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2.- Ten muy en cuenta el registro vocal de un coro de niños y su capacidad real
3.- Busca un texto que se conecte contigo y que te conecte con tu coro
El texto es el eje central de una pieza coral, ya que estamos haciendo música que va
a cantarse. De este modo, el texto debe emocionarte y hasta conmoverte, además
de esto, debe ser un vínculo poderoso entre tú y el coro, ambos deben sentirse
poderosamente identificados con lo que dice el texto. Un texto claro y honesto
puede ser indispensable para servir de base para una pieza coral destinada a los
niños. En internet puedes encontrar un sinnúmero de poemas adecuados para ser
cantados por niños.
Aunque cada compositor tiene sus propias técnicas a la hora de componer, sería
muy bueno dar a luz tanto la melodía como la armonía de un mismo golpe. La
música para coros de niños no debería tener nunca una estructura armónica
simple, básica y monótona (I-V-I, I-IV-V7-I, etc.), la sabia combinación entre
acordes mayores, menores, séptimas, acordes suspendidos, modulaciones, etc.,
pueden resultar profundamente motivantes para el coro, para el director y para la
audiencia. Al componer la melodía y la armonía al mismo tiempo lograrás una
cohesión entre la voz cantante y la parte armónica muy eficaz, y sabrás
perfectamente qué acordes corresponden a cada parte de la melodía, logrando que
su mensaje sea genuino y poderoso.
7.- Mueve tu melodía por grado conjunto y por saltos inteligentes. Enamórate de tu
melodía y de su base armónica
Dependiendo del nivel de cada coro, debería ser el deber del compositor, tomar en
cuenta sus cualidades y limitaciones. Para coros iniciales, es recomendable
presentarles piezas al unísono, con melodías fluidas e interesantes, que los
empujen poco a poco a ampliar su registro; para coros ya con algunos meses de
trabajo constante, se pueden incluir ocasionales divisi que partan del unísono, en
ciertos puntos como algún clímax o cadencia importante. Se debe cuidar que los
divisi resulten de movimientos por grado conjunto o saltos inteligentes, como dejar
una voz en la misma nota mientras la otra salta, etc. Para coros con varios meses o
años de trabajo constante, se pueden incluir divisi a dos o tres voces, cuidando que
los movimientos sean por grado conjunto en lo posible, así como saltos inteligentes
de cuarta o tercera. Nunca debemos olvidar que NO estamos componiendo para
instrumentos, la voz humana es mucho más delicada y requiere un tratamiento
mucho más cuidadoso y considerado, muchas cosas que los instrumentos hacen
con facilidad (saltos, movimientos armónicos, cambios de tonalidad, etc.), para la
voz humana es incómodo o francamente imposible.
Antes de presentar la pieza a tu coro, revisa que todo esté en orden: la estructura,
la fluidez del material melódico y la coherencia del armazón armónico. Una pieza
sin una forma clara o una óptima calidad estética, difícilmente serán bienvenidas
por un coro, sin importar su nivel. Asegúrate de que tu composición cumple con
los estándares suficientes para ser interpretada. La honestidad con nosotros
mismos, será nuestra mejor aliada. Si no estás del todo convencido con el
resultado, no temas, sé humilde y paciente, deja de lado esta primera prueba y
¡comienza de nuevo! Un compositor siempre está listo para iniciar una creación
nueva y fresca.
11.- Prueba tu composición con un coro real