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ENSAYO “EL MAESTRO DE MAESTROS”

JAIDY MARJORIE JACOME LINDARTE

NOEMÍ DEL JESÚS


MAESTRA

SEMINARIO BÍBLICO DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS


EXTENSIÓN VALLEDUPAR
VALLEDUPAR CESAR
2019
ENSAYO: “El Maestro de maestros”

A lo largo de los años, a través de la Biblia, ha quedado evidenciado que Jesús es


el Maestro de maestros. Basta con leer los evangelios Mateo, Marcos, Lucas y Juan,
para conocer al Maestro tanto en su práctica educativa al enseñar Palabra de Dios,
como también en la enseñanza en todas las áreas de la vida.

Jesús, siempre enseñaba con excelencia y autoridad, muchos autores resaltan las
habilidades pedagógicas y didácticas que tenía, es interesante analizar el ingenio
que desarrolló al usar recursos como las parábolas para dar un mensaje, el
conocimiento y aplicación de las figuras literarias, el uso de elementos propios del
lugar donde se encontraba para captar la atención de sus oyentes.

Es fascinante leer y resaltar en las escrituras las herramientas usadas por Jesús
para cumplir con la Gran Comisión de ir y llevar el evangelio a todo el que no lo
conociese. Esta gran tarea fue encomendada por Dios a su hijo, y es maravilloso
ver los frutos de su trabajo, un maestro cuyas enseñanzas trascendieron hasta
nuestros días. Un Maestro, que no solo predicaba sino que ante todo aplicaba.

Muchos maestros se caracterizan por ser elocuentes, expertos en un tema, pero


pocos capacitados en otros. Y es que un maestro, no solo es aquella persona que
transmite conocimientos en un área o saber específico, un maestro debe dar
enseñanzas integrales a sus alumnos. Jesús, el Maestro de maestros, demostró
que no solo quería enseñar en una sola área, sino que contribuía a la formación de
una persona en todas sus dimensiones. Estamos formados por cuerpo, alma y
espíritu; y aunque su misión en esta tierra era conectar nuestro espíritu con el de
Dios a través de la salvación, nunca excluyó la formación del alma y del cuerpo.
Jesús se preocupaba por las emociones, sentimientos, decisiones de los demás;
además de sus necesidades físicas, como hambre, sed, cansancio. A lo largo de
todas sus enseñanzas, vemos al Maestro ayudando a sanar corazones, heridas
internas, sacando personas de cárceles mentales, orientando vidas,
compadeciéndose de las necesidades de otros; acompañando personas en su
transformación completa.
Es interesante ver la manera como el Dr. Augusto Cury en su obra “El Maestro de
maestros” aborda el estudio de la vida de Jesús, la forma en como demuestra que
cada comportamiento de Jesús abría la ventana de la mente de sus oyentes y los
estimulaba a desarrollar las funciones más importantes de la inteligencia. El autor
describe la personalidad como la “manifestación de la inteligencia frente a los
estímulos del mundo psíquico, como también de los ambientes y de las experiencias
vividas”, y Jesús demostró su inteligencia en todos los momentos de su vida,
siempre coordinando sus pensamientos y reacciones emocionales ante las
situaciones de estrés; la vida del Maestro fue un ejemplo, aún en los peores
momentos enseñó con sus acciones y hasta con su silencio.

El autor llama a Jesús el “artesano de la emoción y escultor de la inteligencia”,


¿quién podría recibir este nombre? solo un verdadero maestro. Jesús se hizo el
Maestro de maestros en la escuela de la existencia, donde muchos intelectuales y
científicos solo son aprendices. En la época, había muchos hombres sobresalientes
por ser letrados, cultos, brillantes pensadores, pero que no se interesaban en lo
absoluto por el alma y cuerpo de las personas.

El sistema educativo actual, no está muy lejos de esto. Los maestros solo se
concentran en cumplir con sus actividades curriculares a lo largo del año escolar, y
generalmente, una vez cumplen, se desentienden completamente de sus
estudiantes. Por otro lado, los estudiantes no tienen la posibilidad de elegir a sus
maestros, generalmente los estudiantes son matriculados y deben permanecer en
un año escolar bajo la supervisión de un maestro. Es fascinante ver que, aunque
elocuente, Jesús exponía y no imponía sus ideas; no trataba de convencer a las
personas a que creyesen sus palabras, ni presionaba a que le siguiesen, y, aun así,
sin estar matriculados en una escuela, multitudes les seguían, anhelando
escucharlo y estar cerca de él.

Por otra parte, en las escuelas, se usa poco el desarrollo del pensamiento de una
persona; se tiende más a rellenar una mente con conocimiento que con enseñar a
pensar. ¿Quién creería que Jesús usaba el arte de la duda para abrir la ventana de
la inteligencia? Llevaba a las personas a cuestionarse y a meditar sobre sus
caminos, con solo una pregunta.

Cristo, fue un Maestro que cambió la vida de sus alumnos; enseñó a extraer
sabiduría de los errores, ganó discípulos que ni siquiera le conocieron, sino que
llegaron a ser sus seguidores al oír a otros hablar de él. Demostró ser el Maestro de
maestros, siendo el mismo el contenido; su vida fue un claro ejemplo de modelo, su
forma de vida inspiró a otros, sus acciones y palabras tuvieron tanta autoridad que
lograron penetrar almas y liberar mentes. Cristo, nunca vio la enseñanza como una
profesión para obtener un beneficio, todo lo contrario, fue la forma como dio su vida
por otros; siervo bueno y fiel, diligente, obrero aprobado que usó bien la palabra de
verdad y nunca tuvo de que avergonzarse.

Nosotros somos prueba de que Jesús es el Maestro de maestros; ¡el Maestro más
grande de todos los tiempos!

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