Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Formas de dominación que ejercían los terratenientes sobre campesinos era mediante la exacción
de rentas, el control de los trabajos de los campesinos, la asunción por parte de los señores del rol
de agentes locales del estado, el establecimiento de un dominio político en el ámbito local, la
generalización de unas relaciones de patronazgo de tipo coercitivo, o la simple expropiación de sus
tierras a los campesinos propietarios.
1. Situación de los campesinos al término del imperio romano.
Campesinos conocieron menor número de transformaciones que los aristócratas: eran en esencia
labriegos con una economía de subsistencia y siguieron siéndolo, pese a que cambiaran algunos de
los más relevantes elementos de su entorno externo: sus obligaciones fiscales; sus señores en
algunas ocasiones, intensidad de la explotación que padecían y la posibilidad de procurarse
objetos de artesanía.
Una de las consecuencias de este estado de cosas fue que en la mayoría de los casos el derrumbe
del imperio no constituyo un proceso en que los campesinos experimentaran como un cambio
inmediato y catastrófico. Su resultado no fue ni una liberación ni un sometimiento, al menos al
corto plazo. Constituyo no obstante, una transformación muy profunda en su estructura: los siglos
V y VI, al menos en occidente, muestran la existencia de un cambio sistémico que favoreció a la
sociedad campesina.
Análisis de los debates relacionados con el imperio tardío: en primer lugar, la reactivada polémica
sobre la naturaleza del colonato tardorromano, y en segundo lugar, las discusiones sobre la
naturaleza y difusión del patronazgo tardorromano. Y es que el sistema fiscal del imperio tardío
era lo suficientemente gravoso como para que los emperadores consideraran importante
garantizar su efectividad mediante la creación de unas ataduras por las que la mayoría de los
contribuyentes quedaran sólidamente vinculados a su profesión y su localidad. Notoria utilización
del patronazgo como método para la evasión de impuestos. Ambos factores pusieron en relieve la
importancia del sistema tributario en la constitución de un conjunto de la sociedad rural,
circunstancia cuyas implicaciones inmediatas afectan a la época posterior al lapso de tiempo que
dicho sistema empezó a resquebrajarse.
Jones planteaba que los tenentes de los primeros años del imperio se hallaban con frecuencia
sujetos a contratos de arrendamiento de corta duración y tenían por lo tanto libertad para
desplazarse. Esta situación llego a su fin cuando las reformas fiscales de Diocleciano comenzaron a
consignar por escrito la presencia de los campesinos en determinadas aldeas o fincas, ataduras
que vinculaba a todo el mundo con sus quehaceres hereditarios. En las décadas centrales del siglo
IV, aparecen leyes imperiales que fijan a los tenentes, o coloni, en la tierra. Esta fijación constituía
una ventaja para los terratenientes: medidas fiscales quedaron convertidas en un instrumento
para el predominio de la aristocracia. Poco a poco la posición social de los coloni obligados a
permanecer en unas tierras que en ningún caso poseían cayó en picado, lo que aumento de forma
progresiva la sujeción de los labriegos a los señores hasta asemejar su condición a la de los
esclavos.
No todos los coloni atados a la tierra se vieron sometidos a esta sujeción; aquellos que poseían
algunas parcelas pagaban sus impuestos, y de hecho eran muchos los tenentes que seguían