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La descentralización del Estado y su relación con el desarrollo local y la

democracia: una visión teórica en clave latinoamericana aplicada al caso de


Guatemala

 
 
ÍNDICE
CAPÍTULO I .................................................................................................................. 1

INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 1

CAPÍTULO II ................................................................................................................. 6

1. La descentralización del Estado y su relación con el desarrollo local y la


democracia: una visión teórica en clave latinoamericana aplicada al caso de
Guatemala ................................................................................................................. 6

1.1. Definición del Estado ................................................................................... 6

1.2. Definición de descentralización.................................................................... 7

1.3. Objetivos de la descentralización................................................................. 8

1.4. Ventajas y desventajas de la descentralización ........................................ 11

2. Participación ciudadana y descentralización .................................................... 13

3. Desarrollo Local y Descentralización................................................................ 14

3.1. Importancia de la descentralización para el desarrollo .............................. 15

4. Tendencias y modelos de la descentralización en América Latina .................. 17

4.1. Modelos de la descentralización en América Latina .................................. 18

5. Entidades Autónomas, Subnacionales, Ciudades Libres o Modelo, como caso


aplicado de descentralización ................................................................................. 20

5.1. Definición de Free Cities o Ciudades Libres .............................................. 20

5.2. Diferencia entre las chartes cities y free cities ........................................... 20

5.3. Antecedentes de las ciudades libres ......................................................... 20

5.4. Modalidades de las ciudades libres ........................................................... 20

5.5. Caso de la república de Honduras y las regiones especiales de desarrollo


-RED- 20

5.6. Representación de los órganos de gobierno de las regiones especiales de


desarrollo ............................................................................................................. 20

 
 
5.7. Zonas Especiales de Desarrollo Sustentable -ZEDES- ............................. 20

6. Marco legal del proceso de descentralización en Guatemala .......................... 20

7. Situación de la descentralización en Guatemala .............................................. 20

CAPÍTULO III .............................................................................................................. 20

CONCLUSIONES.................................................................................................... 20

BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................... 21

 
 
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo ha sido recopilar información sobre la forma de Gobierno


central y Municipal en Guatemala, con el propósito de establecer la relación de la
descentralización con el crecimiento económico y democrático este último visto como
el fortalecimiento del poder local, la participación ciudadana y la auditoría social,
conocer sobre los procesos de transferencia de poder económico, político y
administrativo, desde el nivel central a gobiernos locales.

Este estudio es de carácter documental; se consultaron diferentes textos sobre el tema


de descentralización del Estado y su relación con el desarrollo económico y
democrático en los países, particularmente en el caso de Guatemala.

Como producto de la lectura, análisis y síntesis de la información se pretende


presentar elementos analíticos que puedan impulsar el Estado en los municipios de
Guatemala, tal como previsión social, organización del trabajo y principalmente el
suministro de bienes públicos. Con este conocimiento contrarrestar las consecuencias
desastrosas que hasta el año 2015 ha ocasionado el intervencionismo estatal en las
decisiones locales.

Dentro de la defensa de la autonomía de los municipios debe prevalecer la noción de


lo que es libertad como una noción imperativa, según Hayek libertad “es el estado en
virtud del cual un hombre no se haya sujeto a la coacción derivada de la voluntad
arbitraria de otro o de otros.

El marco teórico se enfoca en la descentralización vista desde dos ángulos: el


económico como un proceso de formación de la voluntad general, que esa voluntad
sea la esencia de la realización del orden económico y en el progreso de todo el país.

1  
 
El Estado en Guatemala con su sistema de gobierno se justifica por el poder que tiene
la coacción arbitraria en la asignación eficiente de los recursos y la provisión de bienes
como factores de promoción del desarrollo económico, el político-administrativo con
énfasis en traslado de competencias y la implantación de mecanismos que restringen
la participación ciudadana.

Dentro de las democracias modernas Guatemala, ha elegido un camino que conduce


con toda probabilidad del dominio ilimitado de las mayorías, esto conlleva a la
ausencia de la libertad de los ciudadanos para elegir el mejor camino hacia la
prosperidad.

Lo anterior da lugar al surgimiento de distintos focos de conflictividad actualmente


observables en Guatemala tiene, entre otras causas la percepción que hacen de la
justicia distributiva que incrementa la desatención por parte del Estado a la diversidad
de grupos sociales que, exigen se les provea servicios.

Se observa que el Estado en conjunto o individualizado por los poderes que la


conforman hacen una obra de acuerdo a la percepción que tienen del concepto justicia
distributiva, que en lugar de mejorar el nivel de vida del ciudadano, aumenta la
desatención en todos los ámbitos y principalmente, en salud, educación y seguridad.

Como parte de esta justicia distributiva en 2014 el Congreso de la República de


Guatemala dio vida a cuatro municipios nuevos atendiendo las solicitudes de las
aldeas, lo cual les representa acceso a recursos económicos provenientes del situado
constitucional, una parte del impuesto al valor agregado -IVA- y la distribución de
combustibles. En todos los casos, los promotores insisten en que las autoridades de
los municipios a los cuales han pertenecido no les brindan los servicios ni la atención
que requieren.

2  
 
Los municipios creados fueron La Blanca, en el departamento de San Marcos,
mediante el Decreto 1-2014 el 23 de enero de 2014; poco después, el 28 de enero de
2014, por medio del Decreto 2-2014 fue creado el municipio de San Jorge, en el
departamento de Zacapa, y que se separó de la cabecera departamental; El Chal, en
el departamento de Petén, fue desmembrado de Dolores el cuatro de febrero del 2014,
por medio del Decreto 5-2014; y San José La Máquina, en el departamento de
Suchitepéquez, se separó de Cuyotenango el 12 de febrero del 2014 por medio del
Decreto 7-2014. Los municipios en que se divide Guatemala suman ahora 338 en
total.

A la fecha, de acuerdo al versión de Sas (2014) en un reportaje de un diario, hay en el


Congreso de la República otras solicitudes para crear nuevos municipios, entre ellos
Sipacate, para separarse de La Gomera en el departamento de Escuintla; San Vicente
Buenabaj, en el departamento de Totonicapán y hasta hoy parte del municipio de
Momostenango; la aldea Cerinal, en el departamento de Santa Rosa, desea separarse
de Barberena.

Así mismo Toquián Grande, en San Marcos, busca desligarse de Tajumulco; Petatán,
en el departamento de Huehuetenango, desea dejar de ser parte de Concepción
Huista y San Benito, en el departamento de Alta Verapaz, busca desligarse de Cobán.

De allí la importancia de analizar el impacto que tiene la tendencia observada de


seguir fragmentado el país con los mismos objetivos que no alcanzan elevar el nivel
de vida de los habitantes.

La tendencia de promover estas divisiones más bien busca administrar el dinero


enviado al poder local de las municipales y disponer al criterio de estos para la
ejecución de las obras que realmente se necesitan.

3  
 
En las actuales circunstancias del país, puede ser también además de los intereses
económicos, políticos e incluso del dominio del crimen organizado por la ubicación
estratégica de en el territorio nacional.

Dentro de este análisis, cabe preguntar si la creación de municipios ha sido un factor


promotor de más inversión, mejores empleos e ingresos para sus habitantes o los hará
más dependientes de los recursos transferidos desde el gobierno central.

De igual forma cuales son las mejoras en los aspectos como la participación
ciudadana en la verificación de los cambios del municipio y cuanto ha cambiado el
nivel de vida de los ciudadanos.

Por ejemplo, el municipio de La Blanca cuenta con una importante estructura


productiva, mercado de trabajo, capacidad empresarial, infraestructura, recursos
naturales, todo lo cual fue planteado como argumentos para separarse del municipio
de Ocós. Pero también es probable que existan otros intereses, políticos y otros
intereses ajenos al desarrollo de los pueblos y sus habitantes.

Asimismo, según el reportaje de Sic (2014) los pobladores de San José La Máquina
plantearon que buscaban crear infraestructura básica para atender las necesidades de
sus habitantes tales como drenajes e introducción de agua potable, al igual que
hacerles más fácil ciertos trámites públicos en entidades como el Registro Nacional de
las Personas -RENAP-, la Policía Nacional Civil -PNC-, el Tribunal Supremo Electoral
-TSE- y el Sistema Judicial.

La creación de municipios debe ser analizada no sólo como un hecho aislado producto
de factores estrictamente locales sino como expresión de dinámicas sociales,
económicas, políticas y culturales, existentes en diversas zonas del país y que no
logran expresarse por medio de la institucionalidad existente.

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Es necesario el conocimiento de nuevas formas de descentralización que han
obtenido buenos resultados que los obtenidos en los nuevos municipios de
Guatemala.

Todo lo contrario de los fines de la descentralización o mejor dicho división territorial


de Guatemala, es importante fijarse en el caso de las Ciudades Libres en Honduras,
estas son enclaves que buscan impulsar el desarrollo económico, político social de
una región, estas son ciudades piloto donde pueden existir una infinidad de
estructuras legales y gubernamentales que se adapten a países como Honduras y
Guatemala, que es completamente distinto al pensamiento de descentralización
predominante en Guatemala que busca únicamente administrar recursos que el
Estado a través de las leyes, que les asigna a los gobiernos municipales, además del
dominio territorial.

Las Free Sities buscan plantear una alternativa a las actuales instituciones del Estado
y dar a los habitantes el poder de elegir y gobernarse de acuerdo a las necesidades
reales del individuo y de todo el grupo.

El objeto de estudio de la presente tesina está enfocado en la descentralización


política y territorial como un factor que puede promover el desarrollo local e incentivo
de mejores prácticas democráticas, también a la luz de experiencias en otros países
latinoamericanos donde también existe dicha tendencia y siguiendo los patrones de
una ciudad libre.

La descentralización vista de esta forma como un desarrollo de la democracia que es


contrario al gobierno autoritario, donde este último considera conveniente que tan solo
sea aceptable lo que apruebe la mayoría, pero que ésta acepte el principio “la voluntad
de la mayoría determina no solo lo que es ley, sino lo que es buena ley.

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CAPÍTULO II

1. La descentralización del Estado y su relación con el desarrollo local y la


democracia: una visión teórica en clave latinoamericana aplicada al caso de
Guatemala

Las  funciones  básicas  del  Estado  son  la  protección  del  derecho  ade  la  propiedad,  el  mantenimiento  de  
la  paz,  y  la  aplicación  de  la  justicia,    todo  esto  respetando  el  ámbito  de  la  libertad.    

En  el  marco  guatemalteco  existen  políticos  que  tienen  el  poder  de  crear  leyes  bajo  la  premisa  que  el  
Estado   debe   expandir   sus   funciones,   sin   embargo   es   de   mayor   importancia   respetar   las   funciones  
básicas   que   le   competen   a   que   se   extienda   a   atender   otras   que   consideren   prioritarias   a   expensas   de  
disminuir  su  función  principal  de  proveer  las  condiciones  libertad  de  los  individuos.  
 
1.1. Definición  del  Estado  
Se  incluye  la  definición  del  Estado,  por  la  relación  con  tema  central.  

De   acuerdo   a   la   enciclopedia   virtual,   Wikipedia   (2015)   el   concepto   de   “El Estado”, debe


entenderse como, “un concepto político que se refiere a una forma de organización
social, económica, política soberana y coercitiva, formada por un conjunto de
instituciones, que tienen el poder de regular la vida comunitaria nacional,
generalmente sólo en un territorio determinado o territorio nacional”… que cuenta
además con el reconocimiento por parte de la comunidad internacional como sujeto
de Derecho internacional.

Max Weber (1979), definió ael Estado moderno como una "asociación de dominación
con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un
territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, con este fin, ha
reunido todos los medios materiales en manos de sus dirigentes y ha expropiado a
todos los seres humanos que antes disponían de ellos por derecho propio,
sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas”.

 
 
Es por esto que el Estado, en la mayoría de casos, se inclinará por la opresión y
relegar la libertad, e intentando convencer a los ciudadanos por distintos medios con
el argumento de que mientras menor libertad tiene el individuo mayor es el bien
común.

Pero,   al   contrario,   los   procesos   de   descentralización   se   originan   en   la   creciente   necesidad   de  


transferir  competencias  y  recursos  a  los  niveles  sub-­‐nacionales  de  gobierno a fin de aumentar la
libertad de los ciudadanos de decidir su destino. La   relación   de   la   libertad   política   y   los  
procesos   de   descentralización   se   encuentra   en   que   los   niveles   inferiores   de   gobierno   tienen   mayor  
pertinencia   al   diseñar   las   políticas,   desarrollar     proyectos   y   prestar     servicios   de   acuerdo   a   las  
preferencias  de  la  población,  dándole  al  individuo  mayor  libertad  de  decisión  en  su  entorno  local.  
 
De  acuerdo  a  Luis  Enrique  Pérez  (1995),  la  libertad  política  debe  comprenderse  como  la  libertad  que  
tienen   los   ciudadanos   para   participar   activamente   en   la   organización   del   Estado,   para   que   sea   más  
beneficiosa  para  el  bien  común.    La  libertad  política  tiende  a  verse  disminuida  precisamente  porque    
quienes  ejercen  el  poder  en  los  Estados  tienen  mayor  poder  que  el  dado  por  la  sociedad  mientras  que  
quienes  tienen  ese  poder  pretenden  incrementarlo  como  sea  posible  y  en  detrimento  de  una  mayor  
libertad   de   los   ciudadanos.   Uno   de   los   mejores   y   más   apreciados   productos   de   la   libertad   es  
precisamente  la  división  de  poderes  del  Estado,    
 
Definición  de  descentralización  
 
Según   Duran   (2008)   Los   gobiernos   centrales,   en   países   desarrollados   y   en   vías   de   desarrollo,   han  
iniciado   en   los   últimos   30   años   procesos   de   descentralización   de   sus   responsabilidades   políticas,  
fiscales   y   administrativas   hacia   los   estados   subnacionales   y   organizaciones   del   sector   privado   y   el  
social.    De  acuerdo  a  Litvack,  (1998)  la  descentralización  ha  provocado  mucho  interés  en  los  círculos  
académicos   por   su   carácter   global,   que   incluye   aspectos   como   establecer   la   relación   entre   el  
desarrollo  fiscal  y  el  desarrollo  financiero;  la  estabilidad  macroeconómica  y  el  alivio  a  la  pobreza,  la  
red  de  protección  social;  la  capacidad  institucional,  la  corrupción  y  la  gobernabilidad;  la  inversión  en  
infraestructura  y  la  provisión  de  servicios  sociales.    
 
En   Centroamérica,   por   ejemplo,   la   ley   guatemalteca   define   la   descentralización   como   “el   proceso  
mediante   el   cual   se   transfiere   desde   el   Organismo   Ejecutivo   a   las   municipalidades   y   demás  
instituciones   del   Estado,   y   a   las   comunidades   organizadas   legalmente,   con   participación   de   las  
municipalidades,  el  poder  de  decisión,  la  titularidad  de  la  competencia,  las  funciones,  los  recursos  de  
financiamiento  para  la  aplicación  de  las  políticas  públicas  nacionales,  a  través  de  la  implementación  
de   políticas   públicas   nacionales,   a   través   de   la   implementación   de   políticas   municipales   y   locales   en   el  
marco  de  la  más  amplia  participación  de  los  ciudadanos,  en  la  administración  pública,  priorización  y  
ejecución   de   obras,   organización   y   prestación   de   servicios   públicos,   así   como   el   ejercicio   del   control  
social  sobre  la  gestión  gubernamental  y  el  uso  de  los  recursos  del  Estado”.  

 
 
 
La   descentralización   de   acuerdo   a   Palma   (1989),   ha   sido   definida   como   la   delegación   del   poder   del  
control  a  los  niveles  inferiores  en  las  organizaciones.  Un  concepto  más  estrecho  de  descentralización  
le   reduce   a   la   sola   transferencia   de   competencias   a   órganos   electos   y   que   se   le   denomina  
desconcentración.  Para  el  Banco  Mundial  (2000),  la  descentralización  significa  “el  creciente  deseo  de  
la  gente  por  un  mayor  poder  del  sub-­‐gobierno,  el  cual  se  manifiesta  en  la  aserción  de  las  identidades  
regionales   y   empuja   a   los   gobiernos   nacionales   a   alcanzar   abajo   a   las   regiones   y   ciudades   como   la  
mejor   manera   para   administrar   cambios   que   afectan   la   política   doméstica   y   los   patrones   de  
crecimiento.”  
 
La   descentralización,   para   Chinchilla   Cifuentes  (2003)  “es   un   proceso   que   consiste   en:   a)   el   traspaso  
paulatino   de   competencias,   potestades   y   atribuciones   del   Gobierno   Central   al   nivel   local   de   la  
administración  pública,  casi  siempre  las  municipalidades;  b)  la  redistribución  del  poder  político  en  una  
sociedad,   de   tal   forma   que   la   población   resuelva   sus   problemas   y   genere   su   desarrollo   desde   las  
localidades.”  
 
Alonso   (2000)   define   la   descentralización,   como   “instrumento   de   una   política   de   modernización   del  
Estado   ha   de   llevar   en   su   interior   medidas   para   la   construcción   de   un   nuevo   modelo   de   desarrollo,  
capaz   de   dotar   al   gobierno   de   la   capacidad   para   el   cumplimiento   de   sus   funciones,   una   visión   bien  
fundada   del   rol   del   estado   en   el   nuevo   modelo   de   desarrollo   que   nos   permite   disponer   de   criterios  
normativos  acerca  de  que  falta  y  de  lo  que  sobra  en  el  Estado”.  
 
Objetivos  de  la  descentralización  
 
La  descentralización  según  Trujillo  (2006),  es  necesaria  para  el  diseño  y  ejecución  de  políticas  públicas  
eficaces.   Esto   por   la   cercanía   al   ciudadano   y   sus   problemas.   Los   elementos   de   los   procesos  
descentralizadores   son   importantes   en   cualquier   nación,   pero   indispensables   en   una,   como   la  
guatemalteca,  con  diversidad  lingüística,  étnica,  cultura,  educativa  y  de  desarrollo.    
 
Así   también   de   acuerdo   a   Mattos   (1990)   la   descentralización   tiene   como   objetivo   aumentar   el   poder,  
la  autonomía  de  la  decisión  y  el  control  de  los  recursos,  las  responsabilidades  y  las  competencias  de  
las  colectividades  locales,  en  detrimento  del  poder  de  los  órganos  del  gobierno  central.  Un  aspecto  
importante  a  considerar  son  los  verdaderos  alcances  de  la  descentralización.  Entre  estos  alcances,  la  
descentralización   promueve   el   crecimiento   económico   y   el   desarrollo   social   de   las   localidades,  
aumentar  la  participación  ciudadana  y  democratizar  los  procesos  políticos  y  sociales.  
 
Los   procesos   de   descentralización   están   ligados   a   distintas   expectativas   y   pueden   servir   de  
instrumento   para   alcanzar   diferentes   objetivos,   principalmente   fomentar   procesos   que   favorezcan  
una   colaboración   constructiva   y   dinámica   entre   el   Estado,   el   sector   privado   y   la   sociedad,   así   como  
entre   las   fuerzas   políticas   y   las   autoridades   del   Estado   central   y   las   de   las   entidades   descentralizadas,  
Benique  (s.f.),  indica  los  objetivos  de  los  procesos  de  descentralización.  
 

 
 
Objetivos  Generales  
 
• Que  cada  gobierno  regional  y  local  decida  sobre  sus  recursos.  
• Que   los   trabajos   realizados   por   diferentes   sectores   (agricultura,   salud,   educación,   etc.)   se  
complementen  a  los  objetivos  de  desarrollo  de  la  región  y  la  localidad.  
• Participación  de  la  sociedad,  opinando,  auditando  la  administración  pública.  
• Integración   entre   el   Estado   y   la   sociedad,   que   los   ciudadanos   participen   en   la   toma   de   decisiones  
sobre  la  marcha  de  los  asuntos  públicos.  
 
Objetivos  políticos  
 
• Eficiencia  del  Estado,  mediante  la  distribución  ordenada  de  las  competencias  públicas.  
• Representación   política   y   de   intermediación   hacia   los   órganos   de   gobierno   nacional,   regional   y  
local,  constituidos  por  elección  democrática.  
• Participación  y  fiscalización  de  los  ciudadanos  en  la  gestión  de  los  asuntos  públicos  de  cada  región  
y  localidad.  
 
Objetivos  económicos  
 
• Desarrollo   económico   auto   sostenible   y   de   la   competitividad   de   las   diferentes   regiones   y  
localidades.  
• Cobertura  y  abastecimiento  de  servicios  sociales  básicos  en  todo  el  territorio  nacional.  
• Disposición  de  la  infraestructura  económica  y  social  necesaria  para  promover  la  inversión  en  las  
diferentes  circunscripciones  del  país.  
• Redistribución  equitativa  de  los  recursos  del  Estado.  
• Potenciación  del  financiamiento  regional  y  local.  
 
Objetivos  sociales  
 
• Educación   y   capacitación   orientadas   a   forjar   un   capital   humano,   la   competitividad   nacional   e  
internacional.  
• Participación  ciudadana  en  todas  sus  formas  de  organización  y  control  social.  
• Incorporar   la   participación   de   las   comunidades   campesinas   y   nativas,   reconociendo   la  
interculturalidad  y  superando  toda  clase  de  exclusión  y  discriminación.  
• Promover  el  desarrollo  humano  y  la  mejora  progresiva  y  sostenida  de  las  condiciones  de  vida  de  
la  población  para  la  superación  de  la  pobreza.  
 
Objetivos  administrativos  
 
• Modernización   y   eficiencia   de   los   procesos   y   sistemas   de   administración   que   aseguren   la  
adecuada  provisión  de  los  servicios  públicos.  

 
 
• Simplificación  de  trámites  en  las  dependencias  públicas  nacionales,  regionales  y  locales.  
• Asignación   de   competencias   que   evite   la   innecesaria   duplicidad   de   funciones   y   recursos,   y   la  
duplicidad  de  responsabilidades  en  la  prestación  de  servicios.  
 
Objetivos  a  nivel  ambiental  
 
• Ordenamiento   territorial   y   del   entorno   ambiental,   desde   los   enfoques   de   la   sostenibilidad   del  
desarrollo.  
• Gestión  sostenible  de  los  recursos  naturales  y  mejoramiento  de  la  calidad  ambiental.  
• Coordinación  y  concertación  interinstitucional  y  participación  ciudadana  en  todos  los  niveles  del  
Sistema  de  Gestión  Ambiental.    
 
De  acuerdo  a  Rapold  (2001)  entre  otros  objetivos  y  motivaciones  de  la  descentralización  se  pueden  
distinguir  tres  ejes  de  objetivos  que,  en  parte,  se  entrecruzan  e  influyen  mutuamente:    
 
Mejoramiento  de  las  relaciones  entre  el  Estado  y  la  población  
 
• Mayor  legitimidad  política  del  Estado,  también  del  Estado  central.  
• Mayor   participación   (democrática)   de   la   población   local,   de   las   minorías   y   de   la   mujer   en   los  
procesos  de  formación  de  la  opinión  política.  
• Mejor  integración  de  la  mujer  y  de  los  grupos  marginados.  
• Más  control  ejercido  sobre  el  poder  mediante  la  repartición  del  poder  político  entre  los  diferentes  
actores.  
• Fortalecimiento   de   una   sociedad   estructurada   de   manera   descentralizada,   que   pueda  
desempeñar  mejor  su  rol  de  contrapoder  a  nivel  local.  
 
Mejoramiento  de  la  eficacia  de  los  servicios  del  Estado  
 
Las   tareas   del   Estado   se   ejecutan   en   el   nivel   más   apropiado   para   ello.   Conforme   al   principio   de   la  
subsidiaridad,  las  tareas  que  requieran  pertinencia,  es  decir  la  participación  local  debe  ser  ejecutada  
por  autoridades  locales.  Los  servicios  de  interés  público  los  prestan  actores  del  sector  público  o  del  
sector  privado,  dependiendo  de  cuál  de  ellos  es  el  más  apto  para  realizarlos  en  el  contexto  local.  
 
Utilización  más  eficaz  de  los  recursos  gracias  a  una  mayor  transparencia  y  a  una  clara  repartición  de  
las   responsabilidades,   así   como   a   la   obligación   de   rendir   cuentas   y   servicios   más   adaptados   a   las  
necesidades.  
 
Fomento  del  desarrollo  local  
 
• Más  programas  y  proyectos  de  desarrollo  adaptados  al  contexto.  
• Mayor  explotación  del  potencial  de  desarrollo  local.  

 
 
• Más  competencia  y  más  capacidades  a  nivel  local.    
 
En   consecuencia   con   los   objetivos   enumerados   anteriormente   y   de   acuerdo   a   Hayek   (2008)   “los  
procesos   de   descentralización   han   sido   patrocinados,   generalmente,   por   quienes   se   preocupan  
principalmente  de  la  libertad  del  individuo.  Hay  razones  de  peso  para  sostener  que,  siempre  que  la  
prestación   de   ciertos   servicios   no   pueda   confiarse   a   la   iniciativa   privada   y,   por   tanto,   se   precise   cierta  
clase   de   acción   colectiva,   la   actuación   de   las   autoridades   locales   constituye   generalmente   la   mejor  
solución,   pues   se   tienen   muchas   de   las   ventajas   de   la   empresa   privada   y   pocos   de   los   peligros   que  
comporta  la  acción  coactiva  del  gobierno”.    
 
Esto   contrario   a   quienes   propugnan   por   una   mayor   concentración   de   poderes,   los   cuales   se  
caracterizan   por   ser   partidarios   del   aumento   del   poder   estatal;   ante   lo   cual   sigue   afirmando   Hayek  
(2008),  “La  competencia  entre  autoridades  locales  o  entre  unidades  mayores  dentro  de  un  área  donde  
existe  libertad  de  movimiento  proporciona  en  gran  medida  la  oportunidad  de  experimentar  métodos  
alternativos  que  aseguran  la  mayor  parte  de  las  ventajas  del  libre  desarrollo”.  
 
Ventajas  y  desventajas  de  la  descentralización  
 
La  descentralización  presenta  ventajas  y  desventajas;  por  lo  tanto,  su  discusión  no  puede  plantearse  
en  términos  de  bueno  o  malo.  La  descentralización  es  útil  en  el  logro  de  ciertos  objetivos  y  no  lo  es  
para   la   consecución   de   otros.   De   esta   manera   se   debe   tomar   lo   útil   e   incorporarlo   al   sistema   de   la  
administración   de   recursos   del   Estado,   para   que   éste   sea   más   eficiente.   Se   considera   la  
descentralización  como  una  forma  de  aumentar  la  participación  democrática  de  la  población  en  la  
solución  de  sus  problemas  más  cercanos  y  mecanismo  útil  para  racionalizar  la  gestión  pública.  De  
acuerdo   a   Herrera   (2003)   La   descentralización   apunta   a   mejorar   la   gobernabilidad   y   el   desarrollo  
local,  el  alivio  y  reducción  de  la  pobreza.    
 
En  cuanto  a  ventajas,  la  principal  se  encuentra  en  el  ámbito  de  la  función  asignación  que  debe  llevar  a  
cabo  un  gobierno.  Particularmente  se  concentra  en  los  denominados  bienes  públicos  locales,  puesto  
que  el  gobierno  descentralizado  tiene  la  capacidad  de  entregar  los  niveles  de  bienes  públicos  más  de  
acuerdo   con   las   preferencias   de   los   ciudadanos   de   cada   localidad.   Esto   contribuye   a   mejorar   la  
eficiencia  en  el  uso  de  los  recursos  públicos.  
 
Segundo,  dado  que  la  gran  ventaja  de  la  descentralización  recae  en  la  asignación  de  recursos  para  la  
provisión   de   bienes   públicos   locales,   esto   permite   la   aplicación   del   principio   del   beneficio   como   un  
criterio  equitativo  y  eficiente  para  obtener  el  financiamiento  de  este  gasto  público.  Este  principio  de  
cobro  o  de  tarificación  de  bienes  es  el  que  se  aplica  en  el  caso  en  que  se  emplea  al  mercado  como  un  
instrumento  de  asignación  de  recursos  y  será  examinado  más  adelante.    
 
Dentro   de   las   desventajas   se   debe   hacer   énfasis   en   los   obstáculos   y   riesgos   implícitos   en   la  
descentralización.:  
 

 
 
• la   descentralización   es   un   concepto   usado   con   poca   precisión   en   el   debate   político,   sin   mayor  
reflexión  sobre  sus  implicancias  políticas  y  técnicas  para  el  conjunto  de  la  función  pública,  por  lo  
que  se  carece  de  un  consenso  político.  
 
• El   riesgo   de   ver   la   participación   de   la   comunidad   como   una   sumatoria   de   micro   unidades   sociales  
(familias  y  formas  de  grupos  primarios).  La  limitación  de  la  participación  en  la  determinación  de  
políticas.  
 
• El   peligro   del   ejercicio   privado   del   poder   municipal   con   procedimientos   clientelares   entre  
autoridades   locales   y   población   y   entre   niveles   de   gobierno   caracterizados   como   formas  
patrimoniales  de  ejercicio  del  poder  que  acaba  por  debilitar  los  aspectos  democratizantes  de  la  
descentralización.  
 
• Las  garantías  de  democracia  del  gobierno  local  no  se  encuentran  inscritas  en  la  Constitución,  de  
tal  forma  que  la  relación  entre  democracia  y  descentralización  de  la  gestión  municipal  radica  en  la  
suerte  de  los  resultados  electorales.    
 
• No  se  observa  en  general  la  elaboración  de  propuestas  específicas  de  gestión  municipal  por  parte  
de  los  partidos  políticos.  
 
• La   precariedad   de   las   respuestas   que   en   buena   medida   dan   los   municipios   respecto   a   las  
posibilidades   que   ofrecen   sus   competencias   y   funciones,   especialmente   en   lo   referido   a   la  
satisfacción  de  las  demandas  de  los  sectores  de  más  bajos  ingresos.  
 
• Las   principales   atribuciones   municipales,   están   relacionadas   a   la   producción   y   gestión   de   la  
ciudad.  El  ámbito  rural  está  por  lo  general  más  allá  de  sus  competencias.  
 
Otras  desventajas  o  limitaciones  de  la  descentralización,  según  Yañez  (1991)  son  las  siguientes:    
 
“La   descentralización     podría   entrar   en   conflicto   en   la   asignación   de   recursos   ante   la   presencia   de  
economías   de   escala   importantes   en   la   producción   y   provisión   de   ciertos   bienes   públicos.   Las  
economías   de   escala   implican   la   posibilidad   de   reducir   los   costos   promedios   de   producción:   en   la  
medida   que   se   incrementa   el   tamaño   o   la   escala   de   producción,   su   aprovechamiento   contribuye   al  
logro   de   una   asignación   eficiente   de   recursos.   Para   hacer   uso   de   dichas   economías   de   escala   las  
decisiones   deben   tomarse   de   manera   más   centralizada.   A   modo   de   ejemplo   puede   señalarse   que  
existen   apreciables   economías   de   escala   en   la   administración   del   sistema   tributario   (recaudación   y  
fiscalización).”    
 
La   descentralización   mantiene   un   cierto   nivel   de   conflicto   con   la   redistribución   de   los   ingresos   y   con   la  
estabilización   de   la   economía.   Esto   es   producto   de   que   las   políticas   locales   para   alcanzar   estos  
objetivos  presentan  el  problema  de  la  filtración  de  sus  efectos  fuera  de  sus  fronteras,  diluyéndose  los  

 
 
aspectos   positivos   e   incrementándose   los   negativos.   En   resumen,   en   la   práctica   debe   darse   un  
compromiso  entre  la  aplicación  de  la  descentralización  y  la  centralización  en  las  finanzas  públicas.  La  
solución   no   es   una   cuestión   que   vaya   por   cualquiera   de   los   dos   extremos,   sino   más   bien   por   una  
combinación  de  ambas.  “  
 
Adicionalmente   en   relación   a   lo   indicado   por   Yañez,   puede   agregarse   que   las   municipalidades  
dependen   altamente   de   recursos   transferidos   del   gobierno   central   y   cada   vez   en   montos   mayores,  
esto  por  la  escasez  de  ingresos  propios  de  origen  tributario,  lo  que  se  traduce  a  que  los  procesos  de  
descentralización   no   deben   reforzar   únicamente   la   transferencia   de   recursos   sino   la   libertad   de   los  
poderes  municipales  en  decidir  en  cuanto  a  desarrollar  actividades  productivas  para  obtener  mayores  
ingreso.    
 
Participación  ciudadana  y  descentralización  
 
Generalmente   los   procesos   de   descentralización   se   asocian   a   conceptos   de   participación   y   se   debe  
reconocer  que  en  un  sistema  descentralizado  el  individuo  puede  ejercer  la  facultad  de  disponer  del  
máximo  de  poder  de  decisión  en  aquellas  materias  que  localmente  le  afectan.  
 
Existe  una  relación  cercana  entre  descentralización  y  democratización.  La  primera  está  íntimamente  
conectada  a  los  procesos  de  democratización  y  en  muchos  casos  se  puede  considerar  como  un  tipo  de  
democratización.   La   perspectiva   democrática   tiene   que   considerarse   central   en   el   discurso   de   las  
relaciones   entre   Estado   y   sociedad,   incluso   en   la   discusión   sobre   la   descentralización,   ya   que   el  
problema  nuclear  es  encontrar  un  balance  entre  ambos,  en  un  contexto  democrático.    
 
Según   Finot   (2001),   la   descentralización   por   sí   misma   no   es   suficiente   como   instrumento   de  
democratización   pero   para   mejorar   la   eficiencia   de   los   servicios   ofrecidos   por   el   aparato   estatal.  
Además   afirma   que   la   participación   se   refiere   siempre   a   organizaciones.   Es   política   si   se   hace   efectiva  
en  o  hacia  organizaciones  políticas  (incluidas,  por  supuesto,  las  estatales);  social,  si  se  practica  en  y  a  
través   de   organizaciones   sociales,   y   económica   si   se   refiere   al   proceso   de   producción   de   bienes  
privados.  La  participación  ciudadana  se  refiere  a  las  soluciones  cooperativas  y  por  tanto  comprende  la  
participación  política  y  la  social”.  
 
La  participación  ciudadana  debe  aceptarse  como  el  involucramiento  de  las  personas  en  la  provisión  
de   soluciones   productivas,   además   como   medio   indispensable   para   la   eficiencia:   la   participación   en  
las   decisiones   sobre   qué   bienes   locales,   cuánto   de   cada   uno   de   ellos   y   con   qué   aportes   ciudadanos  
proveerlos.  
 
Por  lo  anterior  es  importante  menciona  que  en  la  democracia  es  fundamental  la  idea  de  la  interacción  
participativa   de   los   seres   humanos,   otorgándole   derechos   colectivos   vistos   como   la   decisión   de  
gobierno,   decisión   sobre   bienes   públicos,   etc.;   sin   embargo,   esto   no   debe   dar   lugar   a   menoscabar  
bajo   ninguna   circunstancia   los   derechos   individuales   adquiridos   en   el   ámbito   estatal   ya   que  

 
 
constituyen   legítimos   valores   universales.   En   otras   palabras,   la   participación   ciudadana   o   cualquier  
forma  de  identidad  colectiva  local  debe  dar  fortalecer  la  libertad  e  identidad  humana  individual.  
 
Desarrollo  Local  y  Descentralización  
 
Para   Vargas   Hernández   (2006),   “la   lógica   de   la   descentralización   es   la   regionalización   de   la   política  
pública.  La  delimitación  de  los  espacios  territoriales  que  son  considerados  como  regiones  en  las  cuales  
se   formulan   e   implementan   las   políticas   públicas.   El   énfasis   en   el   control   local   que   promueve   la  
descentralización  se  centra  en  la  toma  de  decisiones  por  los  mismos  individuos  que  tienen  el  derecho  
para  definir  su  propio  proyecto  de  desarrollo.  Con  las  reformas  al  aparato  burocrático  del  Estado  se  
queda   con   menos   instancias   de   relación   directa   con   la   ciudadanía,   las   cuales   se   transfieren   a   los  
niveles   de   gobiernos   locales   mediante   procesos   de   descentralización   que   tienen   en   común  
denominador  el  fortalecimiento  de  instituciones  de  gobierno  que  están  más  cerca  de  los  ciudadanos  
para  cerrar  la  brecha  entre  los  procesos  de  formulación,  implementación  y  control”.  
 
Los   procesos   de   descentralización   transfieren   el   poder   de   decisión   de   las   instancias   del   gobierno  
central   a   los   gobiernos   locales.   Los   diferentes   niveles   de   gobierno   en   los   sistemas   democráticos  
contribuyen  a  balancear  los  intereses  y  demandas  de  una  sociedad  plural  con  los  centros  de  poder  e  
influencia,   lo   cual   requiere   como   requisito,   la   descentralización   de   las   decisiones   políticas   en   los  
gobiernos  locales  para  ejercer  control  sobre  la  política  pública  local”.    
 
Por   otra   parte   de   acuerdo   a   Faguet   (1999),   el   gobierno   local   puede   beneficiarse   de   la   popularidad  
emergente   de   la   descentralización   política   y   puede   ser   el   vehículo   ideal   para   tal   proyecto   político  
debido   a   su   proximidad   con   la   población   y   a   la   función   percibida   de   ser   el   puente   entre   el   Estado   y   la  
sociedad,   es   por   ello   que   los   procesos   de   descentralización   son   expresiones   propias   de   la   democracia  
representativa   a   pesar   de   que   no   todas   las   decisiones   pueden   ser   descentralizadas   a   las   instancias   de  
poder  local.  Igualmente  “intensifican  el  desarrollo  local  como  parte  de  la  reforma  del  Estado,  bajo  un  
enfoque   en   los   gobiernos   y   el   poder   locales   traslada   presupuestos   y   responsabilidades   del   nivel  
nacional   y   estatal   a   los   municipios.   Esto   sugiere   que   la   descentralización   es   un   nexo   entre   las  
decisiones   de   inversión   pública   con   las   necesidades   locales,   de   tal   forma   que   los   procesos   de  
descentralización  fiscal  se  identifican  como  procesos  de  descentralización  administrativa  que  permite  
a  los  gobiernos  locales  definir  sus  propias  políticas  de  ingreso  y  gasto  mediante  la  innovación”.    
 
Los   procesos   de   descentralización   se   orientan   a   transferir   recursos   del   sector   público   central   a   los  
gobiernos  locales  y  de  conformidad  con  sus  características  propias  debe  permitírseles  administrarse  
sus  recursos  con  mayor  flexibilidad  en  sus  mecanismos  financieros.sin  embargo  no  debe  dejarse  de  la  
importancia   de   la   capacidad   de   los   gobiernos   locales   para   generar   recursos   propios   y   tomando   en  
consideración  otras  variables  importantes,  como  las  demográficas  y  geográficas.  
 
Así   también   debe   resaltarse   que   la   homogeneidad   y   rigidez   de   normas   son   obstáculos   a   la   autonomía  
de  los  procesos  de  descentralización  que  no  permite  a  los  gobiernos  locales  que  avancen  en  función  

 
 
de   sus   propias   posibilidades,   oportunidades   y   potencialidades,   definiendo   sus   propias   instancias   y  
mecanismos  de  participación.  
 
Importancia  de  la  descentralización  para  el  desarrollo  
 
Los   países     latinoamericanos   tuvieron   un   origen   descentralizador,   tal   es   el   caso   de   la   búsqueda   de  
independencia  del  reino  español,  que  representó  en  esencia  el  aumento  del  poder  de  decisión  local.  
Por  tanto,  lo  local  no  es  sinónimo  de  pequeños  territorios  o  divisiones  geográficas  o  administrativas  
sino   que   debe   ser   determinado   en   relación   con   el   proyecto   que   se   emprende   y   con   los   actores  
involucrados.  
 
La  perspectiva  local  implica  una  forma  de  ver  y  actuar  desde  el  territorio  en  las  tareas  del  desarrollo,  
la   cual   tiene   sentido   incluso   en   contextos   de   crecimiento   económico   y   democrático,   por   lo   tanto   el  
desafío   para   las   sociedades   locales   está   enfocado   en   la   capacidad   de   insertarse   en   forma   competitiva  
a  lo  global,  capitalizando  al  máximo  sus  capacidades,  instituciones,  historia  y  entorno,  instituciones  y  
buena  gobernanza.  
 
El  desarrollo  local  implica    el  desarrollo  de  territorios  específicos  y  ésta  especificidad  es  dada  por  la  
dimensión   económica,   vinculada   a   la   creación,   acumulación   y   distribución   de   la   riqueza;   la   dimensión  
social   y   cultural,   referida   a   la   calidad   de   vida,   a   la   equidad   y   la   integración   social;   la   dimensión  
ambiental,   referida   a   los   recursos   naturales   y   a   la   sustentabilidad   de   los   modelos   adoptados   en   el  
mediano   y   largo   plazo;   y   la   dimensión   política,   vinculada   a   la   gobernabilidad   del   territorio   y   a   la  
definición  de  un  proyecto  colectivo  específico.    
 
En   virtud   de   lo   anterior   y   en   términos   generales   Enríquez   (1997)   manifiesta   que   “el   desarrollo   local  
consiste   en   un   conjunto   de   prácticas   complejas   que   implican   la   concertación   entre   los   agentes-­‐
sectores   y   fuerzas-­‐   que   interactúan   en   un   territorio   determinado   y   la   participación   permanente,  
creadora   y   responsable   de   ciudadanos   y   ciudadanas   en   un   proyecto   común   de   generación   de  
crecimiento   económico,   equidad,   cambio   social   y   cultural,   sustentabilidad   ecológica,   enfoque   de  
género,   calidad   y   equilibrio   espacial   y   territorial,   con   el   fin   de   elevar   la   calidad   de   vida   de   cada  
ciudadano  que  vive  en  ese  territorio,  contribuir  al  desarrollo  del  país  y  enfrentar  adecuadamente  las  
transformaciones  de  la  economía  internacional”.  
 
Complementariamente,  el  avance  y  consolidación  de  los  procesos  de  descentralización  se  ha  vuelto  
fundamental  para  el  desarrollo  local  en  tanto  instrumento  para  el  empoderamiento  de  las  sociedades  
locales,  implica  además  de  la  transferencia  de  competencias,  responsabilidades,  poder  de  decisión  y  
recursos   desde   el   gobierno   central   a   las   entidades   subnacionales,   la   construcción   de   capacidades  
necesarias   para   la   participación   activa   y  conjunta   de   los   gobiernos   y   la   sociedad,   aportando   así   a   la  
consolidación  democrática.  
 
Por   otra   parte   según   lo   postulado   por   Wallace   Oates.   (1972),   la   descentralización   y   el   desarrollo  
territorial   exigen,   como   medida   correlativa,   la   descentralización   del   sistema   fiscal   -­‐de   manera   que  

 
 
esto   otorgue   a   las   municipalidades   y   a   los   gobiernos   regionales-­‐   autonomía   para   la   fijación   de  
determinados   impuestos.   Una   estructura   fiscal   de   este   tipo   contribuiría   a   promover   mayor  
responsabilidad   y   el   esfuerzo   fiscal   por   parte   de   los   gobiernos   subnacionales   y   posibilitaría   que   las  
transferencias  del  gobierno  nacional  se  orientaran  a  compensar  los  territorios  cuyas  potencialidades  
de  recaudación  son  menores.  
 
En  la  medida  que  los  individuos  difieren  en  sus  preferencias  por  los  niveles  que  sean  provistos  de  los  
bienes   públicos,   el   gobierno   descentralizado   tiene   la   capacidad   para   diversificar   los   niveles   de   las  
cantidades   de   bienes   públicos   de   acuerdo   con   las   preferencias   locales   y   mejorar   la   asignación   de  
recursos  en  el  sector  público.  
 
Las   iniciativas   de   desarrollo   económico   local   han   debido   enfrentar   los   problemas   económicos   del  
nivel   municipal,   que   se   traducen   en   crecientes   demandas   de   las   comunidades   locales.   Asimismo,   la  
recuperación   de   la   democracia   en   los   niveles   municipales   y   locales   en   general   ha   supuesto   la  
introducción   de   mayores   exigencias   a   los   responsables   públicos   territoriales   para   presentar  
programas  y  propuestas  concretas  a  la  ciudadanía  en  los  temas  sustantivos  del  desarrollo  productivo.    
 
Además  Benavides  indica  que  existen  dos  tipos  de  tensión  que  impulsan  “desde  abajo”  las  iniciativas  
de   desarrollo   económico   local.   De   un   lado,   la   tensión   introducida   por   el   propio   desarrollo  
democrático   y   la   elección   directa   de   los   responsables   en   los   diferentes   niveles   territoriales   de   las  
administraciones  públicas  (municipalidades,  provincias,  regiones  o  estados),  que  obliga  a  atender  las  
demandas  de  la  ciudadanía  relacionadas  con  los  temas  básicos  del  desarrollo  productivo  y  el  empleo  
en  cada  ámbito  territorial.    
 
De  otro  lado,  la  tensión  introducida  por  la  situación  de  crisis  y  reestructuración  económica  en  general,  
que   empuja   a   los   actores   empresariales   privados   a   incorporar   elementos   de   modernización   y  
procesos   de   adaptación   ante   las   nuevas   exigencias   productivas   y   los   mayores   niveles   de  
competitividad  en  los  mercados.  
 
A  estos  dos  tipos  de  tensión  “desde  abajo”  se  suma  otro  proceso  “desde  arriba”,  correspondiente  al  
avance   de   la   descentralización   y   reforma   del   Estado   central   en   los   diferentes   países   de   la   región.   Este  
no   tiene   todavía   una   relación   complementaria   con   los   procesos   anteriores   surgidos   “desde   abajo”,  
aunque   es   claro   que   el   avance   de   la   descentralización   debería   poder   construir   escenarios   propicios  
para  impulsar  las  iniciativas  de  desarrollo  económico  local.  
 
En   todo   caso,   es   importante   constatar   que   los   procesos   de   descentralización   más   avanzados,   esto   es,  
aquellos  que  incluyen  una  elección  directa  de  todos  los  niveles  de  representación  pública  territorial,  
desde   las   alcaldías   hasta   las   regiones,   y   que   transfieren   recursos   y   capacidades   de   decisión   a   los  
gobiernos  subnacionales,  constituyen  bases  mucho  más  consistentes  para  el  impulso  de  las  iniciativas  
de  desarrollo  económico  local.  
 

 
 
El   origen   de   las   iniciativas   de   desarrollo   económico   local   en   América   Latina   no   responde   a   una   sola  
causa.   Las   iniciativas   de   cambio   han   surgido   como   reacción   a   las   situaciones   de   crisis   económica   local  
y  la  falta  de  políticas  apropiadas  desde  el  nivel  central  del  Estado  para  enfrentar  dichas  situaciones,  
dicho   en   otras   palabras   lo   que   Zachary   Cáceres   (2012),   en   entrevista   brindada   a   Louisa   Reynolds  
(2012),  llama  “una  coyuntura  crítica”  definida  como  “una  crisis  política,  un  desastre  natural,  el  fin  de  
un   conflicto   bélico   u   otro   tipo   de   situación   que   lleva   al   país   a   “tocar   fondo”   y   se   producen   las  
condiciones  propicias  para  empezar  desde  cero,  con  nuevas  reglas  e  instituciones,  que  es  justamente  
la  coyuntura  perfecta  para  instalar  el  nuevo  modelo”.  
 
En   el   contexto   de   desarrollo   local   Vásquez-­‐Barquero,   (1993)   define   el   desarrollo   local   como   “un  
proceso  de  crecimiento  económico  y  de  cambio  estructural  que  conduce  a  una  mejora  de  nivel  de  vida  
de  la  población  local,  en  el  que  se  pueden  identificar  tres  dimensiones:  una  económica,  en  la  que  los  
empresarios   locales   usan   su   capacidad   de   organizar   los   factores   productivos   locales   con   niveles   de  
productividad   suficientes   para   ser   competitivos   en   los   mercados;   otra   sociocultural,   en   que   los   valores  
y   las   instituciones   sirven   de   base   al   proceso   de   desarrollo;   y   finalmente,   una   dimensión   político-­‐
administrativa  en  que  las  políticas  territoriales  permiten  crear  un  entorno  económico  local  favorable,  
protegerlo  de  interferencias  externas  e  impulsar  el  desarrollo  local”    
 
La  búsqueda  del  desarrollo  económico  para  mejorar  el  nivel  de  vida  de  la  población  debe  ser  el  fin  de  
todo   estudio,   investigación,   etc.,   por   lo   que   de   acuerdo   a   la   teoría   del   crecimiento   endógeno,   su  
propulsor  Paul  Romer  (2007),  persigue  dar  respuestas  para  el  logro  del  desarrollo  económico  en  los  
países  en  vías  de  desarrollo,  bajo  la  premisa  de  que  las  instituciones  cuentan  con  mucha  importancia  
para  lograr  el  cambios,  políticos  y  sociales  y  con  ello  el  ascenso  económico.  
 
Tendencias    de  la  descentralización  en  América  Latina  
 
América   Latina   de   acuerdo   a   Rosales   (2011)   “es   un   continente   históricamente   concentrado.   El  
centralismo   colonial   cede   en   parte   durante   la   independencia,   cuando   los   cabildos   abiertos   de   las  
principales   ciudades   asumen   posturas   emancipadoras   contra   los   países   coloniales.   Durante   el   siglo  
XIX,   en   las   nacientes   naciones   se   suceden   guerras   y   conflictos   internos   que   confrontan   a   grupos  
sociales   con   intereses   diversos.   A   lo   largo   del   siglo   XX,   los   países   emergentes   refuerzan   la  
centralización  política  y  económica  en  desmedro  de  las  entidades  intermedias  y  los  municipios”.  
 
Según   Alvares   (2001)   a   partir   de   la   segunda   mitad   de   los   ochenta   aparecen   las   tendencias  
descentralizadoras   en   América   Latina,   sobre   todo,   se   generaron   procesos   de   cambio   en   los   que   los  
municipios   fueron   asumiendo   las   responsabilidades   en   las   competencias   que   otrora   les   asignara   el  
marco  legal.    
 
Los   procesos   de   descentralización   se   han   aplicado   prácticamente   en   todos   los   países   de   América  
Latina,  los  resultados  y  consecuencias  varían  de  un  país  a  otro.  Según  Gallicchio  (2005),  ello  refleja  las  
diferencias  de  grado  de  desarrollo,  tamaño  del  Estado,  inicio  de  la  descentralización  y  otros  factores  
particulares  propios  de  cada  país.  Una  síntesis  del  proceso  es  la  siguiente:    

 
 
 
Los  gobiernos  locales  de  Colombia  y  Brasil  –países  pioneros  de  la  descentralización-­‐  movilizan  ahora  
importantes  recursos,  gozan  de  autonomía,  prestan  servicios  clave  y  promueven  el  desarrollo.  En  el  
caso  de  Chile  desconcentra  durante  los  80  y  descentraliza  la  primera  mitad  de  los  90;posteriormente  
el   proceso   se   estanca.   En   Argentina   la   descentralización   favorece   básicamente   a   los   gobiernos  
provinciales   y   los   municipios   quedan   en   gran   medida   al   margen.   Bolivia   y   Ecuador,   desde   1994   y   el  
año   2000   respectivamente,   redistribuyen   recursos   y   trasladan   competencias   a   los   gobiernos  
municipales,  avanzando  fuertemente  en  la  descentralización.  
 
En  Perú,  la  descentralización  de  los  80  se  revierte  bajo  Fujimori  y  se  recupera  desde  el  2000,  siendo  
un  proceso  de  descentralización  avanzado.  En  Venezuela,  la  descentralización  de  los  90  es  corregida  
por   reformas   que   afectan   el   nivel   local:   ahora   hay   una   recentralización   con   el   régimen   actual,   con  
menor  autonomía  y  recursos  para  los  municipios,  y  crisis  económica,  política  y  social  constante.  
 
Uruguay   crea   recientemente   el   nivel   municipal,   que   separa   a   las   juntas   locales   de   los   departamentos,  
conformando  89  municipios  y  dando  lugar  a  tres  niveles  de  gobierno.  En  Paraguay,  pese  a  los  avances  
de  los  90,  la  descentralización  continúa  siendo  incipiente.  
 
México   avanza,   mediante   la   apertura   del   sistema   político   y   la   alternancia   democrática.   Pero   las  
reformas   jurídicas   y   financieras   favorecen   a   los   gobiernos   estaduales   y   los   progresos   prácticamente  
no  alcanzan  el  nivel  municipal.  
 
Algunas   naciones   marcan   pautas   en   los   cambios   que   benefician   a   los   municipios.   Tal   vez   los   procesos  
más  integrales  y  profundos  son  la  experiencia  pionera  de  Colombia  o  la  posterior  de  Bolivia   –entre  los  
países   unitarios-­‐   junto   al   proceso   del   federal   Brasil,   donde   se   aplican   cambios   en   la   Constitución   y   las  
leyes   que   posibilitan   una   autonomía   municipal   efectiva.   No   en   vano   los   innovadores   municipios  
brasileños  han  creado  el  presupuesto  participativo.  También  Perú,  Ecuador,  Chile  y  El  Salvador  aplican  
políticas  descentralizadoras  válidas,  aunque  menos  profundas.  
 
Modelos  de  la  descentralización  en  América  Latina  
 
Se   identifican   tres   modelos   que   sintetizan   los   procesos   en   América   Latina.   El   primero   se   trata   del  
proceso   descentralizador   entendido   como   construcción   política   del   gobierno   central.   Comprende   la  
creación   de   instrumentos   legales   que   fomentan   un   proceso   de   reorganización   territorial   y   política,  
por   ejemplo,   la   creación   de   municipalidades,   alcaldías   o   similares   ámbitos   de   gobierno   regional   y  
local.    
 
Estas  reformas  tienen  como  objetivo  central  una  mejora  en  calidad  de  la  gestión  y  la  administración  
de   los   recursos   materiales,   humanos   y   financieros   de   los   estados   nacionales.   El   ejemplo   más  
significativo  de  este  tipo  de  proceso  es  la  Ley  de  Participación  Popular  aprobada  en  Bolivia  en  el  año  
1994.  (Gallicchio,  2005)  
 

 
 
Modelo  1  

 
Fuente:  Federación  Latinoamericana  de  Ciudades,  M.  y.  (marzo  de  2011).    
Observatorio  de  la  descentralización  y  la  democracia  local  en  América  Latina  y  el  Caribe  
 

 
El  segundo  remite  a  las  experiencias  de  desarrollo  regional  y  local  del  continente  americano.  En  estos  
casos   existe   también   una   reorganización   territorial   y   política   pero   dicho   proceso   se   manifiesta   a  
niveles  subnacionales.  Se  trata  de  un  proceso  que  implica  la  reorganización  y  zonificación  territorial  
(por  ejemplo,  la  experiencia  de  descentralización  de  Montevideo  o  el  “Presupuesto  Participativo”  en  
Porto   Alegre,   Brasil).   Estos   espacios   descentralizados   poseen   escasas   competencias   en   lo   que   se  
refiere  a  la  ejecución  de  obras  de  infraestructura  y  control  de  recursos  financieros.    
 
Pero  su  labor  se  centra  en  un  aspecto  para  nada  menor,  incorporar  a  los  actores  sociales  al  proceso  
de   construcción   de   la   agenda   pública   poniendo   en   discusión   la   cosa   pública.   Esta   discusión   de   lo  
público  se  refiere  a  temáticas  muy  variadas,  que  incluyen:  alumbrado  público,  espacios  verdes  y  de  
recreación,  saneamiento,  entre  otros.    
 
Este  tipo  de  experiencias  tiene  un  efecto  ordenador  sobre  las  organizaciones  sociales  ya  que  implica  
que  los  vecinos  de  las  zonas  se  organicen  racionalmente  con  la  finalidad  de  incidir  más  eficazmente  
en   las   discusiones   que   se   generan   en   dichos   ámbitos.   Como   experiencia   intermedia   se   pueden  
mencionar  los  casos  de  servicios  públicos  cogestionados  entre  gobiernos  centrales,  administraciones  
locales.   En   este   sentido   nos   remitimos   a   las   experiencias   de   gestión   de   recursos   naturales   que   se  
llevan   adelante   en   Bolivia,   Paraguay,   Brasil   y   El   Salvador   entre   otros,   donde   la   planificación,   gestión   y  
usufructo  del  recurso,  son  resultado  del  accionar  asociado  de  los  tres  niveles  mencionados.    
 
 
 
Modelo  2    

 
 
 
Fuente:  Federación  Latinoamericana  de  Ciudades,  M.  y.  (marzo  de  2011).  
Observatorio  de  la  descentralización  y  la  democracia  local  en  América  Latina  y  el  Caribe  
 
Debe  entenderse  que  el  concepto  de  descentralización  no  es  de  procesos  ordenados  y  progresivos  de  
transferencias  de  competencias,  poder  de  decisión  y  recursos  sino  más  bien  instancias  producto  del  
proyecto   y   voluntad   política   de   quien   ejerce   el   gobierno.   En   lo   que   se   refiere   a   la   participación  
ciudadana   en   los   procesos   de   descentralización   se   observa   una   progresiva   incorporación   de   la  
sociedad   en   los   ámbitos   de   gobierno   local   pero   se   remite   aún   a   instancias   de   tipo   consultivo   y  
deliberativo   pero   no   decisorio.   Asimismo,   este   proceso   tiene   impulsos   para   la   mejora   de   la   gestión  
administrativa   y   fortalecimiento   municipal   pero   esto   no   implica   la   construcción   de   capacidades  
específicas  que  se  correspondan  con  las  nuevas  competencias  asignadas  a  los  agentes  locales  en  los  
marcos  legales.    
 
Dentro   del   tercer   modelo   de   descentralización   caben   aquellos     donde   los   individuos   son  
emprendedores   que   se   desenvuelven   en   una   estructura   que   funciona   de   abajo   hacia   arriba.   Con   el  
cambio   del   marco   legal   y   la   creación   de   free   sities   se   les   permite   tener   acceso   a   las   mismas  
instituciones   que   tienen   acceso   a   las   multinacionales.   Esto   abre   la   posibilidad   de   modificar   la  
estructura  económica  de  los  países  y  de  los  gobiernos  locales  con  la  finalidad  de  que  dichos  individuos  
puedan  transformarse  en  verdaderos  agentes  del  desarrollo  local.  
 
Modelo  3    

 
Fuente:  Federación  Latinoamericana  de  Ciudades,  M.  y.  (marzo  de  2011).    
Observatorio  de  la  descentralización  y  la  democracia  local  en  América  Latina  y  el  Caribe  

 
 
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