región.

Cosmogonía y religión

La religión yaqui se presenta, a raíz de la conquista, como un complejo que


yuxtapone creencias y prácticas nativas con las católicas, sin que haya
contradicción entre ellas o supeditación de una sobre otra. Así, encontramos la
sobreposición de identidad entre la Virgen María con ltom Aye (nuestra madre),
Jesucristo con Itom Achai (nuestro padre) y la preeminencia de otras figuras como
la Virgen de Guadalupe, San José, la Santísima Trinidad y los santos patronos de
cada pueblo.

Grupos protestantes y testigos de Jehová cuentan con adeptos entre la población


yori, mientras que hay muy poca penetración en la población yoreme.

El mito fundador del árbol o vara parlante se refiere a un tiempo anterior a la llegada
de los españoles, en que se buscó un intérprete que entendiera el sonido del árbol
o vara parlante, función que ahora desempeña una mujer. El relato describe la
separación entre los bautizados que aceptaron el catolicismo en el siglo XVII, los
que se rehusaron a ser bautizados (surem), y quienes huyeron para preservar
la yoania, relación aborigen con el mundo. Jesús aparece en la mitología como
héroe cultural yaqui que funda las danzas de pascola, venado y coyote y la Virgen
María funda la danza de los matachines, la cual, más que una danza es una oración
para la obtención de indulgencia. Las danzas, representadas para distintas fiestas,
llevan en su interior asociaciones y símbolos que plasman la particular interpretación
que los yaquis otorgan a las creencias católicas.

Vestimenta
La mujer Yaqui viste para el diario faldas y blusas holgadas
de telas lisas principalmente y en colores muy vivos con
adorno de encaje angosto; bajo las amplias faldas llevan
refajos de manta ó percal. Usan rebozo con las puntas hacia
atrás. Se trenzan el cabello y lo adornan con cintas de color
y vistosas peinetas; complementan su atuendo con anillos y
arracadas de oro y collares de cuentas de papelillo. También
entre la mujer Yaqui es muy común el uso de huaraches de
tres puntadas, aunque las jóvenes prefieren las zapatillas comerciales.
El traje de fiesta -que se conoce como uno de los trajes típicos- lo constituye una
falda de manta bordada con flores multicolores, lo mismo que la blusa. Sobre la
falda lleva una sobre falda de tela sintética transparente y adornada con cintas de
encaje blanco.

De la población campesina norteña: pantalón de mezclilla, camisa lisa ó a cuadros


con manga larga y sombrero tipo texano. Los Yaquis, Mayos y Guarijíos calzan en
su mayoría huaraches de tres puntadas y como sello distintivo llevan paliacates ó
mascadas de colores vivos anudadas al cuello; éstas últimas traen algún bordado y
otros adornos. También utilizan sombreros de palma con un listón rojo o plumas.
Comida Típica

 Colachi: Es un cocido que se prepara con calabacitas, elotes desgranados,


chile verde, cebolla, tomate, queso y media crema.
 Huacabaqui (wakabaki): es un cocido de carne fresca, en tronchos, con
elotes, ejotes, garbanzo, repollo y calabacitas.
 La machaca frita: se hace a base de carne seca, asada, remojada y
machacada con mucho ajo, luego se fríe con manteca de res, agregándole
mucho chile verde tatemando, tomate y cebolla, y una poquita de espesura
de harina tostada batida con agua.

Artesanías

La artesanía típica de los yaquis consiste principalmente en la parafernalia


ceremonial, e incluye tanto la ropa usada por los danzantes para los rituales y
celebraciones como los instrumentos musicales utilizados para acompañar dichos
bailes.
Algunas cestas, platos y tazas de barro son elaboradas para las festividades. El
único producto artesanal que se elabora con fines específicos de comercialización
son las muñecas de trapo que hacen las mujeres.
1. Los cinturones de los danzantes
Son un tipo de artesanía ritualística hecha específicamente
para los bailes y utilizada por los danzantes en fechas
específicas.
Sobre una tira de cuero de unos 8 centímetros cuelgan tiras,
también de cuero, junto a un centenar de pezuñas de venado.
La función de las pezuñas es generar un sonido que exprese el nerviosismo del
animal durante la danza. Para otras danzas los cinturones pueden incluir cascabeles
en reemplazo a las pezuñas.
2. Esculturas en madera
Los yaquis, inspirados por la naturaleza, tallan en
madera piezas que hacen alusión a águilas, liebres,
tortugas, tiburones, delfines y otros peces, así como
gran variedad de aves.
Utilizan una madera llamada palo fierro, muy parecida
al ébano. Es bastante resistente a la humedad por
tener una porosidad muy baja.
3. Muñecas
Elaboradas a mano con distintos tipos de tela y adornos. Tienen una altura que
oscila entre los 30 a 35 centímetros aproximadamente.
Las muñecas representan a la mujer yaqui, y son vestidas de igual manera que lo
haría tradicionalmente una mujer indígena yaqui: falda y blusa bordadas con flores
de colores típicas en festividades, y los tradicionales huaraches.
4. Máscaras
En sus bailes tradicionales los yaquis utilizan varios
tipos de máscaras, como la de pascolas, que es
utilizada durante la danza de venado, o la máscara de
fariseos.
Normalmente son hechas en madera, y se pintan
dependiendo de la celebración. También destaca la
cabeza de venado usada en algunos bailes. Esta no es
técnicamente una máscara sino una cabeza disecada.
5. Instrumentos musicales
Varios instrumentos autóctonos de los yaquis son
elaborados para acompañar los bailes. Los rascadores,
utilizados para la percusión durante el baile del venado,
están hechos de madera y producen un sonido seco.
El tambor de agua está hecho de una calabaza seca que
contiene agua en su interior y genera diferentes sonidos.
La flauta ceremonial, hecha con un palo de carrizo, es un instrumento autóctono
que emula los sonidos del venado durante la dramatización.
El ténabaris, pieza esencial en el baile del venado y otros tantos, es una especie de
sonaja hecha por capullos de mariposa que cumple una función dual: sonido durante
el baile y parte del atuendo.
Mientras el danzante se mueve o camina, el ténabaris produce sonido por la
percusión de los capullos secos entre sí, los cuales están unidos por un hilo o
cuerda.
6. Petates, canastas y coronas de carrizo
7. Platos y tazas de barro que utilizan para las fiestas y después destruyen.
8. Faldillas, blusas, manteles, servilletas y mantos.

Fiestas

 Cuaresma, en toda la Tribu Yaqui

 Fiesta de San Juan Bautista, de Vícam

 La Santa Cruz en Tórim, mes de mayo

 La Santísima Trinidad, en Pótam, mes de junio

 Corpus Cristo, en Rahúm, mes de junio

 Santa Bárbara, en Huírivis

 La Virgen del camino, en la Loma de Bácum, mes de julio

 El espíritu santo en la Loma de Guamúchil.

 San Pedro y San Pablo en Belem (pitahaya)


Conclusión

Después de la repentina caída de la tribu yaqui, éstos no han podido recuperarse y


mucho menos explotar sus tierras en beneficio propio. La remuneración que reciben
por la renta de sus tierras no es suficiente para mantenerse el resto del año, de aquí
se desprende la situación que orilla a tener bajo provecho educativo, recordemos
que el nivel promedio de escolaridad de la etnia yaqui apenas alcanza 6.2 años de
estudios. Esto se relaciona con que el bajo ingreso familiar, la dificultad para llegar
a los planteles educativos, la alta marginación en servicios de infraestructura, entre
otros factores, niños y jóvenes abandonan la escuela ya sea porque sus padres no
tienen los recursos suficientes para enviarlos o bien porque tienen que incorporarse
a la fuerza laboral y ayudar con los gastos familiares.
Por otro lado, en sus costumbres es común formar una nueva familia a temprana
edad, lo cual es otro motivo por el que las mujeres dejan de estudiar es para
dedicarse a las labores domésticas y los varones en su caso, deben buscar empleo,
cuyas oportunidades son escasas y mal remuneradas. Lo anterior se vuelve aún
más difícil si sumamos el hecho de que no cuentan con un nivel de estudios
apropiado.
En mi opinión a nosotros como estado vecino de Sonora es muy importante tener
conocimiento sobre ésta etnia ya que algunas de sus tradiciones y gastronomía
también la tenemos nosotros, como las festividades de semana santa ya que
muchos de los pobladores yaquis bajan a la ciudad de Los Mochis a cumplir con su
actividad de fariseos, más conocido como “los judíos”, aunque también mucha gente
que no es perteneciente a ellos se ha apropiado de esa tradición y la cambia a sus
necesidades, entonces por eso yo considero que ellos son muy importantes porque
aunque no pertenezcamos a su etnia seguimos sus tradiciones, aunque muchas
veces no sepamos de donde vienen.
Fuentes Consultadas

 INPI. Etnografía del pueblo yaqui de Sonora. 06 de julio de 2018.


 https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_yaqui#Artesan%C3%ADa
 http://caje.me/historia/17-yaquis
 Al García. Las 5 Costumbres y Tradiciones de los Yaquis Más Importantes.
Recuperado de: https://www.lifeder.com/costumbres-tradiciones-yaquis/
 Al García. Las 5 Artesanías Típicas de los Yaquis Más Relevantes.
Recuperado de: https://www.lifeder.com/artesanias-tipicas-yaquis/

 http://ru.iiec.unam.mx/3948/1/091-Dom%C3%ADnguez.pdf

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