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Leptina
Descubierta en 1994 es una hormona cuya función primordial es la de reducir el
apetito y aumentar el gasto de energía a través del metabolismo. Se produce
principalmente, pero de forma no exclusiva en el tejido adiposo, sus receptores se
han descrito especialmente a nivel hipotalámico, pero gracias a una estructura
química similar a la Interleucina 2, la leptina favorece la activación de macrófagos,
neutrófilos y linfocitos T, promoviendo una mayor producción de citocinas
inflamatorias.
En la actualidad numerosos estudios han vinculado el aumento de las
concentraciones de leptina en sangre (hiperleptinemia), con el desarrollo de
diabetes mellitus tipo 2, enfermedad cardiovascular, falla cardiaca y otro elevado
número de patologías cardiovasculares. Esto sumado al hecho de que la
hiperleptinemia produce resistencia a nivel hipotalámico hace que sea
considerada una hormona proinflamatoria y no benéfica en altas concentraciones.
La mayoría de los estudios desarrollados para evaluar el efecto del ejercicio físico
sobre la leptina han demostrado que el ejercicio físico aeróbico, con sesiones de
ejercicio prolongadas más que intensas reduce los niveles de leptina plasmática.
Al parecer modificaciones observables en la concentración de leptina solo se dan
luego de periodos de ejercicio superiores a las 12 semanas; aunque en pacientes
diabéticos los cambios parecen darse en periodos de tiempo más cortos y con
intensidades más altas.
Interleucina 6 (IL-6)
La IL-6 sin lugar a duda es una de las más estudiadas citocinas, máxime cuando
clásicamente se ha relacionado con procesos inflamatorios y recientemente se ha
encontrado que se comporta también como una sustancia antiinflamatoria.
Múltiples estudios destacan su presencia en condiciones tales como
enfermedades autoinmunes, enfermedad cardiovascular, diabetes y obesidad, sin
embargo parece ser que su efecto inflamatorio solo se observa cuando al mismo
tiempo interactúa con el TNF-α, esto básicamente porque el TNF-α facilita la
expresión de receptores solubles de IL-6 (sIL6R) que hace que esta se pueda unir
a muchas células del sistema inmune y un sinnúmero de otros tejidos, llevando a
prolongar el estado inflamatorio y a causas daño tisular.
De otra parte, cuando la IL-6 se produce sola, sin acción de otras citokinas
inflamatorias es posible que su efecto lleve a regulación metabólica. En el
ejercicio, el músculo produce grandes cantidades de IL-6, contrario a lo que
sucede en ECNT, donde son los macrófagos y el tejido adiposo los productores
de IL-6.
La concentración plasmática de IL-6 es proporcional a la intensidad del ejercicio y
se relaciona bien con la cantidad de masa muscular, en otras palabras, ejercicio
de alta intensidad lleva a mayor cantidad de IL-6, excepto en pacientes obesos o
con síndrome metabólico, donde no hay un incremento tan marcado.
Grasa parda
La grasa parda se diferencia histológicamente de la grasa blanca por su forma
multilocular (varias vesículas), la grasa blanca es unilocular (una sola vesícula),
además la grasa parda tiene muchas mitocondrias quienes a su vez tienen una
proteína desacopladora (UCP1) cuya función es utilizar los sustratos energéticos
para la producción de calor y no ATP.
Aunque siempre se ha considerado que la grasa parda es exclusiva de niños y
ausente en los adultos, se ha logrado demostrar que esta no desaparece del todo
y que asociado a otras condiciones como edad, género y ambiente, está presente
en mayor o menor proporción en áreas como la región nucal, axilar,
supraclavicular y alrededor de algunas arterias.
Durante el ejercicio físico, dado que la contracción muscular produce calor, no
suena lógico querer tener más grasa con acción termogénica, aunque los
resultados algunos, han sido contradictorios la evidencia sugiere que en ocasiones
se produce una mayor actividad mitocondrial en la grasa parda por efecto del
ejercicio físico, mientras que en otros estudios existe una disminución.
Grasa beige
Descritos de manera reciente son considerados una forma de tejido adiposo
intermedia entre la grasa blanca y la grasa parda, se ha propuesto que es posible
que la grasa blanca se convierta en beige en condiciones de estímulos
adrenérgicos, en condiciones de frio intenso o por hormonas como la Irisina
(producida por el músculo esquelético). El ejercicio físico ha demostrado que es
posible hacer que parte de la grasa blanca se convierta en grasa beige, el
mecanismo de esta conversión no es muy claro, podría asociarse al hecho de que
durante el ejercicio se pierda grasa blanca, con lo que se reduce su efecto aislante
térmico y obliga a incrementar la termogénesis.
Lipogénesis
El término lipogénesis hace referencia al proceso por el cual un adipocito maduro
almacena una mayor cantidad de triglicéridos en su interior, este proceso sucede
en gran proporción justo después de la ingesta de alimentos (periodo
postprandial). Los triglicéridos son moléculas grandes formadas básicamente por
tres ácidos grasos saturados unidos a una molécula de glicerol, los adipocitos
forman triglicéridos a partir de los ácidos grasos de la alimentación, pero
especialmente de la glucosa que alcanza el torrente sanguíneo, en este proceso
la insulina es el órgano responsable de introducir la glucosa al interior de la célula
y de estimular la formación de dichos triglicéridos.
De esta manera cuando se consumen carbohidratos simples como azúcares
refinados (véase más adelante), el cuerpo se ve obligado a producir una mayor
cantidad de insulina para poder llevar estos carbohidratos dentro de células como
las células hepáticas, células musculares y finalmente adipocitos, lastimosamente
la capacidad de almacenamiento del hígado y del músculo es muy pequeña, de
forma que una gran parte de los carbohidratos terminan dentro de los adipocitos
formando como anteriormente se dijo triglicéridos. Más adelante se revisará con
más detalle algunas aspectos biológicos de la insulina como hormona responsable
de la reducción de la glucosa y la lipogénesis.
Lipólisis
Contrario a la lipogénesis y durante el periodo de ayuno, durante y después del
ejercicio o en situaciones patológicas como la presencia de una enfermedad
grave, el cuerpo echa mano de sus depósitos de grasa almacenados presentes
en los adipocitos para sacar de allí ácidos grasos que puedan ser usados como
fuente de energía por otras células, al tiempo que utiliza el glicerol para que en el
hígado contribuya a la formación de nueva glucosa (gluconeogénesis).
Para que la lipólisis pueda darse se requiere de diversas hormonas que llevan a
la ruptura de las moléculas de triglicéridos estas hormonas son básicamente: el
glucagón producido por las células alfa de los islotes pancreáticos, se producen
en condiciones de ayuno cuando los niveles de glucosa en sangre se reducen, la
adrenalina (catecolaminas), estas son hormonas que se producen en alta
proporción durante el ejercicio físico, su producción está muy relacionada con la
intensidad del ejercicio, además en condiciones patológicas o de estrés intenso
se produce cortisol que también es responsable de contribuir a la lipólisis, una
ampliación de este proceso se encuentra en el apartado de entrenamiento y
lipólisis.
Otras hormonas que pueden contribuir al proceso de lipólisis son: la hormona de
crecimiento, la cual se aumenta en condiciones de ayuno o durante el
entrenamiento físico intenso y las hormonas tiroideas que tienen un delicado
equilibrio a la hora del control energético.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Revisiones
Exercise Induced Adipokine Changes and the Metabolic Syndrome Saeid Golbidi
and Ismail Laher Journal of Diabetes Research, Volume 2014, Article ID 726861,
16 pages
Artículos originales
Convergence of alpha 7 nicotinic acetylcholine receptoractivated pathways for
anti-apoptosis and anti-inflammation: Central role for JAK2 activation of STAT3
and NF-κB. Mario B. Marrero, Merouane Bencherif, BRAINRESEARCH 1256
(2009) 1–7
The role of adipokines in skeletal muscle inflammation and insulin sensitivity.
Nicholson T, Church C, Baker DJ, Jones SW. J Inflamm (Lond). 2018 May
9;15:9. doi: 10.1186/s12950-018-0185-8. eCollection 2018.
Libros
Inmunología Peter Parham, cuarta edición, Editorial Manual Moderno 2016
NUTRICIÓN Y SUPLEMENTACIÓN EN RELACIÓN A
LA PÉRDIDA DE TEJIDO ADIPOSO
La disminución del tejido adiposo, bien sea por aspectos estéticos o asociados a
la salud, no es un proceso que dependa solo de la alimentación, ni del ejercicio
físico, realmente reúne múltiples aspectos que pasan incluso por aspectos
psicológicos que le permitan a la persona hace un adecuado control de la ansiedad
e incluso superar frustraciones o temores como los que se encuentran durante
práctica del ejercicio.
A continuación se revisarán aspectos fundamentales de la digestión de
carbohidratos y grasas, el objetivo fundamental es comprender de manera general
que sucede con estos macronutrientes en el organismo y de esta forma
comprender el papel de la intervención nutricional con miras a un programa de
reducción del tejido adiposo.
Macronutrientes
El término macronutrientes (macromoléculas nutricionales) hace referencia a las
moléculas fundamentales para la nutrición y formación de tejidos a nivel de los
seres humanos, se deben consumir diariamente cantidades adecuadas de estos
y por eso es fundamental comprender algunos elementos básicos de su estructura
y función.
Carbohidratos
Son moléculas orgánicas (cuyo elemento fundamental es el átomo de carbono),
se encuentran ampliamente distribuidos en animales y plantas donde tienen un
importante papel metabólico y estructural, son producidos en alta proporción por
las plantas a través del proceso de fotosíntesis, para su formación las plantas
utilizan el dióxido de carbono (CO 2) y el agua (H2O) del medio ambiente, dando
como resultado la producción de Carbohidratos los cuales se almacenan en forma
de almidones, celulosa o azúcares de las frutas, al tiempo que liberan Oxígeno
(O2) al medio ambiente (ciclo energético de la vida). En los animales la síntesis de
carbohidratos, se realiza en el hígado y en menor medida en otros órganos como
el riñón o la placenta durante el embarazo.
Los carbohidratos o hidratos de carbono más sencillos son los monosacáridos,
estos tienen entre tres a siete carbonos, siendo los más importantes desde el
punto de vista biológico los de cinco carbonos (pentosas) como la ribosa, la cual
es el carbohidrato del ARN y el Adenosin Trifosfato (ATP) y la desoxirribosa en el
ADN; y más aún los carbohidratos de seis carbonos (Hexosas) como la galactosa,
la fructosa y la glucosa.
Cuando dos monosacáridos se unen forman moléculas denominadas Disacáridos,
muchas de estas tienen una función importante en los seres vivos, siendo reservas
energéticas en los seres vivos, los disacáridos de importancia biológica son la
Sacarosa (Glucosa + fructosa), la lactosa (Galactosa + Glucosa) y la Maltosa
(Glucosa + Glucosa), la unión de dos monosacáridos químicamente hablando
lleva a la pérdida de una molécula de agua, esto es importante porque romper
químicamente un disacárido requiere que sea agregada una molécula de agua
(hidrólisis).
La unión de múltiples monosacáridos especialmente glucosa, forma cadenas
denominadas polisacáridos, los más importantes, presentes en las plantas son el
Almidón y la fibra; y en los animales el Glucógeno, aunque existen muchos más
como la celulosa o la quitina, estos últimos en el caso de los seres humanos no
pueden ser digeridos por la presencia de otro tipo de enlaces entre las moléculas
(enlaces Beta) para el cual los seres humanos no tenemos enzimas, sin embargo,
se consumen porque aportan fibra fundamental para el adecuado funcionamiento
y tránsito intestinal. El término oligosacárido, suele referirse a cadenas cortas de
polisacáridos.
El almidón de las plantas está formado por cadenas de polisacáridos denominadas
amilosas que son cadenas lineales y amilopectinas que son cadenas ramificadas,
forman gran parte de la dieta humana al ser la base de cereales, tubérculos como
las papas, leguminosas y otros vegetales; de otra parte el glucógeno
estructuralmente es mucho más ramificado que la amilopectina y se almacena
especialmente en el hígado y los músculos, encontrándose pequeñas cantidades
en muchas otras células.
El almacenamiento del glucógeno, tanto a nivel hepático como muscular depende
de múltiples factores como la edad, el género, el estado nutricional, el tipo de fibras
musculares que predominan y su condición física.
Una persona de 70 Kg tiene aproximadamente 503 g de carbohidratos en todo su
cuerpo, de estos 400g (aproximadamente 80%) se encuentran presentes en los
músculos en forma de glucógeno muscular, a una concentración de
aproximadamente 1,6 gramos de glucógeno por cada 100 gramos de masa
muscular y 100 g en forma de glucógeno hepático, donde la concentración es
aproximadamente 4,2 g por cada 100 gramos de tejido hepático, el cual es 2 a 3
veces mayor que la concentración de glucógeno muscular, los restantes 3 g en de
carbohidratos están en forma de glucosa sanguínea que en condiciones de ayuno
se encuentra entre 70 a 100 mg por cada decilitro de plasma.
Los carbohidratos representan un importante recurso energético para los seres
humanos, una gramo de carbohidratos genera 4 kilocalorías (kcal), y en la
alimentación de un sedentario representa entre un 40 a 55% del total de calorías
consumidas, llegando en el caso de algunos deportistas a ser 60 a 70% de su
dieta, especialmente en condiciones de alto entrenamiento.
En la actualidad las dietas ricas en carbohidratos incluso en muchos atletas han
empezado a entrar en desuso, esto básicamente porque el exceso de
carbohidratos fácilmente puede ser convertido en grasa, algo que no contribuye
de manera eficiente a la reducción del tejido adiposo.
Lípidos
Son compuestos químicos muy importantes para los seres humanos, donde
participan de forma similar a como lo hacen los carbohidratos en el proceso
energético, pero también cumplen funciones importantes como lo son; la
formación de membranas, hormonas, vitaminas liposolubles, además de ser
importantes aislantes térmicos, entre otros. Forma un grupo heterogéneo de
compuestos que incluyen ácidos grasos, aceites, esteroides y ceras entre otros.
También existen combinaciones de lípidos y proteínas (lipoproteínas), de lípidos y
grupos fosfatos (fosfolípidos) o de lípidos y carbohidratos (glucolípidos); los lípidos
tienen como característica común su insolubilidad en agua. En los seres humanos
los lípidos son una importante fuente de energía, la cual se almacena en el tejido
adiposo.
Para su comprensión los lípidos son divididos en simples y complejos.
Lípidos simples: constituyen 90% o más de la grasa del cuerpo humano, la cual
se encuentra en forma de triglicéridos. Los triglicéridos son almacenados en el
tejido adiposo, están formados por una molécula de glicerol más tres ácidos
grasos. El glicerol es un poli alcohol de tres carbonos, mientras que los ácidos
grasos están formados a su vez por una “cabeza” hidrofílica, dada por un grupo
ácido (-COOH), unida a una cola hidrofóbica formada una cadena hidrocarbonada
(generalmente de número par de carbonos). Los ácidos grasos a su vez pueden
ser saturados si están formadas de forma exclusiva por enlaces simples o
insaturada si dentro de ella se encuentran enlaces dobles.
Esquema de los ácidos grasos poli-insaturados EPA y DHA, Eicosa = 20 C, Decosa = 22 C, penta
= 5 dobles enlaces, hexa = 6 dobles enlaces, enoico = ácido carboxílico.
Estructura básica de los ácidos grasos, en la parte superior un ácido graso saturado, en la mitad una
grasa insaturada cis y por último una grasa insaturada trans.
Colesterol
Considerado un lípido del grupo de los esteroides, se ha asociado de forma
constante al desarrollo de placas ateromatosas en la luz arterial (ateroesclerosis),
sin embargo, como molécula es importante en el mantenimiento de la integridad
de las membranas celulares, además de ser precursor de múltiples hormonas
(Testosterona, estrógenos, progesterona, aldosterona, cortisol, vitamina D, entre
otras) y otras sustancias tales como las sales biliares producidas por el hígado.
Químicamente el colesterol está formado por 27 carbonos que forman una serie
de anillos más una cadena corta, adicional a ello tiene en el carbono número 3 un
grupo hidroxilo (-OH) al cual se pueden unir cadenas de ácidos grasos.
El colesterol es una molécula de origen animal, producida a nivel hepático y por lo
tanto no se encuentra en grasas de origen vegetal; esto hace que los niveles de
colesterol en sangre de los seres humanos dependan del consumo de grasas
animales (colesterol exógeno) y de su producción hepática (colesterol endógeno),
la síntesis en el caso de los seres humanos es de 0,5 a 2,0 gramos día, en un
proceso donde la ingesta de grasas saturadas y de carbohidratos simples facilitan
su síntesis.
El páncreas es un órgano con una función tanto exocrina, como endocrina, siendo
esta última tan solo un 5 a 20% de la masa celular pancreática, utilizando
microscopia especial es posible distinguir las poblaciones celulares que se
encargan de esta función, dichos conjuntos de células son observados rodeados
de un gran número de células exocrinas y por lo tanto dan una apariencia de
“islas”, lo que da origen a su nombre histológico “Islotes de Langerhans”, esto
último en honor de su descubridor Paul Langerhans en 1869, aunque en la
actualidad se suele utilizar más el término “Islotes pancreáticos”.
Los Islotes de Langerhans a su vez están formados por diferentes poblaciones
celulares denominadas células beta (β), células alfa (α), células delta (δ), células
épsilon (ε) y células PP, Las células beta son las más abundantes (cerca del 70%)
y su función es la producción de una hormona reguladora de la glucosa sanguínea
denominada insulina.
Esquema general del mecanismo de liberación de la insulina por medio de las células Beta cuando
incrementa la concentración de glucosa en el medio extracelular.
Cuando las células β de los Islotes de Langerhans censan a través de receptores
de glucosa GLUT2, altas concentraciones de glucosa una serie de respuestas
celulares llevan a que estas células liberen insulina al torrente sanguíneo. La
liberación de la insulina requiere de la despolarización de la célula β.
La Insulina es una proteína que interactúa con receptores ubicados en la
membrana de diferentes células, el efecto más representativo de la unión de la
insulina a su receptor es que produce al interior de la célula un complejo grupo de
reacciones químicas, que dan como resultado que lo transportadores GLUT4, que
se encuentran en el citoplasma de dichas células migren hacia la membrana
celular y permitan la entrada de glucosa dicha célula.
Las células que expresan receptores de insulina y que tienen la capacidad de
modificar la glucosa sanguínea son los rabdomiocitos (células musculares
esqueléticas), los adipocitos (células del tejido adiposo) y en menor medida los
hepatocitos (células del hígado). Cuando aumenta la glicemia la insulina se
encarga de favorecer la entrada de glucosa al interior del hígado, para convertirla
en glucógeno hepático, la cantidad de glucógeno que el hígado puede almacenar
depende de la dieta y del tamaño mismo del hígado, pero es una cantidad bastante
limitada (alrededor de 100 gramos). En condiciones de ayuno el glucógeno allí
almacenado puede convertirse una vez más en glucosa y ser liberada al torrente
sanguíneo, esto sucede con ayuda de otra hormona producida por el páncreas
(células alfa) que es el glucagón, este último proceso que describirá más adelante.
La glucosa llevada al músculo esquelético es también convertirla en glucógeno, la
cantidad de glucógeno que se puede almacenar en el rabdomiocito comparada
con el hepatocito es menor, sin embargo gracias a que la masa muscular
constituye un porcentaje considerado del cuerpo humano el almacenamiento de
glucógeno puede alcanzar los 400 gramos, el glucógeno muscular tiene dentro de
sus características que este no puede convertirse una vez más en glucosa y por
lo tanto no se libera al torrente sanguíneo. También en el músculo esquelético una
pequeña cantidad de glucosa puede almacenarse en forma de triglicéridos
musculares, su significancia fisiológica y patológica será estudiada más adelante.
Por último, en el tejido adiposo la glucosa se convierte en ácidos grasos y se
termina almacenando en forma de triglicéridos, no hay datos confiables de la
capacidad de almacenamiento del adipocito, pero se estima que este puede
aumentar hasta 15000 veces su tamaño llenándose de triglicéridos, lo cual
significa un crecimiento casi ilimitado.
A pesar de que la glucosa entra con ayuda de la insulina a los rabdomiocitos,
hepatocitos y adipocitos, hay otras células como las del tejido nervioso que no
necesitan de la presencia de insulina, haciendo que en condiciones normales en
el torrente sanguíneo se mantengan de forma constante alrededor de 3,5 gramos
de glucosa, que corresponden a la glucosa plasmática o glicemia.
Comportamiento del colesterol y los ácidos grasos a través de su transporte mediante lipoproteínas.
Agua, absorción y funciones durante el ejercicio
El agua representa entre el 40 al 70% del peso corporal en humanos, contenido
que varía en relación especialmente al género y la edad, la cantidad de agua varía
también en relación a los tejidos y algunos como el músculo contienen hasta un
72% de esta, mientras que otros como el tejido adiposo menos del 50%. Cerca de
2/3 partes del agua se encuentran en el interior de las células (LIC) y solo un tercio
afuera (LEC) y de este último, un cuarto corresponde al plasma sanguíneo (el
componente líquido de la sangre), siendo este alrededor de 3 litros nada más.
Existe además agua en otros espacios corporales como el líquido sinovial, pleural,
cefalorraquídeo, pericárdico y ocular.
El agua se mueve a través de los diferentes compartimentos acompañando los
diferentes solutos (especialmente iones), la concentración de iones que tienen la
capacidad de atraer agua se conoce con el nombre de osmolaridad, en fisiología
esta concentración se mide en miliosmoles por Litro (mOsm/L) y la osmolaridad
de estas en los diversos compartimentos oscila entre 290 a 310 mOsm/L, siendo
casi igual en cada uno de los compartimentos, cuando uno de los componentes
varía su osmolaridad se produce un desplazamiento de agua con los cuales se
busca el equilibrio.
El agua de nuestro cuerpo es fundamental para muchas cosas, entre ellas: provee
un mecanismo de transporte de sustancias, permite la difusión de gases, permite
el desecho de sustancias, absorbe el calor, sirve de lubricante, entre otras. En
razón de dicha importancia en el cuerpo debe existir en todo momento un
constante balance entre la cantidad de agua que ingresa y la que se excreta, de
forma que a través de los alimentos, el consumo de bebidas y de los procesos
metabólicos que liberan agua ingresan a nuestro cuerpo unos 2250 ml de agua,
que diariamente se eliminan a través de la orina, de la piel, de la respiración y en
menor medida de las heces fecales.
Como la principal forma de absorción de agua es a nivel intestinal vale la pena
hacer algunas consideraciones básicas sobre sus mecanismos fisiológicos,
destacando aquí el hecho de que el agua se mueve hacia las células en respuesta
a presiones generadas por el desplazamiento de solutos osmóticamente activos.
Ya que el sodio y la glucosa representan dos sustancias con un alto poder
osmótico la absorción intestinal de agua se acompaña de la absorción misma de
estas dos sustancias; y como se mencionó previamente existe a nivel un co-
transportador que mueve ambas sustancias SGLT, es por esta razón que la
mayoría de sustancias hidratantes utilizan agua más electrolitos y glucosa para
cumplir con su objetivo.
De manera reciente se han desarrollado nuevas bebidas hidratantes que
responden a un mecanismo adicional de absorción (co-transportadores de Sodio
– aminoácidos), estas bebidas se han planteado como una alternativa en la
hidratación que evita la utilización de glucosa y reduce el riesgo de cambiar
drásticamente la glicemia sanguínea.
El agua es un mecanismo óptimo para regular la temperatura corporal, un atleta
transpira entre 1,5 a 2,0 Litros de sudor por hora, llegando en algunos casos esta
cantidad a ser hasta de 4,0 Litros, esto está especialmente asociado a las
condiciones medioambientales de calor extremo, razón por la cual se requiere una
reposición continua de agua durante el ejercicio (hidratación), cuando esto no se
da se produce una deshidratación que no solo limita los procesos de
termorregulación, sino que además desplaza agua desde otros compartimentos
como el intracelular, proceso este que es altamente lesivo cuando sucede a nivel
de las neuronas.
En conjunto la alta temperatura que desnaturaliza las proteínas y la deshidratación
celular produce manifestaciones que van desde: una profunda sensación de sed,
hasta llegar al Choque (Stroke), que puede amenazar la vida. Esta condición se
denomina golpe de calor (cuando la temperatura corporal excede los 41°C) y debe
ser prevenida, reconocida y tratada adecuadamente.
Control del apetito y su relación con el ejercicio
La regulación de la ingesta de alimentos es un tema amplio con una gran cantidad
de variables especialmente neuroendocrinas, por una parte, existen sistemas de
regulación a corto plazo que corresponden a señales asociadas a las sensaciones
de hambre y saciedad, y por otro lado mecanismos de regulación a largo plazo
que informan a nuestro sistema nervioso central cambios en la composición
corporal.
El sistema digestivo, pero especialmente el estómago es un gran productor de
hormonas (sustancias químicas que alcanzan el torrente sanguíneo) que sirven
para informar el comportamiento de la ingesta alimenticia. La ghrelina producida
por el estómago es una hormona que ayuda al desarrollo de sensación de hambre
(orexigénico) a nivel del hipotálamo cerebral y que se produce cuando el estómago
está vacío, de otra parte hormonas como la colecistokinina (CCK) producida por
el duodeno, la leptina (producida por el tejido adiposo) y la misma insulina son
señales de saciedad (anorexigénico). La presencia de glucosa, aminoácidos y
grasas en el tubo digestivo lleva a la liberación de CCK, mientras que la presencia
de aminoácidos y especialmente carbohidratos la secreción de insulina.
A largo plazo varias son las señales que indican cambios en la composición
corporal, uno de ellos muy importante es la leptina producida por el tejido adiposo,
en general, cuando hay aumentos de tejido adiposo hay también aumento de
leptina y este actúa a nivel del hipotálamo reduciendo la ingesta de alimentos, algo
que en la realidad no es del todo cierto, ya que grandes cantidades de leptina
producen resistencia a nivel hipotalámico y por eso la ingesta no disminuye, como
sucede en los pacientes obesos, la presencia crónica de insulina también lleva a
la inhibición del apetito gracias a su interacción con receptores hipotalámicos.
El tamaño de las cavidades en el sistema digestivo responden a procesos
adaptativos similares a los encontrados en otras partes del organismo, de esta
forma, el consumo crónico de grandes cantidades de alimento (porciones
grandes), lleva a un incremento en el tamaño del estómago que requerirá en
delante de continuar el tamaño de las porciones para producir la sensación de
saciedad, algo común en pacientes obesos, pero también en deportistas con
grandes aportes calóricos.
En relación al ejercicio diversos estudios han demostrado que una sesión de
ejercicio produce una ligera disminución de la ghrelina con su consecuente
disminución del apetito efecto que dura alrededor de una hora, pero que puede
diferir entre individuos. Probablemente el impacto más importante sobre la ingesta
está en las preferencias en la alimentación, dadas por cambios en la palatibilidad
y la percepción del sabor, que se relaciona con el tipo de ejercicio ejecutado. Así
pues, los ejercicios de resistencia tienden a aumentar el gusto por las grasas y los
carbohidratos, mientras que ejercicios de fuerza lo hacen por las proteínas. Sin
duda es necesario acompañar de educación el ejercicio para evitar caer en el
deseo de incrementar el consumo de alimentos en relación al ejercicio,
especialmente cuando se desarrollan programas para reducir el peso corporal.
Principales reguladores de la saciedad y el hambre a corto y largo plazo
Para finalizar vale la pena nombrar diversos trabajos que han demostrado que una
restricción calórica intensa, como la originada por una “dieta” es muy posible que
lleve a una disminución del peso corporal, sin embargo, se ha demostrado que
dicha reducción está dada más la reducción de la masa muscular que por la
disminución del tejido adiposo.
MICRONUTRIENTES
Vitaminas
Las vitaminas son moléculas orgánicas esenciales para la vida, su nombre deriva
de “aminas vitales”, aunque no todas las vitaminas son químicamente aminas. El
cuerpo puede producir pequeñas cantidades de algunas de estas vitaminas pero
en general deben ser consumidas en la dieta. Un alto porcentaje de estas se
encuentra en plantas.
Las vitaminas se clasifican en hidrosolubles lo cual significa que se disuelven en
agua y es fácil eliminar su exceso a través de la orina o el sudor, de otra parte las
vitaminas liposolubles (solubles en grasa), las cuales se almacenan más
fácilmente en el organismo especialmente a nivel intracelular en órganos como el
hígado. En la actualidad es fácil sintetizar las vitaminas en el laboratorio o
extraerse de diversos alimentos, por lo tanto es posible consumirse en forma de
suplementos nutricionales.
Usualmente el término vitaminas está asociado con vitalidad o energía, sin
embargo estas no aportan desde el punto de vista calórico y aunque lo hicieran la
cantidad que se consume de estas es muy pequeño, por lo tanto un excesivo
consumo de vitaminas (especialmente las liposolubles) puede en muchas
ocasiones pueden llegar a ser tóxicas.
Las vitaminas tienen un papel fundamental como coenzimas o coactivadores
enzimáticos, esto quiere decir que se requiere su presencia para que una enzima
pueda cumplir con su función de manera eficiente, gracias a que su
descubrimiento se dio hace mucho tiempo la nomenclatura con la cual se
denominan puede generar confusión, algunas como la vitamina D dejo desde hace
un tiempo de ser solo una enzima para clasificarse como una hormona y otras
como las vitaminas B4 dejo de clasificarse como enzima porque se considera un
compuesto diferente, en este caso la adenina que es una base nitrogenada.
La tabla presenta un resumen de las vitaminas, su función biológica y sus
requerimientos diarios
Vitaminas Hidrosolubles
Vit Nombre Función Requerimiento
Diario Adultos
B1 Tiamina Es un cofactor (coenzima), fundamental para la 1,1 – 1,4 mg
producción de energía a partir del metabolismo de
carbohidratos.
B2 Riboflavina Importante en la formación de Flavin Adenin 1,1 – 1,6 mg
Dinucleótido (FAD) importante en procesos de
producción de energía como el ciclo de Krebs.
B3 Niacina Se utilizan en la síntesis de Niacin Adenin 14 – 18 mg
Dinucleótico (NAD) al igual que el FAD, es
transportador de hidrogeniones en procesos de
producción de energía.
B5 Ácido Pantoténico Hace parte de una molécula más grande denominada 5 – 7 mg
Coenzima A (CoA), la cual una vez más hace parte de
procesos metabólicos que tienen su origen en la
mitocondria.
B6 Fosfato de Se utiliza como cofactores en diversas enzimas 1,3 – 2 mg
Piridoxal asociadas a la energía y en procesos enzimáticos
denominados transaminaciones.
B8 Biotina Es un cofactor en reacción de carboxilación (agregar 30 – 35 µg
grupos carboxilo –COOH).
B9 Ácido Fólico Es una enzima importante en la síntesis de bases 400 – 600 µg
nitrogenadas del ADN, función que cumple en
presencia además de vitamina B12.
B12 Cianocobalamina Es una compleja vitamina que transfiere metilos (- 2,4 – 2,8 mg
CH3). Como se dijo, junto a la vitamina B9 son
importantes en la producción de glóbulos rojos, la
reparación celular y la adecuada actividad del sistema
nervioso.
C Ácido ascórbico Es una enzima importante en la síntesis de colágeno. 75 – 120 mg
En situaciones de esfuerzo intenso podrían
presentarse deficiencias de vitamina C, por lo cual se
ha sugerido su uso en deportistas.
Los requerimientos diarios máximos para cada vitamina corresponden usualmente a
mujeres gestantes o lactantes
Vitaminas Liposolubles
Vit Nombre Función Requerimiento
Diario Adultos
A Retinol Participa en el proceso de visión, especialmente la 2300 – 3000
visión nocturna IU
D Colecalciferol Importante en la formación ósea, y la absorción de 600 – 800 IU
calcio y fosfato a nivel intestinal, es considerada en la
actualidad una hormona más que una vitamina.
Podrían requerirse en deportistas suplementación
cuando la exposición solar es escasa, como sucede
con personas que habitan en latitudes superiores.
E Alfa - Tocoferol Antioxidante, su uso reciente su uso como fármaco ha 22 – 33 IU
entrado en desuso, aunque se sugiere que en
ejercicio de resistencia podría ser útil para favorecer
la recuperación.
K Naftoquinona Producida por bacterias intestinales participa en la 90 – 120 µg
formación de factores de coagulación.
Los requerimientos diarios máximos para cada vitamina corresponden usualmente a
mujeres gestantes o lactantes
Minerales
Como se ha mostrado previamente algunos elementos químicos como el carbono,
oxígeno, hidrógeno y nitrógeno son la base fundamental de carbohidratos,
proteínas, lípidos, bases nitrogenadas y agua por lo cual constituyen 96% de todo
el organismo. Si se agregará a este el calcio y el fosfato presente en los huesos
estos constituirían el 99% de todos los elementos.
Aunque existen múltiples minerales con efecto biológico, algunos de ellos se
encuentran de manera abundante en el cuerpo como el Sodio, el Cloro y el
Potasio, donde entre otras participan en el mantenimiento del volumen tanto intra
como extracelular. Sin embargo, durante el ejercicio físico en condiciones de
sudoración excesiva sus demandas se incrementan y se hacen vitales para los
procesos de hidratación. Los demás elementos se encuentran en cantidades muy
pequeñas y por lo tanto se denominan oligoelementos.
Hierro: Su función primaria es el trasporte de oxígeno tanto en la sangre
(hemoglobina) como en el músculo (mioglobina). Ya que el oxígeno es
fundamental para transportar oxígeno a músculos en contracción una disminución
del hierro plasmático se encuentra asociado a anemia (anemia ferropénica) y la
consecuencia en el ejercicio es la disminución del rendimiento físico
especialmente en condiciones de ejercicio aeróbico.
Calcio: Adicional a su conocido papel en la formación ósea el calcio participa en
múltiples funciones vitales incluyendo la contracción muscular y la conducción
nerviosa, su deficiencia en deportistas se asocia al desarrollo de fracturas por
estrés. La suplementación de calcio cuando se requiere debe ir acompañada de
vitamina D para favorecer su absorción intestinal y fijación ósea.
Magnesio: El magnesio es un importante mineral en procesos asociados a la vida
como en la activación del trifosfato de adenosina (ATP), actúa como un cofactor
enzimático en procesos energéticos, no es usual una deficiencia de este, pero se
debe pensar especialmente en deportistas que pierden rápidamente peso previo
a competencias por ejemplo.
Zinc: Aunque es un mineral con claros efectos en la producción de energía,
expresión de genes y síntesis de proteínas, su deficiencia y/o utilización como
suplemento siguen siendo debatidas, especialmente en deportistas.
Representación de la distribución de iones en el organismo promedio.
Vitaminas y Ejercicio Físico
En el caso del ejercicio físico los micronutrientes son fundamentales en múltiples
procesos metabólicos musculares por lo cual se ha planteado que sus
requerimientos son mayores en deportistas y personas físicamente activas en
comparación con personas que no lo son. No es fácil determinar las cantidades
necesarias para suplir estas “demandas adicionales”, lo cual significa que en
múltiples ocasiones una dieta adecuada podría ser más que suficiente. De otra
parte determinar la deficiencia de estas vitaminas requiere de pruebas de
laboratorio especializadas ya que los hallazgos semiológicos solo se hacen
presentes mucho tiempo después de establecida la deficiencia.
La vitamina A, vitamina E, C y D, asociada a minerales como el selenio a dosis
fisiológica parece contribuir a la reducción de radicales libres de oxígeno
asociados a ejercicio intenso, sin embargo se requiere mayor evidencia sobre los
requerimientos y cantidades. Se ha sugerido que se requieren cuando la ingesta
calórica de los deportistas es inadecuada.
También se ha propuesto que una ingesta rica de vitamina C contribuye a los
procesos de reparación dependiente de colágeno, al igual que la vitamina D se
necesita en la reparación y adaptación ósea. También es probable que de acuerdo
al género también los requerimientos vitamínicos sean diferentes, ya que las
mujeres al parecer requieren cantidades mayores de vitaminas especialmente del
complejo B dado las pérdidas sanguíneas asociadas a sus ciclos menstruales y
una menor influencia de hormonas anabólicas como la testosterona.
Dado el potencial peligro de la hipervitaminosis y el daño celular que esta puede
traer los consensos nutricionales recientes han sugerido limitar el consumo de
vitaminas liposolubles a condiciones patológicas puntuales, en el caso se
vitaminas hidrosolubles es posible una mayor libertad en su ingesta, sin embargo
debe tenerse muy claro sus requerimientos y necesidades buscando no exceder
las dosis requeridas
DIETAS Y PÉRDIDA DE PESO
Dieta Vegana
Eliminar todo producto de origen animal de la dieta, es posible que no se reciban
algunos nutrientes de origen animal importantes, vitamina B12, vitamina D,
algunos aminoácidos y ácidos grasos esenciales.
Low-Carb
Una dieta donde los carbohidratos no superan los 150 gramos al día.
Dietas hiperproteicas
Son dietas donde la mayor parte de las calorías son aportadas por las proteínas,
usualmente 60 a 80%
Dietas ultra low-fat
Dietas que usualmente restringen el consumo de grasas a menos del 10% del
aporte calórico diario, usualmente son dietas que para compensar usan gran
cantidad de carbohidratos.
Dieta Atkins
Es una dieta desarrollada hace algunos años que también es hipocalórica y con
bajo aporte de carbohidratos.
Dieta de la zona
Restringe el consumo de carbohidratos con alto índice glicémico, pero mantiene
carbohidratos complejos y proteínas
Ayuno intermitente
Aunque existen muchos métodos de ayuno los más reconocidos son 16/8 (16
horas de ayuno por 8 horas de comida al día), 24 horas de ayuno cada dos días,
dieta del guerrero, consumo de frutas y vegetales durante el día y en la noche una
comida grande, entre muchas otras variables, no es considerada una dieta como
tal, recientemente se han publicado estudios que hablan de los beneficios,
especialmente para la salud de este tipo de prácticas, a pesar de que no es para
todo el mundo los beneficios al parecer superan los posibles riesgos.
Dieta cetogénica
Régimen de alimentos con extremada baja cantidad de carbohidratos máximo 50
gramos al día y un consumo alto de grasas para alcanzar el cometido calórico.
Dieta de la clínica Mayo
Esta propone una pirámide nutricional donde en la base están las frutas y los
vegetales que son las que predominan, luego le siguen carbohidratos complejos,
proteínas, grasas y por último dulces que es lo que más se debe evitar.
Otras dietas
Dieta de reset, (gimmick o
dieta de pérdida de peso
ultra saludable)
Dieta alcalina
Dieta Todo30 (Whole30)
Dieta de la fertilidade
Dieta ABS
Dieta de supercarga
hormonal
Dieta antiinflamatoria
Dieta Dukan
Dieta de la mente
Dietas según el grupo
sanguíneo
Dieta del agua
Dieta macrobiótica
Dieta del delfín
Dieta Nórdica
Dieta TLC
Dieta Flat Belly
Dieta Asiática
Dieta Nutritariana
Dieta Mediterranea
Dieta Nutrisistem
Dieta Optavia
Dieta DASH
Dieta SlimFast
Dieta Ornish
Dieta Jenny Craig
Dieta Flexitariana
Dieta WW
Dieta de todas las verduras, frutas y
alimentos que se les pueda ocurrir
FÁRMACOS PARA BAJAR DE PESO
Fentermina
Es un inhibidor del apetito a nivel central, en estudios a corto plazo a demostrado
un efecto positivo en la reducción del peso, sin embargo, no es usual el desarrollo
de efectos adversos como el aumento de la presión arterial.
Dietilpropión
Es un medicamento desarrollado hace más de 50 años aprobado para la reducción
del peso, se usa durante periodos de tiempo corto como un reductor del apetito,
su efectividad es pequeña al parecer y no son infrecuentes los efectos adversos
como euforia o dificultad para dormir.
Orlistat
Es un medicamento que inhibe la lipasa pancreática y que por lo tanto limita la
absorción de grasas a nivel intestinal, contribuye a la disminución del peso en
condiciones de dietas ricas en grasa, dentro de los efectos adversos reportados
está la incontinencia fecal y la diarrea grasa entre otros, es el único medicamento
utilizado para su uso a largo plazo.
SUPLEMENTOS PARA BAJAR DE PESO Y/O PREENTRENOS
Cafeína
Múltiples efectos: reduce el dolor y la percepción de cansancio al bloquear la
actividad central de la adenosina, aumenta la lipólisis y por lo tanto se asocia a un
mayor rendimiento en actividades de larga duración, no está prohibido, pero se
han reportado efectos adversos que limitan su uso en personas sensibles, la dosis
máxima está alrededor de los 150mg/kg.
Extracto de té verde
Al igual que la cafeína el extracto de té verde (teína) es una xantina que
incrementa el cAMP por inhibición de las fosfodiesterasas, lo que incrementa la
lipólisis, también en personas sensibles puede ser un suplemento que se asocie
a diversos efectos adversos incluyendo taquicardias e incremento de la presión
arterial.
Cetonas de Frambuesa y capsaicina
Se ha descrito que la frambuesa tiene sustancias similares a la capsaicina, (la
sustancia responsable de la sensación de calor en el ají), se ha encontrado que la
capsaicina activa el sistema nervioso simpático lo que lleva a mayor oxidación de
grasas.
L – Cisteína
Es una aminoácido precursor de un importante antioxidante llamado glutatión, que
reduce el daño muscular asociado al ejercicio, se encuentra como suplemento o
en preparados de N-Acetil L-cisteína, a pesar de que en teoría es válida su
utilización no existe una evidencia fuerte que apoye su consumo.
Hierro
Importante en el transporte de oxígeno, su suplementación es obligatoria en casos
de anemia ferropénica, los resultados de su uso en sujetos no anémicos son
controversiales, podría reducir el lactato en sangre, un consumo elevado lleva a
efectos adversos a nivel gastrointestinal.
Quercetina
Es un compuesto extraído de plantas pigmentadas, té, uvas, manzanas entre
otras, se ha propuesto que favorece la biogénesis mitocondrial, reduce el estrés
oxidativo y la inflamación, la evidencia a mostrado poco efecto en la mejora del
consumo de oxígeno
Bicarbonato de Sodio
Tiene un efecto amortiguador de la acidosis metabólica secundaria al ejercicio,
algunos estudios han demostrado que puede mejorar el rendimiento en ejercicio
intermitente de alta intensidad, favoreciendo la recuperación.
Cereza agrias
Se ha descrito un potencial efecto en el extracto de cerezas agrias (sour cherry),
en la reducción del dolor y disminución de la infamación, especialmente en
ejercicio aeróbico.
Taurina
Es un aminoácido abundante en el músculo esquelético cuya función no es la
síntesis de proteínas es producido por el hígado a partir de la cisteína, sus efectos
a nivel muscular al parecer son anti-inflamatorios, mantiene la osmolaridad
intracelular y aumenta el rendimiento, la taurina tiene efectos a nivel del sistema
nervioso central (inhibitorio), corazón, sistema inmune entre otros, no hay
evidencia contundente y dado los efectos en el SNC no se ha masificado su uso.
L – Carnitina
Es una sustancia química producida especialmente por el hígado a partir de dos
aminoácidos esenciales lisina y metionina, es un suplemento en su momento fue
muy popular, especialmente para favorecer la oxidación de ácidos grasos, ya que
es el precursor de sistemas enzimáticos que favorecen el transporte de estos
ácidos grasos a nivel mitocondrial, sin embargo también la L-Carnitina se ha
relacionado con una mayor expresión de receptores androgénicos musculares,
con efectos antioxidantes y vasodilatadores. Lastimosamente no hay evidencia de
que la L – Carnitina ingerida por vía oral pueda alcanzar los sitios de acción y
cumplir su función, por lo que su uso ha entrado en desuso.
Carnosina
Es también un dipeptido (alanina e histidina), donde la histidina es un aminoácido
esencial, tiene un potente efecto antioxidante intramuscular, aunque al parecer
tiene efectos anti-envejecimiento su papel en el ejercicio físico es discutido.
5 Hidroxitriptófano (5 HTP)
Es un aminoácido natural precursor de la serotonina y melatonina, se ha
comercializado como un suplemento para la reducción del apetito, con acción
antidepresiva e inductor del sueño, no hay evidencia clara de su efectividad y
aunque formalmente no está prohibido no se recomienda su uso.
Teanina
Es un aminoácido usualmente presente en el té con capacidad para atravesar la
barrera hematoencefálica, tiene un efecto estimulante similar a la cafeína.
Citrulina
Es un aminoácido encontrado en la corteza de la sandía entre otras frutas, pero
que también se produce de forma natural en la hígado a través del ciclo de la urea,
se han descrito diversas propiedades dentro de las cuales está la síntesis de
Arginina principal precursor del óxido nítrico que es un potente vasodilatador.
Arginina
Es un aminoácido no esencial, es producido de forma natural por el hígado, es
precursor de una sustancia vasodilatadora muy potente que es el óxido nítrico.
Trimetilglicina (Betaina)
Es producido a partir de la remolacha, tiene un efecto osmótico a nivel muscular
que en teoría protege las células y participa en la donación de grupos metilo en
órganos como el riñón y el hígado.
EXTRACTOS HERBALES
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ENTRENAMIENTO PARA LA REDUCCIÓN DEL TEJIDO
ADIPOSO
De manera clásica el entrenamiento para la reducción del tejido adiposo se ha
centrado en ejercicios de resistencia, durante mucho tiempo se habló de un
entrenamiento aeróbico entre las 65 a 75% de la frecuencia cardiaca máxima o
frecuencia cardiaca de reserva durante un tiempo de al menos 30 minutos, como
la estrategia óptima para la reducción del tejido adiposo. Sin embargo, ese
concepto puede ser no revaluado, pero si optimizado con miras a la pérdida del
tejido adiposo.
Ejercicio y lipólisis
Para que pueda movilizarse tejido adiposo a partir de las reservas que se ubican
en el cuerpo, bien sea estas ubicadas a nivel subcutáneo o visceral, es importante
recordar como el organismo necesita primero catabolizar los triglicéridos para
llevar ácidos grasos al torrente sanguíneo, un proceso denominado lipólisis.
Si se pusiera en una balanza las hormonas responsables de la lipogénesis
(Insulina primordialmente) y las hormonas responsables de la lipólisis
(Catecolaminas, glucagón y cortisol) también siendo estas las más importantes
pero no las únicas. Se encontraría de forma permanente un equilibrio donde luego
del estado postprandial predomina la lipogénesis y durante el ayuno la lipólisis, si
la balanza incluye una mayor cantidad de picos de insulina, como sucede con el
consumo de carbohidratos simples, predominará la formación de grasa y si por el
contrario predominan las hormonas catabólicas adipocitarias se reducirá la
cantidad de tejido adiposo.
Basados en el principio anterior podemos decir que cualquier forma de
entrenamiento que incremente las catecolaminas en sangre llevarán a una mayor
lipólisis de forma directamente proporcional, en este sentido es claro que existe
una relación entre tiempo e intensidad en relación al aumento de catecolaminas,
en otras palabras, el entrenamiento de larga duración y baja intensidad, y el
entrenamiento de corta duración y alta intensidad producen ambos aumentos al
final de catecolaminas similares, por supuesto, con diferencias de tiempo invertido
que vale la pena tener en cuenta.
La estimulación adrenérgica también es responsable de otras respuestas
fisiológicas durante el entrenamiento como lo es: el aumento de la frecuencia
cardiaca y el volumen latido, la mayor vasodilatación a nivel de arterias musculares
y de la piel, una mayor broncodilatación y una reducción en el calibre
(vasoconstricción) de las arterias del sistema gastrointestinal y renal
principalmente, estas respuestas en todos estos órganos y sistemas están
mediadas por receptores en la células denominados alfa y beta, los cuales están
presentes según la célula blanco.
En el tejido adiposo son los receptores tipo Beta3 los más abundantes y cuando
entra en contacto la adrenalina genera una serie de respuestas a nivel intracelular
que llevan a la activación de una enzima intracelular denominada “lipasa hormono
sensible (LHS)” que rompe los triglicéridos en ácidos grasos libres y glicerol, los
cuales son llevados a la circulación.
Otras hormonas como el glucagón actúan de una manera similar a través de un
receptor muy parecido al receptor adrenérgico en la membrana. Dado que el
glucagón es una hormona que se incrementa en la sangre en condiciones de
ayuno, podría existir un efecto sinérgico entre el entrenamiento y el ayuno y entre
los dos incrementar el proceso de lipólisis.
En forma de resumen, no existe prácticamente ningún ejercicio que no aumente
las catecolaminas en sangre (especialmente adrenalina) y por lo tanto bajo esta
premisa se podría decir que no importa la forma de ejercicio, todas terminarán
poniendo en mayor o menor proporción ácidos grasos en el torrente sanguíneo,
siendo ahora importante:
1. Evitar que estos ácidos grasos regresen al interior del tejido adiposo y
formen una vez más triglicéridos.
2. Que estos ácidos grasos sean oxidados por los tejidos periféricos
Para evitar que los ácidos grasos regresen al tejido adiposo una premisa
fundamental en torno de la relación nutrición – hormonas – ejercicio, está en evitar
al máximo la elevación en la concentración de insulina en sangre, ya que esta
facilita el regreso de los ácidos grasos al adipocito al tiempo que bloquea la acción
de la lipasa hormono sensible (LHS).
Sin embargo, los ácidos grasos que salen del tejido adiposo, poca afinidad tienen
por estas proteínas y por lo tanto se conocen como ácidos grasos libres, además
gracias al hecho mismo de que no están unidas a proteínas pueden atravesar
fácilmente la membrana de muchas células. Se requiere eso sí, que los tejidos
tengan una alta perfusión, esto quiere decir que a los tejidos les debe llegar una
alto flujo sanguíneo lo cual es asegurado por una frecuencia cardiaca alta, pero
especialmente por una vasodilatación y siendo que el músculo esquelético y el
corazón cumplen con esta característica estos son los órganos más importantes
en el proceso de beta-oxidación
Beta-oxidación y ejercicio
Siguiendo el recorrido de los ácidos grasos desde su salida en el adipocito, hasta
su oxidación en el músculo vale la pena analizar los determinantes fisiológicos de
este proceso.
Aunque podría pensarse que por ser la membrana de las células una capa lipídica
los ácidos grasos atraviesan de manera libre y sin limitaciones dicha membrana,
sin embargo, es bien sabido que en la membrana celular se encuentran proteínas
de trasporte para los ácidos grasos (FATP – Fat Acid Trasport Protein), estas son
más abundantes en las fibras musculares tipo I (fibras rojas o fibras de contracción
lenta) cuyo metabolismo es más aeróbico, pero además es bien sabido que su
presencia en la membrana está codificada genéticamente y que es a través del
ejercicio que se incrementa su concentración.
Una vez dentro de las células y dado que los FATP son bidireccionales, puede
suceder que los ácidos grasos vuelvan a salir de la célula, en cuyo caso se
requiere de una nueva proteína que se una al ácido graso y evite su salida a este
conjunto de proteínas fijadores se les conoce como FABP (Fat Acid Binding
Protein) y están a nivel del citoplasma de las células.
Entrenamiento en circuito
Un modelo de entrenamiento intermitente son los circuitos, son un excelente
método para combinar el entrenamiento de resistencia de la fuerza con la
resistencia aeróbica, puede utilizar ejercicios en máquinas y/o ejercicios
funcionales, y el objetivo es mantener la actividad durante la mayor parte del
tiempo con pausas cortas solo para cambiar de ejercicio o entrenar otro grupo
muscular.
Aunque se requiere un cierto grado de entrenamiento para sacar el máximo de
provecho del entrenamiento en circuito este con sus respectivas adaptaciones
puede ser utilizado en el entrenamiento de múltiples grupos poblacionales y con
diversas características, ya que se puede jugar con movimientos muy simples y
de bajo consumo energético que al ser casi continuos e ininterrumpidos logran
favorecer un alto estado de oxidación de grasas.
Libros
Entrenamiento deportivo, Fernando Neclerio (2011), Editorial médica
panamericana, primera edición.
HIIT Entrenamiento Interválico de Alta Intensidad, Bases fisiológicas y
aplicaciones prácticas, Lopez Chicharro J, Vicente Campos D, Exercise
Physiology & Training.