Sunteți pe pagina 1din 2

Mujeres que corren con los lobos

reporte final
Clarissa Pinkola Estés, psicoanalista junguiana, poeta y cantadora es conocida
sobre todo por ser la autora del libro Mujeres que corren con los lobos, obra de
fama mundial, que tardó más de 20 años en escribir y cuyas más de 700 páginas
rezuman poesía, sabiduría y mimo como pocas obras en la literatura universal.
También conocida como guardiana de cuentos, la autora bebe de la herencia de
su doble origen étnico, empapándose de la tradición esencialmente oral de
las mesemondók, ancianas húngaras contadoras de cuentos, y de las cantadoras
mexicanas, a cuyo estudio y rescate dedica su vida.

A través de un minucioso análisis de cuentos de tradición popular, Clarissa Pinkola


Estés realiza en Mujeres que corren con los lobos un alegato a favor de la
despatologización del yo salvaje y, especialmente, del yo salvaje más enterrado y
perseguido en la cultura, el de las mujeres. Para ello, la autora construye el
arquetipo de la Mujer Salvaje, el cual representa a la mujer capaz de confiar en sí
misma, respetarse, darse espacio, aprender de los errores y alejarse de quien la
daña. La Mujer Salvaje es aquella que se permite conocerse a sí misma, y por
ende, reconocer su propia naturaleza salvaje, es decir, sus verdaderas
necesidades y deseos.

Según la autora, tal como demuestran los cuentos populares, en el fondo de


nosotras tenemos las claves y la fuerza para capear la tempestad y saber llegar a
un puerto seguro: “Aunque nos sintamos presionadas por los más deformados
mensajes culturales o psicológicos, aunque un depredador ande suelto en la
cultura o en la psique personal, todas podemos oír las instrucciones salvajes
iniciales y seguirlas”(Pinkola, p.607). Instrucciones, muchas veces encerradas en
mitos y cuentos antiguos, que a pesar de capas y deformaciones culturales que
convierten a las sabias en brujas, y borran y camuflan las referencias sexuales y
paganas, consiguen conservar la esencia de esa sabiduría ligada a lo salvaje e
instintivo, clave, según la autora, para una vida íntegra.

Por ello, a pesar de que nuestra cultura desprecia el valor de lo salvaje -sobre todo
si está relacionado con lo femenino-, convirtiéndolo en peligroso, tachándolo de
demoníaco, animal y voluble, Clarissa Pinkola Estés reivindica su poder,
encarnado en la Mujer Salvaje, para evitar ser desposeídas de los recursos
psicológicos y espirituales que nos permiten ser dueñas de nuestra vida. La Mujer
Salvaje, dirá la autora, como el lobo, ha sido arrinconada hasta casi la extinción
por el patriarcado en su versión de depredador psicológico.

A pesar de que Clarissa Pinkola Estés utiliza un lenguaje que puede chirriar en los
discursos posmodernos acerca del género: alma femenina, intuición femenina,
psique de mujer, etc., debemos comprender que su mensaje, dirigido
especialmente a mujeres -por ser éstas quienes han visto en mayor medida
amenazados sus recursos psicológicos y cuyas problemáticas comunes rescata a
través de cuentos populares y mitos de varios lugares del mundo- trasciende a
esta identidad. Su obra puede ser leída como un tratado poético-psicológico para
liberarnos de la excesiva domesticación psicológica dentro de cualquier estructura
que pretenda limitar nuestro poder.

Inmensamente inspirador, lleno de poesía y sin un remanso de superficialidad, si


tuviera que escoger un solo libro que llevarme a una isla desierta, sin duda,
elegiría Mujeres que corren con los lobos.

Mural del barrio de La Merced de Ciudad de México. Foto: Silvia Bellón.

“Confío en que salgas y dejes que te ocurran cuentos, es decir, vida y que trabajes
con estos cuentos de tu vida -la tuya, no la de otra persona-, que los riegues con
tu sangre y tus lágrimas y tu risa hasta que florezcan, hasta que tú misma
florezcas. Ésta es la tarea. La única tarea.” (Pinkola, p.656)

BIBLIOGRAFÍA:
PINKOLA Estés, Clarissa.(2013). Mujeres que corren con los lobos.
Barcelona: Ediciones B, S.A.

S-ar putea să vă placă și