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La Marca Perú ¿embajadora de la identidad?

Calvo Seminario Marianina

Seccion 22/ Aula 205/ Turno Tarde

Una Marca País se define como una propuesta de valor que busca dar a conocer los mejor
que puede ofrecer un país, generando un clima de seguridad, optimismo y de confianza para
atraer visitantes e inversionistas y lograr posicionarse en el mercado mundial con respecto a
otras naciones asegurando el desarrollo económico en tres de sus dimensiones: turismo,
exportaciones e inversión extranjera directa.
La marca Perú, es una marca país, que surge como una iniciativa conjunta del Ministerio de
Comercio Exterior y de PromPerú. Sus objetivos, según De la Gala (2013) son “dar
sinergia, integrar, concientizar y posicionar”, mostrar lo que hace único al país. Se la
entiende como el sello de identidad peruana, una propaganda que muestra a una sociedad
unida, orgullosa de su cultura. Costa sierra y selva resumidas en el viejo apotegma de
“todas las sangres” pero ¿Es verdaderamente esto lo que muestra la marca Perú? ¿Es una
verdadera embajadora de la identidad?
No es difícil inferir que como toda marca, utiliza al marketing para atraer clientes. No
muestra fidedignamente la realidad, se empeña en realizar un maquillaje eficiente que
termina por mostrar solo aquellos aspectos más resaltantes del Perú, aquellos que puedan
persuadir al consumidor y servir de atractivo para los turistas y los inversores. Bauman
(2007) señalaba que “el Estado ha dejado de considerar ciudadanos para empezar a reclutar
clientes”. Es decir, la ciudadanía peruana ha quedado en manos de la “compra de la
peruanidad”. Un ejemplo resaltante es el de Mistura, una feria gastronómica en donde los
consumidores creen que el Perú está unificado y por ello sienten un orgullo por la comida,
mientras que aquellos que no pueden pagarlo, son considerados como consumidores
defectuosos o antiperuanos. Esta descripción además de ello, hace alusión a aquellos
humildes migrantes que invaden las ciudades para aspirar al goce de ser peruano y que,
mediante el emprendimiento, buscan abrirse campo para superar las condiciones sociales
que favorecen a los ricos y desangrar a los pobres
La marca Perú, se centra en exportar los elementos más resaltantes de la cultura peruana. Se
exporta a pobladores de la sierra, de la selva, junto a sus costumbres, tradiciones. Se puede
decir que se trata de una cultura utilizada con fines lucrativos y presentada de manera
exotizada, primitiva. ¡Sea exóticos para que podamos verlos! Quizás, así sea la única
manera en que estos pueblos puedan salir de la oscura esquina marginal en la cual se
encuentran confinados desde tiempos inmemoriables y que por unos momentos estén
presentes en el pensamiento de la sociedad limeña y moderna, sin llegar a superar del todo
esas brechas sociales tan características de la realidad contemporánea. ¿Por qué se busca
exportar la cultura peruana? ¿Por qué no decir ¡Eres peruano y tienes derecho a comer rico!
a una personas de la sierra, selva? ¿Por qué llevarlos hasta países totalmente ajenos a
nosotros? Esto se podría explicar fácilmente interpretando la labor de la industria no solo en
términos económicos sino también en raciales y culturales, es decir, se busca según Cuevas
(2016) “transformar el pasado indígena de barbarie en mestizos, blancos y civilizados”,
siendo los primeros, los únicos útiles para disfrutar de este teatro cultural para el goce
estético. Una vez terminada su labor, se les minimiza, inferioriza y llegando incluso al
racismo, tratando de colonizar y de imponer una cultura a una población blanca, preferida
ante la indígena. Esto demuestra las profundas contrariedades y contradicciones que se
producen dentro del Perú.
Por otro lado, ¿qué sucede cuando estas personas, embajadoras de la cultura, necesitan
asistencia del Estado para que se escuche su voz y se defienda sus intereses? Pues la
diversidad ya no existe, se la margina nuevamente a su oscura esquina. Esto se puede ver
plasmado en las manifestaciones de Alan García del 2007, en donde aduce al “síndrome del
perro horteliano”. Para él, los habitantes de la selva son mezquinos y egoístas pues se
interponen en el camino del desarrollo. Por lo tanto, mientras estas personas no se muevan
en la frecuencia de la competitividad y en servir de ayuda para el progreso económico serán
marginados por un Estado en donde la diferencia y la diversidad culturales ya no se tolera
Se podría decir que la marca Perú, a través del Marketing, como dije, maquilla la realidad,
narra la historia de la nación según lo que piensa, desea y lo que le conviene, es decir, crea
lo que cree, siendo la realidad muy diferente: niños con anemia, conflictos sociales como el
de Bagua, derrames de petróleo en la selva. Se muestra la cara más bella de la sociedad,
capaz de obnubilar a cualquier espectador, el opio de un pueblo, que pensando que se trata
de patriotismo, no se da cuenta de que se trata de una situación en la que el “ser peruano” se
convierte en un ardid consumista que poco a poco intensifica la destrucción de una
sociedad fundamentada en la relación de Estado-Nación- Empresa y en donde el dinero
constituye el soporte para cumplir con los anhelos progresistas de la nación, generando
beneficio para unos, y consecuencias para otros.
Aquellos que no saben ser peruano, no tienen derechos, territorio ni nación.
Amparados en la bonanza económica, el Perú es en este momento un país donde la
igualdad, la libertad y la fraternidad se coalicionan con el Estado, el mercado y la
nación. (Karatani,2005)

Finalmente, solo cabe resaltar, que la engañoza labor de la Marca Perú penetra
profundamente en la mente de las personas, muestra de ellos son los comentarios de los
videos publicados en las redes.
- Hermoso trabajo, original y lleno de emoción (y sabor) un abrazo a mis hermanos
peruanos desde Chile.
- Me encanto el documental que lo repetí , la verdad me emocioné muchísimo! Los
felicito ! Lo ame! No soy Peruana pero por un momento me sentí así ! Saludos
desde Ecuador
- Gran Perú siempre en mi corazón saludos a toda la gente linda desde Australia.!!
Esto indica que se ha logrado el objetivo de crear una secuencia de símbolos, pensamientos
positivos que pretenden brindar una imagen distorsionada, una imagen que solo incluya los
aspectos positivos de la realidad, en donde proteger la industria es sinónimo de contribuir a
la sociedad, y en la que la nación es una mercancía que busca crear clientes, fidelizarlos y
posicionar al país en un buen puesto de desarrollo económico, y de otorgarle prestigio a
través de su marca- algo que ya ha logrado, pues se encuentra en el puesto 5 de América
Latina-, ¿pero a cambio de qué? ¿Cuál es el costo del progreso económico que nos venden?
Pues una realidad social que se hunde en la podredumbre de la oferta masiva, de la
disneyficacion, de la construcción y venta de una identidad falsa que establece brechas
invisibles que nos separan cada vez más y más y nos hacen ajenos de todo aquel al que
solíamos llamarle hermano. Hay, hermanos y hermanas, muchísimo que hacer.

Referencias:
Bauman, Z. (2017) Consuming life. Cambridge: Polity Press
Cuevas, E. (2016) Marca Perú ¿una nación en construcción? Contratexto (25) p 95-120
De la Gala (2013) La Marca Perú y su influencia en la generación de identidad en
estudiantes universitarios de Trujillo. Cientifi-k 1(2) p.72-89
Karatani, K (2015) Transcritique: On Kant and Marx. Massachusetts, Estados Unidos:
MIT Press

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