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Intervención en Crisis

Curso de Consejería
Profesora:
Lic. Doris Woolcot

Resumen elaborado por:


Jacqueline Orjeda
Michelle Valdizán

• En: KARL A. SLAIKEU (1996) INTERVENCIÓN EN


CRISIS Manual para práctica e investigación
Editorial El Manual Moderno
I. Introducción:

I.1 Consideraciones Teóricas

1.1.1 Concepto crisis:

Etimología: (Del lat. crisis, y este del gr. κρίσις).

Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para


agravarse el paciente. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya sean
de orden físico, históricos o espirituales. Situación de un asunto o proceso cuando está
en duda la continuación, modificación o cese. Momento decisivo de un negocio grave y
de consecuencias importantes. Juicio que se hace de algo después de haberlo
examinado cuidadosamente. Escasez, carestía. Situación dificultosa o complicada.

A muchas personas, los problemas insuperables y las tensiones de la vida las


conducen a un punto tal, que tienen que encontrar una válvula de escape. El daño
físico a sí mismo, a la familia, los amigos o inclusive, a alguna persona ajena al
problema, puede ser el resultado trágico.

Sin embargo, históricamente el concepto de crisis ha sido entendido, también,


como un sentido positivo. El ideograma chino de crisis indica lo mismo peligro que
oportunidad. Webster lo define como el “punto de cambio”, sugiriendo que el cambio
puede ser sanar o enfermar, mejorar o empeorar. Este punto de vista se hizo
específicamente manifiesto en la bibliografía popular del decenio de los 1970. Y creó
gran interés en el público con respecto a las crisis del desarrollo personal, o etapas de
enfrentamiento con acontecimientos esperados en la vida (Sheehy, 1976). La crisis de
la mediana edad surgió durante la crisis de la adolescencia como un estadio que, si se
entiende de manera apropiada, ayudaría a explicarse comportamientos aparentemente
inexplicables, y ayudaría a las familias a lidiar con situaciones difíciles.

¿Qué hace que una crisis desemboque en crecimiento y que otra lo haga en un
daño inmediato o en problemas psicológicos subsecuentes? Una consideración
especial es la gravedad del suceso que la precipita. Algunas circunstancias como la
muerte de un ser querido o ataque físico parecen tener por sí mismos el potencial para
una crisis. Los recursos potenciales integran un segundo grupo de variables clave. Sea
que hayan nacido así o que se hayan habituado a ello mediante la experiencia vital,
algunas personas están mejor dotadas que otras para manejar las tensiones de la vida.

Un tercer grupo de variables incluye los contactos sociales concurrentes al


momento de la crisis. ¿Quién está disponible para ayudar con las consecuencias
inmediatas al suceso de la crisis, y qué clase de auxilio proporcionan estos asistentes?
En tanto que la crisis se caracteriza por un colapso en la capacidad por resolver
problemas, la ayuda externa es fundamental para determinar cómo sortearán los
individuos estos puntos de cambio.

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1.1.2 Influencias teóricas

Moos (1976)
Identifica cuatro influencias teóricas en la teoría de la crisis. La primera es la
teoría de Charles Darwin sobre la evolución y adaptación de los animales a su
ambiente. La idea de Darwin de la supervivencia del más apto, analiza la lucha por la
existencia entre los organismos vivos, en relación con su medio. Las ideas de Darwin
condujeron al desarrollo de la ecología humana, cuya hipótesis característica es que la
comunidad humana es un mecanismo adaptativo esencial en la relación de la
humanidad con su medio.
Una segunda influencia se origina en la teoría psicológica que considera la
realización y el desarrollo del ser humano. Las preguntas básicas conciernen a la
motivación y el impulso. ¿Qué mantiene activa a la gente y con qué fin?. La idea de
Freud de que la motivación es un intento por reducir la tensión, fundamentada en
impulsos sexuales y agresivos, fue desafiada años más tarde por teóricos como Carl
Rogers (1961) y Abraham Maslow (1954), quienes hicieron énfasis en la relación y el
crecimiento positivos del hombre. Ambos se enfocaron en la tendencia del ser
humano hacia la realización y necesidad de enriquecer sus experiencias y ampliar sus
horizontes. El estudio de Maslow sobre figuras sobresalientes, contemporáneas e
históricas (Abraham Lincoln, Albert Einstein, Eleanor Roosevelt) reveló modos de vida
caracterizados por la espontaneidad, intereses sociales y altruismo, amistades,
independencia relativa de influencias culturales extremas, habilidad para resolver
problemas y un amplio marco de referencia o perspectivas en la vida. La premisa de la
autorrealización del hombre es congruente también con el énfasis de Buhler (1962) y
otros en que la conducta humana es intencional, y está constantemente dirigida hacia
la persecución y reestructuración de metas. Ese último concepto es un punto esencial
de las teorías en la que se considera a las crisis como momentos en que los propósitos
se ven obstaculizados o súbitamente parecen inalcanzables.

El enfoque de Erikson (1963) del ciclo vital de desarrollo proporcionó una


tercera influencia capital para la teoría de la crisis. La visión de Erikson en cuanto a
ocho etapas, cada una de las cuales representa un nuevo reto, transición o crisis
proporcionó una alternativa para la teoría psicoanalítica primitiva, que sugiere que la
vida se basaba esencialmente en los sucesos de la infancia y la niñez muy temprana. La
teoría de las etapas de Erikson suponía que, con cada transición, el desarrollo
subsecuente estaba “en la línea” por así decirlo.

Una cuarta influencia sobre la teoría de la crisis surgió de datos empíricos obre
cómo los humanos lidian con el estés vital extremo. Los estudios en este ámbito
incluyen luchar con traumas en los campos de concentración, la muerte repentina del
cónyuge o parientes, cirugía mayor, la lenta agonía de un niño y los desastres. Al

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generalizar este concepto para incluir el impacto de una serie de sucesos de menor
importancia. Holmes y sus colaboradores demostraron cierta relación entre el estrés
asociado con los sucesos de la vida, la salud física y la enfermedad.

1.1.3 Intervención en crisis


En el entorno de la salud pública, la prevención puede tomar tres formas (Bloom,
1977):
- La prevención primaria que se encamina a reducir la incidencia de trastornos.
- La prevención secundaria que busca reducir los efectos dañinos de los sucesos
ocurridos; y
- La prevención terciaria, encaminada en reparar el daño hecho mucho tiempo
después del suceso original.

En este contexto la intervención en crisis es prevención secundaria puesto que


es un proceso que tiene lugar después de que los sucesos críticos de la vida han
ocurrido.

Tyhurst (1958) dijo: “es mucha la gente para la cual las cosas tienen que
empeorar antes de que ellas puedan ponerse mejor. El crecimiento sólo puede ocurrir
después de que los patrones previos se hayan destruido y tome lugar el proceso de
reconstrucción”.

La intervención en crisis es la estrategia que toma lugar en el momento de una


desorganización grave, resultado de una crisis. Así según Tyhurst, ésta se presenta en el
momento en que el trastorno ha ocurrido y la reorganización se presentará, para bien o
mal. En los modelos experimentales esto es visto como la máxima oportunidad de
crecimiento, puesto que los viejos patrones han sido hallados deficientes y los nuevos
deben resurgir. El cómo la gente conceptúa los sucesos, esto es, los interpreta a la luz
de sus expectativas de vida y metas a largo plazo, es determinante para el desarrollo
futuro. Finalmente, las estrategias de la intervención en crisis tienen dos aspectos: la
primera ayuda psicológica inmediata (proporcionada por los individuos más cercanos al
suceso) y la terapia breve para la crisis (proporcionada por asesores entrenados y
terapeutas).

En contraste, la prevención primaria tiene lugar mucho antes de que ocurran los
sucesos de la crisis en realidad. Literalmente, la verdadera prevención significa evitar
que sucedan algunos acontecimientos en primer lugar, por medio de cambios de
diversa índole en la administración pública, en políticas sociales, etc. Cuando los
estímulos externos no se pueden alterar, las estrategias de mejoría se dirigen a la
capacitación de los individuos para la resolución de sus problemas y el manejo de sus
habilidades, de modo que estén mejor preparados para sobrevivir a los sucesos críticos
de la vida. Referidas a prevenir lo mismo que a mejorar, estas estrategias surgen antes

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de que ocurran los sucesos. Ellas son el soporte principal de áreas como la psicología y
psiquiatría comunitarias (Danish y D’Augelli, 1980; Rappaport, 1977; Reiff, 1975).

II.Teoría de la crisis: Estructura General

2.1 Teoría de la Crisis:

Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado


principalmente por una incapacidad del individuo para manejar situaciones
particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas y por el
potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.
Caplan (1964) pone énfasis en el trastorno emocional y el desequilibrio, además
del fracaso en la solución de problemas o el salir adelante durante el estado de crisis.
Taplin (1971) subrayó el componente cognoscitivo del estado de crisis, la violación de
las expectativas de la persona sobre su vida por algún suceso traumático, o la
incapacidad del individuo y su “mapa cognoscitivo” para manejar situaciones nuevas y
dramáticas.

2.2 Hipótesis Principales de la teoría de la Crisis

2.2.1 Sucesos Precipitantes


La crisis tiene comienzos identificables. Se caracteriza, principalmente, por la
incapacidad para enfrenta una situación o suceso específico, utilizando los métodos
que ya se conocen para resolver problemas.
No solo situaciones desagradables generan crisis (por ejemplo: muerte de un
ser querido, desastres naturales, guerra...), sino que también hechos agradable y hasta
deseables (por ejemplo: un matrimonio, el nacimiento de un/a hijo/a pueden provocar
una crisis, ya que implican cambios para los cuales quizá no estamos preparados (o
creemos que no lo estamos). Así, no todas las crisis son indeseables, algunas son
necesarias para el desarrollo del ser humano. Es importante señalar que no todos los
sucesos son precipitantes de crisis de manera universal, algunos de ellos dependerá de
cómo el paciente lo elabore.
Nowak (1978) sugiere que el impacto de un suceso particular depende de su
oportunidad, intensidad, duración, continuación y grado de interferencia con otros
acontecimientos para el desarrollo.
Con mucha frecuencia el hecho se interpreta por la persona en crisis como “el
gran colmo”, o al parecer como un acontecimiento de importancia menor al final de
una larga lista de sucesos tensionantes.

2.2.2. Tipos circunstanciales y de desarrollo

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1) Crisis inducidas por situaciones circunstanciales: Las crisis circunstanciales son
accidentales o inesperadas y su rasgo más sobresaliente se apoya en algún
factor ambiental.
2) Crisis de desarrollo: aquellas relacionadas con el desplazamiento de una etapa
de crecimiento a otra, desde la infancia hasta la senectud. Cuando hay
interferencia de estas se hace posible una crisis y muchas de estas son
“predecibles” ya que sabemos que existen etapas en las que el individuo
afronta cambios importantes.

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2.2.3 Escala en la tasa de readaptación social (EEUU)

Grado Suceso de Vida Valor Medio


1 Muerte del cónyuge 100
2 Divorcio 73
3 Separación Matrimonial 65
4 Muerte de un Miembro Cercano de la Familia 63
5 Accidente o Enfermedad Personal 53
6 Matrimonio 50
7 Despido del Trabajo 47
8 Reconciliación Matrimonial 45
9 Jubilación 45
10 Cambio en la Salud de un Miembro de la Familia 44
11 Embarazo 40
12 Problema Sexuales 39
13 Nuevo Miembro en la Familia 39
14 Reajuste en los negocios 39
15 Cambio en el Estado Financiero 38
16 Muerte de un Amigo Intimo 37
17 Cambio a una Línea de Trabajo Diferente 36
18 Cambio en la Cantidad de Discusiones con el Cónyuge 35
19 Hipoteca de más de Diez mil Dólares 31
20 Vencimiento de la Hipoteca o de un Préstamo 30
21 Cambio en las Responsabilidades Laborales 29
22 Hijo o Hija que se va de Casa 29
23 Problemas Legales 29
24 Logro Personal Importante 28
25 Esposa que Empieza o deja el Trabajo 26
26 Iniciar o terminar la escuela 26
27 Cambio en las condiciones de vida 25
28 Revisión de los hábitos personales 24
29 Problema con el jefe 23
30 Cambio en las Horas o Condiciones del Trabajo 20
31 Cambio de Residencia 20
32 Cambio de colegio 20
33 Cambio en las distracciones 19
34 Cambio en las actividades religiosas 19
35 Cambio en las actividades Sociales 18
36 Hipoteca o de un Préstamo inferior a cien dólares 17
37 Cambio en los hábitos de sueño 16
38 Cambio en el número de la familia o círculo de amistades 15
39 Cambio en los hábitos de comidas 15
40 Vacaciones 13
41 Navidades 12
42 Violaciones menores de la Ley 11

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2.2.4. La Clave Cognoscitiva:
Una perspectiva cognoscitiva de la crisis sugiere el cómo un individuo percibe el
suceso que da lugar a la crisis. Cómo el suceso incide en la estructura existencial de la
persona acerca de la vida, lo que hace que la situación sea crítica. Los conocimientos y
sus expectativas.
En una estructura cognoscitiva, el suceso externo es amenazante puesto que es
incompatible con la comprensión del individuo. Un suceso también puede manifestarse
por conflictos, contratiempos personales del pasado, de tal modo que se precipite una
crisis.

Rappaport (1965) sugiere que un conflicto inicial puede percibirse como:

a) Una amenaza a las necesidades instintivas o al sentimiento de integridad física y


emocional.
b) Una pérdida (de una persona, habilidad, etc.)
c) Un reto que amenaza con sobrepasar las capacidades del individuo.

En cada caso, los procesos cognoscitivos median entre el suceso y la respuesta del
individuo al mismo. Es muy importante clínicamente no sólo detectar el suceso
precipitante, sino el qué es lo que esto significa para la persona en crisis.

2.2.5. Desorganización y desequilibrio

Uno de los aspectos más obvios de la crisis es el trastorno emocional grave, o


desequilibrio, experimentado por el individuo.

 Valoración Primaria: es un proceso cognoscitivo que determina si algo conlleva


riesgo, y si es así, cuales son los peligros.
 Valoración Secundaria: es una estrategia cognoscitiva que le concierne al
enfrentamiento, al “qué hacer” dirigido al cambio en la situación y al manejo de
los componentes subjetivos (sentimientos, pensamientos, bienestar físicos
conductas) relacionados con la situación.

La persona en crisis tiene dificultades para manejar aspectos subjetivos de la situación.

2.2.6. Límites de tiempo

La mayoría de terapeutas mencionan que el periodo de una crisis, al ser un


estado agudo es de un tiempo de solución de 4 a 6 semanas. Sin embargo, este periodo
genera confusión ya que otros profesionales no están de acuerdo con esto. Estudios
realizados indican que este periodo es engañoso ya que hay límites de duración de una
crisis pero esta puede oscilar en más de 6 semanas pero menor a 7 meses.

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Dichos estudios sugieren que la gravedad de los problemas conductuales
aumenta en función a la severidad y duración del suceso tensionante. Por otro lado,
cabe señalar que se debe diferenciar el restablecimiento del equilibrio y la resolución
de la crisis. Es de mayor utilidad el pensar en el periodo de seis semanas como aquel
en el cual se restaura el equilibrio.
Este periodo de tiempo se plantea que no sólo el potencial para ganar o perder
es muy alto, sino que también las primeras semanas y meses ofrecen oportunidades
únicas para influir en la eventual resolución(o la falta de la misma) de la crisis.

2.2.7. Fases y estados: del impacto de la resolución

Caplan describe el inicio de la crisis como:

1. Elevación inicial de tensión por el impacto de un suceso externo, que inicia a su


vez las habituales “respuestas para solucionar problemas”
2. La falta de éxito en estas respuestas para la solución de problemas, más el
impacto continuado del suceso estimulante, fomenta el incremento de la
tensión, los sentimientos de trastornos y la ineficiencia.
3. La tensión se incrementa, se movilizan otros recursos para la solución de
problemas. La crisis debe desviarse a:
3.1. Éxito en las nuevas estrategias de enfrentamiento
3.2. Redefinición del problema o la renunciación a propósitos fijos que
resultan inasequibles.
4. Si nada de esto ocurre, la tensión aumenta hasta un punto límite que da lugar a
una desorganización emocional grave.

Horowitz (1976) define las ampliamente las etapas de la crisis:

 Desorden: la primera reacción de una persona en estado de crisis es el


desorden, el cual incluye una serie de reacciones emocionales como llanto,
angustia, gritos, lamentos o desmayo. En algunas personas, estas reacciones
son visibles y los demás las notan; en otras, pueden no ser tan visibles. Por
ejemplo, una persona puede sentir sensaciones en su cuerpo como un nudo
en la garganta, vacío en el estómago, mareos, dolor de cabeza o necesidad
de llorar.
 Negación: como su nombre lo indica, es una negación de lo ocurrido. La
persona puede preferir no pensar en lo que ocurrió o planear actividades
como si nada hubiera pasado. La negación ayuda a hacer menos fuerte el
impacto del suceso.
 Intrusión: en esta fase, la persona siente el impacto pleno de lo ocurrido; es
invadida por abundantes ideas y sentimientos de dolor acerca del suceso.
Las pesadillas e imágenes constantes sobre lo que ha pasado son comunes
en esta etapa. Algunas personas no pasan por la fase de negación sino que

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después del desorden pasan inmediatamente a la fase de intrusión otros se
mueven durante algún tiempo entre esta etapa y la de negación.
 Translaboración: es el proceso en el que se expresan, se identifican y se
exteriorizan los pensamientos, sentimientos e imágenes de la experiencia,
de crisis. Algunos individuos logran hacer esto naturalmente, otras
necesitan de ayuda externa.
 Terminación: es la etapa final de la crisis y lleva a integrar la experiencia
dentro de la vida del individuo. El suceso ha sido enfrentado, los
pensamientos y sentimientos se han identificado y expresado, y la
reorganización se ha dado o se está iniciando. Puede haber recuerdos que
provocan tristeza y pensamientos como "esto pudo no haber pasado", pero
la característica principal de la desorganización emocional ya no está.
2.2.8. Efecto de la crisis: para mejorar o empeorar
Los tres posibles efectos de la crisis: el cambio para mejorar, empeorar o
regresar a niveles previos de funcionamiento. No obstante, puesto que las crisis son
tan desconcertantes, la tercera categoría tiene poco significado. La crisis se considera
puntos decisivos de cambio, donde el peligro y la oportunidad coexisten y dónde los
riesgos son altos.
En una desorganización grave, la posibilidad de desesperanza es alta y el riesgo
al suicidio es mayor. Otros casos, la agresión va hacia el familiar o vecino, generándole
daños físicos.

¿Cómo definir la resolución de la crisis? La restauración del equilibrio, dominio


cognoscitivo de la situación y el desarrollo de nuevas estrategias de enfrentamiento,
que incluyen cambios de conducta y el uso apropiado de los recursos externos.
Translaborar el suceso de crisis, de manera que quede integrado dentro de la trama de
la vida, al dejar que la persona esté abierta en lugar de cerrada al futuro.

La terapia de crisis comprende experiencias facilitadoras que incluyen: Reflexión


sobre el suceso y su significado para la persona en crisis, la expresión de sentimientos,
el mantener un grado mínimo de bienestar físico durante la crisis, además de realizar
adaptaciones interpersonales y de conducta apropiadas a la situación.

2.2.9. Más que estrés


Tanto el estrés como la crisis conllevan incomodidad, y por ello estos conceptos
se confunden con frecuencia. Algunas distinciones:
1. Los patrones de enfrentamiento durante la crisis son diferentes de aquellos
relacionados con el estrés.
2. Durante el estado de crisis, el individuo tiende a ser menos defensivo y más
abierto a las sugerencias, influencias externas, apoyos.
3. El efecto de la crisis puede ser debilitante o de crecimiento. El estrés tiene
por resultado más optimista la adaptación al deterioro.

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4. La crisis se observa como incidente durante un periodo relativamente corto,
mientras que el estrés no tiene la cualidad autolimitante.

2.2.10. Estructura General de los Sistemas:


La teoría general de los sistemas propone que observemos el contexto en el que vive la
persona y, en particular, en interacciones entre la persona, subsistemas diversos y el
medio (familia y comunidad). En esta dinámica podemos encontrar pistas del inicio de
la crisis.
Podemos considerar a una persona como un sistema cuyo funcionamiento CASIC
incluye cinco Subsistemas: Conductual, Afectivo, Somático, Interpersonal, Cognoscitivo.
Es importante que la evaluación se realice en cada área para determinar la respuesta
única de una persona al suceso de crisis. En estado de crisis, más de una de estas áreas
está desorganizada.

La reacción del sujeto por una parte afecta a los otros suprasistemas (familia,
comunidad, etc.) En este sentido más inmediato, el cónyuge, los hijos y los amigos
cercanos se ven íntimamente relacionados con la crisis, así como la comunidad se ve
afectada. La intervención de la crisis en primera instancia, se da en los primeros días
del trastorno dando pase a la primera ayuda psicológica por parte de la familia, de la
comunidad. En las siguientes semanas los esfuerzos deben recaer en la
reestructuración de técnicas de enfrentamiento y solución de la crisis. Esto puede
darse por medio de terapia formal o por medio del uso de otras fuentes (familia,
vecinos, etc.).
III. Crisis vitales durante el desarrollo
3.1.Hipótesis del desarrollo

3.1.1. ¿Puede la crisis realmente conducir a un crecimiento personal?


La crisis normalmente relacionada con desesperación, negativismo, peligro y
desorganización (sentimientos comunes durante la crisis) también puede estimular el
desarrollo personal y la madurez. Se le relaciona también con una representación de
un intento personal de enfrentar una transición importante de una etapa de la vida a la
otra.
Erikson afirma la personalidad continúa su desarrollo a lo largo de la vida,
estructurándose, y cumpliendo una trayectoria de ocho etapas, cada una de las cuales
posee un potencial de crisis. Dependiendo de cómo se resuelvan los conflictos para el
desarrollo en cada nivel, el crecimiento de una persona podría detenerse en uno o
progresar hacia el inmediatamente superior. Por ejemplo: un adolescente necesitaría
desarrollar un sentido de identidad para descubrir realmente quién es antes de ser
capaz de comprometerse de manera significativa en las relaciones íntimas de la edad
adulta joven.

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Las hipótesis principales detrás de un planteamiento del desarrollo en las crisis
vitales incluyen lo siguiente:

1. La vida desde el nacimiento hasta la muerte, se caracteriza por el


crecimiento y cambio continuos. El cambio que caracteriza el estado de
crisis es único porque es extremista, no por el cambio en sí mismo.
2. El desarrollo puede considerarse como una serie de transiciones, o etapas,
cada una con tareas y preocupaciones. Los teóricos del desarrollo (Erikson,
1963; Havirghurst, 1952) sostienen que el individuo debe resolver las tareas
de cada una de ellas para funcionar completamente en la siguiente.
3. En la vida adulta las transiciones son diferentes de las que pudieran darse en
la niñez o la adolescencia. Aunque puedan tener matices que resulten
símiles, éstos no están restringidos más que a las preocupaciones o
actividades que su etapa adulta demanda.
4. Bell sugiere que dadas las numerosas minorías étnicas en los EEUU, esto es,
las sujetas al racismo personal e institucional, los procesos de desarrollo
para varones de raza blanca y negra son muy diferentes. En una variación
sobre la primera etapa de Erikson de confianza contra desconfianza.
5. Aunque cada etapa es única, los asuntos importantes de los días juveniles
son por lo general repasados o reelaborados durante todo el ciclo vital
(Neugarten, 1979). “La identidad se hace y rehace; los conflictos de la
intimidad y la libertad y los compromisos para con las personas que son
significativas, las presiones del tiempo, las reformulación de metas en la
vida, hacer valoraciones y reconciliarse y la aceptación de los éxitos y
fracasos de uno mismo; todo esto preocupa tanto a los jóvenes como a los
viejos”.
6. Los sucesos que precipitan una crisis en el desarrollo deben entenderse en
el entorno de la historia personal del individuo.
7. Una crisis es la versión extrema de una transición. Estos son puntos
decisivos o regiones límite entre dos periodos de mayor estabilidad.

3.2. Transición o crisis

a. Danish y D’Augelli (1980) sugieren que la transición de una etapa del


desarrollo a otra puede ser frustrada por la falta de habilidad, conocimiento
o la incapacidad para correr riesgos.

A un médico clínico le es más fácil tratar las áreas de falta de habilidad y


conocimiento, que el área cuando la dificultad está relacionada a tomar
riesgos, ya que está relacionada de modo directo con cuatro subsistemas de la
personalidad: conductual, afectivo, cognoscitivo e interpersonal. A estas
variables deben agregarle los recursos materiales (el dinero) y los sociales
(amigos, apoyo externo), que pueden ser determinantes o no.

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El supuesto es que un déficit en alguna de estas cinco variables: habilidades,
conocimiento, disposición al riesgo, recursos materiales, y apoyos sociales
pueden alejar a la persona de la realización de actividades propias del
desarrollo o tornar una transición predecible de una crisis.

b. Sobrecarga de exigencias: cuando la transición se convierte en crisis

Se refiere a la crisis vital como acumulación de sucesos ( Holmes y Rade, 1967)


que calculan que una persona que ha acumulado más de 350 unidades de
cambio en la vida en un año. Sin embargo, aquí cada uno de los sucesos recae
dentro de la categoría de angustias esperadas inherentes a la madurez.

c. Una transición puede convertirse en crisis si un individuo no acepta o no


está preparado para los sucesos determinantes (Danish y D’Augelli, 1980).
Neugerten (1976) analiza tanto la menopausia como la viudez en tanto
sucesos de la vida para los que las expectativas de la mujer son
determinantes en la previsión de resultados. Muchas mujeres se anticipan a
la viudez, cuando guiadas por las estadísticas saben que sobrevivirán a sus
esposos; muchas otras mujeres aceptan la menopausia como un proceso
normal de desarrollo “que causa depresión” pero en donde no existe tasa
de mortalidad. Esto conlleva a inferir que si las personas que han sido
preparadas para sucesos determinantes del desarrollo, están en peligro de
experimentarlos como crisis.

d. Por último, un individuo podría experimentar una de las transiciones del


desarrollo como una crisis, si se percibe a sí mismo como fuera de fase, de
acuerdo con las expectativas de la sociedad para un grupo particular de
edad. Neugarten (1979) piensa que todos nosotros nos movemos entorno
de “relojes mentales” que nos dicen si estamos dentro o fuera de tiempo
con respecto a nuestros semejantes.

3.3. Preocupaciones en el curso del ciclo vital

Cada etapa del desarrollo presenta un conflicto propio del mismo, que
normalmente se dan a través de tareas y preocupaciones, que si no son correctamente
asumidos por el individuo, pueden resultar en posibles sucesos de crisis. A
continuación se muestran las etapas más comunes, son sus respectivas tareas:

1. Infancia (0-1 años)


Motivo de transición: confianza contra desconfianza
Tareas/preocupaciones: alimentarse, desarrollar discriminación sensorial, etc.
Posibles sucesos de crisis: trastornos en la alimentación. Enfermedad física,
lesiones.
2. Aprendizaje para caminar (1-2 años)

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Motivo de transición: autonomía contra vergüenza y duda
Tareas/preocupaciones: caminar, hablar, desarrollar sentido de independencia,
etc.
Posibles sucesos de crisis: daño físico, conflicto con el cuidador principal
3. Infancia temprana (2-6 años)
Motivo de transición: iniciativa contra culpa
Tareas/preocupaciones: habilidades de aprendizaje y control muscular.
Desarrollar la noción corporal, etc.
Posibles sucesos de crisis: heridas físicas, conflictos con los maestros, padres
por causa de los primeros juguetes sexuales.
4. Infancia media (6-12 años)
Motivo de transición: industriosidad, interioridad
Tareas/preocupaciones: dominar materias escolares, desarrollo de habilidades
para el aprendizaje y la solución de problemas, etc.
Posibles sucesos de crisis: dificultades de aprendizaje, conflictos con
compañeros, conflictos con maestros, conflictos con padres, conflictos en la
escuela.
5. Adolescencia (12-18 años)
Motivo de transición: identidad contra confusión de roles
Tareas/preocupaciones: adaptación a cambios corporales y nuevas emociones.
Logro gradual de la independencia de los padres/protectores.
Posibles sucesos de crisis: menstruación, relaciones sexuales, embarazo no
deseado, etc.
6. Adultez temprana (18-34 años)
Motivo de transición: intimidad contra aislamiento
Tareas/preocupaciones: seleccionar y aprender a vivir con un compañero /
pareja. Iniciar una familia o no…
Desarrollo de las habilidades paternales. Decidir sobre el servicio el militar.
Iniciarse en una actividad.
Posibles sucesos de crisis: rechazo por una pareja potencial; relaciones
extramaritales, separación, divorcio. Embarazo no deseado, incapacidad para
tener hijos, nacimiento de un hijo. Problemas de disciplina con los hijos,
enfermedad de los hijos, incapacidad para manejar las diversas exigencias, etc.
7. Adultez media (35-50 años)
Motivo de transición: Generatividad contra estancamiento.
Tareas/preocupaciones: adaptación a cambios fisiológicos de la mitad de la
vida, adaptación a cambios en los hijos, etc.
Posibles sucesos de crisis: conciencia de la decadencia física, enfermedad
crónica, climaterio, rechazo a los hijos, alejamiento de un hijo, etc.
8. Madurez (50-65 años)
Motivo transición: generatividad contra estancamiento
Tareas/preocupaciones: adaptación a la vejez fisiológica, preparación para la
jubilación.
Posibles sucesos de crisis: problemas de salud, decisiones acerca de la
jubilación, etc.
9. Vejez (de los 65 años en adelante)

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Motivo transición: integridad del yo contra desesperación
Tareas/preocupaciones: segunda aspiración, tercera carrera, pasatiempos, etc.
Posibles sucesos de crisis: dificultades financieras, conflictos interpersonales,
etc.

3.4. Transiciones familiares y crisis

Carter y McGodrick (1980) observan que las familias, al igual que los individuos
pasan por ciertas fases predecibles (matrimonio, nacimiento del primer hijo, aparición
de la adolescencia de los hijos, etc.), y que pueden ser confrontadas también como
eventos inesperados, como son problemas económicos y enfermedades. Al igual que
las tareas del desarrollo en el individuo, cada nueva fase de la vida familiar, requiere
que sus madres desarrollen nuevas habilidades y hagan ajustes para encarar nuevos
retos. Además la adaptación exitosa a cualquier etapa requiere que la familia haya
dominado tareas anteriores.

Crisis Circunstanciales en la vida

No todas las crisis se relacionan de modo directo con el proceso natural de


maduración; muchas son por completo imprevisibles y se les conoce como “crisis
circunstanciales” su característica principal es ser ocasionado por un suceso
precipitante impredecible, independiente de la edad o de la etapa de la vida, esta
puede afectar a cualquiera. Las características principales: Aparición repentina,
Imprevisión, Calidad de urgencia, Impacto potencial, Peligro y oportunidad. Este último
referido a trasladar a la persona y su familia a niveles más altos o más bajos de
funcionamiento.

Se ha agrupado en tipos específicos de crisis: Salud, muerte intempestiva, crimen y


otros. Detallamos a continuación:

 Salud: el bienestar físico y psicológico está íntimamente relacionado. Aunque


algunos profesionales no aceptarían el papel determinante del estrés en la
exacerbación de diversos trastornos físicos. La enfermedad física y las lesiones
corporales son acontecimientos que desafían la capacidad del individuo y de su
familia para enfrentarlos y adaptarse. El cómo se interprete los sucesos y cómo
se realicen los ajustes de comportamiento, serán fundamentales para
determinar el curso esencia de la resolución de la crisis. Existen etapas de
reacción:
1. Impacto (noticia de diagnóstico vs metas de vida)
2. Negación (etapa adaptativa que permite la aceptación de la realidad por
grados)
3. Duelo (expresión de sentimientos)
4. Enfoque hacia afuera (translaboración)
5. Conclusión (aceptación, mirar hacia el futuro)

15
 Muerte Repentina: La anticipación es una variable determinante para enfrentar
la muerte inminente, lo mismo la propia que la de un ser querido. Las
reacciones emocionales que acompañan a la muerte repentina pasan por
diversas fases:
1. Primera Fase: Respuesta al aturdimiento, o la negación de sentimientos y
el alejamiento emocional respecto de la realidad de la muerte, considerada
una reacción autoprotectiva.
2. Segunda Fase: La huída, caracterizada por trastorno emocional y
desorganización, ruptura de las rutinas acostumbradas y una incapacidad
general para el funcionamiento.
3. Tercera Fase: Una aceptación gradual de la realidad de la pérdida y la
ruptura de lazos con el difunto. Movimiento hacia una vida funcional si el
ser querido y el desarrollo de nuevas relaciones para reemplazar al
individuo que se ha perdido.
 Crimen: La nula anticipación ante numerosos acontecimientos relacionados con
la actividad criminal manifiesta consecuencias psicológicas en el trastorno y
desorganización conduciendo a las víctimas a crisis vitales. Caplan enumera
etapas en estos casos:

1. Fase aguda, caracterizada por conmoción desmayo y ansiedad, prolongados


de modo indefinido de algunos días a algunos meses.
2. Segunda fase, adaptación externa; incluye el retorno a la rutina normal y la
supresión temporal de sentimientos acerca de los hechos delictivos de los
que ha sido víctima. Hay un intento por reducir la ansiedad y controlar las
intensas emociones.
3. Etapa final de integración y resolución, cuando la víctima empieza a salir de
los sentimientos hacia la superficie y hay una necesidad de hablar. Es una
etapa crítica ya que translabora sus sentimientos, desarrolla y acepta una
visión de sí misma que incluya el episodio del cual ha sido víctima.

Sería de vital importancia de que las personas que tienen el primer contacto (policía,
rescatistas, etc.) y las que están en contacto en las siguientes semanas (médicos, clero,
trabajadores sociales, etc.) estén debidamente entrenadas para saber qué pueden
esperar durante el curso de la crisis.

 Desastres Naturales y provocados por el hombre: La característica principal, es


que puede afectar a muchas personas al mismo tiempo, por lo que las
consecuencias tiene un estado de urgencia. Estos desastres naturales, son para
la mayoría inesperados por lo que su nivel de precipitador de crisis es alto,
generando un estado de desorganización caracterizado por una incapacidad
para salir adelante con el potencial para un daño de larga duración. En cuanto a
los desastres provocados en cuanto a que se asocian más frecuencia a los
efectos psicológicos crónicos y de largo plazo a comparación de los desastres
16
naturales. El carácter singular del acontecimiento precipitante afecta el curso de
la crisis tanto como el proceso de resolución.
 Guerra y hechos relacionados: proporcionan otro conjunto de incidentes que
pueden conducir a una crisis. Perdida de la vida, propiedades y la amenaza a la
identidad nacional y al modo de vida que se ha elegido, tienen implicaciones a
largo alcance para los sobrevivientes.
 Familia y economía: los cambios en la vida familiar incluyen la gama completa
de cambios económicos que pueden precipitar crisis algunas veces. Tanto la
migración y la reubicación se caracterizan por un cambio ambiental.

IV.Un modelo amplio para la intervención en crisis


4.1.Principios clínicos:
4.1.1. Oportunidad
La terapia breve, de tiempo limitado, es el tratamiento que se elige en
situaciones de crisis. La bibliografía sugiere que el proceso de ayuda debería llevarse
tanto tiempo como el que se toma la mayoría de las personas recuperar el equilibrio
después de un incidente de crisis, o alrededor de seis semanas, según Caplan (1964).
La mayoría de los escritores describe a la intervención en crisis como algo que se lleva,
en cualquier parte, de 1 a 6 semanas (Aguilera y otros, 1974) como distinción de las
intervenciones que continúan por meses a años en la psicoterapia en la psicoterapia a
largo plazo. Más importante aún es que la terapia breve no se ve como el segundo
mejor enfoque. El tener menos sesiones plantea tener ventajas económicas claras y el
proporcionar terapia durante la proximidad de la crisis tiene también ventajas
terapéuticas adicionales. Se elevan al máximo las oportunidades del paciente para
crecer mediante una crisis al brindarle asistencia para auxiliarlo a obtener el dominio
de la situación, y a moverse hacia la reorganización de una vida desorganizada.
Una extensión de esta idea es la ley de Hansel: la efectividad de un servicio de
intervención en crisis aumenta de modo directo en función de su proximidad tanto al
tiempo como al lugar del incidente de crisis. (McGee, 1976). Puesto que la experiencia
de crisis es un periodo de alto riesgo tanto para el paciente como para su familia, se
requiere que la ayuda esté disponible de modo inmediato y en una ubicación de fácil
acceso.

La hipótesis es que si una persona en crisis tiene que esperar horas, días o
semanas para recibir ayuda, puede esta espera desencadenar en una tragedia, como
un suicidio.
4.1.2. Metas
Una concordancia que tiene la bibliografía sobre intervención en crisis es que la
meta principal es ayudar a la persona a recuperar el nivel de funcionamiento que tenía
antes del incidente que precipitó la crisis.

17
La mayoría de terapeutas reconoce que un paciente “nunca regresa” al nivel
previo de funcionamiento. Al translaborar y resolver de manera exitosa una crisis vital,
la persona aprende nuevos caminos para salir adelante. El paciente debe terminar por
conceptuar la vida de un modo diferente que antes que la crisis ocurriera.

4.1.3. Valoración

Es importante que la valoración abarque tanto la fortaleza como la debilidad de


cada uno de los sistemas implicados en la crisis. Este principio de la intervención se
desarrolla de la perspectiva de los sistemas generales sobre las crisis vitales. La
información acerca de que está mal en la vida de una persona (como el
desmoronamiento de la relación matrimonial) se complementa con la información
acerca de qué es aún funcional (como un sistema apoyador de amigos). Las fuerzas y
recursos sociales pueden utilizarse para ayudar a una persona a arreglárselas con la
aflicción de la crisis. Con fundamento en el hecho de cada crisis personal ocurre dentro
del entorno de los sistemas familiar, del trabajo, vecindario y comunidad; la tarea del
médico clínico es determinar cuáles variables ambientales precipitaron la crisis, cuáles
mantienen la desorganización y el sufrimiento, y cuáles pueden movilizarse para
facilitar el cambio constructivo de la situación. El empleo de este análisis conduce a
una variedad de estrategias para el cambio, que se extienden de dimensiones como la
asistencia en el aseguramiento de bonos para comida u orientación legal hasta la
referencia a una consejería personal o una orientación vocacional.

4.1.4. Comportamiento del asistente

Uno de los aspectos más relevantes del trabajo con la crisis es que los
terapeutas son más activos, directos y orientados a la consecución de objetivos que en
las situaciones ajenas a las crisis. Puesto que el tiempo es corto, los terapeutas se
vuelven participantes activos en franquear las dificultades, fijar con precisión las
necesidades inmediatas y movilizar los recursos de ayuda. En algunas situaciones los
consejeros para crisis dan consejos e inician contactos para ayudar a una persona a
“pasar la noche”. El reto de la intervención en crisis yace no sólo en el trabajo eficiente
y efectivo con el paciente, sino también en el ser flexible en grado suficiente como para
movilizar una amplia variedad de recursos suprasistemáticos (familia y comunidad) en
el trabajo hacia la resolución de la crisis del paciente.

Algunos textos se enfocan en lo que hacen los consejeros y en el entrenamiento


que requieren para hacerlo, al definir diferentes intervenciones en crisis. Por ejemplo,
Jacobson y otros (1968), distinguen cuatro niveles en la intervención en crisis:
manipulación del ambiente (enlazar a una persona con un recurso de ayuda como un
ministro religioso, amigo u órgano de asistencia), apoyo general (el escuchar con
empatía que realizan los vecinos, cantineros y otros semejantes), enfoque genérico
(trabajo breve por personas entrenadas en intervención en crisis), y adaptación

18
individual de la intervención en crisis a cargo de personas con un amplio
entrenamiento en psicología anormal, teoría de la personalidad, teoría de la crisis y
áreas relacionadas.

4.1.5. Intervención de primera y segunda instancia

Un modelo amplio de intervención en crisis debe hacer numerosas distinciones


importantes con respecto a las técnicas, extensión del tratamiento, ofrecimiento de
servicios específicos, metas y entrenamiento. El modelo debe tomar en cuenta todo lo
que ya sabemos sobre crisis vitales, como es el que las crisis implican desequilibrio,
altos riesgos, sentido de urgencia e inmediatez, el modelo necesita considerar al
individuo como un participante activo en muchos sistemas comunitarios diferentes (en
la familia, en el trabajo, la iglesia y el vecindario), un participante que día a día se
compromete en tratos con el ambiente.

Podemos comenzar por describir los primeros auxilios psicológicos, o de


intervención en crisis de primera instancia, que abarca la asistencia inmediata y de
modo usual sólo lleva una sesión. Los primeros auxilios psicológicos pretenden de
manera primordial proporcionar apoyo, reducir el peligro de muerte y enlazar a la
persona en crisis con los recursos de ayuda.

La distinción entre los primeros auxilios psicológicos y la terapia para crisis son
fiel a la reciente historia clínica del trabajo de crisis, y al mismo tiempo, propicia para el
desarrollo de programas de investigación muy necesarios en este campo.

V.Intervención de primera instancia: Primeros Auxilios Psicológicos

Dar los primeros auxilios psicológicos se refiere a las intervenciones de primera


instancia, mismas que son cortas, generalmente una sesión, y son más efectivas
cuando se dan al principio de la crisis. La meta principal es restablecer el
enfrentamiento inmediato. El punto crucial es a una persona o familia se sienten
incapaces de tratar o soportar un hecho traumático, de modo que haya menos
consecuencias poco saludables o desorganizantes, y haya una mayor probabilidad de
crecimiento.

5.1. Metas:
1. Proporcionar apoyo: las personas no deben estar solas cuando soportan
cargas muy pesadas. Consiste en permitir que la gente hable, mientras se
muestra interés y cordialidad, y proporcionar un ambiente en el que los
sentimientos puedan ser expresados.
2. Reducir la mortalidad: salvar vidas y prevenir el daño físico. Esto implica
tomar medidas para reducir al mínimo las posibilidades de autoagresión o
agresión a otros.

19
3. Enlazar con fuentes de asistencia: proporcionar los vínculos apropiados
(remisión a terapia individual, asistencia legal, auxilio de agencias de
servicio social...), de modo que la persona pueda comenzar a dar pasos
concretos para superar la crisis.

5.2 Pasos para llevar a cabo la intervención en crisis:

1. Realizar contacto psicológico: invitar a las personas a hablar, escuchar los


hechos y los sentimientos, mostrar interés por comunicarse, tocar/abrazar
de manera física.
2. Analizar el problema: examinar el pasado inmediato, presente y futuro
inmediato de las personas. El objetivo de este segundo paso es conocer
cuáles son los conflictos o problemas que necesitan manejarse de forma
inmediata y cuáles pueden dejarse para después.
3. Analizar las posibles soluciones: averiguar qué es lo que las personas han
intentado hacer hasta ahora, qué es lo que pueden o podrían hacer y
proponer nuevas alternativas.
4. Ejecutar la acción concreta: ayudar a las personas a realizar una acción
concreta para manejar la crisis. No es más que dar el mejor paso próximo
según la situación.
5. Dar seguimiento: especificar un procedimiento para que el/la facilitadora y
las personas estén en contacto en un tiempo posterior.

5.3 Consideraciones Prácticas:


1. Es útil hacer uso de los cinco componentes como un marco conceptual o “mapa
cognoscitivo” para orientar la conducta del asistente (lineamientos, preguntas,
acciones). En lugar de pasos secuenciales, entonces, los componentes se
utilizan mejor como mapa cognoscitivo o una guía para los lineamientos del
asistente.
2. Otro uso de los cinco componentes es auxiliar a los asistentes cuando la
intervención parece empobrecerse. También es útil para diagnosticar las
dificultades en el proceso de asistencia. Esto con frecuencia es una indicación lo
mismo de que el trabajador necesita emplear más tiempo en explorar las
dimensiones del problema o de que necesita, simplemente, poner más
atención para hacer buen contacto con el paciente. Cuando las cosas no van
buen en el proceso de asistencia, los trabajadores pueden necesitar un
retroceso.
3. Las metas de los primeros auxilios psicológicos son limitadas. El proceso
completo es solo un primer paso hacia la resolución de la crisis. Los asistentes
trabajan dentro de los cinco componentes, en tanto que el tiempo y energía
que se empleen en cada uno de ellos variará con las circunstancias.
4. Se puede utilizar un formato de primeros auxilios como guía para el proceso de
supervisión.

20
5. El modelo de los primeros auxilios psicológicos puede utilizarse en la
investigación para codificar el proceso de intervención en crisis de primera
instancia en estudios de avance/resultado.

VI.Primeros auxilios psicológicos

Se debe buscar que los tres objetivos de los primeros auxilios psicológicos se alcancen:

6.1 Soluciones posibles: no es poco común para los pacientes el empezar con la
identificación de una solución o de un aparentemente inevitable resultado para
sus crisis. Se necesita reconocer que ésta es una solución posible para el problema
de un paciente, una que debería reconocerse, pero no se le debe permitir que
limite tanto a la persona en crisis como al asistente.

La táctica es reconocer la solución, asentarla en palabras como una posibilidad,


algo que puede suceder de hecho (como el divorcio), pero también generar más
alternativas. El objetivo es apartar a los pacientes del movimiento hacia soluciones
inusuales para problemas complejos.

6.2 Acción concreta: aquí el consejero debe hacer la labor de facilitador para que la
persona pueda utilizar sus propios recursos, sin que ello le signifique una amenaza
para su integridad en el momento. El objetivo principal es ganar tiempo hasta que
se analice la situación con más calma y se pueda mantener más opciones abiertas

6.3 Seguimiento: establecer un acuerdo de seguimiento es importante ya que enfoca al


paciente en crisis en los pasos que debe seguir para que cuente con recursos de
apoyo. Asimismo se encuentra disponible el recurso de retroalimentación.

VII. Intervención en segundo instancia

La terapia para crisis es más efectiva cuando coincide con el periodo de


desorganización (seis o más semanas) de la crisis en sí misma. Puesto que alguna
modalidad de la reorganización, de manera invariable, tendrá lugar durante este
tiempo, nuestro propósito es proporcionar asistencia en ese periodo, para incrementar
la posibilidad de que la reorganización sea hacia el crecimiento y se aleje del
debilitamiento. Las energías terapéuticas se ajustan para ayudar al paciente a:

a. Sobrevivir físicamente a la experiencia de crisis


b. Identificar y expresar sentimientos que acompañan a la crisis
c. Obtener un dominio cognoscitivo sobre la crisis, y

21
d. Realizar toda una variedad de adaptaciones conductuales e interpersonales que
requiere la crisis.

Estas teorías se orientaran por el proceso de la terapia.

Valoración:

Los cinco subsistemas de la persona: un perfil CASIC

Modalidad/sistema variables/subsistemas

Conductual: Patrones de trabajo, interacción, descanso, ejercicio, dieta (hábitos de


comida y bebida), comportamiento sexual, hábitos de sueño, uso de drogas y tabaco;
presencia de cualquiera de los siguientes: actos suicidas, homicidas o de agresión.

Métodos acostumbrados para salir adelante con la tensión

Afectiva: Sentimientos acerca de cualquiera de los comportamientos citados arriba;


presencia de sentimientos tales como ansiedad, ira, alegría, depresión, etcétera;
adecuación de los afectos a las circunstancias. ¿Se expresan o se ocultan los
sentimientos?

Somática: Funcionamiento físico general, salud.

Presencia o ausencia de tics, dolores de cabeza, malestares estomacales y cualquier


otros males somáticos; el estado general de relajación/tensión; sensibilidad de la
visión, el tacto, el gusto, la percepción y el oído.

Interpersonal: Naturaleza de las relaciones con la familia, los amigos, los vecinos y los
compañeros de trabajo; fortalezas y problemas interpersonales; número de amigos,
frecuencia del contacto con ellos y con los conocidos; papel asumido con los distintos
amigos íntimos (pasivo, independiente, líder, como un igual); estilo de resolución de
conflictos (asertivo, agresivo, aislado); estilo interpersonal básico (congeniante,
suspicaz, manipulador, explorador, sumiso, dependiente).

Cognoscitiva: sueños diurnos y nocturnos usuales; representaciones mentales acerca


del pasado o del futuro; autoimagen; metas vitales y las razones para su validez;
creencias religiosas; filosofía de la vida; presencia de cualquiera de los siguientes:
catastrofización, sobregeneralización, delirios, alucinaciones, hablarse a sí mismo, de
manera irracional, racionalizaciones, idealización paranoide; actitud general
(positiva/negativa) en la vida.

El sistema Conductual se refiere a la actividad patente, en particular trabajar, jugara


y otros patrones vitales importantes que incluyen el ejercicio, los patrones de dieta y

22
sueño y el uso de drogas, alcohol y tabaco. Al valorar el funcionamiento conductual de
un paciente, se da atención a los excesos y carencias, antecedentes y consecuencias de
los comportamientos clave y las áreas de particular fortaleza y debilidad.

Las variables afectivas incluyen un rango completo de los sentimientos que un


individuo puede tener acerca de cualquier de estos comportamientos, de un incidente
traumático o de la vida en general. También se da atención a la valoración de la
adecuación social, o a la competencia entre el efecto y distintas circunstancias de la
vida. Como con el comportamiento es importante valorar la condicionalidad de
diferentes sentimientos (antecedentes y consecuencias).

El funcionamiento somático de un paciente se refiere a todas las emociones


corporales, que abarcan la sensibilidad al tacto, el sonido, la percepción, el gusto y la
visión. Los datos sobre el funcionamiento físico general, que incluye los dolores de
cabeza, las molestias estomacales, y salud general, se codifican aquí.

La modalidad interpersonal incluye datos sobre la cantidad de calidad de las


relaciones sociales entre un paciente y su familia, amigos, vecinos y trabajadores. Se
pone atención al número de contactos de cada una de estas categorías, y en la
naturaleza de las relaciones, en particular el papel que juega el paciente con distintos
allegados (como igual, como un líder, pasivo/dependiente y así sucesivamente).

7.1 Supuestos de la valoración:

1. Debemos ser capaces de valorar el impacto del incidente de crisis en todas las
cinco áreas de funcionamiento de la persona: comportamiento, sentimientos,
salud corporal, relaciones interpersonales y cognición. El desatender una o más
áreas conducirá sólo a una comprensión parcial de la crisis, y a entorpecer las
subsecuentes intervenciones terapéuticas.
2. Los cinco sistemas CASIC se interrelacionan de manera que se puede esperar
que los cambios en uno conduzcan al cambio en los otros.
3. Es importante valorar tanto las fortalezas como las debilidades en el
funcionamiento CASIC durante la crisis y, siempre que se pueda, movilizar las
primeras para apuntalar las segundas.
4. La valoración de la crisis de un individuo debe incluir las variables del entorno
del ambiente familiar/social, la comunidad y la cultura, puesto que estas
variables suprasistémicas tienen un peso directo sobre el éxito o fracaso de las
estrategias de intervención.
5. Los procesos de valoración deben organizarse para permitir la evaluación al
final de la terapia, y en varios puntos del seguimiento.
6. La meta de la valoración no es crear una clasificación diagnóstica, sino más
bien, proporcionar un perfil del funcionamiento CASIC previo a la crisis que sea
similar, y ambos producirán pautas concretas para la selección de las estrategias
de tratamiento.

23
7.2 Fuentes de Información

Los datos para la valoración pueden extraerse de diversos recursos, de los


cuales el principal es la entrevista clínica. Al utilizar la estructura CASIC como un mapa
cognoscitivo, el clínico indaga acerca del funcionamiento del paciente en cada
modalidad. El clínico tiene como principal tarea de valoración el determinar el impacto
del incidente de crisis sobre el funcionamiento conductual, afectivo, físico,
interpersonal, y cognoscitivo.

VIII Terapia Multimodal para crisis:

El resultado del tratamiento de intervención en un paciente en crisis difiere en


resultados como en peculiaridades en los casos. Algunos pacientes no están dispuestos
a arriesgarse en nuevas maneras de pensamiento y comportamiento, aun de cara a la
abrumadora evidencia de que los medios previos de enfrentamiento ya no funcionan
más. La mayoría de los cambios significativos tienen ganancias y pérdidas concretas
asociadas con ellos, y con frecuencia los miembros cercanos de la familia se ven
amenazados del viejo orden al nuevo, lo cual muchas veces conduce a una falta de
apoyo, a un absoluto sabotaje de las intenciones del paciente. Es importante, por
tanto, que los terapeutas reconozcan los límites de su propio poder para influir a los
pacientes en crisis en el camino hacia el crecimiento y lejos de la debilitación.

IX Intervención en crisis en salas de urgencias de hospitales

9.1 Intervención en crisis en salas de urgencias de hospitales:


Lo común es que la visita a una sala de urgencias esté estrechamente vinculada
con una crisis vital importante, misma que está relacionada con la enfermedad o la
lesión física grave. Esto es una amenaza hacia los objetivos importantes en la vida y la
pérdida de potencial, lo que genera sentimientos de indefensión y de una incapacidad
de manejar la situación con el uso normal de mecanismos habituales de solución de
problemas. Tradicionalmente en la sala de urgencias se da mayor énfasis a la atención
de tratamientos médicos de salvación de vidas y poca atención a los problemas
psicológicos de los pacientes y de sus familias.
Sin embargo sería importante señalar que mientras el uso de las salas de urgencias ha
aumentado para urgencias psiquiátricas, estos no cuentan con la preparación adecuada
para dar un servicio correcto. Muchos pacientes presentan combinaciones de males,
somáticos y psicológicos y esto puede generar un mal diagnóstico por lo que también
se le puede brindar un mal tratamiento. Los fracasos en el suministro de atención han
sido atribuidos a la ignorancia por parte del personal de las salas de urgencias y la
inapropiada organización hospitalaria.

24
Hay unos patrones innovadores en el reclutamiento del personal de sala de urgencias,
en donde se está diversificando dichos la gama de profesionales, voluntarios,
estudiantes y paraprofesionales con el fin de utilizar los recursos comunitarios
disponibles para proporcionar atención amplia a los pacientes en crisis. Los equipos
multidisciplinarios, ayudan a al intercambio de información entre los miembros del
personal, esto mejora el tratamiento, las canalizaciones y la coordinación de diversos
servicios.

9.2 Servicios especiales:


 Violación: la intervención en crisis temprana es determinante para el bienestar
futuro de la víctima. Hay mucha oposición en el reconocimiento de que la
violación es un asunto de salud legítimo, que necesita servicios médicos y
psicológicos. Además del suministro de tratamiento médico y orientación para
las víctimas de violación, la familia y los amigos cercanos de esta, llamadas de
seguimiento que se realizan durante los 2 siguientes días al acontecimiento.
 Adicción a las drogas: Por el prejuicio ante este tipo de pacientes, generalmente
son abandonados en términos de apoyo emocional y canalización apropiada.
Recibiendo maltratos desde lo verbal hasta lo físico (lavado intestinal) como
medida punitiva. Para evitar esto es importante sensibilizarlos hacia las
necesidades especiales de los adictos a las drogas y cómo atender dichas
necesidades.
 Familia de los pacientes: Bloom y Lynch describen un programa de estudiantes
de trabajo social en los que ellos se reúnen con las familias en una sala de
espera del área de urgencias para proporcionar apoyo emocional, información
acerca del acceso a los servicios, clasificación y canalización de los pacientes.
Una breve orientación hacia los parientes reducía los niveles de ansiedad y esto
favorece la futura recuperación del paciente.
 Seguimiento:
o Cumplimiento de la canalización: Sugieren que las técnicas de
canalización que se emplean pueden tener mayor efecto que las
predisposiciones de los pacientes. Cuando el orientador, actúa como
enlace entre la institución de canalización, es decir cuando el orientador
la contacta, provee de transporte, etc. Los índices de complementación
de las canalizaciones aumentan de manera notable. Se recomienda que
la vinculación de la sala de urgencias sea una parte integral del sistema
comunitario de tratamiento para la salud mental.
o Reincidentes: Se ha identificado grupos de pacientes que de manera
repetida regresan a la sala de urgencias. Bauer y Balter hallaron que los
reincidentes tienen un perfil sintomático distinto, el cual incluye altos
niveles de depresión, anorexia, pensamientos suicidas y retraso
psicomotor. Mujeres predominantemente, que se han separado o
divorciaron, de sus cónyuges o enviudaron y con frecuencia con
personalidades indefinidas, problemas crónicos y permanentes.

25
o Retroalimentación: Las salas de urgencias carecen de un efectivo
componente de retroalimentación para los trabajadores, con esto no
han sido capaces de juzgar su propia efectividad.

9.3 Pautas para el suministro de los servicios: Modelo de Intervención:


1. Las salas de urgencias deberían estar equipadas para proporcionar servicios de
intervención en crisis a los pacientes los mismos que a sus familiares o amigos
cercanos.
2. Incidentes precipitantes en sí mismo, los primeros auxilios psicológicos son el
tratamiento de preferencia.
3. Tres componentes principales de los sistemas – política administrativa,
entrenamiento de personal y espacio físico – deberían proyectarse de manera
que puedan satisfacerse los objetivos de primeros auxilios psicológicos.

X Intervención en crisis en las escuelas

Las escuelas son establecimientos únicos para la intervención en crisis. Estas


instituciones son únicas entidades avaladas por la sociedad para tener contacto
cotidiano con los niños. Esto significa que el personal de la escuela tiene la adecuada
oportunidad para darse cuenta si un niño está en crisis y ayudarlo a elaborar la
resolución de la misma.
Existe una sorprendente compatibilidad entre las metas de las instituciones educativas
y aquellas que ofrecen servicios de crisis: ambas encaminan hacia el crecimiento y
desarrollo basados en el aprendizaje. Cada crisis en la vida de un niño representa
oportunidades para aprender. Las crisis que surgen en los ambientes escolares abarcan
casi el rango completo de los incidentes circunstanciales y del desarrollo que se
presentaron que pueden hacer ellos para ayudar a los niños a Translaborar estos
acontecimientos de tal manera que el resultado sea el crecimiento, en lugar del
debilitamiento. Pueden desempeñar un papel lo mismo en el reconocimiento que en el
tratamiento de las crisis que encaran los estudiantes. El conocimiento de la teoría de la
crisis. Puede ser una ayuda para manejar problemas que ya están allí, pueden
encausarse en el entorno de las actividades habituales del salón de clases.

10.1 Artículos teóricos:


Los niños que se enfrentan a las crisis vitales son vistos como quienes tienen no solo
fortalezas personales y psicológicas, sino también los apoyos sociales necesarios para
resistir los desequilibrios y realizar los cambios apropiados.
Caplan propone:
 Prevención primaria: encaminada a cortar el paso de los incidentes de crisis o a
instruir a las personas para enfrentarlas antes de que ocurran.
26
 Prevención secundaria: asistencia que se da en las secuelas inmediatas de un
incidente de crisis.
 Prevención terciaria: el tratamiento que se da mucho tiempo después del
incidente de crisis, encaminado a la rehabilitación de las víctimas.
El modelo de comportamiento de Glass propone cinco etapas: preimpacto, aviso,
impacto, retroceso y posimpacto. Las ventajas de este enfoque es que se encuentra
precisamente en tres conjuntos de estrategias de intervención: enseñanza,
intervención en crisis y rehabilitación.
Descripciones programáticas: incluye numerosos informes acerca de programas
desarrollados para ayudar a los individuos a manejar crisis particulares. Desarrollaron
grupos de crisis para ayudar a los niños a manejar la transición de un ambiente
doméstico al escolar. El programa pone énfasis en el entrenamiento de los maestros en
técnicas de orientación coordinación entre el programa escolar y distintos servicios
comunitarios. Bower (1964) sugiere que los sistemas escolares deberían proyectar
programas de “inmunidad a la tensión”, para ayudar a los niños en la superación de
transiciones predecibles.

10.2 Adaptación de la intervención en crisis a los ambientes escolares:


El tema unificador de la intervención en crisis en las escuelas está en que los
maestros y sus colaboradores tienen oportunidades únicas para enseñar. La
intervención en crisis se vuelve no una obligación o responsabilidad extra, sino más
bien un importante aspecto de planeación amplia de los programas de estudio. El reto
es el preparar a todos los empleados escolares para su contribución a facilitar la
resolución de la crisis a cada niño o grupo de niños cuando surja la necesidad de ello.
Se sugiere que haya un entrenamiento para el personal que trabajan en ambientes
escolares.

10.3 Planeación de los sistemas de suministros de servicios:


Dentro de la planeación de los sistemas de suministros de servicios los
principales elementos son cumplir con un plan escrito acerca de qué hacer cuando
ocurra una crisis, los recursos materiales para llevar a la práctica el plan, y el personal
entrenado para llevar a cabo el servicio. El objetivo de la planeación adecuada es
orientar el plan escolar, los recursos materiales y el personal de manera que los
objetivos de los primeros auxilios psicológicos (PSP) y la terapia para crisis puedan
lograrse.

10.4 Política administrativa:


Es importante para los administradores incluir los servicios de crisis en el perfil
del trabajo de los maestros, el personal de orientación y el personal administrativo.
Cuando ocurra una crisis, la política de la escuela será poner a un lado temporalmente
el plan de estudios habitual de la escuela, con el fin de dar la atención necesaria a la
supervivencia y los objetivos y los objetivos de aprendizaje asociados con la crisis. El

27
objetivo es asumir un equilibrio en el que el asunto se ajuste por sí mismo a las
oportunidades de aprendizaje de la crisis.
La efectividad de los servicios de crisis que ofrecen las escuelas depende en
gran medida de la coordinación con otros recursos comunitarios que tengan contacto
con los niños. Las reuniones que incluyan a padres de familia, personal de la escuela,
trabajadores de servicio social, policías y otros semejantes, deberían ser la regla antes
que la excepción.

10.5 Recursos materiales:


Que maestros y orientados necesitan el espacio físico (privado) para hablar
individualmente con un estudiante como esto se necesite. El contacto telefónico podría
ser un acercamiento para verificar el progreso de una familia al manejar una crisis vital.

10.6 Personal entrenado:


Varios grupos de individuos necesitarán saber cómo proporcionar los primeros
auxilios psicológicos, la terapia para crisis o ambos, de manera compatible con otros
aspectos de sus respectivos deberes. Puesto que uno de los criterios fundamentales de
calificación para el otorgamiento de los primeros auxilios psicológicos es la
accesibilidad a los individuos en crisis, este entrenamiento debería incluirse en casi
todos los empleos escolares. El objetivo es que cualquiera que pudiera tener contacto
con un estudiante en crisis sea capaz de utilizar los cinco componentes de los primeros
auxilios psicológicos para proporcionarle apoyo, reducir el riesgo de mortalidad y
enlazar a la persona con algún otro recurso de ayuda.
10.7 Evaluación de los servicios de crisis:
El tema central es si los componentes del sistema que se identificaron
anteriormente (el plan, los recursos y el personal entrenado) están en su lugar y si
trabajan, es decir, si logran resultado deseado.
10.8 Entrenamiento de maestros y orientadores:
Identifican a los maestros en el papel principal de ayuda, los principios se
aplican a cualquier que proporciones los PAP o la terapia para crisis en ambientes
escolares.
10.9 Primeros auxilios psicológicos:
Es importante poner énfasis en que los objetivos de los primeros auxilios
psicológicos son limitados. Al hablar con un niño en el patio de la escuela, en el salón
después de clases o por teléfono, los cinco componentes de los primeros auxilios
psicológicos pueden utilizarse como un mapa cognoscitivo, una guía para ayudar a los
estudiantes a dar pasos hacia el enfrentamiento de una situación de crisis.
10.10 Contacto psicológico:
El objetivo fundamental es contrarrestar el sentimiento de soledad y temor que
éstos experimentan con frecuencia durante una crisis, escuchar de una manera atenta
cómo el niño describe la situación, imaginándose uno mismo “en sus zapatos” hacerle
notar la apreciación/comprensión por parte de uno con respecto a la situación.

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Un niño que está extremadamente triste, airado, ansioso o aterrorizado puede
creer que es el único que se siente de esa manera, y ante la ausencia de
retroalimentación por parte de otra persona confiable, llega a creer que algo está
“mal” en la reacción emocional.
10.11 Dimensiones del problema:
Los maestros deberán poner especial atención a los posibles conflictos del
desarrollo que desencadena cualquier incidente de crisis. Los maestros deberían
familiarizarse con las principales etapas del desarrollo y particularmente con las tareas
para el desarrollo y los posibles incidentes de crisis que se relacionan con cada una.

10.12 Seguimiento:
Más fácil de cumplir en los ambientes escolares, puesto que los maestros ven a
sus estudiantes diariamente. Esto coloca a aquellos en una posición como para indagar
brevemente como van las cosas. Una llamada telefónica o una visita domiciliaria
pueden alcanzar los objetivos del seguimiento, al solo indicar volver a revisar al niño
después de un intervalo de tiempo acordado, preocupación e interés con respecto al
estudiante.
10.13 Terapia de crisis en las escuelas:
Los profesionales que trabajan en ambientes escolares, tienen una ventaja
singular en la terapia para crisis que no está disponible de manera expedita para sus
contrapartes en las clínicas comunitarias. Debido a su contacto cotidiano con los
maestros de un niño, aquellos tienen acceso a una gran cantidad de información
acerca de cómo se está enfrentando ésta crisis, y, según la calidad de la relación
colegial, los orientadores y maestros pueden proyectar actividades en el salón de
clases para influir en que un niño translabore la crisis.
10.14 Supervivencia física:
Los maestros en el salón de clases están en una excelente posición para evaluar
s un niño conserva salud física durante una crisis. Una breve conversación después de
clases puede determinar si los trastornos en la alimentación, el sueño y el ejercicio
contribuyen a la fatiga corporal en la clase. Las ideas creativas pueden surgir acerca de
cómo los compañeros de un niño y otros miembros del personal de la escuela puedan
alentar comportamientos positivos.
XI Intervención en crisis en el trabajo / en la oficina

11.1 Ambientes laborales:


El trabajo desempeña un papel importante en la vida de casi todos, como lo
evidencia el hecho de que la mayoría de las personas pasan más tiempo en el trabajo
durante sus horas de vigilia que en cualquier otro lugar. Cuando el trabajo es
satisfactorio refuerza los sentimientos de autovalía y finalidad en la vida. Entendamos
cada ambiente laboral como una subcultura cuyos valores, normas y expectativas
pueden describirse a través de cinco dimensiones:

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1. El ambiente físico: lugar de trabajo, ambiente especial donde en algunos casos
proporciona comodidad y en otros, exposición a maquinarias peligrosas o
ambientes incómodos.
2. Privacidad: exposición a la vista de otros, más de la que se espera en casa. Allí
con frecuencia deben estar suspendidos a otro estilo de vida.
3. Impersonal: pueden sentirse “pieza de un engranaje” esto varía según el tipo de
empleo, pero pueden llegar a sentir despersonalización.
4. Autoridad: están supeditados a estar bajo autoridades generando conflicto
entre sus necesidades de ser asertivos, expresivos y por el deseo de conservar
el empleo.
5. Relaciones entre sus compañeros: en donde deben adaptarse a las normas del
grupo de trabajo existentes.

11.2 El trabajo como causa de crisis:


La escala de tensión por acontecimientos de la vida, identifica un número
significativo de asuntos relacionados con el trabajo, como son el ascenso, la jubilación,
la pérdida de empleo, etc. Las categorías principales de empleo señalan:
1. Empleos con alta carga de tensión: referidos a trabajos en donde la
responsabilidad por su actividad genera demasiada concentración y desgaste
emocional. (controladores de tráfico aéreo, policías, etc.) La enorme
responsabilidad y presiones para la toma de decisiones de tales trabajos
pueden conducir a trastornos psicosomáticos.
2. Cambios de empleo como crisis: el impacto psicológico de cambios en la
condición laboral, como son la transferencia, el ascenso, el despido y la
jubilación, cada uno de estos cambios representan modificaciones que requiere
adaptaciones en la rutina cotidiana de un individuo y en la imagen de sí mismo.
El cambio de trabajo la consideran como una “crisis de paso” y se compara con
la experiencia de pérdida y duelo por un ser querido. Identificándola con 3
etapas:
 La fase de impacto (conmoción dura de varias horas a días)
 La fase de retroceso – confusión (duración de 4 semanas)
 La fase de adaptación (solución de problemas y adaptación a nuevos
papeles)

11.3 Tendencia para el futuro:

Estudios demuestran cómo la teoría de la crisis puede ser útil en la conceptualización


de las dificultades laborales de los empleados. Proporciona pautas para aquellos
integrados a la planeación de servicios de salid mental en ambientes laborales. El
combinar un conocimiento de la naturaleza de las crisis vitales con la naturaleza de los
ambientes laborales conduce a sugerencias para: a) la educación, b) el entrenamiento
y, c) las canalizaciones.

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XII Entrenamiento I: Primeros Auxilios Psicológicos

12.1 PAP: Entrenamiento en primeros auxilios psicológicos de la terapia para crisis

12.1.2 MODULO I: La crisis y yo

Objetivos: aumentar la comprensión de los participantes en cuanto a:

a. Las dimensiones de la crisis


b. La estructura CASIC de la personalidad, según se aplica a la crisis

Duración: De 1 a 3 horas, según la evaluación del instructor respecto a las necesidades


e intereses de los participantes. En algunas situaciones este módulo se complementará
en una hora, esencialmente por medio de la discusión en clase y una miniconferencia.
En otras situaciones será útil llevarse más tiempo, con la utilización de las triadas, para
permitir una mayor participación.

Lecturas: Hacer que los participantes sepan el perfil CASIC de la personalidad.

Material informativo: Fotocopia del caso, “Perfil de Personalidad de CASIC”

Formato:
a. Ejercicio: se puede realizar con una extensa discusión grupal, o se puede dividir
a los participantes en grupos de 3, después de 15 minutos se retomará a la
discusión grupal.
-Paso 1: ¿Al pensar en retrospectiva en un momento en el que ustedes tuvieron
una crisis personal, o al pensar en una crisis que involucró a alguien que
conocen o han tratado de ayudar, cuáles fueron los distintos modos o maneras
en que esa persona experimentó la crisis?
-Paso 2: Una vez identificada todas las características en el pizarrón,
identifíquelas de acuerdo al cuadro CASIC

b. Miniconferencia: De una conferencia de 15 a 20 minutos sobre la Teoría de la


Crisis en pocas palabras.

Otras actividades

a. Presentación de casos: cada participante presentará un caso de algún individuo


que conozca que haya atravesado un periodo de crisis. Una vez codificadas de
acuerdo al método CASIC, discutir sobre las tendencias.
b. Revisión de la bibliografía
c. Las crisis en las noticias: Los participantes deberán recortar artículos
periodísticos sobre la crisis que hayan sobrevivido algunas personas y
comentarlas en clase

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Variaciones

El enfoque del Módulo Uno se centra en asistir a los participantes en la


comprensión de las dimensiones CASIC de la crisis

12.1.2 MODULO II: Componentes de los primeros auxilios psicológicos

Objetivo: Aumentar la capacidad de los participantes para:

a. Identificar los cinco componentes de los primeros auxilios psicológicos


b. Proporcionar aseveraciones y preguntas apropiadas a los pacientes, bajo cada
uno de los cinco componentes.
c. Interactuar con los pacientes de tal manera que las aseveraciones y preguntas
del asistente proporcionen apoyo, disminuyan el riesgo de mortalidad y enlacen
al paciente con los recursos de ayuda.

Duración: Diecisiete horas, lo que resta después del Módulo uno de un total de 20
horas.

Lecturas: Haga que los participantes sepan: “como proporcionarse a sí mismo ayuda
psicológica” y “primeros auxilios psicológicos”.

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Anexo # 1:

Características de la crisis, a partir de las fases de impacto y postimpacto

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