Sunteți pe pagina 1din 8

Participación ciudadana y actividad minera.

La experiencia en la provincia de San Juan, Argentina.


María G. Henríquez
Graciela N. Nozica

Inst it ut o de Invest igaciones Socioeconómicas


Facul t ad de Ciencias Sociales
Inst it ut o Regional de Planeamient o y Hábit at - FAUD
Universidad Nacional de San Juan
grnozica@f arqui. unsj . edu. ar

Resumen
Si la part icipación ciudadana es un requisit o para alcanzar los obj et ivos del desarrollo local
y ambient alment e sust ent able, un aspect o fundament al en est e t ema es el relacionado a la
aprobación de proyect os que se considera t endrán un f uert e impact o t ant o en lo social como en
lo económico, lo ambient al y lo t errit orial. Est e es, sin lugar a dudas, el caso de los proyect os
mineros de Veladero y Pascua Lama en la provincia de San Juan.
Los discursos t ant o desde el Est ado como desde las empresas, sost ienen la necesidad de la
part icipación ciudadana como requisit o para el desarrollo con sust ent abilidad. Sin embargo, se
descalif ican las opiniones emit idas por las diferent es organizaciones t ant o sociales como ambien-
t alist as, y no se at iende al reclamo de mayor y mej or información sobre los procesos puest os en
marcha.
Por t ant o, es obj et ivo de est e t rabaj o analizar los Informes de Impact o Ambient al de ambos
proyect os, para luego considerar las acciones planificadas por la empresa en t emas de part icipa-
ción ciudadana y desarrollo local, así como t ambién las inst ancias que se propician desde el
Est ado para hacerla posible a f in de evaluarlas a la luz de un enfoque int egrador del desarrollo
sust ent able.

Palabras Clave: desarrollo - ambient e - sust ent abilidad - minería

1- Introducción
La hist oria lat inoamericana permit e const at ar que la minería no ha sido fuent e de creci-
mient o económico sost enido, ni ha cont ribuido a crear sociedades equit at ivas en los principales
países product ores de la región. Est e hecho se observa en numerosos ej emplos a lo largo del
t iempo en América Lat ina, pero en Argent ina uno recient e, y en le marco de lo que se denomina
nueva minería, es el de la explot ación de Baj o la Alumbrera, en la provincia de Cat amarca, donde
a más de 10 años de producción, se denuncia la ausencia de procesos de desarrollo local visibles.
Un ej emplo que ha sido analizado1 es el de la mina de Yanacocha en Perú. Los est udios
realizados sost ienen que el caráct er de enclave de est a mina es part icularment e concent rado.
Est e caráct er est aría det erminando, ent re ot ras cosas, que el Índice de Desarrollo Humano (IDH)
de la región de Caj amarca (donde se localiza el emprendimient o) sea uno de los más baj os del

1 Bebbington, Anthony y otros “Los movimientos sociales frente a la minería: Disputando el desarrollo territorial andino”,
en Territorios Rrurales, RIMISP, Santiago de Chile, 2007.

REV 115 I I SE
país ubicándose en el puest o 22 de 25; valores que práct icament e no han variado desde la puest a
en funcionamient o de la mina. La región t iene, además, el logro educat ivo más baj o a nivel
nacional, concluyendo los aut ores que “ est e es un problema general para la minería” . Est os dat os
deberían, al menos, hacernos reflexionar sobre el t ipo de inversiones y su impact o.
En est e sent ido, es indudable que la inversión minera est á generando crecimient o econó-
mico en la provincia de San Juan t al como lo muest ra el aument o del PBG y la duplicación del
valor de las export aciones; pero hast a el moment o est e crecimient o no se t raduce de manera
visible en la calidad de vida de la población local, lo cual se deba probablement e a su caráct er de
economía de enclave.

Cuando se ot orgó la Declarat oria de Impact o Ambient al (DIA) de Veladero, la población (del
Depart ament o y la provincia, en general) no t uvo acceso al Informe de Impact o Ambient al (IIA),
no hubo, por t ant o, debat e local ni provincial lo cual podría explicarse ya bien por el desconoci-
mient o de la población sobre la minería met álica, ya por la llegada t an esperada del desarrollo
basado en la minería, component e que ha impregnado el discurso polít icos desde Sarmient o en
adelant e.
La aprobación del IIA de Veladero se dio en un cont ext o en el que el gobierno provincial
buscó cerrar los canales polít icos a t ravés de los cuales se hubieran podido expresar las prot est as.
La información brindada f ue escasa y la organización social de resist encia, débil. Como ej emplo
de est o podemos cit ar el inf orme de Diario de Cuyo del 20-05-05 sobre el discurso del señor
Gobernador: “ Exalt ado, con f rases cont undent es, José Luis Gioj a le habló a la milit ancia j ust icia-
list a: “ La minería es part e del proyect o para reconst ruir San Juan y nosot ros t enemos que
t rabaj ar en eso para que los vivos o especuladores se pongan en sus l ugares” . El gobernador
arengó a su t ropa a defender la act ividad. También hubo una enérgica respuest a para el int en-
dent e basualdist a, José Ibazet a, que mot oriza una consult a popular obligat oria sobre la minería
para el 3 de j ulio en Calingast a” .
Frent e a est a realidad, es de suma import ancia generar espacios de debat e que permit an
plant ear con seriedad cuáles son los recursos que pueden explot arse sin aument ar los riesgos de
las poblaciones involucradas, las t ecnologías que deberían aplicarse y, fundament alment e, cómo
van a dist ribuirse los cost os y los beneficios en la sociedad. Est o es, def inir si es posible que la
minería de gran escala cont ribuya al desarrollo con sust ent abilidad, primero, para est ablecer de
qué manera lo hará, después.
En est e cont ext o de promoción de la act ividad t ant o los discursos del Est ado como de las
empresas, sost ienen la necesidad de la part icipación ciudadana como requisit o para el desarrollo
local con sust ent abilidad ambient al. Sin embargo, se descalif ican las opiniones emit idas por
diferent es organizaciones t ant o sociales como ambient alist as, ni se at iende al reclamo de mayor
y mej or inf ormación sobre los procesos puest os en marcha. Aspect o fundament al si se considera
que la provincia no t iene experiencia con minería de est a clase. Por ello, es obj et ivo de est a
ponencia analizar los Inf ormes de Impact o Ambient al de ambos proyect os, para analizar luego las
acciones t ant o planificadas por la empresa en t emas de part icipación ciudadana y desarrollo
local, como las inst ancias que se propician desde el Est ado, a f in de evaluarlas a la luz de un
enfoque int egrador del desarrollo sust ent able.

2- La participación desde la visión de los proyectos y la legislación vigente.


El t ema de la part icipación asociada al desarrollo es product o de la revisión t eórica que
sufrirá la práct ica de la planificación en Lat inoamérica desde f ines de los años ‘ 70. Revisión que
se nut rirá de aport es diversos buscando definir una práct ica de la planificación acorde a las
necesidades de la región. No ahondaremos ahora en el desarrollo de est e concept o al int erior de

REV 116 I I SE
la planificación lat inoamericana, pero al def inir el concept o de “ part icipación popular” 2 —si-
guiendo a Blas Tomic (1983)— part imos de “ reconocer el derecho que posee t odo ciudadano –en
su doble calidad de individuo y de miembro de det erminados grupos de int erés— a que la socie-
dad le garant ice simult áneament e dos cosas: por un lado, la exist encia de canales inst it ucionales
que le permit an int ervenir como suj et o prot agónico en las decisiones y acciones que afect an las
condiciones sociales de su exist encia, sean est as inmediat as o globales; y por ot ro, el acceso a los
medios y recursos indispensables para adquirir la capacidad de aprovechar plenament e dichas
oport unidades inst it ucionales’’ . Por t ant o, la part icipación se ent iende como condición, obj et ivo
y medio para alcanzar la sat isf acción de las necesidades de la comunidad.
Desde aquí podemos, por una part e, analizar cómo se han desarrollado los procesos de
aprobación de los proyect os mineros que se present an, primero, para most rar después cómo se
inst rument a la part icipación en dichos proyect os.

Si la part icipación aparece como un requisit o para alcanzar los obj et ivos del desarrollo
local y ambient alment e sust ent able, un aspect o f undament al en est e t ema es el relacionado a la
aprobación de proyect os que se considera t endrán un fuert e impact o t ant o en lo social como en
lo económico, lo ambient al y lo t errit orial. Est e es, sin lugar a dudas, el caso de los proyect os
mineros de Veladero (oro) y Pascua Lama (cobre) 3.
Uno de los presupuest os de la gest ión ambient al es, al igual que en la planif icación ent en-
dida como gest ión, la part icipación. La legislación ambient al de la provincia, pionera a nivel
nacional, prevé para los emprendimient os mineros la Evaluación de Impact o Ambient al y la
consult a pública. Sin embargo, el Código de Minería (legislación de alcance nacional) reformado
en 1995, no considera la inst ancia de Consult a Pública en las Evaluaciones de Impact o Ambient al
Mineras. Luego al adherir San Juan a est a legislación, quedó sin efect o la Ley General del Am-
bient e de la provincia, posibilit ando que la aprobación del proyect o Veladero (el primero de su
t ipo en San Juan) t uviera lugar como una cuest ión de Est ado. Por el cont rario la aprobación de
Pascua Lama, y en gran medida a causa de la presión que ej erció la opinión pública al manifest ar-
se cont ra el proyect o Veladero, hizo que el gobierno reaccionara e inst rument ara algunos cam-
bios. Así el proceso se rigió por un decret o del ej ecut ivo provincial —Nº 1815 MpyDE— que est a-
blece la conformación de una Comisión Int erdisciplinaria de Evaluación Ambient al Minera, CIEAM,
con opinión vinculant e en la aprobación de los Informes de Impact o Ambient al, de la Consult a
Pública y ot ra Resolución —la 028 del MpyDE— t ambién del ej ecut ivo, que reglament a los proce-
dimient os de Audiencia Pública4, superando así las limit aciones del Código de Minería, al menos
en el aspect o formal. Est a part icipación si bien se corresponde con la f orma que est a asume en
las democracias represent at ivas permit e, sin embargo, encausar acciones para dar cuent a de las
opiniones o pedir explicaciones.

2 Tomic, Blas “Participación Popular y desarrollo en la base”, en Buscando la Equidad Capítulo V, PREALC. Santiago de
Chile, 1988 citado por Henríquez, María G. (2000) “Ambiente y Gestión” Tesis de Maestría. UNSJ.
3 La provincia de San Juan, ubicada en el centro-oeste de la República Argentina, ha experimentado en los últimos años una
profunda transformación de su estructura productiva, al ponerse en marcha la nueva política minera impulsada en los ‘90.
Tras años de exploración minera, en 2005 comenzó la construcción de la mina Veladero, que se encuentra ya en producción
y a la que se sumará, se estima que en un año, la mina de Pascua Lama, emprendimiento de carácter binacional, ubicado
a pocos kilómetros de Veladero en el Valle del río Las Taguas en la cordillera de Los Andes, sobre el límite internacional
con Chile.
4 Acta Nº 5 del Consejo Consultivo Minero de la provincia. (CCM) En marzo de 2005 se abrió la Consulta Pública por un
plazo de 60 días, cumpliéndose el mismo el día 12 de mayo de 2005. Se presentaron 15 expedientes: ciudadanos particulares
(6), EPSE (Energía Provincial Sociedad del Estado) (1), Fundación ambientalista Sanjuanina (1), Asociación Ecologista
Inti Chutec y otros (1), Defensoría del Pueblo (1), Asociación Taller Mamina y otros (1), Madres Jachalleras (4).

REV 117 I I SE
Para conocer cómo se ent iende la part icipación en los est udios que cont ienen los Inf ormes
de Impact o Ambient al de los proyect os considerados, los mismos se analizaron en lo referido a
est e aspect o y, a fin de cont rast ar lo enunciado con las acciones efect ivament e concret adas por
la empresa en la mat eria, se revisó la inf ormación publicada en los medios escrit os locales y se
realizaron ent revist as en los Municipios de los depart ament os compromet idos.

3- La participación desde la visión de los proyectos


Del análisis de los est udios ambient ales o líneas de base que cont ienen los Inf ormes de
Impact o Ambient al (IIA) de los proyect os considerados, encont ramos en ambos un capít ulo dest i-
nado a consideraciones sociales para Veladero, y uno específ icament e de Part icipación Ciudada-
na, para Pascua Lama.
En el caso Veladero se enuncian: un Plan de Capacit ación Local, un Plan de Proveedores
Locales y un Plan de Colaboración para el Desarrollo Sust ent able; sin aclarar qué acciones son
necesarias para ello. También se habla de un Plan de Part icipación Ciudadana “ el cual incluye
reuniones periódicas con la comunidad y/ o act ores principales del área de influencia social, para
monit orear sus opiniones y preocupaciones con respect o al cit ado proyect o” .
En el IIA5 de Pascua Lama, en cambio, y en correspondencia con los conflict os a que dio
lugar la aprobación del mismo, la empresa enuncia la aplicación de un Plan de Part icipación
Ciudadana. “ El obj et ivo general del Proceso de Part icipación Ciudadana de Pascua-Lama fue dar
a conocer la viabilidad social y ambient al del Proyect o Pascua-Lama, para ello f ue necesario:
• Present ar el proyect o minero Pascua-Lama.
• Dar a conocer los ef ect os acumulat ivos de los Proyect os Veladero y Pascua-Lama.
• Present ar el Plan de Manej o Ambient al y el Plan de Apoyo al Desarrollo Local.
• Conocer las inquiet udes de la comunidad sobre el Proyect o e incorporarlas en la gest ión
socioambient al.
• Crear un proceso t ransparent e de comunicación” .
Según el Informe, se desarrollaron t alleres dest inados a los habit ant es del área de inf luen-
cia (def inida como los poblados de Jáchal e Iglesia, que corresponden a los oasis product ivos del
mismo nombre) “ sobre aspect os relat ivos al desarrollo del proyect o y su evaluación ambient al” .
Buscando asimismo, “ conocer las opiniones de las mismas personas e incorporarlas en la gest ión
socio-ambient al del Proyect o” . Como result ado de est e proceso, se ident ificaron como t emas de
int erés: el manej o del medio ambient e, los procesos de explot ación, los impact os de la act ivi-
dad, las medidas de seguridad, el uso y cont rol del cianuro y ot ros aspect os relacionados con la
demanda de mano de obra y oport unidades laborales locales, así como capacit ación6. Se sost iene
asimismo que est e Plan se complement ará con el desarrollado para previament e para Veladero.
En est e cont ext o, “ la complement ación se hará ext ensiva hacia la opinión y preocupaciones que
la comunidad t enga del Proyect o Pascua-Lama. El propósit o de dichas reuniones, ent re ot ros
aspect os, será el de permit ir que las comunidades locales (Iglesia, Las Flores, Tudcum y Jáchal)
t engan una inf luencia signif icat iva en el proceso de t oma de decisiones con respect o a la mit iga-
ción de impact os (mit igación de los impact os adversos e int ensif icación de los impact os posit ivos)
en formas mut uament e acept ables a los act ores y a la empresa” .

5 Ver Capítulo II, punto 2.12.8 Participación Ciudadana.


6 La información que aquí se presenta está contenida en el Capítulo 2 del IIA ya citado.

REV 118 I I SE
De est a manera se define abordar en el inf orme original, el Plan de Part icipación Ciudada-
na, dej ando ent rever la necesidad de at ender a “ la opinión y preocupaciones” de la comunidad
y su papel decisivo en la mit igación de impact os, pero sin definir cómo se llevaría a cabo. El
Informe no fue aprobado por los Consej os ni la consult a pública, y se pidió a la empresa la
ampliación de aquellos t emas desarrollados de manera insuficient e. Ent re est os t emas se encon-
t raban los referidos a acciones de desarrollo local.
En la Ampliación del Informe la empresa sólo anexa a la present ación original, la inf orma-
ción t rabaj ada en los t alleres en format o Power Point . Además, no se especifica qué met odolo-
gías de t aller se aplicaron en los mismos. En la referida present ación se menciona: uno, la
responsabilidad social de la empresa, y la Gest ión Ambient al y Social del proyect o, est e últ imo
ít em incluye: a) un Plan de Manej o Ambient al y b) un Plan de Apoyo al Desarrollo Local, anuncian-
do que se cont inuará con los planes iniciados por Veladero, sin especificar una vez más, cuáles
son esos planes.
A fin de conocer qué acciones había desarrollado concret ament e la empresa, más allá de lo
enunciado en el Inf orme, se revisó la información publicada en los medios escrit os locales, y se
realizaron ent revist as en los Municipios de Jáchal e Iglesia, lo que permit ió dar cuent a del t ipo de
relación que la empresa mant iene con las sociedades locales.
Del conj unt o de la inf ormación analizada puede decirse que:
a - Pascua Lama se present a como una ampliación de Veladero, y en la descripción de los
aspect os socioeconómicos se sost iene que se profundiza el diagnóst ico hecho para dicho
proyect o.
b - En ninguno de ambos Informes se hace referencia a int ervenciones concret as (proyec-
t os) en las poblaciones que se encuent ran en el área de inf luencia indirect a de proyec-
t o, y sólo se enuncian, como hemos consignado, las est rat egias a seguir.
c - Las acciones de la empresa en relación con la comunidad son de caráct er pat ernalist a.
La polít ica elegida por la empresa para Veladero puede denominarse de asist encialismo
direct o puest o que:
• en mat eria educat iva: se inst aló la red de Int ernet en escuelas, se hicieron donacio-
nes de mat erial didáct ico y comput adoras; se donó el ómnibus escolar para Jáchal;
se donó la const rucción de un SUM (salón de usos múlt iples).
• en mat eria de salud: se amplió el micro hospit al de la localidad de Rodeo, se donaron
equipos de comunicación, se desarrolló un programa de vacunación cont ra la hepat i-
t is en Iglesia; se donó un equipo médico para el Hospit al de Niños de la ciudad de San
Juan.
• en mat eria de Desarrollo Local: se donaron herramient as para la producción, más
precisament e dos t ract ores: uno a la escuela de Jáchal y ot ro para la Asociación de
product ores de Rodeo; se paviment ó el camino ent re las localidades de Pismant a y
Tudcum, el cual permit e el acceso al área minera; se donó la const rucción de la red
de agua pot able en Rodeo; se donó la const rucción de un SUM en la localidad de
Niquivil (Jáchal) y un SUM y una bibliot eca en la localidad de Las Flores (Iglesia).
• En mat eria de Cult ura y Tradición: se apoyaron event os cult urales y deport ivos; y se
foment a la part icipación de art esanos locales en ferias nacionales.

Act ualment e, respect o de Pascua Lama se est á ensayando una polít ica de promoción social
y product iva vía t erceros, que t iene como obj et ivo la formación de recursos humanos orient ados
a la const rucción, pensando en la demanda de mano de obra para la const rucción de la mina,
durant e un período de t res años.

REV 119 I I SE
Est os cursos de capacit ación se dict aron previendo est a demanda y fueron organizados en
conj unt o con el gremio UOCRA y coordinados con el Municipio. También se dict aron cursos para la
formación de recursos en t ransport e de sust ancias peligrosas mediant e un convenio con la Direc-
ción de Transport es de la provincia.
A part ir de la aprobación del Informe de Impact o Ambient al de Pascua Lama, la empresa
declara una segunda et apa de acciones dest inadas a subsidiar financierament e proyect os sust en-
t ables, mediant e una Fundación que operará con fondos donados por la empresa por un valor de
10 millones de dólares, los que se repart irán ent re los depart ament os. Est as acciones, est án
“ suj et as” a la aprobación del Informe de Impact o Ambient al de Pascua Lama. (Diario de Cuyo 20/
05/ 05), est o es, se enuncia como algo que sucederá solo si se aprueba el proyect o, y de las cuales
aún, después de su aprobación, no se conocen nuevos anuncios7. Est as acciones est án en coinci-
dencia con la concepción de Responsabilidad Social que declara la empresa. Para lo cual ha
solicit ado cert if icar según normas medioambient ales ISO 14.001.
d - Si bien la empresa diagnost ica la falt a de conocimient o de la población en los procesos
de la gran minería y el t emor que ello ocasiona (ya en el IIA de Veladero y lo rat ifica en el de
Pascua Lama) y, en consecuencia, la necesidad de inf ormar a la comunidad al respect o, es recién
durant e el año 2006 que se ponen en marcha las primeras acciones orient adas en est e sent ido.
Para ello, se ha implement ado una import ant e campaña publicit aria en medios escrit os, t elevisi-
vos y radiales; se han auspiciado y organizado ciclos de conferencias a cargo de profesionales
prest igiosos y dist int os event os en la ciudad de San Juan; charlas informat ivas en est ablecimien-
t os educat ivos de Jáchal e Iglesia. Sin embargo, la empresa demoró más de dos años en encarar
una est rat egia de comunicación que ayude a la minimización de los conflict os. Est o es, una
Est rat egia de Comunicación que se t raduzca es “ un Plan coherent e que det ermina hechos y
acciones específ icos de comunicación que deben ser llevados a cabo para lograr plenament e y de
la manera más eficient e, ordenada y armoniosa, obj et ivos previament e det erminados, de acuer-
do con las posibilidades y recursos exist ent es” . (Fernández, Hugo D. : 2006).
En las Act as del Consej o Consult ivo Minero t ambién se pone en evidencia est e aspect o y se
le reclama a la empresa más y mej or inf ormación sobre las act ividades mineras. Es de dest acar
que los int egrant es que represent an a las dist int as organizaciones sociales expresan, en ref eren-
cia a la exposición del proyect o en ese Consej o, “ que se mant endrán alert a al manej o del
proyect o debido a lo difuso de la exposición y de las respuest as brindadas por la empresa a las
dist int as pregunt as” . (Act a Nº 7 CCM); “ que la exposición de la Empresa Barrick, sobre el proyec-
t o Pascua Lama en est e consej o fue insuficient e, y poco claras las explicaciones que ha dado la
empresa al present ar el proyect o” . (Act a Nº 13 CCM; Diario de Cuyo 22/ 02/ 06)
e - Iglesia es un depart ament o sin t radición minera y por t ant o carece de fuerza laboral y
act ividades product ivas para aprovechar las oport unidades que podría haberle generado la mine-
ría. En cuant o a la promoción de acciones en Economía Local, por adquisición de bienes, insumos
y servicios locales, hay que dest acar aquí que si bien exist e la int ención de la empresa de com-
prar algunos product os locales exist e un desaj ust e ent re la nat uraleza y calidad de los product os
of ert ados y la demanda de consumo de la empresa.
f - Si se consideran las reservas declaradas y las regalías est imadas para Veladero, el muni-
cipio recibirá aproximadament e 360.000 pesos por mes –casi la misma cant idad que percibe por
copart icipación provincial— lo que producirá, sin lugar a dudas un impact o en las f inanzas del
mismo. A lo que pueden sumarse ot ros recursos, como por ej emplo el cobro de t asa por la
const rucción del campament o y camino en Veladero.

7 Haciendo referencia a octubre de 2007.

REV 120 I I SE
4- Conclusiones
Si recuperamos la definición de part icipación que hemos t rabaj ado, puede observarse como
en los proyect os analizados la part icipación no se ent iende ni como condición, ni obj et ivo ni
medio para alcanzar la sat isfacción de las necesidades de la comunidad. No se reconoce como un
derecho que le permit a int ervenir como suj et o prot agónico en las decisiones y acciones que
af ect an las condiciones sociales de su exist encia, sean est as inmediat as o globales; ni como el
acceso a los medios y recursos indispensables para adquirir la capacidad de aprovechar plena-
ment e dichas oport unidades inst it ucionales, según lo expresa Blas Tomic. Por el cont rario, desde
la empresa las acciones son impuest as, y de caráct er pat ernalist a. Se of rece a poblaciones hist ó-
ricament e marginales, pobres, t oda clase de bienes a los que no accederían de ot ra manera, o al
menos no, en est os t iempos.
Tampoco se generan los espacios necesarios para darles “ la capacidad y la oport unidad” de
part icipar, más allá de que se decida part icipar o no.
En cuant o al Est ado provincial, est e sólo ha inst rument ado acciones que permit en la part i-
cipación en sent ido formal, ya que la modificación de la legislación vigent e fue product o del
fuert e conf lict o act ivado a part ir de la const rucción de Veladero primero y de la present ación del
proyect o Pascua Lama después. Est a modif icación posibilit ó la conformación de: un consej o de
expert os (Comisión Int erdisciplinaria de Evaluación Ambient al Minera, con opinión vinculant e en
la aprobación de los Informes de Impact o Ambient al, sin embargo el proyect o puede aprobarse
con dict amen cont rario de est a Comisión, y sólo requiere de la j ust ificación de las razones por las
cuales no se lo considera); un consej o de not ables (Consej o Consult ivo Minero, compuest o por
periodist as, miembros de asociaciones ambient alist as, ONGs, y ot ros, sin opinión vinculant e); y
la inst rument ación de la Consult a Pública para t emas mineros, present e en la ley general del
Ambient e. Sin lugar a dudas est os cambios const it uyen un avance import ant e, más allá de que su
funcionamient o es cuest ionable y mej orable. Pero est as acciones no alcanzan para garant izar
como sost iene Tomic “ por un lado, la exist encia de canales inst it ucionales que le permit an int er-
venir como suj et o prot agónico en las decisiones y acciones que afect an las condiciones sociales
de su exist encia, sean est as inmediat as o globales; y por ot ro, el acceso a los medios y recursos
indispensables para adquirir la capacidad de aprovechar plenament e dichas oport unidades inst i-
t ucionales’’ .
Para que la part icipación t enga sent ido debe ser part e de los procesos de gest ión para el
desarrollo, no solo en las et apas de diagnóst ico sino y f undament alment e, en el nivel de la t oma
de decisiones. De lo que se ha analizado no es posible observar de qué manera han part icipado los
habit ant es de est os poblados en ninguna de las acciones propuest as, salvo en la asist encia a los
t alleres.
En cuant o a los municipios, y hast a el moment o, ést os han ido resolviendo mediant e los
aport es de la empresa viej as demandas hechas a la aut oridad municipal. Est o es, no se han
plant eado, o al menos no lo han hecho público aún, proyect os de desarrollo local que les permi-
t an canalizar y/ o aprovechar las concesiones que la empresa va haciendo en pos de mant ener
relaciones más amigables con la comunidad.
En t érminos de desarrollo local, como desarrollo sust ent able, est e no es posible si desde el
Est ado no se propician acciones que medien en la relación comunidad-empresa: que las comuni-
dades compromet idas en los proyect os puedan “ negociar” en t emas relacionados a la calidad de
vida y, part icularment e, con aquello que las empresas denominan “ responsabilidad social” . Ideal-
ment e, en la relación ent re las operaciones mineras y las comunidades siempre hay t res act ores
principales: la comunidad local (y regional), los gobiernos (provincial y nacional) y la empresa
minera, result ando en una “ relación t rilat eral” . Sin embargo, como lo ilust ra la experiencia
lat inoamericana, los t riángulos de dos lados t ipifican est a relación. Los gobiernos mant ienen
est rechas relaciones con las empresas en cuant o a la implement ación y monit oreo de las minas,

REV 121 I I SE
en lo fiscal, en lo ambient al, los aspect os laborales y demás normas legales. Sin embargo, en su
gran mayoría los gobiernos han “ abdicado” su responsabilidad respect o a las comunidades locales
cediéndolas a las empresas. Desconociendo que la sust ent abilidad sólo es posible cuando los
miembros de la comunidad se sient en socios de las decisiones que afect an sus vidas.
Para concluir puede decirse que los conflict os y la oposición a la act ividad exist ent es en la
provincia son el result ado, en gran medida, de una act it ud que no considera import ant e la
opinión de la ciudadanía. Gran part e del debat e est á en la int erpret ación de los dat os sobre la
cant idad y calidad del agua, exist iendo desacuerdos sobre la explicación y validez de los mismos,
desconociendo el conocimient o de part e de la comunidad para fundament ar posiciones opuest as.
Act it ud en la que part icipa t ant o del Est ado (quien necesit a de las inversiones en minería para
generar recursos) como la empresa concesionaria que sólo ha reaccionado frent e a las presiones
y dif icult ades asociadas a la aprobación del IIA de Pascua Lama.

Bibliografía
Fernández, Hugo D. “Plan Estratégico de Comunicación (PEC), para la industria minera Argentina” Río de
Janeiro: CETEM/ MCT/ CNP/ CYTED/ UIA, 2006.
Henríquez, Griselda y Nozica, Graciela “Minería y desarrollo local. El caso de los proyectos mineros en la
provincia de San Juan, Argentina”. XXV Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología
(ALAS). Universidad Federal de Rio Grande do Soul. Porto Allegre, Brasil. Agosto de 2005.
Mc Mahon, G. y Remy, F. “Grandes minas y la comunidad”. Ed. Alfaomega/IDRC/CRDI, Banco Mundial. Colombia,
2003.
Primer Seminario y Exposición. “San Juan, factor de desarrollo minero”. Material del seminario. San Juan, junio
de 2006.
Quintar, Aída Clase Módulo 9. Curso de postgrado en Economía Social y Desarrollo Local. Universidad Nacional
de Gral. Sarmiento, 2005.
Secretaría de Minería del Gobierno de San Juan. Actas del Consejo Consultivo Minero.
Ambiente y Sociedad. Publicación digital en Portal.net
Diario de Cuyo. Digital e impreso. Números desde Mayo de 2003 hasta Noviembre de 2006. San Juan, Argentina.
Diario “La Séptima digital”. www.laseptima.com.ar
El Nuevo Diario. Publicación semanal. San Juan, números varios.
Página de Green Peace Argentina
Página de la Empresa Barrick: www.Barrick.com
Página de la K: www.mineriasanjuan.gov.ar
Página Web Gobierno de la Provincia de San Juan: www.sanjuangobierno.gov.ar
Página Web No a la Mina
Revista Panorama Minero. ISSN 0325-7207. Argentina. Números 312 (octubre de 2005) y 320 (junio de 2006).

REV 122 I I SE

S-ar putea să vă placă și