Sunteți pe pagina 1din 15

Cómo conversar

1 métodos: Tener tu propia gran conversación

El arte de conversar requiere práctica, pero no es tan difícil como te imaginas.


Ya sea en la cena de una fiesta, en tu escuela o en el teléfono, una buena
conversación empieza con dos o más personas que están en la misma página
y se sienten cómodas platicando entre ellas. Si sigues los pasos de este
artículo, puedes aprender a relajarte y a tener una gran conversación con
prácticamente cualquier persona.

Tener tu propia gran conversación

1.

1
Averigua un par de cosas sobre la persona con la cual vas a platicar (si
puedes) antes de empezar la conversación. Los perfiles en las páginas web
como Facebook y Twitter pueden ser una buena fuente de información,
siempre y cuando tengas cuidado de no convertirte en un acosador. Empieza la
conversación con un poco de información interesante que no sea muy
personal.
 "Estaba viendo la página web del departamento de Bioquímica y ví que estás
trabajando en una tesis muy interesante, ¿cómo se te ocurrió el tema?"
 "Vi en el memo de la oficina que estás trabajando para lanzar un proyecto en
las escuelas locales, ¿cómo vas con eso?"
 "¿Es verdad que acabas de aventarte del paracaídas?"

2.

2
Haz preguntas para que la otra persona pueda hablar de él o ella misma.
"¿Qué te gusta hacer?", "¿qué clase de cosas has hecho en tu vida?", "¿qué
hiciste hoy o el fin de semana pasado?" Identifica las cosas de ellos que
podrían interesarte y hazle preguntas al respecto. A las personas les encanta
tener la oportunidad de platicar de sus pasiones o de los temas en los que son
expertos.
 Haz preguntas para clarificar. Si tu interlocutor está hablando de alguna
profesión o actividad que no entiendes, toma la oportunidad para aprender
más.
 Asegúrate de que tu interés parezca ser genuino. Mantén contacto visual,
mueve tu cabeza y haz comentarios como “eso es interesante”.
 Usa preguntas abiertas. Evita las preguntas con respuestas sencillas como “sí”
o “no”. Mejor, haz preguntas que le den a tu compañero la oportunidad de
hablar extensamente. “Así que te gusta mucho el parapente, ¿qué hizo que te
interesaras en primer lugar?"
 Empieza superficial. Al principio haz preguntas genéricas. Después, mide el
nivel de comodidad de tu compañero. Si parece que está dispuesto a abrirse
más, hazle preguntas más personales.

3.

3
Proyecta inspiración e invitación.
 Una "invitación" sucede cuando dices algo que le permite a tu compañero
tomar la palabra. Generalmente, las invitaciones vienen en forma de preguntas.
 La "inspiración" se refiere a cuando sacas un tema que le atrae a tu interlocutor
y hace que inicie una discusión. Por ejemplo, podrías compartir una historia
graciosa que te recuerde a tu compañero porque a él o ella también le pasó
algo similar, o podrías compartir tus pensamientos sobre algo y motivar a tu
compañero a que responda. [1]

4.

4
Comenta sobre un tema de interés general. Algunas personas leen
brevemente la sección de eventos actuales en los periódicos para que en caso
de que la conversación se trunque, puedan comentar algo de un tema de
interés general.[2]"¿Supiste sobre el nuevo parque subterráneo que están
construyendo en el centro?" esto es interesante e informativo al mismo tiempo.
5.

5
Escucha activamente. Una conversación no avanzará si estás ocupado
pensando en otras cosas, incluyendo lo que dirás a continuación. Si escuchas
bien, identificarás las preguntas a preguntar basadas en las declaraciones del a
otra persona.

 Parafrasea lo que acabas de escuchar. “Así que dices que aventarte de un


paracaídas ha sido la experiencia más emocionante que has tenido?" Al hacer
esto estás demostrando respeto a la otra persona y le das la oportunidad de
corregir tu entendimiento, afirmarlo o mejorarlo.
 Motiva a la otra persona a que hable más. Tu interlocutor se sentirá como si tú
estuvieras atento y comprometido y te darán el crédito de ser un gran
conversador.
6.

6
Olvídate de ti mismo. Dale Carnegie dijo “Es mucho más fácil interesarse en
los demás que convencerlos a que se interesen en ti”.[3] Si estás muy ocupado
pensando en ti mismo, cómo te ves o lo que la otra persona está pensando,
entonces nunca podrás relajarte. Tu incomodidad hará que la otra persona se
sienta incómoda..
7.

7
Expresa tus desacuerdos con respeto. Cuando declares una opinión distinta,
recuerda estos puntos:

 Conoce el terreno en común antes de estar en desacuerdo e intenta omitir la


palabra “pero” de tu declaración. En lugar de eso, procura sustituirla por la
palabra “y”. Muchas personas la encuentran menos antagonista.
 No manipules la conversación para que favorezca a tu agenda y avasalles a tu
contraparte. Nunca uses una conversación para aumentar tu ego.
8.

8
Acepta los silencios ocasionales. Bebe algo o dale una mordida a tu cena
mientras piensas en la próxima cosa que vas a decir. ¿Algo que fue dicho te
provocó un nuevo pensamiento o tema? Usa la pausa como una suave
transición para avanzar en la conversación.

9.
9
Realiza, ocasionalmente, la pregunta que se cierne sobre la conversación.
Los humanos son seres sociales y la sociedad tiene etiquetas basada sen las
reglas. Hay tantas etiquetas que sería doloroso enlistarlas, pero vale la pena
dar un paso más allá de las etiquetas y hablar de cosas que se piensa que no
deberían de ser tema de conversación. Puede ser realmente refrescante y
preparar el camino para una grandiosa conversación.

 Hay una regla allá fuera que dice que no se debe discutir ni de religión ni de
política, y suele ser una buena regla. Si piensas que puedes tener una
discusión con alguien sin hacerlo sentir amenazados por tus creencias,
¡adelante!
 El amor es otro tema prohibido. No queremos entrometernos en la vida de las
demás personas, por el simple hecho de que no queremos que se entrometan
en las nuestras. Sin embargo, a veces las personas quieren una excusa para
hablar de sus vidas amorosas. Si tu compañero dice algo como “No creo que
sea un tema apropiado”, discúlpate y cambia de tema.

10.
10
Cuenta historias, preferentemente graciosas. Las historias aderezan la vida.
Joan Didion dijo “Nos contamos historias para poder vivir”[4] y muchas personas
están de acuerdo con ella. Hay algo sobre una historia contada por experiencia
que nos lleva a un lugar distinto, permitiéndonos escapar de nuestras
pequeñas vidas y vivir una existencia mayor. No tengas miedo de ir a ese lugar
con tu conversación. Un par de cosas a recordar cuando cuentes una historia
son:

 Toma las cosas con calma. No apresures tu historia. Haz pausas como efectos
dramáticos cuando lo necesites. Un enfoque constante y medido dibujará tu
historia y mantendrá a tu audiencia cautivada.
 Haz transiciones hacia tu historia. “Es gracioso que hayas dicho eso” o
“hablando de bromas” o “De hecho, a mí me pasó algo similar no hace mucho
tiempo” ayudará a que la conversación tenga una evolución natural hacia tu
historia. .[5]
 Cuenta una historia basada en hechos reales. En otras palabras, algo que en
realidad haya pasado. La verdad es más extraña que la ficción y una historia
que ha sido fabricada simplemente se “siente” un poco más vacía que una que
en realidad pasó.

11.
11
En caso de ser necesario, coméntala. Si realmente estás falto de palabras y
la conversación está arrugándose más rápido que el celofán debajo del calor,
haz un comentario sobre lo extraña que la conversación se ha vuelto, hazlo con
humor:

 "Lo siento, mi rareza sale a relucir en momentos tan… extraños. Suficiente con
formalidades. ¿De qué realmente quieres hablar?
 "Estamos esforzándonos demasiado, ¿no?. Debe de haber algo esencial que
se nos está escapando. ¿No eres una persona que ama los gatos verdad?
 "Estoy seguro de que tenemos “algo” en común. ¿Te parece si vamos a beber
algo y dejar que el alcohol hable por nosotros? Parece que necesitas una
bebida.”

12.
12
Identifica cuando la conversación se termine. Incluso a las mejores
conversaciones eventualmente se les acabará el gas o serán terminadas por
una interrupción. Sonríe, declara que has disfrutado de la conversación y
despídete. Terminar de manera positiva hará que la otra persona quiera hablar
contigo otra vez.

Consejos
 Asegúrate de hacer pausas entre los enunciados. Hacer esto le permite a la
otra preguntar o compartir algún pensamiento suyo. Recuerda, quieres tener
una conversación, no un monólogo.
 Siempre sonríe cuando sea necesario. No significa que debas de hacerlo
después de cada cosa que él o ella diga. Simplemente significa que cuando la
conversación se esté desarrollando positivamente, puedes motivar este
desarrollo demostrándole a tu compañero que estás genuinamente interesado
en lo que él o ella está diciendo. También le demuestra, en una manera sutil,
que quieres saber más y hace que la otra persona ahonde más en el tema
debido a tu placentera respuesta. Básicamente, la clave está en las
expresiones faciales.
 Acércate a la persona con la cual quieres hablar con confianza. Estar alrededor
de personas seguras hace que las demás personas se sientan bien. Tu energía
y entusiasmo son contagiosos y hará que todos los participantes de la
conversación se sientan seguros y cómodos. Proyectar confianza es la clave
para una buena conversación.
 Hazle a la otra persona un cumplido. Por ejemplo, decir algo como “me gusta tu
bolso” podría dirigir la conversación a las tiendas, bolsas o a cualquier cosa
que te puedas imaginar.
 Evita detenerte en una conversación aburrida. A veces la otra persona está
distraída o simplemente ha tenido un mal día.
 Habla sobre tus pasatiempos y de los de tu interlocutor.
 A veces, una gran conversación puede seguir desarrollándose si la persona
que quiere hablar juega a lo mismo que tú, por ejemplo, un juego o deporte.
También puede funcionar con los lugares que frecuenta o con ciertas
actividades que realizan.
 Cuando estés hablando con él o ella en la escuela, asegúrate de terminar la
conversación diciendo algo como “Me tengo que ir, lo siento, ¡nos vemos!”
cuando un tema es muy bueno, esto lo dejará queriendo platicar contigo aún
más.
 Si una persona no es el tipo de persona con quien te gustaría tener una buena
conversación, dirígete con otra persona que aprecie más tus esfuerzos.
 Sólo empieza conversaciones cuando es un buen momento para ambos. No
van a querer hablar si están apresurados y hacerlo podría hacer que se
molesten contigo.
 Haz preguntas que sean fáciles de responder. Algunas preguntas son más
difíciles de responder que otras. Alguna vez te han preguntado que cuáles eran
tus planes para el fin de semana y tú pensaste “Realmente no quiero pensar en
mis planes para el fin de semana... ¿contesto eso?” o “¿te está matando la
escuela?” lo ideal es que estás preguntas tengan respuestas placenteras. Si te
das cuenta de que tu conocida no está disfrutando de la conversación, evalúalo
y aprende de ello.
 Discusiones en grupo. Puede ser difícil iniciar nuevos temas en discusiones
grupales. Los temas ideales son los que no pongan a las personas bajo la luz,
que no sean muy pesados (religión, política, etc.) y que sean interesantes para
la mayoría de las personas. Una manera de encontrar este tipo de temas es
leer las noticias y después hablar al respecto. Las historias divertidas o que les
recuerdan cosas de su pasado también pueden generar conversaciones ligeras
y positivas.
 Da buenas respuestas a las preguntas. Digamos que te topas a Julia en la sala
de descanso y ella te pregunta “¿cómo estás?” tú dices “bien, gracias” y
después de quedas callado. No habría sido una mejor conversación si hubieras
contestado “bien, acabo de terminar un proyecto importante en el trabajo y
estoy feliz de que se haya terminado”. Cuando las personas te hagan
preguntas y quieren una respuesta detallada y satisfactoria, considera darles
una respuesta carnosa en lugar de mandarlos a volar. Otra buena manera de
responder una pregunta que te gusta es compartir tu interés en el tema. Decir:
“Me encanta esa pregunta” ayuda a que las personas te conozcan mejor, lo
cual hace que sea más fácil conversar contigo.
 Comenta sobre tu ambiente. Por ejemplo, salen de clase y di “¿qué te pareció
la clase?”
 Si conoces a la persona, realiza una lista mental de los tópicos que han
discutido previamente y continúa con uno de ellos. Por ejemplo, alguno de sus
proyectos, el hito de su hijo o alguna mala noticia que te haya compartido.
 Pregunta algo sobre sus propiedades. Un amigo vio una jarra de agua sobre mi
escritorio y me dijo que si era un gran bebedor de agua - ¡genio!
 Pregunta si les gusta algo en específico. Por ejemplo “¿te gusta jugar ajedrez?”
podrían decir, “no, pero me gusta el Monopoly”.
 Toma notas mentales de “temas de conversación”. Un tema de conversación
es algo que puedes usar para iniciar una conversación interesante con alguien.
A veces, toma esfuerzo desarrollar temas de conversación, especialmente
cuando tus compañeros tienen intereses distintos a los tuyos.
 Desarrollar tus intereses. Es más fácil empezar conversaciones interesantes
cuando inviertes tiempo en desarrollar tus propios intereses. Familiarízate con
tu interés para que puedas hablar al respecto. Amplía y profundiza tus
intereses con una actitud que refleje que estás interesado en cualquier cosa.
Otra manera de profundizar y ampliar tus intereses es preguntando sobre los
intereses de los demás. Si a tus amigos les encanta el béisbol, pregúntales
sobre sus equipos y jugadores favoritos o pídeles que clarifiquen la estructura
de la liga.
 No seas un sabelotodo. Las personas pensarán que eres raro.

Advertencias
 ¡No confíes demasiado en tu suerte!

Referencias
1. ↑ http://www.improveyoursocialskills.com/conversation
2. ↑ http://www.happiness-project.com/happiness_project/2009/05/seven-tips-for-
making-good-conversation-with-a-stranger/
3. ↑http://www.toastmasters.org/ToastmastersMagazine/ToastmasterArchive/2010
/August/Conversationalist.aspx
4. ↑ http://www.ninetymeetingsinninetydays.com/Joan_Didion.html
5. ↑ http://www.royane.com/articles/conversation/conversation/300-how-to-master-
the-art-of-conversation-through-story-telling

Acerca del artículo


Categorías: Comunicaciones | Relaciones sociales

S-ar putea să vă placă și